jueves, 1 de agosto de 2019

NO SOY YO CAPÍTULO VEINTINUEVE.



NO SOY YO

CAPÍTULO VEINTINUEVE.



La carretera giraba hacia la izquierda con una curva cerrada.
A la derecha, la pared de piedra se extendía más de diez metros antes de llegar al agua. Si intentaba tomar la curva, volcarían. Lo tenía clarísimo. Caerían por el acantilado dando tumbos y probablemente morirían.
Solo dispuso de un segundo para tomar una decisión.

__Te amo hija _ gritó __ Sujétate fuerte.


“Guille, amor, ayúdanos.”
__Malera tesoro, sujétate fuerte.

Pedro pisó el acelerador. El coche salió disparado por encima del acantilado hacia el agua, Malena chilló de nuevo mientras  volaban por el aire durante esos aterradores momentos.
En cuanto chocaron con el agua saltó el airbag, la cabeza de Pedro se zarandeó hacia delante y hacia atrás golpeándose contra algo duro. El coche se balanceó en la superficie unos segundos antes de que empezara a entrar el agua y el peso del motor comenzara a hundirlo.
El agua fría que se acumulaba en torno a sus pies fue lo que espabiló a Pedro. Le dolía la cabeza, sintió el regusto ferroso en la boca de la sangre. Le dolían todos los músculos del cuerpo. Se desabrochó el cinturón a toda prisa y soltó un insulto al ver que no podía liberarse de él.
No habían muerto. Al menos todavía no habían muerto.
“Morir, dejar de ser, liberar el alma de un cuerpo atado a un mundo frio...  lleno de odio. Mundo en el cual mi corazón late cada vez más fuerte al mirar esos ojos que transforman mi vida.
Cómo quisiera ser parte de tu vida y no sentir la agonía de morir cada vez que no te tengo cerca, quiero perderme en esa mirada cálida y a la vez fría que solo toma una parte de mi alma para luego dejarla ir, en el más oscuro fondo del inferno, si la muerte fuera clara me daría un suspiro o haría un pacto con ella para no sentir tanto amor por ti, prefiero morir que sentir lo que siento. Si pudieras verte a través de mis ojos te darías cuenta del gran amor que te tengo.
Hoy morir no sería una opción si no, un milagro por que moriría por tu amor una y mil veces más”.
__! Malena! __gritó al tiempo que intentaba librarse del aturdimiento. Se pasó al asiento trasero donde vio que Malena tenía la cabeza apoyada contra el cristal de las ventanillas,  los ojos cerrados __. No, no, no…

Su hija movió la cabeza y abrió los ojos despacio.
__ ¿Qué… qué ha pasado?
__! Gracias a Dios! __exclamó Pedro__. Vamos,  tenemos que salir de aquí.

Pedro empujó la puerta trasera e intentó bajar los cristales. No funcionó. Regresó al asiento delantero mientras el agua seguía entrando y descubrió que tampoco podía abrir las ventanillas.

__No se abren. ¡Papi no se abren! _chilló Malena.

Pedro intentó romper de una patada la luna delantera golpeándola en una esquina, pero tampoco consiguió nada.
La oscuridad amenazó con tragárselo. Sacudió la cabeza. Parpadeó y se esforzó por mantenerse consciente,  le costaba trabajo pensar con claridad y enfocar la vista. Todo parecía borroso a su alrededor.
__Vale Malenita tranquilízate y escucha lo que voy a decirte. __Aferró a Malena por los hombros mientras el agua helada les llegaba hasta el abdomen__. Escúchame. Tenemos que esperar a que el agua llene por completo el interior del coche. Una vez que esto suceda, la presión se igualará con la del exterior. Ahora mismo no podemos abrir las puertas porque la presión exterior es mayor pero cuando el coche esté lleno de agua, se abrirán.

__! No, no, se abrirán! _gritó Malena, protegiéndose un brazo contra el abdomen__. ¡Vamos a ahogarnos!

__Escúchame hijita. Las puertas se abrirán. Confía en mí. No te dejes llevar por el pánico cielo.
__Tengo miedo _susurró la niña cogiéndolo de la mano.

__Lo sé mi amor. Pero no pasa nada confía en papi. No vamos a morir aquí,  ¿me oyes?
Malena asintió con la cabeza mientras el agua seguía subiendo.
_Vamos a lograrlo. Tú piensa en cosas bonitas ¿vale? Piensa en papá, en Bruno, en el tío y en lo que quieres hacer mañana. __Se le nubló la vista y sacudió la cabeza para despejarse.

Tenía que mantenerse consciente. Tenía que conservar la lucidez.
Cuando el agua les llegó al cuello, Malena le apretó la mano con fuerza y Pedro  logró subirla a sus hombros.
-Un poquito más cielo __murmuró Pedro al tiempo que alzaba la barbilla. Tomó una bocanada de aire e hizo un gesto a Malena para que lo imitara e intentó abrir la puerta de nuevo.

Al ver que no lo lograba se le cayó el alma a los pies.
El miedo le atenazó el corazón sintió una piedra en el estómago, el pánico con sus fríos tentáculos empezaba a dominarlo.
“No te dejes llevar por el pánico. Inténtalo otra vez.”

En esta ocasión, empujó la puerta con la espalda, tras un buen empujón logró abrir la puerta del conductor. Agarró la mano de Malena y la sacó del coche instándola a nadar hacia la luz que brillaba en la superficie. Él mismo se impulsó con los pies usando todas sus fuerzas.

Llegaron juntos a la superficie jadeando en busca del aire. Pedro comenzó a patalear con fuerza mientras aferraba a Malena por los hombros y examinaba su cara para ver si estaba en estado de shock.

__Estás bien __le dijo__. Estamos bien. Patalea hijita.

Su hija escupió agua e intentó respirar hondo.
__ ¿Sabes nadar? __le preguntó Pedro.

Ella asintió con la cabeza si bien fue un gesto tembloroso e intentó mantenerse a flote mientras Pedro se hundió para al elevarse montarla en su espalda, al ver que tenía dificultades le rodeó la cintura con un brazo, y se manejó con el otro y las piernas. En la orilla las olas rompían con suavidad lamiendo la arena. Al otro lado  estallaban contra las rocas. Pedro se encontraba al límite de sus fuerzas cuando logró sacar a Malena del agua.
A lo lejos se escuchaban las sirenas. Se dejó caer jadeando de rodillas en la arena junto a su hija y tomó una honda bocanada de aire. Estaba chorreando agua y la sal escocía los ojos y la piel no paraba de tiritar pero solo podía pensar en su hija.
Malena yacía de espaldas en la arena con los ojos cerrados. Su pecho subía y bajaba, esforzándose por respirar mientras se protegía un brazo con el otro.

__Aguanta cielo. Estoy aquí contigo.
El alivio lo inundó cuando escuchó voces procedentes de la carretera sobre sus cabezas.
La ayuda había llegado.
En ese momento la mano de Malena se quedó lacia y se le escurrió de entre los dedos.
Al mirar comprobó que su hija no se movía.

“Al cerrar mis ojos, tú eres lo primero que resalta en mi mente, alborotando mis sentimientos del ayer, llenos de alegría y añoranza, sin perder tu esencia del calor de tu cuerpo junto al mío, el viento suave que me abraza, haciéndome sentir tu presencia, el cantar de las gaviotas son tus susurros que embriagan mi ser, que me alegran alentando mi alma.
El aire fresco de la tarde huele a ti, la brisa cálida de la noche son tus besos, los rayos del sol que pegan en mi desnudo cuerpo, es el calor pasional que hubo entre los dos, que aún se hace sentir en mi piel, todo huele y sabe a ti, has invadido todo mi ser.
Extraño todo aquello que me hiciste vivir, haciendo y deshaciendo hasta saciar nuestros caprichos sin restricción, luego, en un abrir y cerrar de ojos todo se esfumó, sin darnos cuenta, como si nada desvaneció entre las olas, sentí que mis lágrimas y corazón  se fundían en la profundidad del mar, del suplicio que acongojaba mi alma, echándote de menos.
Grito en tu nombre, expresando todo aquello que dejaste en mí, son palabras  que riman con ternura y melancolía, así sabrás todo lo que significas para mí, sé que nada es para siempre, pero esta nota quedará eternamente archivada, de mi amor por ti con vehemencia, hoy, te pienso mucho, el calor incita mis sentidos, en compañía de mi fiel y mejor amiga que es la soledad, la única que me escucha.
Con ella puedo desatarme en llanto, sin que me vaya a juzgar; ahora, solo serás una parte de mi vida, que vives en mi alma con los más profundos sentimientos, nunca más volveré amar así; me convertí en el portón de tu molécula de amor. ¡Dios!, siento que te amo, ¿por qué no te puedo olvidarte? No vuelvas a irte, Pedro no vuelvas a dejarme amor mío. Malena, cuídalo.”

--Quiero ser tu abrazo, tu momento, quiero ser ese suspiro apretándote el alma, quiero amarte así, libremente, sin tiempos, sin límites, sin ataduras, amarte quiero vida mía, quiero amarte con la razón o con el pecado, solo amarte quiero.
Hoy, la noche se ha desnudado de sus lunas blancas, esta noche, las estrellas emigraron al brillo de otros ojos enamorados, yo, ya nada tengo, ya nada soy sin ti en mis frías noches, solamente poseo un hilo de esperanza, porque sé que le pides al destino que de mí te hable, que amaneces enredado en mis besos, solo la nada envuelta en pétalos de rosas muertas duermen a mi espalda, pétalos que dejabas en mi ventana, y yo,  enamorado los recogía en el rocío de la noche, los ponía en mi almohada, ellos, lo impregnaban todo con tu nombre.
Te amo amor, te amo. Muchos dicen que somos  el producto de vidas pasadas,  pero no sé realmente nada de  tus anteriores vidas,  más aún, tampoco sé nada de mis vidas, ni tampoco cuántas vidas  aún seguiremos viviendo, pero lo que sí sé,  es que ya te he tenido y amado en alguna otra vida, por eso solo deseo  seguir encontrándote y amándote en cada una  de nuestras próximas vidas, más lo hermoso de esta creencia, es que he muerto y vuelto a nacer… Y siempre te sigo amando.

__Papá, regresa __ lo alertó Fabián, hemos llegado, baja que estacionaré y te alcanzo. 


Guillermo salió disparado del coche. Las puertas automáticas de urgencias se abrieron para darle paso a la recepción del hospital... En el mostrador de recepción aguardaba una mujer con un bebé enfermo en brazos al que no paraba de mecer. Tras ella se encontraba un hombre con una venda ensangrentada en una mano.
Guillermo caminó hasta el mostrador.

__Caballero tiene que esperar turno __le informó la recepcionista al tiempo que lo miraba furiosa.

El terror le atenazó el corazón.
__Mi esposo y mi hija acaban de sufrir un accidente grave de tráfico.
La expresión de la recepcionista se suavizó.

__ ¿Su apellido?
__Graziani. __Movió la cabeza__. Y Beggio. O Guerrico.

Los segundos parecieron arrastrarse con una lentitud pasmosa mientras la mujer comprobaba la base de datos del ordenador. El bebé no cesaba de llorar. Frustrado,  Guillermo se pasó una mano por el pelo dispuesto a pasar por encima del mostrador para comprobarlo él mismo aunque la mujer anunció por fin:

--Habitación seis. Pase por la puerta doble y…

Guillermo se volvió y esperó a que la mujer abriera la puerta. En el aire flotaba el olor a desinfectante, en un lateral del pasillo descansaba un carrito de emergencia. En personal médico charlaba tras el mostrador del puesto de enfermería.
El terror amenazó con abrumarlo mientras comprobaba frenético los números de las puertas con el recuerdo de otras búsquedas de otras pérdidas, en busca de la habitación número seis. Cuando por fin lo encontró la tensión  se apoderó de él y se volvió para regresar al puesto de enfermería
Una residente que estaba apoyada en el mostrador alzó la vista.

__ ¿En qué puedo ayudarlo?
__La habitación seis está vacía. __El pánico hizo que se le quebrara la voz.

La chica miró a la pelirroja vestida con una bata y unos pantalones azules que estaba sentada tras el mostrador.
__ ¿No lo han llevado a cirugía?

“¿Cirugía? __pensó Guillermo__. ¡No,  no, no!”

La pelirroja comprobó el informe.
--Eso creo, un accidente de tráfico, ¿verdad?
__ ¿Dónde están?
__Mmmm. Déjeme ver. __Ojeó varios papeles.

¡Por el amor de Dios! ¿Acaso no veían que le iba a dar un infarto?
__Un momento __dijo la pelirroja__. Esa es la mujer de la cinco, los de la seis están en rayos.

--! Santa Madre de Dios! ¿Les daban clases sobre cómo torturar a los familiares de los pacientes o qué?
__ ¿Dónde queda eso?
La residente señaló hacia el extremo del otro pasillo.
__El primer pasillo a la izquierda, al final y luego a la derecha. No tiene pérdida.
Antes de que hubiera acabado de hablar ya estaba corriendo por el pasillo.
Cuando dobló la última esquina, apenas podía respirar.
Pedro estaba sentado en una silla del pasillo inclinado hacia delante, los codos en las rodillas la cabeza entre las manos.

__! Dios mío mi amor! __Guillermo lo aferró por los brazos y lo puso de pie para poder estrecharlo en sus brazos como deseando esconderlo bajo su piel. Cuando Pedro lo abrazó por la cintura el corazón le dio un vuelco y le golpeó el pecho antes de dispararse, solo lo separó para escudriñarlo.
Tras apartarse un poco y aferrarle la cara para poder mirarlo, comprobó que tenía los ojos rojos y las mejillas húmedas  por las lágrimas que besó y absorbió una a una. Llevaba un apósito cuadrado sobre la ceja izquierda.

Guillermo tragó saliva con los ojos clavados en el apósito.
__ ¿Estás…?
__Estoy bien __lo interrumpió Pedro aferrándole los codos__. Solo es un rasguño. Me golpeé la cabeza pero estoy bien.

Aunque hablaba en un hilo de voz sus ojos parecían lúcidos. Guillermo suspiró aliviado y volvió a estrecharlo entre sus brazos.
__Gracias a Dios.
No estaba herido pero estaba solo. Volvió de golpe a  la realidad y el miedo le retorció las entrañas.

__ ¿Dónde está Malena?
Vio que a Pedro se le llenaban los ojos de lágrimas.
__Le están haciendo radiografías. Guille le dije que se pasara al asiento trasero porque pensé que allí estaría más segura.
Guillermo respiró hondo en un intento por calmarse. Las radiografías eran solo un chequeo habitual. Las resonancias y tomografías se indicaban cuando había algo grave.

__Hiciste lo correcto mi amor. Cuéntame qué pasó.
__ ¿Y Bruno y mi familia?
__En casa, solo Fabián lo sabe, fue a estacionar.
__Los frenos no funcionaron Guille, no fue un accidente. No me di cuenta hasta que llegamos a la carretera de la costa. Quería recoger unas cuantas cosas de casa. No… no pensé que pudiera ocurrirnos algo.
__No pasa nada. Gracias a Dios que están bien los dos. __Lo abrazó de nuevo con fuerza inspirando su dulce perfume__. De haberlos perdido me habría vuelto loco esta vez. __Traes el desorden a mis ideas, las vuelves irracionales, de pronto luchar por algo titulado de imposible se vuelve mi obsesión si como estandarte llevo tu nombre, por la necesidad de tu amor me obligas a repetirme mil veces no renunciaré a ti, no me permitiré olvidarte y de alguna manera haré  en tu pecho mi latir.
Este caos que tu amor me provoca le trae orden a mis sentidos, se acelera mi pulso al pensarte, mis ansias aumentan al necesitarte, todas las fuerzas de mi amor están puestas en llegar a tenerte entre mis brazos para amarte… no hay lógica en esta paradoja del destino que no evitará  esta unión de nuestras almas en este gran amor.
Me visto a diario de cordura, mientras de amor estallo por dentro en locura por ti, me enloquece tu mirada que nutre de luz la mía, enloquezco por tus labios donde irremediablemente llevaré  a morir los besos que en mi boca nacen para ti, enloquecen mis manos, enloquece todo mi cuerpo por sembrar mis caricias por el terciopelo de tu piel.
Locura total me invade… ahora este estado de demencia amorosa tiene en ti la causa pues me enamoraste mas allá de la carne, inundaste con tu amor mi alma… está en ti el tratamiento a esta locura, que me mediques con tus besos y caricias, que entre tus brazos encuentre la contención a este irremediable loco amor… arrastraré este bendito mal por el resto de mis días ya que jamás querré la cura a este amor por ti. Te amo Pedro.

Cuando la policía llamó para informar del accidente se me paró el corazón. Perderles era impensable.
__Guille… tu coche __dijo Pedro contra su pecho.

__ ¿Crees que me preocupa el dichoso coche? Es lo último que se me ha pasado por la cabeza.
__Me alegro __susurró Pedro, sin apartarse de él__. Porque creo que quedó inutilizado.

Estaba bromeando. ¡Por Dios! Él había estado a punto de sufrir un infarto por la idea de perderlo de nuevo y Pedro se ponía a bromear.
Lo estrechó con fuerza mientras lo acunaba sin cesar. Intentó tranquilizarse a fin de que el corazón recuperase su latido normal.

__Mantenerte encerrado en la casa  es una opción que me gusta cada vez más.
__ ¿No crees que esto haya sido un accidente? __le preguntó Pedro en voz baja.

Guillermo no quería que se preocupara más de la cuenta. De modo que desterró el miedo, se alejó un poco de él y le apartó un rizo húmedo de la cara.
__Creo que ha sido un fallo mecánico. No debería haberme dejado convencer por Ana.

La puerta que había tras ellos se abrió y ambos se volvieron para ver cómo una enfermera sacaba a Malena en la camilla.
Guillermo soltó a  Pedro y se acercó a un lado de la camilla, Malena tenía varios moratones en la cara, llevaba un brazo envuelto en varias toallas y su cuerpecito parecía exhausto.

__Papá…
__Hola cielo. __Le pasó una mano por los rizos controlando el pánico que sentía al verla tan magullada.

Malena cerró los ojos.
__Me duele la cabeza.
__No me extraña en absoluto. __Miró a la doctora y contuvo el aliento.

__El brazo está roto __dijo ella al tiempo que levantaba la radiografía__. Tiene una pequeña fisura en una costilla y se ha llevado un buen golpe en la cabeza. Pero creo que se recuperará estupendamente.

__Gracias _ susurró Guillermo. El alivio lo invadió. Con una temblorosa mano, le acarició el pelo a Malena__. ¿Crees que te vas a librar de lavar los platos?

La vio esbozar una sonrisa pero no llegó a abrir los ojos.
__Me van a poner escayola, no creo que me dejes mojarla.
_Ni hablar _dijo la doctora__. Señorita tendrá que guardar reposo.

Guillermo tomó la mano sana de su hija y se la llevó a los labios para besarle los dedos.
__Nos has dado un susto de muerte.
__Yo también me he asustado __murmuró ella al tiempo que abría los ojos__. Papi maneja que te haces pis, es el mejor.

Guillermo sintió que se le contraía el pecho al mirar a las profundidades de esos ojos verdes tan parecidos a los de su papi. La esperanza lo invadió tras escuchar el halago.

__ ¿Ah, sí?
Malena asintió con la cabeza.
__Es el mejor. ¿Dónde está?
__Aquí mismo _contestó Pedro que se encontraba detrás de él.        

Guillermo se apartó para hacerle sitio. Sin soltarlo a él de la mano, Malena la extendió para tomar la de Pedro. Un gesto que los unió a los tres.
La calidez de su contacto se extendió por los dedos de Guillermo. Se percató de las emociones que  cruzaban por la cara de Pedro mientras contemplaba a su hija y sus manos unidas. Eso era lo que quería. Durante el resto de su vida. Su familia.

La opresión del pecho se tornó casi insoportable. Debía contarle a Pedro lo que sospechaba sobre su desaparición. Si él llegaba a descubrirlo antes de que tuviera oportunidad de contárselo no sabía muy bien cómo reaccionaría.
Cerró los ojos mientras estrechaba las manos de su esposo y de su hija. Unos días más. Si para entonces no recibía noticias de su detective privado se lo diría.
Sin embargo fuera cual fuera el resultado de sus indagaciones debía mantenerlos a salvo. Aunque no comprendía por qué se le había concedido otra oportunidad. Y no pensaba desaprovecharla.

__

Tengo ganas de sentir el equilibrio de tu cuerpo y explorarlo parte a parte con el alma y el tacto de mis besos. Soy como el perro  que te sigue y olfatea caballo en celo, hombre semental y centauro
que te quiere montar  hasta que el instinto quiera.
Con mis labios erizar tus colinas amorosas y amamantar con mi boca los pezones de tus rosas y cimbrarlos de emoción hasta que llenos de pasión engalanen la flor  jugosa de mi deseo.
Ceñir tu espalda a mis manos como losa de alfarero, la cintura y tu cadera  como si de barro fueran  y dibujarte caricias, sensaciones y deseos. Y caer naufragando  en el arco de tus muslos. En la fuente del deseo como el colibrí a la flor o la abeja al néctar titilando la lujuria de mi lengua en el bulbo de tus piernas,  sumergirme en tus adentros entre montes gemelos.
Después mirarte a la cara a tus ojos misteriosos, al color de tu mirada, a la boca que me ama  y extasiarme en la lengua  que me embriaga. Fundirme al lamento y al sollozo, al eco rumoroso y al jadeo altisonante en los zumbidos del aire. A tu respirar profundo y profano,  a tus muslos de nata
a la miel de albahaca de tu organismo prodigioso. Y al trotar profuso por los caminos del alma, al sudor de nuestros cuerpos y al  túnel amoroso penetrado victorioso hasta el fondo de la entraña.
En un cabalgar fogoso hundirme dentro de tu cuerpo, juntar carne con carne, sentimiento con sentimiento aleándome al suspiro profundo al latido de tu cuerpo y los efluvios fantasmagóricos.
De mi cadencia y tu armonía a mis quebrantos y tus requiebros, armoniosa armonía en el amor de nuestros cuerpos. Y que de soles  a mí nadie me hable, que ya tengo un historial. Cuántas noches he terminado asimilando que estar contigo y desnudos me gusta demasiado.
Cuántas veces el sol  entrando a hurtadillas por la ventana nos ha sorprendido,  despojados, el corazón muy encendido haciéndonos el amor como dos desquiciados. Cuántas veces te esperé sin luna. Cuántas veces desperté sin tu aroma. Sin el sol entrando por la ventana.
Cuántas veces te voy amando a solas, mirando tu retrato. Soñando que no me dueles... Que el dolor no muerde.
Ah, si ahora tus labios me rescataran de esta inmensidad cruel y tirana,  tu boca que despertaba madrugadas…  tu cintura dulce y despiadada con que me atabas a la cama, tus claros ojos: mis ciudades. Y pasan las lunas. Se enciende y se apaga el cielo. Y caigo esta noche de bruces sobre la nieve. Y pasan las horas, los días, los meses... y pasan los siglos... Y yo, fiel a tu recuerdo, y desmedidamente te sigo amando. Como desde aquel trece que te llevaste abril en tus manos  y mi fiebre en tu regazo, te llevaste el bullicio de mis calles te llevaste por siempre y para siempre aquellos días soleados.
__Guille ya pasó estoy aquí, no me perderás no volveré a irme.
__Cuánta poesía no escribí por ti, eran versos y escritos, eran sentimientos, eran letras con sentido, tú eras mi inspiración, en cada letra describía el amor que te tenía; sin embargo, sabía que no las leerías, que lo que yo te daba solo eran fantasías, equivocado nuevamente en dar mi corazón al mejor postor.
Cartas me fueron devueltas tal como las plasmé, con tinta de mi sangre, sabía que había perdido tu amor, llanto a gritos, grité tu nombre y fuiste mi perdición, desangrando mi alma y me pregunté por qué a mí, si yo lo adoraba, si yo le regalé todo mi sentir, enloquecí por sus besos, por su piel, por su esencia tan masculina, porque  para mí, él  era mi vida entera. Vos eras todo para mí, mi vida  y mi todo y si morías yo moría con vos…  pero luego me vi egoísta, supe que por los chicos vos habrías seguido adelante, y así lo hice.
Pero me dije que las noches serían un infierno, la soledad se apoderaría de mí, en la oscuridad solo imaginaré que él me acariciará, que su pasión disfrutará del deseo de poseerme, que mi cuerpo era sagrado, que mi piel lo esperaba, y que sus manos disfrutaban al acariciar toda su obra, mi figura esculpida solo por él.
Cuánto lo disfruté, eran noches de placer y lascivia, de esencias de cuerpos disfrutándose a placer, de aromas prohibidas, de besos llenos de romance y seducción, noches fundiéndose al goce de la perdición, siendo pecado nos consumíamos en el halago del erotismo, sin tabú, sin miedo al qué dirán.
Hoy ya no quedó nada, ni signos de interrogación, recuerdos que él olvidará sin pensarme, sin recordarme, él supo lo mucho que lo amé, y aun así me desprecio, sé que ya no le pertenezco, que me olvidó, más no puedo hacer, sé que volveré a renacer, sé que floreceré de nuevo, mas me duele el corazón por perder su amor...
__Guille…
__Es que fue así cada vez, fue así Pedro y esta vez no habría resistido ni por ellos ni por los chicos.


__Señor mío su voz me trastorna, me turba y vibra mi piel, con tan solo escucharlo, susúrreme mil te amo, que en sus brazos seré la locura y quiero perder la cordura, su nombre es mi delirio, mi idilio de amor, entre su cuerpo y su piel que quiero amarlo, embriagarme de su seducción.
Señor mío complázcame esta noche, quiero su pasión, usted es un fantástico seductor de mis fantasías, dueño de mi esencia, horas tan ansiadas en que busco su aroma, yo soy su perdición, en usted me vuelvo magia, sus manos detallan cada parte de mi ser, soy su perfecta obra de arte, usted me esculpe bien.
Señor mío sé que yo soy su inspiración, yo ya no soy secreto para usted, lo beso y caigo en sus redes, sus labios y su boca siempre se me antojan, a usted le quiero tatuar mi nombre como si fuera mi pergamino donde le perpetuaré mis  caricias porque lo adoro.
Señor mío se ha convertido en mi adicción, usted es mi droga perfecta, sabe de mis sentimientos, de mi pasión por usted, quiero su calor en mi piel, hasta caer el amanecer, bébame, porque amarlo es una bendición, añoro su mirada, los besos exquisitos, su piel en mi piel, sus caricias hasta dormir con usted, soñando bonito, acariciando su sueño, siendo yo su insomnio.
Como tecla en los dedos de tu mano, mueves el piano de mis sentimientos corazón adentro y como dulce sinfonía, interpretas las notas de mi enamorada ilusión.  Así con las vibras de tu piel y tus labios de miel, narras el verbo de ese beso travieso y juegas con la mirada de tu sol en el sol de mi promesa fiel. Como rosa perfumada caminas por mi alborada con tu reír cantante y te adueñas de mí con toda tu seducción.
Mañanas frías tan solo  nosotros para darnos calor, calor del bueno, del rico,  ese calor que te invade y  que te hacer sudar,  que te transporta a una isla  de arenas cálidas, blanca,  esa playa de aguas azules las  que todos imaginamos cuando  soñamos con el paraíso...
El frío y tu cuerpo para quitarlo, nuestros cuerpos frotándose  yaciendo sobre un lecho,  tú y yo abrazados, acariciándonos... Dos cuerpos buscando  nuestros puntos débiles,  besándote el cuello,  bajando por tus  pezones,  deslizándome hasta tu vientre,  buscando los placeres
de esos montes entre bosques, buscando la forma de entrar  en ese calor intenso,  ese calor que derrite el hielo,  un calor excitante en cada poro de tu piel,  en cada rincón de tu cuerpo...
Tan solo con la música de  nuestros jadeos y gemidos, con nuestra respiración entrecortada,  pausada, arrítmica, buscando el placer,  buscando esa sensación que nos eleva y  nos transporta al paraíso... Cuerpos que desprenden adrenalina,  buscando el placer,  me encanta esa sensación en las mañanas,  cierto que me da lo mismo cualquier hora del día, pero en estas mañanas frías se disfruta mucho más te amo.
Ahora dime ¿cómo podré alejarme de ti? Si estoy atado a este sentimiento que es ingente, si te amo sin más razón,  que amarte y entregarte  mi fiel cariño.
__He conocido las noches vacías,  gracias a ti, vida mía, como un triste náufrago que a la deriva está en el mar. El calor de tus besos he añorado,  y tu voz que intimida mi alma, todo tu ser…   cuánto tiempo perdido hay cuando no estás junto a mí.
Por eso solo aquí  donde mi corazón se halla,  se atreve a mostrarse como es, he de confesar
que eres más de lo que esperaba, un sentimiento original  del cual no puedo arrepentirme, porque eres mi vida y mi pasión, eres luz de mi corazón enamorado. Jamás imaginé que el amor podría flecharme así, pero tampoco  me arrepiento de este amor... Y te amo. Porque vivirás en mí, y yo respiro de ti y de tu aliento, que hoy no está ausente,  de tus caricias calientes,  y de este te quiero sin final. Sé que tal vez, me haya quedado solo,  con esta añoranza de amor por años pero cómo se aferra el alma al sentir que aflora al solo oír el te amo,  tan solo, con el milagro de que me digas: “Te amo.”


“Perfilar personas es un trabajo que de a poco se convierte en parte de tu vida diaria y si no le pones coto a la mente, se transforma en tu pensamiento diario apenas conoces a alguien. Creo que es un poco de talento innato, esas cosas que uno desarrolla en la tierna infancia pero mucho tiene de aprendizaje, de prueba y error, de aprender a ver lo que no se muestra, lo que se insinúa.
Mirando un monitor, las personas son fácilmente catalogadas debido a sus gestos y forma de desenvolverse en el medio en que se encuentran. La mente les dice que los están observando, que están bajo escrutinio, y sin embargo cometen errores básicos que nosotros tratamos de detectar.
Por cierto, así como hay perfiladores, hay también profesionales en crear perfiles ficticios y eso sí que no es tan sencillo de leer. Mi premisa en este trabajo es no confiar  en nadie  ni en nada. Así detecté cosas indebidas en personas que nadie sospecharía que no eran lo que parecían. Es el juego del gato y el ratón a niveles sinápticos, vos pasas y yo escaneo lo que dices  ser.
¿Que si me he equivocado alguna vez? ¡Cientos!, juicios erráticos, también soy humano y como tal, a veces mis sentimientos nublan mi razonamiento, pero siempre saco rédito de los errores.
Las personas durante el desarrollo de su vida van sumando ladrillos al muro que construyen con afán, tratando de proteger el corazón, de no sufrir, de no ser decepcionados, estafados en sus emociones. Lo que pocos se dan cuenta es que están en realidad decidiendo entre sufrir o no, todo de una vez o en dosis pequeñas, todos los malditos días que se mantengan tras la muralla de aparente seguridad que construyeron a su medida y que muestran con orgullo en público y que sufren cuando se ven al espejo en la intimidad del baño de su casa. Porque si hay un lugar en la vida en donde uno realmente es lo que es, es en el baño. Ahí todo, generalmente los más bajos sentimientos salen a la luz y hasta algunas veces nos da asco o vergüenza mirarlos frente a frente.
¿Muralla igual protección? Yo diría que muralla igual a sufrimiento en cuotas. Muchos dicen…  “No quiero sufrir” y sufren en soledad por no exponerse al sufrimiento que igual padecen en su ficticia seguridad, qué ironía.
A Pedro  lo conocí así, como a todos, cuando pasó frente a mis ojos y no es que no hubiese estado ya frente a ellos, sino que le presté atención y como perfilador que soy lo leí al instante y lo leo. Lo observo a la distancia, de costado y de frente, furtivamente, con el sigilo necesario para que no se espante y suba aún más la estatura del muro que lleva años edificando y que de algún modo es su orgullo. Seguro, pasea por sus patios del no sufrimiento adquirido, por la mezcla de inseguridad y desazón, mojado, regados con experiencias dolorosas que templan los ladrillos que colocas con suavidad extrema de ser sutil y seguro. Lo de seguro es solo en lo que se refiere a consolidar el muro, lo de afuera lo aterra y lo golpea, dejándolo perplejo y somnoliento. “Si duermo no sufro” se dice a sí mismo y se conforma con el sufrimiento en cuotas, el tolerable.

Yo veo también al otro, un  hombre con todas las letras: Inteligente,  valiente como hoy, sexy, deseoso de que sus fuentes irrumpan con fuerzas sobre las rocas del amor real, del descanso en el compañero del alma, del que lo  mira y entiende, del que le regala paz acariciando sus cabellos y otras partes. Es la flor que espera que mengue el viento seco para levantarse presuntuoso  en la seguridad del fuego que hay en sus venas y que espera y espera. No, no quiere que rompan su muro, él  mismo pretende hacerlo añicos, de terminar con eso de una vez, pero no puede solo. Cada tanto asoma su bella nariz y espía, busca en la multitud al que lo viene a liberar. “Si tan solo quitara uno”, desea con fuerza descomunal y espera otra vez.

Yo estoy ahí y acecho, el perfil ya está y concuerda con lo que soy, pero todos necesitamos más, algo, saber, cierta seguridad. Esperaré el viento favorable, el tiempo mejor. Por el  gran amor uno debe saber esperar”.

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Pedro pasó página, señaló el párrafo con el bolígrafo y apoyó la  barbilla en una mano. Estaba sentado en el suelo con las piernas estiradas. Tras doblar las rodillas colocó un codo sobre una pierna y siguió leyendo.
Malena que estaba acostada en el sofá detrás de él se removió.

__ ¿Qué estás leyendo? __le preguntó.

__Un artículo para el trabajo _ contestó Pedro al tiempo que se subía las gafas por la nariz __. Como tu padre no me deja salir, trabajo en casa.

__ ¿Cómo se llama papi?

La curiosidad de su hijita tan pequeña hizo que levantara la cabeza. Los moratones que tenía en la cara ya lucían de tono amarillento pero aún estaba dolorida por el accidente.
En ese momento se encontraba en el sofá leyendo. El hecho de que quisiera estar en la misma casa y habitación que él le arrancó una sonrisa.

__Investigación de los microseísmos  en las fracturas tectónicas y sus aplicaciones en la ingeniería petrolera y geológica. __Pedro enarcó las cejas y contuvo una sonrisa. Era imposible que a Malena le interesara el tema.

__Del petróleo sale la gasolina ¿verdad?
__Ajá.
__Al tío seguro que le gusta ese artículo.
Pedro sonrió.
__El tío hizo que me gustara a mí leer de esto seguramente.
Malena se incorporó en el sofá.
__ ¿Necesitas algo? __le preguntó Pedro que se levantó para ayudarla.     

__No. Es que quiero enseñarte una cosa.
Pedro suspiró y dejó los papeles en el suelo. Tras quitarse las gafas se dispuso a esperar. Malena había decidido quedarse ese día con él en la casa en vez de salir de compras con las abuelas o de ir a un partido de Fútbol con Bruno y los abuelos.
Guillermo estaría en el estudio durante horas. De modo que estabas solos.
Y de hecho  eso hizo que se removiera inquieto en el suelo.
Posiblemente estuviera cometiendo un error absurdo al albergar la esperanza de que Malena y él por fin hubieran encontrado algo en común. Sin embargo era lo que más deseaba que sucediera.
Malena volvió con una revista en la mano.

__ ¿Qué es esto? __le preguntó.

__La página quince.  “Cadena volcánica Cascadia.”__Malena volvió a sentarse con movimientos lentos y se colocó el brazo escayolado, la escayola era de un rosa intenso, en el regazo. Al ver que Pedro enarcaba una ceja la niña se encogió de hombros__. La cadena volcánica de Cascadia es el elemento geológico más importante de la placa tectónica de Juan de Fuca.

__Eso no lo enseñan a tu edad en el colegio ¿cómo lo sabes? __La confusión de Pedro acabó convirtiéndose en asombro por el hecho de que Malena hubiera recordado ese nombre.

__Lo he leído.
__ ¿En serio?
__Ajá.
__Tu tío no debería darte a leer cosas tan complejas.
__No lo ha hecho por eso. Solo le pedí  leerlo porque lo ha escrito mi padre.
__ ¿Yo?
__Ajá.
Pedro tragó saliva mientras miraba la revista que tenía en la mano. En la página quince había un artículo firmado por Pedro Beggio.

__Papá dice que se le quedó grabado ese nombre mientras lo escribías.
__ ¿Ah sí? __Pedro sentía el escozor de las lágrimas en los ojos. ¿De verdad había escrito él ese artículo?__. Ojalá pudiera recordarlo.

Malena guardó silencio. Y después dijo.
__Yo  no puedo saber nada papi pero Fabián y papá me fueron contando todo y eso sí lo recuerdo.
__ ¿Como por ejemplo?
__Como que antes de volver a irte te gustaba llevarme a tu despacho en la universidad de derecho y que me dejabas jugar con tus cosas. Y también obligabas a papá a ir contigo de excursiones a la montaña si iba el tío o a la playa solos. Y a él no le gustaba nada porque odia las dos cosas.

Pedro se echó a reír y miró de nuevo la revista. Malena la había guardado durante todo ese tiempo. Había memorizado las palabras aun cuando no las entendiera. Y acababa de compartirla con él. Las emociones lo abrumaron. Cuánto amaba a esa parte de él y de Guillermo a esa criatura por tanto tiempo ausente de su vida, a esa hermanita gemela de Bruno que estaba a una Cordillera de distancia de su existencia sin memoria.
__Tu padre es un chico de ciudad ¿verdad?
__En el rostro angelical de la niña apareció una deslumbrante sonrisa.
__Eso es lo que le dice el tío Agustín. __La sonrisa se esfumó__. A lo mejor algún día podemos ir de excursión como hacíamos antes. Te cuento que papá odia el campo las vacas, la alfalfa pero también el sol, la playa, las ojotas, o sea todo…  pero contigo aceptaría.

La esperanza creció en el alma de Pedro. Ansiaba cerrar la brecha que lo separaba de su hija pero no quería hacer algo que lo apartara de ella. Ese era el primer paso. Un paso gigantesco. Así que en vez de abrazarla como ansiaba hacer le dio un apretón en el tobillo.
__Me encantaría hacerlo.

Alguien llamó al timbre y Malena levantó la cabeza.
Pedro se puso de pie.
__Mi reina usted se queda en el sofá. Yo abro.
Al otro lado de la puerta había dos hombres muy trajeados.
__ ¿En qué puedo ayudarlos? __les preguntó.

El más alto de los dos se sacó una tarjeta del bolsillo interior de la chaqueta.
__Señor soy el detective Malvárez. Este es mi ayudante. Del Departamento de policía de la Ciudad. ¿Es usted el señor Graziani?
Pedro abrió la puerta del todo. El miedo le provocó un escalofrío en la espalda, luego de llevar a Malena a casa ya había declarado en la comisaría.

__En realidad mi apellido es… Guerrico.
El detective lo miró con los ojos entornados.
__Beggio le he visto en el periódico.
__Exacto _ comentó el compañero al reconocerlo también__. La conferencia de prensa. Es el hombre que no recuerda su pasado.

Pedro/Gastón dudaba mucho de que hubieran ido a casa de Guillermo para hablar sobre la foto del periódico.
__ ¿En qué puedo ayudarlos?
El detective sonrió.
__Tenemos que hacerle unas cuantas preguntas sobre el accidente de tráfico en el que se vio involucrado el otro día.
El accidente. Por supuesto. Qué ridículo por su parte ponerse tan nervioso y tan pronto a la defensiva. Se apartó y les hizo un gesto para invitarlos a pasar.
__ ¿Por qué no entran?
Los pasos de los policías resonaron sobre el parquet mientras lo seguían hasta el salón. Malena se sentó en el sofá.
__Detectives esta es mi hija Malena, estos caballeros van a hacernos unas preguntas sobre el accidente.
Los hombres se acercaron al sofá.
__Bonita escayola _dijo Malvárez__. Cuando era pequeño no las había de colores. ¿Tienes muchas firmas?

Malena se encogió de hombros.
__Algunas no muchas aún _contestó.

__Te apuesto lo que quieras a que las tendrás llena de firmas dentro de nada. __El policía examinó las magulladuras de su cara__. Parece que diste unos cuantos tumbos. ¿Cómo te encuentras?

__Bien.
El ayudante abrió un cuaderno de notas.
__Señor Beggio o Guerrico ¿podría decirnos dónde estuvo el día del accidente por la mañana?
__Pasé aquí toda la mañana.  Guillermo Graziani, Malena y yo fuimos después al centro de la ciudad. Él se fue a trabajar y nosotros nos fuimos de compras andando.
__ ¿Cuánto tiempo estuvo alejado del vehículo? __preguntó el detective mientras anotaba algo.

__No estoy seguro. Tal vez unas horas.
__ ¿El doctor Graziani tomó el coche después que lo dejaran en el aparcamiento?
__No creo.
El detective siguió tomando notas.
__ ¿Sabía él que iba usted a conducir el coche ese día?
__Sí. Sabía que tenía que llevar a Malena a su entrenamiento y que luego iría a recogerla cuando acabara.
__Entonces ¿sabía que usted estaría solo en el coche?
Pedro entornó los ojos.
__Sí. ¿De qué va todo esto detective?
Malvárez se acercó al ayudante y sonrió.
__Solo estamos confirmando ciertos datos contradictorios. ¿Vive usted aquí, señor?
Pedro sintió un subidón de adrenalina.
__No exactamente. Está claro que me conocen por lo que ha publicado la prensa. Nos estamos tomando un tiempo para conocernos de nuevo.
__Por supuesto _replicó Malvárez__. ¿Cómo describiría usted su relación con el doctor Graziani?

__No sabía que tuviera que describirlo. __Esas preguntas tan imprecisas comenzaban a ponerlo nervioso__. ¿Qué  tiene que ver esto con el accidente?

__ ¿Sabe usted que la compañía aseguradora del señor Graziani está tratando de recuperar la cantidad que percibió su marido después de su supuesta muerte en el accidente aéreo? __le preguntó el ayudante.

Pedro sintió un nudo en el estómago.
__No. Él no lo ha mencionado.
__Seguramente no quiera preocuparlo. __Malvárez sonrió de nuevo. Por algún motivo su sonrisa hizo poco por calmar a Pedro.

__Señor… Guerrico o Beggio ¿sabe a cuánto ascendía dicha cantidad? __le preguntó el ayudante. Al ver que Pedro negaba con la cabeza enarcó una ceja__. Un millón de dólares.

Pedro abrió los ojos de par en par incapaz de disimular el asombro.
__Es muchísimo dinero. Incluso para un hombre como Guillermo Graziani. Sobre todo hace cinco años.
Pedro sintió el amargor de la bilis en la garganta. Consciente del rumbo que estaba tomando la conversación se volvió hacia su hija.
__Cielo ve a la habitación.
Malena se levantó del sofá.
__Papi…
__Pedro la instó a caminar hacia la escalera.
__No pasa nada. Yo subiré dentro de un minuto. __Esperó hasta que la vio doblar la esquina para apretar los dientes y enfrentarse a los policías__. Si están tratando de insinuar que Guillermo tuvo algo que ver con lo del accidente…

__El conducto del líquido de frenos estaba perforado __le informó el policía.

__ ¿Cómo?
__Tenía tres agujeros. Demasiado alejados entre sí como para que los produjera una piedra. Esta mañana hemos acabado las pericias al sacar el coche del agua. Tuvimos mucha suerte. Si se hubieran caído al océano en otro punto del trazado de la carretera se habrían ahogado antes de que llegaran para ayudarlos.
Pedro se sentó en el brazo del sofá. Alguien había manipulado los frenos. Alguien había tratado de hacerle daño de forma intencionada pero no era novedad, ¿acaso no estaba rodeado en un círculo en una lista de muertos?
¿Y de hacerle daño a Malena en el proceso?
__El líquido de frenos tardó bastante en agotarse de ahí que en un primer momento usted no lo notara _añadió Malvárez__. El responsable lo sabía.

__Señor Beggio _terció el ayudante__. ¿Condujo usted el coche de Graziani ese día por la mañana?

Pedro tenía la cabeza hecha un lío de pensamientos confusos.
__No.
__ ¿Lo hizo él?
__Mmmm… __ ¿Por qué le costaba trabajo pensar con claridad? El martes… El lunes durmió en casa de Guillermo. En la habitación de invitados. Al día siguiente salieron en busca de Nancy. Después le hicieron la TAC. Cuando acabaron fueron a su casa de la playa e hicieron el amor. Tragó saliva__. Sí. Creo que el martes por la mañana salió y estuvo una hora en su oficina.

__ ¿Fue solo?
__Creo que sí. No lo sé.
Los detectives intercambiaron una mirada.
__ ¿Conoce a esta mujer? __le preguntó el policía que le tendió la foto.
Pedro observó la imagen y negó con la cabeza.
__No. ¿Debería conocerla?
__Se llama Nancy Kelly. La encontraron muerta ayer.
Pedro alzó la vista al instante.
__Un Toyota negro idéntico al que hemos sacado de la bahía fue visto frente a la casa de esta mujer el lunes por la mañana sobre las nueve la hora estimada de muerte.
No. Esa información no era correcta. No habían salido tan temprano. Era imposible que llegaran a casa de Nancy antes de mediodía. Tragó saliva sin saber muy bien qué decir, ya que no quería darles demasiada información.
__Deben de estar equivocados.
El policía joven le entregó otra foto.
__ ¿A este hombre lo conoce?
Pedro abrió los ojos de par en par al ver la fotografía de Camila vestida de hombre. Sus ojos lo miraban desde la imagen, era como la que Guillermo le mostró en su computadora con el nombre de fantasía que ella usaba como investigadora. El miedo le provocó un nudo en la garganta.
__Sí pero no es un hombre, es Camila…  mi ex mujer, solo que se  convierte en ese hombre  en ciertas ocasiones.
¿Por qué?
__ ¿Camila Moravia no falleció en un accidente aéreo?
__En efecto hace poco, sí.
__Este hombre era socio pasivo de Gray Pharmaceutical una empresa canadiense que el grupo empresario del señor Graziani adquirió hace poco_ contestó el policía con frialdad__. La semana pasada sacamos su cadáver de la bahía.

__ ¿Cómo?

CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO.
ESCENAS EXPLÍCITAS.


10 comentarios:

  1. Eli Chaves ! Qué hermoso ! Tierno, fresco, manantial de amor...
    De verdad penetra el alma con dulzura y suavidad.

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  2. Susana Deseos románticos y muy dulcemente expresados.

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  3. Cecilia Me fascinó ,me inmoló.!!!
    !! Felicitaciones!!!!

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  4. Sí que se complicó Eve...Habrá que esperar a que todo se aclare...Pero Pedro jamás va a pensar mal de Guillermo, sabe cuánto lo ama y a su hija, daría su vida por ellos...

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  5. Veronica Lorena Piccinino Como?.... Eve Monica Marzetti por Dios. Ahora que estaba todo encaminado me haces quedar a Graziani como sospechoso de asesinato y Camila como hombre muerta y encima socia de Guillermo en u a empresa extranjera?....se van a separar de nuevo?... no hagas eso por Dios
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