viernes, 25 de agosto de 2017

"EL EMBAJADOR". PARTE PRIMERA, CAPÍTULO QUINTO.



Poema atribuido a Borges, pero cuyo real autor sería Don Herold o Nadine Stair.
Instantes
“Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.
Pero ya ven, tengo 85 años...
y sé que me estoy muriendo”.
“EL EMBAJADOR”.
PRIMERA PARTE.
CAPÍTULO QUINTO.
GUILLERMO GRAZIANI.

__Te veré en la mañana, ocúpate de ti, que si ya me citan, ni será el despacho de al lado, ni me deben de quedar demasiados días de vacaciones.
__ ¿Oriente de nuevo?
__No lo sé, pero es probable, es  donde mejor me manejo, no lo sé, prometo que en cuanto Marcos me diga, lo sabrás, llevaré en tanto a los chicos al colegio, hasta mañana.

Pedro salió sin mirar atrás, sin saber que el país donde sería enviado… estaba ya en su legajo… Rumania.
__

 El presidente Marcos Labrapoulus terminó de leer el último informe de seguridad respecto de Guillermo Graziani y dijo:
 
__Los antecedentes son impecables, Orestes.
__ Sí. Creo que es el candidato perfecto, Marcos. Aunque claro, el Departamento de Estado no va a estar muy feliz.
__Les enviaremos pañuelos para que se sequen las lágrimas. Esperemos que el Senado nos respalde.

Kansas.

El despacho de Guillermo ubicado en un edificio de Kansas City, de la universidad, era una habitación agradable, con una biblioteca repleta de libros de referencia relativos a los países de Europa media. El mobiliario era escaso y constaba de un viejo escritorio con un sillón giratorio, una mesita junto a la ventana __donde se apilaban pruebas para corregir__ una silla y una lámpara.
Detrás del escritorio colgaba un mapa de los Balcanes, y en otra pared, un arcaico retrato de su abuelo tomado a comienzos del siglo XX. La figura de la foto se hallaba de pie, en una pose poco natural, vestida con ropas de la época. Esa foto era uno de los tesoros de Guillermo, puesto que había sido el abuelo quien le inspirara la profunda curiosidad por Rumania. Él solía contarle historias románticas sobre la reina María, las baronesas y princesas, relatos de Alberto, el príncipe consorte de Inglaterra, de Alejandro II, zar de Rusia, y decenas de otros personajes fascinantes.
“Algo de sangre real tenemos en nuestro linaje. Si no se hubiera producido la revolución, habrías sido un príncipe”.

Guillermo solía a veces soñar con ello, algo había leído a cerca de investigaciones sobre epi genética, de la memoria de los cuerpos, y pensaba que todo tenía relación con todo, que en los genes se traía información de experiencias vividas por esos antepasados que podía dispararse o no, en él la curiosidad estaba, aunque aún nunca se diera el tiempo para visitar el país.
Estaba corrigiendo exámenes, cuando de pronto la puerta se abrió, entrando el Decano.

__Buenos días Dr. Graziani. ¿Puedo hablar con usted un momento?
Guillermo experimentó una alegría inmensa. Uno solo podía ser el motivo de la visita, seguramente iba a comunicarle que la universidad le había nombrado con carácter titular.
__Desde luego. Siéntese, por favor.
El Decano tomó asiento.
__ ¿Cómo andan las clases? ___preguntó.
 La imagen puede contener: una o varias personas y primer plano
__Muy bien… creo. __No veía la hora de darle la noticia a Silvina. Se sentiría tan orgullosa. Muy rara vez una universidad concedía la titularidad a alguien de su edad.

El decano, no obstante parecía incómodo.
__ ¿Tiene algún problema, Dr. Graziani?
La pregunta lo tomó por sorpresa.
__ ¿Problema? No. ¿Por qué?
Porque vinieron a verme unos señores de Washington, y me hicieron preguntas sobre usted.

En la mente de Guillermo resonó el eco de las palabras de sus vecinos: un agente federal de Washington me hizo muchas preguntas sobre… Hablaba de él como si fuera un espía internacional… Quería saber cosas tales como si era fiel a su patria, buen marido y padre…
O sea que después de todo, la visita del decano nada tenía que ver con su designación. De pronto notó que le costaba hablar.__ ¿Qué… qué querían saber, señor?

__El concepto que me merecía como profesor y algunos otros datos de su vida privada.
__No entiendo. Sinceramente, no sé qué está pasando. No tengo problema alguno... que yo sepa __añadió.

El  hombre lo observaba con marcado escepticismo.
“¿No le dijeron por qué les interesaba tanto mi persona?”
__No. Por el contrario, me pidieron que mantuviera la confidencialidad, la conversación en el más estricto secreto, pero como siento lealtad para con el claustro, me pareció que debía informárselo. Si hay algo que yo deba saber, preferiría enterarme por boca suya. Cualquier escándalo en que se viera involucrado alguno de nuestros profesores sería baldón para la imagen de la universidad.

Guillermo sacudió la cabeza,  superado de desazón.
__ Sinceramente no me explico cuál puede ser el motivo.
El Decano lo miró un instante como si fuese a agregar algo más. Luego hizo un gesto de asentimiento.
__Está bien.

Lo miró salir del despacho mientras se preguntaba. “¿Qué puedo haber hecho yo?”

__
Guillermo se mantuvo muy callado durante la cena. Quería esperar a que Silvina terminara de comer antes de contarle nada. Juntos resolverían el problema. Los chicos estaban de nuevo insoportables. Malena se negaba a comer.

__Ya nadie come carne. Es una costumbre salvaje que nos viene desde la época de las cavernas. La gente civilizada no come animales vivos.
__ No está vivo __le contestó Fabián __, sino  muerto, o sea que  puedes comértelo.

__ ¡Basta, chico! __ Guillermo tenía los nervios de punta. __Ni una palabra más, Malena, ve a prepararte una ensalada.

__ Más le convendría ir a pastar a los campos, pa _comentó el hermano.

__ ¡Fabián! Termina de cenar. _Sentía martillazos en la cabeza.__ Silvina…

En ese momento sonó el teléfono.

__Es para mí __anunció Malena, al tiempo que daba un salto de la silla y corría a atender. Levantó el auricular y habló en un tono seductor__. ¿Hola?
Escuchó un momento y le cambió la expresión. __ Sí, claro __respondió enojada. Cortó con fuerza y regresó a la mesa.

__ ¿La Casa Blanca? __preguntó Guillermo.

Volvió a sonar el teléfono...
__Esta vez atiendo yo a esos chistosos _dijo Guillermo malhumorado, y se acercó de prisa al aparato __. Hola. __A medida que escuchaba, una sombra se pintaba en su rostro. _Estamos cenando, y no me parece nada divertido... ¿por qué no se deja de...? ¿Cómo? ¿Quién? ¿El Presidente?

__Se produjo un repentino silencio en la habitación. __ Espere un min… ah, buenas noches, señor Presidente __dijo, con expresión de asombro que contagió a la familia. __Sí, Señor, le reconozco la voz. Perdone que le hayamos cortado antes, pero mi hija Malena pensó que… sí, señor. Gracias. __Escuchó.__ ¿Si yo estaría dispuesto a que me nombrara qué? Súbitamente su cara se puso entre roja y violácea.

Silvina se acercó al teléfono, seguida por los chicos.
“Debe de haber un error, señor. Mi nombre es Guillermo Graziani y soy abogado y profesor de la Universidad de Kansas… ¿Ah, lo leyó?
Muchas gracias... muy amable de su parte… Sí, yo pienso lo mismo…_Escuchó un largo rato. __Sí, señor, concuerdo con usted, pero eso no quiere decir que yo… Sí, señor. Sí, señor.

Entiendo. Bueno, me siento muy halagado. Claro que es una maravillosa oportunidad, pero… Quiero conversarlo con mi familia y después me comunico con usted. __Tomó una lapicera y anotó un número. __ Sí, señor, ya lo agenté. Muchas gracias, señor Presidente. Adiós”.

Lentamente apoyó el auricular y permaneció de pie, en total estado de shock.
__Por Dios, amor, ¿qué pasó? __preguntó preocupada Silvina al verlo.

__ ¿De verdad te llamó el presidente, papá? __ intervino Fabián.

__Sí, era él.
Ustedes lo deben de haber llamado con la mente de tanto invocarlo __ articuló con dificultad.

Silvina le tomó las manos entre las suyas, las tenía heladas.
__Guillermo, ¿qué te dijo? ¿Qué quería Labrapoulus?
Él se quedó como atontado, con la mirada perdida en la nada, mientras pensaba. “Entonces ésa era la razón de tantos interrogatorios”.
Miró a su mujer y a sus hijos, y respondió lentamente:
__El Presidente leyó mi libro y el artículo que publiqué en la revista Asuntos Extranjeros, y le parecieron excepcionales. Dice que mis conceptos son los mismos que él desea para su programa de acercamiento entre los países. Por eso desea nombrarme embajador en Rumania.
En el rostro de Silvina se dibujó una expresión de incredulidad.

“De pronto, se clarificaron sus dudas y tomó una decisión. Cumpliré con el legado, murmuró para sí Guillermo. Recorreré el mundo y haré lo que sea necesario para cumplir la voluntad de mi abuelo”.

__ ¿Tú? ¿Por qué tú?
Eso era exactamente lo que él se había preguntado, pero de todos modos le pareció que Silvina podría haber tenido más tacto. Pudo haber dicho: “! Qué fantástico! Serás un gran embajador”. Pero, claro, ella reaccionaba en forma realista.
__ No tienes ninguna experiencia política, por ello lo dije.
__Eso lo sé __ replicó, Guillermo fastidiado__. Reconozco que todo el asunto es ridículo.


__ ¿Vas a ser embajador, papá? _preguntó exultante Fabián__. ¿Iremos a vivir a Roma?

__ A  Rumania en todo caso, burro, al país de tu abuelo.
__ ¿Dónde queda Rumania?
__Ustedes dos terminen de comer __les ordenó Silvina a los chicos__, que su padre y yo tenemos que conversar.
__ ¿Nosotros no podemos votar? __agregó Fabián.

__ No están en el padrón.
Silvina tomó a Guillermo del brazo y lo condujo al estudio.

__ Perdóname. Sé que estuve antipática, pero fue tal la sorpresa que…
__No. Tenías razón, Sil. ¿Por qué tendrían que elegirme precisamente a mí?
Cuando Guillermo la llamaba Sil, sabía que se avecinaba un problema.
__ Querido, probablemente serías un embajador genial, eres el mejor penalista de Kansas y sabes de los países de Oriente más que nadie, pero tienes que admitir que fue un poco sorpresivo.
Guillermo se relajó.
__Sí, nos cayó como un rayo...Todavía no puedo creerlo, con la cantidad de gente que debe de haber para el cargo, conocer de mis trabajos, no deja de ser un honor en sí mismo. __Hablaba incrédulo. __ Vas a ver cuando se lo cuente a los Baunes. Se van a morir. Pero ellos deben saberlo para entender las preguntas que recibieron.

Silvina lo estudiaba con mirada penetrante.
__Todo esto te tiene emocionado, ¿no?
__Guillermo la miró asombrado.
__Por supuesto. ¿Acaso no lo estarías en mi lugar? Fue el país de mi abuelo además.
Silvina midió sus palabras.
__Por supuesto, es un gran honor, querido y estoy segura de que no te lo ofrecen porque sí no más. Deben de tener buenas razones para haberlo elegido. __ Vaciló. __ Debemos meditarlo seriamente: tratar de pensar el efecto que esto podría tener en nuestra vida.

Guillermo sabía lo que ella iba a decir y pensó: “Silvina tiene razón es una locura. Por supuesto que la tiene”.
“Yo no puedo dejar mi profesión ni abandonar a mis pacientes. Tengo que quedarme aquí. No sé cuánto tiempo tendrías que marcharte tú, quizá cuatro años, es muy lejos, pero si tanto te interesa, a lo mejor podemos encontrar la forma de que te vayas, y nosotros viajar cuando…”

__Estás loca, mi amor __afirmó él dulcemente__. ¿Acaso crees que podría vivir lejos de ustedes?

__ Bueno, para mí es un gran honor…
__Lo mismo siento yo por el hecho de ser tu esposo. No hay nada más importante para mí que tú y mis hijos. Jamás te abandonaría. Este pueblo no puede prescindir de un médico como tú, eres la mejor, pero si el gobierno quiere encontrar a alguien mejor que yo para el cargo que me propone, lo único que debe hacer es buscar en las páginas amarillas de la guía.
La tomó en sus brazos.
__ ¿Estás seguro?
__Totalmente. Fue muy lindo que me lo propusieran, pero…, sólo para que el abuelo si lo ve desde algún sitio se sienta orgulloso. Quizá hasta use el número para que los chicos hagan esa visita guiada que quieren a la Casa Blanca, pero nada más.
En ese momento se abrió la puerta de improvisto y los hijos irrumpieron en una exhalación.

__  Papá, acabo de hablar con mi amigo, y le conté que vas a ser embajador __anunció Malena.

__Entonces te aconsejaría que vuelvas a llamarlo y le digas que no lo seré.
__ ¿Por qué no?
__ Hijos, papá decidió que quiere quedarse aquí __contestó Silvina colgada del cuello de su esposo.

__Pero, ¿por qué? __se quejó la nena_. Nunca viajé a Rumania. Nunca viajamos a ninguna parte, mami.
__ Yo tampoco, piojo y estoy por entrar a la universidad __se unió Fabián a las propuestas, y luego le habló a la hermana__. Ya te dije que no íbamos a poder escapar de este lugar.

__Pueden dar por cerrado el tema __les informó Guillermo. Lejos estaba de conocer entonces que  escrito en sus genes, o en los del destino, en menos de un mes sus hijos  saldrían de Kansas, y conocerían ambos sitios soñados, la Casa Blanca y…Rumania, mucho más lejos estaba Guillermo de saber quién sería el que lo esperaría al final de un largo camino de regreso a las raíces de su familia paterna, menos de las pocas horas que Silvina seguiría a su lado.
El camino hacia nuestra verdad… a veces, sólo a veces, se cobra un alto costo.


A la mañana siguiente, Guillermo marcó el número que le había dado Marcos. Cuando oyó la voz de la operadora, dijo:

__Habla Guillermo Graziani. Creo que un colaborador del Presidente, está aguardando mi llamado.
__Un momento, por favor.
Una voz masculina le atendió al instante.
__ Hola. ¿Habla el Dr. Guillermo Graziani?
__Sí. ¿Podría darle el mensaje al Presidente de mi parte?
__ Sí. Cómo no.
__Avísele, por favor, que me siento muy honrado con su ofrecimiento, pero que debido al ejercicio de la profesión de mi esposa, y al ingreso inminente de mi hijo mayor quizá a Harvard o a Columbia, me será imposible aceptar. Y que espero que me comprenda.
__Le haré llegar su mensaje __expresó la voz, sin el menor matiz__. Muchas gracias, Dr. __Se cortó la comunicación.

Lentamente Guillermo colgó el auricular con un raro presentimiento, una inquietud que le cosquilleaba en el pecho. Durante un breve momento le habían ofrecido un sueño inasequible, pero precisamente eso era: un sueño. Éste es mi mundo verdadero y tengo que preparar la próxima clase de esos países que puede que algún día conozca, pero sólo como turista.

Casa Blanca. Washington D.C.

__ ¿Todo claro, Pedro?
_ Sí, Orestes, entenderás ahora el porqué dejé libre a Camila, no puede seguirme, no puedo  arrancar a los chicos de su lado ni del tuyo, son chicos, demasiado, no iré a sitios seguros precisamente, nunca he ido creo, y amo la adrenalina de esta función _dijo Pedro calmo.

__Lo entiendo, Pedro. Te agradezco la sinceridad, mi hija es joven, bonita, tiene todo para volver a enamorarse, y siempre será una gran madre, podrás ver a Dayana y a Thomas cada vez que vengas o desees, siempre estaré cerca además, al tiempo harás la carrera que amas, y eres el mejor, por algo Marcos te mantuvo cerca durante la campaña y no te ha dado la vicepresidencia ni cargo alguno a su lado.
__Estoy absolutamente conforme con la misión, aunque no será fácil, por cierto, pero me gustan los desafíos.
¿Está confirmado el embajador?


__Argentina. Bs. As.

Una hora más tarde Ana Acevedo se hallaba bebiendo aún, pero en esa oportunidad alentada por Franco Nazarre. No es que necesite que la alienten mucho, pensó Franco. Cuando esté lo suficientemente borracha, me conducirá hasta el refugio de su novio. El resto será sencillo.

Ana contemplaba su vaso con mirada vidriosa.
No debería ser difícil apresar a Ángel. A lo mejor es un tipo duro, pero no puede ser demasiado inteligente.
__ ¿Cuándo regresa Ángel a la ciudad?
Ella posó en él sus ojos oscuros acuosos.
__La semana que viene.
Nazarre le tomó la mano y se la acarició.
__ ¿No quieres que te acompañe hasta tu casa? __propuso con voz tierna.

__Bueno.

Ana vivía en un sórdido departamento del Barrio de Belgrano, desordenado y sucio igual que la dueña. Apenas entraron enfiló hacia el bar que había en un rincón.

__ ¿Te sirvo una copa?
__No. Gracias. Bebe tú, si quieres. __La observó y apuró un trago.

“Es la puta más asquerosa que jamás haya conocido, pensó, pero el millón de dólares será una belleza.
Paseó la mirada por el departamento y vio unos libros apilados sobre una mesita. Fue tomándolos de a uno con la intención de llegar a tener una idea de cómo sería Ángel. Los títulos y autores lo sorprendieron: Cien años de Soledad, de García Márquez,  De Noche Los Gatos, de Antonio Cisneros, y así paseó por Ernesto Sábato, Borges, poemas de Neruda, y varios que denotaban que el tipo  era casi un intelectual. Pero sin embargo los libros no pegaban ni con el departamento ni con la mujer.
Se acercó a ella y rodeó con sus brazos la abultada cintura.

__Eres encantadora, ¿lo sabías? __Le acarició los pechos del tamaño de dos melones pese a que le desagradaban las mujeres, más las obesas. __Tienes un cuerpo estupendo __mintió.

__ ¿Eh? __respondió ella, con la mirada vidriosa.
Los brazos masculinos descendieron para acariciar los obesos muslos a través del vestido de algodón.

__ ¿Qué te parece esto? __murmuró.

__ ¿Qué cosa?

Evidentemente no adelantaba mucho. Tenía que pensar en algún modo de llevar a esa amazona a la cama, pero debía obrar con sumo cuidado. Si la ofendía, ella podría contárselo a Ángel y no habría más trato. Podía intentar engatusarla, pero ella estaba demasiado ebria como para darse cuenta de lo que le decían.
Mientras trataba por todos los medios de imaginar una forma adecuada, Ana murmuró.

__ ¿Quieres encamarte?
Él sonrió, aliviado.
__Es una idea genial, nena.
__Ven al dormitorio.

Con paso vacilante, le condujo hasta la minúscula alcoba donde había un armario con la puerta entreabierta, una cama grande, des tendida, dos sillas y una cómoda con un espejo rajado. De inmediato, Franco se fijó en el armario: adentro divisó varios trajes de hombre colgados del perchero.
Ana estaba al costado de la cama desprendiéndose la blusa. En circunstancias normales, Nazarre la habría ayudado a desvestirse, con algunas chicas jóvenes o en tríos lo hacía, acariciándole, murmurándole sensuales indecencias en el oído. Pero el aspecto de Ana le daba asco. Se quedó inmóvil y vio cuando ella dejó caer la falda al suelo. No tenía nada puesto debajo y desnuda era mucho peor que vestida. Le colgaban los inmensos pechos, y el tremendo vientre se le sacudía al caminar. Los muslos obesos eran bloques de celulitis. Es lo más repugnante que haya visto jamás: Trata de pensar como corresponde, se dijo Nazarre. Esto se terminará en unos minutos, pero el millón de dólares durará para siempre.
Lentamente se desvistió. Ella lo esperaba incorporada sobre la cama, una enorme morsa y él se tendió a su lado.

__ ¿Qué es lo que te gusta? __preguntó él.

__ ¿Eh? Me gusta el chocolate amargo con whisky importado.
Estaba más borracha de lo que creía. Mejor. Eso me facilitará las cosas. Comenzó a acariciar el cuerpo fláccido y blanco.

__Eres hermosa. ¿Lo sabes?
__ ¿Sí?
__Me gustas mucho, Ana. __Sus manos bajaron hasta el montículo hirsuto entre ambas piernas gordas y comenzaron a describir pequeños círculos. __Seguramente llevas una vida llena de aventuras si tu novio viaja tanto.

__ ¿Eh?
__Me refiero al hecho de ser la novia de Ángel. Cuéntame, ¿cómo es él, Ana?
El silencio que sobrevino le hizo pensar que se había quedado dormida o en coma, introdujo entonces los dedos en la grieta húmeda  de las piernas y sintió que la mujer se estremecía.

__No te duermas, querida. Todavía no. Cuéntame cómo es Ángel. ¿Es buen mozo?
__Rico, es muy rico.
La mano de Franco continuó su labor.
__ ¿Es bueno contigo?
__Sí. Es muy bueno.
__Yo también seré tierno contigo. __Su voz era suave. El problema de Franco, en ese momento era que todo estaba suave, blando. Lo que necesitaba era una gran erección. Se puso entonces a recordar las cosas que le habían hecho los hermanos mellizos, la forma en que recorrían su cuerpo con dedos y lenguas, y comenzó a tener la erección. Rápidamente se colocó encima de Ana y la penetró. Dios mío, es como clavarla en un budín. __ ¿Te gusta?

__No está mal.
Sintió ganas de estrangularla, montones de chicos y algunas chicas hermosas del mundo entero estaban fascinados por su manera de hacer el amor, y esta cerda inmunda sólo decía “no está mal”.

__Háblame de Ángel __pidió, moviendo las caderas___. ¿Quiénes son sus amigos?

__No tiene amigos __respondió ella con voz adormilada __. La única amiga soy yo.

__Claro, preciosa. ¿Y vive aquí o tiene su propia casa?
Ella cerró los ojos.
__Tengo mucho sueño. ¿Cuándo vas a acabar?
Nunca, pensó él. Con esta vaca, jamás.
__Ya acabé __mintió.

__Entonces vamos a dormir.
Furioso se tendió a su lado.

“¿Por qué este tipo que tenía una fortuna y era culto no tenía una amante joven, bella y apasionada, al menos una mujer común y corriente? Entonces habría  habido cero inconvenientes en sonsacarle la información que precisaba. Pero con esta puta imbécil… Así y todo, quedaban otros recursos”.

Permaneció acostado largo rato, hasta estar seguro de que ella se había dormido. Luego se levantó con sigilo, y se encaminó al armario. Encendió la luz interior y se arrimó la puerta del armario para que no se despertara la bestia durmiente.
Había una decena de trajes y conjuntos sport colgados en el perchero, y seis pares de zapatos de hombre en el suelo. Nazarre abrió las chaquetas y revisó las etiquetas. Todos los trajes estaban hechos a medida por una casa de moda conocida de Avenida La Plata. El calzado era de otra casa conocida.
“Esas cosas seguramente deben de tener constancia de domicilio de Ángel, pensó regocijado. A primera hora en la mañana voy a ir por allí a hacer preguntas. Una señal de advertencia resonó en su mente. No. Mejor nada de preguntas. Al fin y al cabo, se trataba de un asesino  de renombre mundial. Lo más aconsejable era dejar que Ana lo llevara hasta él. Entonces lo único que tendré que hacer será pasarles el dato a mis amigos del Mossad y cobrar la recompensa. Le voy a demostrar a Donato y a los otros idiotas de la CIA que Franco Nazarre no perdió sus dotes. Los muchachos más brillantes se han roto el alma tratando de localizar a Ángel, pero el único que lo logró fui yo”.

Le pareció escuchar un ruidito proveniente de la cama. Espió desde el armario, pero Ana seguía durmiendo la resaca.
Apagó luego la luz y se acercó a la cama. La mujer tenía los ojos cerrados. Nazarre fue en puntas de pie hasta la cómoda y empezó a revisar los cajones en la esperanza de encontrar algo, alguna foto del novio. Como no había ninguna, volvió a meterse en la cama, Ana roncaba.
Cuando por fin se durmió, soñó con un yate blanco tripulado por bellísimos marineros desnudos.



Al despertase por la mañana, vio que Ana no estaba., Por un instante se sintió dominado por el pánico. ¿Ya se habría ido a reunir con Ángel? Oyó ruidos en la cocina. Rápidamente se levantó y se vistió. Ella estaba calentando algo.

__Buenos días.
__ ¿Quieres café? _masculló la mujer __. No puedo preparar el desayuno. Tengo que encontrarme con alguien.

Con Ángel, al fin, pensó Franco y procuró ocultar su emoción.

__No importa. No tengo hambre. ¿Por qué no te vas a tu cita y nos reunimos esta noche a cenar? __La abrazó y acarició. __ ¿Dónde te gustaría ir a cenar? El mejor sitio para mi chica. Debí haber sido actor.

__En cualquier parte.
__ ¿Conoces el restaurante elegante de la calle Corrientes y Suipacha?
__No.
__Te agradará. Si quieres paso a buscarte por aquí a las nueve. Tengo muchas cosas que hacer hoy. __ No  tenía la más mínima.

__Bueno.
Tuvo que hacer acopio de todo su coraje para agacharse y darle un beso. Los labios femeninos eran carnosos, húmedos, desagradables.
__A las nueve.

Nazarre salió del departamento y paró un taxi. Esperaba que Ana estuviese observándolo desde la ventana.
__En la esquina doble a la derecha __le indicó al chofer. Después de dar la vuelta, agregó: __Me bajo aquí.

El taxista lo miró extrañado.
__ ¿Una sola cuadra va a viajar, señor?
__Sí. Tengo un problema en una pierna. Una herida de guerra.
Franco abonó el viaje y entró luego presuroso en la cigarrería que quedaba frente al edificio de Ana. Encendió un cigarrillo y esperó.

Media hora más tarde, al ver que la mujer salía, la siguió a una distancia prudencial. No había posibilidades de perderla.
Ana no parecía tener apuro. Recorrió con parsimonia la calle Florida, pasó por la Librería La Española y tomó por la Avenida Córdoba. Luego entró en una casa de cueros de la calle San Martín. Desde la acera de enfrente la observó conversar con un empleado, y pensó si en esa tienda no se establecería el contacto con Ángel.
Minutos más tarde, Ana salió con un pequeño paquete. La siguiente parada fue en un local de Corrientes, a tomar un helado. Daba la impresión de ir paseando sin rumbo fijo.

“¿Dónde  diablos quedó la cita que tenía? ¿Dónde está Ángel?”

No le había creído a la mujer cuando aseguró que andaba de viaje, el instinto le indicaba que el sujeto no debía de estar muy lejos.
De repente, advirtió que había perdido a Ana. La mujer dobló por una esquina y desapareció. Nazarre apuró el paso pero no la vio por ninguna parte. Había pequeñas tiendas a ambos lados de la calle, que Franco fue  revisando cuidadosamente con miedo de que ella lo divisara antes de encontrarla él.
Finalmente la vio en una fiambrería.
“¿Compraba alimentos para ella o esperaba a alguien a almorzar en su departamento? Alguien llamado Ángel”.
Desde lejos vio que iba después a una verdulería a comprar fruta y verdura. Luego siguió de regreso hasta el departamento. En todo el trayecto no pudo detectar ni el menor contacto sospechoso.
Vigiló el edificio desde la acera de enfrente durante cuatro horas, tratando de pasar lo más inadvertido posible. Por último, llegó a la conclusión de que Ángel no iba a aparecer. A lo mejor puedo arrancarle más información esta noche sin necesidad de encamarme. La mera idea le provocaba náuseas.

Cuando en la noche llegó al departamento a buscar a Ana, nadie atendió a su llamado. En un instante de consternación se preguntó si no lo habría dejado plantado.

Trató de abrir la puerta y comprobó que no tenía llave.
¿Habría venido Ángel para reunirse con él? A lo mejor el individuo había decidido discutir cara a cara los términos del contrato. Nazarre adoptó una actitud enérgica, expeditiva, y entró.
La habitación estaba vacía.

__Hola. __ Sólo le llegó un eco. Se dirigió al dormitorio y vio a Ana tendida en la cama, ebria.

__Imbécil… __Se contuvo. No debía olvidar que esa puta borracha era para él una mina de oro. La tomó de los hombros y trató de despertarla.

__ ¿Qué pasa? __ farfulló ella abriendo los ojos.

__Estoy preocupado por ti _declaró él, fingiendo un tono sincero__. No me gusta  ver que sufres, y creo que bebes  porque alguien te hace sufrir. Puedes contármelo ya que soy tu amigo. Tienes un problema con Ángel, ¿no?

__ Ángel __masculló la mujer.

__Seguramente es un hombre bueno __quiso tranquilizarla__. Tuvieron una pequeña pelea, ¿no es cierto?

Procuró levantarla de la cama. Es como tratar de arrastrar a una ballena.
Se sentó a su lado.
__Háblame de él. ¿Qué te está haciendo? ¿Es casado?
Ella lo estudió con la mirada borrosa, tratando de enfocar la vista en él.
__Vamos a encamarnos __propuso.

“Dios mío, pensó Franco. Iba a ser una larga noche”.
__Cómo no. Fantástica idea. __ Sin el  menor deseo, comenzó a desnudarse.

A la mañana siguiente se despertó solo, en la cama. Al recordar lo vivido la noche anterior, se sintió asqueado.
Ana le había despertado en la mitad de la noche.

__ ¿Sabes lo que quiero que me hagas? __murmuró y a continuación se lo dijo.

Franco escuchó, incrédulo, pero cumplió al pie de la letra el pedido porque no podía darse el lujo de disgustarla. Ana era un animal salvaje, asqueroso y se preguntó si alguna vez Ángel le haría semejante cosa. El recuerdo lo hizo dar ganas de vomitar.
Oyó que ella cantaba desafinando en el baño. No se sentía con fuerzas para enfrentarla.
“Ya estoy harto. Si esta mañana no me dice dónde está Ángel, voy a ir a ver al sastre y al zapatero de él”.
Retiró las mantas y fue en busca de la mujer. La encontró parada frente al espejo del baño. Los ruleros que tenía le daban un aspecto más desagradable, si es que eso era posible.

__Tú y yo vamos a hablar __ dijo con firmeza.

__Bueno. __ Ella señaló la bañera llena de agua. __Te preparé el baño. Cuando termines, te sirvo el desayuno.

Pese a estar impaciente, Nazarre sabía que no debía aparentarlo.
__ ¿Te gustan las omelettes?
Él no tenía hambre, menos  ganas de comer huevos en el desayuno hechas por ella.
__A mí me salen muy bien. Ángel me enseñó a hacerlas.
Franco la observó quitarse los ruleros y luego se introdujo en la inmensa bañera. Ana tomó un secador, lo encendió y comenzó a secarse el pelo.

“Tal vez debería agenciarme de un arma y apresar yo mismo a Ángel, pensó Franco en el agua tibia. Si dejo que lo hagan los israelíes, después  habrá un lío hasta que se decida quién recibe la recompensa. Lo mejor será que sólo les indique dónde deben coger el cadáver”.

Ana dijo algo, pero Franco apenas pudo oírla por encima del ruido del secador.

__ ¿Qué dijiste? __gritó.

Ella se acercó al borde de la bañera.
__Que Ángel  te envió un regalito.

Arrojó el secador dentro del agua y se quedó a observar el cuerpo de Franco Nazarre, que se sacudía en un baile de muerte.

__
En tanto, en Kansas, el sobresaliente titular del Daily Union de Junction City rezaba: “Guillermo Graziani, abogado oriundo de Junction City, rechaza cargo de embajador”.


CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO, ESCENAS EXPLÍCITAS.
LIBRO DE ANCLAJE: “EL CAPRICHO DE LOS DIOSES”

22 comentarios:

  1. Isabel Gracias cielo, es hermosa, espero que tengas un feliz fin de semana, besos

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    1. Gracias infinitas mi bella, tengo dramas con internet en el día, me costó mucho publicar éste, y hoy hasta en el celu no podía subir los diplomas a los poemas, gracias y mi amor, es bella, compleja y dura por momentos, pero bella.

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  3. Jose Luis Que preciosidad e interesantísima, gracias.

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  4. Aurora Garcia Dominguez, OH SÍ, lo esperaba. Gracias querida Eve, feliz tarde amiga!.

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    1. Gracias mi cielo, es hermosa, como todas, a mí me gustan todas, me cuesta la espera de dar la vuelta para llegar a cada una, gracias y mi amor, ya ves lo que es el otro grupo, el tiempo que me queda es bajo cero y siempre robado al sueño, más me cuesta la espera, besos mil.

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  5. Jose Excelente! Cada vez más elevado! Leo toda tu obra y se puede apreciar como se enriquece tu vocabulario permitiéndote plasmar cada vez mejor las imágenes que subyacen detrás de las ideas, y al ser humano, al amor. gracias.

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    1. ERs la idea, siempre ahondé en el interior de ellos, siempre Pedro como en la tira apareció como el más inseguro, en ésta de base ninguno de los dos se sabe gay simo enamorados de sus eposas o ex, hasta que el destino los reúna, gracias y saludos.

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  6. Extraordinario capitulo Eve,una trama fantástica,atrapante,Guillermo en su rutina sorprendido con la propuesta,mientras alrededor todo es complejo,intrigante y el destino inevitablemente al parecer para todos sera Rumania, Gracias por escribir genia sos brillante,te quiero ;) !!!

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    1. Gracias mi cielo, como él es hermosa, con una base de policial y de suspenso como ya apareció en vecinos, despegado de narcos y de lo clásico de Miguel aparecer´á la historia de ellos hilvanadas desde simpre, pero acá estaban muy alejados y ninguno se sabe gay, Guillermo cree que no será el embajador, Pedro ya tiene un cargo que no diré, pero aceptado, aunque no sabe nada de ,.-. el embajador, suspenso y amor como en Vecinos y él es la base de las tiras del 2017, gracias infinitas y mi amor.

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  7. Se está poniendo interesante Eve...A ver si entendí, ninguno de los dos se sabe gay hasta ahora?...Si es así va a ser toda una revelación para ambos...

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    1. Pareciera que no lo saben, han estado casados pensando que Silvina y Camila eran el amor, pero el destino por el mundo en que se mueven los alejará de ellas, y no mi tires de la lengua, no, no lo saben, elegí que esta vez no hayan otros en la vida de ninguno, que descubran el amor por primera vez y la condición juntos, como verás los pesonajes indeseablles están en Bs. As. y a manos de ellos irán cayendo los indeseables como Nazarre, por ello los voy colocando de acuerdo al riesgo que van a correr, aunque ellos estarán en el top, pero ya sabes que con ellos nunca pasará lo de la tira, es suspenso y amor, que ni siquiera imaginan, ya ves que Guillermo descartó el nomramiento, sin saber que en días será el embajador, es hermosa como ÉL, CONFÍA. GRACIAS INFINITAS Y MI AMOR.

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    2. PD. APTA PARA PENALISTAS, SOL, LO MISMO, RAQUEL NORMA SILVIA,, A TODAS, ES COMPLEJA Y POR MOMENTOS FUERTE, A NO LLORAR, COMO EN VECINOS O ÉL HAY MOMENTOS COMPLEJOS PERO SALEN, YA SABEN QUE SIEMPRE ESTÁ EL AMOR Y EL FINAL FELIZ. ROMÁNTICA PURA ES Y SI FUERA POSIBLE QUE YA LLEGA, Y RELAX AHORA EL VIAJE QUE YA PASÓ POR LO DURO.

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  8. Sol Urvino Pedro se asomo apenas, y el erotismo cedio lugar a una ANA que no buscaba precisamente cariño. Mucho suspenso... UN BESO, EVE.

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    1. ANA le tenía reservada la sopresa a Nazarre, como los personajes indeseables irán desapareciendo, el primero fue Franco, y Guillermo cree poder decir que no, Pedro apenas se asoma por ahora, es parte del suspenso el encuentro y dónde , el cómo, ninguno acá sabe que es gay, gracias y mi amor, lo decidi así, que no haya otro en la vida de ninguno.

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  9. que buena historia que estas escribiendo Eve, mucha intriga , policial , me encanto este capitulo por lo que percibo falta unos cuantos cap para el encuentro y eso me apasiona mas aun amiga , bella historia , como todo lo que escribis , facinante , besos y abrazos tqm ¡¡¡

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