martes, 10 de septiembre de 2019

NO SOY YO CAPÍTULO TREINTA Y DOS.


NO SOY YO
CAPÍTULO TREINTA Y DOS.
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 «Es curioso, pero vivir consiste en construir futuros recuerdos; ahora mismo, aquí frente al mar, sé que estoy preparando recuerdo minuciosos, que alguna vez me traerán la melancolía y la desesperanza».
*Ernesto Sábato - El túnel (XIV).

__Solo déjame ir… lo necesito, Guille. Déjame ir sin acusarme. Déjame ir para darme cuenta cuánto me duele tu ausencia. Déjame ir para dejar de soñar todas las veces que te enredo en mis brazos y en mis besos entregándome a ti. Solo déjame ir para morir lejos de ti y  darme cuenta que de tus ojos no salió ni una lágrima. Sé que adonde vaya no te podré olvidar y de mi vida no te podré sacar. Déjame ir como se va el pájaro que abandona el nido después de haber llorado al ver el nido vacío. A donde tu nombre  grite mil veces y no lo escuches para que no te culpe de no amarme.
En el espacio que dejo vacío solo mi amor encontrarás, nadie podrá amarte más que yo.
Solo déjame ir. Cuando me extrañes piensa que como yo te amo, nadie te podrá amar. Mi vida, mi alma, mi cuerpo, se quedan contigo. Vacío me voy, todo te lo di, no me llevo nada. Solo me llevo el amor que un día creí que era para mí. Solo era una fantasía, ni tú eras mío, ni yo era tuyo. Jugamos el juego de amar con secretos, llanto y dolor, cosas que el destino nos unió. Puedo jurar que donde estés me recordarás. Fueron muchas cosas que se quedan en ti y otras que llevo en mí.
Lo que nunca voy a olvidar son tus ojos, ojos míos que me reflejan. Los veo en tus fotos, unas veces tristes, otras cabizbajo, otras sin ti, hay ausencia en tu mirada, hay vacíos, vives sin amor y sin amar, eso muy de ti, porque no has aprendido amar, toda la vida te has equivocado, el orgullo y la vanidad te hacen errar. Siempre vas a estar solo. Solo déjame ir. ¡Te amo, mío! Desde siempre.
__Pedro no entiendo, y tenemos demasiado que hablar __la mirada de Guillermo era una súplica.

__Ahora mismo necesito tiempo para pensar, Guille, por favor.
__Supongo que no puedo decirte que quiero acompañarte ¿verdad?
__No por ahora, no esta vez.
__Está bien pero quiero que los chicos se queden en casa, además necesitan estar con el hermano mayor, y Fabián con ellos luego del golpe que sufrió con lo de Ana.
__Lo entiendo ¿no te importa que no me quede al entierro?
__No veo por qué deberías estar, ella te arruinó la vida con Camila y el padre amén de casi asesinarte.
__Menuda tontería he dicho _afirmó Pedro__. Con independencia de lo que suceda entre nosotros, Bruno es tu hijo, y qué mejor momento para que estén todos juntos que ahora.

__No vas a estar vos, pero sí,  Bruno es hijo mío y quiero que esté conmigo.
__Lo sé. Pero tú trabajas, yo no quería molestarte.
--Gastón. __Su voz se suavizó__. Tú nunca molestas.

Ay Dios. Si seguía mirándolo con tanta emoción en los ojos jamás se iría. Tragó saliva con fuerza.
__ ¿Te parece bien que mis padres los cuiden mientras tú trabajas?
__Claro,  no tienes  tú que preguntarlo.
¿Viajas con los documentos nuevos?
__No los tengo aún, con todo lo sucedido,  no tengo ni los míos ni los del nene.
__ ¿Has pensado en dejar esa editorial y regresar a la abogacía? ¿La recuerdas?
_Nunca la olvidé __reconoció Pedro__. Es otra de las cosas que tengo que decidir.

--P… Gastón ha llegado la primavera,  estoy floreciendo entre flores y esencias  de todo tipo de colores destilando un aroma especial, entre praderas y bosques, pasas y no me ves, el olor llega a vos, me respiras, me inhalas; te desesperas ¿no sabes quién soy?
Me estás deseando, mi corazón magulle como la nieve, te acercas a mí pero no te detienes, buscas y buscas y te detienes en otras mezclas de pétalos, que erotizan tus sentidos, triste me pongo, exploras y navegas en otros ríos, los llenas y vacío hay en tu interior, te llamo y te llamo, pero no escuchas, la luna sabe que te amo.
Cierro mis ojos solo tengo tu presencia y me acerco más a ti, te imagino acercando tus labios, tu boca, me entregas tus besos, esa fragancia que se ha vuelto inexplicable, la noche es un silencio eterno, pero en mis sueños te tengo, te apropias de mí, como si fuera ese diamante admirando tal belleza; te cautiva, te seduce, te hace prisionero en mi corazón.
Cada lágrima sabe una letra de tu nombre, lloro en soledad, quizá  porque  te añoro, y te escucho pasar y no fijas tus ojos en mí, aquí me quedaré, pudriéndome si es preciso, ante la iridiscencia de luz, que poco a poco me quemará, cubierto de nostalgia  al sonido de tu voz que se terminará, hasta que un día posiblemente me encuentres ante mi efímera vida.

 Gastón sintió una opresión en el pecho. La situación era insostenible. Compartir a los niños iba a destrozarlo. Tener que verlo los fines de semana, cuando se los cambiaran, sabiendo que si no fuera tan terco podría tener justo lo que deseaba.
Sin embargo, le seguía doliendo. Sus mentiras le seguían haciendo daño. Le dolía que no hubiera confiado lo bastante en él como para sincerarse. También estaba harto de todas las mentiras y de todos los secretos que habían regido su vida durante tanto tiempo, los recordara o no. En el fondo temía pasarse la vida cuestionándose si Guillermo le estaba diciendo la verdad.

__Vale. __ El silencio se alargó entre ellos. Cuando ya no pudo soportarlo más dijo__: Yo… tengo que terminar  de hacer la maleta. Se lo diré a Malena cuando la vea esta tarde.__Hizo ademán de dirigirse al ascensor.

__ ¿A dónde vas a vivir cuando regreses? _disparó Guillermo.

__No lo sé exactamente,  supongo que tendré que  comprar algo no demasiado lejos,  la casa de la playa la devolveré…  tiene recuerdos que no deseo.
Guillermo volvió a detenerlo aferrándolo por el brazo. El calor se extendió por la piel provocando un incendio en su interior.

__Espera tenemos que hablar de nosotros.
Unas emociones con las que no quería lidiar lo abrumaron. Intentó calmar su temblorosa voz.
__Lo sé Guillermo. Pero ahora mismo no puedo. Necesito tiempo para ponerlo todo en perspectiva. Las cosas entre nosotros han sucedido demasiado deprisa. No estoy seguro de lo que necesito y puedo darte.
__ ¿Cuánto crees que tardarás en pensártelo bien?
__No lo sé. No… no pretendo que me esperes.
__Llevo y te esperaría una eternidad, Pedro.

Este cerró los ojos con fuerza para sofrenar las lágrimas. Sabía perfectamente lo que decir para que el corazón se le subiera a la garganta.

__Tengo que irme, Guillermo.

Se zafó de su mano y entró en el ascensor. Guillermo seguía mirándolo cuando se dio media vuelta, tenía las manos en los bolsillos y en su cara veía toda la desolación que lo abrumaba.
Mientras las puertas se cerraban tuvo la certeza  de que esa cara lo atormentaría toda la vida.

“Y se ausenta mi esencia de la realidad cuando siento distante tu voz, me besas los sentidos, me haces escapar y soy un fugitivo de un presente carcelero, frente a mis ojos tu presencia se vuelve libertad de amor, me pones alas para acortar en rápidos aleteos la distancia y sentir así  que llego a posarme en tu espacio.
Y los días se llenan de ausencias de esas rutinarias preocupaciones, logras con tu mirar llenar de luz cualquier oscura realidad que me abrace… tu voz calma el mar de ansias que me invade por sentirte y mis labios, entre los movimientos de palabras que dibujan, liberan besos entre esos sonidos, que como colibríes aletean frente a tu boca esperando se abran tus labios para posarse  dentro de ella.
Se llena de ti, aquí todo mi vacío espacio… vistes de amor la sonrisa y miradas que en mi rostro se dibujan para ti… momentos que hacemos nuestros antes que la realidad sobre nosotros se duerma… siento todo contigo, tiene otro color, otro sonido y otro sabor, la oscuridad vestiría tonos de pasión, cualquier melodía contigo sonaría perfecta y una fresa, de tu boca degustada, sabrá a delicioso manjar bañado por tu saliva.
Ausencia que solo tú llenas de tan solo pensarte, la inundas al escucharte y te instalas en cada átomo que forma mi ser cuando aun distante te haces presencia… eres los días, eres las noches, en que te amo en silencio… eres presente que vive mi amor y serás futuro mañana y siempre… pues tú y yo sabemos que nada es tan fuerte para vencer esta pasión que aun distante logró con sus cadenas de fuego fundir nuestra unión en un solo amor.

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Sin apartar la vista de su tarjeta de embarque, Gastón atravesó la atestada terminal. Miró el reloj,  le faltaba casi una hora antes de tener que embarcar en el vuelo que le llevaría a Washington, previo paso por Portland.
No quería sentarse frente a la puerta de embarque tanto tiempo  ni pensar en los otros vuelos y secuestros. Con un suspiro se dirigió a la máquina de café emplazada al final del pasillo y se sirvió un café con mucha leche y azúcar.
Se dejó caer en un asiento y bebió café mientras se decía que había hecho lo correcto. Si tenía suerte unas cuantas semanas le aclararían las ideas y le darían algo en lo que concentrarse que no fuera la locura en la que se había convertido su vida o que había sido siempre aunque no lo recordara.
Y tal vez cuando regresara, sabría lo que iba a hacer con Guillermo.
Escuchó las conversaciones que la gente mantenía a su alrededor.
 Una atractiva pareja se acercaba a la máquina de café del brazo. El hombre sonreía mientras le apartaba la melena rubia de la nuca y del cuello a la mujer y le besaba la oreja. La mujer se apoyó en su pecho y sonrió. El brillo de sus alianzas indicaba que eran recién casados.
Una niña de pelo oscuro, más o menos de la edad de Malena, se acercó corriendo a ellos. Una cálida sonrisa iluminó las facciones del hombre cuando abrazó a la niña mientras la mujer pagaba las bebidas.
Gastón cerró los ojos. Él podría tener eso. Si lo quería de verdad, podría tener eso y mucho más.

“Te esperaría toda la eternidad.”
Se le llenaron los ojos de lágrimas. Quería a Guillermo. Ese no era el problema, sin recuerdos día a día, había vuelto a enamorarse de él. A esas alturas no ponía en duda lo que sentía por él. Era tan incapaz de reprimir sus sentimientos como él. Pero ¿bastaba eso? ¿Sería capaz de olvidar todo lo demás? ¿Las mentiras y omisiones? ¿El dolor? ¿Podría volver a confiar en él?
La pareja se alejó de la máquina de café y se sentó a una mesa junto a él.

__ ¿Cuánto tiempo vas a estar fuera? __preguntó la niña mientras bebía  sorbos con una pajita.

La grave voz del hombre hizo que Gastón los mirase de reojo.
__Lo bastante para que tu madre se dé cuenta de que no puede vivir sin mí.__Se llevó la mano de la mujer a los labios.

La rubia le acarició la cara.
__Eso ya lo sé.
El hombre sonrió.

__Pues te ha costado reconocerlo. Me has hecho esperar una eternidad.

Una pelirroja se acercó y se sentó en la silla que quedaba vacía en su mesa. Gastón la había visto con la niña antes de que esta corriera hacia sus padres.
__Menos mal que son capaces de perdonar. Han dejado que todas esas tonterías se interpongan durante demasiado tiempo entre ustedes. Qué más da quién dijera qué cosas o cuándo lo hiciera…  Hay que ver el daño que pueden llegar a hacer las palabras.

“Todas esas tonterías.” Gastón tragó saliva.
 ¿Eso era lo que él estaba haciendo? ¿Estaba permitiendo que las circunstancias le dictaran la vida? ¿Estaba permitiendo que lo que Guillermo había dicho o había dejado de decir interfiriera con lo que él sentía en lo más profundo de su alma? Si dejaba decidir a su corazón, no estaría sentado en ese lugar, preguntándose qué  narices hacer a continuación.
Guillermo lo quería. Todo lo que le había ocultado, había sido para mantenerlo a salvo. Lo sabía. Aunque no le hacía gracia sabía que todo lo había hecho por él.
Sintió una opresión en el pecho de repente, la eternidad parecía demasiado larga y lejana. Se había pasado todo ese tiempo buscando su pasado que creía que lo salvaría, cuando debería haber seguido su instinto. El amor que sentía en lo más hondo ostentaba el poder de mostrarle lo que era real. Nada más importaba. No en el fondo.

Se puso de pie de un salto. El café se derramó sobre la mesa.
La rubia de la mesa de al lado se inclinó sobre las sillas y colocó un montón de servilletas sobre el líquido.

__Tome deje que lo ayude.
__Gracias. __Gastón secó la mancha__. Estaba distraído.

__Suele pasar.
Gastón alzó la vista y se dio cuenta que los ojos azules de la mujer lo miraban con preocupación.

__ ¿Se encuentra bien? __le preguntó la mujer.

__No. Sí. __Cogió el morral sin saber si echarse a reír o ponerse a llorar__. Tengo que irme. Tiene una familia estupenda.

La rubia sonrió.
__Gracias.
__No, gracias a usted.
__ ¿Por qué?
__Por recordarme lo verdaderamente importante...

__

Guillermo que estaba sentado a una mesa del atestado salón de baile se dio un tirón del cuello de la camisa. Hombres y mujeres vestidos de gala se movían por la pista. La orquesta tocaba los acordes de una canción de jazz mientras los bailarines se movían bajo el brillo de las arañas del techo.
No quería estar en ese sitio. Lo último que le apetecía esa noche era estar rodeado por un grupo de personas que no le importaba en absoluto. Quería estar en casa con los niños tal vez ahogar sus penas con una botella de whisky después de acostarlos.
Ni siquiera recordaba de qué coño iba ese evento benéfico.
 ¿Los sin techo? ¿Las escuelas públicas? ¿Los modelos que necesitaban pasar por el quirófano? Le daba igual, si no se hubiera comprometido, se habría inventado una excusa para no aparecer. Además, detestaba haberle hecho caso a su nuevo director de relaciones públicas que le dijo que aparecer en público esa noche sería bueno para la empresa.
Lo último que le interesaba en ese momento era su empresa o el mismo estudio. No debería haberle hecho caso.

__ Esta noche lo están petando.
__ ¿Mmm? __murmuró, Guillermo.

La voz de la mujer que tenía a la izquierda lo sacó de su ensimismamiento. Tendría unos ochenta años. El pelo totalmente blanco y llevaba un vestido de manga larga plateado, así como el diamante más grande que había visto en la vida en un dedo. Recordaba que estaba emparentada con algún pez gordo del estado, no tenía idea de cómo había acabado compartiendo mesa con ella.
Debería haber ido acompañado con Gaby como en algunos eventos. Así, al menos, no tendría que escuchar la monótona voz de la vieja. El problema era que no se veía saliendo con nadie en esos momentos y que Gaby no dejaría de hablarle de Pedro. De hecho, no creía que pudiera hacerlo nunca más. Solo deseaba a un hombre. Y este iba en un avión y ya estaría a medio camino de su destino.

__El servicio de atención a los menores de las zonas marginales, por supuesto _ continuó la anciana__. Es increíble que hayan conseguido todo este apoyo. Es maravilloso ¿no cree?

“Vaya, el servicio de ayuda y atención a los menores de zonas marginales. Claro. Eso era.”

__Sí. __Fingió que la conversación le interesaba__. Están consiguiendo mucho dinero esta noche. __Sin apenas prestarle atención, calculó cuánto tiempo más tenía que quedarse antes de poder salir.

__Qué espantoso ha sido todo ese asunto en el que se vio envuelto _comentó la anciana__. He oído que su esposo se ha marchado.

Guillermo la miró de repente, atónito.
__ ¿Qué?

Ella agitó una mano.
__Ay, querido. Nadie puede guardar un secreto en esta ciudad. Mi hija acaba de pasar por un divorcio. Es más o menos de su edad. Debería darle su número telefónico.

Bingo. Eso fue todo lo que necesitó. Guillermo se levantó y consiguió esbozar una sonrisa educada.

__ Si me disculpa…

Se abrió paso por la abarrotada pista de baile. Mucho se temía que iba a explotar si no salía pronto de allí. La libertad lo esperaba a la vuelta de la esquina. Se detuvo unas cuantas veces con alguien conocido. Cada uno de ellos le alteró sus ya de por sí alterados nervios.
Tras librarse de la última conversación dio un paso hacia la puerta pero una voz conocida lo detuvo.

__Mi querido Graziani me alegro muchísimo de verte al fin.
“Mierda…  Nazarre.”

Miró su cara sonriente enmarcada por un pelo pelirrojo. Y fue incapaz de recordar qué diantres lo atraía de él.
__No sabía que ibas a asistir.
__Mi representante me ha obligado a venir ya que estaba en la ciudad. Es buena publicidad.

Eso tenía sentido. La verdad era que los menores que vivían en las zonas marginales le inquietaban muy poco.
__Tienes buen aspecto. __Se acercó a él__. Siento haberme enterado de tu reciente drama por la prensa.

__Sí, ya me lo figuro.
Franco esbozó una sonrisa satisfecha, seductora y pestañeó de forma exagerada.
__Nunca me has hablado de tu esposo.
__En fin nunca hemos hablado de ninguna cuestión seria, ¿no?
Franco se acercó más, se colgó de su brazo y se inclinó para susurrarle al oído.

__ ¿Por qué no nos vamos a un lugar más tranquilo? Así me podrás contar todos los sórdidos detalles. Se me da bien escuchar.
Estar a solas con él era lo último que quería. Le apartó la mano de su brazo.

__ ¿No has venido acompañado?
Pregunta tonta. Por supuesto que sí.
Él agitó una mano.

__Bueno, está por ahí. Pero es muy aburrido. Prefiero ponerme al día con vos. Me lo debes por cierto del día en que saliste corriendo por aquella llamada.

“En tus sueños” pensó.
__Verás, por tentador que parezca, creo que voy a pasar. __Desvió la mirada hacia la puerta, evaluando la distancia que lo separaba de la libertad, pero el corazón le dio un vuelco y se quedó sin aliento cuando Pedro entró en el salón de baile, porque de pronto supo que ya no sería Gastón Guerrico, sino Pedro Beggio.

Llevaba unos vaqueros, una ajustada camiseta naranja, zapatillas deportivas y una chaqueta de cuero que colgaba de un dedo por encima del hombro y aun así era el más bello de los hombres. Su melena castaña alborotada le enmarcaba la cara perfecta, y tenía las mejillas arreboladas como si hubiera corrido varias manzanas. Y allí, plantado rodeado de mujeres con vestidos de diez mil dólares y joyas de millones de todas clases y colores y hombres de frac hechos a medida o traídos de París era lo más bonito que había visto en la vida y de resultas comprendió que sin darse cuenta estaba riendo como un bobo.
Sin embargo, se suponía que debía de estar en un avión.
La sorpresa se tornó en preocupación. Se dirigió hacia él sin hacerle caso a Nazarre, que lo llamó. Cuando Pedro lo vio, se abrió paso entre la multitud para ir hacia él sin rodeos.

Guillermo se plantó tan solo a dos pasos, y abrió los brazos temeroso de asustarlo y que huyera.

__ ¿Qué pasa? _le preguntó con tiento al llegar junto a él__. ¿Qué ha pasado?

__Nada _contestó Pedro__. Todo. Quería decir…

Estaba alterado. Pedro nunca se alteraba. La preocupación aumentó, pero estaba arrebatador.

__Gastón…
__Pedro.

Pedro le miró la mano izquierda y respiró aliviado antes de tomarle la mano y entrelazar los dedos, rozándole la alianza.
__Aún la llevas.
__Siempre la llevo.

Pedro aceptó sus brazos, y Guillermo lo apretujó contra su cuerpo, hundió la cabeza en el cuello dejando que su aroma lo envolviera, mientras Pedro al fin llevó las manos a su espalda.

__Eres idiota, Guillermo Graziani. Ibas a quedarte otros diez años aquí sentado esperando que me aclarase las ideas ¿verdad?
__Te dije que lo haría.
__No te merezco.

La esperanza nació en el corazón.
__ ¿Es tu forma de decirme que me quieres?
Pedro le dio un apretón en los dedos.
                                                                      
__He estado luchando contra quien soy y contra lo que quiero, porque no recuerdo nada, no recuerdo mi vida. Esta noche, en el aeropuerto me he dado cuenta de que los niños y tú son mi vida. He dejado que se interpongan demasiadas tonterías entre nosotros. Ya no quiero seguir haciéndolo.
Los quería, pensó Guillermo. Eso dio alas a su corazón aunque cerró los ojos embargado de emoción.

__Será mejor que estés seguro. Porque no puedo volver a perderte. Tres veces en una vida es demasiado. Si me quieres, va a ser para siempre.
__Guille, mírame. __Le acarició el mentón hasta que abrió los ojos__. Sigo molesto porque me mintieras. Pero entiendo por qué lo hiciste. Sé que lo hiciste porque me quieres y porque intentabas protegerme. Pero además de tu amor, necesito tu confianza. Necesito saber que cuando las cosas se pongan feas siempre estarás ahí, porque no voy a recordar nuestros inicios. Necesito saber que puedo contar contigo.

__Siempre estaré ahí…  seré tu memoria, y tus ojos. Puedes contar conmigo, y no hay más mentiras ni omisiones.
__Y necesito saber que en el fondo y pase lo que pase, sabrás que yo estaré ahí para ti. El matrimonio es una sociedad. No puede funcionar sin confianza.

Estaba hablando de matrimonio. Tenía la sensación de que el corazón ya no le cabía en el pecho.
__Pedro…

Pedro se acercó tanto que podía percibir el calor corporal que lo envolvía, podía oler el aroma a almizcle y sándalo de su piel y podía ver las lágrimas que brillaban en sus ojos.
__Te diré lo que quiero _ susurró Pedro__. Quiero que me beses como me besaste en mi casa, que me hagas el amor como me lo hiciste en la tuya. Quiero despertarme todas las mañanas contigo. Quiero que nuestros hijos sean felices y tengan más hermanitos y quiero tener una vida en común. Lo quiero todo, pero sobre todo te quiero a ti. Y quiero que volvamos a casarnos porque ahora mismo yo no tengo alianza, y no recuerdo cuándo sucedió.

Guillermo no podía respirar. Lo quería. Lo quería de verdad. Aunque había metido  la pata hasta el fondo.
Pedro le acarició el labio inferior con el pulgar, provocándole una descarga que le llegó al alma.

__Te amo  Guillermo Graziani. Siempre lo he hecho. Pero soy demasiado terco como para darme cuenta de que eso es lo único que importa de verdad.

Guillermo le tomó la cara entre las manos y secó con el dorso de las manos las lágrimas que se le habían escapado.__Amor mío, ¿por qué has tardado tanto en darte cuenta? __le preguntó.

Pedro le sonrió…  era hipnótico, mientras lo besaba, mientras lo rodeaba con los brazos, su lengua era ávida, desesperada, apasionada, y Guillermo le devolvió el beso dándole todo lo que Pedro necesitaba tomar, y lo poco que quedaba del hielo que había erigido en su interior se derritió.

__Tengo daños cerebrales ¿recuerdas? Tardo un poco más que los demás en entender las cosas.
__Ah…  así que es por eso. __El alivio y la alegría lo recorrieron al ritmo de la música que inundaba el salón de baile alegrándole el alma__. Y yo que creía que te gustaba verme sufrir.

__Solo en la cama. Y solo cuando el sufrimiento nos conduce al placer a los dos. Y hablando de eso… __Sonrió contra su hombro__: Ahora mismo me vendría bien un poquito de placer. Si no te importa irte de la fiesta antes de tiempo, claro.

Se le tensó el cuerpo al escuchar la invitación erótica que encerraban sus palabras. Se moría por llegar a casa, desnudarlo y tenerlo en la cama. En la cama de ambos.

Se apartó un poco y el buen humor desapareció al contemplar al hombre que amaba que siempre había amado y perdido tantas veces. Se juró que jamás cometería el error de dejar que se volviera a marchar. Y fue consciente de que en las inmediaciones alguien los fotografiaba, pero por primera vez le dio igual.

__
Mi piel se desviste para vestirse de ti y saberte en cada poro de mi piel y descansar sobre tu cuerpo húmedo. Cerramos las persianas de los ojos para quedarnos desnudos con ganas de poseernos, dejamos caer el pudor y cancelamos mitos y sentencias y enredas tu cuerpo con el mío para sentir el amor en un orgasmo regalo que la vida nos da, amándonos con pasión desenfrenada sintiendo la humedad y el sudor en la piel entregándonos en cada beso asfixiándonos en el torbellino de pasiones y deseos y con furia como un volcán explotas y como lava baja hasta mi vientre levantas mis columnas urgido de placer, con deseos de sabernos y tenernos  y poseernos, amándonos desde adentro con desbordada pasión, furia y fuego, hasta consumirnos en el deseo de tus ojos y los míos desnudándonos sin decoro entregándonos con los ojos al amor, sigues abrazado a mi desnudez y con tus brazos fuertes me sostienes hasta sofocarme con delirio, se ensordecen los sentidos juntándose los cuerpos teniéndonos, en un embarazo de pasiones y sensaciones que nos atrapan, veo fuego en tus ojos, ¡ojos míos, de mi querer!
Amándonos con lujuria y sin medida en el universo de tu mirada y mi mirada expansiva de amor desproporcionado mirándonos. ! Amo tus ojos!

Llueve intensamente, las calles se llenas de charcos, descalzos y tomados de la mano, corremos y bailamos con esa melodía  que la lluvia nos ofrece, parece dormirse el silencio, y despierta la tormenta, dejándonos uno frente a otro, mirándonos embelesados y junto con los truenos, se escuchan los besos, besos bajo la lluvia, besos de labios mojados, de caricias húmedas, mas sigue lloviendo y lloviendo, parecería que el cielo estuviera celoso por cada beso robado, pero la lluvia sigue acariciando nuestros cuerpos y cubriendo nuestras almas, por eso déjame seguir besándote hasta fundirnos bajo el agua.

Todo el peso de su amor golpeó mi corazón y lo dejó en pedazos. Golpeó también un beso y otro y la avalancha de ellos mientras yo tiraba su cabello y caíamos en la cama, o en el hielo, o en nuestro colchón de flores diferentes, qué más da. Giramos en el cálido aire del amor incondicional, sin papeles ni litigios, con la sola esperanza de la aventura conocida y fugaz que completa nuestros días al extremo. Piernas temblorosas y aprietas mis muslos y sangro por dentro pensando en su señorío, en su principado sobre estos despojos de anhelos y me viste con ropas reales, con linaje puro de señor amado sin igual. Me corona con ternura solo soñada por los demás, con aliento que disuelve mis temores y creo, creo en el amor, creo en la inmortalidad del sentimiento mutuo, del beso en la nuca, del piropo de mirada cómplice en cualquier lugar. La puja por llegar y tus brazos de cobre que ahogan el grito y lo transforma en lágrimas púrpuras que junto para regalarte un día, el día en que me atreva a decirte que sin ti no vivo. El día en que pueda confesar que yo siento más de lo que puedes imaginar.
Sacudo mi cabeza y vuelvo en mí aunque no quiero. Sentados a la mesa de la comida familiar, tu madre frente a mí y todos los demás. Instantes, regalos de la vida que me hiciste conocer. Lo rojo de mis mejillas por pensar en esta situación y te vuelvo a mirar. Espero ese gesto otra vez mi amor. Que me mires así. Miro alrededor, expuesto pero no, nadie sospecha lo que acabo de pensar, nadie salvo vos que me vuelves a mirar. “En un rato mi amor, en un rato más.”

Precede al beso la premura de los ojos en los lagos inquietos de las pupilas. En la antesala de las sacudidas,  la mirada fija comienza a girar  atada a la elíptica de voluptuosos planetas.
Son los labios una angustia lujuriosa apretada a la tentación de cisnes de fuego, estampida de alas persiguiendo al instante de los cataclismos. La desnudez de los dedos codicia al éxtasis de la imaginación como si fuesen hilos de viento iniciando una tormenta.
Claudican las razones evaporando a sus motivos y es esa boca aquella y no la otra, el dibujo que va desordenando al riguroso estado del pensamiento sometiéndolo a la flama
de alucinantes sensaciones.
Las veredas decantan radioactivas lloviznas sobre la piel, trémulo escalofrío de venas que se convierten rompiendo diques debajo de la epidermis.
El calor inunda la tierra del deseo explorando cada poro, cada gota, cada silencio destrozado entre los brazos del delirio y cuando el desmayo domina al cuerpo de vahídos, despierta la necesidad impulsiva de la cercanía incontrolable afanada por desaparecer fronteras y distancias entrelazando a los labios en la eternidad de los mil besos, universo escondido que latía en el abismo de la boca.

En un mar de delirios y pasiones... entre jadeos y gemidos, entre suspiros y el ahogado quejido de las bocas... Entre aquel vaivén que agita las olas de fluidos y trona para dos, cuando los cuerpos chocan en una excitación, aquel suave sonido... Cuando todo domina el delirio.
Delirio y pasión que ansío, anhelo vivirlo ya contigo,  mis labios un imperceptible vibrar liberan cuando tu boca mis ojos observan, de imaginar el néctar que esconde para mí  tu saliva, suspiros ahogan mi garganta... Loca de desesperación se viste mi lengua por jugar, en medio de un apasionado beso, con la tuya.
Inundas mis letras de amor, te apoderas de mis deseos, llevas a tantos mundos imaginarios mis versos, es la manera de amarte que así distante hoy tengo, entregado me siento a tu control, las ideas y palabras que entre líneas perpetúo, las provoca esta pasión que por ti invade mi mente y domina mi corazón.
Te paseas entre amor y delirio, entre los deseos de mi cuerpo y la pasión que domina mi alma, líneas y detalles de tu cuerpo a ciegas dibujan mis caricias y pintan mis besos... Se enciende un rojo fuego en el pecho cuando siento que este amor en una noche nos puede volver a incendiar y fundirnos en una sola pasión, por dentro.
Como el atardecer volveré puntualmente como sombra para besar tu sol que anida también en mis manos cada día esperando el alba para alumbrar tu mundo de soledades inmensas, déjate besar vida mía, te gritan mis adentros enamorados, déjame que vuele de tu mano por ese cielo inmenso que tan huérfano de amor se siente, verás mis ojos de mar viajando por los tuyos, y en mis labios húmedos de dulzura nacerán mil sonrisas para ti, recogerás mis besos lentos adormecidos en esta eterna espera.
Déjame posar en tu piel las candentes caricias que nacen de mis manos en cada sueño de amor, déjame que vuele por el altar de tus pensamientos donde guardas mis sentimientos ahogados, ahí amor mío, donde escondes esa adoración que nace por ti y nos lleva a soñarlo, que nos entretiene dejándonos al margen de lo divino y lo humano, ahí, emprenderemos ese vuelo que nos hará soñar sin límites, para dejar en las puertas del infierno esta soledad, compañera de ausencias y olvido, dejándonos libres para amarnos bajo los reflejos de esa luna enamorada.

__Me he vestido de pasión y amor para ti esta noche vida mía, he marcado el camino y lo he llenado con los pétalos de las flores que cortabas cada día para mí, también te he dejado, palabras y suspiros ahogados, entremezclados con el deseo, se quieren salir de nuestro sueño, este sueño donde solo navego por las aguas de ese mar de pasión y ternura, donde cada momento de letargo solo en ti suspiro, solo en ti me encuentro y te siento abrazando todo mi cuerpo, y ese instante donde son tus ojos los que me buscan acariciando mis labios, con un suave roce de miedo y ternura, miedo a encadenarnos y perdernos con todo el cuerpo en el abismo de la pasión y pecado donde vive nuestro sueño.
Así te amo vida mía.
Se enmudecen mis adentros, huérfanos de verbos y palabras para componer melodías para tu alma, las emociones se me quedan desterradas, me llueven las lágrimas de cristal rotas y negras tintadas del color de los lirios azul violeta, solo preciso de tus susurros amor, no me importan y me sobran todas las voces del mundo, si nuestro sentir enamorado está muerto y los besos que bailaban en mis labios ya no sienten la música de mi sonrisa.
Al llegar la noche eres mi gran anhelo, eres mi sueño prohibido, eres, el aire que abriéndose paso en la niebla espesa como la tundra, rompe los silencios que inundan mi vivir a la espera de tu llegada, y mi alma no se cansa, nunca se cansa de repetir y tirar al aire, ese quejido entrecortado…  vuelve amor mío, vuelve, no dejes que me pierda en esta oscuridad fría.
Seguiré escribiendo para ti, seguiré plasmando palabras sin rumbo, seguiré clamando al cielo que me devuelva tus ojos, tus risas en la noche que lo hacían todo luz, donde el fuego de mis adentros abrasan mi piel.
Miro mi reloj de pulsera que porto en mi mano, y el tiempo se hace largo, el día se me hace inmenso y la noche me llena de esperanza, a la espera de tu llegada.

__Si pudiera odiarte en vez de amarte... Si pudiera olvidarte en vez de recordarte. Si pudiera irme en vez de quedarme.
Si pudiera soltarme de tu abrazo en vez de aferrarme. Si pudiera ser pájaro y verte desde tu ventana. Si pudiera ser espejo para ver tu rostro reflejado. Si pudiera irme lejos para dejarte ser feliz. Si pudiera besar tus labios y no quedarme con las ganas. Si pudiera olvidar tu nombre para no repetirlo mil veces. Si pudiera no desear lo tibio de tu cuerpo sobre el mío. Si pudiera olvidar que me vi en tus ojos y tú en los míos. Si pudiera olvidar la desnudez de tu cuerpo junto a mí. Si pudiera olvidar las noches nuestras contigo y tú conmigo. Si pudiera romper tus fotos donde te miro y te deseo. Si pudiera no llorar con la canción que me regalaste. Si pudiera dejar de leer tu poesía que me enamora. Si pudiera borrar todos los poemas que me has inspirado. Si pudiera morir mañana y sepultar todos “los te amo.” Si pudiera agradecer a Dios el tiempo que pasé contigo. Si pudiera olvidar el día que te conocí cambiaste mi vida. Si pudiera decirte hoy que ya te olvidé, pero… ¡te amo, mío!
Ahora, mañana  y siempre… siempre mío, siempre tuyo.
__Siento la necesidad de un beso, de tus labios suaves y carnosos, quiero vivir el tierno embeleso, de la luz de tus ojos hermosos. Mucho tiempo sin mirar tu figura, sintiendo que duermes en mi lecho, qué cerca estuve de la sepultura, pero siempre moraste en mi pecho.
Regresas a mis brazos de amante, encendido de ternura y gran pasión, gracias,  eres el especial diamante, la joya que da vida a mi corazón. Tus caricias, aunque espirituales son un bálsamo para mi existencia, no importan los dolores y los males, el alma siente la luz de tu presencia. Sin desmayar viajando en el crucero, la ruta está perfectamente trazada, en el agua del mar manda el marinero, en el corazón vives tú,  mi rey amado.

Sé que vas a llegar, lo presiento, sé que vendrás de puntillas a besar mi sombra silenciosa y herida, sé que vendrás a soñar en mis primaveras solitarias y acurrucarte amorosamente en mis brazos, lo sé, sé que dejarás tus caricias en este invierno para mi piel que nunca termina, donde deshojo melancolías y sueños.
Mientras, seguiré extrañándote, como la tierra al agua, y la noche al día, seguiré amándote en los silencios que gritan las voces que habitan en mis entrañas, donde yo te guardo, donde en trazos de acuarela están tus labios con los besos que puse en ellos con sabor a mar de sal en este verano que se acaba.
Vuelve a vivir en mí, amor, que los sueños se acercan y yo me adentro en ellos para nuestro encuentro. Te amo.
Al caer la noche, los deseos por ti me invaden, llevándome mágicamente al paraíso de tu cuerpo, sitio este que me absorbe, me cautiva y sobre el que quiero escribir mis anhelos, con la pluma de mis dedos y la tinta de mis sentimientos, porque en ese paraíso me he perdido y me he transformado en una esclavo de tu mirada, de tu sonrisa y de tu voz, mas como un autómata solo deseo sentir nuevamente esos labios besando los míos y recorriendo mi cuerpo, porque solo vivo por ti y no sé cómo viviría sin ti, porque tu ardiente cuerpo es mi camino y mi destino.
Dos cuerpos ardiendo, tendidos sobre una arena refrescante y bajo la tenue luz de la luna, una luna temerosa y cómplice de una noche abrasadora de pasión, el silencio solo se ve interrumpido por el romper furioso de las olas, bañando con su espuma la playa y los cuerpos de los amantes, la brisa esparce tu aroma, ese aroma ardiente, ese perfume que esparce el amor, mientras de labios se pierden en rincones prohibidos, para luego comenzar a amarse bajo la luz de la luna, hasta que las almas y los cuerpos se unen eternamente.

_-Cuando la noche ya apagaba sus luces llegaste tú y todo de nuevo se llenó de luz, se llenó de pasión y alegría, gracias amor por llegar, por invadir mi ser de todo lo bello, por hacerme sentir tu rey, por hacerme saber que por mis besos mueres en esa soledad y que solo mis besos te dan vida, gracias por dejarte acariciar el alma vida mía.
Yo también, a veces cuando te sueño, vivo los más grandes placeres que podrían darme tus besos, dándole vida a los míos que adormecidos están en mis labios, sueños del alma que lo inundan todo, cuando soñándote mío me siento enamorado, donde deambulando en la noche te encuentro perdido en el vértice de los míos, con amor y dulzura te miro, ahí donde las lágrimas crean la orilla verde de mi pena y ahí sin remedio te beso. Te amo, vida mía.

__Soñé el lienzo de tu cuerpo, dibujé el perfil de tu cuerpo con los pinceles de mi mirada entre pasiones y deseos disueltos, tu silueta en mi retina plasmada. Con las yemas de mis dedos tu sutil silueta y trazo a trazo tu ondulado pelo plasmé tintado de acuarela.
 Pinté las delicias de tus pezones con el óleo del lujurioso deseo haciéndote de mi alma el veneno rubricando mi pasión con un beso.  Soñé ese lienzo en baches y veredas en las paredes de mi corazón, colgado sobre el fondo del inmaculado blanco de mi alma y cuerpo de placeres tintado. Quiero embriagarme hasta perder la razón, y embarcarme en un viaje sin retorno, surcar algún mar que no exista en el mapa, y no despertar de las resacas turbulentas.
Quiero esconder mi pena en lo profundo de ese mar que se adueña en mi confusión, salir a gritar a los cuatro vientos, que te amé sin ninguna condición. Quiero desembocar mi pena en la playa, donde alguna vez escribí tu nombre, mientras soñaba en el sabor de tus besos, en los días de caricias, de fuego y locura.
Quiero borrar de mi mente tu esbelta figura, la mirada de ternura y palabras de consuelo, y si no puedo lograr este único propósito, me hundiré en ese mar turbulento, acompañado de olas solitarias que buscan con desesperación, nuevas playas solitarias, a dejar su lamento.
Quiero olvidar el ayer, que fueron sueños que se han convertido en crueles pesadillas, todo se ha perdido en el ocaso de la vida, solo reina el silencio en el huerto del olvido.

__Guille, ¿qué dices?
__Que así me sentí  los años en que no estabas, y no lo quiero más.
Y lo siento. Siento muchísimo no haber sido sincero contigo. No haber confiado en lo que sucedía entre nosotros. Me daba tanto miedo perderte de nuevo que al final conseguí justo lo que quería evitar. Te aparté de mis brazos. No volverá a suceder. Lo prometo. Se acabaron los secretos __afirmó Guillermo sellando el pacto con un beso fugaz.

__Se acabaron los secretos _replicó Pedro, a menos que sea Navidad. O mi cumpleaños. O nuestro aniversario. Ahora que lo pienso… __dijo con un brillo travieso en los ojos__. Este día sería estupendo como aniversario. Es el día que por fin nos hemos reencontrado.

__ ¿Y el casamiento?
__Otro pretexto de aniversario.
Pedro estaba bromeando y Guillermo tenía la sensación de que el corazón se le saldría por la boca. Que tenía alas y podía abandonar su pecho. Su Pedro… su Gastón era el único en el mundo que sabía justo lo que él necesitaba.

__Te quiero_ susurró__. Muchísimo. Muchísimo más de lo que te quise antes. Por favor no vuelvas a dejarme.

Por esos instantes tuyos y míos que me provocaron a amarte y me envolví en tu piel y sentí tu calor y me dejaste amanecer en tus brazos. Por los momentos nuestros, de los dos y que nadie puede borrar y se convirtieron en eternidad y nos dimos la vida para querernos. Y quedaste dentro de mí.
Por esos instantes... Vale la pena vivir. ¡Cuando te vayas! si algún día decides irte me quedará el sabor de tus labios, el olor de tu piel en mis dedos y la mirada de tus ojos en la desnudez de mi cuerpo que tú desnudabas y abrazabas las tantas noches que conmigo pasaste, se quedarán besos en mi pecho, las caricias con que lo envolviste, esas noches eternas amándonos, tus manos en mi cuerpo dejando tu huella, todo lo bello de ti se queda dentro de mí, "tus besos, tu amor, tus te amo."
Mío eres y mío de mí, así es y así será… cada vez que evoque tu nombre como lo más bello inolvidable de mi vida regalo que Dios me dio estar en tus brazos. Tu amor.  ¿Quién lo borrará? ¿Quién se atreverá a borrar la huella de tus manos cuando siguen los besos de tus labios en mí y tus caricias por todo mi cuerpo?
¡Ni tú podrás, porque pasaron a ser míos! Esos instantes se convirtieron, en una eternidad, para ti y para mí. Niega, que te quedaste con el olor de mi piel  en los dedos y en tu alma y en tu vida. Niega que me sigues amando. ¡Nos extrañamos todo el tiempo!
En el alma, en la piel y en la vida volveríamos a vivir esos instantes, con todo este amor que nos ata a los dos. Te quiero loco, pero loco mío... Nada es peor que no tenerte.
__En tu beso sigo aprisionado como duende feliz en su jaula, con alpiste suficiente,
con su bebedero rebosante. Así tu boca es fontana inagotable para mí y en tu amoroso abrazo gozo de la libertad de amarte, de gozarte con mi amor libertino, de libar tu miel para endulzarme,  y morir en mí por un segundo.
Soy prisionero de tu mirar oscilante que cubre toda el área de mí para hacerme saber que soy para ti por la mera coincidencia de ser en tu estar.
¿Serán suficientes tus ojos para abarcar la cálida geografía de mi cuerpo con sus dunas, planicies, huecos y recovecos sin sentir que tu aliento se corta, y que tu boca se seca?
Tus ojos de emoción se humedecen  invitándome a medir tu piel entera, palmo a palmo con la palma de mi mano y moldearlo como si fuese de cera.
Que tú me dirás sin hablar, centímetro a milímetro, cuántas lenguas mide mi cuerpo y cuántas caricias más necesitas para hacerlo temblar.

 Guillermo abrió la botella de Champán que descansaba en el alfeizar de la ventana sirvió las copas que antes de entrar al jacuzzi había dejado preparadas, mucho había por rehacer, mucho más por decidir y planear…  pero esa noche solo tenía un propósito, un fin, reencontrar el amor que se perdió tres veces y que era la vida y el sentido de la misma.

__Levanto mi copa por vos…  para que la luz resplandeciente de tus ojos siga iluminando mi camino.

__Mi copa en alto  por ti para que de tus labios no me falte un te amo.
Este primer sorbo del elixir creado por Dionisio va por ti para que nunca falten  tus besos y sean el motivo de este sentir tan infinito que se hace pleno cada noche cuando estoy entre tus brazos.

--Este licor que entra a mí  aliena mis sentidos y  solo hace que grite a voz sonora que eres lo más maravilloso que el universo trajo a mi lejano refugio,  que te amo y amaré por ser tan auténtico, por existir,  por todo y por tanto que no encuentro vocablos para describirte.
Te Amo y será como mi alma… Eterno mi sentir.

Pedro lo miró con expresión dulce. El amor, su amor que Guillermo jamás había soñado recuperar brillaba en esos enormes ojos castaños a la luz de las arañas.

__Nunca más, Guille. Nunca más me alejaré de ti, nunca más los abandonaré.


CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.

CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO.
ESCENAS EXPLÍCITAS.

11 comentarios:

  1. GUILLERMINA. ME PARO PARA APLAUDIRTE CON REVERENCIA ABSOLUTA . ME TRANSPPORTAS A ESE MUNDO MAGICO DEL AMOR PURO E INCONDICIONAL.GRACIAS

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  2. Ay Eve, me encantó por supuesto...Parece que es verdad: el amor puede más...Y yo estoy feliz con este reencuentro y este amor maravilloso...

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    1. Y habrá más. perdón que estoy triste, anduve ocupada y de duelo pero estoy, besotes

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    2. Te acompaño en tu dolor Eve...Mucha fuerza...Beso grande...

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  3. Veronica Lorena Piccinino Hermoso Eve Monica Marzetti... pero en vez de tanta poesía me hubiera gustado más amor real entre ellos... se que no te gusta escribirlo pero era el momento ideal para describir un hermoso encuentro

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