martes, 16 de octubre de 2018

“LETRADOS”. CAPÍTULO SEGUNDO.


“LETRADOS”.
CAPÍTULO SEGUNDO.
Mire usted, tengo a todo el pueblo encima, quieren venir a matarme, y sin embargo no tengo ningún miedo. La navaja se contesta con la navaja y el palo con el palo, pero cuando de noche cierro esa puerta y me voy sola a mi cama... me da una pena... ¡qué pena! ¡Y paso unas sofocaciones!... Que cruje la cómoda: ¡un susto! Que suenan con el aguacero los cristales del ventanillo, ¡otro susto! Que yo sola meneo sin querer las perinolas de la cama, ¡susto doble! Y todo esto no es más que el miedo a la soledad donde están los fantasmas, que yo no he visto porque no los he querido ver, pero que vieron mi madre y mi abuela y todas las mujeres de mi familia que han tenido ojos en la cara.
*Federico García Lorca. La zapatera prodigiosa (1930).
“Una carta de amor.
Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo,
como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,
todo eso es tan poco,
yo lo quiero de vos porque te quiero.
Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,
y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad.
*Julio Cortázar”.

Sin embargo, Pedro se alegraba por sus amigos, y cuando en  julio nació Betsy, mientras la contemplaba en los brazos de Gaby, Pedro tuvo que contener las lágrimas. No había reaccionado así con Renzo que ya tenía cinco años, pero por alguna razón inexplicable, le conmovió profundamente la inocencia de esa nena, su sonrosada carne, sus ojos celestes como los del padre, sus deditos graciosamente doblados. Jamás había asistido a semejante perfección. Miró a Beto sonriendo y se alegró de verle orgulloso, oprimiendo fuertemente una mano de Gaby y acariciando suavemente a su hija con la otra.
_Lo intentaré. Por cierto, ¿vendrás al bautismo? Gaby quiere que seas el padrino, quiere que sea en Navidad, así hay tiempo para el cursillo, si piensas estar aquí.
__ ¿Y dónde crees que puedo estar? __le preguntó Pedro.

__Vete a saber, debajo de la cama quizá. Como el último año.
__Muy gracioso, ¿pero es que no tienen otros amigos? Los chicos cuando sean mayores estarán hartos de mí _dijo Pedro sonriendo.

__Peor para ellos, Pao será la madrina y  Matías, el padrino del corazón. Así por lo menos conseguiré presentarlos, llevo años intentándolo, él ya cree que lo has estado evitando.
_Dios me libre. Sería lo único que me faltaría .Pienso lo mismo que tú, hay cosas en la vida que no están hechas para mí. El matrimonio… los hijos.

Pedro sonrió, muy pocos expresaban esas opiniones, pero Matías intuyó que con él podía hacerlo, lo mismo que Pedro con él…

__

__Papá, Malena y yo iremos al cine, ¿nos acompañas? __ pidió Fabián.

__No hijito, vayan ustedes, estoy cansado y tengo una montaña de expedientes para estudiar.
__Ufa, pa. ¿Y José?
__No está, ¿acaso vos lo ves?
Perdón hijo, nos separamos, no quiero que se ilusione con más de lo que puedo dar.
__Pero… ¿Acaso no estabas bien con él?
__Como amigo, así es como lo veo. Anda ve, hijito, y deja de buscarme novio. Mi matrimonio fue bueno, para que alguien lo supere, debe de ser muy especial.

__Eso parece muy noble, amigo mío, pero ambos sabemos que no tiene nada que ver lo uno con lo otro _ afirmó Matías sonriendo__. La verdad es que tengo un miedo atroz de tropezarme con la misma piedra, con otra mujercita que llore por los rincones porque aquí no tiene amigos, ahora sería un hombre llorón seguramente, o con alguien que se dedique exclusivamente a la casa y no haga nada en todo el día fuera, como no sea luego fastidiarme cuando regreso del trabajo exhausto. O que al cabo de dos años de matrimonio me pida el divorcio y llegue a la conclusión de que la mitad del bufete que hemos montado con Beto y sus ganancias son gananciales y les pertenecen. Beto y yo vemos muchos casos de esos y no quiero meterme en esos líos. Y tú, ¿a qué le temes? A que el matrimonio haga tambalear tu carrera o a la competencia de un par, ¿de qué tienes miedo?

__A todo lo que dices supongo. Quizá tema a poner en peligro lo que he construido  o tenga miedo de que me causen daño. Lo ignoro. Creo que hace años tenía ciertas dudas acerca del matrimonio, aunque entonces no lo sabía. Es lo único que quería mi madre, pero yo siempre le he dicho: “Espera… Todavía no… Tengo muchas cosas que hacer primero… “. Es como prestarse voluntariamente a que le corten la cabeza a uno, ningún momento es el adecuado.

Matías soltó una carcajada, y en aquel momento Pedro recordó la propuesta que le hiciera Diego una noche, frente al fuego de la chimenea, y procuró apartar de su mente aquella escena que aún dolía si se lo permitía. Buena parte de los recuerdos que conservaba de Diego ya no lo hacían sufrir, pero, algunos seguían resultándole muy dolorosos. Y aquel más que ningún otro, porque le parecía que Diego se había burlado de él. Quiso hacer una excepción por él, aceptó su proposición, y entonces, él volvió junto a su esposo e hijos.
Frunció el ceño mientras Matías lo observaba con mucho interés.

__Ningún hombre ni mujer merece que alguien sufra tanto por él o ella, Pedro.
__Viejos recuerdos _dijo, Pedro.

__Pues olvídalos. Así ya no te harán daño.

Matías tenía un carácter estupendo. Casi sin darse cuenta, Pedro empezó a salir son él.
Una película, varias cenas, un paseo, correr, el club. Se hicieron muy amigos sin advertirlo.  Y, cuando por fin se acostaron, les pareció la cosa más natural del mundo. Hacía cinco meses que se conocían, y, aunque no fue un terremoto, ni un volcán en erupción, no vieron fuegos de artificio ni fueron polvo de estrellas, la experiencia resultó muy positiva, con muchas cosas en común, entre ellas dormir juntos.
Matías era un buen compañero, inteligente, simpático, y comprendía y respetaba muchísimo el trabajo de Pedro. Y, por si fuera poco, tenían un amigo en común, y su preciosa ahijada. Cuando ese invierno, llegó la hija de Matías la experiencia resultó preciosa. Era una encantadora mujercita alta y esbelta, rubia como el  padre, la llevaron varias veces de paseo de compras  y a excursiones históricas e hicieron un paseo a la costa.
Pedro no disponía de tiempo entonces _tenía el inicio de un juicio importante__ pero aun así lo pasó bien. Los tres acudieron varias veces a casa de Marini-  Soria, al inicio para presentar a Betsy, y Alberto les observaba con mucho detenimiento, había esperado años el presentarlos y se preguntaba si la cosa iba en serio. No había fuego, pasión, ni intensidad pero tampoco había dolor. Pero Gaby no lo creía y raras veces se equivocaba.

__No Albert, son relaciones cómodas, tal vez algunas veces hasta divertidas, inteligentes, quizás hasta interesantes en la cama pero no se aman como nosotros, no esperes algo a largo plazo, no lo veo _le dijo cuando se marcharon.

__Qué lástima, me duele ver a Pedro ascendiendo peldaños solo en su profesión sin que le interese formar lo que nosotros hemos logrado, porque a la larga, se le habrá terminado el tiempo  y estará en una existencia demasiado vacía.

Al cabo de un año de salir con Matías, sin promesas de amor eterno, sin un sino, sin contratos, Pedro, pensó que no le importaría seguir con él la vida entera. Eran las clásicas relaciones entre dos seres que jamás se habían casado y que no pensaban hacerlo para gran pesar de sus amigos felices como Beto, o de aquellos varias veces divorciados. Los sábados por la noche se los veía en restaurantes de Puerto Madero, o bien en pizzerías de Calle Corrientes a la salida de los teatros, compartían  el gusto por la buena música en el Colón, iban juntos de vacaciones, a veces con la hija de Matías, asistían a fiestas de fin de año y de gala, disfrutaban de la mutua compañía, al final, acababan en la cama de uno o de el otro. Al día siguiente, regresaban a sus casas, encontraban las toallas ordenadas, la cama hecha, la cafetera a punto. Pedro y Matías se sentían muy a gusto de aquella manera, pero Beto se enfurecía y a ellos le divertía hacerlo rabiar.

__Los veo tan satisfechos con nada que me dan ganas de llorar __les dijo Alberto un día en que los tres almorzaron juntos.

Pero Pedro y Matías estaban muy tranquilos.
__Dale un pañuelo, Mati _le dijo Pedro a su amigo.

__No hace falta, que use la manga _contestó Matías sonriendo__.Es lo que suele hacer.

__Pero ¿es que no tienen vergüenza? ¿Qué diablos les pasa que no arman algo serio y adoptan o tienen chicos?
__Con una me sobra _ dijo Matías __. Y Pedro no se muere por ser padre.

Pedro y Matías intercambiaron una mirada llena de resignación.
__Supongo que somos unos decadentes.
__ ¿De veras no quieren tener hijos juntos? _insistió Alberto.

__ ¿Y tú nunca has oído hablar del control de la natalidad? _le preguntó, Matías.

Pedro reía al verlo tan alterado.
__No te esfuerces, muchacho. No vas a convencernos. Somos muy felices así.
__Hace un año que están juntos. ¿Qué diantres significa eso para ustedes?
__Que tenemos mucho aguante. Ahora sé que Matías se pone furioso si alguien le toca la sección deportiva de los periódicos de domingo, y que la música culta fuera del concierto semanal le mata de aburrimiento.
__ ¿Y eso es todo? Yo sé  dónde tiene cada lunar Gabriela, y qué canciones usar para cada hora. ¿Cómo pueden ser tan indiferentes?
__Beto, vale, que me conoces desde siempre, es algo congénito _contestó Pedro sonriendo dulcemente mientras Matías lo miraba complacido__. Además nos diste a tus hijos y se nos da de diez ser padrinos de ellos.

__Reconócelo, Beto, estás desfasado, Gaby y tú son dos románticos.

Sin embargo cuando Pedro cumplió treinta y cinco años seis meses más tarde, ambos les dieron a los amigos una sorpresa mayúscula.

__ ¿Se van a casar al fin? __preguntó Beto cuando Pedro le dijo que estaban buscando una casa.

__No _contestó este soltando una carcajada__.No conoces a tu amigo si crees que hay la mínima posibilidad de que eso ocurra. Tenemos intención de vivir juntos.

Alberto giró en redondo en un sillón y lo miró enfurecido.
__Es lo más patético que he oído en mi vida.  Que no los presenté para eso, ya basta, Matías, no lo permitiré.
__No me lo digas a mí que fue idea de Pedro__ repuso Matías__. Además Gaby y tú hicieron lo mismo.

__Por unos meses, pero nos casamos apenas ella quedó embarazada del nene, no fue lo mismo.
La hija de Matías estaba de nuevo de visitas, y el hecho de tener que ir y venir entre un departamento y el otro durante un mes les había planteado dificultades.

__Su departamento y el mío son demasiado pequeños. Pedro dice que le gustaría vivir en Tigre, y a mí también.
Beto estaba desolado. Hubiera deseado un final feliz con arroz, pétalos de rosas, libreta e hijos, pero ellos no querían colaborar.

__ ¿Se dan cuenta de lo complicado que va a ser invertir en la compra de una casa no estando casados? __intentó Beto.

__Claro que sí. Por eso, lo más probable es que la busquemos de alquiler.

“Las hojas caen y se van las primaveras, llega  el otoño donde los árboles se desnudan ante los ojos de todos. Para renovarse de nuevo para florecer y dar frutos, es parte de la vida. Igual somos nosotros,  damos cabida al amor y, florecemos para volar como aves, nuestros sentimientos al ser amado. ¿Quién pudiera inmortalizar sus horas? ¡Y quedarnos eternos! Viviendo nuestro romance, pero nos queda la experiencia en los recuerdos para no olvidar, esos momentos tan bellos. Y vamos con el tiempo amando, sufriendo, gozando ¿Acaso no es hermosa la vida? Por un instante de gloria vale la pena sufrir, porque se queda en el alma, no hay poder humano que borre eso, por más borrascas que pasen, es tuyo el momento al igual que la vida, por eso a seguir amando. Aunque el infierno candente nos queme con sus lenguas de fuego, por tanta maldad en la tierra. Nosotros con amor y humildad hagamos la diferencia, hasta que llegue el momento de cerrar las cortinas de nuestro tiempo y, llegue el beso postrero del adiós. No, no es todo, y por momentos siento que quizás Alberto dice la verdad, por momentos me siento terriblemente solo, y quisiera creer que hay algo más, un sino, un destino, un amor, un hilo rojo, quizás…
Mas lo que veo es que abundan despedidas que se fugan sin palabras, derramando lágrimas, aguantando en el interior tristezas, ocultando penas en el alma. Existen despedidas que ahogan lo vivido, que se entierran y vivirán por siempre en nuestra mente como sueños incumplidos. A veces las despedidas se alejan sin rastro, otras nos marcan un destino que nunca olvidaremos, ni en las garras que fusilan recuerdos. También existen despedidas que huyen por temor a luchar por convertir los errores en aciertos, que provocan renacer   de amores profundos y tiernos. Hay despedidas que se van sufriendo dolores tan profundos, que desean regresar pero no lo hacen por su orgullo. Esas despedidas que se pierden en la niebla que nos ciega, nos dejan un vacío inmenso, sangrando sentimientos que comprimen nuestro pecho. Existen despedidas que se van bofeteando rostros, que se llevan tus deseos y placeres sin regreso. Despedidas que sufrimos en el embate furioso del tiempo, alejándonos del mundo, separándonos sin remedio a vivir en la soledad, ocultando nuestro llanto, abrazando los fantasmas que aun viven en los sueños. Despedidas que provocamos aunque no sean nuestros deseos, solo para salvar a esas almas que no merecen nuestro encierro.
Y así mi Dios amado, sea usted mi testigo de una despedida que nunca hubiera querido, pero entiendo que no puedo hacer sufrir, ni hacer vivir la vida a ese amor, una vida con recuerdos que aún yo vivo. En mi recuerdo quedará eternamente su imagen cuando vea rosas en mi camino. Despedida es una palabra que se debería desterrar a la tierra del olvido. Y en esas despedidas siempre seguiré amándote a ti, eterna señora soledad, que abraza mi destino.
Me marcaron a los quince años, me golpearon, me violaron en esa fiesta, me marcó ver sufrir a mi madre por un amor ausente e indiferente que por años la usó de sirvienta con derecho a roce, hasta que solo logró casarse cuando su amante fue viejo y estaba enfermo, el descarte ya de sus propios hijos, no es congénito como le afirmo a Beto, pero sí desde edad temprana quise solo llegar a la cima,  me propuse ser alguien, una carrera, y es mi único amor y objetivo, cada año creo que llegué a lo más alto, sin embargo, nunca cesan los elogios, y los ascensos continúan, y creo que no he tocado mi techo, y no hay nada más que el derecho, y mi amistad eterna con Beto, que es casi mi hermano, mi gemelo, mi cariño por Gaby, y Matías, el resto solo recuerdos malos, que quisiera enterrar.

Todos los atajos de mi vida confluyen en este instante, donde el día quiere retirarse del bullicio, para recostarse en los brazos amorosos de la luna, en ese momento, cuando el tiempo se detiene en lo oculto de mis sentimientos, nacen mis sueños, y en un instante, miro en mis profundidades para reencontrarme con ese segundo en soledad, para sentir el preludio de mis batallas perdidas.
Entre suspiros,  sueños y poemas se va yendo la tarde, y un aire frío, casi gélido invade mi alcoba dejándose sentir en el ambiente, por el ventanal entre abierto, entra el bullicio de la ciudad que ajeno a mi mundo camina de prisa y parece, que no sabe de amores, ni sueños, quizá no encuentre el camino, quizá no sepa a dónde va, pero los viejos relojes de la vida, marcan la hora exacta de los recuerdos donde mi alma los abraza para soñarte.
Todo está ahí delante de mis ojos amor mío, solo tengo que ir a los vericuetos íntimos de mi alma, donde retenidos están todos mis deseos, y en ese instrumento que es mi mente fluyen como mariposas todos los verbos que nacen para ti cada noche,  vida mía.
Esta noche, cuando busque en ti un nuevo camino, soñaré de nuevo tus besos, bailaré contigo en esa cuerda floja que la luna pondrá a nuestros pies, donde la melodía más bella jamás compuesta la haremos nuestra, entre deseos y suspiros.  No te conozco y sin embargo conozco el sabor de tus besos, nunca te he visto mas sé cómo corren tus dedos en la caricia, mi amor sin rostro, tu amor me habita contra todo deseo y pronóstico, sé que llegarás fulminante y que no habrá “pero” que pueda oponer a la fuerza, porque de verdad siempre creí en la fuerza del amor.
Yo no soy el sol, solo reflejo su luz y energía como la luna, soy en verdad la oscuridad más oscura, y necesito de tu luz para ser y hacerme ver, te necesito para ser, hombre sin rostro…, mientras soy solo esto, el abogado, el fiscal, el seguramente candidato a mucho más, el amigo de, el padrino de, él… tu hombre sin rostro. Nada podremos hacer en contra del hilo rojo.
Una mano tendida espera,  una palabra que prenden  en ti. Una mirada que nunca acaba, ese abrazo que tanto deseabas. Una mano entrelazada,  notar que es una caricia  que andaba ya olvidada. Sentir cómo te abriga  con solo rozar, consuela y para esa lágrima que aflora en silencio y rota  por tu cara...
Una mano, valiente, fuerte,  de repente  te sostiene y mantiene. Te alienta a seguir y sientes que tu  corazón la consiente pues tocó su fibra  de forma inocente. Y sientes de nuevo, volver a volar parando un segundo solo para  poder respirar. Te ahonda un alivio inminente,  te cala profundamente. Una mano, esa mano que dibujó una sonrisa en un mirar tan lejano. Una mano,  que camina de tu lado, que está pendiente de agradarte y solo sabe sonreír al saberse que tú, también lo haces. Una mano, una leyenda que a veces sucede, en una vida en un trazo, un camino, una senda. Leyenda, destino, misterios sin sentido”.
__

Y eso fue lo que hicieron Pedro y Matías, encontraron en Tigre la casa que buscaban,  tenía unas  vistas impresionantes, cuatro dormitorios y era baratísima, sin contar con que podrían dejar sus departamentos en el centro. Podrían disponer de un despacho para cada uno, el dormitorio para la niña, la suite de ellos. Había una terraza preciosa, un porche, un jardín y una piscina climatizada orientada hacia la vista.
Gaby y Beto visitaron la vivienda en compañía de los chicos y no tuvieron más remedio que reconocer que el sitio era muy bonito, aunque no fuera lo que Beto deseaba para sus amigos. Pedro se limitó a reírse, lo peor de todo fue que Matías compartía su opinión, y más. No estaba dispuesto a permitir que nadie volviera a pescarlo.  Tenía treinta y ocho años y su aventura de hacía doce, le había costado muy cara.
Aquel año, celebraron la Navidad en la casa de Pedro y Matías y fue muy hermoso contemplar el río, y la ciudad que se extendía a lo lejos.

__Es como un sueño, ¿verdad, cariño? __murmuró Matías en cuanto sus amigos se hubieron marchado.

Era la vida que les gustaba. Al final, Pedro dejó el departamento que tenía en la ciudad. Al principio lo conservó para mayor seguridad, pero acabó dejándolo, Matías hizo otro tanto. Se sentían protegidos y colmados de atenciones entre ellos.

Cuando Pedro cumplió treinta y seis años, Matías organizó en el club una fiesta en su honor a la que asistieron alrededor de cien de sus mejores amigos. Al año siguiente, lo sorprendió con un crucero en Grecia, en cada aniversario y fiesta, intercambiaban regalos, incluso joyas valiosas, sin reparar jamás en alianzas, o corazones, nada que implicara promesa o juramento de amor. Regresaron de Grecia más bronceados, relajados y felices que nunca. Jamás hablaban de matrimonio aunque, de cuando en cuando, comentaban la posibilidad de comprar la casa en la que vivían, pero Pedro tenía sus recelos, en su fuero interno, a Matías tampoco le hacía demasiada gracia la idea. Ninguno de ellos deseaba amarrar la barca flotante que tan satisfactoriamente había navegado hasta entonces.
Hacía casi dos años que vivían juntos y todo les había salido a pedir de boca, sin desamores que llorar, sin heridas, sin pasión ni fuego, pero con la calidez de un sitio que compartir.
Hasta octubre, al regresar del crucero por Grecia, no conocieron fisuras.

Pedro se estaba preparando para un importante juicio y, tras pasarse casi toda la noche en vela repasando expedientes y documentos, se quedó dormido con la cabeza apoyada sobre el escritorio del despacho que daba al río. Lo despertó el teléfono antes que Matías llevándole una taza de café.
Miró fijamente a su bello compañero mientras descolgaba el auricular.

__ ¿Hola? __respondió, Pedro adormilado. Matías lo miró sonriendo y pensó que estaba hecho un precioso desastre, como siempre que permanecía en vela durante toda la noche. Pedro se volvió a mirarle como si leyera sus pensamientos, y de repente se quedó petrificado__. ¿Cómo? Pero ¿estás loco? No es posible… Estaré allí dentro de una hora.

Colgó el teléfono y miró a Matías con los ojos anegados, mientras este depositaba la taza de café sobre el escritorio con expresión preocupada.

__ ¿Qué ocurre? __No podía haber sucedido nada a la madre porque Pedro había dicho que acudiría donde fuera que fuese  en una hora y ella estaba en Chile, no tenía nada que ver con él, tendría que ser algo relacionado con el trabajo__. ¿Qué ha pasado Pedro?

__No lo sé __contestó este__. Tengo que hablar con Miller.

__ ¿El fiscal?
__Claro. ¿Quién si no?
__Bueno, pero ¿por qué te has puesto tan nervioso y lloras?
Matías seguía sin comprender nada y lo mismo le sucedía a Pedro. Todo era absurdo. Su actuación siempre había sido impecable. Llevaba años trabajando allí, en la fiscalía, donde había comenzado desde muy abajo, aún siendo estudiante apenas como secretario. Miró a Matías con los ojos llenos de lágrimas, y al incorporarse, derramó la taza de café sobre los papeles, pero no pareció que ello le importara.
__Dice Miller que me han despedido.
Se echó a llorar y Matías le miró atónito, y asombrado.
__No puede ser, Pedro.
__Es lo que me ha dicho. La fiscalía es toda mi vida.
Por desgracia, ambos sabían que era verdad.

__
Pedro se duchó, se vistió y se trasladó a la ciudad en menos de una hora. Tenía el rostro sereno y la mirada sombría. Habría ocurrido algún acontecimiento inesperado. Parecía que acabaran de comunicarle el fallecimiento de alguien. Matías se ofreció a acompañarlo, pero él sabía que tenía un día muy ocupado. Beto llevaba algún tiempo sin aparecer por el despacho, por cuyo motivo todos los asuntos tenían que pasar por las manos de Matías.

__ ¿Estás seguro de que no quieres que te acompañe, Pedro? No quiero que sufras un accidente.
_Estaré bien.

Octubre, 2017.

Pedro lo besó suavemente en los labios. Era curioso. Hacía tiempo que vivían juntos y, sin embargo, eran casi más amigos que otra cosa. Por las noches le gustaba conversar con Matías, comentarle los problemas, hablarle de sus causas y de la estrategia que iba a emplear. Él comprendía su vida y sus peculiaridades, era feliz a su lado y, al parecer, esperaba relativamente poco de él. Beto decía que aquello no era natural y, a decir verdad, era muy distinto de cuanto él y Gaby compartían.
Sin embargo, mientras ponía el vehículo en marcha, Pedro miró a Matías y se dio cuenta de cuán preocupado estaba. Seguía sin comprender lo que había ocurrido, al igual que él.

Media hora después llegó a tribunales con la cabeza aturdida y los ojos escocidos, y apenas vislumbró el rostro cincelado que le sonrió cuando tropezó con el cuerpo varonil de alguien por estar distraído, el impacto físico pasó desapercibido, el emocional no para Guillermo Graziani   cuya mirada se prendió al rostro angelical que acababa de impactar en todos sus sentidos.

__ ¿Quién sos precioso?

Guillermo perturbado se quedó observándolo hasta que se perdió en los pasillos, y se volvió a una de las recepcionistas de archivos.

__ ¿Su señoría?
__Perdón, ¿podría decirme si el joven que acaba de pasar trabaja acá? __mintió__. Creo tenerlo de vista pero no recuerdo el apellido.

__ ¿El doctor Beggio? _dijo la chica que también había mirado a Pedro__. Lástima que es gay, es…, disculpe. Es fiscal, pero creo que en un par de semanas será su colega.

__ ¿Cómo?

Guillermo  necesitó acudir a la cafetería, el piso pareció moverse bajo los pies, jamás había experimentado que el mundo se detenía, que el tiempo no existía, que algo acababa de atravesarlo y de terminar con su vida tal como la conocía.

“Siento que mi espíritu nunca debió haber salido de aquel lugar al que pertenece, aquel que ignoré, allí donde se reflejaban aquellas señales en el más allá, siendo uno mismo el propio dueño de su destino marcado por ese misterio indescifrable que nos permite respirar en los sueños de los cuales algún día no despertaré, sellaré mis ojos con la esencia purificada de mis sentimientos para descubrir esa libertad que añoro volver a vivirla,  esa especie rara llena de atributos y muy acertada en sus presentimientos que desde mi nacimiento ha reencarnado en mis entrañas tocando las fibras más sensibles de mi interior, deseo regresar a ese espectro de recuerdos en la lejanía del universo, donde nací, donde brillan las estrellas cuando el mundo duerme agonizando entre sus pesadillas y dudas, mi verdad no la visualizo aquí en esta vida, donde hay cosas que podemos tener,  pero no podemos conservar, donde no importa si se apaga una luz brillante, siempre dirán que en el hermoso cielo azul nos alumbran millones de estrellas,  donde no importa si finaliza el tiempo de alguien en esta tierra, sin ellos darse cuenta que somos tan solo un momento fugaz en este teatro contagiado de esa enfermedad maligna llamada oscuridad y que ataca sin piedad  los espacios vacíos del alma.
No sé cuándo, ni cómo será mi juicio final, pero no le temo, pues los miedos jamás caminaron en dirección de mis errores, tomaron el rumbo equivocado estrellándose contra mis virtudes, quizá me condenen por pensar que soy un emisario del diablo o me liberen por brindar amor, al final regresaré a esa tierra imaginaria y deseada donde existe solo la paz y que mi subconsciente continúa atrapado por la felicidad de ya haberla vivido en tiempos del pasado.
Y sin embargo, desde hace minutos no soy libre de irme, no ahora que lo he visto, no sin haber vivido lo que tenemos pendiente y siento.
Seremos un par de locos atados por la cordura de vivir y sentir una historia real, que fluye intensamente,  esa que se logra cuando nos entregamos en cuerpo y alma al amor, a ese sentimiento que respira en el interior de nuestras entrañas, y que solo nos queda esperar ese momento  milimétrico donde el corazón libera sus deseos impulsados por las pasiones que habitan en el alma, abrazando las intimidades de dos cuerpos ardientes, en el suspiro de un instante que se desliza por las tentaciones de una verdad que gime en el silencio de un grito, noches cómplices de pecados que vuelan en los sueños, donde la inocencia es traicionada por un abismo que se abre entre los miedos y dudas.
¿Y fue naciendo el amor en instantes? Con la presteza que asoma el sol en las mañanas. Con la prisa del ave que regresa a su nido. Con la intrepidez de una lluvia de verano. Así llegó su amor, a mi corazón vacío. Me hizo ver el arco iris entre los grises, y descubrir que es triste el canto de la alondra, me enseñó a olvidar el ayer, y que no hay mañana, y a disfrutar de su mano, en una noche estrellada.
Añoro tus besos, tus caricias,  tus deseos, esa risa burbujeante que estallaba de amor en mi cara... la que me hacía sentirme radiante, cierro los ojos para verte mejor porque si los abro, no te puedo ver. Hace ya tanto y tanto tiempo cuando decidiste que tenías que irte sin darme tan siquiera una explicación, y ahora lo sé.  Te supliqué abrazándote fuerte a mí sintiendo cómo latía tu corazón,  tus ojos  estaban llorosos, pero te tenías que ir aunque nunca has estado, solo te conozco de soñarte, quizá de otras vidas, pero tengo la certeza de que en algún momento me quedé solo con tus recuerdos,  aquellos que vos me regalabas de tantos años que nos amamos sintiendo juntos la felicidad,  tengo miedo ¿sabes?, sí mi amor, a veces por mi cabeza ronda el ir a buscarte por el camino…  ese mismo por el que vos caminabas,  mis ojos sangran de tanto como lloran ¿por qué Señor te lo llevaste con vos alguna vez?, cuando era yo, el que te suplicaba,  abrí mi corazón para darte mi alma y me vi solo... soledad a mi alrededor. Solo quiero hacerte entender que no busco de vos ese placer y nada más deseo complacer lo que ya queda de aprender.
Busco un alma para confiar a la que poder todo entregar, regar cual rosa del jardín y así codiciar cada mañana. A alguien a quien enamorar, en cada noche poder soñarlo,  toda alba volverlo  a amar para que sea el rezo que orar. Busco algo que solo me dará  la razón para dejar de mirar y con Cupido logré conspirar a darte el amor que bordará tu alma.
Busco la mirada que preste todo aliento a mi palabra y cuando el alma le abra  espero que la suya conteste. Busco a alguien que se diga  quiero que su luz sea guía a llenar de amor esa sequía que me causa tanta intriga. Alguien a seguir en la vida, mostrar al querer cortesía del mirar cuando coincida. A alguien a quien dedicar cada una de mis esencias y disfrutar de las caricias que tanto quiero implicar.
O adorar su piel, su pupila,  ser feliz sin tanta tontería que así es como se debería tomar de lo que se destila. Busco en un rostro la sonrisa que haga más grande la mía y su boca quiera la vendimia de la que tanto y tanto aviva. Busco a ese quien a su lado la semana se haga días y las penas suenen  bellas cual sinfonías en un tablado. Y quizá la búsqueda terminó, estabas tan cerca y jamás antes te vi, Pedro.”

__
Pedro entró al despacho sin molestarse en llamar primero, fue directamente a ver al fiscal José Miller. Le miró sin poder contener las lágrimas.

__ ¿Qué mierda he hecho para merecer esto?
Estaba destrozado por el dolor, y Miller se arrepintió de lo que acababa de hacer. Pensó que resultaría divertido decírselo dando un rodeo, pero no esperaba causarle tanta zozobra. Lamentó más que nunca tener que perderlo.
__Eres demasiado bueno en tu trabajo, Pedro. Siéntate y deja de llorar _le dijo.

__ ¿O sea que me despides? __preguntó, mirándole desconcertado.

__Yo no he dicho eso. He dicho que ibas a perder este puesto.
__Y eso ¿qué demonios significa? __Se sentó pesadamente, abrió el morral y sacó un pañuelo.

No se avergonzaba de expresar sus sentimientos.
Amaba aquel trabajo desde el primer día. Llevaba doce años en esa fiscalía, era casi media vida y hubiera preferido dejar cualquier cosa. Cualquier otra cosa de haberla tenido. Miller se acercó muy apenado, y le posó la mano en el hombro.
__Vamos, Pedro, no te lo tomes así. Nosotros también te echaremos de menos, ¿sabes? __Al ver sus lágrimas se estremeció. Se tendría que ir enseguida en caso que aceptara. Pensó que ya lo había hecho sufrir bastante y lo miró directamente a los ojos__. Te ofrecen un puesto en los Tribunales. El juez Beggio. ¿Cómo te suena?
__ ¿Es cierto? _preguntó, Pedro casi sin poder asimilarlo__. ¿Lo es? ¿No estoy despedido? __Se echó a llorar de nuevo, se sonó y de repente empezó a reír__. No es cierto. Me estás tomando el pelo.

__Qué más quisiera _dijo Miller, muy contento por él.

Al darse cuenta de la broma que él le había gastado, Pedro lanzó un grito.
__Qué mal amigo eres. ! Y yo que he pensado que me ibas a despedir!
__Pensaba que eso le daría un poco de emoción __dijo él, riendo…
__Eres un cerdo _le miró con incredulidad, aturdido por la noticia__. Dios mío… Pero ¿cuándo ha ocurrido?

__Yo lo veía venir desde hace tiempo. Sabía que acabaría ocurriendo, Pedro. Sabía que acabaría ocurriendo aunque ignoraba cuándo. Y te apuesto cualquier cosa a que el año que viene por estas fechas, vas a estar en el tribunal superior. Con el expediente que tienes aquí es lo más lógico.
__Dios mío, José, un puesto de juez en el tribunal de instrucción… __No encontraba palabras para expresar su emoción__. No puedo creerlo. A los treinta y siete años, jamás lo hubiese pensado.
__Menos mal que otros sí lo pensaron _dijo Miller estrechándole la mano efusivamente, no eran amigos, pero se respetaban profesionalmente__. Enhorabuena, Beggio, te lo tienes merecido. Quieren que tomes posesión del cargo en un mes.

__ ¿Tan pronto? ¿Y mi trabajo? Pero si tengo un juicio que empezará en días…
Frunció el ceño, mientras José agitaba la mano en gesto magnánimo.
__Déjalo. ¿Por qué no temas unos días de descanso para prepararte para el nuevo puesto? Encarga la tarea a otro, para variar. Aprovecha estas semanas para recoger tus cosas e irte preparando en casa.
__ ¿Qué tengo que hacer? __preguntó, todavía aturdido.

__Creo que podrías empezar por buscarte una vivienda. ¿Sigues viviendo en el Tigre? __El fiscal sabía que Pedro llevaba un par de años viviendo con un amigo, pero ignoraba si aún conservaba el departamento de la ciudad. ÉL asintió__. Tienes que residir en la ciudad.

__ ¿Y eso por qué?
__Es una condición para ser Juez en Buenos Aires. Puedes conservar la otra casa, pero la residencia principal tiene que estar aquí.
__ ¿Es absolutamente necesario? __preguntó, Pedro, ligeramente contrariado.

__Me temo que sí. Por lo menos durante la semana. De repente toda su vida se había trastornado__. Tendré que resolver ese asunto.

__No tienes mucho que hacer en el transcurso de estas semanas y, ante todo, tendrás que contestar. El Fiscal adoptó un tono oficial__. Pedro Beggio, ¿acepta el puesto de fiscal de instrucción del Tribunal Municipal que se le ha ofrecido en la ciudad Autónoma de Buenos Aires?

__Lo acepto _contestó, mirándolo muy serio.

Miller se levantó y sonrió, se alegraba de su merecido éxito.
__Buena suerte. Te echaremos mucho de menos.
Pedro lo miró con los ojos llenos de lágrimas y aún estaba aturdido cuando volvió a su despacho, y se dejó caer en el mullido sillón de cuero. Tenía miles de cosas que hacer. Vaciar el escritorio, examinar las causas pendientes, informar a otros de las causas que les iba a traspasar, llamar a Beto… Decírselo a Matías. ¡Matías!
Consultó el reloj, tomó el teléfono. La secretaria le comunicó que Matías estaba en reunión, pero, Pedro le dijo que le avisara de todas maneras.

__ Hola, nene, ¿estás bien?
__Sí __contestó Pedro en voz baja. No sabía por dónde empezar__. No te vas a creer lo ocurrido, Matías.

__Me ha sorprendido mucho que te llamaran a casa. ¿Qué ha pasado?
Pedro suspiró hondo y se lo lanzó.
__Acaban de ofrecerme un puesto de Juez, en los tribunales.
Se produjo un tenso silencio en el otro lado de la línea.
__ ¿Siendo tan joven?
__ ¿No te parece increíble? _dijo él, rebosante de felicidad__. No sé, nunca hubiera pensado… jamás hubiera soñado.

__Me alegro mucho por ti, Pedro __ dijo Matías con tono pausado, aunque estaba contento.

Pedro se acordó entonces de lo que había dicho el fiscal. Tendría que buscarse una casa en la ciudad, pero no quería decírselo por teléfono.
__Gracias, aún estoy aturdido. ¿Está Beto contigo?
__No, hoy no vendrá.
__Falta mucho últimamente, ¿verdad? ¿Por dónde está?
__Creo que ha ido a pasar un largo fin de semana en las sierras de Córdoba, con Gaby y los chicos.  Puedes llamarle allí.
__Esperaré a que vuelva. Quiero ver qué cara pone.

Pero la cara que no hubiera querido ver, fue la que puso Matías cuando Pedro le dijo que tenía que mudarse.

__Cuando me llamaste fue lo primero en que pensé _le dijo él, muy triste aquella noche.

Estaba disgustado y Pedro también, pero su emoción lo superaba todo, incluso llamó a su madre, y Amalia se quedó de una pieza.
__ ¿Mi hijo, juez? __preguntó, sorprendida.

Pero se puso muy contenta. Pensó que tal vez, por fin, las cosas acabarían arreglándose. Alcanzada la cima de su carrera, había conocido una vez a Matías, y siendo un buen chico como parecía, esperaba que se casaran, aunque Pedro no quisiera tener hijos. Esperaba que como juez, quizá fueran un estorbo para él.
__
Se echó en el sofá del living, mientras oyó a Matías en la ducha, y de súbito, una imagen paseó por la mente, al inicio algo difuminada, luego más precisa, era alguien que había visto alguna vez, pero no recordaba su nombre,  solo una sensación, un aroma, una mirada, y de pronto, el vello se le erizó y un estremecimiento lo recorrió.

__ ¿Y esto? __Cerró los ojos, se vio hablándole__. Si un día todo muere,  y la pasión se extingue, búscame amor mío…  en el murmullo del río, en un nuevo despertar, entre los rayos del sol, en el humo de tu cigarrillo, enciende de nuevo el fuego de la llama del amor,
comencemos de nuevo y renueva lo que hay en mí, rescata esos momentos  de la magia que nos unió,  sacude nuestros recuerdos  si te saqué de mi vida, atiza la chimenea. Aviva el fuego de tu alma y  busca nuestras siluetas  en el humo que se escapa. Abrázame fuerte amor, con todas las fuerzas de tu alma, y fúndete de nuevo en mí, rescata mi amor que clama, por arder
en ese magma  que de tu alma emana. Total ¿qué es el amor mi bien sin la pasión desmedida sin tus ganas anhelantes y mis sublimes caricias?
Estoy enamorado de tu bella sonrisa,  de tus lindos y bellos ojos  que me miran con pasión,  enamorado de tus labios sensuales,  de tu alma que es pura pasión. Qué bello es vivir a tu lado,  poderte sentir cada día,  abrazarte mi dulce amor, besar tus labios, tu cuerpo que me seduce.
En ocasiones miro atrás y pienso que la vida sin ti  no sería lo mismo,  que si tú no estuvieras a mi lado nada en mi vida tendría sentido  pues junto a ti pude conocer el verdadero significado
de la palabra amor, esa palabra que muchos dicen pero pocos  respetan por no conocer su significado, aquel sentimiento del que tantos hablan  pero pocos llegan a vivirlo de verdad, aquella luz que todos buscan yo la encontré a tu lado. Sin amor, somos como pajarillos  con las
alas rotas, sin amor, nos sentimos vacíos,  el amor es lo más bello, es dar tu vida por la otra persona, es recibir su cariño y esas palabras  que te reconfortan, ese amor puro.
El amor es el sentir del alma  que nace en nuestro corazón,  lo expresamos con los labios  cuando tú y yo nos entregamos  al deseo de nuestros besos, a nuestra pasión.
Hagamos del silencio nuestro cómplice  y al cruzar nuestras miradas partícipe. Dejemos que se detenga el tiempo. Mientras nos amamos con locura y desenfreno. Juntos vamos a volar hasta tocar el cielo amándonos con el alma y fuego en la piel, entregando el corazón.

Nuestras almas se estrecharán. Y nuestros cuerpos chocarán haciendo mágico este momento.
Viajando por el universo. Por siempre te amaré. Y en mi memoria siempre te llevaré. Como el más bello momento de este gran Amor puro y sincero.
Sueño que tus besos se lían con los míos, sueño  que bailo bajo la lluvia de tus caricias, sueño vida mía, que tus manos se enredan en mi cuerpo perdiéndose entre mis lunares y el tiempo, te sueño en el aire amor y dibujo sonrisas para ti, sueño contigo amor mío pero solo sueño, me duermo en tus brazos con todo este dispendio de emociones, sin poder llegar nunca a ese destino, te salgo a buscar entre la gente, camino imaginándome que te encontraré en la esquina de mi calle, en cualquier trocito de suelo donde solo quepamos los dos, pobre corazón mío, condenado de por vida por las cadenas de tu sonrisa, de esa mirada tuya carcelera de mi razón, nos miramos este día y sin saber ni cómo ni por qué la voz de mi alma me susurró, este es el fin de tu camino, llegaste a tu destino, imposible descreerlo no quería pero ese artífice del destino estaba escribiendo el epílogo de esta historia de amor, y en esta tarde tormentosa donde falta el aire, donde la tormenta se acerca, el pensamiento cruel me pregunta, ¿cuántas vidas todavía le hacen falta a este amor para volver a encontraros, y poder estar juntos al fin?, dejo errante a ese pensamiento pues el destino nunca da respuestas, nunca es generoso, es caprichoso y desconcertante ante el amor.
Es locura amarte como te estoy amando, lo sé, pero me enamoré de ti y de este amor imposible, pero sé que sueñas con mi ternura, que soy tu capricho en las noches, que soy tu sueño, que sueñas bailar en mi sonrisa haciéndome parte de ti, que te duermes soñándome en tus brazos,  en la oscuridad de tu soledad me sientes a tu lado, lo sé amor lo sé.
Vuelve a mí esta noche vida mía, y si dormido me encontraras, bésame amor,  bésame.
¿Me voy a enamorar de Matías luego de años o qué mierda me sucede justo ahora?
Trató de desalojar los pensamientos, y entró a la suite.

__ ¿Te importaría mucho vivir en la ciudad durante la semana? __ le preguntó a Matías.

__Más bien sí. Aquí vivimos muy a gusto.
__He pensado que podríamos buscar un sitio pequeño que no nos diera demasiados quebraderos de cabeza. Un apartamento, una casita, un estudio.
Algo minúsculo pero Matías sacudió la cabeza.

__Nos volveríamos locos, acostumbrados al espacio que tenemos aquí.

Durante dos años habían vivido como reyes, con un amplio dormitorio principal, piscina, dos estudios, el cuarto de invitados, un enorme salón, un comedor, una vista preciosa. En comparación con aquello un monoambiente les parecería una celda.
__Pero tendré que hacerlo, Matías. Y solo dispongo de un mes.
 Estaba un poco molesto con él porque no le facilitaba las cosas. Se preguntó si aquel nombramiento le había disgustado. Pero, Pedro apenas tuvo tiempo para pensarlo en los días sucesivos.

Repartió entre sus colegas las causas que tenía pendientes, vació el escritorio, acudió a una despedida entre sus amigos de la fiscalía y recorrió la ciudad buscando vivienda, el agente inmobiliario a mediados de la segunda semana lo llamó. Tenía algo especial, le dijo, y quería que Pedro lo viera.

__No es exactamente lo que usted tenía pensado doctor, pero vale la pena que la vea.

Cuando fue, Pedro se quedó extasiado. Era una casa preciosa, una minúscula obra de arte, una joya pintada de beige, con adornos de color crema y canela. Era la perfección. Tenía suelos de parquet, chimeneas de mármol en casi todos los ambientes, armarios empotrados, iluminación indirecta, puertas acristaladas de doble hoja y una vista divina. No era lo que Pedro buscaba, pero una vez allí, no pudo resistir la tentación.

__ ¿Qué alquiler tiene?
Sabía que era una locura porque parecía una casa salida de una revista.
__No está en alquiler _comentó el hombre sonriendo__. Está a la venta.

Le dio el precio y Pedro pensó que era muy razonable. No es que fuera barato, pero tampoco se iba a comer todos sus ahorros de golpe y por cierto su sueldo estaba por mejorar. Teniendo el precio del mercado, incluso se podía considerar como una inversión. Era una casa irresistible en todos los sentidos y resultaba muy adecuada para él. Había un gran dormitorio en el piso de arriba, un cuarto de vestir con espejos en las paredes, un pequeño estudio con una chimenea de ladrillos, y en planta baja un precioso salón y una cocina con estilo rústico que daba paso  al salón. La cocina daba a un patio bordeado de árboles.
Firmó en el acto el boleto, dio la seña y pagó una parte para cancelar a la escritura. Pero se presentó luego muy nervioso en el despacho de Matías.

Sabía que no había cometido un error, pero con todo… Había llevado a cabo un acto tan independiente, tan solitario, tan maduro…, sin consultarlo con él.
__Dios mío, pero ¿quién se ha muerto? __preguntó  Matías al verlo tan agitado__. Así está mejor __añadió, besándolo en el cuello__. ¿Ya estás ejercitándote para juez? Vas a matar a la gente de un susto si pones esa cara.

__Es que acabo de cometer una locura _dijo él.

__Bueno, y ahora, ¿qué ocurre? Renunciaste al cargo. Pasa y cuéntamelo. __Pedro vio la puerta de Beto cerrada, y, en vez de llamar, entró directamente en el bonito y espacioso despacho de Matías, que este había adquirido en propiedad hacía cinco años. Fue una inversión y quizá ello ayudara a que Matías comprendiera la decisión que Pedro había tomado aquella mañana. Lo miró sonriendo, sentado detrás del escritorio__. Bueno, dime qué has hecho.

__Creo que acabo de comprar una casa _contestó, un poco asustado.

__Crees que la has comprado. _Soltó una carcajada __.Comprendo. ¿Y por qué lo crees?

Hablaba en el mismo tono de siempre, pero en sus ojos había algo distinto, y Pedro se preguntó por qué.
__En realidad, ya he firmado los papeles. Matías espero no haber hecho mal.
__ ¿A ti te gusta?
__Me encanta. __Lo miró sorprendido, ya que ninguno de los dos había hablado de comprar casa en años. No necesitaban una vivienda permanente, y él no había cambiado de idea. Pero, al parecer, Pedro sí, y Matías no sabía por qué.
 Pedro había cambiado mucho en dos semanas. Para él, todo seguía igual__. ¿No será una molestia, Pedro? ¿Conservarla, preocuparse por las goteras, el jardín y una serie de cosas que no nos interesaban?

__No sé… Creo que… __Le miró nervioso. Había llegado el momento de preguntárselo__. Vendrás a vivir conmigo, ¿verdad?


CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
 CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.

23 comentarios:

  1. María Jesús Seducen tus NOVELAS y la imaginación vuela
    Gracias EVE.

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  2. Mitzi ¡Hermoso! es muy bueno decir lo que uno siente.

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  3. Yuanny Verdaderamente magistral. Me emociona mucho éste . Gracias por compartir ami..

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  4. Maria Dolores Cruz Gracias amiga Eve Monica Marzetti.

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  5. Veronica Lorena Piccinino lindo captulo... aunque lo prefiero a Pedro y Guillermo juntos.

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  6. Bueno Eve, me tengo que bancar a Matías con Pedro y no me gusta nada, pero ya puedo imaginar que van a durar poco...Y para colmo a José con Guillermo, lo que es un verdadero desastre para mí...Aunque ya se cruzaron y la magia se produjo espero ansiosa el primer encuentro que creo que será, como siempre, inolvidable...

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    1. Sos loca, me haces reír a carcajadas, no hinches que hago aparecer a Miguel y tragedia, loquis, ya serán historia, tranquila. ¿Te diste cuenta que no aparece aún en el embajador? Estará Matías... Te quiero, mañana pasado voy a Desafío a ver quién será la asesina, besote,

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