“NO SOY YO”.
CAPÍTULO VEINTE.
“Qué buen insomnio, si me desvelo sobre tu
cuerpo”.
Mario Benedetti.
Mario Benedetti.
__
Que quiero todo de vos, Pedro, a vos. La verdad nunca dejaré de amarte, no me
resignaré a vivir sin vos. Estoy loco por vos amor, alborotas mis sentidos todo
el tiempo. Volviste loco a mi corazón, sos el dueño de mi vida, juramos que
nunca nos alejaríamos. Necesito de tus
besos que me hechizan, en tus brazos encadenarme o que te pierdas entre los
míos. Date cuenta estoy perdido por vos locamente, sos mi vida. Cómo no
adorarte, si la verdad sos mi todo y por
lo poco que vimos no sos culpable de nada. Cuando no estás conmigo pierdo los
sentidos, porque no puedo vivir sin tu amor. Se parte mi voz porque te extraño,
si te pudiera expresar todo lo que siente mi corazón. Solo sé lo que me
haces… tuyo, mírame, yo no puedo estar sin vos. Escalofríos
recorren mi cuerpo, los sentimientos se multiplican, mi amor es más puro y más
bello, se multiplica el amor que te tengo, las sensaciones del corazón. Mi
corazón palpita con solo saber que vos estás cerca, cada día me enamoras con tu aroma, tu manera de hablarme y sobretodo con tu dulce sonrisa. Deseos de hacerte el amor,
de sentir tu piel desnuda, un escalofrío
recorre todo mi cuerpo al sentir tus labios, tu respiración, el calor de tu
cuerpo con solo recordarlo.
__Guille…
Guillermo
lo tomó de la mano.
__Vamos,
larguémonos de acá, tu hermano debe de haber huido y no quiero caminar
kilómetros.
Pero
a poco de andar, vieron la camioneta en el mismo sitio.
Pedro miró a Guillermo, que estaba sentado junto a él
en la parte trasera. Había dejado el uniforme de ordenanza entre los arbustos,
junto a la clínica, antes de irse. En ese momento estaba estudiando su
historial médico con detenimiento. Tenía el ceño muy fruncido.
Eso no pintaba bien.
__ ¿Hay algo, Guille? __interrogó, Gaby.
__De todo, al parecer alguien se puso a jugar con el
cerebro de… Pedro.
__Agustín __bramó, Gaby__, no tienes el menor sentido
de la orientación __protestó__. No, gira a la derecha en el siguiente semáforo.
__Hemos pasado por delante de un McDonald’s salir _replicó Agustín __.Me acuerdo muy bien
letrada. Es por allí. _Señaló hacia delante.
__No, no es por allí __le contradijo Gaby__. Está en
la siguiente calle. Tú gira. __Le echó mano al volante.
__Ya, paren de pelear __gruñó, Guillermo.
__Gaby, basta, déjame conducir. __Cuando ella lo
fulminó con la mirada, Agustín frunció el ceño, meneó la cabeza y giró donde ella le había dicho.
Los arcos dorados de la M iluminaban la calle.
__ ¿Lo ves? Te lo dije. Nunca discutas con una mujer
sobre direcciones. Salida a la autopista. Allí __señaló y miró a Gastón __. Gastón…
Pedro, está todo preparado para que hagas las pruebas de ADN con tus padres,
las tuyas y del nene, con ello, si lo deseas puedo avanzar en el tema de los
documentos de todos. Te digo por si luego se enfrascan con Guillermo a
investigar lo sucedido.
__Gracias, Gaby, sí, lo haremos.
__Por allí _repitió Gaby.
__Nunca discutas con una mujer, sobre todo si es
abogada y bonita _masculló Agustín__. Tengo ojos, cariño, y quiero puntos por
acordarme del McDonald’s. Por cierto, tengo hambre.
__Tengo que ir al despacho _dijo Guillermo.
__ ¿Por qué? __Preguntó, Gastón. El silencio de
Guillermo mientras leía su historial médico y el hecho de que no le hiciera
gracia el espectáculo que estaba teniendo lugar en la parte delantera del
vehículo lo tenía de los nervios.
__Porque tengo una reunión con un colega, y tengo que
comprobar una cosa. Pueden dejarme en el centro, ya volveré a casa en taxi.
__Adiós a mi hamburguesa doble. __Agustín suspiró y
pasó de largo el restaurante de comida rápida. Se incorporó a la autovía en
dirección a la ciudad.
__Háblame, Guillermo __le dijo, Gastón__. ¿Qué te ha
llamado tanto la atención de mi historia?
Lo vio mover los papeles que tenía en el regazo.
__Ya, Pedro. Gaby, ¿recuerdas a Nancy, la amiga de
Camila? Sospecho que sí, búscala.
Parece que estuviste sumido en un coma natural durante
bastante tiempo, Pedro. Pero después de que
Bruno naciera, te administraron medicamentos para mantenerte en él como
sospechaste al ver esta porquería. Es como si hubieras salido por tus propios
medios pero alguien no quisiera que despertases. Habiéndote dado por muerto tu
familia y yo pudieron jugar todo el tiempo.
A Gastón se le formó un nudo en el estómago, Gaby
volteó la cabeza.
__ ¿Camila?
__Camila y más gente, supongo, Gaby, no pudo estar
sola en esto, ni entiendo por qué lo hizo, ya estuvo Pedro en sus manos cuando
lo operó años antes.
__ ¿Qué me dices de ese otro medicamento? __Al ver que
él no le contestaba, insistió_-: Guille,
dímelo.
Lo vio apretar los labios. Al final dijo.
__Ya, Pedro, el Tabofren era un medicamento que hace
cinco años estaba en fase uno de los ensayos clínicos, eso es muy lejos de
llegar al mercado antes de que pregunten.
__ ¿Qué? __Gastón puso los ojos como platos.
__Lo retiramos porque la FDA (Food and Drugs
Administration) estaba muy preocupada por los efectos secundarios, en efecto lo
desarrollaba nuestra compañía en
animales.
Gastón sintió que la sangre se le agolpaba en los
pies. Como si se estuviera quedando sin aire.
La mano de Guillermo se deslizó por el asiento y
acarició la suya.
__No te asustes todavía. Deja que investigue un poco
primero.
Él asintió con la cabeza, aunque en el fondo no sabía
qué pensar. Ni qué hacer, por cierto. Con dedos temblorosos, se frotó la
cicatriz que tenía en el lateral de la cabeza. Tragó saliva para contener el
miedo.
No funcionó.
Agustín paró el coche delante de la empresa de
Guillermo.
__Gaby y yo compraremos comida para llevar y nos
reuniremos con ustedes allí arriba en un rato.
__No hace falta _rehusó Guillermo al tiempo que salía
de la camioneta. Tomó la mano de Pedro y lo ayudó a bajar.
__No discutas, Guillermo. Pensaremos mejor entre
todos. __Gaby sacó un brazo por la ventanilla y le dio un apretón en los dedos
a Gastón __. Volveremos enseguida.
¿Por qué tenía de repente un mal presentimiento?, se
preguntó Gastón, que se pasó una mano por el pelo mientras entraba en el
edificio con Guillermo. Un mal presentimiento lo recorría por entero, al igual
que le pasó aquel día, cuando se arrodilló en el suelo del despacho de Camila y
abrió el archivador cerrado con llave que cambió su vida.
__Hola, Patricio. __Guillermo saludó con un gesto de
cabeza al guardia de seguridad que estaba sentado tras el mostrador de
recepción__ ¿Ana ya salió?
__Sí, doctor
Graziani, viene muy tarde hoy, aunque arriba lo espera un colega dijo.
__Sí, lo sé, y tengo que hacer un trabajillo de último
momento. Mi cuñado y una amiga llegarán un poco más tarde. Que suban cuando
lleguen.
__Por supuesto, doctor. Tenía buen aspecto en la tele
hoy _añadió con una sonrisa torcida.
__Gracias. __ Guillermo le colocó una mano a Gastón en
los hombros y lo instó a acercarse a los ascensores. Una mano cálida y sólida
que le provocó un enorme calor allí donde le tocaba.
No podía negar que sentía cierta conexión con él. Pero
no sabía qué hacer al respecto ni cómo lidiar con dicha conexión con todo lo
que estaba sucediendo a su alrededor.
El despacho de Guillermo era un enorme espacio de
madera oscura y metal cromado. Un ventanal que ocupaba una pared entera ofrecía
una panorámica de la ciudad. Las luces brillaban en las calles, y el río titilaba por algunos barcos a la
distancia. Había una barra a un lado de la estancia, con dos sofás y unas
cuantas mesitas auxiliares emplazadas delante. El impresionante escritorio de
Guillermo dominaba la otra parte de la estancia. La pared que quedaba a su
derecha estaba cubierta por una estantería colmada de libros.
Gastón se sintió intimidado al entrar al lugar. Su
diminuto despacho cabría en un rinconcito de ese espacio palaciego. Se acordó
de la conferencia de prensa y recordó la expresión acerada de sus ojos al
enfrentarse al periodista. Guillermo Graziani, el penalista, el rico
empresario, no parecía en nada el hombre tierno que lo había abrazado con tanta
dulzura después de que sangrara por la nariz.
__Pilla algo para beber, ¿quieres? Tengo que hablar
dos palabras con un colega que me espera, enseguida regreso.
Agradecido por tener algo que hacer, Gastón se acercó
a la barra. Pero se preguntó en segundos quién esperaría a Guillermo, y una
fuerza magnética lo hizo ir tras los pasos, apenas oyó voces en la oficina
contigua, se quedó tras el vano de la puerta, la curiosidad y algo parecido a
los… celos, lo invadieron.
Un hombre demasiado joven y atrevido casi rozaba a
Guillermo, de pie junto al escritorio.
__Basta, Maximiliano, no tengo nada que decirte, no
puedo atenderte.
__ ¿Joaquín delgado? ¿Cuántos nombres usas para tus amantes?
__Si viniste para esto, vete, no puedo hablar ahora de estas
estupideces. ¿Cómo me encontraste?
__Te vi en televisión, con ese tal, Pedro Beggio, tu
esposo, eras casado. ¿Es ese el que te partió la cabeza y te puso el mundo al
revés?
__Basta, no tengo nada que decir.
__Pero yo sí, yo sí llevo meses buscándote. _El joven
tenía los ojos escocidos y se acercó hasta casi rozarle los labios, Guillermo
lo apartó.
__ Termínala, te espero en el estudio, el lunes, llama antes, no acá, vete ahora que
espero gente.
Gastón se apartó cuando vio que el joven se separaba
de Guillermo, y regresó al despacho, sin mirarlo cuando volvió a entrar.
__ ¿Joaquín?__ Pedro lo aferró con fuerza por el
brazo. __Pareciera que tú también perdiste la memoria y tienes varios nombres,
y pensé que habías dicho que tenemos algo nuestro.
Guillermo lo observó perplejo mientras buscaba algo
que decir, pero no era capaz de pensar en nada.
¿Cómo era posible que hubiera oído lo que hablaban?
¿Acaso había estado allí y él no se había dado cuenta? Y, lo que era peor, ¿qué
quería decir con que estaban juntos? Él mismo le había repetido un millón de
veces que no iban en serio, pero parecía demasiado afectado por una simple
invitación de otro hombre para que él no significara nada para él, y eso lo
confundía, como siempre que estaba a su lado.
__Pedro, suéltame. Me haces daño...— dijo al fin mientras trataba de ordenar sus ideas. Él resopló pero finalmente lo soltó, se dio la vuelta y apoyó las manos sobre la mesa, encorvándose mientras la daba la espalda.
_No has contestado a mi pregunta, Guillermo — dijo en
un tono mucho más suave antes de darse la vuelta para mirarlo de nuevo. Tenía
el ceño fruncido y sus ojos almendrados resplandecían en la penumbra del despacho—.
¿Es que te gusta ese chico, es tu amante? ¿Quieres salir con él? ¿Te has
cansado ya de lo nuestro?
__Pero, ¿de qué me hablas? __Guillermo lo miró alucinado antes de ser capaz de responder.__ En realidad, no sé cómo contestar a esa pregunta porque no entiendo nada... No me has explicado nada, no sé qué es lo que puedo hacer o no con la extraña relación que mantenemos, y tampoco tengo idea de qué es en realidad lo nuestro... Quizá sea necesario que me lo aclares antes de poder darte una respuesta sincera, ¿no crees?
Pedro se dio la vuelta y lo miró mientras cruzaba los brazos sobre el pecho.
— ¿Quieres saber qué es lo nuestro?— preguntó altivo.
—Sí, la verdad es que me gustaría saberlo— admitió Guillermo antes de ver cómo Pedro se acercaba a él a tal velocidad que apenas fue consciente de ello hasta que notó cómo sus labios chocaban con fuerza. Pedro dejó ir la poca cordura que le quedaba, y se rindió, lo sujetó de la cintura con una mano mientras permitía que la otra se enredara en su pelo, inmovilizándolo por completo. Su beso era profundo, ansioso, como si lo hubiera deseado durante todo el día, al igual que Guillermo. Este se abandonó entre sus brazos, le respondió con ardor permitiendo que lo guiase hacia la mesa que había en el centro de su despacho.
Una vez pegados a ella, tomó el control, lo despojó de
su ropa y luego lo tendió sobre ella sin apartarse de sus labios en ningún
momento. Su boca rodó entonces por la piel de su rostro hasta su cuello. Pedro se
acercó a su oído y murmuró:
__ ¿No querías saber qué es lo nuestro?—
Guillermo le mordió el labio y asintió
una vez como respuesta.
— Esto… es lo
nuestro..., Pedro, el que lo olvida de tanto en tanto, sos vos. Mueve tus caderas, agárrate a mí, siente la melodía del
amor, el ritmo está en nuestras
corazones, baila conmigo amor, mi cuerpo
tiene algo que contarte. Si sientes que mi cuerpo canta una melodía romántica solo abrázame y mueve tu cintura para callarla con tus movimientos.
Danza conmigo amor,
no puedo callar más esta sed de amor, te amaré al ritmo de nuestros
corazones, te deseo cada día, cada hora,
dancemos juntos por toda la eternidad. Cuando me abrazas después de
hacer el amor… eso que fue hermoso se
vuelve mágico.
Y en ese momento su asalto se volvió implacable, poseyendo
su cuerpo como si fuera de su propiedad, hasta que ambos estallaron al fin en
el mejor orgasmo que recordaban.
Ahogamos nuestro clímax con un beso. Abrigamos
nuestras almas en una mirada. Regalándome una franca sonrisa __ dije__:
Tenemos pendiente un abrazo, un beso, un encuentro lleno de amor. Tenemos pendiente
juntar nuestros latidos, unir nuestras miradas, fundir la respiración. Tenemos
pendiente qué debemos hacer, juntar dos
soles, tu mano con la mía en el ocaso, la media noche y el mediodía. Tenemos
pendiente un abrazo, una historia, una vida y sus sonrisas. Tenemos un abrazo
pendiente, ¿recuerdas? Porque yo no lo olvido.
Y vivo pensando cada día en ello.
Anhelo hacer presto…
el amor con vos, quiero descubrir
ese tu calor profundamente, y llegar al fondo de tu corazón. Deseo desnudarte,
aprisa, hacerte mío esta noche sin demora, y amarnos sin testigos ni prisas
hasta que llegue la aurora. Recorreré a besos todo tu cuerpo;
te colmaré de caricias sin medida, y abrigaré con mis brazos como a un niño.
te colmaré de caricias sin medida, y abrigaré con mis brazos como a un niño.
Rozaré mi pecho
junto a tu alma, mis labios tienen ganas de tus labios, y beber de tu
néctar hasta perder la razón. Si nuestros cuerpos se entrelazan, se funden nuestras almas, se fusiona nuestra
espiritualidad. Tu lengua y la mía se corrompen en la lujuria, nuestros sexos
se consumen en su calor, nuestros fluidos se desbordan, nuestro olores se
mezclan, tus pies fríos se enredan con los míos.
Solo entonces habremos formado un solo ser, haciendo
el amor para ser amor, formado por el
amor para el amor.
Una hoguera de fuego
comienza a encenderse al pensarte, mas lenta y pausadamente se va erizando mi piel al recordar esos momentos vividos, el dulce
sabor de tus labios, la profundidad de tus ojos, y el deseo que me trasmite tu
mirada, mas cómo dejar de pensarte,
si siempre siento tu ardiente piel cubriéndome vorazmente como lo hace la noche con el atardecer, cómo no pensarte si solo quiero quemar mis deseos teniéndote entre mis brazos
y amarte desenfrenadamente, cómo no pensarte si vos siempre serás mi mejor obra, mas, cómo no desearte si con vos volví a creer en el amor.
si siempre siento tu ardiente piel cubriéndome vorazmente como lo hace la noche con el atardecer, cómo no pensarte si solo quiero quemar mis deseos teniéndote entre mis brazos
y amarte desenfrenadamente, cómo no pensarte si vos siempre serás mi mejor obra, mas, cómo no desearte si con vos volví a creer en el amor.
__ ¿Quién es él?
__Nadie, nada _dijo Guillermo recogiendo la ropa, y
acomodando la suya que no alcanzara a quitarse, apoyó la frente en la de Pedro,
luego de posar allí un beso__. Cuando no estabas, tuve algunos amantes, que no
significaron nada, y mentí, a ese pibe le dije que me llamaba Joaquín Delgado,
estaba fumando junto al río, en Rosario, yo me acerqué o él, a pedir fuego, una
excusa cualquiera, y ahora me reclama y dice estar enamorado, pero mi único
amor sos y siempre fuiste vos, solo vos.
Estoy
en el camino, pero sigo perdido lejos intuye mi alma y te busca, y sigo tu
camino, lo transito en el sendero de mis
otoños viejos.
Dime amorcito, ¿qué tan libre sos para amarnos?
Algo de vos pese a la amnesia me aguarda, porque algo de mí te desea, voy a encontrarte en esta búsqueda dilatada y larga, en el delirio de amarte y que mi alma sea tu morada.
Viento y brisa de aromas y sol con aromas a hierbas en una mañana nueva, transparente, y el azul cielo cuando te veo, y el sol dibuja tus contornos, y bebo lujuria.
Tanta belleza, hombre y ángel salvaje, hierve mi esencia.
Sumerge mi alma en deseo, de mieles de amor y penuria. Te detienes, me miras y me enamoras, ojos de miel y sol, te miro el alma, tus ojos de fatal y libertina transparencia, la brisa besa tu pelo alborotado, en desparpajo insolente sonríes, manojo de perlas de boca que bebo sin pudor. Mi pasión estalla en mi afiebrada existencia y reclamo de sentir tu piel, tu cuerpo entre mis piernas y manos. Siento el dulce mensaje de tu vida entre mis brazos, el sabor de tu aliento y tu boca en la mía que profano cuando vos me bebes y yo, acaricio tus labios.
Tus manos son palomas que vuelan con tibios dedos, peregrinan mi piel, mi cuerpo y en mi agreste pecho aletean mudas, como dibujando susurros y palabras que vuelan de tu garganta, entre un callado silencio. Aliento caliente, que murmura en la brisa amor y el amor se fusionó en las esencias de los dos cuerpos, almas, caricias, vientos de pasión, tu timidez es sensual en susurros, lágrimas y llanto en el gozo de tus encantos, encendidos en llamas van sembrando en mi pasión, las semillas del amor. Nuestras vidas se fundieron, dulce y triste éxtasis, con vos
cuando vistió tu desnudez de púrpura y oro un ocaso triste y así como llegaste, entre la perfumada brisa te fuiste por segunda vez, pero dejaste una llama encendida y un beso florecido.
Toda la pasión y el amor se quedaron en mi pecho dormido en la dulce espera de tus huellas, en mi sendero peregrino.
Volverás amor, algún día, a cobijarte en mis silencios y te diré bienvenido amor, entre mis verbos malheridos que ya por vos se hicieron ausencia y dolor, entristecidos pero mientras respire nunca, nunca jamás, serán olvido, me dije.
Algo de vos pese a la amnesia me aguarda, porque algo de mí te desea, voy a encontrarte en esta búsqueda dilatada y larga, en el delirio de amarte y que mi alma sea tu morada.
Viento y brisa de aromas y sol con aromas a hierbas en una mañana nueva, transparente, y el azul cielo cuando te veo, y el sol dibuja tus contornos, y bebo lujuria.
Tanta belleza, hombre y ángel salvaje, hierve mi esencia.
Sumerge mi alma en deseo, de mieles de amor y penuria. Te detienes, me miras y me enamoras, ojos de miel y sol, te miro el alma, tus ojos de fatal y libertina transparencia, la brisa besa tu pelo alborotado, en desparpajo insolente sonríes, manojo de perlas de boca que bebo sin pudor. Mi pasión estalla en mi afiebrada existencia y reclamo de sentir tu piel, tu cuerpo entre mis piernas y manos. Siento el dulce mensaje de tu vida entre mis brazos, el sabor de tu aliento y tu boca en la mía que profano cuando vos me bebes y yo, acaricio tus labios.
Tus manos son palomas que vuelan con tibios dedos, peregrinan mi piel, mi cuerpo y en mi agreste pecho aletean mudas, como dibujando susurros y palabras que vuelan de tu garganta, entre un callado silencio. Aliento caliente, que murmura en la brisa amor y el amor se fusionó en las esencias de los dos cuerpos, almas, caricias, vientos de pasión, tu timidez es sensual en susurros, lágrimas y llanto en el gozo de tus encantos, encendidos en llamas van sembrando en mi pasión, las semillas del amor. Nuestras vidas se fundieron, dulce y triste éxtasis, con vos
cuando vistió tu desnudez de púrpura y oro un ocaso triste y así como llegaste, entre la perfumada brisa te fuiste por segunda vez, pero dejaste una llama encendida y un beso florecido.
Toda la pasión y el amor se quedaron en mi pecho dormido en la dulce espera de tus huellas, en mi sendero peregrino.
Volverás amor, algún día, a cobijarte en mis silencios y te diré bienvenido amor, entre mis verbos malheridos que ya por vos se hicieron ausencia y dolor, entristecidos pero mientras respire nunca, nunca jamás, serán olvido, me dije.
Aunque
viví en la realidad, siempre traté de atrapar algunos sueños. Hasta que algunas
veces, ellos me atraparon. En una brisa tibia, cristalina y transparente, como
tu alma. Mi mayor sueño, es este, que regresaste, que estés vivo, ni esos papeles,
ni lo que vayamos a descubrir, ni ese muchacho ni mil amantes tienen ninguna
importancia, solo… “esto… lo nuestro”.
¿Sabes
con qué sueño?
__
¿Qué? _susurró, Pedro.
__
Con citas en secreto llenas de intenciones, un “buenas” con sabor a manos
imprudentes, un beso cerca de los labios
acariciando el olor de tu presencia atrayendo la mentira al instante, cena con ingredientes
afrodisíacos, miradas indiscretas,
gestos tentadores, risas llenas de misterios, toques con astucia, palabras destinadas al engaño después de un
licor que provoca la libertad en nuestros actos, música romántica placentera a oídos
que escuchan las letras de canciones obligándonos al baile, cuerpos moviéndose al compás de los deseos de
la mente, sin querer nos provocamos ,
manos entrelazadas, roces de la
piel que incitan al abrazo de sentimientos mutuos de vivir una locura deseada, noche
interminable complacidos por la luna, esperamos los rayos del sol, sueños vividos con intensidad, realidad
poseída por las dudas.
Despertamos
prisioneros de la incertidumbre de haber vivido al borde de una verdad en
sueños, producida por ideas amadas, enajenadas
con razón o una mentira de nuestra realidad absurda en la sensatez de amar con
placer, nunca encontraremos las respuestas de los misterios de la mente, solo
debemos caminar buscando el amor sin entender de qué forma llegó a nosotros. Aquella
tarde amor, nuestros miedos inundaban cada rincón de la estancia, pero el deseo
de amarnos marcó el compás de los tiempos.
De nuevo el sentir, de nuevo las caricias olvidadas, y de nuevo el desenfreno, de nuevo nuestros pensamientos, nuestros cuerpos ya no estaban muertos, sentían la humedad de tu aliento en mi aliento. De nuevo, amar amor, ¿a dónde estabas? toda una vida antes que te encontrara, justo en ese momento cuando mi alma se marchitaba en un oscuro rincón, abandonada de toda ilusión y huérfana de tus caricias y sueños divinos. ¿A dónde estabas, vida mía cuando mis manos vacías estaban de ti, y de nuevo se llenaron de flores? No es nada lo que yo escribí pues son las fantasías de mi alma, los sueños que en esas noches de soledad mis sentimientos que desean hacerlas realidad, salen de mi corazón, suben hasta mi garganta buscando una expresión mientras en mis brazos deseo tenerte, se acelera mi corazón, vos dueño de mi corazón no me abandones al llegar el alba o se me detendrá el corazón. Y solo te regalo un poco de mí para vos, es todo mi amor.
Guillermo
se sentó en el sillón que había al otro lado de su escritorio y encendió el ordenador.
Sus dedos volaban por las teclas, con la vista clavada en lo que fuera que
estuviera viendo. Su silencio le indicó que no estaba dispuesto a compartir sus
temores en ese momento.
__ Coqueteando
con mi vida vos como Pedro me quisiste
amar y con ayuda de tus manos me dejaste abrir las puerta de la
felicidad. Embanderando mi sonrisa salí a conquistarte. Me puse mi mejor gala, me
vestí de ternuras adornándome con mil dulzuras. Me abrigué con mi paciencia y
salí muy sensual con un toque de sensibilidad. Atrapado por tu seducción
a mi vida me abracé borrando lo negativo, disfrutando lo positivo. Cuando te tenía a mis pies
te embriagué con mis alegrías y el gran idilio comenzó, el corazón se tiñó de amor y vos me gritabas que sin mí no eras nada y desde entonces comprendí que vamos pegados e iluminados hasta que esa luz se apague en nuestra misión terrenal. Por eso sigo luchando y esperando por regresar a lo que vos olvidaste pero que yo he guardado por años para recordártelo, para hacértelo volver a vivir, Pedro.
a mi vida me abracé borrando lo negativo, disfrutando lo positivo. Cuando te tenía a mis pies
te embriagué con mis alegrías y el gran idilio comenzó, el corazón se tiñó de amor y vos me gritabas que sin mí no eras nada y desde entonces comprendí que vamos pegados e iluminados hasta que esa luz se apague en nuestra misión terrenal. Por eso sigo luchando y esperando por regresar a lo que vos olvidaste pero que yo he guardado por años para recordártelo, para hacértelo volver a vivir, Pedro.
__ ¿Hay
un aseo por aquí? __le preguntó, Gastón.
__Por
allí.
__Gracias.
Pasó
todo el tiempo que pudo en el elegante cuarto de baño, con su lavabo de mármol
y su enorme ducha, y se echó agua en la cara en un intento por controlar sus emociones.
Cuando
por fin reunió el valor necesario para regresar al despacho de Guillermo, se lo
encontró sentado al escritorio. Pero en esa ocasión tenía la cabeza entre las
manos, con los codos apoyados en la mesa. La pantalla del ordenador brillaba
con imágenes de Malena a modo de salvapantallas.
Su
cuerpo irradiaba tensión, una tensión que inundaba el espacio que los separaba
y se le acumulaba a Gastón en el pecho. Disparando sus nervios hasta niveles
insospechados. Presa de los temblores, rodeó el escritorio para colocarse a su
lado.
__ ¿Guille?
Sin
levantar la vista, él lo agarró de la cintura y lo colocó delante de él. Sintió
sus rodillas en la cara interna de los muslos provocándole un millar de
escalofríos. A continuación, él se inclinó hacia delante y apoyó la frente en
su vientre mientras inspiraba hondo y de forma entrecortada.
Algo
iba mal. Fuera lo que fuese que hubiera encontrado era tan malo que ni siquiera
podía mirarlo. Pensó en marcharse, en olvidarse de todo ese lío. Podía subir en
un avión y volver a Chile si quería, olvidarse de Guillermo Graziani y de su
hija. Seguramente eso fuera lo más inteligente.
Pero
al mismo tiempo sabía que nunca se iría. Estaba conectado a él, quisiera o no,
recordara o no. Y no solo por Malena y Bruno, sino por algo más. Algo que lo
arrastraba hacia él aunque quisiera salir corriendo en dirección contraria.
Algo que no comprendía pero que estaba desesperado por saber adónde lo llevaba.
Le
enterró los dedos, temblorosos en el pelo y deslizó las manos por su nuca y sus
hombros, sintiendo la tensión que lo embargaba.
__Cuando
cierro los ojos y pienso en él, lo hago mío cada instante, no tengo sus besos,
no tengo su boca con sabor a miel, no tengo sus labios que me embriagaban con
tan solo rozarlos, eran mi pasión, eran fuego encendido. Eran anhelo, eran
simplemente amor eterno, no estaba en mi vida real.
Cuando
cierro los ojos él me abraza, me mima. Me toma en sus brazos, tengo su aroma
varonil que despierta mil sensaciones, mi corazón late tan fuerte tan solo en oír
su voz.
Me seduce con la mirada, mis ojos se clavan en sus pupilas, cómo me encantan sus bellos ojos cafés, son hermosos. Cuando cierro los ojos él está en mi imaginación, me desviste el alma, ahí exactamente le digo todo lo que siento. Me acerco a sus labios me besa sin descanso, lo deseo tener solo entre mis brazos, él ya es esencia en mi ser, ahí despliega sus fantasías, me dice que me ama, que lo soy todo para él. Cuando cierro los ojos es mi amor prohibido.
El que acaricia mi piel, el que me arropa con su cuerpo, con el que no paso frío porque él abriga mi piel, me recorre con sus manos centímetro a centímetro, no deja ninguna parte sin acariciar. Me lleva al infierno de su sexo completo. Sacia mi sed, él es mi delirio, él es mi agonía. Pues quiero morir en sus brazos, perder la razón, porque él es mi locura de amor.
Me seduce con la mirada, mis ojos se clavan en sus pupilas, cómo me encantan sus bellos ojos cafés, son hermosos. Cuando cierro los ojos él está en mi imaginación, me desviste el alma, ahí exactamente le digo todo lo que siento. Me acerco a sus labios me besa sin descanso, lo deseo tener solo entre mis brazos, él ya es esencia en mi ser, ahí despliega sus fantasías, me dice que me ama, que lo soy todo para él. Cuando cierro los ojos es mi amor prohibido.
El que acaricia mi piel, el que me arropa con su cuerpo, con el que no paso frío porque él abriga mi piel, me recorre con sus manos centímetro a centímetro, no deja ninguna parte sin acariciar. Me lleva al infierno de su sexo completo. Sacia mi sed, él es mi delirio, él es mi agonía. Pues quiero morir en sus brazos, perder la razón, porque él es mi locura de amor.
Cuando
cierro los ojos solo su nombre pronuncio, porque amarlo en silencio es mejor
que saber que jamás será mío, ahí no encuentro rechazo, y lo quiero amar
en mi soledad, porque ahí precisamente me pertenece, y porque elijo
alejarme de él, así el dolor a distancia no será tan fuerte y no me hará
sufrir. Lo elijo en mis sueños porque mis sueños nunca tendrán un final.
¿Lo
prefieres así, Pedro? Gastón no es mío, él, es Pedro… sos vos.
__Guille,
me estás asustando.
Él
no habló. Se limitó a clavarle todavía más los cálidos y fuertes dedos en las
caderas, como si fuera su tabla de salvación.
__Háblame
_le suplicó, susurrando.
Sus
marcadas facciones estaban demudadas por el dolor cuando lo miró. Y el miedo
que sentía se convirtió en pánico al ver la culpa que inundaba esos hipnóticos
ojos café.
Gastón
inspiró entre dientes.
Sin
necesidad de preguntar siquiera, supo que de alguna manera él estaba
involucrado en lo que le había sucedido.
Guillermo
lo miró tanto rato con esa expresión culpable que Gastón sintió deseos de
zarandearlo para conseguir que hablara.
__Guillermo,
¿qué pasa?
__El
tabofren prometía reducir ciertos tumores inoperables. Pero la FDA Y ANMAT en el país acabaron con los ensayos clínicos
en cuanto comenzaron a aparecer los
primeros efectos secundarios ya que cuestionaban la seguridad del uso
del fármaco.
__Yo
no tengo cáncer.
__Lo
tuviste años antes, yo le creí a ella y vi resonancias que ya no lo mostraban
pero a poco de esa cirugía inicial, no sé si regresó luego, Pedro.
__Lo
que dices lo dijiste en el auto.
__Lo
sé. Pero no recordaba cuáles eran esos efectos secundarios. Cielito, yo comencé
a investigar y me hice cargo de esta empresa cuando te operó del cáncer, quería
saber qué hacer para no perderte.
__ ¿Por
qué me da que esos efectos secundarios no me van a gustar en absoluto?
Guillermo
tragó saliva y su mirada descendió hasta el abdomen de Pedro.
__Guille,
mírame.
Sin
hacer caso, continuó.
__El
medicamento bloqueaba una vía de señalización celular que estimulaba el
crecimiento de los tumores en aquellos pacientes que sufrían un cáncer en
estado avanzado.
Estábamos
muy animados después de los estudios y resultados obtenidos con los ensayos en
animales y también lo estaba la FDA. Así que enseguida nos dieron el visto
bueno para empezar en los seres humanos, en ensayos clínicos.
__ ¿Y?
__Los
efectos secundarios menores incluían irritaciones cutáneas, erupciones,
sequedad de las mucosas. Nada fuera de lo esperable con cualquier droga. Pero,
los restantes, hicieron que la FDA se tomara las cosas muy en serio.
Normalmente los sufrían pacientes con tumores cerebrales o de médula espinal.
__Yo
tuve cáncer de cerebro.
__Eran…
fuertes dolores de cabeza, cambios de humor, de personalidad y… pérdida de
memoria.
__!
Dios mío!
Los
dedos y las manos poderosas de Guillermo lo aferraron más fuerte por la cintura
impidiendo que escapara.
__Cuando
los pacientes que participaban de los ensayos clínicos comenzaron a informar de
dichos efectos secundarios, sobre todo en lo referente a los lapsus temporales
de memoria, se les retiró de inmediato. La mayoría de ellos no sufrió
consecuencias a largo plazo.
__Pero
mis lapsus no fueron temporales _dijo, Gastón…__Guille, ¿por qué me
administraron ese medicamento si mi cáncer fue operado y curado cinco años
atrás? No lo entiendo. Según me has dicho, cuando desaparecí yo estaba sano, no
padecía ningún cáncer, llevábamos una vida normal, feliz, con los chicos.
__Y
no te mentí, es lo cierto. No lo sé. No sé qué está pasando aquí, pero…
__Pero
¿qué? __Gastón no consiguió disimular el miedo que sentía. Al ver a Guillermo
que no lo miraba a los ojos, le colocó las manos en la barbilla y lo instó a
levantar la cabeza__. ¿Qué pasa, Guille? Tengo derecho a saberlo todo.
Él
se sentó y se pasó la mano por la cara.
__Mira
el monitor y dime si reconoces a esa persona...
Gastón
movió el ratón y el salvapantallas desapareció. En su lugar apareció el rostro
de… Camila.
__!
Dios mío!
__Supongo
que eso es un sí _escuchó que Guillermo decía en voz baja.
__ ¿Por
qué tienes una foto de Camila vestida así?
__Ella…
ella es… El doctor Tom Mc keen… Él desarrolló el tabofren. Era el director de
los ensayos clínicos. Pocas personas lo conocieron, yo solo sabía ese nombre,
Pedro, no sabía que…
__!
No! _gritó, Pedro.
Se
volvió hacia la pantalla y después se alejó. Ella estaba con un guardapolvo
gris, el pelo corto, lucía mucho más joven pero era ella, era Camila. No. Era
imposible. Las palabras se le atascaron en la garganta. Eso no podía estar
sucediendo. Camila era cirujana, no era investigadora, no era ni siquiera
oncóloga.
Guillermo
reaccionó, se levantó del sillón y le colocó las manos en los hombros.
__No
lo hagas. No te alejes ahora. Quédate conmigo.
__No.
Te equivocas. Seguro que hay una explicación. Tiene que haberla. Hay gente
parecida, esa no es Camila, ella no me indujo el coma dándome esa droga, tiene
que ser ese tipo que dices, y él es un hombre.
__Amorcito…
Eso creímos todos.
__
¿Qué? ¿Estás diciendo que es Camila? ¿Qué fue ella la que me hizo eso a
propósito durante años? ¿Cómo es posible que la mujer que creí era mi esposa,
con la que conviví por años, que conocí siendo muy jovencita, usara un nombre
de fantasía para investigar ilegalmente y me haya hecho esto a propósito? ¿Ella
crió, a ella le confié sin saberlo a Bruno por años?
__No
lo sabemos con seguridad. Yo tampoco entiendo qué está sucediendo. Pero lo
descubriremos. __Tiró de él para darle un tierno abrazo antes que pudiera
alejarse.
Gastón
se dejó abrazar, si bien era incapaz de apartar la vista del monitor. De la
cara de Camila que le devolvía la mirada. Era ella, y sin embargo tenía algo
diferente que no supo precisar. Por su mente pasaron los momentos que habían
compartido, o al menos los que él recordaba.
Camila
con Bruno durante un asado que hicieron en el patio trasero. Los dos bailando
en una función benéfica. Camila y él ¿haciendo el amor en su cama? Se
estremeció de repente e intentó apartarse de Guillermo, pero él se lo impidió
estrechándolo con más fuerza.
__No
pasa nada _le dijo en voz baja__. Estás conmigo ahora.
Gastón
forcejeó para apartarse, pero acabó claudicando ya que carecía de la energía
necesaria para luchar contra él, contra lo que sentía aunque no recordaba.
__ ¿Cómo
mierda desaparecí de ese aeropuerto? ¿Ella me sacó, pero cómo si me dejaste en
el embarque?
Al
final, se apoyó en su pecho, perdió la cara en el cuello de Guillermo, abrumado
por las emociones.
__ ¿Cómo
he podido equivocarme de esa manera?
¿Cómo
es posible que no haya visto cómo era Camila en realidad? ¿Estaba ciego? ¿O
simplemente he hecho la vista gorda porque abatido por drogas y enfermedades no
quise ver y analizar las cosas a fondo?
2111
Guillermo
le pasó las manos por el pelo mientras lo tranquilizaba, susurrándole al oído.
Sin embargo, su mente insistía en repetir lo que le había dicho poco antes.
__Has
dicho… has dicho que se apellidaba Mc keen.
Él
no aflojó el abrazo.
__Camila
realmente era Moravia, yo conozco a Orestes, son Moravia, ese apellido que usó no es real. Pero sí, usó para patentar la
droga Tom Mc keen.
Su
familia es la dueña de Mc Keen Publishing desde hace años.
Gastón
dejó caer los hombros al tiempo que sentía el amargor de la bilis en la
garganta.
__ Me
dijo… me dijo… que no era conveniente que trabajara fuera, pero al fin me
permitió realizar colaboraciones independientes. Sabía que a la larga
terminaría trabajando para Mc Keen Publishing.
__Sí,
y no quiero que vayas a trabajar, mañana ni pasado, no por ahora.
__Guille.
__No,
escúchame. __Le apartó un poco para mirarlo y lo aferró por los hombros con
firmeza pero sin hacerle daño. Esto, es más grande de lo que suponíamos. Se
invirtieron millones de dólares en el tobafren. La gente se enojó mucho cuando
lo rechazaron. Según tu informe médico, a vos te lo administraron mucho después
que las autoridades regulatorias pusieran fin a los ensayos clínicos. Alguien
siguió el proyecto, bien porque tenía un comprador o bien porque intentaban
continuar a espaldas de las autoridades. En cualquier caso, que aparezcas vos
husmeando por aquí no va a sentarle bien a quienquiera que esté detrás de esto.
A
Gastón no le gustó lo que insinuaba.
__Pensaba
que era Camila quien estaba detrás de esto, y ella murió.
__No
creo que lo hiciera sola. No creo que pudiera hacerlo. El personal de la clínica
privada estaba al tanto. Alguien de la editorial, también, Moravia está
desaparecido, tu médico de Chile, Matías Olazábal también. ¿Por qué?
Sus
palabras flotaron en el aire un rato mientras se escuchaba el tic tac de un
reloj situado en el otro extremo de la
estancia. Gastón casi oía otra voz en eco... ¿palabras de ella?
“Camina
ella muy segura ocupando espacios poco a poco por los caminos, avara por
poseerlo todo, va exhalando algunos suspiros.
Está todo en silencio, de sus labios no sale ningún quejido, algún susurrante exabrupto al tropezar con algún obstáculo imprevisto sin pedirlo.
Es soberbia, va con la cabeza altiva, piensa que ni un bostezo merece la vida, su meta es avanzar, todo hay que vivirlo y digerirlo.
Orgullosa se da cuenta que nadie la detiene y se cuela en grietas y orificios.
¡Eres apática! Le dicen algunos por no vestirse con colores, avanzas anodina y triste con tus grises y negros.
Más, no hay nada mejor que un gris firmamento y hay que ver cómo sobrecogen los claros oscuros de los templos. Nada te iguala " sombra ", dame para mi tranquilidad, el frescor de tu aliento para urdirme con él un echarpe y así taparme de los vientos, y procurar proteger mis fórmulas, que no se lleve con sus embestidas las páginas donde escribo.
Quiero admirarte sombra, en todos tus trayectos y movimientos, tú los llevas a cabo en silencio trazando una ruta llena de cambiantes niveles que desvelan lo mágico, para poder alcanzar en ti misma todo.
Avanzas inexorable alargándote sin que nadie ponga impedimentos. Hay controversia con tu esencia, unas veces produces miedo, otras relajas y llenas de frescura que dan nuevas fuerzas.
Sabes cómo aliarte con la luz reflejando figuras que asombran, producen desconcierto y a veces embelesan.
Vivo intensamente a través de ti, descubro y desvelo ese gris perla nacarado que me baña con su aliento y me estremezco con tu carbonizado negro que rompe mi equilibrado centro, pero que al suceder me transforma en otro ser, que dialoga y es capaz de escribir.
Está todo en silencio, de sus labios no sale ningún quejido, algún susurrante exabrupto al tropezar con algún obstáculo imprevisto sin pedirlo.
Es soberbia, va con la cabeza altiva, piensa que ni un bostezo merece la vida, su meta es avanzar, todo hay que vivirlo y digerirlo.
Orgullosa se da cuenta que nadie la detiene y se cuela en grietas y orificios.
¡Eres apática! Le dicen algunos por no vestirse con colores, avanzas anodina y triste con tus grises y negros.
Más, no hay nada mejor que un gris firmamento y hay que ver cómo sobrecogen los claros oscuros de los templos. Nada te iguala " sombra ", dame para mi tranquilidad, el frescor de tu aliento para urdirme con él un echarpe y así taparme de los vientos, y procurar proteger mis fórmulas, que no se lleve con sus embestidas las páginas donde escribo.
Quiero admirarte sombra, en todos tus trayectos y movimientos, tú los llevas a cabo en silencio trazando una ruta llena de cambiantes niveles que desvelan lo mágico, para poder alcanzar en ti misma todo.
Avanzas inexorable alargándote sin que nadie ponga impedimentos. Hay controversia con tu esencia, unas veces produces miedo, otras relajas y llenas de frescura que dan nuevas fuerzas.
Sabes cómo aliarte con la luz reflejando figuras que asombran, producen desconcierto y a veces embelesan.
Vivo intensamente a través de ti, descubro y desvelo ese gris perla nacarado que me baña con su aliento y me estremezco con tu carbonizado negro que rompe mi equilibrado centro, pero que al suceder me transforma en otro ser, que dialoga y es capaz de escribir.
Ella…
trabajaba en las sombras”.
__ ¿Nunca
tuviste que hablar con ese Mc Keen? _preguntó, Gastón en voz baja.
__Hablé
con él varias veces, pero no llegué a conocerle, lo que significa que hablé con
cualquiera que ellos quisieron poner al teléfono, no vi el rostro.
Gastón
cerró los ojos. De alguna manera se conocían, Guillermo se conocía con ese
grupo de gente. Había hablado con alguno de ellos. Su relación con Camila no
era una coincidencia.
Guillermo
le dio un apretón en los hombros.
__Llegaremos
al fondo de todo este asunto, pero necesito que tengas cuidado. Tu cara saldrá
en todos los medios. Esa maldita conferencia de prensa que dimos. La gente ya
sabe que no estás muerto, ellos quienes sean que fueren… lo saben.
Una
cosa más de la que preocuparse.
__No…
no había pensado en eso.
__Quiero
dos cosas. Que vengas a vivir a casa y que te vea un médico. Mañana.
Guillermo
secó con el dorso de las manos las lágrimas que rodaron por las mejillas de
Pedro.
__Estoy
bien.
__No
discutas conmigo sobre esto. __Su tono de voz le indicó que no lo intentara
siquiera__. Nunca se hicieron ensayos a largo plazo con esa droga. No sabemos
si te ha podido provocar algún efecto de larga duración.
__Me
hicieron una tomografía y resonancia justo antes que Camila muriera. Los resultados
fueron normales.
__Te
los hizo el médico de Chile que ha desaparecido, Matías, ¿verdad?
__Sí.
__El estómago se le revolvió otra vez__. No creerás que también está
involucrado, ¿verdad?
__No
lo sé, pero debemos ser precavidos, no vamos a correr riesgo alguno. ¿Cómo es?
¿Lo reconocerías?
__Ay,
Dios. Claro, es joven, algo mayor que yo, alto, delgado, fachero, de ojos muy
claros __murmuró, apoyándose en él.
Las
cosas empeoraban cada vez más. Cada nueva pista, cada pequeña información que
descubrían llevaba a más mentiras, lo hacía preguntarse en qué se había metido.
En qué había metido a Bruno. En qué estaba metiendo a Guillermo y a Malena.
Guillermo
lo abrazó y apoyó la mejilla en su cabeza como leyéndole el pensamiento. Su
fuerza y calor lo rodearon, haciendo que se sintiera protegido.
__No
te preocupes por mí, nadie me hará daño y no voy a permitir que te pase nada
más, ni a vos ni a los chicos.
Seguro
entre sus brazos, lo único que quería era olvidar todo lo que habían
descubierto, aferrarse al salvavidas en el que se había convertido su cuerpo,
creer en sus palabras. El olor de Guillermo flotaba en el aire, provocándole el
ya familiar déjà- vu. Cerró los ojos, apoyó una mejilla en su torso, le devolvió
el abrazo, se perdió entre sus brazos.
__ Entre
ráfagas de luz que se convierten en reflejos, hoy naufrago.
Desde lo más alto dejo caer en cascadas mis sentimientos para que avancen en completa libertad, y se aposenten sin ataduras ni miedos, en el lugar que ellos sientan de su propiedad, el espacio donde encajen, se sientan cómodos, ese sitio donde tengan la certeza de que es el suyo.
Pero no es fácil llegar a ello, hay muchas puertas cerradas con llave que obstaculizan el proceso.
Las ansias por abrirlas me sajan el cuerpo y va creciendo la impotencia en mi interior muy hondo, por no tener fácil acceso a las llaves que abren la tranquilidad y el confortable lugar de la unión y el hermanamiento.
Pero no hay éxito sin lucha, con toda mis fuerzas me involucro en ello.
Busco escondites a mi alrededor, posibles resquicios donde quepan, abro gavetas viejas a ver si por un milagro encuentro varias llaves dentro.
Quiero abrir las puertas cerradas de todos los aposentos, que cada sentimiento encuentre su lugar, su morada y se sienta contento.
Que desaparezcan la sombras del lugar, ver cómo se ilumina y se llena el aire de paz.
Una vocecilla en mi interior me dice... Lo vas a conseguir, lucha, lucha y verás que conseguirás tus deseos.
Pienso, discurro, me quedo en blanco por un tiempo...
Luego se hace la claridad, sereno me doy cuenta que no existen llaves para afrontar el problema de las puertas cerradas, solo basta arrancar de raíz los castrantes pensamientos que son los que impiden que se abran las puertas a tus sentimientos.
Es necesario, reventar el grano para desprenderlo de suciedades y pajas que no lo hacen bueno.
Hay que aliarse con el tiempo y con obras y palabras ir abriendo los lugares idóneos a los sentimientos.
Despacito, sin decaer por el esfuerzo, iré cerniendo las dificultades hasta encontrar la hipotética: “Llave de la puerta". La llave de mi mente.
El
rítmico latido del corazón de Guillermo le recordó que estaba vivo, y era lo
que importaba al fin. En el silencio reinante, casi podía imaginar lo que había
sido la vida con él en el pasado. Cómo habría sido Guillermo antes… antes de
perder a Pedro. Feliz. Completo. Alegre. Un hombre capaz de mover cielo y tierra
por el ser que amaba.
Pero
eso era el pasado. Ya no eran las personas que fueron entonces. Y aunque
quisiera apoyarse en él y dejar que fuera su ancla, todavía había muchas cosas
que él desconocía. Sobre lo que había pasado. Sobre él, Sobre cómo estaba todo
relacionado, todo lo que habían descubierto, con él, y con Guillermo.
La
verdad lo liberaría. No podía dejar que todo eso lo derrumbara. No iba a
hacerlo. Había llegado muy bien. Lo único que podía hacer, era seguir buscando
las respuestas que sabía que se encontraban en algún lugar.
Y
lidiar con las consecuencias… cuando se presentaran.
__
¿Estás seguro de haber revisado todas las cosas de Camila?
__Sí,
al menos las que estaban en casa sí, pero mira lo que había en esa clínica.
Cómo saber en cuántos lugares tenía… cosas.
Guillermo
tenía una losa en el pecho, su angustia
crecía a cada instante, quedaba de su parte
más, mucho más por decir, pero al menos por ahora, solo podría hablarlo
con Agustín, no se sentía capaz de volver a poner a prueba la confianza de… Pedro.
CONTINUARÁ.
HECHOS
Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
Cualquier
parecido con la realidad es coincidencia.
Lenguaje
adulto.
Escenas
explícitas.
Patricia Precioso!!!
ResponderEliminarVictoria Precioso . Gracias
ResponderEliminarAnitra Gracias Eve Monica Marzetti. Feliz jueves.
ResponderEliminarVeronickka Bella querida.
ResponderEliminarGladis hermoso
ResponderEliminarTamaira Preciosa y sentida. Felicitaciones!!
ResponderEliminarLuis Sentir intenso , tremendo
ResponderEliminarSaludos
Michael HERMOSO
ResponderEliminarMaria Gloria 🤗👏 Bella
ResponderEliminarMarta Bonitooo
ResponderEliminarDelia Bellísimo
ResponderEliminarFlor Bellísimo !!!
ResponderEliminarBlanca Bellísimo !!!
ResponderEliminarBeatriz Hermoso pero triste. Deja un sabor a ausencia.
ResponderEliminarSandy Bello
ResponderEliminarGriselda Hermoso!
ResponderEliminarMitzi ¡Muy hermoso!
ResponderEliminarSilvia Gracias preciosa 🌹🌹🌹
ResponderEliminarComplicada y peligrosa trama Eve...Eso sí, espero que Pedro se sienta cada vez más unido a Guillermo y que si no puede recordar se vuelva a enamorar de él...Que ya no se separen y juntos todos puedan encontrar a los culpables vivos de semejante desastre...
ResponderEliminarEs hermosa mi cielo, me asustaste cuando no estabas, me preocupé e intenté dejarte mensajes pero por suerte apareciste, el peligro ya... bueno, no sé, está Matías por allí, no la tengo armada más allá, pero juntos, Feliz inicio de año, aunque dejo otra, Desafío supongo, mi amor eterno.
EliminarAlicia Leguizamon Me encanta!!a leer,gracias Eve!!!💓💓
ResponderEliminarSol Urvino Parece que Camila tiene una siniestra faceta que hay que descubrir por el bien de ambos. UN BESO, EVE.
ResponderEliminarVeronica Lorena Piccinino Me encanta está historia Eve Monica Marzetti. Hermosa. Gracias
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