viernes, 1 de noviembre de 2019

EQUIVOCADO CAPÍTULO TREINTA Y OCHO.


     
       EQUIVOCADO

CAPÍTULO TREINTA Y OCHO.

“Tal vez el amor fuera el enriquecimiento más alto, un dador de ser; pero solo malográndolo se podía evitar su efecto bumerang, dejarlo correr al olvido y sostenerse, otra vez solo, en ese nuevo peldaño de realidad abierta y porosa”.
-Rayuela-
Capitulo 48.
“Me besó sin pedir permiso y me pareció la gloria,
le devolví el beso con hambre atrasado”. Mario Benedetti.


… ha telefoneado de nuevo al perfilador colaborador  del periódico para referir los espeluznantes detalles del reciente asesinato de una pareja de ancianos.
Ellos, dijo el asesino con voz desprovista de emoción, eran totalmente inocentes. Una vez más el asesino prometió continuar con su serie de crímenes: una recreación, dijo, de un episodio violento aún no especificado, ocurrido durante la guerra de Vietnam durante el conflicto.
Mientras tanto la policía ha renovado sus esfuerzos para identificar y detener al asesino”.

__
__Camila, tienes que quedarte en casa de tu padre, al menos hasta que esto se aclare _ suplicó, Pedro.

__No quiero depender de ellos, ni de ti, solo por hoy te pido te quedes a mi lado _ murmuró__. Solo un par de días, sé que tienes que  trabajar, y yo no debo ser una carga.

__Cami, todo ha sido muy confuso, y no estarás bien, en casa de Orestes…
__Dije que no _ casi gritó y la furia apareció en la mirada__. Si piensas usar esto, para que todos crean que sola no podré salir adelante, que necesito psiquiatras y todo eso, olvídalo, quiero quedarme sola, a lo sumo con una mucama de día en la casa que compré.
TRES MESES DESPUÉS.

Camila abrió los ojos y no supo cuánto tiempo llevaba observándola dormida el hombre sentado frente a ella.
El profesor Donato Álvarez estaba en su sillón con las manos plegadas sobre el vientre, al tiempo que su mirada pensativa se posaba con melancólica pesadez en el rostro de ella.
Ella estaba embarazada, de la última vez que hicieran el amor en Chile. Pedro no la creía hasta ese aborto que ambos lloraron juntos, y fue la última vez que hablaron de más hijos. Hacía tiempo que esa ilusión se había consumido como la vela que encendió por el nonato.
Ahora tosió, se cubrió la boca con la mano e intentó desprenderse de sus sombríos recuerdos paseando la mirada por el despacho de Donato…

__Deja que te ponga más cómoda __ dijo Donato y le pasó la mano por la frente.

Camila percibió el aroma de su loción…  conocido y cerró los ojos. En  los últimos meses la mera idea de que un hombre aun Pedro la tocara había resultado repugnante, pero dejó que Donato la alzara en brazos de la camilla y  la colocara en el sofá junto a la chimenea.
__Así está mejor __dijo él cuando ella se reclinó contra los blandos cojines, y a continuación la tapó con una manta.

Él tenía razón, así estaba mejor, se sentía segura y protegida. Allí todo era conocido, el tresillo con sillón de orejas donde él se sentaba, la mesa baja de cristal entre ambos, las caldeadas llamas de la chimenea en invierno, la alfombra redonda, blanca y esponjosa, enmarcada por trazo negro que vista desde arriba parecía un círculo trazado cuidadosamente, ligeramente desteñido por el tiempo. Cuán bien se había sentido allí años antes, sin embargo la agradable sensación de siempre había desaparecido. No era de extrañar pues no era una visita sino una  necesidad urgente.

__ ¿Qué te parece si empezamos? –propuso Camila, aunque hubiese deseado que él dijera que no, que se pusiera de pie, y la dejara sola, pero no lo hizo, por supuesto.

__Adelante _ dijo el mejor interlocutor del mundo, tal como alguna vez un cronista había calificado al abogado estrella en un artículo. Quizá fuera su mayor virtud.

 Hay personas que saben leer entre dientes y Donato era una de ellas y era esa cualidad la que lo había convertido en una de las personas con las cuales Camila lograba sincerarse, él conocía su pasado, sus fantasías, sus secretos, su imaginación desbordante…  Ella le había hablado de su infancia, de la terapia de entonces mediante la que se había liberado de seres imaginarios y fantasmas, y otras visiones… Ahora no estaba segura de ello.

__No lo lograré.
__Debes hacerlo.

Como siempre ella buscó un mechón de pelo para enrollarlo en el dedo… pero su pelo era todavía demasiado corto. Pese a los meses transcurridos aún ella no lograba acostumbrarse a la desaparición de su largo cabello, pero al menos, este ya había crecido unos centímetros.

__La tormenta ya estaba encima cuando por fin empecé a escribir. Los relámpagos iluminaban el cielo augurando un corte de luz en cualquier momento. La lluvia se desató con furia y el ruido era ensordecedor. Tenía que escribir ese mensaje, una despedida, la última idea que acariciaba mi psiquis. El torbellino de palabras lo plasmaba con ambición y empuje. Debía terminar antes que mi vida. No estaba segura de si es que alguien lo leería, pero necesidad había sido impuesta y esta apresuraba mis dedos a niveles vertiginosos.
El agua comenzó a entrar por debajo de la puerta al tiempo que la energía desapareció y solo minutos de vida tenía mi computador también. Cuando el agua llegaba a mi cuello estirado, escribí la frase final y despedida. El punto lo presioné ya superado por la fuerte y fría corriente de agua que me devolvió por unos instantes esa extraña impresión de volver a sentir.
Lista estaba para la bocanada que llenaría mis pulmones de líquido y el fin después, cuando una sombra hizo contraste delante del fulgor de un relámpago que iluminó la tétrica postal de un ser muriendo bajo las aguas de la pena. La creí una sirena aunque jamás podré aseverarlo pero sí, que me salvó la vida o la cambió para siempre. En la desesperación de la falta de aire la quise empujar pero resistió, tomó mis mejillas con fuerza y me insufló una bocanada de aire fresco y reparador que no objeté ni resistí. Aunque muerta en esta aplastante angustia y soledad, recobré el juicio y los colores. Las aguas bajaron y el cielo brilló azul y nítido. Recobré el sentido de la esperanza y el aplastamiento de espíritu cesó. “¿Qué significa?”, le pregunté a ese ser que me había devuelto el tacto y la visión. “¿Qué significa?”, repetí desconcertada y viva. “Significa que aún debes luchar”, me respondió desde un lugar que no comprendí ni pude tampoco ver. Me avergonzó un tanto mi anterior estado de letargo y entrega pero, todo lo malo se esfumó como la silueta que reparó mis deseos.
Sentada sobre una nube magnífica que huele a amor y consideración, trato de imaginar su voz y la mirada que sacudió mi quietud, pero no puedo. De repente una suave sensación de destino cercano se para frente a mí y me acaricia suavemente. Su aroma vino un poco después y miré hacia el norte.

Donato la contempló con larga insistencia.
__No entiendo, Camila, y de ser así no podré ayudarte. No después de todo lo sucedido. Quien te salvó supongo que fue tu amiga Nancy.
__Lo sé, es que quisiera abandonarme sobre esa nube y estar yo muerta. __Camila suspiró y cerró los ojos__. ¿Por dónde empezar?

__Por lo peor. Regresa a tus recuerdos, allí donde más duele.
Una lágrima se desprendió de sus ojos y volvió a abrirlos.
__Bueno, de acuerdo _ dijo, aunque nada de los sucedido tenía algo de bueno y era de suponer que nunca lo tendría, incluso si lograba sobrevivir a ese día, algo de lo cual no estaba segura__. Es que no sé de qué servirá esto. Tú estuviste presente cuando el interrogatorio.
Al menos cuando el segundo. La primera declaración la había hecho sola, pero cuando las preguntas de la funcionaria se volvieron cada vez más frías y Camila pasó a sentirse de denunciante a una acusada, había pedido que su abogado estuviese presente. A diferencia de Pedro  que se había visto obligado a conducir toda la noche por estar en medio de un operativo tras uno de los asesinatos de su famoso caso para llegar hasta ella, su mejor amigo se había presentado en ese hospital a las dos de la madrugada.

__Incluso me acompañaste durante la declaración, estuviste presente cuando firmé el formulario de la mujer policía, y sabes lo que ese monstruo me hizo esa noche.
__No estoy hablando de la noche en el hotel, Camila _ dijo el abogado.

Camila supo de lo que él le hablaba, de pronto negó con la cabeza, supo lo que él diría y rogó porque no lo hiciera.
__Sabes exactamente por qué estás aquí.
__Pues no __ mintió ella.

Claro que el abogado deseaba hablar del paquete, de lo contrario, ¿de qué?
__No __repitió ella en un murmullo.

__Por favor, Camila, si he de defenderte, debes contarme  todo lo que sucedió aquel día hace dos semanas en tu casa.

Ella cerró los ojos y deseó que los cojines del sofá la tragaran para siempre, pero por desgracia no ocurrió. Y porque quizá no le quedaba otra opción, comenzó la historia con voz monocorde. Empezó a hablar del paquete, y cómo con él, el horror que se había iniciado tras su disertación aquella noche en el hotel, llamó a la puerta de su nueva casa rodeada de una cerca rústica, situada al final de una calle sin salida, y entró en su vida… de nuevo.
“Silencio, tú que oyes su tristeza, consuélalo en la voz de lo callado; susúrrale muy bajito a su oído que mi alma... que mi alma lo llora a su lado; y aunque él ya no se acuerda de mí,
de él mi alma jamás se ha olvidado. Tú,  silencio, ve y dile, que callada aún lo amo; acarícialo en tus brazos, como a mí alguna vez... tú me has acariciado. Silencio, seca sus lágrimas, aquellas que a sus mejillas han mojado, bésalo como me has besado a mí con tu voz, sin que se dé cuenta. Silencio, ve y dile, que aunque el tiempo va volando, mis minutos, mis horas se han detenido a su lado; y aunque él de su tiempo me ha borrado, yo lo amo eternamente enamorada. Silencio, tú que lo oyes por las noches, ¡llora con él! como en mis frías madrugadas... tú has llorado conmigo; dile que oiga mis pasos solitarios, aquellos que andan en el eco de tu voz, aquellos... que penan a su lado; y aunque él no me vea, yo me veo en la sombra de sus ojos. En sus ojos.... reflejada. Llora con él silencio, que sus penas las recueste a tu costado; haz tuyas todas sus tristezas como tuyo es mi pobre corazón atormentado; y aunque te lo hayas llevado en tu regazo ¡ponlo a sus pies! para que palpite a su lado.
Silencio, oye sus rezos, como mi fe tú te la has llevado; y que me perdone mi amado Dios, si es que a  él yo le he rezado con devoción y aunque mi rezo a él no llegó, tú silencio, ve y dile,
que por  él yo he pecado; y aunque él  no pueda oír tu voz que oiga el pecado de mi alma, la que siempre en silencio lo ha adorado”.

Actualidad.

Solo la voz de él me hace resquebrajar, su piel aterriza en la mía, océanos fundidos en la bravura de la marea, sus caricias etéreas desorbitan mis sentidos, pulen cada superficie de mi ser; el aroma inconfundible de quien  pertenezco una y otra vez viene a mí, descubre  mis oídos, murmulla, susurra palabras que hechizan mi alma, me devora, me embriaga con sus extensos besos por mi espalda, recorre cada parte, sus manos se regocijan al llegar más allá de la negra oscuridad, distraído me dejo seducir, me falta el respeto y ya no importa más que dejarme llevar por él, su epidermis se resbala lentamente sobre mi contorno.
El ulular se escucha en esta habitación, son gemidos y gritos saciando la sed y hambre por amar, tú prisionero de mis entrañas, me tiendo como el llano; aúlla el viento, fue esa noche ámbito de su furia, en él quiero morir; el sabor es exquisito, comunicado de azúcares, mieles; íntimos y selectos, presos de nuestros cuerpos, detrás de mí él se agazapa, es la fiesta de estos dos torsos que se enriquecen, por amarse.
Bajo tu tacto tiemblo, vibro, me deshago totalmente, mi sangre se enardece igual que una jauría olfateando su presa, te has convertido en mi veneno; solo él me domina, he querido extremarme  por la fiebre anónima de tu vértigo, al límite de lo prohibido !él insoportablemente mío!

__ Decídete vida mía, escápate de la soledad en que vive tu piel sin mis caricias, deja que el amor inunde tu vida, ven al encuentro ansiado de dos corazones que mueren por amarse, déjate llenar de besos la piel, que cada suspiro salido de mi alma sea la gota que alimente el deseo hasta perder la razón donde iremos encaminando los cuerpos al delirio escondido para luego entregarse, ven vida mía, escápate esta noche entrégate en cuerpo y alma a esta locura de amarnos mientras el mundo duerme, demos vida a este amor bajo el manto de este cielo azul donde la luna llegará para contemplar cómo dos locos enamorados escapan de su prisión, de ese martirio que es no tenernos en alma y piel.
Hoy quisiera poder abrazarte y cerrar mis ojos para que no se me escape el alma, y después de haberte soñado, volver a sentirme niño enamorado, niño que en tus brazos muere de amor llenando de primaveras tu vivir, es una locura amarte como te estoy amando, lo sé, pero me enamore de ti y de este amor divino, pero también sé que tú sueñas con mi ternura, que soy tu capricho en las noches, que sueñas bailar en mi sonrisa haciéndome parte de ti, que te duermes soñándome en tus brazos en la oscuridad de tu soledad me sientes a tu lado, lo sé amor,  lo sé.  Esta noche déjame que te ame.
A mitad de camino se pierden mis suspiros, cuando a escondidas de tu atención ensayo besos viajeros que aterricen en tu boca, dibujo el trayecto que recorrerán mis labios, hago mapas perfectos con la longitud y latitud exacta de cada punto que llama mi atención y dónde hacer vibrar con ese chispeante sonido de mis labios al estallar  en besos sobre tu piel.
A mitad de camino se perderán mis ansias, cuando a centímetros de besarte esté bebiéndome tu aliento, cuando mi aire esté viciado por tu aroma y se vuelva mi oxígeno vital para respirar, nutriré mis labios y mi piel de adicta pasión para insaciable sean de tu boca y de tu cuerpo, será todo de ti mi templo de adoración, en ofrendas de besos y caricias me entregaré  a ti ciego de amor.
En el tiempo que te llegan mis palabras habré hecho el camino perfecto por donde llegar a tus sentidos, por donde invadir ese espacio entre tus labios con mis besos, haré caminos que me lleven a esos puntos en tu cuello donde las ansias de mis labios quiero dejar, trazo de tus labios una invisible ruta que marca mi mirada y me lleva a acariciar tu piel, a dejar besos en lugares de tu cuerpo que desespero por conquistar.
Seré capaz de dejar en el camino tanto tiempo vacío, tantos tiempos de nostalgia y soledad, quedará todo eso en el olvido cuando esto de amarte callado a las sombras de tu presente quede estancado en un irreal ayer y haré nuevos caminos por donde llevar mis ansiados besos y recorreré los ya transitados, pues cada línea de tu piel guardo, sin tú saberlo, a fuego de amor en mi corazón.
Hazlo con todo tu cuerpo, con tus sentimientos a flor de piel, con tus sonrisas tan sinceras, con la mirada y con la palabra. Házmelo con tus caricias, con la suavidad que te caracteriza y la ternura que derrochas en cada gemido. Hazlo con la pasión de un novato y la ingenuidad del primer amor.
Házmelo de todas las formas conocidas, con la fuerza de un huracán y la pasión de una linda canción. Tan solo hazlo como lo sabes hacer. Hazlo como quieras, yo acepto todo de ti, en todas las maneras que tú quieras dármelo.
Házmelo en cada respiración, en cada aliento profundo, de forma frenética y también pausadamente. Hazlo y disfruta de mí por todos los lados, en todos los momentos. Disfrútalo, yo estoy para tu deleite. Porque cuando tú me lo haces, el amor se deja llevar y se manifiesta en su plenitud de la manera más esplendorosa, brillante y estética. Hazme el amor y me sentirás, recibirás mi amor y yo te recibiré sin excusas, sin miedos y en la entrega total verás mi verdadero ser.
La pasión, la alegría, la caricia y el éxtasis serán nuestros cómplices. Ámame y haz lo que quieras, a tu manera,  todo está permitido. Hazme el amor...
_ Fue entonces cuando me enamoré. Mi corazón se sentía como cayendo al vacío de una manera vertiginosa sin poder controlarlo. Algo tan simple pero a la vez tan mágico eso pasó.
No hiciste nada y sin embargo todo se hizo por ti. Todo desapareció y fue rehecho por ti
Bastó tu presencia encantadora, tu mirada desnuda y algo despreocupada sin saber lo que estabas produciendo sin imaginar el caos que sucedía a tu alrededor y  que luego se convirtió en calma. Sin darte cuenta que ya nada era más, que todo renacía por ti, de ti, desde ti. Fue entonces cuando me perdí en mi sentir. Ese palpitar tan fuerte de mi pecho, esa felicidad tan grande que me cubría por completo, esa calma y a la vez ese caos en mi interior. Me dejé llevar sin miedo a nada. Fue entonces cuando caí enamorado de ti.
Me perdí en la aurora boreal de tus ojos, me perdí en la franja rojiza que perfila el contorno de tu boca, y me perdí en tantas noches cuajadas de verbos encendidos, que solo tu alma hace florecer.
Me perdí entre tus brazos, me perdí en tu cuerpo y tu cintura, me perdí en tu lascivia, en tus vacilaciones nocturnas y en el calor de tus besos.
No pensaba en nada excepto en ti. No lo necesitaba y sentía el deseo de lujuria que te embargaba, como si fuese el muñeco de trapo con el que nunca jugaste.
Sentí el calor de tus amaneceres, de tus noches encendidas, y la pasión viva de tu cuerpo en un contorneo sin límite. No me importó el cómo, el dónde, el cuándo ni el porqué, solo pretendí bajo el prisma del amor y la seducción, crear una amistad que fuera eterna, única, distinta, profunda y diferente, una amistad para siempre donde fundir nuestros más profundos sentimientos, nuestros sollozos y nuestros recuerdos.
_Invádeme entero, que tus dedos se agrupen esbozándome completo, que no exista paraíso que no sea alucinado ni árbol erguido en la tierra de los ojos.
¡Solo tú! Entrégame el hervor de tus pupilas, la marea tras el poro de tus mares, quiebra la esfera que aglutina la noche y apagando al silencio, ahoguemos la sed.
¡Que no quede nada de pie! Derrumbemos al mundo, destrocemos sus pedazos, volemos
al umbral de nuevos universos sin planetas redondos sin gravedad, solo espumas flotando anunciando a la eternidad. Cae tu voz… Me habitas me suspendes, me levitas, extiendes el señuelo de tu boca susurrando cantos y escaladas, apología delirante que nos trastorna, vulnerables, sensibles galopantes, vapor de piel anunciando al infinito en el estallido de este instante. Vertiginosamente todo comenzó... Reconozco que tus  caricias tejieron mi vuelo hacia anhelos de ardiente pasión como la profundidad del mar cada pensamiento fue tuyo.
Como águila feroz te posaste en mis alas. Tu virilidad abolió el entendimiento y toda lógica que me prohibía sentirte desapareció, entonces tu cándido susurro incitó cada centímetro de mi universo a perderse en el desapacible y desenfrenado deseo que cobija tu ser.
Los encuentros abordaron aquel remolino de aguas misteriosas con caricias y besos que sedujeron al alma y esa distancia entre la piel y el corazón con sutil y etérea gentileza, se esfumó, la combinación de ambas nos convirtió en un volcán.
Quisiera mezclar por un instante el sol de la mañana con mis ojos, para ver si con ellos puedo darle el brillo que les falta cuando no te veo, o poder recoger todo el sereno de una noche y ponerla en tus labios para reemplazar la humedad que dejan los míos cuando no te pueda besar, tomar del cielo muchas estrellas y de esa manera abrigarme y no sentir ese frío que dejas cuando no estás y a la vez brillar para no perderme en la oscuridad que trae la soledad.
Quiero un beso tuyo que sea dulce, que sea tierno, un beso atrevido y apasionado, ese beso que nunca diste que estuvo siempre guardado, aquel que nadie pudo robar, un beso eterno, un beso entregado que empiece en tu boca, que termine en tus labios, que toque tu alma
y recorra tu cuerpo, un beso grande un beso largo, un beso extasiado.

De rodillas y quebrado en espíritu, y de algún modo rogando el silencio final, solo me atrevía a recordar momentos felices como forma de sublevación, un tibio intento de ponerme de pie aunque mi rostro no dejara de mirar hacia abajo. Apagado, con el ánimo en reversa, esperaba no sé qué, pero seguía esperando, en estado de shock. Mi imagen por su parte se mostraba feliz y segura. Daba cátedra de vida y alegría. La gente solo contemplaba esa realidad sin entender que solo era eso, una imagen.
¡Qué sorprendente!, buscaba mis sentidos y estos no estaban o se escondían. Quise recordar la magnífica sensación del aroma del amor, la alegría de rozar una piel que sabía a ilusión poderosa. Por más que me ensañara en rechazar esa realidad, más obstinadamente se plantaba con fiereza frente a mí y pronunciaba mi nombre con tristeza absoluta y desgastante. Este patético dueto  seguía así por la vida en acuerdo de caballeros, ninguno hablaría del otro, mientras tanto, este pobre corazón mío meneaba la cabeza en franca desaprobación. Era el arreglo perfecto. El dedo que pretende tapar el sol, la sonrisa que esconde un mar de amargura y mis ojos que me delatan ante los que quisieran saber, si es que alguien quería.
La mano extendida apareció como en visión y dudé en mirar. A esas alturas todo parecía perdido pero algo me insinuaba que debía hacerlo y accedí. Ahí estabas vos, con tus ojitos lindos y tristes, también detrás de esa imagen sonriente. Me jalaste e infundiste en mí un espíritu nuevo y arrolladoramente conmovedor. Mis lágrimas abandonaron su lugar mientras se fundían entre la alegría y el profundo dolor. Me hablaste al oído, palabras lindas y veraces, me enseñaste lo conocido y supe que no por tu voluntad. Algo grande viniste a plantear y fuiste como el viento sur que dibuja en tono alentador y confiable. Despedí a mi imagen, a la que me precedía y no volteé a mirarla. Era yo otra vez. Curado por el implacable amor  puro que llega como vendaval que escurre lo gris y pinta todo de rosas floridos.  El hombre real mira desde su lugar sin saber cuán grande es a mis ojos y lo que representa. Se coloca a mi lado aunque yo lo hubiese seguido, toma mi mano, besa mi mejilla con un beso eterno y dulce y me dice: “Te amo amor eterno”. Ahogado por la emoción, no me atrevo a contestar, no puedo. Aprieto su mano y lo admiro en silencio y agradezco. Mi corazón comenzó a hablarme otra vez.

__ ¿Qué pasa Pedro? __preguntó Guillermo viéndolo dar vueltas en la cama sin encontrar el sueño__. ¿EL asesino?

__ ¿Cuál de todos?
__Amorcito…
__Camila, Guille, Orestes y Marcial fueron por su lado a intentar convencerla de mudarse a su casa y no quiere, insiste en demostrar que puede sola, y no lo creo__ dijo abrumado, al fin colocándose de espaldas, cubriéndose los ojos con el antebrazo__. Me cuesta creer que estaba embarazada, y no me había dicho nada, me cuesta mentirles a mis hijos que su madre regresó a Chile por trabajo. ¿Cuánto podré? __Lo miró.

__Han hecho todos lo más que pueden, asegurar esa casa, me temo que no puedes obligarla a nada que no desee _respondió Guillermo atrayéndolo a su cuerpo.

__ Es que debería estar internada, Guille, esto no tuvo que suceder, pero yo ya no soy su esposo técnicamente, y ella está lúcida, solo Orestes podría librar una orden judicial.
__Pero no lo hará __ dijo con seguridad Guillermo__. Pedro, Orestes nunca superó la culpa de internar a la mamá de Camila, siempre pensó que de haberlo evitado ella estaría viva, no lo repetirá con Camila, olvídalo. Confiemos en que allí está segura, y en que se recupere como dice.

__Sola no puede, solo me consuela que me aceptó a Diego, es al único que quiere para hacer terapia o que la escuche __le informó a Guillermo__. Pero él está solo con dos hijos, tiene todo armado en Chile, no es que vendrá en un día, aunque la ha ayudado y la quiere mucho.

__ ¿Y a vos? __Guillermo no pudo disimular la nota de celos que bulló en la sangre, sabía que el muchacho era gay y gustaba de su Pedro.

__Guille, no, es solo mi amigo.
__Perdón amorcito, no puedo con mis demonios, me desubiqué, ahora solo importa que ella confía en él. ¿Cuándo crees que llegará?
__Me pidió un par de semanas, por ahora más que tener los teléfonos abiertos, y Orestes, Marcial y yo ir a diario no podemos hacer, lejos de querer ver a los chicos, al perder ese embarazo, menos desea verlos.
Guillermo lo miró y Pedro vio una tormenta en los ojos de color café.
__ ¿Qué?
__Que lo digas o no antes de mi llamado… equivocado, vivías en paz en Chile, que mi aparición causó un terremoto _ asumió acariciándole las mejillas con el dorso de los dedos y Pedro negó con la cabeza.

__Mi vida antes de ti era un matrimonio de fantasía con una mujer fría como el hielo, intentando cubrir su desamor con los chicos con el mío, de día repartido entre eso y casos como acá, de noche un tormento mayor sintiendo en sueños que hacía el amor con un hombre que pensaba era mi padre _ dijo en voz muy baja__. Nunca vuelvas a pensar o decir que el llamado fue equivocado, o que mi vida entonces era mejor, no te cuento lo que sucede para eso, amor. Lo de Camila ha sido complicado siempre,  y se tornó más complejo acá, porque nadie se animó a internarla a tiempo.

__Bueno, ahora solo queda esperar a Diego, y que él pueda ayudarla, confiemos en que salga, lo hizo una vez _ afirmó Guillermo sin asidero.

__Aquello fue diferente, o no, no sé. Si tan solo los chicos fueran más grandes.
__Como el mío, que me detesta pero no me importa porque sé que tarde o temprano se dará de bruces contra el paredón que es Ana y regresará arrepentido _dijo con una sonrisa que no llegó a la mirada.
__Antes de ti sollozaba en mis noches tristes cuando no te hacías presente, amainaba mi desolación en el vacío de tu ausencia, imploraba a mi soberbia que me permitiera buscarte, despojaba mi terquedad a los brazos prepotentes del orgullo, regresé de las tierras insensatas del infierno, cuando volviste tú, mi eterno hombre  de la noche, con tu luz sonríe mi soledad en la oscuridad donde habito, limpiando las penumbras que me atan sin piedad, seré tu fiel amante desvistiéndome en tus secretos donde tocaré lo místico de tus encantos, me haces volar en los sueños. Mis besos se adueñan de ti. Pienso en ti, muchas formas de pensarte.
No sabes lo que pienso, quiero decirte que pienso llenarte de besos, deja que te diga cosas tiernas al oído todo el año.
Siento que cada instante se vuelve eterno,  lentamente me prendo en tus besos, te doy toda mi pasión.
Quizá sería mejor comenzar a amarnos hasta el delirio, encontrarme de rodillas frente a ti ya no aguanto más.
Comprendes de plano estoy ansioso por besar tus labios que cerca están de mí.
Porque no lo he de decir, quiero aprender a gozar de tus labios teniéndolos cerca.
Robarte miles de besos, miro cómo te estremeces a estos besos más limpios y duros.  No dejas de humedecer mi boca, no dejas de mirarme con gran ilusión.  Me siento en el mismo cielo, delicioso sabor va por mi cuerpo.  Te tengo tu aroma exquisito en mí, me das toda la felicidad.
Me matas con tu cariño, así desesperado sigo,  mi boca suplica que abra tus labios de par en par.
Si supieras amor lo que me haces sentir,  lo más hermoso, es como una llama que me consume, algo quiere escapar dentro de mí.
Es muy fuerte, más fuerte que mi corazón,  se adueña de mí no me obedece.
Solo a los sentimientos…  no solo es cosa de besos, va más allá,  es entregarse por completo en un instante eterno.
Amor, pasión y deseo que abre tu alma, suaves son tus labios fuente del agua que da la vida.
Emoción excitante tus ojos brillan como nunca, mis besos están por toda tu piel y cuerpo.
Quisiera adorarte en mis entrañas. En las noches extinguirme en la sola quietud de tu fragancia, en los placeres de tu gracia, caminemos sin tu prisa, y  me contagie tu risa
donde vive sin pena la calma, y  los sinsabores y los desengaños, no sean obstáculo para amarnos.
Quiero emborracharme  de una alocada pasión y en el remanso de tus brazos desnudar mi alma para gozar un placer que sea de los dos,  que es amar con el corazón más allá de lo corporal, fundirnos en miradas para encontrarnos en vidas pasadas. Plasmar en sonrisas alegrías dormidas para que repiquen en risas festejando nuestra compañía.
 Murmurar en nuestros oídos palabras acarameladas para engolosinar nuestras vidas compartidas. Tentar a nuestras manos de caricias deseadas y descubrir que el corazón sin ellas se siente paralizado. Mientras nuestros labios se rozan buscando esa humedad para beber el néctar del amor crearemos sueños de romántica luz para guiar nuestros vuelos aleteando las alas del amor que son plumas calmas de los viento de la pasión. Porque sentiremos que somos prisioneros de nuestros corazones que se entrelazaron para amarse.
__Cuando te despiertes, yo estaré a tu lado aunque no esté. Cuando tu día se torne gris, yo lo pintaré de color con mi alegría. Cuando camines bajo la lluvia,  yo sujetaré un paraguas de ilusión. Cuando no encuentres la salida,  yo te guiaré para que estés convencido. Cuando no tengas fuerzas,  yo te prestaré las mías, ya que tú me las refuerzas. Cuando estés en el suelo, me pondré a tu lado para darte consuelo. Cuando no te sientas querido, yo te daré un abrazo que te dará la vida. Nunca caminarás solo,  porque cuando así tú te sientas,  yo estaré siempre junto a ti.

Voy descubriendo las miradas de tus deseos en mi piel. Me uno a tus pensamientos a tus sueños de fantasías. Quiero abrazarte con mis caricias llenar tu boca vacía de mis besos, ahogarme de pasión entre tus ojos delirando tu sagrado nombre.
Muero en una condena de placeres  que me curan el alma con tu querer, voy al cine de tus recuerdos borrando la película del pasado en tu vida.
Quiero empezar una nueva aventura en tu mar, navegar por tu piel dejando rastros de arenas al pasar, con mis  labios sedientos beber tu pasión que envenena a mis besos con tu amor.
Agonizo en tus caderas,  te hago vibrar la piel con mis movimientos sensuales  hasta que reviento de placer en ti  bañando tus olas, te emocionas y das un giro cubriendo mi piel con tus caricias.  ¡Nos besamos!  Me excitas tanto que no puedo contener mis gemidos y grito con fuerzas clavando mis uñas en tu piel nos fundimos en un solo ser que terminas por surcar mi espalda de tanta pasión que  te hago sentir.  Resbalas por ella en cada embestida, chocan nuestras carnes y crean un concierto con gemidos y clamores roncos, estamos al límite, el alivio estalla, lo contienes al máximo hasta que lo imposible triunfa, y nos tensamos en la parálisis y el derrame del placer.
Las primeras luces invaden el cuarto, después una madrugada secreta, donde yacen aún entrelazados, los cuerpos de los amantes, después de haber gozado de una noche  de locura y de pasión y donde se mezclaron los besos, las manos, las caricias, los suspiros  y el placer de hacer el amor, mas en esta madrugada, una inquietante calma, nos muestra la quietud de los amantes, bajo unas húmedas sábanas blancas, pero lentamente vuelven los roces, los labios se unen y los cuerpos comienzan a  encenderse en llamas nuevamente y los deseos van en aumento, los latidos se apresuran, el sudor vuelve a correr por las manos, las ansias y los deseos prohibidos, comienzan a controlarlo todo, los músculos se contraen, los susurros, los gritos y los gemidos, estallan al alba,  cuando vuelvo a hacerte mío, y una vez más,  mientras la vida se derrama, se unen nuestras almas por toda la eternidad… Amaneceré en tus sueños, seré yo quien estará en tus brazos, en vez de tu almohada, amaneceré en la comisura de tu boca, la llenaré de besos,  amaneceré a tu lado y escribiré poemas en tu piel, porque soy la fuente de tus deseos,  esos deseos de encuentros apasionados, amaneceré susurrándote al oído las palabras más dulces de amor, porque las palabras son como el viento, y se adentrarán en ti , cuando tu boca se seque soñando, beberás la miel de mis labios  y le dará saciedad a los  sueños, por eso mi amor sigue soñando, y mientras tu corazón vibra de emoción,  mi cuerpo se irá encendiendo, cual volcán en erupción,  al despertar esta sublime pasión y cuando amanezcas, despertarás bañado de mí, porque vivo y viviré en tus sueños, para que siempre me sueñes, aquí, junto muy junto a ti.

El silencio los envolvió por un rato que no midieron, que fue roto por Pedro.

Guille, debo sacar el perfil de nuestro asesino, nunca me pasó el dar tantas vueltas, iremos a ver al psiquiatra, siempre  dos o más opiniones en estos casos son válidas, no soporto que siga asesinando.
__Está bien, iremos, han pasado días de su llamada, y puede estar por surgir la próxima víctima.

__

En la mañana fueron con el psiquiatra buscando algún consejo, ayuda, algo.
Pareció alegrarse de verlos, les tendió la mano y les indicó que tomaran asiento frente a su escritorio, hizo una pausa para encender su pipa, recostado en su silla, manteniendo el equilibrio sobre las patas posteriores. Caía la tarde y el sol entraba por la ventana.

__He leído todos los artículos de sus amigos con sumo interés _aseveró__. Permítame que les transmita mis felicitaciones. Creo que están muy bien escritos.

Pedro asintió a manera de agradecimiento de parte de Daniel.
__Y bien __prosiguió__, ¿qué los trae por aquí? Bueno no necesita responderme, necesita más interpretaciones instantáneas. __Se rio.

__Solo quería conocer sus impresiones _respondió, Pedro__. Tal vez se le haya ocurrido algo: alguna pregunta que yo pueda hacerle al asesino para obtener más información acerca de él.

__Bien _ dijo el psiquiatra, dejando escapar el humo entre sus labios__, no creo que sea posible hacerlo estallar con una sola pregunta. En realidad, eso solo sucede en las películas: el gran descubrimiento, la revelación, la confesión sincera en un mundo de mentiras. __Negó con la cabeza__. Ojalá las cosas funcionaran así. No __insistió, dando otra calada a la pipa__, aun cuando se produce una revelación, una supuesta catarsis, habitualmente esta va acompañada de negación, un mecanismo mental para compensar la admisión que se acaba de hacer.
Siempre es un proceso lento. Pero no me malinterpreten_ hay victorias y días de progresos, si bien no se dan con tanta rapidez como uno quisiera. __Hizo una pausa__. De todos modos, al leer los artículos, especialmente el del otro día, en que se describía el asesinato de los ancianos, me dio la impresión de que están obteniendo del sujeto más información de la que necesita un periodista.

__No le entiendo _ dijo, Pedro__. Esas notas las tomé yo, porque en verdad llamó a casa. Él menciona una y otra vez un incidente que se produjo durante la  guerra, o en su adolescencia. Todo resulta muy confuso.

__ ¿Preferiría tratar con alguien totalmente sereno, racional, y servicial? La gente así, rara vez comete asesinatos en serie. Y, por cierto, tampoco llaman por teléfono para dar pistas a la prensa, al perito, a la policía, al público.
__De acuerdo __dijo, Pedro riendo. El doctor sonrió__. Saque usted las conclusiones por mí.

El psiquiatra reflexionó por un momento, haciendo girar la silla, de repente se detuvo y se volvió a mirar a la pareja.

__No creo que la situación haya cambiado mucho después de la primera vez que hablamos. El asesino se cree invulnerable pero, al mismo tiempo, proporciona pistas acerca de su identidad.
Una parte de él quiere que lo capturen, otra parte está fascinada con la idea de jugar con el mundo entero. Estas dos partes se mezclan en sus conversaciones porque están confundidas en su mente. Los motivos por los que disfruta con el acto de asesinar están, en su mayor parte, arraigados en su niñez. Una madre seductora, o tal vez algo peor, un padre que alternaba exigencias con castigos.
Una sensación de aislamiento, de alienación. ÉL crece con una furia implacable con su interior. Luego se alista en el ejército y aprende a matar.
 Dice: “Ya soy un buen tirador” o, en otras palabras: “Ya soy un asesino.” Sin embargo, tengo mis dudas Es un hombre inteligente.
 ¿Realmente estuvo en la guerra? ¿O acaso está aprovechándose de lo que leyó y de la culpa colectiva nacional para desviar la atención de los sentimientos que ya tenía, del curso que ya había tomado?
__Sus descripciones son muy precisas _lo interrumpió, Pedro__. Sus conocimientos de la guerra parecen muy reales, muy familiares.

__Casi demasiado, diría yo _observó el psiquiatra.

__Me cuesta creerlo.
__Claro que es solo una teoría, una posibilidad. Hay tantos indicios de que me equivoco como de que estoy en lo cierto. En realidad, en buena medida solo estoy lanzando hipótesis.  La función del psiquiatra no es hacer predicciones.
__El pasado es el prólogo __dijo Pedro, citando a Shakespeare.

El doctor rio.
__Touché.  __Se quedó pensando por un instante__. Supongamos que él dice la verdad, que realmente hubo un incidente. Le advierto algo, tenga cuidado, porque lo que es verdad para un psicópata no es necesariamente cierto para un ser normal, menos para un periodista como su amigo. Yo sospecharía que ese incidente guarda relación con alguna experiencia que tuvo aquí, de niño. __Agitó la mano__. Lo sé, lo sé, la gente que lee un periódico no quiere saber nada  de la latencia ni de las fases ni de ningún otro concepto relacionado con la preadolescencia, que es la piedra angular de nuestra profesión. Pero si se escarba en ella, ayuda.

Creo que para él no es más que un juego. Sigo pensando que no lo atraparán, por más información que les proporcione.

__Sigue siendo pesimista _dijo, Pedro.

Se echó a reír.
__Eso forma parte de la profesión y lo sabe doctor.

Pedro le pidió opinión sobre lo que habían visto en la calle: preocupación, miedo, actitud desafiante…
__Creo que la gente continuará temiendo a este hombre. En cuanto a si puede tratarse de síntomas de histeria… ¿quién sabe? Un colega me ha contado que uno de sus pacientes no habla de otra cosa, hora tras hora. Sospecho que eso es la excepción, más que la regla. Y no subestime la capacidad de la gente para hacer caso omiso de aquello que tiene delante.
¿Ha leído a Poe?
Pedro asintió.

__La máscara de la muerte roja. Muy adecuado, bailar mientras la muerte entra en el salón. __Se puso de pie y se dirigió a la ventana__.  En grandes ciudades la gente tiene probabilidades múltiples parea evadirse. En una ciudad así resulta más difícil creerse la muerte como la de esos ancianos, creer que bajo el sol en el Bosque de Palermo, por ejemplo, acecha algo malo. Bueno, no me malinterpreten, vaya donde vaya, verá temor.  Usted libreta y computadora en mano se lo recuerda a la gente. ¿Pero realmente podemos comprender lo que hay allí fuera? No lo sé.

Debo de estar envejeciendo pues hablo demasiado, perdóneme. __Volvimos a estrecharle la mano__. Todo esto me interesa mucho _ afirmó__. Aquí estaré si me necesitan.

Durante casi dos semanas, no tuvimos noticias del asesino.
El tiempo transcurría con lentitud infinita, segundo a segundo, estábamos seguros de que volvería a actuar pronto y cada minuto parecía interminable. El caso es que solo se registraban delitos comunes.
Durante ese tiempo estuvimos en contacto con Malvárez  y Jésica a diario, y Daniel desarrolló artículos a través de la información de ellos. A veces se mostraban abiertos, otras circunspectos, hablaban de algunas de las áreas de investigación, de pruebas balísticas, de pesquisas en las armerías para averiguar quién había comprado armas de grueso calibre en los últimos meses, pero se mostraron reacios a tocar el tema de la investigación de registros del ejército. Sospechamos que habían encontrado pistas nuevas, que incluso habían obtenido nombres pero no deseaban decirlo, ni siquiera el teniente en homicidios quiso develar algo nuevo.

Decidieron dejar de depender tanto de la policía y que Pedro intentara trazar el perfil del asesino en base a las cintas y notas de las conversaciones.
Cerca del fin de la segunda semana, casi llegaron a pensar que la pesadilla había terminado, que el asesino se había marchado.
Una mañana el jefe de redacción de Daniel admitió que le preocupaba que el periódico estuviese manteniendo el clima de temor con los artículos diarios y los progresos de la policía.

__Aparquemos el tema _ dijo__ hasta estar seguros de que el sujeto sigue por aquí.

Como estaba vuelto hacia la ventana, la voz llegó amortiguada no obstante se reconocía que estaba indeciso. Se podía argumentar que, al continuar con los artículos, tal vez se evitaría que se cometieran más asesinatos, que el asesino pareciera reaccionar con mayor violencia a la falta de noticias que al flujo constante de ellas. Cada vez que el flujo se reducía, él actuaba al menos, eso decía. El jefe de redacción estuvo de acuerdo en que eso ponía al periódico en una situación compleja, pero añadió que no se podía permitir que un demente tomase las decisiones.

__Está bien _ cedió, Nicolás__, veremos qué pasa.

En cuanto al grupo, no creía que el asesino hubiese desaparecido sino que intuía que no estaba lejos.

El perfil constaba de una serie de notas, un retrato robot para uso particular.
__Pedro, quiero verlo.
__Hijo único. Maltratado. Humillado. ¿Seducido?
En un mapa ubiqué el sitio que describe, intento imaginarlo, el río, la llanura que se extiende desde sus orillas hacia el interior, con campos sembrados cuyas plantas crecen hacia el sol, hacia el cielo.
La ciudad. El ejército. La guerra. El incidente.

__ ¿Cuál era el incidente? __preguntó, Guillermo, Pedro consultó las notas.

 __La muchacha que corría desnuda hacia la cámara huyendo de los bombardeos, con la boca abierta en un gesto de terror, la expresión vacía de muerte en el rostro del nativo en el microsegundo en que su cabeza estallaba al recibir la bala disparada por el jefe de milicia.
¿A qué accidente aludía el asesino? ¿Qué había hecho él?

Edad. De veinticinco a treinta años.
Pasó una temporada en un hospital de veteranos.
Ojos grises.

__ ¿Habrá dicho la verdad? __ acotó, Guillermo__. ¿Qué es la realidad? ¿Qué es la ficción? Eso dijo por teléfono.

Al final de la segunda semana, el teléfono sonó cuando Pedro salía de la ducha, oyó que Guillermo lo atendía. Agarró una toalla y comenzó a secarse a toda prisa. Guillermo abrió la puerta, tenía los ojos muy abiertos.

__Es él _ dijo__. Estoy seguro. Ha vacilado por un momento cuando he contestado y luego ha preguntado por vos. Está esperando.

 Pedro se puso una bata, se frotó  ligeramente la cabeza con la toalla. Cuando levantó el auricular, aún se notaba la espalda mojada.

__Ese debe de ser su novio _ dijo la voz__. Parece simpático.

__ ¿Dónde ha estado? Han pasado casi dos semanas.
__Aquí y allá _ respondió__. En el centro, en los suburbios, por toda la ciudad.

“Dígale a la policía que siga revisando esos registros. Conocen el dato de los ojos grises, qué más. Ah, sí, lo de buena puntería, la medalla que obtuve. Dígales que investiguen eso, reducirán un poco el campo de búsqueda. La diligencia tiene su recompensa, recuérdeles eso. __Titubeó de nuevo__. Pero eso no les servirá de nada. __Una pausa__. Jamás me atraparán. Por más que yo les ayude. __Otro silencio__. Usted debe de estar ansioso por poner manos a la obra _ dijo el asesino__. Bien, aquí tiene trabajo. Número cuatro”.

__ ¿Dónde?
__Hacia el oeste. Es una zona maravillosa, tranquila, abierta, desierta. Allí  se puede pensar, no hay más sonidos que los de los animales y algún que otro avión que pasa. Al salir de la autopista, avance unos cinco Kilómetros. Hacia la izquierda verá un camino de tierra, tómelo y siga recto un kilómetro. Deténgase y camine unos cien metros por entre los arbustos. Hallará un claro. Más vale que se dé prisa, porque le espera una sorpresa.
Y entonces colgó.
Solo eran las siete de la mañana.

__Ha vuelto a matar, Guille, vamos _dijo Pedro.

__ ¿Y los demás?
__Llamaremos por el camino, o tal vez lo hizo, no lo dijo, pero dijo que me diera prisa.

Malvárez no tardó en contestar, y Guillermo lo imaginó del otro lado, con el rostro crispado de furia, enrojecido hasta la base del cuello.
__ ¿Otra vez? _ preguntó, como si tuviese un presentimiento, en cuanto atendió el llamado.

_Por la zona oeste __Pedro le dictó las coordenadas__. Ha dicho que había una sorpresa. Además de lo que sabemos, el número cuatro.

__ ¿A qué se refiere con la sorpresa?
__ ¿Cómo quiere que lo sepamos? Él juega con nosotros tanto como con ustedes _vociferó, Guillermo.

__Es una zona muy extensa _protestó Jésica, pero Guillermo le cortó__. Mejor escuchen ustedes mismos.

Rebobinó la cinta de la grabadora que la policía había conectado al teléfono de ellos. Luego colocó el micrófono del auricular al teléfono contra el altavoz y reprodujo la grabación para que ellos oyeran,  las palabras del asesino llenaron el habitáculo, y terminó en lo que pareció solo un segundo.

__ ¿Lo has entendido? __preguntó, Guillermo a Malvárez.

__Hijo de perra _ masculló __. Maldito hijo de perra, se cree dios, pero lo atraparé, y lo haré yo mismo. __Cambió el tono de voz__. Gracias por llamar. Nos vemos allí.

Guillermo marcó el número de la redacción para dar aviso al otro componente del equipo
__
La sorpresa del asesino, fue un acto de extraordinaria crueldad.
Provocó una ira generalizada por toda la ciudad y, al mismo tiempo, aumentó el temor que estaba ya tan extendido. Por primera vez, la gente comenzó a formar grupos, y se organizaban por patrullas. La publicidad del caso también estalló.
Pedro condujo sorteando obstáculos para ir a prisa, hasta que un coche policial los adelantó y oyeron las primeras sirenas, detrás venía una ambulancia ululando las sirenas, segundos más tarde, vieron una docena de automóviles camuflados aparcados desordenadamente al costado del camino. Vieron a tres hombres del equipo de rescate bajar de la ambulancia con la camilla, uno de ellos llevaba el maletín de médico. Los agentes uniformados seguían al equipo de rescate por la ciénaga.
El terreno era un lodazal, y resbalaban al correr. Los arbustos parecían extender sus ramas para hacerlos tropezar. A cada lado del sendero había pantanos, todos avanzaron por la única franja de terreno relativamente seca. Más adelante hallaron una pequeña isla, un trozo de tierra firme donde estaba reunido el primer grupo de policías y desde donde llegó el primer grito.

Era un chillido inarticulado, agudo, que reflejaba soledad y desesperación, cuando se aproximaban uno de los oficiales quiso interponerse, el fotógrafo ya usaba un telescopio.
__Allá _ dijo, enfocando con la cámara.

Siguiendo la dirección vieron un cuerpo inclinado hacia delante cubierto a medias por el follaje,  y un solo agente junto a él en actitud de protegerlo. Pero los ojos del policía estaban puestos en la multitud del personal de rescate y otros agentes que estaban cerca. Divisaron una especie de cobertizo tosco e improvisado, y de nuevo el llanto desgarrador traspasó el calor de la mañana.
__Dios mío _ exclamó el fotógrafo, bajando la cámara__ es una criatura.

Los policías retrocedieron y se dieron palmadas, se estrechaban las manos. Los tres hombres del equipo de rescate dieron media vuelta y regresaron a la carrera hacia el sendero atestado de periodistas. El que iba al frente llevaba al bebé en brazos, envuelto en una manta tosca, estrechándolo contra su traje amarillo. El hombre sonreía y le hablaba con suavidad, escudándolo de cámaras y luces.

__ ¿Qué edad tiene?
__Un año, tal vez.
__ ¿Está herido?
__Es niña, y creo que solo sufre los efectos de la exposición a la intemperie.

Continuó abriéndose paso entre el gentío hacia la ambulancia, susurrándole a la criatura.
Guillermo y Pedro se resignaron a que la policía no los dejase llegar al escenario del crimen, solo pasó Miller con los inspectores, la buena noticia es que se supo que la niña estaba a salvo.
Pedro se coló con los técnicos del laboratorio criminológico junto al forense que ya conocía para registrar el área, el asistente del forense se ocupaba del cuerpo, la cuarta bolsa negra que se veía subir a una ambulancia.
Finalmente los inspectores  llegaron a informar a la prensa. Aparentemente el bebé y la víctima (una mujer de veinticinco a treinta años) habían permanecido junto al asesino en ese claro durante uno o dos días. Había residuos que indicaban, que habían comido varias veces.
Malvárez asintió, cuando Guillermo le preguntó por el modo de muerte, la víctima tenía las manos atadas con el mismo tipo de nudo que usaron para construir el pequeño refugio, algo improvisado para proteger a la niña del sol, y la mujer, tenía una herida de bala en la nuca.

__ ¿Qué clase de persona abandonaría así a un bebé luego de ejecutar a su madre? __preguntó un periodista.

Estaba claro, que era la pregunta que todos se hacían.

CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.








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