lunes, 19 de agosto de 2019

SINO CAPÍTULO NOVENO.


SINO
CAPÍTULO  NOVENO.



“Nunca se está tan lejos como cuando estando cerca no nos vemos.
Yo podía sentir su aliento del lado izquierdo de la cama, sus ojos cerrados y su boca abierta, y así rozando sus rodillas, en cuclillas, mi cadera sentía su ausencia.
Nunca se está tan cerca como cuando no importa la distancia de los cuerpos, mientras él rozaba mi cadera en un existir sin sentido, la luna espiaba por el ventanal mis ojos. Ellos se abstraían de la habitación y viajaban a su mirada, la que me esperaba.
Mi mano izquierda enredó los dedos en sus cabellos, y lo despertó diciendo:
- Estamos a kilómetros”.
MAGA.

“Uno se deprime cuando está enfermo de la verdad. Si uno no quiere deprimirse, hay que asumir la verdad, su verdad. Me tocó la frase de Cecilia que fue tapa de una revista en el momento del anuncio del divorcio. "Quiero vivir mi vida sin mentir." Este es el antidepresivo más poderoso.”
*Jacques Alain Miller /


Observaba la tranquilidad del mar y la suave y fresca brisa que rompe contra mi espíritu calmado, reforzando la paz que no suelo conservar por mucho tiempo. El oleaje tiernamente me mecía susurrando melodías conocidas y apenas saladas. Fija mi vista en el rojizo horizonte, se afanaba buscando el principio del fin. Manías de los que sabemos que nada es perfecto y eterno. La alegría entraba por mis narices e inspiré sintiendo las fosas nasales que se inflaban con el aire fresco y tranquilizador. Saboreé el amor que me resultaba esquivo y sin embargo podía sentirlo por ahí, a la distancia justa como para llamarlo…  como para huir.
Cerré mis párpados lentamente mientras pedía agrietando el escepticismo, que no volviera a suceder, quizás esta vez no lo resistiría. Fortaleza de  ser pensante, de niño arropado en atuendo de hombre pensante que a veces quiere huir y que a veces quiere vivir. La dualidad, el abismo y las alas, y la falta de voluntad en los momentos fieros y agónicos, y la supremacía de esta cuando solo espero dejar de existir. Pero aquí la calma, el toque feliz, la paz a cuenta gotas y el deseo que se quiere instalar. No pude dejarlo pasar, lo presentí, la angustia se percibe por moléculas y alcé mis ojos y las vi. Las pequeñas nubecillas en el horizonte no deberían preocupar a nadie, pero supe que todo estaba por cambiar.
El viento sacudió con fuerza brutal y me significó aversión y estómago hacia arriba. El sacudón de la ola preocupante inundó mis pulmones con miedo intenso y zozobra. Tan tremendo el dolor y el olor a disgusto que hasta las imágenes queridas y que bañaban mi ser segundos atrás, fueron borrados con furia. Si tan solo esta fuese definitiva, si dejara de sufrir, si perdiera toda esperanza, pero no, sabía que esto también iba a pasar. Exhausto y dolido, con mis ojos abiertos en toda su extensión, miro el techo buscando explicación, buscando ayuda, buscando algo que no sé qué es. Amaneció, otra noche sin dormir, otro día más. Despierto, como si hubiese dormido, me arreglo, acicalo mi rostro y humor y salgo a presumir una vida que quisiera tener. Mientras… por ahí, el amor con su mano extendida repite: “Ven”.

__Me quedaría con vos para siempre, precioso __dijo Guillermo conmocionado por el amor que sentía por Pedro.

__ Y yo amor, pero tu hijo te estará esperando, son solo unas horas y estaré allá, quiero conocer a tus amigos y que termines de contarme del pasado _respondió hundiendo la cabeza en el cuello, dejándose envolver por el aroma, fuera… el mundo no tenía ingreso a esa isla de dos.

__Me encantaría que conocieras a Fabián, pese a que no tuvo una familia tipo es buen pibe, sé que va a la casa por mí, que le gustaría más irse con amigos de su edad, por eso no puedo fallarle, cuando estoy filmando poco lo veo.
__Y así debe de ser, es demasiado pronto para que me conozca, aunque sé o presiento que nos llevaremos bien déjame primero un tiempo, démonos un tiempo a solas.
Guillermo se puso de pie y le ofreció la mano, Pedro la aceptó y se dejó conducir fuera de la casa.
__Tengo que irme __le informó.

Lo rodeó por la cintura y lo atrajo hacia él. A Pedro todavía lo sorprendía la felicidad con que aceptaba sus manos, la seguridad y el placer que le provocaban. Le acunó las mejillas hasta acariciarle el filo de la mandíbula, le fascinó que él bajara los párpados disfrutando del simple contacto, se sostuvieron la mirada con infinita confianza.
Guillermo se inclinó para besarlo fugazmente y aún en los labios susurró.
__No sé dónde nos llevará todo esto ni cómo terminará __expresó__, si es que alguna vez termina. Solo espero que, sea lo que sea que nos toque vivir, vos y yo estemos juntos.

Pedro ahogó un sollozo de emoción y se colgó de su cuello. Le confesó al oído:
__Tengo tanto miedo de defraudarte, de no ser lo que esperas que sea.
__Ese es tu problema, precioso __dijo Guillermo sin tocarlo__. Que piensas que tienes que ser de algún modo distinto para agradarme, y estás tan preocupado en pensar que no lograrás ser ese alguien, que no te das cuenta que te amo así, como sos.

__Estoy dañado _afirmó él.

__Entonces te amo más por estar dañado, entonces sé que puedo serte útil en algo, el amor sana y puedo ayudar a que te des cuenta de lo perfecto que sos. __Pedro reía entre lágrimas aún sujeto al cuello de él, mientras Guillermo lo bañaba en besos que depositaba en toda la cara__. Amor, confía en mí.

__No tienes idea de cuánto confío en ti _contestó y se pasó el dorso de las manos por los pómulos mojados__. ¿Crees que a otro le habría permitido que me abrazase, que durmiera conmigo?

__Me abrazaste vos _le recordó Guillermo con simulada exasperación, y le besó la frente, y allí demoró los labios mientras  depositaba besos minúsculos.

__Sí _admitió, Pedro, los ojos cerrados y las sensaciones a flor de piel__, te abracé yo es verdad.

__ ¿No lo habrías hecho con otro, de verdad? __lo sonsacó Guillermo__. ¿Con nadie?
__Eres el primero y al último al que se lo permito. __ Guillermo lo contempló sin rastro de broma o ironía y a Pedro le gustó que comprendiese lo que estaba comunicándole__. Nunca nadie me ha tocado nunca antes de ti.

__Gracias, amor mío. Tengo que irme __anunció de nuevo__. Cuídate amor mío.
__Tú también. Por favor _añadió con tono de súplica, y le encerró la cara entre las manos__. Recuerda que eres mi vida ahora, ya no puedo vivir sin ti.

__Lo haré, vos también, me alejo y siento que no soporto la distancia, que me amputan un miembro, que me queda un hueco. ¿Sabes qué tenía yo antes de vos? Nada. ¿Quién era entonces? Nadie. Me sentía hueco, vacío, y hoy sé que solo vos puedes colmar ese espacio en mi alma.
__ ¿Sales ya para la casa?
__Paso antes a hacer algunas compras.
__ ¿Puedo pasar a buscarte con un coche en rato y llevarte al helipuerto?

Lo acompañó hasta la puerta y como no se decidía a dejarlo, caminó hasta la parada del tren a pocos metros. Guillermo trepó de un salto al vagón, y Pedro percibió un tirón en el pecho, como si él se llevase una parte vital. Lo vio avanzar hacia el sector trasero y pegarse al vidrio. Le sostuvo la mirada y supo que sus ojos le hablaban, le prometía que construiría un mundo sin juicios ni desgracias, solo para él en tanto los ojos almendrados de Pedro comunicaban promesas, derrochaban ternura al tiempo que indagaban y luego se colmaban de melancolía o se perdían en la nada como no perteneciendo al tiempo y mundo en que se hallaban sin los de su amor recién nacido.
Pedro de camino a la casa meditaba, después de haber conocido un poco más a Guillermo aun sin  saber opiniones de amigos o parientes, solo experimentaba la dicha porque se hubiese cruzado en su camino. Se reputaba más que afortunado, un bendecido, él, que desde hacía años se consideraba la nada hoy la pregunta que no hallaba respuesta era ¿por qué una criatura tan estupenda como Guillermo se había fijado en él? Que él lo codiciase era comprensible, formaba parte del grupo de comunes mortales que reclamaba un poco de ese mar y magia que constituía Guillermo. Solo que, por alguna razón incomprensible, el mar se había enamorado de un pobre río casi seco. ¿Qué había visto en  él que lo había impulsado a hablarle con una sinceridad absoluta pocas horas después de haberlo conocido? Le había dicho que lo hacía sentir vivo. ¿Se trataría de un impulso arrebatado? ¿Guillermo en su mundo lo meditaría y se daría cuenta de que se había precipitado? ¿Se arrepentiría?


“Despierto en mi cama, y en mis sábanas, desnudo me has dejado amor; ya no estás, tu olor impregnado se ha quedado en mi piel, tu esencia que amo con toda la pasión, te amo, la luz del día me ha dado, cierro los ojos y repaso todo lo que sucedió, ese anhelo de volver a sentir.
¡Inefable fue la madrugada! Sentir tus besos en mi cuello, en mi espalda, y en todo mi ser, caricias interminables hasta enloquecer, nuestras bocas el idilio más excitante con sabor a miel, tus dedos deslizar en mis infiernos hasta provocar la lascivia, la libido, de esos encuentros clandestinos deseados a placer.
Te pierdes en el vaivén de mis caderas, pierdes la cordura; nuestro mirar ya no es de amor solamente, sino de pasiones fervientes, de miradas que hablan diciendo  todo y se vuelven silencio, esa mezcla de aromas que se funden en el acto más perverso, es tan sofocante, tan desgarrador, gimiendo, gozando y pecando, embriagándonos de nuestro sexo maravilloso, mi cuerpo no se cansa de perpetuar cada acto de erotismo y de sensualidad que provoca seducirte a granel.
¡No te imaginas cómo me dejas! Con ganas de ti, con tu sabor especial, con un vacío que no me llena, que me hace vibrar, temblando con tu voz, hasta que regresas mi piel se seca, hasta que vuelve la humedad de tu hombría cada noche, porque tú amor mío incendias mi existir.”

Cuando miró la hora se reprochó apenas tener tiempo para llegar a buscar a Guillermo en el coche alquilado, llegó sin aire no solo por la prisa si no por la ansiedad que lo dominaba, y a medida que se aproximaba el encuentro con Guillermo las pulsaciones se le desbocaban. Durante esas pocas horas de separación, desde que lo había despedido en la puerta del tren su admiración y amor por él había adquirido una nueva dimensión, y lo imaginaba honrado, paciente, paternal, y al igual que esos pobres fans que en su obra buscaban ilusiones él también lo necesitaba, porque tal como le había expresado él lo hacía sentir vivo, le devolvía el sentido de su vida, le enseñaba la alegría, era su aire, la vida misma.
De acuerdo con las indicaciones impartidas por él detuvo la camioneta en la puerta de un gran mall, y se dispuso a esperarlo, y los pensamientos se desmoronaron al tiempo que lo descubrió rodeado por un grupo de fans en la cima de las escalinatas de uno de los edificios, y los celos furiosos que jamás había conocido antes le devoraron las entrañas al contemplar la devoción que jóvenes y no tanto le profesaban, aunque él solo tenía ojos para él como cada vez que compartían la intimidad. ¿Cómo definir el éxtasis que le oprimió el pecho, cuando pese a la gente, a la devoción, a todo, él alzó la vista y movió la cabeza hacia uno y otro lado para buscarlo? ¿Y cómo describir la embriaguez que le sobrevino cuando sus ojos se detuvieron en su rostro y su sonrisa pareció iluminar la noche, tanto que las fans callaron y se giraron para seguir la línea visual del ídolo? ¿Y cómo definir el impulso loco que lo llevó a ponerse en movimiento, a correr los últimos metros para llegar a él?
Lo vio despedirse de las azoradas jóvenes, bajar los escalones a pasos veloces y caminar hacia él a zancadas largas que se tragaban el terreno. Se lanzó a sus brazos con una confianza impensable días atrás, y agitado sonriente y feliz lo miró directo a los ojos.

__ ¿Por qué yo? _quiso saber, necesitaba resolver el acertijo y acallar los recelos.         

__ ¿No te das cuenta de cuánto vales, de que sos magnífico? __Pedro, entre risas agitó la cabeza para negar varias veces__. Tan magnífico. Mi adonis guerrero.

__Te admiro __afirmó mientras pensaba en las muchachas y mayores a los que consagraba su arte.
__No me admires ámame _ suplicó Guillermo, de pronto solemne, y debió de entrever la duda en su mirada pues le imploró __: Que no te importe que nos hayamos conocido poco tiempo atrás, ni el juicio ajeno, ni lo que digan tus padres. __Le encerró la cara entre las manos y volvió a rogarle: Que no te importe nada excepto lo que nos provocamos con solo vernos o con solo pensarnos.

__ ¿No importa que sea una locura?
__No importa, no __afirmó él y, luego de aferrarlo por los brazos se inclinó para besarlo__. Nada importa ahora que te he encontrado. Nada, nada __siguió balbuceando mientras le pasaba los labios por la frente, descendía por el pómulo izquierdo y por fin le alcanzaba la boca entreabierta por la que se le escapaba el aliento.

Después se preguntaría si las fans habrían sido testigos del beso desmesurado que habían compartido. En tanto duró, ellos solo pensaron que contra todo pronóstico era posible conquistar la libertad, y vivir ese instante de epifanía que aniquilaba los demonios que los mantenían encadenados, todo se desmoronaba ante ese hombre que solo sabía dar amor, compasión y ayuda.
Voces y risas los devolvieron a la realidad de la insensatez, del desparpajo compartido en ese sitio abierto, oscuro y expuesto. Uno cortó el beso escudriñando el entorno, el otro siguió besándole la frente, la sien y donde los labios cayesen en tanto movía la cabeza a uno y otro lado. Pasó el grupo de chicas fuente de voces y risas que le habían devuelto el juicio, y Pedro las siguió con una mirada tímida avergonzada hasta que avistó algo que le mudó la expresión, un coche oscuro apostado a unos metros, subía la ventanilla del acompañante, y habría jurado que en el instante previo, el objetivo de largo alcance focal de una cámara fotográfica se había deslizado dentro.

__Guille, vamos, hay curiosos aquí __le apremió.
__Sí, vamos.

Durante las primeras cuadras que hizo Guillermo al volante para evitar las indicaciones, Pedro se dedicó a admirar el perfil, nunca había prestado atención a la manera de conducir de nadie, le observaba la mano derecha esbelta que ejecutaba los cambios sin esfuerzos con ligereza. Le admiraba las piernas que se movían con buenos reflejos sobre los pedales, y luego regresaba a sus gestos, a su rostro, a las cejas apretadas que demostraban la concentración. En un semáforo rojo le acarició el pómulo y él se volvió lentamente, con los ojos cerrados, y apoyó la mejilla en la palma de su mano.

__ ¿Cansado?
__Más o menos, ya descansaré estos días.
Guillermo alzó los párpados y le dedicó una sonrisa.
__No sabes lo que significó verte allí, esperándome, lo que pienso cuando no estás conmigo.
__Dímelo.

Un bocinazo los obligó a reanudar la marcha. Unos metros después Guillermo volvió a mirarlo, fugazmente, y le confió.
__Al verte pensé… en realidad sentí antes de pensar. Sentí esa inefable alegría que solo vos me haces sentir, la que me sorprendió al conocerte, y la que me sorprende cada vez que te miro, y luego me dije: “Allí está el hombre por el que viví todo lo que me tocó vivir, el que le da sentido a lo que me quede por vivir”.

Se trataba de una gran responsabilidad. ¿Y si nunca lograban concretar su amor? Había sido incapaz con todos antes, ¿por qué lo lograría con Guillermo? Una voz, sin embargo, a la que  temía darle crédito, le aseguraba que con él sería distinto porque Guillermo lo era.
__ ¿Y a vos cómo te fue? __preguntó él, menos solemne, y Pedro se dio cuenta de que él percibía sus miedos e intentaba distraerlo.

__Te conocí un poco más a través de lo que vi y leí desde el video que me dejaste y te admiré, Guille, como pocas veces he admirado a alguien. ¿Sabes lo que siento a tu lado?
__ ¿Qué?
__Alquimia.
Somos transformación de mezclas, de esencias y aromas, en donde se funden nuestras pieles, sustancia enervada donde la física y la química alteran nuestros sistemas y al mismo tiempo innovan, convirtiéndose en metamorfosis, cuerpos extremadamente perfectos, seductores y sensuales, es la desnudez del alma bellísima del erotismo, que cautiva con la mirada sin decir palabra.
La combinación inefable de dos perfumes que detonan deseo, que enervan la sangre, que se convierten en infierno, a la hora de amarse; la lengua saborea el sabor exquisito de tu piel salada, mi paladar espera gozar los incesantes besos que me das en mis labios, la humedad perfecta de tu sudor, cuando imagino que hacemos el amor, la sed y el hambre no paran, pues cada noche y hasta la madrugada nos comemos, nos devoramos constantemente.
Somos la unión de todos los elementos que crean una reacción química; y que la física establece el tacto con tus manos, haciéndolas poderosas ante mi geografía, tú me esculpes, yo soy tu obra de arte, yo convierto tu infierno en mi paraíso, solo dame tu extracto, tu olor me pertenece, huelo a ti siempre, hombre de mi vida.
 __Y yo sueño con la noche entre vos y yo.

Se levantó la noche entre tú y yo, vemos entre cielo de nostalgia incapaces de mentir las miradas, tibio brillo en los ojos vamos revelando, un brillo de amor que le dé calidez a nuestras almas… que sin soltarse jamás en esta penumbra dejaron de sentirse cerca, jamás dejaron de amarse.
Y me bebo distante tu angustia y la mía, grita el amor en tu pecho y el mío -te amo mi amor-, la piel, las miradas se van transformando a cada segundo que, de las bocas como distantes besos, se escapan palabras que hablan de este puro sentimiento, lágrimas de nostalgia y angustia se mutan en alegría de amor.
Descubres que todo en mí late por ti, mi sonrisa estalla de tan solo ver tu mirada, mis labios sedientos de tus besos, se humedecen al ver los tuyos, mi piel se vuelve a llenar de deseos cuando la mirada recorre esos detalles de tu cuerpo, momentos que en ti me pierdo, momentos que en ti por amor me reencuentro.
Y ahora en mí, la noche no muere en el día, ni el día en la noche, solo hay intervalos donde el cuerpo se entrega a un descanso, mas la mente y el corazón viven despiertos, viven soñando… mi mente adicta a ti más que nunca continúa, te sueño despierto… te sueño dormido y mi corazón en sus latidos dice que de tu amor  vivo cautivo.
__Sin timidez alguna desnudo mi alma cada noche, y mientras cada noche tus ojos busquen a los míos en cada sueño dejaré que me robes el alma, para seguirme amando vida mía cuando dormido en la madrugada te acomodas a mi lado sin hacer ruido, sin embargo te pido que me despiertes, quiero vivir todos mis sueños contigo, no quiero perderme nada cuando desnudas mi espalda para besarla, y sentir tus dedos dibujándome de magia que traen tus manos, para hacer que me sienta amado vistiéndome de pasiones dulces y eternas para encadenar nuestras almas en la madrugada, antes de que se despierte el mundo, ámame amor mío en cada momento que se puede despertar el sueño.
Sueños, sueños, momentos, risas, y deseos encubiertos, melodías cargadas de mensajes de amor, todo eso forman recuerdos agolpados en mi mente y mi alma, mi deseo es que tus palabras me abracen en los pasos silenciosos de una noche, no sabes vida mía cuánto deseo que prendas las luces de mi jardín solitario, donde con mis manos abrazo tu sombra y la lleno de besos, al tiempo que se escapa de mis labios un te amo, mientras mis dedos desnudan la tierra que sostienen mis pasos. Sin timidez alguna confieso que te amo.
Quiero contigo despertar al amanecer en nuestra cama, que entre caricias y besos nos despojemos de la pereza y encendamos las ganas de amarnos cada mañana.
Quiero contigo, luego de bebernos el café de pasión, degustar un desayuno en la cama, comer y beber de tu boca lo que para consentirte habré con amor preparado.
Quiero contigo, entre espuma, vapor y agua quitarnos el aroma del delirio que entre sábanas nos envolvió y cantar ahora una nueva canción de gemidos bajo la ducha.
Quiero contigo, caminar presurosos bajo la lluvia, dejar que sus gotas nos acaricien en rostro y beberme de tu boca esas lágrimas de nubes, que de tus labios me sabrán deliciosas.
Quiero contigo entrar tomados de la mano un domingo a la iglesia… entre sermón y oración, pedirte  en susurros de un amor prohibido, que, abrazado por mi amor y atado a mi apellido, vivas a mi lado la vida entera.

A Pedro le dio la impresión de que trazaban planes en el mutismo que siguió, y el timbre del celular interrumpió las reflexiones.
__Hola Diego _ dijo, Pedro, y advirtió el instante en que los labios de Guillermo se sumían en la barbilla y las cejas se le unían en un ceño profundo. Extendió el brazo en un acto maquinal y le acarició la sien, y él se volvió súbitamente para mirarlo. Pedro le sonrió apremiado por la necesidad de manifestarle que no existía otra criatura sobre la tierra que le inspirase la entrega y la confianza que él le inspiraba.

__ ¿Cómo va todo por allí? __quiso saber.

Se despidieron momentos después y Pedro guardó el celular en el bolsillo de la campera. Guillermo persistía en el mutismo.
__Diego es solo un amigo, pareciera que mis padres me estaban rastreando y solo intenté despistarlos diciendo que estaba con él en una carrera.
__Le tienes mucha confianza, pude percibirlo __replicó sin necesidad aunque con una nota de tristeza.

__Sí, me demostró ser fiable, como lo es Beto para ti. Guille…
__ El agua cae y discurre formando con su curso un camino incierto, pero el agua sigue, así como caminan mis sueños sin camino y sin dueño.
Cierro mi ojos quiero imaginarte en mi playa de amor, primera secuencia, la playa está desierta, te sigo buscando quiero imaginarte saliendo del mar, segunda secuencia, te acercas y siento tus manos secando mi piel, y tus labios bebiéndose la sal de espuma que me sobra y se escurre cerca de la comisura de mis labios.
Te soñaré sí, te seguiré soñando vida mía entre lo dulce y lo amargo, te soñaré como esta noche, bailando sobre el agua con los pies descalzos, dejándome llevar en tus brazos al más bello de los delirios, donde mis ojos serán testigo de tu mirada adorándome todo, recorriendo cada pálpito que sale de mi corazón, besándome en cada espacio de mi sonrisa con besos de sal… te amaré toda mi vida, jamás te dejaré salir de mis sueños porque morirían los verbos más bellos que escribe mi alma, porque tú vida mía eres mi sueño eterno, mi sueño de amor. Y fuimos uno.

Guillermo detuvo la camioneta, giró el torso para mirar hacia atrás y con dos volantazos la estacionó junto al cordón de la vereda entre dos automóviles. Pedro quedó perplejo ante el dominio con que maniobró, él habría precisado bastante más tiempo y espacio.
La sorpresa continuó cuando Guillermo se deshizo del cinturón, y se inclinó para besarlo, le salió al encuentro. Guillermo lo encerró con posesiva determinación, y ni aun eso lo desequilibró. Siguió pegado a su cuello inspirando el perfume de su piel. Guillermo le habló al oído.

__Perdóname amor mío, jamás he sentido esto que siento por vos, me torno posesivo, pierdo el control, creo que son celos. Ni de niño los había experimentado, y me tiene confundido, es de riesgo amar a alguien así al punto de sentir que tu vida depende de otro.
__Yo también siento celos de tus fans __admitió Pedro.

__No por favor, no los sientas.
__Tú tampoco, ¿crees que Diego siquiera puede rozarme? Acabaría con un ataque de pánico o él de bruces en el piso. Guille _ dijo, y se apartó para mirarlo a los ojos__. ¿Crees que es normal para mí estar entre tus brazos después de haberte conocido poco tiempo atrás? Esto no tiene explicación, y ya me cansé de buscársela. Solo me dejo llevar por la dicha que me das, y no quiero darle más vueltas. Pero ni por un instante pienses que esto que tengo contigo es normal o usual.

__Lo sé _admitió él con aire compungido__ nadie mejor que yo lo sabe, pero con vos todo se vuelve confuso y un poco irracional, nada resiste a un análisis de la mente.

__Comprendo, a mí me sucede lo mismo.
__Perdóname, no quiero que sientas que te asfixio o que te reclamo. No soy así. Por sobre todas las cosas quiero respetar tu libertad.
__Mi libertad eres tú, amor mío y confío en ti _le susurró, lo sintió temblar entre sus brazos.
__Dilo de nuevo.
__Amor, confío en ti. ¿Y tú?
__Como en nadie. Estar con vos es mirarte, siempre quererte, amarte como lo deseas queriendo siempre abrazarte y antojarme como lo deseas. Así seré yo siempre, amarte con pasión esperando la ocasión para besarte libremente. Tu amor me enloquece, me haces estremecer, me hace quererte y llenarme de placer.  No dejaré de quererte de amarte mucho menos, siempre quiero verte, siempre llenarte de mis deseos. Juntos, debajo del sol o debajo de la luna el amor es una sensación que arrebata mi alma, sin duda.
En la cita que el deseo convocó, fuimos dos cuerpos  perdidos en la vorágine de pasión. Dejamos el formal ropaje de las apariencias desnudando la verdad de nuestras pieles. Y fuimos uno enlazados en la gloria, bebiendo las mieles del placer. Nos embriagamos en el aroma de los cuerpos y fuimos uno girando en el torbellino de la urgencia. Y fuimos uno estallando en el cosmos infinito de los sexos.
Quiero ser el preludio perfecto  que encienda tu hoguera, cuando bese tus ardientes labios, dejando en ellos bocanadas de mi pasión, comienzo a recubrir con mis besos, tu ardiente piel, desgarro tu cuerpo con las caricias de mis manos, incrementando así, el fuego de tus deseos, y entre las llamas de este infierno, el pecado carnal, nos unió y nos hizo sus siervos.
Responde con tus besos  a los gemidos de placer, detiene  por un momento  las ansias de amar, mira el viaje de las nubes que acompañan tus sueños al despertar. Vibra en cada esquina de tu cuerpo y escucha lo que tu corazón expresa… Acaricia el terciopelo de tu piel que ansía la suavidad de tus manos. Perfuma tus cabellos  y deja que inhale el elixir de tu vida… Mil y una maneras de amar… gozo perfecto, sin principio ni final. Seres que se funden en escenarios rosados dando rienda suelta a sus anhelos Deseos… pasiones sin par… es esa la rutina del enamorado del que sabe ofrecer su vida, su tiempo, sus deseos, a veces sobrehumanos.
Es ese el camino del amor que conmueve que traspasa las fronteras del pecado. Es esa la misión del ser humano: gozar y sentir que ¡todo lo ha dado! Es el triunfo del placer que nos convoca y  al que no siempre respondemos a su llamado… Regocijarse en cada encuentro,  es vivir la vida que se nos ha dado, es sentir el fuego interior  que nos ayuda a creer, a buscar, a sentir, a disfrutar, a entregar todo...  a ser parte de la historia de un amor  que asoma apasionado.
Amaneces en mis brazos, acaricio tu desnudez  y contemplo cómo el calor sudado que expelen tus erizados poros, va humedeciendo tu piel, mientras beso tu cuello y entonces aflora en mí  ese incontrolable deseo  que parece atraerme e invitarme  a recorrer con mis lujuriosos labios,  ese laberinto  que es tu ardiente cuerpo y  lentamente comienzo esa fantasía, esa locura increíble y excitante, que me llena de placer, y que no es otra cosa, que beber gota a gota, sorbo a sorbo,  todos esos manantiales  que tu cuerpo me brinda y así poder sentir el sabor de tu piel grabado eternamente en mis labios. No sé en qué momento pasó cuando estábamos bailando, que tu cuerpo y el mío se rozaron y mi corazón quedó marcado. A partir de ese instante especial bailamos toda la noche entera, para nosotros no había más parejas solo queríamos estar entre nosotros. Nuestros corazones palpitaban agitados mientras nos mirábamos danzando, sentí que te entregabas temblando al ritmo en que te llevaban mis brazos. Nunca fui tan feliz como esa noche que abrió un nuevo mundo para mí, todavía hoy siento el aroma exquisito que soltaba tu cuerpo con la música. Mi mente te deseaba perdidamente te pienso mucho hoy al recordarte, siempre soñé con hacerte mío y tenerte conmigo para toda la vida. Desde que te vi por primera vez te quise a mi lado para siempre.
__Ámame, solo ámame. Quédate en mí como el amanecer que me falta por vivir. Quédate en mí en el ocaso de mi vida para que tenga sentido vivir. Como perfume en mis manos y como regalo del Dios. Quédate en mí atrevido e intrépido como llegaste esa noche a mi vida, y sin permiso te quedaste conmigo y me bajaste las estrellas. Ese día bebí de tus labios y me hice adicto a tu amor y a estar cerca de ti. Dejaste que te amara con locura y ahora sé que sin ti no puedo vivir, no tiene sentido la vida sin ti. Eres el alma de mi alma y sin ti no respiro, muero un poco todos los días. Quédate en mí sin preguntar, sin juzgarme, ¡solo ámame! Perdonándome, si te ofendí fue sin querer, jamás pensé hacerlo. ¿Cómo amándote tanto, voy a ofenderte?
A veces digo cosas estúpidas, digo cosas de las que me arrepiento, soy difícil de entender en ocasiones. Empecemos de nuevo, amor sin celos y sin reclamos, nos hemos hecho adictos a sabernos y tenernos, estar juntos nos hace bien, nos sabemos el sabor de la piel nos sentimos con la mirada nos conocemos con el pensamiento. ¿Por qué? ¡No lo sé! ¡Solo ámame!
Padezco de falta de ti y tú de mí, has pasado a ser vida de mi vida y te respiro, te vivo y tengo mío. Tengo un deseo terrible de ser amado, de quedarme en tus brazos y sentir el calor de tu piel en mi piel como aquella noche tuya y mía que amanecimos juntos. ¡No me juzgues! solo sé amar así, con todo... desde adentro, donde solo está Dios, sé amar hasta los huesos… ¡Así te amo! ¡Por siempre y para siempre! ¡Solo ámame, amor!
__Sí confío en vos, Pedro _ repitió él y volvió a besarle la columna del cuello, que Pedro exponía al echar la cabeza hacia atrás__. Si, confío en vos. No creo que puedas imaginar cuánto. La confianza que te tengo es infinita.

Guillermo lo sujetó por la cabeza y lo besó en la boca, y Pedro se exhortó a grabar en su memoria cada detalle porque quizá sería lo único que compartirían y lo guardaría entre sus recuerdos más preciados. Quería evocar la sensualidad de esos labios y cómo devoraban los de él, anhelaría en esos días,  recrear la sensación de comunión que había significado recibirlo dentro de su boca, y a su vez entrar en la de él, cerraría los ojos e intentaría oír de nuevo los sonidos que habían producido al unirse, los de sus respiraciones agitadas por la excitación, procuraría volver a oler el aroma de su piel, que le resultaba único, imaginaría que estaba dentro de él, o lo sentiría dentro de sus entrañas, una noche de amor, una eternidad de amarlo.
Pedro se estudió en el espejo de la visera. Se acomodó el cabello alborotado, y al darse cuenta de que tenía los labios hinchados y enrojecidos se los rozó apenas y se quedó congelado frente a la mirada que le devolvía el reflejo. Enseguida notó la atención de Guillermo en él, y su caricia no tardó en alcanzarlo en el filo de la mandíbula.

__Sos vos __ le escuchó susurrar__. El mismo que días atrás no permitía ser tocado. Ahora tu boca está llena de mis besos.

__Sí _ murmuró__ me cuesta creerlo.

__Este es el principio del fin de tu fobia, paso a paso.
__ ¿Estás seguro? ¿Es lo que crees?
__Sí lo creo.
__Temo que no seré capaz…__El índice de Guillermo descendió entre sus labios y lo acalló.

__Lo prometo __repitió con firmeza para luego añadir__: Pedro, ¿crees que te dejaré allí, solo, entre los demonios que te encadenan? __Pedro sin remedio, percibió que la garganta se le entumecía__. ¿Crees que les permitiré que sigan atormentándote?

__ ¿Cómo lo lograrías, Guille? __preguntó con voz insegura__. Nadie ha podido ayudarme.

__Quizá porque a nadie se lo has permitido verdaderamente.
__ ¿Por qué?
__Porque todavía no estás dispuesto a perdonarte.
__Si mi fobia se debe a eso, entonces creo que nunca lo estaré.
__Lo estarás.
__ ¿Cómo puedes estar tan seguro?
__ Porque no lo harás por vos sino por nuestro amor. Lo harás por mí, Pedro.

_Noche no te vayas, quédate mas tiempo, quiero ser la caricia que despierte el cálido susurro de un beso en mi piel, solo deja que me ame, buscar el néctar de su boca para embriagarme con sus labios, deja que se deslicen sus dedos en mi ser, volver a renacer.
Besos tiernos que se vuelven caramelo, tan dulces como la miel, desfallecer y perder los sentidos, haciéndome estremecer, vibro ante tantas caricias, aniquila mi mente y hazme enloquecer, perdiendo la cordura sin piedad, siendo tu realidad.
Noche haz tu tiempo más largo, quiero disfrutar cada segundo, que sus dientes marquen mi cuerpo, ser su tentación más sublime, adicto soy a sus caricias, quiero ser su peor pecado y que me desee extremadamente, que no duerma por pensar en mí.
Noche deja que me seduzca; hacerle sentir un hombre vivo, sentir su bravura como guerrero que es, que queme todo mi ser, hasta dejarlo exhausto, torturarlo porque solo quiero que sea mío, solamente mío.
Se me rompen los labios por guardar tu nombre, por guardar con celo este amor que vive en mí, por dejar de vivir mi mundo en blanco y negro, se me desangran los labios por no poder gritar que te amo y poder besar los tuyos.
Mi vida transcurría donde mis pies me llevaban, sin rumbo fijo, sin parajes buscados, parajes de olvido diría mi alma, nunca el sol brillaba ni buscaba las puestas de sol en el atardecer de cada día que nacía para mí, mi corazón vivía enzarzado del mundo, sin pensar en amores, las flores eran de papel, no podía sentir su aroma ni ver su belleza, tampoco buscaba en la noche por muy negra que fuese a la luna me escondía en su oscuridad, la luna que hoy es partícipe de mi sueño, la que me invita a crear versos para ti vida mía, yo no sabía que existiera, eras tú el que me buscaba a través de los versos, el que abría la ventana de su corazón para ver volar mis sueños, sí, eras tú mi enamorado en las noches de luna blanca y que hoy amo con todo mi ser, porque me hacías entrega de las rosas más bellas que traían tus manos, rosas cogidas de tu jardín, hoy soy yo tu enamorado que te sueña y ama bajo las noches iluminadas, ahora soy yo el que pinta luceros y crea versos para entregártelos cada noche, al que se le rompen los labios por gritar tu nombre y el mundo se entere de este amor que siento.
Seguirás siendo tú  mi dulce amor de un instante, serás la magia que juega entre mis versos, serás es arañazo que siento en mi alma cuando tardas en llegar por las noches, luego ya estás aquí, creo escucharte, pero no eres tú, es ese espejismo que me invento en tu silencio, el mismo que te reclama a gritos a través de la distancia que nos separa, pero al mismo tiempo, nos ata con hilos de plata para siempre pues los dos sentimos el mismo deseo de amarnos en nuestras noches de insomnio cuando los párpados pesan como losas, esperando que llegue la vida.
Tal vez amor hayas sentido mis besos rotos en tus labios tal vez amor si cierras tus ojos puedas soñarme.
__
Guille me contó en las últimas horas la historia de Juan y sus hermanas   desde aquella terrible noche en que su padre los descubriera. Los Arismendi al saberlo se pusieron histéricos, y los llamaron por teléfono, ni siquiera una visita. Se derramaron abundantes lágrimas y tras hablar con sus padres, Juan fue al cuarto de baño y vomitó. Sin embargo y pese a las condiciones y reproches los padres dijeron a Juan que a diferencia de Graziani seguían considerándolo su hijo aunque no sería buena influencia  para sus hermanas, ellos seguían queriéndolo y apreciaban también a Guillermo. En verdad Mirna se alegró en secreto al enterarse que ellos echaron a su esposo de la casa.
No obstante la reacción medida de los padres, el golpe lo acusaron las hermanas, y la menor que había crecido con niñeras y que solo vivía por Juan, esa misma noche se levantó con sigilo, y tan solo con un bolso salió de la casa,  intentó ver a su hermano. Con la conmoción reinante en casa de los chicos no oyeron su llamado y la chica de tan solo  trece años  dejó una nota en el buzón como otra de despedida había dejado en la casa y partió.
Por su parte Mirna al día siguiente fue a ver a Guillermo al que quería repetirle que estaba de su parte. Madre e hijo se fundieron en un abrazo y luego ella abrazó también a Juan. No era fácil la situación y ella hubiera querido cualquier cosa, pero así era su hijo y quería decirle que siempre sería bien recibido en su casa, que seguía formando parte de su familia pese a lo que le dijera su padre y que, a partir de aquel momento, ella correría con los gastos de sus estudios y su manutención. Si su esposo quería cortar todos los lazos, allá él, ella en cambio, siempre estaría a su lado. Guillermo se echó a llorar al escuchar las palabras de su madre en sus brazos y prometió conseguir un empleo para contribuir a los gastos, Juan hizo lo mismo pese a que sus padres le dijeron que seguirían manteniéndole mientras estudiara y que nada cambiaría en sus vidas.
Aquella noche cuando su esposo regresó muy tarde a la casa, Mirna supo que había estado bebiendo, que no había cambiado de parecer, y en la cena recordó a todos que Guillermo ya no era bien recibido en la casa y que para él era como si hubiera muerto.
Lo mismo decían en casa de Juan sus hermanas gemelas, a lo que la menor, Hannah  respondió poniéndose de pie, a lo que su padre quiso poner fin obligándola a sentarse.
En silencio acabó la cena y al levantarse miró a sus hermanas.
__Juan es mejor que todos.
__Pues entonces vete con él __le espetaron sus hermanas.
__Lo haré __ dijo y salió en busca de su ropa.

Los muchachos habían oído el timbre y los golpes, pero estaban destrozados y solo pensaron que era de nuevo el padre de Guillermo, por lo cual la pequeña no hizo más que garabatear una nota a Juan y dejarla en el buzón: “Te amo, Juan, y siempre lo haré”.
De regreso a su casa, hizo una pequeña maleta y se deslizó por la ventana de su cuarto tal como lo hizo horas antes cuando fuera a verlos. Pensó habría muchos sitios donde apoyar los pies, y ni siquiera volvió la mirada atrás cuando abandonó la casa. Echó a andar haciendo autostop siguiendo la autopista y le sorprendió comprobar cuán fácil era.
Para entonces su madre había encontrado la nota, ella había dejado la puerta entreabierta y la nota sobre la cama tendida, y su madre al hallarla creyó morir de dolor y el peor momento de su vida mientras aguardaba la llegada de la policía preguntándose si podría resistirlo.
Todos sabían que su único amigo era Juan, y nadie sabía a dónde podía haber ido, ya llevaba horas desde que se había marchado de la casa, y nada pudo hacer la policía para hallarla.
__

En tanto junto al mar, varios días llevó a Gaby dejar la casa en condiciones, y varios llevaban allí,  esa noche mientras comían la tarta de fresas que ella e Isabel habían preparado y tomaban café, charlaron alrededor de la mesa. Guillermo llegaba al día siguiente e Isabel preguntó a Gaby si sabía algo más del misterioso “alguien” que había dicho que quizá lo acompañara, mientras Alberto hacía el tonto.

__No he sabido nada más de él desde que salí de la ciudad. Supongo que nos lo dirá cuando llegue, pero no creo que sea aquel muchacho hijo de la actriz. Apenas se conocen, me parece que nos preocupamos por nada.
__Eso espero _dijo Isabel con aire adusto, tenía un tema complejo con Marcos que  guardaba celosamente.

Luego de saber de la infidelidad de este con Sonia, parecía haberse convertido en la guardiana de la moralidad. Se había prometido que no iba a dejar que Guillermo hiciera el ridículo, y si les decía que había invitado a ese chico, ella tenía toda la intención de decirle que estaba cometiendo un tremendo error y que era un   enorme insulto a la memoria de Juan que saliera con alguien libertino como de seguro sería Pedro Beggio, difícilmente sería un descarriado en verdad teniendo en cuenta quiénes eran sus padres pero tanto ella como Gaby estaban convencidas de que no podía ser  decente del todo y lo único que querían era proteger a Guillermo, ya demasiado había sufrido tras la muerte de Juan y con ella.

Para el día siguiente cuando llegó, Guillermo tenía un aspecto enteramente respetable. Salió del coche alquilado con Fabián, que solo llevaba camiseta y vaqueros, mientras Guillermo llevaba camisa azul de algodón y pantalones caqui. Los dos tenían un aspecto alegre, fresco, limpio, sano y parecieron sobresaltarse al ver la casa.

__No es así como la recordaba de las fotografías _dijo Guillermo, con aire desconcertado__. ¿Estoy loco o es un tanto mucho más rústica?

__Mucho más _explicó Gaby.

Beto la miró, divertido, y añadió.
__Y espera a ver a la doncella y el jardinero, pero nos han devuelto la mitad del dinero, así que vale la pena.
__ ¿Por qué lo han hecho? __Guillermo parecía sorprendido por lo que acababa de decir Alberto.

__Porque nos estafaron, son argentinos, ¿qué se puede esperar? __Gaby lo fulminó con la mirada, pero él no se arredró__. Para decirlo sin ambages, al parecer, cuando Gaby llegó aquí era como una casa fantasma, pasó tres días limpiando y comprando cosas, y ahora está bien, solo que no trates de tirar de la cadena de los baños ni esperes encontrar que funcionen los hidromasajes.

Guillermo sonrió con aire divertido, mientras que Fabián pareció más preocupado.
__ ¿Pero se pueden usar los baños?
__Claro que sí __lo tranquilizó Beto__, solo que cuando entres no olvides ponerte chinelas, porque puede que se inunde.

__Oh, Dios _dijo sorprendido__. ¿No sería mejor irnos a un hotel? ¿De verdad podemos quedarnos aquí?

Imaginaba que no podría usar la instalación de agua para nada y habría preferido ir a un hotel.
__Llevamos tres días acá _dijo Isabel con buen tono__y hasta ahora hemos sobrevivido sin problemas. Ven, te enseñaré tu habitación.
Pero cuando lo hizo, Fabián solo se sintió ligeramente tranquilizado. Las tuberías gorgoteaban, se oía gotear agua y notó un olor húmedo y mohoso en la habitación.

__Te abriré las ventanas _ dijo Isabel, tratando de airear, pero cuando intentó hacerlo, una de ellas se soltó y cayó al jardín__. Haré que el jardinero venga y la vuelva a poner en su sitio _dijo, sonriendo ante la expresión horrorizada de Fabián.

Cinco minutos después, el muchacho acudía a su padre y le preguntaba si creía que la casa era segura. Además, tenía fobia a las arañas y a los bichos y por lo que sabía también Guillermo y la casa contaba con más de los que correspondían.
__De verdad pienso que no deberíamos quedarnos aquí __propuso __, y además habló del mejor hotel del lugar que uno de sus amigos había conocido el año anterior.

__Estaremos bien acá, hijito __le contestó el padre, tranquilizándole__, lo pasaremos bien. Es mucho más divertido quedarnos con nuestros amigos. No es necesario ir a un hotel.
Beto ya les había dicho que el velero estaba en buenas condiciones y se moría de ganas de salir a navegar.
__Quizá tendría que irme a Venecia con mis amigos antes __dijo aún preocupado.
__Haz como quieras __dijo Guillermo con calma.
Silvina lo manejaba siempre mejor que él que se impacientaba cuando chillaba o protestaba por todo. Pero, a su edad, no creía que pasar unos días en una casa decrépita fuera a hacerle daño. Y resultaba que a él le gustaba. Era cómoda, y aunque todo estaba un poco raído creía que tenía encanto y ya le había dicho a Gaby que le gustaba, lo cual le complació, porque se sentía muy culpable porque ella la había elegido y era mucho menos impresionante de lo que les había prometido. Sin embargo, todos se habían adaptado bien.
La primera crisis surgió al final de la tarde, cuando Fabián fue a tumbarse en la cama para leer un rato. Acababa de ponerse cómodo cuando la cama se hundió, con él encima. Dos de las patas estaban rotas y la habían apuntalado cuidadosamente para ocultarlas, pero, en cuanto el chico se movió, varió el equilibrio y terminó en el suelo. Soltó un grito y todos entraron, al fin echándose a reír al verlo derrumbado en el suelo.
Cuando llamaron al casero para que intentara arreglarla vieron que la habían encolado tantas veces, que esta vez no había modo de conseguir que se sostuviera. Fabián tuvo que resignarse a dormir encima del colchón, en el suelo, lo aceptó con buen talante aunque Gaby sospechó  que no tardaría en marcharse a Venecia con sus amigos.
Cuando  el ama de llaves apareció por la tarde llevaba una blusa de encaje y unos leotardos, y Fabián no pudo evitar echarse a reír aunque Guillermo pareció escandalizado.

__Yo la encuentro mona _dijo Beto, con aire divertido, y Guillermo sonrió a su pesar__. Espera  a ver su numerito con pantalones de ciclista rosa brillante.

Guillermo soltó la risa mientras Fabián desaparecía. Aquella tarde lo había pasado muy bien en el velero y le divertía el estado de la casa, para él, era como una aventura, y estaba convencido de que a Juan le habría encantado, que como siempre habría visto el lado divertido de la situación. Siempre había sido aventurero y no les temía a los bichos. Fabián por la madre era un chico de ciudad.
Gaby estaba preparando la cena, y cuando abrió el horno para ver cómo estaban los pollos que estaba cociendo, la puerta se salió de los goznes y aterrizó en el suelo. Pero Beto se las arregló para repararla con alambre de empacar y un ingenioso sistema y los demás aplaudieron su habilidad.

__Me gusta esto _dijo Guillermo con sencillez__y a los demás también, cuando su hijo volvió a mencionar ir a un hotel, estaba claro que no disfrutaba del estado rústico de la casa, aunque había que reconocer que para él no resultaba divertido, no había nadie de su edad para salir y estaba empezando a pensar que había cometido un error al ir. Pero no quería herir los sentimientos de su padre marchándose antes de lo planeado.
Incluso el velero no le entusiasmaba demasiado, no le atraía navegar sino el esquí acuático, ir a bailar por la noche y estar con gente de su edad.

__Mira hijito, esto no es muy divertido para ti ni la casa tan confortable como pensaba.
__Me gusta estar contigo, papá _dijo sinceramente.

Siempre le habían gustado los amigos de su padre, también se sentía solo porque su madre no podía estar allí, aunque sentía afecto por Isabel y Gaby.
__ ¿Quieres marcharte antes a Venecia? No me lo tomaré a mal si lo haces.
__Claro que no. Me encanta esto.
Ambos sabían que eso estaba lejos de la verdad.

Al fin al ir a la ciudad se tropezó con un compañero de facultad muy agradable y a la noche, fue a buscarle para ir a cenar y de copas.
Los demás fueron a cenar fuera, un restaurante que les habían recomendado. Salieron en dos coches de buen humor, excepto Isabel y Marcos que fueron en coches separados. Marcos parecía alicaído, ella mucho más callada que de costumbre. Pero a todos les gusto el lugar y más cuando probaron la comida y los vinos, y a medianoche seguían allí, luego de beber tres botellas entre cinco hasta el humor de Marcos e Isabel había mejorado, aunque no estaban sentados juntos ni se habían hablado durante la noche.
Gaby estaba hablando con Guillermo cuando este mencionó de nuevo a la persona de la que les había hablado que llegaría el lunes cuando se suponía que Fabián se habría ido para el fin de semana.

__ ¿Es alguien que conocemos? __preguntó Gaby como sin darle importancia, muerta de curiosidad, pero sin querer que sonara como si estuviera husmeando en sus asuntos.

__No lo creo. Es alguien que conocí hace unas semanas.
Gaby aguzó el oído, preguntándose si sería aquel muchacho. Por lo menos ella lo suponía ignominioso, e Isabel estaba de acuerdo con ella.
__Seguro han oído hablar de él, o al menos de la madre __continuó Guillermo__, es muy agradable. Está pasando estos días muy cerca de acá y pensé que sería divertido que todos ustedes lo conocieran.

__ ¿Es alguien _ dijo  Gaby esforzándose por encontrar las palabras justas entre la curiosidad  y los buenos modales _en quien estés interesado, Guille?

__Solo somos amigos _dijo él con sencillez y entonces se dio cuenta de que todos estaban escuchando y pareció un poco violento__. Es Pedro Beggio, el hijo de la actriz famosa hoy directora, para quien acabo de terminar la película.
En cuanto lo dijo Isabel del otro lado de la mesa le lanzó una mirada de franca desaprobación, esos días estaba más crítica respecto a todo.
__ ¿Por qué querría venir aquí? __preguntó sin rodeos__. No somos interesantes y la casa es un desastre. ¿De verdad quieres que venga?

Todos rogaban porque no fuera así, no querían un extraño entre ellos, en especial alguien que era más que probable que fuera difícil y caprichoso. Las dos mujeres estaban seguras de que “el chico”, como lo llamaban ellas, estaba tratando de aprovecharse de Guillermo de alguna manera. Él les era muy querido, y después de tantos años protegido dentro de su unión con Juan, daban por sentado que era ingenuo.

__Es una persona muy agradable. Creo que les gustará a todos _dijo Guillermo con calma.

Los hombres asintieron, curiosos por conocerlo, y las mujeres torcieron el gesto.
__Esto no es exactamente  Miami _dijo Isabel tratando de desanimarlo.

Sin embargo, él no pareció impresionado por su falta de entusiasmo por conocer a Pedro, ni porque sí los hombres aunque no lo confesaran a las mujeres.
Isabel no podía pensar en nada peor que en tener que agasajar al nene bien de los Beggio, y Gaby estaba segura de que sería una pesadilla, era lo bastante famoso como para que fuera así. Les arruinaría las vacaciones. Y posiblemente…  la vida de Guillermo.

__ ¿Cuántos días se quedará?
__Unos días, una semana. Depende de cuándo deba volver a la facultad, yo mismo debería regresar para empezar a ensayar para una película, queríamos descansar primero, creo que acá podremos. __Lo dijo de un modo paternal, protector__. Comparte muchos de los gustos de Juan, libros, obras de teatro, música.

Gaby miró a Beto preocupada, Isabel incluso le lanzó una mirada a Marcos. Ninguno de los hombres creía ni por un momento que Guillermo y Pedro fuesen solo amigos, y ellas estaban seguras de que Pedro estaba buscando cazarlo y que Guillermo estaba embobado, no podían pensar en motivos nobles que los unieran.
 Como se había hecho el silencio entre ellos, Marcos pidió la cuenta, y cada uno pagó su parte, las mujeres apenas podían esperar para hablar entre ellas del amigo de Guillermo, les pareció que invitarlo a la casa al fin era un atrevimiento por parte de este, tanto la persona como la visita  les parecían mal en todos los sentidos.
Cuando regresaron a la casa…  distinto fue lo que se habló en cada habitación, las mujeres en el camino hablaron animadamente de sus planes para salvar a Guillermo,  en tanto este no cabía en sí de ganas de llegar al silencio de su cuarto y llamar a Pedro.

__Vivo  cautivado por tu amor, derramando entre  medio de tantos  sueños las caricias y besos que solo tú sabes cosechar de allí… las caricias las recoges con tu suave mirada y mis besos los tomas entre tus labios cuando en voz baja por aquí, oculto, me descubres y pronuncias mi nombre.
Vivo cautivado por la belleza que encierran tus ojos, por el sabor inigualable de tus labios, por ese sonido de tu voz que logra estremecer mi alma y erizarme la piel… tu amor  cautiva todas mis  palabras, dejando escondidos tantos te amo a mitad de las frases, como de mi voz que, para ti  se viste de melodía de amor, necesites escuchar cada día.
Vivo cautivado y en mis estados de ánimo  se refleja en todo, lo que provoca este incondicional amor que me deja con los brazos en cruz, el pecho abierto y el alma para ti desnuda esperando aquí en medio de los  días me encuentres y sientas que por amarte así, mi corazón, todo lo quiere volver poesía.
A medio vaso quedamos, nos bebemos un sorbo de silencio, para que las gargantas, en respuesta a miradas enamoradas, exclamen los te amo que se ocultaron entre letras perdidas, viajan aquí, para ti suspiros, que por tu piel quieren viajar, deshojarás de aquí, a mitad de camino, los besos para ti que nunca cesarán, como no cesará este amor que me vuelve magia, para que logre hacerte el amor aun distante, mientras mis susurros te acarician.
Tú eres mi deseo, mi locura y mi pasión, eres el sol que me cobija  en este frío invierno y eres la luna que cada noche,  enciende mis sueños y por quien me desvelo, como ella, desaparece al amanecer, y es por eso,  que hoy quiero escribir  con besos y caricias, en el lienzo de tu ardiente cuerpo, palmo a palmo y suspiro a suspiro, todo lo que mis labios esconden  y no pudieron expresarte, para así poder crear el más  bello poema de amor. Te gusta jugar con la humedad de mis labios, bebiéndote con ellos mi aliento. Jugando con mi cuerpo y acariciando cada parte de mi piel erizando todo hasta llegar a sucumbir en mis deseos, húmedo, jadeante en tus caricias, como si quisieras comerme todo mi cuerpo. Una delicia jugar con la humedad de mis labios, una delicia jugar con mi piel. Te amo, te extraño. 

CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.

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