jueves, 4 de abril de 2019

“SINO”. CAPÍTULO QUINTO.



“SINO”.

CAPÍTULO QUINTO.



“El más terrible de los sentimientos es el sentimiento
de tener la esperanza muerta”. Federico García Lorca.
“La muerte es una vida vivida.
La vida es una muerte que viene”. Jorge Luis Borges.

__Yo me siento un bicho raro, una persona averiada.
__Y yo creo que sos demasiado perfecto.
Pedro lo miró a la cara, Guillermo no sonreía, se tomaba la afirmación muy en serio.
__Demasiado perfecto ¿yo?
__Eso he dicho _ recalcó__. Demasiado hermoso, bueno, inteligente, demasiado valiente.

__ ¿Qué imaginas acerca de mí, Guille?
Pocas veces usaba el diminutivo, sin embargo eso los conmovió.
__Sé que has pasado una infancia dura, que has sufrido privaciones y visto cosas dolorosas, que has sufrido soledad y discriminación, tal vez humillaciones, pero acá estás, entero, tranquilo, mirándome con esos ojos de miel puros y bondadosos. No dudo que tienes oscuridades, como todos, pero creo que tu luz es tan intensa y más potente que las sombras a las que temes, que ellas se desvanecen y el día que levantes la barrera de culpas como debo hacerlo yo,  el día que perdonemos lo oscuro, podremos vivir en plenitud.
__Sabes mucho de mí, y yo casi nada de esa muerte de Juan que tanto te pesa __dijo Pedro sin poder detener las palabras.

__ Lo sabrás todo, Pedro, te lo he prometido.
__Yo también temía  contarte de mí, que supieras quién es mi madre, ni siquiera  sabía si podría dejar que me tocaras, y sin embargo lo hiciste, puedo besarte y no me va la vida en ello, eres el único que puede, al único al que quizá pueda entregarme por entero.
__ ¿Cómo?
__Lo que oyes, es que todo se ha dado tan rápido y naturalmente, a veces me siento confundido y abrumado, temo que nadie de tu entorno me acepte, que los míos me odien, pero no he podido evitar amarte.
__ Pero sos feliz.
__Tanto que me asusta a muerte, quizá más que… Guille, yo… a mí nadie puede tocarme,  solo mi madre, tengo afenfosfobia, o al menos eso dice el psiquiatra,  por momentos me da más temor no poder hacer el amor que la fobia y sus consecuencias.
__Yo no tengo dudas de lo nuestro precioso, no hay nada malo ni anormal en vos, ¿por qué esa incapacidad a que te toquen?
__Tú dices que yo te hago sentir vivo, pero lo que siento por ti, el poder haberlo reconocido me devuelve mi esencia de hombre, me gustas como hombre, te deseo como tal, y no me cuestiono si es normal o no, si está bien o no  ni qué dirán afuera, simplemente es. No sabes cuánto he disfrutado de tus besos, yo temía hacerte sufrir, no poder darte nada pero sin embargo creo que quizá contigo sea todo diferente.
__No cometas el error que yo cometí con Juan, la vida nos da algunas oportunidades, y es corta, tómalas, aférrate a ellas, defiéndelas, no las sueltes, disfrútalas aunque conlleven problemas y complicaciones.
__ ¿Cómo sabes que me amas si hasta hace poco solo pensabas en él? _preguntó Pedro con los ojos brillantes__. ¿Cómo se reconoce el amor?

La respuesta llegó de inmediato, sin un instante de vacilación.
__Porque si esa persona no está… nada tiene sentido, y te lo digo yo con cierto peso de culpa, porque cuando hay hijos siempre piensas que ellos darán ese sentido, pero no es así. Amo a mi hijo, pero él no da el sentido a mi vida. Hoy mi vida vale la pena porque vos estás en ella, Pedro, porque existes, y sí creí que era Juan ese sentido, solo al conocerte supe que no, que sos vos. Y es muy riesgoso amar así, lo sé, pero no hay remedio. Tu fobia cielito, no es asco ni un rechazo, sino un castigo que te impones, es solo eso, una penitencia porque en tu familia perfecta te hicieron creer que ser gay es un pecado, y lo entiendo, yo me he castigado pensando que era culpable de la muerte de Juan, y desde entonces me impuse una soledad absurda.
__Sí lo es creo, también sé que pase lo que pase eres tú el que da sentido a mi vida, y aunque apenas haya pasado tiempo, ni mis culpas o inseguridades pueden alejarme de ti, no puedo darle el control de mi vida ni al juicio del afuera ni a mis fobias, aunque quizá no pueda hacer el amor.
__Lo intentarás hasta que puedas.
__ ¿Y si nunca pudiera?
__Pues entonces nunca pudiste, pero si no lo intentas nunca lo sabrás, para evitar un ataque de pánico  ¿estarías dispuesto a apartarme de tu vida sin haberlo intentado?
__! No! __exclamó__. No le temo al ataque sino a hacerte daño, a lastimarte, en este momento mi prioridad eres tú.

__Y yo había perdido la confianza en el género humano y en mí mismo desde la muerte de Juan, y sin embargo, me bastó tropezar con tu mirada para bajar la guardia.
__ A veces me quedo en tus brazos y me muero de miedo de que me pidas todo porque es lo que más deseo, darme, dártelo todo. Perdón por estar tan quebrado.

Guillermo le besó los nudillos.
__El todo lo tengo en mis manos, entre mis brazos y lo único que necesito es que permanezcas allí… para siempre.
__ ¿De veras crees que me castigo con mi fobia?
__Estoy seguro, el día en que el amor sea más fuerte, en que te perdones por no ser como la mayoría, levantarás la barrera y podrás vivir en plenitud.

Pedro endureció el gesto para contener el llanto y detuvo la camioneta. No conduciría en ese estado.  El automóvil de atrás bocinó, por lo que dio un volantazo y se estacionó en doble fila. Aferró el volante hasta que los nudillos se tornaron blancos, y fijó la vista en la calle. Las lágrimas descendieron, y su respiración irregular se convirtió en el único sonido del habitáculo. Acabó por descansar la frente en las manos apoyadas en el volante.
La paradoja eran dos hechos en paralelo. No lo avergonzaba llorar frente a él, casi un desconocido, y deseaba que lo abrazara aunque siempre temía.

__Sospecho que de los horrores que viviste hubo uno que te marcó con especial brutalidad _ siguió hablando Guillermo, y fue ese trauma el que te arrojó a las garras de la afenfosfobia. Cuando lo veas y estés listo para hablar de él, y sería un honor que me elijas para ello, podrás liberarte, y lo mismo corre para mí, por momentos deseo decirte todo lo que viví hasta la muerte de Juan, y luego me da pereza, temor, es tan duro, que domina el miedo _dijo con un halo de tristeza. __ Habrá un momento del día que te vestirás de compañía vacía, serán las horas que más veloz querrás hacer correr, mis ojos estarán entonces lejos de vos, porque estarás caminando solo, mi piel sentirá ese vacío diario de horas desiertas de caricias, minuto a minuto beberemos  esa ansiedad porque llegue ese final de horas sin entregarnos ese amor y  que comience  a ser nuestro alimento  entre los besos.
Cuando camines solo, te pierdas entre la gente y sientas que te consume la ciudad, arrastrarás detrás de vos la invisible sombra de mi amor que te hará extrañar mi compañía, sobre vos  irá esa pasión que la noche anterior te habré entregado… te querrás detener un instante a sentir dentro de vos  mi agitado respirar, a sentir que de tus labios la brisa no puede arrancar el sabor que  dejo con mis alocados besos.
No llevarás sobre la piel el aroma de mi perfume, ni una huella mía vestirás sobre ella que delate a la gente la vida que compartimos… pero solo vos sabrás en ese instante en que toques tu piel y  cierres tus ojos por un momento,  que allí están mis verbos que a fuerza de besos escribí  por tu cuerpo,  invisibles para todos, solo vos al acariciar en tu piel esas líneas, podrás leer cada día un  tema distinto de amor.
Las horas caerán, los minutos ya muertos  te dirán que está pronto el momento de que entre mis brazos ahogues ese vacío que en el día te obligó a vestir la rutina… se habrá hecho para mí infinito ese tiempo que mi boca no se alimentó de tus besos, ese tiempo que mis manos sintieron desfallecer sin acariciar tu piel, se hará tuyo ese calor de amor que por horas entre mis brazos se encerró por y para vos, borraré el vacío del que te llenaron las horas sin mí  y reescribiré sobre tu piel a fuerza de besos y caricias como cada día, la historia secreta de nuestra pasión. Y lo aceptarás y no habrá fobia que me aleje o lo impida, no llores amorcito.
__Hoy amor mío los pensamientos me golpean los sentidos, creando esa sensación implacable de que hemos llegado tarde los dos, las casillas del puzle de la vida están ocupadas, cerradas, no abren caminos, solo mis verbos adornan y colorean las imágenes de mi pensamiento cada noche para ti, busco incansable dónde emparejar mis labios con los tuyos, dónde dejar mi sonrisa para ti, pero los caminos se cierran en este laberinto inmenso que se me antoja caprichoso, como es  ese camino escrito por el destino.
No debí caer, y mucho menos dejar que tus ojos enamoraran a los míos, no debí de permitirme sonreírte, sabía que te perderías en mis labios, y mucho menos dejar que mi alma desnuda te diera alojamiento, debí haber evitado dejarte ver como viajo entre  imágenes  y pensamientos,  solo eso debí hacer.
Pero no, el destino quería verme enamorado, quería convertirme para ti  en el hombre que por ti muere de amor.
__No llores, no iremos a casa de Beto, ya los conocerás a todos, en poco menos de un mes termino el rodaje y  hemos alquilado una casa en la playa para el verano,  allí los conocerás a todos _dijo Guillermo con ternura__. Ellos siempre intentan no dejarme solo para ciertas fechas, nos reuníamos  al menos una vez al mes…

__ ¿Pasado? ¿Ellos conocieron a Juan?
__Sí, a Juan lo querían todos, el conflicto fue siempre con mis padres, pero ellos lo querían como mi pareja. Desde que no está evité a gente gay, ellos son parejas heterosexuales, me aferré a ellos. Marcos, el mayor es quien revisa mis contratos y todo ese lío legal antes de cada película.
__ ¿Entonces no son del ambiente?
__No. Son todos abogados, te van a caer muy bien, ya verás. Y todos se van a enamorar de vos, ¿quién podría no hacerlo?
En el itinerario de la vida, haz lo que amas, cielito.
Sin tropiezos intenta lograr lo deseado, llega hasta el límite de tu clarividencia y achica la distancia entre lo deseado y el camino que te impide llegar a ello, y descarta los comentarios de los que te critican por querer lograr tus sueños.
Afánate por indagar en tu esencia, deja brotar tus creaciones como cascadas de agua cristalinas de tu interior, dale alas a tus ideas y permite que vayan llenando tu fuente y que luego como chorro impulsivo que se eleva, deje caer la obra, con tu impronta, tu sello, para solaz de los que la disfruten.
Ve dibujando con tus letras sobre las páginas blancas, lo que tu alma atesora, deja que brote tu río caudaloso lleno de metáforas y figuras retóricas que con su métrica y ritmo, resalten las circunstancias de las historias que creas.
Nada por los océanos y cuenta entre las olas y esa gran masa de agua que cubre las tres cuartas partes de la tierra, las vicisitudes de los navegantes, atrévete a ser excéntrico y extiende tus redes para ir atrapando miles de anécdotas que consoliden tus proyectos y den solidez a tus relatos e imágenes.
El escribir o no hacerlo, dependerá del amor y la dedicación que pongas en hacerlo.
Haciendo con amor lo que deseas, te llevará a un disfrute integral y te sentirás tocado por una ráfaga de aire que quizá te derrumbe en un principio, pero luego te aupará elevándote y logrará que te deshagas de todas tus inhibiciones y te tocará una luz que logrará una gran paz interior y una vista de tu entorno sin brumas que oculten tu clarividencia.
¿Sabes quién me dijo todo esto? Tu mamá, es la mejor, sin dudas, me encanta trabajar con ella, pero no dependo, no soy solo por ella. No te sientas responsable de mi relación con ella.
__ ¿Siempre soñaste con ser actor? __susurró Pedro entre sollozos.

__Actor, productor, director, un día quisiera dirigir un estudio cinematográfico, quizá dentro de un tiempo nos mudemos a Los Ángeles.

Pedro esbozó una sonrisa triste que no alcanzó la mirada. ¿Qué estaba sucediendo? Había ido un día a ver a su madre para en todo caso aprender más de cine, y se había cruzado con ese hombre, y allí estaba, vulnerable, hecho un mar de lágrimas, a punto de borbotarle sus secretos residuales mejor custodiados, pero al fin y al cabo su torre segura en la cual vivió encarcelado desde niño se estaba desmoronando, y era hora de saltar al infinito con ese amor que había puesto el mundo patas arriba o de morir entre los escombros, ya no le permitía estar a salvo, él podía leerlo todo.

__Quiero que imagines que estoy abrazándote _ le pidió Guillermo, y su voz grave y profunda vibró dentro de la camioneta y del alma de Pedro, le erizó la piel__. Quiero que imagines mis brazos en torno a ti. Te abrigan, te cobijan, te sostienen, yo soy la roca firme sobre la que puedes construir una vida, precioso, yo te sostengo, y vos te apoyas y te sientes cómodo, la cabeza en mi hombro siempre logra descanso. Entre mis brazos te sabes seguro, y así es, nadie volverá a hacerte daño, sientes confianza, por eso vas notando cómo se te calma el ritmo cardíaco y la respiración. Imagínalo y así será, imagina que te concedes una indulgencia y que te permites que te den conforte  porque lo mereces. Nadie te está castigando. Es hora de volver a vivir, permíteme abrazarte, aunque sea en tu mente. Eso bastará para hacerte sentir mejor por el simple hecho de que ya no te sentirás solo. Por algo no he querido precipitar las cosas, supe que necesitas tiempo, confía en mí.

Pedro sin despegar la frente del volante aflojó las manos y arrastró la derecha hasta la consola de cambios de marcha y allí la dejó quieta en espera de su sino, que no la defraudó, llegó segundos después en la forma de un contacto sutil como el roce de una pluma. Soltó un suspiro, un gemido mezcla de pánico y de conmoción. Las palabras de él le serenaron como nada.
__Pedro, confía en mí, necesito que lo hagas, yo necesito saber que puedo no defraudarte para dejar de sentirme culpable de la muerte de Juan, si me dejas ayudarte me estarás ayudando. Has estado demasiado tiempo alerta. Has cargado con ese peso durante tanto tiempo. Te admiro, no creo que puedas imaginar cuánto. Pero, llegó el momento de compartir las cargas, permíteme ayudarte.

Le recorrió el dorso de la mano con lo que Pedro suponía era la punta del índice y un estremecimiento lo sacudió, una corriente eléctrica para nada desagradable que le acentuó el erizamiento de la piel aun en sitios impensables. Guillermo arrastró el índice por el dedo mayor hasta la punta, e hizo lo mismo con cada uno, recorrerlos y tomar el camino inverso hasta la muñeca, y así iba y venía. Pedro percibía la flojedad que se apoderaba de su cuerpo, resultaba incontrolable, luchaba por rebelarse al contacto, pero  si hubiese retirado la mano habría estado mintiendo, pocas veces había experimentado esa paz.

__ ¿Cómo te sientes? _ quiso saber él sin dejar de tocarlo.

__Bien _ dijo con voz cascada__. Muy bien _ añadió__. Gracias.

__ ¿Por qué?
__Por hacerme sentir normal.
__ Sos  normal.
__No.
__Sí, lo sos. Vos y yo hemos tenido vidas… interesantes __resolvió__, pero  pese a todo, somos normales. Somos más normales porque hemos transitado infiernos y aquí estamos, haciéndoles frente a nuestros demonios.

Pedro se incorporó con deliberada lentitud. A un tiempo, temía y anhelaba volver a encontrar sus ojos. Y cuando por fin se atrevió a levantar los párpados, la bondad en la expresión de Guillermo le arrancó un sollozo. Se cubrió la boca con la mano libre, y las facciones frente a él se desdibujaron.
__Sos lo más lindo que he visto en mi vida _ lo escuchó afirmar.

_Tú eres el mar __pensó Pedro en voz alta_. Eres el inmenso mar poderoso para mí.

__Seré lo que tú desees que sea.
__Guille… _ balbuceó con acento quebrado y levantó la mano sin atreverse a tocarlo, pero  no dispuesto a dejar que las garras que lo aprisionaban vencieran a su deseo, apoyó la punta de los dedos, un golpe lo echó hacia atrás, contra la puerta, Guillermo le aferró la mano, y él no se la soltó.

__Pedro __lo llamó sin perder el control, sin alzar la voz__. Pedro, mírame, soy yo, por favor. No permitas que el demonio gane la partida. Tú puedes vencerlo. Me tienes a mí, ya me has besado y acariciado__. Solo dime algo, ¿alguien te violó? Sé que  esa fobia es común luego de abusos graves.

Pedro negó con la cabeza.
 Una nota de angustia en el acento de la voz de Guillermo lo alcanzó como una flecha en el mismo sitio donde el miedo lo había golpeado, como tantas veces el puño de su padre, aunque no pudo expresarlo, y el nudo de dolor y opresión comenzó a disolverse.

__Sigue mi voz entonces __le propuso, y Pedro asintió__. Y mírame siempre fijamente.

Quiero que sepas que nada he deseado tanto, y te aseguro que en esta vida he deseado, y mucho, pero nada como llegar a vos. No creo que seas consciente de lo que tu aparición significa para mí. Me sentía perdido. Aunque estoy rodeado de gente que me ama, siempre he estado y me he sentido perdido. Y solo cuando te vi en el plató, y ayer en el bar y te vi mirarme como lo hacías, con esa emoción tan genuina, ¿cómo describir lo que me hiciste sentir?
__Fue igual para mí _ se atrevió a balbucear, te amo tanto que duele, me emociona__. Y sentí celos de tus fans que te conocen y tienen tu atención.

__No. Ni ellos ni nadie me hacen sentir como vos.
__ ¿Cómo te hago sentir?
__Vivo, precioso yo creía haber muerto con Juan, y vos me haces sentir… vivo.
El llanto se le mezcló con la risa inspirada por la alegría más pura que solo en esa instancia apreciaba cabalmente. Lo vio llevarse su mano a los labios.
__Me haces sentir vivo _ repitió Guillermo y, su aliento le acarició la piel__. Pero lo más importante es que anhelo seguir viviendo solo porque estás aquí.

__Eso no puede ser normal _ se rebeló.

__ ¿Por qué? Yo tengo un concepto particular de lo que es normal, ¿alguna vez tu vida lo fue? La mía, jamás. Para mí normal es que el gato maúlle, que la vaca dé leche y su mugido, que el perro ladre,  ¿qué sé yo qué es normal? ¿Lo nuestro? No lo sé, ni importa.

Lo hizo reír. La risa se cortó cuando le adivinó la intención: se disponía a besarle la mano. La sujetaba firmemente, y hasta allí lo soportaba con dignidad. Sus labios eran otra cosa.
__No dejes de mirarme. Voy a besarte.
__Guille...
__Shhh… Concéntrate en la sensación de mi boca sobre tu piel. Concéntrate en las sensaciones que te proporciona. Tienes la piel tan suave__ susurró y, sin apartar la mirada de la de él, le pasó los labios por los nudillos__. ¿Me sientes?

__Sí _respondió__. Tus labios son suaves _ añadió con voz entrecortada, un espejo de los temblores que lo recorrían__. Y… mullidos _ concluyó.

__ ¿Te gusta mi boca?
__Sí. Recuerdo que la primera vez que te vi lo que más me llamó la atención no fue ni tu porte, ni tu fama, fue tu mirada penetrante, tus ojos, y tu boca, la sensualidad de tus labios.
__ ¿Me deseaste?
__No me permitía desear.
__ ¿Me deseas ahora? __Pedro contuvo el aliento, y Guillermo le exigió una respuesta con la mirada inexorable__ Dime, ¿me deseas ahora?

__Sí __admitió, en tanto se preguntaba de dónde tomaba el coraje. “De él”, se respondió, y con la vista fija en ese hombre, se dio cuenta de que la gratitud que le inspiraba estaba convirtiéndose en algo tan intenso que lo asustó, intentó retirar la mano, pero él lo impidió de nuevo con delicadeza.

-Me tomaré un momento para mirarte cuando estés dormido, cuando estés distraído o concentrado en alguna tarea, será para mí detener el tiempo en tu espacio… observaré tus ojos, sabré los colores que forman tu iris, me perderé en el contorno de tus labios y dibujarlos así en mi mente despertará las ansias de besarte así de improviso y sabrás que eres dueño a cada instante de mis pensamientos.
Me tomaré el tiempo, ese que te hará sentir ajeno a todo, lo haré interminable para mí, sabiendo que te tengo, recorreré las líneas de tu cuerpo que aun cubierto, maravillará mis sentidos, veré que todo lo que luzcas sobre él lo hará perfecto para mis ojos, sabré que por debajo de tus prendas está la piel que despierta mis deseos, que hace incansable el recorrido de mis besos.
No importará si son segundos o minutos los que también haga míos de tus momentos de silencio, será tiempo detenido, invaluable instante donde la emoción correrá por debajo de mi piel, ternura vestirá mi mirada… quizás el amor allí a flor de mi piel despierte tu percepción y perturbe entonces tu silencio, entonces la pregunta que en tu boca quiera nacer, la ahogaré con mi beso que arrastrará un te amo de mis labios.
Buscaré y siempre encontraré ese perfecto momento que será solo mío, callado, secreto y mágico, momento que no se perderá en el tiempo, descubriré en tu rostro, en tus gestos lo nuevo que me llevará a sentirme dichoso por tenerte, me sentiré más enamorado que  ayer… y volveré a descubrir una nueva manera de enamorarte cada hoy más… que cualquier mañana.
__ Sonrío porque tú eres mi mundo, desnudo mi sonrisa entre versos y poemas, y entre poemas y versos desnudo también mi alma dejándola desprotegida, me sacudo la piel de soledades y la lleno de tus realidades, mientras espero por esa brisa acariciadora que entre espacios y silencios me traen tus recuerdos, entre pasión y poesía se desliza mi sentir a la espera de tu llegada y dejaré que vuelen las mariposas que habitan en mi estómago, así que, en las puertas de la noche me encontrarás amor mío, ahí enamorado y ansioso estaré protegido y arrullado por los lunares de la luna, ella me acompaña siempre a la espera de ese momento mágico donde nuestras almas se abrazan, una suave brisa me acaricia, siento la negrura de la noche, tengo frío, necesito de tus brazos para acurrucarme amor mío.
Cierra los ojos amor, estoy a un paso de besarte, a un suspiro de desnudar tu alma y leer ese sentimiento grabado con esmero para que no se desvanezca tu soñar, soy tu sueño vida mía, soy tu amor prohibido, pero no sufras amor, porque estás a las puertas donde la vida se abre, donde la vida generosamente nos hará entrega de esa primavera para vivirla, estás justo en el lugar donde dejaré caer mis besos de pasión y deseo, así, mientras esta eternidad se convertirá en la nada,  dejaremos de soñar para vivir.
Entre espacios y silencios, vivo por ti vida mía.
Un día tropezando nos encontramos,  tontamente puse mi corazón  en tus manos,  y me enamoré de ti; porque me trataste como nadie nunca me trató,  sentí  de ti atención y amor.
Tontamente puse mi corazón  en tus manos,  y me enamoré de ti;  porque tú me enseñaste muchas cosas que no conocía,  a tu lado pasaba largas horas de pláticas de todo y nada. Mi amor es una llama que aún arde por dentro,  y aunque  no estés conmigo,  sé que te llevaré en mí hasta el final de mis días. Donde estés y con quien estés,  no importa lo que hagas,  mis pensamientos eternamente estarán siguiéndote,  y sé que  por momentos a ti,   a tu mente llegará mi nombre,  porque sabes que mi amor por ti es sincero. Cuando tú me necesites ahí estaré,  mientras tanto mi amor, entre las sombras me ocultaré,  y aunque no me veas;  me sentirás muy cerca de ti,  porque algún día, en algún momento, tropezando nos volveremos a encontrar.  Mi amor está vivo por ti,  mi amor por ti, siempre vivirá.
Lo digo porque no quiero perjudicar tu carrera y si para ello debo alejarme, siempre te estaré amando.
__Nunca lo digas, porque no te dejaré por nada, ni siquiera por eso, ya te he dicho que no dependo de tus padres para seguir en lo que deseo, ni vos __dijo Guillermo con severidad, te amo con locura__. En la comisura de mi boca tu ser entero dejó en mí la huella marcada, en cada encuentro, esencias hechas de canela y miel. No soy rey  y menos príncipe, solo el dueño de todos tus deseos. Cada beso tuyo hace de mi locura indómita ansias de ser tuyo.
En cada caricia vivo al sentirte latir en mí. Entonces entiende que no sos vos quien desea retirar tu mano, tus labios,  tu ser sino el demonio, que está obligándote a no ser. No quiere que seas feliz porque si lo sos, ya no tendrá el poder, ya no lo necesitarás. Tócame por favor. Vos sos el dueño de tu vida, no él. Tócame. Ahora me tienes a mí. Si el ataque de pánico llega, yo estaré a tu lado para ayudarte a superarlo. Confía en mí, Pedro.
__Anímate y salta _murmuró Pedro para sí.

Pedro levantó el brazo, porque en verdad deseaba acariciarlo, él, Pedro Daniel Beggio, anhelaba estirar la mano y alcanzar esa maravilla que se hallaba a pocos centímetros, ese esplendor  que era Guillermo Graziani, que quizás había sufrido más que él y que por ser miles de veces más fuerte, estaba convirtiéndose en su columna, su roca, su áncora. Era sin duda su amigo y eso le gustaba, y era  la clase de amor que se mima, que se cuida, que en el tiempo crece, ese en el que se vive e incluso por el cual se puede estar dispuesto a morir, ese que se desea compartir en salud y enfermedad, en la riqueza y la pobreza… Ya no se cuestionaba cómo los sucesos habían desembocado en ese punto. Saltó. Y le tocó la cara, y dibujó sus labios, se quedó mirando su mano pálida contra la piel, advirtiendo el estremecimiento de él, y lo vio inspirar profundamente y bajar los párpados. Tan afectado como él a causa del contacto piel a piel. Se trataba de una experiencia fascinante, la de haber vencido sus demonios y la de permitirse ese instante de gozo y de placer.
Guillermo mantuvo los ojos cerrados solo un momento, hasta que los abrió para Pedro. Lo sabía, había vuelto a abrirlos para que Pedro no perdiese el rumbo, porque sus ojos eran como faros en la tormenta.

__Quiero perder mis dedos en tu rostro, ¿puedo?
__Puedes hacer lo que quieras, cielito.

Pedro hundió las yemas entre los cabellos, y se le ocurrió preguntarse cómo sería el vello del cuerpo, por cómo vislumbró cuando salió de la ducha sabía que en el pecho era escaso. El deseo se convirtió en una pulsación en el bajo vientre, más abajo aún, más profundo. El latido lo tomó desprevenido, no recordaba haberlo experimentado con nadie. Pulsaba con tanta rapidez y pertinacia que dolía.

__Eres hermoso, Pedro _ expresó Guillermo, y Pedro se dio cuenta  de que no se había tratado de una declaración deliberada sino que estaba pensando en voz alta, y el cumplido le pareció más sincero y doblemente halagador.

__Tú también eres bello, Guille _ admitió_. Ayer, cuando te vi entre tus fans  y sonreías me robaste el respiro. Tienes la sonrisa más sensual del mundo.

__La sonrisa más bella del mundo es la tuya, Pedro, es la más perfecta que conozco.

El ulular del teléfono de Guillermo rompió el hechizo. Pedro retiró la mano y se acomodó frente al volante.

__Hola _respondió, y habló durante pocos segundos antes de cortar__. Lo siento, Gaby _ dijo, y estiró la mano, le rozó el filo de la mandíbula.

Pedro cerró las manos en el volante y enseguida se relajó al notar que el pánico y el ahogo no llegaban. Guillermo había retirado la mano, posiblemente al percibir que se tensaba.
___Estamos muy demorados, Gaby, mejor lo dejaremos para otro día __dijo a la amiga y en poco cortó volviéndose hacia Pedro.__ Pedro, mírame.

Se volvió y aunque pugnó por ocultarse tras una máscara, la mirada dulce y comprensiva de él lo desarmó, y le ofreció en cambio la expresión desolada que era el reflejo de su alma.
__ ¿Qué sucede?
Tengo miedo.
__ ¿De qué?
__De que esto sea lo único que pueda darte, caricias, besos, un abrazo… _ confesó, mientras evocaba escenas con sus hermanos y amigos, en que cuando llegaba el intento de intimar, los demonios lo destrozaban.

__ ¿Quieres darme más?
__Sí.
__ ¿Qué quieres darme?
__Lo que un hombre da a su par en nuestro caso, lo que se da a la persona que se ama y desea.
__Y yo deseo que me lo des. Como nada en este mundo _agregó_. Quiero que sepas y que no dudes de eso. __Lo miró con intensidad hasta que Pedro asintió__. Entonces, si lo deseas, ya tienes la mitad de la contienda ganada.

__ ¿Tú crees?
__Lo prometo, y ahora llévame al plató. __Quiero sentirte navegar. No es que quiera ser siempre el centro de tu atención, solo deseo que me obsequies algo de tu tiempo, y poder compartir momentos inolvidables, felices, dejar volar la imaginación, poder disfrutar la perversidad que hay entre los dos, solo contigo a solas en mi habitación.
No me importa si te apetece de día o de noche, aunque para mí lo ideal sería en la oscuridad romántica de la noche, donde solo los astros iluminen nuestros cuerpos desnudos, serán testigos de un anochecer candente, entregándonos con pasión; ven, saciemos estas ansias, en mi interior deseo sentirte navegar, y que te pierdas en mí.
Nuestras almas se unirán y seremos uno solo, la luna orgullosa se lucirá con su brillo, será testigos de nuestras pieles desvestidas ardiendo de lujuria, escuchando y presenciando los alaridos, los gemidos y suspiros del gran placer, que solo tú estimulas en mí, como yo en ti, así juntos volaremos a otro edén.
Tu boca recorrerá las sendas de mi cuerpo desabrigado, dominado por tus besos, enmarañando mi piel, no obstante, tu lengua se fundirá en mi intimidad, libando el néctar de mi fuente, devorándome  a tu antojo, después, tomaré con mis manos mis pezones firmes, suaves y cálidos, cubriré tu rostro, estrujándolos en tu boca para provocarte más, y que sigas amándome sin detenerte.
Dejemos que nuestra perversidad sea una  para hacer de nosotros lo que queramos, como es escuchar los deseos del cuerpo y la mente, dejar que la imaginación nos transporte a otros cielos, vivir el momento y te aseguro que, quedarás sin deseos de volver a tus labores por un buen rato. Regálame más noches como esta mi  amor eterno. Quiero ser el dueño de todas tus noches.

__Mi señor admirado. No imagina cuánto lo amo, cuánto lo espero, cuánto lo necesito.
Con él aprendí que la vida es de momentos, que por eso hay que vivirlos con intensidad.
Él me enseñó a vivir bellos instantes a su lado... solo que no se acordó de prepararme para vivir sin él y dejarlo de amar por tanto será lo único que no podré hacer.
Cuánto daría por robarte un beso, no sabes qué sería capaz de hacer por el breve instante de rozar mis dedos con tus dedos.
Daría todo lo que hay en mí, completamente todo,  tan solo por tenerte cerca aunque sea
un pequeño lapso de tiempo, y así sin más, entregarte mi ser, para que lo lleves contigo a
la hora de tu partida y te acompañe a cada momento.
No sabes qué deseo tengo de mirarme en tus ojos, de reflejarte mi amor con la mirada, y te des cuenta que no me importa nada que no sea estar a tu lado, por lo menos por un instante en  esta vida.
Pues mi corazón encadenado está al tuyo, y así como el moribundo en sus últimos instantes
desea el perdón, mi alma errante anhela verte por lo menos un momento un breve instante.
Como se desea conocer el cielo. Mi corazón encadenado vivirá a ti eternamente,  tan solo me basta en un breve espacio de  tiempo, un minuto de coincidencia en esta vida  para darte mi promesa de amor aunque más tarde te alejes –musitó Pedro embargado de emoción.

__ No me alejaré, pase lo que pase. Escápate conmigo, si el destino nos ha juntado nadie podrá separarnos. Viajemos al fin del mundo, no extrañaremos el ruido estridente ni el humo asfixiante de la ciudad. Nos levantaremos al alba disfrutando de los bellos colores de la madrugada.
Un viaje sin orillas, sin la incertidumbre de las prisas, solo escuchando el eco de nuestra risa.
Inmersos en la naturaleza descubriremos todos sus secretos y riquezas, las manecillas del reloj paradas solo con la impaciencia de nuestras caricias y miradas.
Nos bañaremos en el lago de los sueños inacabados, nos secaremos con la brisa en una suave y tierna caricia. En la noche iremos de expedición por nuestros cuerpos, en una aventura interminable llena de momentos inolvidables. Viajaremos con lo imprescindible libres de equipaje, solo lápiz y papel, una cámara, maleta llena de ilusiones y sinceridad donde no da cabida la falsedad. Escápate conmigo solos vos y yo, alejándonos de todo lo que nos separa.
Escápate conmigo a la tierra de los sueños inacabados, donde solo estemos desbordados por nuestros besos. Fúgate conmigo cuando la luna esté de testigo y cuando el sol esté agazapado.
El frescor de la tierra será nuestro lecho, bajo un manto de estrellas culminaremos nuestro deseo.
Escribe en mi piel tus verbos, dulce muchacho de ojos  de miel y mirada anclada y olvidada en la nostalgia, tatúame de por vida en el amanecer de mi alma todos los besos y momentos que vivimos juntos. Lléname de caricias nuevas cada milímetro de mi ser y caminemos juntos, siempre de la mano, a paraísos nuevos, a mundos desconocidos, donde el lirismo y el romance de tu boca, nos sirvan de brújula y timón, en una singladura nueva y diferente, camino de frenesíes perdidos en viejos insomnios de miles de noches olvidadas.
Atrapa mis suspiros con tus besos, mírame, sonríe y abracemos juntos un horizonte esperanzador, hagamos de este día algo distinto, nuevo e inolvidable porque nos espera una cita con el destino.

__Déjame llevar de tu mano, me ha levantado del barro donde enterraron mis pies  la maldad y la venganza. Son aliadas temibles, que encadenan las almas y arrancan las plumas de las alas.
Pero tú, paciente, esforzado y valiente caballero mío, deshiciste los nudos de mi pelo y la mordaza de mi boca.
Renací de la noche más oscura al más prodigioso sol. Eres mi sortilegio de amor, el elixir que levanta mi pecho  y tornea mis muslos, y convierte en miel el secreto de mis labios. Para llenar de besos tus ojos de agua, para bailar con tu piel, para entregarme con este cuerpo mío resucitado con esta alegría de suspirar el aire que respiran tus palabras, tus silencios, todo tú, el autor de mis mañanas, el amor de mis noches.
¡Allí estás Tú!
Cada noche que pasa, desde la cima cerca de mi casa contemplo el cielo, así la luz de la luna y el astro iluminan mi sendero, dejando volar mi mente a tu recuerdo y mi derrota; dejando volar mi mente hacia tu recuerdo, sin importar donde tú estés o te encuentres.
Qué será, que donde yo esté, allí estás tú, regreso a mi hogar, me tumbo en mi lecho, no puedo dormir, me levanto, me siento al lado de mi ventana observando cómo se esconde la luna entre las nubes, es una noche tibia, cierro mis ojos, allí estás tú de nuevo.
No sé qué será, pero siento tan real  el roce de tu piel, de tus labios, el eco de tu voz, tus caricias, tus besos apasionados, esas miradas penetrantes que se perdían en la oscuridad, de esas noches fogosas en nuestra alcoba, en lo más íntimo, que no hacían falta palabras para entendernos.
Ahora, ahora despierto de este sueño, que hubiese preferido no haber despertado, aceptando mi derrota el haberte perdido, me siento solo, con mi corazón vacío, quedándote en mi mente como algo que una vez amé, que tristemente mi alma gritó, sucumbiendo a su dolor, mis caricias, mis besos se quedaron en el olvido, que ya ni te acuerdas de mí.
En todo este pandemónium que se ha creado en mi mente, siempre estás tú presente, no queda más en mí que respirar  aquel bello amor que fue y sentí, que ahora está lleno de nostalgia, sucumbido de deseos y dolor, sin poder tenerte, ¡que confusión hay en mi mente!
__Shhh… No hables así, si eso fue un sueño, sería para mí la peor pesadilla, no te dejaré como hizo ese hombre conmigo, no te lo conté por eso, te amo, Pedro.

Pedro una tarde no pudo esperar y al salir de la facultad se presentó en los  estudios, Guillermo estaba en al camerino.
Como no vio a sus padres por ninguna parte, entró al pequeño cuarto que tan bien conocía y se dejó caer en una silla.
__

__! Qué carita! ¿Qué sucede? ¿Te ha ido mal en algún examen?
__Peor que eso, necesitaba verte desesperadamente, estuve en casa, cenando, era el cumpleaños de mi  padre, y ha sido terrible. Guille, no pertenezco a ese sitio ahora, me he sentido distante, extraño, distinto, lejano de cada uno de ellos, ni de las gemelas puedo disfrutar, una es tan  arrogante, la otra tan sumisa, no tengo nada que decirles. Y mi hermano es tan infantil que le mataría. No puedo hablar con mis padres. Solo pensaba en escapar e irme a tu lado. Solo me consuela que quedan pocas semanas de rodaje y luego iremos a esas vacaciones juntos.

Guillermo sonrió, estaba fumando un porro, pocas veces lo hacía, el sueño, o la falta de él le estaban jugando en contra, se lo ofreció a Pedro, pero este nunca le encontraba ningún atractivo. Dio una rápida chupada y se lo devolvió.

__Si no estuviéramos aquí _dijo Guillermo acariciando ya el muslo de Pedro __, se me ocurriría una idea.

Ambos soltaron una carcajada. Estaban tan familiarizados el uno con el otro que  veces olvidaban su secreto. Guillermo ya no pudo contenerse, con cautela trazó los labios, se inclinó hacia delante y besó a Pedro.
Ninguno de ellos oyó la puerta ni la pisada, pero a Pedro le pareció oír un jadeo y se apartó en el acto. Amalia los miraba y tenía los ojos llenos de lágrimas. Pedro se puso de pie de un salto y Guillermo se levantó muy despacio.

__Mamá, por favor… _ dijo Pedro, extendiendo una mano al ver las lágrimas en los ojos de su madre.

Experimentó la sensación de haberle asestado una puñalada en el corazón, pero no se movió y ella tampoco lo hizo, se quedó mirándolo y, después, se sentó en una silla. Temía que se le doblaran las piernas.

__No sé qué decir, tu padre lo intuía, yo no, solo pensé que eras diferente, sensible. ¿Desde cuándo dura esto? __preguntó mirando ya a Pedro y a Guillermo.

Este no quería agravar la situación, y fue Pedro quien habló, adelantándose a su amor.
__Desde conocernos aquel día en el plató, lo siento mamá, pero no es lo que cree, yo…

Entonces se echó a llorar, y Guillermo  le miró conmovido y se acercó a él para respaldarle aun a sabiendas del riesgo de perderlo todo que corría. Amalia podía destruir su carrera. Había cometido una locura enamorándose de su hijo, lo supo el primer minuto, no pudo, no quiso evitarlo, y ahora aunque lo lamentara cosa imposible ante el sentimiento, era demasiado tarde.
El daño estaba hecho.

__Amalia, nadie ha sufrido ningún daño, nos amamos, pero Pedro padece afenfosfobia y no hemos hecho el amor, nadie lo sabe. No hemos ido a ninguna parte.
__No me digas de lo que sufre o no mi hijo, sé que le quitarás esa cosa, conmigo no la sufre, solo los golpes de su padre por saber lo que iba a suceder le han causado eso, no me consuela que no sea del todo tuyo por su fobia, has sido tú, Guillermo.
Amalia le gritó, hubiese querido matarlo, pero sabía que la culpa no era del todo suya. Miró el rostro lloroso de su hijo con tristeza.

__Pedro, dime la verdad, ¿esto ya ha ocurrido otras veces? ¿Por esto te mudaste de casa?
Ni siquiera sabía qué preguntar y no estaba muy segura de tener derecho a hacerlo. Pedro ya era un hombre y si Guillermo hubiera sido una chica, ¿hubiera pedido explicaciones?

__Amalia, yo esto lo viví años atrás con mis padres, no condenes a ese dolor a Pedro, él te ama _ dijo Guillermo.

__Sé muy poco de la homosexualidad pese a quién soy, y esta relación me da miedo, y aún querría saber menos, y no me digas que en este ambiente hay muchos como tú, Guillermo porque lo sé, he vivido en Hollywood y está lleno, pero nunca tuve el menor interés en averiguar quién hacía qué con quién, sin embargo acabo de ver a Pedro besándote pese a su fobia. __Se enjugó las lágrimas y Pedro se sentó en una silla, lanzando un suspiro.

__Mamá, fue la primera vez… Me refiero a Guillermo. Y él no tuvo la culpa de nada, yo siempre he sido así, papá lo supo, usted no lo vio. He sufrido mucho al ver que no podía ser el hijo primogénito que él deseaba tener, pero Agustín luego cumplió sus deseos y entonces me alivió la culpa. Creo que en el fondo, lo sabía desde hace años. No sabía qué hacer y él… __vaciló, mirando a Guillermo casi con gratitud__... él me está iniciando en todo eso con tanta delicadeza que… estoy venciendo y sanando la fobia, y no puedo evitar amarlo. Soy gay, homosexual, nunca me pude acercar a una chica y usted lo sabe. Seguramente no es lo que tú deseabas para mí, y a lo mejor nunca podrás aceptarlo ni volver a quererme. __Tragó saliva y reprimió un sollozo, pero yo espero que al menos tú sí. __Se acercó a su madre, la rodeó con sus brazos, y hundió el rostro en su pecho mientras Guillermo contemplaba la escena. Nunca se había visto metido en semejante situación, excepto en la propia, con su familia, con Juan; mierda sí, cómo podía negarlo, lo suyo había sido peor_. Te quiero mamá _dijo mirando a Amalia__. Siempre te quise y siempre te querré, y de veras me gusta el cine. Pero también amo a Guillermo.

Fue el momento más adulto de su vida. Necesitaba proclamar quién era, y lo que era por mucho dolor que causara a su madre.
Esta lo abrazó con fuerza y le besó el cabello. Después tomó su rostro entre sus manos y le miró fijamente a los ojos. Era el mismo chiquillo que siempre había sido y ella le quería como siempre.

__Te amo como eres, Pedro, y siempre te querré. No lo olvides nunca. Te ocurra lo que te ocurra y hagas lo que hagas, siempre estaré a tu lado. __Miró a Guillermo y Pedro sonrió entre sollozos__. Lo único que deseo es que seas feliz. Y si esa es tu vida, yo la acepto. Pero quiero que tengas cuidado con lo que haces y con las personas que veas. Has elegido una vida difícil, hijo, no te engañes.

__Lo sé madre, pero con Guillermo será menos difícil, mucho menos que ocultarme a mí mismo el secreto en el transcurso de tantos años como he venido haciendo.

Amalia se levantó y miró a Guillermo, tenía los ojos llenos de lágrimas.
__Solo te pido una cosa _ le dijo__. No se lo digas a nadie. Algún día podría cambiar de idea, concédele esa oportunidad al menos por un tiempo. __Guillermo asintió en silencio y Amalia añadió dirigiéndose a su hijo__. No le digas nada de todo esto a tu padre. No lo entendería.

__Ya lo sé _ contestó Pedro, tragando saliva__. Mi padre nunca lo aceptará, pero me parece imposible que seas tan extraordinaria mamá.

Se enjugó las lágrimas de las mejillas, y Amalia, también con lágrimas, esbozó una sonrisa.
__Ya sabes que te quiero muchísimo. Y tu padre te quiere también. __Exhaló un triste suspiro y contempló a los dos hombres. No era fácil comprenderlo. Ambos eran apuestos, inteligentes, jóvenes y viriles. Era una lástima, por muchas cosas que se dirigieran por ese camino, por muchas cosas que se dijeran por allí, ella nunca pensó que Pedro y Guillermo gozaran de una vida feliz. Desde luego no iba a serlo para su hijo__. Tu padre nunca lo entenderá, a pesar de lo mucho que te quiere. Se le partiría el corazón _ añadió, descargando en aquel momento el golpe más duro.

__Lo sé _ dijo Pedro apenado, y se atragantó de nuevo con las lágrimas mientras veía salir a su madre.

__Cuando nos deseamos, esa bella sensación, que nos produce el amor, así como nos amamos.
Ese fuego interior, que nos llena de satisfacción, aunque el día fatídico, nos separe en el amor. Puede que disfrutemos, noches locas de pasión, deseamos que el día tenga cien horas para amarnos. Los días maravillosos, se nos hacen cortos, sintiendo cada momento, disfrutando cada minuto. Cada vez que te siento, me provocas el deseo, ese deseo intenso,
 de comerte beso a beso. Al besar tus labios, siento un gran deseo, de acariciar tu cuerpo,
 recorriéndolo por todos lados. Explorándolo tan sensual, sin que pueda escapar, un trocito de piel, al fuego de mis labios al pasar.
Sedientos y llenos de fuego,  ese fuego del deseo, que sentimos los dos, tanto tú como yo lo deseo. Deseamos tanto poseernos, y comernos a besos, en todo momento, felices y contentos. Ser los protagonistas,  de esta maravillosa, historia de amor, desafío de nuestra vida. Para poder llegar a sentir que toda la noche, y todo el día por seguir esta aventura dichosa por vivir. Atrapados en la lujuria,  que tenemos los dos, cuanto más “te amo”,
mucho más te deseo. Ese deseo insaciable de devorarte completo, hasta extenuarte en el éxtasis aunque el tiempo nos apremie.  Debemos de aprovechar, que no acabe el momento, viviendo este deseo insaciable aunque nunca se sacie por completo. Haciendo el amor,
una otra vez, desde la luz del alba, hasta el nuevo amanecer. El amor profundo y sincero,
no entiende de edades, es un deseo constante, aunque nuestro cuerpo no sea el de antes, el deseo es la expresión expresiva del amor _ susurró Guillermo acariciándole el cabello sin que Pedro siquiera se diera cuenta__. No sabe de género y así te amo y te deseo.

__ Deja que tus caricias me llenen de placer, vayamos a un mundo solo para los dos, haz que me olvide de todo.  Deseo acariciarte suave y dulcemente  deja que mis manos ardan con tu piel, perdernos en el alma enamorada.  Con mis labios quiero recorrer cada espacio prohibido,   entre sábanas blancas, desnudos nuestros cuerpos entregándonos al amor placentero. Quiero sentir nuestros corazones palpitar con sensual fuerza escuchando gemidos de placer. Saciar tu sed de amar  penetra en lo más profundo, condúceme hasta el mismo cielo, si lo deseas.  Descontrola mi respiración, con fuego de pasión desbordante  al estar deseoso de ti cubre mi fragilidad déjame sentir  que siempre viví  en tus brazos,
quiero amarte de mil maneras.

__Todo nació en una noche de verano, la que compartí a tu lado por primera vez; fueron noches de cielos infinitos crispados hasta el amanecer. Mis ojos vuelan hacia el horizonte y te buscan, sintiendo el calor y el sabor de tus besos filtrados en mi boca, tu amor traspasa mi corazón tocando mi alma; haciéndome recordar los mejores momentos de felicidad, de sentimientos que  vibran, y que recorren mi piel.
Llenas mi corazón de amor, la profundidad de mis letras, que como poesía del alma embelesan a mis oídos, plasmadas magistralmente en versos, que no solo me elevan hacia el cielo, sino que desnudan mi alma para tentarte más, que es lo único que me ha quedado de ti.
Nos llevó tanto tiempo el comprender el objetivo de nuestras vidas, quien quiera que la controle, el propósito es amar al que está cerca para ser amado, como lo estás tú en mi ánima, la realidad más hoy es, que otros me amaron más que yo a ellos, y sin embargo a nadie he amado tanto como a ti.
¡Ay amor! no puedo dejar de pensar en ti, sé que estás muy dentro de mi corazón y nadie te puede reemplazar,  lo eres todo para mí. Se me hace difícil sacar todos tus lindos recuerdos, es como desprender mi corazón de mi pecho, siempre vivirá en mí tu memoria, y este amor que late por ti.

__ Vuela conmigo. No puedo calmar estar ganas de desearte y postrarse a mi cama, llenarte de caricias así como son mis ansias por ti. Quiero desprender tu ropa como un salvaje, despertar tus instintos ocultos e inquietar tus deseos perversos.
Deja que fluyan las emociones, quiero escuchar tu furia por querer explotar sobre mi cuerpo hasta saciar tu sed. Imagina como si fuese nuestra primera y última noche juntos, quiero que hoy sea un momento inolvidable. Necesito de tu miel, sujétame hacia a ti, tócame tan fuerte como tus anhelos y hazme tuyo a la luz de la luna. Vuela conmigo no pienses en las horas, sé cómo el tiempo avanza sin detenerte, solo entrégate con todas fuerzas. No despegues tu piel junto a la mía, solo goza nuestro calor, deja que sude una y otra vez, siente y disfruta de esta pasión.

__Estuve en ese momento en el que lo único que quieres es escaparte de la realidad, que nadie sepa de tu existencia, huir, perderte y que nadie te encuentre por mucho tiempo,  y  por qué no, por muchos años.
Lo único que deseé en ese instante era desaparecer, esconderme y llorar, llorar mucho.
Llorar hasta que se calme mi alma y se tranquilicen mis impulsos, llorar por mucho tiempo.
Sin horario definido, solo quería desahogar todo lo que sentía.
Descargar mis enojos, furias y mi insoportable tristeza, me sentía tan mal. Y sin nadie con quien hablar.
Necesitaba justo en ese momento uno de esos abrazos que te dejan sin aliento o de esos que reparan todos los pedazos rotos. Lamentablemente no hubo nadie. No tenía comunicación.
Quería sentirme tan pequeño y diminuto, sentirme tan frágil y sensible hizo que tratara en vano de reponerme.
Sin embargo, en el brillo de mis ojos que anunciaban una lágrima luego de la otra y varias al final, se expresaba el dolor que sentía. Y no dolor físico, sino más bien interno, espiritual.
Dolor sentimental.
No sabría cómo expresarlo pero era de esos dolores por los que no puedes parar de llorar.
Por los que quieres dejar de hacerlo pero luego se avecina otra lágrima y más agua en el rostro. Con varias razones para hacerlo y no parar jamás. Quise terminar esto. Me puse frente al espejo, vi mi rostro. Todo sonrosado, mis ojos estaban tan rojos y ardidos.
Me eché agua en la cara, sonreí frente al espejo. No es cierto ni tan sencillo aplicar esto.
Fue inútil. Pero quise ser más fuerte y valiente que mi enemigo.
Tomé la expresión más fría que tenía y me enfrenté, evitando que me viese débil de nuevo. Necesitar: verbo fuerte de términos que expresan ansiedad.
Necesito a alguien a quien querer, por quien vivir, una razón para levantarme por las mañanas y una excusa para amanecerme o dormir feliz.
Necesito que me necesiten y de esta manera tener razones por lo cual  respirar, o motivos por los cuales inspirarme. Necesito que me necesites, amor. Para quererte más de lo que ahora mismo estoy sintiendo.  Es más deséame. Deséame a tu lado, a cada instante.
Deséame tanto que tus ansias no sacien, que tus labios me quieran cerca y que tu aliento endulce mi día.
Que por las noches no puedas dormir pensando en mí y que por la madrugada escribas un par de líneas en mi nombre, escuches música que te recuerde a mí y que no puedas dejar de comparar nuestros cuerpos con la sombra de las parejas que se arriman en una esquina.
Necesita mi aliento para que se mezcle con el tuyo sabor a menta.
Necesita mi mano agarrada a la tuya para que de esta forma sepas lo mucho que me gusta ir de la mano contigo y que sepa todo el mundo que nos amamos.
Necesita mis abrazos porque luego de un largo día, necesitas compañía y sepas que no estás solo.
Necesita mi cuerpo porque volverás a enrollar el tuyo  a mi cintura y sin duda, te llenaré de calor.
Y por supuesto, necesita mis labios porque es la única forma de que sepas cuánto te amo y por supuesto serán aquellos que saciarán tu sed de amor.
Necesidad amor, lo nuestro es necesidad. Guille, me siento aliviado, quiero que termines la película, yo podría seguir mi carrera donde tú, no extrañaría a nadie, solo a mi madre, pero no podría seguir sin ti.

__Que haría sin ti, después que llegaste a mí aliviando mi dolor, enterrando las heridas de mi ayer, sabes que no existe nadie que te ame como yo, mis besos te alimentan los deseos de fundirte en mi cuerpo para siempre, mi locura se apodera de tu mente, obligándola a seguir mis instintos pasionales, cómo olvidar tus ojos, reflejada está tu mirada impaciente y emancipadora en los míos, tus besos tentadores vivirán tatuados en mi piel,  para mantener el vicio provocador de tus labios, tus caderas vibran cual terremoto, abriendo tus ansias de entregarte al desorden total y deseado, te rindes ante las intimidades de ansias interminables de placer,  como testigo de puntos suspensivos que indican la continuación de nuestro acto, mi fuego se expande por tu cuerpo, provocando ardientes quemaduras que dejarán mis huellas en tu alma, tu memoria atrapada en nuestra historia recordará aquellos momentos inolvidables que vivimos en un espacio del tiempo donde quedarán colgados como misterios en los sueños. Sí mi amor, en mis sueños y en otras vidas vos has sido siempre mío, y aunque a veces siento haber traicionado la confianza de tus padres, no he podido evitarlo.





“Hoy día vivo el silencio que hay en mi corazón de una experiencia que vivo, que hay en mi interior, de un sentimiento bello, exquisito, y una tristeza abrumadora de no poder tenerte de la forma que yo quisiera.
¿Por qué la vida es así? Desear lo que no podemos tener de algo o alguien que está muy lejos y fuera de nuestro alcance, que al final es una realidad que siento, que se ha convertido en una fábula, para sobrevivir y seguir adelante.
Tú eres el pulso de mi universo, que te manifiestas en silencio, revolviendo mis sentidos al escuchar el eco de tu voz suave susurrando a mis oídos, tus odas que sueltan un torrente de sentimientos, reventándose en éxtasis.
Pero, entre tanta melancolía no dejo de sonreír, después de todo así son  los sentimientos del amor, ya sean platónicos o reales, son susurros dulces, sensibles al alma, que me hacen volar mentalmente adonde me lleven tus besos”.

_ ¿Guille? ¿A dónde estás? _interrogó Beto pasándole una taza de café amargo.

__Por allí, pensando…
__En Juan, Guille, ya está, queremos que vengas  a pasar el verano con todos pero bien.
Todos lo extrañamos, sabemos lo que disimulas para no hacernos padecer tu dolor, pero tienes que reponerte, pasarla bien.
__ ¿Y si te dijera que no estaba pensando en Juan?

CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS. CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.

13 comentarios:

  1. Magdalena Ochoa Hermoso relato felicitaciones

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  2. Nancy AC Es una historia muy dolorosa pero realista donde el amor triunfa

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  3. Alicia Q Belleza sutileza y sensualidad a la par.
    Excelente 👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻

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  4. Veronica Lorena Piccinino Bellísimo Eve Monica Marzetti.. muy conmovedor..

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  5. Qué belleza Eve...Tanta seducción, tanta ternura y el deseo maravilloso que los lleva a ambos a lograr que ese amor sea posible y único...

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