viernes, 28 de septiembre de 2018

“LETRADOS”. MINISERIE O UNITARIO. CAPÍTULO PRIMERO.


“LETRADOS”.

MINISERIE O UNITARIO.
CAPÍTULO PRIMERO.

“Amor mío, mi amor...

Quiero comer contigo, estar, amar contigo,
quiero tocarte, verte.

Me lo digo, lo dicen en mi cuerpo
los hilos de mi sangre acostumbrada,
lo dice este dolor y mis zapatos
y mi boca y mi almohada.

Te quiero, amor, amor absurdamente,
tontamente, perdido, iluminado,
soñando rosas e inventando estrellas
y diciéndote adiós yendo a tu lado..."
Jaime Sabines.
 "Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio.
Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura.
Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella.
Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua."
Julio Cortázar. Rayuela.

Cinco años antes.

__Papá, ¿de verdad quieres quedarte solo?
__Sí, hijito, ve a casa con  tu madre, no interrumpas los estudios, ya Juan descansa en paz, estaré bien, tengo el juzgado que no permitirá que me deprima, y en poco  tengo una convención. No tendré demasiado tiempo para permanecer solo _dijo Guillermo a Fabián.

__ ¿Y no quieres que te ayude a sacar sus cosas?
__No hijo, lo haré yo  más adelante, ve tranquilo, no haré ninguna locura. Lo prometo.

“Ahora qué nos queda, el ayer, donde vos y yo nos amamos, donde vos y yo nos deseamos, hechos que están en mi memoria  para recordarte,  ya están en mi mente,  hechos fantásticos,  sensaciones que me erizan la piel.
Miles de palabras, recuerdos,  te amo a veces, quiero  seguir sintiendo tu cuerpo,  quiero abrazarte, besarte por última vez...
En la memoria quedarán esos recuerdos grabados a fuego en mis pupilas,  el bello recuerdo  de tu cuerpo,  de tu cara, de tu sonrisa. Nuestra complicidad, y amistad, tuvimos un lindo matrimonio, y te lo agradezco, Juan”.


Bs. As., 2014.

Sin embargo, lo que Diego no pudo ver es cuán destrozado estaba Pedro por dentro, lo mucho que lloró al ver que se marchaba y lo desesperado que estaba al pensar que jamás volvería a verlo. Incluso estuvo a punto de arrojarse al río, pero se lo impidió algo que ni siquiera supo exactamente lo que era. Entonces, de un modo casi milagroso, su amigo de toda la vida, casi su gemelo, Alberto Marini, Beto intuyó que algo ocurría tras llamarlo repetidas veces sin nadie que respondiera.
Pedro pensó que era Diego, y permaneció tendido en el suelo del living, recordando entre sollozos la vez que hicieron el amor allí y él le propuso matrimonio.
 De súbito llamaron a la puerta y oyó la voz de Beto. Estaba hecho un desastre cuando fue a abrir, tenía el rostro surcado por las lágrimas y los pies descalzos, la bermuda cubierta de pelusa de la alfombra, y el jersey torcido.

__! Dios! Pero ¿qué te ha sucedido? __Parecía haber pasado una semana bebiendo o haber sido apaleado o víctima de algo espantoso. Solo esto último era cierto__. ¿Pedro?

Este rompió a llorar y le abrazó, luego se sentaron en el sofá y le contó todo.
__Ha terminado todo con Diego. Ya nunca volveré a verlo. Lo eché y le lancé las cosas en la cara, Beto.
__Tanto mejor para ti, y sabes que me gustaba cuando lo presentaste, pensé que sería tu esposo __dijo Beto mirándolo con expresión sombría__. Así no puedes vivir, Pedro. Llevabas meses volviéndote loco  con la situación. Y desde hace meses estás muy desmejorado, no haces más que trabajar aislado, sin atender ni las llamadas, apenas comiendo. No es justo.

__Lo sé. Pero quizá si hubiera esperado… puede que al final…
Estaba débil y aturdido y, al verlo tan trastornado, Beto tuvo que hablarle a gritos.
_ ¡Ya basta! Jamás abandonará a su esposo, si no lo ha hecho hasta ahora. Maldita sea, Pedro, Andrés volvió a su lado hace casi un año y aún sigue allí. Nunca le firmó el divorcio. Si Diego quisiera, se hubiera mandado a mudar. No te engañes.
__Me he estado engañando dos años.
__Ya pasó, son cosas que a veces ocurren _dijo Alberto con tono filosófico, aunque en su fuero interno deseaba asesinar al mal nacido que había causado todo aquel daño__. Tienes que animarte y seguir adelante. Has vivido cosas peores. Lo sabemos.

__Sí, claro. __Pedro se echó de nuevo a llorar, olvidando con quién estaba hablando. Para ti es fácil decirlo.

__Mierda, Pedro, me estás haciendo enojar de verdad, ¿recuerdas cuando mi accidente y cómo me arrastraste a la vida arrancándome con los dientes de mi desesperación, y después me convenciste de que estudiara derecho? ¿Te acuerdas cuando me hiciste levantar cuando todos pensaban que estaba condenado? Ya no me jodas, estaba tetrapléjico y solo pensaba en pedir la muerte digna. Bueno, entonces, no me vengas ahora con estas porquerías. Si yo me puse de pie, si lo conseguí, tú también podrás hacerlo, lo superarás.
__Nunca he querido a nadie como a él, lo sabes __dijo él elevando la mirada anegada.

Beto se afligió al ver el dolor que reflejaban sus grandes ojos color miel. Parecía un chico y él pensó que ojalá pudiera ayudarlo, pero no estaba en su mano quitar de en medio al esposo y a los hijos de Diego, aunque gustosamente lo hubiera hecho por él. Hubiera sido capaz de cualquier cosa por Pedro, su mejor y más querido amigo.

__Ya encontrarás el amor. A otro mejor que él.
__Ya no quiero a otro. No quiero a nadie.
Eso era lo que Beto más temía.

___
__Durante un año, Pedro se empeñó en demostrar que lo que había dicho era cierto. No fue a ninguna parte y no vio a nadie, incluso se negó a ver a Beto y Gaby por Navidad.

“Voy caminando por la calles de mi ciudad viendo caras llenas de dolor y algunas llenas de felicidad, niños jugando y brincando por cualquier lugar, mientras camino y giro mi rostro, me invade la nostalgia de pensar qué es la felicidad, empiezo a dudar si es verdad que existe la felicidad,  o solamente es una fantasía de nuestra alma o es simplemente el egoísmo  de buscar la frialdad de la soledad.
Hoy mi corazón está atormentado como las flores de mi jardín que se han marchitado, mi corazón se llenó de un dolor por la ausencia de buscarte en mi cama fría y solitaria, deseo matar estas ganas de sentir tu presencia y ver que nunca volverás.
Ahora es muy difícil soportar este cruel castigo, el cual fue extinguiendo muy suavemente mis ansias de vivir y mi alma envenenada llena de tanto odio que sentí por tu abandono.
Hoy le digo a la vida: dame una oportunidad para volver a sentir la magia del amor y escuchar el susurro de una voz diciendo que me ama”.

Nadie lo felicitó cuando el veinte de julio cumplió treinta y dos años, y hubiera comido solo la cena de Nochebuena, caso de haberse tomado la molestia de comprarla, cosa que no hizo, como tampoco se molestó en armar el árbol de Navidad. Trabajaba más de la cuenta, sentado en su escritorio de la fiscalía casi hasta medianoche. Se encargaba de más casos que nunca, sin divertirse ni tomarse un minuto de descanso a lo largo del resto del año. Raras  veces reía, no llamaba a nadie, no salía con nadie y tardaba semanas en responder las llamadas o mensajes de Alberto.
__Felicidades _le dijo este un día de febrero de 2015 en que, por fin, consiguió hablar con él.
Pedro se había pasado más de un año guardando luto por Diego y, a través de unos amigos comunes, se había enterado que seguía casado. Beto ya estaba cansado de perseguirlo__. Bueno, pesado, ¿me quieres explicar por qué ya no contestas a  mis llamadas?
__He tenido mucho trabajo. ¿No lees la prensa? Estoy esperando veredicto.
__Por si te interesa saberlo, todo eso me importa un bledo. Y, además, no excusa tu comportamiento de este último año. Ya nunca me llamas. Siempre soy yo quien te llama.
¿Qué te molesta? ¿Mi aliento, el olor de mis pies,  mi coeficiente intelectual?
Pecho se echó a reír. Beto siempre sería el mismo guasón.
__Todo eso y mucho más.
__Eres un idiota, lo sabes. ¿Acaso piensas pasarte toda la vida compadeciéndote? Ese hombre no merecía la pena, Pedro. Y pasarte todo un año así, es ridículo.
__No tenía nada mejor que hacer.
Sin embargo ambos sabían que no era cierto, y que todo se debía a Diego y al hecho de que este no hubiera dejado a su esposo.
__Vaya novedad. Antes no me mentías jamás.
__Es que me ha sido más fácil trabajar sin ver a nadie.
__ ¿Por qué? ¡Si tendrías que celebrarlo, hombre! Hubieras podido ser como algunos o algunas que pasan veinte años esperando. Tú, en cambio, has tenido inteligencia de dejarlo.
¿Qué has perdido, Pedro? ¿Tu virginidad? ¿Dos años? ¿Y? Otros hombres pierden diez años con tipos casados, pierden sus corazones, la cordura, el tiempo y la vida. En mi opinión, has tenido mucha suerte.
__Vale, me convenciste.

Pedro sabía que Beto tenía razón, pero no podía reconocerlo. La añoranza y el odio, todavía seguían alternándose  en su mente. No había alcanzado ese estado de indiferencia al que aspiraba. Y un día, que Beto lo invitó a almorzar, se lo confesó.
__
__Eso lleva tiempo, Pedro. Además un clavo saca a otro clavo. Tienes que salir con otras personas. Distraerte con otras cosas para no pensar siempre en él. No puedes pasarte todo el día trabajando. __ Lo miró sonriendo. Lo quería mucho, y siempre lo querría. No era como el amor que sentía por Gaby, Pedro era su hermano, pero él mismo pensó en los muchos años que estuvo enamorado de Paola y se los recordó__. Y conseguí sobrevivir cuando me rechazó.

__No era lo mismo. Diego me propuso casarme con él, y a los días estaba volviendo con el otro. Es el único hombre con el que he querido casarme, ¿lo sabes?
__Sí. __Beto lo conocía mejor que nadie__. Es un hijo de mil…, ya lo sabemos, y tú tardas mucho en reaccionar. Pero volverás a querer casarte. Aparecerá ese hombre.

__Lo que me faltaría. _La idea lo asqueaba__. A mi edad, los idilios románticos ya no son adecuados, muchas gracias.

__Bueno, entonces búscate un vejestorio que te encuentre bonito y pendejo. Pero no te quedes sentado malgastando tu tiempo, y tu vida.
__No creo estar malgastándola, Beto. Tengo mi trabajo.
__Pero no es suficiente, Pedro, no seas cabezón. Qué terco eres.

Lo miró sacudiendo la cabeza y lo invitó a una fiesta que había organizado en su casa.
Pero Pedro no asistió, y Beto tuvo que luchar denodadamente para sacarlo de nuevo de su caparazón. Parecía que hubieran vuelto a violarlo, como en aquella fiesta a sus quince años. Por si fuera poco, perdió un juicio y se sumió en un profundo estado depresivo.

__Bueno, eso quiere decir que no eres infalible sino humano. Descansa un poco, bájate del carro. Ya sé que estamos en semana santa pero con Uno crucificado es suficiente, tú bájate. ¿No puedes encontrar algo que hacer en lugar de pasarte todo el rato atormentándote?
¿Por qué no te vienes a pasar el fin de semana con nosotros y tu ahijado a la costa? Acabo de alquilar una casa, y de todos modos ya no podremos ir en verano.
__ ¿Por qué no? __preguntó Pedro mientras Beto pagaba la cuenta.

Había pasado meses preocupado por él, pero por fin, parecía que empezaba a reaccionar.
__Porque Gaby está embarazada, y para entonces estaré  con un bebe en brazos, y tú con una ahijada.

Pedro se quedó sin habla. Entonces, Beto ruborizado esbozó una sonrisa.
__Me dejas de una pieza. ¿No piensan parar?
__No. Y luego vendrá el tercero y el cuarto. Gaby quiere otro varón, pero yo quiero la nena, luego otro varón.

Pedro lo miró radiante de felicidad y le dio un fuerte abrazo al salir del restaurante.
__Voy a ser tío otra vez, entonces.
__Ese es el camino más fácil, Pedro. No es justo para ti.
__A mí me va bien.
Ya sabes que no quiero hijos, por mucho que llegara a querer a un hombre. No tengo tiempo para eso, y sabes que la decisión viene de lejos. Mi hijo es el Derecho. Además en caso de querer mimar a un chico y sentarlo en mi regazo tendré a los de ustedes que son divinos, bueno contando al que viene  en camino.
Me alegro un montón, de verdad, ¿ya sabes que es nena?
__No todavía, yo quiero  una que sea como ella, parecida a Gaby.
¿Vienes con nosotros entonces?
__No puedo, de verdad, no es una excusa.

_ ¿Y se puede saber hacia dónde te diriges? ¿Cuál es tu próximo destino?
_ Aún no lo he decidido. Debo estudiar el mapa de vida, por ahora lo único firme es la fiscalía.
_ No hay mejor brújula que el corazón,  Pedro, deja que te guíe la luz.
_ ¿Qué luz?
_ No la luz, tu luz, tu propia luz interior.
_ No puedo verla ¿cómo podré guiarme por ella si no la veo?
_ La verás cuando te sea revelada, en sueños.
__ ¿Tú crees que los sueños son premonitorios?
_ Los sueños pueden revelar el futuro, pero también recordar quiénes fuimos en otras vidas.
__  No sé si deseo recordar esta y ver más allá, Beto.
Pedro se quedó por unos segundos en silencio, con la mirada ida.
_ ¿Qué pasa? ¿Te sientes bien? Le pediré a Gaby que te prepare un té de hierbas.
__No, gracias, es solo que...  En mi primera noche en  Lima, en el viaje relámpago que hice por una convención, mientras me hospedaba en el hotel San Agustín tuve un sueño muy extraño.
_ ¿Un sueño extraño dices?
_ Pensé que había sido producto de mi embriaguez, yo había bebido demasiado Pisco.
_ ¿Qué fue lo que soñaste?
_ Yo subía por unos escalones de piedra. A medida ascendía,  los escalones eran mucho más anchos y se me dificultó continuar. Estaba a punto de desmayar cuando unos seres alados me tomaron de los brazos y me llevaron a la cima donde había un hombre con una enorme capa de plumas blancas que le llegaba hasta los pies. Me preguntó: "¿A qué has venido?",  pero no me dio lugar a responder y comenzó a acusarme injustamente. Me preguntó: "¿Has venido a llevarte nuestro oro? ¿Vienes por nuestras mujeres?" Yo me defendí de sus acusaciones, le respondí que no eran esas mis intenciones.
_ ¿Y qué más sucedió?
_ Cuando volvió a preguntarme por mis razones para estar ahí mi lengua se puso pesada y no pude responder. Dio una orden a los seres alados para que me sacaran de ahí y de pronto...
_ De pronto ¿qué? Me tienes en suspenso.
___ Una hermosa doncella inca apareció de la nada intercediendo por mí.... Dijo que yo era "El Elegido".
__ ¡Fantástico! - exclamó  el hombre.

_ Luego de eso desperté sudando y vomitando, pensé que todo había sido producto de la embriaguez en el museo del Pisco.
_Pedro, no lo dudes, recibiste una revelación, debes sentirte afortunado.
__ En realidad me siento confundido.

El hombre del museo  caminó hacia su librera a buscar un libro que le diera pistas sobre el hombre con la larga capa de plumas blancas.
_ No encuentro registro de un personaje inca con esa larga capa de plumas ¿cómo vestía la doncella?
_ De blanco reluciente. Levantaba su mano en alto y sostenía algo pero no recuerdo qué.
_ ¿Y si no fuera inca sino griega? Mira esta imagen, acércate.
_ Se parece a la vestimenta de la doncella de mi sueño.
_ Es Atenea, la diosa de la sabiduría.
_ Pero ella es de la mitología griega. En mi sueño estaba en una pirámide precolombina.
_ Tu sueño es simbólico,  Pedro, una fusión de elementos que aunque tienen diferente origen se relacionan entre sí.
_ Pero ¿por qué me llamó "El elegido"?
_ Porque lo eres
_ ¿Con qué misión?
_ Eso, mi joven amigo, tendrás que descubrirlo por ti mismo.
___ ¿Cómo?
_ Sigue tu luz interior
_ Debo irme ya.
_ Voy a despertar a mi esposa y a mi hija para que se despidan de ti.
_ No es necesario, déjelas dormir. Salude de mi parte a su esposa, de su hija me despedí anoche.
_ Sí, lo sé.
_ ¿Qué sabe? – pregunté  ruborizado.
_ La vi a media noche caminando hacia tu cuarto.
_ Yo puedo explicarle.
_ No necesitas explicarme nada,  muchacho. Ella ha crecido, ya no es una niña y yo sigo insistiendo en tratarla como si lo fuera. Es obvio que le gustas mucho. Hubiera sido maravilloso que te quedaras para ser parte de nuestra familia... aunque a decir verdad, ya lo eres, como el hijo que nunca pude engendrar.
A mí se me hizo un nudo en la garganta. El hombre abrió nuevamente los brazos y se despidió por última vez:
__ Adiós,  Pedro Beggio, que la luz de Atenea, diosa de la sabiduría te acompañe.

__ ¿Y? ¿Lo ves? Un sueño te guiará __afirmó Beto.


Pedro  sonrió y se olvidó de repente de Diego. Volvió a contemplar la vida en todo su esplendor y experimentó el deseo de cantar. Era como si le hubiera dolido una muela durante un año y descubriera, de golpe, que la muela había desaparecido como por arte de magia.
_Cuando los adioses  se revelan en las palabras, cuando todo se resume  al último instante de una despedida, las eternidades antes prometidas tienen ahora un sabor diferente. Sientes que esa sensación inmortal no era interminable, no era para siempre, las horas que se detenían en esos ojos fluyen en un caos de internos ocasos entre verdades pasadas y presentes utopías.
Cuando hay un adiós hay un abismo, hay un camino en el corazón, en el alma, en la carne y solo debes saber cuál será su destino. El tiempo se desdobla y se va extinguiendo en ese peregrinar errante entre angustias y nostalgias pero también, en esa senda de emociones liberadas. Entonces las lágrimas se secarán  con el mismo sol y los abrazos  estrecharán otros horizontes, nuevas sensaciones y otra piel que no tenga el aroma del pasado. Cuando los adioses son para siempre hay un desierto pero también una nueva orilla,  hay un recuerdo pero también un nuevo día,  hay un final pero también otras bienvenidas.
 No sé lo que digo y pienso, si hoy no soy yo,  ya no soy yo, solo soy una sombra de un ayer,
en el reflejo del dolor, con el rostro cegando en mi ser, soñando con un amor que nace del aire, anhelante, suspiros que brotan del latir de un corazón amante, que en verbos va cubriendo su existir en pálida desnudez, con abrazos etéreos que son tortura y cruel languidez.
El amor en mí nace con la sombra de la soledad envuelta  cual caricia tímida en una sonrisa escondida, yerta, en el sentir de los ojos la miel, labios que son sublime anhelo, mejor morir por amor dando todo como del suspirar consuelo, a ser espectador de un sueño que endulza pero no alimenta, cuando por amor, expandiría mis alas al alzar el vuelo que alienta.
__Llegará, digas lo que digas, ese hombre que te ame, existe, Pedro.

__

“Transforma tú, hombre desconocido, de mi soledad el mundo en espacios amantes, compartiendo sueños,  amplificando los sentimientos anhelantes, donde vive en mí un amor escondido nacido en la oscuridad, en súplica amante, en ecos silenciosos avanzando en la eternidad, con voz extraña que hiere como espada desgarrando el corazón  del amante ilusionado que con mirarte pierde la razón, amor cual aire que cruza de norte a sur tocando cual brisa, sin llegar a la culminación ya que los sentimientos no tienen prisa.
 Corazones y almas amantes eternos, separados en distintos caminos, clamando un amor que por la distancia es negado a sí mismo, del que vive un amor sin el amor, pensar que corre sobre el viento ¿cómo amar y ser amado si no existo o soy parte de tu pensamiento? quiero ser feliz por tu amor pero me siento y soy infeliz por no tenerlo, me doy cuenta que para mí no existe la felicidad y estoy triste por saberlo.
Pero sé que solo hay amores y más amores, que torturan y otros que perfuman como flores, unos que crecen y florecen con su presencia, y otros que duelen y matan por su ausencia”.

Julio de 2015.

Sin embargo, Pedro se alegraba por sus amigos, y cuando en  julio nació Betsy, mientras la contemplaba en los brazos de Gaby, Pedro tuvo que contener las lágrimas. No había reaccionado así con Renzo que ya tenía cinco años, pero por alguna razón inexplicable, le conmovió profundamente la inocencia de esa nena, su sonrosada carne, sus ojos celestes como los del padre, sus deditos graciosamente doblados. Jamás había asistido a semejante perfección. Miró a Beto sonriendo y se alegró de verle orgulloso, oprimiendo fuertemente una mano de Gaby y acariciando suavemente a su hija con la otra.
Gaby regresó a casa al día siguiente de haber dado a luz, y ella misma se encargó de organizar el almuerzo. Rechazó cualquier ayuda.

__ ¿Te parece extraño, verdad? _le preguntó a Pedro, amamantando a la nena sentada junto a la ventana que daba al río mientras Pedro miraba la escena.

Tú también podrías tener una, si quisieras, Pedro, tu  elección sexual no lo impide _dijo Gaby al amigo.

__Ni lo sueñes. Además apenas si sé hacerme un bife, o un huevo duro, no me veo colaborando en una casa con nadie en las cosas cotidianas y en la crianza de hijos. Cuídala, Beto, no vuelvas a dejarla embarazada, al menos por un tiempo.
__Lo intentaré. Por cierto, ¿vendrás al bautismo? Gaby quiere que seas el padrino, quiere que sea en Navidad, así hay tiempo para el cursillo, si piensas estar aquí.
__ ¿Y dónde crees que puedo estar? __le preguntó Pedro.

__Vete a saber, debajo de la cama quizá. Como el último año.
__Muy gracioso, ¿pero es que no tienen otros amigos? Los chicos cuando sean mayores estarán hartos de mí _dijo Pedro sonriendo.

__Peor para ellos, Pao será la madrina y  Matías, el padrino del corazón. Así por lo menos conseguiré presentarlos, llevo años intentándolo, él ya cree que lo has estado evitando.

Beto y Matías llevaban varios años de socios, pero Pedro, no lo conocía, aunque en el último tiempo sentía curiosidad por saber cómo era.

“Otro anochecer, en la oscuridad de mi cuarto, otra noche de desvelo, de mirar el techo,
otra noche de preguntas  sin ninguna respuesta, otra noche donde el sueño  parece abandonarme en lento insomnio que va carcomiéndome por dentro, otra noche de soledad, con los ojos llenos de sueño, otra noche donde las sombras parecen rodear mi habitación, otra noche pensando y viendo las horas pasar, otra noche sin cerrar los ojos y que me sorprende el amanecer”.
___
Cuando lo vio en la iglesia para el cursillo, pensó que era más o menos, tal como lo había imaginado. Altísimo, delgado, de ojos claros, y con manos enormes que sostuvieron a Betsy con una delicadeza asombrosa.

__Lo haces muy bien, Matías _le dijo Pedro sonriendo.

__Gracias. Estoy algo torpe, pero aún puedo arreglármelas en caso de apuro.
__ ¿Tienes hijos? __le preguntó Pedro por decir algo.

De lo único que podían hablar sería de derecho o de las amistades en común, ahora de Betsy.
__Una hija de diez años.
__Nadie lo diría.
A Pedro le parecía muy mayor. Claro que los hijos de Diego eran más o menos de esa edad, y sabía que Matías tenía más de treinta años.
Para cuando llego la Navidad, el bautismo,  ya eran amigos, y en la fiesta Matías contó chistes y anécdotas divertidas que hicieron la delicia de todos, incluido el propio Pedro, además de las monerías de Betsy que ya gateaba entre los pies, y  parecía reconocerlos.

__No me extraña que lo aprecies tanto, Beto _le dijo Pedro cuando entró a ayudar al amigo a llevar unas bebidas__. Es muy simpático.

__ ¿Te refieres a Matías? __No se sorprendió. Aparte de Pedro, Beto consideraba a Matías y a su esposa, los mejores amigos además de socios en el estudio, estaban muy compenetrados desde hacía años. Las cosas les iban muy bien, aunque no trabajaban con tanto ardor como Pedro, pues solo hacían derecho civil y comercial__. Es muy listo, pero se lo toma todo con mucha calma.

__Ya me he dado cuenta.

A primera vista, Matías daba la impresión de ser distraído y casi indiferente a todo cuanto pasaba, pero Pedro observó que en realidad era mucho más perspicaz de lo que parecía.
Finalizada la fiesta, Matías se ofreció a acompañarlo a su casa y Pedro aceptó. Había dejado el Sonic en el service, y Matías tenía el coche aparcado delante de la iglesia.

__Bueno, al fin he tenido ocasión de conocer al famoso fiscal Pedro Beggio. Escriben muchas cosas de ti.
__Solo cuando no tienen otra cosa que hacer _contestó Pedro un poco turbado.

Matías sonrió. Le gustaba su modestia. Le gustaba su sonrisa, le gustaba su ropa comprada para el bautismo, le gustaba, Pedro Beggio.
__Gaby y Beto están orgullosos de ti, ¿sabes? _le dijo Matías__. Me parece que ya te conozco porque él me habla todo el tiempo de ti.

__Yo soy como él. No tengo marido ni hijos y todo el mundo tiene que aguantarme las historias que cuento de Beto y de cuando íbamos a la universidad.
__Menudas piezas debían ser entonces.
__Más o menos. Nos divertíamos mucho, eso sí. También la pasamos mal a veces. __Pedro sonrió recordando__. Tanta nostalgia debe ser cosa de la edad.

__Es propia de la época del año.
__ ¿Verdad? La Navidad siempre me pone así.
__Yo también lo siento. __Matías se preguntó dónde estaría su hija, ella era parte de su nostalgia__. Tú eres de Chile, ¿no es así?

Pedro asintió. Todo lo de allí, se le antojaba a años luz de distancia.

__ ¿Y tú?
__De acá, de Buenos Aires.

Era muy fachero y simpático, Pedro aceptó de buen grado la sugerencia de ir a tomar unas copas en algún sitio, pero todo estaba bastante vacío y resultaba deprimente ir a un bar un día de Navidad, por lo que al final, Pedro lo invitó a su casa, una adorable casa que era su refugio, acogedora y cálida.
El comportamiento de Matías fue tan apocado que Pedro ni siquiera le reconoció al comienzo, una semana más tarde en tribunales. Era uno de esos tipos sin identidad, guapo, alto, rubio que pueden ser un compañero de estudios, el marido, el hermano o el amante de alguien.

__Perdona, Matías _dijo él ruborizándose al reconocerlo. Estaba distraído.

__No es para menos con los casos que llevas.

Lo miró sonriendo, y a Pedro le hizo gracia comprobar lo mucho que admiraba su trabajo. Beto debía de haberle contado una sarta de mentiras. Sabía que exageraba mucho cuando hablaba de él, contaba el caso de un violador, y asesino serial que lo había atacado en una celda y que él había reducido con llaves de judo y comentaba los casos que resolvía solo sin ayuda de investigadores, lo cual no era cierto, pero a Beto le encantaba contar historias de peligros con él de protagonista.

__ ¿Por qué cuentas esos embustes? __le había reprochado al regresar ese día, pero él no sentía remordimientos.

__Parte de ello es cierto.
__De eso ni hablar. Me he encontrado con Matías y poco cree que  puedo solo contra asesinos seriales. Ya basta, Alberto, por favor.

Mientras miraba a Matías, Pedro supo que su amigo había vuelto a sus andanzas.
__Las cosas están tranquilas de momento. Y a ti, ¿cómo te va?
__No del todo mal. Tenemos unos asuntos buenos. Gaby y Beto se han ido a pasar unos días con los chicos a las sierras de Córdoba, por tanto estoy a cargo del fortín.
__Ellos son muy buenos __dijo Pedro.

Matías lo miró, indeciso. Hacía días que deseaba llamarlo, pero no se atrevía a hacerlo.
__No dispones de tiempo para almorzar conmigo, ¿verdad? __le preguntó.

__Por casualidad, sí dispongo de un rato.
Pedro aceptó la invitación de Matías, y muy contento él eligió un restaurante con más marca que calidad. Aun así, fue muy agradable charlar con él durante una hora. Pedro había oído hablar mucho de Matías a lo largo de años, pero su trabajo por una parte, y la turbulencia de su relación con Diego, por la otra habían impedido que se produjera el encuentro entre ambos.

__Es tonto. Beto hubiera tenido que presentarnos hace años _le dijo.

__Creo que ya lo intentó _dijo Matías, esbozando una sonrisa.

No dio a entender que supiera nada de Diego, pero Pedro se había curado y estaba en condiciones de hablar de ello.
__Durante cierto tiempo, pasé por un periodo muy difícil _dijo.

__ ¿Y ahora? __preguntó, Matías, mirándolo con la misma dulzura con que había contemplado a su ahijada.

__Vuelvo a ser el mismo de siempre.
__Me alegro.
__En realidad, Beto me salvó la vida esta vez.
__Sé que estuvo muy preocupado por ti.
__Me comporté como un idiota supongo _dijo Pedro lanzando un suspiro. Creo que todos lo somos alguna vez o varias en la vida.

__Yo también lo fui en una ocasión. __Él lo miró__. Dejé embarazada a la  mejor amiga de mi hermana que vive en el interior durante unas vacaciones, como resultado, me casé, y nació mi hija. No sé qué me ocurrió, debí volverme loco o algo por el estilo, o estaba muy ebrio, puesto que soy gay, pero ella es muy bonita, tenía apenas veinte años, y  me tuve que casar sin apenas darme cuenta.
 A ella no le gustaba vivir acá, pasaba día y noche llorando, la pequeña Daniela vivió enferma seis meses, como resultado, al año regresó a su provincia, y sé de ellas tan poco como entonces. Fue la mayor locura de mi vida y no pienso volver a cometerla nunca más _dijo muy convencido__. Desde entonces nunca he querido tener relaciones serias con nadie __añadió con tristeza.

__ Por lo menos sacaste beneficio, tienes una hija. Bueno, no es que yo deseara hijos con mi ex, pero no me quedó más que haber perdido dos años de mi vida. ¿Ves a tu hija?
__Un mes al año viene a pasarlo conmigo _confesó Matías exhalando un suspiro__. Es difícil construir una relación en ese plan. __Siempre pensaba que era una situación injusta para la niña, pero ¿qué podía hacer? Yo no podía ignorarla__. Somos unos desconocidos el uno para el otro. Yo soy el que cada año le envía el regalo de cumpleaños y la lleva al cine cuando viene a verme. Pero no sé muy bien qué hacer con ella. Cuesta mucho hacer amistad con una nena de diez años.

Pedro pensó en las dos hijas de Diego.
__Desde luego. El hombre con quien salía tenía dos hijas y yo no sabía cómo trataras. Yo no tengo hijos y no eran como los de Beto y Gaby, de repente me encontré con dos desconocidas que me miraban como un bicho raro.
__ ¿Te encariñaste con ellas?
Les sorprendió lo fácil de la charla.
__La verdad es que no. No hubo tiempo. Ellas no vivían acá… al comienzo.
__Desde luego, has conseguido complicarte la vida menos que nosotros. Supongo que no sales con nadie.
__Por regla general, no. Pero aun así, me he causado bastante daño. Solo que no ha habido hijos de por medio.
__ ¿Lo lamentas?
__No. __Había tardado treinta y tres años en decirlo en serio__. Hay cosas en la vida que no están hechas para mí, y los hijos son una de ellas. Prefiero ser padrino.

__Ojalá yo hubiera pensado lo mismo. Por el bien de la nena. Menos mal que la madre se volvió a casar así esa pobre criatura tiene una figura masculina durante los muchos meses en que no me ve.
__ ¿Te preocupa? _Pedro se preguntó si sería muy posesivo con la niña como lo había sido Diego.

__Apenas la conozco _contestó él meneando la cabeza. Sé que suena horrible, pero es la verdad. Es como si cada año la conociera por primera vez. Y, cuando vuelve al cabo de otro año, ha crecido y es completamente diferente y se repite el proceso. Es un empeño inútil, pero puede que no para ella. Tengo esa obligación para con ella, y creo que en poco tendrá un novio, y me dirá que ya no vendrá porque se quedará con él.

__A lo mejor te lo trae __ comentó, Pedro y se echaron a reír.

__Dios me libre. Sería lo único que me faltaría .Pienso lo mismo que tú, hay cosas en la vida que no están hechas para mí. El matrimonio… los hijos.

Pedro sonrió, muy pocos expresaban esas opiniones, pero Matías intuyó que con él podía hacerlo, lo mismo que Pedro con él…

__

__Papá, Malena y yo iremos al cine, ¿nos acompañas? __ pidió Fabián.

__No hijito, vayan ustedes, estoy cansado y tengo una montaña de expedientes para estudiar.
__Ufa, pa. ¿Y José?
__No está, ¿acaso vos lo ves?
Perdón hijo, nos separamos, no quiero que se ilusione con más de lo que puedo dar.
__Pero… ¿Acaso no estabas bien con él?
__Como amigo, así es como lo veo. Anda ve, hijito, y deja de buscarme novio. Mi matrimonio fue bueno, para que alguien lo supere, debe de ser muy especial.

“¿Quién serás amor de mi vida? Es curioso, por años, solo soñaba con Juan, no me atrevo a decirle a mi hijo que ya no, que veo algo, a alguien sin rostro, pero que presiento que ya conozco. Y lo siento, como presente, creo que estoy enloqueciendo de tanto ver casos.
El momento perfecto junto a vos mi amado, con tu olor a primavera y tu boca preciosa que sabe a canela y miel en mi beso. Con el dulce murmullo del río corriendo al lado de tu ventana y la luna traviesa colándose a espiar cómo nos amamos.
Entre sábanas de seda nuestros cuerpos desnudos entrelazados y fundidos, se entregan a la magia del momento, en un encuentro cuerpo a cuerpo, luchando sin ser enemigos.
Sin prisa y con tiempo, arropados con nuestro amor, caricias y besos sabor a deseo. Nuestras manos como esposas atando nuestros cuerpos al derroche de la pasión. Nos arrebatamos el juicio y provocamos un festival sensorial. Suspiro...  y sueño mi sueño, no quiero que el tiempo pase y se congele el momento de amarnos. Tu llave de plata abre mi cerradura siempre.
¿Quién sos? No te conozco y te amo, sin embargo, sé que no estás cercano en el tiempo, no entiendo nada, es un lío lo que siento, pero cuando quieras llegar, mi amor nunca se va a apagar. Más que mirarte quiero amarte. Lo sé, y por eso dejé ir a José. Qué raro es todo, porque te presiento acá, en el trabajo, en mis lugares, y en mi cama.
Y me encantaría mirarte desnudo para sucumbir ante tus deseos que se mezclen con mis ganas de sentir tu cuerpo enredado con el mío aun sintiendo un cosquilleo por todo  mi ser al contacto con tu velludo cuerpo erizando mi piel que tiembla de placer. Ya nos estamos amando y aún no te conozco.
¿Que si te voy a hacer el amor cuando te cargue a la cama?
Sí, pero primero déjame mirarte, mis ojos se llenan de lágrimas por tu mirada sin tiempo, es una mirada de cielo tan clara como la luna, tan diáfana como la lluvia. Déjame que me mire  en tus ojos limpios, quiero verme la cara al besar la noche, tengo mis ojos tristes llenos de luces, la aurora teje el rocío para que lloren. Ahora sí,  secaste gotas de cielo con la ternura
de tus labios ansiosos de vino y fuego, tengo la vista llena de miel y sueños y el amor duele en la carne como un tormento.
Te cargo en mis brazos con mil caricias, desnudando tu ropa
no sin malicia, tu cuerpo lleno de duendes quema mis manos, la cama queda tan lejos como a dos pasos. ¿Que si te voy a hacer el amor cuando te cargue a la cama?
Siente tu cuerpo vibrar, vida mía, ya nos estamos amando en esta noche de gloria, con tus gritos  apagados y los silencios de mi boca.
Creo que estoy loco y debería ir a un psiquiatra, y sin embargo hace poco que siento estas cosas.
Aprendí un día a caminar descalzo,  a caer tantas veces y alzar el vuelo y desde el suelo vi lo bello. He caído y aprendido a levantarme, a que por muy duro que sea el golpe  ha de ilustrarme a no ser tan torpe o dar vida a mi vida por buscarme.
Me caí y con mis heridas me levanté por contar que es mejor  morir de pie  a que me vean sin saber qué decir,  sin seguir avanzando hacia adelante. De tanto caer en el piso hallé placer para en mi alma conceder  y por difícil me sea,  jamás retroceder aunque por dagas ande a satisfacer.
He caído en lo profundo del olvido donde el pasado compite a lo divino en ese lugar que formo y disciplino en donde tantas veces fui abatido.
Caer para mí ya no es nada nuevo y cada vez que caigo soy más bueno pues en eso que aprendo desordeno y de todo dolor a contar me atrevo. Caí en la oscuridad de un infierno  y logré ascender hasta lo más alto solo por ver esa cara en el asfalto  donde me ven crecer más moderno. Aquí llegué sin conocer contratos trabajando duro para un destino,  por eso aquel que juzgue mi camino que intente probarse mis zapatos.


Tengo un secreto que te llevaste con tu muerte, no lo repetiré jamás, porque he decidido  solo quedarme con lo bueno, Juan, que no ha sido poco.
Llegaste a mi vida en un buen tiempo, el momento adecuado, donde yo soñaba con un amor de toda la vida... nuestra vida.
El "amor" nos ilusiona, nos llena de esperanza y de sueños, de ganas por compartir, ternura, pasión, deseo. Dos vidas que se unen para andar en un solo camino, unidos.
Conocernos y ¿entendernos? ¿Comprendernos? Al menos ese era "mi sueño", una compañía, alguien a mi lado con quien compartir y trascender.
No me di cuenta el momento en que todo ese "amor" que decías sentir se transformó en ira y dolor, en desesperación, pues tras cada beso y cada caricia desahogabas tu frustración.
Callé, esperé, toleré, amé... pero nada parecía suficiente para vos.
Día tras día te transformabas en mi más grande temor, así como un día fuiste mi gran amor.
¿Escapar? No lo pensaba, seguía adentrado en mi amor, sentía que solo era una mala racha, un momento de descontrol de nuestra parte, ¡de nuestra parte! No... No de la mía, pues todo te di y vos retornabas en dolor todo mi amor.
Compensabas con arrepentimiento y lágrimas  las ofensas, los desplantes, los abusos... no, no te arrepentías, porque en cualquier momento y sin causa alguna descargabas nuevamente tu furia, siempre con un nuevo pretexto.
Hoy  logré despertar de esta pesadilla absurda en la que me permití naufragar y peor aún, sin tener a la mano un salvavidas que me mantuviera a flote, a salvo.
Hoy  desperté, te vi como lo que realmente eras, un verdugo sin sentimientos hacia mí, destruyendo mi sentir y dejando marcas en mi piel, que parecían no borrarse, huellas en mi alma.
Hoy me liberé, recobré mi valentía, mi amor propio, mi libertad oprimida. En verdad no hoy, sino antes de tu muerte, cuando al final montamos el teatro, en el escenario de nuestra farsa.
Hoy, soy yo, el hombre que te amó, que entregó cuerpo y alma, que volcó toda su existencia en vos, sin saber que eso, precisamente esa entrega sin límite me perdió y adentró en tu dolor  en tu frustración, queriendo dejar tu huella en mi alma. Y desperté, al fin, así sin más te vi y me fui, antes que el destino marcara tu partida, mas hoy te he perdonado, no estoy envenenado, y sé que puedo volver a amar, tal vez… Amar”.

CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS. CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.

18 comentarios:

  1. Gladys Fascinante, un honor leer tus letras que tocan el alma. Feliz fin de semana, abrazos!!!

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  2. Veronica Lorena Piccinino Lástima que Juan ya está muerto. Peto me gusta como viene la trama. Besos

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  3. Me gusta mucho el prólogo de esta historia de amor Eve...Pero porfi , ya se me mezclan tantas historias...Si seguís agregando sin terminar otras se me está haciendo un matete...Igualmente creo que va a ser una hermosa historia de amor entre esos dos personajes que tanto amamos a partir de Farsantes...

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    1. Perdón amiga, estoy con tanto dolor y agotada que me apareció y no me daba la cabeza para las otras que son tan complejas, ahora te dejo SUR, SIGUIENDO EL ORDEN, LUEGOEQUIVOCADO, LA CÁTEDRA, QUIZÁ CON UNA FALTA PORQUE TENGO QUE SALIR UN DÍA ENTERO, BESOTE. TENGO QUE TYERMINAR ATRAPADOS, ME LIBERO UN POCO DE COSAS Y LA ACELERO, BESOTE.

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