"LA CÁTEDRA". CAPÍTULO VEINTINUEVE.

 "LA CÁTEDRA".

CAPÍTULO VEINTINUEVE.

 

Lunes, 04 de julio de 2016.

___Es lo correcto, así debe de ser.

__Quiero ver a esa abogada,  no quiero involucrar al estudio, necesito saber todo de ese chico, y descartar que no sea mi hijo.

No quiero que lo sea. Sólo deseo a Fabián.

Quiero al fin saber la verdad, y ponerla sobre la mesa, las cartas están echadas, ahora tengo que seguir y terminar la partida.

__Así debe de ser. Lo haremos amor, esto también va a pasar, lo prometo. Y Fabián es tu hijo, y estará bien, también lo prometo.

Mario Benedetti para leer con Paula Piris y San Salica.

“Después de todo el secreto es mirar hacia arriba
y ver cómo las nubes se disputan las copas
y ver cómo los nidos se disputan los pájaros.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
ah pero las parejas que huyen al Botánico
ya desciendan de un taxi o bajen de una nube
hablan por lo común de temas importantes
y se miran fanáticamente a los ojos
como si el amor fuera un brevísimo túnel
y ellos se contemplaran por dentro de ese amor”.

Miércoles, 06 de julio de 2016. Ciudad Autónoma.

__ Bien  Dr. Graziani, siendo la pareja de Pedro y con el bufete que usted mismo tiene, nos halaga que nos consulte.

Le agradezco el relato, breve y detallado. Gran poder de síntesis. La mayoría se sienta y me cuenta la biografía, como si fuese el psicólogo __ afirmó la abogada de familia.

__Años de audiencias penales, Dra. Y además un tema que no pensé jamás que debería consultar __dijo Guillermo preocupado, en un suspiro.

 De más está decir, que mi hijo no sabe nada todavía, le he tomado la muestra ayer para el muestreo genético, cuando asegure que es mi  hijo, entonces le contaré.

Yo en principio hice entonces la denuncia por abandono de hogar, pedí la tenencia del nene que era un bebé, hice el divorcio, pero jamás imaginé que tuviera un niño nacido antes que el nuestro, otra relación. Si vamos a notificarla de que citaremos a reunión, y que  exijo muestreo genético del hijo mayor, preferiría que fuera notificada al trabajo del actual marido. Me parece que sería un buen instrumento de presión, además evitaría el riesgo de que se enteren antes esos chicos que al fin son inocentes tanto como el mío.

__Voy a abrir el expediente con los datos que trajo, necesitaría que me alcance,  el acta de divorcio, la partida de nacimiento de su hijo, fotocopias de sus documentos, y sí, iniciaremos las notificaciones, esperemos que acceda en buenos términos, que no debamos llevarla  a juicio.

Necesitaría que haga una exposición de lo sucedido y de la petición, la tendremos preparada por si encontrara sorpresas en las paternidades de estos chicos.

__Puedo traer ya todo mañana.

__ ¿Puedo tutearte? Es que hicimos todos los trámites del hermano de Pedro, me cuesta ser formal  __dijo afable Silvia.

__ Me parece perfecto, sí, Pedro no pudo acompañarme, justamente debió ir al colegio de Agustín a una reunión, aunque anda bien ahora.

__Bien, puedes enviar el relato por mail, hasta que reúna la documentación iré preparando una demanda por las dudas, en espera de los resultados de lo de Fabián, confirmado lo suyo, iniciaré el resto con  tu exposición. ¿Te dio Pedro mis datos?

__No. Me gustaría conocer sus honorarios, podría haberlo manejado mi socia, pero preferí dejar fuera a mi estudio.

___No te hagas drama, entre colegas y con Pedro en medio, olvida los honorarios, luego nos invitarán a cenar y nada más __dijo segura sonriendo __. Soy abogada de Pedro, me dejó en parte en la empresa, dudo que me deje cobrarte a vos __respondió mientras buscaba la tarjeta personal.

Le sonrió mientras se la daba, aunque Guillermo no quiso discutir el tema, le pareció mejor antes hablarlo con Pedro, quizá por código de ética entre pares ella no cobrara. En ese momento un hombre se asomó, por la manera en que ella sonrió, a Guillermo le quedó en claro que era su pareja.

__ ¿Vamos?

__Ya voy __respondió ella __. ¿Vos ya terminaste? Yo estoy con un colega, el Dr. Guillermo Graziani, además pareja de Pedro Beggio.

“Así que Pedro les ha dicho que somos pareja. Además no sólo es un conocido para ellos, al parecer le guardan afecto y lo conocen muy bien”.

El hombre terminó de asomarse dentro del despacho, para entonces Guillermo lo vio. Era un sujeto de unos cuarenta años, rubio, de ojos claros. Vestía de traje y con el apuro no se había percatado al inicio que su  pareja estaba con alguien.

__Perdón. ¿Cómo está Dr.?  Lo conocemos de audiencias, y ¿cómo está Pedro? __preguntó.

__Muy bien, gracias __respondió estrechándole la mano.

__Mándale saludos. Gusto de conocerte __dijo y salió.

__Guillermo, si tienes dudas o quieres preguntarme algo más, estoy a tu disposición __continuó Silvia.

Guillermo suspiró, descendió la mirada un momento, y luego la devolvió a la mujer con inquietud.

__Me gustaría que Silvina quisiera a mi hijo, Silvia, pero no hay juicio que pueda obligarla a eso __contestó__. La verdad es que necesito aclarar la paternidad de los mayores, decirle a mi hijo que ella le negó a sus hermanos será duro, como supongo que para esos chicos, pero más desearía que ella reconozca que Fabián existe, que no puede borrarlo de su vida como si jamás hubiera nacido. Y quiero que mi hijo sepa que hice todo lo que estaba a mi alcance para que tenga contacto con sus raíces biológicas, que al fin nunca ser gay fue el motivo de que su madre se marchara, ella era novia de ese hombre desde el secundario, al parecer, sólo un breve intervalo se separaron, debo haber aparecido justo entonces y se casó quizá por despecho, abandonando a ese otro hijo al que reeligió más tarde, es monstruoso.

__Lo vamos a conseguir, tranquilo, es increíble lo que ha hecho esa mujer, lamentablemente esos dos chicos mayores, sufrirán lo mismo, los abandonó a ambos, sólo que a uno regresó y seguramente no lo supo.

Guillermo le dio las gracias y luego del saludo formal, se despidieron. Salió pensando en el momento de volver a ver a Silvina, en el contexto de lo que hoy sabía, esperaba ser capaz de resistirlo, de controlar la ira, aunque fuera por su hijo.

Desde la abogada, Guillermo fue rumbo a la psicóloga que atendiera a Fabián de niño, a él mismo  por el nene al ser abandonados.

__ Ya sabe que quise el divorcio porque ella nos abandonó dejando una nota, que me costó encontrarla, casi un año demoré la demanda, y en definitiva se ocultó porque tenía otra familia, un tipo con el que se casó a los cinco minutos del divorcio, otro hijo.

No puedo perdonarle el dolor que le causó a mi hijo, eso nunca podré desterrarlo de mí. Y no lo entiendo, racionalmente sé que no podría perdonarle, pero aun así no puedo odiarla, quizá porque no la amé, y le oculté que era gay. Hoy ella viene a liberarme de culparme de todo para con mi hijo, pero no logro odiarla por lo que hizo, y lo malo es que tampoco logro ser del todo feliz con Pedro, que es el hombre que amo.

__No sería sano que odiaras a Silvina, Guillermo  __intervino la psicóloga__. ¿De verdad crees que el odio resolvería algo? Acá hay  cuatro chicos inocentes en medio, a los que se les privó de conocerse por años, ella lo hizo, no sabemos si el esposo, amén de la paternidad de los mayores, creo que son la prioridad.

__Por eso mismo, aunque odiarla no sea sano, ella los separó, odiarla me permitiría no seguir atado a dolores del pasado. Cuando pienso en lo que nos hizo, en la culpa que sentí toda la vida cuando mi hijo me miraba o preguntaba por ella, todavía me duele el alma, y no sé cómo remediarlo. No sé cómo dejar de pensar en mi vida pasada, en lo desgraciado, culpable y desesperado que su ausencia me hizo sentir, inútil para calmar el duelo de mi hijo __contó Guillermo con un nudo en la garganta, tragó con fuerza para continuar__. Y cuando pienso en lo que estuvo haciendo en todo ese tiempo mientras mi hijo y yo sufríamos, o lo que debe de haber pasado ese otro hijo y ese hombre cuando los dejó a ellos, siento más dolor en lugar de sentir ira, aunque por momentos sí la odié, al tipo  nunca podré, le hizo lo mismo aunque regresara luego. La verdad, no sé explicarlo. ¿Lo eligió porque supo que yo era gay o desde antes? ¿Por qué olvidar a mi hijo y preferir al otro? ¿Por qué no fue valiente y me lo dijo en el divorcio? No tenía que irse así, hablado, hubiera aceptado lo que fuera mejor para todos, para Fabián, para ese otro chico, no era separarlos, ni siquiera hizo el intento. Lo peor es que en el fondo conozco quizá las respuestas, pero no quiero que sean ciertas. No quiero creer que me equivoqué tanto al juzgarla.

__La imagen que a veces proyectamos de la pareja está idealizada. A veces esa pareja favorece la idealización cuando existe un menosprecio hacia nosotros. Según tus relatos de entonces, algunas actitudes de Silvina, desfavorecían tu autoestima, más cuando supo lo de Juan, y generaban que te auto percibieras de acuerdo con lo que te hacían creer sus ojos. Quizá por ello te culpas más a vos que a ella... Me parece que lo importante no es que la odies o que te cuestiones el pasado, sino que te percibas con todas tus capacidades, que son tantas, que pudiste sin ella y tu hijo, porque lo es, es un hombre de bien.

__Lo sé __admitió Guillermo__. Soy como un pájaro al que le cortaron las alas, temo lo que sienta mi hijo al saber todo, lo que suceda respecto de esos medio hermanos, yo me siento como el ave fénix a veces, que no logra resurgir de sus cenizas. Por años la culpa me mantuvo en el piso, quizá por ello no me enamoré antes. Sé todo lo que dices, pero aun así, a veces siento que no puedo cambiarlo __suspiró sintiendo que estaba en un callejón sin salida __. Es que aunque ella sea una basura, también tengo mi parte de culpa, es la misma, no puedo deslindar si es todo por ella, o si los eligió por lo que supo de mí... Tuvo un amante como yo, sospecho que ni siquiera fue el único, aunque sí espero sea el único hijo antes del mío, ese muchacho, y la desfachatez de salir en los medios con esa familia, como si no le importara que yo, o que Fabián pudiera verlos, o tal vez pensó que jamás lo haría. Ahora que puedo vivir lo que se siente al ser amado, me doy cuenta de que dijo la verdad en la nota que dejó, jamás me quiso siquiera, tampoco Juan. Y yo tampoco los amé a ellos, no como soy capaz de amar, eso lo descubrí con Pedro.

__Guillermo, somos producto de lo que deseamos, y de la expectativa y emoción que le ponemos al deseo. Si deseas estar bien, y superar el pasado, se te abrirán las puertas del futuro.

__Debo desear ser feliz para serlo, debo al fin intentarlo.

__

Guillermo se dedicó a acicalarse, al fin festejarían de nuevo el cumpleaños de Pedro mas quiso que pudieran estar todos, hasta Guillermito por lo cual alquilaron un restó, y no veía la hora de verlo, se habían separado temprano,  uno fue a la empresa, al colegio, él a  la abogada de familia, eludiendo el tema con su hijo. Apenas se colocó el perfume,  bajó arreglándose la corbata, cuando vio a Guillermito jugando  en el living, y los recuerdos de esa edad del padre se amontonaron, lo hermoso que se sentía ser niño, creer que la vida es un cuento de príncipes y de hadas, del felices para siempre.

De pronto sonrió para sí al entender que había encontrado a su príncipe azul, el adonis con la sonrisa con hoyuelos más bella del mundo, que volaba como un dragón lleno de fuerza que contagiaba. Su príncipe lo había arrasado en la cátedra para demostrarle que aún podría amar y ser amado, para recordarle que la lucha valdría la pena. Pensó en ello hasta oír la bocina.

__ Papá, es Pedro. ¿Entraremos los cinco en su coche con Guillermito en mi regazo o llevo el otro?

__ Vamos juntos, hijo, son delgados ustedes, se pueden acomodar detrás.

__Abu, yo quiero darle mi regalo.__ Lo tomó de la mano y salieron todos a la calle, Fabián cerró, y Guillermito corrió hacia el auto  colgándose del cuello de Pedro que había bajado para abrazarlo.

__ Hola campeoncito.

Ya pasó mi cumple.

__Otra vez. ¡Feliz cumple! Abre mi regalo.

Guillermo mientras se abrazó con Agustín que le dio el lugar, terminaron los saludos, y entraron al fin todos.

Pedro que había comenzado a rasgar el papel del regalo se detuvo para saludar a Guillermo. Con las manos cálidas sobre las mejillas frías le reconfortaron. El aroma cautivó los sentidos, que se embotaron cuando los labios tomaron contacto, aunque el beso duró demasiado poco en comparación con lo que deseaban.

__ ¿Cómo estás? __Preguntó Pedro sin soltarle el rostro, enterrado en la mirada. Mira que si no es muy bien,  con mis besos y caricias con esmero y desvelo arrancaré de ti esos horribles recelos. Quiero que tu  locura y la mía sean desde hoy algo real y no una simple fantasía. Deja cuidarte como nadie lo ha podido hacer poniendo de mi parte cariño que querrás volver a ser un niño. Te ofrezco mis manos para que en mí  te puedas apoyar y juntos bailaremos así como lo hacen las alegres olas del mar. Como ves vida mía yo no quiero ser tu infierno, quiero entregarte mi amor que va a ser un amor eterno.

La mirada dulce y el arrullo de palabras susurradas transportaron a Guillermo a ese océano donde el amor lo envolvía siempre.

__Feliz, porque festejaremos el cumpleaños todos, de nuevo __respondió y volvió a besarlo. No deseaba alejarse de él, a su lado se sentía capaz de todo.

Se había empezado a acostumbrar a la manifestación del amor ante todos, en privado, y en público sin reparos. Cada vez que Pedro lo abrazaba o lo miraba distinto de como miraba a todo el mundo, a él se le aceleraba el corazón igual que la primera vez en el bar de la cátedra. Lo amaba tanto que sentía el rubor cuando él le decía cosas tiernas o  sensuales, con la voz que siempre sonaba seductora.

__Dale, Pedro, ábrelo __chilló Guillermito, Fabián lo amonestó cuando se asomó entre los asientos.

Pedro obedeció. Dentro del envoltorio, encontró un dibujo hecho por el nene con ayuda de mamá. Frunció el ceño y guiñó a Guillermo.

__Algo hecho por mi nieto, con ayudas, de Valeria, y mía.

Pedro se concentró en el dibujo, encontró un barco desplazándose en un mar turquesa, y sobre él estaban ellos tres,  Guillermo, Pedro con él en medio como fue explicando, sus padres y Agustín detrás. En el agua dos siluetas se alzaban dejando estelas detrás, explicando que eran delfines.

__Es el mejor regalo que podría haber recibido _dijo Pedro, besándole la coronilla.

__ Hermano, que te regalé una cámara y hoy un CD de colección __reclamó Agustín pateándole el asiento.

__Lo sé __ dijo Pedro acariciando el pelo al hermano.

Guillermo sabía que jamás  Pedro imaginó ese hermano este cumpleaños, ya que en el anterior apenas le deseó el buen día.

__Guille, yo sé conducir.

__ ¿En serio? __ respondió Guillermo al chico mientras Pedro ya estaba manejando.

__El insoportable de tu novio, no me deja solo, y me tuvo practicando estacionamiento meses, pero aprendí __se quejó.

__Exagerado __dijo Pedro __. Igualmente no te enseñé para que me robes coches como solías o manejaras sin registro, te falta demasiado.

Entre charlas y anécdotas llegaron al restaurante a las 21,10 horas, apenas entrar se escuchó a Camila.

 __!Feliz cumpleaños mi león preferido! __exclamó ella, y le dio un beso en la mejilla.

“¿León?, se preguntó Guillermo entrecerrando los ojos.

¿Quién se cree que es esta rubia estúpida para abrazar a Pedro y encima besarlo con efusividad? Es preciosa, de labios sensuales, sonrisa cautivadora”.

Camila llevaba puesto un vestido entallado verde agua, el cabello rubio largo caía a raudales, los zapatos con taco acrecentaban su porte de Barbie.

__Es hermosa, papá, ¿es ex novia de Pedro? __remató Fabián preguntando.

___No que yo sepa.

Después del beso y un instante abrazados, se despegó y sin apartar la mano del hombro de Pedro, Camila  miró a Guillermo, con sonrisa sincera. De no haber sido tan linda Guillermo podría haberse concentrado sólo en la bondad que parecía emanar cada vez en cada uno de los ingenuos gestos, pero en ella sólo veía peligro.

__Vos, debes ser el lindo chico que le robó el corazón a mi mejor amigo __siguió diciendo ella con voz de niña adulta, mientras que Guillermo no hacía más que contemplarla con recelo.

Ella le dio un beso rápido sin fijarse un su cara de descontento. Después abrazó a Pedro por la cintura y apoyó una de sus mejillas en su pecho, y lo peor fue que él respondió pasando un brazo por sobre sus hombros, aceptando y devolviéndole la muestra de afecto.

__Espero que lo cuides, porque es de corazón muy grande __siguió diciendo Camila mientras apoyaba la mano donde latía el corazón del que hablaba.

Guillermo respondió con una sonrisa tensa.

__ ¿Vos sos? __logró articular.

__Camila Moravia, amiga de Pedro de la facultad de ecología, activista, pero la hija del juez, debes de conocer a mi papá.

__ ¿Moravia? Lo tengo visto, de lejos, no demasiado.

“Para colmo ésta come pasto como él, es activista. ¿Qué más los unirá, si parecen tal para cual? Guillermo se dio cuenta que el miedo y los celos lo cegaban, y entendió lo que le sucediera a Pedro al pegarle a sus ex, a Nazarre, y con Matías. Ahora él no sabía controlarlos. Lo salvó Diego, que se aproximó con otro pibe que presentó como su futuro esposo, y con ellos llegó su hermana menor, que se enamoró de Guillermito. Mientras Agustín se embelesó en su belleza.

__Pedro, no me dijiste que la hermanita de Diego era la chica más bella del planeta. El cabello castaño claro le caía con esplendor sobre los hombros y la sonrisa encantadora se ganó a todos.

__ Agustín, tranquilo, no empieces _advirtió, Pedro.

__No empiezo,  no me digas que es casada, es más chica que yo.

__ Es casi una nena.

__Hola, soy Agustín, el hermano de Pedro __dijo.

La chica que estaba en cuclillas besando a Guillermito se incorporó y le dedicó una sonrisa.

__Había unas veinte personas, todas manifestaron el mismo cariño por pedro. El orgullo de saber que era tan querido empacó por un rato los celos de Guillermo, aunque en el fondo sólo pensaba en Camila.

A lo largo de la cena descubrió que se habían conocido en la facultad, que tenía dos años menos que Pedro. Manejaban códigos en común que él desconocía, y quedó por ello fuera de conversación varias veces.

 Hasta Diego sabía a qué se referían cuando mencionaban a ciertas personas o anécdotas lo cual evidenciaba que habían pasado muchas veladas juntos.

Pedro mantenía el brazo sobre la silla y le acariciaba el hombro luciendo la alianza, Guillermo no obstante se sentía extraño. Miró alrededor y le pareció que estaba solo, mas allí estaba su hijo que lo llevaba al otro tema. Las conversaciones se tornaron inentendibles y el café posterior a la cena fue imposible de tomar. Sus ojos se habían detenido en Agustín, que conversaba sin parar con la hermanita de Diego, pero su mente viajó lejos, a Silvina, y a ese hombre que habría sido compatible con ella, como era Camila con Pedro.

Le llegó a faltar el aire.

__Guille…  __Oyó de pronto ___. ¡Guillermo!

Giró y se encontró con el rostro de Pedro pegado al de él. Le acarició las mejillas con los nudillos y lo miró preocupado al comprobar que estaba ausente.

__Vamos a ver el coche, a pedir música, ven __determinó y lo llevó a ponerse de pie y caminar.

Se mezclaron entre la gente, alejándose de la mesa lo suficiente como para ocultarse de las miradas. Tan sólo se quedaron de pie, frente a frente,  Pedro le rodeó el rostro buscando la mirada, los ojos estaban húmedos.

__Quiero que dejes ir lo que sea que esté en tu mente, eso que opaca tus preciosos ojos __le ordenó Pedro sabiendo lo que lo torturaba. Después aproximó los labios y los rozó con su lengua. __ Déjalos ir en mi boca __ pidió y terminó de darle el beso que antes sólo le había prometido.

Guillermo sintió que en su pecho colapsaban el dolor y el amor. En la mente, todavía había miedo. Aunque se entregó con alivio al beso, poco después se apartó apoyando las manos en el pecho.

__Te dice león, ¿qué es eso? __reclamó __.Yo te digo dragón, pensé que era nuestro código, animalito difícil de atrapar, precioso, cielito.

__ Amor, ¿es un chiste? __le preguntó Pedro, perdido en la conversación. Jamás habría pensado que lo que tenía a Guillermo ausente eran celos. No, no podía ser sólo eso__. Fue un apodo que surgió de una broma cuando estudiábamos para un examen de la facultad __decidió explicar__. Estábamos tan agotados que empezamos a hablar tonterías, y buscábamos a qué animal nos parecíamos.

__Y ella ¿era una gata? __replicó.

La cara de Pedro se lo dijo todo. Estaba enojado.

__Guille, Dios, soy gay, es mi amiga, no vas a insultarla porque te empeñes en compararlas a todas con Silvina, o en verme a mí como a otro Juan.

Guillermo sintió que Pedro acababa de sacudirlo, aunque en absoluta calma, tragó con fuerza, tenía razón.

 En un momento la voz de Agustín los interrumpió.

__Pedro, me voy con Nadia a casa de unos amigos de ella, a bailar allí, le di la dirección a Fabián, igual la sabe Diego, luego me llevarán al country.

__Bueno, pero no tomes alcohol ni llegues a la mañana, ¿vale?

Agustín le dio un beso a los dos y desapareció, las miradas se reencontraron.

__ A éste lo recuperé y lo acabo de perder, a ti, no pienso, Guille.

__Tienes razón, estuve con la abogada, hablando todo el día de esa mujer, disculpa __ dijo Guillermo angustiado__. Si fuera Diego, y tuvieras algo que ocultar, no lo harías frente a mis ojos. No quiero arruinar tu fiesta, estoy haciendo lo mismo que vos en el mío con Franco.

__No es lo mismo.

Guillermo calló porque Pedro lo abrazó tan fuerte, que la emoción le cortó el aire.

__Lo único que me importa es que te sientas bien __le hizo saber y sin soltarlo le besó la sien. Guillermo le rodeó la cadera y lo apretó contra él.

__Te amo __ aseguró tan lleno de emociones que le pareció imposible albergar otra cosa.

No eres ni Silvina  ni Juan, pero lo sucedido en estos días me ha hecho retroceder, debo esforzarme por volver a avanzar.

__Soltó el amanecer la fría noche. Abriste los ojos, respiraste vacío y añoraste ternura. Levantaste cansancio y tus pies pisaron dolor, las manos recorrieron y apretaron los nervios de tu nuca, sentiste alivio, un solitario alivio que impregnó tu primer bostezo. Miraste tu espejo y en él dibujaste tenues ojeras, vívidas arrugas del tiempo, tímidos lunares y una pequeña cicatriz que te explicaba el porqué de aquel abandono.

 Eras hermoso y sensual, coqueto y atrevido, cariñoso y divertido…Así eras tú, cuando vivías un antes sin haber conocido el después. Porque la rutina de ese amor te vistió como antigua estampa de viejo monasterio, como sombra de claustro y humedad de convento. Entraste en su espiral, te absorbieron sus garras y te perdiste en la extenuante perseverancia de la desidia. Te convertiste en predecible cuando tu corazón era espontáneo, a escondidas tus ojos lloraban hiel cuando su color era envidia de mares y poesía de océanos, secaste tu alma cuando desde que naciste, tu espíritu de ella se alimentó como fruta fresca y gran manantial de felicidad.

Te conocí desde antes y en silencio te amé. Te conozco ahora y con mi palabra te amo. Te conoceré después y prometo que seré parte de tu alma. Porque en el amor se transfigurará tu existencia, te regalaré mi aliento y poco a poco volverás a vivir, te mostraré mi mundo y juntos lo llenaremos de plenitud.  Recorreremos recuerdos no vividos. Te conduciré al borde de aquella montaña, allí donde la ciudad muestra sus luces y sus misterios. Tomaremos por asalto el asiento trasero y dejaremos que sea el cielo quien disfrute el rechinar de los deseos. Iremos al cine y te llenaré de palomitas, besos y manos. Cerraré los ojos y me llevarás de la ficción al éxtasis, de la vergüenza a la osadía y de una sala de cine a una sensualidad escondida. Te invitaré a cenar. Te llenaré de rosas y velas, de romance y tinto, de palabras y sueños. Bailaremos pegados, juntaremos olores y besaremos sabores. Escucharemos silencio y dejaremos que hablen los abrazos, las ternuras y las imposibles leyendas de amor…Te llevaré a mi mar, pervertiré tu fuente y desnudos nos llenaremos de blanca arena.  Nadaremos sobre salvajes crestas de ola, llenaremos labios de sal y en la inmensidad de su poder, seremos grandes, fuertes y eternos. Seremos uno, latiremos unísonas humedades y en cada caricia nos llenaremos de rica espuma. Sembraré de pétalos esa playa y tu vida. Tomaré en mi puño tu vieja historia y la arrojaré a nuestro mar para que se convierta en coágulos de sangre para tiburones, en carroña para las serpientes marinas y en olvido para ti.

Transfiguraré tu existencia, cambiaré tu vida, te haré mío y cuando la eternidad se atreva a escribir un libro en el cielo, te aseguro que tendrá tu nombre y el mío, no de otros.

_

Regresaron a la mesa donde muchos habían intercambiado asientos para estar cerca de otros. El lugar de ellos se  había ocupado, se colocaron junto a Fabián, Guillermito se sentó en el regazo de su abuelo.

__! Qué hermoso es tu nieto! _ dijo el novio de Diego a Guillermo. Se les parece, a Fabián y a ti, ¿verdad?

__Es un Graziani como el abuelo __dijo Fabián, Guillermo se estremeció rogando que llegara el análisis, Pedro intuyó y le susurró.

__Es tuyo, tienen razón. Guillermito es igual a él y a ti.

__ ¿Hace cuánto que son novios?

__Poco, pero yo lo amo desde que lo vi en audiencias, hace una eternidad __ dije sonriendo, Guille me fulminó.

 Ya no parecía estar fuera de la reunión y reconoció que si antes lo había estado, había sido culpa de la depresión. Esa maldita enfermedad que había conocido cuando quedó solo con el bebé, que a veces amenazaba con agobiarlo.

__Según cuenta Diego, era difícil no caer rendido a los pies de Pedro ya en la facultad.

__No era exitoso con las chicas que yo sepa __ dije__, quizá por ser gay, ni siquiera me daba cuenta, como pasó con las alumnas en la cátedra según me dijo Valeria.

__Sí, la desilusión que nos diste.

__  Vale __la regañó Fabián.

__ Bueno, amor, es un chiste.

__Diego lo quiere muchísimo, no es raro, de chicos hizo muchísimo por él, no me pone celoso. No sé si sabías, pero la familia de Diego era humilde, a veces no podía comprar los libros, pero su mejor amigo nunca permitió que le faltaran. Pagaba las salidas cuando iban a divertirse, y quién sabe cuántas cosas más que no cuentan. Aún hoy me cuenta lo de los libros con pudor, pero también con un agradecimiento que pocas veces le vi manifestar, espero que  vayan el domingo a la carrera __Guillermo estaba mudo, respiraba con tanta profundidad como su nieto que se había dormido en sus brazos __. Todos los que conocen a Pedro lo adoran, es muy generoso, te ganaste la lotería con él, Guillermo, y él contigo presiento, hace mucho que hablaba de ti con nosotros.

Guillermo sonrió con admiración. No recordaba que amigos de sus ex hubieran hablado bien de él, o que lo hubieran apreciado tan honestamente. Silvina, Juan, repitió para sí. En cuanto se halló pensando en ellos otra vez, buscó la mirada de Pedro, cuando la encontró, estaba del otro lado de la mesa hablando con uno de sus amigos que se despedía. Estaba tan atractivo, tan lleno de energía y de bondad, que ansió hacerle el amor.

“Él es el hombre que me ama, al que amo, pensó con pasión. Quiero besarlo, acariciarlo, encerrarlo contra mi cuerpo, envolverlo en él. Quiero el presente y el futuro con él, pero para eso necesito aclarar y apartar el pasado rescatando a mi hijo sano y salvo”.

En ese momento Pedro levantó la cabeza y descubrió que lo estaba mirando, se detuvo en sus ojos, bajó hacia Guillermito que dormía recostado contra el fuerte pecho. Mientras contemplaba su serenidad, se preguntó si acaso alguna vez se podría confesar, y decirle a Guillermo los pensamientos que a veces le asaltaban, de tener hijos con él. En ese instante lo imaginaba en la misma posición, sosteniendo un hijo de ellos, censuró la idea. No podía permitir delatarse ahora o temía que saldría corriendo. Por momentos sentía que estaba diez pasos delante en la relación, que Guillermo avanzaba para volver a retroceder. Tenía que esperarlo, y estaba dispuesto a hacerlo, aunque chocara con el muro de dolor y desconfianza.

Se despidió y se acercó a Guillermo.

__ ¿Nos vamos? __ acariciando la cabeza de Guillermito.

__No te preocupes, Guillermito se duerme en cualquier parte __ dijo Valeria__. Podemos quedarnos un rato más si quieren.

__Me parece que es suficiente por hoy, mañana se trabaja y se estudia gente.

Guillermo asintió. Anunciaron que se iban ante la primera pareja de amigos que hizo lo mismo, otros prefirieron quedarse, algunos salir junto con ellos. Guillermito despertó, caminando de la mano de ambos, luego de frotarse los ojos.

En la puerta terminaron la despedida.

__Pedro, es la última semana para que decidas lo del sur __informó Camila. Guillermo frunció el ceño.

__ No voy a ir __le hizo saber sin dudas.

 __ ¿Ir a dónde? __preguntó Guillermo. Camila lo miró.

__La esposa de un amigo va a tener a su bebé, él pedirá licencia, pensé en Pedro para que lo reemplazara en una reserva de pingüinos, allí los protegen, ellos ayudan si están empetrolados, esas cosas simples... Le dije a Pedro pero siempre espera a último momento para decidir __volvió a mirarlo__. ¿Estás seguro de que no quieres ir? Vi a tu hermano muy bien, no creo que no pueda quedarse en el country con Daniela.

__No, no está seguro __contestó Guillermo por él.

__Estoy seguro de que no voy a ir __insistió, Pedro __. ¿Quieres que te ayude a buscar a alguien?

__No. En la Fundación deben de tener candidatos,  pero como es un reemplazo corto, me pareció cuando te lo dije que era bueno para ti…__se quedó callada un instante. Después frunció la frente y sus bellos labios__. Les dije que ibas a ir, y te reservaron el lugar.

__ ¿Hiciste qué? __le regañó Pedro.

__Estabas mal. No estabas comprometido, se habían peleado, recuerda, no estabas en pareja, me pareció lo mejor __se excusó Camila. Pensé que estabas triste y atado por tu hermano. Siempre usabas las palabras atado a Agustín, pensé que ir al sur te haría bien. No te preocupes, llamo y digo que no podrás ir.

__ Camila, tengo el estudio, la  empresa, la cátedra  y a mi familia, ya no trabajo en esas cosas.

__No hagas eso, Camila, irá.

__Guille, no. No voy a ir.

__Cuídale el lugar un día más, por favor __insistió Guillermo ignorando a Pedro.

Ya no discutió, pensando en llamar a Camila al otro día repitiendo su decisión sin que nadie interfiriera.

__ ¿Por qué no me habías contado lo del sur? __interrogó Guillermo en susurros cuando se adormilaron los demás detrás.

__Porque lo había olvidado por completo __respondió, Pedro __. Fue una oferta que me hizo Camila cuando salí a correr en la época que peleamos por lo del accidente en la moto, y jamás le di la respuesta.

__ ¿Por qué no quieres ir? ¿Es por tu hermano? Maduró mucho en este tiempo, puede quedarse en el country o en casa, me ofrezco a cuidar de él.

__No es por mi hermano __ aseguró Pedro.

Guillermo sonrió con pensar.

__Entonces, tal como sospeché, es  por mí __replicó.

__No, no es por ti, es por mí. No podría vivir sabiendo que te dejé solo en este momento. No podría dormir de noche preguntándome si estarás riendo o necesitando de un abrazo.

Cada palabra llenó el corazón de Guillermo hasta transformarlo en un aleteo de mariposa. Apretó los ojos, tragó con fuerza para contener el egoísmo, que le dictaba que aceptara la decisión de Pedro, mas no podía pagar con un sentimiento ruin a alguien que era tan generoso.

__ ¿Cuánto tiempo estarías de viaje? ¿Un mes, tres meses?

__Un mes.

 __No es nada, en un mes ni siquiera me van a citar para reunirme con Silvina, recién estarán llegándole las notificaciones.

Pedro calló, esperanzado en que Guillermo acabara con el tema hasta que al fin sucedió.

Una vez en la casa de Banfield, entró el coche al garaje, los chicos bajaron con Guillermito, les dieron el beso de despedida.

__Los veremos en el desayuno. ¿Te pasa algo papá?

__No Hijito. ¿Por?

__No sé, hace días que te noto medio raro.

__Nada, hijo __mintió Guillermo rogando que no sacara el tema de la madre. 

Pedro se entretuvo con ellos un rato más, cuando entró a la suite, Guillermo lo esperaba desvestido en la cama, tan sólo iluminado por la luz de la luna que se filtraba por el cortinado abierto.

__Bésame.

__ ¿Dónde? __Se aproximó, Pedro.

__Por todas partes.

Pedro lo devoró con la mirada, se acercó lentamente a la cama, apoyando las manos a los costados de las caderas de Guillermo para inclinarse hasta su rostro. Le rozó la frente y los pómulos con la nariz jugando y cerró los ojos para aspirar el perfume haciendo un recorrido hacia el lóbulo de la oreja.

Guillermo le rodeó la cara con las manos, estremecido, y lo besó hambriento, sin pensar en nada más que en cuánto anhelaba el roce de los labios, se hizo con su boca, se aferró recibiendo las caricias de las manos. Dos dedos de Pedro rodearon sus cumbres en camino ascendente haciéndolo temblar.

__Vengo de la Luna y mis sentimientos son de cielo. Vengo por ti porque necesito tu amor, porque todo lo que la imaginación pueda dibujar lo sentirás, porque todo lo que un juglar pueda bailar vibrará en tu carne, porque todo lo que un trovador pueda enamorar lo cantarás en mis labios y porque todo lo que la emoción pueda llegar a pintar, lo nadarás en los colores de mi mar. Vengo por ti, porque en ti juraré mi amor. Eres hierba y sal, aceite y fuego, mi cadencia y mi sueño. Te beberé despacito y de un  trago, te hablaré en silencio y gemiré en tus oídos, acariciaré tu piel y en tus entrañas comeré, vestiré tu sangre de exóticos aromas  y absorberé tu corazón, copiaré cada una de tus huellas y dejaré que el viento se lleve tu rastro __ susurró Pedro acariciando los hombros, mientras con los labios surcaba la frente y las mejillas, antes de arrodillarse para escucharlo mientras fue besándole el cuerpo mientras descendía... el mentón arrogante, el cuello, la clavícula, y Guillermo echaba la cabeza atrás, aferrándose a los hombros de Pedro para resistir el estado de sumisión en el que sólo él sabía dejarlo.

  __Delfín  que amaste ardientes océanos y empanizaste tus miedos en las dunas de hostiles desiertos. Gota de silencio que cruzaste mi sensualidad sin saberlo, pedazo de hombre  que perviertes mis poros con sólo una mirada, ángel nacido en los mimbres de la ternura…Pasión de un deseo que tengo escondido en mis sueños, para que nadie te encuentre.

Llegó la hora de vivirte como jamás nadie te ha vivido. Llegó la hora de amarte como sólo el trueno deshace al rayo, como el río devora piedras y como el mar come playas. Llegó la hora en que el verbo excite prosa, los dientes muerdan labios, la piel eriza sentimientos y las miradas son palabras. Llegó la hora de que seas mío y yo tuyo. Que el fuego atraviese aire, que lo divino funda agua, que el instante sea eterno y que el amor sea clímax de cielo.  Y si un día la maldita duda se atreve a penetrar  almas, pediré a la tierra que me convierta en su más preciado árbol. A él te abrazarás con todas tus fuerzas y será el rayo quien atraviese mi corazón, derramará el viento sobre ti mi sangre y el cielo la convertirá en resina de dioses. Te doraré de ámbar y miel, encapsularé por siempre tu alma a mi pecho y en ella escribiré con todo el poder de mi amor…Que nuestro Amor es  un trato con lo eterno.

__Al final nos encontramos, nunca existió distancia, se decía entre los arbustos jamás, sólo fue un breve espacio confundidos por el destino sensible identificando a sus caminantes vestidos con sed de cercanía  y lluvia de emociones, jamás tuvo escapatoria la virtud de encontrarnos en esos dos pasos que nos unieron, somos almas gemelas destinadas a encontrarse y a permanecer, Guille, nunca lo olvides, y tu hijo es alma afín, lo confirmarás en unas horas, luego le diremos la verdad, le dirás la verdad, estaré a tu lado amor.

La respiración se agitó, de manera no controlable cuando Pedro le alzó la pierna apoyando el tobillo en su hombro para seguir el camino de besos hasta llegar al pie, y al terminar lo llevó hacia arriba.

__Date la vuelta __pidió con voz sensual, Guillermo suspiró, en ese lenguaje de sueños contenido, de ilusiones bordadas en silencio, con  el latir del corazón muy lento.  En ese lenguaje de suspiros lanzó el aliento exhalado desde dentro, que busca llegar a la mente y en ella al recuerdo que lo provocó, el suspiro era añoranza de un tiempo que se supo perfecto, de un tiempo que es pasado, y en el corazón está anidado mas también del momento que sabe ser perfecto en el presente, es la esperanza, emoción contenida, es sonrisa discreta, mirada intensa, pensó que suspirar es un lenguaje de pocos, incienso delicado que envuelve, silencio gritado desde dentro.

_Es un gran privilegio que tú estés ahí y yo aquí,  cuando  duermas lejos de mi presencia y no estés a mi lado,  al despertar tal vez no estaremos juntos unidos por el gran sentimiento del amor, pero la distancia es sólo física, no existe para el alma.
Y este corazón está lleno de alegría porque ahí estás, saber que estás a mi lado, la bondad de tus palabras, los abrazos de almas que brindamos día a día, sentir el cariño de tu voz, escuchar tus palabras, y la melodía de tu voz, entregar este gran amor me hace saber que me quieres, y te digo que es mutuo.
Y así como es, ahora he ganado la fortuna de tener tu amor hoy y siempre. Nunca temas, no conmigo.

__ Lo sé, amorcito. Pensé que el amor jamás sería para mí, atormentado por la pasión de mi equivocación al no saber qué hacer con mi dolor que me ha llenado de tristeza y las lágrimas que brotan de mi corazón, me convertí en un alma envenenada, en un ser sin alma, en alguien opaco, hasta que llegó tu luz, en la mirada que refleja tu sonrisa. Ojos de luz que nacen del amar, dulces sueños que brillan por azar. Es este mundo hostil y sin conciencia que ha llegado colmando mi paciencia  siempre te quiero amar; sin herir. Amar la vida porque  en mi corazón es eternidad ya prometida… sin sufrir. Explotar de éxtasis en mis alardes durante cada verano soleado y  en la sombra fresca de los robles dibujar entera tu sonrisa inmortal.

__Tu deseo de buscarme no se  ha escapado de tus pensamientos, el sentir de tu corazón frío como la madrugada ya empezó a despertar, ha empezado a brotar la ilusión de sentirte amado para volver a sentir las caricias  hacia tu alma. Empieza el juego de tus labios, no disimulan esa lentitud para poder entrar a un mundo del pecado del amor. Buscarás insistentemente mi mirada,  reorganizarás tu espacio cualquier día logrando convencerme, sé que no te comerán las distancias porque para ti no existen, querrás lograr llevarme para llenarte de mi pasión, terminarás sellando tu objetivo para que yo mismo tome el camino a ese espacio a solas a mi lado.

__

Guillermo rodó sin pensar en nada, recostó la cabeza en la almohada confiando en todo lo que su animalito estuviera dispuesto a hacerle. Pedro siguió su mejor misión, le besó la nuca, le discurrió navegando la piel con la lengua dibujando la columna, desviándose a las caderas, volvió a besar cerrando el trayecto.

__ ¿Hay algún sitio que  demande mis besos? __preguntó y se puso de rodillas para quitarse la camisa. Del mismo modo se deshizo del pantalón, el bóxer, las medias, para el fin caer sobre la espalda de Guillermo, y en esa posición, le tomó las manos para beber los dedos, a los que acarició una eternidad, mientras besaba los hombros, las mejillas hasta pedir su parte.

__Acaríciame tú amor __susurró.

Guillermo no iba a negarse, ansiaba acariciarlo.

Giró debajo de su cuerpo y encontró los ojos mientras las manos asieron las mejillas. Le rozó los labios con los pulgares, después bajó a los hombros, a los brazos, los que recorrió con prisas. Volvió a subir y bajó de nuevo, llegó la travesía al pecho deteniéndose  en las cumbres, siguió al vientre, trabajando el ombligo, el tatuaje y la cadera. Se mordieron los labios, disfrutaron del trabajo. En esa posición el rostro de Pedro parecía más atractivo y masculino que nunca, Sus pestañas largas le hicieron humedecerse los labios, su mirada cuando alzó los ojos sin levantar la cabeza le arrancó todo el aire que llevaba dentro.

__Ámame __suplicó Guillermo mientras rodaron y comenzaron a ser uno.

__Te amo __aseguró Pedro con la voz ronca y sensual.

Desde ese momento todo se tornó rápido y enérgico, dejaron hablar a la pasión que sentían el uno por el otro, llegando al vaivén de cuerpos gemelos. Uno daba, el otro no necesitaba nada más. Pedro deseaba tenerlo completo, darle todo, y necesitaba que Guillermo se lo permitiera.

La luna entraba a raudales en rayos sesgados, con el murmullo del viento sobrenatural sobre el agua recordando el día en la costa, y olían a cuero, a sal, a madera, a mar, sintiendo la dureza de los músculos, el peso de los cuerpos, y cuando el pánico quiso asomar, no logró abrirse paso entre el cúmulo de necesidades. Cuando los labios de Pedro se cerraron en las cúspides Guillermo se arqueó, cuando las manos se colaron en su palpitar y llegó, cayó en un pozo caliente. Le fue imposible salir y recuperar el aire, y el fresco, Pedro no hizo más que llevarlo más adentro, los ojos oscuros y ciegos, aturdidos, resbaladizos y mojados, fundida la piel en calor, corazones martilleando hasta que cambiaron los roles, y Guillermo  por fin lo penetró, y durante un instante el mundo se detuvo, y cesó el sonido, la respiración, el movimiento.

Luego todo se precipitó, como un maremoto que barrió y azotó cuanto encontró a su paso más allá de la razón.  Guillermo se perdió en la vorágine, dentro de Pedro esta vez él y su cielito se entregó. Cuando la vorágine lo derribó, Pedro se vino abajo con él.

Como siempre la marea de sensaciones luego de regresar al mundo se extendió más allá, y se quedaron en un ser, quietos, enmadejados, conteniéndose.

__Te amo __ dijo Pedro, besándole la sien__. Te amo __repitió al alcanzar el pómulo__. Te amo _susurró en los labios al hacerse con la boca.

__Guillermo que trataba de regresar al mundo con los ojos cerrados, los abrió abruptamente, apoyó las manos en el rostro, buscó la mirada.

__ ¿Qué sucede? __preguntó Guillermo.

__Tengo miedo de perderte.

La confesión tomó a Guillermo por sorpresa y lo llevó a abrazarlo con ahínco.

__También te amo __ dijo__. Y como vos, también tengo miedo de perderte. Si  por algo es que deseo que vayas al sur es para superar mi temor de que no vuelvas.__ Pedro lo miró en silencio. Sólo los ojos de Guillermo podían decirle toda la verdad __. Además sé que te haría bien regresar a veces a lo que hacías, en el estudio nos arreglaremos, en la cátedra podrás pedir reemplazo. Regresarías renovado, y yo me recargaría de tu energía para enfrentar lo que venga, sabiendo en horas que Fabián es mi hijo, para el resto te esperaría. Por favor, no me hagas sentir que te ato de alguna manera. Lo que más amo de vos son tus alas.

__No quiero que estemos distanciados, no ahora, no todavía, en ese caso, ven conmigo __contestó, Pedro.

Sabía que Guillermo avanzaba y retrocedía, era normal y esperable hasta que todo terminara con Silvina y los hijos, pero no deseaba dejarlo, no podía vencer el temor a perderlo.

__Un mes __ le propuso Guillermo__. Sólo un mes o menos. Yo voy a trabajar y a esperarte, rogando que no te pase nada malo.

Pedro dudó, aunque los sentimientos que subyacían en la mirada coincidían con las palabras, no estaba seguro de nada.

Finalmente sonrió, lo besó, volvió a mirarlo.

__Siempre voy a volver a ti __ le prometió.

__ Lo sé.

__Eres como el viento, me enamoras y prendes deseos en mi cuerpo. Susurras palabras dulces y la ropa se desliza como si estuviera de más, es que cuando me acaricias, sólo quiero que me tomes en tus brazos y me hagas volar, despegar como cometa a las estrellas, no sólo yo tengo alas amor, me seduces todo el tiempo, no puedo estar lejos. Estoy enamorado como una adolescente,  el amor es lo primero. Me imagino que eres viento susurrando en mi mente para sólo pensarte y amarte el tiempo entero.

__De una y mil maneras te he traído a mí. Como si el universo entero nos perteneciera. Siempre te digo que sí con el corazón íntegro y el alma a tientas. De una y mil maneras he tratado de huir de la tortuosa indiferencia y de la soledad que me aqueja. Te he querido dejar ir pero tienes esa magia que mi amor envuelve y mi espíritu renueva. No he concebido mi vida sin vos pues entre suplicios y felicidad  sólo junto a vos he encontrado mi alma gemela.

Lunes, 11 de julio de 2016.

Estudio Graziani y asociados.

Nos encerramos con el sobre en el despacho, era temprano, nadie había llegado, las manos de Guille temblaban,  estábamos en feria, quizá nadie vendría, y decidimos que era el momento justo para que  mientras la abogada preparaba y enviaba las citaciones a Silvina para conocer su testimonio, y a sus hijos, supiéramos con seguridad la filiación de Fabián.

Interné la mirada en la de Guillermo, los ojos de los dos estaban brillantes cuando sacó el papel, y leyó la compatibilidad.

__Es mío, dime que esto significa con seguridad que es mi hijo __dijo con lágrimas surcando el rostro.

__Es enteramente Graziani, es Fabián Graziani, y es sólo tuyo, porque dudo que tenga algo de la madre, y que vaya a amarla alguna vez, más bien creo que sólo la querrá ver un par de veces, aunque sí por lo que he vivido con mi hermano siendo adoptado, y amándolo, creo que quizá pueda y deba amar a sus medio hermanos, pero no depende de ti, ni de mí, ni siquiera enteramente de él, deben sentirlo los otros tres. Es tuyo mi amor.

¿Quieres que ya que me voy lo hablemos todo con él  ahora mismo?

___No, por la feria esta mujer no aparecerá si no es por citación judicial, menos con papeles del hijo, sería una tortura la espera, le hablaremos cuando regreses, y ya sepamos que será el encuentro, cielito, se me está haciendo eterna la espera, pero quiero que vayas al sur, por ello no iré a despedirte al aeropuerto, o temo retenerte, o que no tengas la fuerza de subir al avión, lamento que justo sea julio, no podré tomarme del trabajo para acortar el tiempo, para no aburrirme, me aferraré de Guillermito, es mi nieto, igual pensaré todo el tiempo en vos.

Pedro le enjugaba las lágrimas residuales.

__ Y de mi hermano, por favor, me suplicó quedarse contigo, los adora.

__Lo cuidaré.

¿Ya te vas?

__ El vuelo sale en cuatro horas, quise leer el ADN antes.

Guillermo suspiró, no pensó que despedirlo sería tan difícil, controló los nervios.

__Por favor, prométeme que no vas a hacer nada temerario __pidió. Pedro reía.

__ ¿Nada como qué?

__ No sé, como desear salvar a un pingüino bebé arrojándote al agua helada, ofreciéndote a sacarlo de una trampa de hielo de uno por un centímetro, y hundirte en al agua helada hasta que te congeles como en Titanic __inventó.

Pedro rio con más ganas, le tomó el rostro, lo besó con fervor, se apartó para atrapar la mirada sin despegarse de los labios.

__Sos hermoso, y eres mío, mi prometido.

Guillermo se relajó en las palabras y al fin pudo controlar el corazón acelerado.

__Guillermito se enojó conmigo porque no lo dejo ir a despedirte, dice que le prometiste llevarlo al mar que tiene a los delfines y que estás yendo solo. No sé cómo inventó eso.

__No lo inventó, se lo prometí. Y voy a cumplirle la promesa.

__Estás loco.

__Eso no es nuevo, dime algo que no sepa pero mientras Guillermo reía de su respuesta, se puso muy serio. Le tomó de la barbilla y lo miró. Guillermo calló ante la intensidad de la mirada __. ¿Estás seguro de que vas a estar bien? __le preguntó.

Guillermo alertado por la pregunta, tragó con fuerza. No quería que Pedro se preocupara, sonrió, le restó importancia a todo lo que pudiera haber propiciado la pregunta.

__voy a estar más que bien porque sé que vos vas a estar volando  _dijo, acariciándole las mejillas con los dedos__. Te voy a extrañar mucho. Te amo.

__Te amo.__ respondió Pedro__. Te voy a llamar cada vez que pueda __prometió__. Y si pasa algo, lo que sea, puedes llamar al teléfono que te di de emergencias, no dejes de llamarme. Así sea de madrugada y no puedas dormir.

Guillermo asintió en silencio. Tenía miedo, pero luchaba con el sentimiento con todo su ser. Pedro volvió a besarlo, a decirle que lo amaba, y al fin se quedaron mirándose con él en la puerta, hasta que desenganchó la mirada y corrió hacia el auto, la mirada penetrante lo siguió desde la ventana. Suspiró con la sonrisa detenida en los labios, cuando abrió la ventana para gritarle.

__Pedro, la alianza, es como si yo estuviera con vos, recuérdalo.

Luego vio el auto alejarse, y ya comenzó a extrañarlo, Pedro pensó en él durante todo el tiempo del vuelo.

La primera semana se fue volando, mas el sábado Guillermo comenzó a extrañarlo más, se habían llamado tres veces, uno contó lo que estaba haciendo en la reserva, el otro  que no tenía novedades.

Para no extrañarlo tanto, cuando el sábado Pedro lo llamó, Guillermo le contó que cenaría en el country  y  quizá dormiría allí con su hermano, mas lo que no pudo contarle, fue la sorpresa que le guardaba Agustín, para cuando Guillermo llegó, lo recibió con Nadia, la hermana de Diego, pero allí se sentía más cerca de Pedro. Hasta comió Pizza y pasaron tres horas viendo películas, cuando regresaba a Banfield decidido porque había ido con la familia y eran demasiados para quedarse, era de madrugada, más de medianoche, estaba la luz del living encendida, se sorprendió, pero mucho más cuando el corazón le dio un vuelco al entrar.

___! Papá! __ dijo Fabián entre asustado y confundido.

Guillermo sólo vio a su  ex mujer sentada en el sofá, Silvina estaba allí, sintió que el corazón se le detenía y un escalofrió recorría la espalda.

Le tomó un nanosegundo darse cuenta que se ponía de pie y se acercaba a él.

__ ¿Qué estás haciendo acá? ¿Cómo entraste?

__ Esta sigue siendo mi casa, ni siquiera cambiaste la cerradura, nunca te di las llaves __contestó inmutable sonriendo, miró a Fabián que abrazaba a Valeria confundido.

__ ¿No vienes a saludar a mamá, Fabi? __ dijo como si nada.

Una furia incontenible inundó el cuerpo de Guillermo, al ver a Fabián ir a él y no a ella, se entendió con Valeria.

__ ¿Te parece regresar a las dos de la madrugada con tu hijo y tu nieto?

__Sal ya mismo __pidió Guillermo sin perder la calma frente a los suyos.

Guillermo hubiera querido echarle la lámpara encima, matarla, pero debía controlarse por su hijo, por suerte el nene dormía.

__Vayan a dormir, hijo __ dijo con firmeza.

__ Pero… ella es…

___Tu… la mujer que te parió, sí, pero la verás luego, primero debo hablar con ella, confía en mí, hijito, ve con el nene y tu mujer a tu cuarto, ve, te estoy pidiendo que salgan, te prometo que todo va a estar bien. Ve hijito, ve.

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS, CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.