NO
SOY YO
CAPÍTULO
TREINTA Y TRES.
“Amor,
cuántos caminos hasta llegar a un beso, ¡qué soledad
errante, hasta tu compañía!” Pablo Neruda.
errante, hasta tu compañía!” Pablo Neruda.
__
Qué mujer no es apasionada, qué mujer no quiere sentir, amar, sentirse viva en
unos brazos, beber unos labios y derretirse en ellos, besar hasta sangrar por
el sabor de esa boca excitante la dulzura que emana de ese belfo de néctar.
Qué
mujer no sueña con tener a ese caballero que le insinúa "te quiero
mía", embriagarse de esa esencia varonil, es la mujer sensual, llena de
pasión, cautiva y atrapa en su geometría todos los ángulos posibles de la
seducción, descubre las mil y una formas
que con cautela van entrando a su
corazón, se vuelve encantadora, fascinante y hace preso al amor.
Qué mujer no es presa de unos ojos divinos, del
aroma que se impregna en la piel, de esa pasión de ese ser vivo que se apodera
de mente, y que le desea, y que goza cada encuentro, se vuelve uno vulnerable
ante toda su esencia, ese cuerpo que eriza la piel, que vuelve loco, que nos conduce
al paraíso, al éxtasis, a la lascivia por tener sus caricias, por desear estar
con él.
Qué
mujer no quisiera un abrigo del frío, que la llenaran de fantasías, que le
cumplan sus deseos, que le den esa ternura ese amor divino, que no tenga miedo
al amar, al gozar, al hacer el amor con bríos.
__
¿Y entonces, letrada? ¿Qué respondes a mi propuesta? _ susurró Agustín no
dejando de arrastrar los labios por el cuello.
__Que
sí, sí quiero casarme contigo.
__
¿Lo dices en serio?
__
¿Tú qué crees?
Agustín la atrajo hacia sí y como si fuese una
pluma la tomó por la cintura y la hizo girar en volandas mientras Gaby no
recordaba haber sido tan feliz, aun con Antonio. Para cuando se asomaron, Guillermo y Pedro rieron felices al verlos y
el color de arrebol de las mejillas de Gaby
fue más notorio que la risa, para
cuando ya Agustín la depositaba en tierra firme.
__
¿Nos contarán qué celebran? __ preguntó Pedro con una pícara sonrisa.
__Que
por fin me ha dado el sí, nos casaremos
antes de que se arrepienta.
__Enhorabuena
a los dos _dijo Guillermo adelantándose
a dar un beso en la mejilla a su
exsocia__. De lo que deduzco que ya no regresarás al estudio, y lo lamento _
concluyó.
__
¿Por? __ interrogó Pedro.
Guillermo
regresó a él incapaz de mantener lejos las manos de su piel, y entrelazó los
dedos entre los suyos.
__Porque
vos no lo recuerdas, pero Alberto, uno de los socios está o estaba esperando un
sí de ella que nunca le dio, y dudo que la haya olvidado.
__Fue
todo muy difícil con Albert, Guille, lo sabes, sobre todo luego de que me casé
con Antonio, será mejor que tomes a otro socio. __hizo un guiño a Pedro.
__
¿Yo?
__Tú
Pedro Beggio _ dijo Gaby recomponiéndose y huyendo del abrazo de Agustín para
ir hacia su escritorio de donde extrajo
una carpeta, y la abrió. __ Aquí, ante tu hermano y tu esposo, hago
formalmente entrega al fin de los documentos oficiales que acreditan que eres
Pedro Beggio, y de los documentos de los chicos, y conste que adjunto los
resultados de muestreos de ADN y que me ayudaron tus padres también.
__Bueno,
se terminó Gastón Guerrico, nombre que supongo inventó Camila, perdón, ya no
quiero hablar de ella. ¿Y cuándo será la boda?
__No
hemos puesto fecha _dijo Agustín__, pero sospecho que sería un buen momento
para que renueven los votos. __Miró a Guillermo.
__Me
parecería fantástico.
__Guille,
te creo, no es necesario que por mí…
__Lo
es __insistió Guillermo__. Vos no recuerdas ese día y sería bonito que lo vivas
y que los chicos estén presentes, aunque hay mucho por hacer y decidir,
reorganizar, es una de las principales cosas, ni siquiera tienes alianza.
__Está
bien, supongo que tendré que decir a todo que sí, luego de los disgustos que
les he causado.
__No
tienes culpa de ninguno, y que estés vivo luego de tanto es un milagro que
nadie esperaba __ adujo Agustín.
__
¿Dónde piensan vivir? _ se interesó, Pedro.
__Por
ahora en casa, para los tres estará bien, ¿verdad Agustín?
__
Lo que tú digas, por ahora quiero casarme, una luna de miel aunque sea con
nuestra niña, ya luego veremos.
__
¿De verdad no te importaría que Betsy venga a nuestra luna de miel? _ se
sorprendió, Gaby.
__Claro
que no, yo la quiero tanto como a la madre.
__
Pueden dejarla con nosotros, la pasará
bien en casa _ ofreció Guillermo.
__
Ya veremos –dijo el cuñado__. Pedro, ¿qué piensas hacer con tu trabajo, la
casa y los restos de Camila? Perdón por
recordarla pero ella realmente murió hace nada, y como Orestes también murió…
__Ella
nunca fue mi esposa, más bien fue mi peor enemiga, no estoy seguro de que no se
haya apropiado de dos de nuestros hijos, no moveré un dedo, supongo que la
policía sabrá cómo proceder, que yo sepa no le queda familiar alguno _ afirmó
sin lugar a dudas.
__
Está bien _ terció Gaby__, lo comunicaré, no tienen de qué preocuparse.
__En
cuanto a las casas, pagaré lo que deba y las dejaré, era una prestada y la otra
alquilada, ya solo pasaré a buscar las cosas, y nuestros padres, supongo que
seguirán viviendo en la estancia.
__Sí, ellos no soportan demasiado la ciudad _ dijo
Agustín.
_Al
trabajo como imaginarás ya renuncié, no quiero tener nada que ver con ese sitio
tampoco __aseguró, Pedro, y en cuanto a regresar al estudio, no lo sé, creo que
Guille debería tomarme lecciones, yo
creo recordar lo que estudié pero quisiera estar seguro, luego tendré que
revalidar, ha pasado demasiado tiempo, y ni siquiera sé dónde he estado.
__Lo
haremos, cielito, yo estoy seguro que podrás ir al estudio, pero antes quisiera
que disfrutemos un tiempo de casarnos por segunda vez, de los chicos, de averiguar
bien lo sucedido, de recomponer vínculos.
__Claro.
__Les
informo a todos, que venderé los activos de la empresa, ya no tengo interés en
ella, no quiero más que el estudio, la casa de antigüedades hace tiempo que la
cedí a Fabián, por tanto volveré a ser un simple abogado penalista de provincia
_ informó, Guillermo__. Nada de recepciones, ni fiestas, ni modelos, ni prensa,
se terminó esa vida de fantasía, regreso
a lo que realmente me atrae.
__Bien,
Guille, así es, lo tuyo es y siempre fue
la abogacía.
__Pedro,
sé que es todo muy reciente _tanteó Agustín__, pero me gustaría que lo tengas
en cuenta.
__
¿Qué cosa?
__Una
última consulta, estuve averiguando cuando viaje con Gaby, y quizá en Boston se
pueda hacer algo, o no, pero ya descartar que recuerdes tu pasado.
__No
se puede, Agustín __ dijo Guillermo elevando el tono de voz__. No quiero que lo
torturen más, y casi agradezco que él no recuerde nada de nada, pero yo sí y es
suficiente, no quiero que vuelvan a manipular su cerebro, ya hemos consultado montones
de veces y las respuestas coinciden.
__Guille
tiene razón Agustín, te lo agradezco, pero creo que soy incapaz siquiera de
volver a entrar a un aparato de resonancia o a un tomógrafo, anatómicamente hoy
mi cerebro aparece sano, y aunque no sé bien qué me dieron o hicieron y tal vez
a largo plazo algo suceda, prefiero vivir lo que tengo que es el hoy y no
seguir torturándome con consultas y tal vez __ habló Pedro seriamente__. Dios
me ha concedido el don de volver a amar…
a Guille, a ti, a mis padres y a mis hijos, no necesito más, y si
recuerdo mi profesión mucho mejor,
aunque no sepa dónde estudié.
__Está
bien, disculpa, tienes razón. __Agustín se acercó y los hermanos se unieron en
un abrazo.
Rato
más tarde, Pedro ordenaba sus papeles en el estudio de la casa mientras a
regañadientes Guillermo se marchó a tribunales, cuando Fabián luego de
esquivarlo por meses, se sentó frente a él y esperó a que Pedro le diera lugar
a una charla.
__Fabián,
si vienes a decirme que si dejo otra vez a tu padre me vas a asesinar… tendrías motivos _ se adelantó, Pedro.
__No,
cómo crees… si nunca lo dejaste, me he
portado horrible contigo, desde el día en que regresaste y te eché casi a
puñetes, quiero pedirte disculpas, Pedro _ musitó Fabián eludiendo la mirada, avergonzado. Pedro en cambio intentó
encontrarla.
__
Entiendo y tenías toda la razón del mundo, amas a tu padre y yo te adoro por
eso, cuidaste de él y de Malena, y más te amo __dijo con una sonrisa que animó
a Fabián a continuar.
__No
me disculpes tan fácilmente, soy adulto y debí hablarlo antes de meter ideas raras a Malenita, pero Pedro, vos no recuerdas,
pero yo viví las veces en que te fuiste y mi viejo quedó destruido, fueron años
de verlo deambular por la casa como Zombi, de
que no tuviese ganas ni siquiera de salir con la nena, de pasar un día
en familia, de que trabajara a desgano,
hasta que me contó toda la historia. Yo pensé que estabas muerto. Lo que
pasó en el aeropuerto es una locura mafiosa, más lo que te hicieron siempre, y
sí que sufriste y mucho también aun sin recuerdos, y ahora mismo, y ese día al
verte, no sé, creo que no pensé que
realmente pudieras ser vos __ afirmó Fabián
tragando el nudo que amenazaba con deshacerse en lágrimas__. Yo fui
el que primero vio en las noticias lo del accidente, y quien hace años te
recibió en la casa de antigüedades, por mí llegaste a mi viejo entonces, no lo
podía creer.
__Lo
entiendo Fabián, no tienes que pedirme disculpas por nada, de verdad, por el
contrario, amaste a mi hijita cuando yo ni siquiera sabía que existía. __ Lo
miró con lágrimas en la comisura de los ojos__. De solo pensar en que si no
buscaba entre las cosas de Camila y no hallaba esa foto nunca sabría de ella,
se me hiela la sangre.
__
¿Y qué puedo hacer ahora para ayudarlos?
__Tratar
de que Male me quiera un poquito más y de que Bruno se acerque aun más a
Guille…
__Claro,
qué menos. ¿Se quedarán a vivir acá?
__Todos
viviremos acá, claro, tenemos que reconocernos, conocernos en mi caso, y además
todos me dicen que debo regresar al estudio, como socio de tu padre que es lo
que era, lo intentaré.
__Sí,
me dijo papá que hay un asado a la noche, que no invitó a Gaby y tu hermano por
motivos obvios, ¿te acuerdas de la gente y de la abogacía?
Pedro
bajó la mirada.
__De
la gente… me temo que no, del lugar tampoco, de
la abogacía sí, no he olvidado lo que leí y estudié, sí el dónde, es muy
raro todo.
__Es
buena gente, y te sucederá lo que acá, aprenderás a quererlos _lo alentó Fabián
__. Me dijo tu hermano que van a renovar
votos, ¿pronto?
Pedro
lo miró todavía sorprendido por la decisión.
__Hemos
acordado esperar un poco hasta acomodarnos, y que los niños se acostumbren, yo
necesito tiempo para acostumbrarme a la
idea de que soy el esposo de tu padre, y no de Camila, y él luego de tantos
años solo, o prefiero no saber con quiénes, lo mismo.
__Nadie
que te hiciera sombra, te lo aseguro.
De
pronto oyeron a los chicos gritando en el living y cuando se asomaron estaban
ovillados en el sofá.
__!
Ey! _ exclamó, Pedro__. ¿Qué sucede allí?
__Papi,
Bruno no me deja ver las fotos que trajiste de Chile, ¿me llevarás? __ preguntó
Malena corriendo hacia Pedro con el cabello alborotado y los ojos chispeantes.
__Si
papá quiere iremos todos algún día, claro, Bruno, préstale las fotos a tu
hermana hijo.
__
¿Nos dejarás ir a casa de Gaby en el fin de papi? __preguntó el hijo__. Es el
cumpleaños de Betsy.
__Mira
qué interés tiene mi niño, si dejas de pelear con Malena, puede, veremos qué
dice papá.
__
¡Bien!
__Vamos
monstruitos _ dijo Fabián tomando a sus hermanos de la mano__, vamos a bañarnos que tenemos
que ir al estudio, papá nos espera allá.
__
¿Qué es el estudio? _preguntó Malena.
__El
estudio es donde trabajaremos con papá mi niña, vayan a bañarse y cambiarse con su hermano, los pasaré
a buscar en una hora.
__Bueno.
Estudio
Graziani y Socios.
Luego de recorrer cada rincón y de las
presentaciones, Pedro no recordó, pero una palmaria sensación de familiaridad
le dijo que había estado allí, que en ese espacio en otro tiempo había sido
feliz, hasta los expedientes le resultaron conocidos, y de las personas casi
supo cómo era cada uno aun sin que estos hablaran, y fue él quien gritó primero
ante el asado que llegaba a la mesa.
__!
Aplausos para el asador!
Beto
sonrió, y Guillermo se puso de pie con la copa de vino en alto.
__Ahora
que miro esto _y fue señalando las cosas de la mesa y a las personas _vamos a
brindar un poquito __. Sé que este estudio viene de pasar una etapa difícil,
pero confío que las cosas van a mejorar, ahora que Pedro será mi socio
penalista, quiero que le demos la bienvenida como aquella primera vez. Este
estudio, y mis hijos bien saben son lo
que más quiero en mi vida, y por lo tanto ustedes son lo que más quiero en esta
vida. Fueron años de mucho dolor, de ausencias, de muertes, de mentiras, y casi
los dejé solos, quiero pedir disculpas por ello, pero ahora todo irá mejor,
brindo porque cada uno sea y haga lo que desea ser y hacer, y por mis hijos,
por vos amorcito.
¡Salud!
__!
Salud! _respondieron todos, mientras Pedro se aclaró la garganta.
__Yo
antes que nada les pido disculpas por no recordarlos, por no reconocer cada
sitio y cada anécdota, pero les aseguro que haré todo lo que esté a mi alcance
para que todo marche bien, que recuerdo
la teoría y no les haré perder ni juicios ni dinero, y sobre todo quiero que
sepan que pese a no recordar, amo… me
volví a enamorar de Guille, creo que el arquitecto de los hilos del destino
sabe cómo los une, y por un detalle, llegué de nuevo al país, a mi
familia, hoy siento que todos, Guille,
mis hijos y también ustedes… son mi hogar. Esta vez, vengo a dejar el corazón,
la vida me ha dado no sé cuántas oportunidades y siempre llego a este sino, por
tanto aquí me quedaré. Brindo por ustedes, por nosotros, por todos.
¡Salud!
--
El
aire blanco, mi panorama negro; los silencios guardan respeto, a lo alto una
hermosa luna despidiendo la tarde lluviosa, contemplo el universo lleno de
bellas luces, las estrellas conforman el universo, mis pies no tocan el suelo y
dejan huella.
Mis
labios te sorprenden, duelen de tanto besarte, estar contigo para abrazarte
fuerte y escapar juntos, ser el centro de tu insomnio, tu piel es mi destino,
urgen tus caricias, la noche espía de anhelos, bebiendo la sal de nuestros
cuerpos, me atrapaste con la pasión desbordada del mar de tus ojos que me
tienen cautivo.
Enamorado
e ilusionado, con sueños sublimes, tan
infierno vivo en el paraíso, somos océano, bravura de olas, mis suspiros llegan
a ti en instantes, inconsciente mi voz pronuncia tu nombre; ojos cerrados,
tangible te veo, miradas en silencio sin palabras, la noche es magia
indiscutiblemente, mezclas de aromas embriagándome por la seducción, carnes
fundidas iniciando el ritual del amor.
Caricias
toscas y tiernas, desórdenes explorando la desnudez, cordura que se pierde ante
la calidez de unos brazos amados, renace un nuevo yo, vivo ante tu bella
pasión, desorbitas mi vida, hasta que amanece y sale el sol.
Dos días después…
Sabiendo que los chicos pasarían el fin de
semana en casa de Gaby, Guillermo se
presentó en la mañana tras escapar por unos minutos, con un enorme ramo de flores y una enigmática
sonrisa que Pedro fingió no ver.
__Lo
veo muy contento, doctor Graziani __dijo__. ¿De dónde viene?
__De
terminar de firmar el traspaso de la empresa. ¿Y por qué no iba a estar feliz
si al fin he recuperado al amor de mi vida y pretendo comprometerme con un
hombre maravilloso y el más bello del mundo? __contestó, besándolo.
Seguido
por Guillermo Pedro fue a la cocina a arreglar las flores. Eligió un jarrón de
cristal tallado que había comprado y una de las pocas cosas que por
motivos misteriosos le gustaba.
__
¿Son bonitas, verdad? _ dijo,
retrocediendo para mirarlas.
Guillermo
lo rodeó con sus brazos y lo besó, el efecto fue demoledor.
“No dijimos nada, nuestros cuerpos se
entregaron a los brazos del otro y una sonrisa se dibujó en los rostros, Guille
me amaba en la mirada, enamorado, y me vi más allá de sus pupilas, recostándome
en sus retinas y sentimos que todo estaría bien”.
__No
tanto como tú. __Pedro se acurrucó en sus brazos en silencio, gozando de su
dulzura y de su calor mientras él le acariciaba el cabello y le murmuraba al
oído, pegándole con el aliento en la piel que se erizó__. Vamos en el coche a
algún sitio, sin los niños en casa, no tendemos prisa en volver.
__Me
parece una magnífica idea _respondió, Pedro.
__
¿Me amas de verdad? __preguntó Guillermo con los labios acariciando la piel del
cuello.
__Te
amo, aunque sé que no debería hacerlo, porque
es un amor loco, un amor que me atrapa, un amor que me envuelve y me
desordena el pensamiento, que me hace
presa de ti.
Te
amo, con la piel, con la mente, con el corazón abierto, con el sentimiento a
flor de piel, con el silencio, con la verdad y con lágrimas que se
desprenden de este corazón latiendo.
Te
amo, y nadie se imagina cuánto te amo, cuánto me dueles y de la forma que tengo
que vivir, soportando, enloqueciendo, solo amansado a los recuerdos de
días dentro de un majestuoso corazón
latiendo.
Te
amo, porque así lo ha decidido mi
corazón, porque te ha regalado mi amor, porque vives en mi mente, porque te he regalado mi cuerpo, mi ser, en todo lo
que se refiere a la vida, al día, a la noche, a un amor perpetuo.
Pensaba
qué loco es, hay gente que daría media vida por olvidar un pasado que le pesa,
pérdidas, seres queridos que no están ya presentes, y yo no tengo nada detrás.
__Bueno
eso es una ventaja, no tienes que soltar amarras ni dar grandes pasos del
pasado al presente, igual puedo ayudarte en esta transición de regresar a
nuestros lugares.
¿Salimos?
__Sí,
señor.
Minutos
después ambos subieron al coche nuevo de Pedro, un Sonic azul, para dirigirse a lo que Guillermo llamó
un destino secreto.
__
¿Significa eso que me has secuestrado? __preguntó, Pedro, riéndose.
El
hecho de no tener que preocuparse por los niños, los hacía sentirse
despreocupados y felices.
__La
idea de secuestrarte es la mejor que se me ha ocurrido, y lamento no haberlo
hecho apenas te conocí cuando eras ese muchachito precioso, aquel día en la
biblioteca de la Universidad.
Pedro
disfrutaba del paisaje que mostraba el camino, hasta que se detuvieron en un
restaurante, y Guillermo le habló de una colección de arte que le gustaría adquirir.
__Es
curioso, quizás en otros tiempos yo haya
sido diferente y diera por descontadas
un montón de cosas valiosas que me rodeaban, pero luego de haberlo perdido
todo, y hasta los recuerdos, ya no atribuyo tanto valor a las cosas. Lo más
importante para mí hoy son las personas de mi vida __añadió. Y miró
amorosamente a Guillermo que le acarició con los dedos los suyos sobre la mesa
hasta que ambos entrelazaron las manos.
Más
tarde abandonaron el restaurante e iniciaron el camino atravesando una hermosa
campiña. Pedro apoyó la cabeza sobre el hombro de Guillermo.
__
¿Por qué no has vuelto a manejar? No es bueno que quedes con miedo por lo del
accidente, eso no fue tu culpa.
__Lo
sé, solo que como vas a secuestrarme, no conozco el destino. __Sonrió__. ¿Dónde
vamos?
La
compañía de Guillermo ahora sin secretos le encantaba, a su lado se sentía
seguro.
__Solo
quiero enseñarte un sitio.
Caminas
bajo la lluvia, te veo y deseo ser parte de ella, para así poder tener la
suerte de recorrer tu escultural cuerpo, o quizá ser esas gotas que mojan tu rostro y resbalan
por tus labios, rozándolos, acariciándolos y que sin duda logran saciar tu sed,
por eso continúo mirándote, como te mueves bajo la copiosa lluvia, imaginándome
cómo sería acariciar ese cuerpo mojado y sintiendo que cada gota, que a ti te
empapa, también me está mojando,
pero en realidad, es la humedad de mi ardiente deseo, la que me está impregnando, mas, cómo quisiera que esa lluvia lograra enfriar el deseo de mi cuerpo, y el delirio de mi fantasía, que me quema por dentro, por no poder tenerte en este instante, amado mío.
pero en realidad, es la humedad de mi ardiente deseo, la que me está impregnando, mas, cómo quisiera que esa lluvia lograra enfriar el deseo de mi cuerpo, y el delirio de mi fantasía, que me quema por dentro, por no poder tenerte en este instante, amado mío.
Media
hora después, Pedro pudo admirar una encantadora casita estilo inglés al borde
de una carretera secundaria, con una valla de estacas alrededor, frondosos
árboles y un cuidado jardín circundante con rosales en flor cuyo aroma los
envolvió.
__
¿De quién es esa casa tan pintoresca Guille?
__Me
encantaría decirte que mía, pero no. Pertenece a una clienta, una maravillosa
dama inglesa a la que conocí cuando falleció su esposo y vino al estudio por
los trámites sucesorios. La casa la construyeron sus antepasados que huyeron de Europa durante la
segunda gran guerra y ella la ha conservado, y transformado en una especie de
bed and breakfast, posada
para mantenerla. Cuando la descubrí, empecé a escapar acá para relajarme del
gentío de Buenos Aires cada tanto. Vamos, te la presentaré.
Guillermo
no se lo dijo a Pedro, pero esa mañana había telefoneado a la señora Simon para
avisarla de la visita. Cuando pasaron a la acogedora salita, todo pareció
transportarlos un siglo atrás. Sillones con tapicería y estilo inglés de
cretona floreada, y una mesa con un típico té inglés. Había una resplandeciente
tetera de plata y bandejas con bocadillos y pastas que la dueña llamaba
galletas. Era una alta y delgada mujer de cabello blanco, ojos risueños y
mirada afable.
__!
Cuánto me alegro de verlo, doctor Graziani! __dijo estrechando la mano de
Guillermo sin apartar la vista de Pedro.
Cuando
risueñamente le dijo que era su prometido, este se ruborizó y la mujer sonrió.
__!
Qué buena noticia! Entonces son novios desde hace poco tiempo.
__Muy
poquito _ dijo Guillermo mientras la señora Simon servía el té y los invitaba a
tomarlo en un agradable salón.
En
la estancia había una hermosa chimenea y piezas de arte que la mujer y sus
antepasados habían traído de Europa. Había vivido en la ciudad pero al morir su
esposo se había trasladado a la casa de campo.
Pensó mirando a la pareja que Guillermo había hecho una buena elección y
no tuvo reparo en decírselo. Para celebrar el compromiso, sacó una botella del
mejor champagne.
El
sol poniente moribundo iluminaba, tras vencer a las nubes, el jardín cuando brindó por ellos. Al poco
rato, la mujer tomó su copa y se retiró sigilosamente. Sus habitaciones estaban en la planta baja, y
cuando tenía huéspedes importantes, les permitía utilizar el salón y los
dormitorios del piso de arriba, dos amplias estancias separadas por un enorme
baño victoriano, con elegantes camas inglesas.
__Ven
a echar un vistazo _ dijo Guillermo.
_
¿No le importará a la señora? _se alarmó, Pedro.
No
sabía dónde se había metido la dueña de casa, pero parecía haber transcurrido
una eternidad y se encontraba tan a gusto en ese salón suspendido fuera del
mundo conocido con el amor de su vida que no le importó demasiado.
__No
seas tonto, conozco la casa como si fuera mía.
Guillermo
lo tomó de la mano y lo acompañó a los
dormitorios del piso de arriba. Pedro sonrió al verlos. Las luces estaban
encendidas y las camas tenían los cobertores doblados hacia atrás como si la
dueña de casa esperara invitados de un momento a otro. Cuando Pedro se volvió
para bajar, Guillermo lo atrajo hacia sí riendo y lo besó por todos lados hasta
alojarse en la boca, dejándolo casi sin aliento y con el cabello alborotado. Lo miró con una sonrisa
pícara y lo empujó hacia una de las camas.
__!Guille!
_exclamó Pedro tratando de evadirse de sus caricias y cosquillas__. Qué pensará
la señora Simon. ¡Suéltame!..., vamos a desordenar la cama… ¡Guille!
Guillermo
se tendió en la cama y rio.
Eso espero.
__ ¿Te
levantas o no? __dijo, Pedro sin poder reprimir la risa.
Se
le veía completamente a sus anchas, tendido en uno de los dos dormitorios para
invitados.
__No.
__!
Estás borracho!
__Tampoco,
apenas he probado media copita de Champán en la salita.
Extendió
el largo brazo y atrajo a Pedro hacia la cama.
__No
estoy borracho, pero tenías toda la razón esta mañana cuando adivinaste que
pensaba secuestrarte. Pensé que a los dos nos haría bien escapar de todo lo
conocido un par de días. Y aquí estamos, ocultos en mi sitio secreto, mi
refugio, mi escondite. Por consiguiente, considérate… secuestrado _añadió,
Guillermo cariñosamente en los labios.
__ ¿Hablas
en serio? ¿Nos quedaremos aquí?
__Pues
claro _ratificó, Guillermo__. Incluso me he tomado la molestia de traer algunas
cosas que podríamos necesitar _dijo y sonrió de manera arrebatadora.
__!
Guille, eres… fascinante! __exclamó, Pedro tendiéndose a su lado en la cama,
para luego de extender los brazos y rodearle el cuello devorarle con ansias la
boca, saboreando el elixir y los suspiros.
Guillermo
había comprado esa mañana bóxers nuevos, dos pijamas aunque rogaba que no se
usaran, dos albornoz de raso, sandalias
de cama, cepillos de dientes nuevos y los artículos de tocador que usaban en la
propia casa, por todo lo cual fue al
piso de abajo. Pedro examinó todo como niño en día de Reyes.
__ ¿Qué pensará la señora Simon de nuestra
estancia aquí? ¿Sabe que estamos casados?
Guillermo
sabía que aquella mujer de apariencia tan seria era, en realidad, mucho menos
remilgada de lo que parecía y tenía un extraordinario sentido del humor.
__Tenemos
dos habitaciones, pero además pensará que es difícil oponerse a los planes de
dos enamorados.
Guillermo
había comprado hasta el perfume preferido de ambos.
__Eres
increíble amor, estás en todas _dijo, Pedro al verlo.
__Es
la idea __dijo__. ¿Quieres ir a cenar fuera?
__No
tengo apetito, además me encanta este sitio__ dijo, Pedro y Guillermo bajó por
el resto de los bocadillos y de la botella.
Al
regresar encendió la chimenea y se sentaron junto a ella saboreando los
bocadillos y las exquisitas galletas inglesas, uno con el otro, solos, era lo
que llevaban años deseando.
Poco
después Pedro se retiró a la habitación de al lado. Guillermo intuyó su
inquietud, a veces le costaba dormir con él, todavía. Lo oyó abrir la ducha,
y estuvo tentado de acudir al mismo
sitio, pero se contuvo, al cabo de un buen rato oyó ruidos en la habitación, le
gustó adivinar qué estaría haciendo. La ropa de noche que había comprado era
digna de una noche de bodas, que era lo que esperaba que fuera esa… con suerte.
Se acercó despacio a la puerta y llamó levemente con los nudillos. Se le cortó
la respiración cuando vio a su esposo con la bata que moldeaba su cuerpo y el
pelo medio mojado que enmarcaba su rostro perfecto.
__Estás
precioso.
Jamás
conocería a un hombre más hermoso.
__Es
todo muy bonito, gracias Guille… te lo agradezco _dijo, Pedro, mirándole
tímidamente.
__Pedro…
Pedro
esbozó una sonrisa plena que iluminó la mirada, que marcó los hoyuelos, la
sonrisa de un hombre enamorado de su dulzura, de su don de gente, de su
amabilidad. Al mirarle, aunque no lo recordara, bendijo ese día en que lo
conoció tantos años atrás.
__
¿Por qué no entras un momento? __preguntó, haciéndose a un lado.
Guillermo
cruzó el umbral, y venciendo sus reservas, lo estrechó en sus brazos. Bastó un
leve contacto para que las batas resbalaran y terminaran en el mismo montón
sobre la moqueta.
__Ta
amo, Pedro, siempre te he amado, presente o ausente, nunca pude sentirte muerto
_ dijo Guillermo, contemplando casi sin habla su cuerpo, hasta unir los
labios, empaparse de su sabor,
succionándolos y delineándolos, sin saciarse de ellos mientras las manos
imprudentes exploraban límites y corredores, las lenguas salían al ansioso encuentro,
y comenzaban la danza que imitarían más tarde en todo movimiento, y unidos en
el beso se dejaron caer en la cama, era esa unión mucho más de lo que ambos se
atrevieran a soñar solo meses atrás.
--Sos
el dueño de mi alma que tanto anhelé por años y estuve en el sitio exacto en el
lugar demarcado para conocernos, y ya el amor me guió desde entonces pese a todo, en cada momento, y
estamos sanos, a salvo.
Pasé mucho tiempo en tu búsqueda y al fin llegaste, no deseo que te alejes de mi lado ni un minuto amorcito, anhelo que seas quien haga vibrar una vez más mi triste corazón lleno de soledad. Me preguntas, qué es el amor, te veo y no sé qué contestar, durante el tiempo que he estado junto a vos aprendí lo que significa el amor.
Ahora te puedo explicar lo que es el amor, es lealtad, es tolerancia y confianza, amor es brindar la mano para seguir adelante con bondad, afecto y veneración.
La confianza es amar porque no se encuentra la miseria de engañar o esconder secretos, nos hace falta tener calma en momentos muy duros de entender, porque somos diferentes.
El amor es darnos la confianza, sabemos que nunca nos haremos daño, la rosa blanca, el roce de tus labios, sentir el calor de tu cuerpo, eso es el amor. Vos y yo de la mano y codo a codo en la vida es el amor.
Pasé mucho tiempo en tu búsqueda y al fin llegaste, no deseo que te alejes de mi lado ni un minuto amorcito, anhelo que seas quien haga vibrar una vez más mi triste corazón lleno de soledad. Me preguntas, qué es el amor, te veo y no sé qué contestar, durante el tiempo que he estado junto a vos aprendí lo que significa el amor.
Ahora te puedo explicar lo que es el amor, es lealtad, es tolerancia y confianza, amor es brindar la mano para seguir adelante con bondad, afecto y veneración.
La confianza es amar porque no se encuentra la miseria de engañar o esconder secretos, nos hace falta tener calma en momentos muy duros de entender, porque somos diferentes.
El amor es darnos la confianza, sabemos que nunca nos haremos daño, la rosa blanca, el roce de tus labios, sentir el calor de tu cuerpo, eso es el amor. Vos y yo de la mano y codo a codo en la vida es el amor.
Ya
me cansé de amores diminutos, de hombres que me den un cuarto de su tiempo, me
cansé de tener que esperar a ser prioridad, me harté de entregarme entero y que
me tengan a medias, me cansé de escuchar tantos te amo sin hechos y tantos
besos cortados a destiempo tras un "tengo que irme", o de dar yo ese
querer mezquino a tantos como en estos años vacíos.
Quiero
un amor que se quede a mi lado, que no me haga sentir dudas, que no me hunda en
la incertidumbre, que despierte a mi lado sin prisas, que en sus fines de
semana no me haga a un lado, que no tenga que tomar el tiempo en cada abrazo
porque se hace tarde, quiero un amor para mí, que sea tan mío, que no me
destroce el alma en despedidas, no tengo por qué sentir ni provocar ese abandono, esa soledad, quiero
un amor que pueda ser ventilado, gritado y no ser el que siempre se esté ocultando como si
fuera una vil delincuente, quiero y merezco ser el gran amor de alguien y no el
secreto vergonzoso. Ya me cansé de ser o
de dar una cama temporal y aceptar boronas de felicidad. Por ello le dije todo
a Fabián, luego le conté mi verdad al fin.
Vamos
toma mi mano, camina junto a mí,
caminemos en silencio sin conversar, déjame enseñarte mi manera de pensar y de
creer.
Deseo que me acompañes, olvida todo por un segundo y toma mi mano, siente los latidos de mi corazón que tan frágil es.
Dejo que el aire me acaricié suavemente para sentir el aroma de tu piel, me preparo para ese instante, porque te amo, somos como la luna que sabe que el sol está ahí, y que en muy pocas veces se funden en un ser, porque se aman cuando llega el momento, ahora dejaré de ser quien soy y me acerco para admirar la luz de tu alma y corazón. A mi edad, no me importa cualquier hombre, a mi edad no cualquiera me daña, a mi edad mis caderas no entran en guerra por cualquier soldado.
Deseo que me acompañes, olvida todo por un segundo y toma mi mano, siente los latidos de mi corazón que tan frágil es.
Dejo que el aire me acaricié suavemente para sentir el aroma de tu piel, me preparo para ese instante, porque te amo, somos como la luna que sabe que el sol está ahí, y que en muy pocas veces se funden en un ser, porque se aman cuando llega el momento, ahora dejaré de ser quien soy y me acerco para admirar la luz de tu alma y corazón. A mi edad, no me importa cualquier hombre, a mi edad no cualquiera me daña, a mi edad mis caderas no entran en guerra por cualquier soldado.
A mi
edad, no cualquier hombre me roba una sonrisa, a mi edad no cualquiera me
endulza los oídos, a mi edad mis suspiros no se los ganan con falsos piropos.
A mi edad, me sobra dignidad y amor propio, a mi edad exijo acciones y no promesas, respeto y no amor mendigado, a mi edad, ya no malbarato mi corazón, ni permito que me sobajen, a mi edad pido lo mismo que estoy dispuesto a dar, así que, si tiene intenciones de entrar a mi vida, sepa usted que soy de esos hombres que si aman lo hacen con el alma completa, que mis besos serán solo suyos, que seré tu hombre, tu amigo y amante, que mi lado oculto y perverso será exclusivo para vos, que te tomaré la mano con cariño, que siempre bromearemos como niños, haremos el amor como locos. A mi edad ya no hay cabida para amores pasajeros e inmaduros, a mi edad me gusta el amor fuerte, sincero, leal y real, a mi edad si te abro la puerta es para dejarte entrar y sentirme cómodo y feliz en mi vida, a mi edad una promesa es un pacto sin fecha de vencimiento.
A mi edad, me sobra dignidad y amor propio, a mi edad exijo acciones y no promesas, respeto y no amor mendigado, a mi edad, ya no malbarato mi corazón, ni permito que me sobajen, a mi edad pido lo mismo que estoy dispuesto a dar, así que, si tiene intenciones de entrar a mi vida, sepa usted que soy de esos hombres que si aman lo hacen con el alma completa, que mis besos serán solo suyos, que seré tu hombre, tu amigo y amante, que mi lado oculto y perverso será exclusivo para vos, que te tomaré la mano con cariño, que siempre bromearemos como niños, haremos el amor como locos. A mi edad ya no hay cabida para amores pasajeros e inmaduros, a mi edad me gusta el amor fuerte, sincero, leal y real, a mi edad si te abro la puerta es para dejarte entrar y sentirme cómodo y feliz en mi vida, a mi edad una promesa es un pacto sin fecha de vencimiento.
__ A
veces, quisiera ser el mero espectador de un día suyo, cotidiano de su hacer
diario.
Acompañarlo en silencio, observar todo cuanto mira sintiendo todo cuanto siente, de su mirada al corazón hacia el trasvase de su alma. Caminar en esencia sin presencia, con usted,
como ese aura que lo envuelve rodeándolo de misterios, ponerme en su carne, ser su segunda piel, en la tercera persona del singular que lo admira, revestirme de sus poros transpirándolo, arropándome de su masculinidad, sentir los golpes sexistas de las miradas furtivas, la presunción de conquista sin predisponerlo, acosado y perseguido, hostigado por los ojos que desean más que miran y no ven. Es usted escribir un poema, desde las ópticas de mi percepción, lo vivo, lo siento, me rodeo de usted hasta ahogarme en su alma, rio, lloro, grito, me anudo a su dolor, me ato a su sufrimiento que es el mío, alimentándome de su compuesto surjo de su alma, y miro el mundo con sus ojos sintiéndolo con su percepción, y todos sus elementos, radiografío su alma componiendo su alma. Sufre más que calla acallando cuanto sufre, mirada de niño en un alma vieja, forjado en esa madurez que lo fragua que lo forja que le empuja a ser.
Hay en su mirada una eterna despedida, que el pasado no difumina y el presente extermina, un amor que sobrevive de lazos indisolubles, no rotos en la genética del olvido, amparado en la herida del recuerdo.
Y un corazón, cosido amordazado, encarcelado, en la prisión de máxima seguridad de su pensamiento. Le fallaron las alarmas, le engañó el corazón con las miradas, pudieron más sus latidos que la soledad y su razón.
A veces, quisiera abrazarlo, abrigando su piel como un niño desde dentro de usted,
besarlo como el amante que nunca tuve, con su lengua, acariciarlo como Dios enamorado con su tacto, oír cuanto escucha en la vibración de sus risas, sentir el viento en su cara sonreír con sus labios, y ser yo, solo yo cuando lo amara. Tiene un amor en el alma que amenaza su soledad, con la manía persecutoria de amarlo, poseyéndolo.
Acompañarlo en silencio, observar todo cuanto mira sintiendo todo cuanto siente, de su mirada al corazón hacia el trasvase de su alma. Caminar en esencia sin presencia, con usted,
como ese aura que lo envuelve rodeándolo de misterios, ponerme en su carne, ser su segunda piel, en la tercera persona del singular que lo admira, revestirme de sus poros transpirándolo, arropándome de su masculinidad, sentir los golpes sexistas de las miradas furtivas, la presunción de conquista sin predisponerlo, acosado y perseguido, hostigado por los ojos que desean más que miran y no ven. Es usted escribir un poema, desde las ópticas de mi percepción, lo vivo, lo siento, me rodeo de usted hasta ahogarme en su alma, rio, lloro, grito, me anudo a su dolor, me ato a su sufrimiento que es el mío, alimentándome de su compuesto surjo de su alma, y miro el mundo con sus ojos sintiéndolo con su percepción, y todos sus elementos, radiografío su alma componiendo su alma. Sufre más que calla acallando cuanto sufre, mirada de niño en un alma vieja, forjado en esa madurez que lo fragua que lo forja que le empuja a ser.
Hay en su mirada una eterna despedida, que el pasado no difumina y el presente extermina, un amor que sobrevive de lazos indisolubles, no rotos en la genética del olvido, amparado en la herida del recuerdo.
Y un corazón, cosido amordazado, encarcelado, en la prisión de máxima seguridad de su pensamiento. Le fallaron las alarmas, le engañó el corazón con las miradas, pudieron más sus latidos que la soledad y su razón.
A veces, quisiera abrazarlo, abrigando su piel como un niño desde dentro de usted,
besarlo como el amante que nunca tuve, con su lengua, acariciarlo como Dios enamorado con su tacto, oír cuanto escucha en la vibración de sus risas, sentir el viento en su cara sonreír con sus labios, y ser yo, solo yo cuando lo amara. Tiene un amor en el alma que amenaza su soledad, con la manía persecutoria de amarlo, poseyéndolo.
Tempestad
en los suburbios de mi cuerpo, se desgarra mi piel al contacto de tu mirada.
Me evaporas, la arquitectura de mi firmeza se desploma, vibro en los segundos de tu pestañear, el tiempo se excita en el rincón. Mis brazos se deshacen al roce de tu cadera, ardo, estallo, un animal al acecho es mi umbría, me haces cautivo de tus rejas, domas los furores de mi vuelo.
Al encontrarse las carnes hambrientas se apaga el invierno. Comienza el festín. Hasta quedarnos dormidos una nívea piel y un rojo de fuego invitan al juego, sin apuro, lentamente desnudarnos totalmente, así sentir nuestra piel en goce sabor a miel, delirando a cada instante.
Me evaporas, la arquitectura de mi firmeza se desploma, vibro en los segundos de tu pestañear, el tiempo se excita en el rincón. Mis brazos se deshacen al roce de tu cadera, ardo, estallo, un animal al acecho es mi umbría, me haces cautivo de tus rejas, domas los furores de mi vuelo.
Al encontrarse las carnes hambrientas se apaga el invierno. Comienza el festín. Hasta quedarnos dormidos una nívea piel y un rojo de fuego invitan al juego, sin apuro, lentamente desnudarnos totalmente, así sentir nuestra piel en goce sabor a miel, delirando a cada instante.
Nada
parece bastante, las caricias ni los besos… es tan grande el embeleso, tan abundante la gana que rodamos por la cama, buscando
compenetrarnos dos en uno, transformarnos y quedar así fundidos.
Acompasados latidos, un rítmico bamboleo
complaciendo ese deseo, que atrapa nuestros sentidos hasta quedarnos dormidos, relajados,
extenuados… humedad en nuestras manos,
nuestros rostros, nuestros sexos.
El
aire blanco, mi panorama negro; los silencios guardan respeto, a lo alto una
hermosa luna despidiendo la tarde lluviosa, contemplo el universo lleno de
bellas luces, las estrellas conforman el universo, mis pies no tocan el suelo y
dejan huella.
Mis
labios te sorprenden, duelen de tanto besarte, estar contigo para abrazarte
fuerte y escapar juntos, ser el centro de tu insomnio, tu piel es mi destino,
urgen tus caricias, la noche espía de anhelos, bebiendo la sal de nuestros
cuerpos, me atrapaste con la pasión desbordada del mar de tus ojos que me
tienen cautivo.
Enamorado
e ilusionado, con sueños sublimes, tan infierno vivo en el paraíso, somos
océano, bravura de olas, mis suspiros llegan a ti en instantes, inconsciente mi
voz pronuncia tu nombre; ojos cerrados, tangible te veo, miradas en silencio
sin palabras, la noche es magia indiscutiblemente, mezclas de aromas embriagándome
por la seducción, carnes fundidas iniciando el ritual del amor.
Caricias
toscas y tiernas, desórdenes explorando la desnudez, cordura que se pierde ante
la calidez de unos brazos amados, renace un nuevo yo, vivo ante tu bella
pasión, desorbitas mi vida, hasta que amanece y sale el sol.
Pedro aun sin recuerdos comprendió que le amaba como jamás había amado a nadie en su vida. Ahora se sentía su esposo, y siempre lo sería. No tenía pasado, pero el presente y el futuro eran suyos.
Al
cabo de unas horas se amaron bajo la ducha, más tarde se dirigieron al otro
dormitorio, apagaron las luces y se tendieron en la cama mientras el fuego se
convertía en rescoldo. Después hicieron de nuevo el amor y se durmieron uno en
brazos del otro siendo un solo cuerpo, unidos para siempre en almas, como si
aquella fuese su noche de bodas. Fue una noche inolvidable.
Por
la mañana como por arte de magia el desayuno apareció en el salón, y bajaron
envueltos en las batas.
Se
sentaron a beber el café que tanto necesitaban, y se miraron en silencio,
mientras saboreaban panecillos, había transcurrido mucho tiempo, pero solo se perteneció
siempre uno al otro.
_ ¿Te
sientes bien? __preguntó, Guillermo.
__Casado
__respondió, Pedro.
__Yo
también, y no alcancé a comprar la alianza.
Pedro
lo miró con dulzura, y sin mediar palabras, Guillermo lo acompañó otra vez al
piso de arriba, sin preocuparse de las masas y el café.
El
cuerpo me estaba traicionando, no me podía contener, nunca pude, tenía razón. O
quizá era mi pensamiento queriendo traicionar a mi cuerpo. Me estremecí. Cerré
los ojos, y sentí los nudillos de Guille rozando mis cumbres, los tenía duros.
Es tan
extraña la naturaleza, con la rigidez y los múltiples sentidos. Nos ponemos
duros de deseo y de miedo, duros de excitación, duros de rechazo. Mis pezones
duros en sus nudillos duros. Sus ojos me penetraban y podía sentir su umbría y
la mía, duras también.
Guillermo
me besó. Su lengua estaba húmeda, me rebalsó la boca, se onduló como en una
danza con la mía. Esa lengua que penetraba todos mis poros y conductos ahora
estaba en mi boca y se enredaba con la mía. Nos besamos con desesperación y
desenfreno. Todos los pensamientos desparecieron.
Sólo
me concentré en su lengua y la mía, dejé de distinguirlas, eran una sola.
Guille
me tomó del pelo y empujó mi cabeza hacia abajo. Seguí concentrado en su boca,
ahora la rigidez era resistencia.
Él se
empecinó en llevar mi boca hacia su hombría, mientras con la otra mano se abría
el pantalón. Mientras lo amaba me propuse imaginarnos en una playa.
Sus
susurros entre besos me cortaron el ritmo en esa mezcla de curiosidad y deseo.
Me
levanté jugando y caminé hacia la playa. No sabía dónde estábamos.
Guille
me siguió.
Quise
probarme, el poder resistirme a la tentación de mi propio deseo.
Atravesé
un médano anclando mis ojos en la línea del horizonte dibujada sobre el mar, lo
escuchaba lejano, quería saber si podía vencer la adicción a mi esencia, a mi
piel, respiraba por ella el deseo.
La
arena me entibiaba los pies pero más me ardía la sangre. Respiré hondo
recordándome antes de él, había cruzado la vida como sin encarnar, como
sintiendo la culpa de haber quedado en tierra sin memoria, como
si me sintiese disociado, otro.
Inhalé
la brisa del mar como en aquellos primeros años de sentirme escindido, de
prestado en el mundo, y una mano me tomó el hombro interceptándome de golpe.
Era Guille, silencioso, me había alcanzado. Me derribó en un solo movimiento y,
junto a mi cuerpo, se derrumbaron mis defensas.
Todas
mis partículas estallaron hacia él. Desaparecí por un momento y lo capturé con
mi piel, lo reduje entre mis piernas. Un instinto asesino me llenó de fuerza
bestial, Guille cayó de espaldas, yo prendido a él, fatal, le arranqué la
camisa y lo besé hambriento.
Le
abrí el cierre del pantalón y me perdí entre sus piernas más. Guille lanzó un
alarido de placer, abarqué su virilidad
por entero, con dientes enfundados retorcí la lengua a un lado, al otro, lo
sentí crecer y pulsar, todo fue urgente, brusco, y lo succioné con devoción,
enterrado en la selva de su intimidad, caminando sus sendas y montes, me hundí
en ella como caníbal salvaje y voraz.
El
cuerpo de Guille era de pronto un animal domesticado. Se entregó manso a mi
ataque. Me le trepé y lo monté con frenesí. Quise exorcizar los días de deseo
contenido, de muertes, de pérdidas. Nos miramos quemándonos, y Guille me clavó
los dedos en cada poro de mi carne, y
más allá del primer orgasmo me penetró con esmero.
Hicimos
el amor por no morir, cruzando una línea de no retorno como jamás. Retuve cada
orgasmo ante la primera fricción, guardamos las balas para explotar cada vez en
un único alarido primal.
Cuando
choqué contra el arrecife y quedé vacío, extinguido y exhausto, Guille aprovechó
para contraatacar. Rodamos por la arena una y otra vez en lucha feroz, nuestros
cuerpos encastrados ardían a la par.
Cuando
él se paralizó de golpe, la rigidez del éxtasis de nuevo me sorprendió con los
músculos entumecidos y un rictus agónico. Nos desarmamos en espasmos, en
gemidos desgarradores como si nos quemaran las entrañas. No le importó estar
dentro de mí. Todos sus conductos se fundieron en ese disparo caliente que me
colmó. Lo sentí vaciarse dentro de mí bendiciéndome, como lo hiciera antes yo, podíamos
vencer a la muerte , solo el amor podía, y al fin agonizamos uno al lado del otro,
abrazados nos fuimos del mundo, arrullados por el sonido del mar.
__Pedro…
__Sí
mi amor, aquí estoy.
__Pedro…
__repitió él__. Dijiste que volverías y tardaste mucho.
__ Nunca
quise apartarme de tu lado amor, me obligaron a hacerlo, pero estoy de regreso
y ya nunca más nos separaremos. Quiero rehacer mis recuerdos, que me cuentes
todo, y rehacerlos a partir de tu relato, y de este fin de semana.
__ ¿Ya
nunca más volverás a dejarme solo?
__Nunca
más, amor mío, nunca.
CONTINUARÁ.
ALGUNOS
PERSONAJES PERTENECES A POL- KA Y A LA FICCIÓN FARSANTES.
HECHOS
Y PERSONAJES SON FICTICIOS. CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE
ADULTO.
FICCIÓN
SIN FINES DE LUCRO, CON FINES RECREATIVOS.
Lily Rz Maravilloso !
ResponderEliminarDelia Bellísimo
ResponderEliminarMaria Cristina Maravilloso
ResponderEliminarAlfa Hermoso.
ResponderEliminarMartha Bellisimo!
ResponderEliminarVeronica Lorena Piccinino Bellísimo Eve Monica Marzetti... un poema al.amor...es una de las historias más lindas
ResponderEliminarHermoso Eve...Estoy feliz con el reencuentro de estos dos enamorados eternos, con el regreso de Pedro, con este amor maravilloso que ha vencido todas las dificultades y, que estoy segura, no morirá jamás...
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