PROHIBIDO.
CAPÍTULO CUARENTA Y CUATRO.
“Una de las únicas ventajas de una gran
tristeza, es que nada
parece más doloroso que la misma, es una desesperación
que no carece de cierta dulzura”. Giacomo Casanova.
“Y aunque no me quisieras, te querría por tu
mirar sombrío,
como quiere la alondra al nuevo día, solo por el rocío”.
Federico García Lorca.
como quiere la alondra al nuevo día, solo por el rocío”.
Federico García Lorca.
“Yo no sé si pueda volver a encontrarte,
amor,
si Dios no me quiere en tu eternidad”. Indio Solari.
si Dios no me quiere en tu eternidad”. Indio Solari.
Bs.
As. Viernes 04 de febrero.
__ ¿Qué sucede? _preguntó Guillermo al ver el
ceño en Pedro.
__Nada, solo espero que todo salga bien… por el nene.
__Me miras y en tu mirada hay una
pizca de inocencia y picardía, sonríes, con una sonrisa cómplice como invitándome a comenzar a seducirte, me
abrazas con el fuego candente de tus
deseos, y lentamente enciendes mi pasión, me besas, y dejas grabado en
mis labios
hasta el último aliento de tus besos, me acaricias, y avivas mi excitación con miles
de promesas apasionadas dichas por tus labios en mi oído, y sin más, yo comienzo a recorrerte, la humedad lo va invadiendo todo y así mis labios continúan saboreando el dulzor salado de tu ardiente piel, y entre gemidos y callados quejidos, va encendiéndose y despertándose nuestra pasión.
hasta el último aliento de tus besos, me acaricias, y avivas mi excitación con miles
de promesas apasionadas dichas por tus labios en mi oído, y sin más, yo comienzo a recorrerte, la humedad lo va invadiendo todo y así mis labios continúan saboreando el dulzor salado de tu ardiente piel, y entre gemidos y callados quejidos, va encendiéndose y despertándose nuestra pasión.
__Guille calla.
__Es que a veces temo que esos tipos te
quieran devolver a esa cárcel… nunca
olvides que te amo.
__ ¿Qué dices? Jamás regresaría… nunca fue mi lugar, solo entré allí por un
juicio de valores equivocados, nada me gustaría más que ver preso a ese cura
pederasta, que la institución purgara sus entrañas de tipos así __afirmó Pedro
en susurro__. Ángel sí, o, ángel no, tal vez soy tu ángel de la noche ,o tal
vez soy ese poema que te revuelve esos demonios inquietos que no te permiten
alcanzar el sueño, tal vez soy esa frase o ese verbo que tanto necesita
oír tu alma para sentirte vivo, tal vez y sin tú saberlo, soy tu ángel
enamorado, el que sueña con acomodarse a
la orilla de tu cuerpo para sentir el olor del amor, tal vez vida mía si me
buscas en tus noches de soledades inmensas, puedas encontrarme durmiéndome en
tus ojos, bailando con tus besos en mis labios y los tuyos, sí, tal vez podrás
sentirme en el mapamundi de tu piel donde caminan mis manos lentamente por si
acaso despertaras y pudieran desaparecer las primaveras soñadas que nos quedan
por vivir.
Esta noche vida mía, he elegido besarte en el viento, por la suavidad del aire que sabrá cómo posarlos en los tuyos en esa fragilidad del deseo, lo he elegido así de esta manera porque así podremos amarnos en libertad fuera de las rejas del pecado que cada día hacía más cautivo este amor nuestro.
Seré tu ángel de amor hasta mi último suspiro, no dejaré que las noches negras y frías roben mis sueños de amor, seré siempre tu enamorado, la sonrisa amplia aunque mi corazón se ahogue en sus lágrimas negras. Te amo. Es mi tiempo de amar.
Esta noche vida mía, he elegido besarte en el viento, por la suavidad del aire que sabrá cómo posarlos en los tuyos en esa fragilidad del deseo, lo he elegido así de esta manera porque así podremos amarnos en libertad fuera de las rejas del pecado que cada día hacía más cautivo este amor nuestro.
Seré tu ángel de amor hasta mi último suspiro, no dejaré que las noches negras y frías roben mis sueños de amor, seré siempre tu enamorado, la sonrisa amplia aunque mi corazón se ahogue en sus lágrimas negras. Te amo. Es mi tiempo de amar.
Existo en tu fecunda fe, en el tártaro
infarto de tus lisonjas, donde subyugas
tus lucernas, en díscola visión de un hálito. Estás bajo los sutiles
brazos de mi preludio, descifrando el pecado de mis dedos, el efluvio inmortal
del tacto, cuando yace tu innombrado roce. Existo a través de tus lienzos, en
la fárfara que cautiva mi penumbra, en la vehemencia de tu torso, cuando me
apresas en las mañanas, y me conquistas en las noches. Le suplico a tu melodía,
un suspiro callado de tu cielo, un oleaje de halo armonioso, cuando tu voz se
esculpe en un beso. Creo en cada latido descubierto en los estigmas de tus
soles, en los almendros de tu vientre, y en donde mi boca se hace majestuosa.
Creo que no existe otra vida para mí, que no repose en tus prados y salientes,
cuando la hora de invernar me tome de frente a tu abrazo. No temas Guille no dudo.
__
La sede de la archidiócesis era un edificio
imponente. Al llegar los condujeron hasta una sala de espera de techos altos,
mobiliario antiguo bonito pero serio,
revestimientos de madera tallada y un crucifijo en la pared. El lugar
contaba con aire acondicionado, lo cual lo hacía agradable en medio del calor
estival. Por un momento Pedro se sintió intimidado, los recuerdos
pugnaron por regresar… el padre
Manuel, las puertas de la iglesia que lo dejaron detrás al cerrarse mas sin
liberarlo de su estigma de haber pertenecido.
__ ¿Estás bien? __ le preguntó Guillermo en
voz baja.
Pedro respondió afirmativamente con la cabeza. Sin embargo el escenario
resultaba sobrecogedor. A poco, un sacerdote joven se asomó y los acompañó al
despacho del tal monseñor Cavar en la plata superior. Y vieron que los
esperaban tres prelados. Nada más entrar un hombre de corta estatura y
complexión gruesa ataviado con la vestidura propia de los prelados se acercó al
abogado con una sonrisa amable. Monseñor Cavar llevaba en el sacerdocio casi
cuarenta años pero tenía en la mirada un brillo y la viveza de alguien mucho
más joven.
__Me alegro de verte Carlos. __Le dio al
abogado unas palmadas afectuosas en el hombro y lo miró con alegría sincera__.
Bueno ¿cuándo volverás con nosotros? __bromeó pero Pedro se estremeció__.
Deberías estar trabajando a nuestro lado en este asunto __añadió más serio.
“De modo que se trata de eso, cuánta
hipocresía, pensó Pedro alegrándose de no ser ya parte.”
__ El monseñor alude a que hemos colaborado
codo a codo en numerosos proyectos en Roma
durante los dos de cuatro años que pasé allá _ explicó el abogado y el
prelado asintió con gran respeto por su capacidad. Siempre había dicho que era
uno de los mejores juristas del Vaticano y que algún día llegaría a ser
cardenal. Cuando se enteró que había pedido la dispensa de sus votos se llevó
una honda decepción.
__Sin embargo aunque lo lamenté no me sorprendió
del todo tu decisión. Creo que siempre habías sido muy independiente y
librepensador, en ocasiones te empleabas
más a fondo en la lucha por los ideales
del derecho que en la Iglesia y posees un intelecto que todo lo pone en
cuestión a veces con un toque de cinismo. Jamás has dado nada por válido sin
cuestionártelo ni hacías lo que se te ordenaba __continuó y miró al grupo__.
Antes de hacer nada, este hombre tenía que estar convencido de que era lo
correcto y conforme a sus propios principios, lo que a veces lo convertía en un
oponente formidable. Sospecho que en esta ocasión también será así.
Al igual que el abogado no lo subestimaba a
él tampoco el monseñor subestimaba al abogado, se miraban y se medían uno al
otro.
En Roma el prelado que lo había tratado como
a un hijo le había enseñado los
entresijos de la política vaticana y juntos habían pasado muchas noches tomando
vino hasta tarde en la cancillería de la ciudad eterna. Fue en esa época cuando
el abogado había empezado a dudar de su vocación y del camino que había
escogido. Sus razones para dejar el sacerdocio lo volvían aún más peligroso, y
monseñor Cavar era muy consciente de ello. El abogado era un idealista y esos
casos eran para él como una cruzada santa, mientras que para el prelado no eran
sino una parte más del trabajo que desempeñaba para la iglesia. Cavar conocía
los puntos débiles de los sacerdotes además de los de los hombres.
__Un día de estos volverás _le dijo al
abogado con tal seguridad que Guillermo temió por Pedro y a este le recorrió un
escalofrío pensando si sería cierto aquello.
__Pero aún no __contestó el abogado sereno y
siguiendo el juego__. Y entretanto tenemos trabajo que hacer. __Acto seguido
les presentó a Pedro y Guillermo y el prelado les estrechó la mano.
Monseñor presentó a los otros dos prelados que
aguardaban sin tomar asiento, y Carlos les explicó que Guillermo y Pedro iban a
ser los tutores legales de Felipe, el cual vivía con ellos. Entonces el
eclesiástico bajo y regordete les indicó que se sentaran en un sofá que tenía
una mesa de centro delante y varios
sillones cómodos alrededor. Deseaba establecer
un tono informal para esa primera
conversación con el fin si se podía disuadir a la pareja y al abogado de seguir
adelante. La policía aún no había acusado formalmente al padre Ernesto, por lo
cual era el momento idóneo para intentar hacerlos cambiar de idea sobre todo
antes de que el caso llamase la atención de los medios de comunicación. Por lo
pronto no se había producido perjuicio alguno cosa que cambiaría en cuestión de pocas
semanas cuando llegase la fecha en que el gran jurado tuviese que estudiar el
caso.
Monseñor miró a Pedro y a Guillermo para
intentar calarlos, estos llevaban sendos
trajes negros y camisas blancas sin
corbata, y sin disimulo la alianza de compromiso. Se preguntó por qué motivo
ese par se había comprometido con el chico. Además tenía conocimiento de que
Pedro había sido sacerdote, y de que Guillermo era abogado uno de los mejores
penalistas de la ciudad, lo cual al prelado le parecía un cóctel peligroso en
combinación por la pasión ardiente de su ex colega por defender la causa, si para colmo los
representados eran profesionales con carácter inquisitivo. Cavar tomaba esos
detalles en consideración y actuaba con cautela.
__Bueno pues aquí estamos. __Les sonrió a los
tres después de que el joven sacerdote que hacía de asistente había ofrecido a
todos café o algún refresco que habían
declinado__. ¿Qué vamos a hacer con este desafortunado asunto? _preguntó
con tono amable. Se había hecho con el control de la reunión en cuanto ellos
habían entrado en el despacho con sus recuerdos de Roma con el abogado, sus
comentarios jocosos y sus abalanzas hacia él__. Lo que está en juego es el
futuro de un joven cura, no ya solo de la iglesia sino también ante los ojos
del mundo. No cabe duda de que este caso destrozaría, a él y a su carrera así
como su fe en sí mismo si acaba ante un juez o peor aún, en la cárcel.
__ ¿De qué habla? _explotó Pedro sintiendo la
furia corriendo por el torrente
sanguíneo__. Es un asqueroso pederasta que mancha a la institución como se vio
afectada cuando se me negó la dispensa,
se me trasladó de prepa, y terminé intentando suicidarme porque no me
daban la libertad.
__Libertad que no tiene según creo que sabe
señor Beggio.
__Eso está por verse, a mí su iglesia me trató poco menos que como a un delincuente por haber equivocado mi
elección pero a ese cura que intenta proteger sí que debería echar como tal.
__Es un enfermo en el peor de los casos.
__Es un perverso.
__A ver Pedro ya que parece conocer sobre el
tema ¿cuál es la causa que según usted lleva a un hombre cualquiera a dirigir
su pulsión hacia un niño?
__No es muy conocida, algunos hablan de genética o de algo hereditario, la ciencia no termina
de entenderlo pero de base es una perversión. Ese hombre es un psicópata que no
siente compasión ni empatía ni remordimiento por el mal que causa. Y que goza
de un lugar de privilegio para capar a sus víctimas de cuyo sufrimiento
disfruta. Se trata de algo que va más allá del deseo sexual por un niño. Es
sabido que los niños son seres puros dotados de una energía vital poderosa y
pura, esos seres son criaturas que viven en la oscuridad y solo
pueden llegar a la luz arrebatándola desde la violencia y el abuso, de lo que
realmente desean apoderarse es de la esencia pura e ingenua, de esa energía mágica y pura del niño, es lo que los haría sentir poderosos y es
por ello que llegada cierta edad un mismo chico que fue objeto de abuso en la
niñez ya deja de ser objeto de deseo, ya
le absorbió esa energía… esa es la real
base de esos seres oscuros, apoderarse de la esencia vital del ser humano que
solo halla en el niño, de la cual carecen en el pozo sin fin de oscuridad en
que abisman su alma.
__Muy interesante Beggio pero le recuerdo que
está hablando de un sacerdote.
__Lo sé y me avergüenzo más por ello _musitó
Pedro y vio la mirada de súplica de Guillermo de que dejara al abogado seguir adelante o aquello lo
terminaría destruyendo. Hasta ese momento ni Guillermo ni el abogado
pronunciaron palabra atónitos por la postura de los prelados.
__Por nuestra parte además de lo que dije
antes retomando mi exposición _ dijo el cura__ debemos considerar qué efecto
tiene este tipo de acusaciones sobre la iglesia, cómo nos mina.
Y también debemos respetar las leyes. En este
caso tienen que ver con las personas, no solo con una persona sino con nuestro
interés de velar también por nuestros feligreses. __El hombre hablaba con
ademanes tranquilos y benevolentes__. El padre Ernesto es muy querido tanto en
su parroquia anterior como en la actual.
_ ¿Y por eso lo trasladaron a Entre Ríos en
lugar de encargarse del asunto aquí? __preguntó el abogado sin alzar la voz.
Acababa de lanzarles un primer cañonazo de
advertencia y a juzgar por la mirada del viejo sacerdote, había dado en el
blanco. Cavar sin embargo era demasiado listo para que el comentario de Carlos
lo pillase desprevenido, y además lo conocía muy bien. Estaba preparado.
__Le había llegado el momento de trasladarse
a otra parroquia, ya sabe cómo maneja esto la iglesia. Eso lo sabes Carlos,
como lo sabe el señor Beggio. Evitamos el apego excesivo a los sitios que
afectaría nuestra objetividad y perspectiva. En Entre Ríos se produjo una
vacante en el momento adecuado y se lo necesitaba mucho allí. En todos los
lugares en los que ha estado ha sido una figura sumamente apreciada y un cura
ejemplar.
__ ¿Era el momento adecuado porque se quejó
alguien como por ejemplo los padres de algún monaguillo o alumno que sí creyeron a su hijo?__Ambos
sabían que no era lo habitual. Los padres tendían a depositar su fe en el párroco
más que en sus propios hijos por costumbre y por respeto a la Iglesia al margen
de lo escasamente fundado que esto fuese. Pero Carlos sabía que era un error y
siempre daba crédito a las palabras de los niños. Todavía no se había topado
con ningún caso en el que el niño mintiese. Mientras siempre era el cura
descarriado el que lo hacía. Eso también lo sabía Cavar__. ¿O acaso otros curas
vieron algo que encontraron preocupante? Al parecer todos sus feligreses
estaban locos con él y era un párroco adorado. Entonces ¿por qué trasladarlo a
Entre Ríos?
__El párroco había fallecido de repente un
mes antes y en ese momento no contábamos con nadie más. __El viejo y astuto
sacerdote miró al abogado a los ojos con osadía. En lo que se refería al
traslado del cura, la iglesia tenía todas las bases ya cubiertas__. El traslado
estaba justificado.
__Ojalá pudiera decir que lo creo _ replicó
Carlos con cinismo retándolo a su vez__. Siempre hay otros candidatos en
especial si tienen a un párroco que le está haciendo bien a su parroquia y que
es tan apreciado. En esos casos prácticamente nunca los cambian de iglesia. Y
resulta interesante que ahora tengamos quince
casos además del de Felipe entre las dos parroquias. Monseñor creo que
tienen un problema grave y lo saben. _El abogado era respetuoso pero implacable.
El semblante del prelado no delataba reacción
alguna.
Los otros dos prelados no habían intervenido
desde las presentaciones. Y el abogado estaba seguro de que les habían indicado
que permanecieran en silencio. Él ya contaba con que Cavar llevaría la voz
cantante. Era el más veterano de la sala y conocía bien a Carlos lo cual le
daba ventaja.
Pedro estaba fascinado oyendo todo aquello y
presenciando los estilos con que hablaban los dos hombres que pugnaban entre sí
con elegancia. Era como una danza. Él apostaba por Carlos por el bien de
Felipe. Pero el monseñor era muy hábil también.
__Yo creo que todos debemos considerar el
daño que se ocasionará si no se desestima el caso_ dijo el prelado en tono
serio__. Las vidas que quedarán destrozadas, no solo la del padre Ernesto
también la del chico. ¿De verdad le hará algún bien sacar esto a la luz incluso
si lo que dice es cierto, cosa que no creo?
Yo pienso que es un chico que tiene miedo,
que tal vez intentó seducir a un sacerdote y luego se lo pensó dos veces y
entonces quiso darle vuelta a la situación para sacar algún beneficio. No vamos
a pagarle un centavo por sus mentiras
__puntualizó Cavar clavando la vista en el abogado y a continuación en los representados que
habían quedado con cara de espanto ante lo que estaba diciendo el cura.
__Esto no tiene que ver con el dinero __lo
corrigió Carlos con rotundidad. Pedro por su parte, casi se levanta de un salto
pero ante la presión de la mano de
Guillermo sobre la suya se controló__.
Ni con una supuesta seducción de un hombre de cuarenta años por parte
de un crío de nueve. Es una hipótesis
tan astuta como trillada monseñor pero aquí hará aguas. La víctima inocente es
mi cliente no el padre Ernesto.
Felipe llegó a esa iglesia como una criatura
pura y honesta y salió de allí de igual modo, ese sacerdote es un perverso y sigue en la misma oscuridad
porque la iglesia misma al ampararlo le niega la posibilidad de redención. Y la
iglesia pagará lo que decida el juez por haberle dejado secuelas de por vida,
las físicas pueden cicatrizar, las psíquico emocionales aun con un excelente
tratamiento como se le dará al muchacho suelen impedir una vida normal, y lo
saben. Usted monseñor conoce tan bien como yo el precio que han de pagar las
víctimas de estos casos. Estamos hablando de un crimen monseñor. Un crimen
grave cometido contra un niño agravado por la condición de sacerdote del
depredador. Ernesto debe de estar en la cárcel, no reincidiendo de parroquia en
parroquia.
Si llega a los tribunales y así será, el
mundo entero les preguntará a ustedes por qué lo cambiaron de parroquia en
lugar de impedirle que siguiera haciendo… que volviese a hacerlo. Es un crimen grave
cometido contra mi cliente. Todos ustedes son responsables por no detener al
criminal y por no trasladarlo a otra ciudad, porque gente quizá con vocación
solicite la dispensa de sus votos. Me conoce bien para saber que no cejaré en
mi búsqueda de la justicia moral y material, como señal de su arrepentimiento y
buena voluntad.
Dicho esto, el jurista y el prelado se
miraron en silencio durante largo rato. Carlos Andrew se levantó e hizo una
señal a sus clientes para que lo siguieran. Pedro y Guillermo se habían quedado
mirando asombrados al prelado que fruncía los labios. A Cavar no le hacía
gracia la postura del jurista ni su renuencia a abandonar el caso ni tampoco a no sentirse intimidado por él como hombre de
más edad. Había tenido la esperanza de que la reunión fuese mejor de lo que
fue. De momento al menos Carlos no cedía ni un ápice.
Entonces el viejo prelado miró a Pedro.
__Le ruego que hable con el chico y que
piense en las vidas en que se dispone a destruir, en especial la suya. Este
caso se pondrá feo y acabará haciendo daño a todos los implicados, incluso al
propio Felipe. Nosotros no dejamos piedra sin remover.
Era una amenaza directa. Pero el jurista
intervino antes de que pudiera contestar. Pedro estaba atónito como ex miembro
de esa institución no sabía qué decir aparte de que creía en Felipe que era
precisamente la víctima de todo aquello y que su sacerdote era un mentiroso y
un pervertido, además de que la policía estaba recabando testimonios y pruebas
para demostrarlo entre las demás víctimas. Eso no iba a ser ninguna nimiedad,
ni para el cura ni para la iglesia, sobre todo cuando el caso saltase a los
medios.
__Gracias por su tiempo señores __ dijo
Andrew cortésmente. Entonces se volvió de nuevo hacia Cavar__. Me alegro de
haberlo visto monseñor. Que pase un buen día. __Dicho esto sacó a Guillermo y a
Pedro del despacho empujándolos por los hombros haciéndoles señas de que no
dijeran nada, bajaron sin esperar a que nadie los acompañara y salieron a la
calle. Andrew tenía una mirada acerada. Cuando se alejaron de allí explicó__:
Es un viejo ladino diablo taimado. Sabía que intentaría amedrentarlos
amenazando a Felipe. Y no cabe duda será un caso duro, como siempre que alguien
osa alzarse contra una institución mastodóntica y rígida como la iglesia
católica como te sucedió con la dispensa Pedro. Pero el bien y la verdad están
de nuestro lado no del de ellos y lo saben. Y cuando empecemos a sacar testigos
adolescentes con relatos similares al de Felipe van a suplicarnos misericordia.
No va a ser un caso bonito para ellos. Y saldrá caro para todos. Por eso si pueden
asustarlos lo harán. ¿Siguen decididos a continuar?
El jurista los observó con preocupación sobre
todo a Pedro, sabía que había estado a punto de pagar alto precio por salir de
ese sitio sin embargo también sabía que Guillermo era incluso mucho más duro de
lo que él imaginaba. Y los dos estaban furiosos con lo que habían escuchado.
__Pero, ¡qué vileza! ¡Lo que han hecho está
tan mal viniendo de ellos! _exclamó Pedro indignado__. ¡Deberían ponerse de
rodillas por lo que ocurrió!
__No debería extrañarte Pedro… con lo que hicieron con vos
ya sabes cómo son ellos.
__Al principio no son más que poses. No
pueden darnos la razón nada más empezar. Tienen que jugar sus bazas pero
acabarán pagando. A veces mucho dinero. En estos casos desembolsan unas
indemnizaciones tremendas por daños y perjuicios. Eso no cambia lo ocurrido
pero a Felipe le podría proporcionar una vida mejor de la que hubiese vivido de
no ser así y también algo de seguridad a futuro. Esto podría ser muy importante
para él. __Lo único que podía hacer el abogado para ayudarle en ese momento era
convencer a la iglesia de que pagase una indemnización elevada. Y no
descansaría hasta conseguirlo.
__Le agradezco, doctor _ dijo Guillermo__. De
igual modo para nosotros y creemos para el nene, lo más importante es ver preso
a ese hombre, en eso radica la no
impunidad y ya veremos en darle todo nuestro amor más el tratamiento que mejor
se adecue a estos casos. Igualmente, ¿de qué iba la reunión? Yo creí que íbamos
a hablar seriamente sobre lo que haríamos. Y resulta que solo querían meternos
miedo.
Ellos estaban furiosos, el jurista sabía que
el baile no había hecho más que comenzar.
__A mí no me asustan _ respondió con calma__.
Y espero que a ustedes tampoco. Querían
comprobar si abandonaríamos el caso antes de llegar al gran jurado y se
convierta en un dolor de cabeza mucho más grande para ellos. La identidad de
Felipe quedará preservada por el derecho del anonimato al ser menor de edad. A
propósito en una semana tendrán la vista por la tutela. Y es hora de que ese
cura pague por sus delitos. Todo eso han sido alardes sin consecuencias. A
partir de ahora la cosa se pondrá sería y atacarán con más dureza antes de
ceder.
__ ¿Cree que cederán? __preguntó Guillermo
pensando en lo que luchó Pedro para salir con expresión preocupada. Por dentro
se sentía aliviado porque no hubiesen exigido la presencia del chico en la
reunión, y aunque lo hubieran pedido ellos no lo hubiesen llevado. Cavar habría
intentado presionarlo para obligarlo a retractarse y confundirlo sobre lo que
realmente había pasado.
_En realidad no les quedará otra, si Felipe mantiene su historia.
__No es ninguna historia, es lo que pasó
_replicó Pedro enardecido.
__Por eso estoy yo aquí __contestó Andrew sin
levantar la voz__. Intenten que no los irriten tan pronto. Nos queda mucho
trecho que recorrer. Y eso me recuerda… en cuanto se les conceda la tutela,
quiero que lo lleven al psicólogo que les dije. Me interesa disponer de la
evaluación de su estado mental y de la gravedad de las secuelas psicológicas,
desde el punto de vista del terapeuta antes que ellos pidan la pericia. __Ya
había solicitado la tutela temporal a la espera de la vista con el juez seguro
de que se la otorgarían a ellos.
__ ¿Lo hipnotizará o solo será una
entrevista? __preguntó Guillermo preocupado.
__Dependerá de lo que ella piense. Quizá
recurra a la hipnosis si sospecha que el chico ha reprimido cosas, si sospecha
que el cura lo sodomizó y él no lo recuerda. Pero un testimonio basado en la
hipnosis puede ser demasiado esquemático y poco fidedigno, hay jueces que no lo
darán por válido. Yo me fiaría de la evaluación que haga y de lo que dice el
propio Felipe.
Pedro asintió con la cabeza, él solo quería
avisar a Felipe de lo que podría suceder con la terapeuta, ya le había
comentado que posiblemente debería ser evaluado por un psicólogo y no había
puesto objeciones. Era como un libro abierto.
__Bueno intenten hacer algo más agradable en
lo que resta del día _ dijo el abogado al despedirse en la esquina. A él no lo
había afectado nada de lo ocurrido durante de la reunión, a la pareja la veía
disgustada y afectada__. Tengo una tarde muy ocupada. Tengo un caso nuevo
parecido solo que el chico en cuestión ha sido sodomizado lo cual lo ha llevado
a sufrir una psicosis, acaban de darle el alta en el hospital psiquiátrico por
un intento de suicidio, les comento para que entiendan que hay casos mucho
peores que los de Felipe aunque el de él es importante y lo tomo muy en serio
como lo hacen todos ustedes. Hay siempre en juego frágiles vidas de jóvenes que
quedarán marcadas para siempre de manera sutil y también evidente. Mi forma de
vengarlos es lograr que todos los culpables acaben en prisión.
Sonrió.
__Si no es inconveniente para ustedes les
pediré me firmen un permiso para poder luego hablar con la psicóloga y estoy
esperando noticias de la oficial sobre la fecha en que verá el caso el gran
jurado… creo que le queda poco para
remitirlo, a partir de allí iremos a por todas.
Guillermo y Pedro asintieron. Era un
profesional eficiente, siempre pendiente de todos los detalles además de sumamente
competente a la hora de verse las caras con sacerdotes viejos. Los había
impresionado su actuación en la reunión. Era la clásica mano de hierro con
guante de terciopelo. De alguna manera además había ido bien que hubiese sido
sacerdote. Era como un agente secreto que hubiese pasado a otro bando y
conociese todos los tejemanejes ocultos de la iglesia. No era cojo ni manco.
Por otra parte les intrigaba lo convencido que estaba el viejo prelado de que
el jurista regresaría a la grey, sobre todo teniendo en cuenta que lo conocía
muy bien.
__Los llamaré _ aseguró__. Saluden a Felipe
de mi parte. Se despidió con la mano y entró en un taxi.
__
Felipe preguntó por la reunión en cuanto
ellos entraron al departamento pero no quisieron inquietarlo.
__ ¿Que han dicho? __Se lo veía preocupado.
Había estado según Fabián y los papás de Pedro tumbado en el sofá viendo tele.
Todavía estaba pálido como consecuencia de la operación.
__Poca cosa _respondió Guillermo sin faltar a
la verdad. En esencia todo habían sido bravatas y amenazas veladas junto con
alguna floritura y alguna otra pulla por
parte de Andrew. A Guillermo le gustaba su estilo__. Más que nada querían saber
si íbamos en serio con la acusación. El abogado les ha dicho que sí. Pero con
más palabras. También los ha amenazado un poquito y ya nos hemos ido.
__Guillermo lo había resumido
sucintamente, eliminando las frases con segundas del prelado y sus
intentos de chantaje__. Andrew conocía al prelado de antes lo cual no nos
vendrá nada mal. Creo que luego de esto la archidiócesis se pondrá más seria.
Sospecho que tenían la esperanza de que tirásemos la toalla antes de que la
cosa llegase el jurado pero no será así.
Más relajados luego de que se dieran una ducha
y se pusieran cómodos llamaron a la terapeuta recomendada por el jurista que
les dio cita para la semana siguiente y se lo explicaron a Felipe.
Cuando por fin quedaron a solas luego de
cenar con los muchachos y confirmar que
dormían se relajaron en la habitación pensando en el camino recorrido.
__ ¿Estás mejor? __interrogó Guillermo.
__Más decidido a llegar al Vaticano para
liberarme de todo estigma, a eso me
refería con lo del casamiento, me gustaría no ser cura, ya ves lo que opinaron los padres de la novia
de Fabián, no quiero que esas cosas continúen, de momento pocas veces alguien
me dijo algo en la facultad pero aún solo he ido a rendir y no a clases… seguramente sucederá.
__Está bien amor mío en cuanto esto se
encamine si quieres ir a Roma lo haremos.
__Me deshago y me muero en este mundo hipócrita,
hoy me pierdo en los recorridos de mi pensamiento para encontrarme de
nuevo en tus labios, sé que habito en tu recuerdo lo sé, sé también que vivo en
tu alma y tu mente, que la huella de mi amor es moradora del silencio oscuro de
tus noches cuando me piensas, donde voy plasmando sutil la huella de mi mirar
en el silencio oscuro de tu alma, te espero en la amanecida entre el día y la noche, sé que acudirás a la cita, entre ese claroscuro que tiñe el cielo hasta impregnarlo todo con su luz, donde a sorbos me bebo la vida esperando que de nuevo la penumbra cubra mi techo para de nuevo tenerte, de nuevo amarte y ser dueño de tus besos, solo así vida mía soñándome en tus brazos me siento vivo, me siento feliz de vivir dejando que se pierda mi alma en lo más profundo de la dulzura de tu mirar.
Oscurece la tarde, y mis verbos se atropellan por salir arrancándome una sonrisa solo de imaginarte. Te espero amor. Soy tu obra de arte.
en el silencio oscuro de tu alma, te espero en la amanecida entre el día y la noche, sé que acudirás a la cita, entre ese claroscuro que tiñe el cielo hasta impregnarlo todo con su luz, donde a sorbos me bebo la vida esperando que de nuevo la penumbra cubra mi techo para de nuevo tenerte, de nuevo amarte y ser dueño de tus besos, solo así vida mía soñándome en tus brazos me siento vivo, me siento feliz de vivir dejando que se pierda mi alma en lo más profundo de la dulzura de tu mirar.
Oscurece la tarde, y mis verbos se atropellan por salir arrancándome una sonrisa solo de imaginarte. Te espero amor. Soy tu obra de arte.
Tus manos esculpen tu magnífica obra de arte,
mi silueta está perfectamente detallada por ti, léeme amor, que soy tu
contenido, tu esencia misma, descubre en mis infiernos y mis paraísos, la
pasión y la lascivia, llega hasta mis adentros, fúndete en mí, qué placer es el
erotismo, el sentir de tus besos.
Eres capaz de externar tus perversiones,
entregarme tus fantasías sin complejos, tatuada está mi mente y mi piel, llevo
cada letra de tu nombre sellada para no olvidarte,
para guardarte como un secreto, tu sonrisa seductora, me enamora, me haces divagar, tiemblo al pensar que te pertenezco, que eres mío.
para guardarte como un secreto, tu sonrisa seductora, me enamora, me haces divagar, tiemblo al pensar que te pertenezco, que eres mío.
Escúlpeme vida, que quiero enloquecer y
perder la cordura, recorre mi piel, mi
espalda, todos mis sentires, no te detengas, que tu aroma ya es mío, huelo a
ti, tu virilidad está presente en el vaivén de mis caderas, fúndete amor
conmigo con este sudor que recorre nuestros cuerpos, agonicemos en esta piel
maravillosa, sublimes, desnudemos el alma sin miedos, quiero ser el manjar
exquisito, que me devores , que te embriagues, y a cada gemido y grito acállame
con tus besos.
Escúlpeme vida porque no tienes salida,
sumérgete en la cavidad de mis entrañas, utiliza tu inmenso mar para empaparme
de tus ganas, solo busca mi presente buscando el éxtasis, que emana de mi
cuerpo ardiente lleno de sensualidad, somos dos cuerpos que desean ser
devorados mutuamente, apaciguando la sed sexual en el oasis, gemir morder y
quizá llenarse de placer hasta llegar al clímax.
Citas en secreto llenas de intenciones, unas
buenas con sabor a manos imprudentes,
un beso cerca de los labios acariciando el olor de tu presencia atrayendo la mentira al instante. Cena con ingredientes afrodisíacos, miradas indiscretas, gestos tentadores, risas llenas de misterios, toques con astucia, palabras destinadas al engaño después de un licor que provoca la libertad en nuestros actos. Música romántica placentera a oídos que escuchan las letras de canciones obligándonos al baile, cuerpos moviéndose al compás de los deseos de la mente.
un beso cerca de los labios acariciando el olor de tu presencia atrayendo la mentira al instante. Cena con ingredientes afrodisíacos, miradas indiscretas, gestos tentadores, risas llenas de misterios, toques con astucia, palabras destinadas al engaño después de un licor que provoca la libertad en nuestros actos. Música romántica placentera a oídos que escuchan las letras de canciones obligándonos al baile, cuerpos moviéndose al compás de los deseos de la mente.
Sin querer nos provocamos, manos entrelazadas, roces de la piel que incitan al abrazo de
sentimientos mutuos de vivir una locura deseada.
Noche interminable complacidos por la luna,
esperamos los rayos del sol, sueños
vividos con intensidad, realidad poseída por las dudas. Despertamos prisioneros
de la incertidumbre de haber vivido al borde de una verdad en sueños, producida
por ideas amadas, enajenadas con razón o
una mentira de nuestra realidad absurda en la sensatez de amar con placer. Nunca
encontraremos las respuestas de los misterios de la mente, solo debemos caminar buscando el amor sin
entender de qué forma llegó a nosotros.
__Posé mi vista y mis sentidos en sus manos.
La delicadeza en sutiles movimientos que prolongaban mi agonía. Agonía porque
sentía morir de amor y sin embargo esto no sucedía, no en los términos comunes
y esperados. Elevaba el meñique y en un acto de sincronía perfecto, sus otros
dedos culminaban el movimiento prescrito para ellos sin comprender que en ese
simple y secuencial acto, una parte de mi ser se desprendía del resto y ya no
regresaría igual.
Sus largos dedos excitaban mi emoción y los imaginé uno a un danzando dentro de mi boca, permitiendo saborear lo que nadie conoce, la cosecha significativa de emociones que pujan por establecerse como meta de aquí en más, mientras mis labios aprietan la piel y su huellas se graban a bajo relieve mientras entran y salen repetidas veces hasta que percibo la necesidad del próximo. La tontedad de algunos de no entender esto de las sensaciones, de la piel, del sexo puesto de cabeza.
Bailas sí, pero no para mi entendimiento, bailas entre lo absurdo y centrado de mis necesidades. Sin dolor, fuego y perfume; sabor y aliento de una vida que se da por satisfecha. Cuando llegue a tus caderas, si llego, será una explosión de terminales nerviosas que eclosionan a un mundo mejor, al mundo de tus piernas torneadas y fuertes. Al lujo de tus pies que dibujan fantasías únicas y sobresalientes. Creo que me enamoro por partes, que no puedo verte como un todo, que hoy esto y mañana aquello; que recién allá y ahora acá pero también sé que eso es lo que te emociona de mí, el saberte nuevo a cada instante a mi favor aunque yo solo diga que tú solo eres mi amado bailarín del amor.
Sus largos dedos excitaban mi emoción y los imaginé uno a un danzando dentro de mi boca, permitiendo saborear lo que nadie conoce, la cosecha significativa de emociones que pujan por establecerse como meta de aquí en más, mientras mis labios aprietan la piel y su huellas se graban a bajo relieve mientras entran y salen repetidas veces hasta que percibo la necesidad del próximo. La tontedad de algunos de no entender esto de las sensaciones, de la piel, del sexo puesto de cabeza.
Bailas sí, pero no para mi entendimiento, bailas entre lo absurdo y centrado de mis necesidades. Sin dolor, fuego y perfume; sabor y aliento de una vida que se da por satisfecha. Cuando llegue a tus caderas, si llego, será una explosión de terminales nerviosas que eclosionan a un mundo mejor, al mundo de tus piernas torneadas y fuertes. Al lujo de tus pies que dibujan fantasías únicas y sobresalientes. Creo que me enamoro por partes, que no puedo verte como un todo, que hoy esto y mañana aquello; que recién allá y ahora acá pero también sé que eso es lo que te emociona de mí, el saberte nuevo a cada instante a mi favor aunque yo solo diga que tú solo eres mi amado bailarín del amor.
__ Mi embeleso son las cuerdas de tu piel,
liberar en el arco de las cuerdas, cada acorde, toma una palabra, y la desnuda
en tu cuerpo, una transparencia erguida su encanto, mi abedul, mi marea íntima,
tú, mi cascada. Tus piernas son una leche tibia en la mañana, un solo mío,
una nota y mi primera mano busca el camino a través de un tenue roce, mi segunda
aguanta, absorben todo el calor desprendido de tu piel.
una nota y mi primera mano busca el camino a través de un tenue roce, mi segunda
aguanta, absorben todo el calor desprendido de tu piel.
Entonces
se encienden los látigos y llega
un acorde más bravío y dictas una sentencia
y mi lengua es la culpable, suyo es el pecado, subyuga tus fuentes lame su rostro y sus detalles
y penetra en tu abismo. Donde se funden los colores y laten todas las emociones.
y mi lengua es la culpable, suyo es el pecado, subyuga tus fuentes lame su rostro y sus detalles
y penetra en tu abismo. Donde se funden los colores y laten todas las emociones.
Qué densa claridad el descanso de tus muslos,
mi rostro es agua, cada fluido es una lluvia de primavera, con una voz que
rasga, cada centímetro de mi alma.
Entonces
amaneces en una nítida sonata, suavizo el ambiente y creo un camino hacia tus labios con el tropiezo
de tus pezones en vivida elocuencia, apareamiento animal es mi desespero
abrupto cuantos deseos estoy bebiendo, un
licor que baja por mis dedos, como un
calambre de promesas, sigue tocando hermoso violín, mi árbol ha madurado, recoge
tus frutos, muerde, suave cada fibra tiene tu nombre, muerde, abre, llegas al final,
ya la música está en mí ya viene su magia, es un golpe, pasa, toma, está
escrito, nace la melodía.
__Miradas furtivas, labios provocativos,
besos ardientes, respiración entrecortada, cuerpos desnudos, caricias
penetrantes, manos y dedos cómplices, aromas inundándolo todo, gotas de sudor,
piel mojada, hoguera incinerándolo todo, labios bebiendo la humedad, suspiros
incontrolables, deseos insaciables, amor salvaje, placer infernal y pasión
desenfrenada.
__Tú amor mío, tú; cuando he caído en el eco de crueles desafíos, en los más dolorosos reflejos de un ayer; tú, tú me has sostenido en las nubes religiosas, en la divina tibieza de tus brazos.
Tú amor mío, tú; has secado con el milagro de tus manos el llanto involuntario de un lejano padecer que pintaba mis mejillas frente a la compasión de tus ojos; tú has vuelto las llagas que sometían a mi corazón, las has vuelto rosas florecientes germinadas en tu amor.
Tú amor mío, tú; con el canto silencioso de tu voz, me has arrancado cada reproche que alguna vez hirió... el tono iracundo y agonizante de mi voz; aun cuando estaba perdido en el laberinto indescifrable de un ayer, tu voz me decía que todo ya pasó; y tus milagrosas manos... se aferraron a las mías mostrándome la salida, aun cuando en ese laberinto, dejabas pedacitos de tu dulce corazón.
Tú amor mío, tú; culpable e inocente del destino de un niño mal herido; inocente de lo mucho que lloro, y culpable… de robar su corazón, con lo sublime de tu amor.
Tú, tan solo tú; eres el grandioso pago, por lo mucho que pagué con mi dolor; tú eres el premio perfecto, por lo mucho que me debía Dios; te amo por lo mucho que lloré, te amo más de lo que se puede amar, porque tú eres mi más bello milagro de amor.
__Estoy pecando en medio del paraíso y aunque
mi corazón expresa tanto amor cuando mi piel me reclama por sus besos surgen
infiernos desatados en mis manos, y en las yemas de mis dedos surge esa desesperación por sentir que ya me perteneces y que soy solo yo quien despierta el deseo en tu interior. Estoy
pecando porque mi cuerpo te desea con una fuerza que desata mis demonios. Soy
el culpable de pervertir tu mente y
sembrarle calor a tus insomnios.
Porque gana al amor, esa lascivia de tu silueta que desnudo cada noche al escuchar que tu cuerpo me desea.
¡Y nos volvemos amantes sin reproches!
Y aunque mi corazón hace música de tu mirada, y aunque le escribo a tus labios, cuando los miro deslizándose en mi vientre, juro que olvido que soy el caballero y anhelo que devores mi pecado. Estoy pecando porque el deseo a veces me gana, lo sueño los dos haciendo infiernos en la cama, tú conoces cada perversión y me seduce, y en tus gemidos a tu placer me conduces, nos despojamos del cariño y la ternura y nos tragamos la pasión en cada beso,
mezclando lo más hermoso y lo perverso.
Estoy pecando y a ti también te hago pecar, porque nos decimos cosas lindas cosas bellas,
pero cuando de placer nos contagiados, en tu entrepierna y en la mía después de cada encuentro dejamos huellas de nuestros besos rasguños y mordidas.
Estoy pecando y me hago responsable de la inducción por donde yo te llevo, porque te invado cada parte de tu cielo y en tu pelvis despierto tus perversiones con mis labios ansiosos del néctar de tu sexo. Y al parecer desearte no es pecado porque es tan intenso lo que ambos nos amamos, pero cuando pervierto lo que es tu esencia pura, y me interno en tu cuerpo sin un gramo de ternura, hago que explote el volcán en las entrañas aferrándome con pasión a tu piel. Estoy pecando por el inmenso deseo que me brota, cuando provoco que te derritas
en la exigencia de mi lengua y de mi boca, mientras te llevo a que conozcas mis infiernos,
con tus labios tus gemidos y ansiedad, me trasportas a tu cielo y al infinito con caricias atrevidas de tus dedos. Hay complicidad entre tú y yo porque los dos pecamos de amor y perversión.
Porque gana al amor, esa lascivia de tu silueta que desnudo cada noche al escuchar que tu cuerpo me desea.
¡Y nos volvemos amantes sin reproches!
Y aunque mi corazón hace música de tu mirada, y aunque le escribo a tus labios, cuando los miro deslizándose en mi vientre, juro que olvido que soy el caballero y anhelo que devores mi pecado. Estoy pecando porque el deseo a veces me gana, lo sueño los dos haciendo infiernos en la cama, tú conoces cada perversión y me seduce, y en tus gemidos a tu placer me conduces, nos despojamos del cariño y la ternura y nos tragamos la pasión en cada beso,
mezclando lo más hermoso y lo perverso.
Estoy pecando y a ti también te hago pecar, porque nos decimos cosas lindas cosas bellas,
pero cuando de placer nos contagiados, en tu entrepierna y en la mía después de cada encuentro dejamos huellas de nuestros besos rasguños y mordidas.
Estoy pecando y me hago responsable de la inducción por donde yo te llevo, porque te invado cada parte de tu cielo y en tu pelvis despierto tus perversiones con mis labios ansiosos del néctar de tu sexo. Y al parecer desearte no es pecado porque es tan intenso lo que ambos nos amamos, pero cuando pervierto lo que es tu esencia pura, y me interno en tu cuerpo sin un gramo de ternura, hago que explote el volcán en las entrañas aferrándome con pasión a tu piel. Estoy pecando por el inmenso deseo que me brota, cuando provoco que te derritas
en la exigencia de mi lengua y de mi boca, mientras te llevo a que conozcas mis infiernos,
con tus labios tus gemidos y ansiedad, me trasportas a tu cielo y al infinito con caricias atrevidas de tus dedos. Hay complicidad entre tú y yo porque los dos pecamos de amor y perversión.
__Amorcito, cuando creí que esto era prohibido
quise morir, cuando te visitaba en la iglesia y debía regresar a mi farsa con
Ana o Juan.
Y, sí, desde
la miel de tus ojos, mientras me
mirabas con todo el amor del mundo, se deslizaban dos lágrimas de cristal,
tallada en el crisol de tu tristeza desesperada de dejar un verdadero amor, y
se estacionaban besándote con pudor, en tus labios.
Estábamos en la hermosa habitación del piso doce del hotel de Callao y Corrientes, tantas veces testigo de nuestro amor desesperado luego de dejar el departamento prestado del amigo de Beto.
Afuera, la neblina de la noche, proveniente del puerto, acentuaba la tenue melancolía de un otoño tibio, y una fina llovizna se perdía en la brisa y la penumbra de la poquísima luz que se filtraba a través de los cristales polarizados.
Estabas desnudo, sin pudor ante mis ojos que nunca se cansaban de adorarte. Solo tenías puesta una bata que te compré esa noche en Florida, después de la cena, y mi camisa blanca y casi transparente, que engalanaba la juventud de tus pezones pequeños y turgentes de niño hombre, en tu piel, con aromas y tan suaves como pétalos.
Delgado, menudo y bello, me gustaba sostenerte en mis brazos con tus piernas en mi cintura, enredando pubis, pieles, cuerpos, alientos, boca, vida.
Con el corazón destrozado, tratando de mantener la calma y la cordura, sabía yo que era el culpable de tus lágrimas, que me partían el alma.
“Perdóname”, dijiste entrecortadamente, mirándome a los ojos, como siempre lo hacías, porqué sabías que tu primer beso, estaba en la mirada del cielo.
Con el alma desgajada, dominando como podía la angustia y el dolor de perderte, te dije. “Nada hay que perdonar, agradezco a la vida, que me dio la alegría y el inmenso amor de haberte conocido y amado”. Y tratando de mitigar la enorme angustia que nos invadía, bebiendo tus lágrimas con mis labios, continué. “Tú, lo sabías, y yo era consciente que este momento llegaría. Prefiero mil veces sufrir por haberte amado, que mil veces morir, por no haberte conocido. Sabías, porque te lo dije, que esto en algún momento pasaría. Cuando nos conocimos, ya te llevaba años de experiencia mundana, pero tu amor por mí pudo más, y vivimos un sueño hecho realidad, aprendimos a conocernos, a cuidarnos y a vivir intensamente un amor desesperado, imposible, nuestro secreto mejor guardado, casi por meses.
Estábamos en la hermosa habitación del piso doce del hotel de Callao y Corrientes, tantas veces testigo de nuestro amor desesperado luego de dejar el departamento prestado del amigo de Beto.
Afuera, la neblina de la noche, proveniente del puerto, acentuaba la tenue melancolía de un otoño tibio, y una fina llovizna se perdía en la brisa y la penumbra de la poquísima luz que se filtraba a través de los cristales polarizados.
Estabas desnudo, sin pudor ante mis ojos que nunca se cansaban de adorarte. Solo tenías puesta una bata que te compré esa noche en Florida, después de la cena, y mi camisa blanca y casi transparente, que engalanaba la juventud de tus pezones pequeños y turgentes de niño hombre, en tu piel, con aromas y tan suaves como pétalos.
Delgado, menudo y bello, me gustaba sostenerte en mis brazos con tus piernas en mi cintura, enredando pubis, pieles, cuerpos, alientos, boca, vida.
Con el corazón destrozado, tratando de mantener la calma y la cordura, sabía yo que era el culpable de tus lágrimas, que me partían el alma.
“Perdóname”, dijiste entrecortadamente, mirándome a los ojos, como siempre lo hacías, porqué sabías que tu primer beso, estaba en la mirada del cielo.
Con el alma desgajada, dominando como podía la angustia y el dolor de perderte, te dije. “Nada hay que perdonar, agradezco a la vida, que me dio la alegría y el inmenso amor de haberte conocido y amado”. Y tratando de mitigar la enorme angustia que nos invadía, bebiendo tus lágrimas con mis labios, continué. “Tú, lo sabías, y yo era consciente que este momento llegaría. Prefiero mil veces sufrir por haberte amado, que mil veces morir, por no haberte conocido. Sabías, porque te lo dije, que esto en algún momento pasaría. Cuando nos conocimos, ya te llevaba años de experiencia mundana, pero tu amor por mí pudo más, y vivimos un sueño hecho realidad, aprendimos a conocernos, a cuidarnos y a vivir intensamente un amor desesperado, imposible, nuestro secreto mejor guardado, casi por meses.
Pero quiero que siempre recuerdes esto: no me
pidas que olvide estos momentos y no te recuerde, porque eso no sucederá, y
cuando me necesites allí estaré, estés donde estés, y siempre, siempre puedes
contar conmigo.
“Ya vivimos nuestro amor, aprendiendo juntos los secretos de poder amarnos con el alma. Tú, vas a sufrir, y yo también, pero la vida es esta, nosotros elegimos vivirla así, momento a momento. Siempre te lo repetí, cuando tú estés en la flor de tu vida, yo, seré viejo y un estorbo para ti, esa es la ley del tiempo de la vida, inmutable, y sentiré que te pierdo, irremediablemente, pero prefiero esto que después morir por ti. Te sentaste en la cama y con tus lágrimas como joyas cristalinas de rocío, que se deslizaban en la piel de durazno de tus mejillas, me abrazaste la espalda. Dios mío, sentía tu cuerpo tibio, y tus lágrimas que se deslizaban por mi cuello. No pude más, te abracé y te amé como nunca lo hice con nadie.
Me dolía y mucho, pero sabía, por el bien de los dos, que sería la última vez.
Reposando desolados, cada uno pensando en el otro en un abrazo de nuestros cuerpos que parecían conjugados en uno solo, nos dormimos.
Me desperté, como es mi costumbre, muy temprano, y te miré.
Eras un ángel, mi ángel.
Tu cabello rebelde se enredaba en tu cara, solo veía tu nariz respingada y escuchaba tu acompasada respiración.
Me levanté y me vestí en silencio, saqué la cajita del anillo que te había comprado por Florida, el día anterior, sin que lo supieras, escribí una pequeña nota que decía:” Te amo, gracias por la vida que me regalaste”, lo guardé en tu cartera y silenciosamente, me fui. Pagué todos los gastos del hotel y salí afuera.
Ya no llovía, pero sentía frío, en el cuerpo y en el alma. Desgarrado por el amor perdido y vivido con ¡tanta y verdadera intensidad!, que se había hecho carne en mi carne, y dolor en mi conciencia.
Regresé a casa y volví a mi vida de todos los días. Ese día nos había traicionado Matías y luego lo hizo Juan, a poco te obligaron al peor de los martirios.
Y como ráfagas de aromas de tu piel y el aroma de tus besos que se llevó parte de mi vida, pasaron meses de aquel amor pura pasión, secreto, desesperado, solo de los dos.
Hola, aquí estoy, dentro de este pequeño mundo, donde permanecen estáticas imágenes de tantas vivencias a través del tiempo, y ellas me miran con extrañeza, hace mucho que no las visito.
O soy yo, que después, de haber caminado tantas sendas diferentes, me siento cambiado y nuevo, o no. Es difícil explicar quién soy. Soy el mismo y tantos, esos que anduvieron mis interiores, probando y saboreando otros universos, sin aviones ni apuros. Testigos de momentos míos y extranjeros, para este yo peregrino, siempre migrando, explorando el entorno, mis congéneres y yo.
Y vuelo por las entrañas de un mundo mío y prestado. Y de pronto aterrizo en afectos profundos, íntimos, cercanos y vuelvo a despegar hacia un nuevo albur y me recreo.
Miro, nuevamente, una foto, en la que no estoy. Siempre les he huido, quizás en mi intento de no permanecer, conservo el recuerdo. Y me cuestiono ¿Cómo era ese que fui y no soy? ¿Cuáles son los conceptos en los que coincidimos y en cuáles somos diametralmente opuestos? Y al mismo tiempo, me requiero en alocada búsqueda. ¿Quién sos? Volador de ilusiones, pescador de fuego fatuo, inventor de vidas que nunca existirán, invariable ganador de dolor.
Y sin embargo, mi fuerza perdura y germina, al encuentro de la caricia, de la sonrisa.
No pretendo la felicidad, solamente crear momentos felices desde mi alma a otra pura.
Yo apuesto todavía, a pesar de todo, hasta de mis ocultos ríos. Esas tormentas de aguas que se agitan entre lágrimas y deseos. Esas que me limpian las tristezas y me hacen creer que un día, el sol ha de resplandecer y brillar en el cenit de mi vida.
Será que soy así, un raro ser, como una Penélope sin tejido ni pasado.
Que espera todavía, como el Viejo Matías, sin tanta locura y con un poco de alegría. Con mi particular manera de ser. Un yo formado con principios y libros e historia y películas y con sueños de marca registrada.
Y no fue fácil, manejar este yo navegador de cielos y mares. Buscador inefable, muchas veces sin cordura y otras con exceso en el uso de la razón. Acabando destruido, en ambos casos, porque eludiéndola o enfrentándola, la realidad se impone.
No fue fácil, claro que no lo fue, a pesar aquí he llegado y aún espero, busco, navego y mis alas perduran y crecen, todavía. Pero espero casarnos, espero adoptar a Felipe luego de que llegue la justicia, espero tener más hijos con vos Pedro espero toda mi vida con vos y viajes y una casa enorme que cobije a todos una vida eterna a tu lado mi amor.
“Ya vivimos nuestro amor, aprendiendo juntos los secretos de poder amarnos con el alma. Tú, vas a sufrir, y yo también, pero la vida es esta, nosotros elegimos vivirla así, momento a momento. Siempre te lo repetí, cuando tú estés en la flor de tu vida, yo, seré viejo y un estorbo para ti, esa es la ley del tiempo de la vida, inmutable, y sentiré que te pierdo, irremediablemente, pero prefiero esto que después morir por ti. Te sentaste en la cama y con tus lágrimas como joyas cristalinas de rocío, que se deslizaban en la piel de durazno de tus mejillas, me abrazaste la espalda. Dios mío, sentía tu cuerpo tibio, y tus lágrimas que se deslizaban por mi cuello. No pude más, te abracé y te amé como nunca lo hice con nadie.
Me dolía y mucho, pero sabía, por el bien de los dos, que sería la última vez.
Reposando desolados, cada uno pensando en el otro en un abrazo de nuestros cuerpos que parecían conjugados en uno solo, nos dormimos.
Me desperté, como es mi costumbre, muy temprano, y te miré.
Eras un ángel, mi ángel.
Tu cabello rebelde se enredaba en tu cara, solo veía tu nariz respingada y escuchaba tu acompasada respiración.
Me levanté y me vestí en silencio, saqué la cajita del anillo que te había comprado por Florida, el día anterior, sin que lo supieras, escribí una pequeña nota que decía:” Te amo, gracias por la vida que me regalaste”, lo guardé en tu cartera y silenciosamente, me fui. Pagué todos los gastos del hotel y salí afuera.
Ya no llovía, pero sentía frío, en el cuerpo y en el alma. Desgarrado por el amor perdido y vivido con ¡tanta y verdadera intensidad!, que se había hecho carne en mi carne, y dolor en mi conciencia.
Regresé a casa y volví a mi vida de todos los días. Ese día nos había traicionado Matías y luego lo hizo Juan, a poco te obligaron al peor de los martirios.
Y como ráfagas de aromas de tu piel y el aroma de tus besos que se llevó parte de mi vida, pasaron meses de aquel amor pura pasión, secreto, desesperado, solo de los dos.
Hola, aquí estoy, dentro de este pequeño mundo, donde permanecen estáticas imágenes de tantas vivencias a través del tiempo, y ellas me miran con extrañeza, hace mucho que no las visito.
O soy yo, que después, de haber caminado tantas sendas diferentes, me siento cambiado y nuevo, o no. Es difícil explicar quién soy. Soy el mismo y tantos, esos que anduvieron mis interiores, probando y saboreando otros universos, sin aviones ni apuros. Testigos de momentos míos y extranjeros, para este yo peregrino, siempre migrando, explorando el entorno, mis congéneres y yo.
Y vuelo por las entrañas de un mundo mío y prestado. Y de pronto aterrizo en afectos profundos, íntimos, cercanos y vuelvo a despegar hacia un nuevo albur y me recreo.
Miro, nuevamente, una foto, en la que no estoy. Siempre les he huido, quizás en mi intento de no permanecer, conservo el recuerdo. Y me cuestiono ¿Cómo era ese que fui y no soy? ¿Cuáles son los conceptos en los que coincidimos y en cuáles somos diametralmente opuestos? Y al mismo tiempo, me requiero en alocada búsqueda. ¿Quién sos? Volador de ilusiones, pescador de fuego fatuo, inventor de vidas que nunca existirán, invariable ganador de dolor.
Y sin embargo, mi fuerza perdura y germina, al encuentro de la caricia, de la sonrisa.
No pretendo la felicidad, solamente crear momentos felices desde mi alma a otra pura.
Yo apuesto todavía, a pesar de todo, hasta de mis ocultos ríos. Esas tormentas de aguas que se agitan entre lágrimas y deseos. Esas que me limpian las tristezas y me hacen creer que un día, el sol ha de resplandecer y brillar en el cenit de mi vida.
Será que soy así, un raro ser, como una Penélope sin tejido ni pasado.
Que espera todavía, como el Viejo Matías, sin tanta locura y con un poco de alegría. Con mi particular manera de ser. Un yo formado con principios y libros e historia y películas y con sueños de marca registrada.
Y no fue fácil, manejar este yo navegador de cielos y mares. Buscador inefable, muchas veces sin cordura y otras con exceso en el uso de la razón. Acabando destruido, en ambos casos, porque eludiéndola o enfrentándola, la realidad se impone.
No fue fácil, claro que no lo fue, a pesar aquí he llegado y aún espero, busco, navego y mis alas perduran y crecen, todavía. Pero espero casarnos, espero adoptar a Felipe luego de que llegue la justicia, espero tener más hijos con vos Pedro espero toda mi vida con vos y viajes y una casa enorme que cobije a todos una vida eterna a tu lado mi amor.
Voy
a contar la historia de un chiquillo, este niño como producto de un país
subdesarrollado sufrió hambres, pobrezas, miserias y desnudez en tiempos
difíciles. Un día con la humildad e inocencia le dije a mi madre que quería
saber lo que los libros nos dicen, ella no sabía leer pero mi madre fue la
mejor madre que un ser humano pudo recibir de Dios en este mundo. Al oír mis
palabras, ella se quedó pensativa, meditabunda y feliz de la pregunta inocente
de su primogénito y entre palabras me dijo. Te inscribiré en la escuela para
que aprendas a entender lo que los libros dicen y no seas analfabeto como yo.
Me compró un bolso de lona con un pequeño depósito para guardar los cuadernos y otro para los lápices, qué felicidad sentía en mi alma blanca, se llegó el día que se iniciaban las clases, tenía seis años de edad y mi corazón se arritmia de solo pensar que aprendería a entender lo que los libros nos dicen.
A las cinco de la mañana ya estaba listo, pues tenía que hacer un recorrido de unos seis o siete Kilómetros. Mi padre se levantó y al verme listo le preguntó a madre. ¿Y este para dónde va? Mi madre muy feliz y emocionada le contó la historia de los acontecimientos y el por qué me había matriculado.
Mi padre muy enojado le contestó que eso era imposible, que éramos muy pobres y que no se podía dar el lujo de que yo perdiera mi tiempo en hacer nada, mi madre le dijo que había de hacer un sacrificio para conmigo, él se negó rotundamente, matando las ilusiones de un solo golpe y mis sueños se sepultaron en el baúl de mis recuerdos.
Hoy que soy mayor de edad, y analizando con tristezas de mi niñez hice una línea de tiempo de mi vida y de pronto descubrí que mi padre jamás me dijo ¡hijo mío te amo!
El niño de la foto que está en el margen izquierdo, soy yo, ahí tengo siete años y medio. Pueden observar mi inocencia. Al fin mi madre logró convencerlo y sí que pude ir al colegio, por ello quizá sea tan obsesivo en mi profesión pero soy ese niño al que su padre nunca le dijo un te amo.
Me compró un bolso de lona con un pequeño depósito para guardar los cuadernos y otro para los lápices, qué felicidad sentía en mi alma blanca, se llegó el día que se iniciaban las clases, tenía seis años de edad y mi corazón se arritmia de solo pensar que aprendería a entender lo que los libros nos dicen.
A las cinco de la mañana ya estaba listo, pues tenía que hacer un recorrido de unos seis o siete Kilómetros. Mi padre se levantó y al verme listo le preguntó a madre. ¿Y este para dónde va? Mi madre muy feliz y emocionada le contó la historia de los acontecimientos y el por qué me había matriculado.
Mi padre muy enojado le contestó que eso era imposible, que éramos muy pobres y que no se podía dar el lujo de que yo perdiera mi tiempo en hacer nada, mi madre le dijo que había de hacer un sacrificio para conmigo, él se negó rotundamente, matando las ilusiones de un solo golpe y mis sueños se sepultaron en el baúl de mis recuerdos.
Hoy que soy mayor de edad, y analizando con tristezas de mi niñez hice una línea de tiempo de mi vida y de pronto descubrí que mi padre jamás me dijo ¡hijo mío te amo!
El niño de la foto que está en el margen izquierdo, soy yo, ahí tengo siete años y medio. Pueden observar mi inocencia. Al fin mi madre logró convencerlo y sí que pude ir al colegio, por ello quizá sea tan obsesivo en mi profesión pero soy ese niño al que su padre nunca le dijo un te amo.
Embargado por la emoción Pedro lo
atrajo a Guillermo… lloraban los dos
mientras fue besándole las sienes los párpados las mejillas los labios
sintiendo el peso del dolor de ese niño y el propio que teniéndolo todo
simplemente equivocó el rumbo y lo
rechazó.
_
__Tranquilo amorcito no te lo dije
para que te culpes y odio que me tengan lástima solo necesité que me conocieras
a fondo _dijo Guillermo aún embargado de emociones y recuerdos.
__Eres el ser más valiente y bueno que conozco, el que más admiro y respeto
y no tiene nada de malo ser compasivo, tú lo eres o no me habrías apartado del
error menos ayudado a Felipe. Es compartir la carga, es que tu dolor es mío y
el mío tuyo porque nos amamos no es malo amor mío.__ Posa
tu mano junto a la mía, recibe mis besos con una sonrisa, abraza mi talle con
destreza, muévete al ritmo, fuera perezas.
Susurra a mi oído cosas bonitas, un cosquilleo
recorre "mis tripas", son mariposas que baten sus alas, prepara mi
cuerpo, moja las ganas. Bailamos, rozando el suelo, libres los cuerpos, surcan
el cielo. Rodeados de gente, sintiéndonos solos, miro y solo veo tus ojos.
Allí donde siempre me pierdo, agita memorias,
evoca recuerdos, el día que encallé entre tus brazos, remanso de paz, buscando
el regazo. Manantial, fuente de vida, ataúd de pasiones, causa perdida, brotando
a borbotones, lluviosa primavera, a veces la espera merece la pena.
Clavel reventón de vivos colores, alegras la
vista, floreces pasiones, atiza la lumbre y abraza mi cuerpo ardiendo en el
cielo de mis sentimientos.
Eres
mi alma gemela, esa persona especial, que no se siente excepcional, haciéndote
ver en ese espejo terrenal, donde te hace mirar tu lado más emocional, desnudándote
por completo en cuanto a sentimientos y pensamientos. Es ese hombre de corazón
generoso, que en su latir es estudioso, que con su alma caritativa, para
nosotros es curativa, ofreciéndonos su casa humana, que es siempre mundana, con
su amor perfecto, que en sentimiento es diestro, con gran conexión extrasensorial,
que te hace sentir sensacional.
Es esa unión excepcional, donde dos mentes y
dos cuerpos se llegan a fusionar, buscando ese ser perfecto, por quien sientes
afecto, siendo alguien mágico, que te hace sentir único, llegándote
a aceptar tal cual eres, con tus virtudes y defectos.
Te amo Guille, desde el primer minuto y
volvería a pasar por todo el dolor de aquel martirio y sé que lograremos esa
vida que describes porque de otro modo
también pasé mi calvario… mi castigo fue
aislarme del mundo, condenarme a la soledad de una celda, del silencio y
celibato de una vida siempre prestada.
CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES
COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO.
ESCENAS EXPLÍCITAS.
Carmen Bellisimo!!!
ResponderEliminarPatricia Qué hermosura!!! Gracias Eve
ResponderEliminarTeresita Excelente
ResponderEliminarAnny Bellísima
ResponderEliminarCandy Qué hermoso!!! Lleno de pasión y sensualidad!!
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ResponderEliminarSara Precioso!
Bellísimo Eve...La sensualidad y el amor siempre presentes...
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