NO SOY YO
CAPÍTULO VEINTINUEVE.
La carretera giraba hacia la izquierda con
una curva cerrada.
A la derecha, la pared de piedra se extendía
más de diez metros antes de llegar al agua. Si intentaba tomar la curva,
volcarían. Lo tenía clarísimo. Caerían por el acantilado dando tumbos y
probablemente morirían.
Solo dispuso de un segundo para tomar una
decisión.
__Te amo hija _ gritó __ Sujétate fuerte.
“Guille, amor, ayúdanos.”
__Malera tesoro, sujétate fuerte.
Pedro pisó el acelerador. El coche salió disparado
por encima del acantilado hacia el agua, Malena chilló de nuevo mientras volaban por el aire durante esos aterradores
momentos.
En cuanto chocaron con el agua saltó el
airbag, la cabeza de Pedro se zarandeó hacia delante y hacia atrás golpeándose
contra algo duro. El coche se balanceó en la superficie unos segundos antes de
que empezara a entrar el agua y el peso del motor comenzara a hundirlo.
El agua fría que se acumulaba en torno a sus
pies fue lo que espabiló a Pedro. Le dolía la cabeza, sintió el regusto ferroso
en la boca de la sangre. Le dolían todos los músculos del cuerpo. Se desabrochó
el cinturón a toda prisa y soltó un insulto al ver que no podía liberarse de
él.
No habían muerto. Al menos todavía no habían
muerto.
“Morir, dejar de ser, liberar el alma de un
cuerpo atado a un mundo frio... lleno de
odio. Mundo en el cual mi corazón late cada vez más fuerte al mirar esos ojos
que transforman mi vida.
Cómo quisiera ser parte de tu vida y no sentir la agonía de morir cada vez que no te tengo cerca, quiero perderme en esa mirada cálida y a la vez fría que solo toma una parte de mi alma para luego dejarla ir, en el más oscuro fondo del inferno, si la muerte fuera clara me daría un suspiro o haría un pacto con ella para no sentir tanto amor por ti, prefiero morir que sentir lo que siento. Si pudieras verte a través de mis ojos te darías cuenta del gran amor que te tengo.
Hoy morir no sería una opción si no, un milagro por que moriría por tu amor una y mil veces más”.
Cómo quisiera ser parte de tu vida y no sentir la agonía de morir cada vez que no te tengo cerca, quiero perderme en esa mirada cálida y a la vez fría que solo toma una parte de mi alma para luego dejarla ir, en el más oscuro fondo del inferno, si la muerte fuera clara me daría un suspiro o haría un pacto con ella para no sentir tanto amor por ti, prefiero morir que sentir lo que siento. Si pudieras verte a través de mis ojos te darías cuenta del gran amor que te tengo.
Hoy morir no sería una opción si no, un milagro por que moriría por tu amor una y mil veces más”.
__! Malena! __gritó al tiempo que intentaba
librarse del aturdimiento. Se pasó al asiento trasero donde vio que Malena
tenía la cabeza apoyada contra el cristal de las ventanillas, los ojos cerrados __. No, no, no…
Su hija movió la cabeza y abrió los ojos
despacio.
__ ¿Qué… qué ha pasado?
__! Gracias a Dios! __exclamó Pedro__.
Vamos, tenemos que salir de aquí.
Pedro empujó la puerta trasera e intentó
bajar los cristales. No funcionó. Regresó al asiento delantero mientras el agua
seguía entrando y descubrió que tampoco podía abrir las ventanillas.
__No se abren. ¡Papi no se abren! _chilló
Malena.
Pedro intentó romper de una patada la luna
delantera golpeándola en una esquina, pero tampoco consiguió nada.
La oscuridad amenazó con tragárselo. Sacudió
la cabeza. Parpadeó y se esforzó por mantenerse consciente, le costaba trabajo pensar con claridad y
enfocar la vista. Todo parecía borroso a su alrededor.
__Vale Malenita tranquilízate y escucha lo
que voy a decirte. __Aferró a Malena por los hombros mientras el agua helada
les llegaba hasta el abdomen__. Escúchame. Tenemos que esperar a que el agua
llene por completo el interior del coche. Una vez que esto suceda, la presión
se igualará con la del exterior. Ahora mismo no podemos abrir las puertas
porque la presión exterior es mayor pero cuando el coche esté lleno de agua, se
abrirán.
__! No, no, se abrirán! _gritó Malena,
protegiéndose un brazo contra el abdomen__. ¡Vamos a ahogarnos!
__Escúchame hijita. Las puertas se abrirán.
Confía en mí. No te dejes llevar por el pánico cielo.
__Tengo miedo _susurró la niña cogiéndolo de
la mano.
__Lo sé mi amor. Pero no pasa nada confía en
papi. No vamos a morir aquí, ¿me oyes?
Malena asintió con la cabeza mientras el agua
seguía subiendo.
_Vamos a lograrlo. Tú piensa en cosas bonitas
¿vale? Piensa en papá, en Bruno, en el tío y en lo que quieres hacer mañana.
__Se le nubló la vista y sacudió la cabeza para despejarse.
Tenía que mantenerse consciente. Tenía que
conservar la lucidez.
Cuando el agua les llegó al cuello, Malena le
apretó la mano con fuerza y Pedro logró
subirla a sus hombros.
-Un poquito más cielo __murmuró Pedro al
tiempo que alzaba la barbilla. Tomó una bocanada de aire e hizo un gesto a
Malena para que lo imitara e intentó abrir la puerta de nuevo.
Al ver que no lo lograba se le cayó el alma a
los pies.
El miedo le atenazó el corazón sintió una
piedra en el estómago, el pánico con sus fríos tentáculos empezaba a dominarlo.
“No te dejes llevar por el pánico. Inténtalo
otra vez.”
En esta ocasión, empujó la puerta con la espalda,
tras un buen empujón logró abrir la puerta del conductor. Agarró la mano de
Malena y la sacó del coche instándola a nadar hacia la luz que brillaba en la
superficie. Él mismo se impulsó con los pies usando todas sus fuerzas.
Llegaron juntos a la superficie jadeando en
busca del aire. Pedro comenzó a patalear con fuerza mientras aferraba a Malena
por los hombros y examinaba su cara para ver si estaba en estado de shock.
__Estás bien __le dijo__. Estamos bien.
Patalea hijita.
Su hija escupió agua e intentó respirar
hondo.
__ ¿Sabes nadar? __le preguntó Pedro.
Ella asintió con la cabeza si bien fue un
gesto tembloroso e intentó mantenerse a flote mientras Pedro se hundió para al
elevarse montarla en su espalda, al ver que tenía dificultades le rodeó la
cintura con un brazo, y se manejó con el otro y las piernas. En la orilla las
olas rompían con suavidad lamiendo la arena. Al otro lado estallaban contra las rocas. Pedro se
encontraba al límite de sus fuerzas cuando logró sacar a Malena del agua.
A lo lejos se escuchaban las sirenas. Se dejó
caer jadeando de rodillas en la arena junto a su hija y tomó una honda bocanada
de aire. Estaba chorreando agua y la sal escocía los ojos y la piel no paraba
de tiritar pero solo podía pensar en su hija.
Malena yacía de espaldas en la arena con los
ojos cerrados. Su pecho subía y bajaba, esforzándose por respirar mientras se
protegía un brazo con el otro.
__Aguanta cielo. Estoy aquí contigo.
El alivio lo inundó cuando escuchó voces
procedentes de la carretera sobre sus cabezas.
La ayuda había llegado.
En ese momento la mano de Malena se quedó
lacia y se le escurrió de entre los dedos.
Al mirar comprobó que su hija no se movía.
“Al
cerrar mis ojos, tú eres lo primero que resalta en mi mente, alborotando mis
sentimientos del ayer, llenos de alegría y añoranza, sin perder tu esencia del
calor de tu cuerpo junto al mío, el viento suave que me abraza, haciéndome
sentir tu presencia, el cantar de las gaviotas son tus susurros que embriagan
mi ser, que me alegran alentando mi alma.
El
aire fresco de la tarde huele a ti, la brisa cálida de la noche son tus besos,
los rayos del sol que pegan en mi desnudo cuerpo, es el calor pasional que hubo
entre los dos, que aún se hace sentir en mi piel, todo huele y sabe a ti, has
invadido todo mi ser.
Extraño
todo aquello que me hiciste vivir, haciendo y deshaciendo hasta saciar nuestros
caprichos sin restricción, luego, en un abrir y cerrar de ojos todo se esfumó,
sin darnos cuenta, como si nada desvaneció entre las olas, sentí que mis
lágrimas y corazón se fundían en la
profundidad del mar, del suplicio que acongojaba mi alma, echándote de menos.
Grito
en tu nombre, expresando todo aquello que dejaste en mí, son palabras que riman con ternura y melancolía, así
sabrás todo lo que significas para mí, sé que nada es para siempre, pero esta
nota quedará eternamente archivada, de mi amor por ti con vehemencia, hoy, te
pienso mucho, el calor incita mis sentidos, en compañía de mi fiel y mejor
amiga que es la soledad, la única que me escucha.
Con
ella puedo desatarme en llanto, sin que me vaya a juzgar; ahora, solo serás una
parte de mi vida, que vives en mi alma con los más profundos sentimientos,
nunca más volveré amar así; me convertí en el portón de tu molécula de amor.
¡Dios!, siento que te amo, ¿por qué no te puedo olvidarte? No vuelvas a irte,
Pedro no vuelvas a dejarme amor mío. Malena, cuídalo.”
--Quiero
ser tu abrazo, tu momento, quiero ser ese suspiro apretándote el alma, quiero
amarte así, libremente, sin tiempos, sin límites, sin ataduras, amarte quiero
vida mía, quiero amarte con la razón o con el pecado, solo amarte quiero.
Hoy, la noche se ha desnudado de sus lunas blancas, esta noche, las estrellas emigraron al brillo de otros ojos enamorados, yo, ya nada tengo, ya nada soy sin ti en mis frías noches, solamente poseo un hilo de esperanza, porque sé que le pides al destino que de mí te hable, que amaneces enredado en mis besos, solo la nada envuelta en pétalos de rosas muertas duermen a mi espalda, pétalos que dejabas en mi ventana, y yo, enamorado los recogía en el rocío de la noche, los ponía en mi almohada, ellos, lo impregnaban todo con tu nombre.
Te amo amor, te amo. Muchos dicen que somos el producto de vidas pasadas, pero no sé realmente nada de tus anteriores vidas, más aún, tampoco sé nada de mis vidas, ni tampoco cuántas vidas aún seguiremos viviendo, pero lo que sí sé, es que ya te he tenido y amado en alguna otra vida, por eso solo deseo seguir encontrándote y amándote en cada una de nuestras próximas vidas, más lo hermoso de esta creencia, es que he muerto y vuelto a nacer… Y siempre te sigo amando.
Hoy, la noche se ha desnudado de sus lunas blancas, esta noche, las estrellas emigraron al brillo de otros ojos enamorados, yo, ya nada tengo, ya nada soy sin ti en mis frías noches, solamente poseo un hilo de esperanza, porque sé que le pides al destino que de mí te hable, que amaneces enredado en mis besos, solo la nada envuelta en pétalos de rosas muertas duermen a mi espalda, pétalos que dejabas en mi ventana, y yo, enamorado los recogía en el rocío de la noche, los ponía en mi almohada, ellos, lo impregnaban todo con tu nombre.
Te amo amor, te amo. Muchos dicen que somos el producto de vidas pasadas, pero no sé realmente nada de tus anteriores vidas, más aún, tampoco sé nada de mis vidas, ni tampoco cuántas vidas aún seguiremos viviendo, pero lo que sí sé, es que ya te he tenido y amado en alguna otra vida, por eso solo deseo seguir encontrándote y amándote en cada una de nuestras próximas vidas, más lo hermoso de esta creencia, es que he muerto y vuelto a nacer… Y siempre te sigo amando.
__Papá,
regresa __ lo alertó Fabián, hemos llegado, baja que estacionaré y te alcanzo.
Guillermo
salió disparado del coche. Las puertas automáticas de urgencias se abrieron
para darle paso a la recepción del hospital... En el mostrador de recepción
aguardaba una mujer con un bebé enfermo en brazos al que no paraba de mecer.
Tras ella se encontraba un hombre con una venda ensangrentada en una mano.
Guillermo
caminó hasta el mostrador.
__Caballero
tiene que esperar turno __le informó la recepcionista al tiempo que lo miraba
furiosa.
El
terror le atenazó el corazón.
__Mi
esposo y mi hija acaban de sufrir un accidente grave de tráfico.
La
expresión de la recepcionista se suavizó.
__
¿Su apellido?
__Graziani.
__Movió la cabeza__. Y Beggio. O Guerrico.
Los
segundos parecieron arrastrarse con una lentitud pasmosa mientras la mujer
comprobaba la base de datos del ordenador. El bebé no cesaba de llorar. Frustrado, Guillermo se pasó una mano por el pelo
dispuesto a pasar por encima del mostrador para comprobarlo él mismo aunque la
mujer anunció por fin:
--Habitación
seis. Pase por la puerta doble y…
Guillermo
se volvió y esperó a que la mujer abriera la puerta. En el aire flotaba el olor
a desinfectante, en un lateral del pasillo descansaba un carrito de emergencia.
En personal médico charlaba tras el mostrador del puesto de enfermería.
El
terror amenazó con abrumarlo mientras comprobaba frenético los números de las
puertas con el recuerdo de otras búsquedas de otras pérdidas, en busca de la
habitación número seis. Cuando por fin lo encontró la tensión se apoderó de él y se volvió para regresar al
puesto de enfermería
Una
residente que estaba apoyada en el mostrador alzó la vista.
__
¿En qué puedo ayudarlo?
__La
habitación seis está vacía. __El pánico hizo que se le quebrara la voz.
La
chica miró a la pelirroja vestida con una bata y unos pantalones azules que
estaba sentada tras el mostrador.
__
¿No lo han llevado a cirugía?
“¿Cirugía?
__pensó Guillermo__. ¡No, no, no!”
La
pelirroja comprobó el informe.
--Eso
creo, un accidente de tráfico, ¿verdad?
__
¿Dónde están?
__Mmmm.
Déjeme ver. __Ojeó varios papeles.
¡Por
el amor de Dios! ¿Acaso no veían que le iba a dar un infarto?
__Un
momento __dijo la pelirroja__. Esa es la mujer de la cinco, los de la seis
están en rayos.
--!
Santa Madre de Dios! ¿Les daban clases sobre cómo torturar a los familiares de
los pacientes o qué?
__
¿Dónde queda eso?
La
residente señaló hacia el extremo del otro pasillo.
__El
primer pasillo a la izquierda, al final y luego a la derecha. No tiene pérdida.
Antes
de que hubiera acabado de hablar ya estaba corriendo por el pasillo.
Cuando
dobló la última esquina, apenas podía respirar.
Pedro
estaba sentado en una silla del pasillo inclinado hacia delante, los codos en
las rodillas la cabeza entre las manos.
__!
Dios mío mi amor! __Guillermo lo aferró por los brazos y lo puso de pie para
poder estrecharlo en sus brazos como deseando esconderlo bajo su piel. Cuando
Pedro lo abrazó por la cintura el corazón le dio un vuelco y le golpeó el pecho
antes de dispararse, solo lo separó para escudriñarlo.
Tras
apartarse un poco y aferrarle la cara para poder mirarlo, comprobó que tenía
los ojos rojos y las mejillas húmedas
por las lágrimas que besó y absorbió una a una. Llevaba un apósito
cuadrado sobre la ceja izquierda.
Guillermo
tragó saliva con los ojos clavados en el apósito.
__
¿Estás…?
__Estoy
bien __lo interrumpió Pedro aferrándole los codos__. Solo es un rasguño. Me
golpeé la cabeza pero estoy bien.
Aunque
hablaba en un hilo de voz sus ojos parecían lúcidos. Guillermo suspiró aliviado
y volvió a estrecharlo entre sus brazos.
__Gracias
a Dios.
No
estaba herido pero estaba solo. Volvió de golpe a la realidad y el miedo le retorció las
entrañas.
__
¿Dónde está Malena?
Vio
que a Pedro se le llenaban los ojos de lágrimas.
__Le
están haciendo radiografías. Guille le dije que se pasara al asiento trasero
porque pensé que allí estaría más segura.
Guillermo
respiró hondo en un intento por calmarse. Las radiografías eran solo un chequeo
habitual. Las resonancias y tomografías se indicaban cuando había algo grave.
__Hiciste
lo correcto mi amor. Cuéntame qué pasó.
__
¿Y Bruno y mi familia?
__En
casa, solo Fabián lo sabe, fue a estacionar.
__Los
frenos no funcionaron Guille, no fue un accidente. No me di cuenta hasta que
llegamos a la carretera de la costa. Quería recoger unas cuantas cosas de casa.
No… no pensé que pudiera ocurrirnos algo.
__No
pasa nada. Gracias a Dios que están bien los dos. __Lo abrazó de nuevo con
fuerza inspirando su dulce perfume__. De haberlos perdido me habría vuelto loco
esta vez. __Traes el desorden a mis ideas, las vuelves irracionales, de pronto
luchar por algo titulado de imposible se vuelve mi obsesión si como estandarte
llevo tu nombre, por la necesidad de tu amor me obligas a repetirme mil veces
no renunciaré a ti, no me permitiré olvidarte y de alguna manera haré en tu pecho mi latir.
Este
caos que tu amor me provoca le trae orden a mis sentidos, se acelera mi pulso
al pensarte, mis ansias aumentan al necesitarte, todas las fuerzas de mi amor
están puestas en llegar a tenerte entre mis brazos para amarte… no hay lógica
en esta paradoja del destino que no evitará
esta unión de nuestras almas en este gran amor.
Me
visto a diario de cordura, mientras de amor estallo por dentro en locura por
ti, me enloquece tu mirada que nutre de luz la mía, enloquezco por tus labios
donde irremediablemente llevaré a morir
los besos que en mi boca nacen para ti, enloquecen mis manos, enloquece todo mi
cuerpo por sembrar mis caricias por el terciopelo de tu piel.
Locura
total me invade… ahora este estado de demencia amorosa tiene en ti la causa
pues me enamoraste mas allá de la carne, inundaste con tu amor mi alma… está en
ti el tratamiento a esta locura, que me mediques con tus besos y caricias, que
entre tus brazos encuentre la contención a este irremediable loco amor…
arrastraré este bendito mal por el resto de mis días ya que jamás querré la
cura a este amor por ti. Te amo Pedro.
Cuando
la policía llamó para informar del accidente se me paró el corazón. Perderles
era impensable.
__Guille…
tu coche __dijo Pedro contra su pecho.
__
¿Crees que me preocupa el dichoso coche? Es lo último que se me ha pasado por
la cabeza.
__Me
alegro __susurró Pedro, sin apartarse de él__. Porque creo que quedó
inutilizado.
Estaba
bromeando. ¡Por Dios! Él había estado a punto de sufrir un infarto por la idea
de perderlo de nuevo y Pedro se ponía a bromear.
Lo
estrechó con fuerza mientras lo acunaba sin cesar. Intentó tranquilizarse a fin
de que el corazón recuperase su latido normal.
__Mantenerte
encerrado en la casa es una opción que
me gusta cada vez más.
__
¿No crees que esto haya sido un accidente? __le preguntó Pedro en voz baja.
Guillermo
no quería que se preocupara más de la cuenta. De modo que desterró el miedo, se
alejó un poco de él y le apartó un rizo húmedo de la cara.
__Creo
que ha sido un fallo mecánico. No debería haberme dejado convencer por Ana.
La
puerta que había tras ellos se abrió y ambos se volvieron para ver cómo una
enfermera sacaba a Malena en la camilla.
Guillermo
soltó a Pedro y se acercó a un lado de
la camilla, Malena tenía varios moratones en la cara, llevaba un brazo envuelto
en varias toallas y su cuerpecito parecía exhausto.
__Papá…
__Hola
cielo. __Le pasó una mano por los rizos controlando el pánico que sentía al
verla tan magullada.
Malena
cerró los ojos.
__Me
duele la cabeza.
__No
me extraña en absoluto. __Miró a la doctora y contuvo el aliento.
__El
brazo está roto __dijo ella al tiempo que levantaba la radiografía__. Tiene una
pequeña fisura en una costilla y se ha llevado un buen golpe en la cabeza. Pero
creo que se recuperará estupendamente.
__Gracias
_ susurró Guillermo. El alivio lo invadió. Con una temblorosa mano, le acarició
el pelo a Malena__. ¿Crees que te vas a librar de lavar los platos?
La
vio esbozar una sonrisa pero no llegó a abrir los ojos.
__Me
van a poner escayola, no creo que me dejes mojarla.
_Ni
hablar _dijo la doctora__. Señorita tendrá que guardar reposo.
Guillermo
tomó la mano sana de su hija y se la llevó a los labios para besarle los dedos.
__Nos
has dado un susto de muerte.
__Yo
también me he asustado __murmuró ella al tiempo que abría los ojos__. Papi
maneja que te haces pis, es el mejor.
Guillermo
sintió que se le contraía el pecho al mirar a las profundidades de esos ojos
verdes tan parecidos a los de su papi. La esperanza lo invadió tras escuchar el
halago.
__
¿Ah, sí?
Malena
asintió con la cabeza.
__Es
el mejor. ¿Dónde está?
__Aquí
mismo _contestó Pedro que se encontraba detrás de él.
Guillermo
se apartó para hacerle sitio. Sin soltarlo a él de la mano, Malena la extendió
para tomar la de Pedro. Un gesto que los unió a los tres.
La
calidez de su contacto se extendió por los dedos de Guillermo. Se percató de
las emociones que cruzaban por la cara
de Pedro mientras contemplaba a su hija y sus manos unidas. Eso era lo que
quería. Durante el resto de su vida. Su familia.
La
opresión del pecho se tornó casi insoportable. Debía contarle a Pedro lo que
sospechaba sobre su desaparición. Si él llegaba a descubrirlo antes de que
tuviera oportunidad de contárselo no sabía muy bien cómo reaccionaría.
Cerró
los ojos mientras estrechaba las manos de su esposo y de su hija. Unos días
más. Si para entonces no recibía noticias de su detective privado se lo diría.
Sin
embargo fuera cual fuera el resultado de sus indagaciones debía mantenerlos a
salvo. Aunque no comprendía por qué se le había concedido otra oportunidad. Y
no pensaba desaprovecharla.
__
Tengo
ganas de sentir el equilibrio de tu cuerpo y explorarlo parte a parte con el
alma y el tacto de mis besos. Soy como el perro
que te sigue y olfatea caballo en celo, hombre semental y centauro
que te quiere montar hasta que el instinto quiera.
que te quiere montar hasta que el instinto quiera.
Con
mis labios erizar tus colinas amorosas y amamantar con mi boca los pezones de
tus rosas y cimbrarlos de emoción hasta que llenos de pasión engalanen la
flor jugosa de mi deseo.
Ceñir
tu espalda a mis manos como losa de alfarero, la cintura y tu cadera como si de barro fueran y dibujarte caricias, sensaciones y deseos. Y
caer naufragando en el arco de tus
muslos. En la fuente del deseo como el colibrí a la flor o la abeja al néctar
titilando la lujuria de mi lengua en el bulbo de tus piernas, sumergirme en tus adentros entre montes
gemelos.
Después
mirarte a la cara a tus ojos misteriosos, al color de tu mirada, a la boca que
me ama y extasiarme en la lengua que me embriaga. Fundirme al lamento y al
sollozo, al eco rumoroso y al jadeo altisonante en los zumbidos del aire. A tu
respirar profundo y profano, a tus
muslos de nata
a la miel de albahaca de tu organismo prodigioso. Y al trotar profuso por los caminos del alma, al sudor de nuestros cuerpos y al túnel amoroso penetrado victorioso hasta el fondo de la entraña.
a la miel de albahaca de tu organismo prodigioso. Y al trotar profuso por los caminos del alma, al sudor de nuestros cuerpos y al túnel amoroso penetrado victorioso hasta el fondo de la entraña.
En
un cabalgar fogoso hundirme dentro de tu cuerpo, juntar carne con carne,
sentimiento con sentimiento aleándome al suspiro profundo al latido de tu
cuerpo y los efluvios fantasmagóricos.
De
mi cadencia y tu armonía a mis quebrantos y tus requiebros, armoniosa armonía
en el amor de nuestros cuerpos. Y que de soles
a mí nadie me hable, que ya tengo un historial. Cuántas noches he
terminado asimilando que estar contigo y desnudos me gusta demasiado.
Cuántas
veces el sol entrando a hurtadillas por
la ventana nos ha sorprendido,
despojados, el corazón muy encendido haciéndonos el amor como dos
desquiciados. Cuántas veces te esperé sin luna. Cuántas veces desperté sin tu
aroma. Sin el sol entrando por la ventana.
Cuántas
veces te voy amando a solas, mirando tu retrato. Soñando que no me dueles...
Que el dolor no muerde.
Ah,
si ahora tus labios me rescataran de esta inmensidad cruel y tirana, tu boca que despertaba madrugadas… tu cintura dulce y despiadada con que me
atabas a la cama, tus claros ojos: mis ciudades. Y pasan las lunas. Se enciende
y se apaga el cielo. Y caigo esta noche de bruces sobre la nieve. Y pasan las
horas, los días, los meses... y pasan los siglos... Y yo, fiel a tu recuerdo, y
desmedidamente te sigo amando. Como desde aquel trece que te llevaste abril en
tus manos y mi fiebre en tu regazo, te
llevaste el bullicio de mis calles te llevaste por siempre y para siempre
aquellos días soleados.
__Guille
ya pasó estoy aquí, no me perderás no volveré a irme.
__Cuánta
poesía no escribí por ti, eran versos y escritos, eran sentimientos, eran
letras con sentido, tú eras mi inspiración, en cada letra describía el amor que
te tenía; sin embargo, sabía que no las leerías, que lo que yo te daba solo
eran fantasías, equivocado nuevamente en dar mi corazón al mejor postor.
Cartas
me fueron devueltas tal como las plasmé, con tinta de mi sangre, sabía que
había perdido tu amor, llanto a gritos, grité tu nombre y fuiste mi perdición,
desangrando mi alma y me pregunté por qué a mí, si yo lo adoraba, si yo le
regalé todo mi sentir, enloquecí por sus besos, por su piel, por su esencia tan
masculina, porque para mí, él era mi vida entera. Vos eras todo para mí, mi
vida y mi todo y si morías yo moría con
vos… pero luego me vi egoísta, supe que
por los chicos vos habrías seguido adelante, y así lo hice.
Pero
me dije que las noches serían un infierno, la soledad se apoderaría de mí, en
la oscuridad solo imaginaré que él me acariciará, que su pasión disfrutará del
deseo de poseerme, que mi cuerpo era sagrado, que mi piel lo esperaba, y que
sus manos disfrutaban al acariciar toda su obra, mi figura esculpida solo por
él.
Cuánto
lo disfruté, eran noches de placer y lascivia, de esencias de cuerpos
disfrutándose a placer, de aromas prohibidas, de besos llenos de romance y
seducción, noches fundiéndose al goce de la perdición, siendo pecado nos
consumíamos en el halago del erotismo, sin tabú, sin miedo al qué dirán.
Hoy
ya no quedó nada, ni signos de interrogación, recuerdos que él olvidará sin
pensarme, sin recordarme, él supo lo mucho que lo amé, y aun así me desprecio,
sé que ya no le pertenezco, que me olvidó, más no puedo hacer, sé que volveré a
renacer, sé que floreceré de nuevo, mas me duele el corazón por perder su
amor...
__Guille…
__Es
que fue así cada vez, fue así Pedro y esta vez no habría resistido ni por ellos
ni por los chicos.
__Señor
mío su voz me trastorna, me turba y vibra mi piel, con tan solo escucharlo,
susúrreme mil te amo, que en sus brazos seré la locura y quiero perder la
cordura, su nombre es mi delirio, mi idilio de amor, entre su cuerpo y su piel
que quiero amarlo, embriagarme de su seducción.
Señor
mío complázcame esta noche, quiero su pasión, usted es un fantástico seductor
de mis fantasías, dueño de mi esencia, horas tan ansiadas en que busco su
aroma, yo soy su perdición, en usted me vuelvo magia, sus manos detallan cada
parte de mi ser, soy su perfecta obra de arte, usted me esculpe bien.
Señor
mío sé que yo soy su inspiración, yo ya no soy secreto para usted, lo beso y
caigo en sus redes, sus labios y su boca siempre se me antojan, a usted le
quiero tatuar mi nombre como si fuera mi pergamino donde le perpetuaré mis caricias porque lo adoro.
Señor
mío se ha convertido en mi adicción, usted es mi droga perfecta, sabe de mis
sentimientos, de mi pasión por usted, quiero su calor en mi piel, hasta caer el
amanecer, bébame, porque amarlo es una bendición, añoro su mirada, los besos
exquisitos, su piel en mi piel, sus caricias hasta dormir con usted, soñando
bonito, acariciando su sueño, siendo yo su insomnio.
Como
tecla en los dedos de tu mano, mueves el piano de mis sentimientos corazón
adentro y como dulce sinfonía, interpretas las notas de mi enamorada ilusión. Así con las vibras de tu piel y tus labios de
miel, narras el verbo de ese beso travieso y juegas con la mirada de tu sol en
el sol de mi promesa fiel. Como rosa perfumada caminas por mi alborada con tu
reír cantante y te adueñas de mí con toda tu seducción.
Mañanas
frías tan solo nosotros para darnos calor, calor del bueno, del
rico, ese calor que te invade y que te hacer sudar, que te
transporta a una isla de arenas cálidas, blanca, esa playa de aguas
azules las que todos imaginamos cuando soñamos con el paraíso...
El
frío y tu cuerpo para quitarlo, nuestros cuerpos frotándose yaciendo
sobre un lecho, tú y yo abrazados, acariciándonos... Dos cuerpos
buscando nuestros puntos débiles, besándote el cuello,
bajando por tus pezones, deslizándome
hasta tu vientre, buscando los placeres
de esos montes entre bosques, buscando la forma de entrar en ese calor intenso, ese calor que derrite el hielo, un calor excitante en cada poro de tu piel, en cada rincón de tu cuerpo...
de esos montes entre bosques, buscando la forma de entrar en ese calor intenso, ese calor que derrite el hielo, un calor excitante en cada poro de tu piel, en cada rincón de tu cuerpo...
Tan
solo con la música de nuestros jadeos y gemidos, con nuestra respiración
entrecortada, pausada, arrítmica, buscando el placer, buscando esa
sensación que nos eleva y nos transporta al paraíso... Cuerpos que
desprenden adrenalina, buscando el placer, me encanta esa sensación
en las mañanas, cierto que me da lo mismo cualquier hora del
día, pero en estas mañanas frías se disfruta mucho más te amo.
Ahora
dime ¿cómo podré alejarme de ti? Si estoy atado a este sentimiento que es
ingente, si te amo sin más razón, que amarte
y entregarte mi fiel cariño.
__He
conocido las noches vacías, gracias a
ti, vida mía, como un triste náufrago que a la deriva está en el mar. El calor
de tus besos he añorado, y tu voz que
intimida mi alma, todo tu ser… cuánto
tiempo perdido hay cuando no estás junto a mí.
Por
eso solo aquí donde mi corazón se
halla, se atreve a mostrarse como es, he
de confesar
que eres más de lo que esperaba, un sentimiento original del cual no puedo arrepentirme, porque eres mi vida y mi pasión, eres luz de mi corazón enamorado. Jamás imaginé que el amor podría flecharme así, pero tampoco me arrepiento de este amor... Y te amo. Porque vivirás en mí, y yo respiro de ti y de tu aliento, que hoy no está ausente, de tus caricias calientes, y de este te quiero sin final. Sé que tal vez, me haya quedado solo, con esta añoranza de amor por años pero cómo se aferra el alma al sentir que aflora al solo oír el te amo, tan solo, con el milagro de que me digas: “Te amo.”
que eres más de lo que esperaba, un sentimiento original del cual no puedo arrepentirme, porque eres mi vida y mi pasión, eres luz de mi corazón enamorado. Jamás imaginé que el amor podría flecharme así, pero tampoco me arrepiento de este amor... Y te amo. Porque vivirás en mí, y yo respiro de ti y de tu aliento, que hoy no está ausente, de tus caricias calientes, y de este te quiero sin final. Sé que tal vez, me haya quedado solo, con esta añoranza de amor por años pero cómo se aferra el alma al sentir que aflora al solo oír el te amo, tan solo, con el milagro de que me digas: “Te amo.”
“Perfilar
personas es un trabajo que de a poco se convierte en parte de tu vida diaria y
si no le pones coto a la mente, se transforma en tu pensamiento diario apenas
conoces a alguien. Creo que es un poco de talento innato, esas cosas que uno
desarrolla en la tierna infancia pero mucho tiene de aprendizaje, de prueba y
error, de aprender a ver lo que no se muestra, lo que se insinúa.
Mirando un monitor, las personas son fácilmente catalogadas debido a sus gestos y forma de desenvolverse en el medio en que se encuentran. La mente les dice que los están observando, que están bajo escrutinio, y sin embargo cometen errores básicos que nosotros tratamos de detectar.
Mirando un monitor, las personas son fácilmente catalogadas debido a sus gestos y forma de desenvolverse en el medio en que se encuentran. La mente les dice que los están observando, que están bajo escrutinio, y sin embargo cometen errores básicos que nosotros tratamos de detectar.
Por
cierto, así como hay perfiladores, hay también profesionales en crear perfiles
ficticios y eso sí que no es tan sencillo de leer. Mi premisa en este trabajo
es no confiar en nadie ni en nada. Así detecté cosas indebidas en
personas que nadie sospecharía que no eran lo que parecían. Es el juego del
gato y el ratón a niveles sinápticos, vos pasas y yo escaneo lo que dices ser.
¿Que si me he equivocado alguna vez? ¡Cientos!, juicios erráticos, también soy humano y como tal, a veces mis sentimientos nublan mi razonamiento, pero siempre saco rédito de los errores.
Las personas durante el desarrollo de su vida van sumando ladrillos al muro que construyen con afán, tratando de proteger el corazón, de no sufrir, de no ser decepcionados, estafados en sus emociones. Lo que pocos se dan cuenta es que están en realidad decidiendo entre sufrir o no, todo de una vez o en dosis pequeñas, todos los malditos días que se mantengan tras la muralla de aparente seguridad que construyeron a su medida y que muestran con orgullo en público y que sufren cuando se ven al espejo en la intimidad del baño de su casa. Porque si hay un lugar en la vida en donde uno realmente es lo que es, es en el baño. Ahí todo, generalmente los más bajos sentimientos salen a la luz y hasta algunas veces nos da asco o vergüenza mirarlos frente a frente.
¿Que si me he equivocado alguna vez? ¡Cientos!, juicios erráticos, también soy humano y como tal, a veces mis sentimientos nublan mi razonamiento, pero siempre saco rédito de los errores.
Las personas durante el desarrollo de su vida van sumando ladrillos al muro que construyen con afán, tratando de proteger el corazón, de no sufrir, de no ser decepcionados, estafados en sus emociones. Lo que pocos se dan cuenta es que están en realidad decidiendo entre sufrir o no, todo de una vez o en dosis pequeñas, todos los malditos días que se mantengan tras la muralla de aparente seguridad que construyeron a su medida y que muestran con orgullo en público y que sufren cuando se ven al espejo en la intimidad del baño de su casa. Porque si hay un lugar en la vida en donde uno realmente es lo que es, es en el baño. Ahí todo, generalmente los más bajos sentimientos salen a la luz y hasta algunas veces nos da asco o vergüenza mirarlos frente a frente.
¿Muralla
igual protección? Yo diría que muralla igual a sufrimiento en cuotas. Muchos
dicen… “No quiero sufrir” y sufren en
soledad por no exponerse al sufrimiento que igual padecen en su ficticia
seguridad, qué ironía.
A Pedro lo conocí así, como a todos, cuando pasó frente a mis ojos y no es que no hubiese estado ya frente a ellos, sino que le presté atención y como perfilador que soy lo leí al instante y lo leo. Lo observo a la distancia, de costado y de frente, furtivamente, con el sigilo necesario para que no se espante y suba aún más la estatura del muro que lleva años edificando y que de algún modo es su orgullo. Seguro, pasea por sus patios del no sufrimiento adquirido, por la mezcla de inseguridad y desazón, mojado, regados con experiencias dolorosas que templan los ladrillos que colocas con suavidad extrema de ser sutil y seguro. Lo de seguro es solo en lo que se refiere a consolidar el muro, lo de afuera lo aterra y lo golpea, dejándolo perplejo y somnoliento. “Si duermo no sufro” se dice a sí mismo y se conforma con el sufrimiento en cuotas, el tolerable.
A Pedro lo conocí así, como a todos, cuando pasó frente a mis ojos y no es que no hubiese estado ya frente a ellos, sino que le presté atención y como perfilador que soy lo leí al instante y lo leo. Lo observo a la distancia, de costado y de frente, furtivamente, con el sigilo necesario para que no se espante y suba aún más la estatura del muro que lleva años edificando y que de algún modo es su orgullo. Seguro, pasea por sus patios del no sufrimiento adquirido, por la mezcla de inseguridad y desazón, mojado, regados con experiencias dolorosas que templan los ladrillos que colocas con suavidad extrema de ser sutil y seguro. Lo de seguro es solo en lo que se refiere a consolidar el muro, lo de afuera lo aterra y lo golpea, dejándolo perplejo y somnoliento. “Si duermo no sufro” se dice a sí mismo y se conforma con el sufrimiento en cuotas, el tolerable.
Yo veo también al otro, un hombre con todas las letras: Inteligente, valiente como hoy, sexy, deseoso de que sus fuentes irrumpan con fuerzas sobre las rocas del amor real, del descanso en el compañero del alma, del que lo mira y entiende, del que le regala paz acariciando sus cabellos y otras partes. Es la flor que espera que mengue el viento seco para levantarse presuntuoso en la seguridad del fuego que hay en sus venas y que espera y espera. No, no quiere que rompan su muro, él mismo pretende hacerlo añicos, de terminar con eso de una vez, pero no puede solo. Cada tanto asoma su bella nariz y espía, busca en la multitud al que lo viene a liberar. “Si tan solo quitara uno”, desea con fuerza descomunal y espera otra vez.
Yo estoy ahí y acecho, el perfil ya está y concuerda con lo que soy, pero todos necesitamos más, algo, saber, cierta seguridad. Esperaré el viento favorable, el tiempo mejor. Por el gran amor uno debe saber esperar”.
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Pedro
pasó página, señaló el párrafo con el bolígrafo y apoyó la barbilla en una mano. Estaba sentado en el
suelo con las piernas estiradas. Tras doblar las rodillas colocó un codo sobre
una pierna y siguió leyendo.
Malena
que estaba acostada en el sofá detrás de él se removió.
__
¿Qué estás leyendo? __le preguntó.
__Un
artículo para el trabajo _ contestó Pedro al tiempo que se subía las gafas por
la nariz __. Como tu padre no me deja salir, trabajo en casa.
__
¿Cómo se llama papi?
La
curiosidad de su hijita tan pequeña hizo que levantara la cabeza. Los moratones
que tenía en la cara ya lucían de tono amarillento pero aún estaba dolorida por
el accidente.
En
ese momento se encontraba en el sofá leyendo. El hecho de que quisiera estar en
la misma casa y habitación que él le arrancó una sonrisa.
__Investigación
de los microseísmos en las fracturas
tectónicas y sus aplicaciones en la ingeniería petrolera y geológica. __Pedro
enarcó las cejas y contuvo una sonrisa. Era imposible que a Malena le
interesara el tema.
__Del
petróleo sale la gasolina ¿verdad?
__Ajá.
__Al
tío seguro que le gusta ese artículo.
Pedro
sonrió.
__El
tío hizo que me gustara a mí leer de esto seguramente.
Malena
se incorporó en el sofá.
__
¿Necesitas algo? __le preguntó Pedro que se levantó para ayudarla.
__No.
Es que quiero enseñarte una cosa.
Pedro
suspiró y dejó los papeles en el suelo. Tras quitarse las gafas se dispuso a
esperar. Malena había decidido quedarse ese día con él en la casa en vez de
salir de compras con las abuelas o de ir a un partido de Fútbol con Bruno y los
abuelos.
Guillermo
estaría en el estudio durante horas. De modo que estabas solos.
Y de
hecho eso hizo que se removiera inquieto
en el suelo.
Posiblemente
estuviera cometiendo un error absurdo al albergar la esperanza de que Malena y
él por fin hubieran encontrado algo en común. Sin embargo era lo que más
deseaba que sucediera.
Malena
volvió con una revista en la mano.
__
¿Qué es esto? __le preguntó.
__La
página quince. “Cadena volcánica
Cascadia.”__Malena volvió a sentarse con movimientos lentos y se colocó el
brazo escayolado, la escayola era de un rosa intenso, en el regazo. Al ver que
Pedro enarcaba una ceja la niña se encogió de hombros__. La cadena volcánica de
Cascadia es el elemento geológico más importante de la placa tectónica de Juan
de Fuca.
__Eso
no lo enseñan a tu edad en el colegio ¿cómo lo sabes? __La confusión de Pedro
acabó convirtiéndose en asombro por el hecho de que Malena hubiera recordado
ese nombre.
__Lo
he leído.
__
¿En serio?
__Ajá.
__Tu
tío no debería darte a leer cosas tan complejas.
__No
lo ha hecho por eso. Solo le pedí leerlo
porque lo ha escrito mi padre.
__
¿Yo?
__Ajá.
Pedro
tragó saliva mientras miraba la revista que tenía en la mano. En la página
quince había un artículo firmado por Pedro Beggio.
__Papá
dice que se le quedó grabado ese nombre mientras lo escribías.
__
¿Ah sí? __Pedro sentía el escozor de las lágrimas en los ojos. ¿De verdad había
escrito él ese artículo?__. Ojalá pudiera recordarlo.
Malena
guardó silencio. Y después dijo.
__Yo no puedo saber nada papi pero Fabián y papá
me fueron contando todo y eso sí lo recuerdo.
__
¿Como por ejemplo?
__Como
que antes de volver a irte te gustaba llevarme a tu despacho en la universidad
de derecho y que me dejabas jugar con tus cosas. Y también obligabas a papá a
ir contigo de excursiones a la montaña si iba el tío o a la playa solos. Y a él
no le gustaba nada porque odia las dos cosas.
Pedro
se echó a reír y miró de nuevo la revista. Malena la había guardado durante
todo ese tiempo. Había memorizado las palabras aun cuando no las entendiera. Y
acababa de compartirla con él. Las emociones lo abrumaron. Cuánto amaba a esa
parte de él y de Guillermo a esa criatura por tanto tiempo ausente de su vida,
a esa hermanita gemela de Bruno que estaba a una Cordillera de distancia de su
existencia sin memoria.
__Tu
padre es un chico de ciudad ¿verdad?
__En
el rostro angelical de la niña apareció una deslumbrante sonrisa.
__Eso
es lo que le dice el tío Agustín. __La sonrisa se esfumó__. A lo mejor algún
día podemos ir de excursión como hacíamos antes. Te cuento que papá odia el
campo las vacas, la alfalfa pero también el sol, la playa, las ojotas, o sea
todo… pero contigo aceptaría.
La
esperanza creció en el alma de Pedro. Ansiaba cerrar la brecha que lo separaba
de su hija pero no quería hacer algo que lo apartara de ella. Ese era el primer
paso. Un paso gigantesco. Así que en vez de abrazarla como ansiaba hacer le dio
un apretón en el tobillo.
__Me
encantaría hacerlo.
Alguien
llamó al timbre y Malena levantó la cabeza.
Pedro
se puso de pie.
__Mi
reina usted se queda en el sofá. Yo abro.
Al
otro lado de la puerta había dos hombres muy trajeados.
__ ¿En
qué puedo ayudarlos? __les preguntó.
El
más alto de los dos se sacó una tarjeta del bolsillo interior de la chaqueta.
__Señor
soy el detective Malvárez. Este es mi ayudante. Del Departamento de policía de
la Ciudad. ¿Es usted el señor Graziani?
Pedro
abrió la puerta del todo. El miedo le provocó un escalofrío en la espalda,
luego de llevar a Malena a casa ya había declarado en la comisaría.
__En
realidad mi apellido es… Guerrico.
El
detective lo miró con los ojos entornados.
__Beggio
le he visto en el periódico.
__Exacto
_ comentó el compañero al reconocerlo también__. La conferencia de prensa. Es
el hombre que no recuerda su pasado.
Pedro/Gastón
dudaba mucho de que hubieran ido a casa de Guillermo para hablar sobre la foto
del periódico.
__ ¿En
qué puedo ayudarlos?
El
detective sonrió.
__Tenemos
que hacerle unas cuantas preguntas sobre el accidente de tráfico en el que se
vio involucrado el otro día.
El
accidente. Por supuesto. Qué ridículo por su parte ponerse tan nervioso y tan
pronto a la defensiva. Se apartó y les hizo un gesto para invitarlos a pasar.
__ ¿Por
qué no entran?
Los
pasos de los policías resonaron sobre el parquet mientras lo seguían hasta el
salón. Malena se sentó en el sofá.
__Detectives
esta es mi hija Malena, estos caballeros van a hacernos unas preguntas sobre el
accidente.
Los
hombres se acercaron al sofá.
__Bonita
escayola _dijo Malvárez__. Cuando era pequeño no las había de colores. ¿Tienes
muchas firmas?
Malena
se encogió de hombros.
__Algunas
no muchas aún _contestó.
__Te
apuesto lo que quieras a que las tendrás llena de firmas dentro de nada. __El
policía examinó las magulladuras de su cara__. Parece que diste unos cuantos
tumbos. ¿Cómo te encuentras?
__Bien.
El
ayudante abrió un cuaderno de notas.
__Señor
Beggio o Guerrico ¿podría decirnos dónde estuvo el día del accidente por la
mañana?
__Pasé
aquí toda la mañana. Guillermo Graziani,
Malena y yo fuimos después al centro de la ciudad. Él se fue a trabajar y
nosotros nos fuimos de compras andando.
__ ¿Cuánto
tiempo estuvo alejado del vehículo? __preguntó el detective mientras anotaba
algo.
__No
estoy seguro. Tal vez unas horas.
__ ¿El
doctor Graziani tomó el coche después que lo dejaran en el aparcamiento?
__No
creo.
El
detective siguió tomando notas.
__ ¿Sabía
él que iba usted a conducir el coche ese día?
__Sí.
Sabía que tenía que llevar a Malena a su entrenamiento y que luego iría a
recogerla cuando acabara.
__Entonces
¿sabía que usted estaría solo en el coche?
Pedro
entornó los ojos.
__Sí.
¿De qué va todo esto detective?
Malvárez
se acercó al ayudante y sonrió.
__Solo
estamos confirmando ciertos datos contradictorios. ¿Vive usted aquí, señor?
Pedro
sintió un subidón de adrenalina.
__No
exactamente. Está claro que me conocen por lo que ha publicado la prensa. Nos
estamos tomando un tiempo para conocernos de nuevo.
__Por
supuesto _replicó Malvárez__. ¿Cómo describiría usted su relación con el doctor
Graziani?
__No
sabía que tuviera que describirlo. __Esas preguntas tan imprecisas comenzaban a
ponerlo nervioso__. ¿Qué tiene que ver
esto con el accidente?
__ ¿Sabe
usted que la compañía aseguradora del señor Graziani está tratando de recuperar
la cantidad que percibió su marido después de su supuesta muerte en el
accidente aéreo? __le preguntó el ayudante.
Pedro
sintió un nudo en el estómago.
__No.
Él no lo ha mencionado.
__Seguramente
no quiera preocuparlo. __Malvárez sonrió de nuevo. Por algún motivo su sonrisa
hizo poco por calmar a Pedro.
__Señor…
Guerrico o Beggio ¿sabe a cuánto ascendía dicha cantidad? __le preguntó el
ayudante. Al ver que Pedro negaba con la cabeza enarcó una ceja__. Un millón de
dólares.
Pedro
abrió los ojos de par en par incapaz de disimular el asombro.
__Es
muchísimo dinero. Incluso para un hombre como Guillermo Graziani. Sobre todo
hace cinco años.
Pedro
sintió el amargor de la bilis en la garganta. Consciente del rumbo que estaba
tomando la conversación se volvió hacia su hija.
__Cielo
ve a la habitación.
Malena
se levantó del sofá.
__Papi…
__Pedro
la instó a caminar hacia la escalera.
__No
pasa nada. Yo subiré dentro de un minuto. __Esperó hasta que la vio doblar la
esquina para apretar los dientes y enfrentarse a los policías__. Si están
tratando de insinuar que Guillermo tuvo algo que ver con lo del accidente…
__El
conducto del líquido de frenos estaba perforado __le informó el policía.
__ ¿Cómo?
__Tenía
tres agujeros. Demasiado alejados entre sí como para que los produjera una
piedra. Esta mañana hemos acabado las pericias al sacar el coche del agua. Tuvimos
mucha suerte. Si se hubieran caído al océano en otro punto del trazado de la
carretera se habrían ahogado antes de que llegaran para ayudarlos.
Pedro
se sentó en el brazo del sofá. Alguien había manipulado los frenos. Alguien
había tratado de hacerle daño de forma intencionada pero no era novedad, ¿acaso
no estaba rodeado en un círculo en una lista de muertos?
¿Y
de hacerle daño a Malena en el proceso?
__El
líquido de frenos tardó bastante en agotarse de ahí que en un primer momento
usted no lo notara _añadió Malvárez__. El responsable lo sabía.
__Señor
Beggio _terció el ayudante__. ¿Condujo usted el coche de Graziani ese día por
la mañana?
Pedro
tenía la cabeza hecha un lío de pensamientos confusos.
__No.
__ ¿Lo
hizo él?
__Mmmm…
__ ¿Por qué le costaba trabajo pensar con claridad? El martes… El lunes durmió
en casa de Guillermo. En la habitación de invitados. Al día siguiente salieron
en busca de Nancy. Después le hicieron la TAC. Cuando acabaron fueron a su casa
de la playa e hicieron el amor. Tragó saliva__. Sí. Creo que el martes por la
mañana salió y estuvo una hora en su oficina.
__ ¿Fue
solo?
__Creo
que sí. No lo sé.
Los
detectives intercambiaron una mirada.
__ ¿Conoce
a esta mujer? __le preguntó el policía que le tendió la foto.
Pedro
observó la imagen y negó con la cabeza.
__No.
¿Debería conocerla?
__Se
llama Nancy Kelly. La encontraron muerta ayer.
Pedro
alzó la vista al instante.
__Un
Toyota negro idéntico al que hemos sacado de la bahía fue visto frente a la
casa de esta mujer el lunes por la mañana sobre las nueve la hora estimada de muerte.
No.
Esa información no era correcta. No habían salido tan temprano. Era imposible
que llegaran a casa de Nancy antes de mediodía. Tragó saliva sin saber muy bien
qué decir, ya que no quería darles demasiada información.
__Deben
de estar equivocados.
El
policía joven le entregó otra foto.
__
¿A este hombre lo conoce?
Pedro
abrió los ojos de par en par al ver la fotografía de Camila vestida de hombre.
Sus ojos lo miraban desde la imagen, era como la que Guillermo le mostró en su
computadora con el nombre de fantasía que ella usaba como investigadora. El
miedo le provocó un nudo en la garganta.
__Sí
pero no es un hombre, es Camila… mi ex
mujer, solo que se convierte en ese
hombre en ciertas ocasiones.
¿Por
qué?
__
¿Camila Moravia no falleció en un accidente aéreo?
__En
efecto hace poco, sí.
__Este
hombre era socio pasivo de Gray Pharmaceutical una empresa canadiense que el
grupo empresario del señor Graziani adquirió hace poco_ contestó el policía con
frialdad__. La semana pasada sacamos su cadáver de la bahía.
__ ¿Cómo?
CONTINUARÁ.
HECHOS
Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER
PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE
ADULTO.
ESCENAS
EXPLÍCITAS.
Magdalena Hermoso
ResponderEliminarEli Chaves ! Qué hermoso ! Tierno, fresco, manantial de amor...
ResponderEliminarDe verdad penetra el alma con dulzura y suavidad.
ResponderEliminarBlanca Hermoso
Dilma Hermosa !!
ResponderEliminar1
Graciela Hermosa
ResponderEliminarSusana Deseos románticos y muy dulcemente expresados.
ResponderEliminarCecilia Me fascinó ,me inmoló.!!!
ResponderEliminar!! Felicitaciones!!!!
Antonia Preciosa
ResponderEliminarSí que se complicó Eve...Habrá que esperar a que todo se aclare...Pero Pedro jamás va a pensar mal de Guillermo, sabe cuánto lo ama y a su hija, daría su vida por ellos...
ResponderEliminarVeronica Lorena Piccinino Como?.... Eve Monica Marzetti por Dios. Ahora que estaba todo encaminado me haces quedar a Graziani como sospechoso de asesinato y Camila como hombre muerta y encima socia de Guillermo en u a empresa extranjera?....se van a separar de nuevo?... no hagas eso por Dios
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