jueves, 11 de julio de 2019

SIGNIFICAR CAPÍTULO DIECIOCHO. ÚLTIMO CAPÍTULO.


SIGNIFICAR
CAPÍTULO DIECIOCHO.

 ÚLTIMO  CAPÍTULO.


“Amor, cuántos caminos para llegar a un beso,
qué soledad errante hasta tu compañía.
Siguen los trenes solos rodando con la lluvia.
En Taltal no amanece aún la primavera.
Pero tú y yo, amor mío, estamos juntos,
juntos desde la ropa a las raíces,
juntos de otoño, de agua, de caderas,
hasta ser solo tú, solo yo juntos.
Pensar que costó tantas piedras que lleva el río,
la desembocadura del agua de Boroa,
pensar que separados por trenes y naciones.
Tú y yo teníamos que simplemente amarnos,
con todos confundidos, con hombres y mujeres,
con la tierra que implanta y educa los claveles”.
*Pablo Neruda /

“Ninguna persona merece tus lágrimas, y quien se las merezca,
no te hará llorar”. Gabriel García Márquez.

“Recibí  tu mensaje que decía solamente: “Te amo” y el corazón se encendió. En estos  meses aprendí a amarte, a tenerte profundo cariño y la admiración permanece intacta. Me enseñaste tanto… Hace unos días que estás de viaje y me encuentro perdido  y miro nuestras fotos para consolar los huesos pero no funciona. Quisiera hablarte todo el día pero ese orgullo mío… Miro tu foto en el celular y una fuerza me impele a tocarte, a aproximar mi amor hasta esa imagen que refleja al hombre por el cual dejé voluntariamente la libertad extrema de la cual tanto me jacté siempre  de tener solo sexo, o la celda de un matrimonio muerto  y no a la fuerza sino  por amor, por disfrutar de su compañía, por nuestras charlas, por su interés en mis cosas, en mi vida. El dedo se hundió en la pantalla y me estremecí y lo retiré de golpe, asustado, aterrado. La mente jugando conmigo, el terror no me permitía pensar, quizás estaba sufriendo un ataque o me estaba por desmayar. Respiré profundo, me senté tratando de explicar lo sucedido si es que había sucedido. Encendí el celular y ahí estaba él, tan hermoso como siempre y me olvidé del miedo. Acerqué el dedo a la pantalla y cuando la estaba por tocar, sonó el celular y di un salto y el corazón se disparó. Contesté casi sin voz:

__ Hola mi amor.
__ Hola amor mío, sabes que sentí que me necesitabas, algo raro, como un escalofrío. ¿Está todo bien? -me pregunta  preocupado.

__ Sí, sí, todo bien. Te extraño.
__ Yo también te extraño, vuelvo en unos días. ¿Cómo te sientes? ¿Estás bien?
Cuando terminamos de hablar miré el celular y su foto, intenté y el dedo se hundió en la pantalla y otra vez esa sensación, pero era verdad. Seguro estaba desvariando pero qué bien se sentía, como si estuviéramos uno al lado del otro. Me llamó otra vez y le respondí que eran mis ansias de su compañía, el deseo de estar a su lado. Maravillado  por la experiencia tuve la necesidad de ir por más y se me ocurrió algo. Subí al cuarto y conecté el celular al led y su foto en él. A esa altura no sabía si me estaba volviendo loco  de amor o era un milagro lo que experimentaba. Lentamente acerqué la mano a la pantalla y la atravesé y sentí su aroma y pareció como que toqué su piel, y la sensación de soledad se esfumó. No estaba loco, nos conectábamos más allá de la distancia y se sentía maravilloso.
No soy  hombre  de hacerme a un lado ante los desafíos y este, el de mi propia cabeza, me llamaba a los gritos. Decidí saltar hacia la pantalla, quizás apareciera a su lado. Era necesario descubrir si esto realmente era verdad. Me paré sobre la cama a cierta distancia del televisor, pensé en él con todas mis fuerzas y salté”.

__ ¡Mi amor!  ¿Estás bien?

“Aturdido  y sin entender qué sucedía respondí que sí, que ahora sí porque estaba a su lado. Me contestó que siempre estaba a mi lado y que me había caído de la cama. Lo abracé con todas mis fuerzas y le rogué que no me dejara nunca y él se rio”.
__ ¿Cómo podría si vivo por ti? ¿Qué soñabas? -me pregunta  curioso.

__ Soñaba que hoy va a ser un día especial de amor, y lo besé con locura.
_ Guille, no voy a retenerte, sé que debes irte _ susurra Pedro embobado de amor.

__Me encantaría quedarme, pero necesito hablar con mi hijo,  yo mismo le pedí que regresara, y además definiré todo con Juan.
_En mis noches de soledad,  te busco  y sueño despierto contigo,  con el roce de tus labios,
cómo descifrar el sabor de tu candente piel y qué se siente al beber de tu fuente  el fruto de tu placer y cuanto más te pienso, el insomnio  más se apodera de mí y no consigo  llegar a mis sueños, único sitio este  donde puedo tenerte, mas sigo pensándote y deseándote, porque solo tú  puedes convertir  mis deseos en  realidad. Me bebo en silencio tu nombre, pronuncio en secreto  los besos que galopando viajan por tu cuerpo y a  escondidas erizarán tus poros haciendo que tus sentidos sucumban a mis deseos. Con la sensualidad vistiendo tu piel no hará falta que te quites la ropa para despertar por ti mis locos deseos. Siénteme como una tibia brisa acariciando y remolineando en esos puntos erógenos de tu cuerpo.
Armado con este amor haré de tu piel mi tormento, despertaré en ti ese fuego callado y latente para ser en tu caldera ese leño que de pasión arda lento. Derramaré por fuera de tu piel  los besos y caricias  que de amor  harán humedecer los cuerpos. No ocultaré ante ti mis instintos perversos,  sabrás apaciguar mis deseos y mis miedos ahogándolos en ese exquisito licor que solo hallaré  bebiéndome tus besos.  Paraíso de amor, infierno de deseos, todo eso a tu lado quiero  por siempre vivir.
_Palpita mi corazón acelerado, en ardiente deleite de tu deseo, otorgado al ocaso sin condición. Cierro los ojos, en mi piel deslizas  temblorosas y cálidas caricias,  seducción nocturna de cenizas.  Luna, lumbrera de silencios,  testigo de lúbricas promesas,  palabras ahogadas en besos.  Sentimientos compartidos,  amor, pasión, suspiros, lujuria,  dos corazones en uno fundidos. Entrega total, ambrosía sensual,  mi cuerpo respira en tu cuerpo,
amándose, desenfrenado ritual.
Hoy quiero ser lo que tú quieres que sea, tu amante,  dueño  o tu atrevido hombre; claudicar bajo el arrullo de tu voz, vibrar con el embrujo de tu piel. Que tiemblen mis labios aprisionados en los tuyos,  que oigas complacido mis gemidos  cuando transitas por mis sólidos turgentes y dejas tus huellas vibrando en tu calor. Te pienso entre sábanas blancas
desprovistas de inocencia nocturnal. Tú y yo en suspiros agitados vibrando en nuestra piel. Tiritan nuestras células ávidas de amor. Tú, ansiando beber el vino de mi  fuente y  yo impaciente por sentir el desborde de tu río. Vamos juntos entre agitados suspiros hacia nuestro cielo donde moran las delicias de los dos. Suaves irán tus pasos por la alfombra
de mi húmeda piel, recreándote en cada curva de mi ser, y marcando con la tibieza de tus labios todo el amor que llevas al encuentro de mi sensual intimidad.
__Eres realidad y fantasía, llenas mi vida de pasión, amo las noches infinitas donde nuestros cuerpos se entregan en desafío por amar y enloquecer, te amo y sé que eres  aún ajeno, tu mirada alucinante y cautiva, añoro tus labios, tu boca, tu sonrisa, dejas en mi ser huellas encendidas y una agonía cada noche por no quedarte en mis brazos.
El insomnio llega cada madrugada junto con el silencio, pasan las horas y me desespero, te imagino,  todo lo que me das en el día, tu pasión, tu cuerpo perfecto, tú…  mi droga, el veneno que recorre mis venas, muero de nuevo por estar en tus brazos mi amante perfecto, solo quiéreme, solo ámame y llévate mis caricias, suéñame haciendo sin prisas, y devórame vida mía, te prometo perderme a diario en el olor de tu cuerpo.
Cambiemos de pieles con caricias y besos, quiero y amo oler a ti, qué no daría por vivir en tus brazos, me has esclavizado a la frescura de tu cuerpo, habitas mi universo entero, embriágame del néctar de tu sensualidad, funde  las ganas de amarnos en libertad, quiero describirte con mis manos y descubrir mi lascivia, mi pasión, ahogando mis celos por ti.
Esta noche el reloj marca la hora perfecta para amarnos, para entregar nuestros  cuerpos, nos miramos  queriéndonos devorar, abrimos la botella  de vino, dos copas, tú y yo, brindamos  por todo esto que sentimos, por desearnos, porque nuestras pieles tengan contacto, salud por este encuentro  sin final.

Me miras, me tomas, me bebes como una bebida sabrosa que no te deja respirar,
besas despacio mi cuello, mi espalda, me quitas la ropa, me desnudas completamente,
me tomas, me vuelves a beber ahora es toda mi piel, todo mi cuerpo, me embriagas con tus besos, los sabores son exquisitos me susurras al oído y yo me  excito.
Me erizas la piel, me acaricias completamente con tus manos, con tus labios, con tu boca, con toda tu esencia que provocas,  al tomarme entre tus brazos y yo solo derretirme ante tu cuerpo, te deleitas, me bebes despacio sin prisas, me devoras como si fuera tu platillo favorito, y yo solo me quedo prendido  de tu cuerpo, dejando que me bebas como tú quieras.
Vierto una copa de vino en tu pecho y con mi lengua te saboreo lentamente, ahora me toca a mí beberte, el sabor de tu piel me seduce y me excita, me prendes y me erotiza, beberte sin prisa es mi pasión y deseo, eres mi dueño y yo tu esclavo, eres el manjar perfecto para desnudar nuestros cuerpos y pervertir nuestras mentes.
Este juego tan lujurioso, tan pretencioso, gemidos y gritos al compartir y entrelazar nuestros sexos, volcán en erupción eres tú, y yo un hombre  perverso  que te quiere dar mis ganas, mi cuerpo de dios.
Llévame al infierno, que yo te llevaré a mi paraíso, porque somos pecado, somos esos amantes que se devoran y se ven eternamente, hasta saciar esta sed de pasión y deseo, somos una locura, somos solo amantes que se entregan sin miedo, sin tabú, y que solo perdemos la cordura sin explicación con sus besos de amor, con sus caricias, hasta alcanzar el clímax y lo sublime de una maravillosa noche que nunca se olvida, hasta que vuelva la calma y terminan ese acto tan bello que es entregarse al total acto de hacer el amor sin ninguna pretensión más que amarse en su totalidad.

__                             
El sábado, a media noche, Guillermo recibe a su hijo. Apenas han estado un rato en la casa cuando Juan hace su aparición. En la cocina, Julieta se persigna y pone a calentar agua para el café. En la terraza del jardín, bajo la sombra del frondoso árbol de caucho, Fabián piensa sobre lo que cada uno está haciendo. Tras los besos y saludos  y una leve inclinación de cabeza para Guillermo, Juan se ha sentado en la única silla vacía de la mesa redonda. Fabián los mira, Guillermo le ha pedido a Juan por teléfono que sean discretos. Basta decirle al muchacho que están revaluando el matrimonio, que decidieron separarse por un tiempo. Juan se muestra irónico y agresivo. Pero Guillermo sabe que tampoco quiere revelarle que tiene un amante. Cada uno tiene una carta marcada bajo la manga y eso empareja el juego.

__ ¿Qué pasa? _dice Fabián, al percatarse del incómodo silencio tenso entre los padres__ ¿Qué es lo que quieren decirme?

__Te queremos mucho _ dice Guillermo__. No tiene nada que ver con vos pero tu papá y yo nos vamos a separar. Eso es lo que queríamos decirte.  __Guillermo tiene el pecho encogido por la pena de hacer sufrir a su hijo, no porque este ame a Juan,  sino porque si algo no desea es verlo solo, enfrascado solo en su trabajo.

Julieta llega con el café. Lo único que se escucha es el tintineo de las tazas. Las cucharas en  que se sirven el azúcar Juan y Fabián. Nadie habla hasta que la empleada regresa a la cocina.
__Ustedes están locos _dice Fabián, su rostro muy parecido al del padre, incongruente con la corta coleta y el arete en la oreja, muestra  una expresión de incredulidad, una media sonrisa que desmienten los ojos muy abiertos. __ ¿Cómo se van a separar a esta edad?

__No hables así, Fabián _dice Valeria, su novia de pocos días, la mirada fija sobre él, las dos manos sosteniendo la taza de café a medio camino entre la mesa y los labios. __Sucede en las mejores familias.

__ No en esta. ¿Qué pasó? Esto sí que no me lo veía venir yo _ dice volviéndose hacia los padres __. No me digan que el desgaste, la rutina y esas pamplinas, algo tiene que haber sucedido _ concluye Fabián.

__Tu padre quiere regresar a la adolescencia y al parecer vivir el resto de su vida de otro modo _ dice Juan con sarcasmo, recibiendo la mirada de reproche de Guillermo que se remueve en la silla. Acusa el golpe bajo con un gesto de disgusto, un cabeceo de censura.

__ ¿Es eso cierto papá? __pregunta el hijo ansioso, como si le hubiesen comunicado que el padre está enfermo.

__La edad o lo que siento no es causal de separación o de divorcio  si el matrimonio es firme que yo sepa _sonríe.

__Pero tal vez te alteró, papá, ¿no crees? _dice Fabián sorprendiendo a su padre.

__Fabián, soy un hombre grande pero aún no alterado por ello tesoro  __Guillermo no quiere caer en la trampa que le ha tendido Juan, pero sabe que le costará desmontarle el juego. El marido acaba de poner en su contra a su hijo y siglos de prejuicios. Se le ocurre que si no cae en la provocación puede salir airoso del paso. __Yo no estoy confundido ni alterado, hijito _repite__. Es sencillo de saber que con el paso de los años hay amores que se marchitan, simplemente no sobreviven, sucumben, tal vez nunca lo fueron, y el mío se marchitó, como renacieron muchas cosas que en estos años no vi, y que deseo llevar adelante. ¿Cuántos años me quedan por vivir? ¿Treinta, cuarenta, y de ellos cuántos con calidad de vida? Los que sean, los quiero vivir bien, quiero ser feliz, disfrutar más de la vida, hacer lo que deseo, no seguir viviendo en una situación que solo sobrevive por la inercia de la costumbre, y a la larga Juan verá que le hago un favor también a él, no me ama.
¿Cuántas veces te he predicado que busques la felicidad, que no te resignes, que no te conformes con ser y hacer menos de lo que sos y puedes?
__ ¿Prefieres quedarte solo, vos que tanto tiempo me reclamaste porque prefería estarlo? _interviene el hijo.

__Te pido disculpas, me alegra que te acompañe Valeria, pero no volveré a insistir en tu vida, y sí, tal vez prefiera estar un tiempo solo, quién sabe, tal vez ni me he dado tiempo de conocerme y quiera, por ejemplo he descubierto que tienes razón, que a veces desde la abogacía no hago más que mentir, y que el mundo tiene demasiadas necesidades, que quisiera retomar mi carrera de medicina.
__ ¿Y vos Juan? –habla Fabián.         

Juan se encoge de hombros. No sabe qué decir. Quería decir que aquello nunca estuvo en sus planes. Pero aunque pudiese quizás olvidar a Matías, estaba seguro de no olvidar a Pedro. Por días ha batallado con el sentimiento, intentando perdonar a Guillermo en su corazón, pero no logra imaginar vivir más con él, tocarlo, dormir en la misma cama. La idea le inspira repugnancia física. No entiende cómo las mujeres logran perdonar las ofensas y vivir plácidas la infidelidad de los maridos. Él no posee la mentalidad sufrida y noble quizá que se requiere para hacerlo, y sabe que Guillermo tampoco, no supo de sus otras aventuras ocasionales, pero está seguro que de no estar Pedro, tampoco le perdonaría su  relación con Matías. En eso son iguales. Lanzado al camino extraño de una situación inesperada, se ha sumido desde la noche de confesiones, en un ánimo fluido, de dejarse llevar por lo que resulte con Matías, con quien aún no logra visualizar el futuro.

__Yo no puedo forzar a tu padre a que se quede conmigo en contra de su voluntad.
__ ¿Por qué no se dan un tiempo antes de decidir algo definitivo? _ dice Fabián__. Tal vez necesiten una vacación el uno del otro.

__Precisamente eso hemos pensado _dice Guillermo.

Fabián mira al padre con una mezcla de compasión y ternura, le aprieta la mano que él tiene sobre  la mesa.
__! Nada de lástima hijo que no estoy enfermo ni muerto, por favor! _ dice él, creciéndose, retirando la mano de la mesa, del apretón del hijo__. Hay hombres y mujeres que viven cerrando los ojos la vida entera. Yo no los cerraré más ni me doblegaré. No lo haré ni por vos, hijo. No lo haré por mí mismo. Algún día entenderás y me lo agradecerás. No creo poder sentir por Juan más que el cariño de los años compartidos, pero no me alcanza para seguir en su casa, en su cama.

 Fabián siente el impacto, y se queda quieto, respetuosamente en silencio. Hay un contraste que no se le escapa entre ellos.
__Tu padre se queda aquí en la casa. Yo me traslado donde mi amigo divorciado. Más adelante veremos qué hacer _dice Juan.

__ La casa será tuya hijo __recalca Guillermo.

__Increíble _ dice Fabián__. Perdonen, pero me cuesta asimilar esto.
__No te va a faltar nada hijo _ dice Juan __. Ni debes  preocuparte, podrás seguir viéndonos a los dos si quieres, cuando quieras.

__No es eso _ dice__, entiendo lo que pasa. Lo respeto. Pero es difícil acostumbrarse a la idea _ se le quiebra la voz, le brotan las lágrimas.

A Guillermo la punta de los dedos le pulsa al ritmo alocado del corazón con un dolor agudo. Le ha sucedido antes en lugares altos, cuando su hijo se acercaba al borde de donde podía caer, las palmas enteras de las manos empiezan a dolerle.  De no ser por el azar del accidente, Pedro, Camila, Matías y cuanto convertía en irrevocable aquella situación, él se echaría a llorar en ese instante, pediría perdón sin sentir culpa, abrazaría a Juan y juraría que haría otro esfuerzo, acaba de darse cuenta que pese a la aparente indiferencia su hijo lo quiere, no olvida que creció a su lado, y por evitarle el sufrimiento continuaría soportando como tantos la vida monótona de un matrimonio desgastado por el uso, se sacrificaría en el altar del amor en el que se consumen quienes se niegan a sí mismos, una hoguera siempre alimentada de sueños postergados, de resignación, de farsa, de miedo, pero  su hijo perdió a su madre, entiende el dolor de ver que ese pilar de hogar se desarme, y sin embargo él ya es un hombre, entero, fuerte, capaz de asimilarlo. No lo perdería, y tampoco a Juan. Y conocería a Pedro. Guillermo cierra los ojos y la visión de este lo estremece, aspira.

__Seguiremos siendo tus padres __dice__. No nos perdiste.

__Siempre se pierde papá _ dice, mirándolo fijo__. Lo que eran ustedes dos se perderá.
__No lo niego. Pero lo que fuimos nosotros hace treinta años hoy es una farsa, Fabián. Nos ganarás como personas.
__Quizá por eso nunca me voy a casar _dice llorando, perdón Valeria.

__Hijo, no todo puede ser inmortal, ni todo lo que se le parece al amor lo es __Guillermo se levanta y lo abraza__. Ha sido bueno mientras duró, y no estoy diciendo lo que creo, yo creo que el amor resiste, a todo, que lo que nos unió a nosotros pese al tiempo no resistió, no fue amor sino un combo que comenzó en el colegio… amistad, compañerismo, complicidad, cariño, atracción, pero si fuera amor, no concibo que este termine, dejar de amar… no se puede.

__Ya __dice Juan poniéndose de pie__. Así es la vida y no hay vuelta que darle. No nos pongamos sentimentales que no se gana nada.

Fabián se ha puesto a conversar con el padre que sabe lo someterá a interrogatorios, sesiones de regaños y se apaciguará.
__Papá, ¿estás bien? Te pusiste pálido Fabián se inclina hacia él, solícito.
__Estoy bien, hijito _ dice Guillermo y sonríe__. Estoy bien.
__Ya me voy _ dice al fin, secándose las lágrimas, buscando su mochila. Intenta la racionalidad pero tiene el rostro enrojecido__. Tengo una reunión. La habría cancelado, pero no imaginé que venía a esto. Mañana vuelvo, papá.

Guillermo lo ve partir y lanza un suspiro. Así es su hijo. Prefiere vivir solo sus dolores, pero es valiente. No teme por él.
Y será así que él se entere de la existencia de Pedro y de Matías. Y eso también pasará. Dejará secuelas, sin duda. Guillermo se percata de que aquella quizá será la última vez que la familia exista. Del fondo del esternón sube un intenso deseo de vomitar que controla con el agua helada que Julieta le alcanza.

_ ¿Cuánto  de esto es real? _ pregunta__. ¿Cuánto no viene desde mucho más allá de mí mismo, toda una historia que nos condena a pesar del amor es evitar lo difícil, que quiere convencernos de que la felicidad es un producto fácil y no el resultado del cincel, del corte, de aprender a serle fiel a lo que somos?

__Perdona si te hice sentir encarcelado, Guillermo, no me di cuenta que perdías tus sueños a mi lado _ dice  Juan mirándolo__. La casa es tu herencia, nada quiero, solo vendré por mi ropa, mis libros, ya  me arreglaré.

 Guillermo se queda en la terraza. Oscurece. Las luciérnagas encienden sus luces intermitentes en el jardín, las estrellas en el cielo. Las mira un rato, sentado en la mesa, hipnotizado por el resplandor verde apareciendo y despareciendo entre los arbustos. ¿Cuántas son? Recuerda la infancia cuando las recogía y como a las mariposas las metía en un frasco de vidrio para verlas brillar incandescentes. La crueldad inocente de los niños, piensa. Las crueldades inocentes empiezan muy temprano. Uno busca la luz y trata de apresarla, poseerla, y es esa luz lo que rodea a Pedro,  ese halo magnético, ese rayo que con ternura y calma supo atravesar las corazas de farsante e hipocresía que por años lo protegieron del afuera.
Poseer es tan humano, un instinto feroz. Juan lo ha poseído, su hijo lo ha poseído, sus amantes, sus ex. ¿Qué ha poseído él? Tal vez desde hace poco a Pedro, y no recuerda nada en el pasado, aunque tampoco es tan inocente.
La familia es una comunión. No hay hostias, ni misa, pero sí un alimentarse los unos de los otros. Fácil caer en el canibalismo, el amor arrancado a pedazos. Suspira. No quiere poseer ya. Siente un deseo enorme de soltar y de en ese desapego ser elegido, desprenderse, encontrar esa luz generosa y pálida de las luciérnagas, querer porque sí, sin obligaciones, simplemente porque más allá de lo propio, el amor tiene la cualidad difusa de la luz, se difumina, se esparce, regresa, no se agota y todo lo envuelve.
La luna llena y dorada con su magia aparece por encima del seto, y Guillermo se levanta de la mesa. La terraza es amplia, de ladrillos de barro, rodeada de lirios bajos y jazmines, plantas de hojas grandes que él mismo riega, una agrupación de arbustos, el  árbol de caucho en su redondel al extremo como una enorme sombrilla. Cerca de la mesa hay una perezosa con un cojín un poco desteñido por el sol, Guillermo se sienta allí, se quita los zapatos, se destraba el cinto del pantalón, se abre la camisa, se recuesta, no enciende las luces, le gusta esa casa, en ella creció, pero tal vez sea hora de no imponerle a Pedro vivir donde pasó treinta años con otro, el desapego quizá debería alcanzar a ese sitio que decide mantener por un tiempo para evitar la añoranza a Fabián que corrió por sus estancias o que sea su herencia.

En la oscuridad imagina figuras en el cielo, pude ver en la luna sus cráteres realzados en la faz del astro imperfecto, una esfera rodando en el universo, adherida a la atmósfera de la tierra, desprovista de vida, un astro de queso, de plata, un reflejo de agua. Y sin embargo, ningún ser humano está exento de su magia. Nadie escapa de la mirada e imaginar su vida subordinada al sol, pero misteriosamente autónoma y quieta. Y es que el sol, enceguece, mas la luna se deja mirar. Es en el cielo el único astro familiar, accesible, el que aminora el terror de la noche. Un satélite amable.
Quizá sea hora de aceptar su estado de ánimo,  de ser lunático, piensa y sonríe, de permitirse  su lado creativo, loco, imprevisible, tierno, afable, vulnerable, de sentir  ese goce  por dentro y abrazar lo que llegará de aquí en adelante.
Abre los brazos y se despereza sintiendo la sensualidad de la noche cálida inundarle los poros. La tarde y sus emociones, lo que vendrá después deja de inspirarle pesar, miedo de sí mismo. Piensa que debe de empezar esa etapa de su vida con un rito, como un druida pagano, y no en balde es una noche de luna llena. Se levanta descalzo pensando en cómo desearía hacerlo con Pedro, es la noche de San Juan, solsticio de verano, y llama a Julieta, encenderán la fogata, la que ayuda al sol en ese día que empieza a perder poder.

__Qué ocurrencia señor.
__Vamos a bailar, no a llorar, Julieta _ dice Guillermo__. Se apresura al interior de la casa, enciende el aparato de música y mientras la pequeña hoguera de leña arde y resplandece en la oscuridad, regresa, toma la mano de su amiga, y dan vueltas alrededor del fuego, cada vez más de prisa, riendo bajo, y luego a carcajadas, y piensa que le pedirá al astro que lo alumbre en noches como esa con su intenso reflejo, encendido  con el calor de su plateado resplandor. Se dejará poseer por esa luz, por el misterio que tantas miradas han querido adivinar qué hay en sus cráteres, en el lado oscuro donde no sonríe.
__

Pedro lo ve llegar y se lanza a sus brazos, lo ha extrañado pero ha respetado sus tiempos. Ha ordenado el taller, ha pensado en mudarse, no le es fácil dejar el barrio, pero sabe que  debe de hallar un punto medio con Guillermo, donde ambos sientan que tienen algo juntos.
Ríe al ver su expresión mientras doña Bea le tira el tarot, él no cree en esas cosas, pero la mujer lo convence de que no es ni malo ni bueno, ni algo fijo.

__El diablo don Guillermo habla de sus propios demonios, de su interior, de aquello que más teme y que debe de enfrentar y solucionar,  liberando su energía, esa más negada y oculta en un arcón bajo llave, permitiéndose el goce, liberando todo ese potencial de energía al placer. Le dice que debe de romper con las estructuras, las normas, las culpas, los mandatos, el castigo. Ya no está castigado y puede permitirse ser feliz, todo depende de que suelte y venza.
El loco, creo que sabe quién es, en este contexto está en su entorno,  nada queda igual cuando él roza su vida, le ayudará a romper con esas estructuras a las que nos aferramos por temor, como refugio  en lo conocido por el terror al cambio, el loco pone su vida patas arriba, y le dice que rompa con la norma, que no todo puede controlarse en la vida, menos el amor, y que se abra a la sorpresa. Nada de lo que vino planeando seguramente se dio como pensaba, y está bien.

Pedro se vuelve y sonríe, sabe el rol que juega en esa partida, y siente la felicidad de ser la sorpresa.
_ La torre temida, yo la veo como la destrucción de estructuras obsoletas, que sabemos nocivas y nos aferramos por temor al cambio, y en este contexto, su torre conocida se está desmoronando. Y en general  las cartas le están diciendo que salte hacia el infinito, si permaneciera en ella perecería, perdido por perdido, salte, si se permite el goce de la vida, entrará en una nueva fase de luz y plenitud, que desconoce.
Salte don Guillermo, no dude. Será una persona nueva, en una vida de luz.
__
__Amor, entrégate sin exordio a todos los sueños que nunca has soñado, a todas las flores que nunca has regado, a todos los seres que no has alterado, a todas las calles que no has caminado;  que cuando termines te entregas a mí. Amor, me entrego sin principio a todos los goces que nunca he sentido, a todas las fobias que nunca he querido, a todos los santos que no he bendecido, a todas las lunas que no he presumido; después que concluya me entrego yo a ti. Amor, amor, entrégate sin prefacio a todos los cuadros que nunca has rozado, a todas las obras que nunca has mirado, a todos los verbos que no has conjugado, a todas las frases que no has mencionado; después de que acabes te entregas a mí. Amor, amor, me entrego sin comienzo a todos los dolos  que nunca he sufrido, a todas las cosas que nunca he vivido, a todos los frutos que no he digerido, a todas las suertes que no he padecido; después que complete me entrego yo a ti.
“Si pudiera a través de tus ojos ver lo que verdaderamente sientes por mí, si pudiera por única ocasión entender por qué aun sabiendo que te amo actúas de esa manera, si pudiera saber la diferencia de cuando me tratas como un simple amigo o como alguien que quiere una vida contigo, si pudiera tan solo saber el significado de esos besos que me has regalado y que no han hecho más que hundirme en ese abismo inconmensurable que resulta ser tu ego, no  estaría hoy aquí ahogado en preguntas y sumergido en la incertidumbre de saber si sigo luchando por ti o doy un paso al costado, es tan difícil despertar todos los días sabiendo que las cosas que quisiera hacer contigo no serán posibles pues aún conservas los ojos vendados a lo más sublime que es la esencia de cada acto y cada palabra que emana de mis cuerdas vocales.
Si pudiera y si pudieras... no me importaría que este montón de palabras haya sido en vano”, le dijo hace un mes, hoy todo difiere.
_Sentí el surgimiento de esto nuevo, como flor que crecía en mi estómago. La rosa perfecta que desbordaría con esencias de amor inmaculado y fragancias tersas, como terciopelo a los pies de este corredor cansado. Se erigió altiva y segura en base a tu rostro y creció con la fuerza de tu sufrida vida, a puro sentimiento. El hidalgo tallo portó la flor de este amor en proceso, la elevó como fantasías y estrellas en mi corazón. Los pétalos rompieron y se hizo grande y hermosa. Las mariposas y luciérnagas no tardaron en llegar y estremecían  mi vientre con la sola contemplación de tu rostro.
Como azúcar que se quema y torna amarga su natural ligereza, así pero veloz en el tiempo la flor comenzó a cambiar. La rosa roja de mi agitación también creo nació junto a Juan pero desprendió espinas y estas crecieron y fueron un ejército grande que arremetió contra las paredes de mi pobre estómago enamorado y lo lastimó. Entendí de la distancia y de los besos imposibles, la fantasía que no iba más allá. Las mariposas en espinas y luciérnagas como antorchas clavadas en mi interior. Se dobló mi querida flor y emanó con asco su perfume de lo que no sería y con nauseas parí la rosa que no pudo ser. Mientras tanto él,  dormía  plácido en su lecho de ingenuidad. __No me pongas en un pedestal que soy tan humano como vos. La  música  de tus labios endulza esta áspera vida mía y la suaviza y la pule con polvo de estrellas azules y naranjas, pero sigo siendo tan humano como vos.

No me ensalces demasiado porque sé que voy a caer y odio eso, quisiera ser lo que piensas para mí y más. La canción nueva y perfecta que hace cerrar tus ojos y cabalgar en el blanco corcel y elevarte por encima de las nubes de nieve azucarada y mirar con ojos de miel el paisaje que nunca pudiste contemplar, pero sigo siendo tan humano como vos.
No creas en la imagen que me precede pues por detrás también hay aflicción y miedos. La felicidad se escapa y no hay trampa que la pueda retener. Quisiera verme así para ti, un ser sin igual y de algún modo lo soy y empujo con fuerzas y me visto de poder y huyen ante mí las dudas y el dolor, y lo imposible claudica ante por mi empeño y te visto de sedas y te siento en un trono rodeado de duendes que te sirven y la sonrisa no se aparta de tu ser pero recuerda también que sigo siendo tan humano como vos.
Me miras con ojos diáfanos y cansados y te preguntas si tal vez lo soy. Yo sé qué  soy pero no como quisiera en lo total del sentimiento puro, en la suavidad de toneladas de algodón, de la palabra que cura o en el viento que despeja tu cielo gris. Quisiera pero no puedo y odio no poder y no puedo porque sigo siendo tan humano como vos.
No me pongas en un pedestal, te digo, mientras te entrego el próximo escalón. Es que por más que me pese, sigo siendo un humano, como vos.

Caminamos tomados de la mano,  por una playa solitaria, mirando de reojo un rojo atardecer, mientras las olas con su vaivén, borran poco a poco nuestras huellas,
 sentados en la arena, me miras tiernamente, te miro y sonrío, mi mano te busca, te acercas mucho más y rozo con mis labios los tuyos, acaricio tu espalda, mientras te abrazo y sigo besándote, suspiras, jadeas y vuelves a mirarme,  apoyas tu cabeza sobre mi pecho
observo tu mirada, y tus ojos lo dicen todo, sigo besándote, tus manos me acarician, las pieles se erizan, los corazones parecen estallar, las olas intentan refrescar los cuerpos,
los arrumacos aumentan las respiraciones se aceleran y la pasión se enciende totalmente,
los cuerpos se sacuden, ya no hay ninguna resistencia, tiemblas y  tiemblo,  jadeas, gritas, llegas y el éxtasis nos recorre mientras una luna cómplice ha sido la custodia de una noche
 amor  y  placer.
_Para amarte… verano, tu cuerpo y el mío,  tus ojos clavados en mis ojos y mis pupilas que se exaltan dilatadas... Me miras, te miro y no es necesario decir nada, me sientes, te siento, nuestros cuerpos se ensalzan en un misterioso juego,  danzan muy lentos queriendo, se atraen y dos corazones latiendo. Mi vida y la tuya se encuentran de nuevo, tú besas mis labios y yo de amor muero. Tú tienes la llave del tesoro de mis sueños, yo busco incesante el preciso momento, latiendo despacio sigues en mi pecho, ¡cómo te quiero!
No preguntas nada, sabes lo que siento, me entiendes, te miro, te entiendo. No corre la brisa, el calor funde los cuerpos, pasión y deseo nos corren por dentro.
 Miro a los ojos de nuevo, tú  miras mi silueta entre bambalinas,  dejando aparte el mundo y el reloj del tiempo, seduces, te acercas y tiemblo de nuevo. Mis pies que se marchan
y yo a tu lado sigo, transportando el alma se marcha a tu vera, en vez de verano, primavera pareciera, un canto de amor recorre mis venas, como si la sangre se diluyera, revolcones de muerte por mi interior ya siento, revuelves mis ganas, mis sueños... Existe entre nosotros
un amor tan grande, va más allá del amor, inexplicable,  la calma me das, vivo para amarte.
Eres mi verano soleado, yo tu  amor en busca del calor de tu piel que en sábanas de primaveras hacen florecer mis placeres con los aromas de la pasión, cuando se entreabren los labios invadiendo con su néctar cada latido de nuestros corazones que palpitan en este jardín de nuestras ardientes vidas para ver florecer con el riego de esos mimos que inventan nuestros sentidos cuando enloquecemos en la gran marea de besos y caricias que nuestras bocas y manos dementes que pierden su cordura internándose en mil mimos de locuras
que nos marean en deseos, tentaciones y placeres. La niebla era espesa y no permitía ver más allá de mi propia ambición.
__Tropecé varias veces, muchas para mi delicado gusto, pero seguí. A veces a ciegas, a veces percibiendo el sonido lejano y confuso de mi destino. Cada tanto subía y buscaba aire desesperadamente por encima de la bruma que acentuaba la gravedad y procuraba sumergirme. “Esta es la última”, pensé casi sin aliento y te vi. Me arrastré por la lodosa superficie, ciego y en la aflicción de los tiempos. El faro emitía luz brillante y consoladora, arañé tus pies y salí a la superficie. “Hace tiempo que te espero”, me dijiste con voz angelical. Quizás nunca sepas lo que me costó.
__
 “Fabián conoció  a Pedro casi por azar, cuando al salir de la facultad nos vio en un bar porque habíamos concurrido a averiguar para cursar medicina. Su primera reacción fue afable, curiosa, luego creo que vio algo en las miradas cómplices, hoy a un mes de la primera charla su llanto es risa, su temor es esperanza, y cree y entiende por qué junto a Pedro renazco cada día, me mima, me libera, me hace mejor persona, comparte todo conmigo, o yo lo elijo, me trata como un par,  y  al recorrer el barrio entendió cuánto lo une a ese ebanista que el destino quiso que atropellara con el coche para luego cuidarlo y amarlo en libertad”.

__ ¿Iniciaste el divorcio papá? _pregunta mientras almuerza con nosotros__. Lo vi a Juan y pese a que sé que sale con un muchacho no pareciera decidido.

__No voy a pelear con él, hijo, vivir con miedo, odio o desconfianza destroza la dignidad, espero entienda y solo concurra al estudio.
¿Tu novia nos juzga por nuestra condición?
__No ya papá, en definitiva entiende que es lo que todos somos, solo seres humanos  y que el alma no tiene género.
__Así es, hombres y mujeres, heterosexuales y gais, trans, pero las identidades se imponen. Yo soy blanco, vos negro, amarillo, verde, gay, marica… Pocos superan el complejo de identidad que a gran escala ha causado hasta las enormes guerras que azotaron y siguen en el mundo. Es uno de los desafíos del hombre, superar la ceguera que produce la identidad. Nos vuelve egocéntricos y deshonestos con nuestra propia alma humana, y allí estuve demasiado tiempo, ciego.  Nuestra necesidad de identidad nos enceguece, nos hace temerosos de aquello que es distinto, cuando en verdad somos iguales en esencia, todos con la misma alma. La identidad justifica los males, desde la discriminación y el maltrato hasta la guerra. Ya ves lo fácil que es caer en ella. Y a nadie parece importarle atreverse al cambio profundo, a apostar a él que implica poner el corazón y quitarse las máscaras de la identidad. Pero al menos en esta familia al parecer andamos por la vida desnudos, vulnerables, abiertos, y yo eso lo conocí  con Pedro _concluye y mira a su pareja que sonríe mientras Fabián entiende que el barco de su padre al fin ha llegado a puerto.
_
Unos meses después, instalados en un departamento a mitad de camino entre el estudio y el taller, de tres ambientes,  ni lujoso ni austero, cómodo para ellos que Pedro se empecina en decorar con su propia obra, Guillermo  lo abraza por detrás y le susurra al oído:

__Es mi turno de colaborar con algo, hasta ahora has puesto todo el mobiliario.
__ ¿Con qué?
__Un regalo, por mí te habría regalado una alianza y pedido que te cases conmigo, pero el divorcio demorará unos meses, más el periodo legal.
__ ¿Un regalo?

Guillermo le pone en las manos una caja, se la entrega sin decir palabra, Pedro sonríe con indulgencia al descubrir la corona dorada de Rolex estampada en la parte superior. La abre. Toma la tarjeta escrita a mano, acaricia las letras que depositara  Guillermo y lee en silencio porque las palabras se quedan en la garganta:
“Me dicen que estos relojes son de los mejores, y que marcan el tiempo con mucha precisión. Aseguran en verdad que duran toda la vida. Por lo tanto te amaré cada segundo que marque este reloj. Guillermo.”

__ Hay algo grabado en el dorso _le dice, le ayuda a sacarlo de la caja, es un modelo para hombre en oro y acero, con el cuadrante blanco. En la parte de atrás dice: Te amo. G.G.

__Es divino _afirma conmovido, Pedro.       

__Sé que no te gusta el lujo ni la ostentación pero…
__Es perfecto porque me lo das tú, porque me durará toda la vida igual que tu amor.
__Pedro __lo atrajo hacia él con una urgencia que lo sorprendió__. No creo que mi amor se acabe con la muerte.

__Yo estoy seguro de que el mío no, no me alcanza una vida para amarte.
__Entonces estamos condenados para la eternidad, gracias, Pedro Beggio.
__El amor no se agradece.
__Gracias por lo que él representa…  Significar la existencia, el sentido de la vida y eso sí quiero agradecerlo. SIGNIFICAR. POR AMOR.

FIN.

10 comentarios:

  1. Me encantó Eve...Toda la historia y este final maravilloso que a su vez es el comienzo de un camino que recorrerán juntos, de un significar el amor y de vivir plenamente la vida...

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    1. TESORO MÍO, FALLO UN DÍA, REGRESO POR ORDEN DESAFÍO CREO, BESOS MIL

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  2. Veronica Lorena Piccinino muy lindo Eve Monica Marzetti ... me hubiera gustado que Juan entendiese que ambos pueden ser felices con otras parejas...

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  3. Sol Urvino Es dificil hacer cambios radicales en la mitad de la vida, pero hay que hacerlos, porque la vida no nos da segundas chances. UN BESO, Eve Monica Marzetti

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