SINO. CAPÍTULO TERCERO.

SINO.

 CAPÍTULO TERCERO.

 

 Estoy aquí cuando quieras, cuando me quieras, y para lo que quieras. Pero especialmente estoy aquí para las malas; porque para las buenas está cualquiera.

Brando. Cartas al tiempo.
Mind of Brando.

"Viví la vida que viví y la sigo viviendo con sus luces y sus sombras. Sinceramente no puedo distinguir una frontera nítida en la que haya guardias aduaneros que controlen el paso de lo que estuvo bien o mal, ni cuál es la zona de los errores y cuál la de los aciertos. No sé cuál es mi cielo ni mi infierno porque esas discusiones no coinciden con la realidad que conozco. El cielo y el infierno están dentro de nosotros mismos y cada uno sabe cómo manejar cuando uno u otro se desata.

Eduardo Galeano /Entrevista con Ñ: “Somos las historias que vivimos”
6/4/2012.

__

__No, Pedro, no hoy, no ahora _respondió, Guillermo.

__ ¿Por qué? __interrogó con la mirada apagada__. ¿Es por mis padres o acaso no te agrado? ¿Soy poca cosa para ti? ¿Tienes un amante?

__No. Ya, para, Pedro, nada de lo que dices _ contestó Guillermo atrayéndolo a sus brazos, depositando pequeños besos en la coronilla__. No quiero que tus padres se enfaden con vos, pero no me importaría perderlos profesionalmente por nuestra relación.

__ ¿Qué relación si no me aceptas?

__Yo no te estoy rechazando, me fascinas, y no hay nadie más en mi vida si es lo que crees. Es solo que te valoro y respeto como jamás a nadie, no quiero que te apresures, tenemos mucho tiempo, vos vas  a tener todo el tiempo del mundo, para mí, para andar a caballo, para nadar, correr, trabajar, lo prometo.

__Hoy desperté con el sabor de tu piel en mis labios, y mi mirada fija en la lejanía. Desperté con mi piel desnuda pero llena de paz y amor, tu ausencia desapareció pero quedó el aroma de tu cuerpo.

He despertado con el pelo despeinado pero lleno de amor, con mi mente sumergida en la noche de pasión  que imagino y el gemido de mis labios en mi ser.

Aun siento cómo mi cuerpo se desvanece y mi piel se enchina, mis pezones están despiertos y tu ausencia es latente, anhelo tu regreso para poseerte y volver a ser tuyo y me lleves a conocer la gloria, el cielo y tu fuerza.

He despertado,  todo ha sido un sueño, el cual recuerdo... Pero aún tengo la humedad que tus labios dejaron, y el amor que quedó en mi interior.

Solo espero tu regreso, volver desde el comienzo para sentirme hombre y volver a vivir ese escalofrío en mi piel y que mi cuerpo se vuelva a desvanecer como la primera vez en que de ti me enamoré.

Nunca hubo otro en mi vida, no quiero a otro. Eres único no un taxi boy o algo así.

__ ¿Qué?

__Hoy me atrevo a contrarrestar lo que puedes decir o pensar de ti mismo…  por tus amantes,  lo que juzgue el afuera que piensa erróneamente que el puto es el hombre que sabe hacer el amor, que son los únicos que saben a un hombre darle pasión o a una mujer.

Y que el amante es el que enamora y enloquece a hombres prohibidos, con mañas y coqueteos hasta hacerlos caer en sus redes. Ni tú ni yo somos nada de eso.

Tirando a la ironía, la mujer o el hombre se presta al papel, creyendo que mientras más puta  o puto le digan  es mejor lo que hace, porque se ha creado el concepto de un halago a nivel de excitación al saber que no le tienen ninguna consideración. Y lo tratan como objeto de eyaculación.

Estamos equivocados con los términos y la situación, el amante no es el que tiene relaciones con hombres prohibidos, es el novio, el esposo de años, el novio que se entrega, el amante es el  que ama con el cuerpo y con la mente, el que se entrega sin tapujos, sin pudor, el que sabe cómo tocar, el que sabe cómo besar, el que sabe entregarse con pasión y hace a un hombre vibrar de excitación.

La puta, el taxi boy,  es la mujer u hombre  que no siente,  que hace lo que le pides a cambio del dinero que le das,  que finge,  que miente, el  que presta su cuerpo para satisfacer el sueño pecador de hombre  al que le excita la aventura, o que están solos esperando hacer locuras,  es el muñeco al que le dicen qué decir, el que aprendió a sufrir, sin pronunciar su sentir, el que se te da sin querer conocer tu nombre, que está pendiente del reloj para quitar el estorbo, del que tomarás su cuerpo pero jamás estarás en su mente.

Sabes que en su  historia el amor no es el protagonista, la felicidad es una simple actriz esporádica que en ocasiones se presenta; y sí, admito que para muchos solo soy un simple secundario, uno más de una larga lista casi interminable, lo sé, hay muchas risas en el camino, pero es porque vivo en una simple historia satírica, diría un puto.

Yo quiero ser tu amante, tu amor, y alguna vez tu esposo, Guille, más hoy solo tu amante.

Nunca hice nada con nadie, solo…

__ ¿Solo? _ interrogó, Guillermo entre curioso y preocupado.

__Solo besé a una chica, probando, nadie más. Camila se llama, es preciosa, era la más bonita de las amigas de mis hermanas, la que mis padres deseaban como mi novia, y vale Dios que lo intenté, pero solo pude ver objetivamente que es preciosa, perfecta, pero para otro, a mí no me atrae, no deseo a mujeres.

__ No me habías hablado de ella. ¿Está enamorada de vos esa chica?

__Puede, no sé, Guille, mis hermanas tienen decenas de amigas.

__ ¿Puede o sí?

__Bueno… sí, pero siempre sospechó mi situación, es más,  la alentó, quiero decir que me dijo que no le importaría si probara, que quiso ayudarme, pero  nos dejamos, les aclaré a todos que no es mi novia, más la veo como hermana, ¿vale?

__Vale, también pasé por esa etapa, ¿ves que apenas nos conocemos?

__ ¿Tuviste mujeres?

__Sí, tuve, como todos, y… tengo un hijo, Fabián, es grande ya.

__ ¿Cómo?

__Sos precioso, me enloqueces, pero es de madrugada, y algo tenemos que dormir. Un día la distancia se va a distraer y podré extraviarme en tu mirada y me desharé en tu boca y me derretiré en tu entraña y con los restos que nos queden besaré tu frente y le diré a tu oído que te amo y los dos sabremos para qué nacimos. Para qué sufrimos, para qué aguardamos, para qué morimos.
Un día... Tu mirada, tu boca, tu entraña, tu frente, tu oído, me reconocerán. Sin distancia, sin tiempo en la vastedad del universo que nos creó, que nos unió, que nos separó años,  que nos fundió.  Yo ya me había dado cuenta que deseaba a los chicos, no había pasado nada con nadie, y éramos compañeros como luego de Juan, pero en el colegio,  yo era muy reservado, me aislaba de casi todos, y ella lo mismo.

 __ ¿Quién es… ella? Espera, ¿puedo dormir contigo? Me callo en cuanto termines de contarme, pero quiero dormir en tu casa, en tu cama, no voy a instalarme ni a perseguirte como un poseso, lo prometo, no soy un loquito de esos _dijo, Pedro enfurruñado.

__Está bien, puedes y me encantaría que duermas en mi cama, pero soy un hombre de carne y hueso y me encantas, ¿entiendes?

__No soy tonto, tampoco. No te voy a tocar si tanto temes.

_No temo, es… Nada, ella…  es Silvina, la madre de Fabián.

Una hora después, ya en la cama de Guillermo, Pedro lucía una camiseta de él, y Guillermo un pijama, tumbados con la mirada en las sombras, seguían charlando, ávidos de conocerse.

Con unas copas  de  vino espumante reflejamos nuestra pasión.  Burbujeaba el amor con el sabor del placer. Fue beber tentando al paladar e incitar a la piel a engolosinarse con la miel de nuestro sexo ardiente. Y bailamos con el cuerpo excitado, el corazón inflamado de un amor mareado y seducido por besos apasionados, mimos descontrolados.
Qué ritmo acelerado este momento nos ha regalado atrapando latidos cuando el corazón,
se quedó callado y los sentidos hablaron aunque no llegamos a hacer el amor.

__Estudiamos juntos, pasábamos mucho tiempo juntos, y yo intentaba y nunca terminaba de contarle lo que me sucedía, era lo justo que ella supiera que siempre la vería solo como una amiga. Y entonces, un día en una fiesta del colegio, bailamos juntos, y habíamos tomado de más, y supongo que ya fue tarde para contarle. No me di cuenta de cómo, peor,  ella me besó, y cuando quise  separarme ya estábamos desnudos en algún sitio de esa casa, y pasó, tuve sexo con ella, era mi primera vez, ella confiada, paciente, yo inexperto, y pasó. Y de esa relación quedó embarazada, y lo intenté, quise armar con ella y mi hijito una familia, pero estábamos mal, cada vez peor, el nene no tenía dos años cuando ella como tu amiga supo de mis preferencias antes que yo, creo, viéndome reír con Juan, mi primer amante, y se fue, nos abandonó.

__ ¿Tú criaste solo a un hijo desde bebé?

__Sí, Pedro, y me moría de miedo, pero él mismo me enseñó, es un muchacho precioso, pero no soy perfecto, y nunca me animé a contarle la verdad, y me pesa, no por lo que soy, sino porque él no entiende el porqué del abandono de la madre.

__Lo siento. ¿Dónde está él?

__ En la universidad, vive en el campus, estudia derecho, en Boston, vive acá cuando viene de vacaciones o en alguna fecha especial. Es un hombre ya, es lo que mejor me salió en la vida.

__ ¿Estás bien?

Bien, mi hermano también estudia en Estados Unidos, bueno, se supone que estudia, pero creo anda demasiado ocupado persiguiendo a todas las mujeres y borracho.

__ ¿Tanto?

__Perdía todos los empleos, aunque siempre encontraba otros. Estando acá cualquier cosa le bastaba mientras tuviera un techo sobre la cabeza, y una mujer cada noche en alguna cama, una caja de latas  de cerveza en la nevera, pero a poco de nacer, mi padre supo que en él tendría todo lo que yo no le daría como primogénito.

¿No quieres que las chicas te miren? __me preguntó mi hermano una noche más borracho que de costumbre__. ¿No te gustan las chicas, Pedro? _ soltó frente a mis padres, y creo que me empujó hacia Camila por un tiempo, aunque contesté que no tenía tiempo para salir con chicas.

Mi madre a medida que fue ganando prestigio dirigiendo terminó por llevar a mi padre a producir, ella le enseñó todo o casi todo, y al fin él sentó cabeza, aunque no sé si a veces no quisiera echar todo a la basura y volver a ser un bohemio, pero por ella no lo hará.

 Mi hermana más pequeña por minutos,  es una soñadora desde chica, creo que será escritora o algo relacionado, está en el secundario aún, y la otra gemela es una tormenta, esa compite con mamá, aunque en la actuación. Yo solo quisiera que  no se tapara el rostro con maquillaje, que usara ropa más suelta y que solo mirara a un chico y se casara, pero dudo de todos mis deseos _ afirmó, Pedro atribulado_. Las quiero como son, pero no las veo demasiado ahora, mamá opina como yo creo, que  la menor es la inocencia en persona y la mayor anda pintada desde el desayuno como una puerta.

Guillermo sonrió.

__Agustín anda vestido como si durmiera bajo una puerta y no en una cama, pero respecto de las gemelas, opina más o menos como yo.

Mi madre nunca me dejó correr riesgos, a diferencia de mi hermano, piensa que no estoy preparado para encajar los golpes ni soy tan fuerte como él, cosa que mi padre pone en duda. Sé que él cree que todo pudo ser diferente en mí, que yo  hubiera podido ser más fuerte si mi madre me hubiera dado la oportunidad de desenvolverme solo. Por lo demás, soy parecido a ella, sensible y obstinado, siempre dispuesto a obtener las metas que me pongo, físicamente parecidos, bien mirados casi somos almas gemelas. Estamos muy unidos, y excepto respecto de mi sexualidad siempre nos contamos todo, y dejamos fuera al resto, mi padre se ofende más de una vez. Yo intento ser amable y considerado con mi padre, pero nunca me tomo la molestia de acudir a él, o de  acompañarlo a algún sitio, como sí hacía mi hermano. Hasta hicieron solos un viaje a Europa y se lo pasaron a lo grande. Agustín desde pequeño, salía corriendo cuando él llegaba a casa, o a veces papá lo encontraba dormido en la enorme cama de matrimonio cuando regresaba a casa por las noches, el nene tenía una urgente aventura que contarle o deseaba que lo despertara cuando llegara a casa. Le adora y mi padre reconoce la irresistible fuerza de ese amor incondicional, en cuya comparación con mi aparente timidez o retraimiento, aún pareciera más impenetrable. Pero él tampoco hizo demasiado esfuerzo por ganarse mi amistad porque mi hermano siempre lo ha compensado con creces, sin embargo creo que se siente en deuda conmigo aun ignorando en qué sentido.

Lo de comprarme un auto para la graduación fue idea de mamá, para facilitarme el desplazamiento desde la facultad,  desde el edificio donde me mudé o a casa para que no deje de  visitarlos, aunque confieso que cada vez siento menos deseos de ir, me aburren mis hermanas y sus peleas o ni siquiera no estando mi hermano.

En vacaciones conseguí un empleo de cadete en un negocio, y mientras mamá lo festejó porque sabía lo que para mí significaba comenzar de abajo sin que se supiera la identidad de mis padres, mis hermanas ni se enteraron cuando lo dije, y mi padre aceptó a regañadientes, mi hermano fue de campamento con sus compañeros, lo que más detesté cuando era menor y me obligaban a ir.

Mamá siempre se queja de las chicas,  que le gustaría que mi hermana no saliera tan pintada, o de Agustín y sus borracheras, menos de mí, y papá al revés, déjalos en paz,  le dice respecto de ellos, y es duro siempre respecto de mí y mis elecciones, lo esperaba todo de mí, siempre demasiado en opinión de mamá. Papá nunca ha comprendido mi sensibilidad y mis especiales necesidades, aunque la gemela es la más difícil de todos.

 El día de mi graduación mamá dejó de preocuparse por el resto, para solo concentrarse en el muchacho alto, apuesto e inocente que cantaba el himno con el diploma en la mano, era un momento imperdible como el sol que entraba a raudales, sé qué pensó y me dijo que tenía toda la vida por delante, deseándome lo mejor, y casi adiviné qué pensaba consciente de que era un momento irrepetible, que nunca volvería a ser tan puro y guapo, mientras vi que resbalaban lágrimas por sus mejillas y papá le pasaba en silencio un pañuelo.

 Mamá nos ama a papá al que llevó lejos y a mí al que desearía proteger de los males de la vida, de todas las decepciones y tristezas más que a nadie, creo que instintivamente papá la atrajo hacía sí, que estaba orgulloso de mí, aunque deseando otras cosas de mí además del diploma, cosas que nunca podré darle, y mientras para mamá seguía siendo un chico, mi padre me vio como un hombre aunque sé que repudia mi aspecto afeminado y quisiera verlo desaparecer algún día.

__Vos no sos afeminado, solo demasiado bonito para un hombre, quizás _ afirmó, Guillermo revolviéndole el cabello.

__Como sea, yo solo busqué con la mirada la de mi madre hasta encontrar sus ojos, excluyendo a todos lo demás, sé  que papá hubiese deseado sacudir a mamá, cortar el hilo que nos une, pero madre e hijo estamos perdidos el uno sin el otro, siempre compartimos algo en lo que nadie más puede participar y lo sabe. Creo que se alegró de que me mudara para que me apartara de las faldas de ella, pero al fin de la ceremonia lo cierto es que corrí a los brazos de ella, mientras los demás muchachos iban de un lado para el otro, y luego a estrechar las manos de vergonzosas compañeras.

¡Ya soy libre, mama! ¡Ya he dejado de ser un colegial! _le exclamé.

¡Enhorabuena mi amor! _ dijo ella, besándome__. ¡Felicidades, hijo! _ dijo papá estrechándome la mano.

 Luego fuimos a almorzar a un club donde fue la fiesta, y a veces escapaba con mamá como amantes decía papá, pero nos lo pasamos muy bien, y cuando estábamos en la fiesta, aparecieron los dos en coche hasta el borde de la piscina, pensamos que estaban locos, aluciné al ver el Sonic azul,  mirábamos sin comprender, hasta que papá descendió del coche y me entregó la llave.

__ ¿Quieres decir que es mío?

__Feliz graduación, hijo _ dijo él con lágrimas en los ojos, creo que mi alegría lo conmovió profundamente, y volví a abrazarlo mientras mamá miraba rebosante de felicidad.

Luego invité a todo el mundo a subir, ellos se apartaron y los chicos se amontonaron por turnos en los asientos.

¡Cuidado! _ gritaba mamá__. No pasa nada __la tranquilizó papá, y por un instante, antes de poner en marcha el coche, miré a mi padre a los ojos, las miradas se encontraron, le dirigí una sonrisa de complicidad, y sé que él se sintió compensado con creces al sentir que al fin había conseguido contactar conmigo.

Mamá espera más que chicas, alcohol y fútbol de Agustín, más o menos el tipo de cosas que hago yo, pero papá parece más satisfecho de él que de mis aficiones intelectuales, mamá no lo comprende, considera injusto que espere mucho menos de Agustín y no dé importancia a mis evidentes virtudes, y han discutido siempre por ello. Otro tanto ocurre por las diferencias entre las gemelas.

En la fiesta, hubo un buen conjunto de rock, la pasé más en el coche, bailé con mamá y mis hermanas y poco más.

Luego pasé por la facultad de derecho, aburrido, hasta que dejé, y fin, no hay más que contar, listo.  ¿Te aburrí?

__No, al contrario, te oigo y es como si hablaras de mí, yo pasé más o menos por lo mismo aun siendo hijo único. Aunque tuve un medio hermano, del que mejor ni hablar.

Me encanta que me cuentes todo de vos, y te contaré todo de mí, lo prometo. Pasé por una graduación parecida, y mientras me anudaba la corbata sin darme cuenta, se acercó envidiando mi coche, Juan, era amigo o eso pensé de años, pero esa noche hablamos por primera vez de verdad, allí supe que le encantaba mi elegancia y manera de vestir, por ejemplo, que deseaba salir a pasear en mi coche, y aunque era asiduo visitante de casa como compañero, lo descubrí en esa ocasión de charlar, supe que él simulaba casi siempre ser como el resto, al igual que yo, pero no sé en qué supe era un camuflaje y que a Juan le interesaban otras cosas, y charlamos de un montón de cosas y de la universidad, entonces me dijo que estaba harto del colegio, yo me graduaba y a él le faltaba un año que le parecía una eternidad, le pareció estupendo que yo hiciera cinematografía y actuación, aficionado a la fotografía como vos, él no estaba decidido, entonces le dije que fuera a verme un día a la universidad para darse una idea, por un instante nos miramos, y creo que nos descubrimos.

__Yo amo la fotografía y aunque contraste con la opinión de papá, me encanta hacer filmaciones. __ ¿Puedo ir al set mañana?

__Mejor, no, tienes  facultad, te buscaré a la salida si quieres.

Duerme. Mi historia con Juan es dura, además él no está.

__ ¿Lo amas todavía?

__No precioso, aunque confieso que antes de verte,  pensé que nadie jamás me tocaría el alma, que nunca podría amar.

No busques detrás de los relojes mi persona. Aquellas horas ya no me pertenecen y yo no soy el mismo. Soy la suma de las horas de los relojes que contemplas. El resultado de todos los momentos que he vivido.

Soy la cara oculta de la luna que ves reflejada en tu pupila. El espejo empañado al que le doy la espalda.

Soy el surco que recogió tus semillas, la mano que las sostuvo, los labios que las besaron, el corazón que late a la par que sus latidos, las lágrimas vertidas en silencio.

La fuerza de los débiles, el débil fuerte.

De todos los árboles, el roble. De todos los animales, el caballo salvaje. De todas las flores, la rosa. De todas las palabras, el amor. De todas las virtudes, la lealtad.
De todos los defectos, la utopía. De todas las artes, la actuación.

Soy. Y eso me engrandece. Me sé, me conozco, me equivoco y aprendo. No conozco la envidia, sí, la admiración. No quiero parecerme a nada ni a nadie. Me gusto como soy, liviano de equipaje, ansioso de conocimiento.

Ando sin prisa, pero no me detengo.

No me interesa la palabrería de corral, nada me aporta la vida del ajeno, eso de opinar sin conocimiento se llama vulgarmente, cotilleo.

Dudar es algo innato en este ser que llevo dentro. No opino si no sé, todo lo que me interesa lo compruebo. Si el baile no es el mío, me desconecto. Soy muy celoso de mi intimidad.

Hoy estoy con el pensamiento en mil lugares y, aun así, laboro en un proyecto.

Comprendo que voy en una fase más avanzada que la tuya, es fácil entenderlo. El camino que pisas, yo lo recorrí hace tiempo. Todavía había golondrinas a destajo y el cambio climático  sonaba a puro cuento. No insistí en ello. Aprendí cuando es inútil regalar el tiempo, ya las cosas van cayendo por su propio peso: Ley de la Gravedad, obviamente, nada nuevo.

El reloj de mi muñeca de porcelana es el único que sabe cómo soy y lo que siento.  El extraño, me ve por fuera, a él le permito que me mire por dentro. Aunque, si te soy sincero, lo que piense o crea el de afuera  me importa un pimiento.

Los labios de Guillermo trazaron el sendero de la vena del cuello de Pedro hasta atrapar los carnosos ávidos labios de este, en un beso que fue caricia, que no pretendió encender la hoguera que los arrastrara sin remedio.

El beso  fue de todas las vocales, unificando muchos lenguajes y midiendo las temperaturas corporales. El beso calmaba la intensidad de los interrogantes  suavizando las obsesiones y dando calidez a las pretensiones. El beso invitaba a soñar aunque a veces las realidades no fueran tan normales. Era un radar que captaba las señales  facilitando los abrazos fenomenales. El beso fue una brisa que refrescaba las soledades, el comienzo de una trayectoria llena de ilusiones compartidas y subjetivamente personales, la eternidad y sus misterios.

 “Precioso, qué bello e inocente que eres. Juan  me encuentro sin rumbo  en el laberinto de tu ausencia, caminando en las sombras me aferro en el silencio que grita tu presencia, tragos que imponen buscar calor en los brazos del pecado para renunciar a tus recuerdos, se alarga mi espera sin razones. Abrazo a la nostalgia que vive en la soledad de noches sin regreso,
atrapado en mi historia, tomo asiento pacientemente en el banco de la espera,
donde mi memoria abre sus alas y gravita entre lluvias y tormentas buscando el vacío de la locura, hojas secas que caen ante nuestros pasos como presagio de un crimen,
asesinando ideas y sentimientos, sigues a distancia sin lograr ver tu rostro, como gotas que habitan en las penumbras de tu demencia. Horas enjauladas que anidan en el tiempo envenenado por momentos que desangran pasiones, y sigo sin cordura en mis actos, tras la puerta que abre se avecina la maldad con hambre de conciencia, las estrellas se apagan,
pierden su luz,  la brisa traiciona al viento, y la sangre abandona el cuerpo, locuras que habitan sin dormir, como custodios vigilantes de la mente alimentando sufrimientos. Quizás el mundo no es lo que pensamos, tal vez es un sueño, solo eso,  que camina en una cuerda floja hacia la pesadilla que nos engaña con su ego personificado, y tú,  te alejas en el espacio con tus misterios, sin que sepas que nadie escapa, a la mística eternidad. Pero ya es hora de dejarte ir, es hora de entender que sigo vivo, y es él quien me hizo volver a sentir la sangre que corre por las venas. Pedro…”

__

 Pedro sintió la necesidad de abrir la puerta  de la casa, imaginándose desplegar las ovaladas hojas de un castillo, en esa época donde los príncipes, ataviados con encantadores ropajes, caminaban con gracia, a la llamada de la luna.

Sobre los olores que desprendían las flores  bajo las estrellas, entre dos mundos, danzó  a la luz que se reflejaba, acompasado por el astro, mostrando sus más sutiles movimientos, con la belleza de los giros y la oscilación de sus manos.

Se posó la luna  sobre sus cabellos, irradiando ternura, bañándolo de magia, creando fantasías.
Levantando sus brazos, la prendió y mientras  ambos  sonreían, entre risas y alegrías, sintieron estar vivos.

Con los ojos cerrados, saboreó el rocío, cristalizó sus alas, inspiró la letra, tomó energía, apaciguó el sentir, despacito, poquito a poquito, suspirando, aspirando vida.

Y bailando bajo la luna, se dijo que valió la pena despertar, que valió la pena esperar, que valió la pena un trocito de eternidad, para encontrarle, dando lugar a su amor, que no importaba, si en el trayecto, perdió alguna lágrima.

Ahora, esas chispitas, minúsculas gotas, con sabor a sal, se deslizaban por sus mejillas, acercándose a su boca, recogiendo sensaciones. Esta vez, enredó, la luna, la danza, las estrellas... para hacer girar el mundo.

__

Guillermo acompañó a Pedro hasta el estacionamiento antes del amanecer. Permanecieron de pie un instante, mirándose mutuamente. Les pareció raro volver a encontrase allí, parecía que pasaran años mas solo habían pasado demasiadas cosas en pocas horas.

__Amar no es amar a tu manera, es amar a la manera de los dos dijo de súbito Guillermo__. Aprendí  que las palabras duelen  o acarician más a quien ama, hiriendo o alegrando al corazón. Las palabras también hieren. Nunca es tarde para cambiar. Maltratar no es amar.

Instruí a mi boca a no caer en tentación. Ayer no supe considerar la situación. Con otros, digo, y ahora me arrepiento, pido perdón. El dolor de lo que me pasa, me cambió de repente.
Mis palabras están llenas de amor. Sí,  antes no me di cuenta, hoy mi hijo me lo aclaró.

__Eres muy dulce conmigo __.  Pedro se sentía ligero como una pluma y todo era extraordinario. Había sido la noche más hermosa de su vida y aún sin sexo y experimentaba no obstante, un alivio desconocido. Al final sabía lo que era y Guillermo le hizo ver que estaba bien… Más aún, le hizo ver y sentir que era hermoso. Pedro no sabía ni cómo darle las gracias.__ ¿Cómo te gusta el sexo?

__ No lo sé, a partir de vos, no sé _ balbuceó, Guillermo__. Me gusta ese sexo instantáneo, soluble,  esporádico y salvaje surgido espontáneamente por el instinto brutal de la piel.

Erógeno e insinuante en el impulso de la carne, premeditado en el consentimiento de las miradas encendidas en el pasaporte de los ojos con el visado del deseo. Pero así era antes de vos, precioso. Me gusta ese sexo de lucha espontánea, de abrazos partidos arrastrando caricias. De amor y odio, besos, deseos, rechazos. Hervido en la urgente vanidad que acapara en un instante todo el sexo de la existencia, todo el amor que el mundo no diera, todo el sentimiento que la vida niega. El cuerpo de todos los instantes,  de todas las existencias del sexo, de toda la piel del corazón hasta fundirse en los huesos.

Me gusta ese sexo improvisado, sin protocolos sin avisos, sin edictos de poses incómodas, de una camastra improvisada, de siluetas impúdicas surgido de la nada del sexo exprés, más urgente que el sentimiento, más precipitado que el sentimiento del sexo, lascivo, mortal, desmedido. Ansioso y obsceno, pornográficamente privado como el último acto que sintiera,
antes que la muerte. Me gusta ese sexo de danza salvaje, de vestiduras rasgadas, de pieles despellejadas y desnudeces a la intemperie. De pecho contra paredes, caderas contra caderas,
cuerpos rodantes en el plano frío del suelo, camas desabrigadas en secretos de almohadas,
sillas que asientan los sillares de los cuerpos, el sibarita manjar de caníbales comensales.
Entregar y percibir. Otorgar hasta el vacío de los abismos del ser y el tiempo, quieto sin precipitar el destino.

Me gusta ese sexo ya colmado y calmado, mecido en el deseo arropado en la piel, acogido en la carne. Apaciguado en el dolor del orgasmo que nos hace esclavos y el calor que evapora las lágrimas del alma. Me gusta ese sexo después del sexo, ese instante donde el sentimiento puede más que el deseo.
Que mis orgasmos sean la prolongación de mi sentir a los de tu cuerpo y tu alma y no te asustes con las palabras que cuando suceda verás todo claro, pero no con los ojos, sino con todos los sentidos.

Ahora ve a estudiar que nada te dará otra cosa mejor amén de amar.

Si quieres ser grande, palpa un libro, ábrelo, huélelo, pasa las páginas, deléitate en sus letras y déjate llevar a otros mundos, entonces cuando termines, te encontrarás arriba de un mundo fantástico desde donde contemplarás las maravillas de la creación.
No creas en lo que te digo, hazlo, experimenta, abre tus alas de libertad al conocimiento, sé libre; y entonces eres quien tiene el timón de tu propia vida.
Cuando alguien está enfermo todo mundo quiere ser médico, pero cuidado; no todos los organismos son iguales.
Si tienes dinero todo el mundo te admira, siempre estarás rodeado, te sonríen, y surge la palabra "amigo". Entonces los chupasangre oportunistas y vividores, llegan como moscas y buscan la manera de comer de tu pastel.
Falsos predicadores con temores infundados empezarán a rodearte prometiendo reinos castillos, glorias y el mejor acompañamiento para el día de tu muerte.
Si enfermas, llegarán a ofrecerle a tu familia, gastos de primera categoría, con dolientes incluidos que fingirán llorar y vestirse de luto, la mejor carroza, seguro de vida, y hasta música como si los muertos bailaran o siguieran con el oído atento a la melodía de los insaciables oportunistas.
Y ni qué hablar de los deudos, la viuda empezará a ver desfile de "caballeros" con el sentido pésame, pero al tiempo es ella quien resultará diciendo: cómo pesa este señor porque tantos pésames resultaron competencia disputándose a la viuda y su herencia que por fin alguien la conquistó.
Y si a los herederos no se les enseñó los principios y ética moral, comienzan las disputas por lo que jamás se ganaron porque nada les costó, entonces hagámoslo fiesta que el difunto ya no se levantará de su tumba.
Es triste pero es la realidad; donde se pierden los valores, la ética y buenas costumbres; la vida carece de sentido y todo va en retroceso, y al final no le encontramos sentido a la vida.
No te engañes, la vida está llena de oportunidades y un libro es la mejor manera de experimentar y buscar esa felicidad y oportunidad ansiada.
Las bibliotecas te brindan toda la información que tú buscas, y un libro siempre espera por ti.

__Es que no sé qué decir… Más aún cómo agradecértelo… _ dijo, dirigiendo una sonrisa tímida a su amigo mientras desplazaba el peso del cuerpo de un pie al otro.

__No te preocupes por eso. No hay nada que agradecer. ¿Quieres verme esta noche?

__Me encantaría __contestó, Pedro, emocionado __ Estoy muy cansado del  silencio resonando en el aire. Soledad acompañada de vacío. Penumbra que  no ilumina las pupilas.

Mesa repleta de rayas malditas. Silla cansada de tiempo perdido. Lápiz que se alza clamando a los cielos, papel que llora por no ser querido. Temblando en el gesto de escribir susurros,
dedos marchitos de uñas mordidas. Juegan las yemas en blancas y negras,  lanzan sacrilegio hacia cuerdas raídas. Después de un sonido, otro se repite, la nota se expande con inarmonía,
mirando las líneas del papel pautado. Párpados lacios, pestañas caídas. Un Cristo colgado en blanca pared, a cuadros de antaño, hace compañía solo. El piano se duerme contra la humedad, gimiendo con rabia la triste agonía. Revoloteando junto a las maderas, las moscas sin prisa junto a la carcoma, aburren su tiempo en la larga espera.

Mientras lo oscuro, lo negro, lo bello y el frío llegan a la negra noche, a la espera de tu llegada, mis verbos se mezclan con el ocaso del manantial de mis sueños, que nacen como agua que purifica mi alma para hacerte entrega de mi todo, para hacerte entrega de mis besos, de mis sueños y deseos, esos, que tú esperas impaciente detrás de los balcones de la luna, para sentirte lleno, lleno de amor y de sueños, y así no dejar que la nada se convierta en tu vivir.
Y mientras, yo vuelvo a la vida a la espera de que tus besos anestesien mis sentidos y los libren del desespero en esta nocturnidad de la noche a la espera de tu llegada, donde mis sueños me dicen que mi destino está por escribir y que tú, mi amor soñado, eres la realidad de mi todo.

Hoy es toda mi ilusión una noche de pasión contigo. Es  una bella ilusión escuchar tu corazón
sin temor de abandono palpitar de gozo. Una noche perfecta de luna llena, calor, deseo y pasión de un amor de seducción. En un encuentro de dos amantes que por la inmensidad vagan errantes, dos almas gemelas guiadas por brillantes estrellas que tanto se añoran
que hasta en sueños se encuentran y  confían en descubrirse como una esencia reconfortante en noches de desbordante pasión bajo el embrujo de esta ilusión que nos lleva al infinito.
Y compartir su lecho bendito. Jamás te pienso, porque nunca te olvido...

Mis labios desean ser ungidos por el néctar de tus besos.  Desean ser parte de tus caricias ardientes.  Desean hacer estragos por tu bosque y sembrar un sentimiento de amor. Que renazcan nardos  en tiempo de otoño.  Se congele el dolor en  hielo y desaparezca.
Llegué una tormenta de caricias apoderándose de tu ser devorando tu alma. Sientas placer y  pasión  envolviendo  los surcos de tus sueños truncados.  Volverlos realidad,  flotar en un mar de deseos. Coaligar el corazón en sensaciones  que van de prisa buscando consuelo en una pizca de amor. En la habitación de mi regazo donde lo esperan unos brazos abiertos para dar amor sin compasión.

__¿Sabes amor mío,  que mis verbos son tan solo  la inspiración de mis sueños y deseos?,
porque tú eres mucho más que un deseo y aunque hayas nacido en una  de esas tantas noches de insomnio, donde mi pasión por ti, mi deseo, mis locuras y mi razón, se entrecruzaron y se enredaron y fueron quienes me dictaron cada letra, hasta convertirse en mi mejor obra  y mientras el silencio lo cubre todo, sigo pensándote y tú pareces controlar y manejas mis cinco sentidos,  más,  un remolino de pasiones  se ha apoderado de mí,  y ya no sé si es el delirio, la razón o tú los que me controlan, pero siento tus labios acariciando los míos, y cómo el cuerpo parece arder, la piel comienza a mojarse, y lentamente soy un pasión desnuda, que solo desea fundirse a tu cuerpo y disfrutar del placer entre las mieles del amor, mas ya no sé si te estoy haciendo el amor o tan solo te estoy amando con mis escritos que son solo un cúmulo de sentimientos,  que nacen muy dentro de mi corazón, cierra tus ojos, a la luz del taciturno faro, enciende este amor, tan solo un momento, en esta madrugada cómplice de  dos. Te pedí al universo en barquitos de besos que envié y te amé sin conocerte, cielito.

Caen  sobre mis tierras, uno a uno tus besos; se deslizan, reptantes, recorriendo mis venas por dentro, me encienden los poros térreos  que por ti aguardan en silencio. ¿Qué harás,
sino buscarme en cada uno de tus sueños? ¿Qué haré, sino encontrarte dormido en mis verbos? Que no te ahoguen las palabras no dichas, sabes bien que viajan con el viento,
 las has enviado en mi busca, y en la frontera de mis tormentas yacen en silencio... Mira cómo se deslizan por mis labios, y resbalan profundo, mar adentro; hemos cruzado otras eras,
en nuestras bocas, nuestras almas se reconocen de nuevo; no podrás despedir este canto,
pues mi ser habitará por siempre en tu pecho. Y no dudes que te deseo más que a nadie.

Quiero enredarme en tu cintura mientras me pierdo en tu sonrisa. Sentir tu cuerpo en mi piel, dibujarte con mis besos,  rodeado entre y con ojos de miel quiero ahogarme en tu pasión
dejando al tiempo en el pasado. Para que nunca termine de quererte que el roce de mis dedos
encienda tus ganas. Para que el día nunca termine quiero desaparecer en tu piel.

Cae la noche sobre mí, me pierdo en la profundidad del sueño que llevará a la mente y cuerpo al descanso... Pero algo de mí se niega a sumergirse en esta profundidad tan llena de nada y vacía de todo.

Voy cediendo al hipnotizaste descanso, pero sintiendo que algo aún falta para que el descanso sea perfecto... Un sonido, un aroma y un sabor que me lleven a sentir que en las suaves alas de un ángel de amor esta noche descansaré.

Si la barrera del silencio con el sonido de tus besos estallando en mi piel, rompieras... Si al respirar consumiera el aroma suave de tu piel desnuda que me haga perder la conciencia... Si encontrara, ese sabor tan exquisito de tu boca, de tu cuerpo que me haga perder en la adicción de amarte.

Y llega la fresca mañana... Mis sentidos perciben que algo faltó, mas allá del reparador descanso... La noche no fue perfecta, no bebí tu alimento, no me perdí en el hechizante brillo de tu mirada y no navegaron mis besos, mis caricias por el suave mar de tu piel.

Me faltó, esta y tantas noches pasadas perderme en el fuego y humedad de tu piel y agotados en delirio, extasiados de pasión dormir aferrado a tu cuerpo, allí dormida la conciencia, en mi sueño volver a amarte con mi alma ciega  entregada de amor a ti.

 Fueron cautivos  los besos que otorgué al aire, sometida fue la mirada que flageló al anhelo. No estaré en tu tránsito  ni en el ojal de tus labios encendidos,  no desabrocharé la presilla  que  afirma tu pecho ni deambularé en el crepúsculo de tus horas. Pero me llena la fragancia de tus  poros que se engrana a mi monótono día. Pienso en esa cama vacía que necesita el sentir de un par y en el arrullo de tus cejas que vociferan la clemencia para salvarte cada día de un corazón solariego. Hombre de pálido día y de noche incierta, tú que haces de las palabras belleza y del sentir sensualidad  al candor de las sábanas, ritmos que tu alma irreversible otorga al raciocinio, en la íntima soledad de la plegaria.

De soslayo yo te digo,  que vi relucir a un alma de acero, y trasmuté una ilusión por un dopaje azul cielo,  traspasé tu puerta en la bruma y alguna vez fui unísono con tu alma.

Acaricio la mesura de tus horas y la arrogancia de tu cuerpo quiero sentir en tu oratoria
el desgarro de tu alma solariega. La declamación perfecta con un eco de tronco retorcido pátina que ahueca tu voz por lares y tu alma descompuesta al rigor de belleza en su esencia.

Hacía tanto tiempo que no habría mis libretas de versos y poemas donde la adolescencia hablaba, donde la inocencia quería salir a navegar por los mundos de la adultez, mi conciencia de niño romántico y soñador, hacía de mí el primer actor del reparto de cualquier escena de amor que se venía a mi mente, siempre imaginarias claro, y hoy en el otoño de mi vida sigo sintiéndome ese personaje tierno y romántico cuando te sueño, y me sueño en tus brazos vida mía.
En mi despertar de hoy, algo maravilloso no quería desprenderse de mí, habíamos pasado la noche juntos, tenía tu imagen delante de mis ojos, te beso de nuevo, aún tenía el sabor de tus labios en los míos, antes de que un sorbo de café invadiera mis sentidos, un buenos días amor susurrado me hizo sentir vivo de nuevo, ahí estabas tú, mezclado en los aromas de café y tostadas, te regalé mi sonrisa, la recogiste, y de nuevo la vida, de nuevo la aplastante verdad, de nuevo yo y mi fiel compañera la soledad me hacía compañía.
Apuro las horas, devoro los tiempos, sé que nada acontecerá, la espera se hace eterna, mientras no se apure la vida me prepararé para de nuevo perderme en el paisaje de tus ojos, donde mis versos recobran vida, donde mis suspiros vuelan para anidar en ese rincón de los sueños y volver a vivir.

 Pedro jamás creyó que pudiera ser algo tan increíble, pero con Guillermo lo había sido, y cada palabra lo era. Guillermo entornó los párpados mientras pensaba dónde podían citarse. Le costaba demasiado desengancharse de Pedro.

__ ¿Te parece bien que nos encontremos aquí mismo a las veinte horas? Espérame en tu coche y sígueme después. Si no estoy hecho polvo, podemos preparar la cena en casa o tomar algo por el camino. ¿De acuerdo?

No era lo que solía hacer con sus hombres pero, en aquellos instantes, la película le ocupaba muchas horas.

__Me parece muy bien, Guille _ contestó, Pedro arrobado aunque bostezó con cara de sueño, y Guillermo se rio de él, y le alborotó el cabello.

__Ve a dormir a casa, tú que puedes. Yo voy a pasar todo el día trabajando como un condenado __. La firme idea con que se movilizan las abejas,  detrás de la miel que solo ellas elaboran,  nace el concepto tradicional de zumbar sobre lo que sienten amor donde es puro el trabajo tradicional, que esclaviza su  existencia, y nos dan una lección labora que  beneficia a toda su comunidad, hasta sentir  que dicho esfuerzo los dignificará siempre.

El ser humano es codicioso pero sus fines  tienen corta estancia, donde al final sale a relucir el celo incompetente de continuidad  por el fervor dando toda la supuesta lucha  para su cotidiana existencia, en un símbolo  perdurable que se traduce en un sentimiento oscuro por falta de fidelidad a  sus acostumbradas y lógicas pasiones.

Hay técnicas importantes en la vida del  ser humano que solo obedecen a ciertas formas de vida que en gran medida se  desenvuelven parecido al éxito que tienen las abejas blancas a zumbar, por la ebriedad  del sabor la miel donde su alma gira con trazos placenteros que florece en su  espíritu propio por brindar mucha alegría. Deben de sentir silencio al cerrar los ojos,  y el humano al contrario con ojos muy abiertos mientras vuelan cerca de nosotros,  evitando la picadura con aguijón brota el peligro que desnuda nuestra paciencia  hasta alcanzar la emergencia en dormir su potencial crisma inmunológico a estatus  alérgicos de importancia avasalladora. Voy a robarte aquel beso que no me quisiste dar, que no quise tomar y a saciar mi sed de amor en cuanto hagamos el  amor. Aún yo siento el alma viva. Todo lo había abandonado. Dejé mi barco varado navegando a la deriva por años pero con vos llegó otro barco, o el mío a su puerto, precioso, y me siento un adolescente inexperto.

Serán nuestras almas eslabones de ilusiones y sueños que unas veces se verán cumplidos
y, otras, se quedarán en deseos, pero solo importa ese hoy en el que puedo estar a tu lado; solo importa que somos almas  rompiendo las barreras del tiempo a la vez que nos amamos.

Será pequeño este mundo en que vivimos, pero basta que quepan dos corazones y un umbral donde las miradas se encuentren: no se necesita más espacio para tenernos presentes, para convivir con el idilio. Y sumidos en este sueño, seremos, para el resto del mundo,  pequeños e ignorados, pero yo seguiré descubriendo la vida cuando vea el mar de tus ojos; y sobre ese campo de luz navegarán tu alma y la mía, anónimas y desapercibidas, pero dejando la estela de lo eterno. Y lanzaré suspiros que delaten lo que tanto te amo en lugar de palabras. Y un suspiro tuyo, en la limpieza de tus ojos, adivinaré cuánto lo haces, en las expresiones de tu rostro, que lucirá más bello aún y claro. Yo era otoño gris,  pues todavía no te encontraba,
hoy tu primavera,  trae de nuevo a mí,  el verano que buscaba.

Entre suspiros, tú te resistes a este amor que te tiene apasionado. Yo te amo, pero finjo, porque que en este mundo, el amor tiene fin... y dicen  que tarde o temprano acaba.

Sin dejar de suspirar, nos amamos con el alma y las vicisitudes de este mundo, a nuestro amor, no podrán hacer que le pase nunca nada. Hasta la luna está hechizada al ver que nos amamos de la nada. Ella sabe y calla pues te ve ilusionado de este amor que crece y crece, cual la magia de las hadas. Nuestros suspiros no van lejos, van directos a nuestras almas y los besos que nos damos son de dioses, o de ángeles sin alas.

El suspiro, Dios, tomó en sus manos una vez un trozo de barro y de un suspiro exhalado
hizo al hombre, y enseguida fue acompañado de otro.

__Eternos suspiros, que entre nosotros nos enviamos son cual cantos de aves callados, que alivian del amor los dolores quedando con el consentimiento de Dios, como un sello de amor de dos almas convertidas en una por lo bonito que se siguen amando  y estando lejos o cerca se siguen  suspirando.

El mar,  el sol,  la vida,  el amor, inseparables como los pensamientos míos de ti, como las sensaciones que me traen nuestros recuerdos, el mar, siempre junto al sol desde que amanece, acariciando las ondas tranquilas, hasta que se va llenando de magia coloreada, tocando suavemente el alma, en alguna de las vidas de nuestros anhelos, veo tu piel dorada, a la que el sol no se pudo resistir, con tus tardes me dejas sentir tus colores para vibrar, amarillos acariciando los azules entre brisas tibias de la tarde, alborotando los cabellos, me traen los aromas con sus exquisitos perfumes, vida que te asomas entre las vidas que quieren llegar para habitar tranquilo el amor, pensamientos que se encuentran,  manos que se anhelan, labios que conservan de las dulzuras de sus besos las promesas de mayo, las vidas y el amor  que se arremolina junto a ellas, jugando a hacer un futuro de pasión, quiero ir al mar contigo.

Hoy busco encontrarme conmigo mismo, con mis miedos y frustraciones, mis celos y tristezas, mi coraje y mi rebeldía, buscar mi pasado y mi presente, quiero no estar donde ahora estoy, no saber y no querer saber, de nada y de nadie.
Solo tengo una pregunta sin respuesta. ¿Dónde empieza la vida y dónde termina? Quiero llorar hasta desgastarme... Irme de mí y no regresar nunca, ver tumbas, y ver la mía con mi nombre y saber que allí estaré. ¿Mañana, no sé?
¿El día, tampoco sé? Estoy cansado de vivir,  todo me sabe a vacíos, a esperas y amores fallidos. Esta confusión... me ha enfermado, no duermo bien, no como bien, siento que el corazón se va a parar, la culpa es mía por amarte sin sentido.
Entré a tu vida sin tu permiso y ahora no puedo salir de allí, tu mirada hechicera me atrapó,
me hice adicto a mirarte, y sentirte cerca y saber todo de ti, noches y días pasamos juntos, arrancamos hojas del calendario,  con abrazos y besos de despedida. ¡Eso no se borra como así! Veo la vida pasar entre mitos y realidades, y pesa en mí el tiempo.
¡Mañana tal vez ya te habré olvidado!
Y yacerás igual que yo, en una tumba vacía de ti y de mí, sepultando tus secretos y los míos,
yo tengo un diario donde escribo todos mis errores, miedos y fantasías, donde busqué el amor de mil maneras, y solo te encontré a ti con nombre y apellido, y no lo puedo decir ahora,
hasta que lean mi diario donde está todo lo vivido, y lo que me hubiera gustado vivir.
Todo es un querer y no poder irme de ti... para dejarte de amar.
Y no sé cuándo pondré irme de ti...
¿Qué hago con esté amor que siento por ti?
Un día pondré punto final a mis confusiones.

Dime que no será así, que no sucederá como a ti con ese primer hombre.

__No, precioso, no, nada de lo que estás imaginando es ni será, yo te amo, no quiero confundirte, mucho menos perderte.

__Lo siento. Así estaba antes de encontrarte en verdad.  Saluda a mi madre __ dijo, Pedro mirándolo con cariño. Inmediatamente se asustó de lo que había dicho.

__Será mejor que, de momento, no lo haga _replicó, Guillermo, riéndose. Tal vez no podría hacerlo nunca, mas eso no lo dijo. No sabía cómo se tomaría Amalia la noticia de que  su hijo  mayor fuera homosexual __. Si pregunta, me limitaré a decirle que nos tomamos unas copas y pizzas juntos y que después te fuiste a casa. ¿De acuerdo?

Pedro asintió con la cabeza. Pero, ¿y si se le escapa algo? ¿Y si alguien le dijera algo a alguien? Era una idea aterradora. Por fin la gente se iba a enterar. No quería vivir escondiéndose toda la vida. Por otra parte, aún no quería decírselo a nadie… Todavía no. Quería que fuera un secreto entre Guillermo y él y disfrutar de ese amor recién descubierto y reencontrado.

__La vida es un baile, cielito,  nosotros los payasos donde las máscaras están a la orden del día y el disfraz es sonreír por fuera mientras el corazón llora: somos un mundo disfrazando penas para brindar sonrisas.
Las apariencias engañan y se puede vestir de gala aunque sea chico plástico viviendo en una ciudad de cartón.
Si un perro es vagabundo es porque el humano  así lo quiso, y si lo es el humano que suele razonar de vez en cuando; entonces las aguas pútridas calmaran su sed.
No he visto fuentes de riqueza en cabezas huecas, no porque no haya espacio suficiente para los nutrientes; el masoquismo nos lleva en contra de la corriente y no nos importa vivir cargados de chatarra y podredumbre en vez de riqueza y liviandad.
Contemplamos nuestra desgracia en un espejo y nos hacemos los ciegos ordenando el pelo con un peine sin sentido en nuestras ideas, y untamos cremas o colores en nuestra imagen para maquillar la miseria que resalta ante el desgaste de la vida de unos ojos ciegos.
Somos fantasmas de nosotros mismos porque así lo queremos y no nos preocupa seguir en el limbo, resignados a contemplar las maravillas a través del cristal y sin poder palparla porque nos acostumbramos a la prisión.
Somos presos de nuestra mente ciega, y nos resignamos a vivir confinados sin más libertad que la de respirar esmog.
La espada es símbolo de libertad, sin embargo la cedimos al capataz que con esta nos amedranta y agachamos la cabeza esperando los ultrajes mientras las tripas se azotan por el hambre para llenarse de vacíos.
¿A dónde vamos? Tú adelante y yo atrás, qué importa si al fin y al cabo la indiferencia es compartida y si tú caes primero, pienso que el paso está libre para seguir mi rutina, y si no te desplomas, obstaculizabas mi panorama en desgaste para visión de un leproso más.
Somos tan poco para pedir migajas, que nos abunda la conformidad con las sobras que abastece la mesa del rico y sacia la podredumbre del miserable.
La vida es bella y una trampa, tú quien la armas para hacerle trampolín a la vida, pero juega a en la cuerda floja cayendo en su juego y siendo ciego a la esclavitud del artefacto que lo volvió dependiente.

__Desde lo alto de nuestro universo se convoca mejor todo sentimiento donde el impacto más glorioso lo encontramos entre los astros. Resulta muy maravilloso poder gobernar las alturas al imponer admiración y respeto a una unión cuya fidelidad resulta inquebrantable.

Un maravilloso porcentaje nos permite empezar a considerar que de cualquier rincón de todo nuestro amplio mundo resulta imposible ocultar lo increíble. Entonces si bajáramos el espectáculo a nuestro entorno cotidiano resultaría casi imposible tomar en cuenta dicha
armonía que se celebra placentera. Solo la lluvia puede humedecer dicha relación, poniendo fuera de peligro el calor abrumarte que el sol ofrece cuando se acerca mucho al frío lunar.

Ahora mismo se debe buscar una puerta en el espacio que al abrirla se informa el grupo selectivo que inaugura romances que debaten sus deseos en forma sutil. Cuáles serían las principales arterias que desde hace mucho tiempo, los poetas  se ponen a imaginar una relación difícil cuyo contexto es la antesala abismal.

Cuando se dice amor de lejos no existe porque acaba con desidia y separación al saber con poca ternura lo que obliga a una discreta sensación de estímulos. Todo en la vida amerita organizarse sobre todo permitiendo un despertar donde la censura sutil del espacio
ayude a conservar dicha armonía. Cuando se reciben avisos iluminados  donde los caprichos ordenan cuidados especiales, podemos coronar lo reinante
por encima de todo consigo su esperanza. Lo bondadoso de toda relación espiritual se centra principalmente en el sacrificio que se debe imponer para evitar ser cómplice donde el metraje de armonía signifique amor. Es una auténtica realidad que logra bendecir la paz en nuestros horizontes por los siglos a menos de existencia y cordialidad unidos en eterna actividad cumpliendo su locura.

Guillermo suspiró y le robó un beso.

__Me ahogo en suspiros... Me estallan en el pecho al recorrer las líneas de tu rostro, al navegar por tus labios vestidos de un  color casual.

Me ahogo en suspiros... Que exhalo como un viento de deseos de ti, al decir tu nombre en soledad o gritarlo en silencio.

Me ahogo en suspiros... Cuando tu voz, el más bello sonido, se apodera de mis sentidos, cuando tu risa hace que en mi rostro,  se dibujen huellas de felicidad.

Me ahogo en suspiros... Solo por ti, atrapado, feliz de amor me tienes y solo en tus ojos, en tu piel y en el néctar de tu boca encontraré el desahogo a esta desesperación por amarte.

__Necesito tenerte entre mis brazos y saldar esa deuda de besos que tienen nuestros labios, siento deseos de ti, de tocar tu suave piel y sentir cómo vibras de pasión entre mis brazos que hoy te extrañan como nunca. Sentir tu respiración en mi rostro y oír los latidos de nuestros corazones acelerarse de tanto amor, desbordarnos de pasión y dejar volar nuestros sentimientos y nuestra imaginación entregados totalmente al amor. Te estoy abriendo mi corazón, lo pongo en tus manos, cuídalo muy bien ya ha sido lastimado muchas veces y está muy frágil de tanto sufrir. Escribo para ti, te llevo dentro de mi alma, mas no en el corazón porque él se detendrá algún día, pero mi alma será eterna como el amor que siento por ti.

Que tengas un buen día, Guille.

Hubiera querido besarle apasionadamente allí mismo, en el aparcamiento, pero no se atrevió. Guillermo le acarició suavemente la mejilla y le miró con dulzura.

__Cuídate bien… Y descansa un poco, mi amor.

Pedro percibió aquellas palabras y en ellas toda la fuerza de su amor. Saludó con una mano mientras el Porsche de Guillermo se alejaba y subió a su coche, perdido en sus pensamientos. Hubiera deseado que ya fuera la noche.

A las veinte llegó al aparcamiento, enfundado en un jersey, y una camisa limpia, con impecables pantalones de ante, el cabello impecablemente peinado y la cara perfumada con una nueva loción para después de afeitado, que había adquirido aquella misma tarde.

Al descender del automóvil, Guillermo se percató de aquellos preparativos y se conmovió. Él no había tenido tiempo de darse una ducha antes de abandonar el plató porque no quería llegar tardea la cita. Abrazó a Pedro y comprendió que el muchacho se alegraba sinceramente de verle

__ ¿Qué día has tenido, Guille? _ preguntó, Pedro, muy excitado.

__Estupendo. Gracias a ti _ contestó, Guillermo__. Y a pesar de tu madre, pero recordé todas las frases y me puse en órbita nada más empezar. Pero esta tarde hemos trabajado como negros. _ Se miró el atuendo. Aún llevaba puesto el uniforme de soldado__. Vamos a casa para que pueda ducharme y cambiarme de ropa.

Le hubiera gustado llevar al joven a  cenar o a un boliche gay de nuevo, más no quería tentar a la suerte. Quería que al menos un tiempo aquellas relaciones fueran un secreto entre ambos, y él  le seguía la corriente. Pedro decidió ir con él en su automóvil y, por el camino, se detuvieron a comprar algo en el supermercado. Compraron vinos, ingredientes para hacer ensaladas y salsas, pastas, frutas y carne para asar. Iba a ser una cena sana, y Pedro aseguró de nuevo que al menos podría hacer el asado, cosa que resultó era cierto. Cuando Guillermo salió de la ducha con una toalla envuelta alrededor de la cintura, Pedro le ofreció un vaso de vino blanco, lo escudriñó de pies a cabeza, y sonriendo habló:

__La cena estará lista en minutos.

__Estupendo, estoy muerto de hambre _ contestó, Guillermo. Después depositó el vaso de vino en una mesita y se inclinó hacia Pedro para darle un beso__. Te extrañé mucho durante todo el día _ añadió mirándolo a los ojos.

__Yo también a ti. Mucho.

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.

CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO.

ESCENAS EXPLÍCITAS.