martes, 19 de marzo de 2019

“PROHIBIDO”. CAPÍTULO cuarenta.


“PROHIBIDO”.
CAPÍTULO cuarenta.

“Abel Pintos.
Ahora y en cien años más 
las cosas van a ser igual 
Ahora preguntan por qué 
te quiero lo mismo que ayer 
No van a entender, no habitan mi piel 
no saben que por ti doy todo 
Que en tus brazos encuentro mi hogar 
Ahora que llegamos hasta aquí 
a través de tanta historia 
Ahora abrazando tu dolor 
resistiendo aquí contigo 
Ahora pongo a Dios como testigo 
Ahora bendigo este amor… Ahora 
Ahora preguntan por qué 
te quiero, los mismos de ayer 
No entienden, no habitan mi piel 
no saben que por ti doy todo 
Que en tus brazos encuentro mi hogar 
Ahora y en cien años más
Ahora que llegamos hasta aquí 
a través de tanta historia 
Ahora abrazando tu dolor 
resistiendo aquí contigo 
Ahora pongo a Dios como testigo 
Ahora bendigo este amor… Ahora (bis)”

Bs. As. Lunes 21 de enero.

__ Guille, sin ti, no podría haber ayudado a Felipe.
__Podrías, claro.
__No. ¿Crees que podremos hacer justicia? ¿Que ese abogado que veremos el viernes sea importante?
__Estoy seguro que la carrera hacia ella… ya hoy el mismo Felipe la puso en marcha.
__Guille… ¿crees que lo violó? ¿Crees que ese desgraciado lo violó?
__No lo sé, pero no podemos descartarlo, tal vez amorcito, pero aunque así sea, confía, Felipe es fuerte, se recuperará.

Estudio Graziani y Asociados.

__Estoy preocupado, Beto, Pedro salió muy temprano, tiene el celular apagado, no me gusta _ dijo Guillermo mordiendo la montura de los anteojos.

__Pero me dijiste que está bien,  estudiando, buscando carrera.
__ Estaba bien, aparenta estarlo, pero dejó la terapia cuando nos vinimos de Chile y creo que lo de Felipe lo está golpeando más de lo que deja ver. No tendría que haberlo dejado solo.
__Guille, dale un voto de confianza o será peor _terció Gaby.

__Es que no entienden, está viendo la mafia que hay en la institución a la que le dio la vida, Felipe es el espejo en el que se mira cada día, y no sé si puede con eso. Yo mismo quisiera entrar al obispado y empezar a las piñas en lugar de ir por el lado legal.
__Guille, para, que no te oiga decir eso porque entonces sí se pondrá mal.
__Beto, lo echaron como a un perro por amarme, le prohibieron volver a pisar la capilla, ver a ese cura que quiere como a un leproso, y solo le dieron la dispensa por ser gay y…
__Guille, para la moto hermano, tranquilo.  ¿A dónde pudo ir, Pedro? __interrogó Beto tratando de cambiar de tema.

__No lo sé, dijo que a buscar facultad y colegio a Felipe, pero en ese caso no apagaría el celular.
__Vos mismo lo dijiste _continuó Gaby __. Tiene prohibido entrar a la capilla y ver al cura, entonces no pienses nada raro, el acosador del nene está en Entre Ríos, si no hizo nada al verlo, no lo hará ahora.

__Supongo que tienen razón, seguramente está sin señal, y regresando al departamento. Tenemos que ir al abogado con Felipe, no va a arriesgar esa cita por nada.
__Dame los expedientes, hay tiempo, estamos en feria aún,  ve con ellos al departamento, de no estar él debe de estar el nene con Fabián _dijo Gaby abrazándolo.

__Supongo que tienen razón, aunque daré una vuelta, creo saber dónde puede estar, no teman que no haré locuras…  por ahora.

 Palermo.

“No soy más que una brizna de paja en el viento, una mota de polvo que la brisa conduce a su antojo, pero me mueve el Amor, me mueve tu amor, me mueves tú, el amor ¿y qué eres tú? Eres la Luz que me guía en momentos de oscuridad, la fuerza que me impulsa a seguir en mi peregrinar, eres lucha y esperanza en cada batalla librada, eres motivo y acción en cada paso que doy, eres silencio y canción cuando conmigo mismo estoy, eres verbo como la vida misma. Eres paz y armonía cuando miro en mi interior, eres tú, soy yo, soy tú y no somos dos, pero somos millones, somos infinito, somos nada y todo, simplemente somos y existimos porque somos, soy la brizna de paja que el viento lleva pero también soy el viento, soy la mota de polvo que la brisa conduce a su antojo pero también soy la brisa, soy el amor que emana desde mi interior donde habitas Tú, pero en todas partes estás, en todas partes te miro, te escucho y te siento”.

“Se pasean mis te amo en la habitación, buscando con desesperación el destino de tus oídos para que sea tu reacción detenerte a mirarme y que tus labios  callen a mi boca como navegantes solitarios,  son una tripulación de cinco letras, buscando la respuesta de algunos de tus sentidos… pero el sonido de las palabras se pierden en el silencio y me pregunto esa respuesta de tu boca… dónde quedó.
Buscando por los callados rincones del departamento ese perfume tuyo que me hable de tu presencia, me paso los minutos vacíos aquí, agudizo los sentidos al cerrar mis ojos y creo percibir el paso del aroma de tus cabellos inquietando el aire a mi alrededor, es una aventura perseguir tus pasos  que  aquí no están, persigo huellas invisibles sin encontrar tu sensual andar que me lleve a la cama y me pregunto… dónde estás.
Me detengo frente a la ventana, a lo lejos veo el río  y mi pecho cree sentir las caricias de tus manos que a él se aferran, creo sentir en la espalda tu calor, en mi hombro tu rostro y tu mirada que a la mía acompaña hacia el lejano horizonte azul, es un callado momento donde hablarían los sentidos, no haría falta música alguna más que  la que sonaría en nuestros pechos por ese amor que estaría latiendo, este momento románico que nos debemos me pregunto… dónde quedó.
Y ahora por las noches el timbre de tu voz, solo me hace saber  que sin vos mi cama sería  un inmenso desierto, el oasis de tu cuerpo busco en penumbras  y las caricias ciegas de amor no encuentran el camino hacia tu piel…  se resecan mis labios, cuando el deseo por besarte se vuelve ardiente, mis múltiples besos que llevan tu nombre mueren de inanición sin encontrar tu boca, amor y pasión que viven encerrados  en este cuerpo gritan  por vos a cada momento y la razón vacía de respuesta no sabe consolar al corazón… ¿Dónde  está  el destino de estos sentimientos, que aquí no lo encuentro… dime amor,  dónde quedo?”

Guillermo caminó sin ver, con la mirada en el piso, en una burbuja donde solo le llegaba el eco de sonidos, y una sola imagen, la de él en el banco de la plaza donde lo encontrara tantas veces, y pensando en su ausencia de un día.
Lo vio y el corazón dio un vuelco en el pecho, se acercó con sigilo, lento, respirando el aroma, hasta sentarse a su lado, y llevarlo a sus brazos.

__ ¿Cómo me encontraste?
__Intuición, presentimiento, un relámpago,  añoranza. ¿Qué haces acá? _ preguntó besándole la coronilla.

__Iba a entrar, a colarme en la iglesia y buscar al padre Manuel, pero me arrepentí, ¿qué sentido tendría?
__Lo imaginé. ¿Para qué? __dijo Guillermo resignado__. Cielito, él es parte de la estructura, cumple órdenes, no es un violador, tampoco se jugó por vos, ya déjalo.

__Lo sé. Supongo que la bronca es conmigo más que con parte de ellos. Guille, mi familia quiso dármelo todo, y yo lo rechacé. No hay nada de malo con nacer  dentro de una clase social, no pasaba nada como para que me zambullera en la iglesia y perdiera media vida en un sitio que no merece la pena, y ¿sabes qué es lo peor? __elevó la mirada anegada y Guillermo fue secando el rostro con el dorso de las manos.

__No llores.
__A Felipe también le robaron la infancia, y quizá mucho más.
__Eso no lo sabes, quizá no, tal vez con la condena de ese tipo él pueda tener una vida plena __ intentó Guillermo.

__No Guille, no. Sería un milagro que no quede con secuelas de lo que le pasó, y los años que perdió no se los podremos devolver, el terror, el dolor, el desamparo. Si al menos yo estando allí hubiese visto algo, actuado desde dentro, pero viví siempre en una burbuja, hasta que llegaste en al casamiento de Gaby, no vi nada.
__Pedro, amorcito, a ver, vos no sos culpable de nada de lo que pasa allí como en cualquier parte.
__Ellos lo saben, son cómplices, a Ernesto lo trasladaron por algo, lo saben y los mantienen allí, ¿con qué derecho  hicieron lo mismo conmigo por amarte? ¿Te das cuenta que nos juzgan y tratan de enfermos, de lo peor y que estuve a punto de morir porque casi me tenían preso? Casi me suicidé __lo dijo rompiendo a llorar con más fuerza y Guillermo lo apresó entre sus brazos.

__Shh. Lo sé mi amor, sé lo que sientes porque cuando lo hiciste casi me muero con vos, pero ya está, ya pasó, te necesitamos fuerte porque tenemos que sacar a Felipe de esto, esa será tu forma de enfrentar a esos hipócritas.
__Lo sé, y no, haré mucho más que eso.
__ ¿Qué significa eso?
__Que me inscribí en la UBA, no tengo por qué esconderme como dice Jorge, no soy un delincuente por amarte, quiero estudiar abogacía y especializarme en derecho canónico.
__Me parece bien, te apoyaré, además puedes ver a Fabián en la UBA.
__Hay más, no quiero ser cura toda mi vida, no me gusta, me equivoqué, no son Dios para  que no pueda volver a ser laico.
__ ¿Entonces?
__Estuve andando todo el día, pensando, quiero consultar al abogado que tomará el caso del nene y llegar al Vaticano, quiero una dispensa real, me equivoqué, entré a la iglesia por razones equivocadas, como una forma de castigarme por haber nacido en la nobleza cuando alrededor había gente que moría de hambre, pero no tenía ninguna culpa y resulta que ser parte de ellos hoy me da asco, no quiero _gritó, y Guillermo lo calmó  en sus brazos, y allí permanecieron en silencio, hasta que regresaron al departamento.

__Fabián se llevó a Felipe a lo de Ana, vamos a  dejarlo que se distraiga un poco, a mí también me preocupa que no grite, que no llore, siempre calló todo, no sé si sea bueno.
__No lo es, calló porque estaba asustado, y los padres no le creyeron, nadie le creía, necesita ir a terapia, contarlo todo, gritar, llorar, si tiene oportunidad de sanar es solo así.
Quiero dar clases, poner una escuelita.
__ ¿Cómo?
__Tener alumnos, alquilar un salón, preparar alumnos, para ingreso al instituto, a la facultad,  no quiero solo el dinero de mis padres. ¿Te molesta?
__No mi amor, ¿por qué iba a molestarme? Me parece perfecto que vayas a la UBA, que consultes al abogado, y te acompañaré al Vaticano si es lo que deseas.
__Nadie puede sentirse feliz a menos que haga lo que desea con toda su alma, y  Felipe necesita liberar la carga que ha llevado solo por años, y yo salir por completo de la iglesia amor.

Guillermo abrió un cajón del escritorio y sacó unos papeles, se los tendió a Pedro.
__Toma.

 Pedro los recibió con manos trémulas y los apretó contra su pecho, luego, los separó para leer de qué se trataba.
__Es lo que llevo investigado de ese cura y de otros casos de abusadores en la iglesia y en otras religiones. No deseaba ir a este abogado sin saber nada del tema.

Pedro levantó  la mirada de los papeles y se encontró con los ojos café de Guillermo.
 Por un momento, sintió un fuerte deseo de abrazarlo, a causa de su expresión, mansa, tierna, en realidad abatida, tal vez por el tono de su voz, más dulce y comprensivo. Sintió la respiración cálida a un palmo de distancia, se había acercado y lo contemplaba de una forma que lo impresionaba, casi con devoción. Guillermo le quitó el expediente de las manos y lo apoyó en el escritorio. Rozó con los dedos las mejillas de Pedro.

__Siempre he querido decirte que adoro, me fascina tocarte, tu piel es suave como la seda.
Quiero conocerte más, sentirte más, amarte más, traspasar tu corazón, poder hacerte mío,
y que, desde ese instante me sorprenda la vida. Nunca voy a dejarte, te haré el amor, soñándote, te besaré en mi mente, te recordaré a  cada momento, amándote hasta mi muerte. Sos mi deseo de cada despertar, sos mi sueño que quiero realizar, sos mi fuego, mi pasión, sos ese todo  que me llena de amor. Quiero que sientas mi boca  caminando cada poro de tu piel que se hace mía  en cada gemido de placer.
__Estar junto a ti inquieta mi sentir,  acelera los latidos de mi corazón. Me hace suspirar,
veo en ti el deseo de besar mis labios rozando mi piel con la suavidad de tus manos. Esa suavidad que me estremece con facilidad el alma cayendo entre las  redes de tus brazos. Deshojando mis sentimientos con la intensidad de tus besos y caricias.  Soy llama que hace
arder en pasión tu piel, el que desnuda tu alma y mima tu cuerpo con mi deseo.
 Soy la entrega ferviente a tu fiel corazón, que cesa de amor por mí como el mío por ti amor mío __susurró Pedro casi hipnotizado, conteniendo luego la respiración__. No temas cuando no me ves, no volveré a hacer ninguna locura.

__Y vos no me apagues el celular al menos, no me gusta, necesito oír tu voz, siempre.

__El silencio sin pedir permiso se dispone a gritar  con fuerza lo que en mi alma está guardado, me grita el eco adormecido de un suspiro, preguntando, cómo hacer para dejar encarcelada tanta pasión, cómo guardar tanta alegría al encontrarte en mis sueños, cómo podrían mis ojos apagar el fuego de mi mirar reflejado en los tuyos, y cómo podré disimular el temblor de mis manos al sentir el roce de las tuyas, qué tormento me acecha con solo pensar en tu olvido, y de nuevo, el grito del silencio queriendo gritarle al viento, al sol, al día y a la noche este amor que vive en mi sangre, el secreto más grande de mi vida que se convierte en polvo  de alas rotas para posarse en ti.
Me encerraste para siempre en la cárcel de tus ojos con solo mirarme un instante amor mío, ahí en tu mirar  es donde paso los días esperándote cada noche, no me arrepiento de nada vida mía, porque eres el credo más sagrado para mi alma, no tengo otra elección, el destino no me dio a elegir.
Como siempre desnuda mi alma ante un sueño de tantos, te tengo en mis brazos amor, nos acompaña la melodía de las almas enamoradas, donde nuestros cuerpos pegados sienten los latidos de una pasión sin fin. Entonces entre cortinas de hojas y cielos aparece mi alma levantando el telón para dar paso a lo que acontece en mis días sin  palabras, los sentidos, mis labios, mis sueños y todos los rincones de mi piel, componen una obra tramando deseos y sueños vacíos.
Tú eres amor mío mi obra de amor más bella, todavía no tienes historia, eres mi vida y no quiero perderte, ni tirar del extremo de un olvido, porque se soltaría el enredo de mis pasiones desatadas cuando te sueño, donde mis razones para amarte entrelazadas se marcharán con el fino hilo del cometa dejándome solo con mis  emociones desbordadas y mis soles trasnochados, no amor,  tú no tienes historia, tú eres mi presente, porque no puedo dejar de amarte.
Cuento contigo esta noche vida mía, esta noche dejaré mis sentidos a tu merced, y mis besos se harán verbo si tú los sientes, ellos me pondrán en tu memoria, trazarán el recorrido de tus manos por mi piel dándole vida a mi vivir.

Amarte es el inicio de todos mis días, soñarte es mi alimento, hazme tuyo en esta melodía de amor que grabada está en el aire de esta noche, esta noche  es amor y melodía.
Ámame vida mía y verás las alas de mi alma que te abrazan,  sentirás cómo en mi piel nace ese deseo de ser amado, ante este sentimiento  que muere cada noche ante las ausencias que llenas están de ti.
Llegaste como el aire en el preciso momento, visita que alegra enormemente a mi alma en la madrugada, ahí, donde los sueños y deseos moran en la soledad de mis sábanas frías, ahí apareces tú vida mía, para frenar un nuevo amanecer donde  remueves todas mis aguas donde  inquietas están mis emociones por morirse en la cárcel de tus ojos, para posarse en el crepúsculo de la noche que adormece mil  lunas para mí.

Pedro entreabrió los labios y soltó el aliento agitado cuando Guillermo lo atrajo hacia él pasándole un brazo por la cintura en tanto con la mano le sujetaba la nuca. Lo besó a medias arrepentido por comportarse como un bruto desaforado. Por momentos lo sentía vulnerable, temblando de miedo y quizá necesitara caricias y besos suaves. Se deshizo de sus contemplaciones en nada acordes con su índole, menos con sus ansias. Después de todo era él quien lo ponía en aquel estado de deseo continuo, y era él y solo él quien podría saciarlo.

__A veces, más por necesidad que por deseo preciso abrazarte, encerrarte entre los barrotes
de mis brazos egoístas, en la cárcel de mis costillas atado o enlazado  a mis arterias.
Son esas veces  que te abrazo con fuerza queriendo ser el calco de tu persona, adquiriendo los matices que te hace distinto del resto, en esa forma peculiar de amarme. A veces, que no son muchas que no son pocas pero son necesarias, me urge precipitarme al abordaje  de abrazarte, y en ese abrazo  que encierra el mundo, queriendo inseminarte con el embrión de Dios pariéndolo  en tu universo, abortar  todo mal extremo,  todo cáncer interesado  de esta humanidad que mata más que salva. A veces, que no son las necesarias, siendo necesarias todas las veces, necesito abrazarte bajo tus brazos, ocupar cada esquina,  cada rincón, cada recoveco de tus extremos y tu cuerpo, mientras tus brazos anidan en mi cuello, buscando esa fuente  siempre llena ancianamente nueva, y encontrarte en una guerra de abrazos, cerrando los ojos, y en esa amorosidad encontrar la paz, y mi muerte.
A veces, algunas veces necesito abrazarte por abrazarte, por saber que existes,  que vives, que sientes, que emocionado lloras,  que padeces, que sufres otros llantos. Otra hambre, ajena a la tuya.
Que en tu mirada  encierras la tierra llorando nubes, que orgulloso, herido,  lloras soledades, y el silencio  te acaricia, enmudeciendo ante tu mudez. A veces, sin razón aparente sin justificación alguna, sin racionalidad fingida,  sin pretensiones de algo más de lo que te siento, sin teatralizar mis emociones, sin ejemplarizar a otros que no sienten, sin imitar a nadie que no sea yo mismo especifico abrazarte respirando todo el aíre que  vos respiras.
A veces, que son muchas veces en nuestros encuentros y reencontrados, preciso  detallar esa imperiosa necesidad  de respirarte en abrazos, conteniendo el continente del tiempo y los relojes, de morar  entre vos y la eternidad, los relojes de arena, en ese momento que el infinito nos abraza, con nosotros dentro encerrándonos  en el universo.
__Ese deseo que tú me provocas cuando me besas y me muerdes suavemente el cuello acariciando mi piel con delicadeza hasta llegar extremadamente al punto exacto de mi lujuria y pasión. Buscando mi mágica pasión entre  las paredes de mi cuerpo que está lleno de deseos por sentir tu piel seductora quitando mis antojos con el manjar de tus fibras hirvientes,  quema mis huesos con pasión, calcina mi alma con tus caricias y besos, mátame con la daga de tu amor,  llévame al cajón de tus caderas con placer.
Embalsamado mi cuerpo con la esencia de tus perfumes cúbrelo con el rocío de tu piel, llévalo por  el camino de tus recuerdos dejando las huellas de mi piel en tu cuerpo.  Hasta llegar al cementerio de tu ser, entiérrate en la bóveda de acero de mi recorrido con tu alma donde quede sepultado nuestro  deseo, volemos juntos como globos al centro mismo del universo, te amo.

__La arena del universo se conforma de estrellas, en el vacío océano del cosmos.
A sus orillas las olas del tiempo  traen los restos de viejos dioses, señores del cielo, amos  de calabozos en los paraísos de los mundos. Serpientes en espirales de infinitos concluyentes, dragones engendrando el espacio y la materia el huevo engendro de otras creaciones, re encarnaciones de elementos que nunca mueren. Hijos del disco solar que trae la marea del vacío  universo, que cuando arrecia la calma del silencio, la creación los reúne y juegan a ser hombres. Hazme sentir  la magia de tus encantos. Hazme sentir que sueño aun estando en vigilia, que soy  parte tuya, lo máximo  de la expresión del amor, que soy tu suspiro  estremecedor…  que somos uno y que estamos fusionados.
Hazme sentir que no puedes vivir sin mí. Hazme sentir en las nubes tomándome en tus brazos, la conexión  con todos mis sentidos, que estoy seguro  a tu lado, que puedo confiar en ti, otorgando tu fidelidad. Hazme sentir mariposas  revolotear y que soy yo tu ángel guardián, que puedo amar aún más. El hombre que se entrega en cuerpo y alma, cómo se desborda  la pasión, estando juntos los dos. Hazme sentir estremecer con ese tu amor desenfrenado en el paraíso  de tus deseos ardiendo en fuego. Hazme sentir lo que jamás nunca había sentido, lo que es amar sin escatimar. Hazme sentir que podemos volar  y llegar a la eternidad.

__Somos y seremos  luces de sombras que iluminaban el camino, dos almas abrazadas cobijando de calor al invierno cruel, jardines marchitados por la nieve, donde sus hojas lloraban pétalos mutilados, dos corazones que latían al unísono en un mismo ser, deseo y pasión, sembrábamos el placer de amarnos prisioneros de los frutos deliciosos del pecado, como la manzana de Eva que envenena, cuando Adán con un mordisco quedó preso a su condena, baile, canciones, ilusiones, promesas, lluvia, viento, fuego, tormenta, pasiones, paz, guerra, agua, tierra, leña ardiente quemándonos lentamente sin apagarnos ni un segundo en las brisas del viento, silencios testificando el momento,  con voz entrecortada a gritos paralizando el tiempo. Amantes de locuras, todo, nada, nubes que volaban a la distancia, buscando la magia que encontrábamos en la cama... Fuente inagotable de deseos,
con un placer inmenso, dos cuerpos callados,  solo hablaban los besos,  enredados por las sábanas,  confundidos por el desorden condicionado por nuestras mentes,  solo pensamos en amarnos tiernamente, la envidia de muchos, ese amor que abunda poco, dos gotas paralelas que caen, como lágrimas deslizando su melancolía. La felicidad de cada noche,
la eternidad deseada por la vida, la verdad de un amor a escondidas, historias llenas de amor reflejadas cada día.

Guillermo arrastró las manos a las nalgas de Pedro y lo empujó contra su virilidad endurecida. Jadeó y gimió mientras masajeaba la erección con el cuerpo y el sexo de su hombre. Guillermo se sentía enloquecer de excitación.

__Abrázame, Pedro _le sugirió, sin aliento __. Se despiertan en mi cuerpo sensaciones de placer, al sentir el calor de la mañana en mi piel desnuda, e imagino el calor de tu piel al encontrarse con la mía… de mi cuerpo deseoso de sentir tu compañía, de imaginar el placer que causa tu piel al acariciar la mía. Sentir mi boca, ávida de besar tu boca con ímpetu adolescente,  al descubrir el sabor divino de un beso de amor…  de su primer beso de amor.
Tu presencia provoca la sensación incontrolable a mis manos de acariciar tu cuerpo de norte a sur, de besar tu hermosa espalda, estepa lujuriante de placer…  palmo a palmo y muy lentamente. En esta tarde de primavera tengo la sensación de abrazarte, de amarte, de hacerte completamente mío…  sensación de acercarme a tu oído y susurrar que eres dios de amor, que eres vida, que eres pasión…  mordisquear tu oreja, decir que te amo…  sonrojarte, verte temblar cual hoja mecida por el viento.
Hoy, serás libro de amor en braille para mis manos ciegas y mi boca ardiente…  procuraré no entenderte, para repasar tu cuerpo una y otra vez a besos, con mis manos, con mis uñas,
con mi piel candente… Provocaré en vos sensaciones vibrantes de placer,  cubriré tu desnudez rodeándote con mis brazos, estrechándote con firmeza contra mi pecho… haciendo latir nuestros corazones agitadamente,  sin aliento a un mismo ritmo, en un mismo lecho.
__ Sensación de sentir tu cuerpo, hogaza de pan fresco de sabor a pasión que invita a saciar mi hambre de ti, seré el vino que complemente esta cena de amor, déjame ser tu hombre, tu amante, tu amigo… y tú sé mi todo, sé tú mismo  al amarme sin pudor, sin olvido… Seremos sensaciones bailando al ritmo cadencioso del amor, seremos viento y mar en unión perfecta de dos almas que se aman, que se buscan en el espacio donde el tiempo no existe.
Dos presencias coexistiendo en la eternidad…Te amo.

Pedro pasó los brazos por detrás del cuello de Guillermo y se maravilló de la hermosa sensación que le provocaba el contacto con ese hombre. Le resultaba difícil definir lo que experimentaba pues  no solo se trataba de placer físico sino que la experiencia iba más allá. De pronto tomaba conciencia de su propio género, nunca se había sentido tan hombre. Quería agradarle, quería que él lo deseara, dejar el tonto celibato. La ansiedad que él le despertaba lo sorprendía porque él había terminado por imponerse sobre su voluntad, y él siempre se había jactado de su voluntad de hierro.
 Guillermo ponía su mundo de cabeza. No podía dominarse, y nunca había sentido tanta dicha como entre sus brazos, de ese hombre que le inculcaron prohibido, que hoy le daba sus alas, para volar juntos hacia el infinito.

Con la mirada extraviada, Guillermo buscó un lugar donde hacerle el amor, Pedro aún asido a su cuello, no se atrevía a decir con palabras lo que sentía, estaba observándolo confundido. Los ojos café dieron con el escritorio. Lo arrastró hasta allí y lo sentó en el borde. Las piernas de Pedro colgaban, mientras sus brazos seguían en torno al cuello del hombre en una actitud inconsciente, no acertaba a alejar la mirada de él, y Guillermo le sonrió apartándole unos mechones rebeldes del cabello que le ocultaban la frente. Sonrió de nuevo en una sonrisa expansiva, de dientes parejos y muy blancos, y Pedro ahogó una exclamación, las auténticas sonrisas de Guillermo lo sorprendían y le robaban el aliento. Echó la cabeza atrás cuando él comenzó a besarlo en el cuello. Se dio cuenta de  que sus manos luchaban con sus pantalones y con los propios.
__Guille, pueden llegar los chicos _ dijo sin convicción.

__ ¿Te escandalizo?
__ ¿Te burlas?
__No amor mío. Jamás me burlaría de vos Necesito que me digas que te gusto, que disfrutas, que te complazco, nada en vos es motivo de burla, por el contrario, te admiro __repitió sin apartar las manos del pecho ahora descubierto__. Dime que te gusta que te acaricie. ¿Te gusta? __Pedro asintió, hasta que con prisas y en total acuerdo, quitaron las ropas con prisas.

Guillermo apurado liberó su miembro y volviéndolo lo penetró, tomándolo por las nalgas, y arrimándolo a sus caderas, mientras Pedro se amoldó para armonizar a ese vaivén de pelvis.
Guillermo se sujetaba a su espalda, a la demanda de los labios de él, cuando no lamía, mordía, saboreaba en un tinte de desesperación en su actitud, Pedro intuía y percibía el empeño,  en el modo salvaje en que se movía, en que lo besaba y lo reclamaba como suyo, en realidad no buscaba tanto alcanzar el punto en que se tensaba y gritaba su éxtasis sino el de él, que él lo hiciera. Esa revelación lo emocionó, le provocó una impresión intensa, que agudizó la sensibilidad de su piel y la de sus partes secretas.
Gimió en la boca de Guillermo, y este le acarició con ternura las sienes resiguiendo sus rasgos, sus ángulos, y los movimientos siguieron, y fueron uno en el otro en el sofá, en la alfombra, en la sala donde Guillermo lo llevó en andas en un impulso por llegar a la cama, pero terminó depositándolo allí, acometido por la impaciencia de un deseo que lo sorprendía y lo descontrolaba, mientras que estando en andas, el aliento entrecortado de Guillermo lo estremecía a Pedro y no pudo evitar besarlo, en la mandíbula, en la mejilla, en el cuello, mientras se contorsionaban y terminaban de desquiciarse, respirando ruidosamente, riendo nerviosos ante la rotura de la ropa, chispeando los ojos, despojados de pudor, y con la sonrisa aún suspendida en los labios, esta fue diluyéndose al entrar los músculos en tensión, en la perfecta anatomía de dos cuerpos que se inflamaban en deseo y fuego, torso, brazos, hasta que curvando espaldas echaron atrás la cabeza y los gritos del estallido quedaron atrapados en la garganta, entre el torbellino de sensaciones que los envolvía en la penetración profunda y el derrame del ser en el  otro.

__Esos ojos hechiceros  yo contemplaba en medio de la alborada. Tan cariñoso que seguía
mis ojos al camino del cielo con su tierna mirada.
Buscaba el olor de su perfume con mi piel. Acomodándome entre sus labios y abrazado
a su piel.
Consentía con dulzura ternura y emoción las raíces de su alma mágica que cubrían como vendas  a mis ojos. Su cuerpo deseoso me arrebataba de mi alma mi pasión. Gozaba de mis besos apasionados acompañados de caricias. La brasa de mi hoguera encendía en ti la lujuria y pasión brotando de su alma el más exquisito manjar para mi piel. Me electrocutaba su cuerpo de placer cuando sentía su piel encarnándose entre la profundidad de mis adentros.
Era tanto el placer que sentía  que me perdía en gemidos  entre las sábanas de su cuerpo.
Me llevaba al infierno de pasión haciéndome explotar como volcán en erupción bañándose con mi esencia.

__Cuando las estrellas caen allá en lo infinito del cielo damos fe de nuestra esperanza y sueños,  pedimos deseos que nos llenan de alegría y bienestar,  vivimos con devoción y ansias al verlas correr de un lado a otro y queremos alcanzarlas para sentirnos en una fantasía cerca de Dios y ángeles que nos rodean alimentando de confianza y disfrutando del amor absoluto en nuestros corazones. Olvidamos por un momento fugaz los controversiales e indiferentes estados de ánimos de nuestro cuerpo en la tierra; flotaremos cada noche solo al mirar hacia arriba y ver esas estrellas que nos indican con su luz brillante que algún día podremos tocar y contagiarnos con esa libertad, recorriendo el cielo azul en carrozas en forma de nubes agotadas por su ir y venir cargadas de un agua bendita que nos purifica al beber calmando la sed de amar.
!Me pregunto y exclamo! ! Estaré loco! Pero me respondo un contundente  no.
Solo que vivo cada día, cada segundo intensamente como el último suspiro hacia la eternidad,  quisiera contagiar  a todos con mi forma de ser,  que se monten en este sueño que es real, que se sientan vivos y disfrutando cada momento sea cual sea la situación, corramos mirando siempre al futuro, buscando soluciones para llegar a la felicidad total en nuestros corazones.  Levanto mi cabeza y ahí está,  de nuevo esa estrella que me ilumina y refleja en mi alma como rosas que reparte por doquier sus pétalos cargados de una dosis de paz para todos los que sentimos el amor,  un amor que llegue a todos y los llene de estrellas como me llenó a mí.

Transcurrió un  día, que me pareció un año y al llegar la mañana,  recuperado el ánimo, casualmente, había libre una mesa, en un lugar discreto  Guille  dijo: “creo que tenemos una conversación pendiente”, con mi dedo índice en su boca, no lo dejé continuar, me acerco, retiro mi dedo y con un beso, sus labios sellé.

-En mis momentos a solas,  te deseo de tal forma, que instintivamente, cierro los ojos  y aunque parezca ilógico  o sin sentido,  lo hago para verte y entonces  mojo mis labios de saliva  para sentir el sabor de tus besos, rozo las yemas de mis dedos  para volver a sentir tu piel, respiro el aire del cuarto  porque sé que aún en él  se encuentra tu aroma y esto es así
porque el sabor, el tacto,  y el aroma,  quedan grabados en los sentidos, formando parte de uno mismo y es por eso que siento  en todo mi cuerpo  ese cosquilleo especial, el cosquilleo del amor, porque hay amores  que nacen para siempre y se quedarán siempre, porque así amamos, por eso hay momentos  en que sobra todo...  Incluso,  las palabras.
Fuimos el fruto de recuerdos vívidos,  somos las raíces de un futuro soñado, seremos el eslabón en el tiempo de historias contadas por el viento en su andar mediante las brisas que soplarán el aroma de amor hacia cada corazón.
 Estaremos en cada sueño convertido en realidad,  en cada noche protagonizada por la luna con su ejército de estrellas brillando para vencer la oscuridad acompañada por fantasmas ocultos. Viviremos en cada rayo de sol que iluminará cada día en busca de una libertad que espera ansiosamente la conquisten para llegar a purificar cada alma. Seremos las rosas que con sus encantos cautivarán miradas flechadas por el divino néctar de su aroma, que fluye de cada pétalo y de espinas que cuidarán de ellas para no ser traicionadas. Seremos ese misterio que vivirá eternamente en libertad en los sueños que emergerán de cada mente, viviremos en las penumbras,  nuestro rostro,  nuestro verdadero rostro  seguirá siendo las fascinantes y bellas facciones del amor.
Viviremos en cada historia. Viviremos en tus sueños, viviremos en ese mundo donde preferirás cerrar los ojos y escuchar cada palabra,  cada frase,  cada sentimiento que te alimentará y llenará de libertad,  felicidad y amor en tu hermoso corazón.
Déjame convalecer mi amor sobre tu  pecho, en la palidez del sol seré luz para tus ojos, déjame ser poema que se escapa desde el alma para poder estar siempre junto a ti.
En la eterna blancura de tu imagen  seré candil y no tu oscuridad, abrigo en tus inviernos sin sosiego, eternidad en tu entrega preñada de deseo vida y camino en los apresurados adioses del ayer. Quiero ser la orilla de tus besos,  arrimado a tus silencios y a tus  cumbres moldeando el amor en tu cintura, sintiendo la fortaleza en tu ternura  abrazando las quimeras sin premura. Deshojaré las promesas una a una destilando las mieles del placer y besando tu cuerpo poro a poro, sentirás que el tiempo es solo un sueño, como tantos sueños por soñar.


__ ¿Te gusta el colegio que elegimos, Felipe? _interrogó Guillermo dos días después.

__Sí, es copado.
__! Copado!
__Majo, yulo, papá, es lo mismo.
__Mira vos, este grandote te enseña esas palabras.
__Vamos, mejor, no quiero llegar tarde _ dijo Guillermo al salir hacia el estudio del abogado.

Viernes, 25 de enero.

La reunión con el abogado fue muy diferente de la que habían mantenido con la policía. De entrada, para ahorrarle a Felipe el sufrimiento y la vergüenza de tener que contarlo todo de nuevo, con pelos y señales, Guillermo entregó al abogado la declaración hecha ante la oficial. Le pidió que la leyese, y eso hizo. Al terminar, levantó la cara para mirarlos a los tres, con gesto serio.
Era un hombre alto, de porte aristocrático. Aunque iba en jeans y con una camisa azul, se veía que era de una factura excelente. Además llevaba los zapatos impecables. Los cuadros que decoraban su despacho eran obras caras, y los diplomas decían que se había licenciado por Harvard, y había revalidado en el país, en la UBA.
A juzgar por su seguridad y sus modales, Guillermo intuyó que procedía de alguna familia importante y que tenía dinero, José no lo había comentado, pero él lo percibía, amén de que su rostro le resultaba conocido de alguna parte. Sin embargo, aunque podía imaginárselo como ejecutivo de la banca, empresario o juez, nunca habría dicho que había sido sacerdote.

__Conozco a la oficial de la oficina de abusos. Es la persona idónea para esta investigación _dijo el hombre contento con la noticia__. Ya he trabajado con ella. No hemos perdido ninguno de los casos en que hemos trabajado juntos. Y no creo que esta vaya a ser una situación difícil de demostrar. Por lo visto el tipo es un descarado, se cree impune y eso nos da ventaja, y sospecho que tú eres solo una de sus víctimas, Felipe. Puede que haya muchas.
Y si logramos demostrar que la archidiócesis lo trasladó para encubrirlo, habremos ganado el caso, y sospecho que eso fue justo lo que hicieron.
__Es lo que parece más probable _ dijo Guillermo.

__El Vaticano ha ordenado que deje de aplicarse esa práctica, pero algunos  o la mayoría de los responsables diocesanos y algunos obispos siguen  intentando proteger a los suyos. El derecho canónico estipula sin género de dudas que en este tipo de casos deben entregar a los curas descarriados a  las autoridades, pero muchos se niegan a hacerlo. De este modo, sujetos como el padre Ernesto, salen impunes una y otra vez, lo primero que hay que hacer es pararlo  y conseguir que se haga justicia, con Felipe y con todas las personas a las que haya hecho daño. Y luego querría que indemnizasen a Felipe por los daños. En algunos de estos casos, mis clientes han conseguido sumas de dinero nada desdeñables.
__ ¿Qué quiere decir? __preguntó Felipe sin reparos__. No me interesa por mí, pero tengo a mis hermanitos muy pobres.

__Pues entonces es posible que puedas ayudarlos. Cuando alguien hace algo tan malo como eso _ explicó el exjesuita __, y te perjudica o te daña de alguna manera, lo primero que quieres es que, de ser posible, lo encarcelen. De eso se encarga la policía. Pero luego puedes presentar una demanda civil y obtener una suma de dinero por lo que sufriste. De eso podríamos ocuparnos juntos, doctor Graziani. __Lo expuso de un modo muy sencillo.

__ ¿Quiere decir que me pagarán por lo que me hizo? __ Felipe de pronto estaba horrorizado__. No me parece bien.

__En cierto sentido no está bien __convino el abogado__. No arregla nada, y, en el caso de personas que sufrieron lesiones físicas, no les devuelve su integridad perdida. Pero viene a ser un modo en que nuestro sistema hace que los culpables pidan perdón y paguen por lo que hicieron. Y en ocasiones puede ser bueno, tú lo dijiste, Felipe. Ese dinero puede ayudarte, indirectamente a tu familia. Es la  iglesia católica la que paga la indemnización y a veces se han establecido sumas muy elevadas.

__Yo solo quiero no ver más a ese hombre y no entrar más a una iglesia _ dijo Felipe, mientras Pedro pugnaba contra el nudo que le oprimía la garganta.

__Y no tienes que verlo. No puede ponerse precio al daño que causa esa gente  ni al trauma que sufriste ni al dolor que causaron.
__Estoy bien.
__Pero sufriste…  porque te quitó los libros, porque tus papás no te creen, porque escapaste de allí, y todo lo que él te obligó a hacer, las amenazas en las que creíste, a todo eso me refiero.  Y recibir una indemnización ha ayudado a las víctimas a encontrar consuelo y a sentir que hay gente que se preocupa por ellos. Así funciona nuestro sistema jurídico__. Felipe escuchó las explicaciones del abogado, pero seguía mostrándose incómodo con la idea__. Podría venirte bien disponer de un dinero en los bancos, para tus estudios, para ayudar a tu familia, para montar un negocio, una empresa algún día o para cuando seas mayor dar una entrada para comprarte una casa o incluso para tus hijos. Es una manera de darte algo a cambio de la inocencia que perdiste y del abuso de tu confianza. __No hizo mención a su cuerpo, pero también formaba parte de ello.

Felipe miró a Guillermo y a Pedro con gesto inquisitivo.
__ ¿A ustedes les parece bien? __les preguntó inseguro.

Ellos asintieron.
__Sí, Felipe __dijo Guillermo con firmeza. El doctor dice lo que estipula la ley, yo que además te quiero, quiero que sepas que viviste algo terrible. Fue muy traumático. Si recibes una indemnización, no estarás robando a nadie. Te lo deben, lo mereces.

__ ¿Y por qué no le pagaron a Pedro que casi se murió? __interrogó con lágrimas en los ojos. Ya le habían contado algo de la situación al abogado.

_Eso es diferente, la iglesia tiene normas rígidas, y Pedro las violó, no puede demandarlos por lo que le pasó, él tomó esa decisión.
__Pero…
__Felipe __lo llamó Pedro__. A mí la iglesia no me debe nada, o sí, mi libertad, pero para ti pagarte sería una forma de pedirte el perdón por lo malo que fue el padre Ernesto y por lo que te hizo, ya que él no es capaz de pedirlo. __Tal como lo expresó, Pedro, le pareció mejor.

__El estado lo manda a la cárcel y la iglesia te pide disculpas haciéndote un regalo. A veces es un regalo muy grande porque pueden permitírselo __agregó el abogado.

Felipe se quedó pensativo. Dándole vueltas y no respondió. No quería un dinero que no se merecía por haber permitido que el cura le hiciera algo que no estaba bien. De vez en cuando todavía se sentía culpable, porque a medida que iba haciéndose mayor entendía hasta qué punto era algo intolerable y él, sin embargo, no se lo había impedido. Pero había tenido demasiado miedo para impedírselo.
¿Y si el padre tenía razón cuando dijo que él le había hecho caer en la tentación? No había sido su intención, pero ¿y si era eso lo que había ocurrido?

__Me gustaría trabajar con la oficial y con usted doctor, en la investigación, y además podríamos contratar detectives privados. Para atar todos los cabos sueltos y no dejarnos nada relevante __les explicó el letrado. Nos interesa organizar el caso lo mejor posible para asegurarnos de que lo condenan. Mientras tanto, prepararemos la demanda civil, de manera que cuando lo condenen, obtengamos la indemnización de la iglesia.

Aunque lo exponía de manera muy directa, Guillermo sabía que no sería tan fácil como sonaba. Resultaba complicado llevar ese tipo de casos a instancias judiciales, y la Iglesia no siempre se mostraba tan colaboradora como él daba a entender. La iglesia protegía a los suyos. Pero el panorama esperanzador que había esbozado él les sonaba perfecto tanto a ellos como a Felipe.

__Además en cuanto el estado presente los cargos contra él y el caso salga a la luz pública, quiero enviar una carta a los feligreses de sus parroquias de entonces y actual, a la de antes del caso, a la de hoy, y cualquier otra parroquia en que haya servido, para ver si conseguimos que aparezcan más víctimas.
Hay gente que no quiere verse implicada, o que los demás se enteren de lo que les pasó, pero otros muchos sí, sobre todo cuando se dan cuenta de que no han sido los únicos. Les sorprenderá saber cuántas personas aparecen de la noche a la mañana reconociendo públicamente que también les ocurrió a ellos. Este tipo de individuos no delinque solo una o dos veces, ni siquiera un puñado. En uno de los casos que llevé, encontramos casi un centenar, pero solo  setenta estuvieron dispuestos a testificar. Todos recibieron indemnización de la iglesia, y muy elevadas, de hecho. Fue el caso más importante que he trabajado a la fecha.
__ ¿Cuánto serían sus honorarios por este? __le preguntó Guillermo con cautela. Sospechaba que cobraba si la sentencia era favorable a su cliente, deduciendo para sí un porcentaje de la indemnización fijada, y que no les cobraría nada más aparte de eso. Pero necesitaba asegurarse.

__Para mí estos casos son una parte importante de nuestra historia como seres humanos y como católicos. __Captó la mirada de Pedro__. Debemos corregir estas conductas. No podemos ocultarlo, hay que cerrar las heridas, cueste lo que cueste. Y quienes, como  usted Pedro o yo, seguimos creyendo en la iglesia y en su integridad, estamos dispuestos a devolver algo a las víctimas. Por eso llevo estos casos de manera altruista. No cobro nada, con independencia  la cantidad de horas que invierta. Incluso si vamos a juicio.

No quiero un porcentaje del pago. Dicho de otro modo _ añadió mirándolos a los ojos__, todo lo que haga en relación con el caso será gratis.

A Felipe le pareció muy amable de su parte, y ellos se quedaron atónitos, más Guillermo que sabía lo cara que podía resultar toda la acción legal, y cuánto cobraban la mayoría de los abogados, sobre todo cuando había indemnización de por medio.
__ ¿Y eso cómo puede ser? __le preguntó sin dar crédito.

__Es fácil. Tengo clientes que me pagan mucho por casos de otra índole. Considero fundamental demostrar que sigue habiendo gente buena implicada en la iglesia directa o indirectamente. __Él no sabía que ellos conocían algo de su historia, por eso aclaró__. Yo fui sacerdote como usted, Pedro. Dejé el sacerdocio por distintos motivos, pero me preocupan profundamente estos delitos de abusos sexuales contra niños. Y esto es lo que está en mi mano hacer para ayudar: defender a quienes necesitan y hacerlo sin cobrar nada a cambio. No quiero que la gente crea que consigo una indemnización elevada a una víctima para poder llevarme una parte. No soy yo quien sufrió los abusos, sino Felipe. Merece el pago por entero. Llevo varios años trabajando así. La archidiócesis sabe quién soy. No les gusto, y lucho con uñas y dientes... __Entonces miró a Pedro con una amplia sonrisa__. Y siempre gano. Todavía no he perdido un solo caso de este tipo y no tengo intención de empezar ahora. La espada de la verdad es poderosa. __A continuación sonrió a Felipe__. La usaremos para cortarle la cabeza al padre Ernesto. __ Guillermo  habría sugerido otras opciones pero guardó silencio. Pedro estaba asombrado ante ese exsacerdote que acababa de ofrecerse a representar  gratis a Felipe__. ¿Es usted su tutor? _preguntó a Guillermo.

Daba por hecho que la respuesta sería afirmativa, de modo que se sorprendió cuando él le dijo que no lo era.

__Los tutores son sus padres, pero están dispuestos a firmar en cuanto se pueda, son del interior, y el caso es que Felipe vivirá con nosotros, lo seré pronto. ¿Necesita que firme algo?
__Aún no. Pero cuando llegue el momento de interponer la demanda civil, tendrá que firmarla su tutor legal.
__Estoy seguro de que para entonces podré firmar _respondió Guillermo con confianza. Tal vez sus padres de saber que habrá indemnización firmarían, pero preferimos no correr el riesgo, en principio, no le creyeron.

El abogado asintió, contento de oír la respuesta, y pasó a explicarles cuál sería el plan.

Hablaría con el detective al que solía recurrir en casos de abusos sexuales, un profesional excelente a la hora de sonsacar rumores, chismorreos y sospechas de los parroquianos, y en ocasiones mucho más que meras habladurías, datos que podrían conducirlos a pruebas y a otras víctimas, también se mantendría en contacto con la oficial en la investigación policial. Y que, tan pronto como el estado querellase contra el cura, iniciaría la causa civil, al mismo tiempo, reclamaría el pago de la indemnización a la iglesia.
En cuanto fuese condenado, nadie podría echar su pleito abajo. Llegados a ese punto. Solo faltaría establecer el importe del pago. Pero hasta entonces les quedaba un largo camino por recorrer, el proceso entero podría llevar de uno a tres años, si iban a juicio sería más largo. Pero dudaba que llegasen a ello. Por otro lado, si la archidiócesis trataba de ocultar los crímenes del padre Ernesto, y lo respaldaban empeoraría sus propias perspectivas de éxito. En efecto, los tribunales esperaban que la iglesia mostrase arrepentimiento por los delitos cometidos por sus sacerdotes y que resarciese  a las víctimas.

Conversaron unos minutos más. Durante ese tiempo,  el abogado percibió la tristeza en la mirada de Pedro, incluso cuando sonreía y se dijo que debería tener una larga charla con él, pero de su caso.
Pedro observó al abogado cuando los acompañaba a la salida y pensó que era un hombre sofisticado y de mucho mundo, calculó que tendría muy poco más que su edad, y se preguntó por qué habría dejado la institución, pero ese era el día de Felipe.
Recordó que los jesuitas eran la élite intelectual de la iglesia. Y si había trabajado en el servicio jurídico del Vaticano tenía que ser un buen abogado, muy brillante, Miller había comentado que había vivido cinco años en Roma. Era un hombre capaz y, al igual que cuando conocieron a la oficial, estaba seguro de que, con él, el caso de Felipe estaría en buenas manos.

__
Mientras Pedro esa noche le contaba a Fabián, Guillermo llamó a Miller para darle las gracias por el contacto.

__Nos ha gustado mucho, José, y casi me caigo de la silla cuando nos ha dicho que lleva estos casos de manera altruista.
__Increíble, yo mismo no lo sabía _admitió Miller.

__Es como si siguiera creyendo en todos los valores jesuitas. Tan solo quiere acabar con los malos sacerdotes __añadió Guillermo.

__Un tipo interesante _ comentó José__. Podría ayudar a Pedro en el Vaticano.

Guillermo opinaba lo mismo. Estaba muy impresionado. La reunión había resultado provechosa, como también el encuentro con la policía.

Luego llamó Alberto y le contó a él.

__Todo ha sido bastante intenso, pero honra y da validez a lo que vivió, y le transmite el mensaje de que nadie que abuse de él saldrá impune, y que hay gente decente que se preocupa por él.
__Me alegro, y espero pueda ayudar a Pedro, yo le diré a Marcos que apure la tutela, pero… Guille, vos no crees en Dios, menos en la iglesia, no todos te van a apoyar en esto, habrá gente de parte del cura, y que crea que el nene fabula, te lo tenía que decir.
__Lo sé, Beto, sé que tendremos gente en contra,  y te aseguro que eso no nos detendrá, ni siquiera sé hasta que no lo vea un especialista qué daños tiene el nene, y si son reversibles, no  nos  van a parar ahora que estamos encaminados,  y ojalá con esto ayudemos a muchos más. Chao.

CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.

13 comentarios:

  1. Helena Existe y nos negamos a creerlo, a aceptarlo.

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  2. Terrible caso el de los curas pedófilos Eve, pero parece que ahora todo está encaminado para poder ayudar a Felipe a superar algo de lo horrible que le tocó vivir y, seguramente, también Pedro va a poder cumplir su deseo de dejar de ser considerado sacerdote...

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