viernes, 18 de octubre de 2019

"SEÑALES DE AMOR" CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO.


"SEÑALES DE AMOR"

 CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO. 

22 de diciembre de 2017.


 “Si alguien llama a tu puerta y estás triste, abre, que es el amor,
amiga mía”. Gabriel García Márquez.
“Qué buen insomnio, si me desvelo sobre tu cuerpo.”
Mario Benedetti.
“El tiempo es el mejor autor del amor,
siempre encuentra un final perfecto”. Charles Chaplin.

__ ¿Preparado, Pedro? __preguntó, Gaby luego de haber sacado a Guille de la casa sin aliento, casi.

Emanuel apareció a su lado con una sonrisa provocadora, y un anillo de boda de oro al lado del de diamante de compromiso que le había regalado Diego. Llevaban ya meses casados.

__Sí, ¿estás listo, Pedro?

_Ya basta Guille me estás poniendo nervioso a mí _pidió Alberto  ante la ansiedad del cuñado __. ¿No lo viste hace un rato acaso?

__Lo vi, pero ¿qué pasa si a último momento huye?
__ No sé si tomarlo para risa o si matarte, ¿acaso no sabes cómo  sigue la leyenda?
__Ni se te ocurra hablarle a tu hermano de  la leyenda…  si viene…  porque no se va a casar, y todo esto sucede porque no se casaron antes ustedes.
__ ¿Yo tengo la culpa de tus nervios ahora?
__Papá, dejen de discutir que es un papelón, la gente ya escuchó todo _ advirtió Fabián acercándose con Guillermito en brazos.

__No es pelea, es que Gaby y Beto deberían estar casados desde hace más de un año, y entonces yo estaría algo más tranquilo __ respondió el padre mirando  para todos lados.

__ ¿En qué quedamos con la leyenda?
__ ¡Uy,  no!, mejor me voy con los invitados, yo de esas cosas no quiero saber nada.
_Nada, olvídalo, a lo otro le temo, y lo sabes.
__Guille, yo pensé que el del miedo era mi hermano, no vos.

 __Por mucho que Pedro me ame si le da el  ataque de pánico puede estar en la puerta y lo mismo salir corriendo, lo sabes, no sería la primera vez, no debí dejarlo solo _ continuó con un temblor en la barbilla perceptible.

__No lo dejaste solo, estaba con mi novia, por lo tanto yo debería estar igual de preocupado _dijo Alberto cambiando el peso de un pie al otro__. Yo le regalé las perlas, y se convirtieron en flores, mira qué augurio, lo único que me consuela es que fue el año pasado. Pero casi se me muere.

__Ya basta con lo de la leyenda y con la enfermedad de Gaby, no vuelvas a decir algo así, ella está perfecta.
__Está perfecta, pero por benigno que fuera el tumor tiene un  tajo en el cerebro, no sé si te acuerdas.
__Para colmo de males, estoy enloquecido de celos porque lo dejé peor que solo, estaba llegando el ex, y sabes que tu hermano es su debilidad por casado que esté.
__ ¿Qué ex?
__Emanuel, todavía no estoy tan loco como para celarlo de Camila aunque sí, lo celo de todos y de todo, tengo este carácter endemoniado, y además tu hermano es mío, lo sabes, nada más que mío.
__ Bueno, ya Guille primero era por el pánico, luego la leyenda y ahora Emanuel, ¿puedes pensar que están llegando por favor? ¿Quieres que  vaya a buscarlos? Sería un papelón, pero ya me pusiste nervioso a mí también.

__!No!
Guillermo recordó lo que sabía de la leyenda, su tío abuelo  y la mujer que lo esperó toda la vida enterrada muy cerca, la primera pareja de un amor que dependía de ellos para romper un sortilegio que lo condenaba. Aquella mujer hermosa que vio al llegar a la casa nueva, su visita al cementerio y la aparición de aquel príncipe.
Lo que le contara Alberto, lo que le refrendaran sus padres…

“Una joven doncella vivía en la colina de las hadas, una mujer que cuidaba de su padre, ya que la madre había muerto al dar a luz, que se ocupaba de la casa y el jardín y se comportaba con orgullo.
Al pie de la verde ladera de la colina estaba el paraíso para todas las hadas: el palacio que gobernaba el apuesto príncipe. Él también era orgulloso y bello y tenía una melena negra como el ala de un cuervo, y los ojos de un color azul abrasador. Aquellos ojos se fijaron en la doncella y los de ella también se entrelazaron con los de él sin poder escapar a su magnetismo.
Un amor poderoso tanto que asustaba los atrapó, un amor de fantasía y mortal pensaron, y por las noches, mientras los demás dormían, él la transportaba a lomos de su caballo alado. Jamás hablaron de su amor, el orgullo no se lo permitía. Una noche, el padre de la doncella se despertó y la vio bajarse del caballo. Temeroso por ella, la prometió en matrimonio con otro y la obligó a casarse de inmediato.
 El príncipe cabalgó en dirección al sol y guardó los ardientes destellos en una bolsa de plata. Cuando ella salió de la casa para verlo por última vez antes de desposar al mortal, él abrió la bolsa y derramó diamantes a sus pies…  eran joyas regaladas por el sol.

__”Tómalas, ya que son la pasión que siento por ti.”
Le prometió la inmortalidad y una vida llena de riquezas y gloria, pero nunca, ni siquiera en ese momento le habló de amor.
Ella lo rechazó y le dio la espalda. Los diamantes se convirtieron en flores.
Él volvió a visitarla otras dos veces. La primera cuando llevaba a su primer hijo en el vientre. Derramó perlas que había recogido de las lágrimas de la luna. Representaban, le dijo, la añoranza que sentía por ella. Sin embargo la añoranza no significaba amor, y ella se debía a otro.
Al retirarse ella, las perlas, se convirtieron en flores.

Pasaron muchos años antes de que él volviera a verla por última vez, años en los cuales ella vio crecer a sus hijos, cuidó de su marido enfermo y le enterró cuando era una anciana. El príncipe deambuló por el palacio y vagó por el cielo montado en su caballo. Se zambulló en el mar para arrancarle el corazón, el último regalo para ella. Lo volvió a derramar a sus pies, eran zafiros que representaban su constancia. Entonces, cuando por fin le habló de amor, ella solo pudo enjuagarse unas amargas lágrimas ya que su vida tocaba a su fin. Le dijo, que era demasiado tarde, que nunca había necesitado ni la riqueza ni la gloria, que tan solo había querido saber que él la amaba, que la amaba lo suficiente como para hacerla olvidar el temor a cambiar su mundo por el de él. Esta vez cuando ella se volvió y los zafiros se convirtieron en flores, el dolor y la cólera del principie estallaron en un sortilegio.
Ella no tendría descanso sin él, ni volverían a verse hasta que tres parejas de enamorados eligieran el amor por encima de todo lo demás aceptándose el uno al otro y poniendo en peligro sus corazones.”

__ Yo no solo la he visto,  lleva trescientos años en la casa, sino que la he soñado, Beto, y de nosotros depende que termine esa tortura pero los dos demoramos como estúpidos en reconocer nuestro amor, espero que no haya sido demasiado tarde.
__Yo no demoré tanto…  me enamoré apenas la vi el día de tu mudanza, y eso que yo no veo hadas y príncipes, esos solo los ves vos porque es tu tío abuelo, yo sentí las señales de amor todas, supe que esa mujer sería mía y solo mía y  me sentí su dueño pese a todos y a todo.
__Yo sí di vueltas, primero ese idiota contrato de solo sexo, luego lo mismo, pero es que estaba Camila, y el pasado de tu hermano, su pánico, hice lo mejor que pude para estar  a su lado.
Ella es hermosa… la doncella o lo que sea que habita la casa, es rubia,  de ojos verdes muy claros pero de mirada triste, y su perfume es de rosas, es lo que persiste siempre, solo la vi una vez. A él lo confundí con un borracho cuando me habló en mi visita a la tumba de mi tío abuelo.
El supuesto príncipe me dio la perla que le regalaste a Gaby y que lleva en el anillo del compromiso pero no tengo los zafiros que supuestamente serían de la tercera pareja, fui a comprarle a Pedro, pero dudo que eso tenga valor.
__Como sea se necesita que otro par de corazones se prometan, de encontrarse ya lo hicieron, personas que conozcan esa casa.
__Eso suponiendo que mi tío abuelo le regalara a la anciana de la tumba diamantes.

Tengo una fotografía de ella con una de mi tío abuelo en uno de los álbumes que Mirna se quedó cuando murió el abuelo, era él quien conocía más de la historia, pero nunca quiso hablar de ella ni de este sitio si no que se mudó con toda la familia como sabes y nunca más regresó. Él se me presentó como el príncipe de las hadas en el cementerio, y es como se lo describe.
__ ¿No te dio los zafiros?
__No, en un momento me dijo que yo era un tipo demasiado cínico y racional, y entonces sus ojos refulgieron y pareció que de sus dedos salieron destellos dorados. De repente, apareció una esfera entre sus manos transparente como el agua, en ella flotaba la imagen, la mía con Pedro en una playa.

“Mira cuál es tu destino. Él es hermoso y tiene una voluntad fuerte, un corazón hambriento. ¿Serás lo suficientemente inteligente como para conseguir  lo que te ofrece el destino?”

Me arrojó la esfera, y  noté que mis dedos atravesaban algo frío y suave y que la esfera se deshacía entre mis dedos. Y el tipo cuando elevé la mirada ya no estaba como en un truco de magia.
__ ¿Y le contaste  eso a mi hermano? _interrogó Beto.

__Textualmente, no. Si casi me dio un ataque de pánico a mí, porque luego de verlos  vinieron los sueños. Al principio me dije eran jugadas del subconsciente, casi terminé en el psicólogo como Pedro,  pero vi el personaje del cementerio que cabalgaba un caballo blanco y alado por encima de un inmenso mar azul. Yo sentía el lomo y notaba los músculos del mítico corcel debajo de mi cuerpo, y a lo lejos el mar y el cielo estaban claramente delimitados, el cielo era plomizo el mar de color zafiro.
El caballo se zambulló, cortó la superficie del mar con sus poderosas patas delanteras y yo pude ver, notar todas y cada una de las gotas. Pude paladear el sabor salado en los labios.
Me encontré en un mundo turbulento y gélido de un misterioso brillo. Podía ver el parpadeo de las luces, como el batir de alas de hadas, y podía oír gaitas que sonaban entre el sonido del mar. Todo estaba a gran profundidad pero se movían en ese medio como si volasen. En el lecho del fondo del mar se elevaba un palpitante promontorio de color azul intenso. Era como un corazón anhelante. Desde su interior el que se hacía llamar príncipe llevó mi mano hacia esa masa y sentí su resbaladiza textura, la onda vibrante en mi propio brazo, cerré los ojos torcí la muñeca y arranqué el corazón del mar. “Para pedro, pensé. Es mi constancia, solo para Pedro.”

Al despertar seguía teniendo el puño cerrado, por supuesto me galopaba el corazón y la mano estaba vacía y empapada, y sentí como una energía que se desvanecía entre mis dedos. Pero ante cualquier pesadilla despiertas así, pensé.
Me levanté para lavarme la cara, espabilarme, y al pasarme la mano por el pelo estaba mojado, miré la mano, empapada, sudor pensé, pero olía a mar, Beto.

__Sigue cuéntame todo, tal vez necesite saberlo de ti, yo no puedo verlos.

__ Llamé a mi padre,  él regresó una vez al lugar, y conoció a la mujer que esperó a mi tío abuelo cuando aún vivía, era de unos setenta años, ella lo llevó a la tumba de su antepasado, de su tío, y le habló de su amor, de cuando partió a la guerra, del telegrama fatídico, del entierro.
Y lo último que hice fue ir allí, a la tumba y apareció de nuevo.
__ ¿Tu antepasado?
__El otro, el príncipe.

“Los mortales levantan monumentos a los muertos,  piedras y flores lo que perdura y lo efímero ¿por qué viniste tú a visitar a alguien a quien no conociste vivo?
__Por cuestiones de sangre, supongo.
__Me parece que tienes más sangre de tu madre que de tu abuelo y su hermano, más el razonamiento de abogado que te nubla la visión como para que aceptes lo que tienes ante ti.
__Sin embargo, hasta el momento no había hablado con hadas y fantasmas.
Entonces se conmovió, me pidió que le contara de ella.

__Ella es lo único importante y lo único que no puedo ver con claridad como te pasa a ti con ese muchacho, ¿sabes lo que significa amar a alguien con el alma y el cuerpo y que esa persona esté fuera de tu alcance?
_Creo que empiezo a saberlo.
__Cometí un error con ella, y es un golpe muy duro al orgullo. Ella también cometió un error. En este momento no importa quién es más culpable- ¿Qué te dijo?
__Me habló de remordimientos. De pasiones como fogonazos ardientes y del amor duradero e infinito. Te añora.
__ ¿Le dirías que sigo esperándola y que nunca he querido a otra desde que nos conocimos, desde siempre? Es hermosa, ¿verdad?
__Lo es.
__A veces olvidamos ver el corazón por encima de la belleza. Yo lo hice, y lo estoy pagando muy caro, que no te suceda _ dijo_. Ese antepasado tuyo era un buen hombre, un poco soñador, con un corazón demasiado débil para hacer lo que la guerra obliga a hacer a los hombres. Sin embargo cumplió con el que se debe y dejó el amor atrás.

Los conocí a los dos, aunque solo ella, me conoció a mí. Ella le dio un amuleto antes de que se fuera _ extendió la mano y apareció un disco de plata__. Me imagino que a ella le gustaría que lo tuvieras tú que cerrarás el círculo, o eso espero.

Cuando lo tomé la plata estaba caliente, y solo decía en el grabado: amor eterno. Ella se lo dio a él, y él lo llevó siempre consigo, sin embargo la guerra acabó con todo, menos con el amor. Tu tío abuelo deseaba una vida sencilla, a diferencia de tu abuelo que fue a buscar riqueza y se volvió duro. Yo te deseo suerte en las dos cosas,  en lo que construyes en el trabajo, y en el amor.
__No formaba parte de mi plan…  Pedro.
__No es cuestión de planes. Es lo que es siempre fue,  él es tu destino y siempre será.
Hubo un tiempo en que ella acudía a mí con los ojos ardientes y el corazón desbocado, supongo que conoces las señales, palmas frías y sudorosas, erizamiento, caos de sensaciones, latidos, cosquillas en el estómago, falta de respiro,  rubor que asciende, excitación evidente,  aleteos, y yo estaba seguro que podía deslumbrarla con promesas y regalos y nunca le ofrecí lo único que ella realmente esperaba.

Pudo haber una segunda oportunidad si no  llego a esperar tanto para aprovecharla. No pasaré de esta tortura hasta que termine la espera por favor, no huyas de Pedro ni permitas que él lo haga.”

__ Y en eso estoy, pese a que entonces no estaba muy seguro de que este día llegara, guardé el disco pegado a mi corazón que le daría calor y espero dárselo a Pedro luego de casarnos.
Le he ido contando esto a Pedro de a poco, lo último que viví fue que me dijo que la paciencia y constancia no contaban entre mis virtudes y que las necesitaría, como él que llevaba trescientos años esperándome.

“__ ¿Tu corazón es constante, Guillermo?
__No he pensado mucho en ello.
__Eso se parece a una mentira pero ahora que  te gusta Pedro ¿crees que podrías aceptar sus excusas y marcharte sin dar la pelea?
Llevo tanto esperando que aunque no me contestes te digo que eres el definitivo, te quedas atónito al verme porque crees puedo tomarte por tonto lo que no es más que un orgullo similar al de tu abuelo, y lo único que tienes que hacer es aceptar lo que te ha sido dado.
Tu sangre bulle solo por él, tienes la mente nublada y colmada de él, pero te frenas antes de saber lo que tu corazón siente por él, y no me digas que no son compatibles. ¿Acaso no es la pasión el primer paso para el amor y la añoranza el segundo? Ya has dado los primeros, no seas duro como para no reconocer el que sigue, y no olvides que sigo esperando.
Cada vez que los veo pelear, me digo son tozudos y estúpidos, son dos estúpidos enamorados y ninguno de los dos sabe tratar con la estupidez, y tienen miedo de dejarse llevar por la insensatez y permitir que los domine el amor. Los dos desean lo mismo y no se lo dicen, las elecciones, el ritmo y los pasos del baile tienen que decidirlos ustedes aunque mi corazón,  mi felicidad mi destino dependa de los mortales”.

Y entonces supe que el amor es una piedra preciosa tallada con demasiadas facetas en la que fuerza y debilidad van de la mano y que nadie puede darlo ni tomarlo si no es desinteresadamente. Lo amo, lo añoro a Pedro, su cuerpo, su corazón, su alma lo doy todo por aspirar su aroma, por tocarlo, por oír su voz, y derramaría a sus pies todo mi amor con grandeza y humildad, y las flores que sembremos serán eternas, cuando lo entendí, le conté todo esto, pero ha pasado un año para que lleguemos aquí.
Y eso sin contar las peleas por otros temas, como cuando le propuse que dejara la empresa y trabajara para mí, le ofrecí contratos, sociedades, precios.

“__Sal de mi casa, Guille. No me acuesto con un hombre que me mira y cree que puede comprarme.
__ Sí ya sé, caí en lo de la leyenda sin darme cuenta. __No he querido decir eso, no lo pienso.

__Lárgate, infeliz _dijo, Pedro temblando.

__Espera, Pedro __ conseguí parar la puerta antes de que  la cerrara en mis  narices__. Perdóname, escucha.

__ He dicho que salgas de mi casa.

Ya no estaba pálido sino rojo  de ira con una caja de porcelanas en la mano.  Contaba con un segundo para decidir si avanzar o retroceder,  un segundo demasiado largo ya que la caja pasó volando por encima de mi hombro.
__Perdón __repetí mientras lo aferraba de los hombros antes de que pudiera hacerse con más municiones__. Me he equivocado por completo. Escúchame.

__Suéltame, Guille.
__No hay ningún motivo pero escúchame.
Pedro vibraba de rabia.
 __ De acuerdo, pero suéltame y escucha.

Apreté más las manos pero luego lo solté, pensé que me lo tenía merecido. Eso y más por lo que temía que él tuviera preparado más. Que me apartara de su vida y ni ustedes se casarían. No solo interpretó que a cambio de casarnos le daría todo el dinero, sino que lo vi con Emanuel y le hice un berrinche de los míos, terminé a las trompadas.

__Créeme no me gusta más que a vos ser celoso. Es despreciable.
__Tú has estado con decenas de ex hombres y mujeres. ¿Te lo arrojo a la cara y te rebajo?
__No. __Me di cuenta que la herida había sido profunda y que ambos sangrábamos__. No tenía derecho ni un motivo. Mis sentimientos estaban descontrolados y yo lo estaba __. Hacen que me comporte como un estúpido.

 __ No he pensado en otro hombre desde que te conocí, te confié todo mi pasado. ¿Te parece suficiente?
__Debería, pero no__ dije aturdido__. Necesito algo más de vos, algo luego de lo cual ya no haya marcha atrás, y por mi parte, estoy deseando  darte todo lo que quieras.

Los latidos desenfrenados se convirtieron en una punzada de dolor.
__Digamos que quiero los derechos exclusivos sobre ti, de mirarte, de tocarte, de olerte…
__Tarjetas de crédito, acceso a cuentas bancarias y yo tendría que firmar que seré solo tuyo.
__Es una forma de decirlo pero yo… _Ni siquiera lo vi. Un objeto de porcelana se estrelló entre mis ojos, y a pesar de ver estrellas vi la ira y la palidez de su rostro.

__ Maldito. ¿Qué diferencia hay entre un… y un mantenido salvo la diferencia en la forma de pago?
__ ¿Mantenido? __Me toqué la frente y los dedos se mancharon de sangre.

 Las lágrimas le restaban puntería, pero los objetos volaban y rebotaban por todos lados, fue cuando a ustedes le dijimos que habían entrado ladrones.

__Guille.
__ No quiero un mantenido.
 Lo vi desaparecer, tenía la sensación de que podía estar buscando un cuchillo para matarme cuando oí un portazo, me porté como un animal. Corrí escaleras abajo y lancé una palabrota cuando oí que cerraba la puerta, los dos medio desnudos y Pedro sacando la crisis a la calle.
Salí detrás de él.

“Maldito Guillermo, maldita leyenda, maldito amor. Pedro se olvidaría de todo, de las esperanzas, de los sueños y promesas Si el amor era ese desprecio, se olvidaría e iba a echar todo al mar o al río. Estábamos en Chile”.

Corría por el rompeolas con el cabello agitado por el viento bajo un cielo que anunciaba el amanecer. El sonido de las olas no dejaba oír los propios sollozos ni mi llamada implorante.
__Pedro espera. No lo hagas.__Me temblaban las manos mientas lo abrazaba y él se rebullía. Pensé que iba a arrojarse al agua. Se revolvió como gato salvaje, me mordió y arañó, y asustado y como defensa lo tumbé sobre la arena y me puse encima de él para inmovilizarlo.

__Tranquilo _ dije entre jadeos__. Tranquilo.

__Te mataré en cuanto pueda.
__Te creo. __Lo miré. Tenía el rostro bañado en lágrimas que pese a la furia seguían cayendo. Era la primera vez también que él me veía a mí llorar por él__. Lo merezco por haber llevado mal todo el asunto. Pedro, no te estaba proponiendo que fueses mi mantenido, que es una palabra fea y ridícula e inaplicable a vos. Intentaba pedirte que te casaras conmigo, que pongamos fecha.
Entonces él se quedó sin respiración, como si le hubiese dado un puñete en pecho.

__ ¿Qué?
__Te estoy pidiendo que te cases conmigo.
__Casarme? ¿Esposos? ¿Anillos? ¿Hasta que la muerte nos separe?
__Eso es, amor mío, sos el amor de mi vida,  solo existo por vos, nada tiene sentido sin vos, Pedro. Si me dejaras yo sería una cáscara vacía, te quedarías con mi alma, un ser sin alma.
__ ¿Te importaría levantarte un poco? Me haces daño.
__Perdón, ¿me oíste?
__Es la misma… el alma, tuya y mía es una, la mía es tuya la tuya es mía, es una, y tú eres mi vida,  el único en mi vida…  aunque no entiendo si así te declaras, ofreciendo cuentas y dinero. ¿Crees que me he fijado en lo que tienes, que me casaría contigo por lo que tienes? Por mí puedes quemar el estudio,  las casas y los coches hasta que no queden ni las cenizas, yo puedo encenderlos.
__Lo has dejado claro…
__Te acepté por nada, y ahora te rechazo.

Se dio la vuelta y levantó el brazo abrió la mano.
__ ¿Qué es eso?
_Es mío. La leyenda, un zafiro, me lo dio el príncipe. __Se apartó porque la voz se le entrecortaba__. El corazón del mar. Me dijo que podía pedirle un deseo, solo uno. El deseo de mi corazón. Pero no lo usé ¿sabes por qué?

__No pero no llores. No puedo soportarlo.
__ Porque quería que me ames sin necesitarlo. Ese era mi deseo. Así que no podía usarlo y conseguir el deseo.
__Yo te había ofrecido cosas y vos solo me querías a mí. Lo suficiente como para arrojar al mar la fortuna que yo pensé que deseabas.
__Te he amado sin contratos sin usar la piedra.
__Te amo.  __Le volví a tomar la mano y se la cerré sobre el zafiro__. No lo tires es parte de la leyenda, no tires todo por la borda porque yo haya sido un estúpido. Déjame arreglar esto.

__Estoy cansado _ dijo__. Sencillamente estoy muy cansado.

__Hace tiempo…  me parece que ha pasado mucho tiempo, te dije que no podía enamorarme, y lo decía en serio. Lo creía. No había nadie…
__Yo tampoco sabía amar pero __pasó los dedos por mis mejillas__ te habría aceptado fueses príncipe o mendigo, pero ya que me amas, entonces conservaré el zafiro y seremos príncipes.

__ Sos perfecto como uno.
__Lo soy, sin duda.”


__Papá _ irrumpió, Fabián y los devolvió a la realidad__. Al fin di con ellos por teléfono, están llegando, no te mueras ni hagas locuras.

__Gracias hijito.

__
Amanece el día con sus albores de felicidad que para nosotros fue negado  hasta que llegaron las señales,  divino inicio para un amor que es eterno, un lazo indestructible nos anuncia que será así, aquel que es un solo corazón, un solo sentir, amor que no cree en tormentas ni en desatenciones, amor que rompe barreras en distancias y que no cree en cansancios corporales, aquel que robando minutos y horas en beneplácito siempre se siente, amor que antepone necesidades personales para decir te amo, te adoro, quiero estar a tu lado, hoy no se diluye, amor que férreo es a sus creencias que nada ni nadie se interpondrá, dime que me amas como siempre, que me necesitas como yo a ti, que mi corazón, el tuyo desean escuchar.
Solo decir te amo, no me olvides que aquí estoy como siempre, como nunca nadie te amó.
 No es necesario  demostrar  que siempre fue, que tu querer  es  mío  y el mío te pertenece, que las necesidades no agobian, y jamás escuchar que nuestro amor fue, pues siempre es, ahí estás aquí estoy, dame el amor que siempre me das que siempre te doy y siempre te daré.
Es algo extraño. Casi indefinido. Esa casi melodía de sonidos sin música, pero invisibles, expansivos. La otra sensación que anega la mirada. Los ojos amparan las distancias. El roce casi sin serlo en cuerpo y sutileza. Somos la densidad de la materia, yendo distantes, aun siendo cercanos. Casi sin serlo  ni pretenderlo algo nos relacionó. Quizá  la sensación de lo atrevido. En su borde impreciso buscar un amor pleno, sutil en encantos. El néctar excitante de pensarnos. Así volando en transparencia sin tiempo, con el viento meciendo los árboles, susurrando un sueño  como el cielo que dibujamos. Otra melodía quizá celestial nuestros interiores oyen, derramados celosos sonidos que copos nos traen. ¿Y por qué no sentirlo, no fantasearlo? Somos los cuerpos  casi sin materia  que rozan, se unen en rito de complacencia, sin fondo ni cerco, sin vergüenzas ni utopías. Y allí hallarnos, cuyos destellos centelleantes crucen la densidad corporal y regalen otras sensaciones, las que no conocemos. La que dice que más allá de lo que se fricciona y se toca, está lo que se profesa. Gracias amado en mi silencio obstinado. Gracias por amarme en tu dócil inquietud de soñar mis sueños, porque casi invisible, casi en la nada, jugamos a ser distintos. Y abrazados fuimos medianoche de todas las noches, dos almas que atrevidos divagamos a cumplir un sueño, con el mérito de no dañarnos; sin pensar ni cuestionarnos; sin moralejas ni discursos vanos, darnos a un encuentro, sintiendo la complicidad del roce que lo anima, cuyo amor nuestros cuerpos nutrían. Yo, porque en mi juventud planeaba, mío era lo inmenso; tú porque en tu  madurez, eres la fruta madura que del árbol de la vida sus ramas sostienen. Sí,  es algo extraño. Casi indefinido, pero cierto. Más, sería una utopía no soñar que yo, siendo viento, bese tu tierra, tus raíces, el sabor dulce de una fruta caída.

__ ¿Todo eso dirás en tus votos? _preguntó Gaby que estaba de nuevo a solas con Pedro.

__Ni loco, no seré capaz de articular nada creo, esto lo escribí para él, pero es un regalo solamente.
__ ¿Vamos?

Estábamos de pie en la habitación que había ocupado Gaby mientras estuvo enferma. Que ahora era de Guille y mía. En chile había encontrado algunas cosas: joyas de Eloísa, el oso de peluche favorito de mi hermano unos cuantos álbumes de fotos y una pintura que deseaba conservar. Todo lo demás lo regalamos o lo  tiramos. Nos costó un par de días y un montón de pañuelos de papel, pero lo hicimos y después salimos para visitar tumbas de familiares, lo mismo que las de todos al regresar. Eso fue duro, no pude contener los ataques de pánico y durante esos ratos, Guille simplemente se sentó en la hierba conmigo conteniéndome mientras yo trataba de disculparme sobre todo con mi madre, con David, por lo sucedido y por haber pasado años tratando de no recordarlos hasta ocultando sus fotos.

Pasar todo eso con Guille consiguió unirnos aun más.
Cuando volvimos a Buenos Aires  ya éramos prácticamente inseparables, y como Gaby y Beto eran inseparables del todo, resultaba incómodo que los cuatro viviéramos juntos, teniendo en cuenta que Beto es mi hermano, y Gaby como  si lo fuera de Guille. Nadie quería hablar  de sexo. Gaby se había mudado a casa con Alberto apenas un mes después de la cirugía, Guille había dejado la suya a Ana y a Fabián con su familia, y se había instalado en el loft que alguna vez le alquilé para estudio.
Se puso de acuerdo con un taxista, para evitar que yo huyera, y me propuso matrimonio en medio de una mudanza, donde el hombre nos llevó, en reminiscencia de cómo nos habíamos conocido. Y luego discutimos cientos de veces la famosa leyenda, y todo había sido muy deprisa hasta el presente.

Después de la boda viajaríamos a Europa para la luna de miel, y al volver, comparemos una casa como esposos Graziani- Beggio. Sentí un tirón en el pecho y respiré hondo...
Guille ha estado hablando de tener hijos últimamente, pese al suyo y al nacimiento de Guillermito. Oh, Dios, niños biológicos o adoptivos.
Miré el manuscrito completo en el escritorio. Después de veinte cartas de rechazo había recibido una llamada de una agente literaria que quería leer el resto. Le había mandado por correo electrónico el manuscrito completo solo dos días antes. Durante dos años ese manuscrito había sido como un niño para mí y había tenido muchos miedos respecto a publicar la historia de mi familia. ¿Hijos nuestros? Me dio un  temblor cuando Guille lo mencionó por primera vez que no pasó a pánico, él se había quedado allí sereno, sentado, bebiendo su copa de whisky mientras yo luchaba por no perder el control. Diez minutos después había vuelto a mirarme.

__ ¿Has terminado?
Ya estaba acostumbrado a mis auras del pánico.

Lancé una mirada a la fotografía de mis padres que ahora sí tenía en mi escritorio. Como Guille y yo, discutían mucho, habían sido apasionados tenían sus problemas, pero siempre los superaban con la profundidad de sus sentimientos. Eran todo lo que no podían ser sin el otro. Claro que podía haber momentos difíciles, pero la vida no era una película, había que aceptarla. Luchabas,  gritabas, de alguna manera trabajabas a brazo partido para llegar a salvo al otro lado.
Como Guille y yo.
Asentí con la cabeza ante la pregunta de Gaby.

A veces las nubes eran ligeras. En ocasiones sus panzas se ponían oscuras y cargadas. Era la vida. Ocurría. No quería decir que no diera miedo ni que ya no estuviera asustado pero al menos sabía que mientras tuviera a Guille a mi lado cuando esas nubes descargaran, estaría bien. Nos mojaríamos juntos. Sabía que Guille  tenía un buen paraguas para protegernos de lo peor.
El futuro era incierto. Pero podía afrontarlo.

__Sí, estoy preparado. Vamos.


Guillermo corrió tras él que luego de dar el  sí,  luego de la ceremonia religiosa de Beto y Gaby, al llegar el momento de las fotos salió corriendo, hacia la costanera, ya lo imaginaba, porque  cuando supo dónde y cuántas personas irían a la fiesta empezó a respirar con dificultad.
Lo halló sentado contra el paredón, el río furioso debajo, con los ojos cerrados y se sentó a su lado.

__Me mentiste.
__No.
__Te dije que apenas podría soportar las ceremonias, y me mintieron todos entonces, me dijeron que solo habría una fiesta privada, y no de esa magnitud que no podré soportar.
__ ¿Seguro que no?
__ Acabo de salir de un ataque espantoso. No.
__ ¿Me amas como para confiar en mí?
__Cómo no he de amarte si tú me acompañas  siempre, y no es cuestión de cercanía o distancia, tantos rodeados de todo y sintiéndose solos, yo me lleno de ti en cada paso que doy, donde sea que vaya ahí estás tú amor mío, vives en lado izquierdo de mi pecho.

Maravillosa la vida... Y es que con tu presencia todo tiene un toque  distinto, es mucho mayor mi alegría y el amor  por ti es preciosa sinfonía, de sol a sol va mi canción, pronunciando tu nombre se endulza mi boca, por ti mis noches se han vuelto maravillosas.  Eres mi mayor motivo,  el beso en tu mano es mi promesa que siempre estaré contigo. Te amo.

Con la punta de su dedo,  él lograba dibujarme  con la punta de su dedo... y era óleo  el sudor sobre mi pecho. Mi osamenta un atril para el artista, la piel, un blanco lienzo. Con la punta de su dedo, él lograba dibujarme... garabateaba en mi ombligo  sus ganas, y al sur de mi vientre hecho hoguera convulsionaba su lengua  en mi orgasmo. Él cargaba en su cuerpo los colores, yo un pálido sexo  de deseos. Con la punta de su dedo, él lograba dibujarme.

__Qué grandiosa es la luz del amanecer, del alba entre rosas y romeros, qué dulzura de brisa acaricia mis mejillas enfriando mi rostro, es un fruto de cristal del mes.
El viento alborota mi pelo, lo eleva como si fuese un gran remolino que aviva el aire, deseo tocar tu rostro con mis manos de romero en tu cara arcillosa que me sabe a dulce a este néctar que se recoge este mes. Tu sonrisa mira al frente, tus mejillas sonrosadas ven el mirar de tus ojos que se funden en mi cara, tu boca pide guerra y me dice que te bese, tus pupilas se sienten llenas de alegría, sienten amor, los dos lo sentimos y nos abrazamos. Miro al cielo y en tus ojos veo una  luz azul, es el reflejo del firmamento que los ilumina, qué maravilla nos acercamos, nos besamos y agarrados de la mano nos perdimos en ese horizonte para continuar nuestro amor.
__Amarte es soñarte cada día y cada noche, amarte es desear estar contigo permanentemente, amarte es escuchar tu voz y al sentirla, saber que el paraíso existe y que no es otra cosa que sencillamente estar en tus brazos, amarte es darse cuenta  que la espera es la antesala de la dicha, amarte es entregarte todo, desde mi cariño hasta mi vida, por eso amor mío, amarte es una aventura que no tiene fin, amarte es lo que tú me has enseñado a sentir y a vivir, por eso ahora sé qué es el amor, porque el amor eres tú…  Tarde de incertidumbre y melancolías me provoca  en el mar más profundo de mis adentros donde guardo mis sentimientos, y el amor que nos ata, lo dejaré volar y esparciré por el cielo todo mi sentir, haré que mi ternura llegue hasta ti envuelta entre la niebla como olas al alba.
Océanos en calma se harán mis noches largas en mis sueños, mares bravos en movimiento serán nuestros labios, me posaré donde caigan tus besos.
Haré de tu amor mi refugio, cuando el dolor me duela, porque en lo más bello y hermoso también los latidos hieren.
Cuando mi piel y mi alma se abran a un amanecer sin ti, me faltará el aire y mi paraíso de soledades me dará los besos de sangre, de dolor y despedida.
Mi querido amor, no dejes que mis noches se llenen de mares revueltos, ni cielos sin esperanza, llena mis manos de primaveras por vivir.
Te amo.

_Toda mi extensión huele a usted, a sus besos nocturnos, y los que me reclama durante el sol.
Toda mi piel huele a sus caricias, de esas que luchan en mi cuerpo, que se introducen por dentro. Todo mi ser huele a sus sentimientos, a lamentos  y tormentos, a sus latidos y sus momentos. Todo mi espíritu huele a su alma, lo que desea y me alcanza, lo lejos y cercano y todo cuanto siento. Toda mi alma respira su rostro, la sonrisa que me enamora la extrañeza
que me preocupa.
Todo su rostro respira mi memoria, las neblinas que disipa, el fuego que me quema, el agua de sus labios que me apaga y me conquista. Toda mi piel le respira y solo ansío, el aire de su vida.
Ya hace tiempo que mi geografía sufrió sus accidentes, que toda su dermatología son mis continentes.
¿Dónde prefieres estar?

__Dentro de ti, si dentro de ti. Un lugar distinto y único, agradable y seductor. Un lugar donde el amor se funde con juegos, jadeos y cantos de golondrinas en un cortejo sexual sin límite.
Un lugar donde no existe el tiempo ni el espacio y donde tus jadeos y ansias, se funden con mis deseos en un solo compás.
Un soplo mágico de deseo hechizo y embrujo, donde sentir el calor de tu cuerpo casi derretido por una llama inexistente de un fuego abrasador que no tiene precio.
Un lugar donde nuestros besos, gemidos y caricias fueron antesala de vicios que nadie sabrá nunca, mezclados con lujuria lascivia y sexualidad.
Un lugar húmedo y ácido, de especial textura y sabor.
Un lugar donde, tal vez, quisimos gorgorear como gorriones o fundirnos en un dulce canto al amor. Algún día, cuando eso sea realidad, podamos soñar en un mundo distinto, pero eso será siempre dentro de ti.
 Tengo las manos llenas de ti, empapadas de tu cuerpo… arropado de silencio las aves de tus sueños pintan colores felices en el grosor de mi anhelo. Estalla el iris de tus ojos en cascadas de alegría, vapor de luz sonrosada despide el anchuroso cielo.
Se apresura la lluvia del deseo precipitando besos en tu piel de seda, ardor de emigrar en tu interior y envolverme en tus entrañas. Ansias sublimes de sucumbir a la ambrosía de tu ser, te amo Guille.

Pedro giró la cabeza sin dejar de abrazarlo y miró. El caballo blanco emprendió el vuelo con un batir de alas, cuando el sol salía por el este y derramaba todo su esplendor sobre el agua tiñendo el cielo del color de las conchas marinas.
Sobre el caballo iba el príncipe de la leyenda con su jubón plateado y su melena negra al viento. Llevaba en brazos a su amada, con la cabeza sobre el corazón y los verdes ojos rebosantes de amor.
Sobrevolaron las verdes colinas que brillaban de rocío y dejaron tras de sí un arco iris de piedras preciosas.

__Por fin están juntos _ susurró, Pedro __y felices para siempre. El sortilegio se ha roto.

__Ese sí. Ahora este… _Lo tomó de la barbilla y le volvió la cara hacia él__ acaba de empezar. ¿Podrás aguantar para siempre, Pedro?

__Claro que puedo, Guillermo. __Selló la promesa con un beso__. Puedo aguantar eso y soportarte a ti.

Mientras el sol cobraba fuerza, los dos se alejaron del río. La música se diluyó en el silencio del amanecer, bajo el arco iris que se extendía desde los principios hasta el para siempre jamás.

CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA
LENGUAJE ADULTO, ESCENAS EXPLÍCITAS


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