¿Y SI FUERA POSIBLE? CAPÍTULO SETENTA Y UNO.

¿Y SI FUERA POSIBLE?

CAPÍTULO SETENTA Y UNO.

 “Las pasiones son como los vientos, son necesarios para dar
movimiento a todo, aunque a menudo sean causa de huracanes”.
Bernard Le Bouvier de Fontenelle.

Ciudad Autónoma, viernes 05 de agosto 2016.

__ Supongo que debiste preferir que muriera en el atentado, así podías liberarte de mí y andar de la mano de Pedro, ¿verdad traidor?

__Basta, Sarah.

__Sarah… Ya ni madre me dices al parecer. Gay, libre de todo lo que quiso Julio, y me robaste a Pedro.

__Yo no le robé nada, el amor no se hurta, y no sos mi madre, Sarah.

__ ¿Vas a negarme ahora para sentir menos culpa?

__No es eso, es que di  con  la verdad, no soy su hijo, encontré la carta de papá, iré mañana a Pilar, Sarah, creo me debe varias explicaciones que mi padre, no pudo o no quiso dar. No soy su hijo biológico, no le robé a Pedro, sí me enamoré de él, y él de mí, pero nuestro amor… no es imposible.

Pilar, domingo 07 de agosto de 2016.

“Hijo querido:

De nuevo te pido perdón. He sido un cobarde por nunca haberte dicho esta verdad. Cada día de cada año, me prometía que lo sabrías y así fui dejándolo correr sin saber  cómo hacerlo. Si esta carta llegó a tus manos es porque nunca hablé.

No tengo que hablarte de mis padres, tus abuelos, porque sabes cómo me educaron, en esa época hijito no se podía elegir, y yo no supe, no pude hacerlo. Perdón porque sin desearlo te impuse la misma educación, te corté las alas, o las herí con lo que espero las hayas recuperado y hoy vueles libre de mis mandatos y normas.

Natasha se rebeló desde niña, y nunca me hizo caso, por eso aunque te necesita y la complementas me alegro por ella, hijo es tu hermana pase lo que pase, no la dejes sola.

Supongo que tengo que atreverme al fin a escribir lo que no puedo articular… Guille querido, Sarah… no es tu madre. O sí, es tu madre del corazón y te ama igual o más que a Nati, pero ella no te llevó en la panza.

Confieso que fui muy mujeriego, que le fui infiel, nuestro matrimonio fue concertado, yo no estaba enamorado de ella y era muy joven, pero luego sí la admiré, la respeté y la amé.

Pero cuando me casé con ella,   tu madre biológica, una empleada de la estancia, sin que yo supiera el porqué renunció y no la vi por meses, hasta que la encontré por azar, aunque este no existe, y entonces supe que había huido embarazada de  tres meses, porque no quería que yo te rechazara, no lo hubiese hecho, ¿o sí?

Como sea, ella murió en el parto, y yo te llevé a la estancia, mamá, Sarah lo supo días antes, quiso abandonarme, pero estaba locamente enamorada de mí, y aunque tardó en perdonarme, te quiso desde el primer minuto en que te vio.

Es tu madre, Guille,  ella pensaba que era infértil, y luego llegó Natasha, no obstante nunca hizo diferencia alguna. Tu mamá biológica te amó con locura durante el embarazo, pero no pudo vivir y no sé qué hubiera sucedido de haber sido así. Lo que sentí por ella fue un gran cariño, y cuando supe del embarazo te amé, siempre te amé hijo, no dudes de eso, eras con una  o la otra mi primogénito amado, y  llevas el nombre que eligió Ella, Natalia, tu mamá biológica, nunca lo cambié, y por supuesto mi apellido.

Natasha no sabe nada, y Sarah siempre te aceptó y te amó.

Lo que acompaña a esta carta es tu verdadera partida de nacimiento, y lo que pude recolectar de tu verdadera madre para que la conocieras un poco.

Tenía leucemia, y se supo cuando en el parto no podían detener la hemorragia e hicieron análisis, murió poco tiempo después, te digo esto para que no sientas culpa alguna, ella estaba muy enferma.

Espero me perdones, y seas feliz. Ella antes de morir me pidió que te cuidara siempre, y que te hiciera feliz. Vive, y sé feliz hijo.

Julio”.

__ ¿Qué es esto, Guillermo? _interrogó Natasha con una voz apenas audible y el rostro anegado __. ¿De dónde lo sacaste? No puede ser cierto.

Guillermo se sentó a su lado en tanto la atrajo hacia el abrazo en el sofá de la sala mientras el resto de la familia y Pedro se mantenían en atenta contemplación.

__Es la letra de papá,  hermana eras chiquita, quizá no la recuerdes, pero lo que dice es la verdad _ le confirmó Guillermo apoyando el mentón en la coronilla mientras ella lo abrazaba.

__ ¿Y mamá lo supo siempre como dice acá?

__Así es, hablé con ella por teléfono, me espera en Pilar pero quise que supieras todo antes __ le susurró secándole las lágrimas con el dorso de la mano__. Natasha, no cambia nada ente nosotros, al menos de mi parte, sos mi hermana y siempre será así, y espero con ansias ese sobrino que es el primo de Gian.

__Lo sé, perdón _ susurró Natasha enfrentando la mirada.

__No, ¿por qué perdón?

__ Te juzgué, te hice daño. __Desvió la mirada a Pedro__. Les hice daño, y  Sarah no es la mamá  de Guille, no es…

__Ella me quiso como una madre, igualmente  el amor que siento por Pedro fue inevitable, es como que nacimos para encontrarnos _ habló Guillermo en voz serena__ solo Dios sabe por qué nos conocimos de esa forma, el porqué Pedro pensó estar enamorado de ella, pero no es culpa de nadie.

__ ¿Sabes algo más de ella? ¿Te tu mamá biológica? _susurró Natasha.

__No más de lo que dice la carta, y algunas fotos que dejó papá, era una nena cuando nací, una chica muy bonita hija del capataz de la estancia los arroyos, pero no sé nada más hasta no hablar con Sarah ¿vienes?

__Sí, claro.

__ ¿Quieres llevar al nene para que lo vea? __  preguntó Camila que acunaba a Gianluca.

__De ninguna manera __afirmó Guillermo manteniendo abrazada a su hermana pero   adoptando otro tono de voz__. Si ella no quiere conocerlo, quizá nunca lo quiso porque no lo siente su nieto, no lleva su sangre, Camila,  nuestro hijo solo tiene a tu padre por ahora como abuelo, Sarah lo será en la medida que se reconcilie con mi género e identidad y que me siga amando como hijo, no ha pedido verlo por ahora.

__Está bien supongo que tienes razón ¿hay algo que podamos hacer?

__Nada, gracias _ respondió Guillermo que se incorporó para derramar una lluvia de besos en la piel de su hijo y un beso en la mejilla a Camila. __Estará todo bien, es solo que todos necesitamos acomodarnos, no nos esperen hoy, probablemente no regresemos en el día.

 Michael corrió a los brazos de su padre.

_ ¿Cuándo comienzo en la escuela de artes papi?  La notificación de ingreso no lo dice.

__En setiembre hijito, sigue estudiando en casa, luego del concierto, entonces te incorporarás y harás el resto de materias del colegio allí, o no llegarás de uno al otro, te inscribiremos con mami para todo en el mismo sitio, ¿estás de acuerdo, campeón? Y si no lo estás, te internaremos.

__No.

__Era chiste,  jamás te obligaríamos a un internado.  Quédate con Mami, y estudia que cuando regrese te  querré escuchar, ¿vale?

__Sí.

__ ¿Y la pintura, Pedro? __se interesó Natasha.

__ Nos quedaremos un día en la ciudad, si Alejo está de alta y reincorporado, hablaré con él, de lo contrario, esperaré a que se reintegre, el piano es lo primero ahora, tengo el concierto el treinta.

__Está bien cuenta conmigo si me necesitas.

Pilar.

__ ¿Cómo estás Sarah? _preguntó Guillermo luego de darle un beso en la mejilla mientras ella esquivaba la mirada.

__Casi me muero… si estoy acá  es gracias a Alejo, él sigue internado, he ido a verlo un par de veces _respondió ella mientras Natasha la abrazaba.

__Estuvimos todos atentos pero mientras las horas pasaban sin noticas… llegamos a pensar lo peor.

__Realmente fue una experiencia espantosa pero hay que seguir adelante. ¿Cómo estás hijita? __ preguntó a Natasha acariciándole la panza plana todavía.

__Bien madre, algunas náuseas y esas cosas que son normales pero mejor de lo que  esperaba.

__Me alegro.__ ¿Me  dejas leer lo que encontraste Guillermo? ¿Se quedarán acá por hoy?

__Solo yo mami.

Guillermo le extendió la carta de su padre, Sarah se dejó caer en el sillón embargada de emociones al ver la letra de su esposo.

__ ¿Acaso no la había leído nunca  ma…, Sarah?

__Solo cuando la escribió, pero hace tanto tiempo que había olvidado los detalles _musitó secándose las lágrimas con la manga de la blusa__. Espero que entiendas que no me correspondía decírtelo, y éramos tan unidos, eras tan hijo mío que nunca pensé en que lo supieras, ¿para qué? Hasta que llegó Pedro pero supongo que de eso también soy responsable, ¿verdad?

Pedro la miró con tristeza.

__Perdón, Sarah, no quise mentirte…  cuando te dije que te amaba es lo que creí.

__Poco te duró…

__Ya madre. Por Dios que no hemos venido para eso, si quiere culpar a alguien por lo que vio en esas fotos, hágalo, yo soy responsable, Pedro intentó alejarse y yo no pude, no quise.

¿Cuánto tiempo dura la condena? Ya sé, hasta que muera, pero la pregunta va más allá, todos tenemos pecados que nos siguen el rastro y aunque a veces nos olvidamos de ellos, en algún momento te abofetean otra vez, y así sigue la rueda.

¿Pedir perdón? ¿Arrepentirse de verdad? Ya pasé por eso hace tanto y tantas veces pero no hay consuelo, la bofetada otra vez. ¿Cambia la cosa que uno fuera niño, joven, o adulto? Para mí no. ¡Maldición! ¿Qué quiere ese fantasma? ¿Hasta cuándo va a ser mi sombra? No lo quise hacer, o sí pero no en lo cabal de mi juicio, en la reflexión varonil de la sentencia carente de error. Más bien, en la estupidez de la adolescencia revestida de barba facial y voz de tono rasposo. Mi juicio es eterno y yo soy el implacable e incorruptible juez.  Soy gay, amo a Pedro y no puedo seguir con los mandatos de mi padre.

No me quejo del punitorio, uno debe aprender a vivir con ciertas cosas, pero qué clase de vida es. Desearía ser un psicópata y dejar esto atrás pero atrás todavía está. Seguro que espera la justicia del llanto demencial, la imagen del pecado entremezclada en cada abrazo, en cada felicitación, en la alegría mayor, que por la intromisión no llega a serlo. Si al menos alguien me ayudara de una vez y parara este dolor. Dolor invisible a los demás, la cáscara afilada de pan que desciende y desprende sangre y piel, que rasga y divide sin que dejes de sonreír. No se puede mostrar, hay que aguantar. “Seguí hablando y hablando”, me aconsejaron, y aquí estoy una vez más frente al instante que jamás me dejará de herir.

__Está bien, ¿te dejó algo más Julio?

__Partida de nacimiento, algunas fotos, poco más….

__ ¿Qué crees que puedo agregar a esto?

__No lo sé, por ejemplo si tengo familiares vivos, dónde está enterrada,  tengo un hijo Sarah, quisiera que cuando pueda entender sepa toda la verdad, de sus padres, y de sus abuelos.

__ ¿Sabes que te acepté en casa por amor y no por obligación verdad? _musitó Sarah mientras Guillermo pudo ver los sentimientos encontrados que se reflejaron en la mirada de esa mujer que pese a todo amaba como a su madre, que de pronto se le antojó demostraba su verdadera edad.

__No lo dudo, me dio, me diste todo, no pude tener mejor madre _ musitó Guillermo, temblando.

__Y sigo siéndolo, siempre lo seré si lo deseas y me perdonas todo lo malo que he hecho en este tiempo.

Guillermo asintió.

__Yo no pensé que podría tener hijos, quiero que lo sepan los dos, me casé muy jovencita pero no llegaba ninguno, y cuando supe lo de tu existencia,  me enfurecí…  la infidelidad entonces era difícil de asumir y perdonar, pero cuando esa chica murió y Julio me pidió traerte a casa, y anotarte como nuestro hijo, te conocí y te amé Guillermo, te juro que te amé como si te hubiese engendrado y parido…__La voz se quebró.

__Le creo ¿puedo llamarla madre?

__Puedes si lo sientes así, por supuesto que puedes.

Tu mamá biológica es como te cuenta tu papá, no miente en nada. No tienes más familia, hijo lo siento, era hija única y tus abuelos ante el dolor de esa pérdida no vivieron mucho más,  y fue incinerada, ella lo quiso así. Cuando supo que no se salvaría, fue inmensamente valiente, mandó a llamar a tu papá le contó todo, ella estaba ya en etapa terminal, yo lo acompañé la última vez que la vimos antes de que la internaran por una neumonía de la cual no salió. Se hizo todo, estaba  muy delgada, pálida calva, usaba peluca…  la enfermedad se la devoró en pocos meses, pero ella solo parecía esperar a tener la certeza de que Julio te amaría y te cuidaría para siempre.

Él al principio se sintió sorprendido, no lo creyó fácilmente, pero en menos de tres semanas tuvimos las pruebas de ADN, y aunque me cueste decirlo eras tan idéntico a él ya desde entonces, que no eran necesarias.

Cuando ella murió  tú ya vivías con nosotros, y fuiste un Graziani, cuando a pocos años después supe que estaba embarazada, pensé que tener a Natasha era el premio que se me concedía por haberte amado como lo hice, y ya no necesité más, con ustedes dos y tu padre sentí que lo tenía todo.

No hay nada más que tengas que saber Guillermo, lo prometo delante de tu hermana y de Pedro. Espero que pasado un tiempo puedas perdonarme y vulvas a considerarme la mamá que siempre fui, mientras que yo espero aprender a aceptar los cambios en tu vida __musitó ella mientras Guillermo avanzó hacia  Sarah secándose las lágrimas, pensando que nadie había llorado tanto como en esos días pero al fin Sarah le decía lo que él había esperado y sin pensárselo dos veces y pensando que era un milagro tenerla viva, la abrazó, él se quedó en silencio hasta que Sarah lo oyó llorar, y en medio de las lágrimas se besaron con el mismo amor que siempre los había unido, más allá de todo.

Pedro y Natasha emocionados le dieron su espacio y tiempo,  que les pareció un segundo, una eternidad.

__ ¿Por qué has cambiado de parecer? _preguntó Guillermo__. Sigo siendo gay, voy a divorciarme de Camila y a casarme con Pedro.

__Un atentado y un nieto lo cambia todo supongo…  bueno dos nietos. __ Sarah les sonrió a sus dos hijos ---, quiero conocerlo, estoy un poco shock   por el atentado y lo sucedido, pero les prometo ir a verlos pronto.

Y... Pedro, Alejo es un hombre excepcional, le he hablado de ti, creo que tiene quien te represente en cuanto pueda regresar al trabajo, puedo avisarte si deseas.

__Gracias Sarah, de momento daré el concierto, luego sí le iré a visitar cuando se recupere.

__ ¿Cómo se sigue comportando Carlos, hijita?

__Bien supongo, no he vuelto a verlo, pero creo que mejor de lo que esperaba.

__Bueno nosotros nos vamos, ¿necesitas ayuda con algo de la estancia madre? _preguntó Guillermo con una mirada tierna.

__No hijo está todo en orden, Nacho se ha portado bien, ve tranquilo, los llamaré cuando vaya a conocer a mi nieto. Nos han pedido a todos que vayamos un tiempo a terapia por lo que sucedió, y estoy ayudando a Alejo en la galería hasta que se recupere, no me queda demasiado tiempo.

__Cuando desee.

 Luego de tomar un café y recorrer la estancia Guillermo y Pedro se despidieron de las mujeres, y  decidieron tomarse un par de días libres.

El camino del aeropuerto a casa se nos hace aún mas largo, tomados de la mano en el taxi, las ansias por llegar no podemos disimular, te voy contando de la ciudad, entre sonrisas y miradas es inevitable llegar a entregarnos cortos besos… esos besos que la distancia tanto tiempo nos negó.

Giro la llave y la casa abre sus puertas a nuestro amor para volverse un hogar, apenas acomodamos en un rincón el equipaje… un instante se vuelve silencio, una corta distancia entre tú y yo, nos miramos, la emoción inunda las miradas, no hace falta palabras, tan solo las bocas al fundirse en una, hace que todo se diga entre corazones.

Una ligera cena entre dos preparamos, juegos y mimos por tanto tiempo deseados hoy los liberamos, la música romántica que suena va a tono con este maravilloso momento… un instante de besos recostado sobre mí disfrutamos  en el sofá, en espera de la cena, mi mano acariciando tu cabello, mis labios besado tu hombro, tu cuello, tus labios.

Son imperdibles los momentos, aunque no lo mencionamos ansiamos el momento de irnos a la cama… no se piensa en dormir, se piensa en vivir momentos soñados, en hacer realidad los deseos, en que nada nos separe en esta noche, que nos una la pasión, el sudor, los suspiros, los gemidos.

Me esperas en la cama me dices, al cabo de unos minutos te sigo, te encuentro aun cubierto con las sábanas, al recibirme descubro que vistes un fino  albornoz y un delicado bóxer, -estoy listo para ti- me dices, son palabras que estallan mis sentidos, tus labios consumen los míos mientras tus manos me desnudan.

A pasos lentos mis besos van descendiendo por tu cuello, tus pezones  desnudos, mis manos suave acarician mientras descienden, mis labios que en ellos se posan y un apenas perceptible chasquido de beso sientes te hace vibrar, un gemido lento se escapa de tu boca cuando una caricia húmeda en tus cumbres erectas deja  mi lengua.

Caminan mis labios, acompañados por las caricias de mis manos  por tu vientre, adoro allí con besos las naturales marcas de tu cuerpo, tus piernas se separan llego a la fuente de mi delirio, por sus bordes caricias mi lengua deja y recoge la embriagante humedad que fluye de ella, al punto principal se acerca y las caricias estimulan tus gemidos de placer.

Tu humedad está en mi boca, tu lengua juega con la mía, mientras lento voy entrando en ti, nos bebemos los jadeos, tus piernas se abrazan a las mías mientras un vaivén de caderas una y otra vez me lleva a la profundidad de tu delirio… abrazados giramos sobre mi espalda y sobre mí te montas, veo tu cuerpo, paisaje que a mis ojos maravilla.

Por un momento tus manos se apoyan en mi pecho, hacia el cielo levantas la mirada cuando sientes que dentro de ti por completo me tienes, por debajo de tu cintura mis manos acompañan tus rítmicos movimientos, la humedad de los cuerpos delatan el éxtasis que nos invade… los gemidos y jadeos aumentan el mutuo delirio.

Mi boca alterna tus besos y la adoración a tu piel, se aceleran tus movimientos, las miradas hablan por las palabras, hay locura de pasión liberada en ellas, sonidos a roce de piel y torrente de fluidos, que en este momento de amor entre los dos se liberan, movimientos de tus caderas que llevan a lo profundo de mí todo el delirio contenido… tus labios que se aferran a los míos en el culminante momento en que ambos liberamos en lo profundo del cuerpo el orgasmo final.

Extasiados de pasión, amor y delirio abrazados nos entregamos al descanso, tu medio cuerpo que sobre mi reposa, tu pierna sobre la mía, tu rostro sobre mi pecho, así será aquella nuestra noche de amor que consumiremos y no se agotará jamás.

__Hoy quiero para mí una noche lenta sin final donde pueda saborear tus besos que me saben a canela y cielo y tus caricias frescas me huelen a menta, se recrean en mi espalda como agua de río fresca para que yo me la beba, hoy, he dejado mi corazón en una parte cualquiera, para seguir soñándolo he dejado en una ciudad cualquiera de un lugar del mundo cualquiera, hoy he dejado a mi amor salir de su jaula de oro por si alguien lo viera y te hiciera la entrega, hoy amor mío he notado que me flaquean las fuerzas, necesito sentirme amado, necesito sentirme vivo y entero, solo tu vida mía sabes la manera, tú tienes las llaves de mi puerta, no esperes a la noche negra, búscame en el lugar de mi sueños, ahí estoy a la espera.
No te demores amor que mi alma pierde las fuerzas, que las lunas se duermen tristes, y mis sombras buscan su Luz, pues en la oscuridad más basta se encuentra, en ella no están tus ojos, ni tu aliento cerca, no encuentro tus manos para aferrarme a ellas, no te demores vida mía que me flaquean las fuerzas.
Si vinieses amor sabrías el origen de mis verbos, sabrías de dónde nace el sentimiento, sabrías amor, de dónde sale mi angustia en mis amanecidas, sabrías el porqué yo te estoy amando irremediablemente a la antigua, sabrías tantas cosas si vinieras vida mía a este lado, a esta orilla, donde tu  sueño te espera, amándote sin medida.
No tardes amor.

__Mirar tus ojos y verme en ellos, percibir esa respuesta que me incita, me provoca, activando mi mente, mis impulsos, mis ansias... Y, mis labios toman los tuyos. Y así, suavemente los va devorando,  jugando con ellos, saboreándolos... Sentir, la calidez de tu piel que se derrite, se pega a la mía y tus brazos me envuelven aprisionándome... y, mi respiración entrecortada, agiliza aun más mis sentidos, y mi cuerpo reacciona a tus caricias, que no reprimen, que no vacilan, y ya claman por más... Es ahí en donde manos y boca, compiten en cada centímetro de esa pasión, de esos cuerpos, sedientos de amor.
Es el diálogo del amor, del deseo, en donde cada gemido, cada beso, cada caricia, recibe una respuesta, que se profundiza cada vez más. Queman los besos que caminan, que recorren, sin rumbos ni límites, y... el tiempo se hace segundos, cuando el éxtasis se apodera, y todo explota, todo llega a su fin, ese final, que no se quiere finalice nunca... Donde somos dos almas,  dos cuerpos, en un solo gemido que me lleva a gozar, con el gozo tuyo... y, sentirnos recíprocamente plenos,
en un clímax, que nos deja inertes, en una felicidad indescriptible.

Esa pasión, ese deseo, ese placer, se lo consume así... con dulzura, con ternura, con susurros, con caricias suaves, muy suaves, lentas, muy lentas, despacio, muy despacio... Nunca es tiempo perdido, lo que conducirá a un final feliz. Eso... es hacer el amor.

Mientras Pedro se bañaba, Guillermo le preparó una pasta que devoraron después en pocos minutos, famélicos como estaban hubieran comido cualquier cosa que encontraran en el plato.

Levantaron la mesa urgidos por descansar, se metieron entre las sábanas para fundirse en  un nuevo abrazo, frente a frente, pero sin verse. Estaba la luz apagada, y ellos, desnudos, se decían te amo de todas las maneras posibles: con palabras, acariciándose, restregándose los pies. Guillermo descansaba la cabeza sobre el pecho de Pedro, él le besaba la frente, sumidos en los acontecimientos de esos días. Al día siguiente tenían una cita muy especial que se había iniciado tiempo atrás y que nadie conocía.

__Nos vence este tiempo de ausencias, invades absolutamente mis pensamientos, te adueñas de esos momentos en que tu ausencia me hace extrañarte y entre mis manos buscarte para hallarte presente distante y ausente en mi espacio, recorro tu mirada ausente tratando  de provocar en ti la necesidad de también verme.

Y horas de ausencia parece nos roba el tiempo que quisiera nos demos, para que este amor se sienta cada día más fuerte y sienta que nos necesitamos para alimentar nuestra alma, saciar nuestras ansias, calmar nuestros deseos… pero solo le robamos tiempo a este destino cruel que nos niega darnos el tiempo perpetuo juntos.

Me queda así, distante de ti, recorrer las líneas de tu rostro con la mirada, dejar que mis labios deseen besar los tuyos, cuando en ellos mis ojos se quedan, por momentos disimulo la inquietud de mis manos, que se sienten rebosadas de caricias, que en tu piel ansían dejar… que mis dedos un tierno juego en tus cabellos quieren dejar.

Cómo robarte a este tiempo y hacerte dueño presente, de todos mis momentos, saber que te tengo en cada instante, cuando esta desesperación por amarte me hace necesitarte, saber que tengo tu tiempo y tienes el mío, que habito en tus pensamientos como tú en los míos, que desesperas por vivir mi amor… así como en desesperación me ahogo cada día más por vivir el tuyo.

__Soy  hombre de versos y letras soy de nostalgias y sueños, soy  caballero de tus sueños, el que camina de tu mano por encaros perdidos sin sentir miedo alguno, escribo cada tarde noche en papel mis letras donde te hago saber que eres poesía, que eres parte omnipresente en los suspiros que derrama mi tinta, soy ser  de arte en el pensamiento y arte en mis manos, soy una prosa que amanece enamorada cada día, acurruco mi sentir entre mis labios callados, y me hago mar en mi sonrisa, sabes vida mía que eres tú el artífice de tanta pasión, que eres tú mi ídem amado, el que hace que broten de mi alma palabras adormecidas, acunadas por el mirar de tus ojos, lo sabes y te callas al igual que yo con riguroso silencio alimentándonos de ternura cada noche, esa ternura que precisamos para sentirnos vivos.

En mi recuerdos guardo cada noche, cada día, cada instante en que  hacías de lo más sencillo lo más maravilloso, hacías que llenara el mundo de risas y melodías, hacías de mi mundo solitario el escenario del teatro representando para tu enamorado la obra más bella jamás soñada por mí, tú y yo, actores principales, hacías que me sintiera  dios sagrado del amor, príncipe  sin castillo, nos reíamos de los celos de la luna, del mundo entero que puesto a nuestros pies como la más bella alfombra tejida por las estrellas brillaba ignorando, que dos amantes se morían de amor sobre él.

Mi amado amor, no tardes en venir esta noche preciso sentir en tu mirar que me amas. Hoy deseo saborearte amor, por eso regálame tus labios, que quiero beber la dulzura de tu pasión, porque tú eres mi hermoso despertar, mi sol de cada mañana y mi luna en las noches, hoy necesito de tus besos, de tu cuerpo y de tus suspiros, amanecer a tu lado y así saber que no eres un sueño, por eso hoy permíteme tenerte por una hora o por un día y quizá  por toda la eternidad, hoy te necesito, porque tú me das de beber de tu boca y me alimentas con tu cuerpo, y así me das la vida.

 Anoche fue una noche especial, una noche mágica, una noche donde amé tu ardiente cuerpo, y sacié tus ganas con mis besos, bebí de tu fuente de placer, cual sediento, mas no sé cuántas veces nuestros cuerpos se unieron, pero lo que sí recuerdo, son los besos desenfrenados, ese…  el aroma de tu piel, las palabras entre gemidos, el sabor de tu carne, y que anoche fue una noche inolvidable.

“Los ecos que surgen de tu voz  matizan con tu aroma mis sentidos, vuelan cual mariposas nocturnas atraídas por el velo de tu luz… canto que atrae a un corazón herido. Suelo pensar en ideas absurdas, fantasías que a mi mente subyugan  llevándome hacia ti sin remedio, siento la lluvia al mojar mi alma siento al dolor abatir mi tedio… Percibo en mi mente perversa  tu imagen cual pálida sombra,  espíritu que a lo lejos se pierde, diluyéndose día tras día…  pensar que el amor no existe,  que, para mí, solo es una utopía…  En este largo tiempo vacuo  causa y efecto de tu ausencia,  te has vuelto lánguida bruma,  te has vuelto nada en la nada… Solo sonidos sordos a lo lejos  vagando por los ecos del olvido…

Te has convertido en el punto final que se ha perdido entre mis versos,  punto y aparte en esta historia de la cual ya no hay regreso… solo imágenes solitarias sin sentido danzando en mi mente enmarañada de la cual aún me siento presa.”

__ ¿Y eso?

__Una carta de despedida de Sarah, supongo, tranquillo amor creo que es solo cuestión de poco tiempo más y todo empezará a estar en su lugar.

__Estoy seguro. ¿Hablamos de nuestros planes?

__A ver…

_Si yo fuera poesía, escribiría en tus labios hermosos versos de amor y besaría tu mirada profunda como el mar, abrazaría tu cuerpo como la arena abraza el mar, bebería de tus labios versos de amor, me quedaría en tu espalda escribiendo poemas de amor, y besaría cada una de las pecas de tu espalda con mucho amor, te daría una constelación de estrellas brillantes a tus versos. Me hundiría en tus ojos bellos. ¡Ojos míos! Ojos divinos, causa de mi poesía, abrazaría tu piel desnuda entre nubes de algodón, y besaría tu cuerpo entre comillas sin rimar, por amor.

Soy tu hombre soy poesía, canción y rezo por un milagro, porque quiero con devoción tu dulce amor. ¡Me pierdo en las páginas de tu libro, amándote! El libro dedicado para mí y rima el delirio los dos en poemas eróticos que escribes con fuego y pasión, donde me describes con tesitura como si fuera nota de una canción, nuestra canción favorita: “Un ángelus.” ¡Mi Ángel sin alas, pero mío! ¡Caído del cielo para mí, regalo de Dios! Para hacerme feliz y sentirnos entre versos escondidos en letras y amarnos entre paréntesis, versos, rimas, estrofas, sonetos y alegorías. Amor de mis amores entretejido en mis venas y en las arterias donde te respiro, donde te vivo, me vivo en ti y tú en mí, nos vivimos en esta fantasía poética y ricamente pasional entre letras. Fusionados en hermosa poesía de ti, de mí, de los dos. Siempre tuyo, siempre mío, ¡ojos míos, de mi querer!

Martes, 09 de agosto de 2016. Nordelta.

El día de hoy es tan especial que desde que me levanté me planteé no llenarme de actividades para que a la noche me encuentre descansado. Solo destiné algunas horas por la tarde para ir al centro porque necesitaba algunos materiales para mi trabajo, una actividad sencilla pero que me llena de placer, y creo que Guille ha hecho lo mismo, pues hoy es el día de nuestra cita especial para lo cual  nos prestaron una casa en el Delta.

Y ahora que acabo de guardar en el atelier los pomos de pinturas, los lienzos, los pinceles y demás cositas que traje, hago una última inspiración profunda tratando de absorber el aroma antes de cerrar la puerta porque amo el perfume de estos utensilios, añoro volver a mi trabajo una vez dado el concierto para complacer a mi niño.

Pienso, que me gusta mi trabajo, la estancia, mi familia, mi hijo, mi amor. Soy un hombre afortunado y feliz, supongo que alcanzaré mayores niveles de éxtasis cuando pueda casarme con el hombre de mi vida y tengamos una casa que podría ser por esta zona. Qué lejos ha quedado aquel donjuán perdido en el departamento desordenado de París, sin más objetivo que terminar algún lienzo que le satisficiera y que sin embargo nunca llegaba.

Hago una nueva inspiración, esta vez de placer, y me marcho apurado. Quiero  estar listo para cuando llegue Guille de la editorial, donde fue para elegir la tapa del libro que desde hace meses ha estado escribiendo.

Me ducho, estoy inquieto y un poco nervioso como un adolescente, expectante disfruto de los momentos previos. Salgo del cuarto de baño envuelto en la bata blanca de toalla y me encuentro con que Guille ya llegó. Escucho sus pasos en la cocina, el ruido del microondas.

__ ¿Guille? ¿Todo bien?

__Sí, amor. Me estoy haciendo un té.

Me peino, me perfumo y él se me aparece de frente en el pasillo mirándome por encima de la taza.

__Veo que estás listo.

__Sí.

__Bueno, ahora me toca a mí, me baño y voy a la suite.

__Te espero allí, con un Malbec cosecha 2006.

__! Guau…! ¿Esa es mi sorpresa para esta cita?

__Una de ellas pero hay más, siempre más.

Se ríe con esa boca sensual que amo.

__Chau, me voy a bañar _me dice con un guiño.

__Apúrate __le respondo cómplice mientras pienso que fue mi gusto extraño, combinado con nuestra especial situación de género, lo que lo motivó  a hacer esto por primera vez, o tal vez se inició en el loft en aquellos días de amor en el lienzo, lo cierto es que en minutos se repetirá como cada mes desde entonces.

Guille se encerró en el baño y a partir de ese momento el tiempo transcurre cadenciosamente, teñido de ardor y ansia.

Me excita pensar en lo que viene y en las formas que inventaremos en los años venideros para siempre renovar nuestros días y que nunca nos gane el tedio. A veces pensando en cómo era cuando lo conocí me cuesta creer en su entrega, pero supongo que todo se inició cuando se amó a sí mismo en amor en el lienzo y ahora que pienso, sabiendo Sarah la verdad nada me impide en la próxima exposición al fin exponer aquellos cuadros prohibidos cuando el amor pareciera imposible, y me lleno de alegría, imaginando el impacto que causará, tal vez moleste a muchos pero a otros les significará una liberación.

Me excita pensar en lo que viene. Sé bien que lo que pasará tiene algo de morbo, de lujuria, y me encanta. Concesión, morbo, locura, pasión, excitación… nuestro ritual mensual. Es una de las formas con que aprendimos a callar el dolor del hijo que no podemos concebir o llevar en nuestros cuerpos aunque tengamos hijos biológicos. Y lo que hacemos es nuestro secreto, es nuestro rito, nuestro pacto de amor.

A aquí va una vez más. Solo que hoy es especial, hoy tiene gusto a culminación, a cumbre, a apogeo, a remate, me prometí que así sería antes de exponer amor en el lienzo. Pero como no podía resignarme a un final, ya tengo pensada una continuación aunque él aún no lo sabe o sí, quizá lo adivine. A veces nos conocemos tanto que creo nos leemos la mente. Se lo diré igualmente esta noche, todo pasará en esta velada.

Coloco las copas en la mesita baja que tenemos en el cuarto, cada vez me atrae más la idea de comprar esta casa en el Delta, no lo sabe aún pero sería especial tenerla más allá de la casa de la estancia,  por ahora la venimos alquilando para estar cómodos los días y noches de nuestro rito.

 Abro la botella con el sacacorchos. Prendo uno a uno los varios velones de colores que en otras oportunidades ya nos han acompañado durante la liturgia. La luz tenue de las llamas ofrece la intensidad perfecta, la que nos permite ver nuestros cuerpos envueltos en una penumbra dorada, la que nos hace sentir que solo existe este momento y este lugar.

Con la bata puesta, acomodo estratégicamente el silloncillo verde para quedar frente a la puerta del cuarto de baño y ver a Guille ingresar desnudo. Lo imagino, y el deseo recorre mi sangre y eriza mi piel de hombre. Aún no lo he visto y ya estoy excitadísimo preparado para él.

“Bastó una sola mirada para entender tu silencio. Un silencio de ternura que adiviné en tus ojos, aquella mágica noche cuando posaste en mis labios el embrujo de tus besos, despertando mis deseos.

Cómplice fue la luna con su insomnio en madrugada, una estrella pudorosa se ocultó tras una nube mientras nuestro paraíso era un volcánico Edén, y se incendiaban las rosas en caluroso vaivén. No fue fruta prohibida la que buscamos los dos fue la herencia primitiva la que muy dentro explotó fue esa fruta dulce que se da en cada estación y que hace de un invierno, verano eterno de amor”.

El agua de la ducha deja de oírse y dos minutos después la puerta del baño  se abre y él aparece…

La luz del baño que él no apagó lo muestra en todo su esplendor y yo tiemblo de placer.

¿Soy raro? ¿Soy loco o solo un artista? No, me tranquilizo. “Solo soy un artista diferente”.

La locura verdadera es la que hace mal, la que destruye.  “No significa que seas un demente o esquizofrénico solo porque te gusta y te excita un cuerpo repleto de pinturas, pues esa piel que  se funde con la tuya, es la del hombre que amas y es tu lienzo”.

 Guille se acerca a mí, descalzo, completamente desnudo, me complace qué seguro de sí mismo, avanza y veo en plenitud su piel otrora blanquísima. Hoy ya no, porque no queda absolutamente en allá nada sin figuras trazadas con mis pinceles. Guille lleva su cuerpo cubierto con cientos de dibujos. Hoy, él ha llenado el último resquicio que quedaba en una de sus nalgas con lo que me pidió fueran tres margaritas diminutas. Se da media vuelta, me muestra su nueva imagen y me tengo que contener para no comerle el trasero a besos y mordiscos. Una demencia se apodera de mí al observarlo desnudo, así sin ningún espacio libre de trazos, pero me contengo.

Este es el postre delicioso que quiero comer lento, es el momento más importante de la noche y quiero disfrutarlo a pleno.

Él, desafiante, se pone frente a mí como si me ofreciera un plato en bandeja. Me sonríe, me provoca, me sabe en sus manos, me lo lee en los ojos porque mi mirada va atada a su cuello en el que lleva dibujado una sucesión de rosas rojas enlazadas, una con la otra, tal como si llevara puesta una delicada gargantilla. Su pecho bajo la nuez de Adán es una lluvia de hojitas verdes. Sus pezones empinados son custodiados por decenas de ramos de violetas. Por sus piernas como columnas, sube una enredadera de hojas verdes con flores amarillas en forma de campanas: lleva lirios en su pubis, flores pequeñas y exóticas en manos y pies, en dedos…  orquídeas en los brazos, y desde el ombligo nacen alelíes, suspiros, cachalotes y tulipanes los que se enlazan hacia atrás hasta unirse con un campo de girasoles que habita en la parte baja de la espalda, y hacia delante uno se abre en el glande, los otros a los costados de su fuente del deseo.

La imagen es impactante, me cautiva, me arroba, me hechiza, profusa y exuberante como una selva, llena de vida como la naturaleza salvaje. Me arroba mirarlo, más que lo que antes barajamos de cubrirlo de animales, me hechiza, me fascina, me hipnotiza.

Guille entero es un jardín, mi jardín del Edén y solo mío. Es uno sembrado de flores diseñadas por mí, porque él lleva en su piel, en su cuerpo, mil dibujos diseñados por mi cabeza, es mi obra de arte plasmada en su piel. Ideados en mi mente, ahora están vivos en su piel.

Son los capullos que empecé a dibujar durante aquella semana en el loft,  o quizás antes, cuando nuestros hijos no estaban presentes. Y aquella semana en que lloramos por la injusticia de no poder alojar un hijo él apareció con la primera imagen grabada de su vida. Hasta ese momento, su piel había permanecido intacta. El día en que se marcó esos tres girasoles pequeños en la espalda baja, casi en la cintura, me dijo algo que jamás olvidaré y terminamos llorando los dos.

__Este cuerpo no podrá cobijar nunca un hijo tuyo, pero mi piel albergará cada una de tus creaciones. Plasmaré en mi cuerpo todas las flores que despliegue tu imaginación. Te daré cada milímetro de mi piel para ellas como lienzo. Inventa muchas flores, crea las más hermosas que puedas porque aquí las tendrás a todas. Seré tu jardín viviente, tu obra de arte privada.

Y yo que nunca le había prestado atención a los dibujos en la piel, esa noche morí de amor al besarle una y otra vez esas primeras flores que brotaban desde su cintura. La sensibilidad provocada por ellas, esa locura de la piel atiborrada de flores, nació aquel día.

__ ¿Te gusta cómo quedaron las margaritas?

__Me encanta…

__ ¿Sabes que son las últimas flores  y figuras que me haré? Ya no queda más lugar en mi piel.

__Lo sé, brindemos por ellas  __le digo ronco por el deseo y le extiendo la copa.

Las copas tintinean y bebemos un sorbo, luego otro. Pero yo no alcanzo a disfrutar del sabor del Malbec como debería.

Mis  papilas gustativas están aletargadas, dormidas, no sienten, porque en ese momento es la vista el sentido que manda, gobierna y se enseñorea en mi piel, en mi ser.

Lo miro y lo único que quiero es hacerle el amor ya mismo. Pero en un gran esfuerzo me contengo, primero quiero darle mis regalos.

Busco sobre la mesita el de la joyería.

__Esto es para ti.

Sonríe y me dice:

__No me lo esperaba… __Lo desenvuelve con rapidez. Entonces ve la pulsera de oro, con  nuestras iniciales grabadas, y pequeños diamantes incrustados.

__Ay, mi amor… es preciosa.

Tiene los ojos llenos de lágrimas.

 Tomo la joya y se la coloco en la muñeca por encima del reloj.

Ahora sí, empiezo a besarlo con desesperación en la boca, despacio, con tiento, observo cómo cierra los ojos, y entreabre los labios, su lengua tímida titubea en la mía cuando ingreso, se enroscan los alientos y se enlazan los suspiros, trazo sus rasgos con los dientes, desciendo al cuello, bajando a sus pezones. Pero entonces él me empuja de nuevo al sillón.

 Y allí, a la luz de la vela lo veo contornearse de manera sensual. Baila sin música, muy suavemente como si lo hiciera al son de sonidos que él y solo él escucha, levanta los brazos, da una vuelta sobre sí mismo. Me muestra el trasero y exhibe la espalda poblada de cientos de pequeños girasoles, quiero morder cada flor.

Este es nuestro ritual, ese que hoy dura menos tiempo que nunca porque mi pasión por mi hombre me lleva desesperado tras mi botín. Me pongo de pie, lo tomo en mis brazos, lo arrastro hacia la pared. Camino dos pasos arrepentido y lo depósito en la cama. El libro envuelto ha quedado olvidado sobre la mesita. Ya habrá tiempo de dárselo, me digo a mí mismo.

Urgido me quito la bata, y en mi desesperación, la dejo tirada en el piso.

Y entre las sábanas en la cama enorme, le beso el cuerpo de punta a punta saltando de flor en flor, dibujándola cada una en detalle con la tinta de mi saliva…  con locura, con ternura, con devoción porque esa piel amada alberga mi creación.

__Gracias susurro.

Lo penetro de a poco y en forma precisa, mis dedos ahora ejecutan alguna melodía como en aquellas primeras veces, en cada embestida un acode que se une a gruñidos y jadeos, a corazones alocados, a nuestra propia música de amantes.

Guille me ha entregado su cuerpo a su manera ya que la naturaleza no le permitió que me lo diera de otra forma para poder engendrar un hijo y vida. Y yo encuentro un gran placer en esta forma.

Sin dudas, él también. Me lo confesó infinidad de veces. Le gusta ver su piel plagada de mi arte y observar el efecto que causa en mí.

Los gemidos y goce de Guille al paso de mi boca por las curvas estratégicas de su cuerpo llegan al clímax. Entonces me trepo sobre él y recién allí lo penetro de nuevo, profundo, certero  y mientras embisto su húmedo recorrido hasta la profundidad de sus entrañas le digo al oído:

_Gracias… te amo, gracias, te amo.

La noche avanza y nuestro encuentro también.

Deleite, sensualidad, sudor, piel a piel, alientos, vapores, fluidos, entrega. Nuestras voces se ahogan en un mismo grito donde se funde el placer de uno con el otro.

Me desplomo en su espalda, quemándole el hombro con el aliento, me abraza  llevando los brazos hacia atrás, fuerte hunde los dedos en los músculos cerca de mis glúteos.

Nuestros cuerpos tiemblan al unísono. Es el final de la agitación, de los espasmos, el alivio…  el comienzo de la calma.

Guille mueve su mano hacia mi nuca pasando por el hombro, estando yo aún dentro de él, y entonces lo descubre.

__ ¿Y eso? ¿Qué tienes allí?

Está sorprendido, no puede creerlo, se incorpora…

__Amor, pensaba decírtelo en un rato. No me diste tiempo.

A regañadientes salgo de él y me colocó a su costado.

__Por Dios, no puedo esperar ¿Cómo es que te tatuaste y no me contaste?

 _Te dije que estaba por mostrártelo.

De repente, Guille, se sienta en la cama, examina mi espalda con detenimiento y exclama:

__! Es una frase! __La lee en voz alta__. “Nada más bello que la singularidad de un ser humano”. ¡Es una de las frases de mi libro!

Me siento en la cama junto a él, pensaba contárselo más tarde cuando estuviésemos más sosegados. Pero la situación exige que sea de inmediato y abro mi boca para darle el siguiente regalo que planeé.

__Hoy hemos terminado con un ritual, pero pienso pasar la eternidad a tu lado.

__No entiendo…

__Pues tendrás que trabajar a la par que yo o más mi amor, y tal vez juntos.

__Sigo sin entender.

__Yo pienso ir borrándote las flores e ir dibujando en mi lienzo las notas de cada una de mis composiciones, ahora serás mi música.

__Oh.

__Y yo decidí escribir en mi cuerpo, o mejor dicho que tú lo hagas…  las frases más bellas que tengan tus libros. Por lo tanto significa que cada vez que estén por terminarse deberás tener otro libro.

Lo marcaré con párrafos enteros, aquellos que disfrute cuando me des a leer tus borradores para que opine.

Y así como  tú me dijiste una vez, yo te digo a vos, ve y crea.

Inventa poemas, prosas, y palabras, frases, ideas que aquí tenemos al menos diez años más de ritual.

__Entre sus brazos me pidió que la dedicara una poesía así me puse a escribir por su cuerpo con cada delicia  y de su piel hice el lienzo que dio paso a esta cortesía  de que haga dueño un beso por el cuello en su caricia.

Mas así comencé a crear, lo que ese cuerpo bien pedía  cuando cada verso venía lleno con aquello que sentía  pues no sé cómo logré aguantar esa luz que concedía…  sí así pude comprobar que entre las llamas consentía.

Al salir y dar un paseo por ese desierto de tanta vida  que siempre iré a buscar bajo el velo de sus pupilas  y por esas dunas me disipo para no encontrar salida,  sí perdido cuento a cada grano la culpa que destila. Y por eso eres el juguete que el diablo siempre cuida  si te tiene entre las manos y su infierno se hace día  con barra libre dispuesta para servir lo que se pida  en ese patio del encanto dando más de lo que podía.

Que rezando anda lujuria con su espera y la codicia  aguardando que la llama haga fuego cuando excita  por jugar libre en su pira suspirando de tal justicia que antes de ver arder, sabrás lo que al tener incita.

Y embriagada camina el alma y con la muerte vacila   al ser tentada con esa mirada que de pasión implica  otro cálido deseo que se burla del averno, que desfila  al ser mis ojos los que gozan del pecado que predica.

Por su tez he descubierto, que lo que dicen es muy cierto,  si te roza puede hacer prender más que el sol en el cielo  y por eso es que por esa orilla de su piel hago mi puerto,  sí en su dorado desierto gozo mis pasos por tal consuelo.

Siendo capaz de resplandecer del placer de solo un beso  al ser un tiento de mi aliento, al presentarse tan sincero  que deseas cometer el delito y entre sus labios ser preso  con ese dulce verso que esconde mi alma al dar primero.

Pues poco sabe de los colores, ni de esos tonos que tengo,  que yo le pongo más color a su lienzo en blanco y negro  cuando miro en sus pupilas y nuevos pigmentos obtengo,  sí poco sabe del arcoíris que por su iris me dio íntegro. Que ni en letras podría describir, ni decir algo tan bello  como lo que dieron en mis ojos ese día en que los vieron  y tuve que mirar dos veces al deslumbrar tanto destello,  que desde entonces comprendí que no todos lo tuvieron.

Si no  estuviera seguro de que ese brillo solo sería otro sueño  por el que intenta hablar y no logra más que silencio  al desear explotar y contar que de él me haría su dueño  a ser tentación a la acción de la reacción que potencio.

Y le entregué de más de lo que mi tacto andaba siendo  al descubrir mil palabras en todo lunar que encuentro  y pienso, cómo no hacer poesía si mi alma va pidiendo  de un querer contarlo todo y que salga desde adentro.

Que por eso así le di de más para no recibir de menos  si poco quise el incendio y mi piel terminó entre fuego  y en cada llama hice mi juego y gané por ir sin frenos  en el infierno que me retó prendiendo al primer ruego.

__Mi amor… ¿de veras quieres hacer esto?

__Sí, ya lo decidí.

Ven __le digo, tomándolo de la mano y llevándolo hacia el espejo. Los dos estamos desnudos frente al cristal.

__Tú eres una obra de arte completa, yo todavía no. Para que puedas terminarla tendrás que escribir muchas cosas bellas.

___Hoy es el día más feliz de mi vida, creo ya no hay secretos que me aten, y pronto no habrá impedimento para que te pida que seas mi esposo.

__ ¿Y si fuera posible?

__Es absolutamente posible, Pedro Beggio.

Nos abrazamos y nos besamos. El espejo reflejaba un jardín en la piel de mi hombre y otro hombre dispuesto a darse entero por amor.

CONTINUARÁ.

IDEA OROGIANAL  Alberto Migré. 1973.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.

CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO.

ESCENAS EXPLÍCITAS.