domingo, 21 de abril de 2019

EL OTRO. CAPÍTULO CUARENTA Y SEIS.


EL OTRO.
CAPÍTULO  CUARENTA Y  SEIS.


Bariloche, 25 de junio de 2016.
“Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso”. Pablo Neruda.
 “De nadie nunca seré, solo de ti. Hasta que mis huesos se vuelvan
cenizas y mi corazón deje de latir.” Pablo Neruda.
__ ¿Terminar qué?
__Una búsqueda, estaba en Google investigando sobre el padrino de Melina, en las redes, aunque no es demasiado lo que hay.
__Siéntate que se enfriará el café y cuéntame.
__Nada que no sepas creo, hombre de sesenta y tantos, abogado, millonario, tiene varias propiedades en Buenos Aires y Uruguay. Divorciado hace no mucho, cinco años, una cosa me asombró.
__ ¿Qué?
__ ¿Se mató? _musitó.

__Está grave, en el mismo hospital que la nena, lo están operando, del auto no quedó nada, necesitan dadores y…
__ ¿Por qué te llaman a vos?
__Porque era la última llamada que vio la policía en el registro, tengo que ir, no tiene a nadie, menos acá, estuvo a punto de volar con el auto, pasó el peaje, no se detuvo, y por ello la policía lo seguía, gracias a eso lo sacaron antes que explotara todo, no sé nada más, ¿por qué esta obsesión? Era tan diferente, es tan joven _balbuceó Pedro entre sollozos.

__Operamos  abdomen porque había una hemorragia interna, llegó tras dos paros  por la pérdida de sangre, sacamos parte del hígado, suturamos  varias arterias, tiene dos costillas y el fémur derecho rotos, contusiones y golpes por todos lados, lo salvó el cinturón y el airbag, pero preocupa que tiene un golpe en la cabeza, una contusión cerebral que no podemos evaluar hasta que no se laven las drogas, en principio,  irá a tomografías y resonancias que no se hicieron al ingreso porque se moría, entró a cirugía directamente. Hay algo que deben de saber. Es verdad que el camino de montaña no es simple, menos nevando, pero se detectaron en los análisis altos niveles de alcohol en sangre y más, en principio heroína, es probable que por eso perdiera el control del coche _dijo el médico abatido__, hay testigos que lo vieron en un boliche no lejos del accidente.

__Es posible doctor, sí,  no es una novedad que estuviese drogado y borracho, hace meses que perdió el control, pese a ser abogado.

Bariloche.

__No estaba así con vos, eran felices Pedro.
__Ya basta tío, no intentes hacerme creer culpable porque recuerdo cada cosa que me hizo… “el otro”. Sé que lo quieres, pero solo él es responsable de esto. Si no te hubiese abandonado por ese tipo que lo lleva a esos sitios, no estaría así, lo sabes.

“Hay amores que pasan por nuestras vidas y así como llegan se van, dejando solo un grato pasaje o un bonito, aunque no tan memorable recuerdo. Y hay otros que dejan huellas profundas y heridas imborrables, son esos que muchas veces idealizamos y otras veces son reales. Esos amores con sabor a gloria, que producen una pasión ferviente en el corazón, que causan dicha, aunque no lo quieran. Son esos amores los que nos dejan anhelando y deseando algo que pareció quedarse suspendido en el tiempo, sin final e impredecibles. Amores que nos hieren, no con golpes, ni con palabras, sino con la distancia y los recuerdos, aquellos que son dulces y lisonjeros como el del primer amor”.

__ ¿Qué crees que pensará tu familia de mí, Pedro? De lo nuestro. __ Parecía preocupado, y a Pedro le conmovió. La sensación de que iba en serio con él era fuerte, y no le importaba, por el contrario, le gustaba todo de él, aunque  el afuera pensara que era pronto, que las cosas podrían cambiar o quizá surgieran problemas al conocerse más, para ellos eran parte del otro, con un vínculo magnético que los unía de manera poderosa y profunda y que transcendía distancias y tiempo.

__ ¿Qué importa eso, Guille? Ellos no dirigen mi vida, lo hago yo. Yo decido con quién quiero pasar mi tiempo, aunque me equivoque como pasó con Matías.
__ ¿Y no tendrán ninguna opinión al respecto? Lo dudo. __Por las cosas que sabía de los Beggio, ellos tenían opiniones sobre todos y todo, y sin dudas  las tendrían sobre su hijo, y por lo que Guillermo sabía, la mayoría de las cosas que Alberto Beggio pensaba y hacía no eran precisamente agradables, y bien era el perfecto candidato a oponerse a su relación con Pedro.

__Mi familia y yo, no nos llevamos bien, lo sabes, Guille. Los mantengo por eso a distancia saludable.

Orestes se acercó, Camila había ido a esperar a Nancy que con Diego llegarían en el vuelo de esa hora.
__ ¿Han dicho algo sobre su pronóstico?
__Nada tío, solo han dicho que era grave, que había en sangre alcohol y más. Se salió de la ruta, cayó unos trescientos metros, y por suerte quedó fuera del coche antes del estallido porque la policía lo perseguía. Lo único que sé es que está en estado crítico. __De pronto a Pedro se le cruzó la idea de que quizá nada había sido un accidente.

__ ¿Lo habías visto?
__No tío, no le he visto, por teléfono parecía que estaba bien, aunque supongo que en él eso no significa nada.
 __Con frecuencia los suicidas parecen más felices cuando toman la decisión. Incluso eufóricos.
__Ya basta, Orestes, Matías no es un suicida, lo que hizo hace un tiempo no fue más que una farsa para manipular a Pedro y ahora lo estaba acosando.
__Estaba muy deprimido por la separación, eso es indudable.

Mientras hablaban una enfermera salió y admitió el ingreso a Pedro, que apenas llegar a la antesala habló con el residente en jefe.

__Está grave, doctor, tiene  rotas las piernas, un brazo, la pelvis, hemorragias internas que suturamos en el origen, y traumatismo de cráneo, está en coma, me temo que no es un panorama muy halagador.

Pedro entró para verlo luego de someterse a todas las medidas de cuidado e higiene, pero se quedó a un lado para no entorpecer el trabajo del equipo. Lo habían intubado y colocado en asistencia respiratoria mecánica, estaba asistido y conectado a una decena de aparatos. Sus constantes vitales eran irregulares y su cara estaba tan magullada que casi no lo reconocía. Pese a todo lo sucedido cuando Pedro lo vio, se le encogió el corazón.

__ ¿Es muy grave la lesión de la cabeza? __le preguntó al residente jefe cuando volvió a verlo, y este negó con la cabeza.

__Aún no lo sabemos. A lo mejor ha tenido suerte. El electroencefalograma tiene buen aspecto, pero no se ha  podido trasladar el equipo para hacer estudios de imágenes y está en un coma muy profundo. Todo depende de lo que se inflame el cerebro, y eso es imposible predecirlo. Y de si sale del coma. __Pero por el momento, se ha decidido esperar antes de operar para aliviar la presión. Con un poco de suerte puede disminuir sola. El tiempo es fundamental. Y la suerte.

__Gracias, doctor.

En un momento de calma, Pedro se acercó.

__ ¿A dónde está? ¿Por dónde quedó? Perdido en algún rincón del tiempo olvidado quedó aquello que juramos era amor… en qué momento dejamos que se durmiera lejos de nuestros brazos, agonizante de frío  y sin alimento, dejamos que se marchite y muera callado en la oscuridad del olvido.
Promesas incumplidas en su nombre nos hicimos, una y otra vez mirándonos a los ojos, nos prometimos llegar a la vejez de la mano, caminar a pasos lentos, sentir en tu cielo blanco el paso de mis manos, dejar por tu piel que  abrazara entre sus pliegues el paso de los años, mis incansables besos.
Pendiente fui de ti en tus días y noches, callé en un momento de aquella nuestra historia mis palabras de amor  que quise sentir a pleno por ti, las rosas ya no florecieron para que entre mis manos te llegaran, los versos en un trozo de papel se perdieron en el aire antes de ser escritos… no había un amor del que hablaran mis letras. ¿Qué faltó de todo aquello que juramos darnos? ¿En qué momento de nuestra historia dejamos de alimentar con leños de besos, caricias y deseos, lo que al principio parecía ser una hoguera de pasión que creímos nos consumiría la vida entera? ¿Dónde dejamos olvidado aquello que un día nos unió? ¿Aquello que quiso y no pudo ser un amor?
¿Qué hiciste Matías?

Para entonces ya le habían escayolado el brazo y las piernas, y lo habían limpiado pero tenía muchas heridas.
Salió a la sala de espera y vio que Orestes, Diego, Nancy y Camila estaban allí con Guillermo.
__ ¿Es muy grave? __preguntó Camila al padre antes que Pedro tuviese tiempo de decir nada.

__Está mal _ dijo Pedro al momento que saludaba a Nancy y al amigo__. Podría ser peor. Y es posible que empeore antes de empezar a mejorar. __No dijo “si es que mejora”, aunque lo pensó.

__ ¿Qué crees que ha pasado? __le preguntó Orestes. Matías no bebía mucho, no se drogaba hace meses, y aunque lo hiciera alguna vez, no era probable que condujera estando bebido.
Pero Pedro no quería compartir sus sospechas con ellos, ni que Guillermo lo leyera. Si había intentado suicidarse tendrían que vigilarlo muy de cerca cuando saliera del coma. Y había comentado sus antecedentes, y del divorcio en curso al médico, quien anotó y agregó un signo de interrogación rodeado de un círculo en rojo a la palabra accidente.
Pedro les explicó con la mayor sencillez lo que podía significar la inflamación de cerebro.

__ ¿Me estás diciendo que podría estar en muerte cerebral? __Orestes estaba aterrado. Pedro sabía que pese al alejamiento de los últimos meses él lo quería como a un hijo.

__Podría haberla o peor, que es ese estado donde tienen actividad cerebral pero no pueden expresarse, pero esperemos que no pase. Todo depende de lo que tarde en salir del coma. De momento hay actividad cerebral, está supervisado continuamente, si tarda más de cuarenta y ocho horas ya sería preocupante, como máximo tres o cuatro días, y ya en ese caso,  que despertara sin secuelas sería un milagro.
__ ¡Dios! _ dijo Orestes pasándose la mano por el pelo con aire trastornado. Camila estaba tan angustiada como el padre pero por él__. Alguien tendría que llamar a su madre, el padre murió, y lo mismo a ese John o como se llame que dice ser su protector ahora.

__Sí, eso creo _dijo Pedro con calma. Siempre cabía la posibilidad de que se perdiera, su estado era muy grave__. ¿Quieres que llame yo? __Aquel tipo de llamadas nunca eran fáciles y, aunque no lo pasaba precisamente bien, dar malas noticias era parte de su trabajo.

__No. Yo la llamaré, se lo debo a Matías _ dijo Orestes, y también tengo que tener por allí el número de ese tipo.

Moravia fue hasta una cabina que vio al llegar. Nunca se le había ocurrido que tendría que utilizar esos números para dar esa noticia, solo alguna vez, Matías se lo había dado como medida de precaución, y allí estaba, llamando a la madre para decirle que estaba en coma.

__ ¿Qué aspecto tiene? _preguntó Camila en voz baja cuando su padre fue a hacer la llamada, Guillermo permanecía sentado con los ojos cerrados y la cabeza apoyada en la pared, aunque escuchaba todo, pero no sentía deseos de entrar a ver a… “el otro”.

__Está muy mal __respondió Pedro abrazando a las chicas__, siento que le haya pasado esto, aunque por más que tu padre lo niegue,  creo  que hace rato se veía venir algo así.

Cuando Moravia regresó se estaba enjugando los ojos, y tardó unos momentos en recuperar la compostura.
__Pobre mujer, me siento como un verdugo.  Matías es ahora lo único que tiene, y voy y le digo que está en coma.
__ ¿Es muy  mayor? __preguntó Camila.

__No lo sé hija, nunca se lo pregunté __repuso el padre__. Por la voz no me lo ha parecido. Se puso a llorar en cuanto se lo dije. Estará aquí en unas  doce o más horas, vive en Boston, y tomará el primer vuelo. Al tipo no lo he llamado, es muy temprano para él, llamaré en unas horas.

__Pedro, Guillermo, ¿por qué no van a descansar un rato ahora que estamos nosotros? __ofreció Diego __. No lo dejaremos solo, descuiden, puede que necesite dadores y hay que ocuparse de papeles, de la policía supongo, para eso estamos todos acá.

__Gracias, ya lo haremos, entraré a ver si hay novedades, Orestes, tienes que ver a la chiquita de la tutela, está acá mismo, en el piso de pediatría.
__En cuanto se defina lo de Matías iré, Pedro, eso saldrá en cualquier momento, viajaremos con ella seguramente, y por lo que sé, tenemos ubicado al padrino. __ Supongo que ese tipo en algo tiene razón, Matías en ese estado no notará diferencia entre que estemos agobiados acá o  salgamos a comer o a dormir. Supongo que la gente reacciona de maneras curiosas al estrés, a mí no me pasaría ni el agua en estos momentos. Pero ese tipo pareciera negarse a reconocer que Matías está muriendo.

__Sí, lo sabemos.

Poco rato después era de madrugada cuando Orestes regresó con el rostro demudado, pero por la ira.
__ ¿Qué sucede? ¿Viene ese tipo?
__ Qué va. Pobre chico _ me dijo_. No tiene mucha suerte, ¿verdad? Primero lo deja el marido, ahora esto, manténgame informado__ dijo, y cuando le pregunté si vendría, me dijo que para qué, que no podía hacer nada por él y que odiaba los hospitales, que le ponían nervioso, que no cree que le sirva de gran cosa, que no quiere verlo lleno de aparatos ni tubos, que esas cosas lo impresionan mucho, excusas,  en definitiva apenas se dio por aludido y no piensa en modificar en un ápice su rutina.

__Hay gente así, papá, gente que evita las realidades o las niega. Y por otra parte hay quienes piensan que esperar en un hospital no sirve de nada, que solo consigues deprimirte y molestar a los médicos, quizá lo quiera más de lo que parece, y se niega a reconocer la gravedad del asunto.
__ ¿Crees que saldrá de esta, Pedro? _ susurró Guillermo abrazándolo cuando este se sentó a su lado.

__Es difícil saberlo en estos momentos, amor. Todo depende de la inflamación del cerebro, de cómo le afecte y del tiempo que tarde en salir del coma. Los huesos rotos no lo matarán, pero creo que lo otro sí podría matarlo __ dijo Pedro exhausto, no le aclaró que pensaba que él mismo podría haberlo provocado. No tenía ninguna prueba, solo su intuición y los antecedentes, lo que sabía de él, aunque en silencio Guillermo pensaba lo mismo.

__ ¿Quieres entrar tú? _ preguntó Pedro. Cada media hora alguien salía y todo seguía sin cambios, Nancy y Camila permanecían abrazadas, sentadas en silencio, Diego había salido a fumar, y Orestes alternaba entre llamadas y paseos de un lado al otro, había entrado a verlo hacía pocos minutos.

__Todo igual, lo tienen aislado y controlan rigurosamente su evolución, según dijo la enfermera sigue igual, aunque luego dijo que si se podía, el coma era más profundo, las cosas no pintan bien, solo espero que la madre llegue a tiempo. Hace muy poco que se habían reconciliado como para que lo pierda justo ahora, es hijo único.
__Paso a verlo, sé que la señora está en vuelo tío, estará acá a última hora o mañana.
Pedro repitió la rutina, y permaneció junto a Matías en silencio un buen rato, no todo había sido malo entre ellos, le acarició con delicadeza el dorso de una mano. Estaba conectado a todo tipo de monitores y aparatos. Tenía vías endovenosas en ambos brazos, le pasaban suero y sangre para compensar la pérdida en hemorragias internas. En el score de heridas, las suyas estaban entre las más graves.

__Hola _ dijo con suavidad cuando la enfermera lo dejó solo con él pues todos los datos aparecían en pantallas y monitores del box central__. ¿Qué se supone que estás haciendo aquí? Eres demasiado joven como para esto, y será lo mejor que salgas y te levantes ya, podemos ser amigos y volverás a enamorarte. __Mientras hablaba sentía los ojos escocidos por las lágrimas. Más allá del divorcio y de no amarlo, Matías antes había sido alguien importante, un amigo, no quería que muriera__. Sé que idealizas lo que tuvimos, y que crees amarme, pero no es así, tu amor puede estar esperando más cerca de lo que crees, y aun así, nosotros te queremos, mi tío, y tu madre te adoran, van a llevarse un gran disgusto si te pasa algo.. Tienes una vida esperándote allí afuera, tienes que vivir, Matías. __Las lágrimas empezaron a rodarle por las mejillas__. Pese a todo lo loco de tus actos de estos meses, no te odio, sé que Guille tampoco, solo está enojado, tienes que vivir y ser el de antes.

“Esperando tu llegada se marchitó la flor mientras se evaporaba el perfume de tu esencia.
Noches de insomnio con volátiles pensamientos volaron a través de los cristales y pasaron por los focos de mortecina luz que hacía del raro ambiente una noche de perros.
La ciudad dormía plácidamente mientras allá en una humilde morada, un corazón sufría la derrota de los sentimientos en corazón enamorado.
Y la ciudad y los perros solo eran escuchados  como la tormenta en la distancia, mientras mi pensamiento y quizá  mi espíritu lograba salir del cuerpo levitando para escapar y salir en tu búsqueda.
Recorrí las calles desiertas hasta llegar a un lugar ávido de gente que nocturna pulula como muertos vivientes en los antros marginales del bajo mundo.
Podía ver la maldad en los rostros amarillentos y consumidos por la droga que como demonios; deambulaban en manadas de arriba abajo en busca de posible presa en personas despistadas.
¿Y por qué llegué a aquel lugar que ya me era familiar? Quizá porque la última vez estaba vestido de rojo y solía ser mariposa nocturna que juega con candela en  los focos que arden y consumen a quien busca abrigarse en su calor.
Yo fui nocturno por aquellos lugares, y aunque solo buscaba un salario, hacía de detective de mi corazón y cazador de sentimientos ajenos.
Y allí, estaba radiante y como siempre; buscando la fogosidad de la noche, iluminada por un foco que me hacía ver pálido pero bello.
Un chico de mal talante y cara de demonio, lo besó de repente y puso en su mano un arrugado billete; mi bella flor lo siguió y sin decirse nada, desaparecieron tras una puerta.
Así mi ilusión también se esfumó por aquel mundo vacío, porque ya no había más que ilusiones muertas ante un color rojo que se perdió en la oscuridad de un mundo banal que solo vive el momento y respira desaliento. Así comenzó todo, con Orestes hace años, cuando me dejaste de nuevo.
¡Muerte, no cruces mi sendero que no busco tu abrazo; él está muerto para mí, tú sabes cómo abrazarlo, y; dale saludos de mi parte que yo te lo entrego a tus brazos porque los míos no abrazan cuerpos de corazón gélido, menos deseo perderme en su mundo de rosa con perfume que huele a formol y viste traje con etiqueta de medicina, casi legal! Besos inciertos…  besos que rebosan de pasión, besos perfectos para mi boca impía, besos perversos que incitan al amor  mediando las intenciones de sentir el cielo y morir de nuevo en el fulgor de tus pupilas.
Quiero dolerte…  que me duelas hasta los huesos y disfrutar el veneno de tu olvido, de las caricias perdidas, de las horas que en la ilusión de la nada se han dormido, de los días oscuros que transcurren sin sentir viviendo horas vacías en un lento y triste devenir. Me bañaré de recuerdos bajo la luz de la luna, me mojaré con la nostalgia que trae la noche a estos parajes que sin ti están sombríos por la falta de calor de tus palabras, por la ausencia de caricias… todo en este mi mundo se torna frío. Me perderé en la fisura de tus sonrisas efímeras prisionero siempre de tus ojos hechiceros, de esa mirada profunda tantas veces ungido… para morir así en el lecho frio  que hoy con fervor me da tu olvido. ”

Durante media hora estuvo allí, hablándole, con firmeza pero también con suavidad. Al final, le besó en la mejilla y volvió con los otros que seguían en sala de esperas.
__ ¿Cómo está? _preguntó Orestes aún con cara de pánico, Camila parecía agotada, tenía la cabeza apoyada en el hombro de Nancy pero en cuanto oyó a Pedro abrió los ojos.

__Más o menos igual, quizá lo ayude oír la voz de su madre.
__ ¿De verdad crees que eso cambiará algo?
__No lo sé, pero hay gente que dice que han oído cómo les hablaban mientras estaban en coma, cuando nadie pensaba que podían oír nada. La gente vuelve de las puertas de la muerte por las cosas más extrañas. La medicina es un arte además de una ciencia.
__Quizá todos tendríamos que hacerlo _repuso Diego con inusual aspecto nervioso.

A Guillermo le aterraba el encuentro con la madre de Matías, hacía años que no la veía y no la llevaba precisamente bien, y a Pedro le había aumentado la preocupación por otro motivo. No tenía idea de lo mayor que podía ser. ¿Y si era muy grande y frágil? Quizás aquello sería demasiado para ella.

Diego pasó a verlo, y tardó bastante adentro, Camila apenas aguantó unos minutos y salió llorando. Guillermo al fin entró, inquebrantable le habló como Pedro le había dicho, le impresionó el color ceniciento, aún no estaba in extremis, pero tenía aspecto de estar muerto o muriéndose. Pedro lo sabía, incluso Orestes se daba cuenta.
Cada cierto tiempo John Miller llamaba a Orestes, pero seguía sin disposición a ir, y Pedro con Guillermo y las chicas fueron a un hotel, la cabaña estaba demasiado lejos como para regresar en caso de una emergencia.
Orestes y Diego quedaron en sala de esperas por si llegaba la mamá, o la policía  y todo lo que podría suceder.

Decidieron al llegar y luego de darse una ducha, pedir algo de comer en la suite, fuera nevaba como presagio del día transcurrido, y Guillermo llamó a Elena, quería asegurarse que todo anduviera bien en el refugio, así como antes habían pasado a ver a Melina para avisarle que tenían alguna demora en el viaje.

En noches de pasión las mudas paredes y la confidente luna, fueron testigo de horas de delirio, ella entre las nubes debió ocultar su envidia, al vernos amarnos de tantas maneras que, seguro alguna de ellas, a la noche le dijo debían ser prohibidas… entre gemidos tu boca  pronunció palabras de amor, palabras que al amanecer quedaron dormidas.

__ Va a sobrevivir, es muy joven __dijo Guillermo sin convencimiento.

__Eso espero, Guille, no debe  morir.
__ ¿Tanto te importa?
__Guille, no es momento de celos, me importa como todo ser humano y como lo que fue.

No lo exteriorizas, pero sientes curiosidad, crees que insistiré para convencerte, sé que lo deseas, aunque intuyo que aborreces desearlo y te alzarás con un nuevo impedimento, pueril, limpio, ingenuo, sorteando como siempre  el enfrentamiento, mas  te tomaré de la mano, miraré a lo profundo de tus ojos, acercaré tu cuerpo al mío, e intentaré besarte, me rechazarás, lo intentaré de nuevo y lo volverás a rechazar, a estas alturas nuestros pechos están fundidos, convergen en un solo latir de corazones, acaricio levemente tu cabello, toco tu mejilla con el dorso de la mano, noto que trepidas, acercamos mutuamente los labios, cerramos los ojos y nos dedicamos el más tierno de los besos, impedirlo es luchar contracorriente, así convertimos en realidad el sueño.
Separamos los rostros y, antes que entornes los ojos, pongo la palma de mi mano suavemente en tu mejilla para que ladees y descanse en ella tu cabeza, ya los abres y me notas, al mundo, inclinado, me pides, ¡por favor!, otro, el mismo beso, cedo, esta vez acercando tu rostro con mis manos para ungirnos en un momentáneo frenesí que termina apoyando tu rostro en mi hombro mientras me susurras entre  suspiros, ¡te amo!
Te separas delicadamente, te acercas, me besas, te vuelves a separar, exhalas un largo suspiro que arrastra un leve sonido de pasión, me miras fijamente y decides, por fin, abrirte.
Acaricio más profundamente tu cabello, tu lacio y hermoso negro cabello, lo huelo. Con mis labios en tu cuello, beso, beso la mandíbula, el lóbulo de la oreja, la mejilla, la punta de la nariz, los dos ojos, me separo. Me miras fijamente el rostro y tomas la iniciativa sacando a relucir tu inconfundible candor, que traduces en besos y caricias varias, mezclas tus dedos entre mis cabellos a la vez que me abrazas con delirio. Es la conjunción de dos seres. Nos necesitamos el uno al otro.
¿En qué momento se confunden el amor y la pasión? ¿En qué momento el amor y el dolor?
Impera luchar hasta encontrar el sitio. (Siempre es la hora, siempre el perfecto momento), el lugar adecuado en que yacer, puede que entonces se sea bien acompañado, puede que sea amor.

__ Qué extraño es el amor  y a veces tan impredecible,  porque a veces las palabras sobraban,  pues  las miradas lo decían todo, porque los ojos ya no tenían ese brillo de amistad y en ellos podía verse grabado  el deseo incontrolable, porque tu mano entrelazada con mi mano,  los corazones palpitando, más cientos de silencios solo  salían de las bocas, mas los labios solo deseaban lo mismo  y una sonrisa trajo a la otra, un abrazo trajo otro abrazo y lentamente comienzo a sentir  tu respiración quemándome y no puedo contenerme, te robo un beso y me lo devuelves inmediatamente, ya el deseo no se puede ocultar,  y mis manos comienzan a acariciarte, somos piel y piel ardiendo,  deseo y pasión en la oscuridad, los temores quedaron atrás, y un acto de amor estaba por comenzar. 
Siento tus labios que abrazan mis labios, dejando tu miel fresca, en cada mañana erótica. Siento tu boca con sabor  que quema mis labios con amor, dejando tu olor  y tu aliento de flor. Y hoy quiero desnudar tus besos, en el silencio de mis recuerdos, abrazando tus labios con el amor de mis besos.

_ Mi señor tentación hágame bajo esa luz su esclavo, sí lo espero arrodillado para recibir todo su agrado  incitando a cada poro hacer pecar con más descaro  hasta que su encaro sea el alma de mi dulce pecado.
Me seduce tu piel, el sabor de tus labios, tu encanto  tu cuerpo, tus ojos, tus manos, tu voz, tu cálido tacto  despertando al diablo bajo el disfraz y otro santo  deseando ser inducido con todo roce de tu contacto. Querida tentación, date el grato gusto y el arrebato  de tener entre tus brazos tomando lo que has dado  que mi deseo te pide en su pecho para ser candidato  a ser sometido con los dulces besos que has amado. Mi amada tentación hazme merecedor de tu reinado que seré el viento del sur, la pasión en tus reclamos  hasta el fuego de esas cenizas que creías apagado  con el mero hecho de mi halago del que disfrutamos.
Provócame una vez más con el delirio,  tan entregado  que esa mirada regala cada vez que está a mi lado  que del alba hago ocaso y de la noche un sol dorado  y no tengo tantas palabras que describan tal tentado. Déjame caer en la tentación del calor de tus regazos,   sabrás lo que es pecar, tus pecas recibirán ese trato  entre tanto bueno y nada malo estarás en mis brazos seduciendo al mismo tiempo para que alargue su rato. Tiéntame sin miedo, no pienses que me harás daño  que tengo el corazón con todo deseo del amor curado  listo para ser digno de recibir ese dulce tal engaño  que tu insinuación induce al cariño ser provocado.
__ Me asombra la mirada de los niños aburridos, sentados en los bancos y fumando, esperando que algo los entretenga, confiados en ese marketing fácil que promete una vida cotidiana sin sobresaltos, feliz, iluminada de aventuras y amores fugaces. Todo al alcance de tu mano por cuatro perras.
También me asombran los perros que trotan por las calles, todos alegres a pesar de ir amarrados al fuerte brazo del amo.
Me asombran los árboles que crecen enormes en los parques como si fueran un edificio singular, un rascacielos implantado en un lugar privilegiado, regado cuidadosamente cada mañana de verano. Él también debe asombrarse de estar ahí, dejando pasar el tiempo, viendo cómo sus compañeros se desarrollan ennegrecidos, raquíticos y famélicos en las aceras de las calles. Pero ellos, los gigantes, no están en cualquier otro sitio por un azar determinado, son los árboles de los parques de nuestras ciudades, lejanas y terribles.
Me asombran los pájaros con su charla de madrugada, seguro que hablan de cuándo construirán el nido, que qué tal les fue durante el viaje al calor durante el invierno, que si fulanita tuvo un accidente y un halcón la atrapó, que si los hijos de zutanita aprendieron a volar tarde, tal vez incluso hablen de otra cosa. Me inquietan en especial las palomas que están en todas partes. Hay una en particular que viene a beber todas las tardes a mi pequeño estanque, desconfiada me observa mientras bebe, por si tuviera la intención de acercarme a ella en ese momento de debilidad, en ese momento en el que todo es posible, incluso hasta se pueden ahogar de la inquietud.
Me asombra ese tiempo que transcurre lentamente, ese tiempo que cada día nos plantea el desafío de qué hacer. Yo sé que podría hacer algo más interesante, pero el esfuerzo de pensar me aturde, pensar en el otro me aturde, sea como fuere, siempre consigue arruinar nuestros momentos, Pedro. Y eso, eso por desgracia o lo que hizo, no me asombran.
__ Perdón si me atrevo  a vivir este hermoso sueño. Perdón si me atrevo  a decir que eres tú mi dueño. Me gusta soñar que me amas como yo te amo, me gusta sentirme tu amante en la noche oscura, me gusta tener en mi haber caricias en mi piel y besos dados al cerrar mis ojos, sentir cómo mi cuerpo tiembla cuando centímetro a centímetro dibujas con tus dedos mariposas en mi piel, sí vida mía, así soy yo, tu  hombre apasionado, soñador y amante de tus sueños bajo la luna.
Podíamos habernos encontrado y sin más darnos esa entrega que a gritos piden nuestras almas y dejar que los ojos del mundo nos miraran sin importarnos nada más, que el momento maravilloso donde nuestros labios ahogaran ese aliento dulce y templado, que, entre sonrisas y perdidos ya en nuestros ojos culmine ese beso lento deseado.
Discúlpame vida mía, discúlpame por entregarte desnudos mis verbos, discúlpame amor, si se me escapan verbos que puedan perturbar tu sueño, es que no lo puedo remediar, tú sabes cómo te pienso y cuánto te amo, tú,  mi amor soñado eres mi delirio en mis noches de soledad e insomnio.
Te amo. Llámame soñador por vivir en este sueño de amor, por escribir versos de amor imposibles de cumplir, desde que te conocí, eres el sueño en mis silencios, y compañero de juegos en mis noches de soledad, donde te busco y te encuentro para no poder besarte vida mía, al cerrar mis ojos sueño para sentir tus besos lentos, bésame despacio,  te susurro,  para que tus besos sean eternos y pueda sentirlos en mis labios en mis noches de insomnio, y guardarlos en mi memoria.
De momento amor mío me soñaré en tus brazos, me soñaré bailando y dejándome acariciar, dejaré que mis zapatos vacíos de amor se pierdan dejándose llevar por los tuyos y entre paso y paso nos acercaremos a ese momento enamorado que todo lo envuelve, me dejaré besar, cuando acerques tu cuerpo al mío y en esa sensación de explosión de deseo dancemos vida mía. No tardes y abrázame vida mía.
__El tiempo,  tesoro que se nos escapa cada segundo, transcurren las horas y yo esperando a mi eterno amigo,  a mi tierna y querida noche, donde me abraza con tanto amor y placer que caigo rendido ante sus cualidades infinitas, dejándonos al desnudo sin defensa ante su poder de posesión. En ese instante entran a mi mundo sin pedir permiso ángeles y musas,
obligándome a compartir mis historias con duendes que se sienten identificados con las más sublimes y profundas ideas que brotan de mi alma. En mi encierro de fantasía,
del cual no quisiera salir, camino hacia mi silla donde reposo mi cuerpo extenuado,
pero con deseos de perderme en el viento, flotando como nubes buscando eternamente el final de un camino sin regreso. Frente a mí me seduce la mesita de noche, la cual domina mis manos,  colocando en ella la pluma donde cae la tinta frágil y continúa en versos y liras sobre la seducción de hojas blancas,  enamorándose ambas,  uniéndose al igual que la tierra y el mar.
A mi lado sobrevive la lámpara que me acompaña sin descanso en la oscuridad de cada instante de soledad, alumbrando con sus luces de ideas, mi mente prisionera de mi propia locura. Y en ese vaivén en los espacios del tiempo, me encuentro atrapado entre poemas y prosas, al cual pertenezco, a este mundo mágico y soñador, donde nos sentimos libres y seguros de llegar a ese camino fantástico que solo encontramos en la incansable, inagotable y poderosa materia gris de nuestra mente.
Mi alma reclama a tu alma, mis labios tu despertar y mis caricias las llevas grabadas en tu piel,  estas son las pequeñas cosas que nos unieron y dieron inicio a esta pasión,  mas júrame  que lo que hoy nos une, no es un simple sueño y que serás mío para siempre, porque tú sabes sacar lo mejor de mí y hasta sacas una sonrisa, cuando la vida  me ha obligado a llorar, por eso si volviera a nacer, sin duda que volvería a buscarte, para encontrarte otra vez, porque haberte tenido en esta vida, no es suficiente para haberte amado, porque el amor no tiene límites y es eterno como el tiempo, por eso mi amor por ti, es un amor sin final.
__ Si usted pudiera darse cuenta del poder que ejerce en mí. Cuando repite te amo, cuando  esboza en sus labios innumerables sonrisas, cuando me deja pasmado esa hermosa confesión
que soy su hombre soñado. Si usted pudiera darse cuenta que al sonido de su voz se pone a sus pies mi corazón, mis sentidos olvidan todo y  concentran su atención en generarle sonrisas sabiendo que solo yo lo amo con esta devoción. Si usted pudiera darse cuenta que mi felicidad está en sus manos y  en todo su ser mi placer. Si supiera que mi piel tiene tatuado su nombre por eso exclusiva corresponde a  su calor y fragancia y  a los deseos que mi cuerpo esconde. Si usted pudiera darse cuenta que el cielo lo celaría si pudiera percatarse del poder que ejerce en mí al considerarlo solo mío. La luna, el sol,  las estrellas tal vez nunca aceptarían q que esta forma en que lo amo es lo que le da sentido a mi vida.
Si usted pudiera darse cuenta que el deseo que hay en mi piel, que los latidos de mi corazón solo tienen un destino, que no existe amanecer donde usted no esté conmigo no existirían esos celos cuando en cada  otro usted ve como enemigo. Si usted pudiera darse cuenta que todo yo le pertenezco, que yo descanso en su voz que yo me pierdo en sus besos usted con los ojos cerrados metería las manos al fuego por este hombre que lo ama y el placer que lo consume tan solo habita en su cuerpo.
Si usted pudiera darse cuenta cuánto lo amo sentiría que al no estar juntos y que haya distancia en nuestros labios podría tal vez condenarnos, porque amarnos y no tenernos
es un imperdonable pecado.
Tú y yo llevamos impregnada esa esencia en el alma,  en cada beso que nos damos, nuestros encuentros son profanos, sublimes, embriagantes, como el café de tus ojos que seducen, cautivan, es el aroma delicioso como el café que prende, ese ardor de la boca, que corta mi respiración.
No cambio el sabor de ti, me erotiza, me lleva al cielo, eres mi veneno y al mismo tiempo mi perdición, quiero sentir en mi alma ese aroma incomparable que emana, que me enloquece, que desequilibra mis sentidos, y que me hace titiritar, tienes esa aroma preferido dulce que me tiene loco, que por las mañanas sorbo a sorbo te tomaría sin dudar.
El café como tú es la sensualidad que me fascina y enloquece cada día, cuando me quedo solo dejas en mi piel todo ese aroma tan exquisito de ti, huelo a tu fragancia, dejo que se penetre en mis sentidos, puedo incluso saborearla, acariciarla, tomarla entre la lengua y el paladar, para no dejarte escapar, te amo Guille.

__ Siempre te amaré, te amaré en los vientos huracanados que estremecen los cimientos de mi encierro, en la duda infalible de mi locura sin remedios, en el silencio que yace entristecido por no decir,  abrázame amor mío, en la lejanía,  a la distancia, tus besos que se escapan de mis deseos. Siempre te amaré, te amaré en la aventura de quererte sin tabúes,  sin tropiezos, en el vacío que deja la soledad cómplice de rupturas en el tiempo, en el secreto intencionado de delatar tus misterios, te amaré como la luna ama a la noche, como amantes sin complejos, como el sol que brilla en lo más alto del cielo,  alegre por sentir el delirio de tu eco cuando gritas: !Te amo!, a los cuatro vientos tatuando mi nombre en lo más sublime de tu cuerpo. Te amaré, te amaré en mis recuerdos, he pecado por no olvidar cuánto en realidad te quiero.
 Nueve  de la mañana se despierta la alarma, mis ojos se niegan a abrirse, pesan los párpados, se niegan a levantarse y despertar la mirada, a mis espalda mi mano busca acariciar tu piel… mis caricias la descubren desnuda, ruedan por tus piernas,  suben por tus glúteos hasta tu cintura, besos de tus labios en mi espalda me dicen es hora de levantarme, con pereza mi cuerpo a la rutina comienza a darle paso… no sin antes  dejar en tu boca el beso de cada mañana.
Mañana de invierno, la luz de la calle se cuela por las persianas, haciendo saber que la noche aún tiene el control del firmamento, algo extraño se siente en la piel, algo inquieto viaja en el aire… lo siento, los pasos me llevan de nuevo a nuestro cuarto. Te descubro aún en la cama, tu cuerpo desnudo, libero de las tibias sábanas, me extiendes tus brazos pidiendo te libere de esa cruel pereza que al avance del día te niega… nuevamente mis besos intentan ser el fuerte café que te despierte de tu letargo.
Lastimeros quejidos de perros en la penumbra se escuchan, como si les faltara o extrañaran algo, que les causa profunda pena y dolor, no son aullidos adoradores de luna, salgo al balcón y veo que no tienen en el cielo a quién aullar… se siente que algo falta entre el sonido que intenta despertar en la ciudad, entre los árboles quizás aún dormidos o enmudecido el canto de los pajarillos no despiertan el alba… no tienen sol de amanecer a quién cantar.
Un rápido desayuno preparo, a mi espalda, tu piel semidesnuda, tus brazos aferran, aún se siente la pasión en el ambiente, algo en el aire no se ha dormido, no deseas apartarte de mi cuerpo, el deseo parece estar impregnando los sentidos, haciendo caso omiso a la rutina que minutos tras minutos en ella nos quiere consumir. Tu mano desciende por mi pecho, hurgando entre mi pantalón se pierde allí entre mis piernas.
Imposible negarse a tus caricias, a tus ansias de amar, sucumbimos al deseo, una pasión astral nos subyuga, entre besos, jadeos y humedad que va invadiendo los cuerpos… mi razón me lleva a creer develar el misterio de la noche que no acaba, del día que no nace. Se trata de que la luna y el sol encontraran  un lugar y un momento, ajeno a nuestro entendimiento para amarse.
Luna y sol amándose en un tiempo y espacio fuera de toda realidad, pero esa pasión la contagian, la irradian a nosotros, adoradores de la luna y el sol… como ellos,  tú y yo nos perdemos en un laberinto de deseos, un tiempo de pasión que nos lleva a consumir los gemidos, embriagarnos con los fluidos del deseo que, inagotables fluyen de los cuerpos, habrá una pausa en algún momento pero hasta que los astros no se sacien de milenios de amor… entre nosotros hoy no se dormirá el deseo, no tendrá descanso esta pasión.
Quisiera amarte hasta el final del tiempo, calmar la furia que hierve en mi interior, cubrirte el alma con el ardiente beso, que brota del eterno crisol de mi pasión, romper mis labios contra tu piel de nácar, saciar mi lengua en un beso sin fin, perder la vida prendido de tu vida, beber tu aliento hasta desfallecer, Rendir mi fuego al vértigo salvaje que entre tus simas me lleva a perecer, fundir mi cuerpo en un caudal de lava que ardiendo en tus entrañas se vierta por tu piel.
Te amo, vida, estaré en el hospital, si te hace daño, no vengas, ve con los chicos al refugio, yo te llamaré. Pedro.

__
__ ¿Cómo está? __preguntó Pedro, muy preocupado por aquella mujer a la que no conocía  más que de nombre pero que sabía que cuando viera a su hijo se le partiría el corazón.

_Está muy aturdida, confusa. Pero ¿quién no lo estaría? __Por la voz parecía que Orestes había estado llorando. Lloraba desde las primeras horas de la mañana, y a Pedro eso le conmovió, igual que a Camila. Ella casi no conocía a Matías, pero estaba muy afectada por el estado de su padre. Era una tragedia, aunque si moría al menos no tenía hijos que quedaran huérfanos, algo es algo, aunque flaco consuelo.

__ ¿Dónde está ella?
__Sigue dentro con él. Lleva  casi una hora allí, apenas llegar entró. __No hubieran sabido decir si era buena o mala señal. Pero a Pedro le parecía comprensible. Aunque ya tuviera treinta y cinco años, para su madre, Matías seguía siendo su niño, como sucedía con casi todas las madres, solo que ella con la pelea y el desprecio del padre, había tenido menos tiempo para disfrutarlo, amarlo y conocerlo, como la suya, como la del mismo Guillermo, tenía mucho más que perder. Pero solo sabía que debía estar destrozada.

__No quiero molestarla __ dijo precavido, pero los otros lo convencieron de que fuera a echar un vistazo, solo él siendo aún el esposo podía entrar con facilidad. Así que entró, aunque se había prometido que no diría nada  de quién era si resultaba incómodo. Sin embargo se llevó una sorpresa. No había ninguna viejecita allí dentro. La mujer que vio era atractiva, menuda y con aspecto juvenil, tendría menos de sesenta años aunque aparentaba diez menos sin maquillaje y con el cabello recogido en una coleta. Había viajado allí desde Boston con tejanos y un jersey negro, y era la versión femenina de Matías,  quizá más bella, con ojos enormes y azules a diferencia de los verdes de él. Pero sus facciones recordaban las de su hijo.

Estaba en pie, hablando en tiento a la cabecera de la cama de su hijo, igual que había hecho Pedro por la mañana. Cuando Pedro entró levantó la mirada. Supuso que sería una enfermera o alguno de los médicos. Todos llevaban la misma ropa y aparatos y se sorprendió al ver a Pedro.

__ ¿Algo está mal? __La mujer miró con horror los monitores y luego volvió a mirar a Pedro.

__No, lo siento… Soy… amigo de Matías… Bueno su exesposo y socio, no sé si le habló de mí, esta es una visita extraoficial. __ Valeria Olazábal lo miró con tristeza y, por un momento, los ojos de los dos se encontraron. Luego la madre se puso a hablarle de nuevo a su hijo.

Cuando volvió a levantar la vista, Pedro seguía allí, y Valeria habló.
__Sé de usted, gracias por estar acá.

Pedro volvió con los otros. Al menos se alegraba de que la mujer fuera lo bastante joven para soportar la impresión. Ni siquiera parecía lo bastante mayor para tener un hijo de esa edad. Le había tenido a los veinte años, ahora apenas tenía cincuenta y cinco.
__Parece una mujer agradable _dijo Pedro al sentarse junto a ellos, con sensación de agotamiento__. ¿Han comido? __preguntó y todos negaron con la cabeza__. Tendrían que bajar a la cafetería y tomar algo.

__No podría comer nada __dijo Orestes con mirada inexpresiva.

__ ¿Va a venir John? __A Pedro le sorprendía que no se hubiese presentado todavía, más aun viendo el estado de su tío.

__Cuando lo he llamado, al parecer acababa de levantarse de una siesta junto a la piscina o peor y se lo oía muy animado, me ha parecido de lo más inapropiado, cuando me preguntó que cómo iba por acá. Por lo visto no comprende nada de la situación, así que se lo volví a explicar en detalle. Me dijo que lo sabía pero que no veía por qué debería deprimirse si no podía hacer nada, que ya para ello estábamos nosotros.
__Es una actitud de lo más inapropiada si de verdad siente algo por él, aunque quizás a su edad la vida o la muerte ya no importen demasiado, sí a la edad de Matías.
__Sigue insistiendo en que odia los hospitales y que todo le resulta desagradable.
__Pues debería saber que a veces la vida lo es, la mayoría de veces lo es, al menos así ha sido la de todos los que estamos acá. Pero cada persona es diferente. A ese hombre es claro le gusta el glamour, lo bonito,  sofisticado, alegre y perfecto lejos de saber que la vida no lo es, y si en la suya tampoco,  lo acomoda para fingir que sí. Un coma no es agradable, ni un accidente, ni el aspecto de Matías, sin mencionar que mucho de lo que es, su entrada a ese mundillo de la noche quizá se lo deba a él.
Camila y Nancy lograron llevar a Orestes al hotel un rato después. La madre de Matías estaba sentada con ellos en la sala de espera, se la veía compuesta pero triste, aunque tenía mejor aspecto que ellos. Para ella también había sido un largo día __la impresión de la noticia, el vuelo, ver a su hijo__, pero se veía una mujer tranquila, capaz y discreta. Pedro se ofreció a llevarle una sopa y un bocadillo, o una taza de café.

__Eres muy amable, siento que ya no seas el esposo de Matías __Valeria le sonrió__, pero no creo que pudiera comer nada. __Al final aceptó unas galletas saladas y un tazón de sopa que Pedro le llevó__. Tienes suerte de saber moverte por aquí __le dijo agradecida aceptando el cuenco y dando un sorbo__. No puedo creerme que haya pasado esto. El pobre lo ha pasado tan mal siempre… y ahora esto. Estoy preocupada.

__Yo también –dijo Pedro con suavidad.

Me alegro que pese a todo tenga aquí tantos amigos y conocidos, y gracias a Dios le había dado a su tío mi número telefónico __dijo, y los dos siguieron charlando un rato. Pedro le había explicado su relación con Guillermo para que ella no pensara que podría regresar con su hijo. Sin embargo ella ya lo sabía. Desde la muerte de su esposo, tres años atrás mantenía contacto con su hijo, y sabía que no había salido con nadie más que con él. Eran la pareja perfecta _le decía, y tuvieron un matrimonio envidiable, igual que lo tuvo ella, y Pedro por ahora no quiso destruir sus sueños. No había hombre en la tierra que pudiera compararse al padre de Matías, sin embargo, Pedro sabía bien que su hijo  no pensaba lo mismo. Pero habían pasado veinticinco años de casados y ella no pensaba que nadie podía sustituir a su marido ni tenía ningún interés en intentarlo.

Estuvieron mucho tiempo charlando y ella pidió a Pedro la acompañara cuando pasó a ver a su hijo. Se sentiría más segura y valiente, hablando del estado de Matías ella lloró. No sabía lo que iba a pasar con ella si él la dejaba. No tenía a nadie más en el mundo, aunque por lo que contaba llevaba una vida muy activa. Pero él era su único hijo, y el solo hecho de saber que estaba vivo en alguna parte del mundo, aunque no estuviera con ella le daba un sentido a su vida.
Casi eran las diez cuando Pedro habló con una enfermera para que le pusiera a Valeria una cama en un lugar apartado, no quería dejarlo, aunque Pedro se ofreció a llevarla al hotel, la mujer prefirió quedarse en el hospital por si pasaba algo…
Cuando Pedro fue a despedirse de ella, la mujer ya estaba durmiendo tras saber que no había cambios, ni para mejor, ni para peor.

Pedro se decidió a llamar al protector, y este le dijo que había visto una película fantástica, él se quedó atónito.
Seguía negándose a aceptar la situación. Ni siquiera preguntó por Matías. Pedro de todos modos le dijo que no había cambios, y él dijo que lo sentía, pero que  no podía aceptar situaciones difíciles, Pedro intuyó que se sentía culpable, cuando él dijo algo sobre resistirse a la energía negativa, que era muy peligroso dejarla entrar en la vida, lo que Pedro no aceptaba es que evitara la situación de manera descarada y negara su apoyo, finalmente tuvo que aceptar que era lo que más se podía aceptar de él.

__Yo lo compenso con cosas bonitas, cenas, salidas caras, para mí no hay cosas desagradables, Pedro. Es joven y regresará. Y haremos cosas bonitas, divertidas, elegantes, graciosas.
__Usted de alguna forma ha eliminado de su vida las cosas que no le gustan o que le asustan, el problema es que la vida real no es así, pero claro, no en su mundo de fantasía señor. Usted no deja pasar nada malo o finge ante sí mismo y ante los demás que esas cosas malas no existen, pero el caso es que Matías sigue igual y las esperanzas comienzan a decaer. Lleva casi dos días en coma, cada día que pasa, disminuye las posibilidades de una recuperación completa. Le queda un día, quizá dos, después las posibilidades de recuperarse desaparecerán, puede que sobreviva pero ya no será la misma persona, al menos intente rezar. _Cortó.

Cuando Pedro regresó, Valeria estaba de nuevo hablándose a su hijo.

__Gracias por hacerme compañía __le dijo ella agradecida. Los dos estuvieron solos varias horas. Pasaron varias horas en la sala de espera y se turnaron para hacerle compañía a Matías. Y fue perfecto, porque Valeria estaba hablándole cuando Pedro vio que movía un dedo del pie.
 Al principio pensó que era un reflejo, pero entonces movió todo el pie. Pedro miró al monitor, luego a la enfermera. Ella también lo había visto. Entonces, muy lentamente, Matías tomó la mano de su madre. Ella siguió hablándole mientras las lágrimas le rodaban por las mejillas. Pedro también lloró. Con una gran tranquilidad y seguridad, le dijo  a su hijo cuánto le quería y lo feliz que se sentía de verlo mejor, aunque en realidad aún no tenían ninguna señal clara. Pero ella actuó como si hubiera pasado. Pasó otra media hora antes que Matías abriera los ojos y, cuando lo hizo, miró a su madre.

__Hola, mamá _susurró.

__Hola, hijito. __A través de las lágrimas le sonrió y Matías tuvo que contener un sollozo.

__ ¿Qué ha pasado? __Su voz sonaba ronca, porque al ingresarlo lo habían intubado. Le habían quitado esa misma mañana el tubo porque ya podía respirar por sí mismo, aunque seguía inconsciente.

__Es que eres un conductor desastroso _dijo su madre contestando su pregunta, y hasta la enfermera rio.

__ ¿Cómo está mi perro?
__No tan bien como tú. Te puedes comprar otro cuando vayas a visitarme.
__De acuerdo _dijo él, y cerró los ojos. Luego volvió a abrirlos y vio a Pedro. __ ¿Qué haces aquí?

__He venido a verte y a acompañar a tu madre, Orestes está en el hotel, pero no se movió de tu lado.
__Gracias… y… perdón… hay algo que debes de saber… _dijo él y se durmió. El médico que lo llevaba llegó minutos después para comprobar su estado.

__Bueno,  a veces sí sirve el cariño __ dijo sonriendo__. Lo hemos conseguido. __Era una victoria para todo el equipo y, mientras lo examinaba, Valeria estuvo sollozando en los brazos de Pedro en el pasillo. Pensaba que su hijo iba a morir y se sentía tan aliviada que toda la tensión que había pasado desapareció.

__No pasa nada… ahora todo irá bien… __Pedro la consoló y la abrazó. Había sido una dura prueba para ella, y era un alivio que Matías lo hubiera logrado.

Finalmente Pedro convenció a Valeria de que dejara a su hijo y la llevó al hotel, se aseguraría de que tuviera todo lo que necesitara.
__Has sido tan amable conmigo __le dijo ella otra vez con lágrimas en los ojos. Ahora lloraba por cualquier cosa. Había pasado dos días terribles, y empezaba a sentirse muy cansada__. Ojalá seas muy feliz con ese hombre que amas, y que mi hijo vuelva a enamorarse.

___Ojalá yo tuviera una madre como usted __dijo Pedro sinceramente y volvió a sonreírle enormemente aliviado__. Ya soy muy feliz con Guille, y estoy seguro que Matías encontrará su camino, más ahora que la tiene a usted. Y luego de besarla en la mejilla, se fue.
Para él también habían sido horas interminables y solo deseaba estar con Guillermo e ir al refugio a ver a Santiago, a Azul, y a Melina al hospital, sin embargo, no podía olvidar las palabras de Matías… “Hay algo que tienes que saber”.

Bs. As.

Tal como  las había programado el oficial del juez, las declaraciones de los clientes del estudio Marcos Labrapoulus y asociados comenzaron puntualmente a las nueve de la mañana en un salón de convenciones de un hotel. Como correspondía al demandado,  Barry Lab. era quien se hacía cargo de la factura de la sesión, había un generoso surtido de pastas y bollería, además de café, té y zumos. En un extremo del salón se había dispuesto una larga mesa con una cámara de video de un lado y una silla para los testigos en el otro.
La primera clienta de  Marcos fue la primera en declarar. La víspera había llamado al teléfono de emergencias y había solicitado que la llevaran en ambulancia al hospital, donde le trataron la arritmia e hipertensión. Tenía los nervios de punta y le dijo  a Marcos varias veces que no se sentía con fuerzas para proseguir con la demanda. Él le repitió otras tantas que sí era capaz de aguantar un poco, entonces no tardaría en cobrar una jugosa indemnización, seguramente millones de dólares, lo cual ayudó de algún modo. Otra ayuda fue la copiosa cantidad de ansiolíticos. Así pues, cuando ella ocupó el asiento de testigos y contempló a la legión de abogados presentes, tenía la mirada vidriosa y su mente parecía flotar en el país de las maravillas.
CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.

13 comentarios:

  1. Susana Beatriz Gracias por la dulzura que transmites

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  2. Sol Urvino BELLISIMO, EVE, con Matias al borde de la muerte me asuste, pero te agradezco de todo corazon . Buen Domingo de Pascua y un BESO🌺😊

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  3. Bueno Eve, parece que Matías zafó...Lo siento, pero ni aún así puedo dejar de sentir desprecio por él...Espero que lo que tenga que decirle a Pedro sea la trampa que le puso a Marcos para perjudicar a Guillermo...

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