DESAFÍO
CAPÍTULO
TREINTA Y OCHO.
“Si el corazón se aburre de querer por tu traición,
entonces; para qué sirve”. Mario Benedetti.
entonces; para qué sirve”. Mario Benedetti.
“Es mejor haber amado y perdido
que jamás haber amado”. Terryson.
que jamás haber amado”. Terryson.
__Son
cartas suyas. Como yo no utilizo computadoras y todo eso me escribía de vez en
cuando.
_
¿Puedo verlas?
__Adelante.
Mientras
la mujer salió por café, Jésica y Guillermo se sentaron frente al escritorio a
examinar las cartas. En la mayoría informaba de libros que estaba escribiendo o
trabajos que iniciaría en breve. No había mención alguna a la existencia de su
novio, nada que tuviera que ver con relaciones humanas.
Cuando
conscientes de que no servían para nada, se habían resignado, Guillermo reparó
en una postal que había en un cajón. El texto estaba escrito con birome azul.
Cuando lo leyó se quedó sin habla. Rezaba lo siguiente.
“Hola
¿qué tal? Yo ahora estoy en Londres. He conocido a una chica argentina y está
estudiando aquí. He quedado con ella para que me enseñe la ciudad mañana. Se
llama Edyth”.
12 de agosto de 2016.
“Como
un sol que se aquieta entre las nubes, así estás, y como el viento que me arrebata el aliento sin cesar gime,
rugido ahogado del silencio que tú haces callar, ruidoso silencio entre
nosotros, así estamos, así estás.
Y así
fue nuestro amor sin un principio, con un final, las flores ya nacen marchitas,
en el jardín de tu soñar, se mueren en los silencios de tus angustias y tu
llorar, llora tus penas sobre mis penas, así estamos, así estás.
Las
Infinitas noches oscuras de tus cielos te ven llorar de aquel tibio amor
perdido y herido, por tu traicionar, no tiene tiempo tu vida, en volver a
comenzar, y soñar, perdóname… adiós, regreso al tiempo del nunca jamás.
Qué
soles, qué universos alumbrarán tu triste soledad, un amor perdido en término
infinito entregado al azar que no sabes ni cuándo ni dónde volverá a comenzar y olvidar aquellas dulces
noches de amores y de amar. ¡Cruel destino! de un gran amor el nuestro y
terminar.
Sufriendo por nuestras culpas, así estamos, y así estás. Y como viniste, te fuiste.
Y no regreses nunca más”.
Sufriendo por nuestras culpas, así estamos, y así estás. Y como viniste, te fuiste.
Y no regreses nunca más”.
_
¿Qué es esto? ¿Cómo llegó acá? _bramó Guillermo.
__Es
de ella, lo dejó a Gaby en el estudio, es una despedida mi amor, creo que no fue
la que envió a ese sicario _ explicó, Pedro__. Tal vez esté relacionado con
algún caso, y debamos olvidarlo, no lo sabremos.
__
Regreso en un rato, quiero verificar que esta sea su letra, que sea ella.
__Guille…
__
“La
imagen mostraba a esta pareja acaramelada dentro del río con el agua casi hasta
la cintura. Él la tenía abrazada de atrás y ella recostaba la cabeza sobre su
pecho, serena y entregada. Me detuve en la imagen y casi pude inmiscuirme en su
momento de íntimo encuentro de sensaciones y amor. Sentí el sonido del agua
corriendo, los pájaros, la respiración de ambos y casi sin ganas me deslicé
hacia el texto, la poesía que era precedida por la bella imagen del amor
incondicional. Al leer las primeras frases, se derrumbó como casi siempre la
expectativa que aquella pareja había generado y dejé de leer también como casi
siempre.
Volví
a esa postal y pensé en ellos, en su futuro y me los imaginé sentados a la mesa
con dos o tres niños. Ella escribiendo a sus amigas acerca del aburrimiento y
la soledad que sentía aunque estaba acompañada, hablaba del hastío y la
incomprensión. Él le mandaba mensajes insinuantes a una compañera de trabajo
mientras hacía gestos de hastío, como si estuviera obligado a responder estos
agobiantes mensajes de trabajo.
No, no, no, no puedo pensar así. Volví al texto y muy a pesar mío leí sobre el amor incondicional, sobre las ganas, los besos hasta el amanecer, el aliento, los abrazos, caricias, etc., etc. Lo de siempre, lo de todos los días. Cambié la escena y los imaginé enamorados, más viejos, mirándose con complicidad, los imaginé enamorados, amor de una vez al día pero constante. La conexión perfecta libre de egoísmos, sabiendo que cada uno tenía enfrente a su amigo, a la persona que todavía admiraba y eso regocijó mi alma, pero la realidad, la realidad se interpuso y fue imposible refrenar las imágenes de miles de parejas que solo se ven unas horas al día, las vacaciones juntos sintiendo que no conocen a quien está a su lado. Las peleas, agravios, el rencor, la crítica hacia quién vos solita o solito elegiste, la desesperanza misma. Pensé que no se puede tener todo, no se puede. Me admiré también pensando en que algo tan poderoso como el amor, el amor de pareja, sobre lo que tanto se escribe y con tanto anhelo y desesperación, es por lo general lo primero que se abandona en pos de lo material, de la proyección personal, sentirte realizado a costa de relegar el amor.
¿Y
ese sentimiento en el río, cuando abrazado pensabas que podías hacer frente a
cualquier cosa? ¿Dónde quedó el amor? Pero todavía te gusta leer y por qué no,
escribir de amor, lo extrañas, y sufres por él pero ya es tarde, te dejaste
llevar por la corriente del mundo, por lo menos sos profesional, trabajas,
tienes tu auto, ropa, calzado diferente para cada día y acallas eso que te hace
llorar por las noches, te sigues sintiendo solo y ya es un poco tarde. Elegiste y parece que
no muy bien. Sonríes y te jactas de ser
quien vos querías pero las lágrimas secas de tu rostro las puedo oler.
Imagino a esa pareja, mojados y enamorados y no puedo dejar de pensar que tenían un futuro prometedor de amor incondicional y fuerte. Pensé en mí, en este simple mortal que también desea cosas pero que solo llora por amor al ver el rostro de su amado aun ahí como ese día en el río y sonrío complacido porque yo, este simple ser eligió el plan perfecto, eligió amar. Elijo amar a mi socio, pese al dolor, a los hijos ausentes, a este disparo que casi me costó la vida, porque él y solo él es mi amor, es mi alegría, es mi vida, es mi todo.”
Lo
vio entrar en el cubículo y recién advirtió el sutil cambio que se operó en sus
facciones al encontrar a la enfermera junto a la cama ortopédica. La muchacha
le coqueteaba, de eso no cabía duda, y se expresaba con locuacidad, y batía
mucho las pestañas cargadas de una máscara verde y sacudía las manos al compás
de su discurso inacabable. Solo que a él, todos los discursos de la bonita
joven no le causaban ninguna impresión, y en cambio, estaban alterando la paz
de su adorado Guillermo.
__Es
increíble lo mucho que has mejorado en las últimas horas, Pedro _expresó la
muchacha.
Pedro
no le contestó y estiró el cuello en un acto deliberado para hacerle entender que el objeto de su interés se
encontraba detrás de ella. La enfermera
se giró y, al toparse con unos ojos duros de mirada que la horadaba, susurró
una disculpa y se marchó sin pestañear con aire pedante. Pedro reprimió la risa
y estiró la mano para atrapar a la de Guillermo, que pretendía colocarse fuera
de su alcance.
__ ¿Y
esa que quería ahora? ¿Quitarte la sonda por donde orinas? ¿O tal vez ponerte
un supositorio? Ah, no, ya sé, mejor darte otro baño en cama, enterito,
¿verdad?
Pedro
rompió a reír y enseguida se sujetó el costado derecho. Guillermo chasqueó la
lengua y se acercó para besarlo en los labios.
__Puede
que este periodo de descanso para vos esté resultando el paraíso pero la
abstinencia y esas mujeres lo están haciendo un infierno para mí _ susurró, Guillermo__.
Lo siento, amor mío _ continuó con la mejilla apoyada en la de Pedro__. Es un
comportamiento irracional hace poco estrenado y creo que jamás olvidado siendo
tu pareja, lo sé. Confío en vos. Confío como en nadie_ subrayó__, pero no puedo
evitar sentir esta rabia cuando la veo coquetearte. Es algo nuevo para mí, y no
sé cómo manejarlo sin convertirme en un monstruo.
__Mi
vida, ella no coquetea, solo cumple con su trabajo, amén que nunca podría
siquiera darme cuenta de otra cosa. Los seres humanos somos racionales, pero
también a veces nos domina nuestra parte animal, y en muchos casos reaccionamos movidos por el instinto.
Recién el instinto te advertía que una hembra estaba intentando quitarte el
macho, y tú te rebelaste. Eso es todo, de lo más natural y normal. A mí me sucedería lo mismo si, por
ejemplo supiera que estás con Miller a solas. Aunque, por nuestra salud espero
que esta parte no aflore demasiado
frecuentemente.
Guillermo
asintió sin mirarlo, avergonzado de haber desestimado su juicio, el de que
Miller estaba enamorado de él, como en verdad sucedía, y tantos que no quiso
nombrar.
__José
es solo un compañero de trabajo_ confesó, siempre con la vista apartada,
mientras simulaba ocuparse de arreglar las sábanas y las almohadas __. Malvárez
acaba de irse.
__ ¿Y
por eso estás triste, por el inspector?
__Yo
no estoy triste, en todo caso me dio algo de pena verlo quedarse a Fabián con
Ana, es evidente que quiere vivir con nosotros pero pronto lo hará _dijo no muy
convencido.
__Es
evidente que algo más que él te perturba, ¿qué es?
“Tantas
cosas.”
__ En
parte sí, Malvárez y Jésica, me preocupa el derrotero que han tomado ahora,
pero te hablaré de ello mañana o más tarde. __Se inclinó para hablarle al
oído__. No quiero hablar en este lugar. Podría haber micrófonos. __Pedro asintió con un profundo
ceño__. ¿Cómo te has sentido?
__Muy
bien. El médico estuvo de nuevo aquí y me confirmó que por la mañana me
trasladarán al ala de internación común.
__!
Qué excelente noticia! _ exclamó__. Estoy tan feliz, precioso, aunque por otro
lado se llenará de gente la sala.
__Eso
es todo lo que quiero, Guille, que seas feliz, poder hacer feliz al hombre que
amo. Gracias por amarme, Guille, tú me das sentido, le das sentido a mi
existir, solo por amarme soy, me haces ser, te amo Graziani.
__Y
yo, tanto, Pedro.
__Conserva
mi amor la calma que no quiero partir.
Siempre te voy a elegir. Estás muy dentro de mi alma. Me hace falta tu
presencia, te quiero aquí en mi universo. Siempre estás en cada suspiro para suplir a tu ausencia. En el aire
que respiro. En el cielo en lo infinito.
En
lo profundo del alma llevo un secreto guardado que el tiempo aún no ha borrado
para mi paz y mi calma. Lo que la vida me brinde jamás me hará diferente. Soy
un hombre muy valiente que aunque llora y no se rinde. Toma mi mano confiado y mantente
siempre a tu lado. Dame un beso apasionado. Siéntete pleno y amado.
“Él
es todo un caballero. Bajo su investidura tiene autoridad y buen porte, muy
justo y correcto. Llegó a mi bosque para invocar a sus deidades. Su piel tan
clara, sus ojos color ámbar, su boca carmesí y ese aroma a juventud en el aire,
me despertaron la curiosidad.
Me
sentí inquieto, el pulso me traicionó y mis rodillas se aflojaron. Sonrió, y
esa sonrisa me causó un impacto, él… me estaba viendo. El latido de mi corazón
fue tan fuerte que despertó eso que estaba dormido.
Tenía
desprendido un botón de su camisa, su cuello pedía mis colmillos y su perfume a
madera y cítrico me obligaban a
respirarlo, a verlo y a querer tocarlo.
Tuve
que desviar la mirada, y mordí mi labio inferior, apretándome las manos. Traté,
juro que traté, pero el vampiro en mí,
ante el olor dulce de su sangre, despertó”.
_ Bendita
manía la tuya de acelerar mi alma, enamorándome hasta de tu sombra, rondando mi pensar, mis pensamientos y mis
sueños, algarabía siento cuando me miras, desvistiendo mi alma, arrancando mi
piel, cuando me abrigas por las noches
con tu sonrisa seductora, tus labios que
me fascinan, cuando un beso me das tiernamente
o apasionadamente.
Me
enamora tu actitud desentendida, es una locura especial en ti, es esencia de tu
corazón, tu voluntaria distracción natural que domina mi ser y me hace
estremecer, y que a veces sofoca también, y así con tus susurros a mi alma haces ruborizar, me haces divagar, me haces
vibrar, y enloquecer cada segundo mi esencia.
Mi
hombre especial, abrázame, siénteme, bébeme, bésame tanto, que quiero todo de
ti, tu hombría, tu pasión, tu cabello acariciar, de tu lujuria gozar, cada
noche empaparme de ti, con tus caricias únicas que provocan tus manos y tus
dedos, embriagarme de tu pura miel que es tu cuerpo, dame el veneno de tus besos,
sedúceme a granel, junto a ti todo es tan inefable, que quiero tu hambre y tu
sed para amarme.
Sudor
de ti, que se queda entre mis sábanas en esta pasión desbordante, con gemidos,
gritos al hacer el amor, acallándote yo con mis labios, tu nombre grabado por
siempre estará en mi piel, tú mi hombre preámbulo de mi deseo fugaz, eres
fascinación, perversidad, tu aroma mi gran placer, fragancia irresistible, que
irradia y me enloquece, navegar en tu cuerpo es mi perdición, descubriendo el
infierno de tu esencia misma de hombre varonil.
Se besaron…
Pedro percibió cómo poco a poco la
lánguida predisposición con que habían comenzado a disfrutar de la morbidez de
los labios, de la textura de las lenguas, de la suavidad de los dientes… iba
transformándose en un deseo que los hacía perder el equilibrio, la noción de
tiempo y espacio, la percepción de
sonidos acallados por el latido furioso del corazón contra los oídos, un deseo
que al menos a él, lo dominaba, aun en su precaria condición de recién operado.
A Guillermo también –conjeturó, a juzgar por el modo en que su mano se le
tensaba inconscientemente en la nuca.
Un carraspeo
interrumpió el beso, era Martha con una
bandeja para el paciente, y Guillermo se
quitó el saco y lo extendió sobre el bulto en la entrepierna de Pedro, de su
prometido, sin importarle la obviedad del objetivo.
La
enfermera abrió grandes los ojos y luego de murmurar que la necesitaban en otro
cubículo, emprendió la retirada.
__Las
has asustado.
__Ojalá
vaya a contarle a su compañera __ deseó
mientras ataba la servilleta al cuello de Pedro. Suspiró, arrepentido, y
descansó la frente en la de él__. Ahora sabes lo malo, cavernícola y posesivo
que puedo llegar a ser. ¿Me quieres aún? __preguntó con acento torturado.
__Te
quiero más que antes si es posible _ confirmó, Pedro__. Pero ya deja de tratarme
como un moribundo, que hay cosas que puedo hacer y pretendo salir de acá lo antes posible.
Guillermo
se incorporó y dispuso todo para alimentarlo, consciente de que él podía
hacerlo por sus propios medios.
__ ¿Cómo
te fue con los inspectores?
Guillermo
le relató las novedades del caso y otra que a Pedro le quitó el apetito.
__Precioso,
es evidente que nuestra pesadilla agitó el avispero. Ahora tenemos que
aprovechar lo coyuntura y subirnos a la cresta de la ola, yo creo que estamos
muy cerca de dar con el asesino. El comisario quiere que me haga cargo de la
parte policial en cuanto a investigación de la brigada especial a la que nos destinará para cerrar el caso.
__Pedro, a punto de meterse la cuchara en la boca retiró la cara y se quedó
mirándolo__. Sería una excelente oportunidad
_argumentó, Guillermo__. El sueldo será bueno, podríamos acelerar las
cosas, no lo dudo, podría ayudar a armar nuestra vida.
__Tú
y Fabián son mi vida ahora. No quiero que aceptes un trabajo en extremo peligroso,
porque para muestra de la locura de los delincuentes ya estoy acá _dijo, Pedro
muy serio.
__Somos
abogados penalistas, Pedrito, el peligro estará siempre.
__Guille,
no dudo de que has enfrentado situaciones de muchísimo riesgo a causa de tu
profesión. Pero hoy somos uno, compartimos el alma, y eres el aire que respiro,
la razón de mi existencia, por lo que te pido que comprendas que saberte
expuesto me resulta intolerable. Como te pasó a ti al verme herido.
__Es
nuestro oficio, amo mi oficio _ susurró__. Sé que vos también, nos cuidaremos
uno al otro.
Pedro
apartó la mesa rodante y obligó a Guillermo a descansar sobre su pecho. Lo
mantuvo abrazado como si de ello dependiese el próximo respiro, los únicos
sonidos provenían de los pitidos de las máquinas y de las voces medidas del
exterior. Los dos fueron calmándose.
__Por
ahora quisiera no pensar en nada y estar contigo y con Fabián, los tres juntos
y tranquilos, para reponernos de la pesadilla, quiero que le demos a nuestro
hijo toda la paz y el amor que necesite y más.
__Yo
también quiero un periodo de paz no solo para recuperarme de lo que acabamos de
vivir _ afirmó, Pedro __, sino para que tú y yo nos conozcamos sin tener que
estar siempre con el alma en vilo. Quiero saberlo todo de ti, Guille __declaró,
y Guillermo que tenía tantas historias en sus memorias, quedó mudo, incapaz de
reaccionar.__No te alejes de mí, no lo tolero.
Guillermo,
con un gesto contrito regresó a la silla y perdió el rostro en el cuello de
Pedro aspirando el aroma que lo hechizaba y al tiempo de excitarlo le daba
serenidad, simplemente el aroma natural de la piel del hombre de sus sueños,
que lo subyugó y serenó.
__Yo
sí quiero contarte todo de mí, Guille, desde que nací hasta el momento en que
entré a tu despacho ese bendito día en que choqué con Gaby. __Le besó la mano y
le sonrió.
__Será
un honor escucharte, amor de mi vida __declaró con labios y voz trémulos a
causa de lo emoción.
__ ¿Crees
que soy egoísta por querer contarte aun detalles dolorosos, por tener la
necesidad?
__No.
En absoluto. No existe rastro de egoísmo, en vos, Pedro. Espero estar a la
altura.
__Tú
estás a la altura de cualquier desafío, Guille.
__Como
te dije aquel día en que estaba por abandonarlo todo, si estás conmigo,
entonces sí me siento capaz de enfrentar cualquier desafío.
__No
quiero que temas al pasado, ni a enfrentarlo. Habrá lágrimas y desconcierto,
tal vez, dolor y rabia en tanto desnudemos nuestras almas, pero será preciso
padecer ese caos de sentimientos. Preparará el terreno sólido donde construiremos
nuestra vida juntos. Y cada paso que
demos a través del caos, nos tendremos el uno al otro, como en este presente,
en este momento y todo será más fácil.
__Sí
__afirmó__, lo sé _ susurró en un suspiro emocionado cargado de llanto__. Te
creo porque nunca me has mentido, siempre tienes las palabras justas, siempre
me dices las cosas como son. Te admiro, Pedro.
__Solo
quiero que me ames, yo te admiro, Guille.
__Te
amo _ dijo en un impulso, y le encerró la cara con las manos__. No creo que
puedas imaginar lo que sentí ante la posibilidad de perderte, lo grande que es
mi amor por vos, Pedro, tanto que si no sobrevivías, yo no podría haber seguido
adelante.
Como
cada vez que Guillermo le declaraba su incondicionalidad, Pedro se emocionó.
Guillermo dedujo que así como tensaba los músculos del rostro para contener el
llanto, también estaría haciéndolo con los del abdomen donde tenía la herida. Por eso se inclinó sobre sus labios y se los
acarició con los de él, y fue arrastrándoselos por los párpados, la frente, la
mandíbula Y el mentón, y mientras lo hacía, le susurraba palabras de amor.
__
¿Qué quieres saber de mí aparte de lo que vienes observando desde ese
reconocimiento de almas en el patio del
estudio?
__Todo,
desde la fecha de tu cumpleaños para dar una gran fiesta complotado con tu
hijo, a todo.
__Será
la primera que celebraré entonces, porque será el primer cumpleaños
verdaderamente feliz de mi vida.
Pedro
se apartó, y lo contempló embargado por una mezcla de emociones.
__El
primero de tantos felices mi amor, porque te prometo que trabaje donde trabaje,
haga lo que haga, viva donde viva, el objetivo de mi vida será hacerte siempre
feliz.
Guillermo
incapaz de articular se limitó a asentir, de nuevo emocionado, con un temblor
en la barbilla
__ Te
contaré lo que sentí o vi mientras estaba en teoría inconsciente, apenas recibí
el disparo.
__Hazlo
_ balbuceó, Guillermo.
__Como si se tratase de un juego macabro en donde la ratita echada en una cuba con agua era yo, parecía que mi vida o muerte dependía más de los designios de la persona o cosa tras esta situación, que de mis fuerzas por resistirla. El hecho de que estaba pataleando en aguas profundas sin vislumbrar un escape, era tan indiscutible como la persona que me había depositado en esta situación. De todas formas, eso ya era solo una anécdota. La realidad marcaba con tinta indeleble esta prueba en el libro de mi vida, la cual marca aún no sabía si terminaría perdida en medio de alguna hoja amarillenta en un lugar cualquiera de mis experiencias de vida, o sería el corolario y el último registro de esta vida que se me escapaba de las manos.
Por si pensaba que el hecho de estar a punto de perder mis fuerzas y rendirme a mi destino que me miraba con fijeza desde un lugar cercano, el soldado se acercó desprovisto de sentimientos, o por lo menos de los que yo esperaba. Comenzó a hundir mi cabeza en la fría agua de la desesperación hasta el punto en que sentía escapar mi vida y ahí, justo ahí, me permitía sacar la cabeza del agua. Este hecho no solo me recordaba que aún estaba vivo sino que también me recordaba que estar vivo sabía a una tortura mayor. No podía ver a este poderoso acechando impunemente con la intensión de repetir su faena, pero lo percibía.
El
aire que entraba con furia en mis pulmones y ánimo producía de algún modo, una
especie de esperanza y visión de algo parecido a un sol asomando en el
horizonte brumoso, pero no era hora todavía del festejo, aún pataleaba por no
ahogarme. Me vi sumergido nuevamente, y rítmicamente se sucedía este horror de
sentir que la angustia me cubría por completo, sin dejar una maldita molécula
de esa sensación de felicidad que durante algún tiempo blindó mis sentimientos
con una invulnerabilidad ficticia, que tontamente creí que sería para siempre.
Cerrando los ojos y depositándome resignado en esta suerte de salvación que sería ya no sufrir más, nuevamente fue quitada la mano que presionaba con fuerzas mi cabeza y el corazón obstinadamente volvía a latir, haciendo caso omiso a mi empeño por que dejara de hacerlo. Ya sin fuerzas ni deseo de mover un dedo para cambiar lo aparentemente irremediable, solo me encomendé a Dios y pedí por el tropiezo, despojándome de todo sentimiento de rencor, y hundí mi cabeza. El tirón lo sentí, más no cuando mi mano había sido asida con fuerza. Abrí en plena resignación mis ojos y ahí estabas… como siempre. Inevitable pensar que Dios se había apiadado de mí.
Nadie, que no me calle nadie este amor que siento,
que nadie malgaste sus fuerzas porque mi amor por ti es tan grande que tendrían
que apagar mi vivir para dejar de amarte vida mía, quiero que la memoria que
tienen mis ojos nunca muera, porque impregnado tengo mi cuerpo de tus blancas
caricias y besos robados en las madrugadas serenas donde te sueño, con sabor a
mar y tierra, donde las olas aún rompen
con su espuma mis recuerdos al dormirme en tus labios, tus risas que grabadas las tengo en los óleos
de mi memoria , como acuarelas viviendo en mi alma, así tengo tu recuerdo amor
mío, así lo tengo cuando te sueño.
Que nadie, que nadie llame a las puertas de mi alma para llevarte, porque nadie podrá romper los barrotes de las cárceles de mi alma, donde custodiado está este amor nuestro por los ángeles de la noche.
Te amo vida mía no tardes.
Por
ti, por hacerme que te piense, por ponerme tan feliz cuando llegas a mis noches, por confesarme que te rindes
ante el espejismo de una vida llena de sueños y deseos, por ser el provocador
exclusivo de mis sueños en las madrugadas sosegadas y, donde el amor le dará la
bienvenida a la pasión de mis besos enredados en el sosiego de la noche cuando
me sueñas, a ti, por haber entrado en mi vida sin comprar billete de vuelta,
por hacerme sonreír, por ti muero vida mía, solo por haber bailado conmigo bajo
la luna en nuestras noches, por sorprenderme cada noche amor mío, para que mi
alma reine serena y encuentre en la noche el placer de amarte, para que pueda
sentir en las oquedades de la soledad el respiro de la vida en un instante, y
mi cuerpo desprenda las negruras de tu ausencia las que hacen que te busque
entre el silencio y la tristeza, entre la soledad de este amor que duele y no
quiero darle razones al dolor para que vuele sobre mí, porque mis brazos te
esperan para que puedas volar libre, tengo mis besos con sabor a libertad que
derraman amor, los restos de mi sentir los encontrarás cuando recorras cada
línea de mi cuerpo y dibujes en mi piel los colores de la vida, que guardados
están tras las puertas de mi alma.
Adoro los despertares donde te pienso y sueño que voy a verte, donde no lo sé, si será hoy o mañana, hoy te he visto en las montañas acariciadas por el sol al abrir mis ventanas, solo se vida mía que ese día será el día perfecto, donde habrá caricias nuevas para los dos, y el placer de poder mirarnos a los ojos será inmenso, podré morirme en el suspiro de tus besos lentos, mientras yo te llenaré el alma con mil verbos de amor donde te repetiré que fue un placer encontrarte, y haremos que desaparezcan las sombras de nuestras vidas, alimentadas de una soledad ingrata.
Acércame tus labios esta noche amor.
__Imagínate,
cómo y cuánto deseo, que por las noches, pudiera vivir en tus sueños, besaría
tus ardientes labios, y estos vestirían tu piel desnuda, mientras mis manos
delinearían paso a paso cada recoveco de tu cuerpo y así luego de pasear por el
jardín de los deseos y con los cuerpos agotados, sobre las sábanas húmedas, tú
te dormirías entre mis brazos, pegado a mi pecho, mientras yo, tan solo
cuidaría tu descanso, mas, si tan solo por desearlo, pudiera superar las
distancias y que me llevara a tus sueños, como vuelan las aves hacia el sol…
Cuando
tu mirada, se unió a mi mirada, esa fue la chispa que encendió mi cuerpo,
inundándolo de deseo y la pasión, cuando tus labios rozaron mi boca, fue como si un volcán
comenzara a entrar en erupciones y su lava ardiente recorriera mis venas,
cuando tus manos, acariciaron mi cuerpo,
fue como si un terremoto hiciera temblar todo y me inundara de placer,
mas, cuando fueron nuestros cuerpos los que al fin se unieron, y se fundieron
en uno solo, fue como haber surcado las puertas del paraíso, en un éxtasis de
amor infinito.
__Sé
mío cada noche, que me quitas el sueño,
sé la mirada donde me refleje
cada amanecer, sé los labios que besen mi boca, el aire que respiro, la piel que abrigue mi cuerpo, el corazón que late en mi pecho, las caricias que lo recorren todo, el aroma que embriaga mis sentidos, el fuego que me hará sucumbir, la pasión que me estremece, el suspiro que se ahoga en mi garganta, el placer de sentir tu cuerpo unido al mío, se mi fruta prohibida
y mi delicia terrenal, por eso, sé mío cada noche, una y otra vez, hasta quedar exhaustos, rendidos y que nos sorprenda el amanecer…
cada amanecer, sé los labios que besen mi boca, el aire que respiro, la piel que abrigue mi cuerpo, el corazón que late en mi pecho, las caricias que lo recorren todo, el aroma que embriaga mis sentidos, el fuego que me hará sucumbir, la pasión que me estremece, el suspiro que se ahoga en mi garganta, el placer de sentir tu cuerpo unido al mío, se mi fruta prohibida
y mi delicia terrenal, por eso, sé mío cada noche, una y otra vez, hasta quedar exhaustos, rendidos y que nos sorprenda el amanecer…
__Y
el silencio dueño de mis tardes se abre paso a tus palabras, no opone
resistencia pues sabe que tienes el poder de atraer de cualquier manera mi
atención... ¿Cómo te atreves?
La tarde
afuera gris y en mi habitación aun más oscura a soledad... Desaparece como si
una brisa cálida y llena de luz de mi entorno la expulsara al sentir que tu mirada
distante mi alma ilumina.
Con
dos palabras rompes como cristal mi orgullo disfrazado de hielo, con tan solo
te extraño logras que en mis palabras vaya más de aquello que dices y sabes sin leerlo que es cierto.
¿Cómo
te atreves? Acaso sabes tanto de mis sentimientos por ti que mi orgullo calla... Te atreves acaso porque
sabes cuán fuerte lates en mí... Te atreves, lo sé y con el total derecho por
un día haberte hecho dueño absoluto de mis sentimientos.
Entrego
en un beso, que apenas lo toca, el deseo confeso que el cuerpo evoca. Y accedo,
me apreso en la cava de su boca para magrear travieso pues el tanteo lo aloca.
Y
besuqueándolo obseso doy un chupe abreboca, llevo sus ojos al deceso y su
lengua… me azota.
Pedro me llevó a acostarme a su lado… se mueve
apenas, solo para apretarse aún más a mí. Roza con su pelvis mi erección frotándose
como un gato lo que no ayuda a mantener mi control. El contacto hace que me
hierva la sangre, desencadena en mí un incendio indomable mientras que a él
debe tranquilizarlo, porque vuelve a dormir profundamente. Lo rodeo con los
brazos permitiéndome el lujo inconsciente de abrazarlo por un momento. Mío,
pienso. Solo mío. Y un sentimiento de serenidad, satisfacción y quietud me
invade el pecho.
__
__Es
decir que según esta señora, su hija Molly trabajó durante años al terminar la
universidad, pero lo dejó para irse dos años a París a estudiar pintura. Y en
una escapada a Londres envió esa postal en cuestión que es de aquella época.
Malvárez
se sentía algo irritado mientras miraba fijamente la boca de la entusiasmada
Jésica, que les estaba poniendo al corriente a sus superiores de los resultados
del viaje. Tenía que reconocer que, en alguna parte de su interior, habitaba un
sentimiento que le inducía a no valorar los descubrimientos hechos por su
compañera.
El
inspector en jefe se reclinó en la silla y cruzó los gruesos brazos.
__O
sea que esta mujer Molly y Edyth eran amigas, al menos… conocidas o algo más desde entonces, y esta Molly salió
con el marido.
__Lo
creo muy probable _ dijo Jésica. La fecha del matasellos de la postal coincide
con la época en que Edyth estuvo estudiando en Londres, y no me parece que lo
que dice Molly sea una mera coincidencia. Es más, tal vez sea la propia Edyth
quien la presentó a su luego esposo _conjeturó, Jésica, que guardaba un as
pesado que nadie conocía excepto Guillermo.
__ ¿Sí?
_ dijo Malvárez __. Pues yo creo que una coincidencia como esa es bastante
probable. ¿Sabes cuántos estudiantes del mismo pueblo hay en Londres? No creas
que solo un par de cientos…
__Vale
_ dijo el jefe moviendo las manos hacia abajo para intentar calmar los ánimos
__. Suponiendo que fueran amigas, ¿qué conexión tendría con nuestro caso, aun
si Edyth ya conociera y le presentara al occiso? _preguntó a Jésica.
__Es
solo una suposición, pero tal vez la parte del ácido arsénico que Molly no usó para suicidarse, acabara de alguna manera en manos de Edyth.
__ ¿Qué?
_ se escandalizó, Malvárez __. ¿Qué películas ves, por Dios?
__Calma
hombre _dijo el jefe__. Mañana les preguntaremos a los de científica sobre eso
aunque no sé si lograremos confirmarlo. Pero, Jésica, si tu supuesto fuera
cierto, Edyth se habría casado con el antiguo novio de una amiga que se quitó
la vida.
__Así
es.
__ ¿Y
no te parece eso extraño?
__No.
__ ¿Por
qué?
__Porque
hay un montón de mujeres que salen con los ex novios de sus amigas. Yo misma
conozco a alguna. Las hay incluso que enfatizan la ventaja que supone haber
obtenido información de su amiga sobre ese hombre antes de comprometerse con
él.
Aunque cabe la posibilidad que Edyth se casara antes con el hombre y ella lo
presentara a Molly, y que luego fueran
amantes pero él no quisiera en ese momento dejar a Edyth.
__Momento,
vamos a la primera posibilidad, ¿vale aun cuando la amiga se haya acabado
suicidando? _ terció Malvárez __. Pero si la causa de su suicidio hubiese sido
precisamente ese hombre…
__Que
pudiera serlo no significa que lo fuera, y su dicho vale para las dos
propuestas.
__Creo
que olvidas algo importante. Edyth y el hombre se conocieron en una fiesta.
¿Sostienes que se encontró con el ex novio de
su amiga en una fiesta por casualidad?
__Tampoco
sería tan raro siendo los dos solteros…
__Ya.
Y lo de que se acabaran enamorando supongo es también pura casualidad, ¿no? En
fin, como relato de ficción no está mal.
__Bueno,
tal vez eso no fuera una casualidad _ dijo Guillermo que cruzó una mirada con
Jésica.
__ ¿A
qué se refiere doctor, Graziani?
__A
que tal vez Edyth lo tuviese desde el principio en su punto de mira. Podría haberse
sentido atraída por él hasta por fotos o desde cuando salía con esa amiga, y
luego cuando ella se suicidó, haber iniciado el acercamiento. Así que incluso
su encuentro en aquella fiesta pudo no ser casual.
__Eso
es absurdo _ se alteró Malvárez __, ella no es esa clase de mujeres.
__ ¿Ah,
no? ¿Y qué clase de mujer es inspector? ¿Qué es lo que sabe usted de ella, Malvárez?
__Ya
está bien _ dijo el jefe poniéndose de pie.
Jésica,
reconozco que la intuición te funciona muy bien, pero dejas volar demasiado tu imaginación.
Dejemos esas elucubraciones para cuando hayamos conseguido más pruebas.
Y
tú, Malvárez, termina de escuchar a tu interlocutor en vez de interrumpirle
poniendo pegas a cada una de sus frases. Eso no es propio de un buen
interrogador como tú. A veces un buen intercambio de opiniones es lo que
permite vislumbrar la verdad.
__Lo
siento __dijo Jésica bajando la cabeza, mientras Malvárez asentía en silencio.
El
jefe volvió a sentarse.
__Jésica,
su teoría es muy interesante, pero lamentablemente tiene una base muy débil Además,
solo explicaría la ruta seguida para la obtención del veneno si el asesino fue
la esposa, pero no el resto de extremos relacionados con el caso. A no ser
que…__añadió el hombre, apoyando los codos en su escritorio y alzando la mirada
hacia la chica y a Guillermo__ lo que estés sugiriendo es que Edyth se acercó
al hombre para vengar la muerte de su amiga.
__Bueno,
no… yo no diría tanto. No creo que haya nadie capaz de casase solo para
vengarse, ella tuvo hijos y muchos con él, en ese caso, Elsa sería sospechosa
por lo mismo, para vengar la muerte de su hermana, y en verdad la creo inocente
de todo.
__Entonces
dejemos de jugar con probabilidades mágicas o imaginarias, ya seguiremos cuando los de
científica hayan inspeccionado el cobertizo de la madre de Molly _ dijo a modo
de conclusión, ya bastante harto.
___
__Para
cuando Malvárez llegó a su casa, el calendario ya señalaba el día siguiente. Le
hubiera gustado tomar una ducha, pero, nada más quitarse el saco, lo único que pudo
hacer fue dejarse caer sobre la cama. Estaba reventado, aunque no sabía muy
bien si por extenuación física o mental.
“¿Qué
es lo que sabe usted de ella?”
Aquellas
palabras seguían resonando en su cabeza.
Ciertamente
no sé nada de Edyth, pensó. Solo porque había charlado varias veces con la
viuda y había visto cómo era por fuera, se había creído que sabía cómo era por
dentro.
De
todos modos seguía sin creer que Edyth fuera capaz de casarse con el novio de
una amiga que se había suicidado. Él pensaba que aunque el hombre no hubiera
tenido nada que ver con el suicidio de Molly, Edyth se habría sentido culpable
por hacerle eso a su amiga. Ese era el tipo de mujer que él pensaba que era.
Se
incorporó en la cama y se aflojó la corbata. Su mirada se detuvo en los dos
cuentos infantiles que había lanzado encima de la cama al entrar. Eran las dos obras que le habían regalado en
Ediciones.
Se tumbó de nuevo en la cama y empezó a
hojearlos.
El
muñeco de nieve resbala era el título del que abrió. Trataba de un muñeco de
nieve que un buen día decide viajar desde su helado país natal a tierras más
cálidas. Se halla en un dilema, pues él querría seguir avanzando hacia el sur,
pero sabe que si lo hace se derretirá. Resignado, decide volver a su frío país.
En el camino de regreso, acierta a pasar por una casa. Mira por la ventana y ve
una familia cuyos miembros sentados alrededor de la chimenea, charlan y ríen alegremente. Comentan lo agradecidos
que están por poder estar todos juntos allí, calentitos con el frío que está haciendo
afuera.
Al
llegar a esa página del cuento y ver el dibujo que la ilustraba, Malvárez se
puso de pie como impulsado por un resorte.
En
la pared de la sala en que charlaba la familia había colgado algo que a él le
sonaba de alguna parte. Era un cuadro en el que, sobre un fondo marrón oscuro,
unos pétalos de flor de diversos colores se expandían de modo regular y
uniforme como la imagen de un caleidoscopio.
Malvárez
recordaba perfectamente la impresión que le había causado ese diseño la primera
vez que lo había visto. Y también dónde
había ocurrido: en el dormitorio del matrimonio, de Edyth, ese diseño era
idéntico al tapiz que estaba colgado allí.
El mismo tapiz que ese día Edyth le había
pedido que le ayudara a colgar en su apartamento. Sin embargo, luego había
cambiado repentinamente de idea y había preferido colgarlo más tarde.
¿Sería
porque Malvárez le había mencionado antes el nombre de Molly?
¿Habría
evitado mostrarle ese tapiz, consciente de que aparecía en un cuento que había dibujado
ella?
Devanándose
los sesos, el inspector apoyó la cabeza en sus manos, sentía los latidos de su corazón y los oídos
le zumbaban.
A la
mañana siguiente, a Malvárez y a todos los despertó el móvil, incluso a
Guillermo en el hospital. El inspector miró el reloj, era más de las ocho.
Estaba en el sofá. En la mesa que tenía ante sí había un vaso y una botella de
whisky. El vaso estaba medio lleno.
Recordaba
haberse puesto a beber porque no podía dormir. La causa del insomnio no
necesitaba recordarla.
Se
sentía pesado. Se incorporó lentamente y
extendió un brazo hasta el teléfono que seguía sonando sobre la mesa. La
llamada era de Jésica.
__ ¿Sí?
__Buenos
días soy Jésica. Disculpe que lo llame a estas horas, pero es que quería
decírselo cuanto antes.
__ ¿El
qué?
__Ya
tenemos los resultados que pidió el profesor. Ha llegado el informe del
Sprinf_8.
Han
encontrado ácido arsénico en el filtro de agua.
__Guille,
¿qué sucede?
__ Hoy
amanecí con tu rostro en mis pupilas, el sabor de tus labios aún en mi boca y
sintiendo el calor de cuerpo, así como los aromas de tu piel, inundando toda la
alcoba, después de unos segundos de zozobra y de cierta incertidumbre, volví a
la realidad, al ver tu desnudez acurrucada entre mis brazos y entonces me di
cuenta que esta vez, tú eres una bella realidad y no un simple sueño…
__No
es eso lo que pregunté _dijo, Pedro restregándose los ojos.
__Nada,
Jésica, hallaron el arsénico en el filtro de agua, lo que esperaba el profesor.
__ ¿Entonces?
__ interrogó, Pedro.
__ Y
entonces hay que hablar con él, saber el método mágico ese que podría haber
usado Edyth, ya nada tiene que ver que Elsa fuese la última en entrar, pudo
estar en el filtro desde antes __ afirmó Guillermo__, y según lo que supe ayer, hay que comparar si
es el mismo compuesto con que se envenenó la amiga, ver si quedan restos en esa casa.
_Qué
cerca podemos estar, ¿Edyth entonces?
__Esperemos
un poquito más, creo que estamos llegando al final de nuestro… desafío.
CONTINUARÁ.
HECHOS
Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER
PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE
ADULTO.
ESCENAS
EXPLÍCITAS.
Maura Hermoso
ResponderEliminarBertha Waooo muy bello felicidades
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Guau...estamos cerca de conocer la verdad Eve...
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