lunes, 25 de marzo de 2019

“NO SOY YO”. CAPÍTULO VEINTITRES.


 “NO SOY YO”.

CAPÍTULO VEINTITRES.



Su hija volvió la cabeza con brusquedad para mirarlo con sus ojos que parecían almendras que eran idénticos a los de Pedro, llenos de lágrimas.

“Yo me enamoré de sus demonios, ella de mi oscuridad.
Éramos el infierno perfecto”. Mario Benedetti.
“Lo amé, y no por la forma en que bailaba con mis ángeles,
Solo porque el sonido de su nombre enamoraba mis demonios”.
Chistopher Poindexter.


__No quiero intentarlo. No quiero llegar a conocerlo. No quiero estar cerca de él. Y no entiendo por qué tú sí quieres estarlo. No es el mismo, Fabián me contó. ¿Es que no lo ves?
__No sé qué dijo mi hijo mayor, pero sí que lo es. En el fondo es Pedro. Tienes que darle una oportunidad
__Te está engañando, ¿no te das cuenta? Lo único que va a hacer es complicar las cosas. __ Malena se puso de pie de un salto__. ¡No te quiere, no nos quiere, y cuando lo descubra volverá a marcharse como siempre!

__No lo hará, nunca se ha marchado, no fueron así las cosas, hija _le aseguró en voz baja, frustrado porque su hija tuviera que verse obligada a lidiar con esa situación.

__! Sí que lo hará! Y esta vez lo hará porque quiere hacerlo. No será un accidente. __Las lágrimas comenzaron a resbalar por sus mejillas. Se las limpió__. No quiero que eso vuelva a pasar.
! No quiero que vuelva a pasarme!
__Hijita _dijo Guillermo al tiempo que la rodeaba con los brazos, pese a sus intentos por no dejarse atrapar_. Eso no va a pasar, te lo prometo.

Claro que, ¿cómo podía estar seguro de ello? Pedro le había dicho  la noche anterior que quería irse, que quería olvidar todo ese lío. No podía obligarlo a quedarse si él no lo deseaba. Pero tampoco permitiría que se marchara sin luchar, menos ahora, era suyo. No después de lo que acababa de pasar entre ellos.
Cuando Malena dejó de forcejear, se apartó un poco de ella y le limpió las lágrimas de las mejillas.
__Malena, te quiero. No voy a permitir que sufras. Te lo prometo.

Malena lo miró con los ojos encharcados… y al fin le echó los brazos al cuello.
Gaby Se sentó de golpe en la cama al escuchar el estrépito. Alguien había roto un cristal en planta baja. Había un intruso en la casa.
Apartó las mantas a toda prisa, tomó un palo que guardaba debajo de la cama y abrió la puerta del dormitorio tratando de hacer el menor ruido posible. No vio movimiento alguno en el pasillo. La única luz procedía de la lámpara que siempre dejaba encendida en el cuarto de baño. Caminó de forma sigilosa sobre el suelo de parquet y abrió la puerta del dormitorio de Betsy. Su hija estaba acostada boca abajo con los brazos sobre la cabeza dormida como un tronco.
Se le disparó el pulso a medida que se acercaba a la escalera. Al pisar el penúltimo escalón, la madera crujió, levantó el palo, se dirigió poco a poco a la cocina, Antonio siempre quiso comprar un arma y ella le decía que era un imbécil. Pero en ese momento le encantaría haberle hecho caso. Ojalá acertara  a asestarle un buen golpe a ese intruso antes de que pasara algo malo.
Mierda, pensó, debería llamar a la policía, qué demonios hacía intentando resolver aquello ella sola.
Acababa de retroceder un paso justo cuando vio que la puerta de la cocina se abría. Sin pensar bajó el palo y atacó. Al instante escuchó que alguien resoplaba del dolor al tiempo que caía al suelo. Con fuerza. Entró en la cocina con un subidón de adrenalina, Agustín levantó una mano para impedir el nuevo golpe.

__! Ya letrada, no me golpees otra vez con eso!
__! Agustín!
__ ¿Quién diantres pensabas que era? __Estaba tendido en el suelo agarrándose el abdomen y con el torso apoyado en un armario, pero en un ángulo extraño__. Vale, que creo que me has roto una costilla.

Gaby espabilándose soltó el palo reconociéndolo.
__ ¿Qué haces en la cocina?
__Tenía hambre, la comida china no me sacia y acabo comiendo de madrugada.
La comida china que habían compartido en el despacho de Guillermo. Gaby le había pedido a él que pasara la noche con ella y su hija porque estaba preocupada por ellas. Se había despertado tan asustada que se había olvidado de todo eso.
__! Dios mío! Lo siento mucho __dijo, ayudándolo a incorporarse __ ¿Te duele?

__Bastante. Pero mi ego ha sufrido más que mi cuerpo. Una mujer acaba de tumbarme…
Estaba bromeando. No podía estar muy malherido. Eso la tranquilizó un poco.
__He oído que se rompía un cristal. Pensé que había un intruso.
__Sí, era yo. He tirado una jarra con jugo cuando trataba de sacar una lata de cerveza de la heladera.
__Has tirado…__Gaby se sentó sobre los talones y se echó a reír.

__ ¿Ahora de ríes de mí? Genial. Ahora sí que me siento humillado.
__No me río de ti _ le aseguró ella__. Me río de todo esto. La situación en general es una locura absoluta.

__Dímelo a mí. Qué narices haces bajando después de escuchar un ruido sospechoso, ¿eh? Tenemos que hablar sobre lo importante que es no interpretar el papel de la tonta en una película de terror, y luego de tu vena troglodita.
Agustín se frotó las costillas y Gaby lo miró con seriedad...
__Me has dado fuerte.
Agustín le tomó la mano cuando ella hizo ademán de levantarle la camisa.
__ ¿Ahora también eres médico? Ni hablar.
__No voy a hacerte daño, perdón.
__Ya me lo has hecho.  _Se alejó para que no pudiera tocarlo.

__Pareces un niño pequeño. Déjame que te eche un vistazo.
Agustín…
__Gaby... __le soltó él, devolviéndole la mirada.

__ ¿Por qué no me dejas que te toque?
__Porque anoche tú misma dijiste que no sería una buena idea. Son tus reglas preciosa, no las mías.
__Yo no…
__ ¿No lo entiendes? Vale, voy a explicártelo. Si me tocas, yo te toco.
__Ah… __Gaby se puso colorada y mantuvo las manos a un milímetro de las costillas. La temperatura de la cocina pareció subir diez grados mientras se miraban. El deseo crepitaba entre ellos.

¿Qué tenía ese hombre que la atraía tanto?  Porque no era solo físico. No su absurdo sentido del humor. Era algo más. Algo para lo que no estaba preparada. Luego de minutos él se puso de pie apartando la vista.
__En fin, voy a limpiar el desastre que he armado.
Gaby se puso de pie y alargó un brazo para tocarlo.
__Agustín…
Él atrapó su muñeca con tal rapidez que ella ni siquiera tuvo opción de apartarla. El roce de sus dedos la abrasó y cuando se volvió para mirarla, vio que el deseo ardía en sus ojos. Un deseo que la abrumó y que recorrió su cuerpo como si fuera una corriente eléctrica.

__Vale, letrada, voy a explicártelo. Estoy loco por ti. Como nunca lo he estado por nadie. Soy consciente de que eres abogada de mi hermano, de que esto puede suponer un conflicto de intereses para ti. Pero me tocas otra vez y se me olvidarán todos tus ridículos principios éticos y acabaré haciéndote el amor acá en la cocina. Y te aseguro que lo disfrutarás. Los dos lo haremos.

Ella se quedó sin aire en los pulmones. El deseo era  abrumador. Un deseo que no tenía desde hacía años. La vida tan cuidadosa que se había esmerado por construir desde la muerte de Antonio  parecía pender de un hilo.
__Agustín…
__ ¿Qué?
__Bésame antes de que se me ocurra decirte que no.
La obedeció tan rápido que ella ni siquiera lo escuchó acercarse.
__Es inevitable y rebelde  el actuar del destino, aunque en gran desigualdad y en una acción inesperada, logra reunir dos caminos. Ni tú la mujer soñada ni yo el príncipe azul, en una sorprendente jugada el destino se presenta para cambiar nuestros sueños, y en corazones opuestos... ¡Provoca insomnios e inquietud! Y así fue que apareciste, fuiste sorpresa en mi vida o un capricho de cupido, pero ahora, ahora no lo sé. Eres mi más bello error al criterio de la gente,  no eres lo que yo buscaba pero  eres lo que necesito. Y aunque eres como el agua y yo soy como el aceite somos la mezcla perfecta de dos seres que se aman intensamente en la vida y en la muerte.
La mujer puede tener hasta tres tipos de orgasmos: El clitoriano, el orgasmo vaginal y el orgasmo valle. Este último tipo de orgasmo es raro en la mayoría de las mujeres pues tienen que tener a su lado un maestro de alcoba que sea una hoguera, no un cerillo. La mujer es como el agua, primero necesita calentarse para luego evaporarse en la experiencia del orgasmo. Durante el orgasmo valle, la mujer queda en un valle orgásmico, y a través de una técnica de respiración hace subir todo ese calor y magia al cerebro para regenerarlo. Cuando la sexualidad se practica con consciencia, sana.
El hombre debe ser capaz de hacer de la caricia una maravilla, de los besos una dilatación de placeres, y de la penetración una estocada justa para presionar en los lugares más exóticos y placenteros de la mujer. Hay diferentes tipos de penetraciones pues el universo de la vagina de una mujer tiene diferentes puntos, no solo el punto G. Hay otro punto a desarrollar mientras se hace el amor, se llama punto Divino, y es su oído. Si logras que el oído de una mujer se abra y escuche poesía mientras tú la haces sentir placer, en ese momento se produce una nueva forma de amar. Entonces comienzas a hacer alquimia, no química, comienzas a hacer el amor, ya no más sexo. Entonces eres un nexo entre lo que ella desea y quiere. Entonces su sonrisa será más sincera, y su amor más universal.


__Gracias hijita. __Guillermo le apartó el pelo de la cara. __ ¿Ya no estás enojada?

__No, supongo que no.
Mentía. Lo veía en sus ojos. Pero ansiaba creerla, lo necesitaba para mantener la cordura.
_Bien. __Se levantó y le agarró una mano__. Vamos. Me muero de hambre. Tenemos que bajar antes de que el abuelo se lo coma todo. Ya sabes lo que le gustan las tortitas.

Malena lo siguió y mientras caminaba en dirección a la cocina, desde donde llegaban las risas de los demás, Guillermo sintió, por primera vez desde hacía años, que el hielo que tenía en el pecho comenzaba a derretirse. Por primera vez desde lo que parecían ser siglos, tenía esperanza.

Unos amenazadores nubarrones se cernían sobre la ciudad, semioculta por una leve neblina, y una suave brisa agitaba las hojas de los árboles. Si el clima era indicativo de lo que iban a encontrar, Gastón no estaba seguro de querer seguir adelante.
Se habían puesto en marcha más tarde de lo que esperaba. Después de sacar el viejo portátil y su bolso  de  viaje del ático, donde habían estado guardados desde el accidente. Guillermo se marchó durante una hora o así para solucionar un tema de trabajo. Ver sus antiguas pertenencias, no ayudó en absoluto a que recordara algo, pero tampoco Gastón había supuesto que lo ayudaría. Sin embargo, le resultó extraño mirar algo que en el pasado fue suyo. Y no sentir nada.
Se libró de la melancolía que le provocaba la situación y, por insistencia de Guillermo, se mantuvo alejado de la editorial. La secretaria de su jefe no se tomó muy a bien lo de comunicarle el mensaje, pero no quería discutir con Guillermo el tema. Al menos, no hasta que descubriesen quién estaba involucrado en su desaparición.
Comprobó la dirección mientras Guillermo conducía hacia el vecindario.

__ ¿Eras muy conocido de esta mujer? _interrogó curioso.

__No, apenas sé que era la mejor amiga de Camila, no era amigo de ellas, Pedro.

El coche pasó por una señal reductora de velocidad y él cambió de posición en el asiento. El coche nuevo de Guillermo destacaba muchísimo, tan negro y tan reluciente, entre camionetas oxidadas y los antiguos coches aparcados en la mayoría de los caminos de acceso a las casas que se alineaban a lo largo de ese tramo de la autopista.

__ ¿Es idea mía o Fabián no me aprecia demasiado?
__Es idea tuya, te adora, pasa que tiene miedo, lo mismo que la nena, ellos temen  que vuelvas a irte, y que yo sufra. Fabián me vio dos veces en duelo por creerte perdido, no es nada fácil para él, por eso reaccionó echándote cuando reapareciste pero te adora _ afirmó Guillermo sin desviar la mirada del camino más que para mirarlo de reojo mientras conducía el lujoso coche que le recordó que era un hombre de éxito. A veces olvidaba que era un famoso, se le olvidaban su fortuna y su prestigio. Cuando estaban a solas, era como cualquier otro hombre. No vivía como alguien que había amasado millones, no actuaba como si pudiera comprar y vender a una persona a capricho. Pero también había momentos en los que lo había oído hablar por teléfono con alguno de sus socios y su actitud le había recordado lo poderoso que era realmente.
¿Cuál era el verdadero Guillermo Graziani? ¿El hombre frío y centrado en el trabajo que conoció al principio o el ser cariñoso y tierno de los últimos días?
La tensión sexual que reinaba entre ellos cuando estaban juntos era innegable, al igual que lo eran los profundos sentimientos que albergaba por él. Sin embargo, las dudas sobre su capacidad para juzgar a las demás personas persistían. ¿Acaso  no se había equivocado por completo con Camila?
Recordó la conversación que había mantenido con Guillermo la noche anterior. Conocía a Camila. Habían trabajado juntos con ese tipo  o nombre que usaba para patentar drogas. Pese a lo que había contado, tenía la creciente sospecha de que no había sido totalmente sincero.

__Creo que es ahí. __La voz de Guillermo lo devolvió al presente.

__Es una casa flotante.
Guillermo estacionó el coche en la acera y detuvo el motor, lo miró, pasó el brazo por detrás de sus hombros y Pedro se estremeció.
__Fue muy lindo el reencuentro __dijo él con la voz susurrada.

__ Cielito, no lo olvides esta vez. Vos sos…  los ojos,  donde quiero reflejarme,  la sonrisa  que alegra mis mañanas, la miel  que endulza mis labios, la piel  donde escribir mis letras, el aroma  que impregna mi cuerpo, las caricias  tatuadas en mi piel, la ternura   más hermosa que conozco, la manzana  de mi paraíso soñado, el atardecer   con el que quiero soñarte, el cielo donde deseo recostarme, la pasión  de mis noches de insomnio, el primer  rayo de luz que ilumina mi amanecer, aquello   que no sabía que buscaba  y que tanto necesitaba, la razón de mi existir, porque sin vos  no podría vivir, porque  vos sos…  mi pasado dorado,  mi presente soñado  y mi futuro anhelado.
__ Cómo olvidar esa honda emoción de sentir tu piel por primera vez,  el primer contacto, dulce como miel __ susurró a la vez__. Para mí fue la primera vez.  Manos temblorosas y ardorosas recorriendo los cuerpos vestidos de fuego intenso, arrebatados, desafiando la cordura,  beber en silencio tanta locura,  se hacía fuerte en cada suspiro sin pausas, en cada latido.
Inevitables anhelos cerrando los ojos abriendo los sueños. Labios encendidos, piel suplicando un salvaje extravío. Pura sensualidad de amor  que llevaré en mi evocación.
__Te acercas a mí  y de solo verte me inculcas  una provocación de pasión  que estimula  los latidos de mi corazón, te acercas aún más, me miras y me brindas  una espléndida sonrisa,  para luego morder tu labio inferior, provocándome y haciendo que lentamente  mi respiración se acentúe, y es en ese preciso instante  en que siento que mi cordura se pierde, y mi mente es una guarida para la locura, vuelves a morder tu labio, seduciéndome, sonríes pícaramente,  con esa sonrisa tuya  llena de deseo, me abrazas, rozas mis labios, con los tuyos, siento tu respiración, y ya no pienso, y me elevo a un infalible  clímax de pasión y lujuria… Mis deseos transitan  los caminos de tu cuerpo,  deseándolo  como un delicioso fruto  y moldeándolo,  como lo hace el escultor  cuando talla la piedra, o como lo hace el pintor  cuando pinta en el lienzo, o como lo hace el poeta  cuando escribe sus poemas, o como lo hace el músico
cuando crea sus letras, porque el cuerpo es algo precioso, bello y único,  que deseamos tener, poseer  y ansiamos amar…
 Y al mismo tiempo, me muero de miedo de que vuelvas a olvidarlo todo, aunque creo en la memoria del cuerpo, algo de lo que les pasa a los chicos me acobarda por momentos.
Me asustan fantasmas vacíos y sedientos de odio  que fusilan perdones hostigando mis culpas, el castigo de tu ausencia  impulsa mi lira nostálgica. Tu amor aventurero y misterioso asesina mis metáforas indefensas,  ahuyentada por recuerdos enjuiciados por los miedos. El pecado de tu sombra delata en mi memoria tus adjetivos, que escapan sin piedad de mi regazo. Mueren momentos de locuras, se alejan mis verbos en la bruma, llora ansiosa la cama desierta. Jamás florecerán las rosas en el invierno de tu abandono, olvidado estoy con mi herejía a cuestas.
__Guille, no sé qué decirte, hoy siento y veo luces de amor, pero no recuerdo nada, lo que te doy es nuevo. Veo luciérnagas que revolotean llenando de luz nuestras almas, que deseosas están de sentirse, para eternamente fusionarse. Antorchas de la más bella emoción, que iluminan el camino mas correcto a seguir para tu corazón, para al mío poderle encontrar y con pasión poderle amar. Estrellas de ilusión que alumbran mi ser, para que en la oscuridad lo puedas ver, y te puedas sentir seguro, pues sepas que a tu lado siempre estaré. Plateada linterna lunar testigo de nuestro conversar, cubriéndonos con su luminoso manto, mientras disfrutamos de nuestro amor. Luces de un mágico brillar que alumbra nuestro caminar hacia el lugar donde nos podremos entregar, el uno al otro, sin  tener que ocultar nada. Luces de amor que son de mil formas, pues así es el verdadero amor, ese que nosotros nos tenemos y eternamente juntaremos.
__ Que no te invada la duda y que te quede bien claro de ello sí, que pienso en vos  en cada momento con una regularidad intensa como el amor circundando todos los espacios y tiempos, pienso en vos cuando exhalo, miro, cuando la vida realiza su faena en el destino sumergiéndote en el cansancio y la felicidad, pienso en vos cuando me tomo el café  caliente de las mañanas, cuando me dirijo al trabajo y cuando me arropa el tedio de la rutina andando vigorosa tu imagen sensual que se aviva en la razón endulzando la existencia porque te amo con locura,  pienso en vos al llegar a casa y te veo allí entre mis cosas y sos el último pensamiento que se cruza antes de que me atrape el sueño. Eres mi último pensamiento.
Baja o no lo haremos, creo estamos de suerte porque parece que no hay nadie en casa.
Guillermo abrió la puerta.
__Vamos a echar un vistazo.

El embarcadero se meció levemente bajo los pies de Gastón a medida que caminaba. El miedo lo llevó a clavarse las uñas en las palmas de las manos, y tuvo que hacer un gran esfuerzo para no volver a la carrera a tierra firme.
__ ¿Qué te pasa? _le preguntó Guillermo.

__No me gustan mucho las embarcaciones.
__ ¿Desde cuándo? _ rodeó un cubo que alguien había dejado en el suelo__. Con tu hermano tienen un catamarán y… te fascinaba ir a navegar, el fóbico de la familia siempre he sido yo.

__Desde siempre… ¿qué?
__Que antes no te molestaba, que solías pasar horas en nuestro barco.
Gastón se detuvo al llegar a la puerta.
__ ¿Tenemos un barco?
__Teníamos. Lo vendí hace unos años, bueno casi, porque lo compró tu hermano.
__Qué raro. No me imagino ansioso por subir a un barco a sabiendas de que acabaría mareado, aunque debería de temerle más al avión supongo.

Un detalle más que demostraba que no era el hombre que Guillermo recordaba, levantó una mano para llamar a la puerta. Al no obtener respuesta, llamó de nuevo.
Guillermo se volvió y echó un vistazo por la zona.
__Quédate aquí, ahora mismo vuelvo.
__ ¿A dónde vas?
__A comprobar una cosa.

Genial, pensó Pedro. Detestaba que lo dejara solo en la inopia __pensó,  pero más detestaba saber que estaba a bordo de un barco. Echó un vistazo a las aguas verdosas que tenía debajo y sintió que se le revolvía el estómago. No alcanzaba a entender cómo alguien podía vivir en un barco.
La puerta principal se abrió y vio la cara de Guillermo tras la mosquitera.
Abrió los ojos de par en par.

__ ¿Qué estás haciendo?
__Vamos _ dijo él, invitándolo a pasar__. La puerta trasera estaba abierta.

__Guille, estamos cometiendo un delito de allanamiento de morada _ le recordó Pedro mientras cerraba la puerta.

__No temas, si vamos presos Gaby nos sacará bajo fianza, además anoche no tuviste el menor problema con eso.
_Era distinto. Había un motivo para hacerlo. Pero esto me parece… tengo la impresión de que estamos invadiendo la intimidad de otra persona.

Guillermo rio entre dientes mientras inspeccionaba la pequeña sala de estar.
__No vayas a ponerte quisquilloso ahora. Echa un vistazo, a ver si encuentras algo. Yo voy arriba. __desapareció por el pequeño tramo de escaleras.

Gastón frunció el ceño mientras reparaba en la manta naranja y marrón que descansaba sobre el respaldo de un desgastado sillón relax de cuero con agujeros en los brazos. Un montón de revistas del corazón yacían desparramadas sobre la arañada mesa auxiliar de roble. En otra mesita más pequeña había una taza de café vacía.
Inspeccionó la cocina adyacente. La mesa de fórmica estaba atestada de papeles. En un plato de plástico había una rosquilla a medio comer.
Se acercó y tocó la cafetera. Aún estaba caliente y la luz roja parpadeaba, indicando que la máquina estaba encendida. O Nancy había salido a la carrera o no le preocupaba en absoluto  que su modesta casa se incendiara.
Gastón ojeó los papeles de la mesa. Facturas, recetas y una revista de moda, a la mujer le gustaba comprar. Siguió buscando con la esperanza de encontrar algo que pudiera relacionar con la pesadilla en la que se había convertido su vida.
Su busca fue infructuosa. Volvió a inspeccionarlo todo. Al otro lado de la cocina, vio un periódico. Suspiró mientras se acercaba y le dio la vuelta.
En ese momento contuvo el aliento.

Una foto de ellos tomada durante la conferencia de prensa del día anterior ocupaba la portada. El fotógrafo había captado el momento durante el cual Pedro estaba respondiendo una pregunta y Guillermo lo estaba mirando, bien sorprendido por lo que él decía, bien emocionado. Su expresión era muy tierna. Y muy distinta de como lo había mirado poco rato antes de que comenzara la conferencia. Sin embargo, el motivo de que Gastón contemplara la portada con los ojos como platos no era la foto, sino el hecho de que su cara estuviera rodeada por un círculo rojo trazado con un rotulador.
Escuchó el crujido de las tablas del suelo en la plata alta. Tomó el periódico y subió.
La segunda planta consistía en un espacioso dormitorio dividido en una zona para dormir y en una oficina, que contaba con una mesa y un ordenador. La mesa estaba oculta bajo un sinfín de papeles. Sobre ella colgaba una lámpara de techo.
Cuando entró, Guillermo alzó la vista de los documentos que estaba ojeando.

__Nancy tenía prisa por marcharse _le dijo.

__Sí, eso me ha parecido _replicó Pedro, al tiempo que el miedo le provocaba un hormigueo en la piel__. La cafetera todavía está caliente.

__ ¿Has encontrado algo?
__Solo esto. __Arrojó el periódico sobre la mesa.

Guillermo lo miró, pero Pedro fue incapaz de interpretar su expresión.
__ ¿Y tú? __le preguntó, desterrando el terrible presentimiento que acababa de invadirlo.

__No he encontrado mucho. __Le entregó una arrugada hoja de papel arrancada de un cuaderno__. ¿Reconoces algún nombre de esa lista?

__El mío.
__Lo sé.
En la hoja había escritos quince nombres. Casi la mitad de ellos estaban tachados con rotulador rojo. El suyo era el último y no estaba tachado, sino rodeado por un círculo.
__ ¿Qué significa esto? _le preguntó a Guillermo en voz baja.

__No lo sé. Pero creo que debemos empezar a comprobar los demás nombres de la lista. Después, buscaremos a Nancy y descubriremos qué está pasando. Ahora vamos, que falta rato para el turno con el neurólogo, y muero de ganas de muchas cosas, pero no acá.

__
_Esta noche he de tocar tu cuerpo en el pentagrama de tu alma. Las tiernas notas haré sonar.
Ha de surgir la más dulce melodía, el dulce bemol de entre tus piernas interpretaré con dulce y ardiente pasión. Las agudas octavas de tu cuerpo han de estremecer al universo. Esta majestuosa noche he de poseerte. El tiempo hoy ha de detenerse mientras con furia penetro tu alma. Entonaremos una sinfonía sensual. Los guturales gemidos de tu boca acompañados de incesantes jadeos junto a los alaridos de placer de mi alma entonarán una celestial melodía.
Con mis dedos yo he de leer la clave de sol de tu pecho. Con ella mi alma has de guiar y así
interpretar la sensual melodía celestial. Siempre existirán días llenos de ti, por fortuna, también estarán llenos de otras personas con su sonrisa regalada, otras personas que te regalarán sueños y te provocarán las ganas de vivir, sé que sin ti difícil es abrir caminos, difícil será escribir verbos, porque ellos solo nacen por ti,  mi inspiración latente cada noche, cada día al soñar que pueden mis ojos tropezarse con los tuyos en cualquier esquina de mi ciudad, existirán otros días por vivir aunque me sienta morir en esta ausencia cruel y sin sentido.
Comenzaré en este instante a vivir en tu noche, donde mis pensamientos sacudidos por mil palabras quieren salir a vivir la primavera de tu mano, se instalan en los tuyos y hacen que cierre mis ojos para acurrucarme en ti ahí donde te encuentras para vivirla juntos, mientras, mi mente va esculpiendo los versos más bellos para acariciar tu alma en el momento de tu llegada, donde nacen las más bellas pasiones que golpean mis pulsos acelerando mi existir en esta noche, una noche más sin ti. Imposible dejar de amarte vida mía.
__Guille, deberíamos evitar esto, digo, aún no estoy preparado para regresar a ser tu esposo.
__Se calla mi bello hombre porque lo amo y deseo como jamás. Deberé extender mi visa en su corazón  y prorrogar el contrato  que ata su mirada a mi ser... Pero antes de eso debo entender  que nada de lo que haga será más fuerte  que el mero hecho  de que solo lo deje suceder...
Sin planes ni arrendamientos,  sin fórmulas ni financiamientos,  el amor es o de lo contrario, no es;  no hay mayores análisis.  Puedo hacer lo que fuera  por mantener viva una llama, pero solo seguirá ardiendo  si hay leña buena y seca, en caso contrario,  inevitablemente se extinguirá.  Y no soy de los que creen que el amor muere,  solo renuncia, muchas veces  a los casos por los que no vale la pena  continuar, aunque muchas otras, resiste,  pero es una resistencia mutua  y no de una sola voluntad.  Hay muchas explicaciones  que se pueden dar a una relación que termina,  una es que simplemente termina  y no hay mucho más en lo que ahondar;  muchos se podrán desilusionar,  pero el ser humano es cada vez  más inestable,  más dócil, más maleable, más permeable  y ya esa fuerza y esa valentía  y ese arrojo y esa terca y absoluta cerrazón  que le daba el amor  lo ha echado al olvido, junto con muchos otros valores.
__Yo siento que es música cuando tocas mi piel y acaricias mi espalda transportando mi mente
a un mundo de hadas, tu mano en la mía  paseando a cualquier sitio sin rumbo pero juntos
descubriendo el mundo. Es  música a mis oídos  cuando te miro y  me miras con esos ojos
serenos que cambian cuando ves que me acerco, cuando tú estás dentro iluminas mis sentimientos, todo se apaga cuando me alejo. Es  arte la mirada, el tacto, el reflejo, el pensamiento. Todo si viene de dentro. Si estás conmigo o en mí.
__

Han caído mis ropas al suelo, mi piel tiembla. Besas mi cuello y mi espalda, alborotas todos mis sentidos, me tienes en tus manos,  querido mío, tus dedos reviven mis deseos, mi lujuria, mi entrega total, con tus besos y caricias que tatúas cuando me tomas en tus brazos, me seduces bajo las sábanas, tú solo sabes abordarme, perderme en tus brazos.
Al acariciarme con tus manos deseoso estoy ante tu esencia gloriosa de perderme en tu cuerpo, de gozarte a cada momento, escucho tu voz,  se paraliza mi corazón y tú solo susurras hagamos el amor, me erizas la piel, solo pierdo la cordura. Y pienso en hacer el amor que es saciar estos cuerpos con ganas de pasión, devorándonos, bebiéndonos, saborearnos, gimiendo y gritando de deseo, locura somos. Exactamente,  huellas que dejas cuando hacemos el amor. Tus labios entre mis piernas gozan de la humedad de mi esencia, anhelas el vaivén de mis caderas, mis pezones solo se endurecen como tu miembro varonil, me tomas por sorpresa, y haces lo más sublime… Entrar en mí, qué maravilloso es apoderarnos de nosotros dos, es la fusión más excitante que no se puede olvidar. Dejas huellas marcadas, letras de tu nombre,
de tus verbos, que solo tú sabes leerme cada noche, cuando me miras, cuando me posees, cuando éxtasis son nuestros cuerpos, cuando son perversos nuestros movimientos, nuestra pasión, solo tú eres mi locura, tú mi perdición, mi pecado, mi orgasmo favorito.

Sentí sus caricias locas jugando con mi piel, sus besos me llevaban al sol de su ser. Sus manos se enredaban con mis cabellos negros, sus ojos eran las estrellas que iluminaban mi alma al anochecer. Sus miradas se robaban mis labios besándolos con deseo y pasión sin contener su placer. Prendía la fogata con la llama de la sangre de sus venas que ardían con lujuria dentro de su piel. Excitado penetraba su pasión dentro de mis poros con la dureza de su exquisito manjar que me hacía enloquecer.  Enloquecer por ser suyo mi amado hombre hasta devorar con mis deseos todas las figuras de su carne hambrienta.  Delineando cada milímetro de su piel con la tinta de mis  labios, dejando en él, rastro por donde pasé regando mis besos de miel.  Bebiendo el extracto de sus jugos naturales hasta saciar  mis deseos danzando en su piel con pasión desbordante.
Qué excelso regalo me haces,  ya empiezo a soñar con deslizar mi lengua tibia  a lo largo de tu espalda, hasta llegar al nacimiento de tus caderas, en donde se concentran tus mundos y escucharte gemir en desconsuelo. Estirado en mí como una flor recién abierta,  desprendido en mí como lluvia de pétalos, sigue mi lengua el rumbo de tu desquicio. Presiono y sostengo para hacerte mío,  en la abundancia de tu cuerpo, en tu lengua libre. En tus piernas firmes, mío, como jamás fuiste de nadie, mi lengua delinea los contornos nuevos, adivina los lugares intocados, venera tu vientre de trigo, tu boca abierta en pequeños gritos, tus ojos deseándome y entro en tus olores desesperado en tu baile.
En tu melena sudada de arrecifes me pierdo, abierta de fragancias, y cantas para mí y besas mi boca profunda y beso tu boca. Hasta la asfixia nos abrimos en busca de aire, somos un solo ser con dos cuerpos perdidos en los rincones ya besados que toco otra vez. Para no olvidar tus muslos, tu ingle izquierda, que todavía tiembla, vuelta loca como un remolino de vientos, y tu cara desesperada no logra el sosiego,  estás a punto de explotar y logras hacerlo sintiéndote y amándote.
Y somos el mundo en su gemir, en su grito primigenio de muchas veces nacer, pero estoy en ti, quien te nombra soy yo, este hombre de manos temblorosas, con las que invade tu cuerpo y atenta contra ti mismo,  y tu pequeña soledad de siempre, niño  triste, son mis manos que descubren tu hambre y descienden para saberte intacto. Y te nombro con otro nombre que no es tu nombre  y sigo el consejo del poeta, invadirlo hasta la muerte, y decirle que le amas, mientras te deslizas por sus caderas porque nada sabrás hacer, sino cerrar su voz para beber, imposible no caer en ti como la lluvia, no asirse a ti como las hiedras vistas desde cualquier ventana. Soy tu otro, tu respiro, conjuro de las aguas vivas de tu cuerpo.
Y te amo como jamás he amado, ya no tengo dudas de tu esencia, la que cierra mi voz y solo escucho el respiro único de tu sentir bello y verdadero,  ese, si ese que me dice: que me amas como el silencio de tu ternura y tu locura, de saberme tuyo hasta que la muerte nos separe y en susurro decirme, que hasta allí, me seguirás amando...
Es un terreno que ya conozco mas no todo suelo es el mismo, así tu piel se me presenta como algo nuevo a explorar, habré encontrado en esta tarde, el comienzo de mi caminar en un punto de tu cuerpo desnudo, un paso a la vez que me llevará a tu conquista, la bandera del deseo enarbolan mis besos y mis manos armadas con caricias hacen que tus poros erizados se sometan a ellas.
Tarde cualquiera no es esta, suben suaves mis besos por tus piernas, buscando llegar al calor, a la humedad que en tu intimidad se comienza a despertar… aroma excitante invade mis sentidos, mi olfato se vuelve adicto a ese perfume, mis labios que besan tus glúteos y como un imán, me dejo llevar por ese deseo irresistible que siente mi boca de ahogarse en el delicioso flujo de tu excitación.
Mi andar se detiene en un punto estratégico, oculto,  donde mi lengua insistente rinde tributo, tu cuerpo, como poseído por el delirio se agita, se retuerce… algo en tu interior hago detonar, tu boca y el vibrar de tus sentidos lo delata… por un instante tu cuerpo se paraliza, liberas la tensión, mi boca siente una vibración al estallar en ti la pasión y siento me besa suavemente el eco de tu orgasmo que derrama elixir en mi garganta.
Incansables los pasos de mis labios no se detienen, son ahora prisioneros de tu boca, hipnótico sabor me atrapa cuando las lenguas se entregan caricias, tus manos se aferran a mi espalda y tus uñas quieren dejar  tu marca en mis muslos, tus piernas acompañan el movimiento de mi pelvis cuando te penetro, empujas al compás de la excitación llevándome a un ritmo frenético, cada vez más profundo dentro de ti.
La pasión nos consume, ardernos en delirio, arrastran mis labios besos por tu cuello, llegando a tu pecho mi aliento despierta el sentir de tus pezones, por debajo de la piel el torrente de pasión, invade esas cumbres y perfecta dureza logra provocar... Las ansias incontenibles de mi lengua la llevan a suavemente acariciar, los gemidos de tu boca, melodía que excita los sentidos, movimientos rítmicos de tu cuerpo y el mío nos llevan al delirio, buscas con desesperación mi boca para ahogar tu grito, cuando sientes que dentro de ti de pasión, ambos estamos por estallar.
__

No quería estar allí.
Que lo  metieran en un tubo atado a una camilla no era la idea que Gastón tenía de pasárselo bien. Apretó los dientes e inspiró hondo para calmarse. Preferiría estar llamando por teléfono  como Guillermo antes que someterse al escáner que él le había insistido que se hiciera esa tarde.
La prueba estaba dilatándose demasiado. ¿No se daban cuenta de que era claustrofóbico?
La máquina pitó y vibró, y la camilla salió del tubo, gracias a Dios.
Guillermo lo esperaba en la sala de recepción cuando él salió del vestuario. Tenía la cabeza gacha y se frotaba las sienes con los dedos. Irradiaba tensión. Gastón tragó saliva para deshacer el nudo que tenía en la garganta mientras cruzaba la estancia.
No parecía preocupado cuando él entró a la sala.

__ ¿Guille?
Cuando él levantó la cabeza, las líneas de preocupación desaparecieron del apuesto rostro. Una sonrisa apareció en sus labios, una sonrisa que no se reflejaba en sus ojos.
__ ¿Estás listo?
__Sí, el doctor me ha dicho que vuelva en una hora.
Guillermo se incorporó.
__Pues vamos a comer algo mientras esperamos. __Le colocó una mano en la base de la espalda y lo instó a dirigirse al ascensor.

Gastón se sentó en el reservado medio en penumbra del bar escogido, situado a una manzana del hospital. Después de que le tomaran el pedido, le preguntó.
__ ¿Qué has averiguado?
Guillermo colocó un brazo por encima del respaldo del asiento y comenzó a golpear la mesa de madera con una pajita.

__Nada.
Estaba mintiendo, y mal. Lo sabía.
__Vamos, Guille, no me ayuda que mientas. No me ocultes nada.
__ ¿Qué te parece si nos vamos de vacaciones? Podríamos tomar a los niños e irnos a alguna parte durante un tiempo, dejar que Bruno y Malena se conozcan. A la playa o al campo, como prefieras.
__Agustín me dijo que odia esos sitios y que nunca se toma vacaciones doctor Graziani _ dijo con sorna__. Empiezas a preocuparme, lo último que quiero es seguir huyendo de la verdad. ¿Qué pasa?

Guillermo echó un vistazo al café para comprobar quién podría escucharlos, y Gastón lo imitó. Un camarero atendía la larga barra de caoba. Había dos clientes sentados en sendos taburetes delante de la brillante superficie. Unas cuantas mesas estaban ocupadas por turistas.
Lo miró de nuevo.
__Guille, ¿me estás escuchando?
Al final, él sacó del bolsillo el trocito de papel  roto que habían tomado en casa de Nancy poco antes y se lo dio.

__Todas las personas de la lista que están tachadas han muerto.
__ ¿Qué? __Un escalofrío recorrió a Gastón.

Guillermo puso cara apenada mientras señalaba los nombres de la lista.
__Accidente cerebrovascular, infarto, accidente de tráfico y ahogamiento. Uno incluso murió de una sobredosis hace unos pocos días. No hay indicios de juego sucio en ninguna de las muertes aunque habría que investigar más.

Había cuatro nombres sin tachar, incluido el suyo.
__ ¿Qué me dices de los otros?
__No he podido encontrar a los dos primeros, o no me han querido contestar. El que te precede, es una mujer, su nombre bastante común. Todavía no he tenido tiempo de llamar a todos los números listados para ese nombre.

Pedro frunció el ceño al mirarlo. ¿Por qué le sonaba tanto ese nombre? No podía ser del pasado enterrado sino de luego, reciente.
Les sirvieron la comida y dejó el papel en la mesa, junto a la cerveza, aunque lo último que le apetecía era comer.
Guillermo le dio un apretón en la mano. La inocente caricia le provocó un ramalazo en la piel. Pero cuando levantó la vista, vio preocupación en los ojos color café.
__No quiere decir nada _dijo él en voz baja__. Podría ser una coincidencia, nada más, aunque le diré a Alberto que averigüe quiénes eran.

__Tú no lo crees. Lo veo en tu cara. Crees que esas personas también pudieron estar en la clínica privada, ¿verdad? Después de todo de allí surgió la pista de Nancy.

Guillermo se apoyó en el respaldo mientras intentaba poner cara de asombro, aunque no lo consiguió del todo.
__ ¿Cómo se te ha ocurrido eso?
__No soy idiota. Sé que las farmacéuticas mueven millones de dólares. ¿Crees que Camila estaba llevando a cabo su propia investigación? ¿Que estaba haciendo sus propios ensayos allí? ¿Tal vez con la esperanza de conseguir la aprobación de las autoridades?
__Es una teoría.
Gastón miró de nuevo el papel.
__Y crees que estas personas participaron en el ensayo, quizás algo les hizo la mierda que les dio y lo ocultó matándolos. Y Nancy lo sabía, sabía lo que estaba pasando, supo que entramos a la clínica y huyó apurada.
__No lo sé. No corras. A lo mejor. Pero eso no implica por qué ahora están muertos.
__Lo explicaría si alguien intenta ocultar las pruebas de los ensayos. Lo que se hacía era ilegal, ¿no?
__Sí.
__Y hasta que yo llegué aquí, nadie sabía de este asunto.
__Yo no he dicho eso.
Lo miró a los ojos.
__Pero lo estás pensando.
__Ahora mismo solo pienso en que tengo hambre, en que acabo de recuperarte y en que quisiera pasar unos días tranquilos con vos y los chicos. Ha sido un día muy largo. Y vos necesitas comer para que podamos volver al hospital y que nos comuniquen el resultado de la prueba. Si te estaban dando esa droga quizás el cáncer había regresado, sería lo más lógico.

Miró el plato. ¿Cómo había podido pensar que encontrar respuestas cambiaría algo? En ese momento, solo quería volver atrás en el tiempo, olvidarse de todo lo que ya había sucedido.
La mano de Guillermo volvió a cerrarse sobre la suya.
__Pedro, no –le dijo en voz baja adivinando sus pensamientos__. Vayamos paso a paso, ¿sí?

Gastón asintió con la cabeza, tomó una papa frita y se  tragó el miedo mientras intentaba comer.

Pedro se cruzó de brazos y clavó la mirada en los edificios que se veían desde el consultorio del neurólogo. El sol del atardecer se reflejaba en la madera y en la piedra. Guillermo estaba sentado en el sillón cerca del escritorio de roble del médico, esperando. Podía sentir el estrés y la preocupación que irradiaba de su cuerpo. Y reconoció las mismas emociones en Pedro. La paciencia nunca había sido su fuerte y, en los últimos días, tenía la sensación de que solo había estado esperando.
Guillermo se puso de pie cuando el médico entró y le estrechó la mano. Pedro se acercó al escritorio.

__En fin __dijo el doctor Murray__. Antes de nada,  diré que tenemos todas las imágenes que necesitamos.__ Hizo que la imagen de su escáner cerebral apareciera en la pantalla del ordenador, que giró para que pudieran verla. Le dio un golpecito a la pantalla__. Esta es la zona que más nos preocupa. Parece que el cerebro sufrió la herida en esta sección, que es donde se alojan los recuerdos y donde se desarrolla la personalidad. Debo suponer que se produjo un hematoma de algún tipo, a juzgar por la incisión de craneotomía que tiene Gastón en la cabeza.

__ ¿No fue por un tumor? __preguntó Guillermo.

__No. No hay indicios de tumores. Desde luego que el cráneo sufrió daño, lo que indica un accidente o un traumatismo de algún tipo.

Eso no tenía sentido. Pedro se frotó la cicatriz. ¿Por qué iban a administrarle un medicamento contra el cáncer si no tenía cáncer? Por otra parte ya lo sabía por el estudio de Chile y también Guillermo.
__La pérdida de memoria es complicada _ continuó el doctor__. Esa parte del cerebro es la que almacena los recuerdos, de modo que sufrió un impacto fuerte, es posible que eso sea la causa de su amnesia. Sin embargo, la mayoría de pacientes con amnesia retrógrada recuerda algo, por insignificante que sea, de su infancia. La amnesia suele reducirse a los momentos que rodean al accidente, en ocasiones elimina varios años de los recuerdos, pero rara vez una vida entera. El caso de Pedro es único.

__ ¿Qué me dice del medicamento? __preguntó Guillermo. El doctor y él habían hablado de la situación de Pedro anteriormente, y Guillermo le había dado al médico una copia de la historia que habían encontrado en la clínica privada.

__Bueno, como bien sabes, no puedo hacer conjeturas hasta que sepamos más cosas. El Tabofren nunca se estudió en un ensayo clínico en los Estados Unidos. Recuerdo haber leído algo de un fármaco parecido en una revista especializada, creo que era un ensayo llevado a cabo en Canadá, pero no recuerdo los detalles. De cualquier modo, es posible que si se lo administraron cuando estaba en coma, haya amplificado la pérdida de memoria provocada por el accidente. __El doctor ojeó el historial médico__. Parece que no se administró hasta al menos seis meses después del accidente que al parecer no fue de avión sino de coche.

__Es un fármaco experimental y me gustaría para curarnos de salud examinar a Bruno, ¿tu hijo no tiene síntomas?
__No.
__Bien.
__ ¿Qué probabilidades hay de que recupere la memoria?
__ ¿En este momento? Yo no contaría con que sucediera. Han pasado más de dos años y sigues sin recordar nada. Llevas en Buenos Aires, ¿un mes?
_Sí, más o menos.
__ ¿Y en todo este tiempo has recordado algo?
Había sentido cosas. Muchos  Déjà- vu, pero esos no eran recuerdos. Negó con la cabeza.
El doctor asintió con la cabeza.

__En ocasiones, los recuerdos aparecen por rostros o por lugares conocidos. Si a estas alturas no ha pasado, no tengo muchas esperanzas de que vaya a pasar.
Eso no pillaba de sorpresa a Gastón. No esperaba recordar nada. Sin embargo, le bastó una mirada de Guillermo para saber que él había esperado otras noticias.
Hizo acopio de toda su fuerza de voluntad para que la decepción de Guillermo no lo afectara.

__ ¿Y ahora qué? ¿Puedo despreocuparme o debería preocuparme por posibles efectos a largo plazo?
El médico se echó hacia atrás en su sillón y se pasó una mano por la calva.
__Ojalá pudiera darte una respuesta mejor. La verdad es que no lo sabemos. Tu escáner está limpio ahora mismo. No veo indicios que deban preocuparnos. Sin embargo, se ha administrado un medicamento experimental, y no sabemos qué podría provocarte eso a la larga, si acaso te provoca algo. De momento, yo no me preocuparía demasiado, pero controla cualquier cambio que experimentes.
__Eso quiere decir que no puedo despreocuparme. ¿Es eso lo que está diciendo?
El médico se inclinó hacia delante y adoptó una expresión amable.
__Un coche podría atropellarte mañana mismo. Preocuparte por lo que podría pasar, no va a cambiar las cosas, Gastón. Yo no me olvidaría de ese hecho ni fingiría que no es un factor a tener en cuenta, porque lo es. En este punto te aconsejo revisiones anuales a menos que algo cambie.

Guillermo asintió y miró a Gastón...
__Me parece sensato.
__Tal vez sea sensato, pero no es lo que yo había esperado. Siempre tendré que preocuparme _ dijo__, cada vez que confunda los colores o los números como suele pasarme me preocuparé de que sea algo más.

El médico se puso de pie y Guillermo le dio la mano.
__Gracias.
__No hay de qué. Concierten una cita para el hijo de ustedes antes de irse. Nos aseguraremos de que no le hicieron nada, de que todo está bien.
__Gracias. Pedro salió del despacho en pos de Guillermo.
Cuando la puerta del ascensor se cerró, Guillermo le pasó el brazo por los hombros y lo estrechó a su costado... Pedro podía sentir el alivio que irradiaba su cuerpo, pero también la decepción que lo embargaba.

__Han sido buenas noticias.
__ ¿Por qué no puedes decirlo con más seguridad?

Apoyó la cabeza en su hombro y luchó contra la tentación de delegar en él y dejar que fuera fuerte por él. No era tan tonto como para creer que pudieran disfrutar de unas felices vacaciones, de un feliz para siempre. ¿Y si lo que sucedía entre ellos era solo algo físico que no era lo bastante fuerte como para durar?
Cuando Guillermo le rozó la sien con los labios, cerró los ojos. Lo sentía cálido y reconfortante, justo lo que necesitaba en ese momento. Y la idea le aterraba.

__Sí _ susurró. Pero ¿por qué no lo creía?

__Algo ha salido bien _ dijo Guille en voz baja.

Asintió con la cabeza dándole la razón. No iba a morir de un cáncer. A lo mejor todo salía bien pese a todos los medicamentos que le habían administrado. Sin embargo ¿sobreviviría a quienquiera que estuviese eliminando a los pacientes que habían participado del ensayo?
Esa era la pregunta que le rondaba en ese momento en la cabeza.
Esa y qué iba a hacer con el hombre que tenía al lado. Buscando el amor entre recuerdos, removiendo la historia del pasado. Reviviendo viejas anécdotas del alma. Encontraré lo que a mi corazón le reviva.
¿Será acaso un nuevo amor en mi camino? Llegará con nuevas ilusiones renovadas, encenderá la hoguera apagada de mi amor. Un amor busco yo y lo tengo que encontrar. Vagaré entre veredas de los enamorados, entre suspiros bañados de sueños. Mis pasos agigantados por los nuevos anhelos. Buscaré entre ríos el reflejo de lo amado. Seguiré mi camino entre espinas y pétalos, entre fracasos y triunfos que me desvelan. Subiré a las montañas como águila de batalla. Recorreré como viento labios con sabor a él. Vida que hoy me ha dado la dicha y el placer que me ha hecho sentir lo que es querer. Camino que me has hecho desfallecer. Seguiré con la esperanza de encontrar mi ser. Amor que atesoro, que anhelo y busco abre mi piel y brotarán todos mis sueños. ¿Camino a la eternidad dime dónde está ese amor que ha nacido sin conocerlo, sin recordarlo?

__No quiero despedidas desincrustando nuestros cuerpos, cerrando un beso
en la mano, fortaleciéndolo en el corazón, dejándolo libre hacia la distancia donde te halles, fijándote en el pensamiento esculpiéndolo en tu alma, haciendo de vos ese espíritu que me persigue negándose a morir. No, no quiero más adioses despegándonos la piel en carne viva, dejando los abrazos casi muertos, resucitándose en el próximo encuentro, dejando huérfana las caricias, los besos, mortalmente heridos, en los caudales de las mejillas, en la presa rota de los labios, del pozo seco de mi lengua. No quiero más desacoplamiento, desahuciarnos el uno del otro que se hacen eternas, como si el tiempo conspirase en nuestra contra, como si Dios castigase mi ateísmo, como si el diablo se vengase por no disponer de mi alma, como si la muerte me odiase por escoger la vida de tus atajos. No, no quiero más alejamientos,
más partidas, distancias, desacoplamientos a tu esqueleto, más desuniones, divergencias,  el destierro de tu cuerpo, la exclusión de tu piel ni orgasmos en la distancia, ni dividirnos en lados opuestos,  no más repudiarnos, ni ponernos bandera y fronteras. Te quiero en la ambición
de mis restos, lo que te falta y te sobra en tu abundancia y tu nada, en tus días, siendo la unión de dos sombras, el paso siguiente a los tacones de tus pies, te amo en tu cama, en la mía, o en la nuestra, te quiero para todas las noches, con lunas o sin estrellas, en esa luna llena, que dormido me besas en silencio, diciéndome al oído, amor, qué hago contigo.

Era tan grande aquella sed que por tus labios mis labios tenían, era tanto el deseo de volver a sentir el juego de la sal por mis dedos,  hombre de bondad y valores. Semidesnudo, abriéndome los labios con solo flotar cerca de mi boca tus besos, abrevado y tranquilo te posas en el filo dulce tal cual mariposa, lascivo y tentadora boca, crema untuosa que se desparrama por mis labios de hombre, de muslos ungidos, de derrame amoroso constante, de fragua rezumante, de hervidero de fuego y ternura, de baba lechosa que mi boca saborea.
Y ahora ven... Ven y acércate a mi excitado abismo, deja que mi hombría nade en tu fango interno. Ven y cabalga sobre mi tierra erguida hasta que desde tu boca se escapen gemidos,
y amparada quede la sed que tanto tenía.
 Te amo, Pedro, y pase lo que pase, investigaremos juntos, y jamás te volverás a ir, lo prometo.

CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.

17 comentarios:

  1. Sol Urvino En este capitulo sali aprendiendo mucho de temas tabues, EVE, REALMENTE ME ENCANTO, UN BESO.

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  2. Veronica Lorena Piccinino Hermoso Eve Monica Marzetti.. es la historia que más me gusta... Gracias

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  3. Bellísimo Eve...La mente no recuerda pero el cuerpo vuelve a estremecerse en el simple roce con el otro cuerpo...Me gustaría que Pedro recupere su memoria pero también es inmensa la magia de volver a enamorarse y sentir tanto por Guillermo...

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