“ÉL”.
CAPÍTLO VEINTICINCO.
"A veces uno amanece con ganas de
extinguirse".
Julio Cortázar.
__Diego, el representante de Pedro, lanzó la
pelota de un recital, del postergado desde enero, y al tiempo el del concierto
íntimo, es en un sitio pequeño de Palermo, lo alquilé yo mismo, pero como su
suegro.
En definitiva, les conté a todos, Camila
está de acuerdo a regañadientes pues teme por el padre de su hijo, pero…
está todo preparado, te haré llegar documentos falsos para que entren al país
por la triple frontera, desde allí, donde los estarán esperando, se desplazarán
directamente al sitio, el día y la hora fijada. Si Nancy lo quiere a
Pedro… lo verá, pero, la estaremos esperando.
Y que todo salga bien, porque no tenemos ni
otra pista ni otra forma.
__Gracias, Orestes, prepararemos todo. Tiene
que salir todo bien. Nada puede sucederle a Pedro, ¿me escuchaste?
Nada puede sucederle a… él.
Maldonado.
Uruguay.
15 de
junio de 2017.
“La noche se presentaba hermosa, yo acostado
en la arena esperando ver la Perseidas, para pedirles mis deseos donde siempre está
tu presencia, y hoy amor volveré y les pediré que en la madrugada me despierte
saciado de ti, donde al abrir mis sueños se derraman de mis labios tus besos soñados,
y tu piel aún la sientan mis manos, les pediré esta noche que mi cuerpo pueda
sentir ese leve roce de tus labios
paseándose por los míos, recogiendo todos los verbos declamados para ti, y que
tus ojos al mirarse en mí, sean ese libro abierto donde lleno de amor guardas
tus ansias de ser amado, y yo pueda vida mía amarte una eternidad.
No hay nada más hermoso que cuando te sueño amor, no hay nada más delicioso que tus manos perdiéndose al recorrer mi cuerpo, eres el amor que siempre soñé, que siempre me habla estando dormido, en mis sueños pones tus ojos en los míos, recorremos cielos de amor, me vas besando con la ternura que tú solo sabes, yo no quiero despertar de este sueño, porque, mis sueños ya no son sueños, ahora te encontré sin buscarte, ahora tengo al amor que deseo, me besas sin pedirte tus besos a cada momento, en cada sueño dejas que mi cuerpo tiemble, siento la libertad cuando viajo por tus ojos perdiéndome en tus adentros, buscando ese no sé qué, que mi alma necesita.
Por eso vida mía, esta noche soñaré que estás a mi lado, volveré a pedirle a las estrellas que me concedan el poder de seguir amándote, y cuando en las noches de soledad me busques puedas sentirme en tus brazos”.
No hay nada más hermoso que cuando te sueño amor, no hay nada más delicioso que tus manos perdiéndose al recorrer mi cuerpo, eres el amor que siempre soñé, que siempre me habla estando dormido, en mis sueños pones tus ojos en los míos, recorremos cielos de amor, me vas besando con la ternura que tú solo sabes, yo no quiero despertar de este sueño, porque, mis sueños ya no son sueños, ahora te encontré sin buscarte, ahora tengo al amor que deseo, me besas sin pedirte tus besos a cada momento, en cada sueño dejas que mi cuerpo tiemble, siento la libertad cuando viajo por tus ojos perdiéndome en tus adentros, buscando ese no sé qué, que mi alma necesita.
Por eso vida mía, esta noche soñaré que estás a mi lado, volveré a pedirle a las estrellas que me concedan el poder de seguir amándote, y cuando en las noches de soledad me busques puedas sentirme en tus brazos”.
____Amorcito, ven adentro, hace frío __ dijo Guillermo
abrazándolo desde atrás posando un beso en la coronilla.
__No lo siento, me gusta estar acá, sueño que cuando
todo termine quizá podamos instalarnos lejos o en un sitio apartado, sin dejar
de ver a nuestros hijos, y mientras yo tal vez me dedique a componer o a otro
tipo de música, tú lleves obras de teatro a los escenarios, olvidados de esa
vida pasada, de tanto dolor y errores, quiero pensar que será posible. Tenemos
que hacerlo, entiendes ¿verdad?
__Tengo mucho miedo, Pedro, mírame, si te pasara algo
yo no podría seguir adelante, ni por mi hijo. Nancy no es idiota. Puede desear
verte, quedarse con todo lo de Camila o desear verme muerto a mí, pero no sé si
caerá en esa trampa _afirmó Guillermo clavándole los ojos llenos de tristeza y
preocupación.
__Lo sé, no soy tan ingenuo tampoco, pero aunque no
acuda a la cita, no dejará de enviar a alguien, como los que asisten son
conocidos, podrán al menos atrapar a uno de los de su banda, hoy no tienen a
nadie ni nada, Orestes te lo confirmó.
Guille, yo tampoco podría seguir adelante sin ti,
prométeme que no te vas a exponer, que no dejarás que te hagan daño, ni
siquiera si…
__Shh. No lo digas siquiera, me va la vida en esto sea
como fuere, solo quisiera adentrarte en mí, que seas parte de mí como para que
nadie pueda arrebatarte de mi lado.
__Ámame como solo tú sabes amar, en la luz o
en las sombras, me da lo mismo donde lo hagas, en el cielo, en el purgatorio o
en el infierno. Ámame como aprendiste de la vida, con rabia, con mesura, con
pasión. Araña mi espalda, mis nalgas, mi pecho, mi abdomen, háblame vulgar,
pídeme más. Ámame con ternezas, ámame con perversidad, con tus fobias y tus
filias, sabes bien que no me importa de qué modo lo hagas, solo ámame de
verdad, ámame y nada más.
Hazme el amor, píchame, cógeme, fóllame, cómeme con pudor o con vulgaridad, no importa como lo quieras llamar. Lame mi miembro, chúpalo, lubrícalo con tu saliva, con tus besos de vida, vicio y sal. Abre tus piernas y déjame en ellas libar tu néctar, encender tu deseo y llevarlo a mi garganta, humedecerte, mojarte total, tocar tus tetillas, chuparlas, morder tus pezones, tus nalgas turgentes, verlas moverse en cada embate de mi pene. De mi deseo erecto y salvaje dentro tuyo. Ámame, solo ámame con toda tu humanidad… en la cama, en el suelo, en el baño, en el sofá, en las gradas, en el balcón, en la cocina, en el patio.
Ámame como solo tú sabes amar, como un ángel, como una diablo, romántico, erótico, pornográfico, en la mañana, en la tarde, en la noche, al mediodía, al despertar.
Ámame, solo ámame y nada más, como solo tú sabes amar.
Hazme el amor, píchame, cógeme, fóllame, cómeme con pudor o con vulgaridad, no importa como lo quieras llamar. Lame mi miembro, chúpalo, lubrícalo con tu saliva, con tus besos de vida, vicio y sal. Abre tus piernas y déjame en ellas libar tu néctar, encender tu deseo y llevarlo a mi garganta, humedecerte, mojarte total, tocar tus tetillas, chuparlas, morder tus pezones, tus nalgas turgentes, verlas moverse en cada embate de mi pene. De mi deseo erecto y salvaje dentro tuyo. Ámame, solo ámame con toda tu humanidad… en la cama, en el suelo, en el baño, en el sofá, en las gradas, en el balcón, en la cocina, en el patio.
Ámame como solo tú sabes amar, como un ángel, como una diablo, romántico, erótico, pornográfico, en la mañana, en la tarde, en la noche, al mediodía, al despertar.
Ámame, solo ámame y nada más, como solo tú sabes amar.
Al tomarme entre tus brazos y percibir tu
calor... Me transporto a un mundo nuevo
hacia otra dimensión. Es tanto el amor que me ofreces. Es tan grande la emoción,
que mi cuerpo se estremece notando esa sensación que solo el que ama entiende aunque sea una sinrazón. Y... nos quedamos fundidos. Respirando la pasión de las pieles erizadas en la total comunión de sabores suculentos, de ese aroma embriagador. Sintiendo por cada poro
cada caricia entregada, del amante y de la amado sin perder por un segundo ni un ápice de ilusión. Pintar entre esos suaves lienzos con la magia de un pintor los trazos tan deseados que brotan desde el centro del mismísimo corazón, hasta rodear los cuerpos con colores muy ardientes y fogosos. Naranja, rojo o bermellón. Es... el color de la lava de un volcán en erupción, que funde por donde pasa sin ninguna compasión.
hacia otra dimensión. Es tanto el amor que me ofreces. Es tan grande la emoción,
que mi cuerpo se estremece notando esa sensación que solo el que ama entiende aunque sea una sinrazón. Y... nos quedamos fundidos. Respirando la pasión de las pieles erizadas en la total comunión de sabores suculentos, de ese aroma embriagador. Sintiendo por cada poro
cada caricia entregada, del amante y de la amado sin perder por un segundo ni un ápice de ilusión. Pintar entre esos suaves lienzos con la magia de un pintor los trazos tan deseados que brotan desde el centro del mismísimo corazón, hasta rodear los cuerpos con colores muy ardientes y fogosos. Naranja, rojo o bermellón. Es... el color de la lava de un volcán en erupción, que funde por donde pasa sin ninguna compasión.
__Tú eres mi camino, eres ese hermoso sendero
que arrodillado he pedido caminar, eres el sosiego que soñé, eres la mano que
ansié coger, y juntos ir al palacio del amor, tu corazón y el mío.
Eres, aquel encuentro milagroso de una tarde,
donde decidiste quedarte y llenarme de felicidad, eres el soñador que sé, se
enamoró de un vagabundo que se atrevió a ser feliz, y por gracia divina, me
diste gracia a mi vida solitaria.
Si, eres la maravillosa aparición de aquel
enero, eres esta noche mágica, que aun estando lejos, siento tu presencia en mí,
siento que tu voz me toca, tanto como tus manos en ademanes de amor, haciendo
reposar mi agitado sentimiento junto a
ti.
Solo tú, o como te gusta, solo usted me
sostiene en la gracia de Dios, me da la fuerza que necesita un añejo soñador,
me refugia del mundo vano, sin importarle que me guste un pasillo, un bolero,
que le escriba al amor, porque estoy seguro, que sabe que todas las palabras de
amor, yo las escribo y pronuncio con las letras de su nombre, amado hombre mío
como cada canción de ese DVD.
“El viento me susurraba sus secretos, mientras mis lágrimas calientes bañaban mi rostro por completo. Una horrible
sensación en mi pecho impedía que pasara
el aire hacia los pulmones”.
Bs. As. Martínez.
“Mis entrañas anunciaban con estallidos de fuego, una verdad inconfundible. Había perdido una
vez más, después de darlo todo, esperarlo todo y sentirlo todo. Eran mis
sueños de alcanzar el amor, los que me
llevaban a hacer castillos en el aire, y
a imaginarme tontamente
¡que esta vez había ganado! Pero la triste realidad me estaba esperando, para arrancarme trozos de la piel y dejarme sangrando una vez más en el camino.
¡que esta vez había ganado! Pero la triste realidad me estaba esperando, para arrancarme trozos de la piel y dejarme sangrando una vez más en el camino.
Fue un sueño,
un maldito sueño, donde en cada
roce y en cada palabra, él era mío, solamente mío, para siempre mío. Y mi gran error fue aferrarme a
ello, con todas mis fuerzas”.
__ ¿Camila?
__ ¿Qué quieres ahora? _respondió con la
mirada cargada de furia a Alberto__. No te necesito ya, puedes irte con tu
fiscal, yo soy tan poca cosa que nadie me va a atacar, solo me queda esperar
alguna migaja de mi marido, si sale con vida de todo esto.
__No hables así, no te trates así, yo te
aprecio, y quiero verte bien, encontrarás a alguien que te amé, Camila, a veces
pasa tiempo y demasiadas pruebas, pero ese alguien llegará _respondió Alberto
con dulzura.
__No existe ese alguien en mi vida, debí
morir en Brasil con ellos, tu amigo se encargó de destruir todo cuanto amaba,
nunca salí de allí.
__No es así, acá hay mucha gente que te ama,
tienes tres hermosos hijos, tu padre, aun en el caso de que lo de Pedro no
continuara, cosa que tampoco sabes con certeza.
__Pareciera que no conoces a Guillermo, nada
de lo que lo roza, sale indemne, Pedro, el Pedro que yo conocí a estas alturas
luego de meses con él ya no existe, Beto, lo que va a regresar no será lo que
alguna vez conocí.
¿Qué tengo que hacer?
__Nada, encerrarte acá y esperar a que todo
termine. Por nada salgas ni al parque, quedará la seguridad mínima, aunque
nadie espera que ocurra algo acá, yo me quedaré contigo _dijo Alberto rozándole
la mejilla con el dorso de la mano, pero Camila apartó el rostro.
__! No me toques! No te preocupes por
quedarte, Nancy pudo matarme cien veces en estos meses, ni a una loca le
intereso.
Bs. As., Provincia.
__Nancy, vámonos a otro país, estás libre,
puedes empezar de nuevo, por favor _suplicó Francisco mientras ella perdía la
mirada en la oscuridad de la nada.
__Nunca. Vas a enmendar el error que
cometiste o no me va a temblar la mano,
yo misma te voy a matar, Francisco _
hablando en tono monocorde.
__No quieres hacer semejante cosa, no lo
necesitas, recupera a tu hijo, el padre está sucio, te darán la tenencia,
empieza de nuevo.
Ella se volvió de súbito y lo que Francisco
vio en la mirada lo asustó y le pegó como un disparo.
_ ¡Hijo! ¿De qué mierda hablas imbécil? Un
hijo que perdí cuando tenía apenas tres años, al que le llenaron la cabeza de
mierda, al que veo de tanto en tanto de lejos, de qué hijo hablas, ¿eh? Hace
mucho que lo perdí, como perdí todo, Guillermo
y Camila me obligaron a matar a ese hombre, esa nena debió de ser mía y
hoy estaría vida, Pedro tuvo que enamorarse de mí en ese concierto y se fue con
ella. ¿Por qué mierda Camila lo tiene todo y yo nada? Esos hijos son míos, Pedro es mío, me corresponden por derecho
propio.
__! Nancy, Dios, no! , tu hijo es otro, y
Pedro no te conoce.
La risa desquiciada de ella asustó a
Francisco.
__Pedro me va a adorar, solo necesito traerlo
conmigo. Esos idiotas del suegro y la brigada de Guillermo y Miller creen que
soy idiota como para dejarme atrapar en ese concierto, no, vos lo has dicho,
por la culpa de todos ellos, Pedro no me reconocería, pero ellos estarán allí
esperándome, solo a vos no te conocen, si no hablas claro, no vaya a ser tanta
tu estupidez que te hagas reconocer por Graziani antes de matarlo. ¡Idiota!
__No puedes obligar a Pedro a permanecer a tu
lado.
__ ¿No? ¿Estás seguro? Tal vez no charlando
pero podría convencerlo de otro modo. ¿Qué dirías si yo me apropiara de lo que
más quieres, de lo que más amas en el mundo para atraerte a mi lado?
Y lo tenía, lo tenía y lo arruinaste todo.
__Ellos cuentan con un arsenal, nunca
podremos sacar a Pedro de allí, suponiendo que se presente, entiéndelo _dijo en
un susurro el hombre__, es pronto para
que esté en condiciones de salir a escenarios, y no podremos contra ellos.
__Nosotros también tenemos un arsenal, solo
tienes que intentar traer a Pedro, y de
paso sacar de en medio a Graziani, de Pedro no estoy segura, pero que el
guardaespaldas estará allí, lo sé, jugué
con el factor sorpresa en enero y por los idiotas que me rodeaban perdí, todo
perdí y casi me atrapan, ahora él ya pensó, tarado no es, ya debe de saber que
soy yo, tampoco hay tanta gente que pueda relacionar con Camila, con él, y
Pedro, él vendrá a por mí, y necesito darle caza de una vez, ¿lo entiendes?
__Ese hombre te salvó de la cárcel.
__! Basta! __Lo apuntó de súbito con una
nueve milímetros y el hombre se estremeció.
__Cálmate, baja el arma, no quieres hacerme
daño.
__Claro que no, pero pareces más empeñado en
que te vuele la cabeza que en arreglar la mierda que hiciste, idiota, yo pondré
el pellejo, lo sabes, solo tienes que ver si Pedro está allí, irás armado hasta los dientes, con decenas de hombres, ya
deja de quejarte, solo quiero a Pedro con vida y a Graziani muerto, no es tan
difícil.
__Dame el arma, Nancy, cálmate, lo haré,
sabes que daría mi vida por vos, baja el arma.
__El muy idiota… me puso a Camila en bandeja en un shopping
para hacerme salir, mandó a seguir a mi
hijo, a mi ex, pensó que no me avisaría, que no veo nada, no deja de
subestimarme, siempre lo hizo, cuando disparé en Brasil creí que había
aprendido a ver de lo que soy capaz, pero pareciera que lo olvidó.
__ Está bien, tienes razón, pero espera al
menos a que regrese, tal vez podamos con ellos y no tengas que mover un dedo,
solo eso te pido _ suplicó mientras ella negaba con la cabeza dejando caer la
pistola.
__No. No tendré otra oportunidad, no. Y es tu
culpa que tenga que hacerlo. Tu culpa… Lo haré, solo puede que quede Marini
allí, algunos más, no será tan difícil, podré. Llevo años planeando esto. Es lo
justo, Francisco, ella nunca mereció nada, todo es mío por derecho, mío.
Maldonado.
__
Qué noche de estrellas apagadas, oscura, temblorosa
y sin corazón. Él arribó al bar desplegando la mirada, en sus ojos habitaban
añejas zanjas, pero el tiempo fortuito hizo un cóctel con
los agujeros permitiendo que los dejara colgados en
el perchero. Se sentó en la barra, el barman se dirigió a él
preguntándole a medida que organizaba las copas.
_Buenas
noches… ¿Qué le apetece?
_ ¿Qué me recomienda?
_Por experiencia, suelo hacer sugerencias acorde al
estado de ánimo.
ÉL le clavó
las pupilas como quien iza bandera en tierra prometida. Poseía unos ojos
grandes, tenía aspecto intelectual y manos llenas de asuntos pendientes.
_ ¿Artista?
_ ¿Por qué lo dice?
_ ¡Muchos años de este lado!— dijo mientras
gesticulaba señalando la longitud de la barra. Creo haber desarrollado una
especie de don. No sé definirlo pero al ver a una persona visualizo todo
su conjunto ¡No es una ciencia! Me habré equivocado mucho pero también, suelo
acertar ¿Me permite que seleccione un cóctel según lo que aprecio en
usted?
_ ¿Valdrá la pena que me arriesgue?
_Creo que sí…
_ Vale, está bien, acepto la sorpresa.
El hombre buscó un vaso corto, le colocó hielo, lo
cubrió de un cubilete de Vodka Smirnoff y otro de licor de café Kalhua,
lo giró un poco permitiendo que los ingredientes se integraran y lo luego,
entregó un sugerente líquido colmado de luz.
— ¿Qué opinas?
— ¡No lo vas a creer! Esa era mi bebida favorita en
la universidad ¡Esto es increíble! Sin duda tienes un don…
— ¿Ves? ¡Te lo dije! Ahora permíteme continuar…
¿Escritor?
— Pues no, a veces, músico. Estudié arte pero no
soy cantante por eso, lo fui, inclusive, antes de saberlo, era muy joven por
entonces, pasaba horas en el piano, a
veces en otros instrumentos, creo que antes de leer ya posaba mis manos en
algún teclado y desde ese día no he parado de hacerlo… ¿y tú? ¿Siempre esto?
— Soy fotógrafo pero ya sabes cómo es, vivir del
arte es complicado aunque sea lo único real.
Permiso, creo que te buscan, ¿otro trago?
__Otro igual es rico. Guille, ven.
__ ¿Me tengo que poner celoso?
__No, tonto, solo hablábamos de arte, ¿tienes todo?
__Sí, el contacto me dio los documentos, amén de
cómo estará la sala, papeles que me envía Miller.
Pasaron horas conversando. El recinto se iba
atiborrando de seres nocturnos en búsqueda de olvido.
— ¡Este va por la casa!
Los sorprendió la madrugada. Salieron juntos al
portal enfrentándose al personaje helado del viento, estructura invernal
penetrándoles los huesos con las escarchas en sus cabellos, se sentaron en
un parque desolado, continuaron hablando de todo y nada. Las manos comenzaron a
rozarse, los labios a buscarse, los cuerpos a encontrarse… Se tumbaron en el
césped ¡Fue tan fácil amarse! Dos seres, dos hombres penetrando el umbral de las
bocas sedientas. Permanecieron atados en un prolongado abrazo en cuyo calor, el
frío pasó de largo mientras las sombras consumían la enajenación de la
oscuridad. El joven se durmió abrazando
al par, cuando despertó, el alba había desplegado su halo sobre el mundo.
Solo fue una ráfaga de fuego que tan pronto arribó,
se esfumó. Cuando Pedro despertó estaba arropado en la cama.
__ ¿Qué hacías? ¿Temes también por tu ex? Por
Miller, digo.
__Temo por vos, solo por vos.
__Te llevo tan entretejido en las zonas más
profundas de mi alma que nadie podrá separarme de ti, lo prometo.
__Buscando
en mis recuerdos, hallo a mis “ex”, conforman parte de mi ser ¿sabes?, no
tengo nada que ocultarte, aprendí,
desaprendí, fulminé y continué, también me fulminaron pero sobreviví, no
obstante, están aquí, algunos son meras sombras desdibujadas en la memoria,
unos me marcaron, a otros marqué… No sé en cuál lugar me tienen en sus
pensamientos ni es importante que lo sepa ¡Ya no nos pertenecemos! Compartimos
el velo del pasado, somos tránsito de otros ríos, aguas que nunca volveremos a
sentir como entonces. Desde la forma que los atiza en este instante, he creado
una ficción de supuestos que posee la verdad de lo que no es cierto, pero a la
vez, la certeza de lo que pudo haber sido, ideas que completan el crucigrama de
una alucinación.
“¡Los mismos ojos se niegan a nevar! Desnudan al
pasado y aún ciegos, inventan al futuro posando gaviotas en las aguas del
mañana. ¡Volar! ¿Por qué no? La confianza despliega sus alas de nácar y desnuda
de luciérnagas, deambulo extendiendo los dedos en la oscuridad creando epopeyas
tras la estela del silencio.”
__Hazlo por y para mí, cielito, solo por esta vez.
_Por ti todo.
¡Todo
comenzaba en su cabello! Lo tomaba entre sus manos alzándolo muy lentamente
dejando ver el brillo de su nuca desnuda, luego, lo desplegaba como si fuese
una estampida de gaviotas cuyo plumaje, se posaba iluminando la desnudez de sus
hombros ¡Sabía que él estaba observándolo! pero en su mente simulaba estar solo,
disfrutaba imaginando qué estaría sintiendo
mientras él actuaba como si la habitación estuviese vacía. Ese ritual lo
encendía, sentir los ojos color café perforándolo al calor de sus dilatadas
pupilas, recorriéndolo silenciosamente mientras él danzaba al ritmo del jazz.
De su cuerpo emanaban razones propias de la inconsciencia. Se detuvo frente a
su mirada. Guillermo lo desvestía sin haberlo tocado, Pedro se despojaba de sus
prendas con erótica suavidad y después, se frotaba con ellas, su piel respondía
endureciendo los pezones tan sedientos de una boca, rotando la cintura entre
sus muñecas como si fuese un satélite. En un impulso, él se levantó, tomó la
cámara y lo fotografió ¡Ahora le pertenecía! Pedro sonrío y él, siguió haciendo planos. ¡Foto tras fotos! Capturando en cada
instante del ímpetu a esos dedos recorriendo la fogosidad de sí mismo. La
música goteaba su cadencia al compás frenético de sus piernas. Se tocaba todo.
Despegó los labios liberando las mismas palabras que lo ahogaban cuando cantaba,
declamándolas ante un plató invisible.
_
Siento dolor en la intensidad de este deseo, me arden los espacios que anhelan
amoldarse a la explosión de tus ansias, senderos que no has penetrado con la
intensidad de mi avaricia. Sufre mi sombra si tu ser no está cubriéndola,
me parte la espesura del delirio que aguarda tras el filo de tus labios,
enfervorizando al pulsar de tus venas encendidas. Tus ecos me rozan. Son
sonidos arrancados desde el fondo que te anhela, eres mi voz. Quiero morir
ahora. Necesito fallecer en tu agonía, pegarme al fuego de tus poros, ser la
sangre que te recorre hasta deshacernos en mil.
Guillermo
colocó la música, Pedro la inspiró con locura, se aceleró y se hizo tormenta,
su nariz impregnada del aroma de la gloria, Guillermo rodando por su espalda,
el ardiente desenfreno devorándole la respiración ¡Esa sensación animal
multiplicando su lengua! El agua dividiéndose en los agujeros de su figura,
libertinaje insaciable borrando la cansina monotonía del predecible sexo con su
mujer.
—
¡Quédate conmigo! Divórciate, tú eres para mí ¡Te amo con locura! Déjala ¿Qué
haces con ella si solo conmigo estás vivo? __Sus palabras incineraban las
zanjas de la noche rebosándolas de gigantes exigencias, tan inmensas como la
luna llena que se volcaba sobre ambos.
__ ¡No
me ames! Solo penétrame, quiero tu entrega, que me destroces cuando entres, que
te duela el miembro cuando ya estés en mí ¡Asfíxiame! __Guillermo puso las manos en su cuello y lo fue apretando
mientras sus muslos gritaban ¡Quería traspasarlo! Poseerlo ya no era
suficiente, necesitaba su ira, la furia de su mirada, el odio oculto en la
fachada de su matrimonio. Lo quería completo. Sabiendo que quizá no existía un mañana con él.
_
¡Hazme morir! Toma mi vida, no es más que mortalidad… ¡Quiero ser
infinito! Pasar el umbral y desprenderme de esos huecos rutinarios que tanto
aburren, estoy cansado de permanecer intacto en la vulgaridad ¡Necesito más
contaminación! Abusar de todo ya no basta porque todo es poco para mí.
Guillermo
estaba más allá de este mundo, sus rítmicos movimientos parecían insuficientes
en el frenesí de Pedro. ¡Se entregaba absolutamente! Se apoderaba de él como si
bebiera de su alma, quitándole hasta el éter del aliento. Se ataron en
una orgia de dos, metamorfosis que los hacía múltiples en un solo renacimiento.
Guillermo lo abrazó con fuerza, tanta, que Pedro fue solo aullido primigenio,
instinto ausente de humanidad. Ahora su cabello sudaba, la sábana atrapó el
líquido que devoraba su estallido ¡Se consumían! Fibras, arterias inflamadas,
demencia invadiéndolos muy cerca del orgasmo.
_ ¡Muero
en este beso y muero por ti!
“Pedro
se extendió hasta meter la mano debajo de la almohada, tomó una daga y
observando su brillo, se la clavó en el pecho justo cuando se corría sentado
sobre Guillermo. Su alarido silenció al corazón de la ciudad, el neón apagó al
resplandor de misma luna, cuya nueva estela, se posaba sobre los párpados
espantados de él.
— ¡Desprende
el caos y alucina! Borbotones de sangre salían disparados de su cuerpo llenando
de horror el túnel impactado en la helada garganta de su hombre.
— ¡No
soy lo que ves! Ahora soy eternidad ¡Fotografíame! Su piel expiraba con la
tersura de la seda, las pupilas extinguían el hálito de su belleza y mientras
la palidez tiznaba sus mejillas, murmuró…
—
¡Córtame un mechón de cabello y lánzalo al viento!”
__!
No! _ el grito terminó con la alucinación y con la muerte del orgasmo y los
trajo a la realidad, Guillermo estaba incrustado en él, absorbiéndolo en los
brazos y en el beso.
__Guille,
¿qué?
__No
vas a morir, ¿me oyes? No lo permitiré,
no vas a entregarte.
__Ya
amor, tranquilo, lo imaginaste, lo soñaste, estoy acá, entero, contigo,
tranquilo amor, tranquilo.
Dos
miradas que se cruzan, dos cuerpos que
lentamente se unen y sin darse cuenta comienzan a bailar, ese baile tan
especial, ese baile caliente, donde los corazones son los que marcan el ritmo de esos dos cuerpos ardientes, de esas pieles
rozándose, buscando calor,
mientras los labios deseosos y sedientos se acarician una y otra vez, encendiendo las ansias y al compás de la música, las caderas comienzan a moverse, la sensualidad brota y al ritmo de la bachata, las manos acarician los deseados caminos de los cuerpos y estos se van excitando,
encendiéndose y el fuego va creciendo, apoderándose de los mismos, sometiéndolos e incitándolos, y sin dejar de bailar, junto al ritmo de la música, comienzan a amarse, nota a nota, ritmo a ritmo, beso a beso, pero siempre sin dejar de bailar.
mientras los labios deseosos y sedientos se acarician una y otra vez, encendiendo las ansias y al compás de la música, las caderas comienzan a moverse, la sensualidad brota y al ritmo de la bachata, las manos acarician los deseados caminos de los cuerpos y estos se van excitando,
encendiéndose y el fuego va creciendo, apoderándose de los mismos, sometiéndolos e incitándolos, y sin dejar de bailar, junto al ritmo de la música, comienzan a amarse, nota a nota, ritmo a ritmo, beso a beso, pero siempre sin dejar de bailar.
__Déjame
acariciar tu alma con mis miradas. Déjame
besar esa boca de miel embriagarme con
su almíbar. Déjame dormir en tu pecho junto
a tu corazón que yo sienta cada uno de sus latidos dentro de mi ser despertando
mi sueño. Déjame ser quien te amé en
todo momento, te llene de felicidad, arrope
tu piel con mis labios carnosos, sientas
un huracán de emociones que vibre en tu cuerpo de pasión. Déjame
descansar mi alma en tus brazos, apagues esta tormenta de pasión con lluvias de
caricias y besos por toda mi piel dejando impregnado tu olor en mí. Déjame rozar
mi piel con tus vellos y sentir esa pasión tuya que devore mi ser.
Déjame entrar a la mansión de tus caderas, cabalgar en tu dureza hasta perder la razón de la misma emoción.
Déjame entrar a la mansión de tus caderas, cabalgar en tu dureza hasta perder la razón de la misma emoción.
Soy
tuyo tú eres mío, nos hemos convertido en un solo ser, te amo, me amas. La
noche será invisible para ti y para mí será nuestro eterno espacio para amarnos
siempre.
Podría
escribirte miles de notas, que nacen de mi alma, pero en esta noche especial, en
esta noche de pasión desenfrenada, lo realizaré con mis labios y lo haré sobre tu desnudez, no preguntes
cómo, solo siente cómo estas
delicadas y apasionadas palabras se van
grabando poco a poco, hasta rimar verdaderas sensaciones, y mientras el roce de
los labios, con tu ardiente piel, en un apasionado frenesí, va descubriendo
todos los rincones de tu laberíntico
cuerpo, y lentamente, el fuego parece avivarse comenzando a incinerar tu piel
sin darnos cuenta, somos protagonistas de las letras y entre suspiro y gemido, mis
melodías
y mis besos te hacen el amor.
y mis besos te hacen el amor.
Y tú estás ahí, siento tu respiración que se
agita desnudando tu alma, acaricio tu piel cuando me rozan las brisas del
viento, tu olor a ese aroma inigualable que se introduce cuando suspiro en mi
interior, anidando en mis ansias mudas de amar, y tú sigues ahí, en
espera, al acecho de mis palabras que erupciones
en ti ese estado único que impulsan tus deseos de perderte en el silencio
tentador de mi soledad, y tu continuarás ahí, en espera de mis sueños tan reales
que despiertan tus dudas , imaginándome
en cada amanecer de tu despertar, y tú sigues ahí.
__La
evolución comienza cuando el amor germina. Y para ello la flor necesita ser
polinizada en su proceso (fertilidad) Hay que amar y probar el fruto del árbol
para que siga la vida. Palabras bellas a tus oídos mientras te endulzo el
paladar y enamoro tu corazón.
Soy un niño soy un hombre que extasiado se postra ante la belleza para venerarla deseando un día no lejano poder entrar al templo; ese templo puro y virginal cargado de virtudes donde la riqueza abunda y poseerla, es la más grande virtud.
Quiero que se abran las puertas del templo y penetrar en tu mundo para quedarme en medio de la riqueza.
Si lo logro, es porque habré actuado con sagacidad, astucia, paciencia, amor y virtudes.
Entonces seré rey que corona su reino y postrado en mi poltrona, disfruto del trono al lado del rey.
¿Quién osará retarme en mi reinado? -solo otro amor, pero este ha de ser del mismo fruto, el mismo árbol y la misma polinizadora como algo genealógico.
Amados labios que posaran los míos, dame la miel de tu vida para aliento de mi futuro sueño dormido como despierto.
Qué bien se siente acariciar las paredes del templo para que abra las puertas del corazón y mi cuerpo penetre los lugares más sagrados y benditos donde explorar es la escala de la cima.
Se quiere, se adora, y se ama estando sediento de amor, porque el solitario peregrino llega sediento y golpeando a las puertas de la vida.
Entonces, he de abarrotar con muros y fortaleza de amor, mí, nuestro templo; para que posibles invasores no puedan penetrar a ese mundo donde solo cabe el amor y donde ya no hay espacio para otro, porque el rey goza en su trono, y mientras sea el líder, las flores agasajos, caricias y amor fortalecerán el muro.
Pero si bajase la guardia, peligraría el templo porque sería profanado y al rey jaque mate por no mantener activos los nutrientes para el corazón y el amor como fortaleza.
Entonces todo habrá sido en vano y la vergüenza del nuevo rey vasallo que solo buscará placer de gobernar en medio del caos.
Comienza lo que mañana será corona y un templo erguido donde el mundo tendrá como espejo la fortaleza del amor en un árbol de belleza natural, guiando al hombre.
Soy un niño soy un hombre que extasiado se postra ante la belleza para venerarla deseando un día no lejano poder entrar al templo; ese templo puro y virginal cargado de virtudes donde la riqueza abunda y poseerla, es la más grande virtud.
Quiero que se abran las puertas del templo y penetrar en tu mundo para quedarme en medio de la riqueza.
Si lo logro, es porque habré actuado con sagacidad, astucia, paciencia, amor y virtudes.
Entonces seré rey que corona su reino y postrado en mi poltrona, disfruto del trono al lado del rey.
¿Quién osará retarme en mi reinado? -solo otro amor, pero este ha de ser del mismo fruto, el mismo árbol y la misma polinizadora como algo genealógico.
Amados labios que posaran los míos, dame la miel de tu vida para aliento de mi futuro sueño dormido como despierto.
Qué bien se siente acariciar las paredes del templo para que abra las puertas del corazón y mi cuerpo penetre los lugares más sagrados y benditos donde explorar es la escala de la cima.
Se quiere, se adora, y se ama estando sediento de amor, porque el solitario peregrino llega sediento y golpeando a las puertas de la vida.
Entonces, he de abarrotar con muros y fortaleza de amor, mí, nuestro templo; para que posibles invasores no puedan penetrar a ese mundo donde solo cabe el amor y donde ya no hay espacio para otro, porque el rey goza en su trono, y mientras sea el líder, las flores agasajos, caricias y amor fortalecerán el muro.
Pero si bajase la guardia, peligraría el templo porque sería profanado y al rey jaque mate por no mantener activos los nutrientes para el corazón y el amor como fortaleza.
Entonces todo habrá sido en vano y la vergüenza del nuevo rey vasallo que solo buscará placer de gobernar en medio del caos.
Comienza lo que mañana será corona y un templo erguido donde el mundo tendrá como espejo la fortaleza del amor en un árbol de belleza natural, guiando al hombre.
__Esta
noche se hizo música. Nuestros desnudos cuerpos forman eróticas estrofas que
entonan nuestra carnalidad. Mientras tu cuerpo acaricio, los armoniosos gemidos
de tu ser conforman ardientes rimas escribiendo así la partitura sensual.
La
turgente sexualidad de tu alma embelesa del todo mi ser y bebo del néctar de tu
cuerpo que explota en cataratas de placer. Y penetro el centro de tu alma y cada
gota de sudor tinta se hace que escribe verbo a verbo la dulce melodía de
nuestro amor. Juntos hemos de cantar
cada verbo con nuestros gemidos la eterna trova de nuestra pasión.
Lentamente,
una a una comienzan a estrellarse las gotas de lluvia en nuestra ventana,
suaves golpeteos que invitan a relajar la mente y el cuerpo, boca abajo te
recuestas, invitas al sueño llegue a dominar tus sentidos, mas me sientes, te
observo maravillado, enamorado.
Lentamente
va sonando una melodía que afuera la noche entrega, invita a convertir la cama
en un íntimo palco donde entregarnos al amor y quede solo la lluvia… esas
diminutas gotas que se escurren por el cristal, como testigos mudo de lo que
allí se vivirá.
Lentamente
van mis besos cayendo sobre tu desnuda espalda, se posan con suavidad para que
los sientas por debajo de tu piel, un leve sonido los delata cuando despiertan
tus poros, no duermes, solo con los ojos cerrados pareces vas sintiendo caminar
mi amor por tu cuerpo.
Lentamente
cada vez que mis labios en tu piel se posan, respiro tu aroma que comienza a
embriagarme, voy buscando por tus senderos ese lugar perfecto donde mis besos
hagan vibrar tus sentidos y obligue a tu boca a ya no poder callar tus gemidos.
Lentamente
mis manos comienzan a marcar caminos por tu cuerpo, se adelantan en el caminar
de mis labios, las caricias van por tu cintura, por sobre la sensual prenda íntima
que luces, mis manos sienten tus nalgas y sienten mis dedos la humedad, el
calor que brota de tu intimidad.
Lentamente
la pasión, el deseo nos invade… cada paso para sentirte, para poseerte que doy
recibe un suspiro, un gemido de aprobación, avanzo quitando con lentitud lo último
que te cubre, voltearé tu cuerpo para adorar tu intimidad con mis besos, con el
jugueteo de mi lengua que traiga a mi boca el adicto licor de tu pasión.
Lentamente
el sonido de los besos, el sonido que exclamamos al amarnos se confunde con el
sonido de la lluvia, consumiendo tú mi excitación, poseyendo yo tu cuerpo, la
locura de este momento nos lleva a estallar pronto en una tormenta de delirio,
que se calma cuando en tu profundidad nos estalla el orgasmo… se calma la
lluvia se calma el deseo, pero desnudos abrazados al amor dormiremos.
La despedida
de la casa los encontró con lágrimas silentes, y no despegaron las imágenes de
las retinas hasta no ser arrancados del sitio por la distancia, mientras en
silencio se abrazaron prometiendo lo inasible, algún día regresar en libertad,
una avioneta esperaba cerca, un coche de vidrios polarizados mellizo en la
triple frontera, papeles falsos, ropa anodina, un viaje hasta Buenos Aires,
apenas un hostal en provincia donde
Guillermo encontraría un macuto y Pedro una mochila con ropa.
__Es
razonable que deseara ver a los chicos, Guille, y no lo es que justamente
Alberto sea quien quede tan expuesto en
la casa.
__La
razón precioso solo tiene un camino y un brazo a torcer, una senda sin
bifurcaciones
y encrucijadas, un camino llano sin obstáculos, no precisa de tiempo aunque sea el juez, distinguiendo de la libre mentira. La razón, cuando es razón es desnuda, hasta los huesos se cubren de intemperies, mientras las acciones la vuelven cristalina o la tiñen de falsedad,
es un breve diálogo una tasación exacta sin protuberancias. La razón, sí, por ser la razón
es un espejo mudo un reflejo silencioso, es un destino sin atajos, puede ser un simple charco
en un océano de dudas, una lágrima, un llanto, la pena que nadie acoge.
y encrucijadas, un camino llano sin obstáculos, no precisa de tiempo aunque sea el juez, distinguiendo de la libre mentira. La razón, cuando es razón es desnuda, hasta los huesos se cubren de intemperies, mientras las acciones la vuelven cristalina o la tiñen de falsedad,
es un breve diálogo una tasación exacta sin protuberancias. La razón, sí, por ser la razón
es un espejo mudo un reflejo silencioso, es un destino sin atajos, puede ser un simple charco
en un océano de dudas, una lágrima, un llanto, la pena que nadie acoge.
La
razón, por ser razones a veces de peso y de solvencia, es ser tú, y tus circunstancias
a lo que el corazón te dicte a la razón de lo que sientes, o cómo lo vives y lo
padeces, cómo lo sufres, en el sacrifico de amar a otro. La razón, es toda la
razón del universo, es el complot de la materia a todas las razones, es la
química mezcla de los elementos, que el azar tiende a sus razones, en esa
fragua del cosmos fraguando hombres. La razón, aunque a veces sin razones, tiende
a sus razones, hasta el vacío y la nada y la esquelética muerte, poseen sus razones, esa
fuerza del movimiento continuo cambiándolo todo en su constante rotación.
Amores,
son acciones y no buenas razones, por mucho que palpite el corazón, y a veces,
solo a veces sean vanas sus razones, pero son razones para amar de este ciego
músculo que solo sabe querer. La razón, argumenta su soledad porque hasta la
soledad tiene sus razones, con su amante el silencio, hasta el infinito posee
esas claras razones para conquistar a la eternidad, y Dios, quizá, para
enamorar a la humanidad. La razón, tiene las razones del diablo, urdido de
mentiras, perdiendo la conquista partida de enamorar, haciéndose comerciante de
las almas, en un intercambio de enemigos en las fronteras del bien y del mal entre
el cielo y la tierra. La rozón tiene razones que ni la razón entiende, y
entendiendo sus razones es incapaz de razonar ante lo que siente, dejando de
ser razones para ser bellas excusas, razones esculpidas en piedras para ser
voces. Y yo, simple mortal, uno entre tantos, menos que uno, poseo infinidad de
argumentos, razones, historias, cábalas y quiromancias, el ungüento de mis
caricias, la pomada de mi beso, el mágico preparado, de mi cuerpo en un sexo, y
el tiempo.
Y
ya, con las razones de mi desnudez, expuesto ante vos, a las inclemencias de la
intemperie de mi vida, mostrarte la única razón de peso que ostento, por cuanto
por vos vivo y siento y darte la razón que la razón que no entiende, y decirte,
la mucha razón que tengo. Para quererte.
__En
cada encuentro vivo muriendo con tu querer, sueño despierto en tus brazos cuando me
envuelves en tus abrazos para danzar con nuestra pasión. Tus manos surcan mi
cuerpo con caricias de amor. Y yo sin temor suelto mis besos como si fueran un alud dispuesto a extenderse
por tu piel. Quiero que me des toda esa miel que va a humedecer mi boca
sedienta de ti y en un beso apasionado tentando a los sentidos a soltarse de la
prisión de esa hoguera demencial de mimos sin control para que estalle el
corazón en ese manantial de amor.
Te
morderé… y lo que es aún mejor, lo presientes. Sabes bien que sé dónde, y con
qué énfasis, roerte. Cuando me miras afilándome los dientes, tiemblas. Yo lo sé
y me exhibo acerándolos. Tu nerviosismo me excita, no sabes qué postura tomar, como
si estuvieras presto a ser torturado, como si yo fuera verdugo. Tu inquietud te
delata, te mata. Y aquí estoy,
sobre mi presa. Empezaré por la nuca, la raíz de esos pelos es suculenta, cuando los muerdo te estremeces, es como tocar una tecla… ¡cómo funciona!; paso a la oreja, aún no la he tocado e intentas huir al oír mi profunda respiración, te cuesta asumir el papel de presa del amor,
la muerdo con fruición, revuelcas las sábanas, las pobres, perecerán; desciendo al cuello, ya no hay dudas, eres mi caza total, con el cuello entre mis fauces estás acabado. Le enseño un solo colmillo y gritas, ¿habrase visto semejante victimismo?, lo hinco y explotas, la sangre corre a borbotones, se inunda la habitación, clavas con furor tus uñas en el victimario, nos ahogamos de placer, nos falta la respiración, me culpas por semejante salvajada, para acto seguido exonerarme, me incitas, profundizo en la carne, tu suave, melosa y sedosa carne.
Crees que no iré a otra parte, pero te decepciono, nunca una decepción fue tan placentera.
Desciendo. Noto cómo intentas escabullirte (al menos, eso parece), pero fallas, sucumbes a mis deseos salvajes, rozo tu pecho, aquí no dejo absolutamente nada, nada, nada de nada, nada, nada… sé que mueres, sé que lo sabes, que nunca pasaré de otra forma por esta parte del menú. Desgarro tu vientre, chupo vísceras, desgasto la cintura, desaparezco tu gracioso ombligo. Más. Desciendo al paraíso, pongámonos serios, aquí hay trabajo, los dientes se desgastarán, soy consciente de ello, entre tanta labor atino a respirar a veces, sin embargo, las dentelladas son feroces, te proteges como puedes: elevando tu temperatura, moviéndome el entorno, tirándome de la melena, empujando (o quizás atrayendo) mi cabeza, esto no lo tengo claro, pero das a entender que te defiendes, lástima de ti, te tengo bien atrapado, mis brazos están anclados a tus caderas, mis brazos fuertes, tus caderas potentes. Había mucho que morder y persistí hasta el final, hasta que desapareció todo, tu ser encendido y mis dientes.
La última vez que vi tus piernas bailaban al son de la sombra de las velas, al aire, las cachetadas de tus muslos habían enrojecido mis orejas, y el saga ya era historia antigua que, en ese instante, no podrías mantener ni en sueños, no con tanto candor derrochado y es que de eso se trataba, de gastarte, de morderte. Recuerdo que hubo un momento en que suplicaste: -Por favor. Atiné a escuchar un leve murmullo.
-Podrías ser más explícito…
-…más…
sobre mi presa. Empezaré por la nuca, la raíz de esos pelos es suculenta, cuando los muerdo te estremeces, es como tocar una tecla… ¡cómo funciona!; paso a la oreja, aún no la he tocado e intentas huir al oír mi profunda respiración, te cuesta asumir el papel de presa del amor,
la muerdo con fruición, revuelcas las sábanas, las pobres, perecerán; desciendo al cuello, ya no hay dudas, eres mi caza total, con el cuello entre mis fauces estás acabado. Le enseño un solo colmillo y gritas, ¿habrase visto semejante victimismo?, lo hinco y explotas, la sangre corre a borbotones, se inunda la habitación, clavas con furor tus uñas en el victimario, nos ahogamos de placer, nos falta la respiración, me culpas por semejante salvajada, para acto seguido exonerarme, me incitas, profundizo en la carne, tu suave, melosa y sedosa carne.
Crees que no iré a otra parte, pero te decepciono, nunca una decepción fue tan placentera.
Desciendo. Noto cómo intentas escabullirte (al menos, eso parece), pero fallas, sucumbes a mis deseos salvajes, rozo tu pecho, aquí no dejo absolutamente nada, nada, nada de nada, nada, nada… sé que mueres, sé que lo sabes, que nunca pasaré de otra forma por esta parte del menú. Desgarro tu vientre, chupo vísceras, desgasto la cintura, desaparezco tu gracioso ombligo. Más. Desciendo al paraíso, pongámonos serios, aquí hay trabajo, los dientes se desgastarán, soy consciente de ello, entre tanta labor atino a respirar a veces, sin embargo, las dentelladas son feroces, te proteges como puedes: elevando tu temperatura, moviéndome el entorno, tirándome de la melena, empujando (o quizás atrayendo) mi cabeza, esto no lo tengo claro, pero das a entender que te defiendes, lástima de ti, te tengo bien atrapado, mis brazos están anclados a tus caderas, mis brazos fuertes, tus caderas potentes. Había mucho que morder y persistí hasta el final, hasta que desapareció todo, tu ser encendido y mis dientes.
La última vez que vi tus piernas bailaban al son de la sombra de las velas, al aire, las cachetadas de tus muslos habían enrojecido mis orejas, y el saga ya era historia antigua que, en ese instante, no podrías mantener ni en sueños, no con tanto candor derrochado y es que de eso se trataba, de gastarte, de morderte. Recuerdo que hubo un momento en que suplicaste: -Por favor. Atiné a escuchar un leve murmullo.
-Podrías ser más explícito…
-…más…
__
¿Qué tienes allí dentro? Sospecho que no es ropa, ¿verdad?
__No.
No preguntes amorcito. Es lo que todo soldado lleva consigo.
__
¿Qué?
_ Lo
que supones, armas, granadas aturdidoras, cargadores, chalecos, esto es una
guerra y no quiero perder, no esta vez.
Escucha
amorcito __le tomó el rostro entre las manos suplicando con la mirada__ si se produce un disparo, si te hago una seña,
dejarás que José te saqué del escenario,
un helicóptero estará disponible, no dudes en subir, ellos te pondrán a salvo,
no mires atrás.
__No
lo haré, no subiré a ninguna parte si no vienes conmigo, te lo advierto,
Guille.
__Iré
detrás amorcito, si ocurriera lo peor, les cubriremos las espaladas, e iras al
helicóptero, te seguiré detrás con Orestes, por favor, promételo.
__No.
No lo haré, o salimos juntos de allí o ninguno de los dos, con suerte la
atraparemos y la pesadilla habrá terminado.
__Está
bien, ¿tienes en claro qué hacer si hay disparos?
__Echarme
al piso y arrastrarme sí, pero si me prometes venir a mi encuentro, o lo haré yo.
__Cielito,
sos imposible.
__No
lo soy, es que sé que esa mujer si da la orden de tirar a matar será hacia ti,
no a mí, yo podría arrastrarme hasta reducirla, ella no ordenará que me
disparen, lo sé.
__No,
no lo sabes, solo lo intuyes, no puedo ni quiero subestimarla, es una asesina.
__Déjame
llevar un arma, sé disparar, tengo derecho de portación, por favor, aunque sea
una de bajo calibre, no te pido un fusil.
Si
tú estás a mi lado qué más da que esté nublado, que haya pasado el verano y haya flores que se marchitaron dejándonos solo
huellas, por donde nuestros pies caminaron.
Porque si tú vas conmigo aunque se crucen espinos y nos cierren los caminos... ellos no detendrán la historia que tú y yo escribimos día a día. Nos miraremos como siempre. Tomaremos nuestras manos y enfrentaremos al mundo. ¡Por el amor que nos motiva!
Si tú estás a mi lado nada me importa, a nada le temo. A tu lado todo es tan distinto. Los cantos se vuelven verbos. Los problemas fortalezas. ¡Y nuestro mundo, un universo!
La vida tiene sentido, el porqué de una larga espera, las razones o motivos las encuentro en esa risa que acelera mis latidos, y en esa hermosa mirada eternamente despistada pero con un solo brillo. Si tú estás a mi lado y puedo sentir tus manos que se aferran a las mías, aunque hayan pasado los años me das la misma energía, porque siento que me amas mucho más que el primer día. Si tú caminas conmigo me inyectas adrenalina al escuchar tus latidos, tu mirada enamorada aun suele causar lo mismo. La eternidad se vuelve un día y vida solo un suspiro. Yo nunca soltaré tu mano, y aunque a veces no articule su frase con mis labios, sé que mis besos, mis ojos te expresan cuánto te amo... Gracias por estar conmigo como el aroma en los nardos que nunca cesa su fragancia aunque el tiempo los haya marchitado.
Porque si tú vas conmigo aunque se crucen espinos y nos cierren los caminos... ellos no detendrán la historia que tú y yo escribimos día a día. Nos miraremos como siempre. Tomaremos nuestras manos y enfrentaremos al mundo. ¡Por el amor que nos motiva!
Si tú estás a mi lado nada me importa, a nada le temo. A tu lado todo es tan distinto. Los cantos se vuelven verbos. Los problemas fortalezas. ¡Y nuestro mundo, un universo!
La vida tiene sentido, el porqué de una larga espera, las razones o motivos las encuentro en esa risa que acelera mis latidos, y en esa hermosa mirada eternamente despistada pero con un solo brillo. Si tú estás a mi lado y puedo sentir tus manos que se aferran a las mías, aunque hayan pasado los años me das la misma energía, porque siento que me amas mucho más que el primer día. Si tú caminas conmigo me inyectas adrenalina al escuchar tus latidos, tu mirada enamorada aun suele causar lo mismo. La eternidad se vuelve un día y vida solo un suspiro. Yo nunca soltaré tu mano, y aunque a veces no articule su frase con mis labios, sé que mis besos, mis ojos te expresan cuánto te amo... Gracias por estar conmigo como el aroma en los nardos que nunca cesa su fragancia aunque el tiempo los haya marchitado.
Hoy
descubrí que soy rebelde no con estados de animosas disputas sino lo fui
fraguando como se moldean las herraduras con fuertes golpes a martillazos y
lento moldeo para pisar con resistencia y absorber con molduras las durezas. Los
privilegios de los porrazos me hicieron observador y si bien a veces se toma la
curva incorrecta siempre los vientos sarmáticos han volanteado a tiempo. Hoy
descubrí que soy inédito, con mi propio remover de conciencia,
sin ajustarme a cánones comunes y ya no asimilo más los egoísmos inmaduros de quien lo experimente. He subido ya muchos peldaños de mi escalera vacilando, temeroso, deslumbrándome con ilusiones de neones, pero siempre mantuve mi recato, porque la rebeldía es descubrir lo sincero detrás de mi ventana, aunque quiera engañarme la luna.
Quizá por eso amo los felinos porque son seres indómitos y no se ajustan a reglas comunes, que me hacen ver más allá y no ajustarme a los moldes masificados, sí soñador, para expresar lo que mi interior grita, se revela.
Me descubrí espíritu libre y las ataduras opresoras ceden o acordonan siempre a tiempo, dejando mis alas al viento. Por eso me apasiona la quinta sinfonía, golpea mi destino, me llama, me conmueve hasta la médula. Hoy me descubrí rebelde, cuando busqué la verdad en mi corazón y dejé de ser polilla que con engañosa claridad, solo atrapada, desfallece porque descubrí que el amor no es adicción es libertad, permanencia y ternura.
sin ajustarme a cánones comunes y ya no asimilo más los egoísmos inmaduros de quien lo experimente. He subido ya muchos peldaños de mi escalera vacilando, temeroso, deslumbrándome con ilusiones de neones, pero siempre mantuve mi recato, porque la rebeldía es descubrir lo sincero detrás de mi ventana, aunque quiera engañarme la luna.
Quizá por eso amo los felinos porque son seres indómitos y no se ajustan a reglas comunes, que me hacen ver más allá y no ajustarme a los moldes masificados, sí soñador, para expresar lo que mi interior grita, se revela.
Me descubrí espíritu libre y las ataduras opresoras ceden o acordonan siempre a tiempo, dejando mis alas al viento. Por eso me apasiona la quinta sinfonía, golpea mi destino, me llama, me conmueve hasta la médula. Hoy me descubrí rebelde, cuando busqué la verdad en mi corazón y dejé de ser polilla que con engañosa claridad, solo atrapada, desfallece porque descubrí que el amor no es adicción es libertad, permanencia y ternura.
En
medio de la noche cogí tus manos al sonido del vals, giramos una y otra vez
bajo la melodía de esos extraños vientos bailamos bajo la luz de la noche. Juntando
nuestros labios en cada giro sintiendo nuestras caricias en cada vuelta
reflejados en el fino piso del salón. Reflejado así como las estrellas y la
luna que son testigos de nuestros besos
apasionados llenos de locura así como las caricias en nuestros desnudos. Libres
de telas y ataduras. La luna y las estrellas fueron testigos del recorrido de
mis labios a través de la calidez de tu
bello cuello así como continuaron por tu pecho desnudo y así simplemente
continuó el recorrido haciendo que gimas, hasta caer rendido sobre mi regazo,
sabiendo que estás perdido ya que mi caricias y mis labios continúan recorriendo
tu piel de excitante aroma. Con besos fugaces y gemidos sutiles el silbido del
viento dio inició al encuentro de la pasión. De dos seres que se enamoraron por
una noche y descubrieron que se amarán eternamente, te amo, no puedo imaginar
una hora sin ti, no la enfrentes, Guille, no tú, te lo ruego.
“Al
fin, pudimos. Intimar redondamente. Sensación de círculo perfecto. Parejito.
Sin fisuras. Trazado por un imaginario compás. Calcando una moneda. No fue
fácil. Hubo que empezar por despojarse de… "necesito" y quiero" como
condiciones prioritarias. De esas demandas gimoteadas por un yo utilitario que
nos caricaturiza en bebés dependientes. Ese yo funcional que transfigura al
otro yo, al tuyo, en un electrodoméstico. No hubo necesidad de hablarlo. De
enrarecer con palabras un acuerdo espontáneo. La palabra 'mágico' le sienta
bien. Consagrarse por entero a la otra parte. Monitorear sus cosquillas. Rozar,
palpar, activar cada poro. Convocar a asamblea hormonal. En desprendido ida y
vuelta. Simultáneo, recíproco, "en cadena nacional". Me complazco, me
colmo me desbordo en la estremecedora gloria de tus derrames. Y vos, otro
tanto, para este lado. Entonces, claro, sale redondo.”
El
silencio deslizó su ropa. Y el silencio con inusitada sutileza hizo deslizar su
ropa. Cada tramo, cada encaje, cada pieza, y uno a uno sus pétalos hasta
liberar su torso pálido.
Era ya su casto vientre retorcido, ardoroso que me quemaba como las rubias tardes de estío.
Como esos días calcinadores por el mes de enero... y como el aliento que manara del mismo infierno.
Y jadeaba su par de ojos, jadeaba su negro pelo.
Y su desnudo me enseñó la fuente que tiene en medio de sus dos ejércitos: sudorosos, con deseos; que son: sus dos largas piernas.
Que son sus dos riberas en el anchor de sus caderas.
Tomé y domé su espalda, y los dos temblábamos de pie sobre el grave suelo, y crujían como brazas sus venas, cuando le introducía apenas un dedo en medio de esa, su entrada de fuego.
Y entonces humeó transparente y transpirado su incinerado cuerpo; que era, un ángulo recto, una inclinada dulce llama.
Repentinamente sentí, que su azuzado deseo, lujurioso se le quebraba.
Y llameaba, contorneada, y yo, viril, loco, extasiado, ya muy adentro, y como el cielo así lo manda, con mi cuerpo temblón y espasmódica el alma, sin prisa y sin pausa; pero como un torbellino, y con vigoroso fervor lo empecé a embestir, y lo empecé a amar.
Era ya su casto vientre retorcido, ardoroso que me quemaba como las rubias tardes de estío.
Como esos días calcinadores por el mes de enero... y como el aliento que manara del mismo infierno.
Y jadeaba su par de ojos, jadeaba su negro pelo.
Y su desnudo me enseñó la fuente que tiene en medio de sus dos ejércitos: sudorosos, con deseos; que son: sus dos largas piernas.
Que son sus dos riberas en el anchor de sus caderas.
Tomé y domé su espalda, y los dos temblábamos de pie sobre el grave suelo, y crujían como brazas sus venas, cuando le introducía apenas un dedo en medio de esa, su entrada de fuego.
Y entonces humeó transparente y transpirado su incinerado cuerpo; que era, un ángulo recto, una inclinada dulce llama.
Repentinamente sentí, que su azuzado deseo, lujurioso se le quebraba.
Y llameaba, contorneada, y yo, viril, loco, extasiado, ya muy adentro, y como el cielo así lo manda, con mi cuerpo temblón y espasmódica el alma, sin prisa y sin pausa; pero como un torbellino, y con vigoroso fervor lo empecé a embestir, y lo empecé a amar.
Y la
noche lenta, muy blanca, se abrasó. Y
esta vez el espíritu se hizo carne, y la carne se volvió amor... y luego la
sangre, el espíritu y la carne, coincidieron en una feliz perfecta comunión.
Martínez.
Pensando
en el amor me acuesto, y amanezco recargando amor.
Soy ternura, paciencia, amor y comprensión.
Nadie iguala mis aptitudes a la hora de escuchar, comprender he instruir mis retoños.
Soy maestra madre y escudo protector.
No hay hora por tarde que sea para no atender los llamados de un retoño al que sin importar el cansancio, acudo como fiel madre, a cumplir con un deber que como instinto llama a la vida.
No reniego si lloran porque mi instinto maternal me avisa que debo protegerlos de todo dolor y sufrimiento.
Y cuando los tengo en mi regazo y apretados contra mi pecho, se sienten tan protegidos que cierran los ojos y se sienten libres para soñar.
El amor todo lo puede y sabemos del más leve movimiento brusco y hasta de su respirar, para ponernos en alerta cuando hay algún síntoma de enfermedad.
Eso nadie nos lo enseña, y somos felices viéndoles crecer, porque son nuestro jardín y el lujo de compartir amor.
¿Quién amaría más que nosotras? -nadie porque no han sentido el dolor de parir, como tampoco persona alguna adquiere el instinto maternal como nosotras lo poseemos.
Y cuando amamantamos, damos parte de nuestra vida, y aquello nos da orgullo al ver nueva vida salida de nuestras entrañas correr como riada por su boca.
¿Habrá amor más grande y puro que el de una madre? -no lo hay porque nosotras somos creadoras de vida y eso es más que milagro; es amor hasta la muerte, porque aún en el desprecio de un mal hijo, lloramos en silencio y suplicamos salud, larga vida y amor para ellos.
Soy ternura, paciencia, amor y comprensión.
Nadie iguala mis aptitudes a la hora de escuchar, comprender he instruir mis retoños.
Soy maestra madre y escudo protector.
No hay hora por tarde que sea para no atender los llamados de un retoño al que sin importar el cansancio, acudo como fiel madre, a cumplir con un deber que como instinto llama a la vida.
No reniego si lloran porque mi instinto maternal me avisa que debo protegerlos de todo dolor y sufrimiento.
Y cuando los tengo en mi regazo y apretados contra mi pecho, se sienten tan protegidos que cierran los ojos y se sienten libres para soñar.
El amor todo lo puede y sabemos del más leve movimiento brusco y hasta de su respirar, para ponernos en alerta cuando hay algún síntoma de enfermedad.
Eso nadie nos lo enseña, y somos felices viéndoles crecer, porque son nuestro jardín y el lujo de compartir amor.
¿Quién amaría más que nosotras? -nadie porque no han sentido el dolor de parir, como tampoco persona alguna adquiere el instinto maternal como nosotras lo poseemos.
Y cuando amamantamos, damos parte de nuestra vida, y aquello nos da orgullo al ver nueva vida salida de nuestras entrañas correr como riada por su boca.
¿Habrá amor más grande y puro que el de una madre? -no lo hay porque nosotras somos creadoras de vida y eso es más que milagro; es amor hasta la muerte, porque aún en el desprecio de un mal hijo, lloramos en silencio y suplicamos salud, larga vida y amor para ellos.
Fui diosa, princesa y reina que se coronó madre para dar lo mejor de sí en la cosecha de la vida.
Perdón a los hijos ingratos si no se les pudo dar más, porque hasta el pan nos sacamos de la boca para verlos felices; si hoy tenemos arrugas, estas son marcas de la vida y la condecoración de nuestra vejez.
Malditos
insomnios... Han de traerme tus recuerdos cuando menos quiero.
¿Qué haces sentado aquí? Mirándome semidesnuda. Burlándote de mí. Tu perversa sonrisa, me despierta. Tus ojos no se apartan de mi cuerpo. Y yo, solo quiero dormir. No despertar más en soledad con un solo lado de la cama, distendido. Un volcán apagado, pues su núcleo se congeló.
Con mi vientre lleno de estrellas sin luz, y tu nombre en mi garganta, atorado. Sé que no estás solo. Tus madrugadas las vive otra persona. Lo percibo. Lo siento. Tanta conexión entre tú y yo. Me estremecen a lo lejos tus deseos.
Sé que
estás cubriendo de caricias otra piel. Que bebes otros labios y besas otra boca.
Que tus impulsos ahora sobre otro cuerpo, te inquietan, te emocionan. Sí. Sí... ¡Son celos!
Malditos celos, que me carcomen el pensamiento y el alma.
Arden en mí y me incendian. Maldita imaginación la mía, que me altera y me agobia. Acaba con mi paz y mi calma. No pensé que esto, jodiera la existencia. El aire es irrespirable.
Duele hasta la médula, pensarte en otros brazos. Dueles en todos mis huesos. Esto se hace insoportable. Voy por un café... Miro la luna y de una buena vez decido olvidarte. Conmigo no funciona ya la esperanza. Tampoco nací para vivir en un infierno. No seré quien muera por ti. Pues a una mujer como yo, no le van bien los desvelos.
Que tus impulsos ahora sobre otro cuerpo, te inquietan, te emocionan. Sí. Sí... ¡Son celos!
Malditos celos, que me carcomen el pensamiento y el alma.
Arden en mí y me incendian. Maldita imaginación la mía, que me altera y me agobia. Acaba con mi paz y mi calma. No pensé que esto, jodiera la existencia. El aire es irrespirable.
Duele hasta la médula, pensarte en otros brazos. Dueles en todos mis huesos. Esto se hace insoportable. Voy por un café... Miro la luna y de una buena vez decido olvidarte. Conmigo no funciona ya la esperanza. Tampoco nací para vivir en un infierno. No seré quien muera por ti. Pues a una mujer como yo, no le van bien los desvelos.
__Hola,
papá, sí, los chicos duermen tranquilos,
las cámaras y sensores están encendidos, Alberto está en el living, ocúpate de
atrapar a Nancy y de rescatar a Pedro, no solo de ella sino de Guillermo, sus
hijos y… yo, lo necesitamos _musitó Camila con el rostro anegado.
Ella
no puede haber cambiado tanto como para que Guillermo no la reconozca, ni puede
ser tan peligrosa como para poder más que ustedes, mátala, papá.
__Hija,
por Dios, no hables así, intentaremos apresarla.
__No
es mina para ir presa, si no la matan en un tiroteo, jamás viviremos en paz. Al
inicio no lo entendí, pero hoy sé que siempre quiso todo lo mío, quiere solo
por eso llevarse a Pedro, por ello quizá no fue un error el secuestro del nene,
solo que ese hombre se apiadó, hazme caso papá, ustedes pueden en medio de un
tiroteo, hacer que todo parezca un desgraciado accidente, si la dejas llegar a
Pedro, no lo veremos más.
__Eso
no pasará hija, la sala ya está llena de policías y gente de elite, ella no
está.
__
¿Estás seguro?
__No
hay ninguna mujer, no por ahora al menos.
No
te despegues de Alberto, vean esas películas con los chicos que los mantendrá
entretenidos, por ahora, haré que den la
cara Guillermo y Pedro, porque me temo que de lo contrario, no veo a nadie a
quien tenga motivos para requisar siquiera, hay algunas caras desconocidas,
pero podrían denunciarnos si no son de ella. Además al no verte a ti y a los
chicos puede irse sin siquiera entrar.
__Papá,
¿y quién les dio entradas a esos desconocidos?
__No
lo sé, puede que tengamos topos en la policía o en la brigada, hasta en
tribunales.
Cuídate
hija, llamaremos en cuanto podamos.
__
Termina esto, papá, por favor. __Cortó y elevó la mirada hacia Alberto que
permanecía en el vano de la puerta.
Palermo.
Guillermo
no sabía qué esperar. Volvió la cabeza a
derecha e izquierda, tuvo dudas si ella o su gente se arriesgarían a cometer un
asesinato en un sitio público pero supo
que alguien asistiría. Se detuvo a observar cómo Orestes conducía a Pedro hacia
la zona del escenario, él no desenganchaba la mirada de la suya, y Miller los
seguía de cerca, receloso y preparado. De pronto tuvo una idea extraña_ “El
asiento que debo guardar es el del asesino, o el del cómplice de Nancy”.
En
un momento de distracción se puso la
pistola semiautomática en el bolsillo interior de la chaqueta. Se secó el sudor
de la frente, y las manos y en lugar de seguir a la gente, se agazapó entre dos
camionetas, permaneció allí agazapado, inspeccionando a la gente que se dirigía
a la entrada, en busca de Nancy, de alguien conocido que resultase ser el
asesino.
“Tienes
que verla antes que ella te vea a vos”, se dijo a sí mismo. “Tienes que actuar
antes que ella pueda llegar a Pedro”.
“Vendrá”,
se dijo a sí mismo.
Su
parte razonable y analítica quería ofrecer tablas en la partida de ajedrez,
como años atrás. Pensó que ya había demostrado lo suficiente, que ya había
enseñado lo suficiente, que Nancy sabía de lo que era capaz, y él de ella.
“Un
punto muerto”, pensó__. Todo el mundo es vulnerable. Nadie gana. Nadie pierde.
Todo el mundo vive. La vida sigue. Tú sigue tu camino, Pedro y yo el nuestro,
Camila el suyo con su propio calvario. Igual que antes, que antes de tu locura
de enero. ¿Qué mejor lugar que llegar a ese acuerdo en un sitio público donde
todos están seguros?”
Era
la única oferta que podía hacer.
Dudaba
que el asesino aceptara.
No
sabía si el mismo podía aceptarla.
Observó
las últimas personas que entraban apresuradamente en el local. Avanzó con
cautela, mirando a derecha e izquierda, pensando en cuán equivocado había
estado en los últimos años pensando que ninguna amenaza se cernía sobre él ni sobre Camila o los
suyos, ella siempre había estado cerca, preparándose. Siempre había pensado que
había participado de un juego en Brasil, no era así, Nancy o su crueldad le mostraba
que su juego era con la muerte. Y era muy consciente de quién ganaba siempre
ese juego, aunque le prometiera otra cosa a… él.
Mientras
la gente ocupaba las butacas sonaba una música solemne. Se sentó de manera
discreta en un banco en la parte trasera desde donde podía tener una visual en
perspectiva, alcanzó a distinguir a gente de la brigada conocida que no
disimulaba las armas, contra otros que sí parecían civiles invitados, paseó la
mirada por la estancia mientras la música se desvanecía pero no atisbó ni
rastros de alguna mujer, mucho menos de Nancy, ¿podría estar disfrazada de
hombre? No. No lo creyó, y se emocionó cuando la voz angelical de Pedro inundó
el recinto, pero poco pudo disfrutar de ella porque lo que oyó fue otra cosa.
__Hola
doctor Graziani__susurró el hombre que supo era el cómplice de Nancy, el mismo
que lo llamaba por teléfono__. Estoy detrás de usted.
Guillermo
se puso tenso. Tuvo el impulso de mover la mano derecha para sujetar al
instante el arma. Le costó cierto esfuerzo conservar la calma. El miedo le
atenazó el estómago, y tenía la vista clavada en Pedro.
__No
me recordó. Pero sin embargo hace años
en Brasil usted estaba detrás de mí y eso casi me costó la vida. Hoy soy yo el
que está detrás.
Guillermo
inspiró despacio en un intento de serenar su corazón desbocado.
__Sabría
que vendría, pero pensé que ella _dijo Guillermo.
__Sí,
claro, pero yo jamás la expondría a ella _ dijo el hombre con una ligera
carcajada__ así como usted no quiere exponer a Pedro__. Pensé que podríamos
tener ocasión de hablar un rato, le di ventajas, doctor, le devolví al nene,
pero no debió apoderarse de Beggio.
__ ¿Qué
quiere esa desquiciada con él?
__Nada
malo, solo está enamorada… bueno, digamos que es una fan algo obsesiva y piensa
que Camila ya tiene demasiado, pero sí es su hora de morir, doctor, nada
personal, pero como le dije un día, a ella la quiero y protejo y no puedo
negarle nada.
Guillermo
negó con la cabeza, aunque pensó que si salvaban a Pedro, y él tenía que morir
prefería hacerlo allí oyendo su voz antes que en sórdidos lugares. La idea de
una muerte inexorable le hizo recordar a Fabián, ni siquiera lo había llamado
por teléfono.
Empezó
a deslizar la mano por debajo de la chaqueta hasta encontrar la culeta de su
arma. La pistola le pesaba en el pecho.
__No
lo hagas. ¿Por qué quieres obligarme a matarte antes de tener oportunidad de
hablar?
Guillermo
le obedeció.
__Cierto.
Creo que a ambos nos espera un destino no tan agradable como el cielo __susurró
el asesino__. Olfatee un poco doctor, casi se puede sentir el olor a azufre, a
fuego__. Cada palabra del hombre parecía acentuar que el asesinato era una
broma y la muerte una carcajada burlona.
__Y
aquí estamos, rumbo al infierno.
Guillermo
quiso darse vuelta y matar al tipo que tendría en frente pero no lo hizo.
__No
me mataría acá, es un psicópata, intentará sacarme.
__ ¿Está
totalmente seguro de eso? __Le leyó el pensamiento o acaso había hablado__.
¿Cree que esos policías evitarán que lo mate a tiempo o que les temo? Ya los he
visto, ¿cree que pueden mantenerlo a salvo?
Guillermo
negó con la cabeza.
__Por
lo menos estamos de acuerdo en ciertas cosas.
__Podemos
estarlo en muchas otras cosas _dijo Guillermo cazando al vuelo las palabras del
asesino y procurando volverlas en su contra. Mantuvo la voz fría. Directa,
miraba hacia delante, pero todo lo que decía iba lanzado hacia atrás.
__ ¿Por
ejemplo? __preguntó.
__La
muerte. La agonía. El asesinato. Y lo fácil que son esas cosas realmente _ contestó
Guillermo. __Es lo que he aprendido de Nancy y de vos.
__Yo
que usted rezaría, quizá Dios le conceda un milagro.
__Ya
lo hizo, al menos vos estás acá. ¿Sos su tío? Si me matas, ¿quién sacará a
Pedro?
__En
el lío que se armará será mucho más fácil.
__ ¿Ella?
__Ya
le dije que ella no está acá.
__ ¿A
dónde está?
Guillermo
miró a Pedro por ahora ajeno a todo lo que sucedía y se le encogió el corazón.
“Se merece
vivir, solo él… se merece vivir”.
__Cuando
Pedro termine, solo quedará una de dos posibilidades.
__ ¿Dos?
__Sí
_dijo Guillermo__. O vos estarás muerto o lo estaré yo, o ambos lo estaremos,
esa es una tercera posibilidad. Un tiroteo aquí mismo. Pero la otra es que los
dos salgamos a la calle, que dejes ir a Pedro y, puf, desaparezcamos. No
desvanezcamos. Nos evaporemos. Y entonces tanto usted como yo veremos cada
minuto por llegar como el que podría traernos la muerte: Eso es para siempre,
lo sé. Pero es igual de posible que yo pueda estar predispuesto a cometer un
asesinato. Ahora también sabe eso. Quizá… me he vuelto igual que ustedes. Vos la
proteges a ella y yo a Pedro. Equilibrio __prosiguió Guillermo__. Yo soy una
amenaza, vos sos otra amenaza. Esta es la única forma en que ambos podamos
salir de aquí no solo vivos… sino con un futuro.
El
hombre debió inclinarse porque sintió el
aliento en su oído.
__Eso
no va a ser posible, Nancy no lo admite. Quieres volver al punto en que estaban
antes las cosas, pero, en realidad, nunca fueron como creías, ni en Brasil, ni
acá. ¿No te lo han demostrado estos últimos días? Para ser un tipo que busca la
verdad, vives, sin dudas, en un mundo de mentiras.
Nancy
cree que Pedro no merece vivir con ella, y que si está a su lado, olvidará y
llegará a odiar a Camila tanto como a vos cuando sepa toda la verdad que por
años se le negó.
__Pedro
sabe toda la verdad.
__No
te creo.
Va a
matarme ahora _pensó Guillermo__. O no, está pensándoselo. Se está preguntando
como todo psicópata no sobre el deseo, de eso no duda, sino sobre el lugar. Se
está preguntando si no le importa que estemos en un lugar público, decidiendo
si eso no significa nada para él.
La
pistola calibre cuarenta parecía llamarlo y acercó la mano un poco más hacia
ella__. Está calculando, sumando, restando. Conoce la respuesta: la muerte.
Pero está intentando decidir si este es el lugar adecuado.
__Hemos
vuelto al principio, yo no puedo traicionar a Nancy otra vez.
Guillermo
estaba paralizado. Si el asesino no estaba dispuesto a aceptar su propuesta, el
único plan posible era darse vuelta lo más rápido posible, sacar el arma, que
alguien delante sacara a Pedro ante su guiño y disparar al asesino allí mismo
antes de que lo hiciera él.
__Te
doy la misma oferta, el mismo plan de hace años… __La voz del asesino era como
una navaja oxidada que le atravesaba los pensamientos __. Mátate, o un inocente
morirá, y ambos sabemos quién es esa persona. Ahora el peón del tablero no es
Camila, es Pedro Beggio, ¿le contaste que esa bala de Nancy de hace años era
para ella? ¿Quieres que Pedro viva? ¿Puedes salvarlo hoy con esos monigotes,
mañana, durante un año? Tengo tiempo, doctor. Tú solo tienes incertidumbre.
Puedo ser implacable…
Ahora
tienes que elegir, doctor, nos privaste de tu muerte y de la de Camila hace
años. ¿Quieres que Pedro viva? Paga el mismo precio. __El asesino se detuvo, y
luego añadió__ ¿Qué vida es más valiosa?
¿La
tuya… o la de él?
CONTINUARÁ.
HECHOS
Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER
PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE
ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.
Delia Bellisimo
ResponderEliminarAlan Muy bueno
ResponderEliminarMitzi¡Exelente!
ResponderEliminarAdriana Es maravilloso.
ResponderEliminarTeresaBellísimo 😘❤️❤️❤️
ResponderEliminarOldemar Exelente.
ResponderEliminarDave Enhorabuena. Me encanta
ResponderEliminarMyriam Querida, magistral-
ResponderEliminarMaria Dolores Gracias amiga Eve Mónica Marzetti.
ResponderEliminarBeatriz HERMOSO!!
ResponderEliminarAlicia Hermoso y Emotivo. Me Gustó! Gracias
ResponderEliminarQué momento Eve...Guillermo tiene que matarlo, no queda otra, y encontrar a Nancy sino nunca tendrán paz...Bueno, vos ya resolverás esta situación, confío en vos y sé que finalmente Pedro y Guillermo estarán juntos para siempre...Tengo una duda, no harás que mueran los dos y se vayan juntos al otro lado del camino?
ResponderEliminarSos loca, ya me pareció muy optimista el inicio, me hiciste reír, me enojo, soy yo, iba a dar media solución pero no llegué, ellos se quedan conmigo de este lado siempre tranquila, es balla él, la pensé diferente y luego lo cambié, la veo en el día y me encanta, vivos, y no va a matar Guillermo, nunca lo hizo, ansiosa, a esperar, te amo.
Eliminarpd. Ayer cumplimos 5 años de amistad mi bella y no sabía cómo decirte, espero lo leas, felizzzz, Norma y vos son mis puntales, las amo, VIEJITAAA APARECE. BESOS. GÉNESIS, ESTOY MATANDO AL OTRO, Y SOLITO, Y EN OTRA NO LE IRÁ MEJOR, ACÁ VA A IR PRESO F CREO PERO GUILLE NO VA A MATAR, A NANCY LUEGO NO SÉ, NO LO PENSÉ AÚN,
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