VECINOS CAPÍTULO CINCUENTA Y CINCO.

VECINOS

CAPÍTULO CINCUENTA Y CINCO.

“Una de las únicas ventajas de una gran tristeza, es que nada
parece más doloroso que la misma, es una desesperación
que no carece de cierta dulzura”. Giacomo Casanova.

“Sincronicidad significa, por tanto, el acontecimiento simultáneo de un cierto
estado psíquico con uno o más sucesos externos que aparecen como paralelos
significativos en el estado subjetivo momentáneo —y viceversa en algunos casos.” (Página 20, Carl Gustav Jung,  Sincronicidad ).

 _ ¿Dónde está Malena, cielito?

Su voz sonó más fuerte, menos controlada, más aterrada.

__! Buen Dios, por qué la dejamos sola! _ exclamó él soltándose de Pedro y echando a correr_. ¿Dónde está?

__ Guille, no desesperes, Guidro la guiará _intentó Pedro.

“La fuerza del pensamiento es la luz del conocimiento;
la fuerza del corazón, es el amor”. Ludwig Feuerbach.

“El corazón es la parte más dura del cuerpo. La ternura está
en las manos”. Carolyn Forche.

 Roma. Marzo de 2018.

__Entiendo. Muchas gracias señor embajador. En verdad  es todo de gran ayuda para nosotros. __Guillermo cortó y tomó una inspiración profunda ante la mirada interrogativa de Pedro y Fabián que sostenía a Malena en su regazo.

__ ¿Amor? ¿Nada?

__No, nada no, mucho diría. Creo que dimos con tu padre cielito _dijo sofrenando la emoción y el temor__. Lo que no se encuentra es dato alguno de tu mamá lo siento.

__De mi padre, si es que lo es __musitó Pedro con labios trémulos y una piedra en el estómago.

__Bueno por eso mismo, sé que deseas saber de Diana, pero no es menos importante que confirmes tu paternidad y tu papá seguramente tenga algún dato de ella __dijo Guillermo alojándolo entre sus brazos, Pedro asintió pues no podía articular apoyando lo mejilla en el torso del hombre que amaba.

__Desde la embajada nos consiguieron la cita sin tiempo y de urgencia, excepto que sea otro con el mismo nombre podemos ir Pedro.

__Vayan, papá, no demoren más __afirmó Fabián acariciando a su hermanita que dormía profundamente  pese a las voces.

__Hijito no se muevan del hotel por favor, no quiero vivir con el corazón en la boca por la nena _pidió Guillermo que secaba el rostro de Pedro con el dorso de sus manos.

__Tranquilo papá soy un hombre y si quise viajar es para cuidar de Malena y que ustedes no sigan postergando lo que tienen que hacer __respondió seguro__. Pedro te bancó en todo desde conocerse, es justo que estés a su lado ahora que necesita un puntal y no me pidas que me quede encerrado porque le prometí a Malena varios paseos.

__No hijo es peligroso…  no manejas el idioma ni el sitio.

__Pasé todo el viaje estudiando mapas y marcando lugares y nos alojamos en la Roma histórica para moverme mejor, no te asustes, iré con el mapa en mano y  cuando vaya a sitios importantes contrataré excursiones guiadas para que Malenita escuche, es que le prometí llevarla  a echar la moneda y comeremos algo siempre que despierte claro. Es solo eso y te dejaré escrito si salgo.

__ ¿Tienes el Burner que compramos al llegar?

__Tranquilo lo llevo encima, puedes llamarme o te llamo pero dudo que donde van puedas tenerlo encima, vayan y no queden mal con la embajada.

__ ¿Vamos mi amor?

__

— La verdad que eres obsesivo compulsivo, cuando te da por un tema no lo sueltas, ahora con el tema de la honestidad ¿Qué pretendes? ¿Qué la gente ande por ahí confesando su lado oscuro? ¿Tú lo haces?

— No se trata de confesarse ante nadie pero tampoco que se pretenda que nos traguemos cuanta mentira nos dicen esperando además, que las creamos, eso está bien para un vendedor de seguros, el empleado del Banco, el vendedor de carros usados. La honestidad no es un valor en nuestra sociedad, por el contrario, es una estupidez, mi punto es que al menos deberíamos tener claro que vendemos una fachada y no la certeza de quiénes somos sin necesidad de promulgarla a los cuatro vientos. Me parece importante que bajemos al sótano de vez en cuando y nos desnudemos frente al espejo a ver de qué estamos hecho. A eso me refiero, quitarnos todos los disfraces. El mundo es toda una falsedad pero de persona a persona ¿Le ves sentido a sentarte a escuchar una sumatoria de mentiras y poner cara de que las crees sabiendo lo que son?_ interrogó Pedro en la charla durante el viaje al penal.

— Bueno, como no se trata de una terapia sino de una conversación… ¿Qué malo le ves a pasar el rato con alguien que simplemente no quiere saber nada de sí mismo? Tal vez, solo quiere saber de ti, amarte. ¿No es el sexo el único instante cuando no hay mentiras? ¿Que hablamos con el cuerpo en una plena conjugación sin barreras? ¿Acaso allí no se entrega el todo a medida que recibes? Es despojarse de toda máscara. Creo que somos libres de ataduras cuando nos dejamos llevar al umbral del éxtasis.

— En eso puedes tener razón pero igual te digo, no todos entregan, muchos son vampiros que te absorben la pasión sin dejar nada en los espacios más profundos. Entregarse implica saber que en un instante dejas al planeta con los antifaces para vestirte con la absoluta verdad que emana de las intensas emociones pero para alcanzar ese nivel de Kundalini, hay que liberar a la serpiente enroscada y dejarla explotar desde la nuca hasta final de la espalda, desgarrar el agujero de la soledad existencial. Fromm decía que…  “Paradójicamente, ser capaz de estar solo es la condición para ser capaz de amar” y yo agregaría, que nadie quiere saber de su soledad y únicamente anhela evitarla y así solo le da poderío desequilibrando el quitar los velos del ser quién es, descubrimiento que viene con todo… el lado oscuro, las vergüenzas, los actos crueles y sobre todo, los temores ¡Por eso me encanta Jung! Sus arquetipos son categorías teóricas que definen al humano que se muestra escondiendo al otro que aguarda aceptación.

—Sí, ya sé, arquetipos, la sincronicidad,  esa conexión que se suscita desde adentro y revela nexos, pistas, señuelos, guías que se transforman en vínculos entre las redes de la mente y el afuera surgiendo una especie de lazo entre el universo interno y el mundo que nos circunda.

— ¡Exacto! Mira esa planta que tienes al lado, “casualmente” se llama “Honestidad.” ¿No te parece increíble que justo ahora que conversamos yo volteo y allí está como señal? Era la planta favorita de mi abuela, tenía una en el jardín, le cantaba como si fuese un niño anhelando amor, decía…  “— Solo tú eres honesta”- ¿No es increíble? Esto ha hecho saltar el radar de la sincronicidad ¡Es como leerse un  libro! Si estamos interesados, nos abocamos a terminarlo, por supuesto, la sincronicidad es una expresión que se suscita de forma inesperada, simbólica, usualmente constituye lo que comúnmente consideramos “azar” pero en los términos de Jung no lo es.

— En su caso, fue de gran utilidad en la terapia con sus pacientes y en gran parte de sus investigaciones sobre la psique. En su libro “Sincronicidad” expone una anécdota por decir, de un caso en el cual practicaba una terapia aplicando la metodología de “asociación libre de palabras” acorde a los principios Freudianos ya que fue su discípulo de joven cuando se iniciaba en la investigación psicológica. Posteriormente, la relación comenzó a perturbarse, distintos puntos de vista en los enfoques de qué y cómo abordar la concepción del ser, finalmente se fueron distanciando, hecho que no niega la genialidad de sus búsquedas y resultados producto un extraordinario intelecto y tesón en una época muy victoriana sobre cargada de prejuicios.

— No solamente resaltan como científicos sino también como personas audaces con el valor suficiente para enfrentar con sus consideraciones al statu quo de una coyuntura histórica solidificada, tipo edad de piedra muy coercitiva, especialmente, en lo sexual. Jung reveló la importancia del “Inconsciente colectivo” estructurando la presencia de un elemento compartido vinculándonos en un lar diferente a la razón, simbólico, agrupando el cúmulo del tiempo y lugares proporcionando un lazo común entre los seres humanos y formamos parte de esa psique colectiva sin que tengamos consciencia de ello, podría decirse que es una piel compartida.

— ¿Recuerdas el pasaje del escarabajo? Creo que actualmente existen tres mundos, el real, el virtual y de inherente al ser, a su psicología interna, una por cierto, impregnada de escarabajos deseando volar y mientras los mantengamos cautivos, viviremos mintiendo sin saber siquiera que lo estamos haciendo.

— Debe haber sido impactante y muy útil en ese momento, ya que el acontecimiento del escarabajo se presentó en una terapia y esa revelación dijo mucho en la cabeza del joven genio pero retomando…  ¿Por qué el tema de la honestidad te tiene contra la espada y la pared? Jung, Fromm… ¡Pura teoría! Pienso que la honestidad no necesita ir a la universidad, haces de todo una complicación intelectual cuando, como decía Freud…  “No existe ningún punto de partida si no se sabe bien a dónde ir” y creo “honestamente” que intelectualizas demasiado, a veces y cito a Freud de nuevo: “A veces un cigarro es solo un cigarro” no todo necesita tantas reflexiones, quizás, hay que soltar para poder hallar.

— No pretendo suponer que el mundo deje a la alienación de lado  y se transforme en un Edén, no soy tan iluso pero me cansa la constante mentira en el fondo de los ojos que al mirarme dicen algo que no es precisamente lo que sale por sus bocas. ¿Debería molestarme? No soy un sacerdote para que las personas se confiesen ante mí relatándome los jirones de sus tinieblas pero tampoco soporto hacer el papel de maniquí.

— Creo más bien que la cuestión va más hacia ti mismo más que respecto a ellos ¿Por qué es tan importante? ¿No deberías seguir el deporte mundial y sonreír mientras piensas? -Oye ¡Sé que estás mintiendo! pero igual, sigamos pasando el rato- La sociedad impone patrones de conducta y la sinceridad pura se considera más bien un acto de inmadurez.  ¡Hay protocolos! ¿Que solo sirvan para sustentar las bases de un planeta fracasado? Bueno… Tal vez debas mirar los insectos que te habitan, tus propios escarabajos y desnuda en tu sótano, revelarte…  ¿soy tan sincero como aspiro que sean los demás?

— Hay situaciones de situaciones. Si los políticos descaradamente escupen barbaridades, es de esperarse porque precisamente es su “trabajo”. La cuestión que voy, estoy dilucidando mientras hablo contigo es que la falsedad tiene límites y afecta cuando va directamente entrelazada a personas que interesan, si no, son un abstracto que poco tiene que ver con la vida concreta de alguien, en este caso la mía.

— De pronto voy recordando citas, proverbios. Hay uno de los Sioux, ya sabes aborígenes americanos cuya cultura estudié en Antropología.  “Semejante a una flor muy linda pero que no tiene ningún perfume, así son las palabras vacías del hombre que habla y no pone en práctica.”

— La indirecta bien directa, eso está bien. Ojalá que mis palabras siembren algo en mí yo y no me dejen tan desarticulado…

¿Qué hay en tu universo? ¿Por qué me das de beber tantas dudas? La noche ha traído a Calíope, su bella voz tiembla abrigándome los poros que callan . El tenebroso agujero pretende rellenarse con inmensas zanjas. ¡Es el reflejo que miente! El escarabajo se ha desnudado… no consigue volar,
sus alas se han enredado en el árbol de la honestidad, agoniza preguntando si se hará certeza
antes de fenecer. ¡Cuánto me duele verlo morir! Su dorado cuerpo es un Dios egipcio perdiendo el poder de resucitarme, comienzo a morir mientras la noche cautiva me encarcela amarrándome  a sus sombras. Millones de pedazos se despegan de mis manos ¿Vendrá Calíope a salvarme? ¡Qué bella es! Su susurro envuelve la epopeya del renacimiento. ¡Quiero su luz!
Beberme su estampa completa,  encender la flama en la cisterna de su eternidad
y despertar, transmutado en el halo mi escarabajo.

 “Como lo expresó bellamente Simone Weil: “las mismas palabras [por ejemplo, un hombre dice a su mujer, “te amo”] pueden ser triviales o extraordinarias según la forma en que se digan. Y esa forma depende de la profundidad de la región en el ser de un hombre de donde procedan, sin que la voluntad pueda hacer nada. Y, por un maravilloso acuerdo, alcanzan la misma región en quien las escucha. De tal modo, el que escucha puede discernir, si tiene alguna capacidad de discernimiento, cuál es el valor de las palabras”.

Penal de seguridad máxima.

Pasaron los controles sin mayores inconvenientes gracias a la intervención del embajador desde días antes de la llegada y esperaron en una sala de dimensiones reducidas, con paredes de concreto pintadas de gris, solo una mesa de metal con cuatro sillas y una pared espejada que pudieron imaginar lo que contenía y era.

Tras unos minutos de tenso silencio altamente  custodiado por dos uniformados y esposado, ingresó al sitio Alberto Beggio  de Souza, el nombre que la abuela de Pedro le diera en Chile antes de morir cuyo juicio y causa coincidían con los datos de su historia.

Era un hombre alto, delgado,  de cabello negro corto y barba, rostro de rasgos angulosos y ojos color miel almendrados único rasgo similar a Pedro.  Apenas sentarse tras echar un vistazo a los dos hombres elevó la mirada hacia un rostro que le resultó familiar sin poder saber precisar de dónde.

__ ¿Quiénes son ustedes? _ interrogó mientras Pedro  tamborileaba los dedos sobre la mesa concentrando en ellos la mirada__. No tengo muchas visitas.

Tras unos segundos de vacilación las miradas se encontraron, Guillermo lo sintió temblar y ajustó su mano en la rodilla aferrando la de su prometido.

__Soy… Pedro Beggio ¿recuerda ese apellido señor? __Lo miró por primera vez con firmeza y el hombre pareció mostrar un reconocimiento.

__ ¿Beggio? ¿De Chile?

__ Nací aquí probablemente pero sí pasé casi toda mi vida en Chile y mi madre y su familia lo conocieron allá…  Diana Beggio ¿la recuerda?

El hombre se estremeció, se irguió en la silla y se apoyó en el respaldo mientras los ojos se tornaron brillantes y comenzaron a recorrer el rostro de Pedro, era Guillermo quien no perdía sus miradas, sus gestos y posturas.

__ ¿La recuerda señor? ¿Su amor adolescente, la mujer que abandonó, la que lo amó al punto de ponerse en riesgo… la que intentó asesinar? ¿Mi madre?

Alberto intentó ponerse de pie mas el guardia se lo impidió apoyando la mano firme en el hombro.

__ Pedro Beggio ¿eres el hijo de Diana y…? ¿Qué edad tienes? ¿Por qué llevas mi apellido?

__Señor esas son preguntas que vinimos a hacer nosotros a usted, soy Guillermo Graziani abogado y Pedro es lo más importante que tengo en la vida  junto a mis hijos, soy abogado, podría por favor decirnos sin rodeos si es su padre, tiene treinta y cinco años nació en Roma y su mamá es Diana Beggio a quien entiendo usted y una amante intentaron asesinar,  una de las causas por las que está acá ¿no es así? Y suponemos que lleva su apellido porque sus abuelos  así lo anotaron en un deje de huanidad.

__!Dios! ¿Un hijo? ¿Mi hijo?

__!Eso dígamelo usted mierda! __gritó Pedro de súbito mientras las lágrimas salpicaron al padre y al amante __. ¿A dónde dejó a mi madre? ¿Qué hizo con ella?

__Pedro… hijo, perdón, no sabía que… Tus abuelos dijeron…

__Que estaba  muerto puedo suponer ¿es eso lo que creyó Diana? ¿Es eso o me abandonaron sin más?

__Tranquilo Pedro, déjalo  que hable. __Miró al padre__. Respóndale por favor. ¿Sabía que tenía un hijo con Diana? ¿Conoce a Diana Beggio?

__Fue el amor de mi vida, por ella  habría dado la vida, y si eres su hijo soy tu padre biológico, sí __musitó con lágrimas que descendieron por las mejillas mientras Pedro suspiró aliviado elevando la mirada al cielo raso deseando alcanzar el cielo.

__Gracias por confirmarlo…  no sabe lo que significa para mí.

__Pedro yo no asesiné a tu madre como quedó en el expediente judicial, ella fue la única persona que amé en la vida  y  no pude… __La voz  se quebró y el hombre perdió la mirada en la pared al volver el rostro.

__Tranquilo Alberto, sabemos que no la mató y que puede que esté viva, hemos viajado a verlo y a buscar a Diana _confirmó Guillermo viendo de soslayo a Pedro apretar los párpados para retener el llanto __. ¿Sabe dónde está Diana?

__No. Hace demasiados años que estoy acá, ella no estuvo ni siquiera en el juicio _dijo  elevando los ojos arriba y a la izquierda como  rebuscando en su memoria__. Es por ello que se la dio por muerta__. No sé dónde está ni si vive pero yo no la asesiné.

__Lo sé _ dijo al fin Pedro__. Sé que a quien mató fue a su amante. ¿Por qué entonces tanto dolor y crueldad? ¿Por qué este abandono a manos del perverso de mi abuelo?

__Hijo yo…

_No me diga hijo. No me siento hijo de nadie.

__Disculpa Pedro, no pretendo que me quieras ni que te sientas mi hijo o que me saques de acá ni que quieras verme siquiera pero no te abandoné, quizá de haber sabido que existías todo pudo ser muy diferente, tus abuelos me dijeron que estabas muerto, que naciste muerto, y no sé nada de Diana, lo prometo.

__ ¿Me puede contar todo? ¿Me puede contar su vida entera por favor?

__Señor Alberto, Pedro la necesita para reconstruir su vida, respóndale _pidió sereno Guillermo entrelazando sus dedos entre los de Pedro que tan solo mantuvo la mirada en la del hombre.

__ ¿Cómo supieron de mí?

__Mi abuela antes de morir me contó algo y me dio papeles… pocos, durante mucho tiempo, demasiado dudé de que tuviese un padre… que mi abuelo no abusara de Diana ¿entiende?

__Tu abuelo era un buen hombre Pedro,  rígido, noble pero bueno ¿qué dices?

__Esa es la persona que tal vez conoció antes del golpe cuando no bebía cuando era rico, cuando tenía una familia en Santiago, empresas, aviones, y más, todo cambió cuando lo perdió todo…  para cuando yo nací vivimos en un pueblo perdido junto a la montaña, mi madre no estaba en casa, crecí con mis abuelos y él era un perverso, tuve que hacer de todo para escapar de su… de lo que era, porque siempre debió ser así.

__No lo sabía disculpa, no sabía nada. Pedro más allá de lo que suceda y encuentres solo quiero que grabes algo. Diana fue lo mejor y la única vida feliz que tuve, lo único valedero y cierto que tuve, el amor de mi vida, y si en verdad eres mi hijo, puedo asegurarte que eres fruto de un gran amor.

Pedro solo asintió y no separó la mirada invitándolo a continuar.

 --Éramos muy jóvenes y nunca debí entrar al ejército, pero entonces no tuve opción. Yo le propuse a Diana casarnos antes de aquello pero ella era menor de edad, y sabes que pertenecíamos a facciones diferentes, que  hoy puede que para ti parezca algo de locos, sin sentido, pero entonces en un país dominado por las diferencias y el odio era motivo de…  aquella masacre, no lo justifico, me odio por cada muerte, por mi cobardía, por no haber sacado a tu mamá de allí, por… Supongo que no tiene caso decir lo que no hice. Es verdad que entré en el ejército y cuando regresé a buscarlos ya no estaban en Santiago, las propiedades fueron expropiadas por el régimen, y busqué,  los busqué entre presos, en archivos de desaparecidos, en…

__En el estadio nacional supongo…  no cayeron presos, huyeron al campo antes, a un pueblo de montaña, hasta donde me contó no hace dos años mi abuela, mi madre estaba embarazada, y a poco de instalarse, viajaron con ella a ver a unos parientes de mi abuelo, se instalaron en esta ciudad o cerca, no lo sé exactamente y a Diana la dejaron abandonada a su suerte, probablemente en un convento, yo regresé con ellos a poco de nacer. Es todo lo que sé.  Por contactos en la embajada es que obtuvimos su rastro pero no el de ella.

__El convento sí, eso es verdad, eso lo sé _ dijo el hombre mirando a su hijo. Yo me reencontré con tus abuelos casi por azar, deserté del ejército y anduve a los tumbos trabajando como mercenario en compañías de aviación privadas, empresas militares y de seguridad, no me sometía a la autoridad de nadie, perdía empleos serios  y al salir del país tus abuelos regresaban de Europa, es más…  pude ayudarlos a ingresar… Contactos, papeles falsos, cruces clandestinos, esas cosas… Y supe que habían dejado a Diana en un convento.

Trabajé en decenas de lugares, yo le prometí a Diana volver a ella cuando la vi en Santiago por última vez y cumplí Pedro, la busqué y la hallé. Solo que tus abuelos me dijeron su suerte a cambio de aquella ayuda pero en principio  lo que se me dijo es que los dos estaban muertos, que habían muerto los dos en el parto. Y no me preguntes el porqué… creo fue un gesto, una seña casi imperceptible de tu abuela lo que me hizo prever que mentían, entonces tras insistir  tu abuelo me contó que Diana vivía pero recién la saqué del convento cuatro años después y nos casamos. Ella  me confirmó que en el parto te había perdido, hay Pedro esté donde esté ella creyó siempre que estabas muerto, tuvo un episodio de demencia puerperal por lo que pude saber del relato porque  cuando despertó no estabas en la cuna, y tus abuelos le dieron un papel de deceso…  ella huyó en medio de una tormenta, y la encontraron muy mal, casi muere en esa huida, la dejaron en el convento donde la hallé al cuarto año. Apenas hablaba al comienzo, pero supe que el sentimiento seguía intacto.

__ ¿Era monja?

__No. Nunca se ordenó, solo le dieron techo y comida a cambio de clases que impartía a las novicias, era un convento de clausura y solo ella no era  monja. Cuando  entendió que era yo, que no había podido llegar antes a ella, cuando pudo contarme lo que creía verdad pudo mejorar, y nos casamos en el mismo sitio, y salimos luego de allí. Fue al año más feliz de nuestras vidas si es que se puede serlo pensando en que se perdió un hijo.

__ ¿Yo? ¿Le contó ella el calvario con los abuelos?

__Creo que solo en parte, siempre estuvo en terapia, allí pudo procesar que ellos no la aceptaban embarazada, que la dejaron abandonada sin nada ni nadie en ese convento, Pedro ella viajó engañada. Pensó que para simular un  casamiento, inventar un padre a un hijo que regresaría con ella. Ahora sé que le mintió tu muerte y la dejaron abandonada.

__ ¿Y usted hizo lo mismo por su amante?

El hombre bajó la mirada, calló avergonzado, Guillermo le comunicó con la mirada a Pedro que le diera ese respiro.

__Sí y no. O fue peor. Te preguntarás cómo es que atenté contra el amor de mi vida y maté a mi amante, lo hice, sí, y merezco estar acá y no merecía ni saberte vivo, Pedro.

Cuando entré a la fuerza conocí a Noelia en un cabaret en Chile, era una mujer hermosa, una…

__Lo imagino, supongo que sé dónde se entretenían los soldados.

__Ella me encandiló,  me engatusó me volvió loco a mí y durante su vida a muchos hombres, algunos muy poderosos, supongo que me convertí en adicto a ella, que era mi obsesión y cometí el error de prometerle que la sacaría de esa vida y del país pero lo cierto es que hui solo y que ella salió y  llegó muy lejos por su propia cuenta y costo, usando su belleza, trabajando como modelo y  enamorando a hombres poderosos llegó a ser una mujer millonaria pero muy poderosa no puedes imaginar cuánto. Y fue ella quien me hizo buscar por el mundo entero sin que yo lo supiera y  quien me tendió una trampa.

__ ¿Qué trampa?

__Se casó con un hombre sin escrúpulos, un magnate griego dueño del mundo entonces y por medio de un detective privado me fue siguiendo los pasos desde que salí de Chile  y hasta tuvo que ver con que yo no consiguiera trabajo más allá de mi volatilidad, mi carácter irresponsable y sin normas, y supo tentarme a mí y a su esposo a quien le hizo llegar a mí a través de un piloto que me conoció en Londres, en definitiva, sin saber que ella estaba detrás recibí una oferta millonaria para la flota de aviones privados de ese hombre, y allí me encontré trabajando a pocos meses de casarme con tu mamá.

No tardé en saber cómo es que había conseguido ese trabajo Pedro, y aunque amaba a Diana, volví a caer en la adicción y las redes de esa mujer…  no te contaré más que fue ella quien me enloqueció, me envolvió, me extorsionó, me empujó a intentar dar muerte a Diana y a su marido para quedarnos con la fortuna de él y casarnos… Atenté contra tu mamá, pero ella huyó, cuando Noelia pensaba e insistía en que la sacáramos de el medio ella huyó… viva, y terminé asesinando a esa mujer, ella me  volvía loco, me culpaba, me instaba y la maté, la misma noche que tu madre escapó, borracho y colérico durante una fuerte discusión, casi por accidente la maté y  me liberé, no quería seguir escuchando su voz… No  quería seguir a Diana y asesinarla. Pedro eso es lo que estando acá luego de mucho tiempo entendí.

Su cuerpo no apareció, pero con los testigos y los antecedentes, con mi amante muerta por lo que me entregué me culparon de los dos asesinatos, en el juicio nadie declaró en mi favor obviamente, no vi nunca más a Diana, no sé dónde está, escapó de una cabaña de un sitio turístico donde la llevé engañada y se supone íbamos a matarla en camisón una noche de tormenta, un año después de sacarla del convento donde la abandonó tu abuelo.

Es todo lo que puedo decirte,  detalle más detalle menos de esos años que creo hoy no puedes oír, no sé dónde fuera ella, no conocía a nadie, el último tiempo yo la tenía abandonada, ella comenzó a beber, a engordar a perderse y… Perdón.

__Listo por ahora _dijo Guillermo al sentir el temblor de Pedro que sofrenaba el llanto que amenazaba con romper el dique de contención__. ¿Recuerda dónde está ese convento y con quién podemos hablar? Los datos de la embajada nos conducen a un convento, fuera de él el rastro de ella se pierde, ahora con estos dos ingresos probables tampoco podemos saber si el que sabemos es el que le dieron sus padres o si regresó allí.

__Lo recuerdo sí y pidan hablar con la madre Theresa, ella debe de ser muy viejita pero es la única que habla que les podrá decir de ella si es que regresó y de lo contrario recordará lo que acabo de contarles.

Guillermo le deslizó hacia la mano esposada una hoja y una birome y el hombre anotó un nombre una dirección.

__Gracias Alberto.

Se pusieron de pie y él intentó frenar a Pedro que se volvió ya cerca de la puerta.

__Pedro… no tengo derecho a pedirte nada lo sé. Solo quiero que te quedes tranquilo, tu madre me habló de humillaciones y furia de su padre, no de golpes ni abusos, y tu padre biológico soy yo, podemos hacer las pruebas que lo confirmen pero confío en la fidelidad de Diana.

__Lo haremos no tenga dudas _dijo Guillermo.

__Solo quiero pedirte dos cosas más allá de que pueden extraerme sangre e hisopados para el ADN cuando el juez disponga.

__ ¿Qué? __Pedro enfrentó la mirada.

__Que si la encuentras me lo hagas saber… necesito pedirle perdón, saber  cómo está…  si al fin está en paz, solo eso.

__Cuente con ello. Regresaré.

__La encuentres o no, viva o no.

__En cualquier caso.

---Gracias.

__

__ ¿Y Pedro? __interrogó Fabián cuando Guillermo se asomó para verificar que dormían.

__Le preparé un baño de inmersión, está tenso y no fue nada fácil.

__ ¿Pero es el padre? ¿Les dijo de la madre?

__Es el padre pero solo nos dio una dirección de un convento, hace años que no la ve, puede estar viva o no…  duerme hijito estamos con el jet lag encima también nosotros. ¿Comió  Malena?

__Sí, encontré a dos cuadras una casa de comidas y compré  tartas y bebidas, dejé en el frigobar por si les da apetito.

__Gracias hijito descansa, mañana veremos cómo seguir.

__

Pedro agradeció el contacto del agua caliente, sintió que los músculos agarrotados se aflojaban y también supo por el movimiento del agua cuándo Guillermo entró a la bañera y lo atrajo luego hasta acomodarlo entre sus piernas, apoyó su espalda en el torso de su amor.

__ ¿Crees que dice la verdad? __preguntó.

__No tiene nada por ganar mintiendo, creo que sí, es tu padre cielito y es muy importante que lo sepas y lo asegures con un ADN.

__Lo sé.

__Si Diana estuviese viva podría intentar que un abogado apele su sentencia, tal vez ya logre prisión domiciliaria o quede libre o pueda cumplirla en Argentina, veremos.

Ahora no te tortures, y relájate mi amor, estamos juntos en esto, todo está saliendo bien y rápido.

__No me dejes solo Guille, solo puedo transitar esto porque estás a mi lado…  no me dejes.

__Jamás.

__No sé si soportaría no encontrarla Guille pero soy tan feliz de saber que ese hombre… mi abuelo no abusó de ella, que en efecto tengo un padre __ susurró Pedro con acento quebrado.

__Lo sé, y la encontraremos y te amará y no volverás a perderla. Nunca _ subrayó__. Ya ves que ella no te abandonó, que simplemente enloqueció de dolor porque le hicieron creer que estabas muerto.

Pedro se cubrió el rostro y se echó a llorar amargamente y Guillermo sabía, aunque él no lo expresase que en las lágrimas se mezclaba la felicidad de conocer al padre biológico, la esperanza de hallar a Diana y el sentimiento de culpa por no buscarla antes que siempre asomaba para martirizarlo. Se sentó en el borde del agua y lo ubicó sobre sus rodillas…  le habló al oído.

__Sos el mejor hijo que he conocido y mira que he conocido a muchos. Y por ello serás y sos el mejor padre. A veces te observo y me doy cuenta que captas cosas de nuestros hijos que ni siquiera yo advierto y que luego se demuestran verdad. Quiero que nos olvidemos de los errores del pasado y sabes cuántos cometí y que disfrutemos de este triunfo que pronto se verá coronado por el hallazgo de Diana, lo sé.

Pedro se pasó el dorso de la mano  por la nariz y asintió Guillermo se quedó observándolo fascinado por su belleza que, de algún modo el llanto había realzado tal vez al aglutinarle las pestañas o al realzarle las pecas, o al colorearle las mejillas. Pedro le sostuvo la mirada, él conocía esa mirada, esa expresión de ojos oscuros y labios apenas entreabiertos. No lo sorprendió que lo recostase sobre la cama y se irguiese para al regresar del baño bajarse el pantalón pijama. Se apresuró a ayudarlo a que se lo quitase.

__Pedro, mi amor, mi vida,  mi roca, mi refugio, mi pasión, mi paz, mi amante… mi prometido y padre de mis hijos, mi todo, vos lo sos todo para mí y no tienes idea lo importante que fuiste para mí para sacarme del infierno de la droga, de la culpa, de la oscuridad en que estaba y no será esto lo que me impida dar todo por vos cielito, pero pongo la vida en prometerte que hallaremos a tu mamá. Lo prometo.

 Entraron a la ducha, y Guillermo lo colocó bajo el chorro del agua, su lugar preferido para amarlo, le colocó una mano masajeando los testículos la otra jugando en los pezones y Pedro gimió, el vapor los envolvió dentro del cubículo y amoldaron los cuerpos bajo el chorro de agua caliente, Pedro suspiró en tanto sus músculos se aflojaron.

 Guillermo se movía con soltura, al inicio su pene erecto y rígido apenas se mecía en su ingreso,  apoyó el rostro en el hombro de Pedro y empujó hasta que la mejilla y los pezones erectos de Pedro se pegaron a la pared de azulejos, y él que le sujetaba las nalgas, lo movió hasta que su pene reencontró la entrada, lo penetró con lentitud saboreando cada centímetro de caricia entre sus pieles, se retiró impelido por un frenesí indescriptible más allá de la cordura y volvió a entrar con más ímpetu. Pedro se contorsionó y arqueó gimiendo hasta que con un embiste que lo elevó sobre la pared, Guillermo se metió dentro de Pedro y lo llenó arrancándole un alarido que no lo detuvo pues Pedro balbuceaba más. Lo absorbió con la mirada anhelante cuando las embestidas se volvieron secas, decididas, cortas,  e intensas, buscaron unir los labios en un beso arrebatador y Guillermo culminó de liberar su semen en un embiste que atravesó las entrañas fundidas de Pedro y quiso morir allí, quedarse en él para siempre y solo apartaron las bocas para liberar el gozo en un bramido que traspasaba los muros que inundaba el mundo que los llevaba a la inconsciencia.

Se bañaron mucho después uno al otro, volvieron a amarse dos veces más. No les bastaba amarse de ese modo delirante, necesitaban seguir tocándose.

__Caen las primeras gotas de lluvia empañando el cristal de mi ventana, lentamente el aroma a hierba mojada, empieza a invadirlo todo y mi cuerpo comienza a estremecerse con solo recordarte, y mientras mi agitada respiración parece ser mi única compañía, me asomo por la ventana y me parece ver borrosamente tu cuerpo semidesnudo, mojado por ese aguacero y lentamente comienzan a encenderse mis pasiones, te busco en cada gota que ciega tristemente los cristales, cierro los ojos y siento  tus labios mojados recorriendo mi boca te amo en cada sitio y más Guille.

__Yo soy ese aire que te bambolea, cobijado entre esa lluvia fina que nos traspasa ante nuestras defensas, eres ese mármol de cristal que con tanto amor destroza mi corazón, y  con la alegría de tu alma que me pides mucho más de mí, deseo estar cobijado y protegido del agua que nos hace humedecer nuestro gran sentir. Te abrazo ante esta brisa que de mañana  nos trae el alba, los dos gozamos en nuestros  paseos matinales, descalzos por esa playa
salvaje, solo nuestros sentimientos están muy  alegres y llenos de ternura ante este juego ardiente de nuestro amor, hoy mi sentir se fue lejos, pero sé que nunca es tarde, aunque el
tiempo transcurre. Somos aves de paso que jugamos ante esas ramas espesas al amanecer del alba, haciendo nuestros vuelos, procurando seguir en el juego para que nuestras pasiones permanezcan y  sepan obrar, en el deseo de esta pasión grata de amarnos, a veces el sentir no es el deseado, pero si no hay salud no hay felicidad, aunque el amor sea muy fuerte.
Siempre estás en mis sueños, existe  esta realidad que en las noches largas y oscuras te llamo, tu nombre está en mi  mente, y en mi soledad solo deseo oír tu voz que para mí es este amor que un día conquisté, pero, deseo que tu cariño este lleno de virtud, fe y de toda tu  voluntad para sentirte cada día.

Tu boca que con tan solo estar a milímetros hace estallar hasta el más recóndito de los sentidos. Tu boca que apaga la sed de mis labios haciendo estallar la pasión en ellos. Esa tu boca tan tuya y a la vez tan mía suele hacerse desear tan apasionadamente. Labios con miel erizan la piel. Estrella fugaz reluce en tu ser. La luna y su luz brillante como el sol nos regalan una noche de pasión y luz.

__Esta noche, será tu piel el papel donde escribiré y volcaré esta pasión desenfrenada que siento por ti, por eso hombre de mis sueños, permíteme escribir mis verbos sobre ella, porque tú y solo tú eres mi inspiración y como una erótica poesía, que con solo leerla eriza mi vida, comienzo a recorrerte silenciosamente y como una gota de lluvia me poso en tus ardientes labios, para así saciar esta sed, sed de amor y pasión que por las noches quema mis labios y que solo tú, seductor y prohibido  me haces esclavo deseándote así.

Aún siguen naciendo de mi boca, esos besos que veloces buscan con ansias morir en tus labios, o en ese detalle de tu cuello, o quizás en algún oculto punto de tu cuerpo, esa tibia humedad en mi suave aliento que escapa de mis labios, cada vez que en ti pienso quiere hacer vibrar los poros dormidos de tu piel.

En mi retina están tatuado a fuego de amor, los secretos que hay en tu mirada, los colores y las líneas naturales de tus labios, detalles ocultos de tu cuerpo que como tesoros prohibidos ante mis ojos revelaste y aun hoy, mirando un vacío, puedo ver esos detalles de ti, que me han hecho enloquecer por tu amor.

Resuena en mis oídos la melodía dulce de tu voz, incomparable sonido que al cerrar los ojos, en mi interior logro escuchar, recorre células, átomos de mi cuerpo y sentidos, despierta sensaciones que erizan los poros, recorre mis venas, reordena mi pulso, acomoda a tu antojo mis latidos, haciéndome recordar que mi ser es cautivo de tu nombre.

Ausencia… ausencia de ti, que se hace presente, volviéndote mi necesidad, pues tan solo pensarte, recordar momentos felices, me saca de mis oscuros momentos, eres tú quien llena de luz y alegría mis días… si despertaras para mí de este silencioso sueño, al que por amor te has entregado y que en mis brazos te mantiene dormido, llenarías de dicha y amor el resto de mi vida.

__Esta noche vida mía entraste a mi alma por no sé qué camino, y no sé qué afán me abordó, solo sé que era consciente de tanto sentir y tanto amar, y nada más pensar que en el rosal que conformé con las rosas de tu jardín, nacían primaveras, tú no me advertiste que no habría primaveras, tú caminaste sigilosamente por mi alma, no traías zapatos, solo caricias en tus manos, solo sonrisas enamoradas en tus labios, y yo, me convertí en tu enamorado,  en tu viajero siempre a tus brazos sin querer ver los paisajes que te rodeaban imposibles de traspasar, pero yo, con mi inmensa melancolía seguiré mirándote de lejos sin saber por qué y nada más.
Y a vueltas con la noche yo le seguiré pidiendo a Dios que este amor no tenga un final, seguiré en el filo de tus ojos, ahí, pondré los míos, para que así y muertos de amor podamos esta noche amor mío sentir mis besos lentos, no más besos de otros labios, ni caricias de otras manos que no sean las mías ni calor de otra piel más que mi piel.
Cuánta soledad rodea mi vivir, a veces, creo que el delirio se adueña de mi razón, poniendo ante mis ojos ese velo que ciega a esta mi alma siempre desierta de ti, pasan las horas muertas y agonizando están mis silencios, que ya no pueden más, si tú volvieras amor a mis noches podrías escuchar en los silencios mi canto enamorado, te sentirías embrujado a base de ternura, pero la noche sigue, y sigue luciendo oscura, a la hora de amarte te amaría lento, te besaría lento para que no muriera este sueño de amor.
Esta noche tu niño está a la espera de tu llegada, bajo el lienzo de este nuestro cielo.

_Existo en tu fecunda fe, en el tártaro infarto de tus lisonjas, donde subyuga tus lucernas,
en díscola visión de un hálito. Estás bajo los sutiles brazos de mi preludio, descifrando el pecado de mis dedos, el efluvio inmortal del tacto, cuando yace tu innombrado roce.

Existo a través de tus lienzos, en la fárfara que cautiva mi penumbra, en la vehemencia de tu torso, cuando me apresas en las mañanas, y me conquistas en las noches. Le suplico a tu melodía, un suspiro callado de tu cielo, un oleaje de halo armonioso, cuando tu voz se esculpe en un beso. Creo en cada latido descubierto en los estigmas de tus soles, en los  tatuajes de tu vientre, y en donde mi boca se hace majestuosa. Creo que no existe otra vida para mí,
que no repose en tus prados, cuando la hora de invernar  me tome de frente a tu abrazo.

__Te soñé vida amándome con ardor desmedido, arañando mi cuerpo con tus íntimos besos, agitando gemidos con tus ardientes pasiones, empapando mi desierto con tu fuente divina,  me arrastraste a un abismo muy parecido al cielo destapando en tu vientre paraíso añorado y abrazado a tu cuerpo levantamos el vuelo abriéndonos paso… en aquel espacio soñado.

Te soñé y desde entonces te has quedado escondido como huella imborrable de caricia en mi alma. Te soñé y mi luna…  en tus sueños camina entre rumores de olas, de una mar ya sin calma. Te soñé y desde entonces todas mis penas duermen en el silencio eterno de un recuerdo olvidado  de un amor que destierro, para que mi alma no enferme,  te soñé y he despertado…. entre tus brazos amado. Te soñé y desde entonces mis corceles agitados
cabalgan desbocados entre mis pensamientos arrancando del tiempo los minutos dorados para que se hagan eternos todos nuestros momentos.

__Te vi, en la tibia y lánguida noche, iluminada por ti. Y desde entonces, siento mi boca llena de sonidos y de palabras ahogadas porque sé que tú como flecha estremecida, has de clavarse en mis entrañas. Fue conocerte y amarte, ser tu sol y encender tu fuego, esa noche.

Peregrino de caminos busco el amor entre susurros sin fin y sin comienzo, no quiero partir, quiero vivir en ti el amor, un milagro inesperado y cierto. Y como el suave aleteo de un cisne rosado tu cuerpo se posó en el mío. Te adueñas de mi vida y mi pasión que se entregan a tu amor desesperado porqué tú vives ahora en mi alma y mis ensueños, de hombre enamorado. Y te quedaste grabado por siempre, en la pupila de mis ojos. En el aleteo de fuego y el rubor de los tuyos, cual bello enamorado ya perdida mi vida, mi cordura, cuando me quemas en el sol de tu mirada.

¡Que no haría, o te daría!, por un beso de tu boca de rosas. Por la vertiente alocada de mi sangre, que provoca el rosedal de tu boca y fluye el amor  con la miel de tus labios, perfumada fruta roja.  ¡Qué no haría, o te daría! y fundir mi cuerpo entre tus sombras. Y beber todo tu aliento de tu garganta, hasta el límite preciso de tus besos con un volcán quemándome el pecho, por tu boca anhelada ¡tanto tiempo! Desnudo, tus pies descalzos murmuran en la hierba perfumada. Déjame que habite en la morada de tu cuerpo, como oasis de un sediento y vivir contigo en tu vida, olvidando mi soledad y de todos mis recuerdos. ¡Ámame!, amor, con tu alma, como yo te amo con la mía.  Y quiero descubrir contigo la dulce sensación de aprender a estremecerme  olvidando letargos viejos y sentir las primaveras perfumadas de tu vientre.

Vivamos el amor, como en nuestros paraísos íntimos, perdidos. Solo tú y yo, entre el relato del amor y hacerte mío en cada tibio encuentro y extasiado de amarte, que tu voz perdure en los ecos de mis silencios.  Pierdo la luz de mis ojos ciegos, si no tengo tu mirada de sol.

__Estoy motivado solo por tu nombre, risas que desbordan mis sentidos,
tu presencia siempre me hace falta, es la alegría de estar enamorado, aroma del furtivo encuentro entregando esencias mezcladas, confíame tus labios, nuestros besos dulce miel, las manos, los instintos, explorando sensibilidad, cariño, lealtad, amor, amar mis pensamientos son tuyos, mi corazón te pertenece, permito que alteres mi cordura, dejo mi cuerpo a merced de tus labios, tu imagen abstracta se cuela en mis sueños, mis suspiros llegan a ti en instantes, me abrazas, nos besamos, instantes inolvidables, recuerdos impagables, descubro que somos uno, somos océano, somos olas perdidas en el mar,  demostrando cariño, amor, pasión,
deseo al mirar tus ojos secretos que se vuelven silencio, vivamos nuestros sueños en la misma almohada…  no me importan los ayeres en otras camas, el presente es nuestro, cuerpo terso ante la delicia me desquicias, me enloqueces, desde que me diste abrigo, ya no siento frío, sentir vibrar tu piel es todo lo que necesito…  te imagino impaciente, conjugando el verbo amar, acunándote en mis brazos, mi rostro percibe la felicidad de tu esencia, de esa aroma inconfundible respiro tu aliento, veneno eres lento, transitando por mis venas, te quiero mío, encima de mi piel, peligrosamente te amaré, esas noches frías se transformarán en veladas de eterna pasión…  por eso yo seguiré enamorado.

__Sé que luego de este viaje si logro perdonar dejaré en el pasado el rencor, el odio, las dudas y el pasado dejará de existir, seré feliz en el presente continuo a tu lado y de nuestros hijos anhelando un futuro contigo…  lo sé amor mío,  gracias por estar aquí.

La ganas de ti se acumulan, a mí me hacen falta tus besos y a ti el calor de mis labios, enciende este fuego con tus caricias infinitas, penetrante calidez es tu mirada que me desnuda el alma, te escudriñas por mi mente, por mis laderas y caigo perenne en tus locuras, perdiendo la cordura.

El café está preparado, hirviente con esencia de ti, es el aroma perfecto que me hace enloquecer, vibro al saber que soy tu fantasía, mi juego es que me desees, ser tu amante ardiente en el arte de amar, devorar los silencios de tu boca, besando el elixir de esta pasión, que nos consume a los dos, desnuda mis pensamientos, condéname a ser tu prisionero en la cárcel de tu cuerpo.

Lascivia es lo nuestro, obediente me entrego a tu altar como sacrificio a tu hombría, el café con aroma a tu piel, ansiando beber tu cáliz, embriagándome de ti a placeres, sedúceme, hazme olvidar todos mis pudores, que mis miedos se conviertan en sudores, hambriento de tus caricias, acechando a mi presa, soñar tus ganas es inefable.

__ ¿Vamos a dormir? ¿Quieres ir al convento mañana o que esperemos un par de días paseando con los chicos para que puedas asimilar lo que dijo… ese hombre?

__Estoy exhausto…  no quiero pensarlo ahora solo acurrúcame en tu cuerpo, quiero perderme bajo tu aroma y tu piel y dormir y soñar contigo…

Guillermo iba a continuar pero comprendió que Pedro se había quedado dormido…  en efecto acurrucado en el hueco entre su hombro y su cuello y lo atrajo más a él enredando sus piernas con las suyas.

Amanece, siento fuego en mis labios y calor en mi piel, pero con sorpresa veo que tú no estás a mi lado, te busco intensamente, pero no pude encontrarte, me vuelvo a tumbar sobre la cama y deposito mi rostro afligido sobre la almohada, e inmediatamente siento tu aroma,
tu esencia, esa huella que  dejaste impregnada en la suavidad  de las sábanas y la almohada, cierro los ojos y lentamente vuelvo a dormirme y comienzo  a sentir tu piel rozándome y la exquisitez de tus labios, llenando este profundo vacío.

Me miras  y en tu mirada hay una pizca  de inocencia y picardía, sonríes, con una sonrisa cómplice, como invitándome a comenzar a seducirte, me abrazas, con el fuego candente de tus deseos,  y lentamente enciendes mi pasión, me besas, y dejas grabado en mis labios,  hasta el último aliento de tus besos,  me acaricias, y avivas mi excitación con miles  de promesas apasionadas, dichas por tus labios en mi oído,  y sin más, yo comienzo a recorrerte, mas la humedad lo va invadiendo todo y así mis labios continúan saboreando  el dulzor salado de tu ardiente piel, y entre gemidos y callados quejidos, va encendiéndose y despertándose tu alma…  te amo cielito, todo va a estar bien esto también va a pasar así como vos sanaste mis heridas amor mío.

Años atrás.

Roma.

Diana avanzó entre la multitud en aquella primera salida  maravillada de ver tanta gente que caminaba presurosa por las calles, creando un gran bullicio con sus conversaciones. Luego del silencio y la soledad del convento todo le parecía irreal. Después se encaminó hacia la parte vieja de la ciudad con sus callejuelas sinuosas y sus escaleras decrépitas que llevaban a casa diminutas, cafeterías y pocos ruinosos edificios. Sabía el camino por algún misterioso instinto que ni entendía ni intentaba dominar. Pasó frente a una taberna desde la cual se podía admirar la ciudad y se paró a mirar.

“Yo he estado sentada en una de estas mesas y me entregaron un menú. Éramos tres.”

“__ ¿Qué quieres comer? __le habían preguntado.

__ ¿Por qué no pides tú por mí? Tengo miedo de pedir cualquier cosa.

Ellos rieron. Pero ¿quiénes eran esos… ellos?

Un camarero se acercó.

¿Necesita ayuda? No gracias. ¿Cómo es que supe decir eso? ¿Acaso soy italiana?”

Siguió su camino con presteza como si alguien la empujara. Parecía saber a dónde iba.

Todo le resultaba conocido. Y nada, Dios mío pensó. Me estoy volviendo loca. Tengo alucinaciones.

Pasó delante de un café…  un recuerdo le perturbaba casi en el límite de lo consciente. Algo que le había pasado. Una cosa importante pero no sabía qué era.

Recorrió las callecitas sinuosas muy concurridas y dobló  a la izquierda una zona donde abundaban las tiendas. “Yo solía venir aquí de compras.” Cuando iba a cruzar la calle un auto rojo dio rápidamente la curva de la esquina y por poco la atropella.

Creyó recordar una voz que le decía: “Esto no es Chile, aquí todos conducen de esta manera. Aún no hicieron la transición al automóvil en el fondo todavía montan en burro. Si quieres comprender acabadamente a este pueblo no leas las guías para turistas, lee las antiguas tragedias romanas. Nos inundan grandes pasiones, celos enfermos y no hemos aprendido a disimular todo bajo un barniz de conducta civilizada”.

¿Quién se lo había dicho?

En ese momento un hombre se acercaba presuroso hacia ella. Al verla, puso cara de reconocerla y aminoró la marcha. Era alto, de tez morena, y Diana estaba segura se no haberlo visto nunca. ¿Sin embargo?

__ Hola. __Parecía contento de encontrarla.

__Hola. Diana respiró hondo__. ¿Me conoces?

__Por supuesto que te conozco.

El corazón le dio un vuelco. Por fin iba a saber la verdad sobre su pasado. Pero, ¿cómo se hace para preguntarle a un desconocido “quién soy” en plena calle rodeados de gente?

__ ¿Podemos… hablar?

Estaba sumamente ansiosa. El misterio de su identidad iba a develarse. Sin embargo sentía miedo profundo. ¿Y si en el fondo no quiero saberlo y por eso lo he olvidado? ¿Y si he cometido un delito o un acto censurable?

El hombre la conducía hacia un bar al aire libre.

__Estoy muy contento de haberte encontrado.

__Yo también.

Un camarero los acompañó a una mesa.

__ ¿Qué quieres beber?

Hizo un gesto de negación con la cabeza.

__Nada. __Había tantas preguntas por hacer. ¿Por dónde empiezo?

__Eres muy bonita. Esto es obra del destino ¿no lo crees?

__Sí. __Por poco temblaba de emoción  Entonces respiró hondo. __ ¿Dónde… dónde nos conocimos?

__ ¿Acaso importa bellísima? En  París en Roma en Milán en alguna fiesta. Le tomó de la mano__. Eres la más bella de las que he visto por aquí. ¿Cuánto cobras?

Diana se quedó mirándolo, por un instante no comprendió, luego se levantó horrorizada.

__ ¿Qué te pasa? Te pagaré…

Dio media vuelta y salió corriendo a la calle. Al llegar a la esquina aminoró la marcha y dobló con los ojos llenos de lágrimas de humillación.

Vio adelante una pequeña trattoría  con un letrero adjunto que decía: “Madame Lidia. Adivina.” Se detuvo. Yo la conozco he venido a este lugar. El corazón comenzó a querer salir del pecho latiendo desbocado. Supo que allí atravesando al zaguán oscuro adjunto al local se hallaba el inicio del fin del misterio. Abrió la puerta y entró. Varios segundos demoró en adaptarse a la penumbra del recinto. Había un mostrador en un rincón y una decena de mesas y sillas. Un camarero se acercó.

Preguntó sin saber cómo por la mujer y el camarero le indicó una mesa vacía en un rincón. Diana fue allí y tomó asiento. Todo estaba como lo recordaba

Una mujer increíblemente vieja vestida de negro de rostro enjuto de ángulos y planos se acercó a la mesa.

__ ¿En qué puedo serv…? __Se interrumpió y estudió fijamente la cara de la mujer. Entonces abrió desmesuradamente los ojos. __Yo a usted la conocía pero su cara… ¡Ha vuelto!

__ ¿Sabe quién soy?

La mujer observaba su semblante horrorizado.

__! No! Usted está muerta. Váyase de aquí.

__Por favor solo…

__Váyase señora Beggio.

__Tengo que saber.

La anciana se persignó, dio media vuelta y se retiró.

Diana permaneció sentada temblorosa. Luego salió a la calle. ¡Señora Beggio!

Fue como si se hubiera abierto una compuerta que dejó entrar decenas de imágenes de colores en su mente gris…  una serie de  brillantes caleidoscopios que danzaban fuera de control. Estoy casada con Alberto Beggio de Souza. Vio el rostro atractivo de su marido. Se había enamorado perdidamente de él, pero algo anduvo mal. Algo…

En la imagen siguiente aparecía ella tratando de suicidarse y luego despertaba en un hospital.

Había estado bebiendo en exceso  porque había perdido a su esposo. Pero luego él volvió. Estaban sentados en ese café que vio y le decía: Sé que me porté mal y quiero compensarte. Te amo…  nunca he querido a nadie como a ti. Dame otra oportunidad. ¿Te gustaría que nos fuésemos a algún lugar de luna de miel como nunca hicimos? Conozco un sitio precioso.

Después empezó el horror.

Las imágenes se agolpaban y las que poblaban su mente eran aterradoras.

Estaba sentada en la cima de una montaña con él. Perdidos en medio de una neblina gris. Él se acercaba con los brazos extendidos con la intención de empujarla a un precipicio- En ese instante llegaron los turistas que la salvaron.

Después estuvo el descenso y paseo por las cuevas.

Me contaron que hay unas cavernas históricas por acá donde suelen ir las parejas.

Fue así como fueron allí y él la llevó hasta las entrañas de una de ellas y la dejó allí para que muriera.

Se tapó los oídos en un intento de no oír sus gritos llamándolo, el eco,  los pensamientos terribles que la atormentaban.

Había sido rescatada y llevada de vuelta a la cabaña, un médico le dio un sedante. Pero a medianoche se despertó y oyó a Alberto y su amante, que estaban en la cocina planeando su asesinato pero el viento se llevaba algunas palabras.

.. Nadie lo sabrá jamás…

Te dije que yo me encargaría de…

…estaba equivocado… No puedes hacer…

__..Ahora mientras está dormida…

Recordaba que salió corriendo en medio de la tormenta  perseguida por ellos, que subió a un bote y que el viento empujó el bote al medio de un lago o un río. Cuando la embarcación estaba a punto de hundirse perdió el conocimiento.

Despertó en el convento…  la hermana Theresa le relató el rescate.

Volvió a pensar en el extraño pariente de su padre que había ido a visitarla al convento poco después del rescate, le había regalado una medalla de oro. “Ahora nadie te hará daño. Los malvados ya han muerto”. Aún no recordaba su rostro.

Comenzó a sentir punzadas en la cabeza por último se levantó del banco donde se había dejado caer y camino lentamente donde debía encontrarse con el chofer que la llevaría de regreso a la casa de este otro hombre que la había sacado del convento cuando ella recordó su identidad…  donde podía descansar con tranquilidad.

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.

CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.

LENGIAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.