"ÉL".
CAPÍTULO VEINTIUNO.
Soneto
II.
“Amor,
cuántos caminos para llegar a un beso,
qué soledad errante hasta tu compañía.
Siguen los trenes solos rodando con la lluvia.
En Taltal no amanece aún la primavera.
qué soledad errante hasta tu compañía.
Siguen los trenes solos rodando con la lluvia.
En Taltal no amanece aún la primavera.
Pero
tú y yo, amor mío, estamos juntos,
juntos desde la ropa a las raíces,
juntos de otoño, de agua, de caderas,
hasta ser solo tú, solo yo juntos.
juntos desde la ropa a las raíces,
juntos de otoño, de agua, de caderas,
hasta ser solo tú, solo yo juntos.
Pensar
que costó tantas piedras que lleva el río,
la desembocadura del agua de Boroa,
pensar que separados por trenes y naciones
la desembocadura del agua de Boroa,
pensar que separados por trenes y naciones
Tú y
yo teníamos que simplemente amarnos,
con todos confundidos, con hombres y mujeres,
con la tierra que implanta y educa los claveles.”
con todos confundidos, con hombres y mujeres,
con la tierra que implanta y educa los claveles.”
*Pablo
Neruda /
“Siempre
que hablo contigo…
acabo muriéndome un poco más.” Frida Kahlo.
acabo muriéndome un poco más.” Frida Kahlo.
Tú
eres la amante perfecta para mí,
y llegaste bajo las mismas estrellas,
pero ¡suerte yerma!, en un tiempo equivocado. Mike.
y llegaste bajo las mismas estrellas,
pero ¡suerte yerma!, en un tiempo equivocado. Mike.
Uruguay.
Maldonado.
El amor, es simplemente abrir los ojos y
sonreír porque esa persona, entre miles, existe con su brillo a kilómetros de
ti. El amor, imperfecto o no, es Guille, es… él.
__No sé si desearás tener hijos conmigo,
Pedro, pero me gustaría, esa nena negada a los dos quizás, obviamente no es
el momento… alguna vez.
Pero cuando Guillermo me miró, me había
quedado dormido entre sus brazos, tranquilo, entero, cobijado por… él.
“Tengo
una vida que es mía. Tan mía como el mismo pensamiento, tan mía como mis sueños
y mis locuras, como mis lágrimas y mis alegrías. Como las noches de luz y
los días de penumbra, pero mía.
Esta vida tan hermosa y tan difícil a la vez, tan bella y tan peligrosa como jamás podría uno creer. Es mía, en cada paso, en cada caricia. Me pertenece en todas sus letras, sus puntos y sus tildes. Me la prestó el creador para vivirla, para disfrutarla... Para llorarla y para sufrirla.
Es mía esta vida... Para compartirla, para regalarla, para obsequiarla. Para aprovecharla con amor, o desperdiciarla en el desamor; para gozarla con medida o malgastarla en el vicio absurdo de no crear nada, de no dejar huella.
La vida está en mis manos, en manos de quien me la dio... Mi Creador.
Esta vida que me hace respirar, y que a ratos me llena de ira, de enojos y de molestias, y que, en segundos me hace cambiar como si fuera un loco bipolar y me pone a reír, a cantar y soñar con una casa en la cima del monte mayor. Esta existencia llena de cordura locamente alterada por la mente de quien la tiene. Que a veces es tan envidiada por algunos, y adorada por pocos. Que da tanto de que hablar y tan poco que silenciar... Esta vida mía, mía y solo mía y de quien quiera compartirla conmigo. ¿Quién quiere compartir mi vida conmigo, o quiénes? Es que el tiempo no se detiene y no me hago más joven, sino más viejo. Ya mis ojos no son los mismos, y mi pecho empieza a decaerse. Aunque tengo mucha vida por delante y hay muchos que se preocupan por todo lo que pasa conmigo para bien o para mal, ¡la vida sigue siendo mía! ¡Fue Dios quien me la dio!
Tengo un corazón que late fuerte, una palabra firme, una voz que se escucha claramente. Pies y manos sanas e ideales que saben hacer reír y que saben hacer llorar. Es mía la vida y quiero compartirla con todos, no cuestionarla.
Esta vida tan hermosa y tan difícil a la vez, tan bella y tan peligrosa como jamás podría uno creer. Es mía, en cada paso, en cada caricia. Me pertenece en todas sus letras, sus puntos y sus tildes. Me la prestó el creador para vivirla, para disfrutarla... Para llorarla y para sufrirla.
Es mía esta vida... Para compartirla, para regalarla, para obsequiarla. Para aprovecharla con amor, o desperdiciarla en el desamor; para gozarla con medida o malgastarla en el vicio absurdo de no crear nada, de no dejar huella.
La vida está en mis manos, en manos de quien me la dio... Mi Creador.
Esta vida que me hace respirar, y que a ratos me llena de ira, de enojos y de molestias, y que, en segundos me hace cambiar como si fuera un loco bipolar y me pone a reír, a cantar y soñar con una casa en la cima del monte mayor. Esta existencia llena de cordura locamente alterada por la mente de quien la tiene. Que a veces es tan envidiada por algunos, y adorada por pocos. Que da tanto de que hablar y tan poco que silenciar... Esta vida mía, mía y solo mía y de quien quiera compartirla conmigo. ¿Quién quiere compartir mi vida conmigo, o quiénes? Es que el tiempo no se detiene y no me hago más joven, sino más viejo. Ya mis ojos no son los mismos, y mi pecho empieza a decaerse. Aunque tengo mucha vida por delante y hay muchos que se preocupan por todo lo que pasa conmigo para bien o para mal, ¡la vida sigue siendo mía! ¡Fue Dios quien me la dio!
Tengo un corazón que late fuerte, una palabra firme, una voz que se escucha claramente. Pies y manos sanas e ideales que saben hacer reír y que saben hacer llorar. Es mía la vida y quiero compartirla con todos, no cuestionarla.
Y
sí, en la vida que Dios me confió suelo caer, ¿por qué la necedad de señalarla
si se supone que todos somos iguales? ¿Qué es mejor: señalar o ayudar a
levantarse?
Tengo una vida que está escribiendo una historia, que deja sus huellas en las arenas del destino incierto de la humanidad que se va deteriorando con el pasar de los siglos. Esta vida tan pequeñamente inmensa en el mapa del espacio sideral. Es mía y no la quiero solo conmigo... pero sino la quieres compartir mejor déjala en silencio, dando tumbos en el collar de los océanos que ahí nadie la tendrá en cuenta. Ni sabrán donde está... porque es mía y solo el Creador me la podrá quitar.”
Tengo una vida que está escribiendo una historia, que deja sus huellas en las arenas del destino incierto de la humanidad que se va deteriorando con el pasar de los siglos. Esta vida tan pequeñamente inmensa en el mapa del espacio sideral. Es mía y no la quiero solo conmigo... pero sino la quieres compartir mejor déjala en silencio, dando tumbos en el collar de los océanos que ahí nadie la tendrá en cuenta. Ni sabrán donde está... porque es mía y solo el Creador me la podrá quitar.”
Pedro
se sentó envuelto en el albornoz, canturreando cualquier sonido, mientras
Guillermo preparaba algo para comer.
__Pedrito,
insisto que nunca te he oído cantar más que el DVD que me regaló mi hijito
__comentó Guillermo con aire pensativo, llevamos meses juntos y sé que estás
apenas comenzando a rehabilitar, pero puedes, ya puedes.
__Pero
si canto continuamente, ma mie. Ahora mismo estaba cantando.
__Estabas
canturreando, ¿qué dijiste en francés ahora?
__Nada,
ya te lo diré pero en otro momento.
__Estabas
haciendo ejercicios de precalentamiento, pero son unos sonidos guturales como
el agua al bajar por una tubería, y ahora me entero que no solo cantas lo que
le gusta a los jóvenes.
Guillermo
sosteniendo la sartén donde mezclaba elementos para la salsa lo miró sonriendo
con la mirada, Pedro aceptó el cumplido con un guiño.
__Canto
mientras ando en bicicleta, corriendo en la playa.
__Cantas
para vos, a veces gritas, pero eso no es lo que se dice cantar.
__Quiero
que me ames, abandonarme a la magia de tus manos, de tus labios y olvidarlo
todo.
__!
Pedro!
__Lo
que canto en la ducha es mi canción favorita, y yo, amor mío __dijo
inclinándose ante él__, no grito nunca. Soy un tenor, palabra derivada de
tenir, sostener, no gritar.
__Eso
no me lo habías dicho ¿cuándo me dejarás que te oiga cantar?
__Tampoco
tú me habías dicho que amas la ficción y sueñas con los escenarios, con el
teatro. Y me gusta más otro tipo de canto _contestó colando las manos dentro
del albornoz de Guillermo y acariciándole el cuerpo tibio y receptivo.
__Cielito,
la salsa, quédate quieto ahora.
Pedro
soltó la risa y se apartó.
__Guardaré
cada una de mis notas, ávidas de liberar su tinta en trazos de melodías
dedicados a ti, ya tomadas de mis dedos no danzarán esa caprichosa melodía que
hablaba de un amor ausente.
Mis manos no volverán acariciar un trozo de papel en blanco, preparándolo para recibir un baño de notas cálidas y a la vez llenas de frescura que sean caricias para el alma enamorada.
Mis manos no volverán acariciar un trozo de papel en blanco, preparándolo para recibir un baño de notas cálidas y a la vez llenas de frescura que sean caricias para el alma enamorada.
Ya
no habrá tinta que decore un frío papel, habrá cálidas escalas imperceptibles a los ojos ajenos a tu cuerpo,
serán bemoles, sostenidos y acordes escritos con las yemas de mis dedos que
trazaré sobre tu piel, serán mis nuevos
arpegios inéditos que te hablarán
de mis deseos escondidos, de mi amor que a tu espera estuvo, esperando que tu
cuerpo se entregue a mí para que de él borre un pasado escrito con dolor.
Con
tan solo cerrar tus ojos sentirás mis melodías por tu cuerpo tatuarse, quedarán
impresas al paso de mis suaves caricias, sabré que en silencio me vas leyendo
cuando tu boca exclame gemidos de excitación y tu piel se erice tras cada
trazo que dibujen mis dedos en tu
pentagrama, sucumbirán mis labios a la irresistible humedad que manará de tus
poros deseosos de mis nuevos besos.
Me
entregarás tu desnuda piel donde volcaré mis aún inimaginables conciertos que
te hablarán de esta necesidad de ti que hoy desborda mi ser… volcaré en ti cada
nuevo día el título de un nuevo preludio que en las noches de amor desarrollaré
por frescas páginas de tu cuerpo, inagotables tocatas y fugas de este amor que
hoy desborda mi alma, cada noche te entregaré y será nuestro gemido final de
ese momento de delirio, el punto final a mis inéditos conciertos de amor por
ti.
__Ya
calla, o no vamos a comer, y alguna vez
tenemos que hacerlo, ven que ya está lista la pasta, luego sí me dejaré
envolver por tus sonidos _dijo Guillermo
sonriendo.
La
pasta, las ensaladas de finas hierbas estaban exquisitas, Guillermo cocinaba de
maravillas y Pedro reconocía que era incapaz de preparar un plato comestible.
Toda su creatividad la invertía en su música… y en amar a Guillermo.
Estaba
convencido que debería decirle la verdad al menos a su madre, no sabía si
contaría con su aprobación, y no era ciertamente el momento de hacerlo.
__No
me has contestado _dijo Guillermo mientras posaba su mano en la de él en la
mesa, o cuando luego lo observó incorporarse en busca de un cubierto, le
encantaba observarlo, su cuerpo era tan expresivo como las manos, aunque no
bailara como lo viera en el DVD, y tanto como lo era seguramente su voz.
__Lo
que más me gustaba de mis amores previos es que durante todo el tiempo que
durara la relación nunca me pedían que cantara _dijo Pedro fijando la vista en
un interlocutor inexistente que estaba en la silla vacía.
__Sos
muy malo _gimió Guillermo__. Lo dices como si hubiera terminado todo entre
nosotros y fuéramos tan solo amigos.
Pedro
depositó la humeante cafetera sobre la mesa y lo abrazó.
__También
somos amigos _exclamó riendo__. Fingía ser un anciano muy famoso. Durante toda
mi vida pública la gente me trató como a un autómata, ya sabes. Deposite una
moneda y presenciará la actuación del osito amaestrado. Cantaré para ti, pero
no acá, al aire libre.
__Parece
como si me ocultaras algo, una parte especial de vos. Yo te enseño los guiones
que escribo, te muestro mi alma desnuda. Necesito ver tu alma, Pedro.
__No
seas dramático como tus personajes _dijo abrazándolo muy fuerte mientras
Guillermo trataba de soltarse. __ No debo burlarme de ti. __ Lo estrechó unos
minutos contra sí mientras reflexionaba__. Ya, vístete. Buscaremos un lugar
donde pueda cantar para ti. Luego volveremos y tú cantarás para mí mientras te
hago el amor. ¿Qué te parece el trato?
Guillermo
se sonrojó, lo veía cada día mejor y más pícaro y confidente con él que sin
embargo temía por los secretos que aún guardaba.
__Debería
sentirme mal, Guille, muchos dirían que soy egoísta, pero no me siento así.
Estar contigo me parece hoy lo más natural del mundo.
__Lo
es, para los dos. Somos dos caras de una moneda, el sol y la luna o dos soles. Vos, Pedro, sos
la espléndida energía abrasadora del sol y yo tu pálido satélite, que te da las
gracias por tu luz.
Pedro
lo miró perplejo. Guille era el sol y él la insípida luna, pero no quería
discutir, iba a cantar para él, iba a cantar en serio, él lo oiría por fin, y
estaba muerto de miedo, porque sería la primera vez luego de lo sucedido.
Se
vistieron livianos. Y salieron a caminar por la playa donde en alguna parte,
Pedro había visto un escenario móvil armado, con tarima para orquesta, de
artistas que de día entretenían a los presentes, pero que a cierta hora sabía
que quedaba desierto. Así estarían libres de curiosos. Estaba loco y Guille
había perdido el juicio, pero no podía negarle nada. Pasearon a la luz de la
luna llena, y enredados ocultos tras el improvisado escenario esperaron que el
sector quedara desierto. Guardaron silencio, escuchando cómo remitían los
escasos sonidos de la zona y todo se disponía a descansar hasta la mañana
siguiente. Los árboles que estaban más allá suspiraron cuando la brisa nocturna
trató de jugar con ellos, y a lo lejos oyeron sonidos apagados de un pueblo
cercano.
__
¿Qué hueles? __interrogó Pedro.
__Tu
olor, a limpio de tu persona.
__La
limpieza.
__Eso,
y a madera. Alguien ha encendido fuego con unas ramas del bosque no demasiado
lejos.
__Y
yo el tuyo.
Señoras
y señores. Sus deseos serán cumplidos _dijo Pedro incorporándose de un salto,
el primer recital lírico luego de la muerte, de Pedro Beggio.
Subió
los peldaños de la tarima de la orquesta y se detuvo en el centro, bajo el
resplandor de la luna, como si escuchara mentalmente a la orquesta. Luego
empezó a cantar.
Nada
había preparado a Guillermo para aquella experiencia. Pedro cantó en francés
“Je Crois Entendre Encore”, la delicada aria de tenor de Les Pêcheurs des
Perles, los pescadores de perlas, de Bizet. Guillermo no sabía suficiente
francés para poder comprender todas las palabras, pero no necesitaba que nadie
se las tradujera. Las notas brotaban como un dorado torrente en la noche
plateada, y ya nada le importó, solo pudo pensar en ese hombre como su alma
gemela.
Al
concluir el aria, acometió otra, esta vez en italiano, “Una Furtiva Lágrima”,
de la ópera cómica L Elisir D” Amome compuesta por Donizetti. Cuando Pedro
alcanzó el clímax del aria con una colosal y extrema nota, Guillermo rompió a
llorar. En aquellos momentos comprendió con mediana claridad, que ese hombre no
sería nunca del todo suyo, que no era de Camila, ni siquiera de sus hijos.
Pedro pertenecía al mundo, tenía que regresar, y comprendía que él estaba
dispuesto a acompañarlo, a aguardar durante semanas o años a que él le diera lo que pudiera darle.
Pero Guillermo en su fuero interno sabía que necesitaría de él, no de Camila
presente siempre a su lado. Que para conservar su cordura, su ancla a tierra,
necesitaría saber con certeza, que él estaría siempre aguardándolo dispuesto a
darle una y otra vez cuanto él le pidiera.
Pedro
dejó de cantar y salía de la tarima con expresión de desconcierto, corrió a su
lado.
__Es
una ópera alegre, amor. La he cantado tan mal. No puedes ver mi sonrisa a la
luz de la luna, pero sonreía.
Pedro
se sentó en la hierba junto a él y lo abrazó, acariciándole el pelo, besándole
las sienes, los párpados, lamiendo el llanto.
__Ya
lo sé, lloraba porque es muy hermosa _mintió Guillermo. Casi tengo la sensación
de que no sos real, Pedro, de que no sos de carne y hueso, y he tocado algo
casi místico.
__No
seas tonto, cantaré el ruido de siempre, ¿o quieres que te demuestre lo humano
que soy? ¿Quién mejor que tú sabe que soy un hombre normal y corriente al que
casi volaron de un balazo, con las necesidades de cualquier hombre?
Además
de un talento que solo se da una vez cada muchos años, pensó Guillermo. Pero se
abstuvo de expresarlo en voz alta. Para él sería simplemente, Pedro, el amigo,
el amante, no el tenor.
__Yo
estaré como pueda contigo siempre, y si mis profesores tienen razón y no paso
de cantar y bailar como antes, siempre podremos poner un negocito acá, junto al
mar.
Pedro
se arrojó a los brazos continentes, Guillermo estrechó contra sí a su águila
que aún desconocía la presencia de sus alas.
__Volverás
a ser el mejor, cantes lo que cantes, Fabián tenía razón. Millones de personas
pagarán lo que sea por oírte cantar.
__Mi
amor, tengo mucho por practicar antes de regresar a los escenarios, sabes que
he interrumpido un año los conciertos. __ Pedro retrocedió un poco y lo miró a
los ojos __. Pero cuando consiga subir de nuevo, te necesitaré a mi lado. Tú
llenas todos mis sentidos. Sin tu amor cantaría con técnica pero sin corazón.
No dejes de amarme nunca, Guille.
__Te
amaré hasta el día que me muera y más, mi hombre.
__El
mío _respondió Pedro con una pasión que hizo que Guillermo se ufanara del poder
que ejercía sobre él.
__ Toma,
lo escribí para vos.
“Cuando
dos cuerpos se unen para glorificar el alma de amor, llenándola de regocijo
pleno de pasión y de una entrega total. Ellos son dos seres elegidos, dos almas gemelas, que tenían que reencontrarse
para estar juntos, en la juventud y en la vejez, en lo malo y en lo bueno, en la tristeza y alegría, en lo trivial y lo profundo, en la vida y más allá de la muerte.
Dios
los ha bendecido con la dulce espera del amor eterno, para conjugar el verbo
amar, porque su amor traspasa los
horizontes del universo.
Cuando
emerge cupido en los albores, cuando todas las noches son punzada, cuando todas
las rosas son veleros que transportan
pasiones sonrojadas, nuestras bocas se
incendian y deliran
la precoz experiencia más tatuada. Porque queda en la piel un primer beso, tan marcado en el rostro de los tiempos como un pasaporte al sueño intenso. El que sueña la alforja del recuerdo. Y así en cada estación de nuestras vidas se reinstalan siluetas del pasado que reviven el beso más novicio consumado en instantes sublimados y devuelto en suspiro involuntario. A ese hoy que una lágrima ha tocado.
la precoz experiencia más tatuada. Porque queda en la piel un primer beso, tan marcado en el rostro de los tiempos como un pasaporte al sueño intenso. El que sueña la alforja del recuerdo. Y así en cada estación de nuestras vidas se reinstalan siluetas del pasado que reviven el beso más novicio consumado en instantes sublimados y devuelto en suspiro involuntario. A ese hoy que una lágrima ha tocado.
Mas dos bocas, canteras de memoria aún delinean,
degustan, tan intacta esa huella que deja el primer beso que fue inicio de otras noches tantas, fue la puerta que abrió Venus al tacto
y al sentir de la vértebra del alma. Alguien fue mi primero en lo primero, alguien fue quien plantó en mí sus colores, descolgados de un brillo sin fronteras y no vuelve ese altero de ilusiones, aunque pasen millones de amantes el primero fue amor de amar amores.”
y al sentir de la vértebra del alma. Alguien fue mi primero en lo primero, alguien fue quien plantó en mí sus colores, descolgados de un brillo sin fronteras y no vuelve ese altero de ilusiones, aunque pasen millones de amantes el primero fue amor de amar amores.”
--Te
extraño amor, tanto que este vacío me está matando, y muero en este atroz
silencio sin poderte escuchar.
¿Qué será?
Presagio de despedida, epitafio del sobreviviente que murió en un ayer.
Qué
dolor, sufrir de silencio, agonizar entre sonidos como condenado al devaneo de
amor.
Extrañarte,
no aquí entre mis brazos, sino en esta mi locura de exilio de instantes.
Necesito
sentirte, sin sollozos, sin que se quiebre la oscuridad de este momento.
Amarte,
en palabras entrecortadas y que expresen mi verdad. En serio que te extraño.
Te
extraño, que no es otra cosa, que es que te amo, y necesito decírtelo,
repetírtelo, que me escuches en tu silencio.
Tontería,
locura de saber cuándo estás lejos de mí, tortura y flagelo del amor mío.
__ ¿Si
pudieras volver atrás… desearías que
todo fuese diferente?
Pedro
gritó que sí, en silencio, pero no. Si nada de lo pasado ocurría su vida
seguiría siendo el canto, Camila, los chicos, cómoda, conocida, ordenada. O tal
vez no, de todos modos podría haberse encontrado con Nancy y hasta estar
cautivo.
__No
tiene ningún sentido intentar cambiar el pasado __dijo__. No se puede. Y aun en
el caso de que se pudiera, sería tonto. Mi vida habría continuado de otra
manera de no haberte conocido, aun cuando todo sucedió hace tan poco tiempo. No
sé cómo habría continuado.
Él
se rio.
__ ¿Y
tú harías las cosas diferentes?
__No.
Le
ofreció la mano y Pedro entrelazó los dedos. Qué alto, sólido, cálido, pensó.
Olía bien. Era apuesto, encantador, y era, muy masculino. Si alguna vez hubiera
soñado con el ideal de pareja, con el amor y el romance perfecto, habría sido
alguien diametralmente diferente en todos los sentidos.
__ ¿Qué
estás pensando? _dijo Guillermo.
Iban
por el camino que llevaba al bosque. Estaba bastante oscuro, nubes altas
tapaban la luna y las estrellas. El aire era más fresco que en el día.
__En
la pareja de mis sueños.
Guillermo giró la cabeza hacia él y levantó la
linterna para mirar el rostro. Sus ojos eran oscuros e insondables.
__ ¿Y?
__le alentó a seguir.
__Una
mujer corriente, inteligente, buena madre, lo que creía era Camila.
__Una
mujer lo entiendo, no sabías que podrías amar a un par, pero lo encuentro
bastante soso.
__Lo
soso está subestimado.
__ ¿No
soy el hombre de tus sueños, entonces?
__No,
en absoluto. No imaginé al alguien
poderoso, fuerte, famoso, con riquezas y títulos, para nada. Tampoco yo podría ser
el tuyo.
__En
mi caso, lo entiendo, no soy hermoso como vos.
__ ¿No?
Yo no soy hermoso.
__ Sos perfecto, cielito.
__Y
tú no eres bonito, pero eres
absolutamente hermoso.
__Qué
atorrante, llevarás la galantería hasta el final. No soy joven.
__Eso
es relativo, ante tus nietos por ejemplo serías un fósil, ante un octogenario,
un jovencito, y ante mí, a mis casi cuarenta años no se notaría la diferencia
de edad, y dado que no me considero viejo, ni lejos, eres joven.
__No
soy… vivaz, ni… divertido, no bailo, tengo fobias…
Empezaba
a agotar las excusas.
__Mira,
Guille, tú eres un hombre que a muy temprana edad por los juicios de una
sociedad estúpida quizá perdió su confianza en su belleza, encanto y atractivo
sexual o amoroso. Sin embargo eres un hombre que sublimó la energía sexual que
no pudo dirigir a amar, a forjar una profesión exitosa. Eres un hombre de carácter y voluntad, muy inteligente,
fuerte y culto, rebosante de compasión tras las corazas que usas, de amor por
sus semejantes. Y eres un hombre con tanto amor sexual para dar que haría falta
mucho más que un intelectual soso y aburrido para satisfacerte, ese tipo sería
tu peor pesadilla, salvo que además tuviera profundidades ocultas y pasión, no
sería un hombre para soñar con él.
Guillermo
rio.
__Yo
no soy el que elegiría a un hombre soso.
__Eso
está mejor _dijo Pedro__. Tengo una marcada debilidad por mi guardaespaldas,
pero es posible que él elija a un tipo aburrido y soso como Miller, un
compañero de cama frío. Guillermo el hombre, no lo elegiría. Y en verdad, tengo
pruebas de eso.
__!Pedro!
_continuó él al mismo tiempo__. Ya hemos pasado juntos tu convalecencia, y como
me pediste, tenemos dos caminos hoy. O regresar a Buenos Aires, y vos con ella,
fingiendo de lejos ser solo yo tu guardaespaldas para evitar sospechas de lo
que sucedió acá. Luego de aclarar las cosas yo desaparecer de tu vida, vos
seguir con ella, arreglarnos con recuerdos con la esperanza de que se vayan
desvaneciendo poco a poco, o alargar nuestra fuga un poco más e ir por algo
más.
__Guille,
¿sabes que si no tuviese tres hijos pequeños me fugaría ya mismo al fin del
mundo contigo, verdad?
__Lo
sé. Igual pasar dos meses más juntos, hoy es uno de esos momentos decisivos que
pueden cambiar para siempre el curso de una vida _añadió él.
__No,
no lo es. O por lo menos no es así como yo lo veo, no es más importante que
cualquier momento. Cada momento es decisivo, y cada momento nos pone frente o
en dirección al resto de nuestra vida.
__Considéralo
así si te parece _dijo Guillermo___, pero la decisión de este momento nos
espera a los dos. ¿Cuál ha de ser? ¿Un intento desesperado de volver a nuestras
vidas antes del atentado? ¿O un salto a la oscuridad casi literal y la
oportunidad de algo nuevo y muy probablemente maravilloso? Perfecto.
__Nada
en la vida es perfecto.
__Nada
en la vida es indefinidamente perfecto, pero hay momentos perfectos, el de
recién y tantos lo han sido. Hay momentos perfectos y la voluntad de elegir lo
que producirá más momentos perfectos. Nuestro amor lo es, Pedro, no permitiré
que lo pongas en duda.
Pedro
exhaló un suspiro.
__Hay
mucha gente involucrada, y muchas complicaciones para vivirlo fuera de acá,
Guille.
__Siempre
las hay, así es la vida. Ya deberías saberlo. Una posible complicación es que
la cabaña que usamos para resguardarnos de la lluvia hace días esté cerrada con
llave.
Pedro
se quedó sin habla, aunque cuando tomaron por el sendero del bosque supo dónde
irían. No tenía sentido negarse ese momento.
Reanudaron
la marcha por un sendero no muy hollado
por entre los árboles hasta que dieron con la cabaña.
La
puerta estaba abierta.
En
el interior había un hogar con leña lista para encender el fuego, más leña
apilada a un lado, una mesa pequeña con unos cuantos libros encima, una
mecedora con una manta, y junto a una de las paredes, una estrecha cama.
Todo
se veía más bonito que la vez anterior, Guillermo se arrodilló a encender el
fuego, Pedro se sentó en la mecedora y comenzó a moverse lentamente. Sentía la
placentera anticipación de lo que estaba por suceder, y a cada rato expulsaba
intrusos pensamientos de lo imposible de aquello a largo plazo.
Qué
absolutamente maravilloso tendría que ser un matrimonio con él, y no con una
mujer equivocada.
Apoyó
la cabeza en el respaldo.
Cuando
Guillermo prendió el fuego, se levantó y se giró hacia Pedro, a la luz de la
linterna sus ojos se veían soñadores, y sus rasgos hermosamente
cincelados. Poniendo un pie sobre uno de
los arcos de le mecedora, detuvo el movimiento, entonces apoyó las manos en los
brazos, se inclinó sobre Pedro y tomó su boca, un beso profundo.
__Muérdeme
y bebe con tu salvaje pasión, mis venas
desangra sobre tus labios ese oro rojo
que anhelo y deseo que fallezca en tu boca, para que ingieras todos los días la
sangre de mi amor sorbo a sorbo y gota a gota.
Muérdeme y bebe porque desatas mi excitación cuando ardientemente me besas porque en tus labios sucumbe mi desenfrenada pasión y dócilmente en tus brazos deseo perecer. Muérdeme y bebe con tu fresca lengua ese sabroso oro rojo que como buen vino tinto te ofrezco en copa y con tus dulces labios, sentirás el éxtasis como un baile de las olas del mar ardorosas en sus movimientos y colmadas de sentimientos.
Muérdeme y bebe con salvaje pasión, dejemos que nuestros cuerpos se deriven entre miradas y besos, para que se embriaguen dulcemente en un sentir de abrazos.
Muérdeme y bebe para empezar de nuevo nuestros anhelos y deseos de amor hasta que nos desangremos juntos y moribundos quedemos los dos _musitó Pedro, y Guillermo lo hizo hasta que se separaron jadeantes.
Muérdeme y bebe porque desatas mi excitación cuando ardientemente me besas porque en tus labios sucumbe mi desenfrenada pasión y dócilmente en tus brazos deseo perecer. Muérdeme y bebe con tu fresca lengua ese sabroso oro rojo que como buen vino tinto te ofrezco en copa y con tus dulces labios, sentirás el éxtasis como un baile de las olas del mar ardorosas en sus movimientos y colmadas de sentimientos.
Muérdeme y bebe con salvaje pasión, dejemos que nuestros cuerpos se deriven entre miradas y besos, para que se embriaguen dulcemente en un sentir de abrazos.
Muérdeme y bebe para empezar de nuevo nuestros anhelos y deseos de amor hasta que nos desangremos juntos y moribundos quedemos los dos _musitó Pedro, y Guillermo lo hizo hasta que se separaron jadeantes.
__Guille
_dijo Pedro, apartando un poquito la boca __quiero que sepas que eres hermoso.
No
lo crees porque una vez un hombre fundamentalmente débil como Juan te dejó
plantado, y porque siempre te relacionaste con otros que no te valoraron ni que
tú amaste, y porque estabas solo pasado los cincuenta años, solo con tu
profesión, y crees que es imposible que alguien te encuentre sexualmente
atractivo y merecedor de ser amado por tu pasado que te pesa. Es incluso
posible que creas que lo nuestro ocurre porque me siento amenazado y te he
necesitado, pero que siendo casado con hijos pienso liberarme de esta relación
una vez pasado el peligro. Y Estás equivocado en todo.
Quiero
que sepas que eres increíblemente hermoso, porque eres el producto de quien has
sido y llegado a ser a lo largo de cincuenta años de vivir. No serías tan
hermoso para mí si fueras un pibe de veinte, ¿sabes? Y quiero que sepas que
eres infinitamente atractivo sexualmente, al punto de enseñarme a amar a un
hombre, de traerme a mi camino real, a la verdad de lo que soy.
Guillermo
simplemente lo miró, Pedro tomó su mano y le puso la palma sobre su umbría
erecta.
__Así
de atractivo _dijo, Guillermo asintió__. Definitivamente atractivo.
Guillermo
le tomó las manos y lo puso de pie.
__No
sos el hombre de mis sueños. Nunca habría soñado con vos, Pedro, sos único. Me impresionas,
me haces sentir humilde, bueno, mejor persona.
Pedro
lo miró a los ojos para ver si había ironía o humor pero no vio ninguna de las
dos cosas. Y entonces dejó de ver con claridad. Pestañeó para desempañar los
ojos de lágrimas. Guillermo se le acercó a quitárselas de la cara con la
lengua, después lo estrechó en los brazos y lo besó, profundo, profundo,
mientras se repetía.
Que
era hermoso, claro, se repetía mientras se besaban… que era deseable, honrado.
__Cubriré
de besos tu piel, no habrá ningún espacio, que no saboree mi boca, eres mi pasión, mi locura eres… ¡Mi amor!
Tenerte es tocar estrellas navegar en mares, explotar volcanes, vibrar con solo
mirarte y fundirme contigo.
En
cada abrazo cubriré de besos tu piel mi amor porque te necesito, para ser uno
con la noche, para sentirme tuyo. ¿Cómo no besarte? Si eres mi todo, mi
universo. ¡Mi sublime amor!
Y
sucedió, llegó el momento, dulce latir de un esperado encuentro. Palpitó el corazón,
latidos constantes fuertes punzadas, agitado aliento. Como volando, flotando en
el aire se abrazaron dos almas y sus miradas. Tal vez fueran sueños,
envolventes y bellos que la noche abrazaba y el alba desplazaba. Sentir intenso, fluir
pausado y lentos suspiros lanzados al viento. Notar estar vivos, los pies en
suelo aunque solo fuera por unos momentos. De nuevo, en la mañana los rayos de sol sin permiso, llamarían.
Observarían desde la ventana que fue un
dulce sueño, pura magia que sucedió, pasó y anclada quedó.
__
Se
desvestían lentos, muy lentos, interrumpiéndose de a ratos para contemplarse,
acariciarse y abrazarse. Cuando se hubieron quitado las camisas, las palmas se
colaron a la piel del pecho por los senderos musculares y el ligero vello. Se
recorrieron todo el cuerpo con las dos manos hasta dejarlas ahuecadas en las
cumbres, rozando los pezones con los pulgares, frotándolos, luego
alternativamente bajando la cabeza para lamerlos y succionarlos, primero uno,
luego el otro, hasta oír el gemido, mientras el crudo deseo despertaba y
descendía por el vientre hasta latir entre las piernas. No se sentían
cohibidos. Se sentían hermosos, y deseables, pares.
De
lo último no quedaron dudas cuando se quitaron los finos pantalones y bóxers
con las calcetas.
Y
eran hermosos.
Pedro
le echó los brazos al cuello, apretando el cuerpo totalmente denudo al de él, y
le buscó la boca con la suya. Guillermo le presionó entre los labios con la
lengua y Pedro suspiró. Guillermo tenía razón, sí que había momentos perfectos,
aun cuando los dos estaban palpitantes de deseo y necesidad.
Echó
la cabeza atrás para sonreírle.
__Creo
que será mejor que usemos esa cama porque el suelo será demasiado duro _dijo.
__Y
la cama muy estrecha _contestó Pedro.
__Eso
si pretendiéramos dormir, pero no creo que sea lo que hemos venido a hacer,
¿verdad? Para nuestros fines puede ser suficiente.
Diciendo
esto, echó atrás las mantas y Pedro se acostó, tendiéndole los brazos.
__ven.
Guillermo
bajó el cuerpo mientras Pedro se giraba y quedó encima de él, Guillermo abrió
las piernas y las amoldó a las ya colocadas de su hombre. Él le besó en la boca
arrastrando entre dientes el suculento labio inferior, le susurró palabras de
amor al oído, chupando el lóbulo de la oreja. Pedro correspondía con besos, con
los dedos que buscaban el pelo, se arqueó hacia él preparado, era la invitación,
estaban más que preparados, y Guillermo lo penetró.
A
Pedro seguía asombrándolo el tamaño de su pene y cómo lo cobijaba su interior
mientras modificaba la posición para facilitarle la penetración hasta el fondo,
y entonces contrajo las nalgas, apresándolo. Y era maravilloso. No podía haber
sensación mejor, aunque tal vez sí. Guillermo retiró el miembro, volvió a
embestir y repitió una y otra vez las retiradas y penetraciones que Pedro
contemplaba fascinado, el perderse uno dentro del otro era su visión mágica
hasta que captó el ritmo y adaptó el suyo, sintiendo intensamente el deleite
carnal del apareamiento. No podía existir placer mayor que ese, tanto durante
los primeros minutos de deliciosas embestidas mutuas controladas, como durante
los últimos minutos de excitación y placer más intensos y vaivenes más urgentes
cuando se acercaba el abismo.
Y
entonces llegó el orgasmo para los dos exactamente en el mismo instante, y
Pedro se abrió a la efusión derramada del amor de Guillermo, dando en igual
medida, y fue el placer más maravilloso de todos, aunque trascendía todo
pensamiento, y elaboración racional o las palabras.
Guillermo
se dijo que era hermoso y deseable.
Pedro
se dijo que fundamentalmente era un hombre amado por otro hombre, era
simplemente al fin un hombre, y era perfecto.
No…,
pensó cuando comenzó a volver en sí
lentamente, no retrocedería para cambiar absolutamente nada, ni un detalle de
lo pasado ni aunque pudiera, ni siquiera el disparo. Cuando volviera a Buenos
Aires o totalmente en sí y recuperara la
cordura, tendría que afrontar todo tipo de complejidades, complicaciones e
imposibilidades, pero aún no había llegado ese momento. Todavía tenía ese
momento presente por vivir.
Guillermo
hizo una profunda y audible inspiración y expulsó el aire en un soplido.
__Pedro,
mi amor _musitó.
Dos
palabras que lo eran todo, que Pedro guardaría como un tesoro toda su vida.
“Mi
amor.”
Dichas
a él, Pedro Beggio. Era el amor de un hombre. Solo unas semanas antes eso
habría estado fuera de los límites de la credibilidad. Pero ya no. Era hermoso,
era deseable, y era… Sonrió.
Guillermo
había levantado la cabeza y lo estaba mirando con los párpados entornados,
apartándole un mechón de pelo del rostro con una de sus manos…
__Dime
qué piensas _dijo.
__ ¿Y
tú?
Yo…
creo que simplemente soy un hombre que ama a otro gran hombre.
__Por
mucho que cueste creerlo –dijo Guillermo con los ojos risueños___. Lo había
notado.
Pedro
se rio. Guillermo le besó un párpado, luego el otro, y volvió a besarlo en los
labios.
__Lo
que me asombra _dijo__, es que al parecer esa es una idea nueva para vos.
Pedro
volvió a reírse.
__Nunca
me creí especial, ni fui muy consciente de mi masculinidad, menos de mi deseo o
pulsión dirigida a los hombres.
__Seguro
que podrías haber tenido todo antes, que no he sido el único en verte.
__He
tenido pretendientes.
__ ¿Por
qué no aceptaste a ninguno de ellos y te casaste con Camila? Por el amor a
ella, no lo creo.
__En
parte la quería, y me era compañera cómoda, en otra por temor a llevarlo a la
conciencia, en otra por no estar dispuesto a lo cómodo frente a la integridad.
Deseaba ser una persona de bien además de un hombre. Sé que a la mayoría de las
personas les cuesta entenderlo, no estaba enamorado de nadie, y aunque fuera un
sacrificio, elegí mi carrera, y luego a mis hijos, y no indagué en mi pulsión.
__ ¿Lo
lamentas?
__No.
Lo haría otra vez, aunque haya sido un sacrificio.
__Me
alegra que lo hicieras _dijo Guillermo, deslizándole suavemente los labios por
el contorno de la mandíbula y el cuello__. Si no lo hubieras sacrificado,
no habría sido el primero, pretendo que
el único hombre en tu vida, tal vez no te hubiera encontrado, o de no estar en
la misma situación, del otro lado del camino… quizá no te habría reconocido.
__ ¿Reconocido?
__Como
los latidos de mi corazón, te los presté para que regresaras, y me sos tan
querido como los latidos de mi corazón.
A
Pedro se le volvieron a llenar los ojos de lágrimas.
__Y
tú eres el aliento de mi vida, es lo que te dije antes en francés. Pero no
vuelvas a decir esas cosas.
__ ¿Y
de qué ha ido esto? __preguntó Guillermo, arreglándoselas para cambiar de
posición pegándose a la pared y adosándolo a él con los brazos.
__Buen
sexo _dijo Pedro.
__Concedido.
Pero no te he traído acá para cuidarte de esa loca y para tener una buena
relación sexual, Pedro. Ni siquiera solo y principalmente para eso.
Pedro
no le preguntó para qué lo había traído, pero él le contestó la pregunta tácita
de todos modos.
__Te
he cuidado y traído porque te quiero, te cuido porque me importas, porque te
amo y creo que vos me amas. Aunque no somos libres. Porque…
Pedro
le puso las yemas de los dedos sobre los labios. Él las besó y sonrió.
__No
estoy libre, ni tú, más allá de ellas… tenemos hijos, los míos dependen de mí.
Y
tenemos carreras diferentes.
__ ¿Y
vos dependes de tu carrera? Tus nenes van a crecer, Fabián es un hombre. Tu
identidad, tu felicidad, ¿dependen de continuar tu carrera? Si dependen de
ello, tienes un verdadero argumento. Tienes tanto derecho a buscar tu felicidad
como yo la mía. Por suerte puedo ser tu guardaespaldas acá o en donde se te
ocurriera cantar. Me iré a vivir donde vayas, con o sin Fabián, Pedro. Viviré
donde vos y tus hijos.
__No
seas tonto.
__Seré
todo lo tonto que haga falta para hacer que lo nuestro funcione, Pedro. Estuve
media vida en un matrimonio fundamentalmente árido con Ana aun cuando le tenía
cariño porque ha sido buena con mi hijo, y he podido estar a un dedo de casarme
sin amor lo cual me habría producido infelicidad con cualquiera el resto de mi
vida evadiendo la soledad. Ahora, de repente, deseo elegir la felicidad por
fin. El amor.
__Guille,
eres abogado, penalista, famoso. Sencillamente no puedes renunciar a todo lo
que eres para vivir como mi guardaespaldas paseando por todos lados.
__No
tendría que renunciar a nada a lo que ya no lo haya hecho. Pero ninguno de los
dos tiene que sacrificar su vida por el otro. Los dos podemos vivir, Pedro, y
amar, y ante todo soy una persona por derecho propio.
__ ¿Y
Fabián?
__Entenderá
y hará su vida, es un hombre. Y adoraría a cualquiera que me hiciera feliz
_ ¿Y
Ana?
__Me
divorciaré, no la amo. Ella puede decir, hacer lo que quiera. Ella no va a
gobernar mi vida. Ni la tuya. Vos sos más fuerte que ella en mí.
__
¿Lo que diga la sociedad?
__Se
puede ir al diablo, por lo que a mí respecta.
__ ¿Me
vas a dejar terminar una frase?
__Soy
todo oídos.
__Yo
no sé si podría dejar a Camila, y de hecho no a mis hijos, son demasiado
pequeños. Todo lo que dices suena muy bien pero no es real ni práctico.
__Tienes
razón, soportar a tantos críos como tienes, no me dejará un momento de paz en
casa, pero puedo soportarlo.
__!
Guille!
__!
Pedro!
Guillermo
le puso un dedo delante de la nariz deslizándolo por el puente y sonrió.
__Cierto
que hay problemas _dijo Guillermo__. Somos de mundos diferentes, y parece que
será difícil lograr que encajen. Pero no es imposible, me niego a creer eso.
Puede que la idea de que el amor lo vence todo parezca totalmente idealista,
pero yo creo en ella.
¿Cómo
podría creer otra cosa? Si el amor no puede vencerlo todo, ¿qué puede? ¿El
odio? ¿La guerra o la violencia?
__Guille,
¿y Fabián?
__Te
querrá, te quiere muchísimo. Si te casas conmigo y vives con nosotros, te
amará.
__Eres
desesperante, ¿sabes?
__Pero
ya no te queda ni pizca de convicción en la voz. Voy ganando.
A
Pedro volvieron a llenársele los ojos de lágrimas.
__Guille,
esto no es un partido, es imposible.
__Lo
veremos al terminar todo esto _dijo él.
Mientras
hablaban lo había ido estrechando más a él, si eso era posible. Y le estaba
mordisqueando el lóbulo de la oreja, y el lado del cuello al tiempo que le
acariciaba la cabeza, la nalga, y luego la espalda, hasta que se estremecieron.
__ ¿Nos
vestimos y regresamos?
__Mmmm
_musitó Guillermo al oído __. Dentro de varios momentos perfectos podría ser mejor__.
Entonces cambió de nuevo de posición dejándolo a Pedro encima de él a horcajadas__.
Ámame. Deja de lado las cosas prácticas y los imposibles y ámame, Pedro, mi
amor.
Pedro
se apoyó en los brazos, se elevó, lo miró un instante eterno, y se dejó caer,
sintiendo al hombre que amaba entrar en él… y él lo amó.
Lo
tomé entre mis manos, aferrándolo a mi cuerpo, lo invadí de caricias susurrando a su oído mis antojos, recorrí sus
formas con mis dedos y lo exploré todo con mis labios; lo hice mío, me concedió
su edén, irrumpiendo en su reino me hice dueño de sus antojos y en un polvo de
estrellas, explotamos un universo de
inolvidables sensaciones que se eternizaron en el recuerdo.
En el
vacío de las horas que paso sin ti, me perdí. En la angustia incesante de la
soledad inaudita sin pensarlo me escondí, y al intentar buscar mi paz me topé
irremediablemente con la luz incandescente de tu dulce mirada, sin
remedio alguno me abismé en la profundidad de tu hermosa sonrisa, fue
entonces que concluí consumiéndome en ti.
“Siento
aún tus besos dulces en mis labios, esperé tantos años sentirlos. Tus besos
mágicos, me elevan a un cielo, solo mío. Me haces sentir algo indescriptible,
algo sublime. Me siento todo tuyo, siento el alma, saliendo e invadiendo cuerpo
y mente, envolviendo este amor nuestro. Este Amor que ha de desgranarse en
pétalos de flores, en torrentes, cascadas de aguas cristalinas, en mariposas de colores. En bandadas de cisnes buscando su
norte. En nubes, en arco iris, lluvia deslizante en delfines danzando, en
palomas al vuelo en desiertos floridos, en glaciares eternos. Una y mil cosas
podrían suceder al besarme, tan solo como vos, sabes besar, y todo puede
terminar cuando sepas todo de mí, Pedro, y sé que decías la verdad aunque quise
olvidarlo, olvidar todo.”
__Amor
mío. Siento en mi cuerpo un inmenso
deseo de poderte poseer. Mi cuerpo arde en deseos, que me hacen estremecer. Mi
pasión está a flor de piel. Ven aquí
amor.
Para hacerte mío toda esta noche, esta noche, callada y oscura, que solo las estrellas sean testigos, de este sublime amor, y deseo. Ven que estoy hambriento, sediento de ti. Ven, acércate a mí, quiero sentir tu cuerpo arder de placer y pasión.
Quiero hacerte estremecer, quiero oír tus gemidos lastimando mis oídos. Quiero ver tus pezones erguidos, como volcanes encendidos a punto de estallar. Quiero lamer tus rosados pezones y hacerlos florecer. Después, lamer el capullo de tu hermosa fuente del deseo, y sentir el torrente de amor en mi boca.
Quiero que sientas mi hombría dentro de ti.
Qué delicia sentir tus caricias, tus besos que saben a miel, a placer, a vino del que toman solo los dioses.
Hoy no quiero que amanezca, quiero que esta noche sea eterna. Para que sientas, y goces, de mí, de este amor.
Para hacerte mío toda esta noche, esta noche, callada y oscura, que solo las estrellas sean testigos, de este sublime amor, y deseo. Ven que estoy hambriento, sediento de ti. Ven, acércate a mí, quiero sentir tu cuerpo arder de placer y pasión.
Quiero hacerte estremecer, quiero oír tus gemidos lastimando mis oídos. Quiero ver tus pezones erguidos, como volcanes encendidos a punto de estallar. Quiero lamer tus rosados pezones y hacerlos florecer. Después, lamer el capullo de tu hermosa fuente del deseo, y sentir el torrente de amor en mi boca.
Quiero que sientas mi hombría dentro de ti.
Qué delicia sentir tus caricias, tus besos que saben a miel, a placer, a vino del que toman solo los dioses.
Hoy no quiero que amanezca, quiero que esta noche sea eterna. Para que sientas, y goces, de mí, de este amor.
Hoy
al verte salir de la ducha, con una bata entreabierta los olores de tu piel se esparcen en la
habitación, mientras tomas una taza de café que explota miles de atmósferas que
despiertan mi sed de ti, tu mirada de seducción y coqueta que me seduce y atrae
con solo ver cómo el agua empieza a escurrir sobre tu piel, envidio la gota que
resbala desde tu pecho hasta tu intimidad como mi lengua lo hace noche a noche
que vivimos esta intimidad, que
exhaustos los dos quedamos sobre una
cama húmeda de este amor de dos abrazados
con los ojos cerrados pensando en el placer de sentir tu piel sobre la mía,
amor mío.
__Te
amo, Pedro, mi pasado fue oscuro, pero me redimo en vos, nunca lo dudes, mi
amor.
Martínez.
“Y
como un hada bella y encantada entraste tibia en mi vida en esta hermosa noche estrellada, Camila, no
pude negarme a que fueras mía.
Me
amaste entre misterios y te fuiste hasta la próxima luna llena, no olvides el
sabor de mi boca, me dijiste. Dejaste, tu perfume en mi almohada y te fuiste en
fatal silencio en la dulce, triste y naciente madrugada. Dejaste, un grito de
amor desesperado y sus sonidos en mi alma dentro de mi puro corazón enamorado.
Dejaste
el aroma tibio y dulce del amor bella mujer, hija de los misterios de las
ardientes noches, solo de los dos. Dejaste, en la voz de tus silencios, dulces promesas de tu amor que en la madrugada
se llevaron los vientos. Dejaste, rizos
de oro pegados en mi pecho con tus lágrimas de cristal de tu amor y tu pasión,
y mi corazón deshecho.
Dejaste,
hermosos recuerdos en mi vida y cuando la luna se apiade de la noche volverás a
mí, mi bella muchacha consentida. Dejaste la pasión de tus besos en mi piel y la
huella del rosedal de tu boca con el aroma de tu aliento que sabe a miel.
Bella
mujer de mi amor de los misterios y como la tibia luna de mis noches ella te
dirá de mi amor, y que yo te quiero. Cada momento, cada instante de amor,
contigo se va. Mañana, mi amor de los misterios, otro momento apasionado de tu amor me llegará. Y nunca amé
a alguien inestable, de otro, madre, pero de hecho te amo, Camila, no era Gaby,
eres tú el amor, quiero ser mucho más que tu guardaespaldas. Regresa amor. O
moriré por ti.”
__Es
verdad, hoy me he sumergido en las profundidades más áridas que nunca imaginé,
Pedro, la traición, la infidelidad __murmuró Camila en brazos de Alberto.
He tocado suavemente el lecho, el fondo mismo de la perversidad de tu desinterés.
No he podido suspenderme ni por una fracción de segundo del recuerdo cálido del abrazo tierno y lejano, tan lejano como la distancia misma entre mi presencia y tu larga ausencia.
Debo reconocerte que no me debes nada. Debo imputar la aflicción de un corazón deshecho a la inmadurez tozuda de pretender inmortalizar un inexistente sentimiento.
Me inmolé, quizá lo sé.
Intimé tu alma enigmática infinidad de veces, y nada, tú no fuiste nunca el autor de mi proyecto de amor. Nunca lo sentiste o nunca lo supiste. No debería decirte que incumpliste.
En este medio de la nada voy reciclando momentos vividos y otros solamente deseados.
Voy a armar mi propia felicidad.
Aunque en ella incluya los desvaríos propios de la infelicidad y la locura que dominan mi existir.
Y mientras voy escribiendo nuestra historia pondré el título que el mutismo de tu boca me legó. Ya no. Ya no lo repitas, he terminado tu obra, hoy concluyó tu episodio.
Mi capítulo recién comienza, y no será contigo, aunque eres el padre de mis hijos.
__Hoy
no fue distinto. No pasó un solo momento que me fueras indiferente. No asomó un
instante que estuvieras lejana.
No
es nuestro mejor pasar, pero no bajaré los brazos, ni detendré la marcha. Y si
lo hago, será para tomar aire, ganar impulso y desplegar mis alas.
Recuerdo
nuestro amanecer, la noche anterior y la mañana que se antepuso. Fuimos uno
solo y de modo sublime. Me quedo con las horas siguientes, tu mirada chispeante
y tu sonrisa cómplice.
Ahora
que el sol se esconde y sin que lo notes, te aprecio y te disfruto al alcance
de tu vista. La vida transcurre, el amor se eleva y la esperanza renace.
Al
final de cuentas, tu compañía calma, tu calor repara y todo tu ser invita a
soñar. Y eso, es lo mejor que tengo __susurró Beto besándole el cabello, cuando
ella se había hundido en el sueño.
Maldonado.
__El
ADN de la mujer del psiquiátrico es
negativo, Pedro. Nancy está viva _dijo Guillermo lanzando un sonoro suspiro.
__Lo
imaginé.
__Si
tan solo el hombre que devolvió al nene llamara, si pudiéramos rastrear esa
llamada o yo reconocer esa voz.
__Guille,
amor, no quise decirlo antes, pero expusieron a Camila, y aunque no entiendo
cómo el padre lo aceptó, es claro que nadie se le acercó, loca, la conozca o no,
esa mujer me quiere a mí, y no puedo
seguir escondido dejando allá a mis hijos. La quieras o no, luego de aquello
que vivió, Camila ha sido buena madre, y la estoy dejando sola _dije abatido.
Guillermo
se sentó, tomándose la cabeza entre las manos apoyando los codos en las
rodillas, encogiendo los hombros.
__No
está sola _musitó.
__Por
gente, policía que la rodee, el padre, y viva en una fortaleza, está sola, y
esa mujer por algún motivo me quiere a mí, y no creo que para matarme o pudo
hacerlo la primera vez.
__Te
balearon por si lo olvidaste.
__No.
Fue una bala perdida, no intencional, sospecho que por algo, dinero, obsesión o
locura me quiere vivo, y ya no queda otra opción que dejarme ver por ella,
Guille.
___!
No! _gritó, mientras temblaba como un chico__. No te expondré.
__Guille,
por Dios, no me pasará nada, me estarán todos detrás, lejos de casa, es la
única manera de atraparla, si ni siquiera reconociste a nadie de la promoción,
déjame hacerlo, no tienen nada, Miller me cuidará, Orestes, tú __insistí.
__No
Pedro, no, déjame pensar, hay algo que intuyo, que puede funcionar o no, pero
dame ese tiempo que pediste, por favor, además, no estamos seguros de que sea
ella, puede haber gente que salga de la cárcel, lo oíste.
Pedro…
puede que esa mujer quiera vengarse de mí, quizá sepa que te amo, que…
__No
pudo, cuando se llevó al nene yo ni siquiera te conocía.
__Pero
yo trabajaba con tu suegro, ella sabe que soy gay, pudo saber o creer que te iba a seducir, puede que…
__No
lo entiendo. No entiendo.
__Me
vas a odiar, y me voy a morir si me rechazas luego de saberlo todo, pero
supongo que ya no puedo callarlo más. Ella y Camila me odian, a tal punto, que
si regresáramos juntos, y de alguna forma le hiciera saber que soy tu amante,
ella vendrá por mí, y Miller tendría tiempo si la distraigo de atraparla antes
de que llegue a vos.
__ ¿Qué?
¿Te volviste loco, Graziani? ¿Resulta que dices que te matarías si dejara de
amarte… cosa imposible, o si algo me
pasara y quieres ofrecerte tú en bandeja? ¿Has pensado en lo que sentiría yo si
te pasara algo a ti?
¿Qué
mierda ocultas de aquella época? ¿Por qué esa mujer te conoce tanto? ¿Por qué
te odia?
¡Habla!
Guillermo
ocultó el rostro entre las manos, el silencio se cortaba con una navaja, cuando
luego de una larga respiración, habló en un hilo.
__No
puedes entender aquello, vivías en un mundo mágico, cielito, pero el sitio
oscuro donde entré a sacar a esas chicas tenía de todo… droga, escort, taxi Bois,
prostitutas, y ese tipo, el que les causó el Estocolmo o amor, era un
depravado, un asesino, pero un degenerado, se supo que yo era gay. Esa gente se
da cuenta, porque allí, es uno y todos
con todos, ¿entiendes?
__No
soy idiota, Guille, no tanto como crees.
__Sospecharon
de mí, de algún modo, se corrió la voz que yo no era del palo, y entonces
ocurrió lo peor de todo lo que vi, de todo lo que tuve que hacer…
__ ¿Mataste?
__!
No! Me miró, con una mezcla de bronca, de dolor, de profunda tristeza __. Te dije
que no soy un asesino.
Ellas
eran amigas todavía, al menos en ese caos andaban juntas, y el tipo me pidió
que pasara una noche con él, y con otra.
___ ¿Un
trío sexual?
__Eso
mismo.
__ ¿Te
entregaste a él?
__Pedro,
he tenido decenas de amantes, si quieres odiarme o sentir asco, él sería uno
más, pero no. Yo no fui suyo, me pidió que para excitarse…, a veces estaba tan
colocado que no podía si no era sobre estimulado, me pidió que lo penetrara
mientras él lo hacía con una chica… y no podía arriesgarme, me dijo que se lo
diera como prueba de que era parte del
grupo, no podía poner en peligro todo, y lo hice. Fingí inhalar y lo distraje,
estaba lúcido, pero eso lo hice.
Calló.
__
¿Y? ¿Qué mierda tiene eso que ver con Nancy?
__Ellas
dos… Camila y Nancy entraron, colocadas, borrachas pero nos vieron, en la cama
de tres, allí supieron que yo era gay. Jamás olvidaré sus miradas, gélidas,
odio en hielo, el odio de las dos. Jamás perdonaron que poseyera al tipo que
creían amar. Jamás a hoy.
Camila
espetó… que estaba embarazada de él, y
empezó a insultarme, lo mismo que dice ahora gritando, la redujeron entre
varios, Nancy solo se quedó congelada, como esa mirada… y supe que viviría para
volverme a encontrar.
__No
puede ser… no puede…
__Pedro,
si entramos al país y le hago saber que te amo, vendrá por mí, y Miller podrá
ponerte a salvo y atraparla, ese es el plan, es la única opción, no entregarte
a vos, eso no lo aceptaré… Jamás.
¿Pedro?
No huyas, golpéame, no me odies, cualquier cosa pero no te vayas ni dejes de
amarme, cielito, fue uno más y solo esa vez, Camila con el embarazo, me salvó
de que aquello continuara. Fue esa única vez.
Imaginé
la escena, sentí que un puñal se clavaba, más allá, que me trituraba por
dentro, que el dolor del pecho me destrozaría el corazón, que ya estaba
destrozado, me duele Camila, me duele mi cuerpo, esa mujer, me duele… ÉL, que
tenía la cara inundada en llanto.
Continuará.
Hechos
y personajes son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es coincidencia.
Lenguaje
adulto. Escenas explícitas
Leticia Todos somos especiales , únicos e irrepetibles .
ResponderEliminarEl universo , se confabula para juntarnos, con alguien que nos hará estremecer y cambiará nuestra forma de mirarnos a nosotros mismos y a nuestro mundo .Divino, Eve.
Victoria Hermosa .Gracias
ResponderEliminarPatricia Precioso!!!
ResponderEliminarGladis hermoso
ResponderEliminarNilda Maravilloso !!
ResponderEliminarCarmen Me encanta
ResponderEliminarBlanca Hermoso!!!
ResponderEliminarGraciela Hermoso!!
ResponderEliminarFlor Bello
ResponderEliminarTamaira Hermosa
ResponderEliminarIris Preciosa ÉL.En verdad, siempre el primer amor deja huellas; y mas si ese amor perdura.
ResponderEliminarAntonieta Toda una metáfora de la vida, del amor, del estar juntos compartiendo todo!! Hermoso
ResponderEliminarJose Encantador
ResponderEliminarMaria Elena ¡¡Maravilla!
ResponderEliminarLourdes Hermoso . Un placer de lectura.
ResponderEliminarAssumpta . EVE.....GRACIAS.!!!!!!!
ResponderEliminar1
Flavia Bello
ResponderEliminarSilvia Si me encanta.
ResponderEliminarAlicia Bellísimo
ResponderEliminarVeronica Lorena Piccinino la calidad de tus relatos son excelentes Eve Monica Marzetti. La sutileza con que narras la relación amorosa, los dialogos y la trama son muy buenas. hacía mucho que no leía esta historia, este capitulo me gustó.
ResponderEliminarSol Urvino Toda relacion turbia deja secuelas, como en el caso de Guille, y algunas vuelven para complicar el presente. UN BESO, EVE.
ResponderEliminarPor fin se supo el motivo de tanto odio Eve...Pero todo eso pertenece al pasado, cuando ellos aún no se conocían, de ningún modo puede ser un motivo para separarlos...Por suerte Camila se enamoró de Alberto y Pedro va a entender que Guillermo tiene razón, que el amor es más fuerte y que todo lo puede...
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