EL EMBAJADOR. TERCERA PARTE. CAPÍTULO VEINTE.

EL EMBAJADOR.

“Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo, no en el resultado.
Un esfuerzo total, es una victoria completa”. Mahatma Gandhi.

EL EMBAJADOR.

 TERCERA PARTE.

 CAPÍTULO VEINTE.

Deseo pasar por el espacio de mis ojos en el tiempo de un pensamiento donde guardo su imagen, se respira su piel, su ropa: revolotean ilusiones en un vórtice en mi corazón, todavía no hay nadie allí pero en el caos de las células, hay confianza en la proclamación de pequeñas explosiones.
Toca, es tocado, juega, se arremolinan, se densifican en el interior, ganan núcleo, sustancia. Ganan superficie, refracciones, pasajes íntimos, estímulos entre las diferentes partes, turbulencias. Dan una vuelta, otra diferente, buscan una forma, indagas. Vuelta tras vuelta consigues una vuelta diferente. Obligas a lo lento a acelerar. Giran y se retuercen, se vuelven, girar, dan un viraje fortuito, se inclinan. Parafrasean, se nutren. Fluctúan profusamente. El azar. Se queman. Mientras tanto el sol sale, el sol se pone. En una llanura de luz pasan las blancas nubes a la deriva. Descargas eléctricas, tormentas, químicas. Y se mueven, es una cuestión de libertad. El sol sale y el sol se pone. Un juego. Un cielo. Se transforma en refinados detalles transforma rápidamente en espuma. Durante el coito el mundo es una caricia, sin sintaxis, esquizofrénico en su felicidad, el trance y la conciencia.
Este desorden y orden que enloquece al mundo, mi mundo. Mi universo eres tú, Guillermo.

Con el aire de la noche se alborota agitado mi pelo, mientras avanzo pausadamente para cubrir la distancia que me separa de la línea intensa que humedece el final de las olas en la arena.
No estoy solo en este momento íntimo que siento, pero como si lo estuviera.
Ajeno a las personas que transitan a mi lado, cada ser con su propia idea y de todas las edades, supongo que cada uno lleva sentimientos a flor de piel, que en su trayecto insomne reverberan por salir y aliviar esa pena que muchos sentimos de forma pérfida.
Playa de mi isla, con el corazón en la mano te ruego que me saques frotando fuerte con un puñado de arena negra, mis penas.
Tú sabes cuales son, tú conoces lo que me altera, te ofrezco todo lo que soy y tengo que no es mucho pero dame tu consuelo, tu magia, para que desaparezcan, como cera derretida de una vela, que se abra el cáliz donde están almacenadas todas ellas.
Permite arena, que las ondulaciones del mar, rompan mis problemas con sus grandes y envolventes olas, que me atrapen y revuelvan hasta despojarme de las cicatrices y que con justicia me devuelvan, limpio y liso sin marcas que me recuerden, la sal que escocia mis heridas y de continuo me dejaban ebrio de dolor y con mi castigo a cuestas.
Permite destino que el salitre inunde mi piel, que sirva de exfoliante y aunque su sal me irrite y duela, me deje como un espejo, donde la luna llena, con su blanca claridad, deje caer su polvo y me lleve a dar nuevo pasos llenos de la fe perdida ayer, que aligere mi alma que está en continua pena.
Sentado ante ti mi mar, viendo tu hermosura natural me da el alba.
Me siento ligero, un rayo de sol me alcanza y hace que me levante y emprenda mi camino.
Algo ocurrió, lo percibo, lo noto, me observo y voy acezante de tristeza.
Me atrevería argumentar que va cediendo el dolor, con los ojos vidriosos por las lágrimas, bajo los párpados y se derraman dos lágrimas saladas que me llegan a las comisuras de los labios.
Las bebo alucinado esperando que me traigan esperanza y nuevas fuerzas para enfrentarme a la vida.
Simbólicamente me llevo las manos al lado izquierdo del pecho, y deposito con sumo cuidado mi corazón en el sitio que le corresponde.
Y silente le digo: Late corazón mío y soporta la realidad de este día, y como un diestro torero sortea las futuras tristezas.

El doctor Olazábal le había ofrecido pasar a buscarlo, pero Guillermo prefirió que Florián lo llevara al restaurante. Después tuvo que hablar para avisarle al médico que llegaría con minutos de retraso porque debía regresar a la embajada a enviar un informe sobre lo conversado con el presidente.

El soldado de guardia le hizo la venia y le abrió la puerta. Guillermo entró a su oficina, encendió la luz y no pudo dejar de sobresaltarse. En la pared le habían escrito con pintura roja en aerosol: SI NO SE VUELVE… MORIRÁ.

Guillermo salió espantado de la habitación y corrió al pasillo hasta el mostrador de recepción.

El soldado se cuadró ante él.

__ ¿Sí, señor embajador?

__ ¿Quién estuvo en mi despacho?

__Que yo sepa, señor, nadie.

__A ver la nómina de entrada. __Procuró que no se evidenciara el pánico en la voz.

__Sí, señor.

Guillermo tomó el celular seguro y llamó a la mansión tratando de no dar nombres.

__ Hijito, ¿todo bien?

__ Estudiando, y Malena ya duerme, ¿no tenías una cena? __interrogó Fabián.

__Me retrasé pero estoy yendo, ve a dormir y cierra con llave, no tardaré.

El soldado buscó la lista de visitantes y se la entregó. Luego de cada nombre figuraba la hora de entrada. Comenzó a leer desde las cinco y media p.m., hora en que él se fue de la oficina, vio que figuraban cinco nombres.

__Estas personas, ¿fueron acompañadas hasta mi oficina? __le preguntó al custodio.

__Siempre señor. Nadie sube a este piso sin escolta. ¿Pasa algo?

Pasaba y mucho.

__Por favor, mande alguien para que despinte esa desagradable inscripción de la pared.

Dio media vuelta y salió de prisa porque tenía miedo de descomponerse. El cable podría esperar hasta mañana, mas en ese instante, recibió el llamado desde el Departamento de Estado.

__Guillermo, no hables, tengo novedades de que puedes estar en peligro __dijo Orestes y Guillermo suspiró__.  Antes del alba irá Pedro a la mansión, no  lo nombres y haz todo lo que te pida, va a revisar lugares estratégicos.

__ ¿Revisar? ¿Pedro justamente?

__Es el único en quien puedo confiar en este momento, en él y en ti, alguien puede querer oír todo lo que dices y ver todo lo que haces.

__ ¿Juan?

__Arismendi y los rumanos siempre, me refiero a que puede que haya un topo en la embajada, debemos cuidarte de los nuestros, no solo de ellos.

__Está bien.

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El doctor Olazábal se puso de pie al verlo.

__Perdóname la demora. __Trató de que le saliera una voz normal.

__No tiene importancia. Me dieron su mensaje. Fue muy amable en aceptar mi invitación.

Guillermo sintió deseos de no haber accedido, por lo nervioso y molesto que se sentía, más la incertidumbre ante lo dicho por Moravia. Apretó fuertemente una mano con la otra intentando detener el temblor.

Matías lo estudiaba con la mirada.

__ ¿Se siente bien?

__Sí, perfectamente. _“Si no se vuelve, morirá. Con un potencial asesino en cada persona que se acerca.” __Quiero tomar un whisky puro, por favor. __Supuso que le vendría bien para serenarse.

Pidieron las bebidas y Matías habló.

__No debe de ser fácil ser embajador en este país y en este momento, aunque pensándolo bien, Rumania intenta ganarse el aprecio de la ONU tanto como de países de la cortina.

Guillermo se esforzó por sonreír.

__Hábleme de usted __pidió. Cualquier cosa con tal de no pensar en la amenaza.

__No hay nada emocionante que contarle.

__Me dijo que había luchado clandestinamente en Argelia. Eso me parece muy interesante.

Matías se encogió de hombros.

__Vivimos épocas terribles. Yo creo que toda persona debe arriesgar algo pero que, a la larga, no debe arriesgar todo. La situación terrorista es literalmente aterrorizante, y es preciso ponerle fin. __Habló con voz apasionada.

“Es como Silvina, es vehemente en sus convicciones. El doctor no es una persona que se dejara influir fácilmente. Estaba dispuesto a arriesgar la vida por sus convicciones y creencias.”

Decía él en ese momento.

__...si hubiese sabido que el precio de la lucha iba a ser la vida de mi esposa y mis hijas… __Se detuvo. Los nudillos se le veían blancos en contraste con el tono oscuro de la madera de la mesa. __Perdóneme. No le traje aquí para hablar de mis sufrimientos. Permítame recomendarle el cordero, que lo preparan delicioso.

__De acuerdo. Matías pidió la comida y una botella de vino. A medida que conversaban, Guillermo comenzó a relajarse, a olvidar la atemorizante leyenda pintada en la pared. Le resultaba sorprendentemente fácil hablar con Matías. Le llamaba la atención ver que compartía con él muchas opiniones, que pensaban lo mismo acerca de tantas cosas. Había nacido en un pueblito de Francia y él en un pueblo igualmente pequeño de Kansas, a ocho mil kilómetros de distancia, y sin embargo provenían de ambientes muy similares. El padre de él fue agricultor que llevó una vida de privaciones para poder costearle a su hijo los estudios de medicina en París.

__Era un hombre maravilloso, señor embajador.

__Me suena tan formal que me llame embajador.

__ ¿Señor?

__Guillermo.

__Gracias, Guillermo.

__De nada, Matías.

Se preguntó qué vida llevaría él, un hombre joven, apuesto, inteligente, que podía tener todas las mujeres que se le ocurriera… y sin embargo… ¿Estaría viviendo con alguien?

__ ¿No pensó en volver a casarse?__No podía creer que él mismo hubiese pronunciado esa pregunta.

__No _-respondió el médico, sacudiendo la cabeza__. Si hubiera conocido a mi esposa, me comprendería. Era una mujer extraordinaria. Nadie podría reemplazarla jamás. Y además  no hace demasiado tiempo descubrí que me atraen… los hombres _susurró.

__ Eso mimo podría decir yo de Silvina, mi esposa, que nadie puede reemplazarla. Era un ser tan especial, médica. Y sin embargo creo que todo el mundo necesita compañía. El tema no es reemplazar a un ser querido, sino encontrar a una persona nueva con quien compartir las cosas.

__Por eso cuando me ofrecieron la oportunidad pensé que podía ser interesante visitar Rumania _ decía él en ese momento. Y a continuación, agregó, bajando la voz_ __. Confieso que no siento el menor aprecio por este país.

__ ¿De veras?

__No me refiero a la gente, que es encantadora, sino al gobierno, la conjunción de todo lo que más desprecio es Arismendi. Aquí no hay libertad para nadie. Los rumanos son virtualmente esclavos. Si quieren conseguir comida decente o darse algunos pequeños lujos, tienen por fuerza que trabajar para la policía de seguridad. A los extranjeros se los espía constantemente. __Echó un vistazo alrededor para constatar que nadie pudiera oírlo. __No veo la hora de que termine mi periodo aquí y pueda regresar a Francia.

Sin pensarlo dos veces, Guillermo habló:

__Hay quienes opinan que yo debería regresar también.

__ ¿Cómo dijo?

El impulso lo llevó a contarle toda la historia de lo que había encontrado en su oficina.

__! Pero eso es terrible! Y ahora no me extraña lo que sucedió en la calle. ¿No tiene idea de quién puede haberlo hecho?

__No.

__ ¿Puedo hacerle una confesión impertinente? Desde que supe quién era usted, he andado averiguando. Todas las personas que lo conocen están muy impresionadas con usted.

Guillermo lo escuchaba con interés.

“Ha traído consigo una imagen de Los Estados Unidos como cosa inteligente y cálida. Si cree en lo que está haciendo, entonces debe de luchar por sus convicciones y quedarse. No permita que nadie lo atemorice”.

Exactamente lo mismo le habría aconsejado Silvina.

Al despedirse de Matías en la puerta de la mansión, vio a Marini que llegaba y lo esperaba en el coche, limpio de micrófonos, lo había citado para informarle de las pintadas, pero más para preguntarle quién era Pedro Beggio.

__No lo sé, Guillermo, lo único que puedo hacer como lo hace Pedro es cuidarte si me permites ser franco, quién hizo la amenaza, no lo sé.

__ ¿Y de Pedro? ¿Qué puedes decirme?

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Cortina de hierro¹​ o telón de acero es un término histórico que proviene de las expresiones alemana Eiserner Vorhang e inglesa Iron Curtain. Hace referencia a la frontera política, ideológica, y en algunos casos también física, entre la Europa Occidental (Bloque Capitalista) y Europa Oriental (Bloque Comunista), tras la Segunda Guerra Mundial.

En alemán, fue usada por Joseph Goebbels,²​ ministro de Propaganda nazi, y Lutz Schwerin von Krosigk, último canciller de Alemania antes de establecerse la Comisión Aliada de Control en mayo de 1945. A su vez, Winston Churchill utilizó su versión inglesa en un discurso. El ex Primer Ministro británico la usó para referirse a la frontera, no solo física sino también ideológica, que dividió a Europa en dos bloques después de la Segunda Guerra Mundial. Churchill popularizó el término en una conferencia en Estados Unidos en 1946, cuando dijo:

Desde Stettin, en el Báltico, a Trieste, en el Adriático, ha caído sobre el continente (Europa) un telón de acero.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (en inglés: North Atlantic Treaty Organization, NATO; en francés: Organisation du Traité de l'Atlantique Nord, OTAN), también denominada la Alianza Atlántica, es una alianza militar intergubernamental que se rige por el Tratado del Atlántico Norte o Tratado de Washington, firmado el 4 de abril de 1949. La organización constituye un sistema de defensa colectiva, en el cual los Estados miembros acuerdan defender a cualquiera de sus miembros si son atacados por una potencia externa.³​

La sede de la OTAN se encuentra en Bruselas (Bélgica) y sus veintinueve Estados miembros abarcan Norteamérica y Europa. La incorporación más reciente es la de Montenegro, en junio de 2017. Además, veintiún Estados no miembros colaboran con la OTAN dentro del programa Asociación para la Paz, con otros quince involucrados en programas de diálogo y nueve como socios globales. En 2017, el gasto militar combinado de los veintinueve países fue el 52 % del gasto militar mundial.⁴​⁵​

En sus primeros años, la OTAN no era mucho más que una asociación política. Sin embargo, la guerra de Corea hizo que se planteara una coalición permanente. Entonces se creó una estructura militar bajo la dirección de los comandantes de Estados Unidos. La Guerra Fría llevó a las naciones rivales a crear el Pacto de Varsovia en 1955.

Siempre se han manifestado dudas sobre la alianza europeo-norteamericana ante una invasión soviética, desacuerdos que se plasmaron con la creación por parte de Francia de la fuerza de choque nuclear y con su retirada de la estructura militar de la alianza entre 1966 y 2009.

Después de la caída del Muro de Berlín en 1989, la organización intervino dentro de la guerra de Yugoslavia, lo que se convirtió en la primera intervención conjunta de la OTAN. En lo político la organización ha mejorado sus relaciones con los antiguos miembros del bloque del Este, dando como resultado la incorporación a la OTAN de varios miembros del Pacto de Varsovia.

__ Que es una de las personas más capaces que conozco, no tendría que contarte, pero dado lo que está sucediendo necesito que confíes en él __afirmó, Alberto.

__Lo mismo dice Orestes.

__Así como lo ves, Pedro pasó tres años  como…, él y yo fuimos parte de un grupo militar secreto de la OTAN, él y yo bajábamos a terreno.

-¿Qué?

__Que fuimos soldados, no puedo decirte más, Guillermo. Solo que cuando él se casó, ya pidió cambiar de funciones y pasó a su carrera diplomática y yo seguí con el uniforme, pero no hay nadie como nosotros dos para cuidarte, créeme.

Guillermo quedó de una pieza...

__Pedro ha estado en los campos de adiestramientos más exigentes del mundo, así como lo ves, sus músculos y mente adquirieron una fortaleza envidiable. Está preparado para enfrentar cualquier situación. Tiene sentidos afilados y sus reflejos saltan en la noche, sabe de armas, estrategias de guerra y camuflaje, bombas, destrezas de campo y técnicas de supervivencia, navegación en agua, en tierra, selección del mejor sitio para disparar según la luz, el viento, la distancia, el alcance del fuego enemigo, le han enseñado técnicas de escape y evasión, seguir objetivos sin ser advertido, y a eso súmale artes marciales   como krav magá, y de meditación como tai chi chuan, yo si tuviese que elegir un custodio, lo pediría a él _concluyó Alberto ante la atonía del embajador que caminó despacio al despedirlo por los senderos del parque pensando en Pedro.

Aunque se acostó no concilió el sueño, y a eso de las cuatro decidió salir de la cama y darse un baño, tras lo cual con la casa en silencio, él mismo fue por café, bastó el aroma para restaurarle el humor, y se sobresaltó cuando a las cinco, saltó la luz del celular que era un burner, un celular prepago especial enfundado en aluminio que en teoría evitaba el rastreo, y vio el mensaje: “He llegado”. Verificó a través de la cámara del portero eléctrico que se tratase de Pedro y accionó la chicharra, un minuto después Pedro entró con un maletín de aluminio y le colocó los dedos en los labios queriéndole decir que no hablara, tras lo cual extrajo unos adminículos del maletín e individualizó una decena de micrófonos, diferentes a los rumanos de cada día, pero los dejó en su sitio. Luego le escribió en un papel: “Te estaré esperando en el coche tras el parque, sal tras quince minutos”. Quemó el papel en la cocina, tras lo cual salió.

__ ¿Por qué no quitaste los micrófonos? _preguntó Guillermo cuando Pedro lo invito a subir a su automóvil.

__Porque no es la orden que recibí, evidentemente no queremos que quien o quienes los instalaron sepa o sepan que los descubrimos.

__ ¿Quién querría saber mis conversaciones fuera de los rumanos? No soy nadie.

__Guille, lo mismo he hecho hoy en casa de todos y todo el personal dice lo mismo. Tú eres el embajador y para algunos eso es mucho. __Guillermo lo observó de soslayo, era precioso__. Es común en estas instituciones que se vigile a su gente _intentó tranquilizarlo__. Y se aseguran de que no estés vendiendo información al enemigo, ¿acaso no  sabes que cada tres meses todos  pasamos por el polígrafo?

__Sí _ contestó con aire ausente__ ¿Quién y qué te pidieron exactamente?

¿Por qué sospechaban que instalara alguien micrófonos en mi casa?

__Guille, en este oficio las preguntas están de más aun para mí, si desde nuestro gobierno me piden algo, yo lo cumplo. No te amargues, y agradece que no hayan instalado cámaras, ahora podrás hacerles saber a los escuchas vida y obra de tus chicos, de tu esposa, pero nada que tenga que ver con su muerte. Y del resto, hablaremos por la mañana, solo te diré una cosa más. No confíes en el fachero del doctorcito, créeme sin preguntas, ni en la sonrisa afable se Arismendi, los dos desean lo mismo, seducirte y matarte. Este es un oficio de mierda, no te desanimes. La desconfianza forma parte de nuestra cultura, los topos abundan.

__Cambiaré las cerraduras.

__Guille, estamos hablando de gente capaz de hacer volar la bóveda del banco más seguro de Suiza sin que se activen las alarmas, nada los detendrá, acepta los gajes de este oficio, déjate cuidar y vive en paz.

__ ¿A dónde vamos?

__A mi departamento, tranquilo que está limpio, no tengo servicio más que dos veces a la semana y saco todo lo que me dejan cada día.

Transcurrieron el camino en silencio, Guillermo presentía que Pedro sabía lo de la pintada, al fin de cuentas siempre estaba enterado de todo, pero decidió relajarse y disfrutar de la compañía,  estaba por demás confundido desde conocer al francés que  le atraía apenas menos que su  compañero.

_

Una botella de vino sobre la mesa con unos labios marcados sobre la copa,  alguna huella, una luna testigo de lo que pasó no dará mayores detalles de lo sucedido, tan solo seguirá observando y mantendrá el secreto muy bien guardado.
Las lunas empañadas, sábanas aún húmedas por la entrega ahí vivida, y los ropajes por toda la habitación eran el preámbulo de una gran noche que aún está empezando.
Los sudores permanecen aún si secar, las ganas y el deseo de hacer nuevamente el amor empiezan a revivir, besos van, caricias vienen y se escuchan algunas palabras por el pasadizo, suspiros se van oyendo enredados con gemidos  y los cuerpos van hablando al contacto de sus manos.
El lenguaje corporal está en su máximo apogeo, empieza a brotar la sudoración, encendiendo la habitación, pulverizando las sábanas, sus miradas brindan todos sus deseos y placeres que durante tanto tiempo mantuvieron en hibernación.
Y en eso ellos se miran y sonrientes van dando inicio al arte del amar, los besos se van dando apasionadamente y mientras las lenguas se entrelazan, las manos van avanzando y surcando sus pieles, desbordándose así todo lo que en ellos habita.
La boca sedienta de Pedro  va avanzando, va bajando y la piel de su amado se va humedeciendo, se va calentando y ante el contacto de sus manos por sus caderas y su pecho él se empieza a contraer y los gemidos empiezan a aparecer.
Mientras que con sus labios va hilvanando todo el arte de amar, pronuncia un ¡te amo!, que hizo vibrar la habitación, dándole un toque mágico, un sabor excitante, los besos van incendiando el ambiente, la saliva se mezcla creando un proceso químico de total excitación.
El placer y las bajas pasiones se adueñan de ellos, mientras que aquellas pupilas se van dilatando, una vez más retumba en la habitación a viva voz y a la vez un ¡te amo!
Los movimientos son constantes y determinantes,  alternando, uno encima del otro, cada uno, cada vez va teniendo el control total de la situación, sus cuerpos sí que vibran al ritmo de su canción preferida.
Pedro tiene todo el panorama a su disposición y sabe que lo que está haciendo encima de él lo está volviendo loco, la respiración se va acelerando y con sus manos acariciándole su pecho un rugido empieza a estallar.
Mordiéndose los labios, la espera dejó de ser ansiosa y entre ese vaivén que hacen sus caderas él se empieza a derretir por entre sus manos, el otro derramando amor dentro, dejándose su esencia.

__Suéltate, despójate  de todos tus prejuicios  y desnudo acude a mis brazos, solo deseo hacerte un pijama a besos  con tu cuerpo desnudo,  con tu cuerpo perfumado, con tu mente libre y desnuda de prejuicios para poder gozar plenamente. Te quiero así desnudo  de cuerpo y mente,  si tú lo deseas podrás usar  un único atuendo  mas quiero recorrer  tu cuerpo con mis manos  y que al recorrerlo no encuentre  ninguna frontera que me impida examinar cada poro de tu piel. Surcar tu cuerpo, adentrarme como un buzo en las profundidades, buscar tus arrecifes de corales, encontrar esas corrientes  de agua placentera, que se estremezca tu alma quiero convertirme en un ilegal escondido entre tus piernas en las trincheras del amor, escuchar las sirenas de tus orgasmos al cruzar los limites prohibidos, esos que marca la sociedad,  de los que se dicen gente decente y beber tu elixir, dejar que desde mi boca vaya a mi sangre, me invada, indague mis átomos, embeba mi esencia, que seamos lo mismo _susurró Pedro mientras corría con acciones tras las palabras __ . Deseo poseerte sin limitaciones, arrancarte los orgasmos más profundos, atarte a tu propia cama,  que seas mi esclavo del placer, no deseo hacerte daño,  te daré esos orgasmos que tu cuerpo reclama  y tus labios siempre callaron  por miedo a esos prejuicios infundados, esos deseos que hasta hoy  te han resultado prohibidos. Ardes de deseos lo sé y aunque no abunden los te amo, me basta. Ven y usa tu  postura hasta hoy indecente de rodillas con las piernas separadas mientras agachas tu cabeza para  adueñarte de mi miembro con ojos de lujuria,  estás disfrutando de cada instante, lo acaricias mientras tus labios se abren  para recibir el miembro en tu boca, cierras tus ojos, los gemidos  se escapan de tu boca. Disfrutas sintiendo cómo  cada centímetro de él va desapareciendo,  paulatinamente y sin prisa lo humedeces,   al ser el explorado o el explorador  de tu garganta, así humedécelo. Aráñame, grita si te humillo agarrándote del pelo dirigiendo tu cabeza,  regurgita si mi hombría te molesta  al introducirse en tu garganta  pero sé que en el fondo  lo estás disfrutando. No pares, te deseo tanto o más que tú a mí, quiero darte la vuelta,  alzarte en mis brazos, sentirte  debajo de mí,  tu puerta bajo mi hombría, sentir  tu pecho sobre mi pecho, sobre mi espalda mientras cabalgas agarrado  a tus redondas nalgas. Serás mi amazona y yo seré tu montura, o al revés,  me adaptaré a ti, a tus necesidades, nuestro galope sin fin nos dejará exhaustos rendidos de placer. Eres mío, y solo mío, y me amas aunque te niegues. Mis manos en tu  sexo o en tus cumbres serán las espuelas que buscan llevarte al paraíso, al desenfreno del placer extremo, yo estaré esperando tus gemidos  como la meta a la que cada  noche debo alcanzar. Desearás que cada noche te haga mío,  necesitarás notar mi cuerpo junto al tuyo, mis manos recorriendo  tu cuerpo, clavarás tus uñas que  se hundirán en mi espalda  reclamándome la dosis de placer  a la que yo te tendré acostumbrado y te pediré lo mismo.

__Hazlo, no me dejes pensar _apenas pudo articular Guillermo y la noche los envolvió en hacer el amor, desenfrenadamente como desesperada era la supervivencia entre enemigos.

__ Empiezo a guardar en un arcón o en páginas de una vida nueva, atardeceres felices  de recuerdos vividos junto a vos en amor, deseo sentirte a mi lado, crear esos momentos, vivir unidos juntos por nuestro amor, por cariño  y que creemos nuestra propia historia de vida,
que un día miremos al horizonte,  sentados en un banco al atardecer y digamos qué feliz he sido a tu lado, el recuerdo de nuestros primeros días,  el recuerdo de nuestra primera vez,  el recuerdo de aquellos días  en los que abrazados juntos sin ninguna prisa veíamos pasar el tiempo  sin darle importancia... Nuestra historia no será  una historia más,  será una muestra de vida, una historia  que moverá montañas y océanos  para estar juntos, unidos de por vida sin importarnos lo que  los demás puedan llegar a pensar  pues vos y yo sabemos la realidad.

__Llega la noche agitada con ansias de amar, rompiendo el silencio, las brisas de seducción levantan su velo del rostro, desvistiendo mi piel, devorándome sin descanso. La voz del deseo grita en tu boca. Poséeme,  necesito tus besos, mis labios fugazmente desatan tus ganas ardientes. Sudores impacientes, sintiendo el regocijo de toques llenos de pasión en la mente.  Bendita manera de amarnos.

Las estrellas en el cielo sienten la envidia al mirarnos, la luna cómplice del pecado más hermoso que existe, siente celos de ti, pero no puede escapar al hechizo de dos almas que arrancan gemidos al amarse. Amor mío, desgarra mi alma, te doy la libertad y el permiso de tatuarme en todo mi cuerpo,  esa furia llena de fuego que me hace flotar en las redes divinas del amor. Eres el dueño de mis  orgasmos, el dueño exclusivo de mis sueños, eres amor el causante provocador de mis sentimientos, porque las mañanas me saben a ti cuando desnudas mis silencios, contigo he vivido ese instante mágico, haciendo de él los más maravillosos momentos, los recuerdos me encienden esa loca pasión por ti, porque desde que te conocí supe que eras para mí el provocador de mis sueños, supiste deshojar mis sentimientos, pétalo a pétalo hasta dejar mi alma al desnudo.
Quiero hacer de esta noche una noche maravillosa, los dos nos encontramos en el lugar perfecto, en nuestro refugio donde solos podemos dar rienda suelta a nuestro sentir, a nuestro deseo de amor, ve caer las hojas del deseo, abrázame muy fuerte amor no quiero irme de este sueño, esta será una de las noches más bellas, sabes que eres para mi corazón, la arritmia perfecta para seguir amándote.
Eres la inspiración de mis verbos, por eso amor mío, desnuda mi piel, serás su dueño y tendrás por siempre la exclusividad de mis sentimientos.
Te amo amor. Una vez más quisiera poder romper el cielo, quisiera congelar el tiempo, solo deseo escuchar tu voz una vez más, vida mía.
Te esperaré deseándote donde mi pasión me rompe las venas, donde el delirio extraviado dice oír tu voz gritando mi nombre a la vez que un te amo.
Cómo se le dice a un corazón que no tiene sentido ni razón el seguir amándote, cómo frenar el eco cuando mi alma grita, vuelve amor, tu mirada me pone el mundo del revés cuando llega el momento en el que la realidad se pone ante mis ojos.
__En el despertar de mis sentidos en la madrugada he sentido el roce de un beso herido rozándome la piel, déjame destino poder sentir sus labios por solo un momento, déjame poder caminar a su lado una vez más, déjame y permite a mis ojos pasearse por el vértice de los suyos, déjame destino sentirme vivo una vez más.
Viviré amor, en el lado oscuro de la luna para adornar tu espacio con mis susurros, esperaré por las flores de tu jardín, te esperaré esta noche vida mía para soñarte y así de nuevo poder estar más cerca de vos y no me creas si te digo que no te amo, a veces ni yo me entiendo. Por fin mis ojos hoy te han conocido, y al verte sonriente no supe qué decir, tan solo te he mirado muy emocionado, y sin decir palabras yo tendré que partir, mas hoy sé mucho más de vos.

Te he visto tan hermoso y a solas te he mirado, recuerdo aquella noche cuando llegaste a mí, cogiste tú mis verbos cual himno de un vencido y desde aquel instante vivo pensando en vos de manera contradictoria, pero cuando me reflejo en tu mirada sé que te amo.

Me dices no me olvides y no puedo ocultarlo, yo siento que te amo y no puedo decirte, me callo un instante queriendo yo sentirlo, aquellas ganas que yo tengo al mirarte.

Mis ojos te miraban  desde el inicio con ansias y deseos, tus labios me hablaban con sabor exquisito, hoy quiero entregarte mis sueños y mis besos, y pedirte que me ames si no es un delito.

El tiempo pasa pronto y vuelvo a extrañarte, me miras fijamente con ansias y pasión, déjame por favor soñarte y también amarte, déjame que tu alma viva en mi corazón.

Quisiera llenarte todo de caricias, ser dueño de tus noches de ensueño, y de lujuria. Beso a beso recorrer toda tu piel. Extraño el perfume. La esencia misma néctar de tu cuerpo y ascendiendo al paraíso del placer,  tus labios carnosos, y voluptuosos, que piden con ansia la miel, saciando los deseos más ocultos de nuestra intimidad, será un verdadero deleite, tengo una sed insaciable  de tenerte, y darte mis deseos Infernales.
Quiero quedarme toda una noche hasta quedar inerte de tanto amarte, sos como una mariposa de fuego que abre sus alas  a medianoche, y vuelas complaciente  a la hoguera de mis besos, abrazos, y caricias porque nuestras bocas se atraen  como dos imanes con la intensidad inmensa de amarse y mi mente no deja de pensarte. Y mi piel ardiente te extraña, con locura permanente, quiero besarte, Pedro y morderte,  reflejarme en tu mirada, que
sea el preámbulo de una noche erótica ardiente, mágica y alucinante. Dos almas desnudas bajo las sábanas donde vibras de  gemidos y placer mientras espero ese grito profundo de éxtasis de tu ser. Que una nuestros cuerpos entrelazados por nuestras almas,  por la carne, y piel. Mi paciencia ha llegado al límite, y quiero verte, abrazarte,  quedar fundidos al instante, en una noche llena de gotas de sudor y de ese manantial que me regalas con tu sexo como la savia de la vida que en mis labios sabe a la fruta más rica, benditos tus orgasmos que en mi alma y cuerpo estallan en todo su esplendor encendiendo mi corazón de placer, pasión como el mismísimo sol.

__Abrázame en silencio. Duerme amor mío, ya estoy aquí,  duerme en mis brazos,  duerme tranquilo, abrázame, pon tu cabeza  sobre mi pecho. Sueña feliz, nada malo  puede pasar, los malos  pensamientos desaparecerán,  todo está bien, duerme,  descansa, ya lo verás.

Todo estará bien si tú y yo  estamos juntos, unidos, venceremos  todos los obstáculos, nada se opondrá en nuestro camino. Ya estoy aquí, estoy a tu lado  para caminar juntos  por los senderos de la vida, siempre juntos para que  te apoyes en mí, yo en ti  encontré la fuerza para avanzar. Sí,  es verdad, hay días grises, tristes  pero los tenemos que superar,  hoy te encuentro triste  sin ganas de avanzar, es muy duro dejar ciertas cosas atrás,  solo piensa que ella  no quiere verte triste, no voy a decirte que rías,  sabes que solo deseo abrazarte porque eres mi amor,  no sé cómo darte fuerzas,  solo abrázame y no hablaré más.

__Nada me consuela a veces, cielito. Sumergido en un mar de dudas, un mar de incertidumbres,  la rutina del día a día,  un mundo de vidas vividas, siempre esperando, siempre pensando antes  en los demás que en mí mismo. Somos hojas movidas por el viento,
el viento nos mece, nos trasporta  de aquí para allá moviendo  nuestros días...  Harto ya, de repente te detienes  en medio del bullicioso mundo con ganas de gritar "basta ya" pues en realidad no tenemos nada y no digo de lo material,  eso se quedará en este mundo cuando tú ya no estés, digo algo exclusivo que se marche contigo  pues todo se convierte en nada, por eso yo quiero dar un paso  al frente y reestructurar mi mundo. Te pienso, te recuerdo, te añoro
profundamente porque te amo  y no quiero rendirme,  a veces soy brusco pero vos sos mi vida
 y lo sabes,  unámonos ya de una vez. Me pregunto si  eso que yo deseo  lo desearás vos también pero desearlo de verdad. Yo sigo aquí, seguiré aquí pase lo que pase, vos estás tan lejos de mí  fuera de estos ratos que solo deseo poder tocarte, siempre guardando con celo lo que siento, los sentimientos que solo vos conoces...

Tú, tan distante como la luna,  esa luna que miro y sé que es  la misma para los dos  y yo al despertar le pido a esa luna que cuide tus sueños y te susurre al oído que te amo, que tú eres la dueño de mi corazón. Estás tan lejos de mis brazos,  pero, aun así, yo sueño  con tenerte entre mis brazos, me duele estar lejos de mi amor  y nada me consuela, te amo.

__Recuérdame todo el día vestido de desnudez,  esperando que regreses y me cubras con tu piel.  Piensa en mis dulces pezones erguidos y desafiantes  ante tus manos y tu boca, retándoles los atrape.

__Te recuerdo cada día, cada hora, cada instante, y no solo te recuerdo, te siento bajo mi piel, con una angustia asfixiante por sentirte y por tenerte bajo mis labios sedientos de tu miel.

__Evoca la sensación de mi cuerpo suave y terso que se arquea y estremece al contacto de tus besos, y mi espalda, tu universo con  montes y fuentes,  que te conducen, en caída, directamente hasta el cielo.

__A ese cielo quiero ir, siempre con vos, a tu cielo, siguiendo confiadamente las estrellas de tu cuerpo, lunares que beso a beso se encienden cual faros al marinero, orientándome entre oleajes de arqueos hasta tu puerto y a esa fuente donde arrimo mi barco.

__Inolvidable pasión corre cual lava ardiente cuando firme te deslizas, al fin, en mi secreto túnel del tiempo sin distancia. Revimos aquella danza tan antigua, tan sensual que ejecutan las caderas al ritmo que viene y va.

__Al llegar hasta tu puerto, calmo mi sediento impulso, muy despacio, suavemente, como libando una flor que espera del colibrí, luego penetré hasta lo profundo  de tu humedad encendida.

__Piensa que de tu sed seré anhelado oasis, para tus ganas, el puerto y la fuente para tu sorber…  Y cuando sean irresistibles para ti estas memorias, ven a mi lado mi amor y hagamos de nuevo historia.

__Siempre son irresistibles para mí estas memorias, tanto que al escribirlas, deseo fervientemente deslizarme con firmeza en tus  oscuras historias, y que tu volcán  de entrañas profundas me encienda con su lava ardientemente. Aprendo de vos, al tocarte con mis manos despiertas todo mi cuerpo. Vos y yo bajo las cobijas, suenan nuestros cuerpos, aprovechamos todo para hacer el amor.
__ Dentro de ti floto, todo se para, se detiene el tiempo en tus brazos…  momentos sorprendentes. Todo cambia, enciendes mi piel, incendio que apago con tu cuerpo.
Me muevo sabiendo cómo te gusta, oyendo…  sí.
Esas ganas de sentir, me tienes bien metido, bien clavado. Sé que te gusta demasiado, llego a hasta adentro de ti, tus labios encienden mi piel. Eres tan hermoso, pido a Dios por los dos, iluminas mis días, gracias mi amor.

__

Nuestro mar de amor es como el arcoíris. Fucsia, amarillo, blanco y azul era nuestro mundo perfecto. No estábamos allí por azar, llevados por el viento, nos llevó el amor. Rodábamos flotando sobre las coronas de esas multicolores flores de primavera, no tocábamos el suelo, era imposible, nuestro amor nos impelía con fuerzas. Morimos y resucitamos mil veces. Poco nos importaban las montañas que participaban tímidas de nuestra historia de pasión. Cuánto habíamos deseado mordernos, jugar al amor en ese mar ondulante de aterciopelados pétalos sedosos. Era nuestro mundo, las manos nos llamaron al placer.
Al mar florido lo habíamos visto desde lejos, por casualidad. Un oasis enclavado en la verde vegetación verde. La frescura del aroma nos llegó de pronto y nos embriagó. Los dos quisimos saltar, moveros hacia allí y no pudimos. Nos alejábamos más cada vez y solo retuvimos la imagen unos segundos, los necesarios para saber que ese sería nuestro lugar.
Octubre vio a noviembre y empujamos hasta abril; mayo y junio los sufrimos. Julio se voló, agosto en carne viva. Por fin la primavera otra vez. Llegamos y nos sentimos como dos niños que se besan por primera vez, las flores, nuestras flores. Corrimos por el mar multicolor y la frescura de la tarde en altura. Ganamos el centro y nos besamos como nunca, como siempre pero más. Goteamos como duraznero al alba, la miel nos embriagaba, gotas caramel. Temblando, refrenando el momento, tiré suave de tu prenda gustando cada instante, paladeando cada expresión. Tus frutos saltaron en esplendor. Vi la lentitud de tus cúspides cuando se libraron como flores retenidas por un tiempo, perfectos, la decoración del gozo. Me sacié como nunca y sin embargo quise más, mucho más. Fui tuyo como siempre lo soy pero en entrega completa, sin vuelta atrás. El grito no se ahogó, nos elevamos a gran velocidad y caímos sin control, ya no importaba nada más.

__

A la mañana siguiente, Pedro entró con las dos tazas de café, y señaló con la cabeza el lugar de la pared que había sido pintado.

__Me enteré de que alguien anduvo escribiéndole las paredes.

__ ¿Todavía no se sabe quién fue?

Pedro bebió un sorbo de café.

__No. Yo mismo revisé la nómina de visitantes, y estaban todos autorizados.

__Eso significa que debe de haber sido alguien de la embajada _ afirmó Guillermo  haciendo girar su sillón.

__O bien una persona que logró introducirse sin que lo advirtieran los custodios,  estoy revisando con el operario de informática el circuito cerrado, insólitamente las cámaras muestran hasta cierta hora y luego, nada, una lluvia de  neutrones.

__ ¿Sinceramente cree lo que dice de burlar la custodia?

__No _ dijo, como es insólito que haya habido un cortocircuito en el comando o panel de control como desean explicar el fallo de imágenes.

__Bien, entonces coincidimos, yo opino lo mismo.

__ ¿Qué decía exactamente la leyenda?

__”Si no se vuelve, morirá”.

Pedro no hizo comentario alguno, solo le pasó un papel cuyo destino ambos sabían y Guillermo leyó sin palabras: “Tu cabeza tiene precio. Escapa. No confíes es nadie”.

Elevó la mirada que era una pregunta.

__Solo yo estoy cerca _dijo, Pedro señalando con la barbilla el papel.

__Pero, ¿quién puede tener deseos de matarme? Apenas he iniciado la gestión, no creo haber molestado a nadie como para que intentaran secuestrarme y ahora amenacen.

__No lo sé. Rumanos, grupos disidentes, terroristas…

__Señor Beggio, le agradecería que me diera una respuesta más precisa. Tengo dos hijos a mi lado. ¿Considera usted que estoy realmente en peligro?

Pedro escudriñó el rostro, Guillermo vio en la mirada ternura, dolor, preocupación…

__Señor embajador, han asesinado a Martin Luther King, John y Robert Kennedy y  a Grosa no hace mucho, ¿verdad?, de modo que todos somos vulnerables. La respuesta que me pide es… “sí”.

“Si cree en lo que está haciendo, entonces debe luchar por ello y quedarse. No permita que nadie lo atemorice”.

A la mañana siguiente, a las diez menos cuarto, Gaby irrumpió en el despacho de Guillermo, donde estaba celebrando una reunión.

__! Han secuestrado a los chicos! _dijo.

Guillermo se puso de pie de un salto.

__! Dios!

__Acaba de sonar la alarma de la limusina. En estos momentos se está siguiendo la pista del vehículo. No podrán escapar, es un detector electrónico que  nos indica posición donde vaya.

__Lo sé.

Guillermo salió corriendo por el pasillo en dirección a la sala de comunicaciones. Allí había unos seis hombres alrededor de un tablero de mandos. El coronel Marini hablaba por un micrófono:

__Entendido. Se lo haré saber al señor embajador.

__ ¿Qué sucede? __Apenas si pudo pronunciar las palabras. __ ¿Dónde están mis hijos?

El coronel lo tranquilizó.

__Están bien, señor. Malena al parecer tocó sin  querer el botón de la alarma de la limusina. Se encendió la luz de auxilio que lleva el auto en el techo y comenzó a emitir la señal de SOS para el rescate en onda corta, y antes de que hubiesen avanzado doscientos metros, ya los habían rodeado cinco patrulleros con sus sirenas ululantes.

Guillermo soltó el aire que había estado reteniendo, se apoyó contra la pared, y aliviado musitó un “gracias” a Silvina.

“Es fácil comprender por qué los extranjeros radicados aquí se vuelven a las drogas, a la bebida… o, a las aventuras amorosas".

__

Esa noche se quedó con los chicos que como broma contaron la anécdota pero Guillermo necesitaba sentirlos lo más cerca posible. Mientras los miraba, no cesaba de preguntarse_ “¿Estaremos en peligro? ¿Quién puede desear hacernos daño? ¿Hay un topo que desea veme muerto y otro que me cuida o es el mismo?” No halló la respuesta a ninguna de sus preguntas.

Tres días más tarde volvió a cenar con Matías Olazábal, desde la supuesta torpeza de Malena, volvieron las dudas hacia Pedro. En esta oportunidad  notó al médico más sereno, si bien aún daba la impresión de cargar con una enorme tristeza, se notaba que ponía empeño en ser atento y divertido. Guillermo se preguntó si se sentía tan atraído como él hacia su persona, y tan traidor de lo que sentía por Pedro y de lo que este decía experimentar, agregó su consciencia. “Lo que le envié no fue solamente una pieza de plata, sino más bien una invitación, y es solo porque puedo confiar en él, visceralmente confío en él.

Me suena tan formal que me llame embajador. ¿Realmente lo estaría persiguiendo? Lo que pasa es que le debo mucho… posiblemente la vida. Estoy buscando explicaciones, cuando en realidad esto no tiene nada que ver con las ganas que tenía de volver a salir con él”.

Cenaron temprano como de costumbre en el comedor de la azotea del Hotel Intercontinental, y cuando Matías lo acompañó de regreso a la residencia, Guillermo le propuso:

__ ¿No quiere pasar?

__Sí, cómo no. Gracias.

Los chicos estaban abajo, terminando la tarea escolar. Guillermo se los presentó a Matías. Este se agachó para estar a la altura de Malena.

_ ¿Me permites? __Enseguida la rodeó con sus brazos, la estrechó fuertemente, y luego se enderezó. __Una de mis niñas era tres años menos que tú, y la otra, diría de tu edad. Quisiera pensar que habrían llegado a ser tan bonitas como tú, Malena.

Ella sonrió.

__ ¿Dónde están…?

Guillermo intervino rápidamente.

__ ¿Todos quieren chocolate caliente? _invitó.

Se sentaron en la inmensa cocina a beber el chocolate y conversar.

Los chicos quedaron encantados con Matías, y Guillermo pensó que nunca había visto a un hombre con semejante expresión de avidez en los ojos. Se había olvidado de él. Tanto, que centró toda su atención en los niños, les contó historias de sus hijas, anécdotas y chistes, hasta que les arrancó contagiosas risas.

Era medianoche cuando Guillermo se dio cuenta de lo tarde que se había hecho.

__Chicos. Ya deberían estar en la cama. Vamos, andando.

Fabián se acercó a Matías.

__ ¿Vendrás a visitarnos otra vez? Papá, alguna noche podrías decirle también a Pedro.

La sonrisa del francés  se evaporó.

__ ¿Vendrás? _insistió la niña.

__Eso espero. Depende de tu padre.

Los hijos interrogaron al padre con la mirada.

__ ¿Y papá? _dijo Malena.

__Sí.

Cuando lo acompañó hasta la puerta, Matías le tomó una mano entre las suyas.

__No le digo cuánto ha significado para mí esta noche, Guillermo, porque no hay palabras.

__Me alegro. __ Lo miró fijo y sintió que él se le acercaba, los labios estaban muy cerca.

__Buenas noches, Guillermo.

Y se marchó.

__

No lejos de allí, oculto el coche negro entre los árboles, Pedro sentía la ira y los celos en las venas, salían por los ojos, y Alberto intentaba sin éxito tranquilizarlo.

__ ¿Lo ves? No necesito estar allí para saber que lo está manipulando con la historia de los hijos y la esposa muerta, es un… ¡Maldito cabrón impostor!

__Ya, Pedro, soy yo, lo sé _respondió Alberto__. Guillermo te ama, espera, no te apresures en lo que sé deseas hacer.

__Lo intento, Beto, y no sabes cuánto me cuesta.

Guillermo pensaba en la historia de Matías cuando en el visor vio el llamado de Pedro. No era un reproche por las noches de ausencia.

_Miro al hombre que escribe y su sombra me hace bien. Apego de niño triste en ojos que lloran y boca que no deja de reír, que prefiere tragar las penas que como un ancla muerden su carne sin piedad. Miro el rayo de luz que entra por la ventana y que tiñe su rostro de una tibieza infinita. Si tan solo supiese que lo amo, y quizá lo sabe. Si tan solo se dignara a mirarme con los ojos con que yo lo miro, sería flagrante delito no amarlo hasta el fin.
Miro  cada día, cada hora al hombre que escribe con tilde exagerada, con ese acento único y redondas letras de saber. La dignidad reverencia su estilo y con justa razón. Ese es  el hombre que escribe sin lápiz ni papel,  que deja con simpleza absoluta, con gotitas de agua salitre, signos raros en mi ser.

__ Pedro, es tarde.

__A veces... siento que te enredas, en mi ropa y mi pelo, sin soltarme, amarrando mi cuerpo a tu cuerpo palpitante.  A veces  siento tu susurro  repiqueteando en mi oído. Pidiendo todo y tomando todo lo que sabes tuyo.  A veces me embarga tu aroma indescriptible,  mezcla de olores que llaman  al amor, al deseo, a la entrega.  A veces... roza mi boca, tu recuerdo. Siento el beso que no das pero percibo, humedezco mis labios en su espera. A veces te recuerdo.
Solamente a veces te pienso y es… en cada minuto de mi vida.

__Perdón, yo también te pienso, pero mi razón no te cree, perdón.

__Puedo esperar. Cuídate.

__

A la mañana siguiente, al entrar  en su despacho, notó que otra de las paredes estaba recién pintada. Pedro llegó con las dos habituales tazas de café y regalando su sonrisa con hoyuelos.

__Buen día _dijo y apoyó una sobre el escritorio.

__ ¿Volvieron a poner una inscripción?

__Sí.

__ ¿Qué decía esta vez?

__No importa.

__! Cómo no importa! A mí me importa. ¿Qué clase de seguridad puede haber en esta embajada si cualquiera puede entrar en mi oficina y dejarme amenazas escritas en las paredes? ¿Qué decía, Pedro?

__ ¿Se lo digo textualmente, señor embajador?

__Sí.

__”Si no se va ahora, morirá”.

Guillermo se desplomó en el sillón.

__ ¿Puede explicarme cómo es posible que alguien en esta embajada sin que nadie lo vea entre y me pinte  mensajes en la pared?

__Ojalá pudiera. Estamos haciendo lo posible por investigar quién fue. Si no fuera por las tentativas de secuestro, le diría que igual que como cada día colocan los micrófonos que retiro de madrugada, pero es diferente.

__Bueno… “todo lo posible” no alcanza, se supone hay alguien de la CIA, ¿verdad? _le retrucó, Guillermo__. Quiero que quede un soldado apostado a mi puerta por la noche. ¿Entendido?

__Sí, señor embajador. Le pasaré el mensaje al coronel Marini.

__No se moleste. Yo mismo lo haré.

Mientras lo observaba retirarse de la oficina, pensó si Pedro no sabría quién era el autor.

Y si no sería él mismo. ¿Odio o amor?

Alberto trató de disculparse.

__Créame, señor, que esto me tiene tan mortificado como a usted. Voy a reforzar la guardia en el pasillo y pondré un custodio junto a la puerta durante veinticuatro horas.

No por ello se sintió Guillermo más tranquilo: el responsable era, obviamente, alguien de adentro de la embajada.

El coronel Marini era de adentro de la embajada.

CONTINUARÁ.

TERCERA PARTE-

LIBRO DE ANCLAJE: EL CAPRICHO DE LOS DIOSES. SIDNEY SHELDON.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.

CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.