"SUR".
CAPÍTULO CUARENTA Y CUATRO.
Bs. As., Provincia, viernes 05 de AGOSTO.
“Entender el puré como una epifanía. Damn
the language. Entender. No inteligir: entender. Una sospecha de paraíso
recobrable: No puede ser que estemos aquí para no poder ser”.
*Julio Cortázar /Rayuela cap. 18.
_Te amo, cielito, te amo, no
imaginas las cosas que dijo.
__Chis. ¿Quieres casarte
conmigo?
__Tontín, claro.
__Bueno, entonces
reprogramaremos la fecha, Marcos con esto sacará la sentencia de divorcio con
un trámite, le haré juicio, Guille, será en concurso real, dos tentativas de
homicidio, con la salvedad que a ti, el médico te dio por muerto, no fue simple
como mis disparos, la enviaremos al penal.
__ ¿Y Josecito?
__No la recuerda, no sabrá
nada más de ella, es una decisión tomada, si antes dudé o sentí culpas, hoy no,
mi amor, hoy sé que es un ser de luz, destinado a permanecer unido a nosotros,
y haremos las adopciones, ya Graziani, dame un beso que afuera hay una multitud
que desea ver al resucitado, ni se te ocurra volver a darme un susto así, yo te
vi morir demasiadas veces, no iba a permitirlo esta vez, no vuelvas a
intentarlo.
__
“Orígenes mitológicos:
Según las creencias egipcias, los dioses habían gobernado en el Antiguo
Egipto antes que los faraones, civilizándolos con sus enseñanzas.2 En ellas, el dios
egipcio Tot era el dios de la sabiduría y el patrón de los magos. También era el
guardián y escribiente de los registros que contenían el conocimiento de los
dioses. Clemente de Alejandría estimaba que los egipcios poseían cuarenta y dos escritos sagrados,
que contenían todas las enseñanzas que poseían los sacerdotes egipcios.
Más tarde, varias de las características de Tot se
asociarían al Hermes de la mitología helenística, incluyendo
la autoría de los «cuarenta y dos textos». Este sincretismo no fue practicado
por los griegos, sino que en el primer o segundo siglo de la era cristiana, se
le comenzó a llamar a esta fusión «Hermes Trismegisto», probablemente por
cristianos que tenían noticia de los textos egipcios. No obstante, en algún
momento la ambigua noción de divinidad se transformó en la de un personaje
histórico de los tiempos iniciales de la civilización occidental, al cual
además se le atribuyeron otros escritos filosóficos.
Entre los tratados atribuidos a Hermes Trismegisto
destaca el Corpus hermeticum. Se le atribuye también la redacción de la Tabla de esmeralda, que fue considerado por los alquimistas, el libro fundacional de la alquimia. Otras de sus obras más destacadas serían el Poimandres, el Kybalión (en el cual se
expresan de forma sintética las leyes del Universo), ciertos libros de poemas y
el Libro para salir al día, también conocido como «Libro de los muertos», por haberse encontrado ejemplares de él dentro de los sarcófagos de algunos destacados egipcios.
Resurgimiento medieval[editar]
Durante la Edad
Media y el Renacimiento los escritos atribuidos a Hermes Trismegisto, conocidos como Hermetica,
gozaban de gran crédito y eran populares entre los alquimistas. La tradición hermética, por lo tanto, se asocia con la alquimia, la magia, la astrología y otros temas relacionados. En los textos se distinguen dos categorías: de
«filosofía» y «técnica» hermética. La primera se ocupa principalmente de la
argumentación teórica sobre la que se sostiene el pensamiento mágico y la
segunda trata sobre su aplicación práctica. Entre otros temas, hay hechizos
para proteger los objetos por «arte de magia», de ahí el origen de la expresión
«sellado herméticamente».
El erudito clásico Isaac
Casaubon, en De rebus sacris et ecclesiaticis
exercitiones XVI (1614), mostró por el tipo de caracteres griegos que los
textos escritos tradicionalmente en la noche de los tiempos, eran en realidad
más recientes: la mayor parte del Corpus hermeticum «filosófico» puede
ser de una fecha alrededor del año 300. Sin embargo, fueron descubiertos en el
siglo XVII errores de la datación de Casaubon por el estudioso Ralph
Cudworth, que argumentó que la denuncia de
falsificación sólo puede aplicarse a tres de los diecisiete tratados contenidos
en el Corpus hermeticum. Además, Cudworth señaló que los textos eran una
formulación tardía de una tradición anterior, posiblemente oral. Según
Cudworth, el texto debe considerarse como un término ad quem, y no a
quo, es decir, que el texto es el fruto de una tradición anterior y no su
origen, como podría hacer pensar Casaubon.
La tradición cristiana medieval lo veneró como
protector y guía de los hermetistas, que practicaban las artes de la alquimia, la magia y la astrología”.
__Pedro, amorcito ¿qué buscas exactamente? __interrogó
Guille desde el sillón, estamos en casa, no lo he dejado ir al trabajar pese a
que se siente bien y en otra clínica sin que supieran de lo sucedido, todos los
estudios resultaron normales.
__Entender mi don, Guille, dejar de andar a tientas,
me asusté demasiado con lo que sucedió, y Camila me hizo dudar, lo que vengo
leyendo de presuntos personajes inmortales lo mismo, por ejemplo de Leonardo
da Vinci, se dice que vivió más de quinientos años con su musa, pero que
la luz del amor de ella que era imposible y eterno lo mantuvo vivo, porque no
se consumió en un amor real, ya que él era gay, y sólo empezó a correr el
tiempo para ambos cuando ella se enamoró de un mortal común.
__ ¿Entonces? ¿Estás pensando que quizá mi llegada
termine con tu eternidad supuesta?
__No lo sé, no lo tengo claro, en teoría nuestro amor
es eterno y no, siempre nos hemos amado en cada vida, al menos desde la que
tengo desde 1919, no es como el caso de Leonardo, es sólo que tanto Dora como
mi abuelo siempre me hablaron de mi don, pero en verdad no tengo nada escrito,
ni papiros, ni he visto esa famosa tabla esmeralda, ni siquiera soy masón como
fueron ellos, y lo que te sucedió me hizo dudar, quizá seamos longevos y no
inmortales, quizá el amor consuma la luz eterna como en el caso de Leonardo, no
lo tengo en claro, y siento algo raro.
__Empiezas a asustarme, creo que estamos sugestionados
por estas cosas que estamos leyendo, ¿qué es lo raro que sientes?
__No lo sé, algo que está por suceder y no puedo
terminar de ver, algo que me hará investigar o saber.
__Amorcito, ¿por qué mejor no seguimos con el plan de
buscar la casa y te dedicas a la demanda de Camila? Dijiste que harías los
planos de la casa con tu hermano, no importa si tenemos vida eterna o
longevidad, el amor lo es. ¿Acaso te arrepentiste?
__No amor, no. Lo de Camila está en curso, fui a
declarar, llevé tus estudios iniciales, pasa que no puedo hablar de esto, y
ella está ausente, habla como si fuera menor, se trasladó a la época en que
estaba la madre viva, no saben si es una regresión o un brote psicótico, de
hecho está delirando.
__O fingiendo para quedarse en el psiquiátrico.
__No lo sé,
Matías consiguió el certificado de defunción de la madre, y ubicó la
tumba, si mintiera con eso, ya quedaría
en descubierto, irá presa, o quedará en el psiquiátrico, no sé, es complejo
saber si finge, igualmente presenté la
demanda, el juicio se hará, el psiquiatra definirá el dónde pero encerrada
quedará, y para el nene ella seguirá muerta, aunque el estar presa le haya dado
documentos de nuevo.
¿Te sientes bien?
__Perfecto, absolutamente perfecto. Y por lo que te he
escuchado hablar por teléfono tomaste un caso interesante además de esto de
Camila, el del nene intoxicado con plomo. ¿Me equivoco?
__No, pero ni siquiera es un caso aún, debería serlo,
pero encontrar a los fabricantes de esos juguetes de porquería o a los
comercios que los venden será complejo, pero sí, de hecho Beto pasará a
buscarme para ir a algunos negocios y al hospital.
__Iré con ustedes, y no acepto que me sigas teniendo
internado, ya basta cielito, si no fuera
verdad que me diste la eternidad, con la bomba que me dio tu ex estaría bajo
tierra, ya deja eso, cielo.
__Es todo raro, fue un instante, en mi caso primero,
en el tuyo, ella quiso poner a prueba nuestra inmortalidad, primero no dudé,
pero contigo sí.
El instante es el cruce de dos tiempos o el cruce de
dos rumbos o el cruce de dos vidas, un cruce en fin y sin embargo en un
instante cabe un mundo enorme o tan minúsculo que cabe en un cerrar de ojos,
cabe la vida o la muerte. En el instante se concentran los sentimientos,
las alarmas, los vaticinios del futuro y los sobrantes del olvido,
un cruce algo así dijo Mario Benedetti. En:
Defensa propia. 2004.
En ese instante en que Camila nos tendió la trampa, en
mí surgió la duda, y Dora me habló de La Tabla Esmeralda, de que mi abuelo
y el hombre que me persiguió habían dado
con ella entonces, Guille, pero yo nunca lo supe, no lo sé.
No es que me angustie o no el tema de la inmortalidad,
pero amor, no puedo admitir que empiece a correr el tiempo para mí hoy. ¿No entiendes?
__Guille miró confundido, me arrodillé a su lado, sentí sus dedos acariciándome
el pelo__. No me importaría de pronto que el espejo reflejara las líneas de
ruta de cien años, o morir si no estuvieran tú y mi hijo, pero amor, si hoy
empezara a moverse mi reloj, te volvería a perder, mi edad real casi es un
siglo, moriría, nos volveríamos a desfasar, esta vez por mí, y no puedo
someterte al dolor de verme morir, yo lo sufrí contigo. Y más allá de nosotros,
concebí a mi hijo con casi cien años, pensando en la vida eterna, tampoco puedo
dejarlo con menos de cuatro años, y sobre todo ello, le dimos nuestra sangre, a
ellos, a Dora, a Cuca, necesito saber qué hice, fui un inconsciente, creo que nos
apresuramos por la aparición de Camila sin haber entendido casi nada. Mi abuelo
me habló de los escritos de Hermes, de la tabla esmeralda, pero lo cierto es
que sólo vi su horno de atanor al que ni siquiera llegué a manejar y apenas he
estudiado de alquimia, nací con el don al parecer, vencí al mal, pero no fui
alquimista en esta vida yo, no fui de la secta masónica, no he leído nada, no
sé qué manejo, y no puedo dudar.
__Pedrito, entiendo, ahora que lo dices así me
aterraste, no dejaría que murieras y yo no, pero no es así amorcito, estás
sugestionándote por lo que dijo e hizo
Camila, no hay una cana, una arruga, no hay un cambio físico que denote que no
tienes la edad en la cual quedaste detenido, no me asustes, aunque no sepas la
teoría más allá de lo que hayas estudiado de la alquimia, si tu abuelo te lo
dijo antes de morir, si podías vencer a Michal, eres el niño sabio, tienes el
alma mundi…
__Te amo en la fragilidad de momentos que llegan sin
permiso a las profundidades del alma. En el temor de perderte y nunca más
hallarte. No puedo pensar que suceda al revés ahora, sé que dices lo cierto,
pero necesito informarme. Te amo. En el silencio que grita el adiós de fugaces
encuentros. En los deseos que abrazan lo cohibido de mis secretos. Te amo en la
lejanía que acaricia la credibilidad de mis locuras. En los besos que se
alimentan del fuego pecador que arde en la calma de madrugadas intensas. En la
sombra que se anida en mi espalda robando recuerdos que aún suspiran en el
pasado, en la verdad engañosa que le inventé a mis dudas. Te amo cuando
proclamas al viento tus deseos inevitables de consumirte en lo divino de mis
misterios.
Velan las sombras mis retinas encubriendo silentes mis
anhelos, ululan mis deseos contando las horas, espero impaciente el maravilloso
instante de tu regreso.
Tremulante, anhelo el momento en que he de escuchar de tus
labios
“Aquí estoy... tu espera terminó”. Pasó en cada una de tus vidas y de tus muertes, pasa a cada instante en que no estamos juntos, pasó en estas horas en que no regresabas.
“Aquí estoy... tu espera terminó”. Pasó en cada una de tus vidas y de tus muertes, pasa a cada instante en que no estamos juntos, pasó en estas horas en que no regresabas.
Desesperado aguardo la vuelta a tus brazos y la
posibilidad de beber nuevamente el néctar de tu cáliz precioso, miel de éxtasis
con la que habré de recuperar la felicidad perdida. Las horas se me hacen
eternas para volverte a mirar, quisiera tenerte en mis brazos siempre y poderte
besar, pero sólo me muerdo los labios cuando pienso en ti, es por eso que cuento
las horas, para besarte.
Mi alma estremece en su desvelo, clamando tu cuerpo en
mi lecho con su inconfundible aroma alienado a mi pecho. También mi piel yace
sedienta en mis sábanas transpirándote, y ese deseo que se acrecienta es
ansiedad tierna y amante.
Cuento las horas que duermen somnolientas en mi
desvelo, ya en las alturas del cielo estrellas y luna se esconden esperando tu
llegada con insaciable anhelo.
Me atrapa la noche contando las horas para verte,
supurando esperanza por todos los poros de mi piel, deseando saciar mis deseos
en tu ser.
He sentido esa espera demasiadas veces amor mío, no
puedo arriesgar nada hoy.
Me cansé de esperarte por las noches y sentir las
voces del silencio, la brisa que sopla en la ventana, tu ausencia es el dolor
de mis latidos. Y me dormí de nuevo abrazando la luna que es la única que sabe
comprender la inmensidad del amor que siento por ti, se hacen eternas las horas
sin tus besos. Tu ausencia dentro de mi única vida marcó cada vez la verdadera
eternidad, la sentí en estos días en que apenas respirabas.
Te has vestido con la paz en mis sueños, he traído la
luna, te quedaste sin noches, atrapado en los recuerdos y mis suspiros habitas
tibio como luz dentro del alma.
Unos besos en mis labios despertaron a mi corazón
solitario, hechizo momentáneo, dulzura de romance. Desesperado dibujando mil
corazones rojos me convertí en un alma viajera que quedó flotando en el aire, suelta,
sin rumbo.
Voy al despertar del horizonte como un ángel, como un ángel me hizo sentir, soy libre y sé que puedo volar hasta ti, porque me convertiste en tu ángel, que te cuidará y amará por siempre.
Voy al despertar del horizonte como un ángel, como un ángel me hizo sentir, soy libre y sé que puedo volar hasta ti, porque me convertiste en tu ángel, que te cuidará y amará por siempre.
Pero no de nuevo, no quiero tener que experimentarlo
de nuevo, ni al revés, amor anhelado no más. Sobrevivir anclado en las horas
del reloj de la vida, batallando contra los espacios que me atrapan en la
nostalgia.
Se aprisiona mi pecho, cuando emergen de mi interior
los misterios de siempre. Demonios infundidos por las dudas que habitan en el
abismo de mi conciencia, que me lanzan al precipicio de la impaciencia.
Caminando desde mi fantasía nacida en los sueños me introduzco en tus deseos, olvidando
por momentos mis recuerdos imborrables. Bebiendo me encuentro el néctar
afrodisíaco de tus locuras apasionadas, que incitan a los fantasmas de mi
cordura. Besos que aniquilan pesadillas, abrazos que encarcelan tormentas, caricias
que enjuician desaires. Nos amamos en los caminos que nos eligió el destino
torturado injustamente por condenas que grietan corazones. Amores difíciles
deseados por todos, me aferro a la fe del tiempo, nuestro aliado, sentado estoy
bajo luces de esperanzas, en espera por la libertad de tu alma, que llegará a
mi regazo para abrigarte de los miedos que te acechan. No lo quiero más,
no luego de asumir la vida eterna,
juntos, no lo soporto más.
Eres la única boca de mis besos. Susurros de unos
sonidos, sonidos que manaron de un instrumento musical como notas escarchadas
por el frío de tu ausencia, como maleta vieja guardo recuerdos que ya no dicen
nada, suspiros ahogados escapan de mi boca cerrada, besos, besos que aún guardo
por si vuelves a mi boca.
Agua de lluvia que moja tus labios, gotas que ruedan
por tu comisura, gotas que mis labios desean atrapar a besos que muerden
despacio, a suspiritos que ericen tus poros, a piel sobre mi piel y cerrar los
ojos.
Deseos de este hombre, deseos de tenerte, mirándome a
los ojos mientras tus caderas comienzan el baile, despacio, mirándome,
mordiéndonos los labios, regalándonos gemidos, deseos, sólo deseos de que tu
boca bese mis labios y desaparezcan las espinitas que me hacen daño.
Hoy desempolvo de tiempos pasados mi vieja maleta, hoy
la limpio de mis viejos recuerdos que ya no me dicen nada, hoy sólo espero
encontrarte y llenarla de tus besos para nunca más sentirme solo, eres mi sueño
encontrado, el deseo esperado, eres la esperanza de este hombre que te ama,
eres la única boca que mis besos desean. No volveré a arriesgarme a perderte, a
que me pierdas.
__No amorcito, ni yo, somos uno, somos a la par,
juntos. En esas sombras de espera, donde se fusionan las ansias, brota la
médula de amor alojada en suspiros, somos suspiros, ansias de mantenerte
entre mis brazos, que puedan abrigarme los tuyos y en tu corazón hacer mi
nido…Y, en ese nido de fantasías, latiremos, siempre juntos, con bochornos y
arrumacos voluptuosos; con besos de pasión y delirio. Somos fuego de esa pasión, volcanes
explosivos donde rebasamos huracanes y ciclones corriendo por nuestras venas.
explosivos donde rebasamos huracanes y ciclones corriendo por nuestras venas.
Somos, vientos en verano, rocío fresco de otoño,
copos de nieve en invierno y rosales en primavera, un himno al amor, ese
amor sediento y fresco, gotas de rocío;
somos, dos almas en un sólo corazón, desde y para siempre.
__ Aun en la distancia hoy se mantiene intacto nuestro
amor, aquel amor que juramos alimentar día a día sin importar qué tan lejos
estamos porque cada noche abrazamos nuestros sentimientos, me basta pensarte
para sentirte cerca.
Ese aroma tuyo en que dejas impregnada mi piel y tus recuerdos son los que mantienen
viva la llama de nuestro amor, recuerdo tu mirada fulminante y cómo olvidar si
la primera vez en cada vida, temblaba de
nervios como queriendo huir de ti.
Sin imaginar que un amor había nacido entre nosotros,
así transcurrió nuestro amor hasta que un día te marchaste pero juramos que aun
en la distancia nos íbamos a amar. A distancia alimentamos este sentimiento a
través de bellos recuerdos de los besos y el toque de nuestra piel, porque lo
nuestro es un amor incondicional, algún día cercano lo haremos oficial.
__ Sé amarte cuando al mirarte sólo me desnudo
escribiendo lo que siento por vos. Siento deseos por amarte cada mañana,
cada tarde, cada noche.
Siento deseos de tocar cada parte de tu
cuerpo, y sentir cómo te estremeces y despierto el deseo en vos por
mí. Siento deseos por recorrer tu piel, palmo a palmo y
encender poco a poco la pasión para amarme. Siento deseos por
besar y morder esos labios carnosos y correspondas a mi
desenfrenada lujuria contenida. Siento deseos de amarte y llevarte
hasta éxtasis al amar, que olvides hasta tu nombre y sólo
pronuncies el mío.
Sé amarte, cuando al mirarte sólo me desnudo
escribiendo lo que siento y deseo por vos.
__
__Guillermo, hijo, tienes un llamado urgente del
estudio, es Gaby, te la paso __afirmó Dora que seguía en casa.
__Pásala, sí.
Guille tomó el teléfono y le vi el cambio de
expresión.
__ Analía, sí, la conozco, es una excelente
criminóloga, ha trabajado en algunos casos. ¿Me busca a mí?
__Sí Guille, yo le dije que estabas de licencia, no sé
si hice bien en decirle que estabas en la casa _informó Gabriela __.
Parecía impactada, en shock, asesinaron
al padre.
__ ¿Cómo?
__Guille, amor, ¿qué sucede?
__ Está bien, Gaby, dile a Beto que se suspende lo de
las jugueterías por hoy, necesito escuchar a esta chica si mataron al papá, era un hombre muy importante, muy respetado, muy
noble, pero si me busca es porque ya atraparon al asesino y querrá que lleve el
juicio, supongo.
__No Guille, entiendo que no, que quiere consultarte
como amiga, que la ayudes, está muy sola creo.
__Está bien. Hiciste bien, yo me siento perfecto. Era
amiga de Ana, y sí, hace años que la
dejó el amor de su vida inexplicablemente, y sólo tenía al papá, hiciste bien.
Dile a Beto que lo llamaremos por el caso del nene cuando sepa lo que sucede
con Analía, y si lo contactaran los papás que vaya adelantando con vos, quiero
que Pedro se quede a mi lado en esto, intuyo que lo necesitaré.
__Dale, Guille, sí, lo del tema del plomo, lo podemos
seguir nosotros ahora, y lo de Camila puede seguirlo Marcos, están presentadas
las demandas, no te preocupes.
Media hora después…
Analía Sanz
tenía el puño apretado, tanto que los nudillos se habían puesto blancos.
Sostenía un reloj pulsera que en el apuro no había logrado ponerse en la
muñeca. Lo sujetó tan fuerte que no lo notó hasta que el auto que la trasladaba
llegó a destino, y debió estirar la mano para abrir la puerta y bajar. Entonces
miró el reloj. Tampoco se percató de que llevaba jeans pero que había olvidado
quitarse la camisa del pijama, de que no llevaba suéter y la campera que la
abrigaba no era de ella. Se acomodó la correa de cuero del reloj y miró el
cielo, estaba despejado y claro, cuando salió horas antes de su casa era noche
cerrada sin luna, como si esa oscuridad infinita anticipara la escena con la
que debía enfrentarse.
__ Analía, tanto tiempo, te presento a Pedro, mi
pareja,
__Hola, encantado _dije pero la chica estaba
temblando.
__No sabía, Guillermo, disculpa, desde que viajaste al
sur, no te volví a ver, es que te necesito, estoy aterrada, no entiendo nada __dijo
con voz cansada y Guillermo la abrazó conduciéndola a sentarse, al tiempo que
Dora trajo café.
Médica y criminóloga, ella estaba acostumbrada a que
la policía Forense la llamara en
horarios poco convencionales, por eso no la sorprendió que su celular sonara en
la madrugada. Sin embargo, que el llamado fuera de Antonio Gutiérrez, director
de la editorial de la familia y que lo estuviera haciendo desde el hall de su
propio edificio sí era algo grave.
__ ¿Lo recuerdas?
__Claro, Antonio fue la mano derecha de tu padre, y…
__ Puedes decirlo, un amante ocasional, una mierda,
Pedro, pero no es lo importante, entró al departamento y me dio la noticia.
Desde ese momento, los sucesos transcurridos desde que
salí de casa frente al Botánico, y llegué al lugar de los hechos, son parte de
una nebulosa. No es un suicidio Guille, a mi papá lo mataron, no confío en
Antonio, quiero que me acompañes en esto, necesito que me apuntalen.
__Para eso estamos, cuéntame qué sucedió exactamente,
hacía más de un año que yo no lo veía a tu padre, pero nada me haría pensar en
un suicidio, claro que menos en un homicidio.
__No sabía ni el tiempo que había pasado desde que
escuché de la boca del periodista la noticia que habían encontrado a papá
ahorcado en la biblioteca del zoológico de Buenos Aires y el momento en que
llegué al lugar. Sólo quería tratar de recordar cuándo había visitado el
zoológico por última vez, frente a la gravedad del tema, regresé a mi infancia
creo. Toda la situación me resulta ajena, como si sufriera un proceso de
extrañamiento, de disociación en el que yo soy una observadora más, como en
cada caso en que trabajo. Mira que estoy acostumbrada a los crímenes más
macabros, pero no estaba preparada para ver a mi padre colgado, Guille, no lo
creo aún.
Un escalofrío nos recorrió el cuerpo a los tres creo.
_No quiero pensar, dejé que Antonio me guiara en
silencio, no quise molestarte a la madrugada. Traté de concentrarme en la
respiración, en el frío que sentía pese a la época, en lo insólito de estar
caminando las callecitas internas del zoo, en medio de una oscuridad inmensa y
acompañada por agentes de seguridad.
Mi mente se desviaba a copos de algodón de mi infancia
allí y mis pensamientos erráticos se perdían entre el rumor del viento que
disimulaba las voces de la gente cuyas linternas iluminaban lo suficiente como
para ver por dónde pisábamos. Caminaba como autómata, mira cómo estoy vestida,
lo vi recién, salí como estaba, escuchaba mi propia respiración mezclada con el
murmullo nocturno del parque. Estaba arropada en la campera, tratando de
calentar las manos frotándolas contra los jeans. Continué firme tras Gutiérrez
y los oficiales que se habrían paso rumbo a la biblioteca.
No confío en él, pero de alguna manera quería aliviar
la situación. Aunque fuera imposible, al menos quería que supiera que contaba
con él. No quedamos en buenos términos, lo sabes, hacía años que no lo veía,
nunca olvidé lo sucedido entre nosotros. Sin embargo en ese momento quise dejar
rencores a un lado y él sé que lo mismo. Me tomé de su mano. En la oscuridad, la biblioteca, que sabes es una réplica del
Templo de Vesta __construcción en honor a la diosa romana del fuego y el
hogar__, se mostraba tenebrosa.
Es de estructura circular y erigida sobre dieciséis
columnas adornadas por frisos de bronce, Pedro, no invitaba a entrar.
Sobre la enorme puerta principal, se podía observar
una leyenda en latín: “Divina protección inmutable”, susurró Analía y me estremecí,
por algo crucé la mirada con Dora que asintió de un modo llamativo, como
diciéndome que me quedara atento a lo que sucedía.
Luego seguí al oficial que esperaba en el acceso al
recinto. Al tomar consciencia del calor de la mano de Antonio la solté y avancé
hacia la entrada. No estaba preparada para lo que vi.
__Sigue, linda, cuéntanos.
__Sentí náuseas. Tuve que retroceder un paso y
respirar. Dejé que una mano me sostuviera, y escuché frases sueltas, inconexas
que me marearon más aún. Salí de la biblioteca casi a ciegas, sin dejar que el
aire entrara en mi cuerpo. No quería respirar ni una gota de la atmósfera
viciada del Templo de Vesta porteño. Esperé a estar al descubierto para que el
aire me pegara en la nariz y como un torrente helado me recorriera las fosas
nasales y se perdiera en la infinidad de los pulmones, hasta expandirse y
volver a contraerse, respiré, el aire estaba frío, gélido, sentí que yo estaba
viva para algo, que mi vida diaria seguiría su curso viera lo que viese.
Por tantos caminos he andado que donde hoy me ubico
parece que nada ha cambiado.
Por momentos la vida sigue igual; la misma gente
viviendo su diaria rutina que hasta parece que el tiempo ha detenido sus
delgadas manecillas.
Gente que va y viene tal vez buscando el porqué de sus
prisas; ancianos que descansan plácidamente en las bancas de los parques entre
risa y risa.
La vida abre sus puertas de par en par para todos los
que quieran traspasar sus fronteras para vivir a ganar.
Nada está prohibido para quien quiere dar vuelta a su
hoja y camina buscando nuevos horizontes y encamina sus pasos con ferviente
devoción.
Ha vuelto a despertar a la vida quien agradecido
amanece al nuevo día y hace planes completos aprovechando cada segundo, cada
minuto de su vida.
Y cuando llega la noche, feliz y satisfecho cae
rendido en su cama sabiendo que lo que hoy ha hecho da por concluida su labor
del día. Me había acostumbrado a esa vida, casi normal pese a la posición de mi
papá, a mi pasado.
Escuché a Antonio susurrarme algo al oído, pero no entendí.
O no quise. Dejé que me llevara hasta un banco iluminado por una farola en
medio del parque.
“__Respira.
Asentí. “Respira”, me dije para mis adentros y traté
de sacarme la imagen de papá de la mente.
__Ani __insistió Antonio __. Ani…
__Estoy bien __mentí__. Fue… fue la impresión. No me imaginé
que…
__Podemos esperar a tener que volver a entrar. Vos
mejor que nadie sabes que las primeras veinticuatro horas son cruciales.
Asentí.
__Papá está muerto hace más de ese tiempo __murmuré.
Está colgado ahí hace tres días por lo menos.
__ ¿Estás segura?
__Sí.
__Pero si es así, alguien debería haberlo visto, ¿no
te parece? Aparte, nadie notó su ausencia en la oficina, en la casa…
__No sé qué decirte __interrumpí mientras me ponía de
pie, aparentando estar mejor___. Vos sos su mano derecha”.
Caminé firme hacia el ingreso. No podía quitar de mis
ojos el estado azul púrpura del cuerpo que colgaba del techo. Antonio me siguió
con los ojos. Intenté mantener al margen las emociones, pero estimaba a papá, y
nunca imaginó verlo así. Trató de espabilarse con el aire frío y hacer a un
lado las ideas revueltas que, de inmediato se agolparon en la cabeza. Se puso
de pie y me siguió, ya me había adelantado metros. Me alcanzó bajo el dintel de
la puerta. Apoyó la mano en el hombro, entramos juntos.
La policía Científica ya estaba trabajando. Un perito
estaba tomando fotos del cuerpo cuando entré. Un silencio forzado se apoderó
del lugar. Noté el murmullo que acompañó a mis pasos. Quien colgaba de un cable
negro sujeto de una de las vigas centrales de la biblioteca era mi papá, un
reconocido magnate de los medios, dueño de cadenas de televisión, diarios,
editoriales.
Un ciudadano
ilustre, un misterio incluso para mí que tenía que reconocer el cadáver. Me
acerqué despacio, firme, pero tratando de postergar el momento de enfrentar los
ojos muertos cuando el cuerpo descendiera a manos de los analistas.
Lentamente los oficiales descolgaron el cuerpo, la
escena fue espantosa. Un oficial sujeto a una escalera de madera sujetó el
cuerpo sin vida, otro, del otro lado de
la escalera, pero un poco más arriba cortó el cable. Luego entre ambos lo
bajaron. Levanté la mirada y pude ver el nudo del cable ubicado delante de la
oreja. El rostro cianótico no parecía de mi padre. Sin embargo, el azulino de
la piel, alguna vez lozana, no me impactó tanto como los diez puntos de sutura
prolija que atravesaban la boca de lado a lado.
___ ¿Qué? __ lanzó Guillermo desorbitado.
__ Lo que oyes. Como todos los presentes, entendí que
aquello no se trataba de un suicido para lo que iba preparada. Los labios
habían sido cosidos con algún hilo quirúrgico. A mi papá le cosieron la boca y
lo colgaron de la viga principal de un edificio público.
__ Lo callaron.
__Es lo que creo, dueño de medios, aparecer así, es un
mensaje para alguien, pero ¿para quién, o qué estaba por revelar mi padre como
para que lo mataran así?
El miércoles lo vi por última vez, el mismo miércoles
lo mataron Guille, estoy casi segura.
El caso lo investigará mi amiga Belén, la misma
forense que está haciendo la autopsia, la conoces, será la cabeza de la investigación.
Guille, no me preguntes el porqué, sé que Antonio
estimaba a mi padre, y él lo tuvo a su lado por años, pero no termino de
confiar en él, necesito que me acompañes en esto, temo que lo que mi papá tenía
en sus manos sea una bomba para muchos o para alguien muy importante, lo que
significa que como su heredera estoy en peligro.
__Es más que obvio, lógicamente que estaremos, cuando
tengan al o a los asesinos quiero ser el querellante en el juicio. Apreciaba a
tu padre como muchos.
Analía, sé que te duele más que el mismo Antonio,
pero…
___ ¿Su socio? Mi ex… Rubén, está en
Madrid, desde que me abandonó vive allá, se casó, y tiene una financiera
allá, está en peligro supongo o no, Antonio no parece saber el porqué del
asesinato por tanto el secreto que sabía mi papá, quizá sólo él lo sabía, quizá
mi ex.
__Quizá de alguna manera llegue a vos, a los socios y
empleados en estos días o quizá no, pero están todos en peligro, Analía, muerto
tu papá, la misma gente si lo que crees es así, irá por su entorno, deberemos
protegerte, la policía, el juzgado.
__Sí, Belén me informará del Juzgado que salga
sorteado, en principio, tendré custodia, pero no confiaba en nadie, sí en ella,
pero necesité acudir a vos.
__Hiciste bien, muy bien.
¿Podríamos ir a hablar con Belén y a ver el cuerpo?
Luego de que duermas, comas, te cambies.
__Dormir no podré, pero sí necesitaría ducharme y
cambiarme. Pero podemos ir mañana, Belén trabajará sola hoy. A la noche intentaré
dormir, lo prometo. No me siento capaz de ir a casa de papá, no hoy.
__Te acompañaremos a tu departamento, entonces, pero
antes almorzarás acá.
__Gracias Guillermo, sé que estás de licencia y yo
traje semejante cosa, pero algo me dice que podrás ayudarme, y yo a ustedes.
__ ¿Puedo hacerte una pregunta compleja? Contéstame
sólo si quieres.
__Todas, claro.
Guille me miró de manera significativa, en principio
no supe por qué, vaya si en los días entendería.
__ ¿Tu padre pertenecía a los masones, lo era?
__Sí.
Me estremecí, lo que estaba sucediendo en Madrid y en
Bs. As. me daría un montón de respuestas. El destino había armado una jugada
magistral, quizá llamado por mis interrogantes.
__
Cuando regresamos era casi de noche, estaban los
chicos despiertos, Cuca y Dora expectantes, y fuimos a bañar a los niños con
nosotros antes de la cena.
__Josecito, precioso,
la semana que viene comenzarás
las clases en el jardín, y sin peros.
__Papi, puedo quedarme con los tíos.
__No puedes, el tío empezará a trabajar en el estudio
y la tía en un colegio, pero irás al mismo, sin protestas.
__Ufa.
___!Hijo!
Cuando al fin Guille dio la mema a Fabián y le conté
un cuento a José se durmieron los dos, y bajamos a cenar en familia, ya todos
estaban al corriente del caso que además era titular en los medios.
__Pedro, sigue a esta chica __dijo Dora mirándome.
Guille enarcó la ceja.
__ Lo haré Dora, pero que el padre fuera Mason no dice nada ¿o, sí?
__Hazme caso, sigue la muerte de este hombre. Hijo,
acompañen a esta chica, tendrán parte de las respuestas que buscan.
__ ¿Qué dice Dora?
__Hijo, no puedo decirles yo las cosas, deberán
experimentarlo, estoy tan segura de esto, como de que ibas a despertar cuando
Josecito entró a la habitación, esto los llevará a la información que Pedro no
pudo tener, justamente en la época de la guerra, cuando huimos de Europa, estas
cosas se estaban ocultando.
__ ¿Qué cosas, Dora?
__Las enseñanzas de Hermes, la alquimia, lo que
necesitas para corroborar quién eres, Pedro.
__Estoy aturdido de lo que vivimos en estas horas,
como todo encadenado desde la aparición de Camila, ¿verdad?
__Es complejo, lo de esta chica es tremendo, hay un
mensaje para todos en esa muerte, pero ya, háblame de amor, que te extrañé.
__Mentira, estabas más que dormido, yo me desesperé.
__ ¿Me estás diciendo mentiroso, atorrante?
__Te podría escribir infinidad de cosas.
¿Pero para qué? No los leerías. Porque lo que en realidad deseas es escucharlos entre mis brazos. Carta no leída es como un beso no dado. Y tú lo que prefieres son mis besos con sabor a letras. En realidad sólo deseo susurrar mi amor en tus oídos con mi voz temblorosa de ver tanto amor en tus ojos. Sé lo que tú deseas, tus manos entre las mías y mis labios acariciando tus oídos.
¿Pero para qué? No los leerías. Porque lo que en realidad deseas es escucharlos entre mis brazos. Carta no leída es como un beso no dado. Y tú lo que prefieres son mis besos con sabor a letras. En realidad sólo deseo susurrar mi amor en tus oídos con mi voz temblorosa de ver tanto amor en tus ojos. Sé lo que tú deseas, tus manos entre las mías y mis labios acariciando tus oídos.
Amor te amo y escribo mil libros en tu alma para que los vivas, hoy más
que nunca amo lo que me diste y das y decirte muy bajito te amo.
Siento que el viento me susurra tus sueños de amor y que me dice que
nuestra vida es un lienzo en blanco donde lo hermoso de nuestro amor lo
escribiremos juntos, como la casa o el terreno será un lienzo vacío, que iremos
decorando juntos.
Sabes que siempre estaré contigo, pintando en tus
mejillas con mis besos palabras de ensueño y de amor en el resplandor de
esa piel bronceada. Te amaré, te regalaré rosas impregnadas de apasionado
amor. Te regalaré sueños anhelados de amor y felicidad.
__Necesito tu piel, para sacar de mi cuerpo el gélido
dolor de amor perdido por siglos. Para ocultar la angustiosa agonía de horas
perdidas en brazos pérfidos y en soledad. En besos desolados, en mustias
promesas.
Necesito tu piel para buscar en las veredas de tu cálido cuerpo, un rincón tranquilo para sosegar mis verbos y convertir mis rimas, en lúdicas caricias para tu alma.
Necesito beber de tu piel la panacea para inmortalizar mis oníricos sueños y ser eterno entre tus brazos. Y poder con mis labios, sembrar los surcos de erótica pasión en tus fértiles labios. Quiero convertir tu piel de satín en suave oración, en templo para venerar tu cuerpo de dios y recibir la bendición eterna de tus besos y el perdón para descansar en el edén de tu alma, comulgar con tu piel y santificar mi amor por siempre sólo tu piel.
Necesito tu piel para buscar en las veredas de tu cálido cuerpo, un rincón tranquilo para sosegar mis verbos y convertir mis rimas, en lúdicas caricias para tu alma.
Necesito beber de tu piel la panacea para inmortalizar mis oníricos sueños y ser eterno entre tus brazos. Y poder con mis labios, sembrar los surcos de erótica pasión en tus fértiles labios. Quiero convertir tu piel de satín en suave oración, en templo para venerar tu cuerpo de dios y recibir la bendición eterna de tus besos y el perdón para descansar en el edén de tu alma, comulgar con tu piel y santificar mi amor por siempre sólo tu piel.
El ocaso abraza la noche y mi alcoba se viste de
sueños aunque están tus besos en mis
labios, candentes deseos acucian mis ansias. Llego de la evocación de antaño al
sosiego, esta noche te siento mío, te amo con libertad de viento explorando
donde el arrobo apremia.
La vigilia clama las ilusiones, tu silueta en mi lecho
arde, caricias de un mar de pasiones en mi piel oscilan, un danzar acorde. El
amor liberto de barreras en tu virginal vientre se acalla, el placer de fiestas
eternas entonan ondulantes gemidos.
El júbilo escondido se hace eterno, tu cuerpo y el mío
se visten de perlas, éxtasis de frenesí colmado emerge con primaveral calma levitando
entre sueños y vigilia.
__Si pudieras ver cómo está mi corazón, mi corazón que
se enciende solamente con pensarte, son llamas que se expanden en todo mi
cuerpo, la sangre se vuelve fuego y el fuego quema mi sentir inmortal.
Mi alma que crece cada vez más, sin pensar, sólo vive
al ritmo que tú le impusiste, ritmo que cambió el curso de mi vida, mi vida que
te sueña, el rayo de luz que me ilumina el camino que conduce hacia ti.
Junto con el fuego que da calor, nosotros en el medio
de mi corazón que estalla en llamas, cuando estás conmigo, ya no soy yo,
ni tú, ya sólo somos uno bailando en el universo la melodía del amor.
Y volví al jardín de labios salpicados con el rocío
dulce de tu aliento, suaves como viento primaveral, desafiantes como oasis en
el desierto de los besos, gajos exquisitos del fruto que sólo brota en la
tierra de tu boca.
Y volví a la playa de piel tersa, estero tranquilo que
llama a descubrir el secreto escondido, labios arenosos donde duermo cuando
quiero despertar, orilla de olas secando razones humedeciendo los deseos,
huerto candente donde florece la tormenta de los besos.
Y volví al paraíso prohibido de tu fuente, río de
aguas rápidas con rumbo al delirio, caudalosos manjares cubiertos de miel,
destilando verbos van dejando huellas para ser acariciados por mi boca que
desespera en besarlos, en beberlos.
Y volví al jardín de tus fuentes, arranqué un beso y
aquí estoy esperando mil.
__Mansamente, en certidumbre de que el amor no he
hallado antes de vos desecho los paraísos de quien otorga en el lecho noches de
ronda y de helecho con sabor a decepción. Que en transparencia me miro y por
amor no deliro cuando no es en hermandad. Me habita la claridad del águila, que
en las cumbres limpia sus patas del lodo donde a comer se aproxima cuando su
frente reclina para sentirse seguro de que ningún ser oscuro acabará con su
vida.
No quiero abrazo indecente que huela a infidelidad, ni quiero promesas breves de futuros cantarines. Prefiero la soledad al embrujo de clarines que tejen disparidad.
No quiero abrazo indecente que huela a infidelidad, ni quiero promesas breves de futuros cantarines. Prefiero la soledad al embrujo de clarines que tejen disparidad.
Me acostumbré a aquella esencia de la vela en
duermevela, cuando se entrega y se entrega sin desear nada a cambio. De la
música que suena en el silencio de mi alma.
De mi piel, cuyas heridas, poco a poco van cerrando, cuando se van asombrando de tanto ruido exterior. Me dieron alas de verbo para poder trascender toda la historia que ayer me dejó la sangre en ruinas; volando por las esquinas donde sólo hallé las piedras.
El amor no es material, ni busca palos de ciego, para abandonarte luego ante la luz de un portal. Borda la aurora su manto entre las nubes rosadas con agujas de dulzuras y cantos de ruiseñores. Sumerjo en esos albores mi fiel clandestinidad, para ser de calidad, perfume que a tu servicio, sin preguntas, sin razones, junto al quicio de tu puerta en lección te pueda hallar.
De mi piel, cuyas heridas, poco a poco van cerrando, cuando se van asombrando de tanto ruido exterior. Me dieron alas de verbo para poder trascender toda la historia que ayer me dejó la sangre en ruinas; volando por las esquinas donde sólo hallé las piedras.
El amor no es material, ni busca palos de ciego, para abandonarte luego ante la luz de un portal. Borda la aurora su manto entre las nubes rosadas con agujas de dulzuras y cantos de ruiseñores. Sumerjo en esos albores mi fiel clandestinidad, para ser de calidad, perfume que a tu servicio, sin preguntas, sin razones, junto al quicio de tu puerta en lección te pueda hallar.
__Se insinúa en tu cuerpo la avidez del destierro, te
invade el roce de la brisa de mis palabras, percibes el jadeo de apetencias
contenidas, tus párpados no responden a la luz de la conciencia, remotos dogmas
oscurecen, amanecen los deseos ya no eres tú, aletean tus sueños de libar mi
tibia piel. Se insinúa en tu cuerpo la avidez de primavera, rosas rojas
acicalan tu dermis revelando sensaciones, se estremecen anhelos que dormían en
inviernos, ígneas emociones reavivan brasas, hay un sola hoguera de pasión que
no se consume, febril clamor de no separarnos comulgando fantasías.
Tu piel, es dulce veneno que me atrapa, me deja
temblando con su simple roce con caricias y besos dibujo tu silueta, en el
instante preciso vamos al goce. Quiero fundirme en ella, recorrer tu espalda,
tus piernas morderte las nalgas, hacerte sentir la pasión que me embarga. Eres ese
dulce veneno que me atrapa que me hace perder la calma, adentrarme en tu
corazón y tu alma, perder mis sentidos, flotar en el limbo. Tu piel, mi lienzo
donde garabatear describiéndote, que cada verbo, cada letra y rima, suenen como
melodía acariciándote. Eres mi veneno, ese dulce veneno que me atrapa, y otra
vez mi boca insensata vuelve a besar tu mágica piel. Te llevas tatuado mi amor en
esa piel que un día me atrapó.
__Brillo en tu mirada que no se marchita, es tu mirada, tan pura y tan transparente, tan limpia e
inmaculada como para entender el mensaje no hacen falta las palabras, puesto que tus bellos ojos a mi corazón le
hablaban. Son el roce de tu piel, el contacto de tus labios y el brillo de tus
retinas el mensaje que esperaba. El alma se me encabrita y el corazón se
arrebata, al comprender cuanto amor se refleja en tu mirada.
__Eres mi deseo otrora prohibido como daga de aire sumergido
en lo hondo del pecho.
Caminas por mi
pensamiento alcanzando mis sueños, rebosas de mil formas en convencimiento, amor terrible, luz
primaveral, infundes a mi alma deseo, adoro
esa fuerza con la que amas llenándome de
placer. Cada día florece dentro de mi carne esa pasión que sólo tú me puedes dar. Bendices las teclas
de mi alma mientras la música se eleva y toma la forma de un colibrí que
escribe tu nombre con su vuelo.
Humedeces los arpegios, los llenas con tu aroma
los besos revolotean sobre ti bajo alas de mariposas que los llevan colgados de
sus colores y se hacen lluvia sobre tu piel. Pueblas la noche y tu
esencia se expande con la música por todo el firmamento. Mi corazón se
enciende al ritmo de las caricias y va latiendo al compás de tu olor y
tus notas.
__Botón por botón beso por beso, mis pechos
se descubren con tus dedos, cálidos mensajeros de mil deseos amantes que
erizan su piel hasta vestirlos de placer. En mi talle te dibujas cubriendo mi
piel con tu piel, sabor a deseo a miel de un te quiero hasta el más
tierno beso, que funde los suspiros cuando juntos hacemos nido al calor del
fuego, desnudas mi piel, tiemblo, desnudas mi pudor para entregarme a tu amor,
y consumar la pasión de dos amantes que se guardan cuando hacen el amor.
Beso por beso, descubro el paraíso entre tus
brazos... pequeños lazos entre el amor y la pasión que no cometen error
cuando dos miradas se funden en la misma dirección.
__Laberinto de emociones y miedos con caminos enrevesados
que no tienen salida, caminos difusos que te separan de la realidad.
Casi siempre tenemos que escoger uno y... ¿cómo saber
cuál es el adecuado?... ¿cómo confiar para salir bien parados? Caminos peligrosos
que parecen tranquilos.
¿A quién te encuentras en el camino? Gente buena,
hermanos, padres, familia que siempre, pase lo que pase, están a tu lado para
echarte una mano.
Amigos, conocidos, personas buenas y malas, siempre
procuramos quedarnos con los buenos, con ellos formaremos otra familia, los
lazos de la amistad, amores con los que, si el vínculo es bueno, será
maravilloso y formaremos nuestra propia familia, hijos con los que compartimos
los más bellos momentos.
Laberinto de emociones, amor, cariño, orgullo, bondad,
confianza,
traición, desamor, ¿por qué machacarnos con esas cosas?
traición, desamor, ¿por qué machacarnos con esas cosas?
La vida es bella...no tenemos que complicarnos con
cosas que nos hacen sufrir, vive y sé feliz, sal deja atrás el laberinto no
mires atrás, aprovecha cada día...canta, ríe, baila, disfruta la vida.
Amado amante, que bello nombre, para tan bella forma
de relacionarnos,
amante, no en el sentido común del término, que como muchas etiquetas sociales está equivocado, amante en el sentido profundo e integral del término,
amante el ser que ama profunda e intensamente, el que ama en función a su valoración, respeto e igualdad, amante en el sentido de que se entrega totalmente, su alma, su cuerpo, su deseo, ternura y pasión, no en función a un documento, si en relación a un sentimiento, pensamiento y dimensión energética de entrega holística al otro ser, amante sabiendo que el que ama tiene la capacidad de sentirlo, y experimentarlo, más allá de la reciprocidad del otro, amante como una cosmovisión de vida, amante del universo, de la vida, del amor, de lo sublime, de lo verdaderamente importante, de lo trascendental del ser, del universo, explicado así me declaro un genuino amante.
amante, no en el sentido común del término, que como muchas etiquetas sociales está equivocado, amante en el sentido profundo e integral del término,
amante el ser que ama profunda e intensamente, el que ama en función a su valoración, respeto e igualdad, amante en el sentido de que se entrega totalmente, su alma, su cuerpo, su deseo, ternura y pasión, no en función a un documento, si en relación a un sentimiento, pensamiento y dimensión energética de entrega holística al otro ser, amante sabiendo que el que ama tiene la capacidad de sentirlo, y experimentarlo, más allá de la reciprocidad del otro, amante como una cosmovisión de vida, amante del universo, de la vida, del amor, de lo sublime, de lo verdaderamente importante, de lo trascendental del ser, del universo, explicado así me declaro un genuino amante.
__Te miro y trastoco tu alma, te beso y te hago perder
la calma, te acaricio y salen chispas de tu piel, tu cuerpo es apasionado fuego,
corre lava por tus arterias, empiezan a brotar semillas de tus manantiales
internos, espasmos ventrales recorren tu cuerpo, tu aura brilla intensamente, luces
pirotécnicas estallan entre nosotros, dos cuerpos se fusionan en una sola
energía dos energías diluidas y fusiladas en las galaxias, qué delicia de
experiencia sublime.
__Nutrido es, en cabalgata de reyes, ese amor
insolente, a los besos no nacidos.
Artilugios impecables adorando al sol naciente. Labrando
implacables teas sobre ósculos traviesos, aranceles en oro y esmeralda,
destilan luengas tus miradas.
Sobre pieles de visón, gira que gira el timón reposabrazos
el tú y yo en nuestra gloriosa
embarcación. Sueños de felicidad.
Si no existieras mi vida no existiría o sería una constante búsqueda de vacíos repetitivos besando bocas olvidadas con amnesias al otro día en el revoltijo de la cama. Tiempo perdido en el largo trajinar de la nada, rutinas que enloquecen al caer la fría noche sintiéndome muy solo en una burbuja irreal para protegerme yo mismo. Tuvieron que pasar siglos y centurias, reencarnarme innumerables veces, esperar un milagro hasta tener un respiro sabiendo que rondabas cerca aun estando a miles de años luz. La aventura del cosmos fue precisa y maravillosa, los dados estaban cargados de tu esencia perfecta esa energía llegó en un instante para completar lo que me faltaba… ser feliz hasta la eternidad.
Si no existieras mi vida no existiría o sería una constante búsqueda de vacíos repetitivos besando bocas olvidadas con amnesias al otro día en el revoltijo de la cama. Tiempo perdido en el largo trajinar de la nada, rutinas que enloquecen al caer la fría noche sintiéndome muy solo en una burbuja irreal para protegerme yo mismo. Tuvieron que pasar siglos y centurias, reencarnarme innumerables veces, esperar un milagro hasta tener un respiro sabiendo que rondabas cerca aun estando a miles de años luz. La aventura del cosmos fue precisa y maravillosa, los dados estaban cargados de tu esencia perfecta esa energía llegó en un instante para completar lo que me faltaba… ser feliz hasta la eternidad.
__Sentí ese suspiro de tu alma, me llamabas sin cesar,
estoy en vos precioso.
¿Por qué tan tarde esta llamada si todos los días suspiro por vos?, hoy en
mi amanecer sentí tu calor. Al sentir el nuevo día, noté esa angustia de que no estabas a mi lado, no deseo alejarme de vos y al contemplar tu sonrisa veo que me esperas, aunque hoy no consiga abrazarte, sí lo hago en mi pensar.
Ese recuerdo dulce que me diste es el que me protege todos los días, mi ilusión sigue en tu vida porque jamás deseo perderte, a veces siento temores de no verte más, pero sólo esos temores de mi vida deseo borrar. Deseo maldecir a veces ese pensar porque a veces sólo hace sentir sinsabores y la conciencia de uno casi nunca esta lúcida, pero sé que tu sentir me ayuda a despojarme de este mal sentimiento y hoy sólo siento ese amor lleno de sabor dulce, que invade de alegría mi pensar.
¿Por qué tan tarde esta llamada si todos los días suspiro por vos?, hoy en
mi amanecer sentí tu calor. Al sentir el nuevo día, noté esa angustia de que no estabas a mi lado, no deseo alejarme de vos y al contemplar tu sonrisa veo que me esperas, aunque hoy no consiga abrazarte, sí lo hago en mi pensar.
Ese recuerdo dulce que me diste es el que me protege todos los días, mi ilusión sigue en tu vida porque jamás deseo perderte, a veces siento temores de no verte más, pero sólo esos temores de mi vida deseo borrar. Deseo maldecir a veces ese pensar porque a veces sólo hace sentir sinsabores y la conciencia de uno casi nunca esta lúcida, pero sé que tu sentir me ayuda a despojarme de este mal sentimiento y hoy sólo siento ese amor lleno de sabor dulce, que invade de alegría mi pensar.
__El sudor de tu encanto se halla, muy parecido al
rocío de las mañanas y se parece al amanecer
de una tarde soleada que renace sobre mi cama. En lo oscuro de una vida
deshabitada, aún por ti espera desesperada, que a la velocidad de la luz viaja, mil kilómetros
por hora en la búsqueda…Sin dejar caer la nube encantada que te lleva de
regreso a mi alborada, mirando juntos nacer las luces del alba, que
extrañamente se trepan en mí en la madrugada. El sudor de tu encanto cae sobre
mí, sin cesar enamorado de ti te
llego mi pasión a describir. Sin darte cuenta muy pendiente, ya de la
sensibilidad que tienes, de varón de esa anatomía, las páginas de otoño me
cambias por días que vienen a poblar el inmenso jardín, que hay en mi corazón sembrándome la fruta de
la pasión, para que crezca dentro mí.
El sudor de tu encanto, es el olor de la anatomía, de querer vivir junto a ti la vida en la
delicia. Descubriendo el exquisito néctar de las calorías, ahí aguardando una ilusión por días. El sudor
de tu encanto, es para mí verte desnudo delante de mí de frente. Donde los
átomos todos se alborotan. En una caricia comenzamos a danzar, como dos inocentes palomas en el acto queriendo en el amor volar sobre la albufera de la pasión bien alto. Teniendo
la miel sobre mí de tus labios, escuchando
prosas de varón sabio, donde sólo mi corazón a gritos, te dijo, “Espérame que voy a la mitad del camino.” El
sudor de tu encanto, va con la paz de tu
mirada y una rosa completamente
enamorada, por desearte tanto. Donde el rostro de los ángeles, se transformaba al son de la lira celestial en una excitación de almíbar.
Caballero de mirada penetrante, tu sonrisa me cautiva,
cada vez que sonríes es imposible no
mirarte pues me tienes postrado ante tus pies, caballero de mirada dulce de
angelical sonrisa transformas mis días en momentos de gran esplendor.
Desde que te vi por vez primera supe que te quedarías
en mi alma para siempre, hechizas mi mirada, siento esa necesidad de verme en
ella. No te esperaba, simplemente llegaste, hoy eres quien saca de mí miles de sonrisas que ni siquiera yo sabía que
existían, hoy puedo ver brillar la luz de mis días. Tu mirada me hechizó y
quiero permanecer ahí donde la dulzura de tu alma me cobije, me abrace, no quiero
sentir más ese frío que carcome mi alma. Quiero contagiarme de tu alegría,
sonreír por sonreír sin buscar motivo alguno caballero de sonrisa inigualable, ¿qué
tienen tus labios que son perfectos para dibujar una hermosa sonrisa que enamora?
__Voy a gastarme
la eternidad para hacerte feliz, tendría razones
de sobra para que te quedes. Borraré tus dudas, con pinceles de colores, voy abrazarte con las miradas, tocaré tu alma con música y más libros. Voy a regalarte mi tiempo, mis sueños mis amaneceres con un café, con hola de te amo.
de sobra para que te quedes. Borraré tus dudas, con pinceles de colores, voy abrazarte con las miradas, tocaré tu alma con música y más libros. Voy a regalarte mi tiempo, mis sueños mis amaneceres con un café, con hola de te amo.
Voy a robarte, endulzarte, saborearte, me coseré
algunos de mis bolsillos rotos para que me lleves siempre. Me envolveré
contigo, pintaré puertas abiertas, porque de puertas cerradas ya está lleno
todo el mundo. Quiero que te quedes conmigo, no prometo la luna, ni un castillo
de oro, hagamos la lucha, y lo superaremos todo.
__
Pedro se puso de costado, apoyó una mano en el pecho
fuerte de Guillermo que posó sus ojos en los marrones preguntándole con la
mirada qué se proponía, pero Pedro no respondió con palabras, se limitó a
desabotonar con parsimonia la camisa.
Introdujo su mano y comenzó a acariciarle el pecho sin
vello, su palma subía y bajaba hasta las caderas. Guillermo levantó el brazo,
instándolo a acercarse más. Pedro obedeció recostándose sobre su hombro, y
continuó sugerente con las atrevidas caricias mientras Guillermo se excitó más
y más. Le acarició el brazo, e inesperadamente Pedro deslizó la boca a la zona
sensible debajo de la oreja corriendo al cuello, besándolo, saboreando la piel
a mordisquitos, logrando que Guillermo se encendiera con cada uno de sus besos.
Gimió y decidió intervenir. Se volvió poniéndolo de cara al techo. Sin darle
tiempo a reaccionar, le tomó por las caderas, y unió los labios,
aprisionándolos, discurrió en roce suave apenas de comisura a comisura, hasta
que Pedro los abrió, a la ternura de la caricia inicial siguió la penetración
con la lengua que rebalsó la boca, la arrasó en la conquista, Pedro la acogió
con gusto, elevando los brazos para enlazarlos alrededor del cuello como
enlazadas en danza y flameo estaban las lenguas. La lengua de Guillermo
exploraba, ávida, y Pedro se aferraba más a él. No le importó cuando sintió su
dureza entre los muslos sino que se excitó más aún.
De los labios descendió hacia la garganta y lo mordisqueó
arrancando gemidos de su boca. Hizo una pausa para sacarse la camisa y Pedro
hizo otro tanto antes de aferrarse a sus hombros para atraerlo nuevamente
deseando fundirse a su piel en una, la misma, las manos sintieron la tensión de
los músculos, deseaban tenerse así para siempre y las atrevidas manos se
entrometieron a lo largo y a lo ancho de los cuerpos, desde las caderas
anclaron reptando y escalando a las axilas, pasearon los hombres alcanzando el
pecho, acariciando en círculos alrededor de las tetillas profundizando el beso.
Rozaron delicadamente los pezones, gemían, se
incrustaban, se apretujaban, se aferraban y susurraban al oído incoherencias, besando
luego los labios.
Con pericia, Guillermo deslizó la boca de su cuello a
los pezones. Los besó con ternura, uno a uno, mientras Pedro gemía y temblaba
de placer, sintiendo las oleadas que naciendo en el vientre disparaban
corrientes eléctricas que le encogían hasta los dedos de los pies.
Guillermo seguía besando, saboreando, Pedro sentía la sensación
que partía de las entrañas y se evidenciaba en el latir en su entrepierna.
Guillermo siguió bajando, devorándolo hasta el
vientre, por las carreteras hurgó en el ombligo, lamió el rocío que lo poblaba
y Pedro se arqueó, abrazándole la cabeza, como deseando que fuera su ancla al
mundo.
Quitaron los
cintos, desabrocharon los pantalones con las manos cruzadas que torpes chocaban
ansiosas, las manos se inmiscuyeron en la intimidad, enardecidos jadearon.
__Vamos a Jacuzzi, cielito __dijo Guillermo con voz
ronca, antes de tumbarse habían dejado preparado el baño con sales, rodeada la
bañera con velas.
__Guille. No…
__ ¿Qué?
__ ¿Estoy como siempre?
__Más bello que siempre, ya olvida esa tontería.
Pedro se acercó a comprobar la temperatura justa del
agua, y Guillermo no apartó la intensidad de su mirada de las piernas
torneadas, el vello firme, de sus nalgas elevadas, fibrosas, blancas, sus
hombros anchos, musculosos como sus brazos, que terminaban en la cadera más
pequeña. Era perfecto, más joven que nunca, se llegó a él, lo abrazó desde
atrás. Deslizó la mano derecha hacia delante, arrastró la mano por el vello
pubiano y le acarició la virilidad potente que creció aún más. Pedro echó los
brazos hacia atrás y lo sujetó por los glúteos para pegarlo a su espalda.
Guillermo le acarició las masas laterales Y Pedro soltó el respiro con
violencia. Se giró y lo pegó a su cuerpo, piel a piel, pelvis con pelvis.
Compartían un beso voraz, la voracidad se extendía a
las manos de Guillermo que le masajeaba
a Pedro los glúteos con tirones que agitaban toda la pelvis. Pedro gemía, se
dejaba guiar enloquecido de placer. A trompicones mirándose más allá de las
pupilas entraron a la bañera.
__ ¿Está muy caliente?
__Está perfecta, amorcito como vos.
Quedaron frente a frente. Pedro extendió la mano y le
acarició la mandíbula, se regocijó en el mentón arrogante, arrastró los dedos y
le acarició los labios que tanto amaba. Guillermo lo aferró por la cintura y lo
arrastró hacia él. La punta de su umbría asomaba apenas sobre la superficie del
agua que poco a poco llenaba la bañera. Sin palabras lo conminó a sentarse sobre
él, pero antes de colocarlo derecho, lo hizo de costado, inclinó la cabeza y se
llenó la boca con una tetilla endurecida, la succionó. Pedro echó la cabeza
atrás y ahogó un sollozo de placer al tiempo que de modo maquinal ajustaba la posición de su
cuerpo. Guillermo le sujetó por las caderas, lo elevó sobre su erección y lo
dejó caer, de manera que se introdujo en su ser como rayo, a fondo. Se enroscaron
para unirse en un beso desesperado en tanto Guillermo lo mecía y lo movía
ayudándolo a tomar el ritmo deseado cada vez más acelerados y furiosos, como
aceleradas y furiosas eran las inspiraciones y exhalaciones, Pedro rompía el beso como un acto inconsciente
abrumado de placer, Guillermo le succionaba y mordía la piel de los hombros, le
arrastraba los dientes por la mandíbula dejando trazos de un ansia desmedida
que lo surcaba desde el mentón hasta la pelvis con la rapidez y la violencia de
un golpe eléctrico. Al ruido del agua que seguía entrando en la bañera y de los
chorros que impactaban, se sumaban el de los gemidos inconscientes y de la
respiración cada vez más trabajosa hasta que estallaron en la gloria final en clamores
de gozo ahogando sonidos en el centro del universo.
Permanecieron en dulce inconsciencia en parálisis
tensa, cada tanto, Guillermo se sacudía con rápidas contracciones, como si el
orgasmo no acabara de terminar.
__No creo que seas un viejo amorcito, ni que lo que
tenemos pueda ser más perfecto.
__No __acordó Pedro__. Gracias por dejar todo al morir
Ana y rescatarme en el Sur, de lo contrario, no sé si nos reencontraríamos.
__Gracias a vos por dejar un siglo de experiencias
allá y viajar a Bs. As. donde al parecer la ciudad nos recibe con cientos de
problemas pero que quizá lleven a conocer algo de lo que deseas. Que
seguramente dentro de un siglo será público.
__Te amo, Guille _dijo con voz agitada__ .Para
siempre, gracias por salvarme de Camila, por protegerme, por amarme, y prometo
como el día que hoy parece lejano en el hostal cuando nos comprometimos amarte
y serte fiel por la eternidad.
Los ojos de Guillermo brillaban cargados de lágrimas
de emoción, con la barbilla temblorosa y los labios apretados, era lo más tierno
que Pedro había visto.
__Para siempre, amor de mi vida. De todas mis vidas
aunque no las recuerde jamás.
Se acomodaron contra la pared de la bañera
cerrando las salidas de agua, Pedro
descansó la espalda en el pecho de Guillermo luego al correrse. Guillermo lo
abrazó y enredaron los dedos sobre el vientre de Pedro, quedándose quietos en
emotivo silencio, sobrecogidos por el contraste de la muerte de otros y la vida
eterna de ellos, y por lo que acababan de vivir y de decirse.
Madrid. España.
Viernes, 05 de agosto de 2016.
Rubén Maler, tomó el teléfono y marcó esperando
escuchar la voz de su socia del otro lado. Para su sorpresa, atendió el
contestador. Dejó un mensaje. Cortó y sostuvo con firmeza el celular. Ya era
muy tarde, no habría posibilidad de escape. Tras serenarse, volvió a mirar la
imagen que había recibido en su Blackberry y sintió ganas de vomitar.
Todo alrededor giraba, un frío lento le crispó la
espalda. Estaba mareado y respiró profundamente. Volvió a marcar, esta vez a un
número diferente. Tampoco obtuvo respuesta. Desbordado por el pánico, dejó que
las palabras brotaran solas, sin pensarlas. Al fin de cuentas, si el papá de
Analía había sido asesinado, y le habían enviado las imágenes, irían por él en
poco tiempo, quizá minutos.
Sábado. Madrid.
Samanta miró el reloj, eran casi las siete de la tarde
y no sabía nada de su socio, de Rubén.
Volvió a escuchar el mensaje que le había dejado en el contestador casi veinticuatro
horas antes. “Lo siento Samanta”. Ella lo había llamado una y otra vez, pero él
no respondía. No era extraño que se
tomara días fuera de la oficina, pero jamás dejaba de responderle un llamado.
Un sentimiento que no lograba definir se adueñó de su carácter calmo, relajado. Estacionó su
auto en la cochera y bajó rápidamente. Caminó apresurada, sin detenerse a
observar restos de la antigua muralla cristiana que alguna vez había protegido
aquellas tierras, ni reparando en las calles estrechas que había recorrido una
y otra vez. No prestó atención a los edificios color terracota y de múltiples
ventanas, con balcones de forja y aleros cubiertos de tejas árabes. El paisaje cotidiano que
tanto admiraba cada mañana no le resultaba atractivo en ese momento. Tenía que
llegar a su casa y ver si Rubén estaba allí.
Él solía refugiarse en su piso cada vez que necesitaba
pensar. El departamento de Samanta era el reducto perfecto cuando necesitaba
paz. Desde que ella se había separado, Rubén había retornado a su costumbre de
entrar sin pedir permiso y pasar largas
horas allí. Samanta continuó a paso firme por la calle de la Redondilla. Con
desgano devolvió el saludo a un vecino, en otro momento se hubiera detenido y hubiera
preguntado por la familia. Tomó el celular y llamó. No obtuvo respuesta. El
corazón le latía a un ritmo inusitado. Algo no estaba bien, podía presentirlo.
Un sinsabor extraño se había instalado en su boca, las manos le transpiraban.
El semáforo pareció tardar más de lo habitual. Sus dedos jugaban con las llaves
del departamento, el repiqueteo constante del metal anticipaba la urgencia por
llegar al piso.
“¿Dónde te metiste, Rubén?”
El taco reventaba contra la vereda. No le preocupaba
destruir su calzado de casi quinientos euros en aquel peregrinar, por eso
aceleró el paso. Giró a la izquierda en la calle del Oriente y, una cuadra después,
pudo divisar el edificio de la Calle del Humilladero.
Las ventanas estaban cerradas. A Rubén le gustaba
abrirlas de par en par y observar la Plaza de La Latina y el contra frente del antiguo
Mercado de la Cebada. ¿Era posible que no estuviera allí?
Colocó la llave en la cerradura y abrió la pesada
puerta de madera oscura y gastada con esfuerzo. El hall estaba vacío. El mármol
blanco del piso que se continuaba en las escaleras se le presentó más frío que
de costumbre. Fue hacia la escalera, sus tacos retumbaron contra el suelo.
Subió los tres pisos que la separaban de su hogar.
Abrió la puerta y entró al recibidor lleno de luz.
__ ¿Rubén? _dijo. No obtuvo respuesta__. Rubén, ¿estás
en casa? __tampoco hubo respuesta.
Dejó la cartera en una
silla larga y se quitó el abrigo.
__Rubén __insistió.
El silencio le resultó abrumador. Fue al living
mientras volvía a presionar la tecla para llamar al último número marcado.
Desconcertada, intentó identificar de dónde provenía el sonido. Se dirigió
hacia el comedor, donde parecía ser más fuerte, pero no llegó a determinar el
origen antes de que el ringtone cesara y apareciera el contestador. Parecía
venir del interior de la casa. La mujer se adentró en las habitaciones y pasó
por el que había sido el escritorio de su ex. Todavía estaban las maletas de
cuero en el centro de la habitación. Debía recordar al asistente que las
enviara adonde fuera que estuviera él. Sabía que no vendría a buscarlas y ella
no quería nada con él.
Volvió a centrar su atención en la melodía del móvil,
provenía de la suite principal. Apuró el paso y entró al cuarto. El aparato
dejó de sonar. No había rastros de Rubén. Volvió a llamar. Se detuvo frente a
un gran armario vestidor. Un frío inesperado le recorrió el cuerpo. El teléfono
seguía sonando. Se estremeció. Fue un segundo en el que pensó en salir de allí
y retrasar el momento de la verdad. Dudó, pero de alguna manera se obligó a
estirar la mano y sujetar el tirador de la puerta. La abrió con parsimonia casi
de una manera elegante. Sin saber cómo ni por qué, intuía que estaba frente a
un punto desde el cual no había retorno.
El cuerpo de Rubén colgaba de la viga del vestidor.
Ella cerró la puerta sin pensarlo, y antes de dar un paso, vomitó. Se arrastró
hacia la cama y limpió la boca con lo primero que encontró y empezó a llorar.
Por un momento no supo qué hacer, hasta que tomó el celular y marcó
emergencias. Terminó la comunicación y salió. No miró hacia atrás, no quiso
ver. Caminó como autómata, cruzó el piso hasta la entrada, abandonó el departamento,
y se sentó en la escalera a esperar que llegara la policía. No podía volver a
entrar a su casa.
Egipto, Alejandría, 415 años d.C.
El calor era sofocante, la ciudad parecía muerta. No
estaban acostumbrados a esos soles, pensó Hipatía, mientras se abanicaba con
una hoja de palma, sus ojos se fundieron en la distancia. La directora de la
Biblioteca, divisó a lo lejos el faro. Era magnífico, imponente y recortado
contra el turquesa del mar parecía una obra de los dioses.
La noche anterior había estado allí reunida con el
grupo de los sabios que velaba por el contenido de la biblioteca.
Sobre su escritorio reposaba el pinake actualizado con
los últimos escritos…
Lejos estaban en Bs. As. en el siglo XXI, de saber a
ese momento, lo que estaban por recibir desde esa remota región, desde aquellos
primeros pensadores paganos.
Lejos estaba
Pedro de conocer cómo el asesinato del día, le acercaría a lo que su abuelo no
alcanzó a decirle en Varsovia, en 1939.
CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA
COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO, ESCENAS EXPLÍCITAS.
Mari Castilla Bello
ResponderEliminarDaniel paso de dos enamorados
ResponderEliminarSusana. Hermosooo.
ResponderEliminarJulio. Muy bueno, gran tema.
ResponderEliminarAna María. Qué interesante, gracias.
ResponderEliminarSilvia, Uy, gracias, qué bello, beso Eve.
ResponderEliminarEli, gracias Eve, me encanta, besos, te quiero.
ResponderEliminarAngélica. Genial, qué giro, interesante.
ResponderEliminarNORMA. LO QUE SIEMPRE QUISE SABER, TE EXTRAÑO, TE QUIERO EVE.
ResponderEliminarLUZ. GENIAL
ResponderEliminarNoemí Muchas gracias Eve, siempre muy amable con tus etiquetas. Es un placer para mí compartir tus escritos. Saludos cordiales.
ResponderEliminarMaravilloso Sur Eve, como siempre...Una bella historia en la que se juntan el misterio, la magia y el amor eterno...
ResponderEliminarEs bello, y sí ahora regreso al origen de la inmortalidad a ver qué sucede con los chicos, la magia de Sur, lo antes que pueda llega el bello ÉL, pero es insuperable el capi previo, complejo a rabiar, veré lo antes que salga, llega el fin de Naufragiio y la Cátedra, en eres tú ya entenderás a Guille, tranquila, gracias y besote.
EliminarVeronica Lorena Piccinino Eve, me encanta cuando estan juntos, no lo leí todos los capìtulos, pero porque Pedro dice que es viejo?... tiene una vida pasada?...
ResponderEliminarSol Urvino Tener un don especial tambien representa una carga dificil de entender, y asi le fue a la pobre Hipatia...UN BESO, EVE.
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