"VECINOS".
CAPÍTULO CUARENTA Y CINCO.
Lunes 12 de diciembre.
«— (...) En fin, vamos a ver: tu vida, ¿es una unidad
para vos?
—No, no creo. Son pedazos, cosas que me fueron pasando».
—No, no creo. Son pedazos, cosas que me fueron pasando».
Julio Cortázar. Rayuela [Cap. 19]
“Yo me enamoré de sus demonios, ella de mi oscuridad.
Éramos el infierno perfecto”. Mario Benedetti.
Éramos el infierno perfecto”. Mario Benedetti.
“La amé, no por la forma en que bailaba con mis ángeles,
sino porque el sonido de su nombre enamoraba mis demonios”.
Christopher Poindexter.
sino porque el sonido de su nombre enamoraba mis demonios”.
Christopher Poindexter.
“Hasta que empezó a sentir algo en su alma, según decían,
ya muerto e inerte”. Anabelle Collins.
ya muerto e inerte”. Anabelle Collins.
“¿Qué es el infierno? Arder de un amor que pertenece a
otro cielo”.
D. Vega.
D. Vega.
__
__Es un hombre muy bondadoso.
Debes sentirte agradecida. Mandará a buscarte con un auto el lunes por la
mañana.
Diana no pudo dormir las dos
noches siguientes. De pronto la idea de salir del convento y aventurarse en el
mundo la aterraba. Se sentía desnuda, perdida.
A lo mejor lo que me conviene
es no saber quién soy. Dios mío, por favor, no me dejes sola.
Miércoles 14 de diciembre.
__Papá, no quiero que sigas moviéndote, de verdad, hoy
era importante porque se recibía Pedro, con todo lo que pasó parecía un milagro,
ahora ya quédate en casa __ afirmó Fabián mientras terminábamos de cenar
atrasados por los llamados de la gente del estudio al conocer las noticias.
__Guille, yo iré con Fabián
amor, quédate en reposo, tienes demasiadas lesiones y tardan en realidad años
para volver a lo normal _supliqué pero vi el ceño.
__No estaré años en reposo,
Pedro.
__Papá, Pedro, ninguno de los
dos, iré solo, me siento más tranquilo, de verdad, si quieren esperen en el
departamento, o en la casa, soy grande,
me irá bien, y guarda la pierna para que el sábado podamos festejar, papá, de
verdad te lo digo, y más aún, para que se pueda ir a Italia lo antes posible,
por favor.
__Está bien, Fabián, tienes
razón, te irá bien. Por mi parte cuidaré que tu padre se quede quieto y llamaré
a mis amigos que me deben dar por muerto ya.
__Sí, cielito, llámalos, es
verdad, hijo está bien, ve solo. Antes
del inicio de la feria irás con Beto a iniciar el paso de la fortuna a tu
nombre, aunque no se termine hasta marzo.
__Por mí, no hay apuro, excepto
porque quiero hacer algunas cosas. Papá, ese dinero es una locura que quede en
mis manos, en realidad es tuyo, pero no voy a insistir porque sé que no lo
quieres, pero no podrán decir que no a mis pedidos, es un regalo por las
fiestas, adelanto del casamiento o como deseen verlo, el viaje a Italia lo
pagaré yo, después de todo iré de paseo, y jamás imaginé siquiera ir a Europa,
menos a mi edad.
__Fabián, es demasiado _dije
negando con la cabeza.
__No Pedro, no es nada para un
dinero que llega de regalo, y para vos es encontrar a tu madre, y la verdad, lo
mismo quedará a mi cargo la remodelación de la casa del Delta, porque me
gustaría que podamos vivir allí. Papá, ahora que todo está calmo, que sabes la
verdad, me gustaría poder quedarme allí,
saber yo más de Bruno, de mis abuelos y los recuerdos y sus cosas están allí.
La casa es inmensa, podremos vivir todos y cuando me case inclusive.
__Está bien hijito, acepto, me
parece perfecto. No tengo el dinero para todo eso, y sí Pedro lo necesita.
__Lo devolveré cuando pueda,
Fabián, lo tomo como préstamo.
__No señor, a ver, a los dos
les digo. Es un regalo como lo es esa inmensidad de plata para mí, no quiero
que me devuelvan nada, eso me libera para comprarle algo a Ana, y es un montón,
ni siquiera sé cómo se maneja.
__Lo sé, hijo, creo que luego
del viaje consultaremos a un inversionista, no te asustes, te ayudaremos, y está
bien que ayudes a Ana, esa casa la venderemos, está bien hijito, aceptaremos tu
regalo si así te sientes mejor _afirmó Guille acariciándole la cabeza a Fabián
con una ternura que antes no vi __. Y no olvides a Malvarez.
__Y si quieren, mientras la
casa sea un lío pueden quedarse en el departamento, creo que yo debería vivir
con Ana, está sola y sabe que le pedirás el divorcio, perdió a Miguel, y luego
viajaré con ustedes, creo que en estos meses corresponde que la apuntale __
dijo Fabián mirando a Guille.
__Sí hijito, me parece
perfecto, quizá vivamos en el departamento, es más cercano a todo, o a veces en
la casa, la remodelación hay que vigilarla, y se hará por partes, podemos
ubicarnos en otro sector, yo mucho no podré colaborar pero puedo vigilar.
__Bien, entonces de acuerdo en estas cosas, me iré a dormir,
las emociones de hoy me dejaron exhausto, y tengo que rendir, ni bien
termine les llamaré, y almorzaré con
ustedes, luego ya iré a lo de Ana.
Fabián se incorporó para besar
a su padre, estamos en el Delta.
__Y no sientan que me deben
nada, son mi familia, vos papá me has dado todo, y a Pedro lo quise desde verlo
en la facultad, quiero vivir con ustedes, excepto esa colección de motos y
autos de lo que me quedaré con uno para cada uno y venderé, el resto lo vamos a
disfrutar, la casa, el viaje son necesarios.
__Lo primero es que Guille
rehabilite, y debo de arreglar mi trabajo, he dejado alumnos abandonados, si
puedo ir al estudio como lo que sea, ya iré dejando mis clases. __Miré a Guille
que me tomó la mano.
__Por supuesto que irás, y
mientras te vas a especializar en lo
penal, podrás hacerlo rápido, pero deja las clases porque vas a necesitar el día, luego del viaje,
espero estar bien para eso en marzo.
Hasta mañana hijito, y sé que
va a salir todo bien.
Salió contento.
__Pobrecito, es un grandote pero asustado, y es lógico,
es mucho dinero.
__ Es un amor, le irá muy bien. ¿Te sientes bien de
verdad?
__En el cielo, lo peor pasó, en realidad creí que me iban
a moler a palos, pero luché como te dije, vos me enseñaste que no tengo que
decidir quién vive o quién muere, y pensándolo mucho vos y yo no fuimos tan
malos. Los pecados a veces se definen en forma general, sin tener en cuenta que
todo depende el interior del pecador, en el caso de Miguel o del padre, estaban
podridos, se describen de manera superficial y supersticiosa. Es tarde para que
cambiemos el pasado, fuimos dos almas oscuras por el dolor, pero eso me hace
feliz, te escribí alguna vez, la felicidad está dentro de cada uno y debemos encontrarla
en esto que somos. ¿A vos no te hace feliz ser como sos?
Yo sonreía viéndolo y acariciándole las cicatrices como
deseando sanarlas como mi mano.
__Yo con ustedes soy feliz, aun con las sombras de mi
pasado. En la densa bruma del silencio y cruzándonos silentes por la misma
senda siempre nos mirábamos, sin una palabra, solo con los rayos, luz
de la mañana tú, la núbil primavera de rosadas mejillas y yo, el músculo
fuerte que da la faena, volvimos a
vernos, mustios y cansados en la triste tarde ya en el ocaso.
En cada mirada que nos dio el camino, los dos presentimos
latidos de amor porque eran miradas de encanto y celaje que hablaban pidiendo a
gritos pasión, ya los dos sentíamos los mismos latidos y en una cruzada unimos las
manos y después los besos manjar de los
dioses, labios tan jugosos del néctar divino. Hoy somos leyenda del amor más
puro, que aladas el alma fuimos a volar mirándonos siempre y exhalando aromas buscamos
el nido tibio del rosal porque este romance, diluvio de placeres será cristalino
como manantial y estaremos juntos en cada mañana desbordando el río y la dicha
de amar. Estamos atados a la febea claridad de lúbricos antojos y esperanzas donde
los abrazos y caricias enervan la púrpura seductora y febril, porque tú
embelleces mi vida como la ternura azul de lontananza y el vuelo de las aves
cantarinas cuando se asoma la clara luna. Ya nuestros amores son lazos que van
tejiendo los mantos de noches candentes y tañen los albores perfumados de
eterna ilusión que acunan la dulce miel con las cumbres lejanas de seda bañadas
por el rocío de flores silvestres en cada locura del amor intenso, yo
derramo mi esencia en la fecunda cima de tu ser.
Te observé hace
tiempo, solo una vez fue suficiente para amarte, tal vez no debo decir pero fue
hace tiempo, era una noche de luna llena tan bello como tu alma limpia y
cristalina, me elevaré al mismo firmamento, buscaré con anhelo un sendero para
llegar a ti.
Eres el sol y deslizas tu manto como un velo de equilibrio, de paz y armonía que nos brinda a los rostros llenos de pasión, como los campos cubiertos de rosas de mil colores que crecen en los valles encantados, donde el viento corre cauteloso los altos valles.
Te observo, en los campos llenos de rosas, ahí está tu silueta en medio del rosal, mientras la luna derrama sobre ti su luz plateada y tú mirando hacia el firmamento y las rosas sobre tu cuerpo, corro a tu presencia en medio del vacío, por la tristeza que me acompañaba, me inclino a tus pies para ofrecer mi amor para ti. Tú has salvado mi alma por tu destello y haz purificado nuestras almas de las llamas del dolor, consagrado seas porque gracias a ti vuelvo a creer en el amor.
Eres el sol y deslizas tu manto como un velo de equilibrio, de paz y armonía que nos brinda a los rostros llenos de pasión, como los campos cubiertos de rosas de mil colores que crecen en los valles encantados, donde el viento corre cauteloso los altos valles.
Te observo, en los campos llenos de rosas, ahí está tu silueta en medio del rosal, mientras la luna derrama sobre ti su luz plateada y tú mirando hacia el firmamento y las rosas sobre tu cuerpo, corro a tu presencia en medio del vacío, por la tristeza que me acompañaba, me inclino a tus pies para ofrecer mi amor para ti. Tú has salvado mi alma por tu destello y haz purificado nuestras almas de las llamas del dolor, consagrado seas porque gracias a ti vuelvo a creer en el amor.
Al comienzo dudé en poder romper tus corazas, padecí tu
distancia. Cosía mi boca para que no se me escaparan todas esas palabras que
quería decirte, tratando de extirpar todo el sentimiento que había generado tu mirada alguna vez en mi
tonto e inocente corazón.
Y me tragué las lágrimas que querían saltar precipitadas al vacío, donde no estaba tu oído presto para escuchar el crujir en mi interior. Mientras, se inundaban mis entrañas en agua salada, porque yo ya sabía de antemano que no habría un futuro cierto para los dos si no lograba entrar a través de tus murallas, ya todo estaba escrito y nada debía exigirte para que te quedaras a mi lado. Supiste tocar mi alma con tu beso tibio, siendo tan solo un huésped que parecía iba de paso, disfrutando de los beneficios de alguien que quería estrenar su corazón, permitiéndome que inundara tu alma de a ratos con besos y caricias aliviando tu inmenso dolor. Muy bien sabías que podría atraparte con mis encantos, y tratabas de alejarte para no involucrar tu lastimado corazón.
¡Maldita casualidad del destino que me dejó sangrando y valorando el recuerdo de esos hermosos ratos, donde fuimos tan inmensos y tan escasos a la vez a la hora de amar!
Y me tragué las lágrimas que querían saltar precipitadas al vacío, donde no estaba tu oído presto para escuchar el crujir en mi interior. Mientras, se inundaban mis entrañas en agua salada, porque yo ya sabía de antemano que no habría un futuro cierto para los dos si no lograba entrar a través de tus murallas, ya todo estaba escrito y nada debía exigirte para que te quedaras a mi lado. Supiste tocar mi alma con tu beso tibio, siendo tan solo un huésped que parecía iba de paso, disfrutando de los beneficios de alguien que quería estrenar su corazón, permitiéndome que inundara tu alma de a ratos con besos y caricias aliviando tu inmenso dolor. Muy bien sabías que podría atraparte con mis encantos, y tratabas de alejarte para no involucrar tu lastimado corazón.
¡Maldita casualidad del destino que me dejó sangrando y valorando el recuerdo de esos hermosos ratos, donde fuimos tan inmensos y tan escasos a la vez a la hora de amar!
Pero gracias a Dios el amor fue más fuerte y derribó la
coraza, volví a sentir y tú te permitiste amar. Y si estoy contigo, eso solo me
hace muy feliz, porque todo lo que viví, todo lo que pasé, fue el camino
necesario para encontrarnos. Entonces valió la pena __respondí. En mi voz
temblaba un deseo y en los ojos vibraba el amor.
__Y a mí me hace feliz si estoy con vos, hoy junto a mi
hijo sin temor y sin culpa _respondió Guille __.Quedó gente en el camino, hubo
muertes justas y no, perdí a una familia y hoy tengo otra y entendí que fui un
niño carenciado de afecto desde nacer, y sí anhelaba el cariño de mis padres,
solo que ellos no podían darnos más, ¿qué niño no desea el cobijo del útero y
el amor? __siguió resumiendo él todos los pensamientos que había tenido
mientras había estado solo __.Pero era orgulloso y no quería suplicar, entonces
me convertí en rebelde, así reclamaba la atención. Veía que Bruno siendo un
ejemplo era una y otra vez rechazado, por eso me preguntaba para qué intentar,
en parte he sido algo distante con Fabián, espero poder compensarlo. Hoy ya no
me importa ese pasado, vos me das ese
amor que me faltó, el que me sana y redime y quiero vivir para amarlos a vos y
a mi hijo.
En ese punto elevé la mirada entre sorprendido y feliz.
__Vos obraste ese milagro en mí, dejar la droga, a Juan y
las relaciones tóxicas, dejar de matarme de a poco, desear vivir y no sentir
que debía de estar en el lugar de Bruno __siguió diciendo Guille__. Yo apenas estaba destinado a ser
alguien que existió en el pasado, alguien que nadie recordaría y que aparecería
en alguna vieja fotografía de aquí a muchos años sin una sola persona a la que
le importara realmente saber quién fui, ni siquiera a mi hijo. En cambio ahora
sé que no hay vida más dichosa y plena que quedarme dentro de ti física y
espiritualmente, seamos dos almas oscuras o no, sé que nos complementamos y
completamos. No odies tu pasado suceda lo que
suceda en Italia, él nos hace ser quienes somos __, me haces muy feliz y
te amo, por eso cuando creí que me iban a matar, como en el otro atentado,
sentí rabia. Pretendían alejarme de vos, y yo no lo iba a permitir. Así que
resistí, intenté huir, no pude, y resistí. No me salió muy bien, pero podría
haber sido peor. Le debo mucho a Santiago también, no pudo salvar a Juan pero
sí me rescató a mí, y así pude salvarlos a ustedes
__ ¿Lo extrañas a Juan y a la droga?
__No. A la droga claramente no, cuando siento la
inquietud de la abstinencia allí estás vos, tu mirada me salva, a Juan a veces
sí lo extraño, su amistad, su complicidad, fue una vida a su lado, pero nos
hacíamos bien y mucho mal, bueno está a la vista, pero también eligió.
Hazme el amor cielito, me muero por ser uno.
__No sé si debo, si puedes.
__Por ello te pido que me hagas el amor, sé que no me harás daño, te necesito, quiero ser
polvo de estrellas, ser uno, sentirte en mí.
__Y yo, mi amor.
Va circulando mi energía, y la fuerza de tus aguas actúa
como un generador de corrientes. Fluyes desde mis adentros, alimentando e invadiendo
mis fuentes de placer. Eres perfecto para el impacto de los cuerpos, arrasando
la escena con tu magnetismo. El sol mendigará un poco de nuestra energía para
iluminarlo todo, eres alguien tan caliente, como para abrigar mi alma en
cada encuentro mientras mi piel se vuelve refulgente. Etéreo, erótico y
también exquisito y me alcanza con que existas en algún lugar del
cosmos. Viajaré... Soy como el viento. Libre sin preocupación del
tiempo. Un viajero a ningún lugar. Solo en un corazón quisiera
habitar. Voy como las nubes por el cielo, me detengo hasta donde me lleve el
viento, ahí haré un río que me una al mar de tu destino. Viajaré libre como las
aves. Que desafían hasta las tempestades para hallar el
paraíso y construir su nido. Y así seguiré errante.
No me detendré ni un instante hasta que llegue hasta ti. Porque sé que esperas por mí. Y ahí se acabará mi búsqueda porque estaré contigo, solo así descansaré. Y nunca me apartaré de tus brazos, que son mi hogar pase lo que pase con mis padres.
Por siempre te amaré porque me enamoré de ti. El viaje terminará aquí porque por fin estaré junto a ti.
No me detendré ni un instante hasta que llegue hasta ti. Porque sé que esperas por mí. Y ahí se acabará mi búsqueda porque estaré contigo, solo así descansaré. Y nunca me apartaré de tus brazos, que son mi hogar pase lo que pase con mis padres.
Por siempre te amaré porque me enamoré de ti. El viaje terminará aquí porque por fin estaré junto a ti.
__Decir amor es
escribir tu nombre entre susurros. Decir amor es todo el tiempo, sustancia de
la vida. Es simular el espejismo de muchas cosas bellas, en la intensidad de un
desconocido laberinto. Decir amor es la estrella de los sueños dispersando los
deseos. Decir amor es apurar mis pasos tras del susurro de tus besos. Decir
amor es una cansada oración en la distancia, sabiendo que siempre nos engaña la
tirana rutina del reloj. Es el espejo que refleja la ternura tras la niebla del
silencio emancipada, en las apagadas cenizas de un abrazo, en una lejana y fría
madrugada. Decir amor es la semilla abandonada, en un recuerdo que nunca ha
germinado. Decir amor es desprenderse de la ropa en la nieve de un naufragio,
flotando en el perpetuo universo de tus cimas. Decir amor es ese abrazo que aún
duele en nuestra almohada, caricia en la alborada naciente y sin recuerdos. Decir
amor es murmurar tu nombre en mis insomnios, queriendo tener tu calor aquí en
mi cama… Hoy te pensé mordiéndome los labios, y mi alma decidió viajar hacia
esa exquisita utopía. Te imaginé ante mí abriendo las compuertas,
mientras mis afluentes se abrían paso pidiendo libertad. Hoy te sentí
llenando cada espacio en mi ser, y tus ojos como dagas clavados
en mí pedían por más... mucho más, hasta quedar exhaustos, y marcar la piel
desenfrenados logrando fusionarnos en un solo corazón. No quise negarme a tales
arrebatos porque amo tu ser intenso y tu carencia de límites a la
hora de amar.
__Soy alma libre de ataduras solo atrapado por sueños de
ilusión…Te he encontrado sin buscarte, sin pensar apareciste en mi
vida como un amor que surge de la nada como aparece la aurora cada día al
morir la noche, al nacer la madrugada. El amor no puede tener ataduras,
no puedes atar el alma de quién amas porque el amor será siempre libre como el aire que respiras, como la libertad que proclamas. ¿Cómo podría atarte a mi existencia si el viento no puede ser atado?, si eres amor que se funde en el tiempo ¿cómo he de liarte a mis caricias, a mis amargos besos de hiel si tiempo hace falta a mi vida? Qué egoísta sería de mi parte atarte a este cuerpo, a esta piel. Hoy serás alma libre, te doy la libertad que tanto anhelas, la libertad que tanto buscas para que dichoso vueles feliz, para que ufano vivas el amor en la compleja eternidad del tiempo, donde almas como la tuya han de existir por siempre, y si me eliges en esa eternidad entonces sí es que quedaremos hilvanados.
no puedes atar el alma de quién amas porque el amor será siempre libre como el aire que respiras, como la libertad que proclamas. ¿Cómo podría atarte a mi existencia si el viento no puede ser atado?, si eres amor que se funde en el tiempo ¿cómo he de liarte a mis caricias, a mis amargos besos de hiel si tiempo hace falta a mi vida? Qué egoísta sería de mi parte atarte a este cuerpo, a esta piel. Hoy serás alma libre, te doy la libertad que tanto anhelas, la libertad que tanto buscas para que dichoso vueles feliz, para que ufano vivas el amor en la compleja eternidad del tiempo, donde almas como la tuya han de existir por siempre, y si me eliges en esa eternidad entonces sí es que quedaremos hilvanados.
__Te elijo a cada instante, cielito, por siempre a cada
instante.
Antes de esa noche de los ruidos, estaba muerto, sentí en
la muerte de Bruno que todo envejeció de golpe, esta casa donde tantas veces te
pensé, este café que bebo con tu sombra
mi sonrisa. Y mi alma vacía. Caminé las calles llenas de ojos que no me miraban, recorrí sus últimas palabras para entender qué es lo que esperaba que yo no le entregara, recorrí esas últimas horas mil veces cargándome de culpas, era un mar de lágrimas una y otra vez, y la droga para escapar del dolor. Me siento en la misma mesa, pero entonces me atacaban las miradas de ellos, ese abrazo que no les di, la sonrisa que no dibujaron al despedirnos ese día.
Todo envejecido de golpe. Y de un solo golpe pensé que se habían llevado mi vida.
Pensé que te perdería como he perdido todo en mis agonías, solo me preparé para quererte. Un momento lo volví eternidad, pensando que al siguiente serías silencio de muerte, que volvería a quedar vacío, solo, si vos, y volvería a envejecer, la casa esperaría a nadie, tomaría el café solo, con mis libros, cayendo a la cama a pedazos, porque vos sos el cielo, en él no hay jaulas, y creí que te ibas a asustar y volarías en esa eternidad porque yo siempre fui tormenta y laberinto de mi propio mar, pensando sin pensar tratando de entender por qué todos se iban, por qué no estaban, no regresaban, así vegetaba como autómata, hecho hilos sin lágrimas que llorar, si me escucharas hablar con los recuerdos, sintiendo el invierno, tal vez ellos me habrían dado alas antes para volar, para salir del infierno.
Aquí todo envejeció, aquí murió el tiempo, la casa , el café , mi sonrisa el último abrazo sincero, mas vos te quitaste las alas cuando te dejé entrar y pude alcanzar tu cielo, un momento se hizo eternidad, entre tu silencio y mi tristeza, pudiste sentir, y yo aprendí a permitirme amar. Y fuiste mío antes de serlo cada noche y cada día, cada mañana y cada madrugada, cada amanecer en cada despertar, a cada momento del día en mi cama y en la tuya te hice el amor a cada instante de mi vida. Y habitaste mi corazón, te quedaste cada día de primavera y verano, serás mío en invierno, en otoño, bajo la lluvia y con la luna. Toda tu pasión corre por mis venas como un manantial que baja desde una montaña. Recorrí toda tu piel en un instante de placer y en cada recuerdo, en mis pensamientos te hiciste dueño de mis sentimientos, y te di todo lo bueno que fue naciendo en mí. Fueron tuyos mis latidos desbocados y mi respiración errática, cada orgasmo y estallido, y fuiste el único hombre que se adueñó de mi vida, y la cama arde con nuestra pasión, te adoré y te cuidé, me cobijaste y me sanaste como mi paz, mi fuerza y mi fe, hiciste latir mi corazón que apenas vivía. En mis mejores momentos dominaste mis sentidos, mientras te enseñaba a sentir comencé a despertar yo mismo, tu piel fue mía, tu respiración y tu calor mantuvieron vivo a mi corazón, bajo la lluvia nuestros cuerpos calientes producían un gran calor y eso vale mucho, todo lo aprendí con vos, fui tu estudiante y vos fuiste mi maestro, el que me enseñó todas sus materias, mientras las aprendías de mí, por ello amo esta casa hoy, fue acá donde te hice mío, donde pude amar, donde pudiste sentir.
mi sonrisa. Y mi alma vacía. Caminé las calles llenas de ojos que no me miraban, recorrí sus últimas palabras para entender qué es lo que esperaba que yo no le entregara, recorrí esas últimas horas mil veces cargándome de culpas, era un mar de lágrimas una y otra vez, y la droga para escapar del dolor. Me siento en la misma mesa, pero entonces me atacaban las miradas de ellos, ese abrazo que no les di, la sonrisa que no dibujaron al despedirnos ese día.
Todo envejecido de golpe. Y de un solo golpe pensé que se habían llevado mi vida.
Pensé que te perdería como he perdido todo en mis agonías, solo me preparé para quererte. Un momento lo volví eternidad, pensando que al siguiente serías silencio de muerte, que volvería a quedar vacío, solo, si vos, y volvería a envejecer, la casa esperaría a nadie, tomaría el café solo, con mis libros, cayendo a la cama a pedazos, porque vos sos el cielo, en él no hay jaulas, y creí que te ibas a asustar y volarías en esa eternidad porque yo siempre fui tormenta y laberinto de mi propio mar, pensando sin pensar tratando de entender por qué todos se iban, por qué no estaban, no regresaban, así vegetaba como autómata, hecho hilos sin lágrimas que llorar, si me escucharas hablar con los recuerdos, sintiendo el invierno, tal vez ellos me habrían dado alas antes para volar, para salir del infierno.
Aquí todo envejeció, aquí murió el tiempo, la casa , el café , mi sonrisa el último abrazo sincero, mas vos te quitaste las alas cuando te dejé entrar y pude alcanzar tu cielo, un momento se hizo eternidad, entre tu silencio y mi tristeza, pudiste sentir, y yo aprendí a permitirme amar. Y fuiste mío antes de serlo cada noche y cada día, cada mañana y cada madrugada, cada amanecer en cada despertar, a cada momento del día en mi cama y en la tuya te hice el amor a cada instante de mi vida. Y habitaste mi corazón, te quedaste cada día de primavera y verano, serás mío en invierno, en otoño, bajo la lluvia y con la luna. Toda tu pasión corre por mis venas como un manantial que baja desde una montaña. Recorrí toda tu piel en un instante de placer y en cada recuerdo, en mis pensamientos te hiciste dueño de mis sentimientos, y te di todo lo bueno que fue naciendo en mí. Fueron tuyos mis latidos desbocados y mi respiración errática, cada orgasmo y estallido, y fuiste el único hombre que se adueñó de mi vida, y la cama arde con nuestra pasión, te adoré y te cuidé, me cobijaste y me sanaste como mi paz, mi fuerza y mi fe, hiciste latir mi corazón que apenas vivía. En mis mejores momentos dominaste mis sentidos, mientras te enseñaba a sentir comencé a despertar yo mismo, tu piel fue mía, tu respiración y tu calor mantuvieron vivo a mi corazón, bajo la lluvia nuestros cuerpos calientes producían un gran calor y eso vale mucho, todo lo aprendí con vos, fui tu estudiante y vos fuiste mi maestro, el que me enseñó todas sus materias, mientras las aprendías de mí, por ello amo esta casa hoy, fue acá donde te hice mío, donde pude amar, donde pudiste sentir.
__No quiero mis alas, te amo incondicionalmente porque
hoy puedo confiar en ti. Amo a los emplumados, esos que endulzan mis
oídos con su canto, y con amor me curan de algún u otro espanto. Adoro a los que
me amasan, me dan cabezazos, cuando me miran se acuestan, estiran, abren
sus brazos, patas, y me muestran su panza con toda confianza. Esos, que me
dejan…“regalitos indescriptibles”. Aquellos, que tiernamente me ronronean
o duermen conmigo una siesta. Me fascinan los que ladran, olfatean, esos que
moviendo la cola como una ola, se menean, aquellos que me reciben como a un
famoso, y hacen de mi llegada, una fiesta estrepitosa. Los adoro, porque
para muchos de ellos yo soy su mundo. Los amo, porque cada uno con su amor me
reaniman, porque sus ternuras me hacen fuerte, porque sus inocencias no
permiten que pierda la fe, me hacen creer en la vida, sin sentir, que el
mundo se me cae encima. Y digo los… amo, porque tú eres cada uno de ellos y
todos a la vez.
Ciertamente, fuera de ti hay otros mundos. Claro
que tú no los conoces ya que no sigues sus rumbos. Aunque quisieras, conocerlos
tú no podrías, pues no solo de tu extensión es como el universo armoniza su
dimensión. Afuera hay tanto... tanto, distintos códigos palpitan, y los
compartas o no, nacen, crecen, marchitan… Pero si tú fueras el centro de ese
todo,
su espécimen rector, qué pesada mochila tendrías. Sé tú mismo, nadie más, sin distanciarte demasiado de tu estricta identidad.
su espécimen rector, qué pesada mochila tendrías. Sé tú mismo, nadie más, sin distanciarte demasiado de tu estricta identidad.
Esos besitos que nos mandamos derriten nuestra piel porque
tienen el néctar de tu miel. Son mimos del amor que encienden al corazón con la
llama de la tentación. Los atesoro como premio robándonos emociones con la luz
de lo ideal. Besitos tú me dices son chispitas de ternuras que encienden mi
locura de quererte y no tenerte, de sentirte y de saber que estás ahí en un rincón esperando
que nuestras miradas se reflejen en sus almas.
__
“Ante la indiferencia de todo aquello que le rodea avanza el nuevo amanecer, dando paso a un nuevo día.
En la suma total de las horas que lo componen se encuentra la aventura de un desconocido viaje, que emprendemos con la esperanza de vivir satisfechos y nutrirnos con experiencias enriquecedoras que nos permitan salir de los problemas y la fatalidad.
El existir está compuesto por factores que tenemos que ir escogiendo con acierto y claridad para ir respirando con óptima conciencia y estar en paz con los demás y con uno mismo, tarea por lo demás nada fácil, si deseamos que nuestra vida tenga sentido.
Es como un juego, donde el destino pone tareas escritas en papelitos doblados y los deposita en tu buzón y vos con la claridad de cada nuevo amanecer, metes la mano y comienzas a leer el itinerario a seguir mientras duren las veinticuatro horas de ese día.
Aunque nos parezca insólita la tarea, difícil de comprender y contemos con la indiferencia de los que nos rodean, sea esta gratificante o hermosa, trágica e inútil, debemos construir con la mejor de las disposiciones cada uno de los fragmentos que componen el proyecto que por otra parte, no sabemos cómo termina.
Luego con el transcurrir de las horas, ya sin agitación, tallada en el ambiente la noche y bajo las ascuas de nuestra encendida conciencia, sabremos si nuestro actuar fue el correcto o no.
Así, asimilando lo bueno y corrigiendo lo nefasto podremos enfrentar con alegría y entusiasmo la claridad de una nueva mañana, e integrarnos en este mundo que está lleno de múltiples y diferentes ideologías”.
“Ante la indiferencia de todo aquello que le rodea avanza el nuevo amanecer, dando paso a un nuevo día.
En la suma total de las horas que lo componen se encuentra la aventura de un desconocido viaje, que emprendemos con la esperanza de vivir satisfechos y nutrirnos con experiencias enriquecedoras que nos permitan salir de los problemas y la fatalidad.
El existir está compuesto por factores que tenemos que ir escogiendo con acierto y claridad para ir respirando con óptima conciencia y estar en paz con los demás y con uno mismo, tarea por lo demás nada fácil, si deseamos que nuestra vida tenga sentido.
Es como un juego, donde el destino pone tareas escritas en papelitos doblados y los deposita en tu buzón y vos con la claridad de cada nuevo amanecer, metes la mano y comienzas a leer el itinerario a seguir mientras duren las veinticuatro horas de ese día.
Aunque nos parezca insólita la tarea, difícil de comprender y contemos con la indiferencia de los que nos rodean, sea esta gratificante o hermosa, trágica e inútil, debemos construir con la mejor de las disposiciones cada uno de los fragmentos que componen el proyecto que por otra parte, no sabemos cómo termina.
Luego con el transcurrir de las horas, ya sin agitación, tallada en el ambiente la noche y bajo las ascuas de nuestra encendida conciencia, sabremos si nuestro actuar fue el correcto o no.
Así, asimilando lo bueno y corrigiendo lo nefasto podremos enfrentar con alegría y entusiasmo la claridad de una nueva mañana, e integrarnos en este mundo que está lleno de múltiples y diferentes ideologías”.
Jueves, 15 de diciembre.
Decidimos ir a casa de Diego, llegamos temprano, apenas
desayunar y ver salir a Fabián, el abrazo de mi amigo casi me rompió,
terminamos llorando y quiso entonces hacer lo que venía posponiendo, porque era
en parte el camino que pronto recorrería yo en Italia.
__
En la penumbra de su cuarto, con el cajón de la mesa de
noche abierto, Diego se preguntaba qué hacer. Observaba la tarjeta con el
número de su padre y en su mente se agolpaban el pasado, el presente y el
futuro. ¿Qué tenía más peso? ¿Qué era más importante? Sin dudas el presente y
el futuro porque en ellos era o se proyectaba tan feliz, tan extasiado, que el
pasado carecía de importancia, así lo vería Pedro al verlo ese jueves.
Tomó el teléfono y marcó los números despacio, no se
sentía tan seguro como habría deseado. Escuchó el tono del llamado hasta que
del otro lado descolgaron el auricular y resonó la voz.
__Sí _dijo el hombre. Atendió él, le había dado su número
directo y no el de su secretaria.
__Habla Diego.
El silencio del otro lado de la línea presagiaba duda y
desconcierto. Quizás también un poco de temor, pero Diego prefirió no detenerse
a analizar esas emociones que le llegaban aun desde un teléfono.
___ ¿Hubo algún problema con el contrato? __interrogó el
padre. No salía de su asombro, sabía que de ser ese el inconveniente no sería
Diego quien lo hubiese llamado, sino un abogado,
a lo sumo un contador, pero hacía la pregunta por pura incredulidad de que su
hijo lo estuviera llamando.
__Quería contarte que voy a ser papá __ soltó Diego de
pronto con voz ronca __.Nos dieron la adopción de gemelos. El silencio del otro
lado de la línea volvió a ser abrumador. Esperaba que su padre soltara una risa
de burla, quizás un sonido de “a mí qué me importa”, pero eso no sucedió.
Entonces quien se quedó en silencio fue él.
__Ya me había llegado la noticia por Raúl cuando pasé
por tu casa, hijo __comentó el hombre
sin demasiado entusiasmo, nunca lo demostraba __.Estoy muy contento por eso.
“Contento” Aunque la frase había sonado inexpresiva como
era su padre, el corazón de Diego se aceleró. Al menos había dicho algo mejor
de lo que esperaba, y eso para un hombre como su padre era todo un logro.
__La verdad es que se siente como un milagro _respondió
__.En algo así pensaba y me preguntaba qué sentiré cuando mis hijos me digan
papá por primera vez. Mirarlos a los ojos, oír sus voces…
__Es algo muy lindo _contó su padre.
Diego quedó atónito. Para lo frío y poco entusiasta que
era, que le dijera que estaba muy contento y que algo era muy lindo, parecía
una fantasía. Sus ojos trataban de focalizar un punto porque en la penumbra
nada se veía. Todo se cerraba y la luz no se distinguía. Había que dejarla
entrar.
__ ¿Te acuerdas de la primera vez que te llamé papá? _interrogó
todavía sorprendido. Era una prueba, era un anhelo.
__Sí, me acuerdo _replicó el padre muy seguro de lo que
decía.
Se hizo un silencio. Él siempre hacía eso, respondía con
dos palabras y el resto guardaba silencio, adentro, como si pensara que la
información que otorgaba pudiera utilizarse en su contra o como si no supiera
expresarla. Quizás era eso, que no sabía cómo decirla. Y Diego reconoció que
alguna vez también le había pasado lo mismo. Comprendió a su padre y con la comprensión
pudo aceptar que en algo, quizá se parecían, y que eso no era nada malo.
__ ¿Me lo puedes contar? __pidió. Era un hecho que su
madre nunca le había relatado y ahora ella ya no estaba para resumirlo.
Su padre no entendía cómo funcionaba la mente de su hijo,
no sabía por qué le preguntaba eso, pero en lugar de tratar de interpretarlo,
dejó de mirar los papeles que revisaba sobre su escritorio y tan solo dio una
respuesta sincera. Se dedicó a él de manera exclusiva.
__Sí, bueno. __Diego puso altavoz, no pude dejar de
pensar en mi padre, y sé que Guille recordó la primera vez de Fabián __.Era de
tarde y estabas sentado en las rodillas de tu madre. Yo tomaba mate, había
vuelto del trabajo. Entonces me señalaste, sonreíste y dijiste: “papá”. No me
olvido, no.
Diego cerró los ojos, los apretó muy fuerte, y gradeció
el milagro que tanto tiempo había esperado. Se repuso con voluntad de los
accesos de sentimientos que lo aquejaban y siguió hablando. Pensaba acercarse a
su padre, pero no se entregaría, debía resguardar su interior para su familia,
y me dije lo mismo si es que el mío estaba vivo.
__El sábado vamos a festejar, eso, y que mi mejor amigo
se recibió de abogado, ¿recuerdas a Pedro? … __, no habíamos decidido el
festejo y supe que no quería hacer una invitación directa __; vamos a festejar
y si quieres venir con tu esposa…
Otro instante en silencio.
__Bueno _respondió el padre __. Vamos a ir, claro. Y
felicita a Pedro, lo recuerdo, sí.
__Bien, tienes la dirección de mi casa. Nos vemos. Si el
festejo es fuera, iremos desde acá.
__Hasta el sábado.
Raúl llegó entonces, entró en el departamento y vino a nosotros.
__! Qué alegría Pedro! Estábamos asustados, fuimos varias
veces al edificio, cuando nos contaron no podíamos creer, ¿estás mejor
Guillermo?
__Bien, dentro de lo poco que me dejan hacer Pedro y mi
hijo, perfecto.
__Esperaba que me llamaras para ir a buscarte _dijo Diego.
__No hacía falta, me tomé un taxi _respondió. Casi al
mismo tiempo inclinó la cabeza hacia un costado para escuchar mejor a su marido. Algo tenía que contar. ¿Estás bien?
Diego sonrió, sabía que Raúl lo conocía tanto como yo,
respiró profundo antes de hablar.
__Todo esto que pasó con Pedro y sus padres, con
Guillermo, me hizo pensar __hablaba con pausa. Raúl lo escuchaba atento y
quieto delante de él __.La vida es corta. Suena a frase hecha pero lo es. A
Guillermo casi lo matan.
__Sí, lo es _coincidimos.
-Entonces me pregunté si vale la pena esperar para hacer
algunas cosas, y pensé también en que, lejos de la muerte, nosotros estamos
recibiendo vida. Ya estaba acostumbrado a esas profundidades y a lo complejo
que era su marido cuando Raúl le sonrió. Los ojos de Diego brillaron __.Me
imaginé el momento en que nuestros hijos nos llamen por primera vez… papá. Debe
ser maravilloso.
__Claro que sí _afirmó Raúl.
__Y quiero ser bueno para ellos.
__Lo serás, el mejor padre del mundo __quise tranquilizarlo
yo, sabía que no ser bueno para sus hijos era un miedo profundo de Diego, como
el mío propio. Nuestros padres no lo habían sido, y tememos ser iguales con
nuestros bebés.
__Pero no podría serlo con rencor en el alma _repuso Diego
__.Por eso lo llamé.
__ ¿Y fue satisfactorio?
__Eso lo sabremos con el tiempo, como lo sabrá Pedro, ceo
yo _respondió él bajando la cabeza. Después miró a Raúl__. Le conté que vamos a
ser padres y le pregunté si se acordaba de la primera vez que lo llame papá.
Raúl sonrió con algo de temor.
__ ¿Y qué te respondió? __indagó emocionado. Poco a poco
los ojos se le habían ido cargando de lágrimas sin que se diera cuenta.
__Me lo contó. Se acordaba de todo y con bastante
detalle _contestó Diego manifestando la
misma emoción en la voz __. dijo, además, que es algo muy lindo. Todo un logro
para él.
Una lágrima abandonó los ojos de Diego y murió en la
sonrisa.
__Me pone muy feliz _ confesó __.Es lo que mamá hubiera
querido.
_Sí, lo sé __replicó el esposo __.Espero no te moleste,
pero le dije que podía venir a cenar el sábado, vamos a festejar además el
título de Pedro, que Guillermo está bien. Que era uno de mis candidatos en la
lista que hicimos cuando Pedro no se enamoraba, ¿recuerdas?
__Upa, que les dije que no necesitaba que me lo buscaran.
__Y no lo hicimos hermanito __ me dijo Diego.
__No me molesta _dijo Raúl __.Siempre que ordenemos el
desorden que hay en casa.
__Prometido __dijo Diego. Y se besaron con amor.
__Diego, Raúl, ya que festejaremos muchas cosas
deseábamos invitarlos al Delta, allá la casa es enorme, y conocerán al hijo de
Guille y a los amigos del estudio.
__Genial, iremos para allá todos entonces.
Pedro…, y ¿tu
viaje?
__Para cuando Guille pueda.
__ ¿No deberían regresar a la embajada a saber si hubo
novedades?
__Puede _dijo Guille mirándome, quizá le pida a Beto que averigüe.
Ahora mismo deseo saber si mi hijito sacó todas las
materias y concentrarme en la fiesta del sábado.
__Nos vamos, voy a mudar mis cosas al Delta.
__
__Fuimos al edificio, Fabián llamó dando la noticia de
que estaba libre, había aprobado con honores, y decidió ir a lo de Ana, al
menos hasta el sábado, Guille fue a arreglar algo de los daños del día del
tiroteo con el encargado, me quedé haciendo valijas en su departamento, el mío,
está aún en arreglos.
Mis amigos observaron las valijas y la ropa que había
puesto en bolsas para donar junto con cosas que traje de Chile. Por momentos
sentía que cada nueva cosa que añadía a una bolsa llevaba un pedacito de mí
mismo.
__Pedro, ¿estás seguro? _preguntó Diego. No era la
primera vez que lo hacía.
__Nunca estuve más seguro de nada en mi vida Diego, de
hecho, jamás __repliqué tan convencido que mi amigo comprendió.
__Es que ha sido todo tan duro, tan rápido y tienes tanto
por recorrer aún y de pronto te mudas _confesó lo que temía.
__Es para mejor, Diego, lo que me resta por saber no va a
cambiar lo que siento por Guille.
Claro que es para mi bien, y le he prometido a Guille que
voy a tener una existencia feliz. Mudarme es esencial para conseguirlo.
Y el frío envuelve mi cuerpo si no está. El recuerdo de
aquella mañana donde sus brazos me sirvieron de abrigo, de esa solitaria
mañana, de esa entrega entre su cuerpo y el mío…
“Llegaste así, arrebatando de mi cuerpo el frío intenso,
lo llenaste de tibieza con tus besos sobre mi cuerpo. Esos besos que no
olvidaría jamás, tan llenos de ternura, amor, pasión y locura, esos que por
tanto tiempo te negaste a dar.
Besos que ni la distancia ni el tiempo han de borrar, porque más que besar mi cuerpo me besaste el alma, ahí amor mío el olvido jamás llegará”.
Besos que ni la distancia ni el tiempo han de borrar, porque más que besar mi cuerpo me besaste el alma, ahí amor mío el olvido jamás llegará”.
__Pero vuelves, ¿no? _me preguntó.
__Sí, claro, no me voy a llevar todo ahora, y pasaremos
algunos días acá, dejaré cosas acá, pero con él.
Mientras terminaba de cerrar una valija, me sorprendió la
llegada de un mensaje de Guillermo, lo creía con el encargado mas estaba en el
Delta, leí.
“Te espero en casa lo antes posible, te amo, no tardes”.
__Te llevamos, estás cargado, no bajamos, los veremos el
sábado.
Me dejé transportar, con un dejo de nostalgia de aquellos
días en los que el que esperaba era Pablo. Mis amigos me dejaron del otro lado
de la reja de la casona, cerca de la entrada.
Subí los escalones que conducían al porche con entusiasmo
y hallé que en la puerta había un papel pegado con una cinta adhesiva. Los
recuerdos de las primeras citas se arremolinaron en la mente y me encontré
inquieto y sonriendo.
“Tienes que entrar y caminar hasta el pie de la escalera,
donde encontrarás una nota”.
Reí. Qué locura, pero cuánto me alegraba. ¿Volvía el
juego tan pronto? Que nunca se acabe, me
dije.
Obedecí la instrucción. Abrí la puerta, entré las
valijas, cerré tras de mí y avancé hasta el pie de la escalera donde hallé la
nota.
La primera vez que te vi llorar sentí celos de tus lágrimas. Nacían en tus ojos, acariciaban tus mejillas y morían en tus labios, así te amé Guille, así te amo.
Y cuando cae la noche mis pensamientos evocan tu belleza.
Y sonrío al ver la luna, imaginándote contemplándola igual que yo. Quizá si nuestros
pensamientos se cruzaran como esa estrella fugaz a la cual le pedí un deseo. El
deseo de llegar a ti. Y con sutil suspiro el corazón rompe el silencio,
emocionado al pensar en ti, que cada noche añora tus palabras que son como
caricias para él. Y aunque la noche es muy fría, yo solo puedo pensar en ti.
Como si al hacerlo todo dejara de existir. Y hasta con la brisa que el viento trae puedo sentir tu aroma. Y sigo aquí como tantas noches suspirándote. Pidiendo deseos en cada estrella fugaz, contando en cada estrella un sueño. En cada noche una forma distinta de extrañarte y en cada cara de la luna una razón más para seguir amándote.
Como si al hacerlo todo dejara de existir. Y hasta con la brisa que el viento trae puedo sentir tu aroma. Y sigo aquí como tantas noches suspirándote. Pidiendo deseos en cada estrella fugaz, contando en cada estrella un sueño. En cada noche una forma distinta de extrañarte y en cada cara de la luna una razón más para seguir amándote.
Mis sueños, mis añoranzas, mis tentaciones, mis anhelos, todos
ellos noche tras noche salen a deambular por las calles, como vagabundos sin
lugar donde pernoctar.
Todos por una causa, de la cual tú eres la razón, aquel pensamiento que no me deja dormir, el sueño del que no quiero despertar. Tantas noches te esperé solo en el departamento y te imaginé con Juan acá, y hoy eres mi realidad, ya te extraño solo minutos amor mío.
Todos por una causa, de la cual tú eres la razón, aquel pensamiento que no me deja dormir, el sueño del que no quiero despertar. Tantas noches te esperé solo en el departamento y te imaginé con Juan acá, y hoy eres mi realidad, ya te extraño solo minutos amor mío.
“Esto es una búsqueda del tesoro. La primera pista está
en un lugar que no está cerca de Kabul ni lejos de Gibraltar”.
__ ¿Qué? __reí otra vez, esto ya lo jugamos pero desde
esos días pareciera que ha pasado una vida. Pero no he entendido nada. Pensé en
la K y en la G, pensé en la ubicación de esos lugares, pensé… ¡claro! ¡En
geografía, las habitaciones eran cada una de una temática!
Corrí a la sala donde había tenido lugar la exploración
de mi cuerpo y no me equivoqué. Tras esa puerta encontré una de las cajas de
metal y terciopelo, como las primeras. La abrí con entusiasmo, dentro hallé
algo que no esperaba: una nota y mi diario. Tomé ambos objetos y leí presuroso:
“Lo leí entero y varias veces. Noté que la mayoría de las
cosas que has escrito fueron tristes. A partir de ahora, aun pese a lo de
Italia, solo tienes que escribir cosas alegres”.
Sonreí. ¡Lo amo tanto! Esa debería ser la primera cosa, y
que estás vivo, y que me amas, que dejaste de sentir culpa, que estás cerca de
tu hijo, que dejaste la droga, tanto ya para escribir, porque lo que te hace
feliz es mi felicidad.
Tu felicidad es la mía
susurraste con tu deliciosa voz, mi cuerpo se cimbró en ese momento solo
te besé y acaricié, mi cuerpo y conductas se manifestaron, logrando una experiencia
holísticamente bella y sublime ,ya en el aposento de mi soledad y reflexión, me
comenté que tu felicidad es tuya, está dentro de ti, tú la fabricas, la
construyes, la compartes, pero no puedes depositar la expectativa de que tu
felicidad dependa de otro ser, sufrirías
cuando ese ser si así pasase ya no quiera voluntariamente estar allí, tu
felicidad siempre debe depender de ti. Pero como nosotros no nos vamos a
separar la hice mía, y algún día la mía será la tuya.
La nota continuaba con la próxima pista:
“Estoy donde cantan las gaviotas y donde las rosas se
cultivan mejor”.
Pensé en el patio de invierno, pensé en el jardín trasero
y en una terraza, porque aunque nunca había estado en ese sector de la casa,
seguro hay una. Gaviotas y rosas, las aves representan la libertad y las rosas…
¡literatura! Estaba seguro, se refería a la biblioteca, a donde me habían
conducido los pétalos de rosa.
Me lancé a correr hacia donde pensaba. En el trayecto
recordé que alguien me aconsejó que a veces convenía hacer trampas, y por eso
me detuve. ¿Y qué si probaba abrir otras
habitaciones para saltar etapas? Probé con cualquier puerta y como no podía ser
de otra manera, estaban cerradas con llave, como antes. Reí complacido. Guille
me conoce tanto que había tomado precauciones para no ser engañado.
Seguí el camino hasta la biblioteca y no me equivoqué. Allí
hallé una nueva caja y otra nota en su interior.
“Esto lo escribí yo pensando en vos. No es bueno, pero
espero que te guste, tengo la esperanza, después de todo yo tampoco soy bueno e
igual te gusto:
Si el pasado me
busca, dile que he salido, que no me espere.
Si el futuro se apresura, dile que vaya más despacio.
Si el presente es umbroso, recuérdame la muerte.
Y verás cómo el pasado se aleja.
Y el futuro ya no atemoriza.
Yo voy en su búsqueda viviendo el presente.
Si en las sombras del destino me ves espiando en tu
ventana es que te he perdido.
Soy feliz en la oscuridad si tu presencia es la que
habla.
Y te amo aunque el silencio borre las huellas de tu voz.
Porque tus ojos me aman en la distancia.
Y el sándalo endulza tu sabor.
Todos buscan la felicidad pero a veces pocos se atreven a
encontrarla”.
¡Que no lo vea la que fue mi profesora de literatura!
Reí entre divertido y emocionado. Amaba ese poema, y se
lo quiero mostrar a todo el mundo. Pero es un secreto. Es lindo tener secretos
compartidos con alguien.
Me preocupó no ver otra instrucción. “El juego no puede
terminar en esto, tiene que haber algo más. Tanteando el interior aterciopelado
de la caja no parece haber nada”. Giré el papel que tenía entre las manos y del
otro lado leí una frase más: “!átame a la libertad!"
Es la pista,
estaba seguro, y solo me llevaba a pensar en un lugar: la habitación en la que
por primera vez pertenecí realmente a un hombre.
Me llevé el diario y el poema para huir en busca de la
siguiente caja. No tenía idea de lo que podía encontrar, y eso me llevaba a ir
más rápido. La curiosidad siempre ha sido una de mis cualidades más destacadas...
Llegué a la puerta
indicada con un presentimiento fabuloso, me latió tanto el corazón que pude escucharlo.
Estiré la mano hacia el picaporte convencido de que abriría, pero al girar el
pomo, encontré que la puerta estaba cerrada con llave. El entusiasmo se deslizó por mi cuerpo hasta derramarse en
mis pies. No pude haberme equivocado, allí Guille me ató a su libertad porque
me mostró por primera vez que soy un hombre, que todavía podía sentir. Allí me
había devuelto la vida, y si eso no era atar a alguien a la libertad, no sé qué
puede ser.
Escuché algo. Bajé la cabeza en dirección al sonido y
descubrí que por debajo de la puerta me estaba pasando una nota. Era acá, lo
sabía, y allí estaba Guille.
“Tienes que abrir la puerta sin usar las manos”, leí, y
luego escuché que el cerrojo se corría. Me mordí el labio inferior a la vez que
sonreí.
Ahora que la puerta estaba si llave, podía hacer trampa y
abrir con los dedos, pero consideré que no sería divertido. Me divierte mucho
más cuando las reglas las pone Guille, así que dejé el diario, las notas y el
poema a un costado, y me arrodillé. Después me incliné hacia delante.
Estudié el pomo dorado. Tenía que abrirlo sin usar las
manos. Aproximé la boca y lo rodeé con los labios. Traté de hacerlo girar pero
no pude, esa parte de mi cuerpo era demasiado débil en comparación con la
resistencia que me ofrecía el picaporte.
Entonces tuve otra idea. Me recosté con la espalda en el
piso y las piernas hacia la puerta. Rodeé el pomo con los dedos de los pies, lo
hice girar, y después abrí dando una ligera patada a la madera. Incliné la
cabeza hacia un costado. Había quedado
con las piernas estiradas en una pose tan sensual que a Guille se le dibujó una
sonrisa en la cara. Él, que se fingía siempre más serio que una estatua en ese
juego, se reía.
__Hola _lo saludé desde allí con voz seductora __.Te ves
muy lindo.
__Solo para vos
_asintió él desde el asiento donde se encontraba, en un sillón de cuero verde
pino.
El cuarto estaba en penumbras. Apenas una luz muy tenue
se filtraba por las cortinas entreabiertas e iluminaban a Guille, que estaba
sentado delante de la ventana, viendo hacia la puerta con las piernas estiradas
y la pose más liviana del mundo. Llevaba puestos un pantalón de vestir y un
saco negro con finas rayas, desabotonado.
__Espero que eso para lo que me hayas hecho venir, sea
bueno __seguí diciendo desde mi posición poco puritana __.Me interrumpió cuando
estaba empacando las cosas para mudarme.
Guillermo estaba absorto en la unión entre mis piernas y
en mis nalgas, blancas como algodón, suaves como la seda. La visión se acabó
cuando yo me puse de pie.
__ ¿Puedo pasar? __pregunté mientras me acomodaba la
ropa.
__Adelante _respondió.
Sonreí con un gesto de agradecimiento. Entré, cerré la
puerta tras de mí para que la luz del pasillo no interrumpiera el misterio de
adentro y esperé.
Guille no hacía más que mirarme en silencio, y sentí que
él me desnudaba con la mirada. Ni siquiera rompimos el contacto visual cuando
Guille se puso de pie y a paso lento dejando las muletas se aproximó, despacio,
disfrutando de cada paso.
--- ¿Sabes por qué sé que entre mis brazos disfrutas?,
porque cada caricia que hago en tu piel te gusta y sea tierna o dura
sé bien que nada te asusta pues soy esa desfachatez que tus belfos
degustan. Sé que te encanta tenerme a tu lado, que susurre a tus oídos el
delito de tus descaros, que juegue con tu cuerpo y despierte sus pecados y al
caer la noche ser el sueño entre tus manos. Sabes que me fascinan tus ojos
cuando me miran, son del color de la vida y en él siento que miman pues arroban
mi aliento con su mirada henchida y sin palabras quedo con ese brillo que tanto
brilla. Sé que te puedo complacer con placer y encanto, solo debo de tocarte
para que hablen mis halagos pues sé de poemas, como de acordes tan gratos que
puedo hacer con el sabor de tus labios.
__Corta la tarde por el medio, esta parte que ahora nos
cubre es la dicha. El presente de tus ojos frente a los míos. De tu boca sofocando
el calor de mi deseo con tu palabra de fuego que calma la tempestad bajo mi
piel. Cuando el sol salte a borbotones y borre con sus tentáculos el hechizo
que ahora nos envuelve, toma el otro
extremo de la noche. Sumérgete en su sombra de memorias y siénteme nuevamente. Aunque
ya no estemos juntos.
Más allá de nuestros besos, humedeciendo nuestras pieles. Más allá de nuestras risas y tristezas, caminando por la vida. Más allá de nuestros aromas salvajes, inundados de placer indómito. Más allá de nuestras canciones románticas, susurradas con ternura al oído. Más allá de nuestras ausencias y presencias, desafiando con delirio los destinos. Más allá de nuestros pasados, floreciendo primaveras de futuros. Más allá de nuestra luz enamorada, en la mirada de la luna de tus ojos. Más allá de nuestras dudas sin motivos, en nuestros besos apasionados desbordados. Más allá de nuestros quejidos y suspiros, al amarnos sin un apresurado tiempo somos plenitud. Más allá de nuestros años sin edad, enloquecidos de pasión, al abrazarnos. Más allá de nuestros soles cristalinos al querernos, bendito milagro es… el amor.
Más allá de nuestros besos, humedeciendo nuestras pieles. Más allá de nuestras risas y tristezas, caminando por la vida. Más allá de nuestros aromas salvajes, inundados de placer indómito. Más allá de nuestras canciones románticas, susurradas con ternura al oído. Más allá de nuestras ausencias y presencias, desafiando con delirio los destinos. Más allá de nuestros pasados, floreciendo primaveras de futuros. Más allá de nuestra luz enamorada, en la mirada de la luna de tus ojos. Más allá de nuestras dudas sin motivos, en nuestros besos apasionados desbordados. Más allá de nuestros quejidos y suspiros, al amarnos sin un apresurado tiempo somos plenitud. Más allá de nuestros años sin edad, enloquecidos de pasión, al abrazarnos. Más allá de nuestros soles cristalinos al querernos, bendito milagro es… el amor.
__Hacerte el amor, es sentir una intensa ternura hacia
ti, es ver a través de tus ojos luminosos que alumbran mi camino
llevándome a mi destino. Para hacerte el amor, es tocar tu cuerpo
como los más grandes maestros de la música al estilo Beethoven, Mozart, de una
manera excelsa y sublime, tu cuerpo, fuego, mirada, tu aliento tus caricias
sintiéndome dentro de ti puedo tocar el cielo y el universo juntos. Hacerte
el amor es aspirar el aroma esencia de una combinación de aromas
difícilmente descriptos, es sentir mi corazón henchido de deseo y pasión.
Tienes el encanto del océano, donde las gaviotas persiguen las olas, donde el
sol resplandeciente que a lo lejos en el firmamento lanza sus auroras o como la
luna que brilla durante la noche majestuosa, y encantadora. Hacerte el amor es
tocar tu cuerpo con mis manos y hacer vibrar tu piel ávida de caricias y
placer llegando hasta la cúspide del placer hacerte el amor... Es amarte con mi
alma entera pura, clásico limpio y ardiente amor indescriptible de esos que se
dan una sola vez en la vida. Hacerte el amor, es amarte como solo yo sé
amar, con mi alma entera. En una
noche calmada y serena. Tú en mí y yo en ti amándonos sin reservas, es
hacer la música más romántica inspirándome en tu bella anatomía, hacerte
el amor, es amar sin dar ni pedir,
solo tú y yo en una vorágine de pasión y placer.
Cada vez que te pienso sale al vergel de mis ojos una melodía en forma de luz que, avivando mi mirada, me transmite esa sensación que da el amor en pleno.
Cada vez que sueño con tu sonrisa me vuelvo ángel que aletea por la orilla de tus labios y se pierde en la oscuridad, para encontrarse con la dulzura de tus besos.
Cada vez que pienso en ti, los caudales de mi alma son mayores, las pertenencias de mi corazón agrandan a cada paso, me hago grande.
Cada noche, cada madrugada, los sentidos se me clavan en tus manos, dimensiones de tu cuerpo que me elevan en caricias, nacen cada instante arroyos de miel, cada vez que te pienso.
Cada vez que te pienso sale al vergel de mis ojos una melodía en forma de luz que, avivando mi mirada, me transmite esa sensación que da el amor en pleno.
Cada vez que sueño con tu sonrisa me vuelvo ángel que aletea por la orilla de tus labios y se pierde en la oscuridad, para encontrarse con la dulzura de tus besos.
Cada vez que pienso en ti, los caudales de mi alma son mayores, las pertenencias de mi corazón agrandan a cada paso, me hago grande.
Cada noche, cada madrugada, los sentidos se me clavan en tus manos, dimensiones de tu cuerpo que me elevan en caricias, nacen cada instante arroyos de miel, cada vez que te pienso.
__
“Tengo flojera de preparar el desayuno, flojera de poner
el agua para el café: flojera de agitar la cuchara, flojera de mover hasta los pies.
Quiero cerrar los ojos y dejarme llevar por el vaivén; agitar las manos
suavemente al viento, seguir el compás de estas notas, que me recuerdan al
ayer. Añoranzas que me tienen para hoy recuerdos de una niñez frustrada, momentos
donde pensé desfallecer, un jardín lleno
de flores, mariposas jugando con mis pies. Desprotegido corazón, queda al borde
de la extinción de sus sentimientos. Las penas se apoderaban de los
días, las noches y hasta de los sueños.
Nada parecía tener
remedio para salvar el amor en otros caminos de un destino distinto.
Un ovillo de nostalgias atrapadas, grietas profundas del
alma; gritos de imágenes que ya no volverán a ser. Se confunden vivencias
inventadas con las que el olvido capturó. Mirada en encrucijada, aquella
que todavía recuerdo tras mi huida de mí, es como un destello de
esperanza al que se aferra la existencia. Tal vez hoy sus latidos estén
lejos de mis oídos, pero puedo escucharlos, aquí, junto a los míos.” Esto pensé
antes de que me amaras o de que lo pudieras reconocer.
__ No ya, no en esta tarde de amor en que se graban en mi
mente las líneas de tu cuerpo, para un convite ardiente en la desnudez de tu
alma. Suavemente dejas tocar en tu piel, con la voluntad de sentir la
sensualidad en la noche voraz de deseo. Empiezo a probar el sabor del dulce
beso, con el deseo que concluirá en las
entrañas como cortejo al sexo salvaje. Los cálidos movimientos revelan nuestra
sincronización perfecta, en el verter del néctar, el placer atrapado en nuestro
vivir. Romance nuestro es tatuado con felicidad, en la eternidad de la
sensación en la mirada apasionado por nosotros.
__Te encuentro en el dulce aroma de tu despertar en la
mañana de duendes que duermen descansando la tarea realizada en la oscuridad de
la noche, cuando miro afuera a ese mundo de disímiles incongruencias para
vivirlo, pero que refleja la voraz verdad, mi verdad de no encontrarme en él. Te
encuentro en la majestad y divina sombra que nos alberga entre sus brazos a
toda hora para mantener en mí el regocijo de estar en paz, en los pasos entre
los árboles destilando la caída de sus hojas en primavera, así caigo ante ti. Te
encuentro en las aristas chocantes del aire que rechina sus letras musicales en
el canto de mi boca. Te encuentro en el comienzo y final del camino provocando
situaciones y momentos agradables al frenesí de sentimientos que vuelan sin
importar a quién tocan en su andar. Te encuentro en las entrañas del monstruo
irónico que vemos cuando sucumbimos ante la plenitud inigualable que aflora la
razón, prefiero estar loco, aunque estés lejos te llevo en mi mente y te guardo
siempre en el lugar más hermoso que tenemos, si ese, llamado corazón. Te encuentro
aun cuando no te encuentre, te toco aun cuando no te siento, te amo aun, aunque
nunca te encuentre.
__
Después de un tiempo que me pareció eterno seca la boca
de hablarle y de desearlo, llegó hasta mí y alzó una mano. Un solo dedo se
asentó sobre mi cabello, lo enredó y luego lo desenredó al ir bajando. Siguió
adelante y se asentó un momento en la mejilla, para luego alcanzar mi ropa. Comenzó
a desabotonarme la camisa.
__Tus labios, suculentos, suaves, firmes, sueño con tus labios, con acariciarlos, con
chuparlos y saborearlos, lamerlos, y posarlos sobre los míos, tus labios,
Pedro.
Guille sonrió complacido, un brillo de excitación le
iluminaba la mirada, volvía a ser el de antes del horror, pero amándome.
También llevé los dedos a la camisa de él y la abrí en dos para admirar su
torso y sus brazos desnudos, pero lamí las cicatrices, las besé como deseando
absorber el dolor. Estaba más atractivo
de lo que imaginé minutos antes, incluso con las cicatrices.
__Ningún sueño es perfecto __masculló en relación con las
heridas.
__ ¿Qué? __sonreí. No entendí lo del sueño.
__Nada __ replicó él acabando de desabotonar la camisa
que dejó caer luego a los pies. Me quitó también el pantalón y el calzado, hizo
lo mismo con su propia ropa y nos miramos.
De súbito recordé aquella clase donde me hizo escribir la
escena sexual perfecta que le relaté como el sueño que tuve con él.
__ ¿Y ahora qué? __Bromeé con una sonrisa amplia, él
también sonrió.
__Ahora haremos que los sueños se hagan realidad _replicó
en voz baja.
Se inclinó hacia mí, me tomó el rostro entre las manos.
Luego sus labios planearon muy cerca, su aliento me envolvió, entremezclamos
los de los dos, respirando el mismo aire, y sus labios rozaron los míos, una
caricia suave que me estremeció al saborearlos al fin.
Al comprender por dónde iba el encuentro, me quedé sin
aire. Sentí que iba a llorar, víctima del deseo y la emoción pues pude haberlo
perdido.
Abracé con cuidado a Guille cuando sentí que uno de sus dedos
me acariciaba mis cimas y con el pulgar rozaba el pezón. Tal como en la escena
sexual perfecta que yo había escrito para él, se erizó al instante.
__Te deseo tanto __ susurré escondiendo el rostro en el
cuello de Guille.
__Porque no estás en mi cuerpo y no sabes cuánto te deseo
yo a vos _replicó pasando un dedo por mi columna. Siguió camino hacia la cadera
y acabó con la palma en una de mis nalgas.
Respiré sobre su boca, luego le rocé el labio con la lengua.
Apreté los ojos con fuerza y alcé la mano para acariciarle la mejilla. Guille
llevó un dedo a mis labios y lo dibujó de manera muy suave. Yo abrí la boca y
le mordí el dedo, todavía con los ojos cerrados
sentí que Guille me acariciaba la cabeza. Me apegué a él y la piel de ambos se convirtió
en un solo cuerpo. Lo abracé por la cadera y recosté la mejilla en su pecho.
Guille suspiró y me rodeó la cintura para apretarme contra él y besarme en la
coronilla.
Nos sentamos
despacio en la cama.
Estoy en su recámara contemplando un dios, voy a la
cama me acuesto y él con su dulce
vocecita me dice: -Te quiero- y, me acuesto junto a él
estrechándolo. Qué rico huele, ese hombre es aroma a masculinidad, me
recuesto tímido entre sus brazos, me acomoda colmándome de caricias
y besos.
Me dice cositas al oído y yo me estremezco, cuánto lo
quiero, lo amo con todo el corazón, su presencia es infaltable para mí; no sé
qué haría si algún día lo perdiera, lánguidamente sus brazos
aprisionan mi pecho, sentir esa sensación de placer es muy turbador, sus labios me besan, me recorren el cuerpo, y
yo me turbo más y le correspondo. Sus manos juguetean entre mi pelo, y su
cuerpo se pega al mío entre caricias que son delicias, el placer me recorre como vértigo, mi
cuerpo tembloroso acepta todo, él con su audacia me suplica que lo tome, que es
mío, que quiere sentir mi fuego y; nos entregamos a esa pasión embriagadora.
En ese momento, somos un volcán a punto, listo para
arrojar explosiones de gozo, y derramar esos jugos, esa lava que
nos consume, que nos lleva al delirio del orgasmo, frenesís sublimes,
embelesos de locura que detonan un regocijo palpitante, satisfecho
de placer; con el fabuloso acto de amor más culminante en su
prodigio: ¡La Vida! Entrelazados por el amor más puro, nos prometemos estar
siempre unidos, por nuestras fieles pasiones y cariños; viviremos juntos,
siempre juntos.
Cuando regresamos
al mundo entendí lo que él deseaba, me acosté
con él encima, él me miró antes de volver a besarme, cerré los ojos y
crucé las muñecas detrás del cuello. Abrí las piernas las enganché a sus
muslos, lo apreté hacia mí, quería sentir su umbría comprobar qué se sentía,
imaginar lo que seguía. Tal como en el sueño. Guille no me dio el gusto tan rápido.
Se deslizó hacia atrás al tiempo que sus manos acariciaban los costados y su
boca besaba cada parte y todas las del cuerpo. La mejilla, el cuello, el
hombro, el tórax. Más abajo lamió el vientre dejando regueros y acabó
succionando mi deseo, gemí, me arqueé hacia él, y me hundí a la cama para
soportar la estimulación. Me aferré a su pelo, jalé de él. Quería que dejara de
torturarme y a la vez ansiaba más de esa tortura. Seguía moviéndose mientras él
consumía todas sus energías en aquel beso oscuro y voraz que prodigaba a mi
sexo. Me empujó al abismo a tal punto que me sacudí y mientras le daba a beber
de mí, sin poder contenerme, grité mi orgasmo, dichoso de saber cada átomo de
él embebido de mi esencia.
Guillermo no me dio tiempo a recuperarme que ya se había
internado en mí. No pudo hacerlo despacio, como lo había imaginado, tenía tanta
sed de mí que apenas pudo soportar hasta ese instante para comenzar con sus
embestidas y volver a hacerme perder la noción del mundo.
Fue él quien esa vez apretó el respaldo de la cama. Yo le
apreté las nalgas y lo empujé aun más adentro, quería sentirlo en mi cuerpo así
como lo sentía en mi alma.
Guille me miró. Sus ojos café se hundieron en los míos y
en ese instante, comprendimos que el sexo era una gloria pasajera, como tantas
cosas que había probado en la vida, pero que el sexo con amor vivía para
siempre.
__Te amo __dejó escapar casi sin aliento.
__Te amo __repliqué marcándole la piel con las uñas. No
recordaba que eso también lo había escrito en mi escena perfecta.
Y así como las sombras dan paso a la luz y las aves
todavía cantan en las horas oscuras, la cima de la vida se concretó en un grito
que ahogamos con un beso profundo, éramos uno por todas partes.
Me di cuenta que apretaba los ojos y los abrí. Vi que
Guille sonreía y en su mirada brillaba la paz y la felicidad que habitaban en
su alma. Yo también era feliz.
Cerré los ojos de nuevo para contener las lágrimas. Poco
más tarde volví a abrirlos y encontré a Guille mirándome. Me sentí comprendido,
amado, tanto que deseé cantar en el silencio.
__ ¿Así lo soñaste? __interrogó Guille, todavía
sonriente.
Le devolví la sonrisa antes de replicar con voz calma.
__Esto es mucho mejor.
Casi meses desde
aquella primera vez que nuestras miradas hablaron de amor, que tu voz tan
sensual me acarició y tu amable personalidad me cautivó, de historia
compartida, con altibajos, normales en toda relación, desacuerdos,
desencuentros que son siempre superados si hay Amor. Y en cada uno de sus días vivimos la
emoción de aquel primero renovando fuertes lazos que entonces se tejieron
y unieron nuestras vidas, nuestros sueños… y la historia continúa. Se escribe
con aciertos, con errores los cuales nos sirven de lecciones y nos hacen
ser personas mejores. Agradezco a la vida, por tu vida… Agradezco al Amor, por
nuestro amor por las muchas experiencias compartidas en estos meses de cariño y de pasión.
Recuerdo nuestro encuentro que parecía un sueño donde tú
me acariciabas con plumas y pétalos y dejabas fuera el amor, tú señor y
dueño. Mirando hacia el techo más tarde te rendiste y en espejo reflejado fuimos pieles desnudas,
mi cabello deshecho, embates de la aventura y del amor ya hecho. Tu
sonrisa verdadera, mis manos deseando atraparla, anhelando inquietos a mi
vera, tus ojos me seguían, me detuve allí, quieto ellos, ardían en fuego.
Plácido instante, fogoso y resuelto jugabas con mi cuerpo dando
rienda suelta a tu pasión. Juego de seducción. Tú apasionado, yo contento. Deseando tus brazos
atrapando el momento.
Acariciando tu entorno, deteniendo el tiempo, capturando fragancias e imágenes de aquel momento. Tu pecho blanco se ofrecía y los pezones ardían en mi boca. Mordidos y presos ellos, tu piel sucia de besos, mis dedos plácidos a tus embelesos.
Mis manos te recorren, tú miras enamorado, sobre mí, tú a horcajadas, tu virilidad allí, atrapada, enérgica y domada, tu ser a mi ser abrazado, tu cabello a mi torso acariciaba como ayer. Mis labios besando tu cuello y aquella piel aceitunada, te enloquecía mi mirada.
La vertientes de tu cuerpo al vibrar, ellas escapaban cubriendo túneles y volcanes.
El Júbilo y el contento esperaban.
Acariciando tu entorno, deteniendo el tiempo, capturando fragancias e imágenes de aquel momento. Tu pecho blanco se ofrecía y los pezones ardían en mi boca. Mordidos y presos ellos, tu piel sucia de besos, mis dedos plácidos a tus embelesos.
Mis manos te recorren, tú miras enamorado, sobre mí, tú a horcajadas, tu virilidad allí, atrapada, enérgica y domada, tu ser a mi ser abrazado, tu cabello a mi torso acariciaba como ayer. Mis labios besando tu cuello y aquella piel aceitunada, te enloquecía mi mirada.
La vertientes de tu cuerpo al vibrar, ellas escapaban cubriendo túneles y volcanes.
El Júbilo y el contento esperaban.
__Son míos, la noche vacía y concurrida, ese coliseo
repleto, de grillos y de hormigas, el deseo, que ulula coros desde tu vientre, soy
un murciélago con insomnio, casi siempre, y el chalet de madrugada, que
te aloja como huésped. Tu soledad y la mía, desafían la monarquía de los días,
el absoluto halo, de enfado y destierro, yo me erijo entre tus dunas, irreverente como helecho, así jugamos nuestro ajedrez, bajo las sábanas, en un mudo carnaval, de pieles sin máscaras. Con facha de desvelo, ronda el celo huérfano, en la alcoba de tus pupilas, tu entrepierna y entrecejo, muda escena sin reparto, de lava y fuego, tengo alquitrán entre mis dedos, y una caricia paranoica, que se desbocan como judío, al exilio de tu sinagoga.
el absoluto halo, de enfado y destierro, yo me erijo entre tus dunas, irreverente como helecho, así jugamos nuestro ajedrez, bajo las sábanas, en un mudo carnaval, de pieles sin máscaras. Con facha de desvelo, ronda el celo huérfano, en la alcoba de tus pupilas, tu entrepierna y entrecejo, muda escena sin reparto, de lava y fuego, tengo alquitrán entre mis dedos, y una caricia paranoica, que se desbocan como judío, al exilio de tu sinagoga.
__Son días de verano como cuando te conocí. Olías a
jazmín ¿Recuerdas? Nuestros
corazones calientes pero no por el sol. Eran nuestros besos mientras contemplábamos la sombra de los sauces sobre el rio….Tú una mariposa que volaba en mi alma. Sé que mi primer beso te lo di con los ojos y que el amor era música y que todo en mí era una sinfonía, era un bello sonido. No miré ni tus cualidades ni defectos. Solo tu alma que era única la que deseaba amar. Era la bella sinfonía del roce de nuestras mejillas que hacían brotar de nosotros un cielo de ternura. ¡Cómo nos amamos! Y quedó un ¡hola amor! Para cada momento del día. Recuerdas aquella noche que el rocío despertaba la fragancia del campo. El sonido de una guitarra. La alfombra de margaritas que nos pedían que nos amásemos como dos almas buenas y fuimos una. Dejemos que la vida pase sin dejar de amarnos.
corazones calientes pero no por el sol. Eran nuestros besos mientras contemplábamos la sombra de los sauces sobre el rio….Tú una mariposa que volaba en mi alma. Sé que mi primer beso te lo di con los ojos y que el amor era música y que todo en mí era una sinfonía, era un bello sonido. No miré ni tus cualidades ni defectos. Solo tu alma que era única la que deseaba amar. Era la bella sinfonía del roce de nuestras mejillas que hacían brotar de nosotros un cielo de ternura. ¡Cómo nos amamos! Y quedó un ¡hola amor! Para cada momento del día. Recuerdas aquella noche que el rocío despertaba la fragancia del campo. El sonido de una guitarra. La alfombra de margaritas que nos pedían que nos amásemos como dos almas buenas y fuimos una. Dejemos que la vida pase sin dejar de amarnos.
__Reposo afiebrado y sediento en la noche húmeda, oscura.
Y la luna se apaga y se esfuma, entre la noche sin tiempo en la bruma
impregnada de perfumes de aromas y vientos entre rayos tormentosos y los fuegos
del cielo, iluminada. La fiebre bulle y desata en mi cuerpo, temblores
profundos, desgajado mi cuerpo dolores
mudos, en mi cuerpo desnudo busco el fresco alivio en el bello remanso del
espejo del río ya fenece mi vida, entre mis dolientes despojos, moribundo. Desgajado,
ardiente y roto, divago, en tiempos sin tiempo agitado mi tormento, mi fiebre
alucina con sonidos de alas, es noche de
luna corporizando fantasmas, aromas de brujas afiebrado en llamas, y húmeda
bruma, que se lleva mi vida. Apareces de la noche cabellos al viento, de brasa,
tus ojos piel encendida de rosa y de fuego, como un ángel te siento serás la
muerte, me digo, y el infierno presiento y recrudecen las rotas cimientes, que
ya son solo despojos. Apoyas en mi frente tu mano caliente, vestal, primoroso que
calma mi fiebre y me miras, ojos ardientes y te miro, veo una dios desnudo y hermoso de ojos de miel
y fuego que incendian los míos incitando atrevidos a amarte todo. En derroche incitante, deseos
lacerantes y bestiales latidos, todos
mis sentidos sienten tu cuerpo, tu aliento y gemidos que provocan gozos y retozos,
en mis arrebatos doloridos de lujurias y locuras desatadas, unidos tu vientre y
el mío. Me olvido de la vida como si todo lo que fue, no hubiera sido en tu
latente y brujo corazón en su urgente bramido pavoroso cuando busco tu boca
entre el volcán de tu pecho hermoso, mi
espalda siente los murmullos de tus caricias ¡qué castigo! A tu cuerpo, piel de
bronce y fuego todo mi cuerpo te entrego entre tus placeres infernales, que
hierben el calor en mi savia, siento tus
murmullos ardientes locos, sumergido en el sosiego esperando el gozo éxtasis y
el reposo, eterno se hace el tiempo. En los gozos murmuras, de un amor
prohibido y su dulce premura de un ángel y un mortal, vuela sobre todo mal,
deleite bella locura tus caricias, llama viva y tus savias, mis abiertas
heridas me curan, las fuerzas me retornas, me besas, yo siento que vuelvo a la
vida.
El embeleso regresa a mi cuerpo al imperio de fuerzas
reprimidas, cadencia vertical y rendida,
tu pelvis extasiada conjuga en la mía en el éxtasis final de dos cuerpos atrevidos
y de gozos compartidos viven mis sentidos, el cuerpo libre de todo mal, un ímpetu de
vida. Tu cuerpo, bronce y fuego se ilumina cuando abres tus alas doradas bellas,
las agitas el viento y sonríes, sostienen tu cuerpo que brama y te pierdes en
la noche sin tiempo, volando a las sombras en calma yo, pronto entiendo de tus
codicias, curándome mi carne desgajada. Amor y sosiego me diste, tus besos eran
de fuego, tibias tus caricias mis heridas curaste, lamento tu amor y tu aliento que brama, perdida por vos la vida y la calma, te
llevaste al infierno, mi alma. Te buscaré en mil infiernos. En mil años, y
también en mil vidas. Pero quédate con mi alma, solo dame tu amor.
__Cuando beso tus
labios, cuando mi boca tus labios muerdan, todo quedará resuelto, el misterio
de mis noches, la incógnita en mis sueños.
Cuando besen tu piel mis manos, cuando mis dedos te rocen, la luna aullará a los lobos en un aullido de siglos, en un llamado sereno.
Cuando mire en tus ojos, cuando nuestras miradas se crucen, las estrellas fugaces pararán su carrera, nos mirarán desde arriba en pirotécnicas luces.
Cuando mi piel conozca la tuya, cuando nuestros cuerpos se vuelvan uno, del cielo lloverán sonrisas, carcajadas, alegrías y felicidad plena.
Cuando por fin nos amemos, cuando nuestros corazones desbordados de amor se encuentren, cuando nuestras almas finalmente se reúnan, no habrá ni espacio ni tiempo, y arriba allá en los cielos, y abajo allá en los infiernos, y en el purgatorio mismo, las almas libres quedan, las almas volverán a volar sin el encierro bello, sin el claustro sufrir eterno, sin esperar rendición o condena... y entonces seremos eternos. No temas que regresaré hasta esa eternidad.
Cuando besen tu piel mis manos, cuando mis dedos te rocen, la luna aullará a los lobos en un aullido de siglos, en un llamado sereno.
Cuando mire en tus ojos, cuando nuestras miradas se crucen, las estrellas fugaces pararán su carrera, nos mirarán desde arriba en pirotécnicas luces.
Cuando mi piel conozca la tuya, cuando nuestros cuerpos se vuelvan uno, del cielo lloverán sonrisas, carcajadas, alegrías y felicidad plena.
Cuando por fin nos amemos, cuando nuestros corazones desbordados de amor se encuentren, cuando nuestras almas finalmente se reúnan, no habrá ni espacio ni tiempo, y arriba allá en los cielos, y abajo allá en los infiernos, y en el purgatorio mismo, las almas libres quedan, las almas volverán a volar sin el encierro bello, sin el claustro sufrir eterno, sin esperar rendición o condena... y entonces seremos eternos. No temas que regresaré hasta esa eternidad.
__Lo somos, amor eterno. Pase lo que pase en Italia,
quédate con lo bueno amorcito.
Quédate con el lado bueno de las cosas.
El mundo te romperá el corazón de todas las formas
imaginables.
Eso está garantizado y yo no puedo explicarlo, como tampoco la locura que llevo dentro ni la locura que llevan los demás. La vida nunca es justa pero debes afrontar los golpes y seguir adelante. Y cuando tengas el corazón roto, tendrás que volver a construirlo y, no solo eso, tendrás que volver a confiar y esta es la parte más difícil, hace muy poco que lo entendí, lo sabes.
A pesar de todo esto, aunque la vida rompa todas tus ilusiones debes seguir soñando, ¿sabes por qué? Porque si no te ilusionas, porque si no sueñas, porque si no amas, ¿qué clase de vida estarás viviendo? ¿Para qué quieres una vida si no la estás aprovechando?
Eso está garantizado y yo no puedo explicarlo, como tampoco la locura que llevo dentro ni la locura que llevan los demás. La vida nunca es justa pero debes afrontar los golpes y seguir adelante. Y cuando tengas el corazón roto, tendrás que volver a construirlo y, no solo eso, tendrás que volver a confiar y esta es la parte más difícil, hace muy poco que lo entendí, lo sabes.
A pesar de todo esto, aunque la vida rompa todas tus ilusiones debes seguir soñando, ¿sabes por qué? Porque si no te ilusionas, porque si no sueñas, porque si no amas, ¿qué clase de vida estarás viviendo? ¿Para qué quieres una vida si no la estás aprovechando?
Cuando tocas fondo puedes renacer y salir a superficie,
por ello hemos de vivir, y con coraje pase lo que pase, el premio es que hemos
de amar más allá de la muerte, te amo cielito, mi amante, mi novio, mi amigo
fiel que me rescató o me acompañó en mi dolor en silencio, que hoy es abogado,
que no se rindió ni salió corriendo aunque te echara, que pronto será mi socio,
pero antes a conocer tus verdades, aunque duela, del dolor se sale, de la
incertidumbre no, lo digo por experiencia.
Italia. Años atrás.
Diana no pudo dormir las noches siguientes. El lunes llegó con prisas como la limusina a
las puertas del convento. Ella había pasado en vela, y tardaría mucho tiempo en
saber que era la segunda vez que salía de allí, que la primera vez la había
encontrado el padre de Pedro, y que con él había abrazado el amor y el mundo,
mas nada salió como imaginaron.
Poco después recordaría que sí en su dolor de oír de su
padre que su hijito había muerto a poco
de nacer, había escapado de la casa que alquilaban en Roma en medio de la
tormenta, y huyendo de ese padre adicto y maltratador, desesperada y sin rumbo, se habría embarcado
sin ayuda, y en efecto habría naufragado, pero él la alcanzó, y ante su madre
sumisa, la hizo llevar al convento por un amigo. Esos recuerdos los perdió,
ante el dolor de su segundo regreso al sitio, entonces sí drogada, indefensa y
moribunda, perseguida por su esposo, el padre de Pedro, cuando ya sus padres
estaban en Argentina, ayudados siempre
por su esposo, en el exilio y en la huida de la dictadura. El amor de su vida,
el chico puro que la enamoró cuando estaba en el instituto, que ella ignoró que
había sido luego piloto de la fuerza aérea y desertado, llevado a Europa por su
amante que escapó antes, una cabaretera de Chile, casi prostituida por su
padre, al entregarla por dinero a un comerciante que sin querer la condujo a
Viena de regalo, desde donde ella huyó a París cuando él le dio dinero para
comprar un departamento, pues tenía esposa.
Largo tiempo dedicó a vengar el abandono del hombre que
en Chile dijo amarla, y del cual tuvo un embarazo que perdió a pocos meses, cosa que entonces no le
perdonó. Noelia era una princesa, así le dijo su padre desde niña, segura y
talentosa, ambiciosa y vengativa, se propuso ser famosa como actriz, y
encontrar al hombre que la había traicionado, solo que cuando lo llevó a ella,
él estaba casado con Diana.
Ella hoy no
recordaba más que su nombre, a su bebé y palabras sueltas entremezcladas,
amenazantes.
La hermana Theresa la acompañó hasta el portón que
comunicaba con el mundo exterior.
__Rezaremos por ti, recuerda que si deseas regresar,
siempre tendrás un lugar aquí.
__Gracias hermana. Lo tendré presente.
Pero dentro de su alma,
Diana esa vez estaba segura que no iba a volver, al menos no ya como
interna.
En el largo viaje desde el pueblo a Roma, Diana se sintió
invadida por sentimientos conflictivos. Le emocionaba estar fuera del convento,
y sin embargo el mundo exterior le resultaba en cierto modo ominoso, sin su
identidad, sola, sin dinero.
¿Llegaría a saber qué cosa tan terrible le había sucedido
en el pasado?
¿Tendría algo que ver con el sueño recurrente de que
alguien trataba de ahogarla?
Las respuestas a todo, no tardarían en llegar, aunque
largo tiempo y distancia la separaran por años de su tierra y de su hijo… de
Pedro.
CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS. CUALQUIER PARECIDO CON
LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO, ESCENAS EXPLÍCITAS.
Lavi Hermoso . Un placer de lectura.
ResponderEliminarNora Muchas gracias linda amiga Eve Monica Marzetti por regalarme su presencia y bello Vecinos.
ResponderEliminarحمدى قايد
ResponderEliminarروعه
Genial.
Liz Bautista Que lindo!!!
ResponderEliminarEstrellita. Hermoso!
ResponderEliminarGladys Preciosa !!!
ResponderEliminar1
Elízabeth Bella
ResponderEliminarMaura Excelente me encantó
ResponderEliminarVictoria Bellísima
ResponderEliminarSol Urvino Hermosisimo, Gracias, EVE
ResponderEliminarCristy Gracias mi bella Eve Monica Marzetti
ResponderEliminarHarisbel . Hermosa.
ResponderEliminarArabella Eliana Demasiado bello, felicitaciones
ResponderEliminar
ResponderEliminarMirta Cuanta pasion excelente
Sandra Woooow bello
ResponderEliminarVerito Bellísimo
ResponderEliminarAnita Ramirez Bello
ResponderEliminarSandy Bello
ResponderEliminarVeronica Lorena Piccinino Hermoso Eve... hacia mucho que no leia vecinos, pero este capitulo me resumió toda una vida... gracias
ResponderEliminarBellísimo Eve...Las heridas sanando, el amor haciéndose cada vez más fuerte, y un nuevo capítulo de sus vidas esperando en Italia...
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