EL
OTRO.
CAPÍTULO
CUARENTA Y SEIS.
Bariloche, 25 de junio de 2016.
“Puedo escribir los versos más tristes
esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso”. Pablo Neruda.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso”. Pablo Neruda.
“De nadie nunca seré, solo de ti. Hasta que
mis huesos se vuelvan
cenizas y mi corazón deje de latir.” Pablo Neruda.
cenizas y mi corazón deje de latir.” Pablo Neruda.
__ ¿Terminar qué?
__Una búsqueda, estaba en Google investigando
sobre el padrino de Melina, en las redes, aunque no es demasiado lo que hay.
__Siéntate que se enfriará el café y
cuéntame.
__Nada que no sepas creo, hombre de sesenta y
tantos, abogado, millonario, tiene varias propiedades en Buenos Aires y
Uruguay. Divorciado hace no mucho, cinco años, una cosa me asombró.
__ ¿Qué?
__ ¿Se mató? _musitó.
__Está grave, en el mismo hospital que la
nena, lo están operando, del auto no quedó nada, necesitan dadores y…
__ ¿Por qué te llaman a vos?
__Porque era la última llamada que vio la
policía en el registro, tengo que ir, no tiene a nadie, menos acá, estuvo a
punto de volar con el auto, pasó el peaje, no se detuvo, y por ello la policía
lo seguía, gracias a eso lo sacaron antes que explotara todo, no sé nada más,
¿por qué esta obsesión? Era tan diferente, es tan joven _balbuceó Pedro entre
sollozos.
__Operamos
abdomen porque había una hemorragia interna, llegó tras dos paros por la pérdida de sangre, sacamos parte del
hígado, suturamos varias arterias, tiene
dos costillas y el fémur derecho rotos, contusiones y golpes por todos lados,
lo salvó el cinturón y el airbag, pero preocupa que tiene un golpe en la cabeza,
una contusión cerebral que no podemos evaluar hasta que no se laven las drogas,
en principio, irá a tomografías y
resonancias que no se hicieron al ingreso porque se moría, entró a cirugía
directamente. Hay algo que deben de saber. Es verdad que el camino de montaña
no es simple, menos nevando, pero se detectaron en los análisis altos niveles
de alcohol en sangre y más, en principio heroína, es probable que por eso
perdiera el control del coche _dijo el médico abatido__, hay testigos que lo
vieron en un boliche no lejos del accidente.
__Es posible doctor, sí, no es una novedad que estuviese drogado y
borracho, hace meses que perdió el control, pese a ser abogado.
Bariloche.
__No estaba así con vos, eran felices Pedro.
__Ya basta tío, no intentes hacerme creer
culpable porque recuerdo cada cosa que me hizo… “el otro”. Sé que lo quieres,
pero solo él es responsable de esto. Si no te hubiese abandonado por ese tipo
que lo lleva a esos sitios, no estaría así, lo sabes.
“Hay
amores que pasan por nuestras vidas y así como llegan se van, dejando solo un
grato pasaje o un bonito, aunque no tan memorable recuerdo. Y hay otros que
dejan huellas profundas y heridas imborrables, son esos que muchas veces
idealizamos y otras veces son reales. Esos amores con sabor a gloria, que
producen una pasión ferviente en el corazón, que causan dicha, aunque no lo
quieran. Son esos amores los que nos dejan anhelando y deseando algo que
pareció quedarse suspendido en el tiempo, sin final e impredecibles. Amores que
nos hieren, no con golpes, ni con palabras, sino con la distancia y los
recuerdos, aquellos que son dulces y lisonjeros como el del primer amor”.
__
¿Qué crees que pensará tu familia de mí, Pedro? De lo nuestro. __ Parecía
preocupado, y a Pedro le conmovió. La sensación de que iba en serio con él era
fuerte, y no le importaba, por el contrario, le gustaba todo de él, aunque el afuera pensara que era pronto, que las
cosas podrían cambiar o quizá surgieran problemas al conocerse más, para ellos
eran parte del otro, con un vínculo magnético que los unía de manera poderosa y
profunda y que transcendía distancias y tiempo.
__
¿Qué importa eso, Guille? Ellos no dirigen mi vida, lo hago yo. Yo decido con
quién quiero pasar mi tiempo, aunque me equivoque como pasó con Matías.
__
¿Y no tendrán ninguna opinión al respecto? Lo dudo. __Por las cosas que sabía
de los Beggio, ellos tenían opiniones sobre todos y todo, y sin dudas las tendrían sobre su hijo, y por lo que
Guillermo sabía, la mayoría de las cosas que Alberto Beggio pensaba y hacía no
eran precisamente agradables, y bien era el perfecto candidato a oponerse a su
relación con Pedro.
__Mi
familia y yo, no nos llevamos bien, lo sabes, Guille. Los mantengo por eso a
distancia saludable.
Orestes
se acercó, Camila había ido a esperar a Nancy que con Diego llegarían en el
vuelo de esa hora.
__
¿Han dicho algo sobre su pronóstico?
__Nada
tío, solo han dicho que era grave, que había en sangre alcohol y más. Se salió
de la ruta, cayó unos trescientos metros, y por suerte quedó fuera del coche
antes del estallido porque la policía lo perseguía. Lo único que sé es que está
en estado crítico. __De pronto a Pedro se le cruzó la idea de que quizá nada
había sido un accidente.
__
¿Lo habías visto?
__No
tío, no le he visto, por teléfono parecía que estaba bien, aunque supongo que
en él eso no significa nada.
__Con frecuencia los suicidas parecen más
felices cuando toman la decisión. Incluso eufóricos.
__Ya
basta, Orestes, Matías no es un suicida, lo que hizo hace un tiempo no fue más
que una farsa para manipular a Pedro y ahora lo estaba acosando.
__Estaba
muy deprimido por la separación, eso es indudable.
Mientras
hablaban una enfermera salió y admitió el ingreso a Pedro, que apenas llegar a
la antesala habló con el residente en jefe.
__Está
grave, doctor, tiene rotas las piernas,
un brazo, la pelvis, hemorragias internas que suturamos en el origen, y
traumatismo de cráneo, está en coma, me temo que no es un panorama muy
halagador.
Pedro
entró para verlo luego de someterse a todas las medidas de cuidado e higiene,
pero se quedó a un lado para no entorpecer el trabajo del equipo. Lo habían
intubado y colocado en asistencia respiratoria mecánica, estaba asistido y
conectado a una decena de aparatos. Sus constantes vitales eran irregulares y
su cara estaba tan magullada que casi no lo reconocía. Pese a todo lo sucedido
cuando Pedro lo vio, se le encogió el corazón.
__
¿Es muy grave la lesión de la cabeza? __le preguntó al residente jefe cuando
volvió a verlo, y este negó con la cabeza.
__Aún
no lo sabemos. A lo mejor ha tenido suerte. El electroencefalograma tiene buen
aspecto, pero no se ha podido trasladar
el equipo para hacer estudios de imágenes y está en un coma muy profundo. Todo
depende de lo que se inflame el cerebro, y eso es imposible predecirlo. Y de si
sale del coma. __Pero por el momento, se ha decidido esperar antes de operar
para aliviar la presión. Con un poco de suerte puede disminuir sola. El tiempo
es fundamental. Y la suerte.
__Gracias,
doctor.
En
un momento de calma, Pedro se acercó.
__
¿A dónde está? ¿Por dónde quedó? Perdido en algún rincón del tiempo olvidado
quedó aquello que juramos era amor… en qué momento dejamos que se durmiera
lejos de nuestros brazos, agonizante de frío
y sin alimento, dejamos que se marchite y muera callado en la oscuridad
del olvido.
Promesas
incumplidas en su nombre nos hicimos, una y otra vez mirándonos a los ojos, nos
prometimos llegar a la vejez de la mano, caminar a pasos lentos, sentir en tu
cielo blanco el paso de mis manos, dejar por tu piel que abrazara entre sus pliegues el paso de los
años, mis incansables besos.
Pendiente
fui de ti en tus días y noches, callé en un momento de aquella nuestra historia
mis palabras de amor que quise sentir a
pleno por ti, las rosas ya no florecieron para que entre mis manos te llegaran,
los versos en un trozo de papel se perdieron en el aire antes de ser escritos…
no había un amor del que hablaran mis letras. ¿Qué faltó de todo aquello que
juramos darnos? ¿En qué momento de nuestra historia dejamos de alimentar con
leños de besos, caricias y deseos, lo que al principio parecía ser una hoguera
de pasión que creímos nos consumiría la vida entera? ¿Dónde dejamos olvidado
aquello que un día nos unió? ¿Aquello que quiso y no pudo ser un amor?
¿Qué
hiciste Matías?
Para
entonces ya le habían escayolado el brazo y las piernas, y lo habían limpiado
pero tenía muchas heridas.
Salió
a la sala de espera y vio que Orestes, Diego, Nancy y Camila estaban allí con
Guillermo.
__
¿Es muy grave? __preguntó Camila al padre antes que Pedro tuviese tiempo de
decir nada.
__Está
mal _ dijo Pedro al momento que saludaba a Nancy y al amigo__. Podría ser peor.
Y es posible que empeore antes de empezar a mejorar. __No dijo “si es que
mejora”, aunque lo pensó.
__
¿Qué crees que ha pasado? __le preguntó Orestes. Matías no bebía mucho, no se
drogaba hace meses, y aunque lo hiciera alguna vez, no era probable que
condujera estando bebido.
Pero
Pedro no quería compartir sus sospechas con ellos, ni que Guillermo lo leyera.
Si había intentado suicidarse tendrían que vigilarlo muy de cerca cuando
saliera del coma. Y había comentado sus antecedentes, y del divorcio en curso
al médico, quien anotó y agregó un signo de interrogación rodeado de un círculo
en rojo a la palabra accidente.
Pedro
les explicó con la mayor sencillez lo que podía significar la inflamación de
cerebro.
__
¿Me estás diciendo que podría estar en muerte cerebral? __Orestes estaba
aterrado. Pedro sabía que pese al alejamiento de los últimos meses él lo quería
como a un hijo.
__Podría
haberla o peor, que es ese estado donde tienen actividad cerebral pero no
pueden expresarse, pero esperemos que no pase. Todo depende de lo que tarde en
salir del coma. De momento hay actividad cerebral, está supervisado continuamente,
si tarda más de cuarenta y ocho horas ya sería preocupante, como máximo tres o
cuatro días, y ya en ese caso, que
despertara sin secuelas sería un milagro.
__
¡Dios! _ dijo Orestes pasándose la mano por el pelo con aire trastornado.
Camila estaba tan angustiada como el padre pero por él__. Alguien tendría que
llamar a su madre, el padre murió, y lo mismo a ese John o como se llame que
dice ser su protector ahora.
__Sí,
eso creo _dijo Pedro con calma. Siempre cabía la posibilidad de que se perdiera,
su estado era muy grave__. ¿Quieres que llame yo? __Aquel tipo de llamadas
nunca eran fáciles y, aunque no lo pasaba precisamente bien, dar malas noticias
era parte de su trabajo.
__No.
Yo la llamaré, se lo debo a Matías _ dijo Orestes, y también tengo que tener
por allí el número de ese tipo.
Moravia
fue hasta una cabina que vio al llegar. Nunca se le había ocurrido que tendría
que utilizar esos números para dar esa noticia, solo alguna vez, Matías se lo
había dado como medida de precaución, y allí estaba, llamando a la madre para
decirle que estaba en coma.
__
¿Qué aspecto tiene? _preguntó Camila en voz baja cuando su padre fue a hacer la
llamada, Guillermo permanecía sentado con los ojos cerrados y la cabeza apoyada
en la pared, aunque escuchaba todo, pero no sentía deseos de entrar a ver a…
“el otro”.
__Está
muy mal __respondió Pedro abrazando a las chicas__, siento que le haya pasado
esto, aunque por más que tu padre lo niegue,
creo que hace rato se veía venir
algo así.
Cuando
Moravia regresó se estaba enjugando los ojos, y tardó unos momentos en
recuperar la compostura.
__Pobre
mujer, me siento como un verdugo. Matías
es ahora lo único que tiene, y voy y le digo que está en coma.
__
¿Es muy mayor? __preguntó Camila.
__No
lo sé hija, nunca se lo pregunté __repuso el padre__. Por la voz no me lo ha
parecido. Se puso a llorar en cuanto se lo dije. Estará aquí en unas doce o más horas, vive en Boston, y tomará el
primer vuelo. Al tipo no lo he llamado, es muy temprano para él, llamaré en
unas horas.
__Pedro,
Guillermo, ¿por qué no van a descansar un rato ahora que estamos nosotros?
__ofreció Diego __. No lo dejaremos solo, descuiden, puede que necesite dadores
y hay que ocuparse de papeles, de la policía supongo, para eso estamos todos acá.
__Gracias,
ya lo haremos, entraré a ver si hay novedades, Orestes, tienes que ver a la
chiquita de la tutela, está acá mismo, en el piso de pediatría.
__En
cuanto se defina lo de Matías iré, Pedro, eso saldrá en cualquier momento,
viajaremos con ella seguramente, y por lo que sé, tenemos ubicado al padrino.
__ Supongo que ese tipo en algo tiene razón, Matías en ese estado no notará
diferencia entre que estemos agobiados acá o
salgamos a comer o a dormir. Supongo que la gente reacciona de maneras
curiosas al estrés, a mí no me pasaría ni el agua en estos momentos. Pero ese
tipo pareciera negarse a reconocer que Matías está muriendo.
__Sí,
lo sabemos.
Poco
rato después era de madrugada cuando Orestes regresó con el rostro demudado,
pero por la ira.
__
¿Qué sucede? ¿Viene ese tipo?
__
Qué va. Pobre chico _ me dijo_. No tiene mucha suerte, ¿verdad? Primero lo deja
el marido, ahora esto, manténgame informado__ dijo, y cuando le pregunté si
vendría, me dijo que para qué, que no podía hacer nada por él y que odiaba los
hospitales, que le ponían nervioso, que no cree que le sirva de gran cosa, que
no quiere verlo lleno de aparatos ni tubos, que esas cosas lo impresionan
mucho, excusas, en definitiva apenas se
dio por aludido y no piensa en modificar en un ápice su rutina.
__Hay
gente así, papá, gente que evita las realidades o las niega. Y por otra parte
hay quienes piensan que esperar en un hospital no sirve de nada, que solo
consigues deprimirte y molestar a los médicos, quizá lo quiera más de lo que
parece, y se niega a reconocer la gravedad del asunto.
__
¿Crees que saldrá de esta, Pedro? _ susurró Guillermo abrazándolo cuando este
se sentó a su lado.
__Es
difícil saberlo en estos momentos, amor. Todo depende de la inflamación del
cerebro, de cómo le afecte y del tiempo que tarde en salir del coma. Los huesos
rotos no lo matarán, pero creo que lo otro sí podría matarlo __ dijo Pedro
exhausto, no le aclaró que pensaba que él mismo podría haberlo provocado. No
tenía ninguna prueba, solo su intuición y los antecedentes, lo que sabía de él,
aunque en silencio Guillermo pensaba lo mismo.
__
¿Quieres entrar tú? _ preguntó Pedro. Cada media hora alguien salía y todo
seguía sin cambios, Nancy y Camila permanecían abrazadas, sentadas en silencio,
Diego había salido a fumar, y Orestes alternaba entre llamadas y paseos de un
lado al otro, había entrado a verlo hacía pocos minutos.
__Todo
igual, lo tienen aislado y controlan rigurosamente su evolución, según dijo la
enfermera sigue igual, aunque luego dijo que si se podía, el coma era más
profundo, las cosas no pintan bien, solo espero que la madre llegue a tiempo.
Hace muy poco que se habían reconciliado como para que lo pierda justo ahora,
es hijo único.
__Paso
a verlo, sé que la señora está en vuelo tío, estará acá a última hora o mañana.
Pedro
repitió la rutina, y permaneció junto a Matías en silencio un buen rato, no
todo había sido malo entre ellos, le acarició con delicadeza el dorso de una
mano. Estaba conectado a todo tipo de monitores y aparatos. Tenía vías endovenosas
en ambos brazos, le pasaban suero y sangre para compensar la pérdida en
hemorragias internas. En el score de heridas, las suyas estaban entre las más
graves.
__Hola
_ dijo con suavidad cuando la enfermera lo dejó solo con él pues todos los datos
aparecían en pantallas y monitores del box central__. ¿Qué se supone que estás
haciendo aquí? Eres demasiado joven como para esto, y será lo mejor que salgas
y te levantes ya, podemos ser amigos y volverás a enamorarte. __Mientras
hablaba sentía los ojos escocidos por las lágrimas. Más allá del divorcio y de
no amarlo, Matías antes había sido alguien importante, un amigo, no quería que
muriera__. Sé que idealizas lo que tuvimos, y que crees amarme, pero no es así,
tu amor puede estar esperando más cerca de lo que crees, y aun así, nosotros te
queremos, mi tío, y tu madre te adoran, van a llevarse un gran disgusto si te
pasa algo.. Tienes una vida esperándote allí afuera, tienes que vivir, Matías.
__Las lágrimas empezaron a rodarle por las mejillas__. Pese a todo lo loco de
tus actos de estos meses, no te odio, sé que Guille tampoco, solo está enojado,
tienes que vivir y ser el de antes.
“Esperando
tu llegada se marchitó la flor mientras se evaporaba el perfume de tu esencia.
Noches de insomnio con volátiles pensamientos volaron a través de los cristales y pasaron por los focos de mortecina luz que hacía del raro ambiente una noche de perros.
La ciudad dormía plácidamente mientras allá en una humilde morada, un corazón sufría la derrota de los sentimientos en corazón enamorado.
Y la ciudad y los perros solo eran escuchados como la tormenta en la distancia, mientras mi pensamiento y quizá mi espíritu lograba salir del cuerpo levitando para escapar y salir en tu búsqueda.
Recorrí las calles desiertas hasta llegar a un lugar ávido de gente que nocturna pulula como muertos vivientes en los antros marginales del bajo mundo.
Podía ver la maldad en los rostros amarillentos y consumidos por la droga que como demonios; deambulaban en manadas de arriba abajo en busca de posible presa en personas despistadas.
¿Y por qué llegué a aquel lugar que ya me era familiar? Quizá porque la última vez estaba vestido de rojo y solía ser mariposa nocturna que juega con candela en los focos que arden y consumen a quien busca abrigarse en su calor.
Yo fui nocturno por aquellos lugares, y aunque solo buscaba un salario, hacía de detective de mi corazón y cazador de sentimientos ajenos.
Y allí, estaba radiante y como siempre; buscando la fogosidad de la noche, iluminada por un foco que me hacía ver pálido pero bello.
Un chico de mal talante y cara de demonio, lo besó de repente y puso en su mano un arrugado billete; mi bella flor lo siguió y sin decirse nada, desaparecieron tras una puerta.
Así mi ilusión también se esfumó por aquel mundo vacío, porque ya no había más que ilusiones muertas ante un color rojo que se perdió en la oscuridad de un mundo banal que solo vive el momento y respira desaliento. Así comenzó todo, con Orestes hace años, cuando me dejaste de nuevo.
¡Muerte, no cruces mi sendero que no busco tu abrazo; él está muerto para mí, tú sabes cómo abrazarlo, y; dale saludos de mi parte que yo te lo entrego a tus brazos porque los míos no abrazan cuerpos de corazón gélido, menos deseo perderme en su mundo de rosa con perfume que huele a formol y viste traje con etiqueta de medicina, casi legal! Besos inciertos… besos que rebosan de pasión, besos perfectos para mi boca impía, besos perversos que incitan al amor mediando las intenciones de sentir el cielo y morir de nuevo en el fulgor de tus pupilas.
Noches de insomnio con volátiles pensamientos volaron a través de los cristales y pasaron por los focos de mortecina luz que hacía del raro ambiente una noche de perros.
La ciudad dormía plácidamente mientras allá en una humilde morada, un corazón sufría la derrota de los sentimientos en corazón enamorado.
Y la ciudad y los perros solo eran escuchados como la tormenta en la distancia, mientras mi pensamiento y quizá mi espíritu lograba salir del cuerpo levitando para escapar y salir en tu búsqueda.
Recorrí las calles desiertas hasta llegar a un lugar ávido de gente que nocturna pulula como muertos vivientes en los antros marginales del bajo mundo.
Podía ver la maldad en los rostros amarillentos y consumidos por la droga que como demonios; deambulaban en manadas de arriba abajo en busca de posible presa en personas despistadas.
¿Y por qué llegué a aquel lugar que ya me era familiar? Quizá porque la última vez estaba vestido de rojo y solía ser mariposa nocturna que juega con candela en los focos que arden y consumen a quien busca abrigarse en su calor.
Yo fui nocturno por aquellos lugares, y aunque solo buscaba un salario, hacía de detective de mi corazón y cazador de sentimientos ajenos.
Y allí, estaba radiante y como siempre; buscando la fogosidad de la noche, iluminada por un foco que me hacía ver pálido pero bello.
Un chico de mal talante y cara de demonio, lo besó de repente y puso en su mano un arrugado billete; mi bella flor lo siguió y sin decirse nada, desaparecieron tras una puerta.
Así mi ilusión también se esfumó por aquel mundo vacío, porque ya no había más que ilusiones muertas ante un color rojo que se perdió en la oscuridad de un mundo banal que solo vive el momento y respira desaliento. Así comenzó todo, con Orestes hace años, cuando me dejaste de nuevo.
¡Muerte, no cruces mi sendero que no busco tu abrazo; él está muerto para mí, tú sabes cómo abrazarlo, y; dale saludos de mi parte que yo te lo entrego a tus brazos porque los míos no abrazan cuerpos de corazón gélido, menos deseo perderme en su mundo de rosa con perfume que huele a formol y viste traje con etiqueta de medicina, casi legal! Besos inciertos… besos que rebosan de pasión, besos perfectos para mi boca impía, besos perversos que incitan al amor mediando las intenciones de sentir el cielo y morir de nuevo en el fulgor de tus pupilas.
Quiero
dolerte… que me duelas hasta los huesos
y disfrutar el veneno de tu olvido, de las caricias perdidas, de las horas que
en la ilusión de la nada se han dormido, de los días oscuros que transcurren
sin sentir viviendo horas vacías en un lento y triste devenir. Me bañaré de
recuerdos bajo la luz de la luna, me mojaré con la nostalgia que trae la noche
a estos parajes que sin ti están sombríos por la falta de calor de tus
palabras, por la ausencia de caricias… todo en este mi mundo se torna frío. Me
perderé en la fisura de tus sonrisas efímeras prisionero siempre de tus ojos
hechiceros, de esa mirada profunda tantas veces ungido… para morir así en el
lecho frio que hoy con fervor me da tu
olvido. ”
Durante
media hora estuvo allí, hablándole, con firmeza pero también con suavidad. Al
final, le besó en la mejilla y volvió con los otros que seguían en sala de
esperas.
__
¿Cómo está? _preguntó Orestes aún con cara de pánico, Camila parecía agotada,
tenía la cabeza apoyada en el hombro de Nancy pero en cuanto oyó a Pedro abrió
los ojos.
__Más
o menos igual, quizá lo ayude oír la voz de su madre.
__
¿De verdad crees que eso cambiará algo?
__No
lo sé, pero hay gente que dice que han oído cómo les hablaban mientras estaban
en coma, cuando nadie pensaba que podían oír nada. La gente vuelve de las
puertas de la muerte por las cosas más extrañas. La medicina es un arte además
de una ciencia.
__Quizá
todos tendríamos que hacerlo _repuso Diego con inusual aspecto nervioso.
A
Guillermo le aterraba el encuentro con la madre de Matías, hacía años que no la
veía y no la llevaba precisamente bien, y a Pedro le había aumentado la
preocupación por otro motivo. No tenía idea de lo mayor que podía ser. ¿Y si
era muy grande y frágil? Quizás aquello sería demasiado para ella.
Diego
pasó a verlo, y tardó bastante adentro, Camila apenas aguantó unos minutos y
salió llorando. Guillermo al fin entró, inquebrantable le habló como Pedro le
había dicho, le impresionó el color ceniciento, aún no estaba in extremis, pero
tenía aspecto de estar muerto o muriéndose. Pedro lo sabía, incluso Orestes se
daba cuenta.
Cada
cierto tiempo John Miller llamaba a Orestes, pero seguía sin disposición a ir,
y Pedro con Guillermo y las chicas fueron a un hotel, la cabaña estaba
demasiado lejos como para regresar en caso de una emergencia.
Orestes
y Diego quedaron en sala de esperas por si llegaba la mamá, o la policía y todo lo que podría suceder.
Decidieron
al llegar y luego de darse una ducha, pedir algo de comer en la suite, fuera
nevaba como presagio del día transcurrido, y Guillermo llamó a Elena, quería
asegurarse que todo anduviera bien en el refugio, así como antes habían pasado
a ver a Melina para avisarle que tenían alguna demora en el viaje.
En
noches de pasión las mudas paredes y la confidente luna, fueron testigo de
horas de delirio, ella entre las nubes debió ocultar su envidia, al vernos
amarnos de tantas maneras que, seguro alguna de ellas, a la noche le dijo
debían ser prohibidas… entre gemidos tu boca
pronunció palabras de amor, palabras que al amanecer quedaron dormidas.
__
Va a sobrevivir, es muy joven __dijo Guillermo sin convencimiento.
__Eso
espero, Guille, no debe morir.
__
¿Tanto te importa?
__Guille,
no es momento de celos, me importa como todo ser humano y como lo que fue.
No lo exteriorizas, pero sientes curiosidad,
crees que insistiré para convencerte, sé que lo deseas, aunque intuyo que
aborreces desearlo y te alzarás con un nuevo impedimento, pueril, limpio,
ingenuo, sorteando como siempre el
enfrentamiento, mas te tomaré de la
mano, miraré a lo profundo de tus ojos, acercaré tu cuerpo al mío, e intentaré
besarte, me rechazarás, lo intentaré de nuevo y lo volverás a rechazar, a estas
alturas nuestros pechos están fundidos, convergen en un solo latir de
corazones, acaricio levemente tu cabello, toco tu mejilla con el dorso de la
mano, noto que trepidas, acercamos mutuamente los labios, cerramos los ojos y
nos dedicamos el más tierno de los besos, impedirlo es luchar contracorriente, así
convertimos en realidad el sueño.
Separamos los rostros y, antes que entornes
los ojos, pongo la palma de mi mano suavemente en tu mejilla para que ladees y
descanse en ella tu cabeza, ya los abres y me notas, al mundo, inclinado, me
pides, ¡por favor!, otro, el mismo beso, cedo, esta vez acercando tu rostro con
mis manos para ungirnos en un momentáneo frenesí que termina apoyando tu rostro
en mi hombro mientras me susurras entre
suspiros, ¡te amo!
Te separas delicadamente, te acercas, me
besas, te vuelves a separar, exhalas un largo suspiro que arrastra un leve
sonido de pasión, me miras fijamente y decides, por fin, abrirte.
Acaricio más profundamente tu cabello, tu
lacio y hermoso negro cabello, lo huelo. Con mis labios en tu cuello, beso,
beso la mandíbula, el lóbulo de la oreja, la mejilla, la punta de la nariz, los
dos ojos, me separo. Me miras fijamente el rostro y tomas la iniciativa sacando
a relucir tu inconfundible candor, que traduces en besos y caricias varias,
mezclas tus dedos entre mis cabellos a la vez que me abrazas con delirio. Es la
conjunción de dos seres. Nos necesitamos el uno al otro.
¿En qué momento se confunden el amor y la
pasión? ¿En qué momento el amor y el dolor?
Impera luchar hasta encontrar el sitio.
(Siempre es la hora, siempre el perfecto momento), el lugar adecuado en que
yacer, puede que entonces se sea bien acompañado, puede que sea amor.
__
Qué extraño es el amor y a veces tan
impredecible, porque a veces las
palabras sobraban, pues las miradas lo decían todo, porque los ojos
ya no tenían ese brillo de amistad y en ellos podía verse grabado el deseo incontrolable, porque tu mano
entrelazada con mi mano, los corazones
palpitando, más cientos de silencios solo
salían de las bocas, mas los labios solo deseaban lo mismo y una sonrisa trajo a la otra, un abrazo
trajo otro abrazo y lentamente comienzo a sentir tu respiración quemándome y no puedo
contenerme, te robo un beso y me lo devuelves inmediatamente, ya el deseo no se
puede ocultar, y mis manos comienzan a acariciarte,
somos piel y piel ardiendo, deseo y
pasión en la oscuridad, los temores quedaron atrás, y un acto de amor estaba
por comenzar.
Siento
tus labios que abrazan mis labios, dejando tu miel fresca, en cada mañana
erótica. Siento tu boca con sabor que
quema mis labios con amor, dejando tu olor
y tu aliento de flor. Y hoy quiero desnudar tus besos, en el silencio de
mis recuerdos, abrazando tus labios con el amor de mis besos.
_ Mi
señor tentación hágame bajo esa luz su esclavo, sí lo espero arrodillado para
recibir todo su agrado incitando a cada
poro hacer pecar con más descaro hasta
que su encaro sea el alma de mi dulce pecado.
Me
seduce tu piel, el sabor de tus labios, tu encanto tu cuerpo, tus ojos, tus manos, tu voz, tu
cálido tacto despertando al diablo bajo
el disfraz y otro santo deseando ser
inducido con todo roce de tu contacto. Querida tentación, date el grato gusto y
el arrebato de tener entre tus brazos
tomando lo que has dado que mi deseo te
pide en su pecho para ser candidato a
ser sometido con los dulces besos que has amado. Mi amada tentación hazme
merecedor de tu reinado que seré el viento del sur, la pasión en tus
reclamos hasta el fuego de esas cenizas
que creías apagado con el mero hecho de
mi halago del que disfrutamos.
Provócame
una vez más con el delirio, tan
entregado que esa mirada regala cada vez
que está a mi lado que del alba hago
ocaso y de la noche un sol dorado y no
tengo tantas palabras que describan tal tentado. Déjame caer en la tentación
del calor de tus regazos, sabrás lo que
es pecar, tus pecas recibirán ese trato
entre tanto bueno y nada malo estarás en mis brazos seduciendo al mismo
tiempo para que alargue su rato. Tiéntame sin miedo, no pienses que me harás
daño que tengo el corazón con todo deseo
del amor curado listo para ser digno de
recibir ese dulce tal engaño que tu
insinuación induce al cariño ser provocado.
__
Me asombra la mirada de los niños aburridos, sentados en los bancos y fumando,
esperando que algo los entretenga, confiados en ese marketing fácil que promete
una vida cotidiana sin sobresaltos, feliz, iluminada de aventuras y amores
fugaces. Todo al alcance de tu mano por cuatro perras.
También
me asombran los perros que trotan por las calles, todos alegres a pesar de ir
amarrados al fuerte brazo del amo.
Me
asombran los árboles que crecen enormes en los parques como si fueran un
edificio singular, un rascacielos implantado en un lugar privilegiado, regado
cuidadosamente cada mañana de verano. Él también debe asombrarse de estar ahí,
dejando pasar el tiempo, viendo cómo sus compañeros se desarrollan
ennegrecidos, raquíticos y famélicos en las aceras de las calles. Pero ellos,
los gigantes, no están en cualquier otro sitio por un azar determinado, son los
árboles de los parques de nuestras ciudades, lejanas y terribles.
Me
asombran los pájaros con su charla de madrugada, seguro que hablan de cuándo
construirán el nido, que qué tal les fue durante el viaje al calor durante el
invierno, que si fulanita tuvo un accidente y un halcón la atrapó, que si los
hijos de zutanita aprendieron a volar tarde, tal vez incluso hablen de otra
cosa. Me inquietan en especial las palomas que están en todas partes. Hay una
en particular que viene a beber todas las tardes a mi pequeño estanque, desconfiada
me observa mientras bebe, por si tuviera la intención de acercarme a ella en
ese momento de debilidad, en ese momento en el que todo es posible, incluso
hasta se pueden ahogar de la inquietud.
Me
asombra ese tiempo que transcurre lentamente, ese tiempo que cada día nos
plantea el desafío de qué hacer. Yo sé que podría hacer algo más interesante,
pero el esfuerzo de pensar me aturde, pensar en el otro me aturde, sea como
fuere, siempre consigue arruinar nuestros momentos, Pedro. Y eso, eso por
desgracia o lo que hizo, no me asombran.
__
Perdón si me atrevo a vivir este hermoso
sueño. Perdón si me atrevo a decir que
eres tú mi dueño. Me gusta soñar que me amas como yo te amo, me gusta sentirme
tu amante en la noche oscura, me gusta tener en mi haber caricias en mi piel y
besos dados al cerrar mis ojos, sentir cómo mi cuerpo tiembla cuando centímetro
a centímetro dibujas con tus dedos mariposas en mi piel, sí vida mía, así soy
yo, tu hombre apasionado, soñador y amante
de tus sueños bajo la luna.
Podíamos habernos encontrado y sin más darnos esa entrega que a gritos piden nuestras almas y dejar que los ojos del mundo nos miraran sin importarnos nada más, que el momento maravilloso donde nuestros labios ahogaran ese aliento dulce y templado, que, entre sonrisas y perdidos ya en nuestros ojos culmine ese beso lento deseado.
Discúlpame vida mía, discúlpame por entregarte desnudos mis verbos, discúlpame amor, si se me escapan verbos que puedan perturbar tu sueño, es que no lo puedo remediar, tú sabes cómo te pienso y cuánto te amo, tú, mi amor soñado eres mi delirio en mis noches de soledad e insomnio.
Te amo. Llámame soñador por vivir en este sueño de amor, por escribir versos de amor imposibles de cumplir, desde que te conocí, eres el sueño en mis silencios, y compañero de juegos en mis noches de soledad, donde te busco y te encuentro para no poder besarte vida mía, al cerrar mis ojos sueño para sentir tus besos lentos, bésame despacio, te susurro, para que tus besos sean eternos y pueda sentirlos en mis labios en mis noches de insomnio, y guardarlos en mi memoria.
De momento amor mío me soñaré en tus brazos, me soñaré bailando y dejándome acariciar, dejaré que mis zapatos vacíos de amor se pierdan dejándose llevar por los tuyos y entre paso y paso nos acercaremos a ese momento enamorado que todo lo envuelve, me dejaré besar, cuando acerques tu cuerpo al mío y en esa sensación de explosión de deseo dancemos vida mía. No tardes y abrázame vida mía.
Podíamos habernos encontrado y sin más darnos esa entrega que a gritos piden nuestras almas y dejar que los ojos del mundo nos miraran sin importarnos nada más, que el momento maravilloso donde nuestros labios ahogaran ese aliento dulce y templado, que, entre sonrisas y perdidos ya en nuestros ojos culmine ese beso lento deseado.
Discúlpame vida mía, discúlpame por entregarte desnudos mis verbos, discúlpame amor, si se me escapan verbos que puedan perturbar tu sueño, es que no lo puedo remediar, tú sabes cómo te pienso y cuánto te amo, tú, mi amor soñado eres mi delirio en mis noches de soledad e insomnio.
Te amo. Llámame soñador por vivir en este sueño de amor, por escribir versos de amor imposibles de cumplir, desde que te conocí, eres el sueño en mis silencios, y compañero de juegos en mis noches de soledad, donde te busco y te encuentro para no poder besarte vida mía, al cerrar mis ojos sueño para sentir tus besos lentos, bésame despacio, te susurro, para que tus besos sean eternos y pueda sentirlos en mis labios en mis noches de insomnio, y guardarlos en mi memoria.
De momento amor mío me soñaré en tus brazos, me soñaré bailando y dejándome acariciar, dejaré que mis zapatos vacíos de amor se pierdan dejándose llevar por los tuyos y entre paso y paso nos acercaremos a ese momento enamorado que todo lo envuelve, me dejaré besar, cuando acerques tu cuerpo al mío y en esa sensación de explosión de deseo dancemos vida mía. No tardes y abrázame vida mía.
__El
tiempo, tesoro que se nos escapa cada
segundo, transcurren las horas y yo esperando a mi eterno amigo, a mi tierna y querida noche, donde me abraza
con tanto amor y placer que caigo rendido ante sus cualidades infinitas,
dejándonos al desnudo sin defensa ante su poder de posesión. En ese instante
entran a mi mundo sin pedir permiso ángeles y musas,
obligándome a compartir mis historias con duendes que se sienten identificados con las más sublimes y profundas ideas que brotan de mi alma. En mi encierro de fantasía,
del cual no quisiera salir, camino hacia mi silla donde reposo mi cuerpo extenuado,
pero con deseos de perderme en el viento, flotando como nubes buscando eternamente el final de un camino sin regreso. Frente a mí me seduce la mesita de noche, la cual domina mis manos, colocando en ella la pluma donde cae la tinta frágil y continúa en versos y liras sobre la seducción de hojas blancas, enamorándose ambas, uniéndose al igual que la tierra y el mar.
obligándome a compartir mis historias con duendes que se sienten identificados con las más sublimes y profundas ideas que brotan de mi alma. En mi encierro de fantasía,
del cual no quisiera salir, camino hacia mi silla donde reposo mi cuerpo extenuado,
pero con deseos de perderme en el viento, flotando como nubes buscando eternamente el final de un camino sin regreso. Frente a mí me seduce la mesita de noche, la cual domina mis manos, colocando en ella la pluma donde cae la tinta frágil y continúa en versos y liras sobre la seducción de hojas blancas, enamorándose ambas, uniéndose al igual que la tierra y el mar.
A mi
lado sobrevive la lámpara que me acompaña sin descanso en la oscuridad de cada
instante de soledad, alumbrando con sus luces de ideas, mi mente prisionera de
mi propia locura. Y en ese vaivén en los espacios del tiempo, me encuentro
atrapado entre poemas y prosas, al cual pertenezco, a este mundo mágico y
soñador, donde nos sentimos libres y seguros de llegar a ese camino fantástico
que solo encontramos en la incansable, inagotable y poderosa materia gris de
nuestra mente.
Mi
alma reclama a tu alma, mis labios tu despertar y mis caricias las llevas
grabadas en tu piel, estas son las
pequeñas cosas que nos unieron y dieron inicio a esta pasión, mas júrame
que lo que hoy nos une, no es un simple sueño y que serás mío para
siempre, porque tú sabes sacar lo mejor de mí y hasta sacas una sonrisa, cuando
la vida me ha obligado a llorar, por eso
si volviera a nacer, sin duda que volvería a buscarte, para encontrarte otra
vez, porque haberte tenido en esta vida, no es suficiente para haberte amado,
porque el amor no tiene límites y es eterno como el tiempo, por eso mi amor por
ti, es un amor sin final.
__
Si usted pudiera darse cuenta del poder que ejerce en mí. Cuando repite te amo,
cuando esboza en sus labios innumerables
sonrisas, cuando me deja pasmado esa hermosa confesión
que soy su hombre soñado. Si usted pudiera darse cuenta que al sonido de su voz se pone a sus pies mi corazón, mis sentidos olvidan todo y concentran su atención en generarle sonrisas sabiendo que solo yo lo amo con esta devoción. Si usted pudiera darse cuenta que mi felicidad está en sus manos y en todo su ser mi placer. Si supiera que mi piel tiene tatuado su nombre por eso exclusiva corresponde a su calor y fragancia y a los deseos que mi cuerpo esconde. Si usted pudiera darse cuenta que el cielo lo celaría si pudiera percatarse del poder que ejerce en mí al considerarlo solo mío. La luna, el sol, las estrellas tal vez nunca aceptarían q que esta forma en que lo amo es lo que le da sentido a mi vida.
que soy su hombre soñado. Si usted pudiera darse cuenta que al sonido de su voz se pone a sus pies mi corazón, mis sentidos olvidan todo y concentran su atención en generarle sonrisas sabiendo que solo yo lo amo con esta devoción. Si usted pudiera darse cuenta que mi felicidad está en sus manos y en todo su ser mi placer. Si supiera que mi piel tiene tatuado su nombre por eso exclusiva corresponde a su calor y fragancia y a los deseos que mi cuerpo esconde. Si usted pudiera darse cuenta que el cielo lo celaría si pudiera percatarse del poder que ejerce en mí al considerarlo solo mío. La luna, el sol, las estrellas tal vez nunca aceptarían q que esta forma en que lo amo es lo que le da sentido a mi vida.
Si
usted pudiera darse cuenta que el deseo que hay en mi piel, que los latidos de
mi corazón solo tienen un destino, que no existe amanecer donde usted no esté
conmigo no existirían esos celos cuando en cada
otro usted ve como enemigo. Si usted pudiera darse cuenta que todo yo le
pertenezco, que yo descanso en su voz que yo me pierdo en sus besos usted con
los ojos cerrados metería las manos al fuego por este hombre que lo ama y el
placer que lo consume tan solo habita en su cuerpo.
Si
usted pudiera darse cuenta cuánto lo amo sentiría que al no estar juntos y que
haya distancia en nuestros labios podría tal vez condenarnos, porque amarnos y
no tenernos
es un imperdonable pecado.
es un imperdonable pecado.
Tú y
yo llevamos impregnada esa esencia en el alma,
en cada beso que nos damos, nuestros encuentros son profanos, sublimes,
embriagantes, como el café de tus ojos que seducen, cautivan, es el aroma
delicioso como el café que prende, ese ardor de la boca, que corta mi
respiración.
No
cambio el sabor de ti, me erotiza, me lleva al cielo, eres mi veneno y al mismo
tiempo mi perdición, quiero sentir en mi alma ese aroma incomparable que emana,
que me enloquece, que desequilibra mis sentidos, y que me hace titiritar,
tienes esa aroma preferido dulce que me tiene loco, que por las mañanas sorbo a
sorbo te tomaría sin dudar.
El
café como tú es la sensualidad que me fascina y enloquece cada día, cuando me
quedo solo dejas en mi piel todo ese aroma tan exquisito de ti, huelo a tu
fragancia, dejo que se penetre en mis sentidos, puedo incluso saborearla,
acariciarla, tomarla entre la lengua y el paladar, para no dejarte escapar, te
amo Guille.
__
Siempre te amaré, te amaré en los vientos huracanados que estremecen los
cimientos de mi encierro, en la duda infalible de mi locura sin remedios, en el
silencio que yace entristecido por no decir,
abrázame amor mío, en la lejanía,
a la distancia, tus besos que se escapan de mis deseos. Siempre te
amaré, te amaré en la aventura de quererte sin tabúes, sin tropiezos, en el vacío que deja la
soledad cómplice de rupturas en el tiempo, en el secreto intencionado de
delatar tus misterios, te amaré como la luna ama a la noche, como amantes sin
complejos, como el sol que brilla en lo más alto del cielo, alegre por sentir el delirio de tu eco cuando
gritas: !Te amo!, a los cuatro vientos tatuando mi nombre en lo más sublime de
tu cuerpo. Te amaré, te amaré en mis recuerdos, he pecado por no olvidar cuánto
en realidad te quiero.
Nueve
de la mañana se despierta la alarma, mis ojos se niegan a abrirse, pesan
los párpados, se niegan a levantarse y despertar la mirada, a mis espalda mi
mano busca acariciar tu piel… mis caricias la descubren desnuda, ruedan por tus
piernas, suben por tus glúteos hasta tu
cintura, besos de tus labios en mi espalda me dicen es hora de levantarme, con
pereza mi cuerpo a la rutina comienza a darle paso… no sin antes dejar en tu boca el beso de cada mañana.
Mañana
de invierno, la luz de la calle se cuela por las persianas, haciendo saber que
la noche aún tiene el control del firmamento, algo extraño se siente en la
piel, algo inquieto viaja en el aire… lo siento, los pasos me llevan de nuevo a
nuestro cuarto. Te descubro aún en la cama, tu cuerpo desnudo, libero de las
tibias sábanas, me extiendes tus brazos pidiendo te libere de esa cruel pereza
que al avance del día te niega… nuevamente mis besos intentan ser el fuerte
café que te despierte de tu letargo.
Lastimeros
quejidos de perros en la penumbra se escuchan, como si les faltara o extrañaran
algo, que les causa profunda pena y dolor, no son aullidos adoradores de luna,
salgo al balcón y veo que no tienen en el cielo a quién aullar… se siente que
algo falta entre el sonido que intenta despertar en la ciudad, entre los
árboles quizás aún dormidos o enmudecido el canto de los pajarillos no
despiertan el alba… no tienen sol de amanecer a quién cantar.
Un
rápido desayuno preparo, a mi espalda, tu piel semidesnuda, tus brazos aferran,
aún se siente la pasión en el ambiente, algo en el aire no se ha dormido, no
deseas apartarte de mi cuerpo, el deseo parece estar impregnando los sentidos,
haciendo caso omiso a la rutina que minutos tras minutos en ella nos quiere
consumir. Tu mano desciende por mi pecho, hurgando entre mi pantalón se pierde
allí entre mis piernas.
Imposible
negarse a tus caricias, a tus ansias de amar, sucumbimos al deseo, una pasión
astral nos subyuga, entre besos, jadeos y humedad que va invadiendo los
cuerpos… mi razón me lleva a creer develar el misterio de la noche que no
acaba, del día que no nace. Se trata de que la luna y el sol encontraran un lugar y un momento, ajeno a nuestro
entendimiento para amarse.
Luna
y sol amándose en un tiempo y espacio fuera de toda realidad, pero esa pasión la
contagian, la irradian a nosotros, adoradores de la luna y el sol… como
ellos, tú y yo nos perdemos en un
laberinto de deseos, un tiempo de pasión que nos lleva a consumir los gemidos,
embriagarnos con los fluidos del deseo que, inagotables fluyen de los cuerpos,
habrá una pausa en algún momento pero hasta que los astros no se sacien de
milenios de amor… entre nosotros hoy no se dormirá el deseo, no tendrá descanso
esta pasión.
Quisiera
amarte hasta el final del tiempo, calmar la furia que hierve en mi interior,
cubrirte el alma con el ardiente beso, que brota del eterno crisol de mi
pasión, romper mis labios contra tu piel de nácar, saciar mi lengua en un beso
sin fin, perder la vida prendido de tu vida, beber tu aliento hasta
desfallecer, Rendir mi fuego al vértigo salvaje que entre tus simas me lleva a
perecer, fundir mi cuerpo en un caudal de lava que ardiendo en tus entrañas se
vierta por tu piel.
Te
amo, vida, estaré en el hospital, si te hace daño, no vengas, ve con los chicos
al refugio, yo te llamaré. Pedro.
__
__
¿Cómo está? __preguntó Pedro, muy preocupado por aquella mujer a la que no
conocía más que de nombre pero que sabía
que cuando viera a su hijo se le partiría el corazón.
_Está
muy aturdida, confusa. Pero ¿quién no lo estaría? __Por la voz parecía que
Orestes había estado llorando. Lloraba desde las primeras horas de la mañana, y
a Pedro eso le conmovió, igual que a Camila. Ella casi no conocía a Matías,
pero estaba muy afectada por el estado de su padre. Era una tragedia, aunque si
moría al menos no tenía hijos que quedaran huérfanos, algo es algo, aunque
flaco consuelo.
__
¿Dónde está ella?
__Sigue
dentro con él. Lleva casi una hora allí,
apenas llegar entró. __No hubieran sabido decir si era buena o mala señal. Pero
a Pedro le parecía comprensible. Aunque ya tuviera treinta y cinco años, para
su madre, Matías seguía siendo su niño, como sucedía con casi todas las madres,
solo que ella con la pelea y el desprecio del padre, había tenido menos tiempo
para disfrutarlo, amarlo y conocerlo, como la suya, como la del mismo
Guillermo, tenía mucho más que perder. Pero solo sabía que debía estar
destrozada.
__No
quiero molestarla __ dijo precavido, pero los otros lo convencieron de que
fuera a echar un vistazo, solo él siendo aún el esposo podía entrar con
facilidad. Así que entró, aunque se había prometido que no diría nada de quién era si resultaba incómodo. Sin
embargo se llevó una sorpresa. No había ninguna viejecita allí dentro. La mujer
que vio era atractiva, menuda y con aspecto juvenil, tendría menos de sesenta
años aunque aparentaba diez menos sin maquillaje y con el cabello recogido en
una coleta. Había viajado allí desde Boston con tejanos y un jersey negro, y
era la versión femenina de Matías, quizá
más bella, con ojos enormes y azules a diferencia de los verdes de él. Pero sus
facciones recordaban las de su hijo.
Estaba
en pie, hablando en tiento a la cabecera de la cama de su hijo, igual que había
hecho Pedro por la mañana. Cuando Pedro entró levantó la mirada. Supuso que
sería una enfermera o alguno de los médicos. Todos llevaban la misma ropa y
aparatos y se sorprendió al ver a Pedro.
__
¿Algo está mal? __La mujer miró con horror los monitores y luego volvió a mirar
a Pedro.
__No,
lo siento… Soy… amigo de Matías… Bueno su exesposo y socio, no sé si le habló
de mí, esta es una visita extraoficial. __ Valeria Olazábal lo miró con
tristeza y, por un momento, los ojos de los dos se encontraron. Luego la madre
se puso a hablarle de nuevo a su hijo.
Cuando
volvió a levantar la vista, Pedro seguía allí, y Valeria habló.
__Sé
de usted, gracias por estar acá.
Pedro
volvió con los otros. Al menos se alegraba de que la mujer fuera lo bastante
joven para soportar la impresión. Ni siquiera parecía lo bastante mayor para
tener un hijo de esa edad. Le había tenido a los veinte años, ahora apenas
tenía cincuenta y cinco.
__Parece
una mujer agradable _dijo Pedro al sentarse junto a ellos, con sensación de
agotamiento__. ¿Han comido? __preguntó y todos negaron con la cabeza__.
Tendrían que bajar a la cafetería y tomar algo.
__No
podría comer nada __dijo Orestes con mirada inexpresiva.
__
¿Va a venir John? __A Pedro le sorprendía que no se hubiese presentado todavía,
más aun viendo el estado de su tío.
__Cuando
lo he llamado, al parecer acababa de levantarse de una siesta junto a la
piscina o peor y se lo oía muy animado, me ha parecido de lo más inapropiado,
cuando me preguntó que cómo iba por acá. Por lo visto no comprende nada de la
situación, así que se lo volví a explicar en detalle. Me dijo que lo sabía pero
que no veía por qué debería deprimirse si no podía hacer nada, que ya para ello
estábamos nosotros.
__Es
una actitud de lo más inapropiada si de verdad siente algo por él, aunque
quizás a su edad la vida o la muerte ya no importen demasiado, sí a la edad de
Matías.
__Sigue
insistiendo en que odia los hospitales y que todo le resulta desagradable.
__Pues
debería saber que a veces la vida lo es, la mayoría de veces lo es, al menos
así ha sido la de todos los que estamos acá. Pero cada persona es diferente. A
ese hombre es claro le gusta el glamour, lo bonito, sofisticado, alegre y perfecto lejos de saber
que la vida no lo es, y si en la suya tampoco,
lo acomoda para fingir que sí. Un coma no es agradable, ni un accidente,
ni el aspecto de Matías, sin mencionar que mucho de lo que es, su entrada a ese
mundillo de la noche quizá se lo deba a él.
Camila
y Nancy lograron llevar a Orestes al hotel un rato después. La madre de Matías
estaba sentada con ellos en la sala de espera, se la veía compuesta pero
triste, aunque tenía mejor aspecto que ellos. Para ella también había sido un
largo día __la impresión de la noticia, el vuelo, ver a su hijo__, pero se veía
una mujer tranquila, capaz y discreta. Pedro se ofreció a llevarle una sopa y
un bocadillo, o una taza de café.
__Eres
muy amable, siento que ya no seas el esposo de Matías __Valeria le sonrió__,
pero no creo que pudiera comer nada. __Al final aceptó unas galletas saladas y
un tazón de sopa que Pedro le llevó__. Tienes suerte de saber moverte por aquí
__le dijo agradecida aceptando el cuenco y dando un sorbo__. No puedo creerme
que haya pasado esto. El pobre lo ha pasado tan mal siempre… y ahora esto.
Estoy preocupada.
__Yo
también –dijo Pedro con suavidad.
Me
alegro que pese a todo tenga aquí tantos amigos y conocidos, y gracias a Dios
le había dado a su tío mi número telefónico __dijo, y los dos siguieron
charlando un rato. Pedro le había explicado su relación con Guillermo para que
ella no pensara que podría regresar con su hijo. Sin embargo ella ya lo sabía.
Desde la muerte de su esposo, tres años atrás mantenía contacto con su hijo, y
sabía que no había salido con nadie más que con él. Eran la pareja perfecta _le
decía, y tuvieron un matrimonio envidiable, igual que lo tuvo ella, y Pedro por
ahora no quiso destruir sus sueños. No había hombre en la tierra que pudiera
compararse al padre de Matías, sin embargo, Pedro sabía bien que su hijo no pensaba lo mismo. Pero habían pasado
veinticinco años de casados y ella no pensaba que nadie podía sustituir a su
marido ni tenía ningún interés en intentarlo.
Estuvieron
mucho tiempo charlando y ella pidió a Pedro la acompañara cuando pasó a ver a
su hijo. Se sentiría más segura y valiente, hablando del estado de Matías ella
lloró. No sabía lo que iba a pasar con ella si él la dejaba. No tenía a nadie
más en el mundo, aunque por lo que contaba llevaba una vida muy activa. Pero él
era su único hijo, y el solo hecho de saber que estaba vivo en alguna parte del
mundo, aunque no estuviera con ella le daba un sentido a su vida.
Casi
eran las diez cuando Pedro habló con una enfermera para que le pusiera a
Valeria una cama en un lugar apartado, no quería dejarlo, aunque Pedro se
ofreció a llevarla al hotel, la mujer prefirió quedarse en el hospital por si
pasaba algo…
Cuando
Pedro fue a despedirse de ella, la mujer ya estaba durmiendo tras saber que no
había cambios, ni para mejor, ni para peor.
Pedro
se decidió a llamar al protector, y este le dijo que había visto una película
fantástica, él se quedó atónito.
Seguía
negándose a aceptar la situación. Ni siquiera preguntó por Matías. Pedro de
todos modos le dijo que no había cambios, y él dijo que lo sentía, pero
que no podía aceptar situaciones
difíciles, Pedro intuyó que se sentía culpable, cuando él dijo algo sobre
resistirse a la energía negativa, que era muy peligroso dejarla entrar en la
vida, lo que Pedro no aceptaba es que evitara la situación de manera descarada
y negara su apoyo, finalmente tuvo que aceptar que era lo que más se podía
aceptar de él.
__Yo
lo compenso con cosas bonitas, cenas, salidas caras, para mí no hay cosas
desagradables, Pedro. Es joven y regresará. Y haremos cosas bonitas,
divertidas, elegantes, graciosas.
__Usted
de alguna forma ha eliminado de su vida las cosas que no le gustan o que le
asustan, el problema es que la vida real no es así, pero claro, no en su mundo
de fantasía señor. Usted no deja pasar nada malo o finge ante sí mismo y ante
los demás que esas cosas malas no existen, pero el caso es que Matías sigue
igual y las esperanzas comienzan a decaer. Lleva casi dos días en coma, cada
día que pasa, disminuye las posibilidades de una recuperación completa. Le
queda un día, quizá dos, después las posibilidades de recuperarse
desaparecerán, puede que sobreviva pero ya no será la misma persona, al menos
intente rezar. _Cortó.
Cuando
Pedro regresó, Valeria estaba de nuevo hablándose a su hijo.
__Gracias
por hacerme compañía __le dijo ella agradecida. Los dos estuvieron solos varias
horas. Pasaron varias horas en la sala de espera y se turnaron para hacerle
compañía a Matías. Y fue perfecto, porque Valeria estaba hablándole cuando
Pedro vio que movía un dedo del pie.
Al principio pensó que era un reflejo, pero
entonces movió todo el pie. Pedro miró al monitor, luego a la enfermera. Ella
también lo había visto. Entonces, muy lentamente, Matías tomó la mano de su
madre. Ella siguió hablándole mientras las lágrimas le rodaban por las
mejillas. Pedro también lloró. Con una gran tranquilidad y seguridad, le dijo a su hijo cuánto le quería y lo feliz que se
sentía de verlo mejor, aunque en realidad aún no tenían ninguna señal clara.
Pero ella actuó como si hubiera pasado. Pasó otra media hora antes que Matías
abriera los ojos y, cuando lo hizo, miró a su madre.
__Hola,
mamá _susurró.
__Hola,
hijito. __A través de las lágrimas le sonrió y Matías tuvo que contener un
sollozo.
__
¿Qué ha pasado? __Su voz sonaba ronca, porque al ingresarlo lo habían intubado.
Le habían quitado esa misma mañana el tubo porque ya podía respirar por sí
mismo, aunque seguía inconsciente.
__Es
que eres un conductor desastroso _dijo su madre contestando su pregunta, y
hasta la enfermera rio.
__
¿Cómo está mi perro?
__No
tan bien como tú. Te puedes comprar otro cuando vayas a visitarme.
__De
acuerdo _dijo él, y cerró los ojos. Luego volvió a abrirlos y vio a Pedro. __
¿Qué haces aquí?
__He
venido a verte y a acompañar a tu madre, Orestes está en el hotel, pero no se
movió de tu lado.
__Gracias…
y… perdón… hay algo que debes de saber… _dijo él y se durmió. El médico que lo
llevaba llegó minutos después para comprobar su estado.
__Bueno, a veces sí sirve el cariño __ dijo
sonriendo__. Lo hemos conseguido. __Era una victoria para todo el equipo y,
mientras lo examinaba, Valeria estuvo sollozando en los brazos de Pedro en el
pasillo. Pensaba que su hijo iba a morir y se sentía tan aliviada que toda la
tensión que había pasado desapareció.
__No
pasa nada… ahora todo irá bien… __Pedro la consoló y la abrazó. Había sido una
dura prueba para ella, y era un alivio que Matías lo hubiera logrado.
Finalmente
Pedro convenció a Valeria de que dejara a su hijo y la llevó al hotel, se
aseguraría de que tuviera todo lo que necesitara.
__Has
sido tan amable conmigo __le dijo ella otra vez con lágrimas en los ojos. Ahora
lloraba por cualquier cosa. Había pasado dos días terribles, y empezaba a
sentirse muy cansada__. Ojalá seas muy feliz con ese hombre que amas, y que mi
hijo vuelva a enamorarse.
___Ojalá
yo tuviera una madre como usted __dijo Pedro sinceramente y volvió a sonreírle
enormemente aliviado__. Ya soy muy feliz con Guille, y estoy seguro que Matías
encontrará su camino, más ahora que la tiene a usted. Y luego de besarla en la
mejilla, se fue.
Para
él también habían sido horas interminables y solo deseaba estar con Guillermo e
ir al refugio a ver a Santiago, a Azul, y a Melina al hospital, sin embargo, no
podía olvidar las palabras de Matías… “Hay algo que tienes que saber”.
Bs.
As.
Tal
como las había programado el oficial del
juez, las declaraciones de los clientes del estudio Marcos Labrapoulus y
asociados comenzaron puntualmente a las nueve de la mañana en un salón de
convenciones de un hotel. Como correspondía al demandado, Barry Lab. era quien se hacía cargo de la
factura de la sesión, había un generoso surtido de pastas y bollería, además de
café, té y zumos. En un extremo del salón se había dispuesto una larga mesa con
una cámara de video de un lado y una silla para los testigos en el otro.
La
primera clienta de Marcos fue la primera
en declarar. La víspera había llamado al teléfono de emergencias y había
solicitado que la llevaran en ambulancia al hospital, donde le trataron la
arritmia e hipertensión. Tenía los nervios de punta y le dijo a Marcos varias veces que no se sentía con
fuerzas para proseguir con la demanda. Él le repitió otras tantas que sí era
capaz de aguantar un poco, entonces no tardaría en cobrar una jugosa indemnización,
seguramente millones de dólares, lo cual ayudó de algún modo. Otra ayuda fue la
copiosa cantidad de ansiolíticos. Así pues, cuando ella ocupó el asiento de
testigos y contempló a la legión de abogados presentes, tenía la mirada
vidriosa y su mente parecía flotar en el país de las maravillas.
CONTINUARÁ.
HECHOS
Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER
PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE
ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.
Sandra Muy romántico
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ResponderEliminarBlanca Hermoso
ResponderEliminarOlga Hermosa
Adriana Maravilloso.
ResponderEliminarPatrice Sublime!! Enhorabuena
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ResponderEliminarKiki Bravo
Delia Me encanta
ResponderEliminarMarlene Belíssimo
ResponderEliminarMaria Del Carmen Hermoso !!!
ResponderEliminar1
Ana Maria Hermoso!!!
ResponderEliminarSusana Beatriz Gracias por la dulzura que transmites
ResponderEliminarSol Urvino BELLISIMO, EVE, con Matias al borde de la muerte me asuste, pero te agradezco de todo corazon . Buen Domingo de Pascua y un BESO🌺😊
ResponderEliminarBueno Eve, parece que Matías zafó...Lo siento, pero ni aún así puedo dejar de sentir desprecio por él...Espero que lo que tenga que decirle a Pedro sea la trampa que le puso a Marcos para perjudicar a Guillermo...
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