“NO SOY YO”
CAPÍTULO VEINTISEIS.
“Y aunque no me quisieras, te
querría por tu mirar sombrío,
como quiere la alondra al nuevo día, solo por el rocío”.
Federico García Lorca.
como quiere la alondra al nuevo día, solo por el rocío”.
Federico García Lorca.
“Yo no sé si pueda volver a
encontrarte, amor,
si Dios no me quiere en tu eternidad”. Indio Solari.
si Dios no me quiere en tu eternidad”. Indio Solari.
---Mujer, tú eres poesía y la poesía nace desde el fondo
de mi corazón, por esos ojos cautivantes, por esa mirada soñadora y esa
seductora sonrisa que me abre las
puertas de tu alma y se escribe con la pasión con la que me besas cada
amanecer, por eso hoy más que nunca, a ti te hacen falta mis besos y a mí,
sentir tu calor en mis labios. Por favor Gaby, no tires por la borda lo que
está pasando entre nosotros solo porque te preocupa la opinión de los demás _le
dijo Agustín.
__No tires por la borda lo que
está pasando entre nosotros solo porque te preocupa la opinión de los demás _le
dijo.
__Fue una mala idea. Jamás
debió ocurrir y lo sabes. En cuanto a mi viaje, no es asunto tuyo. Estaré bien.
Y ahora, por favor, ¿me sueltas del brazo para que pueda acabar de hacer el
equipaje?
__Tú me preocupas. Y Betsy.
Quiero mantenerlas a salvo sea que me ames a mí o a otro. Prométeme que no irás
a Canadá.
Agustín tenía la impresión de
que le había apuñalado en el corazón. Cuando la soltó, intentó comprender qué
narices estaba pasando.
¿Cuándo habían aparecido esos
sentimientos tan fuertes hacia ella? Jamás se preocupaba por otra persona que
no formara parte de su familia. ¿Desde cuándo era Gaby, una mujer a la que
apenas conocía, tan importante como su propia familia, si no más?
El nudo en el pecho… se
convirtió en una terrible opresión.
Con el corazón desbocado él la siguió hasta la
habitación. Estaba cerrando la maleta y la postura hacía que la melena roja le
cayera a ambos lados de las mejillas. Al otro lado de la ventana estaba
lloviendo. De ahí que la estancia estuviera iluminada con una mortecina luz
grisácea, la apariencia de Gaby no podía ser más angelical, con su falda ceñida
y su camisa ajustada.
“Por Dios, había caído con todo el equipo”, pensó
Agustín.
Se pasó la mano por la cara e intentó relajar el alocado
ritmo de su pulso. Cuando Gaby se volvió para dejar la maleta en el suelo, él
aprovechó el momento para aferrarla de los brazos y acercarla.
__Lo mío no son las relaciones a largo plazo. Me va más
el rollo ocasional. Pero contigo, letrada… contigo no quiero que sea ocasional.
__ ¿Qué? __le preguntó ella con el miedo pintado en los
ojos. El mismo miedo que él trataba de controlar__. ¿Estás…?__Lo miró con los
ojos entornados__. ¿Te golpeé con el bate en la cabeza? Pensé que te había dado
en el abdomen.
Agustín no pudo evitarlo y sonrió.
__No, no es el bate, fuiste tú. Me diste justo en la
cabeza. La primera vez que te vi. La otra noche. Y le doy gracias a Dios por lo
de la otra noche, me di cuenta de que estaba colado por ti desde el principio.
Desde entonces, no paro de pensar en el
paquete completo… matrimonio… familia… niños… monovolumen…
Gaby se alejó con brusquedad de sus brazos y se presionó
el abdomen con una mano.
__! Ay, por Dios! ¿Un monovolumen? ¿Estás loco o qué?
¿Qué te sucede?
__No lo sé. ¿Amor? _ contestó él con voz baja, muy atento
al asombro de ella, porque él sentía lo mismo. La verdad era que no había
pretendido decir lo que había dicho. Pero, una vez hecho, no quería retirar las
palabras__. ¿Te sorprende de verdad? Eres viuda y muy joven Gaby.
__Pues sí. Nos hemos acostado. Una noche.
Él se metió las
manos en los bolsillos de los jeans.
__Si no recuerdo mal, te gustó. La primera vez. Y la
segunda, y las demás.
__Yo… __balbuceó ella al tiempo que agitaba las manos__.
Apenas nos conocemos.
__Bueno, vamos a conocernos. Quédate aquí. Mantente a
salvo. En cuanto pueda volver de mi viaje, nos concentraremos en descubrir qué
es lo que más nos molesta del otro.
Gaby se sentó en el extremo inferior del colchón.
__Estas de broma, ¿verdad? Por favor, dime que es broma.
Esa no era la ración que él esperaba. Vale, ni siquiera
era la conversación que había planeado tener.
__No estoy de broma. Gaby, me has atrapado. Me traes de
cabeza. Y yo soy el primer sorprendido.
Al ver que ella no hablaba y se limitaba a mirarlo con
los ojos desorbitados, Agustín se rascó la nuca, sintiéndose como un imbécil.
__Vale, puedo prescindir del monovolumen. Ya lo
negociaremos después.
__Estás mal de la cabeza. Lo sabes, ¿verdad?
Él sintió que se resquebrajaba, y él no era hombre dado a
sentir esas emociones.
__Mira, he evitado
las relaciones serias durante mucho tiempo, por diferentes motivos. Y
después de ver el infierno por el que pasó Guillermo tras la muerte de mi
hermano, me dije que había sido listo al evitarlas. Pero ahora, después de todo
lo que ha pasado… no lo sé. El caso es que he comprendido que la vida es
valiosa. Que hay que hacer las cosas que queremos hacer, porque tal vez no
podamos hacerlas cuando abramos los ojos
y nos demos cuenta de que son importantes. No quiero perder esta oportunidad
contigo, Gaby. No te estoy pidiendo ya matrimonio. Solo te pido que no acabes
con lo que está pasando entre nosotros. Y no quiero que te marches a Canadá
porque te sientes culpable después de lo que ya ha sucedido. Si te pasara algo
no podría soportarlo. __La tomó de las manos y la instó a levantarse de la
cama__. Letrada, dame una oportunidad, a lo mejor te sorprende lo que descubres.
__Podría acabar en una habitación acolchada.
__Si estuviéramos juntos, no sería tan malo, ¿verdad?
__Agustín…
__Solo te pido que lo pienses, ¿vale? Piensa en mí, en ti
y en lo que podría ser lo mejor que te haya pasado en la vida.
__Tengo la terrible sospecha de que es lo único en lo que
voy a pensar durante los próximos días. __Frunció el ceño, pero no se zafó de
sus manos. Agustín lo interpretó como una buena señal__. Eres como un tornado,
¿lo sabes? Devoras todo lo que encuentras a tu paso sin pensar en las
consecuencias.
_Tú me preocupas. Y Betsy. Quiero mantenerlas a salvo.
Prométeme que no irás a Canadá.
En vez de hablar, Gaby se pegó a su cuerpo y lo abrazó por la cintura. En cuanto se vio
rodeado por su calor, a Agustín le dio un vuelco el corazón. Porque en ese
momento supo que ella no haría lo que él quería que hiciese. Y eso significaba
que los planes que había trazado para los próximos días iban a sufrir un cambio
muy drástico.
Con suerte, no para peor.
__Pongo mi vida en tus manos. Mi tiempo, mis emociones,
mis alegrías más sinceras, mis fantasías te las comparto. Porque estás en todas
ellas, te encuentras en el recorrido de
ese hermoso escalofrío que me provocan tus labios cuando siento que no pago
toda la deuda de los besos. Los dulces, los más traviesos. Los sensuales y
apasionados de los cuales, no soy dueño. Puse mi vida en tus manos y todo lo
que de ella nace. Los latidos, los suspiros, la velocidad en que fluye mi
sangre y hasta la forma en que respiro. Porque mi vida es amarte. Pongo mi vida en tus manos, ya
nada me pertenece, sos el dueño de mi todo y si sientes que de algo
carece, te juro que no es de amor porque
ese lo tengo de sobra. Sé que cuando estés en mis brazos nos faltarán siglos,
décadas, años y horas para que tomes posesión de este humilde corazón del que
te hiciste acreedor. Pongo mi vida en
tus manos con vigencia indefinida, contiene un corazón con cicatrices y una
piel un tanto acabada que no luce como antes lo hacía, pero ese corazón late
como nunca antes lo hacía. ¿Y qué te digo de la piel?
Si le has devuelto el placer exfoliándole con miel de tus besos y caricias. Pongo mi vida en tus manos porque ella te necesita. Porque no podrían mis labios apagar esa sequía, solo el dueño de mis besos, de mis deseos, de mis sueños y todas mis fantasías. Pondré mi vida en tus manos. Tus pasos, serán mis pasos y cuando surja el invierno en tu vida, habrá calor bajo estos brazos que estarán ansiosos de vos. Tu almohada será mi regazo donde después de una vida de cansancio en este amor que te tengo encontrarás tu descanso. Pongo mi vida en tus manos porque ya te pertenezco, porque confío que en tus manos mi corazón saldrá ileso, porque sé cuánto me amas, porque sé cuánto te amo, porque no soy tuyo por fracciones…
¡Porque soy tuyo... pero completo!
Si le has devuelto el placer exfoliándole con miel de tus besos y caricias. Pongo mi vida en tus manos porque ella te necesita. Porque no podrían mis labios apagar esa sequía, solo el dueño de mis besos, de mis deseos, de mis sueños y todas mis fantasías. Pondré mi vida en tus manos. Tus pasos, serán mis pasos y cuando surja el invierno en tu vida, habrá calor bajo estos brazos que estarán ansiosos de vos. Tu almohada será mi regazo donde después de una vida de cansancio en este amor que te tengo encontrarás tu descanso. Pongo mi vida en tus manos porque ya te pertenezco, porque confío que en tus manos mi corazón saldrá ileso, porque sé cuánto me amas, porque sé cuánto te amo, porque no soy tuyo por fracciones…
¡Porque soy tuyo... pero completo!
Despertábamos como hoy por los rayos de sol que iluminaban nuestro
rostro, cada frase que te susurraba al oído,
te hacía volar como en un sueño. Siempre te perdías en el jardín,
buscándome entre las rosas, y yo oculto entre sus espinas, me dejaba ver por
ti, sentíamos felicidad. Sentimientos y
propuestas que compartíamos, sugiriéndonos la candidez ante lo voraz, veíamos
la vida como un juego divertido, donde seducirnos era nuestra mayor pasión.
Nuestras diferencias terminaban fundidas por un beso, originando un impulso
provocativo,
entregándonos a las redes del deseo, sintiéndonos como tormentas en el cielo. Me extrañarás,
al abrir tus ojos y no encontrar el roce de mis manos en tu piel, fugitivos estarán mis besos endulzados de miel. Me extrañarás, cuando intentes olvidarme, nunca olvidarás el sudor aromatizante del pecado, que brotaba por los poros seductores al placer. Me extrañarás,
y recordarás, las noches ahogadas por caricias, respirando la virginidad de mi aliento. Me extrañarás, aun cuando me olvides, viviré por siempre como una sombra inducida por recuerdos permanentes en tus intentos de volver amar.
entregándonos a las redes del deseo, sintiéndonos como tormentas en el cielo. Me extrañarás,
al abrir tus ojos y no encontrar el roce de mis manos en tu piel, fugitivos estarán mis besos endulzados de miel. Me extrañarás, cuando intentes olvidarme, nunca olvidarás el sudor aromatizante del pecado, que brotaba por los poros seductores al placer. Me extrañarás,
y recordarás, las noches ahogadas por caricias, respirando la virginidad de mi aliento. Me extrañarás, aun cuando me olvides, viviré por siempre como una sombra inducida por recuerdos permanentes en tus intentos de volver amar.
__No me cobres la deuda de
estos años, no quiero extrañarte, ojalá pudiera recordarlo. __Las lágrimas
acudieron a los ojos y Guillermo lo estrechó en sus brazos.
__ ¿Qué
haces?
Gastón, que estaba sentado en el suelo del salón, dio un
respingo antes de volverse hacia la escalera. Guillermo lo miraba desde el
último peldaño vestido solo con unos jeans desgastados de cintura baja. Iba
descalzo, tenía los ojos hinchados por el sueño y el pelo alborotado como si
acabara de salir de la cama.
Gastón se llevó una mano al pecho.
__Me has asustado.
Guillermo entró en la estancia y le robó el respiro.
__ ¿Esperabas a otra persona?
El sol de la mañana se reflejó en su pecho desnudo. La
imagen le provocó un hormigueo, ya que recordó que había trazado esos músculos
con sus dedos y con los labios.
__ ¿Pedro?
Tras apartar la vista de ese magnífico cuerpo masculino
que emanaba fuerza y la energía que le robaba la voluntad, lo miró a los ojos y
se percató de la expresión socarrona.
__ ¿Qué?
__ ¿Estás bien?
__Perfectamente. __Se volvió hacia el montón de revistas
que había estado ojeando, y se mordió el labio mientras se ponía colorado. Se
suponía que el sexo saciaba los instintos, en vez de convertir a las personas
en adolescentes dominados por las hormonas, pero era el efecto que ese hombre
ejercía cada vez que aparecía.
Guillermo se sentó en el suelo a sus espaldas, y estiró
las piernas que quedaron a ambos lados de las suyas. Su cuerpo irradiaba calor,
y cuando los dedos rozaron los pezones, y los labios finos vagaron por los
hombros, Pedro lanzó un gemido, se
estremeció, deseando que lo tocara, deseando que esas manos lo acariciaran como
lo hicieron la noche anterior. Al sentir que lo aferraba de la cintura, inspiró
hondo y sintió justo cuando le besaba la nuca.
Eso era lo que deseaba. Pero, si seguían así, jamás
acabaría de ojear las revistas.
_ Un viento ardiente sin puntos cardinales de comienzo ni rumbo evapora la humedad de las caricias
que en mi piel esperan por entregarse en
tu cuerpo, su aire reseca mis labios, marchita mis besos y los arrastra como
hojas secas sin destino, para que mueran, así lo temo y siento, lejos de tus
labios.
Ese calor que por fuera mi ser castiga y azota, aliado de
la soledad y angustia, se vuelve ventisca helada por debajo de mi piel,
abrazante frío quiere transformar las llamas de pasión que por ti dentro de mí
arde, en un fuego de hielo, que congele mi latiente y desesperado amor,
volviéndome un ser que vaga sin rumbo ni sentido.
Se me seca la boca y me niego a dejar de gritar tu nombre
a la soledad, le repito una y otra vez, con tu nombre atado a las palabras, que
te amo con el alma… y castiga así mi insubordinación, dejando el sabor frío,
amargo… sabor a soledad en mi boca he dejado, por tanto tiempo de manera
dominante haberme besado.
Quitarás lo sé, irremediablemente el aroma a soledad, con
tu perfume será borrado de mi cuerpo, la sequedad de mi piel, inevitable huella
de la ausencia de caricias, tus manos y la humedad de tu pasión despertarán mis
sentidos y harás que en cada encuentro de amor mis poros estallen y se abran a
tu esencia.
Aguardaré así, cautivo de este vacío que ya condenado está a desaparecer, a que el
néctar de tu boca, a que esos labios rojos abracen los míos y que en ese
delicioso torrente de saliva, donde las lenguas juegan, ahogues el mal sabor a
soledad y viva en mi boca, en mi piel la esencia deliciosa de tu amor.
_Mira esta no será otra historia más de otro cuento, que ya no tienes años ni yo ganas de perder
tiempo así que lo pienso contar tal cual y como lo siento y que no dé tantas vueltas ni te enrede su
comienzo. Intenté cerrar la boca por silenciar a mis palabras pero tentó tanto a contar que al decir no
dejó nada, yo daré la llave, pero tú
serás quien abra la puerta entrando en ese mundo en el que eres amado.
Tú pondrás la mente, yo diré dónde quiero que vaya y por eso te voy a dar una vuelta por la
planta alta allá donde muy pocos llegan
y la palabra se explaya al cálido mimo
del tacto en donde la piel se exalta. Y con los momentos que me regales haré
verbos de ellos demostrando entre unas
letras, todo único recuerdo que nos guíe
a comprender del universo sus
destellos cuando esos ojos tienen la
culpa por ser mi acuerdo. Cuando solo es hablar de amor y estoy en tus
labios dando el gusto del placer por
conceder de otro rato en un grato
lenguaje táctil de invariables adverbios
que dan por supuesto al no querer otro que su trato. Por eso quiero
volar tan alto, como cerca de tu lado
dejando la vida en cada caricia que doy con agrado, sí tengo el alma tan caliente que el sol ha temblado y eso, lo que sientes en el pecho, es lo que he logrado.
dejando la vida en cada caricia que doy con agrado, sí tengo el alma tan caliente que el sol ha temblado y eso, lo que sientes en el pecho, es lo que he logrado.
_Nada como tus dedos en mi piel. Nada se compara. ¡Nada!
Ellos ya conocen mis lunares,
mis curvas y mis cicatrices. Ellos en suaves matices, me dan color en cada pincelada. Son delicadamente tiernos cuando en mi rostro dejan huellas de tu dulzura inmensa.
mis curvas y mis cicatrices. Ellos en suaves matices, me dan color en cada pincelada. Son delicadamente tiernos cuando en mi rostro dejan huellas de tu dulzura inmensa.
Son salvajes y perversos, cuando me arañan los deseos y
me llevan a conocer, tu bendito infierno. Son veleros que navegan en mi mar. Son exploradores en el mapa de mi cuerpo. Son veloces a la
hora de andar el camino secreto que buscas en cada noche, en cada encuentro.
Nada como tus dedos en mis pezones
polinizando tus fantasías y todos tus anhelos. Nada como ellos al recorrer sin tregua cada espacio de mi
carne y de mi centro. Son mariposas alegres
cuando me ves desnudo. Aletean sin descanso y sin cordura. Me besan suavemente
la espalda, hasta llegar trémulos al arco de mi cintura. No hay nada más sublime que tus dedos. Cuando atrapan los suspiros de mi boca. Cuando me rasgan las dudas y los miedos,
cuando se enredan en mi cabello, cuando me seducen, todo. Nada como tus dedos en mí.
En mi piel, de rocío bañada. Tatuándome tus caricias de fuego y agua. Nada se les compara. Absolutamente... ¡Nada!
la espalda, hasta llegar trémulos al arco de mi cintura. No hay nada más sublime que tus dedos. Cuando atrapan los suspiros de mi boca. Cuando me rasgan las dudas y los miedos,
cuando se enredan en mi cabello, cuando me seducen, todo. Nada como tus dedos en mí.
En mi piel, de rocío bañada. Tatuándome tus caricias de fuego y agua. Nada se les compara. Absolutamente... ¡Nada!
__Quizá mis ojos condensen en una lágrima todo
cuanto siento, y mis llantos,
silenciosos
y clonados, solo sean la rabia, la impotencia de no tenerlo. Quizá mi sonrisa cuando lo mira cleptómano, sea la antesala de mis risas alegres, francas, soñando con atesorarlo.
Quizá mis miradas lo persiguen, esculpiéndolo en mi memoria, o meramente desearía fijarlo en mis ópticas. Si es así, entre, camine libremente por los pasillos encefálicos de mis pensamientos. Abra, con total seguridad los cajones de mis recuerdos, los archivos de mi historia. Navegue cibernético con toda confianza por la génesis de mi existencia. Siéntese en la butaca de mi alma, de la biblioteca de mis percepciones, y sobre la luz de mi silencio, lea con calma el libro de mi vida. Piérdase en mi imaginación sin despertar mis sueños, hállese, búsqueme… me encontrará con usted, en el universo buscando a Dios.
y clonados, solo sean la rabia, la impotencia de no tenerlo. Quizá mi sonrisa cuando lo mira cleptómano, sea la antesala de mis risas alegres, francas, soñando con atesorarlo.
Quizá mis miradas lo persiguen, esculpiéndolo en mi memoria, o meramente desearía fijarlo en mis ópticas. Si es así, entre, camine libremente por los pasillos encefálicos de mis pensamientos. Abra, con total seguridad los cajones de mis recuerdos, los archivos de mi historia. Navegue cibernético con toda confianza por la génesis de mi existencia. Siéntese en la butaca de mi alma, de la biblioteca de mis percepciones, y sobre la luz de mi silencio, lea con calma el libro de mi vida. Piérdase en mi imaginación sin despertar mis sueños, hállese, búsqueme… me encontrará con usted, en el universo buscando a Dios.
Mire los infiernos de este mundo, me hallará con usted
rompiendo cadenas. Roce con su vuelo los océanos, hasta los faros de sus ojos.
Álcese en el aire escapando de la atracción de la soledad, convergerá conmigo
entre las nubes y el viento, para vestirle de libertad. Pase con sigilo por mi
privacidad, todos mis enigmas le serán desvelados, todos los misterios y
arcanos serán descifrados. Entre, con el corazón en las manos, en la alcoba de
mis acertijos de mi sentir más profundo. Entre, sin miedo se verá a usted
haciendo el amor conmigo.
Cuando salga de mis pensamientos, le rogaría me buscase.
__ Me encanta cómo
mantienes encendida la llama porque la distancia no cuenta
cuando se llena de detalles y de paciencia, cuando se busca en el laberinto llegando por el camino correcto al alma. Y así se alberga ese sentimiento tan afortunado que te hace reír que te hace llorar, que te hace sentir con tan alta y prolongada intensidad. Así la complicidad se une a toda esta estrategia en el gran arte de amar uniendo poco a poco el rompecabezas.
Logrando crear así un mundo alterno donde solo los dos nos encontramos en el universo paralelo y eterno cobijados bajo la sublimidad de este divino sentimiento donde cada detalle por muy mínimo que sea debe cuidarse y aún más si hay de por medio una larga espera. Pero yo seré tu artista en esta prueba y tú mi artista y mi inspiración llenando ese cuadro con toques de ternura y seducción. En ese cuadro tan lleno de emociones tan profundas e intensas
donde nos encontramos en un solo corazón rompiendo así todo lo que se interpone entre nosotros porque cuando hay amor todo tiene solución.
cuando se llena de detalles y de paciencia, cuando se busca en el laberinto llegando por el camino correcto al alma. Y así se alberga ese sentimiento tan afortunado que te hace reír que te hace llorar, que te hace sentir con tan alta y prolongada intensidad. Así la complicidad se une a toda esta estrategia en el gran arte de amar uniendo poco a poco el rompecabezas.
Logrando crear así un mundo alterno donde solo los dos nos encontramos en el universo paralelo y eterno cobijados bajo la sublimidad de este divino sentimiento donde cada detalle por muy mínimo que sea debe cuidarse y aún más si hay de por medio una larga espera. Pero yo seré tu artista en esta prueba y tú mi artista y mi inspiración llenando ese cuadro con toques de ternura y seducción. En ese cuadro tan lleno de emociones tan profundas e intensas
donde nos encontramos en un solo corazón rompiendo así todo lo que se interpone entre nosotros porque cuando hay amor todo tiene solución.
__Esta es mi camisa _ comentó Guillermo y el aliento
cálido golpeó en el oído reverberando en el pulsar de las arterias, al tiempo
que introducía las manos bajo la tela y buscaba el pecho desnudo__. La he
estado buscando.
El deseo hizo que se excitaran al instante. Guillermo le
pellizcó un pezón, provocándole una sensación abrasadora. Gastón tragó saliva.
__Lo siento. He tomado lo primero que he encontrado.
Guillermo rio entre dientes y Pedro sintió la vibración
de su pecho apoyado en su torso.
Gastón contuvo una sonrisa al rememorar la noche pasada.
Jamás se había mostrado tan agresivo y tampoco sabía que pudiera ser tan
apasionado. Cerró los ojos para disfrutar de los mordiscos que Guillermo le estaba dando en el cuello,
de las caricias de sus manos en sus pezones.
__Es suave. Y huele de maravilla. Si la quieres te la
devuelvo ahora mismo.
__Pues sí _murmuró Guillermo contra su piel. Una de sus
manos descendió hasta una cadera y siguió moviéndose hasta detenerse en uno de
sus muslos__. No me gusta despertarme y encontrarme solo. Te quiero de vuelta
en mi cama.
Sus dedos lo acariciaron con exquisita suavidad sin
apenas rozarlo, la excitación le provocó un escalofrío.
__Creo que es mi cama, no la tuya.
__Creo que es un detalle sin importancia. De todas formas
¿qué haces aquí abajo?
Gastón volvió la mirada a las revistas esparcidas frente
a él, e intentó no gemir cuando sus dedos le rozaron el miembro a través del
fino tejido del bóxer.
__No podía sacarme la conversación con el médico de la
cabeza.
__Pedro, no…
__No, no es eso. Dijo que recordaba haber visto y leído
algo en un artículo sobre el tabofren. Guillermo, yo también lo he leído.
__ ¿Ah sí? __ Guillermo despegó las manos de la
entrepierna y tomó una de las revistas.
Gastón trató de no sentirse decepcionado por haberlo distraído hasta el punto de que dejara de
acariciarlo. Al fin y al cabo, descubrir lo que había pasado era más importante
que seguir teniendo sexo con ese hombre arrebatador. Aunque en aquel momento,
más bien en cualquier momento, le parecía muchísimo más divertido.
__Sí, lo recuerdo porque me pareció un estudio pionero.
Sé que está aquí, en algún lado. __Arrojó la revista que había estado leyendo
al montón del suelo y tomó otra de la mesa auxiliar.
__ ¿Por qué tienes todas estas revistas?
__Porque la editorial edita varias revistas científicas,
incluyendo algunas médicas. De vez en cuando las ojeo, si lo que llevan en la
portada me atrae. Sé que lo he visto en algún lado. __ Echó un vistazo por el
salón. El suelo estaba lleno de revistas. Yo había ojeado todas las que tenía
en su casa. Se puso de pie__. Tengo que ir a la editorial hoy mismo.
Guillermo se levantó.
__Ni hablar.
Nada más mirarlo, se percató de la preocupación que
asomaba a sus ojos. ¿Por qué tenía la impresión
de que le estaba ocultando algo otra vez?
__Guille, no pasará nada. Puedo consultar la base de
datos desde mi despacho de la editorial, Así encontraré el artículo que estoy
buscando. Necesito encontrarlo.
__No quiero que vayas. No hasta que sepamos quién está
detrás de esto.
Discutir sobre ese tema no iba a ayudarlo. Guillermo era
un tema testarudo, dominante y estaba demasiado bueno ahí, de pie en su salón
como para empezar a discutir con él.
__Guille, si no arriesgo nada nunca descubriré nada, y
necesito hacerlo para dedicarme a los chicos, sobre todo a ganarme el cariño de
Malena _ dijo con tristeza en la mirada.
__No tienes nada que ganar, ella te ama, solo está
asustada, ya nos iremos de viaje en cuanto pase el peligro todos, y verás.
Tras morderse el
labio, le colocó el dorso del índice y luego las manos sobre el pecho y
Guillermo se sacudió al contacto.
__Podrías venir conmigo.
Guillermo le colocó las manos sobre las suyas.
Pedro se acercó más. Y le dio un delicado beso en los
labios, su lengua incitó a que se abrieran y así lo hizo, entrando a ese hombre como un huracán
hambriento de tomar y conquistarlo todo, lamiendo el paladar, apoyando en los
dientes, ahogándolo en la garganta, acariciando y enredándose en la lengua de
Guillermo que atrevida salió al encuentro.
__ ¿Por qué no? _respondió en los labios, cosquilleando
con el aliento.
__Porque no soy tan fácil de convencer.
Pedro se echó a reír y dejó un reguero de besos por su
mentón de camino a una oreja, al tiempo que se pegaba más. Cuando le escuchó
contener el aliento supo que estaba consiguiendo seducirlo.
-Como una línea interminable de letras
en el papel, casi no puedes
encontrar el placer. El aroma de la carne es lo que no alcanzó el viaje en
verbo, tendrá la tentación del juego de la pulpa. Respirando y soplando. Orar en el umbral de
tu vientre. Tu cuerpo convulsiona con las estaciones del placer más íntimo:
como los cien mil caballos que silban,
levantando nuestro polvo interior durante un
mes entero; la lluvia intensa, la lluvia aturde, se llena de tos
intermitente y suspiros, estás llorando, gimiendo, sonido que chispea como la
quema del incienso.
Estabas tendido en una cama fría, las flores se abrieron
cuidadosamente. Los ojos
gritaban y lloraban con una sonrisa. Tu interior se rompe en la sangre de los acantilados. La contraseña que está ansiosa por abrirse otra vez está oculta en la realidad perdida. El cuerpo siempre está erosionado y tiene amor y la ruina del dolor es la más quebrantada y completa. Me senté en el balcón ese día orando en el umbral de la catedral púbica.
gritaban y lloraban con una sonrisa. Tu interior se rompe en la sangre de los acantilados. La contraseña que está ansiosa por abrirse otra vez está oculta en la realidad perdida. El cuerpo siempre está erosionado y tiene amor y la ruina del dolor es la más quebrantada y completa. Me senté en el balcón ese día orando en el umbral de la catedral púbica.
Nos pusimos en cuclillas al final del campo como
gatitos. Fumando y bebiendo,
despilfarrando las estrellas del sol, continuando obedeciendo a la luna. Nos amamos otra vez, nuestra ropa comenzó a
desgastarse; soñé con un manzano en flor; en tu cuerpo de flores; es como un
libro sacudiendo el polvo. El pájaro en el cielo perdió su dirección, pero
recordé la camelia que ofrendé sobre la parte mas inferior de tu vientre.
Lentamente entiendo los altibajos de las nubes, no puedo evitar atrapar la tela
de lino que se balancea en el feroz
viento de la montaña, tela atrapada en un par de botones tan bellos como las montañas. Él ya
había visto las lágrimas en el suspiro del último movimiento, cuerpo sudoroso
está esperando el acero fundido.
Pongo unos pétalos sobre el pubis. Quiero hacer una
ofrenda. Pongo un poco de té. Quiero poner fragancias renacentistas, pongo un
cubito de hielo. Más como una pluma su cuerpo suavemente, a la deriva en el
cielo. Colapso a la misma velocidad que el tiempo. Ahora estoy en sus cumbres
de golondrina. Ahora estoy subiendo por su cuerpo durante el día y la noche.
Se acerca la primavera, todos los duraznos están listos,
déjame ponerlos al lado de tu cuerpo reflejado en el cristal de la
ventana. Prepárate para la belleza pura,
los glaciares se elevarán desde el fondo de mi corazón, sobre el cálido océano
del pensamiento, como un poema que extiende su gran mano, saca nuestra alma y
enciende nuestro cuerpo.
En ese momento Guillermo lo abrazó y lo besó en el
cuello, haciendo que se le contrajeran los músculos del abdomen. Sintió el roce
de su erección en la cadera, y su deseo disparado era tal que se extendía hasta
los dedos de los pies que se contraían hasta rozar las plantas.
__Te devolveré la camisa si me acompañas _le dijo al
oído.
Guillermo lo instó a caminar hacia atrás hasta que chocó
contra el sofá. Sus dedos le subieron la camisa con destreza y se la pasaron
por la cabeza. La prenda aterrizó en el poste de la barandilla de la escalera.
Acto seguido, lo instó a darse la media vuelta y a inclinarse sobre al brazo
del sofá.
__Creo que voy a conseguir mi camisa te acompañe o no _le
dijo.
Pedro jadeó y se
estremeció cuando volvió a sentir sus latidos en el cuello y la caricia de su
mano entre sus muslos. Después suspiró cuando empezó a reavivar el fuego que
ardía en su interior, haciendo que se
olvidara de todo, menos de él.
Ingresé a sabiendas y muy a pesar del cartel de
“Propiedad privada”. El campo de moradas florecitas me cantaba como sirena y
cedí a su encanto. Quité mi camisa y con los sentimientos en la piel, cerré mis
ojos, extendí los brazos y las palmas de mi mano abiertas al sentir y respiré
profundo esperando el milagro que no tardó en suceder. Uno a uno los sonidos se
apagaron. El viento, el roce de los tallos, los pájaros, mi interna voz que
tiraba para atrás. Se elevaron los párpados y el opaco sonido de la nada misma
aprobó mi andar. Solo mi ajustada respiración, las flores, las fuentes y yo.
Comencé a caminar, suave y sutil. Rozar el vello al andar era mi convicción y mi anhelo, las flores, el césped, la fuente soltaron su olor y supo dulce y calmado a la vez. El toque ínfimo y la sensación demencial. Seguí sin parar, convencido de avanzar, aunque no importaba la velocidad. Mis dedos robaban néctar, la habilidad de tomar con desesperación y a latido natural de corazón. El gemido tiró hacia atrás y reviví. Tus grades ojos pidieron más y accedí. Recorrería tu cuerpo una y mil veces más. Fuimos llevados contra nuestra consciencia como en alas de mariposa. El polen multicolor de tu artesa, ensuciaba el amor lo bastante como para adorarlo. En picada caímos varias veces sostenidos por marañas de caricias en el límite de lo prohibido. Ahogado y sin aliento pronuncié tu nombre antes de morir. De entre esta vida y la otra, me trajiste con autoridad de dueño. Todavía no habías terminado conmigo.
Comencé a caminar, suave y sutil. Rozar el vello al andar era mi convicción y mi anhelo, las flores, el césped, la fuente soltaron su olor y supo dulce y calmado a la vez. El toque ínfimo y la sensación demencial. Seguí sin parar, convencido de avanzar, aunque no importaba la velocidad. Mis dedos robaban néctar, la habilidad de tomar con desesperación y a latido natural de corazón. El gemido tiró hacia atrás y reviví. Tus grades ojos pidieron más y accedí. Recorrería tu cuerpo una y mil veces más. Fuimos llevados contra nuestra consciencia como en alas de mariposa. El polen multicolor de tu artesa, ensuciaba el amor lo bastante como para adorarlo. En picada caímos varias veces sostenidos por marañas de caricias en el límite de lo prohibido. Ahogado y sin aliento pronuncié tu nombre antes de morir. De entre esta vida y la otra, me trajiste con autoridad de dueño. Todavía no habías terminado conmigo.
__Mi Pedro, te amo y no lo creo, estaba vacío sin vos
cielito, odié mi piel, sin alma, solo era carne muerta.
“Hacía años que caminaba errante sin comer ni mirar, tú
me habías quitado el deseo, la voluntad te la regalé en la despedida. Sórdido
deambular por los lugares en que desperdigábamos nuestro amor sin miedo a la
sequía y derramando convencimiento de eternidad. Un amor sucio, vehemente e
inmarcesible. El derroche era parte activa en nuestras muestras de cariño.
Camino solo y sufriente una y otra vez por donde fuimos
luz y completábamos sin sutilezas los espacios en los que otros tenían acceso
emocional restringido. A mi paso dejo jirones ensangrentados de piel muerta aun
antes de ser quitada. Piel morada y pútrida que una vez fue receptora de tu
encendida pasión. Los cortes ya no duelen, sin corazón no hay dolor. A la vista
de todos muestro sin tapujos las heridas provocadas, los huecos que van dejando
en mi cuerpo cuando quito de este las huellas de tus besos en mi piel”.
Y hoy de nuevo te siento mío y no quisiera separarme de
vos, salir de vos. Desgarrado en estas lágrimas de la noche te recuerdo desnudo
frente al mar y siento el temblor de tu
cuerpo en mis brazos cada vez que puedo
embestir tu cuerpo acogedor. Ese amor aún vive en cada uno de nosotros y no
puedo mentirme, que tus labios me enloquecen cuando saboreas los míos, más aún
tu boca en mi boca es delicia y locura desenfrenada. Tu cintura se va abriendo para que mis manos se pierdan
en tus frutos que me ofreces a cada instante y no puedo detenerme ante tanta
belleza. Amor, eres mi locura, tu belleza me hace delirar y tus manos apretadas
a las mías sumándose a tus gemidos, son acompañados por el ruido del mar ese
que es testigo de esta locura de amor. Ven una vez más, regálame tus columnas de piel suave y déjame
soñar acariciándote todo llegando hacia arriba al cielo de tus esferas, esas
tiernas amigas que nunca se niegan a la brisa. Hoy más que nunca te siento mío,
te veo en cada espacio de la vida, duermo con tus ojos pegados en imágenes
imborrables donde solo somos uno, en esta locura de amor tierno y pasional como
los albatros que nos miran siempre. Te amo, más allá de las palabras.
Aunque supe que era una locura,
en mis noches te soñaba, intenté lo sabe Dios echarte al olvido y borrar tu
recuerdo, quise sacarte de mis verbos y no logré nada, cada palabra cada punto
y coma me hablaban aún más de vos, cada palabra me traía más tu presencia ante
mis ojos, hoy la vida empeñada en poner en mi camino hechos que me traen aún
más tu recuerdo encendiendo más el fuego de mi amor, quise excomulgarte de mi alma
pero ahí sigues agazapado y abrazado a esos hilos de plata de este amor puro y
eterno compuesto de caricias y besos que nunca te entregué.
Puse en tus manos el universo, te escribí cada noche un par de versos entregándote mi amor, te soñé cada noche como enamorado, y en la amanecida de esas madrugadas te buscaba al otro lado de mi almohada, te besaba, aun sabiendo que no era cierto, y en mis brazos te abrazaba a la vez que en los tuyos yo mi cuerpo acurrucaba, y aun sabiendo que era un sueño seguía sintiéndome amado y aunque sea una locura amar como te estoy amando, en la noche te esperaba.
Nunca yo jamás me rendiré, porque mi alma no me engaña, ella me dice y me grita que esto es una locura, pero que tú también me amas. EL Amor... se escribe con tu nombre Pedro.
Puse en tus manos el universo, te escribí cada noche un par de versos entregándote mi amor, te soñé cada noche como enamorado, y en la amanecida de esas madrugadas te buscaba al otro lado de mi almohada, te besaba, aun sabiendo que no era cierto, y en mis brazos te abrazaba a la vez que en los tuyos yo mi cuerpo acurrucaba, y aun sabiendo que era un sueño seguía sintiéndome amado y aunque sea una locura amar como te estoy amando, en la noche te esperaba.
Nunca yo jamás me rendiré, porque mi alma no me engaña, ella me dice y me grita que esto es una locura, pero que tú también me amas. EL Amor... se escribe con tu nombre Pedro.
Grande, es lo que siente mi
alma, cuando te acercas despacio, tiembla el corazón por dentro, mi pulso comienza a latir, irrumpe como una
ola con fuerzas, a orillas del mar.
Siento que se envalentonan al completo mis neuronas, y una música salvaje pero a la vez tenue y suave, me invade todo al completo, amuralladas mis piernas, temblequeando mis manos, volando van mis sentidos, el alboroto me llega tan solo cuando te veo, cuando a tus ojos te miro. Quisiera que mi música fuera tu mejor canción, regalarte en la mañana estas letrillas de amor, pasearme por tu cuerpo como si fuera un suspiro, y amarte y que me amaras, tenerte presente, siempre, estar vivo en tu corazón. Ahí me tienes enamorado,
como se enamora el sol de cada amanecer, como el agua de este mar se enamoró de tu nombre, cuando dibujé en la arena, un " te quiero", tan enorme.
Siento que se envalentonan al completo mis neuronas, y una música salvaje pero a la vez tenue y suave, me invade todo al completo, amuralladas mis piernas, temblequeando mis manos, volando van mis sentidos, el alboroto me llega tan solo cuando te veo, cuando a tus ojos te miro. Quisiera que mi música fuera tu mejor canción, regalarte en la mañana estas letrillas de amor, pasearme por tu cuerpo como si fuera un suspiro, y amarte y que me amaras, tenerte presente, siempre, estar vivo en tu corazón. Ahí me tienes enamorado,
como se enamora el sol de cada amanecer, como el agua de este mar se enamoró de tu nombre, cuando dibujé en la arena, un " te quiero", tan enorme.
__Cuando el amor nace del alma
es difícil separar, no se puede expresar
ese sentir porque no hay palabras en el
universo para poder descubrir lo que hay dentro de ti, es un amor que no importa distancia no
importa edad, no importa estatus social,
no importa el qué dirán… solo importa el sentimiento, solo importa la
esencia que hay dentro del alma, el amor, el querer, la felicidad, la comprensión, la libertad, las ganas de luchar. Es un amor que es difícil
de encontrar pero quien tiene la fortuna
de encontrar un amor que nace del alma
que se reconoce a kilómetros de distancia con tan solo una mirada, que es un amor eterno, un amor puro y verdadero, un amor que perdurará siglo tras siglo, un amor que se refleja en sus miradas es un amor que nace del alma.
_Mis brazos son tus brazos, en
ellos te brindo mi fortaleza para encender tu cuerpo en este mundo donde la
estrella más hermosa eres tú, bajada del firmamento para hacer brillar más mi
alma, con esa luz incandescente y aunque algún día se apague, siempre serás mi
camino.
Tenerte en mis brazos, es mirar
juntos la misma dirección con esa luz de amor, envueltos en esa locura que a
veces nos invade y ayuda a encender tu cuerpo y el mío en esos instantes donde
no importa el frío o el calor para descubrir tu relieve bordeado de llanuras
hermosas.
En cada mañana quien hace
bonito el día eres tú, porque eres el libro de mis poesías, donde cada página
es como una fantasía plasmada en cada palabra y las huellas en tu piel son mis
besos y caricias encendiendo tu cuerpo como volcán a punto de hacer erupción
cuando nos amamos.
Soy una gota de sangre que
recorre tu cuerpo para calentar cada día más tu alma, tú eres mi camino, mi
meta, mi refugio de vida, mi respirar y sentir. Hermosa manera de encender tu
cuerpo, de hacerte suspirar y ver brillar tus ojos, esos donde simplemente, me
pierdo.
Ante todo, primero voy a
seducir tu mente, tu cuerpo lo enciendo con mis palabras y caricias, bello amor
de luz.
Atravieso tu alcoba,
en el más absoluto silencio, con el fin de saciar mis deseos, te contemplo
ahí dormido, me introduzco en tu cama, beso tus labios, me aferro a tu cuerpo, mi desnudez te cubre,
somos una sola piel y lentamente, mi fuego te invade, abres los ojos, suspiras, vuelvo a besarte y tu aliento
penetra en cada fibra de mi ser, mientras
mis manos ardientes de pasión recorren acariciando tu intimidad, tú me entregas
tu excitación y con una voz entrecortada, entre estremecimientos y gemidos, me
susurras, ámame esta noche y hazme tuyo por siempre.
Tú me quemas, con las caricias que desprende de su piel,
me hace estremecer hasta rendirme de deseo en la profundidad de su alma. Con el fuego de sus labios y me ahoga de
pasión entre el racimo de su cuerpo. Tú me quemas, por dentro de mi vientre con
las llamas de sus venas y me enloquece de pasión entre sus brazos. Tú me quemas
todo el cuerpo con la esencia de su alma me derrito de placer entre las
cascadas de sus deseos. Tú me quemas, con anhelo te fundes en mi piel comienza
a enamorar mis ojos con dulzura, vagan sus caricias con suavidad desnudando con
sus labios mis pezones llenos de ansiedad. Tú me quemas, con deseo cuando me
abrazo a su alma y combino mis pensamientos con sus deseos desaforados e
intensos de pasión.
Tú me quemas, con lujuria mis caderas que van al compás
de sus vaivenes y en un remolino de orgasmos yo le condeno a seguir amándome
mucho más de lo esperado.
Sus besos y
caricias son la conjunción del verbo amar, me pierdo entre las miradas de sus semblantes
ojos que me tienen hechizado.
Al acariciar el sol de sus labios con la luna de mis besos siento que me lleva a la cima del cielo, me descuelgo de pasión por las nubes de sus deseos hasta llegar y fundirme entre las olas de su piel, con el néctar de mis pétalos humedezco sus anhelos desbordando emociones sin límites en fuego, quema mi piel traslúcida con el sabor de su esencia baña el encanto sagrado de mi cuerpo, queda atrapado entre mis brazos con el vaivén de mis caderas hasta que de pasión se rinda y caiga exhausto en el mar de mi alma.
Al acariciar el sol de sus labios con la luna de mis besos siento que me lleva a la cima del cielo, me descuelgo de pasión por las nubes de sus deseos hasta llegar y fundirme entre las olas de su piel, con el néctar de mis pétalos humedezco sus anhelos desbordando emociones sin límites en fuego, quema mi piel traslúcida con el sabor de su esencia baña el encanto sagrado de mi cuerpo, queda atrapado entre mis brazos con el vaivén de mis caderas hasta que de pasión se rinda y caiga exhausto en el mar de mi alma.
Es un terreno que ya conozco mas no todo suelo es el
mismo, así tu piel se me presenta como algo nuevo a explorar, habré encontrado
en esta tarde, el comienzo de mi caminar en un punto de tu cuerpo desnudo, un
paso a la vez que me llevará a tu conquista, la bandera del deseo enarbolan mis
besos y mis manos armadas con caricias hacen que tus erizados poros a ellas se
sometan.
Tarde cualquiera no es esta, suben suaves mis besos por
tus piernas, buscando llegar al calor, a la humedad que en tu intimidad se
comienza a despertar… aroma excitante invade mis sentidos, mi olfato a ese
perfume se vuelve adicto, mis labios que besan tus glúteos y como un imán, me
dejo llevar por ese deseo irresistible que siente mi boca de ahogarse en el
delicioso flujo de tu excitación.
Mi andar se detiene en un punto estratégico, oculto, donde mi lengua insistente rinde tributo, mis labios succionan, mi lengua acaricia, mis
manos presionan, tu cuerpo, como poseído por el delirio se agita, se retuerce…
algo en tu interior hago detonar, tu boca y el vibrar de tus sentidos lo
delata… por un instante tu cuerpo se paraliza, liberas la tensión, mi boca
siente una vibración al estallar en ti la pasión y siento me besa suavemente el
eco de tu orgasmo.
Incansables los pasos de mis labios no se detienen, son
ahora prisioneros de tu boca, hipnótico sabor me atrapa cuando las lenguas se
entregan caricias, tus manos se aferran a mis montes y tus uñas quieren dejar en ellos tu marca,
tus piernas que abrazan mis muslos acompañan el movimiento de mi pelvis, empujas
al compás de la excitación llevándome, a un ritmo frenético, cada vez más
profundo dentro de ti.
Esta vez tocó el amor a mi puerta, con una -hola-
disfrazado de amistad, invitándome a algo tan simple como lo es conversar, pero
rápidamente su magia se hizo notar, al convertir una simple charla en un
agradable momento, donde el tiempo se contagió con mi alegría y dejó de
caminar, decidiendo volar.
Lo reconocí… era
el amor y su cómplice cupido, buscado en mi ser, una ventana para volver a
flechar mi corazón, pero sabía muy bien que no era lo debido en el momento,
pues aún tenía mi corazón herido, así que le dije a mi miedo, que escondiera mi
corazón, en un lugar que no lo encontraran por ninguna razón.
Pero el amor no da guerra por perdida, es tan hábil como el agua esquivando obstáculos y buscando metida, y aunque tenía mis sentidos en guardia, ante cualquier intento de entrada de un sentimiento, esta vez el Amor la supo hacer, pues no tenía en su poder cualquier persona que simplemente camina, escogió a una esencia llena de hermosas virtudes, a un ángel en la tierra con la capacidad de volar.
Y así fue, burló mi seguridad con algo que no me esperaba, voló con sus alas hechas de virtudes y aterrizó suavemente en mi corazón como si tuviera pies de algodón, lo miró con compasión y le pidió silencio, poniendo su dedo índice en sus labios sinceros, se acercó a su oído y con una voz impregnada de ternura le susurra - no te pediré que camines de nuevo conmigo en la vida, solo te pido que te dejes sanar, pues las heridas infringidas por un amor, solo ese amor las puede curar, pues somos veneno y a la vez antídoto, y así como las personas no puedes elegir cuando enamorase o dejar de amar, el amor tampoco puede elegir qué papel jugar en alguien, pues solo somos mensajeros de la vida, que a cada quien da lo que merece.
Mi corazón miró su belleza, con ojos tristes y en el fondo una poco de esperanza, mientras él con puntadas de cariño fue tejiendo las heridas con esa ternura con que una madre atiende el dolor de su niño, con cada puntada que daba, con cada herida cerrada mi corazón más su confianza le daba, y de repente le dio el mando de sus latidos, le dio la capacidad para acelerarlos, porque sin heridas abiertas se sentía de nuevo vivo.
De esta forma le dio nuevamente poder sobre mi ser y mandó mi razón al carajo, tomando las riendas de sus latidos, creando la necesidad de su presencia a mis sentidos, al llenarlos de cariño, dicha y alegría.
Allí me di cuenta que la batalla contra el amor, es una batalla perdida.
Pero el amor no da guerra por perdida, es tan hábil como el agua esquivando obstáculos y buscando metida, y aunque tenía mis sentidos en guardia, ante cualquier intento de entrada de un sentimiento, esta vez el Amor la supo hacer, pues no tenía en su poder cualquier persona que simplemente camina, escogió a una esencia llena de hermosas virtudes, a un ángel en la tierra con la capacidad de volar.
Y así fue, burló mi seguridad con algo que no me esperaba, voló con sus alas hechas de virtudes y aterrizó suavemente en mi corazón como si tuviera pies de algodón, lo miró con compasión y le pidió silencio, poniendo su dedo índice en sus labios sinceros, se acercó a su oído y con una voz impregnada de ternura le susurra - no te pediré que camines de nuevo conmigo en la vida, solo te pido que te dejes sanar, pues las heridas infringidas por un amor, solo ese amor las puede curar, pues somos veneno y a la vez antídoto, y así como las personas no puedes elegir cuando enamorase o dejar de amar, el amor tampoco puede elegir qué papel jugar en alguien, pues solo somos mensajeros de la vida, que a cada quien da lo que merece.
Mi corazón miró su belleza, con ojos tristes y en el fondo una poco de esperanza, mientras él con puntadas de cariño fue tejiendo las heridas con esa ternura con que una madre atiende el dolor de su niño, con cada puntada que daba, con cada herida cerrada mi corazón más su confianza le daba, y de repente le dio el mando de sus latidos, le dio la capacidad para acelerarlos, porque sin heridas abiertas se sentía de nuevo vivo.
De esta forma le dio nuevamente poder sobre mi ser y mandó mi razón al carajo, tomando las riendas de sus latidos, creando la necesidad de su presencia a mis sentidos, al llenarlos de cariño, dicha y alegría.
Allí me di cuenta que la batalla contra el amor, es una batalla perdida.
__
Gastón se puso las
gafas de sol mientras bajaba del BMW de Guillermo. Lo esperó un buen rato en la
acera, con el ceño fruncido, mientras él aparcaba. Había estado demorando el
momento de acompañarlo toda la mañana. Como si no quisiera ayudarlo.
Había perdido tiempo preparando el desayuno, lo había
convencido para que se diera una ducha larga y calentita mientras él lo lavaba…
usando las manos y la lengua. Y después lo había convencido de que debía
detenerse en su casa para cambiarse de ropa, y ver a los niños antes de
marchar. Ya era cerca de mediodía. Aunque no pensaba quejarse en absoluto,
estaba muerto de la impaciencia por
encontrar ese artículo. Y el paso de tortuga de Guillermo le estaba poniendo
nervioso.
__Eres peor que una mujer.
Guillermo guardó la llave en el bolsillo.
__No empieces. Tengo un mal presentimiento sobre todo
esto.
De acuerdo, estaba preocupado, pensó Gastón. Algo comprensible. Aun así, ¿por qué
tenía la impresión de que en el fondo sabía algo más? Desterró ese pensamiento
mientras aceptaba su brazo y echaban a andar hacia el edificio.
__Vamos. Solo será un momento. Nadie se enterará de que
hemos venido.
La redacción era un hervidero de actividad cuando
salieron del ascensor y llegaron al piso del despacho de Gastón.
__Gastón, has venido, gracias a Dios. __ Belén salió de
detrás de su mesa con un puñado de notas en la mano__. El teléfono no ha parado
de sonar desde el lunes por la mañana.
“Genial”, pensó y miró a Guillermo.
__Belén, te presento a Guillermo.
Él evitó hacer cualquier comentario sobre el piercing de
su asistente. O sobre el montón de tatuajes que llevaba en los brazos esa veinteañera.
__Hola _se limitó a decir.
La mirada de Belén volaba desde Gastón a Guillermo una y
otra vez. Cuando por fin lo reconoció. Abrió los ojos de par en par y esbozó
una sonrisa bobalicona.
__Ah, hola __lo saludó la chica.
__Entra, Guille. Solo tardaré un minuto _dijo Gastón,
haciéndole un gesto para que entrara a su despacho.
Cuando Guillermo se fue, Belén susurró.
__ ¿Es quien creo que es?
__Sí.
__ ¿De verdad es tu marido?
__Eso parece. Les echaré un vistazo a los mensajes. __le
quitó las notas de la mano a Belén.
__ ¿Ah? _exclamó la chica, que por fin logró apartar la
mirada de Guillermo. Él ya estaba en su despacho__. Joaquín te está buscando.
__ ¿Cómo sabe que estoy aquí?
__Las noticias vuelan. Te has convertido en toda una
celebridad. Además, si vas a todos lados con Guillermo Graziani la gente
empieza a murmurar.
__Genial _replicó Gastón entre dientes al tiempo que se
dirigía al despacho_. No voy a quedarme mucho rato. Solo necesito comprobar una
cosa. Me llevaré el trabajo a casa, pero si alguien pregunta por mí, no estoy en la oficina. ¿Entendido?
__Claro, oye, Gastón…
Él se detuvo con una mano en la puerta.
__ ¿Es tan bueno como aparenta?
Gastón fingió que la pregunta lo asqueaba.
__No juega para tu equipo y no tienes remedio. __ Y,
después, añadió con una sonrisa__: No es bueno, es mejor.
Guillermo estaba observando las fotos de su estantería
cuando él entró.
__No es tan grande como el tuyo _comentó él mientras
cerraba la puerta.
__ ¿Dónde hiciste esta foto? __Tomó una foto de Bruno
jugando en la arena.
__En La Serena, le encanta la playa, es una de las más
cálidas del norte de Chile.
Cuando se volvió para mirarlo, lo hizo claramente
emocionado. Y por primera vez desde que lo encontró, comprendió que Guillermo
también había perdido mucho tiempo.
__Tengo muchas fotos en casa, si quieres te las muestro.
Lo vio esbozar una sonrisa. Sin embargo, sus ojos tenían
una mirada distante, como si estuviera ocultando algo.
__Me encantaría. __Antes de que pudiera preguntarle si le
pasaba algo más que los años perdidos junto a Bruno, Guillermo cambió de
tema__. ¿Por dónde empezamos?
Gastón se acercó a una estantería situada en el otro
extremo del despacho y sacó unas cuantas revistas médicas.
__Tú échales un ojo a estas mientras yo miro en la base
de datos en mi ordenador.
Guillermo se sentó en una silla al otro lado de su mesa y
cogió unas cuantas revistas. Gastón comenzó a ojear páginas en el monitor. El
único sonido que se escuchaba era el murmullo de las voces al otro lado de la
puerta.
__ ¿Gastón? __dijo la voz de Belén en el silencio a
través del intercomunicador__. Te aviso que Joaquín va de camino.
En ese momento se abrió la puerta de su despacho y Joaquín Furrial, editor general entró sin
llamar.
__ ¿Me estás evitando? _le preguntó.
Gastón se puso de pie. Guillermo también lo hizo al
tiempo que observaba con recelo al editor general. Era obvio que lo había
reconocido del día en que fue a la playa a hablar con Pedro y descubrió la
existencia de Bruno- Su plan de evitar a todo el mundo en el despacho se
fue al tacho.
__Joaquín Furrial _dijo haciendo las presentaciones__.
Guillermo Graziani.
__! Por Dios! __exclamó Joaquín__. Es cierto.
__No voy a quedarme hoy. Sé que están muy atareados, así
que me iré ahora mismo. Solo he venido a buscar una cosa.
__ ¿El qué?
__Un artículo sobre un fármaco para el cáncer que han
estado probando en Canadá.
Joaquín se quedó blanco.
__! Hijo de puta! __Guillermo rodeó a Joaquín y cerró la
puerta del despacho. Después miró a Gastón__. Creo que acabamos de encontrar el
eslabón que nos faltaba.
__ ¿Qué?
--
La casa adosada de estilo victoriano se encontraba en una
tranquila calle de San isidro. Guillermo se golpeaba la rodilla con una mano
mientras Gastón y él esperaban en el salón a Joaquín y su esposa. Unos amplios ventanales ofrecían
una panorámica de la ciudad. Los árboles se mecían suavemente por la brisa del
atardecer.
Gastón se percató de la tensión que embargaba los hombros
de Guillermo y de su apretada mandíbula.
__ Relájate quieres, me estás estresando.
Guillermo lo miró con expresión irritada y siguió con sus
golpecitos.
Karina Furrial bajó la escalera acompañada por su marido
Joaquín. Tenía el rostro desencajado y su protuberante vientre sobresalía de su
cuerpo delgado.
__Siento haberlos hecho esperar.
Guillermo se tensó a su lado, pero Gastón no le prestó
atención.
__No te preocupes... Siento molestarte. Sé que debes de
estar muy cansada.
Karina sonrió al tiempo que se pasaba una mano por el
vientre.
__No puedo dormir mucho en estos días.
__Está practicando para lo que vendrá después _ añadió
Joaquín, acariciando el bulto que era su bebé.
__Miren _ dijo Guillermo__, no quiero ser maleducado,
pero necesitamos repuestas. La primera de todas es saber por qué nos han
arrastrado hasta aquí cuando podrían haber respondido nuestras preguntas en el
despacho de Gastón...
Gastón le lanzó una mirada de reproche, que él pasó por
alto. Guillermo no tenía tacto cuando tenía un objetivo en mente.
__Ha sido culpa mía. __ Karina se dejó caer en el sofá,
tapizado con una tela de estampado floral. Pese al abultado vientre, el sofá
parecía engullir su diminuto cuerpo__. Joaquín sabía que yo querría participar.
__Me he perdido. __ Gastón se sentó en el mullido sillón
color crema que había delante de Karina__. ¿Cómo es que estás relacionada con
un ensayo clínico?
___ ¿No me reconoces? _preguntó Karina.
__No. ¿Debería? __La preocupación le formó un nudo en la
garganta a Gastón.
__Supongo que no. Hablamos muy pocas veces cuando estuve
en la clínica privada, pero jamás te he olvidado. Tu sonrisa es única.
Gastón miró a Guillermo. Tenía un tic nervioso en el
mentón. Karina Furrial, ¿por qué no había conectado los puntos cuando leyó la
lista que habían encontrado en casa de Nancy?
Ella era el nombre que le resultó conocido.
Joaquín se colocó detrás de su mujer y le puso una mano
en el hombro.
__Karina padeció cáncer de ovarios. Decidimos probar un
tratamiento experimental después de agotar el resto de posibilidades
__No creía que fuera a superarlo _ confesó ella, que bajó
la mirada__. Pero la doctora Moravia fue tan optimista que nos dio esperanzas.
El tratamiento duró más de seis meses. Pasaba temporadas ingresada en la
clínica privada y después volvía a casa. El seguimiento me lo hizo su personal.
Allí fue donde te conocí.
Gastón puso los ojos como platos.
__ ¿Estaba despierto?
__A veces. Habías tenido un accidente de tráfico,
estuviste en coma durante varios meses. Tu esposa… __Miró a Guillermo__. Me
refiero a la doctora Moravia… ella te trasladó a la clínica privada para poder
tenerte controlado, ya que allí era donde se encontraba la mayoría de sus
pacientes. Después de que apareciera el nene… tu hijito, despertaste, pero
salías de la inconsciencia y te sumías de nuevo en ella. Un día estabas de pie,
dando vueltas, al siguiente estabas en la cama, inmóvil.
Había estado despierto. Se había estado moviendo. Eso
explicaba por qué su recuperación había sido tan rápida. Por qué su cuerpo
había vuelto a la normalidad con cierta rapidez. La gente lo había visto. Había
hablado con él. Y él no se acordaba de nada.
__Continúa __le pidió para lo cual tuvo que tragar saliva
a fin de deshacer el nudo que tenía en la garganta__. ¿Camila dijo que era mi
esposa?
Karina asintió con la cabeza.
__Sí. Otro médico se encargaba de tu supervisión. No me
enteré de su nombre. Alto, delgado. De pelo claro, ojos verdes, los más claros
que he visto en mi vida. Parecían conocerse muy bien. Creo que era el dueño de
la clínica privada… o que conocía al propietario, o al gerente.
__Olazábal. __Gastón miró a Guillermo de nuevo. Había
estado en lo cierto. Su médico de Chile estaba involucrado. Seguramente lo
habían matado debido a esa relación con el experimento.
__ ¿Cómo se llamaba el fármaco experimental? _preguntó Guillermo.
__Amatroxin _ contestó Joaquín__. Curó el cáncer de
Karina por completo. Otros pacientes también lo tomaron. El año pasado, la
doctora Moravia compiló una lista de investigación y con otro médico publicó un
artículo en una revista científica. __Le entregó a Guillermo un ejemplar de la
revista, que tenía en la mesita auxiliar a su espalda.
__Esto hace referencia a un ensayo clínico en Canadá _dijo
Guillermo.
Joaquín tragó saliva.
__Sí.
__ ¿Publicaste datos falsos? _preguntó Gastón.
Su jefe inspiró hondo.
__Sí, en Argentina era ilegal.
__ ¿Por qué? ¿Por qué no me contaste nada de esto
Joaquín?
Este cambió el peso del cuerpo de una pierna a la otra,
con nerviosismo, y apretó el hombro de Karina, su mujer levantó el brazo y le
tomó la mano en señal de apoyo.
__Camila y yo teníamos un trato. Ella dejaba que Karina
participara del ensayo y yo me callaba lo que sabía al respecto. Cuando llegara
el momento de publicar la información, yo la ayudaría. Estábamos desesperados y
dispuestos a intentar cualquier cosa. Después de curar el cáncer de Karina, se
lo debía. Necesitaba mostrar pruebas de que el medicamento funcionaba, y yo
sabía que funcionaba, tal como lo entendí en su momento, daba igual donde se
llevó a cabo el ensayo clínico, si se hacía correr la bola, en Estados Unidos y
en Argentina la autoridad regulatoria debería dejarlo entrar al mercado.
__Joaquín no sabía que estabas casado, Gastón _añadió
Karina que miró a este y a Guillermo_. Sabía que estabas en la clínica privada
al cuidado de Camila. Que eras su esposo, ella le pidió que no hablara de ti.
Dijo que el trauma del accidente había sido espantoso. Y a Camila le preocupaba
muchísimo tu pronóstico.
Gastón se frotó la cicatriz que tenía en la cabeza, que
Guillermo sabía que correspondía a aquella cirugía de cáncer de tanto atrás.
Nada de eso tenía sentido.
__Y cuando desperté. Se las apañó para que me dieran
trabajo como colaborador independiente para tu editorial. __Miró a Joaquín__.
¿Nunca pusiste en duda mi idoneidad sabiendo que soy abogado y no periodista?
La tensión se reflejó en los ojos del jefe.
__No supe que ella era una accionista del directorio de
la editorial hasta después de que te trasladara a Chile. Cuando vi tu nombre en
uno de los artículos independientes, me puse en contacto con ella. Me dijo que
no le gustaba mencionar el nombre de la empresa porque había discutido con la
familia. Lo creí. Ella es quien te buscó el trabajo. Yo no estaba en posición
de cuestionar lo que me decía. Tenía sentido y estaba en deuda con ella. Y
cuando vi tu trabajo, me di cuenta de que tenía razón. Sabes más de geología
que cualquier otra persona que conozco.
__Porque mi hermano es geólogo, y estudié algo con él.
Pero seguiste sin decir nada luego de la muerte de Camila. ¿Por qué? Yo ya
estaba en Buenos Aires. Sabías que buscaba respuestas. Sabías que había estado
en la clínica privada, pero no dijiste nada. __Se puso en pie, hirviendo de
rabia. Guillermo lo tomó del brazo para tranquilizarlo.
__Me parece que no entiendes de qué va esto, Gastón _repuso
Joaquín__. Alguien no quiere que encuentres esas respuestas. Después de que me
llamaras y me pidieras trabajo aquí, en Buenos Aires, empezamos a recibir
advertencias.
__ ¿Qué quieres decir con advertencias? _preguntó
Guillermo.
__Llamadas anónimas en su mayor parte _respondió
Karina__. Nunca mencionaban tu nombre, Gastón, pero dijeron que nos calláramos
lo que sabíamos de la clínica privada. Que sería mejor para Joaquín no
involucrarse si salía a la luz lo del ensayo clínico.
__ ¿Y por qué me sugeriste que buscara un abogado?
Joaquín suspiró.
__Quería ayudar. Me di cuenta de lo frustrado que
estabas. Creía que podías encontrar las
respuestas solo, si no me involucraba directamente, no causaría problemas darte
un empujoncito. No sabía que la abogada que elegiste te iba a reconocer.
De modo que Gastón era el eslabón. Si no hubiera ido a
Buenos Aires, si no hubiera llamado a Gaby para concertar una cita, si Gaby no
lo hubiera reconocido era muy probable que nada de eso hubiera sucedido. Que
las mentiras hubieran seguido siendo la verdad.
Guillermo miró a Gastón.
__ ¿Sabes si visitó alguien a Gastón en la clínica
privada?
Karina se mordió el labio.
__Hubo otro hombre, mayor, canoso, de complexión robusta.
Y una mujer joven también fue a verlo una vez, al menos que yo recuerde. No
estoy segura de lo demás pero Gastón estuvo allí mucho tiempo.
Un hombre mayor y una mujer joven. Podrían ser
cualquiera.
__Me temo que no soy de muy ayuda _ continuó Karina en
voz baja_. Mis recuerdos de esa época son muy vagos.
La rabia abandonó a Gastón y fue reemplazada por una
decepción agotadora. Todo lo que había descubierto hasta el momento solo servía
para aumentar su confusión. Estaba averiguando lo que había pasado, pero no el
motivo.
__No. __Gastón parpadeó para reprimir las lágrimas de
frustración__. Has sido de muchísima ayuda.
__Gastón. __Joaquín rodeó el sofá.
De reojo, él vio que Guillermo tensaba los hombros y que
bajaba los brazos en un gesto protector. Extendió un brazo para detenerlo y
miró a Joaquín.
__ ¿Qué?
__De haber sabido lo que pasaba no me habría callado. Creía
que Camila era una buena mujer. Después de la conferencia de prensa que dieron el otro día, supe que
tenía que encontrar el modo de contártelo todo. Que tenía que contarte lo que
yo sabía de ella. He intentado ponerme en contacto contigo desde entonces.
Tantas mentiras… Allá donde mirara, parecía haber una
más, golpeándolo en la cara. Ya no sabía qué hacer.
__Tengo que encontrar las respuestas Joaquín. No voy a
parar hasta conseguirlo.
__No creo que sea buena idea.
__No le va a pasar nada __lo interrumpió Guillermo con
firmeza desde la otra punta de la estancia__. Si alguien intenta hacerle daño
otra vez, antes tendrá que pasar… por encima de mí. La advertencia implícita en
las palabras hizo que todos se volvieran a Guillermo. En sus ojos se podía ver
las ansias de venganza.
__Sé lo que sientes. Si podemos hacer algo, solo tienen
que decirlo. Queremos ayudar.
Pedro sintió el sudor que brotaba en su espalda bajo la
intensa mirada de Guillermo. Era consciente de que hablaba en serio, de que
mataría a cualquiera que fuese a por él.
Y por algún motivo que se le escapaba, saberlo lo
asustaba mucho más que lo que se ocultaba tras la verdad.
CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS. CUALQUIER PARECIDO CON
LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.
Lily Rz Precioso !
ResponderEliminarRosana Sencillamente, hermoso.
ResponderEliminarMirta ME FASCINÓ EL CONTENIDO !!!!GRACIASSS!!!
ResponderEliminarDelia Bellísimo
ResponderEliminarMaria Del Carmen Bellísimo !!!
ResponderEliminarGloria preciosa
ResponderEliminarSilvia preciosa
ResponderEliminarNorma Muy amoroso Estupendo
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ResponderEliminarLa Dama Wooooooooooooow bellísima
Libra Que belleza
ResponderEliminarEncarna Hermoso
ResponderEliminarES HERMOSA, LA ADORO, YA SE ME ENREDÓ LA TRAMA, PERDÓN SI ANDO PERDIDA ACÁ, TENGO A MI MADRE ENFERMA, Y APENAS PUBLICO, BESOS MILES. ESPERO TE GUSTEN LOS GIROS DE EL OTRO, A PUNTO DE MATARLO DECIDÍ REDIMIRLO. QUEDA LINDO CREO.
EliminarGÉNESIS, NORMITA SI ANDA POR ALLÍ, NO ME LLEGA EL CAPÍTULO DE EL VIAJE, YA SALDRÁ.
EliminarBrillante Eve...La trama se ha puesto más que interesante y qué decir de la relación de Guillermo y Pedro, donde la pasión, la seducción y el deseo mutuo están a flor de piel...
ResponderEliminarVeronica Lorena Piccinino Muy lindo ... Gracias
ResponderEliminar1
Silvia Colases Eve Monica Marzetti me encantó.
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