domingo, 10 de marzo de 2019

“ÉL”. CAPÍTLO VEINTICINCO.



“ÉL”.
CAPÍTLO VEINTICINCO.
"A veces uno amanece con ganas de extinguirse".
Julio Cortázar.

__Diego, el representante de Pedro, lanzó la pelota de un recital, del postergado desde enero, y al tiempo el del concierto íntimo, es en un sitio pequeño de Palermo, lo alquilé yo mismo, pero como su suegro.
En definitiva, les conté a todos, Camila  está de acuerdo a regañadientes pues teme por el padre de su hijo, pero… está todo preparado, te haré llegar documentos falsos para que entren al país por la triple frontera, desde allí, donde los estarán esperando, se desplazarán directamente al sitio,  el día y la hora fijada. Si Nancy lo quiere a Pedro… lo verá, pero, la estaremos esperando.
Y que todo salga bien, porque no tenemos ni otra pista ni otra forma.
__Gracias, Orestes, prepararemos todo. Tiene que salir todo bien. Nada puede sucederle a Pedro, ¿me escuchaste?
Nada puede sucederle a… él.
Maldonado. Uruguay.
15 de  junio de 2017.


“La noche se presentaba hermosa, yo acostado en la arena esperando ver la Perseidas, para pedirles mis deseos donde siempre está tu presencia, y hoy amor volveré y les pediré que en la madrugada me despierte saciado de ti, donde al abrir mis sueños se derraman de mis labios tus besos soñados, y tu piel aún la sientan mis manos, les pediré esta noche que mi cuerpo pueda sentir ese leve roce  de tus labios paseándose por los míos, recogiendo todos los verbos declamados para ti, y que tus ojos al mirarse en mí, sean ese libro abierto donde lleno de amor guardas tus ansias de ser amado, y yo pueda vida mía amarte una eternidad.
No hay nada más hermoso que cuando te sueño amor, no hay nada más delicioso que tus manos perdiéndose al recorrer mi cuerpo, eres el amor que siempre soñé, que siempre me habla estando dormido, en mis sueños pones tus ojos en los míos, recorremos cielos de amor, me vas besando con la ternura que tú solo sabes, yo no quiero despertar de este sueño, porque, mis sueños ya no son sueños, ahora te encontré sin buscarte, ahora tengo al amor que deseo, me besas sin pedirte tus besos a cada momento, en cada sueño dejas que mi cuerpo tiemble, siento la libertad cuando viajo por tus ojos perdiéndome en tus adentros, buscando ese no sé qué, que mi alma necesita.
Por eso vida mía, esta noche soñaré que estás a mi lado, volveré a pedirle a las estrellas que me concedan el poder de seguir amándote, y cuando en las noches de soledad me busques puedas sentirme en tus brazos”.


____Amorcito, ven adentro, hace frío __ dijo Guillermo abrazándolo desde atrás posando un beso en la coronilla.


__No lo siento, me gusta estar acá, sueño que cuando todo termine quizá podamos instalarnos lejos o en un sitio apartado, sin dejar de ver a nuestros hijos, y mientras yo tal vez me dedique a componer o a otro tipo de música, tú lleves obras de teatro a los escenarios, olvidados de esa vida pasada, de tanto dolor y errores, quiero pensar que será posible. Tenemos que hacerlo, entiendes ¿verdad?
__Tengo mucho miedo, Pedro, mírame, si te pasara algo yo no podría seguir adelante, ni por mi hijo. Nancy no es idiota. Puede desear verte, quedarse con todo lo de Camila o desear verme muerto a mí, pero no sé si caerá en esa trampa _afirmó Guillermo clavándole los ojos llenos de tristeza y preocupación.

__Lo sé, no soy tan ingenuo tampoco, pero aunque no acuda a la cita, no dejará de enviar a alguien, como los que asisten son conocidos, podrán al menos atrapar a uno de los de su banda, hoy no tienen a nadie ni nada, Orestes  te lo confirmó.
Guille, yo tampoco podría seguir adelante sin ti, prométeme que no te vas a exponer, que no dejarás que te hagan daño, ni siquiera si…
__Shh. No lo digas siquiera, me va la vida en esto sea como fuere, solo quisiera adentrarte en mí, que seas parte de mí como para que nadie pueda arrebatarte de mi lado.
__Ámame como solo tú sabes amar, en la luz o en las sombras, me da lo mismo donde lo hagas, en el cielo, en el purgatorio o en el infierno. Ámame como aprendiste de la vida, con rabia, con mesura, con pasión. Araña mi espalda, mis nalgas, mi pecho, mi abdomen, háblame vulgar, pídeme más. Ámame con ternezas, ámame con perversidad, con tus fobias y tus filias, sabes bien que no me importa de qué modo lo hagas, solo ámame de verdad, ámame y nada más.
Hazme el amor, píchame, cógeme, fóllame, cómeme con pudor o con vulgaridad, no importa como lo quieras llamar. Lame mi miembro, chúpalo, lubrícalo con tu saliva, con tus besos de vida, vicio y sal. Abre tus piernas y déjame en ellas libar tu néctar, encender tu deseo y llevarlo a mi garganta, humedecerte, mojarte total, tocar tus tetillas, chuparlas, morder tus pezones, tus nalgas turgentes,  verlas moverse en cada embate de mi pene. De mi deseo erecto y salvaje dentro tuyo. Ámame, solo ámame con toda tu humanidad…  en la cama, en el suelo, en el baño, en el sofá, en las gradas, en el balcón, en la cocina, en el patio.
Ámame como solo tú sabes amar, como un ángel, como una diablo, romántico, erótico, pornográfico, en la mañana, en la tarde, en la noche, al mediodía, al despertar.
Ámame, solo ámame y nada más, como solo tú sabes amar.


Al tomarme entre tus brazos y percibir tu calor... Me transporto a un mundo nuevo
hacia otra dimensión. Es tanto el amor que me ofreces. Es tan grande la emoción,
que mi cuerpo se estremece notando esa sensación  que solo el que ama entiende aunque sea una sinrazón.  Y... nos quedamos fundidos. Respirando la pasión  de las pieles erizadas  en la total comunión de sabores suculentos, de ese aroma embriagador. Sintiendo por cada poro
cada caricia entregada, del amante y de la amado sin perder por un segundo ni un ápice de ilusión. Pintar entre esos suaves lienzos con la magia de un pintor los trazos tan deseados que brotan desde el centro del mismísimo corazón, hasta rodear los cuerpos con colores muy ardientes y fogosos. Naranja, rojo o bermellón. Es... el color de la lava de un volcán en erupción,  que funde por donde pasa sin ninguna compasión.
__Tú eres mi camino, eres ese hermoso sendero que arrodillado he pedido caminar, eres el sosiego que soñé, eres la mano que ansié coger, y juntos ir al palacio del amor, tu corazón y el mío.
Eres, aquel encuentro milagroso de una tarde, donde decidiste quedarte y llenarme de felicidad, eres el soñador que sé, se enamoró de un vagabundo que se atrevió a ser feliz, y por gracia divina, me diste gracia a mi vida solitaria.
Si, eres la maravillosa aparición de aquel enero, eres esta noche mágica, que aun estando lejos, siento tu presencia en mí, siento que tu voz me toca, tanto como tus manos en ademanes de amor, haciendo reposar mi agitado sentimiento  junto a ti.
Solo tú, o como te gusta, solo usted me sostiene en la gracia de Dios, me da la fuerza que necesita un añejo soñador, me refugia del mundo vano, sin importarle que me guste un pasillo, un bolero, que le escriba al amor, porque estoy seguro, que sabe que todas las palabras de amor, yo las escribo y pronuncio con las letras de su nombre, amado hombre mío como cada canción de ese DVD.
“El viento me susurraba sus secretos,  mientras mis lágrimas calientes  bañaban mi rostro por completo. Una horrible sensación en mi pecho  impedía que pasara el aire  hacia los pulmones”.

Bs. As. Martínez.

“Mis entrañas anunciaban  con estallidos de fuego,  una verdad inconfundible. Había perdido una vez más,  después de darlo todo,  esperarlo todo y sentirlo todo. Eran mis sueños  de alcanzar el amor, los que me llevaban  a hacer castillos en el aire, y a imaginarme tontamente
¡que esta vez había ganado! Pero la triste realidad me estaba esperando,  para arrancarme trozos de la piel  y dejarme sangrando  una vez más en el camino.
Fue un sueño,  un maldito sueño,  donde en cada roce y en cada  palabra,  él era mío, solamente mío, para  siempre mío. Y mi gran error fue aferrarme a ello,  con todas mis fuerzas”.

__ ¿Camila?
__ ¿Qué quieres ahora? _respondió con la mirada cargada de furia a Alberto__. No te necesito ya, puedes irte con tu fiscal, yo soy tan poca cosa que nadie me va a atacar, solo me queda esperar alguna migaja de mi marido, si sale con vida de todo esto.

__No hables así, no te trates así, yo te aprecio, y quiero verte bien, encontrarás a alguien que te amé, Camila, a veces pasa tiempo y demasiadas pruebas, pero ese alguien llegará _respondió Alberto con dulzura.

__No existe ese alguien en mi vida, debí morir en Brasil con ellos, tu amigo se encargó de destruir todo cuanto amaba, nunca salí de allí.
__No es así, acá hay mucha gente que te ama, tienes tres hermosos hijos, tu padre, aun en el caso de que lo de Pedro no continuara, cosa que tampoco sabes con certeza.
__Pareciera que no conoces a Guillermo, nada de lo que lo roza, sale indemne, Pedro, el Pedro que yo conocí a estas alturas luego de meses con él ya no existe, Beto, lo que va a regresar no será lo que alguna vez conocí.
¿Qué tengo que hacer?
__Nada, encerrarte acá y esperar a que todo termine. Por nada salgas ni al parque, quedará la seguridad mínima, aunque nadie espera que ocurra algo acá, yo me quedaré contigo _dijo Alberto rozándole la mejilla con el dorso de la mano, pero Camila apartó el rostro.

__! No me toques! No te preocupes por quedarte, Nancy pudo matarme cien veces en estos meses, ni a una loca le intereso.

Bs. As., Provincia.

__Nancy, vámonos a otro país, estás libre, puedes empezar de nuevo, por favor _suplicó Francisco mientras ella perdía la mirada en la oscuridad de la nada.

__Nunca. Vas a enmendar el error que cometiste o  no me va a temblar la mano, yo misma te  voy a matar, Francisco _ hablando en tono monocorde.

__No quieres hacer semejante cosa, no lo necesitas, recupera a tu hijo, el padre está sucio, te darán la tenencia, empieza de nuevo.

Ella se volvió de súbito y lo que Francisco vio en la mirada lo asustó y le pegó como un disparo.
_ ¡Hijo! ¿De qué mierda hablas imbécil? Un hijo que perdí cuando tenía apenas tres años, al que le llenaron la cabeza de mierda, al que veo de tanto en tanto de lejos, de qué hijo hablas, ¿eh? Hace mucho que lo perdí, como perdí todo, Guillermo  y Camila me obligaron a matar a ese hombre, esa nena debió de ser mía y hoy estaría vida, Pedro tuvo que enamorarse de mí en ese concierto y se fue con ella. ¿Por qué mierda Camila lo tiene todo y yo nada? Esos hijos son míos,  Pedro es mío, me corresponden por derecho propio.
__! Nancy, Dios, no! , tu hijo es otro, y Pedro no te conoce.
La risa desquiciada de ella asustó a Francisco.

__Pedro me va a adorar, solo necesito traerlo conmigo. Esos idiotas del suegro y la brigada de Guillermo y Miller creen que soy idiota como para dejarme atrapar en ese concierto, no, vos lo has dicho, por la culpa de todos ellos, Pedro no me reconocería, pero ellos estarán allí esperándome, solo a vos no te conocen, si no hablas claro, no vaya a ser tanta tu estupidez que te hagas reconocer por Graziani antes de matarlo. ¡Idiota!
__No puedes obligar a Pedro a permanecer a tu lado.
__ ¿No? ¿Estás seguro? Tal vez no charlando pero podría convencerlo de otro modo. ¿Qué dirías si yo me apropiara de lo que más quieres, de lo que más amas en el mundo para atraerte  a mi lado?
Y lo tenía, lo tenía y lo arruinaste todo.
__Ellos cuentan con un arsenal, nunca podremos sacar a Pedro de allí, suponiendo que se presente, entiéndelo _dijo en un susurro el hombre__,  es pronto para que esté en condiciones de salir a escenarios, y no podremos contra ellos.

__Nosotros también tenemos un arsenal, solo tienes que  intentar traer a Pedro, y de paso sacar de en medio a Graziani, de Pedro no estoy segura, pero que el guardaespaldas estará allí, lo sé,  jugué con el factor sorpresa en enero y por los idiotas que me rodeaban perdí, todo perdí y casi me atrapan, ahora él ya pensó, tarado no es, ya debe de saber que soy yo, tampoco hay tanta gente que pueda relacionar con Camila, con él, y Pedro, él vendrá a por mí, y necesito darle caza de una vez, ¿lo entiendes?
__Ese hombre te salvó de la cárcel.
__! Basta! __Lo apuntó de súbito con una nueve milímetros y el hombre se estremeció.

__Cálmate, baja el arma, no quieres hacerme daño.
__Claro que no, pero pareces más empeñado en que te vuele la cabeza que en arreglar la mierda que hiciste, idiota, yo pondré el pellejo, lo sabes, solo tienes que ver si Pedro está allí, irás armado  hasta los dientes, con decenas de hombres, ya deja de quejarte, solo quiero a Pedro con vida y a Graziani muerto, no es tan difícil.
__Dame el arma, Nancy, cálmate, lo haré, sabes que daría mi vida por vos, baja el arma.
__El muy idiota…  me puso a Camila en bandeja en un shopping para hacerme salir,  mandó a seguir a mi hijo, a mi ex, pensó que no me avisaría, que no veo nada, no deja de subestimarme, siempre lo hizo, cuando disparé en Brasil creí que había aprendido a ver de lo que soy capaz, pero pareciera que lo olvidó.
__ Está bien, tienes razón, pero espera al menos a que regrese, tal vez podamos con ellos y no tengas que mover un dedo, solo eso te pido _ suplicó mientras ella negaba con la cabeza dejando caer la pistola.

__No. No tendré otra oportunidad, no. Y es tu culpa que tenga que hacerlo. Tu culpa… Lo haré, solo puede que quede Marini allí, algunos más, no será tan difícil, podré. Llevo años planeando esto. Es lo justo, Francisco, ella nunca mereció nada, todo es mío por derecho, mío.

Maldonado.
__
Qué noche de estrellas apagadas, oscura, temblorosa y sin corazón. Él arribó al bar desplegando la mirada, en sus ojos habitaban añejas zanjas, pero el tiempo fortuito hizo un cóctel con los agujeros permitiendo que los dejara colgados en el perchero.  Se sentó en la barra, el  barman se dirigió a él preguntándole a medida que organizaba las copas.

 _Buenas noches… ¿Qué le apetece?
_ ¿Qué me recomienda? 
_Por experiencia, suelo hacer sugerencias acorde al estado de ánimo.

 ÉL le clavó las pupilas como quien iza bandera en tierra prometida. Poseía unos ojos grandes, tenía aspecto intelectual y manos llenas de asuntos pendientes. 
_ ¿Artista?
_ ¿Por qué lo dice?
_ ¡Muchos años de este lado!— dijo mientras gesticulaba señalando la longitud de la barra. Creo haber desarrollado una especie de don. No sé definirlo pero al ver a una persona visualizo todo su conjunto ¡No es una ciencia! Me habré equivocado mucho pero también, suelo acertar ¿Me permite que seleccione un cóctel según lo que aprecio en usted?

_ ¿Valdrá la pena que me arriesgue? 
_Creo que sí…
_ Vale, está bien, acepto la sorpresa.

El hombre buscó un vaso corto, le colocó hielo, lo cubrió de un cubilete de Vodka Smirnoff  y otro de licor de café Kalhua, lo giró un poco permitiendo que los ingredientes se integraran y lo luego, entregó un sugerente líquido colmado de luz.
— ¿Qué opinas?
— ¡No lo vas a creer! Esa era mi bebida favorita en la universidad ¡Esto es increíble! Sin duda tienes un don…
— ¿Ves? ¡Te lo dije! Ahora permíteme continuar… ¿Escritor?
— Pues no, a veces, músico. Estudié arte pero no soy cantante por eso, lo fui, inclusive, antes de saberlo, era muy joven por entonces, pasaba horas  en el piano, a veces en otros instrumentos, creo que antes de leer ya posaba mis manos en algún teclado y desde ese día no he parado de hacerlo… ¿y tú? ¿Siempre esto? 
— Soy fotógrafo pero ya sabes cómo es, vivir del arte es complicado aunque sea lo único real.
Permiso, creo que te buscan, ¿otro trago?
__Otro igual es rico. Guille, ven.
__ ¿Me tengo que poner celoso?
__No, tonto, solo hablábamos de arte, ¿tienes todo?
__Sí, el contacto me dio los documentos, amén de cómo estará la sala, papeles que me envía Miller.

Pasaron horas conversando. El recinto se iba atiborrando de seres nocturnos en búsqueda de olvido. 
— ¡Este va por la casa! 

Los sorprendió la madrugada. Salieron juntos al portal enfrentándose al personaje helado del viento, estructura invernal penetrándoles los huesos con las escarchas en sus cabellos, se sentaron en un parque desolado, continuaron hablando de todo y nada. Las manos comenzaron a rozarse, los labios a buscarse, los cuerpos a encontrarse… Se tumbaron en el césped ¡Fue tan fácil amarse! Dos  seres, dos hombres penetrando el umbral de las bocas sedientas. Permanecieron atados en un prolongado abrazo en cuyo calor, el frío pasó de largo mientras las sombras consumían la enajenación de la oscuridad. El  joven se durmió abrazando al par, cuando despertó, el alba había desplegado su halo sobre el mundo.
Solo fue una ráfaga de fuego que tan pronto arribó, se esfumó. Cuando Pedro despertó estaba arropado en la cama.
__ ¿Qué hacías? ¿Temes también por tu ex? Por Miller, digo.
__Temo por vos, solo por vos.
__Te llevo tan entretejido en las zonas más profundas de mi alma que nadie podrá separarme de ti, lo prometo.
__Buscando en mis recuerdos, hallo a mis “ex”,  conforman parte de mi ser ¿sabes?, no tengo  nada que ocultarte, aprendí, desaprendí, fulminé y continué, también me fulminaron pero sobreviví, no obstante, están aquí, algunos son meras sombras desdibujadas en la memoria, unos me marcaron, a otros marqué… No sé en cuál lugar me tienen en sus pensamientos ni es importante que lo sepa ¡Ya no nos pertenecemos! Compartimos el velo del pasado, somos tránsito de otros ríos, aguas que nunca volveremos a sentir como entonces. Desde la forma que los atiza en este instante, he creado una ficción de supuestos que posee la verdad de lo que no es cierto, pero a la vez, la certeza de lo que pudo haber sido, ideas que completan el crucigrama de una alucinación.
“¡Los mismos ojos se niegan a nevar! Desnudan al pasado y aún ciegos, inventan al futuro posando gaviotas en las aguas del mañana. ¡Volar! ¿Por qué no? La confianza despliega sus alas de nácar y desnuda de luciérnagas, deambulo extendiendo los dedos en la oscuridad creando epopeyas tras la estela del silencio.”

__Hazlo por y para mí, cielito, solo por esta vez.
_Por ti todo.

¡Todo comenzaba en su cabello! Lo tomaba entre sus manos alzándolo muy lentamente dejando ver el brillo de su nuca desnuda, luego, lo desplegaba como si fuese una estampida de gaviotas cuyo plumaje, se posaba iluminando la desnudez de sus hombros ¡Sabía que él estaba observándolo! pero en su mente simulaba estar solo, disfrutaba imaginando qué estaría sintiendo  mientras él actuaba como si la habitación estuviese vacía. Ese ritual lo encendía, sentir los ojos color café perforándolo al calor de sus dilatadas pupilas, recorriéndolo silenciosamente mientras él danzaba al ritmo del jazz. De su cuerpo emanaban razones propias de la inconsciencia. Se detuvo frente a su mirada. Guillermo lo desvestía sin haberlo tocado, Pedro se despojaba de sus prendas con erótica suavidad y después, se frotaba con ellas, su piel respondía endureciendo los pezones tan sedientos de una boca, rotando la cintura entre sus muñecas como si fuese un satélite. En un impulso, él se levantó, tomó la cámara y lo fotografió ¡Ahora le pertenecía! Pedro  sonrío y él, siguió haciendo planos.  ¡Foto tras fotos! Capturando en cada  instante del ímpetu a esos dedos recorriendo la fogosidad de sí mismo. La música goteaba su cadencia al compás frenético de sus piernas. Se tocaba todo. Despegó los labios liberando las mismas palabras que lo ahogaban cuando cantaba, declamándolas ante un plató invisible.

_ Siento dolor en la intensidad de este deseo, me arden los espacios que anhelan amoldarse a la explosión de tus ansias, senderos que no has penetrado con la intensidad de mi avaricia. Sufre mi sombra si tu ser no está cubriéndola,  me parte la espesura del delirio que aguarda tras el filo de tus labios, enfervorizando al pulsar de tus venas encendidas. Tus ecos me rozan. Son sonidos arrancados desde el fondo que te anhela, eres mi voz. Quiero morir ahora. Necesito fallecer en tu agonía, pegarme al fuego de tus poros, ser la sangre que te recorre hasta deshacernos en mil.

Guillermo colocó la música, Pedro la inspiró con locura, se aceleró y se hizo tormenta, su nariz impregnada del aroma de la gloria, Guillermo rodando por su espalda, el ardiente desenfreno devorándole la respiración ¡Esa sensación animal multiplicando su lengua! El agua dividiéndose en los agujeros de su figura, libertinaje insaciable borrando la cansina monotonía del predecible sexo con su mujer.

— ¡Quédate conmigo! Divórciate, tú eres para mí ¡Te amo con locura! Déjala ¿Qué haces con ella si solo conmigo estás vivo? __Sus palabras incineraban las zanjas de la noche rebosándolas de gigantes exigencias, tan inmensas como la luna llena que se volcaba sobre ambos.
__ ¡No me ames! Solo penétrame, quiero tu entrega, que me destroces cuando entres, que te duela el miembro cuando ya estés en mí ¡Asfíxiame!  __Guillermo  puso las manos en su cuello y lo fue apretando mientras sus muslos gritaban ¡Quería traspasarlo! Poseerlo ya no era suficiente, necesitaba su ira, la furia de su mirada, el odio oculto en la fachada de su matrimonio. Lo quería completo. Sabiendo que  quizá no existía un mañana con él.
_ ¡Hazme morir! Toma mi vida,  no es más que mortalidad… ¡Quiero ser infinito! Pasar el umbral y desprenderme de esos huecos rutinarios que tanto aburren, estoy cansado de permanecer intacto en la vulgaridad ¡Necesito más contaminación! Abusar de todo ya no basta porque todo es poco para mí.

Guillermo estaba más allá de este mundo, sus rítmicos movimientos parecían insuficientes en el frenesí de Pedro. ¡Se entregaba absolutamente! Se apoderaba de él como si bebiera de su alma, quitándole hasta el éter del aliento.  Se ataron en una orgia de dos, metamorfosis que los hacía múltiples en un solo renacimiento. Guillermo lo abrazó con fuerza, tanta, que Pedro fue solo aullido primigenio, instinto ausente de humanidad. Ahora su cabello sudaba, la sábana atrapó el líquido que devoraba su estallido ¡Se consumían! Fibras, arterias inflamadas, demencia invadiéndolos muy cerca del orgasmo.
_ ¡Muero en este beso y muero por ti!

“Pedro se extendió hasta meter la mano debajo de la almohada, tomó una daga y observando su brillo, se la clavó en el pecho justo cuando se corría sentado sobre Guillermo. Su alarido silenció al corazón de la ciudad, el neón apagó al resplandor de misma luna, cuya nueva estela, se posaba sobre los párpados espantados de él.

— ¡Desprende el caos y alucina! Borbotones de sangre salían disparados de su cuerpo llenando de horror el túnel impactado en la helada garganta de su hombre.
— ¡No soy lo que ves! Ahora soy eternidad ¡Fotografíame! Su piel expiraba con la tersura de la seda, las pupilas extinguían el hálito de su belleza y mientras la palidez tiznaba sus mejillas, murmuró…
— ¡Córtame un mechón de cabello y lánzalo al viento!”

__! No! _ el grito terminó con la alucinación y con la muerte del orgasmo y los trajo a la realidad, Guillermo estaba incrustado en él, absorbiéndolo en los brazos y en el beso.
__Guille, ¿qué?
__No vas a morir,  ¿me oyes? No lo permitiré, no vas a entregarte.
__Ya amor, tranquilo, lo imaginaste, lo soñaste, estoy acá, entero, contigo, tranquilo amor, tranquilo.

Dos miradas que se cruzan,  dos cuerpos que lentamente se unen y sin darse cuenta comienzan a bailar, ese baile tan especial, ese baile caliente, donde los corazones son  los que marcan el ritmo  de esos dos cuerpos ardientes, de esas pieles rozándose, buscando calor,
mientras los labios deseosos y sedientos  se acarician una y otra vez, encendiendo las ansias y al compás de la música, las caderas comienzan a moverse, la sensualidad brota y al ritmo de la bachata, las manos acarician los deseados  caminos de los cuerpos y estos se van excitando,
encendiéndose y el fuego va creciendo, apoderándose de los mismos,  sometiéndolos e incitándolos, y sin dejar de bailar, junto al ritmo de la música, comienzan a amarse, nota a nota, ritmo a ritmo, beso a beso, pero siempre sin dejar de bailar.
__Déjame acariciar tu alma con  mis miradas. Déjame besar esa boca de miel  embriagarme con su almíbar.  Déjame dormir en tu pecho junto a tu corazón que yo sienta cada uno de sus latidos dentro de mi ser despertando mi sueño.  Déjame ser quien te amé en todo momento, te llene de felicidad, arrope  tu piel con mis labios carnosos, sientas  un huracán de emociones que vibre en tu cuerpo de pasión. Déjame descansar mi alma en tus brazos, apagues esta tormenta de pasión con lluvias de caricias y besos por toda mi piel dejando impregnado tu olor en mí. Déjame rozar mi piel con tus vellos y sentir esa pasión tuya que devore mi ser.
Déjame entrar a la mansión de tus caderas, cabalgar en tu dureza hasta perder la razón de la misma emoción.
Soy tuyo tú eres mío, nos hemos convertido en un solo ser, te amo, me amas. La noche será invisible para ti y para mí será nuestro eterno espacio para amarnos siempre.
Podría escribirte miles de notas, que nacen de mi alma, pero en esta noche especial, en esta noche de pasión desenfrenada, lo realizaré con mis labios  y lo haré sobre tu desnudez, no preguntes cómo,  solo siente cómo estas delicadas  y apasionadas palabras se van grabando poco a poco, hasta rimar verdaderas sensaciones, y mientras el roce de los labios, con tu ardiente piel, en un apasionado frenesí, va descubriendo todos los rincones    de tu laberíntico cuerpo, y lentamente, el fuego parece avivarse comenzando a incinerar tu piel sin darnos cuenta, somos protagonistas de las letras y entre suspiro y gemido, mis melodías
y mis besos te hacen el amor.
 Y tú estás ahí, siento tu respiración que se agita desnudando tu alma, acaricio tu piel cuando me rozan las brisas del viento, tu olor a ese aroma inigualable que se introduce cuando suspiro en mi interior, anidando en mis ansias mudas de amar, y tú sigues ahí, en espera,  al acecho de mis palabras que erupciones en ti ese estado único que impulsan tus deseos de perderte en el silencio tentador de mi soledad, y tu continuarás ahí, en espera de mis sueños tan reales que despiertan tus dudas ,  imaginándome en cada amanecer de tu despertar, y tú sigues ahí.
__La evolución comienza cuando el amor germina. Y para ello la flor necesita ser polinizada en su proceso (fertilidad) Hay que amar y probar el fruto del árbol para que siga la vida. Palabras bellas a tus oídos mientras te endulzo el paladar y enamoro tu corazón.
Soy un niño soy un hombre que extasiado se postra ante la belleza para venerarla deseando un día no lejano poder entrar al templo; ese templo puro y virginal cargado de virtudes donde la riqueza abunda y poseerla, es la más grande virtud.
Quiero que se abran las puertas del templo y penetrar en tu mundo para quedarme en medio de la riqueza.
Si lo logro, es porque habré actuado con sagacidad,  astucia,  paciencia,  amor y virtudes.
Entonces seré rey que corona su reino y postrado en mi poltrona, disfruto del trono al lado del rey.
¿Quién osará retarme en mi reinado? -solo otro amor, pero este ha de ser del mismo fruto, el mismo árbol y la misma polinizadora como algo genealógico.
Amados labios que posaran los míos, dame la miel de tu vida para aliento de mi futuro sueño dormido como despierto.
Qué bien se siente acariciar las paredes del templo para que abra las puertas del corazón y mi cuerpo penetre los lugares más sagrados y benditos donde explorar es la escala de la cima.
Se quiere, se adora,  y se ama estando sediento de amor, porque el solitario peregrino llega sediento y golpeando a las puertas de la vida.
Entonces, he de abarrotar con muros y fortaleza de amor, mí, nuestro templo; para que posibles invasores no puedan penetrar a ese mundo donde solo cabe el amor y donde ya no hay espacio para otro, porque el rey goza en su trono, y mientras sea el líder, las flores agasajos, caricias y amor fortalecerán el muro.
Pero si bajase la guardia, peligraría el templo porque sería profanado y al rey jaque mate por no mantener activos los nutrientes para el corazón y el amor como fortaleza.
Entonces todo habrá sido en vano y la vergüenza del nuevo rey vasallo que solo buscará placer de gobernar en medio del caos.
Comienza lo que mañana será corona y un templo erguido donde el mundo tendrá como espejo la fortaleza del amor en un árbol de belleza natural, guiando al hombre.
__Esta noche se hizo música. Nuestros desnudos cuerpos forman eróticas estrofas que entonan nuestra carnalidad. Mientras tu cuerpo acaricio, los armoniosos gemidos de tu ser conforman ardientes rimas escribiendo así la partitura sensual.
La turgente sexualidad de tu alma embelesa del todo mi ser y bebo del néctar de tu cuerpo que explota en cataratas de placer. Y penetro el centro de tu alma y cada gota de sudor tinta se hace que escribe verbo a verbo la dulce melodía de nuestro amor. Juntos hemos de  cantar cada verbo con nuestros gemidos la eterna trova de nuestra pasión.
Lentamente, una a una comienzan a estrellarse las gotas de lluvia en nuestra ventana, suaves golpeteos que invitan a relajar la mente y el cuerpo, boca abajo te recuestas, invitas al sueño llegue a dominar tus sentidos, mas me sientes, te observo maravillado, enamorado.
Lentamente va sonando una melodía que afuera la noche entrega, invita a convertir la cama en un íntimo palco donde entregarnos al amor y quede solo la lluvia… esas diminutas gotas que se escurren por el cristal, como testigos mudo de lo que allí se vivirá.
Lentamente van mis besos cayendo sobre tu desnuda espalda, se posan con suavidad para que los sientas por debajo de tu piel, un leve sonido los delata cuando despiertan tus poros, no duermes, solo con los ojos cerrados pareces vas sintiendo caminar mi amor por tu cuerpo.
Lentamente cada vez que mis labios en tu piel se posan, respiro tu aroma que comienza a embriagarme, voy buscando por tus senderos ese lugar perfecto donde mis besos hagan vibrar tus sentidos y obligue a tu boca a ya no poder callar tus gemidos.
Lentamente mis manos comienzan a marcar caminos por tu cuerpo, se adelantan en el caminar de mis labios, las caricias van por tu cintura, por sobre la sensual prenda íntima que luces, mis manos sienten tus nalgas y sienten mis dedos la humedad, el calor que brota de tu intimidad.
Lentamente la pasión, el deseo nos invade… cada paso para sentirte, para poseerte que doy recibe un suspiro, un gemido de aprobación, avanzo quitando con lentitud lo último que te cubre, voltearé tu cuerpo para adorar tu intimidad con mis besos, con el jugueteo de mi lengua que traiga a mi boca el adicto licor de tu pasión.
Lentamente el sonido de los besos, el sonido que exclamamos al amarnos se confunde con el sonido de la lluvia, consumiendo tú mi excitación, poseyendo yo tu cuerpo, la locura de este momento nos lleva a estallar pronto en una tormenta de delirio, que se calma cuando en tu profundidad nos estalla el orgasmo… se calma la lluvia se calma el deseo, pero desnudos abrazados al amor dormiremos.


La despedida de la casa los encontró con lágrimas silentes, y no despegaron las imágenes de las retinas hasta no ser arrancados del sitio por la distancia, mientras en silencio se abrazaron prometiendo lo inasible, algún día regresar en libertad, una avioneta esperaba cerca, un coche de vidrios polarizados mellizo en la triple frontera, papeles falsos, ropa anodina, un viaje hasta Buenos Aires, apenas un hostal en provincia donde  Guillermo encontraría un macuto y Pedro una mochila con ropa.

__Es razonable que deseara ver a los chicos, Guille, y no lo es que justamente Alberto sea quien  quede tan expuesto en la casa.
__La razón precioso solo tiene un camino y un brazo a torcer, una senda sin bifurcaciones
y encrucijadas,  un camino llano sin obstáculos, no precisa de tiempo aunque sea el juez, distinguiendo de la libre mentira. La razón, cuando es razón es desnuda, hasta los huesos se cubren de intemperies, mientras las acciones la vuelven cristalina o la tiñen de falsedad,
es un breve diálogo una tasación exacta sin protuberancias. La razón, sí,  por ser la razón
es un espejo mudo un reflejo silencioso, es un destino sin atajos, puede ser un simple charco
en un océano de dudas, una lágrima, un llanto, la pena que nadie acoge.
La razón, por ser razones a veces de peso y de solvencia, es ser tú, y tus circunstancias a lo que el corazón te dicte a la razón de lo que sientes, o cómo lo vives y lo padeces, cómo lo sufres, en el sacrifico de amar a otro. La razón, es toda la razón del universo, es el complot de la materia a todas las razones, es la química mezcla de los elementos, que el azar tiende a sus razones, en esa fragua del cosmos fraguando hombres. La razón, aunque a veces sin razones, tiende a sus razones,  hasta el vacío y la nada  y la esquelética muerte, poseen sus razones, esa fuerza del movimiento continuo cambiándolo todo en su constante rotación.
Amores, son acciones y no buenas razones, por mucho que palpite el corazón, y a veces, solo a veces sean vanas sus razones, pero son razones para amar de este ciego músculo que solo sabe querer. La razón, argumenta su soledad porque hasta la soledad tiene sus razones, con su amante el silencio, hasta el infinito posee esas claras razones para conquistar a la eternidad, y Dios, quizá, para enamorar a la humanidad. La razón, tiene las razones del diablo, urdido de mentiras, perdiendo la conquista partida de enamorar, haciéndose comerciante de las almas, en un intercambio de enemigos en las fronteras del bien y del mal entre el cielo y la tierra. La rozón tiene razones que ni la razón entiende, y entendiendo sus razones es incapaz de razonar ante lo que siente, dejando de ser razones para ser bellas excusas, razones esculpidas en piedras para ser voces. Y yo, simple mortal, uno entre tantos, menos que uno, poseo infinidad de argumentos, razones, historias, cábalas y quiromancias, el ungüento de mis caricias, la pomada de mi beso, el mágico preparado, de mi cuerpo en un sexo, y el tiempo.
Y ya, con las razones de mi desnudez, expuesto ante vos, a las inclemencias de la intemperie de mi vida, mostrarte la única razón de peso que ostento, por cuanto por vos vivo y siento y darte la razón que la razón que no entiende, y decirte, la mucha razón que tengo. Para quererte.
__En cada encuentro vivo muriendo con tu querer,  sueño despierto en tus brazos cuando me envuelves en tus abrazos para danzar con nuestra pasión. Tus manos surcan mi cuerpo con caricias de amor. Y yo sin temor suelto mis besos  como si fueran un alud dispuesto a extenderse por tu piel. Quiero que me des toda esa miel que va a humedecer mi boca sedienta de ti y en un beso apasionado tentando a los sentidos a soltarse de la prisión de esa hoguera demencial de mimos sin control para que estalle el corazón en ese manantial de amor.
Te morderé… y lo que es aún mejor, lo presientes. Sabes bien que sé dónde, y con qué énfasis, roerte. Cuando me miras afilándome los dientes, tiemblas. Yo lo sé y me exhibo acerándolos. Tu nerviosismo me excita, no sabes qué postura tomar, como si estuvieras presto a ser torturado, como si yo fuera verdugo. Tu inquietud te delata, te mata. Y aquí estoy,
sobre mi presa. Empezaré por la nuca, la raíz de esos pelos es suculenta, cuando los muerdo te estremeces, es como tocar una tecla… ¡cómo funciona!; paso a la oreja, aún no la he tocado e intentas huir al oír mi profunda respiración, te cuesta asumir el papel de presa del amor,
la muerdo con fruición, revuelcas las sábanas, las pobres, perecerán; desciendo al cuello, ya no hay dudas, eres mi caza total, con el cuello entre mis fauces estás acabado. Le enseño un solo colmillo y gritas, ¿habrase visto semejante victimismo?, lo hinco y explotas, la sangre corre a borbotones, se inunda la habitación, clavas con furor tus uñas en el victimario, nos ahogamos de placer, nos falta la respiración, me culpas por semejante salvajada, para acto seguido exonerarme, me incitas, profundizo en la carne, tu suave, melosa y sedosa carne.
Crees que no iré a otra parte, pero te decepciono, nunca una decepción fue tan placentera.
Desciendo. Noto cómo intentas escabullirte (al menos, eso parece), pero fallas, sucumbes a mis deseos salvajes, rozo tu pecho, aquí no dejo absolutamente nada, nada, nada de nada, nada, nada… sé que mueres, sé que lo sabes, que nunca pasaré de otra forma por esta parte del menú. Desgarro tu vientre, chupo vísceras, desgasto la cintura, desaparezco tu gracioso ombligo. Más. Desciendo al paraíso, pongámonos serios, aquí hay trabajo, los dientes se desgastarán, soy consciente de ello, entre tanta labor atino a respirar a veces, sin embargo, las dentelladas son feroces, te proteges como puedes: elevando tu temperatura, moviéndome el entorno, tirándome de la melena, empujando (o quizás atrayendo) mi cabeza, esto no lo tengo claro, pero das a entender que te defiendes, lástima de ti, te tengo bien atrapado, mis brazos están anclados a tus caderas, mis brazos fuertes, tus caderas potentes. Había mucho que morder y persistí hasta el final, hasta que desapareció todo, tu ser encendido y mis dientes.
La última vez que vi tus piernas bailaban al son de la sombra de las velas, al aire, las cachetadas de tus muslos habían enrojecido mis orejas, y el saga ya era historia antigua que, en ese instante, no podrías mantener ni en sueños, no con tanto candor derrochado y es que de eso se trataba, de gastarte, de morderte. Recuerdo que hubo un momento en que suplicaste: -Por favor. Atiné a escuchar un leve murmullo.
-Podrías ser más explícito…
-…más…

__ ¿Qué tienes allí dentro? Sospecho que no es ropa, ¿verdad?
__No. No preguntes amorcito. Es lo que todo soldado lleva consigo.
__ ¿Qué?
_ Lo que supones, armas, granadas aturdidoras, cargadores, chalecos, esto es una guerra y no quiero perder, no esta vez.
Escucha amorcito __le tomó el rostro entre las manos suplicando con la mirada__ si  se produce un disparo, si te hago una seña, dejarás que José  te saqué del escenario, un helicóptero estará disponible, no dudes en subir, ellos te pondrán a salvo, no mires atrás.

__No lo haré, no subiré a ninguna parte si no vienes conmigo, te lo advierto, Guille.
__Iré detrás amorcito, si ocurriera lo peor, les cubriremos las espaladas, e iras al helicóptero, te seguiré detrás con Orestes, por favor, promételo.
__No. No lo haré, o salimos juntos de allí o ninguno de los dos, con suerte la atraparemos y la pesadilla habrá terminado.
__Está bien, ¿tienes en claro qué hacer si hay disparos?
__Echarme al piso y arrastrarme sí, pero si me prometes venir a mi encuentro,  o lo haré yo.
__Cielito, sos  imposible.
__No lo soy, es que sé que esa mujer si da la orden de tirar a matar será hacia ti, no a mí, yo podría arrastrarme hasta reducirla, ella no ordenará que me disparen, lo sé.
__No, no lo sabes, solo lo intuyes, no puedo ni quiero subestimarla, es una asesina.
__Déjame llevar un arma, sé disparar, tengo derecho de portación, por favor, aunque sea una de bajo calibre, no te pido un fusil.
Si tú estás a mi lado qué más da que esté nublado, que haya pasado el verano y haya  flores que se marchitaron dejándonos solo huellas, por donde nuestros pies caminaron.
Porque si tú vas conmigo aunque se crucen espinos y nos cierren los caminos... ellos no detendrán la historia que tú y yo escribimos día a día. Nos miraremos como siempre. Tomaremos nuestras manos y enfrentaremos al mundo. ¡Por el amor que nos motiva!
Si tú estás a mi lado nada me importa, a nada le temo. A tu lado todo es tan distinto. Los cantos se vuelven verbos. Los problemas fortalezas. ¡Y nuestro mundo, un universo!
La vida tiene sentido, el porqué de una larga espera, las razones o motivos las encuentro en esa risa que acelera mis latidos, y en esa hermosa mirada eternamente despistada pero con un solo brillo. Si tú estás a mi lado y puedo sentir tus manos que se aferran a las mías, aunque hayan pasado los años me das la misma energía, porque siento que me amas mucho más que el primer día. Si tú caminas conmigo me inyectas adrenalina al escuchar tus latidos, tu mirada enamorada aun suele causar lo mismo. La eternidad se vuelve un día y vida solo un suspiro. Yo nunca soltaré tu mano, y  aunque a veces no articule  su frase con mis labios, sé que mis besos, mis ojos te expresan cuánto te amo... Gracias por estar conmigo como el aroma en los nardos que nunca cesa su fragancia aunque el tiempo  los haya marchitado.
Hoy descubrí que soy rebelde no con estados de animosas disputas sino lo fui fraguando como se moldean las herraduras con fuertes golpes a martillazos y lento moldeo para pisar con resistencia y absorber con molduras las durezas. Los privilegios de los porrazos me hicieron observador y si bien a veces se toma la curva incorrecta siempre los vientos sarmáticos han volanteado a tiempo. Hoy descubrí que soy inédito, con mi propio remover de conciencia,
sin ajustarme a cánones comunes y ya no asimilo más los egoísmos inmaduros de quien lo experimente. He subido ya muchos peldaños de mi escalera vacilando, temeroso, deslumbrándome con ilusiones de neones, pero siempre mantuve mi recato, porque la rebeldía es descubrir lo sincero detrás de mi ventana, aunque quiera engañarme la luna.
Quizá por eso amo los felinos porque son seres indómitos y no se ajustan a reglas comunes, que me hacen ver más allá y no ajustarme a los moldes masificados, sí soñador, para expresar lo que mi interior grita, se revela.
Me descubrí espíritu libre y las ataduras opresoras ceden o acordonan siempre a tiempo, dejando mis alas al viento. Por eso me apasiona la quinta sinfonía, golpea mi destino, me llama, me conmueve hasta la médula. Hoy me descubrí rebelde, cuando busqué la verdad en mi corazón y dejé de ser polilla que con engañosa claridad, solo atrapada, desfallece porque descubrí que el amor no es adicción  es libertad, permanencia y ternura.
En medio de la noche cogí tus manos al sonido del vals, giramos una y otra vez bajo la melodía de esos extraños vientos bailamos bajo la luz de la noche. Juntando nuestros labios en cada giro sintiendo nuestras caricias en cada vuelta reflejados en el fino piso del salón. Reflejado así como las estrellas y la luna que son testigos de nuestros  besos apasionados llenos de locura así como las caricias en nuestros desnudos. Libres de telas y ataduras. La luna y las estrellas fueron testigos del recorrido de mis labios  a través de la calidez de tu bello cuello así como continuaron por tu pecho desnudo y así simplemente continuó el recorrido haciendo que gimas, hasta caer rendido sobre mi regazo, sabiendo que estás perdido ya que mi caricias y mis labios continúan recorriendo tu piel de excitante aroma. Con besos fugaces y gemidos sutiles el silbido del viento dio inició al encuentro de la pasión. De dos seres que se enamoraron por una noche y descubrieron que se amarán eternamente, te amo, no puedo imaginar una hora sin ti, no la enfrentes, Guille, no tú, te lo ruego.
“Al fin, pudimos. Intimar redondamente. Sensación de círculo perfecto. Parejito. Sin fisuras. Trazado por un imaginario compás. Calcando una moneda. No fue fácil. Hubo que empezar por despojarse de…  "necesito" y quiero" como condiciones prioritarias. De esas demandas gimoteadas por un yo utilitario que nos caricaturiza en bebés dependientes. Ese yo funcional que transfigura al otro yo, al tuyo, en un electrodoméstico. No hubo necesidad de hablarlo. De enrarecer con palabras un acuerdo espontáneo. La palabra 'mágico' le sienta bien. Consagrarse por entero a la otra parte. Monitorear sus cosquillas. Rozar, palpar, activar cada poro. Convocar a asamblea hormonal. En desprendido ida y vuelta. Simultáneo, recíproco, "en cadena nacional". Me complazco, me colmo me desbordo en la estremecedora gloria de tus derrames. Y vos, otro tanto, para este lado. Entonces, claro, sale redondo.

El silencio deslizó su ropa. Y el silencio con inusitada sutileza hizo deslizar su ropa. Cada tramo, cada encaje, cada pieza, y uno a uno sus pétalos hasta liberar su torso pálido.
Era ya su casto vientre retorcido, ardoroso que me quemaba como las rubias tardes de estío.
Como esos días calcinadores por el mes de enero... y como el aliento que manara del mismo infierno.
Y jadeaba su par de ojos, jadeaba su negro pelo.
Y su desnudo me enseñó la  fuente que tiene en medio de sus dos ejércitos: sudorosos, con deseos; que son: sus dos largas piernas.
Que son sus dos riberas en el anchor de sus caderas.
Tomé y domé su espalda, y los dos temblábamos de pie sobre el grave suelo, y crujían como brazas sus venas, cuando le introducía apenas un dedo en medio de esa, su entrada de fuego.
Y entonces humeó transparente y transpirado su incinerado cuerpo; que era, un ángulo recto, una inclinada dulce llama.
Repentinamente sentí, que su azuzado deseo, lujurioso se le quebraba.
Y llameaba, contorneada, y yo, viril, loco, extasiado, ya muy adentro, y como el cielo así lo manda,  con mi cuerpo temblón y espasmódica el alma, sin prisa y sin pausa;  pero como un torbellino, y con vigoroso fervor  lo empecé a embestir, y lo empecé a amar.
Y la noche lenta, muy blanca, se abrasó.  Y esta vez el espíritu se hizo carne, y la carne se volvió amor... y luego la sangre, el espíritu y la carne, coincidieron en una feliz perfecta comunión.

Martínez.

Pensando en el amor me acuesto, y amanezco recargando amor.
Soy ternura, paciencia, amor y comprensión.
Nadie iguala mis aptitudes a la hora de escuchar, comprender he instruir mis retoños.
Soy maestra madre y escudo protector.
No hay hora por tarde que sea para no atender los llamados de un retoño al que sin importar el cansancio, acudo como fiel madre, a cumplir con un deber que como instinto llama a la vida.
No reniego si lloran porque mi instinto maternal me avisa que debo protegerlos de todo dolor y sufrimiento.
Y cuando los tengo en mi regazo y apretados contra mi pecho, se sienten tan protegidos que cierran los ojos y se sienten libres para soñar.
El amor todo lo puede y sabemos del más leve movimiento brusco y hasta de su respirar, para ponernos en alerta cuando hay algún síntoma de enfermedad.
Eso nadie nos lo enseña, y somos felices viéndoles crecer, porque son nuestro jardín y el lujo de compartir amor.
¿Quién amaría más que nosotras? -nadie porque no han sentido el dolor de parir, como tampoco persona alguna adquiere el instinto maternal como nosotras lo poseemos.
Y cuando amamantamos, damos parte de nuestra vida, y aquello nos da orgullo al ver nueva vida salida de nuestras entrañas correr como riada por su boca.
¿Habrá amor más grande y puro que el de una madre? -no lo hay porque nosotras somos creadoras de vida y eso es más que milagro; es amor hasta la muerte, porque aún en el desprecio de un mal hijo, lloramos en silencio y suplicamos salud, larga vida y amor para ellos.

Fui diosa, princesa y reina que se coronó madre para dar lo mejor de sí en la cosecha de la vida.
Perdón a los hijos ingratos si no se les pudo dar más, porque hasta el pan nos sacamos de la boca para verlos felices; si hoy tenemos arrugas, estas son marcas de la vida y la condecoración de nuestra vejez.
Malditos insomnios... Han de traerme tus recuerdos cuando menos quiero.

¿Qué haces sentado aquí? Mirándome semidesnuda. Burlándote de mí. Tu perversa sonrisa, me despierta. Tus ojos no se apartan de mi cuerpo. Y yo, solo quiero dormir. No despertar más en soledad con un solo lado de la cama, distendido.  Un volcán apagado,  pues su núcleo se congeló.
Con mi vientre lleno de estrellas sin luz, y tu nombre en mi garganta, atorado. Sé que no estás solo. Tus madrugadas las vive otra persona. Lo percibo. Lo siento. Tanta conexión entre tú y yo. Me estremecen a lo lejos tus deseos.
Sé que estás cubriendo de caricias otra piel. Que bebes otros labios y  besas otra boca.
Que tus impulsos ahora  sobre otro cuerpo,  te inquietan, te emocionan. Sí. Sí... ¡Son celos!
Malditos celos, que me carcomen el pensamiento y el alma.
Arden en mí y me incendian. Maldita imaginación la mía, que me altera y me agobia. Acaba con mi paz y mi calma. No pensé que esto, jodiera la existencia. El aire es irrespirable.
Duele hasta la médula, pensarte en otros brazos. Dueles en todos mis huesos. Esto se hace insoportable. Voy por un café... Miro la luna  y de una buena vez decido olvidarte. Conmigo no funciona ya  la esperanza. Tampoco nací para vivir en un infierno. No seré quien muera por ti. Pues a una mujer como yo,  no le van bien los desvelos.

__Hola, papá, sí,  los chicos duermen tranquilos, las cámaras y sensores están encendidos, Alberto está en el living, ocúpate de atrapar a Nancy y de rescatar a Pedro, no solo de ella sino de Guillermo, sus hijos y… yo, lo necesitamos _musitó Camila con el rostro anegado.

Ella no puede haber cambiado tanto como para que Guillermo no la reconozca, ni puede ser tan peligrosa como para poder más que ustedes, mátala, papá.
__Hija, por Dios, no hables así, intentaremos apresarla.
__No es mina para ir presa, si no la matan en un tiroteo, jamás viviremos en paz. Al inicio no lo entendí, pero hoy sé que siempre quiso todo lo mío, quiere solo por eso llevarse a Pedro, por ello quizá no fue un error el secuestro del nene, solo que ese hombre se apiadó, hazme caso papá, ustedes pueden en medio de un tiroteo, hacer que todo parezca un desgraciado accidente, si la dejas llegar a Pedro, no lo veremos más.
__Eso no pasará hija, la sala ya está llena de policías y gente de elite, ella no está.
__ ¿Estás seguro?
__No hay ninguna mujer, no por ahora al menos.
No te despegues de Alberto, vean esas películas con los chicos que los mantendrá entretenidos, por ahora,  haré que den la cara Guillermo y Pedro, porque me temo que de lo contrario, no veo a nadie a quien tenga motivos para requisar siquiera, hay algunas caras desconocidas, pero podrían denunciarnos si no son de ella. Además al no verte a ti y a los chicos puede irse sin siquiera entrar.
__Papá, ¿y quién les dio entradas a esos desconocidos?
__No lo sé, puede que tengamos topos en la policía o en la brigada, hasta en tribunales.
Cuídate hija, llamaremos en cuanto podamos.
__ Termina esto, papá, por favor. __Cortó y elevó la mirada hacia Alberto que permanecía en el vano de la puerta.

Palermo.
Guillermo no  sabía qué esperar. Volvió la cabeza a derecha e izquierda, tuvo dudas si ella o su gente se arriesgarían a cometer un asesinato en un sitio  público pero supo que alguien asistiría. Se detuvo a observar cómo Orestes conducía a Pedro hacia la zona del escenario, él no desenganchaba la mirada de la suya, y Miller los seguía de cerca, receloso y preparado. De pronto tuvo una idea extraña_ “El asiento que debo guardar es el del asesino, o el del cómplice de Nancy”.

En un momento de distracción  se puso la pistola semiautomática en el bolsillo interior de la chaqueta. Se secó el sudor de la frente, y las manos y en lugar de seguir a la gente, se agazapó entre dos camionetas, permaneció allí agazapado, inspeccionando a la gente que se dirigía a la entrada, en busca de Nancy, de alguien conocido que resultase ser el asesino.

“Tienes que verla antes que ella te vea a vos”, se dijo a sí mismo. “Tienes que actuar antes que ella pueda llegar a Pedro”.
“Vendrá”, se dijo a sí mismo.
Su parte razonable y analítica quería ofrecer tablas en la partida de ajedrez, como años atrás. Pensó que ya había demostrado lo suficiente, que ya había enseñado lo suficiente, que Nancy sabía de lo que era capaz, y él de ella.
“Un punto muerto”, pensó__. Todo el mundo es vulnerable. Nadie gana. Nadie pierde. Todo el mundo vive. La vida sigue. Tú sigue tu camino, Pedro y yo el nuestro, Camila el suyo con su propio calvario. Igual que antes, que antes de tu locura de enero. ¿Qué mejor lugar que llegar a ese acuerdo en un sitio público donde todos están seguros?”

Era la única oferta que podía hacer.
Dudaba que el asesino aceptara.
No sabía si el mismo podía aceptarla.
Observó las últimas personas que entraban apresuradamente en el local. Avanzó con cautela, mirando a derecha e izquierda, pensando en cuán equivocado había estado en los últimos años pensando que ninguna amenaza  se cernía sobre él ni sobre Camila o los suyos, ella siempre había estado cerca, preparándose. Siempre había pensado que había participado de un juego en Brasil, no era así, Nancy o su crueldad le mostraba que su juego era con la muerte. Y era muy consciente de quién ganaba siempre ese juego, aunque le prometiera otra cosa a… él.
Mientras la gente ocupaba las butacas sonaba una música solemne. Se sentó de manera discreta en un banco en la parte trasera desde donde podía tener una visual en perspectiva, alcanzó a distinguir a gente de la brigada conocida que no disimulaba las armas, contra otros que sí parecían civiles invitados, paseó la mirada por la estancia mientras la música se desvanecía pero no atisbó ni rastros de alguna mujer, mucho menos de Nancy, ¿podría estar disfrazada de hombre? No. No lo creyó, y se emocionó cuando la voz angelical de Pedro inundó el recinto, pero poco pudo disfrutar de ella porque lo que oyó fue otra cosa.
__Hola doctor Graziani__susurró el hombre que supo era el cómplice de Nancy, el mismo que lo llamaba por teléfono__. Estoy detrás de usted.

Guillermo se puso tenso. Tuvo el impulso de mover la mano derecha para sujetar al instante el arma. Le costó cierto esfuerzo conservar la calma. El miedo le atenazó el estómago, y tenía la vista clavada en Pedro.
__No me recordó. Pero sin embargo hace  años en Brasil usted estaba detrás de mí y eso casi me costó la vida. Hoy soy yo el que está detrás.
Guillermo inspiró despacio en un intento de serenar su corazón desbocado.
__Sabría que vendría, pero pensé que ella _dijo Guillermo.

__Sí, claro, pero yo jamás la expondría a ella _ dijo el hombre con una ligera carcajada__ así como usted no quiere exponer a Pedro__. Pensé que podríamos tener ocasión de hablar un rato, le di ventajas, doctor, le devolví al nene, pero no debió apoderarse de Beggio.

__ ¿Qué quiere esa desquiciada con él?
__Nada malo, solo está enamorada… bueno, digamos que es una fan algo obsesiva y piensa que Camila ya tiene demasiado, pero sí es su hora de morir, doctor, nada personal, pero como le dije un día, a ella la quiero y protejo y no puedo negarle nada.

Guillermo negó con la cabeza, aunque pensó que si salvaban a Pedro, y él tenía que morir prefería hacerlo allí oyendo su voz antes que en sórdidos lugares. La idea de una muerte inexorable le hizo recordar a Fabián, ni siquiera lo había llamado por teléfono.
Empezó a deslizar la mano por debajo de la chaqueta hasta encontrar la culeta de su arma. La pistola le pesaba en el pecho.

__No lo hagas. ¿Por qué quieres obligarme a matarte antes de tener oportunidad de hablar?
Guillermo le obedeció.
__Cierto. Creo que a ambos nos espera un destino no tan agradable como el cielo __susurró el asesino__. Olfatee un poco doctor, casi se puede sentir el olor a azufre, a fuego__. Cada palabra del hombre parecía acentuar que el asesinato era una broma y la muerte una carcajada burlona.

__Y aquí estamos, rumbo al infierno.
Guillermo quiso darse vuelta y matar al tipo que tendría en frente pero no lo hizo.
__No me mataría acá, es un psicópata, intentará sacarme.
__ ¿Está totalmente seguro de eso? __Le leyó el pensamiento o acaso había hablado__. ¿Cree que esos policías evitarán que lo mate a tiempo o que les temo? Ya los he visto, ¿cree que pueden mantenerlo a salvo?
Guillermo negó con la cabeza.
__Por lo menos estamos de acuerdo en ciertas cosas.
__Podemos estarlo en muchas otras cosas _dijo Guillermo cazando al vuelo las palabras del asesino y procurando volverlas en su contra. Mantuvo la voz fría. Directa, miraba hacia delante, pero todo lo que decía iba lanzado hacia atrás.

__ ¿Por ejemplo? __preguntó.

__La muerte. La agonía. El asesinato. Y lo fácil que son esas cosas realmente _ contestó Guillermo. __Es lo que he aprendido de Nancy y de vos.

__Yo que usted rezaría, quizá Dios le conceda un milagro.
__Ya lo hizo, al menos vos estás acá. ¿Sos su tío? Si me matas, ¿quién sacará a Pedro?
__En el lío que se armará será mucho más fácil.
__ ¿Ella?
__Ya le dije que ella no está acá.
__ ¿A dónde está?

Guillermo miró a Pedro por ahora ajeno a todo lo que sucedía y se le encogió el corazón.
“Se merece vivir, solo él… se merece vivir”.
__Cuando Pedro termine, solo quedará una de dos posibilidades.
__ ¿Dos?
__Sí _dijo Guillermo__. O vos estarás muerto o lo estaré yo, o ambos lo estaremos, esa es una tercera posibilidad. Un tiroteo aquí mismo. Pero la otra es que los dos salgamos a la calle, que dejes ir a Pedro y, puf, desaparezcamos. No desvanezcamos. Nos evaporemos. Y entonces tanto usted como yo veremos cada minuto por llegar como el que podría traernos la muerte: Eso es para siempre, lo sé. Pero es igual de posible que yo pueda estar predispuesto a cometer un asesinato. Ahora también sabe eso. Quizá…  me he vuelto igual que ustedes. Vos la proteges a ella y yo a Pedro. Equilibrio __prosiguió Guillermo__. Yo soy una amenaza, vos sos otra amenaza. Esta es la única forma en que ambos podamos salir de aquí no solo vivos… sino con un futuro.

El hombre debió inclinarse porque  sintió el aliento en su oído.
__Eso no va a ser posible, Nancy no lo admite. Quieres volver al punto en que estaban antes las cosas, pero, en realidad, nunca fueron como creías, ni en Brasil, ni acá. ¿No te lo han demostrado estos últimos días? Para ser un tipo que busca la verdad, vives, sin dudas, en un mundo de mentiras.
Nancy cree que Pedro no merece vivir con ella, y que si está a su lado, olvidará y llegará a odiar a Camila tanto como a vos cuando sepa toda la verdad que por años se le negó.
__Pedro sabe toda la verdad.
__No te creo.

Va a matarme ahora _pensó Guillermo__. O no, está pensándoselo. Se está preguntando como todo psicópata no sobre el deseo, de eso no duda, sino sobre el lugar. Se está preguntando si no le importa que estemos en un lugar público, decidiendo si eso no significa nada para él.

La pistola calibre cuarenta parecía llamarlo y acercó la mano un poco más hacia ella__. Está calculando, sumando, restando. Conoce la respuesta: la muerte. Pero está intentando decidir si este es el lugar adecuado.
__Hemos vuelto al principio, yo no puedo traicionar a Nancy otra vez.
Guillermo estaba paralizado. Si el asesino no estaba dispuesto a aceptar su propuesta, el único plan posible era darse vuelta lo más rápido posible, sacar el arma, que alguien delante sacara a Pedro ante su guiño y disparar al asesino allí mismo antes de que lo hiciera él.
__Te doy la misma oferta, el mismo plan de hace años… __La voz del asesino era como una navaja oxidada que le atravesaba los pensamientos __. Mátate, o un inocente morirá, y ambos sabemos quién es esa persona. Ahora el peón del tablero no es Camila, es Pedro Beggio, ¿le contaste que esa bala de Nancy de hace años era para ella? ¿Quieres que Pedro viva? ¿Puedes salvarlo hoy con esos monigotes, mañana, durante un año? Tengo tiempo, doctor. Tú solo tienes incertidumbre. Puedo ser implacable…
Ahora tienes que elegir, doctor, nos privaste de tu muerte y de la de Camila hace años. ¿Quieres que Pedro viva? Paga el mismo precio. __El asesino se detuvo, y luego añadió__ ¿Qué vida es más valiosa?

¿La tuya… o la de él?

CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.



14 comentarios:

  1. Maria Dolores Gracias amiga Eve Mónica Marzetti.

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  2. Alicia Hermoso y Emotivo. Me Gustó! Gracias

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  3. Qué momento Eve...Guillermo tiene que matarlo, no queda otra, y encontrar a Nancy sino nunca tendrán paz...Bueno, vos ya resolverás esta situación, confío en vos y sé que finalmente Pedro y Guillermo estarán juntos para siempre...Tengo una duda, no harás que mueran los dos y se vayan juntos al otro lado del camino?

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    1. Sos loca, ya me pareció muy optimista el inicio, me hiciste reír, me enojo, soy yo, iba a dar media solución pero no llegué, ellos se quedan conmigo de este lado siempre tranquila, es balla él, la pensé diferente y luego lo cambié, la veo en el día y me encanta, vivos, y no va a matar Guillermo, nunca lo hizo, ansiosa, a esperar, te amo.

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    2. pd. Ayer cumplimos 5 años de amistad mi bella y no sabía cómo decirte, espero lo leas, felizzzz, Norma y vos son mis puntales, las amo, VIEJITAAA APARECE. BESOS. GÉNESIS, ESTOY MATANDO AL OTRO, Y SOLITO, Y EN OTRA NO LE IRÁ MEJOR, ACÁ VA A IR PRESO F CREO PERO GUILLE NO VA A MATAR, A NANCY LUEGO NO SÉ, NO LO PENSÉ AÚN,

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