martes, 18 de septiembre de 2018

“EL VIAJE”. CAPÍTULO 128.


“EL VIAJE”. CAPÍTULO 128.

“EL VIAJE”. 



__Gracias, Papá dos.
 __ ¿Cómo me llamaste?
__Papá dos, papá.
__Bueno, te perdono.
__ ¿Crees que estará bien? Digo, ya pasó por una muerte clínica y más hace dos años.
__Estará bien, nadie muere en la víspera de que nazca su nieta, anda ve, y apúrala.
Guiie, amor, despierta, está todo bien mi amor, despierta.
__Dime que lo soñé.
__No soñaste nada, pero despierta, vamos que está naciendo tu nieta, es más…  si tenemos hijos de Moni, también nacerán acá.
__ ¿Qué dijiste?

Guillermo abrió los ojos como platos y se incorporó.


“MEJOR TE INVENTO.

Estás alicaído, estás dudando,
no te alcanzan las pruebas ni las preces,
cada Dónde te ofusca, cada Cuándo.
Recorres el confort, las estrecheces
que quedaron atrás y es razonable
que reclames la vida que mereces,
las ventanas de paz, el techo estable.
Pero yo, te confieso, prefería
(cómo querés, hermano, que te hable?)
cuando tu vieja angustia estaba al día
con la angustia del mundo, cuando todos
éramos parte en tu melancolía.
Sé qué polvos trajeron estos lodos
pero saberlo no es la mejor suerte.
Inventaré quién sos. De todos modos.
inventarte es mi forma de creerte.”
*Mario Benedetti /


24 de julio de 2016.


__Ya amor, estará todo bien, tranquilo, ¿acaso tú no naciste en tu casa?
__ ¿Quién te dijo semejante cosa? ¿Me estás llamando viejo? _replicó Guillermo al tiempo que el llanto de los trillizos los hizo incorporar.

__No amor, bueno si tú naciste en un  hospital,  tus abuelos seguro que no, ya, ven que el lío despertó a los chicos y Moni se asustará con los tres llorando a coro.

Pedro intentó salir y Guillermo lo aferró del antebrazo clavándole una mirada asesina.

__Dime que fue un chiste.
__ ¿Qué cosa?
__Lo de tener más hijos en la casa, que mi hijo mayor no tenga cerebro no puede ser contagioso.
__Ya, vale Guiiermo, termina, Valeria está en trabajo de parto, el médico en la casa, no llegaría a ningún lado, termina, ya veremos, esos hijos no son ni proyecto aún.
__Guille, venía a… __Alberto resbaló al frenar ante ellos en el pasillo, Guillermo desvió la mirada al amigo.

__Dime que vos no, Beto.
__ ¿Que yo no qué cosa? Está naciendo Diana Elizabeth.
__Ni me lo digas, quiero saber si estás más loco que mi hijo, porque de estar planeando lo mismo para mi ahijada…  desde ya que los echo, levantas a Gaby y se van a su casa _bramó Guillermo ante la mirada asombrada de Gaby que llegaba.

__Guille, ¿qué sucede?
__Lo que seguramente saben y están planeando hacer, pero no quiero verlo. Que se use o una especialista lo avale no quiere decir que se aplique. ¿Acaso regresarían al siglo pasado sin autos o con televisores en blanco y negro?
__!Dios, Graziani! Cuando te pones así, quiero el divorcio en plena luna de miel, iré por nuestros hijos  o perderemos a Moni que es la única madre que adoptaron.
__!Pedro!

__Guille, va a estar todo bien, tranquilo, ven, ya que estamos todos despiertos, desalojemos los pasillos y esperemos en el living, Julieta preparó café y masas en tanto esperamos.
__ ¿Cuánto hace que está en parto? _interrogó Guillermo.

__Bastante, horas, lo último que supe cuando se encerraron es que tenía contracciones cada tres minutos, en cuanto  quieras acordar tendrás a la bebe en brazos, vamos __continuó Gaby que lo tomó del brazo con una sonrisa__. Si te deja más tranquilo yo iré a la clínica, no me dejaré poner anestesia, pero tampoco me animo a que sea en domicilio.

__Bueno, al menos una que no enloqueció.

Cuando Moni y Pedro los alcanzaron cargando a los trillizos, Belén y Paula venían detrás, y las nenas le tendieron los bracitos regordetes.

__!Papá! __lanzó Barby requiriendo la mirada.

__Toma Graziani, tu consentida no se callará si no es en tus brazos, ayuda en algo en lugar de seguir protestando.
__Mira Pedro, te aviso que  me has ofendido por todos lados, esto te costará tiempo y trabajo.
Venga mi nena hermosa. Con este quilombo que armó el desquiciado de Fabián las despertó, ya mi nena, venga con papá, y duerma.
__Guillermo, no tienen hambre ni están sucios, solo los llamé porque creo que necesitaban a los papás, parecieran adivinar que sucede algo especial.

Fabián se asomó excitado, y Guillermo le negó la mirada.

__Gente, no nació, estamos en eso, dice el médico que en minutos, solo salí a avisar que está todo bien. Pa ¿me oíste?

Guillermo elevó la mirada.

__Mira Fabián,  es mejor para vos que te ignore, no quiero  pelear ahora frente a tus hermanos o  sí quedarán traumatizados.
__!Guiie!
__Vos ni me hables, por ahora no sé con cuál estoy más enojado _advirtió a Pedro.

Julieta sirvió café en silencio, mientras Beto abrazaba a Gaby cruzando miradas cómplices.



__ ¿Sabes cómo aprendí a jugar al Truco hijo?  Y no me digas que no tienes tiempo o que no viene al caso. Me van a oír… todos.
Yo era un pibe y me gustaba ver a los viejos jugar en las mesas del club, entonces un día hacía falta uno para una partida entre cuatro y un tal Moncho, me dice: ‘Pibe ven, juega conmigo’, yo me senté y jugamos. En cierto momento uno de los rivales baja un cuatro de copas y yo le grito ‘¡truco!’ Mi compañero de juego se levantó, me pegó una bofetada que me tiró al suelo y me gritó en la cara: ‘¡Al cuatro no se le grita!’ Muerto de vergüenza me levanté del suelo, me senté en la silla y seguí jugando. Así aprendí, ¿entiendes nene? Anda a decirle algo… Eso era respeto y se aprendía así. No como ahora.  Viajamos a Chile a las apuradas, regresamos volando por temor a que llegara mi nieta, para  que recién hoy, peor, cuando está asomando la cabeza, vengas a decirme lo que planearon, y encima te apaña mi esposo.
__!Guiiermo! Estás asustando a las nenas.
__Te callas, traidor.
__No te pases, Graziani, que estoy grande para que me trates así.
__No lo parece si apañas a mi hijo.
Ustedes se sientan a la mesa, comen mientras no sacan la vista de ese aparato, se levantan cuando quieren sin siquiera decir: ‘Gracias, estuvo rica la comida’ o algo y encima no se les puede decir nada porque se ofenden. A mi papá, cuando tenía  ocho años el padre lo llamó para que alimente los cerdos y como estaba jugando a las bolitas, no lo escuchó. Una hora arrodillado sobre maíz lo tuvo. Se le caían los lagrimones pero lo hizo. Ustedes en la mesa no hablan, parecen muertos vivos pero antes no se podía hablar en la mesa, no hasta los  veinte años. Nosotros cuando éramos chicos escuchábamos a los mayores chitos, sin decir nada y si nos queríamos levantar, pedíamos permiso.
__Papá, está naciendo mi hija ¿puedo irme?
__Todavía no.  ¿Le avisaste a Ana al menos? No, seguro que ni siquiera.
__Yo la llamé, a todos, tranquilo _musitó Gaby.

__ La abuela un día estaba en el patio y su padre la llamó y ella que tenía seis años le gritó: ‘Ya va’, el padre vino y la llevó de la oreja adentro, le pegó un par de cinturonazos y la dejó sin comer hasta la noche. ¿Qué piensas que hacía la abuela de ahí en más cada vez que su padre la llamaba…? ¿Te harta escuchar esto, no? La juventud hoy en día no respeta a nadie.
Ojalá yo hubiese tenido a alguien como tienen ustedes, alguien que les quisiera explicar las cosas. Nosotros aprendíamos las cosas a los ponchazos, viendo, escuchando a los mayores con respeto. Respeto nene, eso es algo que ustedes no saben ni qué es, así está el país.
El servicio militar les haría falta a ustedes, qué bien les haría un poco autoridad. Salíamos hechos hombres de ahí. Los nenitos de mamá, salían hombres, hombres de bien, no como ustedes que son parásitos. No hablan nunca pero si lo hacen parece que solo saben decir: ‘Mamá me compras, papá préstame…’ Antes nosotros nos procurábamos lo necesario para vivir. A los cinco  años mi padre me llevaba a juntar leña con él. Si queríamos algo te decían: ‘Bueno consíguete un trabajito’ y si lo encontrábamos, le entregábamos el sueldo completo a nuestros padres. Orgullo sentíamos de ayudar en la casa. Parásitos… eso es lo que son.”

Los  padres de Pedro y abuelos de las nenas que habían estado escuchando el monólogo por un rato tras haber regresado del cine, se miraron irritados por la escena que se repetía a pesar de no haber hecho demasiado para que eso no sucediera. Amalia miró a su marido y le comentó en tono de reproche:

__ Eso lo aprendió de tu papá que siempre repetía  las mismas historias a nuestro hijo.
__ Cómo te gusta echarle la culpa al viejo, nunca lo tragaste ¿No? -respondió indignado su marido.

__ Arregla por favor ese tema -dijo ella restándole importancia a la pregunta cargada de resentimiento de su esposo.

__Papá, Amalia, no sumen que en parte en esto Guiie tiene razón, creo que ustedes no pueden opinar precisamente _dijo Pedro jugando con Francesca mientras José lo hacía con Moni.

__!Pedro!
__Tiene razón Amalia,  no me haré el santo ahora.

Los gritos de Valeria hicieron dar  un respingo a todos, los trillizos se lanzaron a llorar de nuevo.
__!Bueno! Ya, callados, que no es nada, está naciendo la sobrinita _los reprendió Pedro elevando el tono de voz.

__!A los peques no les gritas, Pedro, a mis hijos no!
__Termina Graziani, Fabián lo es y grande, y estos son míos también, no tienen motivos para estos berrinches como los tuyos.
__!Hijo! _ terció Amalia.

__ Un rayito de luz, entra por mi ventana, va derechito a mi cama y cuando me acuesto, bien ilumina a mi cara. En la noche oscura, no tengo miedo, mi rayito acaricia mi mano y me canta bajito: Estoy a tu lado.
Pelusa le tiene la luna, quien con su peineta, su bata de cola, su mantón y sus claveles, le saluda bailando por soleares _cantó, Pedro.
Y érase  una vez: Yo me preguntaba: ¿Qué tendrá mi rayito, que a su paso le perfuman todas las flores y adornan su camino de luminosos colores?
Además: Sediento por las tardes, se aproxima a la fuente que tienen los niños en el parque y con su agua cristalina se refresca con todo arte.
Y érase una vez : Al trasluz de sus rayos, hace un singular espejo, entonces y solo entonces, saca su peine, peina sus luces y mira su buen tipazo.
Y eso lo hace, queridos niños, porque es muy presumido, pero a la vez, es bondadoso y me cuida y mima cuando me duermo en su regazo y no hace ruido porque es también muy cauteloso.
Mis queridos niños, siempre en las noches vela mis sueños, me protege de inquietudes, me cubre con su calma, me deja su almohada, su cama dorada y en la alborada me abraza para que no sienta miedo hasta la llegada de las luces del alba que cada día son las primeras en levantarse para abrir la puerta a la aurora y a todos los trabajadores del campo, que madrugan para hacer sus trabajos en la tierra, arándola y plantando nuevas simientes para que después podamos comer todos los humanos.
Y érase una vez: mis niños queridos aquí termina mi cuento y nunca olviden  que un rayito de luz es alimento del alma y del cuerpo.

 El llanto que llegó  de lejos les impuso silencio a todos, Diana Elizabeth saludaba a sus padres, que entre lágrimas y risas contemplaban sus primeras respiraciones, entre los brazos de la mamá.
Cuando todos estaban en el pasillo, Fabián salió con su bebé en brazos a presentarla en sociedad, todos y cada uno, en especial el abuelo, pasaron frente a la nueva beldad Graziani que se presentaba al mundo en la casa del Delta.
Guillermo contempló la carita, y el sedoso cabello oscuro que le iba a caer según dijo la enfermera que acompañó a Fabián, y supo instintivamente que adoraría a esa nieta, cuando tropezó con la mirada anegada de su hijo mayor y lo atrajo al abrazo, cuando la enfermera rescató a Diana. La boquita rosa se movió y todos sonrieron.

__La mamá está bien, pero será mejor que la vean por la mañana, está dormida, me quedaré con ellas _balbuceó Fabián emocionado, mientras Guillermito tironeaba los pantalones en pos de ver a su hermanita.

__Pedro, puedo llevar a los trillizos con las nenas, ya se volverán a dormir _ ofreció Moni, cuando Fabián entró a la habitación con sus dos hijos, y el resto secaba las lágrimas.

__Iremos contigo, al menos hasta que se duerman, no pareciera que tengan muchas ganas _dijo Pedro alzando por el aire a Francesca que cuando Guillermo iba a lanzar el reto, se retorció de risa con su papi.

__No sé cómo les gusta esa cosa que revuelve el estómago, vamos, a dormir, todos.

El teléfono sonó, y Julieta le pasó el llamado a Guillermo, las miradas fueron a él.
__Melina, ¿que tu padre qué?
__Guiie…
__ ¿Otra víctima? ¡Qué malparido!
Bueno, ¿crees que podrás ir con ella al estudio? Te esperaremos en la tarde, porque acaba de nacer mi nieta,  bueno. Intentaremos que nos cuente.
Las esperamos.
Cortó.
__ ¿Otra víctima del acosador, una violación? __interrogó, Pedro.

__No del mismo precisamente, pero sí, otra chica abusada, una amiga de Melina, vamos peques, a dormir, que los papás tienen mucho trabajo, no es hora de que anden despiertas, ni las chicas.
__Albert, tengo calor _dijo Gaby que se ruborizó, las miradas se dirigieron a ella.

__ ¿En pleno julio? __le dijo Guillermo.

___La calefacción Guille, en estos días no encuentro forma de refrescarme, y mi niña contribuye a agravar la situación, ahora que Diana nació ya quiero ver a Betsy, siento que el cuerpo me va a estallar, a más calor que tengo pareciera darme más puntapiés __dijo sonriendo.

__ ¿Y si te ve el médico antes de que se vaya? __propuso Beto.

__No Albert, estaré bien, deseo verla, pero todavía faltan tres semanas. Menos mal que solo faltan semanas, empiezo a pensar que no podré soportarlo por mucho más, además tiene el cuarto en casa preparado __afirmó Gabriela apoyándose en Alberto.

__Vamos con los ya nacidos entonces, a la cama todos,  ¿viste Guille tanto quilombo que armaste?
__Ya Beto, suficiente, estoy enojado con medio mundo, y tengo una violación sumada al degenerado que está esperando el juicio, no eches leña al fuego.
__Beto, avisa cualquier cosa _advirtió Pedro al tiempo que las nenas empezaban a adormilarse, y emprendían la marcha cada uno a su habitación.

Guillermo abrió la puerta de la suite sonriendo cansadamente al recordar la carita de su nieta, hasta que se deslizó al bello rostro enfurruñado de Pedro que resopló tumbándose en la cama.

__ ¿Estás enojado?
__Se supone que tú lo estás, ya lo dijiste, estás enfadado con la humanidad, Graziani.
__Pedro, no me provoques, que tenemos un caso difícil.
__Tú eres un caso…  complejo.

En virtud a la verdad te seré franco amor mío, te sueño como mi eterno amante enamorado, te sueño por necesidad de verte y pensarte en mí,  es la confesión que traslada mi alma a la tuya, pero por momentos eres insoportable.  Estos ratos los escribiré en el libro del viaje con toda la magia y energía posible para que cuando me recibas en la noche y entres en mi sueño enamorado te sientas morir de amor, solo así vida mía, sabrás cómo te amo.
__Pedrito, me asusté, y vos me provocaste, no quiero tener hijos que nazcan en la casa, en verdad  no  usarías cosas del siglo pasado, ¿verdad?
__Ya veremos, en todo caso, de tener más hijos, no haría nada que no quisieras, lo sabes, pero le debes una disculpa a Fabián, puede que nos educaran como dijiste, pero bien sabes por lo que pasé, no era ideal ni lo es aprender la vida a golpes si puedes hacerlo en amor, supongo.
__Ya cielito, me tomó por sorpresa, y se arriesgó demasiado, pero bueno, supongo que ya pasó, la nena está bien, pesó tres kilos ochocientos, es igual a él…
__A ti, es una Gracianita.
__ ¿No vas a escribir mis berrinches en el libro, o sí?
__No lo sé, tendré que pensarlo. Estoy enojado ahora.
__Yo lo estoy.
__Yo más.
__Amorcito, ya, que tenemos una violación.
__ ¿Lo ves? Eso es una tragedia, y nosotros solo tenemos hechos para festejar la vida en esta casa, no para tus berrinches, me hiciste enojar con los peques.
__ ¿Me das un beso?
__ ¿De Judas?
__De amor, no de traición. Ya Pedro, estamos de luna de miel, te recuerdo.
__Aquí en el altar de mis pensamientos donde viven mis sentimientos ahogados, aquí amor mío, nace por ti todo lo que nos lleva a soñar, lo que nos entretiene dejándonos al margen de lo divino y lo humano, aquí, emprendemos ese vuelo que nos hace soñar sin límites, que deja
en las puertas del infierno esta soledad, compañera de ausencias y olvido, dejándonos libres para amarnos bajo los reflejos de esa luna enamorada. No pelees por tonterías, pensé que los celos y  berrinches quedarían en la vida pasada.
Me he vestido de pasión y amor para ti esta noche, he marcado el camino y lo he llenado con los pétalos de las flores que dejas cada día para mí, también te he dejado palabras y suspiros ahogados, entremezclados con el deseo, se quieren salir de nuestro sueño, este sueño prohibido  un día donde  a veces navego solo por las aguas de ese mar de pasión y ternura, donde cada momento de letargo y enojo solo en ti suspiro, solo en ti me encuentro y te siento abrazando todo mi cuerpo, y ese instante donde son tus ojos los que me buscan acariciando mis labios, con un suave roce de miedo y ternura, miedo a encadenarnos y perdernos con todo el cuerpo, en el abismo de la pasión y pecado donde vive nuestro sueño.
Así te sueño mi amor. Te amo, felicitaciones, abuelo.
__ ¿Me seguirás amando ahora que soy abuelo?
__Qué dices ahora, Guillermito tiene cinco años.
__De mujeres quise decir.
__Más, te amo, gruñón, lo sabes y te abusas. Me miraste y fue ahí donde sin saberlo me besabas con tus ojos, cuando juntamos nuestras bocas acariciabas mi alma al tocarme con tus labios, en ese abrazo que nos dimos sostuviste mi corazón  al rodearme con tus brazos, te adueñaste de mi alma, sucedió sin planearlo o tal vez el destino  ya lo había hecho por nosotros. Y me sorprendió… un frío que hería las venas cuando me alejé aún sin saber que te amaba, un cuarto vacío con imágenes ausentes, voces en el aire sin poder escucharlas ceñir la soledad como única compañía.  Lo vivido en la Toma bailando en mi mente,  las manos  trémulas ansiando  caricias perdidas,  los labios anhelando  el calor de los tuyos, la piel que añoraba  tu dermis como única prenda. Y cuando llegaste a Chile ese correr al abrazo, la jaula que me asegura del frío del afuera, y luego volver a la ausencia durmiendo entre extraños olvidando sueños, no rozando tus anhelos ni caminando a tu vera cuando creí todo perdido, nada de lo de hoy  lleva a discutir o armar el lío de hace un rato.
__Esta tarde me he dado cuenta que esta forma mía de amarte es muy especial, ya lo hablamos muchas veces. Lo que siento en mis adentros es algo muy parecido al amor de juventud, no te sonrojes amor, puedo sentirte cerca casi erizándome,  cada vez que me hablas siento burbujas en mi sangre, me quemo en tus labios cuando sueño tus besos, no me opondré a que fluyan sentimientos delirantes, les dejaré que se apoderen de mis sensaciones y te hagas dueño de mis besos lentos, hoy amor mío apuesto al amor y me dejaré morir en la ternura de tus ojos.
Volveremos a sentir aquella sensación desbocada por los latidos de nuestros pulsos, estoy seguro, volveremos amor  a respirar profundo la emoción de aquel momento  donde perdimos la noción del tiempo, a mí no me esperaba nadie, tenía todo el tiempo del mundo para vos, fue el instante más maravilloso de mi vida, sin pensarlo, dejamos en nuestra alma las huellas imborrables de un amor que nacía,  hoy, buscando los verbos cómplices del amor me encuentro a solas con tu recuerdo, esos verbos que se escriben cuando tu mirada refleja en la noche el paisaje de mi corazón, lo sé vida mía, sé que me sueñas en tu piel, ahí donde se realizan los sueños, donde es tangible la felicidad deseada, mientras yo me imagino tu
rostro se ilumina con una sonrisa cuando me sueñas al leer mis verbos. Te amo vida mía. La miel de tu piel. Hagamos las paces, que tenemos un día complejo.
__Cierra tus ojos, calla no digas nada, solo déjame amarte, con toda la intensidad de mi alma, tengo sed de tus besos, de tu cuerpo, de tu piel, de todo lo que posees. Quiero memorizar tu cara, tu sonrisa, tus ojos color café, tu rostro, tu boca, tus labios, en fin,  todo tu ser inmortalizado el momento exacto en el que te puedo tener.
Y con cada palabra crear un retrato que hable de ti, de tus sentimientos,  de tu sentir, y así amarte sin fin, como lo que quiero escribir de ti, porque son escritos que nacen sin pensar, que salen del alma y de mi corazón,  palabras que solo afloran para ti.
Y lo más bello es lo que siento cuando beso tu rostro, acaricio tu cabello con mis manos y voy más abajo y te deseo tanto, cuando de repente llegan tus labios a mi cuello.
Huelo tu fragancia, tu aroma y tu esencia se penetran en mi piel, esa esencia me excita, la percibo, la saboreo, la acaricio y la tomo, para que nunca te puedas escapar.
Y veo que tiembla, que late más tu corazón, y que las palabras que susurro a tu oído son palabras sin pensar, son palabras vanas, sentimientos, emociones, y locura que ya no serán secretos.
Y aquí precisamente te siento entre mis brazos, entre mi cuerpo, entre mi piel, y entrelazamos nuestros cuerpos, se han vuelto uno, y somos el uno para el otro.
Oleadas de pasión y deseo, juntos haciendo el amor, nuestras manos se deslizan suavemente en cada parte de nuestro ser, pasión ardiente  quema nuestros cuerpos, como volcanes en erupción.
Subimos juntos al firmamento, a ese universo de nuestros excitantes cuerpos, y te abrazo y me abrazas, y ahí quedamos paralizados en ese acto tan perfecto que es la pasión de nuestros cuerpos, fugaces como las estrellas, tras el estallido al unísono.
Calmados estamos de tanto amarnos,  agotados por esa hazaña tan voraz, sueños quedan de otra vez realizar este acto tan sublime de los dos simplemente porque nos amamos con loca pasión y deseo.
__Qué  bello fue haberte encontrado y más cuando robé un beso de tus labios, en un breve instante pude descubrir lo que es la magia del amor, deseaba que este amor fuese correspondido, fue un momento vivido en mi alma, en mi corazón y en aquel bello día en que te conocí.

Te deseo por tu manera de ver la vida llena de bondad y anhelaría vivir en tus sueños como una chispa de luz al final de la oscuridad y por tu tierna valentía, ahora después de aquel beso robado, que me ha llenado de alegría.
Hoy me sigo cuestionando y espero una respuesta ¿qué es lo que debo hacer, en este gran momento en el cual me he enamorado del ser más angelical que ha cruzado en mi camino?, te amo, Pedro, sos mi gran amor, solo hay una cosa la cual me gustaría saber…  si este amor que siento hoy por vos es correspondido, porque vos sos lo más importante para mí.
__Lo único en mi vida.
Con una mirada se desea el reflejo del ser amado en tus pupilas, y que quede grabado por siempre en tus retinas.
Con una mirada deseas amarle y que te ame por siempre, que recorra tu alma y tu mente, y que te brinde su amor eternamente.
Con una mirada se desea ver su cuerpo vestido solo con su desnudez, que ni haya inhibiciones ni reproches, que no tengamos vergüenza ni pudores.
Que no hay paisaje más bello que la desnudez de tus amores, sin prejuicios ni temores, lucir tu piel al viento, desnudar tu alma y tu cuerpo.
Brindarte por completo en alma y cuerpo, sentir esa mirada que estremece nuestro centro, que se crucen nuestras miradas, y con ellas decir la pasión que llevamos dentro.
Disfruto tanto de tu presencia,  más que aquella copa que sostiene mi mano, aquel día que mis ojos te miraron no pude evitarlo y de de ti se enamoraron, mi corazón tocó tu alma y un tierno beso se dieron, brindando contigo en mi pensamiento por el hecho de haberte encontrado, cómo no escribirte hoy cuánto te amo si mis letras gritaron lo que antes callaron, tus labios tienen ese dulce sabor que me hace volar al mismo espacio donde feliz me pierdo, quiero amarte despacio,  beber de ti como este rico trago, mucho tiempo buscando y de repente llegaste llenando en mí todo, agradezco y te mando un ramo de rosas bello, es hora de hacer realidad nuestro sueño, si mañana muero entretejidas tengo en mi alma palabras que me anudan los sentidos, pidiéndome a gritos que escriba para ti, ese poema de amor en las coordenadas perfectas para que se instalen, en ese corazón tuyo prisionero en ese océano de soledad.
__

Las manos se cerraron posesas sobre las caderas, los cuerpos unieron las piezas como Lego, bajo las palmas ardía la piel, hundidos cada uno en brazos del otro,  a la mirada siguió el beso sin oponer resistencia, los labios de uno cedieron a la persuasión de los del otro, y el ardor del propio deseo. Enseguida experimentaron la sensación mágica de siempre y ninguno de los dos supo cuánto tiempo pasaron besándose de aquella manera entrañable. Un beso solo… no bastaba pero no era ese único  y seguro acto creador lo que buscaban: era la avalancha que sin demora ni ritos les provocaba.
Se besaron sin miedo, al grado en que el sol congelaba de celos, sin temores quitando los miedos que torturaban, sin pudor al punto que la gente envidiaría sus actos, con pasión hasta que la luna se ruborizó con su candor, se besaron despacito deteniendo el tiempo en la marcha, al ritmo de las respiraciones y de la propia canción creada por el amor, y en cada beso fundieron los labios al ritmo emocionado del baile de los cuerpos, se besaron aprendiendo el sabor a café, emborrachándose en el elixir dulce del otro, se besaron con prisas, luego con parsimonia guardando en esos besos la adicción de uno por el otro. Se perdieron en el beso, la mayor entrega física, la mayor intimidad, la dulce entrega y renunciamiento, sed que no se apagaba bebiendo, de la nada tímidamente seguía surgiendo como el encuentro mágico de los labios,  como esa ansiada golosina que debe saborearse compartida, para que en la hora de la despedida  los celos no puncen con su espina.  Música, magia, canto y  juego brotaban  de la chispa de un beso  mientras en los labios quedaban presos.
Era el sabor eterno de la vida, a través de los párpados entornados, al no ser jamás un beso olvidado  aunque del corazón sangrara alguna herida.  Y el juego continuó con besos de miel por la piel porque ninguno de los dos deseaba que terminara, en la dulzura de la piel con sabor a sal y miel se deslizaron los labios, motivo por el que estaban sedientos del amor del otro,
estando siempre presentes en la mente sintiendo los deseos por el otro, renaciendo hasta que perdieron la razón destrabada en el pecho para poder verse con ojos del corazón, en los ojos para ver el alma. El sabor de la piel desataba la locura, deseosos de entrelazar un cuerpo con el otro, donde los hilos fueron las caricias anhelantes, los apasionados e incandescentes besos en los que suspiraron las almas y los corazones colmándolos de dicha. La miel y sal de la piel y del mismo sudor abrigo de mutua sensualidad donde  derramaban  los sentimientos, envolviéndolos con pasión desbordada, degustando el sabor miel de la dulce piel y absorbiéndose  hasta alcanzar la locura. Estaban deseosos de que las manos atrevidas recorrieran los cuerpos, que las bocas se enredaran besando el elixir de la piel para desatar la quimera y la locura y asfixiarse de placer en la miel de la dulce piel.
Dilatando el momento hasta que los dos temblaron, continuaron besándose con avidez y profundamente, intentando no perder el control, deslizando las manos, palpando a los músculos tensándose, dando todo, aceptando el beso sin reservas, aferrándose a los senderos de la espalda, esculpiendo carreteras y senderos con caricias, sin pizca de reticencia ni aliento, apretándose sensualmente los cuerpos, restregándose las caderas y cada pieza amoldada, invitando siempre al beso entreabriendo labios anhelantes, las lenguas entraban a entrelazarse invocando allí a los demonios de la pasión, encendiendo la chispa cuando todo lo demás carecía de importancia, con las mentes febriles deseando la culminación, la plena satisfacción, claudicando enojos y voluntades, colapsando los sentidos, las fuerzas, cada partícula de cordura, solo encendiendo el deseo en cada poro y átomo con frenesí, en réplica del ajeno, ansias contra anhelos  en derroche,   con el único fin de unirse en el uno, deseo que los embargaba con fuerza y potencia irresistibles.
El deseo y la pasión palpitaban en las venas, corrían por la sangre, embebían las moléculas, se expresaban en las respiraciones entrecortadas, en los latidos desbocados, en cada caricia audaz que causaba un placer tan intenso que rayaba el dolor.
Cuando conteniendo el aliento Pedro se volvió, se concentró en sentir caer sobre él el peso del cuerpo de su esposo, deleitándose en la suave elasticidad de los brazos que lo rodeaban, del cuerpo que ondulaba debajo del de Guillermo separando las piernas, provocándolo, instándolo, y Guillermo apenas se deleitó en acariciar el sexo  y las nalgas percibiendo la humedad del deseo, el calor de la excitación, brotando de los labios una súplica incoherente. Pedro alzó la cadera en señal de invitación, movió las manos acariciándole los costados, los ojos brillantes se encontraron, y ya no pudiendo pensar en controlar la fuerza que los impulsaba, que los consumía, que impelía a poseer del todo, completamente, descendió hasta sentir que el calor del túnel pegajoso y húmedo envolvió a su palpitante umbría que penetró y se detuvo, para disfrutar del instante mágico, Pedro abrió sus muslos en franca invitación a que fuera por más, la emoción embargó a Guillermo, tan poderosa y profunda, que cerró los ojos retrasando la tormenta. Al abrirlos, respiró hondo, se dispuso a besarlo, los labios se encontraron, sus fogatas se encendieron, y lo penetró con una potente embestida comenzando el incendio feroz. Se movió en el interior de los mares de Pedro que se acopló al vaivén. Su cuerpo lo acarició de tantas maneras que ya no supieron distinguir quién era quién, eran un ellos, un nosotros, uno, mientras Guillermo embestía profundamente escalando ambos los peldaños de la pasión. Los dos se rindieron a ella, el calor primordial ardía entre ellos, los consumía, un fuego puro que quemaba todo enojo y fingimiento, que exaltaba la verdad y la emoción que habían forjado en sus llamas.
 Pedro lo aceptó ansioso, acogiéndolo, poseyéndolo, y siendo poseído a la vez. La estrella subió de prisa, sus cuerpos pugnaron y corrieron hacia su destino. Y el destino salió a su encuentro. Los aprisionó en su calidez, en su inagotable fuente de delicias, en exquisitas sensaciones que gritaron en el derrame de amor que los dos notaron. Unidos ascendieron, jadearon, estallaron al mundo en comunión y plenitud más allá de los sentidos humanos.

__Intenté dejarte extraviado en la locura,  sin fuerza fuiste rescatado por la razón, liberado por el amor en la tierra intranquilo  del deseo, donde agitaron los vientos  de tus besos debidos, avivando el fuego  de los pensamientos y como hojas secas  ardimos en el consuelo de sentirnos,  en el placer único y tan nuestro de amarnos.
En el suspiro distante nos encontramos  cada tarde, es mi pluma manos  desnudando tus encantos, tocando la delicadeza de tus más íntimos rincones, liberando los dedos en el pendiente de tus bordes prohibidos, cimas tentadoras  provocando con su exquisito paisaje, finito  deseo encausándolos al infinito consuelo  de sentirnos, el placer único y tan nuestro  de amarnos.
Frente al eco de los deseos hicimos el amor  en la cama de la ausencia, desbordando  sangre hirviente tus ojos desgarraban piel de los verbos latentes, consumías los besos  engendrados para nacer en tus labios, llovió  en la tierra seca de tu verano y destiló la miel  que tanto añoraban mis manos, somos silencios  amándose entre gritos, letras cautas con uña  de picardía, inocente poema con el consuelo  de sentirnos en el placer único y tan nuestro  de amarnos.
Empieza a hervir tu cuerpo cuando las yemas de mis dedos lo rozan y erizan tus bellos botones erectos que hacen lucir lo bello de tu pecho; flor de mieles para mis labios que al saborearlos caigo en el olimpo con los dioses.
Donde te rodeo de mis caricias, mientras leves gemidos de tus labios salen como un eco entre estas cuatros paredes hacen en mi oído.
Mientras mi mano sobre tu intimidad y subiendo despacio sobre tu vientre donde mi labios y lengua hacen el festín de un hermoso jardín de aromas de miles de efluvios que  emanan de tu cuerpo cuando lo hago mío.
Mi fiera que se volvía dócil cordero cada vez que te sometía a mis más perversas y bajas intenciones, ni el mismo desierto se funde como lo haces tú mi amante, en que esta noche mi ironía no tiene límite ante este amor.
_ Cielito, no quiero desbordarme ni pelear. Hoy estoy viviendo el otoño de mi vida y lo vivo a plenitud, con mucha conciencia. Consciente de que no es un día más o un año más, sino un día menos, un año menos, hoy ya no pido… deseo, esos días de querer, pedir  y anhelar han quedado atrás, hoy solo fluyo en la vida, si bien no pido nada tampoco me niego a vivir nada, aquellos tiempos de quererme comer al mundo, de anhelar y querer mil cosas hoy ya están muy lejos, hoy solo quiero tranquilidad, paz, y mi felicidad la baso en desear lo menos posible, en no poseer, en no querer esto o el otro, en no necesitar tanto, en alejarme y quitarme mis males mis defectos.
Hoy encuentro la felicidad en estar con mis hijos, en no pelear ni discutir, solo convivir con quien quiere estar bien y pasar un momento grato, sino pues solo les doy mi ausencia.
Hoy cada vez más busco dentro de mí, en mi ser en mi soledad, para encontrarme y esta soledad no sea más, y lo intento educando mi mente y mis pensamientos, sin ataduras sin cadenas ni aferro a nada ni nadie, ni a gente ni a cosas materiales, pues me queda claro que no es la ausencia de gente sino de mí, que todo está en nosotros y basta que en pienses el camino más importante, el sueño y anhelo de encontrarte a vos mismo, que lo que ha de pasar pasará y el que ha de estar estará y sino pues no, y lo acepto con entereza sin reclamo ni súplicas, más bien con dignidad y equilibrio.
Hoy solo vivo lo que me toca vivir, pues en realidad en este otoño que estoy viviendo me doy cuenta que he llegado a este punto con mucha satisfacción, ya me casé, viví una vida conyugal de más de veinte  años y me separé, volví a hacerlo con vos, ya tuve mis hijos, ya viajé,  ya construí, ya sufrí,  ya superé, he superado mis miedos, mis dudas, mis fobias, mis prejuicios,  en realidad soy muy afortunado, pues soy libre en todos los aspectos, soy el dueño de mi vida, de mi tiempo, de mis decisiones, de mi trabajo, de mi economía, de mi espacio y sobretodo de mi vida y cómo la vivo, hago honor a mi libertad con entereza y responsabilidad .
A mis cincuenta y tantos años soy libre pero sobretodo feliz, muy muy feliz. Y sí no debí enojarme, es solo que me asusté.
Pero la felicidad está en uno,  solo basta que la quieras tomar y la tomes, que los años solo son la cuenta del mismo ciclo que le llamas vida, que nadie es viejo ni joven solo está en tal o cual punto de su sendero, que más allá de lo que quieras,  sientas o te veas, el trayecto es uno y nadie lo puede cambiar, solo nos resta aceptarlo y aprender a fluir con él, que entre más te aferres más infelicidad, que entre más deseas más infelicidad, que uno no sabe menos por los años ni por qué sepas más eres mejor, que lo que realmente importa en esta vida son los hechos y lo que haces con esos conocimientos, con esas experiencias, que al final, todo está en vos y no en el mundo, que puedes estar en la primavera, verano u otoño de tu vida pero lo que cuenta es qué haces con esta, qué has hecho, y lo que estás haciendo en esta vida, así como lo que harás.
Que si ya sabes lo que eres, qué quieres ser, y sabes a dónde quieres llegar, si al fin no son los años que cumples, si no la claridad y el nivel de conciencia en el que estás. Hoy ya no cumplo años cumplo sueños, hoy solo hago, hoy voy adonde quiero ir, hoy solo estoy con gente muy selecta, pero principalmente estoy  conmigo mismo el mayor tiempo posible, con vos y con mis hijos,  hoy intento vivir cada detalle con la mayor conciencia posible, hoy en este punto de mi sendero solo vivo, disfruto y soy feliz .
Está bien amor, entiendo, ya pasó, quizá Fabián debió prevenirnos de su decisión, pero todo salió bien y tienes dos nietos preciosos. Te amo, en cualquier estación de la vida y de…  el viaje.

25 de julio de 2016.

Estudio Graziani y Socios.

__Es mi amiga,  doctores, de mis mejores amigas, nunca pensé que hubiese pasado por esto, no quiso venir hoy, me lo contó porque salió a la luz lo de mi padrastro, pero lo que ella vivió es mucho peor, y como la mía, su madre no le cree _dijo Melina afectada.

__Meli _ explicó Guillermo__, la denuncia debe de ser de ella, lo sabes ¿verdad?

__Lo hará pero solo necesita que lo sepan antes, me autorizó a relatarlo, luego ella podrá, lo sé.
__Está bien, cuéntanos, y déjanos todos los datos.
¿La violó el padrastro?
__El hijo del novio de la madre, y la madre no la cree, piensa que es imposible que ese chico rico haga algo así, y le reprocha que mienta.
La madre hace un montón de años que es amante y trabaja en la empresa de un tipo rico, ella cree que le debe todo, porque quedó viuda antes que naciera mi amiga, está enamorada del tipo, pero él la usa, pese a ser viudo, nunca le propuso casamiento, y tiene amantes, es su concubina de lujo.
El hombre le hace regalos, le compra viajes y casas, pero todo material, el típico amante ausente en fiestas y cumpleaños, y tiene a otras, pero ella está ciega, y probablemente seguirá ciega.
El hombre tiene tres hijos, de su esposa muerta, de la edad de mi amiga más o menos, y son un desastre, más el varón. Vive de fiesta, borracho, quizá consuma. El caso es que organiza fiestas en la casa de campo, destrozan la casa y la mamá de mi amiga luego tapa lo que hace con los amigos, esta vez invitó a mi amiga a una, ella se negaba a ir, pero al fin para evitar las peleas accedió.
__ ¿Qué edad tienen ella y el chico? _preguntó Pedro.

__Dieciocho.
__Bien, es imputable siempre que ella esté dispuesta a denunciar,  o que él confiese, o haya testigo.
__Los hay, pasó anteanoche, quizá puedan obtener muestreos todavía. Ella guardó la ropa. Llegó al country con un conocido, que luego se emborrachó y se perdió entre todos, ella estaba a disgusto, empezó a ver cosas que no le gustaban, y entonces con miedo y todo, llamó a un taxi para regresar a la ciudad, cuando lo esperaba, se perdió, entró a la habitación equivocada. El pibe la persiguió toda la noche y ella se le escapaba. En un momento la llevó a un sector donde habían parejas teniendo sexo, y ella quiso irse.

“__ ¿Qué pasa, eres virgen?
__No me gusta mirar. “
La expresión del pibe la ponía enferma, no quiso reconocer que era virgen ni inducirle a creer que  le repugnaba él y lo que estaba viendo.
Dio media vuelta y trató de perderse entre los invitados, pero este la seguía por todas partes, y ella solo quería librarse de todos esos borrachos imbéciles y pidió el taxi. Sin pararse a pensar demasiado abrió la puerta que le parecía la llevaría a la salida, pero cayó en la que su madre usaba como estudio cuando estaba allí. Al abrir la puerta oyó murmullos, sonidos, y vio formas como sombras que se levantaban en el aire, percibió un murmullo cuando volvió a cerrar, y una risa a sus espaldas.

“__ ¿Ah? _exclamó al ver al chico. __ Qué susto me has dado.

__Pensaba que no te gustaba mirar.
__Estaba buscando la salida y he visto…
Se le ruborizó el rostro mientras él la miraba sonriendo.
__ ¿Por qué has subido aquí?
__Me perdí, y mi madre suele trabajar aquí.
__Ni hablar. __El chico sacudió la cabeza como asombrado de su error__. Aquí no es.

__Te aseguro que sí.
__Ahora te voy a enseñar dónde trabaja tu madre si quieres.

Él echó a andar en sentido contrario, ella no deseaba discutir ni perder el taxi, estaba segura de dónde trabajaba su madre, de todos modos el tipo estaba en su casa, ella se sentía incómoda escuchando murmullos de parejas, y pensó sería mejor seguirlo hasta oír el claxon del taxi.

__Es ahí _le dijo abriendo la puerta de otra habitación.

Ella entró mirando a su alrededor, no tardó en darse cuenta que era la habitación del amante de su madre, del padre del chico.
__Muy gracioso, esta es la suite de tu padre.
__Sí, aquí es donde trabaja tu madre. Y menudo trabajo hace.
Ella experimentó el súbito arranque de abofetearlo pero se contuvo, dirigiéndose hacia la puerta, pero él la aferró por el brazo y  la encerró echando al aire la llave.

__! Suéltame, asqueroso!
Ella trató de liberarse de su presa, pero le sorprendió la fuerza de él. Este la asió fuertemente por ambos brazos, la empujó hacia una pared, dejándola sin aliento.
__ ¿Me quieres enseñar la clase de trabajo que hace tu mama? _le dijo.

Le estaba lastimando los brazos y ella jadeó mientras le asomaron lágrimas de rabia más que de temor en ese inicio.
__Me voy de aquí ya mismo, suéltame.

Ella trató de apartarse, pero él la empujó contra la pared y le golpeó la cabeza contra ella, allí ella temió al verle la cara de loco y la risa. En sus ojos se encendió un brillo perverso, mientras le asía las dos muñecas con una mano. Con la otra se abrió la bragueta y se bajó… la ropa. Luego la empujó a ella hacia abajo, ya sabe.
Ella estaba aterrada, pálida y trataba de apartarse mientras él la empujaba con fuerza contra la pared y reía. De repente comprendió lo que estaba sucediendo y se quedó aterrorizada. Él seguía empujándola y le desgarraba el vestido para desnudarla, mientras sus manos la recorrían, le lamía, le separaba los muslos, ella le mordió el cuello, sin conseguir nada, él la tomó del pelo y se lo retorció. Se agitó tratando de soltarse, intentó patearlo, luchaba más por su vida que por su virginidad, lloró, suplicó, sollozó cuando la arrojó de rodillas sobre la alfombra y le desgarró el vestido y la ropa interior. Él termino de desnudarse, ella suplicaba, la inmovilizó con el peso de su cuerpo sobándola por todas partes, lamiéndola con su boca, cada vez que ella intentaba incorporarse la abofeteaba, estaba muy borracho, hasta que al fin la dejó media inconsciente y la penetró hasta el fondo mientras ríos de sangre mancharon la alfombra, hasta que él culminó observando perdido la sangre, y luego se levantó y empezó a vestirse. Entonces entraron amigos, y él le ordenaba incorporarse, mi amiga estaba inconsciente, solo oía voces.

__ ¿Y esa sangre? __decía otro__. ¿Está menstruando?

__Supongo.
El tipo la instó a despertar y levantarse, le echó agua encima, al fin la dejó tirada en medio de un charco de sangre, salió y ella se incorporó para vomitar. Tardó un montón en recobrar el sentido de realidad, entre sollozos, ya no quedaba casi nadie, él le había traído ropa limpia de la hermana, y ciega de rabia huyó a vestirse, y luego salió corriendo, no le importó cómo llegaría a la ciudad, solo deseaba huir, pero él la alcanzó en la ruta, primero ella se le escabulló entre árboles pero luego la forzó a subir,  al fin el estrelló el auto contra un poste al esquivar a un micro porque se quedó medio dormido, terminaron en una guardia, pero cuando llegó la madre, a ella la habían limpiado y dormido, él estaba suturado, ella se ocupó más de él y de los destrozos de la casa que de ella, que le confesó algo al regresar a la casa, pero su madre lo defendió al tipo, y a ella la trató de mentirosa.
Por la madre ella no quería decir nada, pero al fin confió en mí.
¿Creen que podrán ayudarla?
__Lo intentaremos, Melina, en principio esperamos que queden pruebas de esa violación, semen en alguna ropa, algo de él en ella, la ropa que le rompió, al no creerle la madre y él negarlo, se complica, pero también parecía casi imposible lo de tu padrastro, veremos.

Oyeron un sollozo, y era Gaby que estaba en el umbral, de nuevo había escuchado.
__! Gaby! ¿Qué haces acá?
__No podía conmigo, le pedí a Beto que viniéramos un rato.

Guillermo temió al ver que Gaby se apretaba la espalda con los puños, paseándose incesantemente por el despacho, como si le quedara pequeño.
__ ¿Te encuentras bien? _interrogó Pedro.

__ ¿Tienes dolores? __añadió Guillermo, mirándola.

__Me duele todo el cuerpo, llevo horas con calambres, pero debe de ser por el parto de Valeria que por cierto les envía besos, pero estoy bien.

En verdad se entumecía por dentro, estaba inquieta y dolorida, y tenía mucho calor, arqueó la espalda como para desperezarse.
__ ¿Y Alberto?
__En casa, fue por algunas cosas por si el parto se adelantara.
__Gaby, ¿te traigo algo? _ofreció Cuca.

__Me gustaría algo frío, agua, Cuquita, gracias.

Apenas tomó medio vaso que sintió asco, Cuca la acompañó y vomitó, le dolía la zona lumbar, y cuando se sentó en el sillón se sentía aún más incómoda. Trató de pensar en su marido, su único amor, el muchacho alto de ojos celestes que la enamoró no sin esfuerzo, cuando notó una punzada desde el vientre hasta la espalda, y después otra, y otra, y otra que la dejó sin aliento. Todos corrieron a ella, parecía la réplica del día anterior, y fue Melina la primera en llamar a la ambulancia, y Pedro al papá de Betsy, que por lo visto deseaba salir a la luz, tres semanas antes de la fecha prevista.

Diez minutos después se oyeron las sirenas, y llegó Alberto, más bien  Gaby no oía nada, porque solo se limitaba a llorar desconsoladamente entre las contracciones, hasta que se aferró a la mano de Beto, y en diez minutos llegaban al hospital, con todos los demás siguiéndolos y dando la noticia a quienes estaba en… la casa del Delta.
__Madre de Dios bendito, estas mujeres me van a matar de susto, Pedro, esta casi  tuvo a mi ahijada en el estudio, casi peor que Valeria en la casa.

Cuando llegaron a urgencias, las enfermeras la llevaron en la camilla, y no les dio tiempo de nada, porque enseguida nació una niña preciosa que pesaba tres kilos, y medio, tenía una pelusita rubia, los puños apretados, y berreaba como una marrana, mientras los papás lloraban  muertos de miedo, pese a que no era la primera, y Guillermo y Pedro se paseaban fuera, con Melina y Cuca que estaban con ellos.
El viaje de la vida continuaba, en la nueva generación, de todos.


CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
Cualquier parecido con la realidad es coincidencia.
Lenguaje adulto. Escenas explícitas.

16 comentarios:

  1. Iris Precioso Sentido y romántico!
    Una declaración de ese amor que se vive en todo su esplendor.

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  2. Catalina El amor es entregarse mutuamente entregar a tu pareja tu corazon..
    Si excite el amor..

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  3. Lily Es muy bonito Maravilloso ! Abrazos del alma !

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  4. Siempre hermoso Eve...Y es verdad, el viaje de la vida continúa y el amor cada vez es más fuerte...

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