domingo, 16 de septiembre de 2018

EL EMBAJADOR. TERCERA PARTE. CAPÍTULO 16.

EL EMBAJADOR. TERCERA PARTE.
CAPÍTULO 16.


“…que nunca está de más agradecer, que nadie quiere estar solo, que ayudar es poder alentar y apoyar, que para sentir la vida hay que olvidarse que existe la muerte, que cuesta ser sensible y no herirse, ¿cómo hacerte saber que nadie establece normas, salvo la vida?”
Benedetti.
''He cerrado tantas maletas en mi vida, me he pasado tantas horas haciendo equipajes que no llevaban a ninguna parte''.
Carta a una señorita en París del libro ''Bestiario'' de Julio Cortázar.

… Previos.

“Qué hombre raro y apasionante. Te conocí pedante, grosero, desaliñado, y sin embargo… escapaste para ocuparte de anotar a mis hijos en el colegio. “Florián los llevará por la mañana y pasará a recogerlos por la tarde”.

 Además, das muestras de una preocupación sincera por el pueblo rumano y sus problemas. Sonia opina que eres el mejor. Parecen todos respetarte. A lo mejor eres más complejo de lo que creí. Pero todavía, no termino de confiar en vos, sin embargo quizá… ya te ame, Pedro Beggio, precioso seductor, sos… irresistible.

"...que el placer que juntos inventamos sea otro signo de la libertad".
Julio Cortázar y su amor auto nauta, Carol Dunlop.

__Señor embajador, permítame presentarle a su equipo, a los jefes de departamento __dijo Pedro con una seriedad que a Guillermo le asombró__.  Esta es Valeria Janklow, encargada de asuntos administrativos. Miguel Mendoza, encargado de asuntos políticos. Nancy hatfield, encargada de asuntos económicos, Diego Velásquez,  jefe administrativo. Marcial Thompson, de agricultura. A Santiago Malvárez, de relaciones públicas ya lo conoce. Eladio Gómez, de comercio y el coronel Marini, a quien también conoce.
Miguel Mendoza, asesor sobre temas políticos, así como también agente de la CIA tomó la palabra, y a Guillermo la mirada le causó escalofríos, mientras…  no adivinaba que Pedro mantenía la mirada baja por dos motivos, uno era que lo estaba dibujando, la fascinación que le causaba su rostro, no podía dejarla pasar.
“No temas, Guille, no temas”, se dijo para sí.

“Oigo unos mágicos cantos en los frondosos árboles llenos de aves y escucho maravillosas melodías, las aves agitando sus alas entre las ramas, entre las nubes y los rayos del sol, se siente una fresca brisa se sacuden sus brillantes plumas, corren y brincan de rama en rama, una mágica danza por la existencia que va y viene desde lo más lejano del universo el cual llega a mí, hoy mi alma vibra, como el aire del verano que estremece las penas de mi alma, es una soledad endeble y agonizante es indescriptible mi sensación.
Aquí me tienes a tus pies esperando una migaja de tu amor, no te quiero perder, me hace falta tu presencia, he agotado cada gota de mis lágrimas que son solo para ti, mis letras las escribo con lo más profundo que viene de mi corazón, estoy muerto en vida sin tu compañía porque tú eres la mejor persona  que llegó a mi vida, tú eres la luz y la melodía que me tienen en esta prisión y siempre seré tu fiel esclavo de las migajas de tu amor.
Tu belleza es celestial, y por ti estoy dispuesto a vivir o morir si esa es tu decisión, porque sé que tú siempre renacerás en este corazón enamorado y resplandecerás como la brisa fresca del amanecer, hoy me siento feliz de vivir con una ilusión, espero que la mano que toque la melodía del amor seas tú amor y así podré perecer en las sombras de la soledad o puedo ser el hombre más afortunado de tenerte junto a mí y que  juntos descubramos el nuevo amanecer y de rodillas agradeceremos a Dios por la oportunidad de estar juntos nuevamente.

No sé qué hacer señor embajador para amarte y que no se sepa, para cumplir con mi trabajo y reprimir este furioso deseo de huir contigo y olvidarlo todo, y sin embargo no podría, porque siento que no significo el todo para ti, no todavía, no hasta que no termines de confiar en mí, hasta que no entiendas tu real sexualidad y dejes de añorar la seguridad que te daba ella, tu esposa. “
__

Fue por pura casualidad que Guillermo se enteró de las reuniones que se realizaban a escondidas de él. Había salido para almorzar con el ministro rumano de agricultura. Al llegar al ministerio le informaron que el funcionario había sido llamado por el presidente.
Guillermo decidió entonces regresar a la embajada y convocar a un almuerzo de trabajo, para lo cual habló con su secretaria.

__Gaby, avísales a Miguel Mendoza, a Valeria y a Marcial que quiero verlos en mi despacho.
Gaby titubeó.
__Están en una reunión, señor…
Guillermo le notó un tono raro en la voz.
__ ¿Todo bien, Gaby? ¿Fue bien la cena con el coronel y Pedro?
__Sí, perfecto, ellos son amorosos, pasa que ellos, Mendoza y los demás están en una reunión con los demás encargados.

Guillermo demoró unos instantes en asimilar la información.
__ ¿Dice que se está efectuando una reunión de personal sin mi presencia? ¿Pedro Beggio está con ellos?
__Así es señor, y no, Pedro no está con ellos.
_ ¡Es inaudito, y sin embargo no será esta la primera vez!
__No, señor, lo siento.
__ ¿Qué otra cosa está sucediendo que yo desconozca y debería saber?
Gaby volvió a respirar hondo.
__Están enviando cables sin su autorización.

__ La revolución que puede estar gestándose en Rumania pasa a un segundo plano, tengo una peor aquí mismo, dentro de la embajada, ¿no es así, Gaby?
Perdón, no tiene culpa de nada, cite a todos los jefes de departamento para esta tarde a las quince horas. Y repito, a todos.
__Sí, señor.

Se hallaba ubicado a la cabecera de la mesa a medida que iba entrando el personal. Los miembros de mayor rango tomaron asiento a la mesa, mientras que los más jóvenes se sentaron en sillones contra la pared.

__Buenas tardes _saludó Guillermo sin la menor sonrisa de simpatía. No voy a hacerlos demorar mucho puesto que sé lo ocupados que están. Me he enterado de que altos funcionarios de esta delegación han estado reuniéndose a mis espaldas y al parecer de las de mi subjefe sin mi permiso ni mi consentimiento. A partir de este momento, la persona que asista a una reunión de esta índole, será despedida en el acto__. Por el rabillo del ojo veía a Gaby que tomaba notas. __También he observado que algunos de ustedes envían cables sin informarme primero. Según el protocolo del Departamento de Estado, todo embajador tiene el derecho de separar de su cargo y a designar al personal de la embajada de acuerdo a su propio criterio. __Se volvió hacia Marcial Thompson, encargado de temas agrarios. __Ayer envió usted un cable al Departamento de Estado sin mi consentimiento. Le he reservado pasaje de regreso en el avión que sale para Washington mañana al mediodía. Le comunico que no forma más parte del personal de la embajada. __Paseó la mirada furibunda por la sala. ___La próxima vez que alguien remita un cable sin mi consentimiento, o que no me brinde su total colaboración, esa persona viajará en el próximo vuelo que haya a los Estados Unidos. Es todo, señoras y señores.

Se produjo un silencio de estupor. Después, muy despacio, los asistentes comenzaron a levantarse e irse del salón. Pedro  había ingresado más tarde y se marchó con cara de intrigado.

Cuando quedó a solas con su secretaria, Guillermo preguntó:
__ ¿Qué le pareció?
Gaby esbozó una sonrisa.
__Fue la reunión más breve y efectiva que haya visto jamás.
__Bien. Ahora debo dar aviso a la oficina telegráfica.

Todos los mensajes que se envían desde le embajada en países de Europa Oriental se codifican primero. Se los pasa en limpio con una máquina de escribir especial, los lee luego un analizador electrónico en la sala de cifrado, y allí se los pone automáticamente en clave. Los códigos se cambian todos los días, y existen cinco categorías: máximo secreto, secreto, confidencial, uso oficial limitado e información no clasificada, la propia sala de cifrado era una habitación sin ventanas, con rejas y celosamente custodiada.
Sandy, oficial de turno, se puso de pie al ver entrar a Guillermo.

__Buenas tardes, señor embajador. ¿Puedo ayudarlo en algo?
__No. Soy yo quien a ayudarlo a usted.

Una expresión de desconcierto, cruzó por la cara de Sandy.
--¿Sí, señor?
__Sé que ha estado enviando cables sin mi firma. Eso significa que son cables no autorizados.
El hombre puso en el acto actitud de defensiva.
__Bueno… me dijeron que…
__A partir de ahora, si alguien le pide que remita un cable que no lleva mi firma, deberá entregármelo enseguida a mí. ¿Comprendido? __El tono de su voz no dejaba dudas sobre la seriedad de su intención.

¡Caramba! Pensó Sandy. A este sí que le tenían mal catalogado.
__Sí, señor. Comprendido.
__Bien.

Guillermo dio media vuelta y se marchó. Sabía que esa sala era utilizada por la CIA para remitir mensajes por medio de un canal negro, y eso no había manera de impedirlo. Se preguntó cuál de los miembros de la embajada pertenecerían a la CIA, y pensó si Pedro le habría contado toda la verdad sobre ese tema porque tenía la sensación de que algo se había guardado.

Esa noche, Guillermo escribió cientos de comentarios sobre los acontecimientos del día y anotó los problemas que esperaban resolución. Puso luego los papeles sobre la mesita de noche, y se asomó a la ventana, entonces lo vio.
“Miraba en un estado de abducción inducida, arrebatado pero en plena consciencia de espacio y tiempo pero desconociendo este sentimiento interno. Quería descifrar, entender los pormenores de este doloroso deseo de tener esto en la mano y sentir que vivía y moría en el mismo instante.
Una canción me vino a la memoria junto con una bocanada de angustia incontrolable, esa bella melodía de La Oreja de Van Gogh:
“Que recordarás las tardes de invierno por Madrid.
Las noches enteras sin dormir.
La vida pasaba y yo sentía que me iba a morir de amor
al verte esperando en mi portal sentado en el suelo sin pensar.”
“Morir de amor”, ese sentimiento tan estremecedor que sacude el corazón.
¿Por qué sentir esa extraordinaria fuerza que nos asciende y golpea contra el suelo sin contemplación?
 Muchas veces cuestioné la utilidad de este poderoso sentimiento que me visita cada tanto dejando en mi interior sangre y azúcar mezcladas de un modo que no se diferencian.
Acariciaba tus largos dedos mientras los rozaba llevado como con alas sagradas a las nítidas aguas profundas del amor eterno. ¿Cómo explicar el pensamiento embriagado, la sinuosa experiencia de recorrer esa delicada piel sin saberme ni muerto, ni salvo? Eso en mi mano eras tú pero también era parte mía.
Solté la posesión. Si tan solo pudiera retenerla… pero no. Te sonreíste, no habías notado mi muerte y resurrección. Jamás sabrías lo cerca que estuve de la pérdida de la voluntad. “Son míos”, declaraste poniendo fin a mi intento de afirmar jurisdicción. Lo intentaría otra y otra vez.”

__ ¿Qué haces acá?
__Supongo que acompañarte, intentaba decirte que supe lo de hoy, pero en la embajada no puedo hablarte, solo al aire libre o en la burbuja, cuídate, Guillermo, de verdad, hay gente peligrosa que puede hacerte daño, y yo no siempre puedo estar.
__Vete, Pedro, no pasará nada acá, y no quiero que los chicos te vean, así como te descubrí yo.
__Ya, me iré. Guille…
__ ¿Qué?
__Nada, solamente pedirte que si un día me pasara algo, ni dudes en regresar a nuestro país, no te quedes acá.
__No te pasará nada, Pedro. Ya basta. Buenas noches.


Por la mañana Guillermo entró al baño a ducharse. Cuando estuvo ya vestido fue a tomar sus apuntes y notó que estaban colocados en otro orden. “De lo que sí puedo estar seguro es de que hay micrófonos ocultos en la embajada y en la residencia”.
Permaneció unos instantes pensando.
Durante el desayuno, cuando estaba solo en el comedor con sus hijos, afirmó en voz alta.

__Los rumanos son maravillosos, pero me da la impresión de que en ciertos sentidos están muy atrasados con respecto a nosotros. ¿Sabían, chicos que muchos de nuestros compatriotas no tienen calefacción ni agua corriente, y que los baños no funcionan? __Fabián y Malena lo observaban con cara de curiosidad. __Supongo que tendremos que enseñarles a los rumanos a realizar ese tipo de reparaciones.

A la mañana siguiente,  dijo  Santiago Malvárez.

__No sé cómo lo consiguió embajador, pero le cuento que han aparecido montones de operarios a arreglar los departamentos.
Guillermo sonrió.
__Basta con hablarles de buen modo __ sentenció, enigmático.

Al concluir una reunión de personal dijo Pedro.
__Tiene que presentar sus saludos en numerosas embajadas y le convendría empezar hoy mismo.

No le gustó su tono, además, no era asunto de su incumbencia. La jefa de protocolo era Gaby, la de asuntos sociales Sonia, que no estaban ese día en la embajada.
“Es imprescindible _prosiguió, Pedro__ que visite las embajadas por orden de prioridad. La más importante…

__Es la embajada rusa. Lo sé.
__Le aconsejó…
__Señor Beggio, si necesito algún consejo acerca de mis obligaciones, se lo haré saber en su momento.
Pedro dejó escapar un profundo suspiro.
__De acuerdo. __Se puso de pie. __Lo que usted diga, embajador.

Luego de la visita a la embajada soviética, durante el resto del día concedió reportajes, atendió a un senador de Nueva York que recababa información sobre los disidentes y se reunió con el nuevo encargado de asuntos agrarios.
Cuando estaba a punto de marcharse de la oficina, Gaby le avisó por el intercomunicador.

__Tiene una llamada urgente, señor. James Stick, desde Washington.
Guillermo atendió.
__Cómo le va, señor _dijo.

La voz masculina retumbó en la línea.
__ ¿Puede decirme qué demonios está haciendo?
__Yo… no sé por qué me lo dice, señor.
__Obviamente. El secretario de Estado acaba de recibir una protesta formal del embajador de Gabón por su conducta.
__ ¡Un momento! Debe de haber un error. Yo ni he hablado con el representante de Gabón.
__Precisamente __le espetó Stick__.Pero en cambio habló con el embajador soviético.

__Bueno… sí. Esta mañana le hice la visita de cortesía.
__ ¿No sabe usted que a las embajadas se les concede prioridad según la fecha en que hayan presentado sus credenciales?
__Sí, pero…
__Para su información, en Rumania, Gabón está primero, la misión estonia es la última y entre medio hay aproximadamente setenta y cinco más. ¿Alguna pregunta?
__No, señor, lo siento si…
__Ocúpese de que no vuelva a ocurrir.

Cuando Pedro se enteró de la novedad, fue a ver a Guillermo a su despacho.
__Yo intenté advertirlo.
__Señor Beggio…
__Ese tipo de cosas se toma muy en serio en el mundo de la diplomacia. De hecho en 1661 los sirvientes del embajador español en Londres atacaron el coche del embajador francés, mataron al postillón, aporrearon al cochero e hirieron a dos caballos para cerciorarse de que el vehículo del representante español llegara primero. Yo le sugeriría que enviara una nota pidiendo disculpas.

No le quedó más remedio que tragarse el orgullo. Lo inquietaban los comentarios que oía en el sentido de que era excesiva la publicidad que recibían él y sus hijos. Hasta el Pravda, publicó una nota con la foto de los tres.
A medianoche llamó por teléfono a Orestes Moravia, calculando la diferencia horaria, y que por ella lo hallaría ya en su oficina. Moravia atendió de inmediato.

__ ¿Cómo anda mi embajador preferido?
__Bien. ¿Y usted, Orestes?
__Aparte de trabajar cuarenta y ocho horas por día, no puedo quejarme. Más aún, me divierto muchísimo.
¿Cómo le va? ¿Algún problema que pueda solucionarle?
__No es un problema en realidad, sino algo que me tiene un poco perplejo. __demoró un instante tratando de elegir las palabras para que no le entendiera mal. __Supongo que habrá visto la foto de mí y los chicos en el Pravda la semana pasada, ¿no?

__Sí. Me pareció maravillosa. Por fin estamos logrando hacer impacto en ellos.
__ ¿Hay otros embajadores que hayan recibido el mismo trato periodístico que se me otorga a mí, Moravia?
__Sinceramente, no. Pero el jefe decidió gastar hasta el último cartucho. Guillermo, ponerlo como vidriera de exhibición. El Presidente hablaba en serio cuando decía que deseaba presentar la imagen contraria del norteamericano antipático. Y como lo tenemos a usted, queremos lucirlo para que todo el mundo pueda ver un ejemplo de lo mejor de nuestro país.
__Le… agradezco mucho el cumplido.
__Siga trabajando con empeño.
Intercambiaron frases de cortesía unos minutos más, y luego se despidieron.
“De modo que es el Presidente quien ordenó semejante campaña periodística. Con razón consiguió que se me brinde tal grado de publicidad.”

Al cortar recordó las palabras de Pedro. Mal que le pesara, se sintió desalentado al observar la ausencia cuando se asomó desde la ventana, y caminó cuando ya todos dormían sin saber el porqué hacia el parque que rodeaba la mansión. Allí lo vio, parecía abatido, estaba sentado en un banco, con la mirada perdida en el cielo, tanto que no lo vio acercarse.

__ ¿Cuentas estrellas para dormir?
__Miro el mismo cielo que te ampara a ti.
__Pedro, no podemos amarnos, lo sabes, todo es muy complejo, además hasta hace un mes o dos estábamos casados… con mujeres.
La existencia no puede funcionar así, es curiosidad por lo nuevo lo que nos impele a unirnos.
__ ¿Y cómo funciona la existencia, embajador? __lo miró con abatimiento.

__La dimensión espacial en el ser humano, no está menos marcada que la temporal. De la misma manera que hay un tiempo sentimental y un tiempo histórico guardado en la memoria del hombre, el territorio está en nosotros, quizás, antes que nuestro ser histórico.
Nunca dejamos de pertenecer a la tierra de nuestras infancias. Todos los territorios de la madurez remiten a los territorios de nuestra niñez. Todos los paisajes, los vivimos desde los paisajes vistos con los ojos del niño que nunca dejó de habitar en nosotros.
Los bosques y los desiertos futuros, todas las referencias a nuestro verde, como los cielos que siempre los vemos a través de nuestro primer cielo, como los mares que surcamos a lo largo de la vida que siempre nos hablan del mismo mar, el mar de nuestro origen.
Cuando aprendimos de verdad las cosas importantes de la vida, fue en nuestra infancia. Entonces, todavía aprendíamos más con la felicidad que con el sufrimiento.
Con la madurez llegará el conocimiento de lo práctico, de lo coyuntural, de lo histórico, de lo prescindible.
Con la vejez, los territorios de la madurez se olvidan y entonces caemos en la cuenta que nuestros verdaderos lugares fueron los de la infancia…y vuelve la memoria de aquellos tiempos, iluminados por la luz de la felicidad.
Las vivencias nos ligan al territorio y a los espacios que son el recuerdo presente de los recuerdos.
La memoria espacial está ahí, en la calle, en las plazas, en los montes, en los jardines, en el desierto, en el bosque, en el mar, en los lugares más recónditos.
A lo largo de la vida vamos poseyendo lugares que hacemos nuestros por encima de otros. Lugares que van confeccionando el mapa existencial de nuestro territorio, que cuando acudimos a ellos, acudimos a los territorios fecundos de la memoria para revivir en ellos el recuerdo, porque sabemos que solo quien recuerda vive. Así lo siente Borges con su Buenos Aires:
“…Y la ciudad, ahora, es como un plano
de  humillaciones y fracasos.
Desde esta puerta necesito los ocasos
y ante ese umbral he aguardado en vano…”
Y el soneto termina:
“…No nos une el amor sino el espanto.
Será por eso que la quiero tanto…”

Los lugares no se llevan… dirá Borges…  los lugares están en uno… Nuestro paisaje natal, en aquel patio de vecindad; la esquina en donde se juntaba la banda del barrio; el portal aquel en donde jugábamos las tardes de lluvia; el cine donde dimos el primer beso a la vecinita de enfrente; la plaza de aquel pueblo, en cuya verbena, conocimos a la que sería nuestra mujer; la chabola perdida en el bosque, medio derruida, donde pasamos la noche cuando en aquella excursión a la montaña nos cogió la tormenta. Todos y cada uno de estos lugares son para el profano los lugares santos de su universo privado.
Mapa que dibujamos con las imágenes vividas y guardadas en la memoria y que recuperamos a través de la ensoñación de un espíritu en paz.
Mapa también de lugares con sus nombres, que hacemos nuestros, para así poseer el territorio de nuestro mundo.
Mapa individual, particular, que recoge la geografía humana del ser de cada uno, concretado en lugares, sitios y objetos espaciales a los que asociamos rostros, sentimientos y signos de nuestra infancia y nuestra adolescencia, que nos permiten hablar, de la geografía como biografía.

Bachelard nos dice que a lo igual que hay un ensueño del reposo, hay un ensueño del hombre que anda. Un ensueño del camino, del paseo, del sendero. ¡Qué evocadora palabra “sendero”!
Los montes que recorrimos en nuestra juventud, aquellas marchas y travesías, están unidas para siempre a la camaradería, a la confidencia, a la lealtad, a los cantos ante el fuego de la hoguera, al amor y al cansancio físico. Aquellos son nuestros montes, nuestros caminos, cuyas imágenes cuidamos y mantenemos vivas en nuestra memoria, de luces, de olores, de calor, de sed, de esfuerzo que, también recuerdan nuestras piernas y nuestros músculos, y que guardamos en la memoria de los cansancios.
Nuestro territorio, y especialmente el que habitamos en nuestra infancia, es un espacio, en el que habitar supone, como afirma Heidegger, algo más que residir en un lugar, puesto que con él establecemos una relación auténticamente existencial, una relación que recreamos en los posteriores lugares y territorios que vamos poseyendo y haciendo nuestros a lo largo de la vida.
Un territorio formado de lugares, porque todo lo que en el hombre es específicamente humano es, logos.
El arquitecto Christian Norberg Schulz hablaba del genus loci, del espíritu del lugar” con el que el arquitecto entabla, a través de su obra, una relación existencial.

En la perspectiva de las sociedades arcaicas, dirá Mirciade Eliade, que todo lo que no es nuestro mundo, no es todavía mundo. No puede uno hacer suyo un territorio, si no lo crea de nuevo.
Para Bachelard no se alcanza a meditar en una región que existiría antes del lenguaje. Por eso hay que nombrarlo. Para convertirlo en lugar.
El espacio captado y poseído por la imaginación no puede seguir siendo espacio abstracto o espacio indiferente entregado a la medida y reflexión del topógrafo. Es espacio vivido, no en su positividad física, sino con todas las parcialidades de la imaginación.
Esta relación existencial, precisa de una dualidad entre hombre y territorio, en la que tanto uno como otro se pertenecen mutuamente. Ello requiere abandonar el concepto de progreso que, ve el territorio como una posesión absoluta al servicio y disposición arbitraria del hombre.
Y es que no hay posesión real, si no hay entrega. Por eso el territorio como la naturaleza pertenecen al hombre en la medida en que este es poseído por ellos y vivido existencialmente. Por eso dirá Hölderling que es poéticamente como el hombre habita la tierra.
De igual manera que todos los territorios tienen su forma y su historia canónica, la tienen también de forma particular para cada uno de sus habitantes. Incluso los territorios que desde nuestra óptica occidental y urbana resultan inescrutables, planos y sin matices, tienen sus lugares, formas y significados específicos, para los hombres que los habitan.
En las grandes praderas argentinas, donde la vista se pierde en el horizonte, los pastores se orientan y se reconocen en el color de la hierba y en el olor de la tierra.
La selva amazónica, masa compacta e inescrutable de vegetación para el hombre urbano, es hábitat acogedor para el indio que se orienta y reconoce en los distintos árboles, en el musgo de sus troncos, en los colores, en la humedad del aire y del suelo, en los olores, en la señal que siempre deja el machete, en la vegetación de una antigua trocha ya totalmente cerrada.
La arena del desierto que ve con monotonía el europeo, son para el beduino, distintas arenas
de granos, colores y brillos diferentes. Donde nosotros vemos un mar uniforme de arena sin matices y sin historia, el ve un mapa cruzado de caminos, que lleva a esos lugares de encuentro y descanso que, desde cientos de años son los oasis. Arenas de la memoria, lugares donde habitan los genios del desierto.
Hasta en el mar, donde no existen riberas, encuentra el pescador sus lugares de referencia donde ir a pescar, orientado por el sol, por el brillo de la superficie o por la profundidad oscura de las aguas. En sus brazos guarda todavía la memoria, de aquel lugar donde libró la batalla con aquel gran pez, el mayor de todos, que se escapó en última instancia, y que él sabe, le sigue allí aguardando, desafiante y dispuesto para un nuevo duelo.

De la misma manera que guardamos un territorio de la memoria jalonado por lugares de posesión, por lugares amados, por espacios donde nos sentimos a salvo, protegidos y defendidos contra fuerzas adversas, por lugares que asociamos positivamente a nuestra vida, que nos permiten hablar de una logofilia, existe también un territorio del olvido, donde se apartan los lugares del desamor, del odio, del fracaso y de la pesadilla, que nos permiten hablar de una logofobia. Así el territorio como espacio homogéneo, se jalona tanto de hitos positivos que surgen como ensueños deseados, como de vacíos negativos que queremos olvidar, pero que el territorio, terco, nos los hace presentes una y otra vez. Porque el territorio, especialmente el de la infancia, nunca se olvida
¿Cuántas veces hemos cambiado de acera o hemos dado un rodeo para no ver un lugar que nos trae recuerdos ingratos? ¿Cuántas disculpas nos hemos puesto para no tener que volver a aquel barrio o a aquella ciudad de los malos sueños y recuerdos? Y por el contrario,  ¿cuántas veces cambiamos la línea recta por la sinuosa para pasar por aquel lugar al que asociamos determinado momento de felicidad? Ensueños de imágenes de la memoria querida y de la memoria olvidada. El resto, solo espacio vacío, amorfo, sin cualificar, sin marcar, sin nombre, sin existencia… espacio sin consagrar.
Territorios de la alegría y del sufrimiento, de la iluminación y de la oscuridad, de lo sagrado y de lo profano, de la alegría y de la tristeza, del nacimiento y de la muerte. Territorios de la existencia.
Este fue el de mi abuelo, pero debo confesarte que no logro sentirlo mío, y que sueño con terminar mi mandato, y alguna vez viajar a uno muy lejano, que por alguna razón me atrae más que otro.
__Eres culto, Guille, pero me temo que no me sirve la teoría, también he leído, y viajado más.
¿A dónde deseas ir?
__A…  Argentina. Me gustaría vivir en Buenos Aires…, alguna vez.
__ ¿Podría acompañarte?
__! Pedro!
__Digo, somos abogados, podríamos tener un bufete,  y allá existe el matrimonio igualitario.

Me enamoré de ti, de tus sueños pegados a los míos, me enamoré de tus ideas de amar, me gustó sentirme ese tu gran amor prohibido, pero amor al fin y al cabo, me enamoré de esos deseos que nos hacían sentir las melodías regaladas en las noches de luna, nuestras noches mi amor, me enamoré de esas ansias apasionadas  que me envolvían en un halo de paz, me enamoré  de tus caricias soñadas recorriendo mi piel, me enamoré de esas noches y madrugadas entre mis sábanas blancas, donde  me hacías sentir fuerte para encarar un nuevo día, me enamoré de ti sin más, vida mía.
Hoy y como siempre, esperaré a la noche para besarte, para cerrar mis ojos y poder olerte pues en mis manos dejaste aquel olor nuevo para mí, el olor del amor, un olor diferente que lo impregnó todo, que lo envolvió todo en mi ser y en mi memoria.

Algún día amor, la vida me pondrá ante ti y por fin podré terminar mi  deseo inacabado. Ya no existirán los cargos, ni títulos ni sitios extraños que te lleven a desconfiar de mí.
Porque te amo amor, te amo.

__4:00 a.m.  Siempre será mi noche favorita y la hora más hermosa del placer infinito. Es la hora exacta para encontrar tu cuerpo descansado y relajado después de tu arduo trajinar en las tareas de hombre luchador.
Los códigos nuestros funcionan a la perfección cuando suavemente rozo tus caderas con la yema de mis dedos en un rito tántrico y fluye una chispa de deseo y un serpenteo delicioso y sensual prepara tus poros en el nido del amor.
Precioso adonis que sin musitar un solo enojo te entregas a los brazos de Eros sabiendo que es justo el momento de entregarnos nuestras almas, de satisfacer los demonios de lujuria salvaje y comernos a besos, mi bello  subjefe de misión se transforma en el macho  de la cama y así nos encuentra el amanecer.
Gracias por existir y entregarme fantasías locas que fluyen en las horas. Gracias por ese interior que hay entre los dos, conjugando el arte de amar.
__Desperté soñando contigo, soñando sigo, que aun existes con lágrimas de quererte y volví a soñar para engrandar mis sentimientos que me querías. Por el mismo principio de mil finales
con ganas de amarte, aunque ya te amo porque tu piel que contiene mis besos sobre besos dados, que por muchos que te dé son pocos y sigo sufriendo por quererte aún más.
Me encuentro aquí porque estoy soñando contigo en el paraíso de tu cuerpo porque todo lo que anhelo lo tiene la belleza que te viste, el silencio y la paz de tus sueños que callados suspiran y lo mejor… que sabes a amor, amor del mío.
Hoy precisamente te soñé amor de mi vida, soñé un mundo perfecto, donde tú me abrazabas y me decías cuánto me amabas, cómo es que entras a robarme mis besos, cómo te atreves a robarme mis sueños, despierto y me doy cuenta que no es mi realidad que no estás aquí.
Soñé que me tenías en tus brazos, que me besabas tiernamente, que mirabas mis ojos y que nos perdíamos en ese beso de amor, tu mirada se me clavaba como puñal al corazón, mi alma decía te amo mi amor.
Sentí mil emociones, el palpitar de mi corazón latiendo tan fuerte, y aquí estabas y yo te acariciaba tu pelo, tu cara, eres ese hombre de mis sueños, de mis ensueños, y todavía oigo tu voz como el eco ensordecedor que grita un…  te amo mi amor.
Soñaba tu esencia, tus manos que me acariciaban, tus ojos al desvestir mi alma, seductor de mis besos, ladrón de mi piel, de mi boca, de mis besos, anhelo tenerte siempre en mi vida, pero solo estás en mi sueño...
Eres mi perfecto amor, eres mi ilusión, eres el amor de mi vida, quiero amarte mucho, con amor sin pausa, con amor sin termino, pero solo estás en mis sueños, vivo enamorado de ti, de tu boca, de tu aroma, de tus bellos ojos cafés que seducen mi alma.
Solo en mis sueños te tengo y te pienso, y solo te soñaré despierto, porque en mi realidad no te tengo y no sé dónde estás. Despierto pensando quién serás cuando te atrevas a amar.
Quiero ser el caballero que no tenga que ocultarse para brindarte un largo beso, ni necesitar parques oscuros para mirarte con deseo y susurrarte al oído lo que te espera esta noche.
A tu colchón y cabecera quiero ser tu amante secreto, pero amante al fin hasta que llegue el día de poder gritarlo, ese mismo en que no me veas como un enemigo ni desconfíes de mí, quiero amarte y que seas de esos hombres que pueden amar sin prejuicios por no haberse descubierto antes, sin sentir que el universo lo reprueba.
Ser tu amante al contemplarte provocando en tu piel una erupción de adrenalina que te recorra sin reparo, buscando en tu torso las laderas y esquinas.
Quiero ser tu amante pero no uno de esos  que están fuera de lugar  o son prohibidos,
no de aquellos que solo buscan satisfacer sus horas de placer no importando si entre sus pies
se llevan la tranquilidad de un  deseo. Quiero ser el caballero  amante en todos los sentidos, no el que busque que llegue  un día especial  para poderte  amar con un detalle y  hacerte el amor como poseído. Quiero ser tu amante al despertar, al mirarte  sonreír incluso si tu ser aún se encuentra dormido.  Quiero ser tu amante del cual puedas disponer como el más fiel e
indispensable amigo. Quiero ser el hombre que sí puede presumir  de tu apellido y de tu nombre, que pueda compartir contigo hasta los detalles más significativos y los cotidianos como al amor verdadero corresponde. Quiero ser el amante que en tu alma, tu cuerpo y en tu piel  tenga pasaporte, que pueda tomarte de tu mano, abrazarte por la calle y que la gente admirada hasta suspire al ver un verdadero ejemplo.
¡Para amarnos! Quiero ser tu amante pero no el que tiene el tiempo restringido, ni el que te tome  como uno de sus tantos amoríos. Porque yo quiero ser tu amante. El único, el exclusivo, el amigo. ¡El cómplice  y  el marido! Quiero ser el amante y caballero que te puede sorprender  con besos nuevos, que te pueda brindar una serenata como un detalle de romance. ¡Y sin cometer ninguna falta! quiero ser tu amante a todas horas, en todo momento que las horas al hacer el amor para nosotros sea una fracción de tiempo, que no tenga que ocultarte ni buscar lugares solitarios para poder gritarte que te  amo.
Quiero ser tu amante pero no el amante prohibido sino aquel que por ser el único sea elegido  por tu corazón.
El que no da motivo ni razón para ganarse una sustitución porque está presto  a tu deseo, a tu pasión,  a tus necesidades, a tus brazos y a tu oído.
Quiero ser todo eso, porque para ser amante ante Dios y ante la sociedad no necesita ocultarse a la hora de amar, no existen momentos especiales, ni tiempos libres disponibles.
Se es amante de tiempo completo porque el amor no tiene caducidad.
Pero solo hay una petición o  requisito, al entregarme por completo por favor no te olvides que existo, que mis ojos desean verte siempre con hambre, con la misma ansiedad de amar
Que no se acabe tu intención por sorprenderme. Que no se olvide de que el verdadero placer no está en la cama. Está en mantener la fuerza de esa llama, con la misma intención, con las mismas ganas, que tu atención no cambie para mí. Que tampoco deje de ser tu prioridad como la primera vez que me confieses que me amas.
Que nunca pienses que lo has dado todo porque cuando eso pienses, la distancia crece, es cuando se tiene la sensación de que el amor se acabó o desaparece y quiero ser eternamente tu amante. Despertarte todos los sentidos cada segundo de tu vida, quiero ser tu amante  de todas las formas conocidas  y desconocidas... Y te juro por mi corazón que ni por equivocación
tú podrás ser desplazado, igualado ni sustituido. No quiero ser amante de ocasión. Quiero, deseo y anhelo…  Ser tu amante de por vida.
__Pedro, no puedo negar que me gustas a rabiar, que te deseo, pero de allí a prometerte todo lo que dices, no sé si puedo.
__Schhh… No ahora, no lo pido para ya, recibiré lo que puedas darme, dejaré que tengas a otros, que te confundas y pruebes, porque sé que amabas a Silvina y no terminas de creer que puedas desear a los hombres, aunque me partas el corazón con cada uno,  recogeré los pedazos, porque sé que al fin me amarás, y ese día tú mismo los pegarás.

Oculto a los ojos de todos, la realidad  me abraza, me oprime,  falsa imagen me devuelve el espejo por las mañanas, el revés de esa imagen es un rostro desencajado,  piel con heridas de otoños en soledad,  labios resecos por los besos muertos arrastrados por el viento,  ojos inundados por lágrimas nocturnas al extrañar tanto el calor de tu piel que queme esta angustia de no tenerte.
En este mundo frío y vacío que es ese departamento, regreso tras cada jornada de trabajo, al cerrar tras de mí la puerta,  comienzo a hurgar por los rincones de mis pensamientos algo de ti que me llene de vida,  una imagen donde tu mirada se fijaba en mí, donde tus labios por mis besos esperaban,  palabras que tus manos  hablaban de amor,  tu voz que como canto de sirena atrapaba mis sentidos y llenaba de luz mi vacío universo.
Pero basta dar pasos hacia delante para sentir que comienzo a desquebrajarme porque siento aquí me faltas… trato de ir juntando desechos del hombre fuerte que afuera quedó para armarme de nuevo por amor a ti, vano parece este esfuerzo de llegarte, intentar abrazarte con estos verbos,  besos ocultos en estas palabras, simples escritos de pasión con los que intento a escondidas hacerte el amor.
En tus manos, en tus ojos, en tus labios,  en tu piel, en tu esencia, en ti se encuentra ese poder inmenso que es tu amor, que de tenerte aquí mis desechos regados en esta desolada habitación se juntarían para entregarse por completo a ti, para amarte,  para que llenes este universo oscuro y frío que sin ti es mi vida.
Ven amor mío… arma mis desechos con las caricias de tus manos, adhiérelos uno a uno con tus besos y la fuerza de tu amor, hazme entre tus brazos un hombre completo de nuevo para amarte en cuerpo y alma, que este amor viva más allá de los desechos de otoño que los años nos dejen en la piel.
Sabes amor mío que viajo cada día con tu nombre en mi pensamiento, hoy y como siempre te concedo permiso para que te impliques en mi vida,  que me cojas en tus brazos y bailemos lo que dicten nuestros sueños, hoy, y como cada noche dejaré la puerta abierta de mi alma, hoy quiero que me acompañes una vez más en la noche como lo has hecho esta en mis sueños, que seas mi compañero de ilusiones y fantasías, dejaré que tu labios me rocen la piel, dejaré que mis sueños se unan a ese suspiro que se escapa de tus ansias, déjame vida mía ser el dueño de tus noches, que el amanecer con su sol aún dormido nos despierte juntos, dejemos amor, que esa brisa que despeja la mañana nos acaricie el alma, y así hacer el camino de un nuevo amanecer.
Mientras, en esta espera eterna, el murmullo que mis sentidos hacen en mi alma adormecida, desea que me cobije, en el rincón más oculto de mi alcoba, quiere que cierre mis ojos, y que me pierda en tus besos, yo vida mía quiero brindar con el sabor de tus labios, y rebasar los límites del tiempo, donde, en un nuevo espacio sintamos ese suspiro ahogado de un beso, eso amor mío quiero, quiero enredarme en ti y cuando el sol se acueste en los brazos de nuestro mar, amarnos bajo esa luna naciente y enamorada, la confidente de nuestro sueño .
No dejes que las lunas se duerman, ellas al igual que yo necesitamos de tu amor.

Se encontraron tumbados observando las blancas y vaporosas nubes cuando de pronto el aroma francés los envolvió. Cuando volvieron la cabeza en lugar de hablar o pelear, Guillermo deslizó la mano bajo la nuca enredando los dedos en la suavidad del cabello  y acercó los labios a la tentación que llamaba en los de Pedro, sintiendo que tenía un conflicto con esos labios, porque ellos conocían la debilidad que él poseía.
Ellos insistían en enloquecer cada uno de sus sentidos cuando descarados se mordían sugestivos, sensuales y al contemplar la perfección de los contornos, le impelían a dibujarlos con la yema de sus dedos, con la punta de su lengua, cuando su sonrisa se transformaba en un soborno. Tenía un conflicto con esos labios que lo llevaban al deseo de pecar constantemente, al de guiarlos por montes y llanuras de su cuerpo, y no solo a sus propios labios. Y ellos se sometían, los había soñado, los había visto, a cada rincón de su cuerpo someterse, rendirse, y a los gruesos labios de Pedro perseguir con desvarío su placer, hacerlo enloquecer al solo roce, volverse un martirio en sus pausas que eran su delirio. Supo que entre ellos Pedro tenía un arma letal con un veneno capaz de paralizarlo, y era su impertinente lengua, que ansiosa podría pervertirlo, y a esa boca tentadora le gustaba verlo tensarse, sentir a sus músculos duros, o debilitados ante su ansiedad cuando era capaz de jugar en su deseo. Tenía un conflicto con esos labios… desde que ellos eran su fantasía, y en el deseo de antes de morir poder rozarlos y besarlos, y gritar al mundo que esa boca había sido suya.
Temiendo que alguien los viera, Guillermo apartó la cara y miró alrededor, pero solo la sombra de los árboles serían testigos mudos. Estaban solos, completamente solos.
Pedro sintió que lo embargaba una intensa excitación, o tal vez fueran rápidas pulsiones de valor, quizá temeridad, y obligó a Guillermo a tumbarse sobre él y profundizar el beso, labios hambrientos mordisqueando labios, deslizándose, chupando, lenguas empujando, hasta avasallar los dientes y entrar a explorar la exquisita cavidad, bebiendo la misma saliva, libando de los labios, el fruto y elixir de vida, donde todas las emociones reprimidas afloraron en el beso como un líquido torrente. Y no era un sueño, no era una fantasía erótica, no existía allí el mal, el bien, las reglas impuestas por una sociedad. Solo el deseo, solo pasión, acuciante necesidad de ser uno.
Guillermo le devolvió el beso con un deseo tan feroz y desenfrenado que Pedro se estremeció. Al aceptar su lengua dentro de la boca tembló de excitación porque comprendió que sin saberlo, estaba aceptando sin reservas su cuerpo dentro del suyo. Sintió la penetración, la espera cuando retorciéndose los dedos de Guillermo jugaron con sus pezones mientras emitía gemidos entrecortados, y al unir los ritmos de besos, y estímulos e iniciar el vaivén, sintió estallar en su interior el fuego de un volcán. Guillermo desatado de prejuicios no dudaba en trazar en su piel abrasadoras líneas húmedas, besándola, succionándola, mordisqueándola, deslizando su lengua por senderos de la espalda, y Pedro, lejos estuvo de sentir temor, angustia o dolor, era solo deseo, todo deseo, solo afán de eternizar el momento, y movió las caderas amoldándose al ritmo, deseando a ese hombre con alma, corazón y vida, amándolo con todo su ser. Para cuando Guillermo se tensó, Pedro sintió estallar su cuerpo dentro de él, y ya no hubo límites entre una piel, y otra piel, solo la misma, solo el uno.


__ En la oscuridad de la madrugada silente, un susurro apenas audible me levanta...  es el sonido de tu voz cuando me llamas, tan de repente, es tu respiración, son tus suspiros posándose en mi garganta. En ese instante, en que la aurora despierta en el ocaso, cuando me encuentro aún adormecido diez mariposas inquietas se pasean por mi regazo, y yo me despierto extasiado, pletórico de vida. Cual volcán ardiente que se despereza enfurecido despidiendo incandescentes rocas, fuego y magma, estremeciéndome hasta las cimientes,  he sucumbido... a los deliciosos deseos carnales que de ti emanaron. ¿Qué soy en tus manos? ¿Cómo impedir tu sutil dominio cuando con solo tu susurrante voz mi cuerpo despierta?
¿Cómo resistirme y evadir tu ataque si pierdo el raciocinio, si tu sensual voz, como el mismo sol, mi alma calienta?
No me resisto a tus besos, ni a tus fuertes brazos, eres el amor que llena mi vida, aprópiate de mi alma, de mis arrebatos, dame de tu amor, y yo te daré toda el alma mía.
Me invitaste a tu cama,  fuimos dos golondrinas en busca del calor que nos dio nuestra pasión
donde anidamos el placer de las primaveras de la piel. Atravesamos besos y caricias para llegar ese jardín del Amor que puede latir con cada sensación de nuestro ser que se vuelve demente cuando rozamos nuestros cuerpos en esa ardiente fogata de deseos y tentaciones de amarnos en cualquier rincón que motive  ese momento apasionado cuando palpitan acelerados
esos dos corazones danzando con su seducción y pueden fluir con sus sentidos para conquistar el alma con un amor en calma con sensibles mimos porque encontraron su destino.
Desvísteme despacio en la oscuridad de tus besos, en el frenesí de tus sueños, despójame de la prosa que envuelve mi alma, y atraviesa con caricias la poesía que invade mi corazón.
Tal vez, entonces, recuerde tus verbos aquellos que llevo grabados entremezclados con el sabor de tu aliento. Tal vez recuerde las rimas, que con tanto gracejo le dabas a tus composiciones. Tal vez vea el hombre que encierra la armonía de tu cuerpo, ese sin sentir que me hace enloquecer, cada vez que me miras con la dulzura de tus ojos, elevándome a tu paraíso celeste. Tal vez entonces, pueda cantar libremente todo lo que escribí para ti.
__ Aunque arraigado te tenga en mi vida y el tiempo y la distancia entre nosotros no exista,
aunque el desdén de tu silencio me castigue y este amor volver a ti casi me obligue.
No puedo volver atrás, la decisión ya está tomada y aunque me ruegues y me implores
y te humilles y me llores no te puedo volver amar, ¿sabes por qué mi amor?
Te amo tanto y no soy capaz de poder fingir solo para disfrutarte una vez más.
La vida tiene que seguir, unamos nuestras fuerzas por última vez, pero ahora será diferente  volaremos cada uno ilusionado buscando otro lugar, un ambiente diferente, otros brazos que nos estrechen, un amor que nos comprenda y que nos valore y cuide como a su más bella prenda.
Mi mayor deseo es que seas feliz, que la vida no retribuya el gran error que cometiste en mí, que el cielo te cubra y te brinde un feliz porvenir, y que encuentres un buen amor para que ya no te acuerdes de mí.
Aunque sé que un amor como el mío no se olvida fácilmente, no por importante, sino por transparente; viviré en lo recóndito de tu alma  y en cada palabra dulce que cuando llames estará presente.
Seré la sombra que acompañe tu caminar y aunque estés en los brazos de tu amado me tendrás presente en tu soñar; despertarás feliz con una sonrisa porque en cada sueño te volveré a amar.
__No. Nunca seré de otro, aunque deba esperar cuatro, ocho años o los que sean para liberarnos, Guillermo, no deseo otro amor, no me empujarás a un error, porque solo puedo amarte a ti.
__Es peligroso, Pedro.
__El temor me envuelve en el suspiro de la lejanía, sus pasos marcados hacia el precipicio de lo irreversible, historias plagadas de amor que ocultan su efímera existencia. Caminos que se pierden ante el límite, al filo de un abismo que provoca una distancia en el silencio de las almas. A lo lejos te encuentras batallando con tus fantasmas, sin darte cuenta que el tiempo corre veloz, tu mente prisionera de las penumbras, no consigues descifrar el misterio a tus preguntas. Indecisiones provocadas por tus propias dudas, no logras discernir lo que deseas entre la inevitable costumbre o el verdadero amor. Dios liberará tu alma y sanará tus heridas, en cambio yo seguiré luchando contra las horas eternas de mi soledad con la ilusión de convencerte que seré la respuesta deseada que liberará tus miedos al viento, siendo el dueño de tu corazón. Eres el mar con sus olas violentas, yo soy tu tierra de paz donde aliviarás tus tormentas. Distancias que respiran en la cercanía de deseos que emancipan nuestros cuerpos, donde sentimos el aroma placentero de amar en las brisas que gritan libertad. No es hoy nuestro tiempo de amarnos en libertad, no te empujaré a  dejar Rumania y el mundo que nos juzga, esperaré lo que sea necesario, y tal vez… algún día, sea Buenos Aires y ese bufete nuestro destino. Te amo Guille, no me creas si te digo que no te amo, no lo dudes si mis acciones parecen lo contrario.

___

El interior de la cárcel Ivan Stelian era mucho más sórdido que la fachada. Los pasillos eran angostos y de un color gris opaco. Había una jungla de atestadas celdas de barrotes negros en la planta baja y también en un nivel superior, custodiadas por guardias armados con ametralladoras. El hedor era intolerable.
Un guardia acompañó a Guillermo hasta la pequeña celda de visitas al fondo de la cárcel.

__Ella está allí adentro. Tiene diez minutos.
__Gracias. _Guillermo entró en la habitación y la puerta se cerró a sus espaldas.

Hanna estaba sentada ante una mesita desvencijada. Tenía puesto un uniforme carcelario y esposas, a Guillermo se le encogió el corazón pensando en Malena.  Miguel la había descrito como una jovencita, una bonita estudiante de diecinueve años. Sin embargo se le antojaba parecida a Malena porque no aparentaba tener más de diez años por el rostro demacrado y los ojos hinchados, además estaba desgreñada.

__Soy el embajador de Los Estados Unidos _se presentó.

La chica levantó la mirada y prorrumpió en descontrolados sollozos. Guillermo la rodeó con los brazos y trató de consolarla.

__Sch. Todo se va a arreglar, confía en mí.
__No, no _gimió la joven __. La semana que viene recibiré la condena, prefiero morir antes que pasar cinco años en este lugar.

__A ver, cuéntame lo que sucedió.
La muchacha respiró hondo, y al cabo de unos instantes, comenzó a relatar.
__Conocí a un hombre… rumano… me sentía muy sola. Me trató con amabilidad… y nos acostamos. Una amiga me había dado dos cigarrillos de marihuana. Fumé uno con él, volvimos a hacer el amor y me quedé dormida. A la mañana siguiente, cuando me desperté, él se había ido pero en cambio había un carro de la policía. Yo estaba desnuda. Ellos se quedaron ahí hasta que me vestí y después me trasladaron a este edificio. __ Meneó la cabeza desconsolada. __Dicen que van a darme cinco años de condena.

__No si puedo evitarlo.

Guillermo recordó lo que su colaborador le había dicho antes de partir hacia la cárcel.

“Usted no puede hacer nada embajador. Ya lo hemos intentado en otras oportunidades, una sentencia de cinco años es lo habitual para un extranjero. Si esa chica fuese rumana, probablemente la condenarían a cadena perpetua”.
__Voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para ayudarte.

__
Antes de ir  había leído el informe policial sobre la detención. Llevaba la firma del capitán Aurelio Istrase, jede del organismo de seguridad. El resto era breve, pero no cabía duda sobre la culpabilidad de la joven.

Tengo que hallar otro camino, pensó Guillermo. Aurelio Istrase, el nombre le sonaba, pensó en el legajo de funcionarios confidencial que le entregó James Stick en Washington. Allí había leído respecto al… que… algo sobre… Entonces se acordó.

A la mañana siguiente solicitó una entrevista con el capitán.
__Va a perder el tiempo _vaticinó Pedro__. Istrase es una montaña imposible de mover.

__No si sabes que el yerno del capitán tiene por costumbre acostarse con jóvenes turistas, hombres y mujeres, por igual __respondió Guillermo__, sugerirles sitios donde podían obtener drogas y comerciar en el mercado negro, y luego delatarlos.

__Vaya truco, embajador, creo que puede convencerlo, me ocuparé del traslado de los chicos al colegio, en tanto,  logra que esa chica sea trasladada en breve a Los Estados Unidos.
Válgase de su encanto, señor embajador.
¿Café?



CONTINUARÁ.


TERCERA PARTE-
LIBRO DE ANCLAJE: EL CAPRICHO DE LOS DIOSES. SIDNEY SHELDON.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.

22 comentarios:

  1. Leticia Romántico e intrigate, siempre bella trama, Eve.

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  2. Isabel Muy sentido lleno de sentimientos y belleza-

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  3. Un amor imposible por ahora pero incontrolable, Eve...Espero que no tengan que esperar tanto tiempo y que Buenos Aires sea el lugar donde sus sueños se conviertan en una hermosa realidad...

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  4. Veronica Lorena Piccinino maravillo Eve Monica Marzetti. La descripción de la boca y los besos de Pedro y ese encuentro romántico entre ambos fue hermoso... ese embajador tiene agallas y Pedro es un sol... gracias

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