miércoles, 2 de octubre de 2019

NO SOY YO CAPÍTULO TREINTA Y TRES.


NO SOY YO
CAPÍTULO TREINTA Y TRES.

“Amor, cuántos caminos hasta llegar a un beso, ¡qué soledad
errante, hasta tu compañía!” Pablo Neruda.



__ Qué mujer no es apasionada, qué mujer no quiere sentir, amar, sentirse viva en unos brazos, beber unos labios y derretirse en ellos, besar hasta sangrar por el sabor de esa boca excitante la dulzura que emana de ese belfo de néctar.
Qué mujer no sueña con tener a ese caballero que le insinúa "te quiero mía", embriagarse de esa esencia varonil, es la mujer sensual, llena de pasión, cautiva y atrapa en su geometría todos los ángulos posibles de la seducción, descubre las mil y una formas  que con cautela van entrando  a su corazón, se vuelve encantadora, fascinante y hace preso al amor.
Qué  mujer no es presa de unos ojos divinos, del aroma que se impregna en la piel, de esa pasión de ese ser vivo que se apodera de mente, y que le desea, y que goza cada encuentro, se vuelve uno vulnerable ante toda su esencia, ese cuerpo que eriza la piel, que vuelve loco, que nos conduce al paraíso, al éxtasis, a la lascivia por tener sus caricias, por desear estar con él.
Qué mujer no quisiera un abrigo del frío, que la llenaran de fantasías, que le cumplan sus deseos, que le den esa ternura ese amor divino, que no tenga miedo al amar, al gozar, al hacer el amor con bríos.
__ ¿Y entonces, letrada? ¿Qué respondes a mi propuesta? _ susurró Agustín no dejando de arrastrar los labios por el cuello.

__Que sí, sí quiero casarme contigo.
__ ¿Lo dices en serio?
__ ¿Tú qué crees?
 Agustín la atrajo hacia sí y como si fuese una pluma la tomó por la cintura y la hizo girar en volandas mientras Gaby no recordaba haber sido tan feliz, aun con Antonio. Para cuando se asomaron,  Guillermo y Pedro rieron felices al verlos y el color de arrebol de las mejillas de Gaby  fue más notorio que la risa,  para cuando ya Agustín la depositaba en tierra firme.

__ ¿Nos contarán qué celebran? __ preguntó Pedro con una pícara sonrisa.

__Que por fin me ha dado el sí, nos casaremos  antes de que se arrepienta.
__Enhorabuena a los dos _dijo Guillermo  adelantándose a dar un  beso en la mejilla a su exsocia__. De lo que deduzco que ya no regresarás al estudio, y lo lamento _ concluyó.

__ ¿Por? __ interrogó Pedro.

Guillermo regresó a él incapaz de mantener lejos las manos de su piel, y entrelazó los dedos entre los suyos.
__Porque vos no lo recuerdas, pero Alberto, uno de los socios está o estaba esperando un sí de ella que nunca le dio, y dudo que la haya olvidado.
__Fue todo muy difícil con Albert, Guille, lo sabes, sobre todo luego de que me casé con Antonio, será mejor que tomes a otro socio. __hizo un guiño a Pedro.

__ ¿Yo?
__Tú Pedro Beggio _ dijo Gaby recomponiéndose y huyendo del abrazo de Agustín para ir hacia su escritorio de donde extrajo  una carpeta, y la abrió. __ Aquí, ante tu hermano y tu esposo, hago formalmente entrega al fin de los documentos oficiales que acreditan que eres Pedro Beggio, y de los documentos de los chicos, y conste que adjunto los resultados de muestreos de ADN y que me ayudaron tus padres también.

__Bueno, se terminó Gastón Guerrico, nombre que supongo inventó Camila, perdón, ya no quiero hablar de ella. ¿Y cuándo será la boda?
__No hemos puesto fecha _dijo Agustín__, pero sospecho que sería un buen momento para que renueven los votos. __Miró a Guillermo.

__Me parecería fantástico.
__Guille, te creo, no es necesario que por mí…
__Lo es __insistió Guillermo__. Vos no recuerdas ese día y sería bonito que lo vivas y que los chicos estén presentes, aunque hay mucho por hacer y decidir, reorganizar, es una de las principales cosas, ni siquiera tienes alianza.

__Está bien, supongo que tendré que decir a todo que sí, luego de los disgustos que les he causado.
__No tienes culpa de ninguno, y que estés vivo luego de tanto es un milagro que nadie esperaba __ adujo Agustín.

__ ¿Dónde piensan vivir? _ se interesó, Pedro.

__Por ahora en casa, para los tres estará bien, ¿verdad Agustín?
__ Lo que tú digas, por ahora quiero casarme, una luna de miel aunque sea con nuestra niña, ya luego veremos.
__ ¿De verdad no te importaría que Betsy venga a nuestra luna de miel? _ se sorprendió, Gaby.

__Claro que no, yo la quiero tanto como a la madre.
__ Pueden dejarla  con nosotros, la pasará bien en casa _ ofreció Guillermo.

__ Ya veremos –dijo el cuñado__. Pedro, ¿qué piensas hacer con tu trabajo, la casa  y los restos de Camila? Perdón por recordarla pero ella realmente murió hace nada, y  como Orestes también murió…

__Ella nunca fue mi esposa, más bien fue mi peor enemiga, no estoy seguro de que no se haya apropiado de dos de nuestros hijos, no moveré un dedo, supongo que la policía sabrá cómo proceder, que yo sepa no le queda familiar alguno _ afirmó sin lugar a dudas.

__ Está bien _ terció Gaby__, lo comunicaré, no tienen de qué preocuparse.

__En cuanto a las casas, pagaré lo que deba y las dejaré, era una prestada y la otra alquilada, ya solo pasaré a buscar las cosas, y nuestros padres, supongo que seguirán viviendo en la estancia.
__Sí,  ellos no soportan demasiado la ciudad _ dijo Agustín.

_Al trabajo como imaginarás ya renuncié, no quiero tener nada que ver con ese sitio tampoco __aseguró, Pedro, y en cuanto a regresar al estudio, no lo sé, creo que Guille debería  tomarme lecciones, yo creo recordar lo que estudié pero quisiera estar seguro, luego tendré que revalidar, ha pasado demasiado tiempo, y ni siquiera sé dónde he estado.
__Lo haremos, cielito, yo estoy seguro que podrás ir al estudio, pero antes quisiera que disfrutemos un tiempo de casarnos por segunda vez, de los chicos, de averiguar bien lo sucedido, de recomponer vínculos.
__Claro.
__Les informo a todos, que venderé los activos de la empresa, ya no tengo interés en ella, no quiero más que el estudio, la casa de antigüedades hace tiempo que la cedí a Fabián, por tanto volveré a ser un simple abogado penalista de provincia _ informó, Guillermo__. Nada de recepciones, ni fiestas, ni modelos, ni prensa, se terminó esa vida de fantasía,  regreso a lo que realmente me atrae.

__Bien, Guille, así es,  lo tuyo es y siempre fue la abogacía.
__Pedro, sé que es todo muy reciente _tanteó Agustín__, pero me gustaría que lo tengas en cuenta.

__ ¿Qué cosa?
__Una última consulta, estuve averiguando cuando viaje con Gaby, y quizá en Boston se pueda hacer algo, o no, pero ya descartar que recuerdes tu pasado.
__No se puede, Agustín __ dijo Guillermo elevando el tono de voz__. No quiero que lo torturen más, y casi agradezco que él no recuerde nada de nada, pero yo sí y es suficiente, no quiero que vuelvan a manipular su cerebro, ya hemos consultado montones de veces y las respuestas coinciden.

__Guille tiene razón Agustín, te lo agradezco, pero creo que soy incapaz siquiera de volver a entrar a un aparato de resonancia o a un tomógrafo, anatómicamente hoy mi cerebro aparece sano, y aunque no sé bien qué me dieron o hicieron y tal vez a largo plazo algo suceda, prefiero vivir lo que tengo que es el hoy y no seguir torturándome con consultas y tal vez __ habló Pedro seriamente__. Dios me ha concedido el don de volver a amar…  a Guille, a ti, a mis padres y a mis hijos, no necesito más, y si recuerdo mi profesión  mucho mejor, aunque no sepa dónde estudié.

__Está bien, disculpa, tienes razón. __Agustín se acercó y los hermanos se unieron en un abrazo.


Rato más tarde, Pedro ordenaba sus papeles en el estudio de la casa mientras a regañadientes Guillermo se marchó a tribunales, cuando Fabián luego de esquivarlo por meses, se sentó frente a él y esperó a que Pedro le diera lugar a una charla.

__Fabián, si vienes a decirme que si dejo otra vez a tu padre me vas a asesinar…  tendrías motivos _ se adelantó, Pedro.

__No, cómo crees…  si nunca lo dejaste, me he portado horrible contigo, desde el día en que regresaste y te eché casi a puñetes, quiero pedirte disculpas, Pedro _ musitó Fabián eludiendo la mirada,  avergonzado. Pedro en cambio intentó encontrarla.

__ Entiendo y tenías toda la razón del mundo, amas a tu padre y yo te adoro por eso, cuidaste de él y de Malena, y más te amo __dijo con una sonrisa que animó a Fabián a continuar.

__No me disculpes tan fácilmente, soy adulto y debí hablarlo antes  de meter ideas raras  a Malenita, pero Pedro, vos no recuerdas, pero yo viví las veces en que te fuiste y mi viejo quedó destruido, fueron años de verlo deambular por la casa como Zombi, de  que no tuviese ganas ni siquiera de salir con la nena, de pasar un día en familia, de que trabajara a desgano,  hasta que me contó toda la historia. Yo pensé que estabas muerto. Lo que pasó en el aeropuerto es una locura mafiosa, más lo que te hicieron siempre, y sí que sufriste y mucho también aun sin recuerdos, y ahora mismo, y ese día al verte, no sé, creo que no  pensé que realmente pudieras ser vos __ afirmó Fabián  tragando el nudo que amenazaba con deshacerse en lágrimas__.  Yo  fui el que primero vio en las noticias lo del accidente, y quien hace años te recibió en la casa de antigüedades, por mí llegaste a mi viejo entonces, no lo podía creer.

__Lo entiendo Fabián, no tienes que pedirme disculpas por nada, de verdad, por el contrario, amaste a mi hijita cuando yo ni siquiera sabía que existía. __ Lo miró con lágrimas en la comisura de los ojos__. De solo pensar en que si no buscaba entre las cosas de Camila y no hallaba esa foto nunca sabría de ella, se me hiela la sangre.

__ ¿Y qué puedo hacer ahora para ayudarlos?
__Tratar de que Male me quiera un poquito más y de que Bruno se acerque aun más a Guille…
__Claro, qué menos. ¿Se quedarán a vivir acá?
__Todos viviremos acá, claro, tenemos que reconocernos, conocernos en mi caso, y además todos me dicen que debo regresar al estudio, como socio de tu padre que es lo que era, lo intentaré.
__Sí, me dijo papá que hay un asado a la noche, que no invitó a Gaby y tu hermano por motivos obvios, ¿te acuerdas de la gente y de la abogacía?
Pedro bajó la mirada.

__De la gente… me temo que no, del lugar tampoco, de  la abogacía sí, no he olvidado lo que leí y estudié, sí el dónde, es muy raro todo.
__Es buena gente, y te sucederá lo que acá, aprenderás a quererlos _lo alentó Fabián __. Me dijo  tu hermano que van a renovar votos, ¿pronto?

Pedro lo miró todavía sorprendido por la decisión.
__Hemos acordado esperar un poco hasta acomodarnos, y que los niños se acostumbren, yo necesito tiempo para acostumbrarme  a la idea de que soy el esposo de tu padre, y no de Camila, y él luego de tantos años solo, o prefiero no saber con quiénes, lo mismo.
__Nadie que te hiciera sombra, te lo aseguro.

De pronto oyeron a los chicos gritando en el living y cuando se asomaron estaban ovillados en  el sofá.
__! Ey! _ exclamó, Pedro__. ¿Qué sucede allí?

__Papi, Bruno no me deja ver las fotos que trajiste de Chile, ¿me llevarás? __ preguntó Malena corriendo hacia Pedro con el cabello alborotado y los ojos chispeantes.

__Si papá quiere iremos todos algún día, claro, Bruno, préstale las fotos a tu hermana hijo.
__ ¿Nos dejarás ir a casa de Gaby en el fin de papi? __preguntó el hijo__. Es el cumpleaños de Betsy.

__Mira qué interés tiene mi niño, si dejas de pelear con Malena, puede, veremos qué dice papá.
__ ¡Bien!
__Vamos monstruitos _ dijo Fabián tomando a sus hermanos  de la mano__, vamos a bañarnos que tenemos que ir al estudio, papá nos espera allá.

__ ¿Qué es el estudio? _preguntó Malena.
__El estudio es donde trabajaremos con papá mi niña, vayan a  bañarse y cambiarse con su hermano, los pasaré a buscar   en una hora.
__Bueno.


Estudio Graziani y Socios.

 Luego de recorrer cada rincón y de las presentaciones, Pedro no recordó, pero una palmaria sensación de familiaridad le dijo que había estado allí, que en ese espacio en otro tiempo había sido feliz, hasta los expedientes le resultaron conocidos, y de las personas casi supo cómo era cada uno aun sin que estos hablaran, y fue él quien gritó primero ante el asado que llegaba a la mesa.

__! Aplausos para el asador!
Beto sonrió, y Guillermo se puso de pie con la copa de vino en alto.
__Ahora que miro esto _y fue señalando las cosas de la mesa y a las personas _vamos a brindar un poquito __. Sé que este estudio viene de pasar una etapa difícil, pero confío que las cosas van a mejorar, ahora que Pedro será mi socio penalista, quiero que le demos la bienvenida como aquella primera vez. Este estudio, y mis hijos  bien saben son lo que más quiero en mi vida, y por lo tanto ustedes son lo que más quiero en esta vida. Fueron años de mucho dolor, de ausencias, de muertes, de mentiras, y casi los dejé solos, quiero pedir disculpas por ello, pero ahora todo irá mejor, brindo porque cada uno sea y haga lo que desea ser y hacer, y por mis hijos, por vos amorcito.
¡Salud!
__! Salud! _respondieron todos, mientras Pedro se aclaró la garganta.

__Yo antes que nada les pido disculpas por no recordarlos, por no reconocer cada sitio y cada anécdota, pero les aseguro que haré todo lo que esté a mi alcance para que todo marche  bien, que recuerdo la teoría y no les haré perder ni juicios ni dinero, y sobre todo quiero que sepan que pese a no recordar, amo…  me volví a enamorar de Guille, creo que el arquitecto de los hilos del destino sabe cómo los une, y por un detalle, llegué de nuevo al país, a mi familia,  hoy siento que todos, Guille, mis hijos y también ustedes… son mi hogar. Esta vez, vengo a dejar el corazón, la vida me ha dado no sé cuántas oportunidades y siempre llego a este sino, por tanto aquí me quedaré. Brindo por ustedes, por nosotros, por todos.
¡Salud!

--
El aire blanco, mi panorama negro; los silencios guardan respeto, a lo alto una hermosa luna despidiendo la tarde lluviosa, contemplo el universo lleno de bellas luces, las estrellas conforman el universo, mis pies no tocan el suelo y dejan huella.
Mis labios te sorprenden, duelen de tanto besarte, estar contigo para abrazarte fuerte y escapar juntos, ser el centro de tu insomnio, tu piel es mi destino, urgen tus caricias, la noche espía de anhelos, bebiendo la sal de nuestros cuerpos, me atrapaste con la pasión desbordada del mar de tus ojos que me tienen cautivo.
Enamorado e  ilusionado, con sueños sublimes, tan infierno vivo en el paraíso, somos océano, bravura de olas, mis suspiros llegan a ti en instantes, inconsciente mi voz pronuncia tu nombre; ojos cerrados, tangible te veo, miradas en silencio sin palabras, la noche es magia indiscutiblemente, mezclas de aromas embriagándome por la seducción, carnes fundidas iniciando el ritual del amor.
Caricias toscas y tiernas, desórdenes explorando la desnudez, cordura que se pierde ante la calidez de unos brazos amados, renace un nuevo yo, vivo ante tu bella pasión, desorbitas mi vida, hasta que amanece y sale el sol.

Dos  días después…

 Sabiendo que los chicos pasarían el fin de semana en casa de Gaby, Guillermo  se presentó en la mañana tras escapar por unos minutos,  con un enorme ramo de flores y una enigmática sonrisa que Pedro fingió no ver.

__Lo veo muy contento, doctor Graziani __dijo__. ¿De dónde viene?

__De terminar de firmar el traspaso de la empresa. ¿Y por qué no iba a estar feliz si al fin he recuperado al amor de mi vida y pretendo comprometerme con un hombre maravilloso y el más bello del mundo? __contestó, besándolo.

Seguido por Guillermo Pedro fue a la cocina a arreglar las flores. Eligió un jarrón de cristal tallado que había comprado y una de las pocas cosas que por motivos  misteriosos le gustaba.
__ ¿Son bonitas, verdad?  _ dijo, retrocediendo para mirarlas.

Guillermo lo rodeó con sus brazos y lo besó, el efecto fue demoledor.

“No dijimos nada, nuestros cuerpos se entregaron a los brazos del otro y una sonrisa se dibujó en los rostros, Guille me amaba en la mirada, enamorado, y me vi más allá de sus pupilas, recostándome en sus retinas y sentimos que todo estaría bien”.

__No tanto como tú. __Pedro se acurrucó en sus brazos en silencio, gozando de su dulzura y de su calor mientras él le acariciaba el cabello y le murmuraba al oído, pegándole con el aliento en la piel que se erizó__. Vamos en el coche a algún sitio, sin los niños en casa, no tendemos prisa en volver.

__Me parece una magnífica idea _respondió, Pedro.

__ ¿Me amas de verdad? __preguntó Guillermo con los labios acariciando la piel del cuello.

__Te amo, aunque sé que no debería hacerlo, porque  es un amor loco, un amor que me atrapa, un amor que me envuelve y me desordena  el pensamiento, que me hace presa  de ti.
Te amo, con la piel, con la mente, con el corazón abierto, con el sentimiento a flor de piel, con el silencio, con la verdad y con lágrimas que se desprenden  de este corazón latiendo.
Te amo, y nadie se imagina cuánto te amo, cuánto me dueles y de la forma que tengo que vivir, soportando, enloqueciendo, solo amansado a los recuerdos de días  dentro de un majestuoso corazón latiendo.
Te amo, porque  así lo ha decidido mi corazón, porque te ha regalado mi amor, porque vives en mi mente, porque  te he regalado mi cuerpo, mi ser, en todo lo que se refiere a la vida, al día, a la noche, a un amor perpetuo.
Pensaba qué loco es, hay gente que daría media vida por olvidar un pasado que le pesa, pérdidas, seres queridos que no están ya presentes, y yo no tengo nada detrás.
__Bueno eso es una ventaja, no tienes que soltar amarras ni dar grandes pasos del pasado al presente, igual puedo ayudarte en esta transición de regresar a nuestros lugares.
 ¿Salimos?
__Sí, señor.

Minutos después ambos subieron al coche nuevo de Pedro, un Sonic  azul, para dirigirse a lo que Guillermo llamó un destino secreto.

__ ¿Significa eso que me has secuestrado? __preguntó, Pedro, riéndose.

El hecho de no tener que preocuparse por los niños, los hacía sentirse despreocupados y felices.
__La idea de secuestrarte es la mejor que se me ha ocurrido, y lamento no haberlo hecho apenas te conocí cuando eras ese muchachito precioso, aquel día en la biblioteca de la Universidad.

Pedro disfrutaba del paisaje que mostraba el camino, hasta que se detuvieron en un restaurante, y Guillermo le habló de una colección de  arte que le gustaría adquirir.
__Es curioso, quizás  en otros tiempos yo haya sido diferente y   diera por descontadas un montón de cosas valiosas que me rodeaban, pero luego de haberlo perdido todo, y hasta los recuerdos, ya no atribuyo tanto valor a las cosas. Lo más importante para mí hoy son las personas de mi vida __añadió. Y miró amorosamente a Guillermo que le acarició con los dedos los suyos sobre la mesa hasta que ambos entrelazaron las manos.

Más tarde abandonaron el restaurante e iniciaron el camino atravesando una hermosa campiña. Pedro apoyó la cabeza sobre el hombro de Guillermo.

__ ¿Por qué no has vuelto a manejar? No es bueno que quedes con miedo por lo del accidente, eso no fue tu culpa.
__Lo sé, solo que como vas a secuestrarme, no conozco el destino. __Sonrió__. ¿Dónde vamos?

La compañía de Guillermo ahora sin secretos le encantaba, a su lado se sentía seguro.
__Solo quiero enseñarte un sitio.
Caminas bajo la lluvia, te veo y deseo ser parte de ella, para así poder tener la suerte de recorrer tu escultural cuerpo, o quizá  ser esas gotas que mojan tu rostro y resbalan por tus labios, rozándolos, acariciándolos y que sin duda logran saciar tu sed, por eso continúo mirándote, como te mueves bajo la copiosa lluvia, imaginándome cómo sería acariciar ese cuerpo mojado y sintiendo que cada gota, que a ti te empapa, también me está mojando,
pero en realidad, es la humedad de mi ardiente deseo, la que me está impregnando, mas, cómo quisiera que esa lluvia lograra  enfriar el deseo de mi cuerpo, y el delirio de mi fantasía, que me quema por dentro, por no poder tenerte en este instante, amado mío.

Media hora después, Pedro pudo admirar una encantadora casita estilo inglés al borde de una carretera secundaria, con una valla de estacas alrededor, frondosos árboles y un cuidado jardín circundante con rosales en flor cuyo aroma los envolvió.

__ ¿De quién es esa casa tan pintoresca Guille?
__Me encantaría decirte que mía, pero no. Pertenece a una clienta, una maravillosa dama inglesa a la que conocí cuando falleció su esposo y vino al estudio por los trámites sucesorios. La casa la construyeron sus  antepasados que huyeron de Europa durante la segunda gran guerra y ella la ha conservado, y transformado en una especie de bed and breakfast, posada para mantenerla. Cuando la descubrí, empecé a escapar acá para relajarme del gentío de Buenos Aires cada tanto. Vamos, te la presentaré.

Guillermo no se lo dijo a Pedro, pero esa mañana había telefoneado a la señora Simon para avisarla de la visita. Cuando pasaron a la acogedora salita, todo pareció transportarlos un siglo atrás. Sillones con tapicería y estilo inglés de cretona floreada, y una mesa con un típico té inglés. Había una resplandeciente tetera de plata y bandejas con bocadillos y pastas que la dueña llamaba galletas. Era una alta y delgada mujer de cabello blanco, ojos risueños y mirada afable.

__! Cuánto me alegro de verlo, doctor Graziani! __dijo estrechando la mano de Guillermo sin apartar la vista de Pedro.

Cuando risueñamente le dijo que era su prometido, este se ruborizó y la mujer sonrió.
__! Qué buena noticia! Entonces son novios desde hace poco tiempo.
__Muy poquito _ dijo Guillermo mientras la señora Simon servía el té y los invitaba a tomarlo en un agradable salón.

En la estancia había una hermosa chimenea y piezas de arte que la mujer y sus antepasados habían traído de Europa. Había vivido en la ciudad pero al morir su esposo se había trasladado a la casa de campo.  Pensó mirando a la pareja que Guillermo había hecho una buena elección y no tuvo reparo en decírselo. Para celebrar el compromiso, sacó una botella del mejor champagne.

El sol poniente moribundo iluminaba, tras vencer a las nubes,  el jardín cuando brindó por ellos. Al poco rato, la mujer tomó su copa y se retiró sigilosamente.  Sus habitaciones estaban en la planta baja, y cuando tenía huéspedes importantes, les permitía utilizar el salón y los dormitorios del piso de arriba, dos amplias estancias separadas por un enorme baño victoriano, con elegantes camas inglesas.

__Ven a echar un vistazo _ dijo Guillermo.

_ ¿No le importará a la señora? _se alarmó, Pedro.

No sabía dónde se había metido la dueña de casa, pero parecía haber transcurrido una eternidad y se encontraba tan a gusto en ese salón suspendido fuera del mundo conocido con el amor de su vida que no le importó demasiado.
__No seas tonto, conozco la casa como si fuera mía.

Guillermo lo tomó de la mano y lo acompañó  a los dormitorios del piso de arriba. Pedro sonrió al verlos. Las luces estaban encendidas y las camas tenían los cobertores doblados hacia atrás como si la dueña de casa esperara invitados de un momento a otro. Cuando Pedro se volvió para bajar, Guillermo lo atrajo hacia sí riendo y lo besó por todos lados hasta alojarse en la boca, dejándolo casi sin aliento y con el  cabello alborotado. Lo miró con una sonrisa pícara y lo empujó hacia una de las camas.

__!Guille! _exclamó Pedro tratando de evadirse de sus caricias y cosquillas__. Qué pensará la señora Simon. ¡Suéltame!..., vamos a desordenar la cama… ¡Guille!
Guillermo se tendió en la cama y rio.
Eso espero.

__ ¿Te levantas o no? __dijo, Pedro sin poder reprimir la risa.

Se le veía completamente a sus anchas, tendido en uno de los dos dormitorios para invitados.
__No.
__! Estás borracho!
__Tampoco, apenas he probado media copita de Champán en la salita.
Extendió el largo brazo y atrajo a Pedro hacia la cama.
__No estoy borracho, pero tenías toda la razón esta mañana cuando adivinaste que pensaba secuestrarte. Pensé que a los dos nos haría bien escapar de todo lo conocido un par de días. Y aquí estamos, ocultos en mi sitio secreto, mi refugio, mi escondite. Por consiguiente, considérate… secuestrado _añadió, Guillermo cariñosamente en los labios.

__ ¿Hablas en serio? ¿Nos quedaremos aquí?
__Pues claro _ratificó, Guillermo__. Incluso me he tomado la molestia de traer algunas cosas que podríamos necesitar _dijo y sonrió de manera arrebatadora.

__! Guille, eres… fascinante! __exclamó, Pedro tendiéndose a su lado en la cama, para luego de extender los brazos y rodearle el cuello devorarle con ansias la boca, saboreando el elixir y los suspiros.

Guillermo había comprado esa mañana bóxers nuevos, dos pijamas aunque rogaba que no se usaran, dos  albornoz de raso, sandalias de cama, cepillos de dientes nuevos y los artículos de tocador que usaban en la propia casa, por todo lo cual fue  al piso de abajo. Pedro examinó todo como niño en día de Reyes.
 __ ¿Qué pensará la señora Simon de nuestra estancia aquí? ¿Sabe que estamos casados?
Guillermo sabía que aquella mujer de apariencia tan seria era, en realidad, mucho menos remilgada de lo que parecía y tenía un extraordinario sentido del humor.

__Tenemos dos habitaciones, pero además pensará que es difícil oponerse a los planes de dos enamorados.
Guillermo había comprado hasta el perfume preferido de ambos.
__Eres increíble amor, estás en todas _dijo, Pedro al verlo.

__Es la idea __dijo__. ¿Quieres ir a cenar fuera?

__No tengo apetito, además me encanta este sitio__ dijo, Pedro y Guillermo bajó por el resto de los bocadillos y de la botella.

Al regresar encendió la chimenea y se sentaron junto a ella saboreando los bocadillos y las exquisitas galletas inglesas, uno con el otro, solos, era lo que llevaban años deseando.
Poco después Pedro se retiró a la habitación de al lado. Guillermo intuyó su inquietud, a veces le costaba dormir con él, todavía. Lo oyó abrir la ducha, y  estuvo tentado de acudir al mismo sitio, pero se contuvo, al cabo de un buen rato oyó ruidos en la habitación, le gustó adivinar qué estaría haciendo. La ropa de noche que había comprado era digna de una noche de bodas, que era lo que esperaba que fuera esa… con suerte. Se acercó despacio a la puerta y llamó levemente con los nudillos. Se le cortó la respiración cuando vio a su esposo con la bata que moldeaba su cuerpo y el pelo medio mojado que enmarcaba su rostro perfecto.

__Estás precioso.
Jamás conocería a un hombre más hermoso.
__Es todo muy bonito, gracias Guille… te lo agradezco _dijo, Pedro, mirándole tímidamente.

__Pedro…
Pedro esbozó una sonrisa plena que iluminó la mirada, que marcó los hoyuelos, la sonrisa de un hombre enamorado de su dulzura, de su don de gente, de su amabilidad. Al mirarle, aunque no lo recordara, bendijo ese día en que lo conoció tantos años atrás.

__ ¿Por qué no entras un momento? __preguntó, haciéndose a un lado.

Guillermo cruzó el umbral, y venciendo sus reservas, lo estrechó en sus brazos. Bastó un leve contacto para que las batas resbalaran y terminaran en el mismo montón sobre la moqueta.
__Ta amo, Pedro, siempre te he amado, presente o ausente, nunca pude sentirte muerto _ dijo Guillermo, contemplando casi sin habla su cuerpo, hasta unir los labios,  empaparse de su sabor, succionándolos y delineándolos, sin saciarse de ellos mientras las manos imprudentes exploraban límites y corredores, las lenguas salían al ansioso encuentro, y comenzaban la danza que imitarían más tarde en todo movimiento, y unidos en el beso se dejaron caer en la cama, era esa unión mucho más de lo que ambos se atrevieran a soñar solo meses atrás.

--Sos el dueño de mi alma que tanto anhelé por años y estuve en el sitio exacto en el lugar demarcado para conocernos, y ya el amor me guió desde  entonces pese a todo, en cada momento, y estamos  sanos, a salvo.
Pasé mucho tiempo en tu búsqueda y al fin llegaste, no deseo que te alejes de mi lado ni un minuto amorcito, anhelo que seas quien haga vibrar una vez más mi triste corazón lleno de soledad. Me preguntas, qué es el amor, te veo y no sé qué contestar, durante el tiempo que he estado junto a vos aprendí lo que significa el amor.
Ahora te puedo explicar lo que es el amor, es lealtad, es tolerancia y confianza, amor es brindar la mano para seguir adelante con bondad, afecto y veneración.
La confianza es amar porque no se encuentra la miseria de engañar o esconder secretos, nos hace falta tener calma en momentos muy duros de entender, porque somos diferentes.
El amor es darnos la confianza, sabemos que nunca nos haremos daño, la rosa blanca, el roce de tus labios, sentir el calor de tu cuerpo, eso es el amor. Vos y yo de la mano y codo a codo en la vida es el amor.

Ya me cansé de amores diminutos, de hombres que me den un cuarto de su tiempo, me cansé de tener que esperar a ser prioridad, me harté de entregarme entero y que me tengan a medias, me cansé de escuchar tantos te amo sin hechos y tantos besos cortados a destiempo tras un "tengo que irme", o de dar yo ese querer mezquino a tantos como en estos años vacíos.
Quiero un amor que se quede a mi lado, que no me haga sentir dudas, que no me hunda en la incertidumbre, que despierte a mi lado sin prisas, que en sus fines de semana no me haga a un lado, que no tenga que tomar el tiempo en cada abrazo porque se hace tarde, quiero un amor para mí, que sea tan mío, que no me destroce el alma en despedidas, no tengo por qué sentir  ni provocar ese abandono, esa soledad, quiero un amor que pueda ser ventilado, gritado y no ser  el que siempre se esté ocultando como si fuera una vil delincuente, quiero y merezco ser el gran amor de alguien y no el secreto vergonzoso. Ya me cansé de ser  o de dar una cama temporal y aceptar boronas de felicidad. Por ello le dije todo a Fabián, luego le conté mi verdad al fin.
Vamos toma mi mano,  camina junto a mí, caminemos en silencio sin conversar, déjame enseñarte mi manera de pensar y de creer.
Deseo que me acompañes, olvida todo por un segundo y toma mi mano, siente los latidos de mi corazón que tan frágil es.
Dejo que el aire me acaricié suavemente para sentir el aroma de tu piel, me preparo para ese instante, porque te amo, somos como la luna que sabe que el sol está ahí, y que en muy pocas veces se funden en un ser, porque se aman cuando llega el momento, ahora dejaré de ser quien soy y me acerco para admirar la luz de tu alma y corazón. A mi edad, no me importa cualquier hombre, a mi edad no cualquiera me daña, a mi edad mis caderas no entran en guerra por cualquier soldado.
A mi edad, no cualquier hombre me roba una sonrisa, a mi edad no cualquiera me endulza los oídos, a mi edad mis suspiros no se los ganan con falsos piropos.
A mi edad, me sobra dignidad y amor propio, a mi edad exijo acciones y no promesas, respeto y no amor mendigado, a mi edad, ya no malbarato mi corazón, ni permito que me sobajen, a mi edad pido lo mismo que estoy dispuesto a dar, así que, si tiene intenciones de entrar a mi vida, sepa usted que soy de esos hombres que si aman lo hacen con el alma completa, que mis besos serán solo suyos, que seré tu hombre, tu amigo y amante, que mi lado oculto y perverso será exclusivo para vos, que te tomaré la mano con cariño, que siempre bromearemos como niños, haremos el amor como locos. A mi edad ya no hay cabida para amores pasajeros e inmaduros, a mi edad me gusta el amor fuerte, sincero, leal y real, a mi edad si te abro la puerta es para dejarte entrar y sentirme cómodo y feliz en mi vida, a mi edad una promesa es un pacto sin fecha de vencimiento.
__ A veces, quisiera ser el mero espectador de un día suyo, cotidiano de su hacer diario.
Acompañarlo en silencio, observar todo  cuanto mira sintiendo todo cuanto siente, de su mirada al corazón hacia el trasvase de su alma. Caminar en esencia sin presencia, con usted,
como ese aura que lo envuelve rodeándolo de misterios, ponerme en su carne,  ser su segunda piel, en la tercera persona del singular que lo admira, revestirme de sus poros transpirándolo,  arropándome de su masculinidad, sentir los golpes sexistas de las miradas furtivas, la presunción de conquista sin predisponerlo, acosado y perseguido,  hostigado por los ojos que desean más que miran y no ven. Es usted escribir un poema, desde las ópticas de mi percepción, lo vivo, lo siento, me rodeo de usted hasta ahogarme en su alma, rio, lloro, grito, me anudo a su dolor, me ato a su sufrimiento que es el mío, alimentándome de su compuesto surjo de su alma, y miro el mundo  con sus ojos sintiéndolo con su percepción, y todos sus elementos, radiografío su alma componiendo su alma. Sufre más que calla acallando cuanto sufre, mirada de niño en un alma vieja, forjado en esa madurez que lo fragua que lo forja que le empuja a ser.
Hay en su mirada una eterna despedida, que el pasado no difumina y el presente extermina, un amor que sobrevive de lazos indisolubles, no rotos  en la genética del olvido, amparado en la herida del recuerdo.
Y un corazón, cosido amordazado, encarcelado, en la prisión de máxima seguridad de su pensamiento. Le fallaron las alarmas, le engañó el corazón con las miradas, pudieron más sus latidos que la soledad y su razón.
A veces, quisiera abrazarlo, abrigando su piel como un niño desde dentro de usted,
besarlo como el amante que nunca tuve,  con su lengua, acariciarlo como Dios enamorado con su tacto, oír cuanto escucha en la vibración de sus risas, sentir el viento en su cara sonreír con sus labios, y ser yo, solo yo cuando lo amara. Tiene un amor en el alma que amenaza su soledad, con la manía persecutoria de amarlo, poseyéndolo.

Tempestad en los suburbios de mi cuerpo, se desgarra mi piel al contacto de tu mirada.
Me evaporas, la arquitectura de mi firmeza se desploma,  vibro en los segundos de tu pestañear, el tiempo se excita en el rincón. Mis brazos se deshacen al roce de tu cadera, ardo, estallo, un animal al acecho es mi   umbría, me haces cautivo de tus rejas,  domas los furores de mi vuelo.
Al encontrarse las carnes hambrientas se apaga el invierno. Comienza el festín. Hasta quedarnos dormidos una nívea piel y un rojo de fuego  invitan al juego, sin apuro, lentamente  desnudarnos totalmente, así sentir nuestra piel  en goce sabor a miel, delirando a cada instante.
Nada parece bastante, las caricias ni los besos…   es tan grande el embeleso, tan abundante la gana  que rodamos por la cama, buscando compenetrarnos  dos en uno,  transformarnos y quedar así fundidos. Acompasados latidos, un rítmico bamboleo  complaciendo ese deseo, que atrapa nuestros sentidos  hasta quedarnos dormidos, relajados, extenuados…   humedad en nuestras manos, nuestros rostros, nuestros sexos.
El aire blanco, mi panorama negro; los silencios guardan respeto, a lo alto una hermosa luna despidiendo la tarde lluviosa, contemplo el universo lleno de bellas luces, las estrellas conforman el universo, mis pies no tocan el suelo y dejan huella.
Mis labios te sorprenden, duelen de tanto besarte, estar contigo para abrazarte fuerte y escapar juntos, ser el centro de tu insomnio, tu piel es mi destino, urgen tus caricias, la noche espía de anhelos, bebiendo la sal de nuestros cuerpos, me atrapaste con la pasión desbordada del mar de tus ojos que me tienen cautivo.
Enamorado e ilusionado, con sueños sublimes, tan infierno vivo en el paraíso, somos océano, bravura de olas, mis suspiros llegan a ti en instantes, inconsciente mi voz pronuncia tu nombre; ojos cerrados, tangible te veo, miradas en silencio sin palabras, la noche es magia indiscutiblemente, mezclas de aromas embriagándome por la seducción, carnes fundidas iniciando el ritual del amor.
Caricias toscas y tiernas, desórdenes explorando la desnudez, cordura que se pierde ante la calidez de unos brazos amados, renace un nuevo yo, vivo ante tu bella pasión, desorbitas mi vida, hasta que amanece y sale el sol.


Pedro aun sin recuerdos comprendió que le amaba como jamás había amado a nadie en su vida. Ahora se sentía su esposo, y siempre lo sería. No tenía pasado, pero el presente y el futuro  eran suyos.
Al cabo de unas horas se amaron bajo la ducha, más tarde se dirigieron al otro dormitorio, apagaron las luces y se tendieron en la cama mientras el fuego se convertía en rescoldo. Después hicieron de nuevo el amor y se durmieron uno en brazos del otro siendo un solo cuerpo, unidos para siempre en almas, como si aquella fuese su noche de bodas. Fue una noche inolvidable.
Por la mañana como por arte de magia el desayuno apareció en el salón, y bajaron envueltos en las batas.
Se sentaron a beber el café que tanto necesitaban, y se miraron en silencio, mientras saboreaban panecillos, había transcurrido mucho tiempo, pero solo se perteneció siempre uno al otro.

_ ¿Te sientes bien? __preguntó, Guillermo.

__Casado __respondió, Pedro.

__Yo también, y no alcancé a comprar la alianza.
Pedro lo miró con dulzura, y sin mediar palabras, Guillermo lo acompañó otra vez al piso de arriba, sin preocuparse de las masas y el café.
El cuerpo me estaba traicionando, no me podía contener, nunca pude, tenía razón. O quizá era mi pensamiento queriendo traicionar a mi cuerpo. Me estremecí. Cerré los ojos, y sentí los nudillos de Guille rozando mis cumbres, los tenía duros.
Es tan extraña la naturaleza, con la rigidez y los múltiples sentidos. Nos ponemos duros de deseo y de miedo, duros de excitación, duros de rechazo. Mis pezones duros en sus nudillos duros. Sus ojos me penetraban y podía sentir su umbría y la mía, duras también.
Guillermo me besó. Su lengua estaba húmeda, me rebalsó la boca, se onduló como en una danza con la mía. Esa lengua que penetraba todos mis poros y conductos ahora estaba en mi boca y se enredaba con la mía. Nos besamos con desesperación y desenfreno. Todos los pensamientos desparecieron.
Sólo me concentré en su lengua y la mía, dejé de distinguirlas, eran una sola.
Guille me tomó del pelo y empujó mi cabeza hacia abajo. Seguí concentrado en su boca, ahora la rigidez era resistencia.
Él se empecinó en llevar mi boca hacia su hombría, mientras con la otra mano se abría el pantalón. Mientras lo amaba me propuse imaginarnos en una playa.
Sus susurros entre besos me cortaron el ritmo en esa mezcla de curiosidad y deseo.
Me levanté jugando y caminé hacia la playa. No sabía dónde estábamos.
Guille me siguió.
Quise probarme, el poder resistirme a la tentación de mi propio deseo.
Atravesé un médano anclando mis ojos en la línea del horizonte dibujada sobre el mar, lo escuchaba lejano, quería saber si podía vencer la adicción a mi esencia, a mi piel, respiraba por ella el deseo.
La arena me entibiaba los pies pero más me ardía la sangre. Respiré hondo recordándome antes de él, había cruzado la vida como sin encarnar, como sintiendo  la culpa  de haber quedado en tierra sin memoria, como si me sintiese disociado, otro.
Inhalé la brisa del mar como en aquellos primeros años de sentirme escindido, de prestado en el mundo, y una mano me tomó el hombro interceptándome de golpe. Era Guille, silencioso, me había alcanzado. Me derribó en un solo movimiento y, junto a mi cuerpo, se derrumbaron mis defensas.
Todas mis partículas estallaron hacia él. Desaparecí por un momento y lo capturé con mi piel, lo reduje entre mis piernas. Un instinto asesino me llenó de fuerza bestial, Guille cayó de espaldas, yo prendido a él, fatal, le arranqué la camisa y lo besé hambriento.
Le abrí el cierre del pantalón y me perdí entre sus piernas más. Guille lanzó un alarido de placer,  abarqué su virilidad por entero, con dientes enfundados retorcí la lengua a un lado, al otro, lo sentí crecer y pulsar, todo fue urgente, brusco, y lo succioné con devoción, enterrado en la selva de su intimidad, caminando sus sendas y montes, me hundí en ella como caníbal salvaje y voraz.

El cuerpo de Guille era de pronto un animal domesticado. Se entregó manso a mi ataque. Me le trepé y lo monté con frenesí. Quise exorcizar los días de deseo contenido, de muertes, de pérdidas. Nos miramos quemándonos, y Guille me clavó los dedos en  cada poro de mi carne, y más allá del primer orgasmo me penetró con esmero.
Hicimos el amor por no morir, cruzando una línea de no retorno como jamás. Retuve cada orgasmo ante la primera fricción, guardamos las balas para explotar cada vez en un único alarido primal.

Cuando choqué contra el arrecife y quedé vacío, extinguido y exhausto, Guille aprovechó para contraatacar. Rodamos por la arena una y otra vez en lucha feroz, nuestros cuerpos encastrados ardían a la par.
Cuando él se paralizó de golpe, la rigidez del éxtasis de nuevo me sorprendió con los músculos entumecidos y un rictus agónico. Nos desarmamos en espasmos, en gemidos desgarradores como si nos quemaran las entrañas. No le importó estar dentro de mí. Todos sus conductos se fundieron en ese disparo caliente que me colmó. Lo sentí vaciarse dentro de mí bendiciéndome, como lo hiciera antes yo, podíamos vencer a la muerte , solo el amor podía, y al fin agonizamos uno al lado del otro, abrazados nos fuimos del mundo, arrullados por el sonido del mar.

__Pedro…
__Sí mi amor, aquí estoy.
__Pedro… __repitió él__. Dijiste que volverías y tardaste mucho.

__ Nunca quise apartarme de tu lado amor, me obligaron a hacerlo, pero estoy de regreso y ya nunca más nos separaremos. Quiero rehacer mis recuerdos, que me cuentes todo, y rehacerlos a partir de tu relato, y de este fin de semana.
__ ¿Ya nunca más volverás a dejarme solo?
__Nunca más, amor mío, nunca.

CONTINUARÁ.
ALGUNOS PERSONAJES PERTENECES A POL- KA Y A LA FICCIÓN FARSANTES.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS. CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO.
FICCIÓN SIN FINES DE LUCRO, CON FINES RECREATIVOS.





7 comentarios:

  1. Veronica Lorena Piccinino Bellísimo Eve Monica Marzetti... un poema al.amor...es una de las historias más lindas

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  2. Hermoso Eve...Estoy feliz con el reencuentro de estos dos enamorados eternos, con el regreso de Pedro, con este amor maravilloso que ha vencido todas las dificultades y, que estoy segura, no morirá jamás...

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