sábado, 29 de abril de 2017

PROHIBIDO. CAPÍTULO VEINTIDÓS.





"PROHIBIDO".

CAPÍTULO VEINTIDÓS.

Misiones. Sábado 20 de octubre de 2016. 20.00 horas.

"Más tarde será demasiado tarde. Nuestra vida es ahora."
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*Jacques Prèvert (Francia, 1900-1977).
Julio Cortázar /Rayuela cap. 1.
"Y mira que apenas nos conocíamos y ya la vida urdía lo necesario para desencontrarnos minuciosamente. Como no sabías disimular me di cuenta en seguida de que para verte como yo quería era necesario empezar por cerrar los ojos, y entonces primero cosas como estrellas amarillas (moviéndose en una jalea de terciopelo), luego saltos rojos del humor y de las horas, ingreso paulatino en un mundo - Maga que era la torpeza y la confusión pero también helechos con la firma de la arena Klee, el circo Miró, los espejos de ceniza Vieira da Silva, un mundo donde te movías como un caballo de ajedrez que se moviera como una torre que se moviera como un alfil. Y entonces en esos días íbamos a los cine-clubs a ver películas mudas, porque yo con mi cultura, no es cierto, y vos pobrecita no entendías absolutamente nada de esa estridencia amarilla convulsa previa a tu nacimiento, esa emulsión estriada donde corrían los muertos; pero de repente pasaba por ahí Harold Lloyd y entonces te sacudías el agua del sueño y al final te convencías de que todo había estado muy bien, y que Pabst y que Fritz Lang. Me hartabas un poco con tu manía de perfección, con tus zapatos rotos, con tu negativa a aceptar lo aceptable. Comíamos hamburgers en el Carrefour de l'Odeon, y nos íbamos en bicicleta a Montparnasse, a cualquier hotel a cualquier almohada. Pero otras veces seguíamos hasta la Porte d'Orleans, conocíamos cada vez mejor la zona de terrenos baldíos que hay más allá del Boulevard Jourdan, donde a veces a medianoche se reunían los del club de la Serpiente pare hablar con un vidente ciego, paradoja estimulante. Dejábamos las bicicletas en la calle y nos internábamos de a poco, parándonos a mirar el cielo porque esa es una de las pocas zonas de París donde el cielo vale más que la sierra. Sentados en un montón de basuras fumábamos un rato, y la Maga me acariciaba el pelo o canturreaba melodías ni siquiera inventadas, melopeyas absurdas cortadas por suspiros o recuerdos. Yo aprovechaba para pensar en cosas inútiles, método que había empezado a practicar años atrás en un hospital y que cada vez me parecía más fecundo y necesario."


Guille...
…¿Qué más supo? Dímelo.
… Al parecer al descubrirlo, le obligarían a  salir del sitio para que al llegar no lo encontraras, lo enviarían de misionero a la selva, eso debe haberlo desesperado, por ello debe haber tomado esa decisión.
… No puede ser cierto, no. Cielito, no. Sé que vives, es mentira esto, despertaré y me iluminará tu sonrisa, es una pesadilla, me esperas, espérame, lo sé, vives para mí.

“El taxi que contratamos en Posadas al descender del vuelo pareciera andar a ese pueblo perdido en cámara lenta, pese a ser sólo 100 Km. me parecen mil.
No sé con qué nos encontraremos, estoy dispuso a voltear paredes si esa iglesia donde encerraron a Pedro estuviera cerrada, desconfío hasta de Jorge, casi prefiero que no haya llegado antes.
El dolor en el pecho va y viene, Beto me lee, intento disimularlo. No quise hacerme ver en Posadas, necesito encontrar a Pedro, quizá a ese chico que intentó ayudarnos, a los padres, porque quiero pensar que si algo sucedió ahora sí fueron avisados. Yo mismo no pude, no hasta no ver lo sucedido.
Mi hijo me desprecia por amar a un cura, se quedó con Ana, yo apenas me alcancé a mudar sin sentir el ambiente mío,  en el estudio así no le sirvo a nadie, quiero matar a Juan y a Matías que iniciaron la denuncia, y ahora nada de ello importa, tan sólo encontrar a Pedro… vivo.
Con sus fríos labios la nostalgia me envuelve, el alma me acaricia y los aires del miedo mi piel recorren, como lluvia de rocío llega a mi corazón que ama y sufre. Invade mi cuerpo y mi mente la ausencia, tu concebir  logra tocar mi esencia,  que está ensimismada, mi corazón emite susurros y sollozos, llora mi alma  las crueles infamias, hierven tus recuerdos en mi sangre, habita mis sentidos el silencio  absoluto y lagrimoso, el tiempo incierto se expresa fluctuante.
Mis  lamentos llegan a tu pensamiento, sin ruego enlazo  mi camino a tu andar, siento tu sentimiento acechar, te presiento por doquier...llegas, el aroma  te trae... tus labios besan, entonces  olvido las miserias de los hombres, las mentiras, tu lacerante despego omito y con ganas te sueño. Amarte es un suplicio, duele este amor,  pero te elijo entre miles y te amo, te amé casi sin verte, apenas al presentirte en esa capilla, no me separarán de vos, ni siquiera el mismo Dios. Deja que la luz de tu ser  me inunde de placer en un instante que perdure por siempre en esta batalla constante de nuestros cuerpos amándose.
En cada suspiro, en cada latido  te estremeces  y en momentos te desvaneces  al sentir mi presencia que te ama con impaciencia  dominando tus sentidos aumentando tus latidos.
Al recorrer tu cuerpo con la delicadeza de un beso  tocamos el firmamento más allá del universo, consumiéndonos en este fuego que emana de nuestros cuerpos perdidos en caricias y desbordando pasiones infinitas. Fundidos en la inmensidad de este amor hasta la posteridad”.

…Guille, llegamos, ¿estás bien? __ interrogó Alberto mirándome en escrutinio severo, asentí sin palabras, cuando vi que pagó, ya estaba fuera del coche.

No le dije que las piernas apenas me sostenían, con la mirada fija en esa espantosa casona de paredes de piedra, se me antojó que era una prisión más  que casa divina, y cuando llegamos al portón de madera, estaba terminando la misa, pudimos colarnos al interior.
Me cuesta creer que confinaron a mi amor a este lugar, el pueblo si existe, son apenas diez luces que moteaban la oscuridad de la noche sin luna, la capilla es tan pequeña y austera que parece un galpón, sólo con un pequeño altar con una cruz, allí está el sacerdote, el enemigo invisible, el culpable quizá de lo que puede haber hecho mi amor.

… Beto, ve a decirle que necesitamos hablar, me quedaré en un banco hasta que salga la gente y cierren, pero no quiero que se escabulla, o no sabremos nada hasta la mañana, ni siquiera imagino que en este sitio exista un hotel, aunque puedo llamar a Felipe, no creo que pueda alojarnos.
.. Voy, no te muevas demasiado. Guille, por favor, trata de mantener la calma, digan lo que digan, no estás bien, piensa que tienes un hijo, que entenderá más adelante este amor, no puedes morirte ahora.
… Estoy muerto sin él, Beto, ve, por favor, dile a ese tipo, que necesito hablar con el superior si no es él.

“Minutos más tarde, en el despacho, dos sacerdotes esperaban en unas sillas de madera, detrás de una mesa de igual material, Guillermo trémulo se acercó sostenido por Alberto”.

…¿Dónde está, Pedro Beggio? __ dije intentando mantener la calma, aun ante la mirada severa de los curas.

… Muerto, al menos para nosotros, usted lo mató, Graziani __ lanzó el sacerdote mayor, el corazón me dio un vuelco, escalofríos recorrieron la espalda, el sudor helado me empapaba, lágrimas independientes surcaron el rostro.

… No es verdad. ¿Qué quiere decir con… que está muerto para ustedes?
… Para nosotros y para Dios, lo llevó a cometer los peores pecados, Dr., a… traicionar su matrimonio con Dios, con… usted, y luego a negarse a la vida con tal de no dejarlo de ver.
… Miente, Pedro no se suicidaría jamás, el amor que nos une  lo mantendría en pie.
… ¡No hable así! __ gritó el sacerdote mayor __. Respete la casa de Dios. __ Ni lo oportunidad de amar a una mujer le dio, al menos su juicio hubiese sido menor.

… Me importa una mierda la casa de su Dios, díganme cómo encontrar a Pedro. ¿Qué hicieron con Pedro? __ grité a la par,  dando un puñete a la mesa, Beto me sostuvo por los hombros.

… Calma, Guille, espera.
…No mentimos, y lo que digo, es que apenas sucedió lo último, se enteró el Arzobispo, en cualquier momento será notificada la dispensa, Pedro fue expulsado de la institución, el suicidio no se perdona como tampoco amar a un hombre, Graziani. Usted lo empujó a ambas cosas, lo mató __ espetó furioso.

… Pedro está vivo __ me incorporé vociferando __. A mí no puede engañarme, lo siento latir… vivo.

¿Ahora le otorgan la dispensa de emergencia?
¿Para evitar el escándalo de que al tenerlo preso o echarlo a la selva se sepa que quiso morir?
….! Basta, Graziani! Váyase.
Pedro no está acá. Cuando se le llevó la cena a su celda, porque no podía salir gracias a los contactos que estableció con usted, tomó un cuchillo, y se lo clavó en el cuello. Cuando fue el hermano a retirar la bandeja, agonizaba en un charco de sangre.
…. ¡No es verdad! Está mintiendo.  __El dolor lacerante me atravesó en medio del pecho, imaginé a mi amor en el piso frío, en un mar de su propia sangre, sentí que pese a todo, el cura no estaba mintiendo, tenía que verlo, que aferrarlo a la vida, me daba vuelta el techo, las piernas se doblaban, parpadeé intentando no perder el conocimiento, agradecí los brazos de Beto como pilares, el rostro se anegó en agua, bebí mi sal, la sentí con el sabor a la sangre de Pedro. No pude  construir las palabras, Beto lo hizo por mí sin dejar de sostenerme, me dejé caer en la silla, la losa se deslizaba de nuevo en el pecho, no podía morir sin verlo, sin saber de él.

… ¿Murió? __ dijo Beto en un hilo inusitado para su porte.

… Quizá ahora haya muerto, de acá salió agonizando, no hay demasiados medios para la sangre que había perdido.
Si quieren saber de él, en esta misma calle tomando a la derecha, a dos cuadras encontrarán la sala, no tenemos hospital, sus padres llegaron en el vuelo anterior, si no estuvieran allí, deben haber dispuesto el traslado. No podemos decirles nada más, ya no es nuestro, su familia recibirá en horas la notificación de la dispensa emergente desde el obispado.
Si murió, el alma de Pedro no descansará jamás, Graziani, si es que puede ser perdonado por alguien aunque no muera.
Las pocas cosas que tenía, se las dimos a sus padres, pero hay algo que le pertenece, estaba debajo del colchón.
…¿Qué? __ interrogué aturdido, entonces vi que del cajón de la mesa, el cura sacaba un cuaderno.

… Por meses en Bs. As., y luego acá, pensábamos que Pedro estaba escribiendo una novela, es lo que nos hizo creer, sin embargo, apenas abrir esto, se ve que es un diario, donde sólo le habla a usted, tómelo, y váyase.__ Lo deslizó hacia mí, con las manos trémulas lo  acaricié como si fueran sus manos, lo llevé al rostro, estaba su aroma, sé que los miré con odio, pero necesitaba dar con Pedro, sin saludar siquiera,  me dejé conducir por Alberto.

Mientras caminábamos hacia esa sala o centro de salud, me sentía flotando, ingrávido. Había oído las palabras siniestras, mas no alcanzaba a comprenderlas. Todavía no. Me aferré al diario, que parecía latir contra mi pecho, a la vida de Pedro, desalojando las imágenes de antes, de sentirlo sin vida, inundado en su sangre. Creo que en un momento, imploré con la mirada que dijeran que era todo mentira. Pero no lo era, al menos no el hecho.
Las palabras últimas resonaron en eco.

“No podía vivir con lo que había hecho… No se vio capaz de dejar la Iglesia, de traicionar a las almas que confiaron en él, menos a Dios, tampoco de hacer frente a las exigencias de usted.
Prefirió quitarse la vida sabiendo la condena, antes de hacer lo que usted quería. Asúmalo, prefirió morir antes que abandonar a Dios, Graziani, a quien amaba más que a usted, cometió un pecado que se aunó al otro, y arderá eternamente en el infierno… usted vivirá con ese peso en la conciencia el resto de su vida miserable”.
Sé que me quedé paralizado, mirando fijamente a los interlocutores, el tiempo pareció haberse detenido, mis ojos se negaban a creer lo que acababan de decir, y casi se me fue la vida por entero, cuando Beto me sostuvo, sólo pensé que Pedro no me había abandonado, no podría dejarme solo en otro plano, y por ello sigo respirando, sin dejarme ir a los misericordiosos brazos de la oscuridad, aunque aparecen como en flashes diabólicos  imágenes de él, en el piso… inerte,  en el charco de sangre que rápidamente se extiende en torno a su bello cuerpo”.

…El Sr. Pedro Beggio, ¿se encuentra acá? __ interrogó Alberto a la enfermera, recepcionista, todo a la vez que estaba en medio de almas dolientes en una pequeña sala, donde gemidos y quejidos, aumentaban el desasosiego.

… No. El… Pedro Beggio, llegó demasiado grave, apenas pudimos detener la hemorragia, y fue trasladado por una avioneta contratada por el padre, entendemos que a Posadas.
… ¿Cómo?
¿A qué hora sucedió todo?
… Por lo que tenemos registrado,  a las 18.00 horas aproximadamente atentó contra su vida, cortó la vena yugular, si hubiese tocado la arteria,  habría muerto en instantes, estaba en shock, por falta de sangre, el papá vino casi a la hora, estaban suturándolo, apenas teníamos un dador, un muchacho que dijo ser amigo, él donó la sangre que pasamos acá, pero me temo que fue insuficiente.
… ¿Cuántos hospitales hay en Posadas? Supongo que pidieron lugar desde acá.
… En principio fue al estatal, no sabemos si quedaría allí, si llegaría con vida, si los padres lo  trasladarían a algún sitio privado. Por su estado, pareciera poco probable que pudiera llegar vivo a Bs. As.
Siento que no puedan ver al médico, tenemos sólo uno, está ocupado, pero vayan a Posadas, si está en el hospital público, lo localizarán, al menos les dirán.
… Acabamos de llegar de allí  __ dijo Alberto apesadumbrado, yo musité un gracias porque al darme vuelta, vi al chico acercarse llorando, supe que era Felipe, creo que él al verme lo mismo sintió, porque se apresuró a llegar a mis brazos, lo acuné como si fuera mi Pedro, sollozaba en llanto copioso, se sacudía como si tuviera epilepsia, la gente miraba de soslayo, como si Pedro ya fuese algo vergonzoso.

… ¿Felipe? __ hablé pero a la vez era consciente de un aullido agudo distante, de un sonido interminable que era un lamento,  que recordaba a los gritos agonizantes de mi propio espíritu, quizá el mismo que sintiera Pedro, el de alguna ambulancia que lo trasladara al Hospital. Beto estaba llamando ya a un taxi.

… Guillermo, es usted, es mi culpa, nos escucharon hablando luego de que lo llamé.
¿Puedo ir con ustedes? Por favor, déjenme acompañarlos, doné sangre, pero no me dejaron dar más, los padres se lo llevaron por suerte apenas llegar, debe estar ya en Posadas, conozco dónde.
… Sí, ven, en el coche me contarás todo, gracias, lindo, tenemos que ser fuertes, Pedro no  morirá, no se puede morir, ven.
Al Hospital de Posadas, rápido por favor.
Dime, Felipe.
… Nada, es que cuando regresé, pensábamos que no lo vigilaban, Pedro me enseñaba a leer y a escribir, es mi amigo, estaba triste, supe que no deseaba estar allí, y le ofrecí contactarlo con alguien, entonces supe que era con usted que deseaba estar.
Quise comprarle un celular liberado, pero no pude, lo llamé de un teléfono público, pero… al regresar pensé que nadie me había seguido, sin embargo escucharon cuando le conté. El padre mayor  me echó, me sacó de la celda, pero no supo que me escondí detrás de un árbol, Pedro lloraba, él hablaba fuerte, entonces supe que le enviarían a la mañana a la selva, como misionero sin sitio donde anclar, para que nunca ya lo encontrara, él se negaba, pedía la dispensa, pero fueron implacables.
Lo encerraron con llave, y presentí que antes que irse, pasaría otra cosa, me quedé cerca, por ello fui el primero en saberlo todo, y pude seguirlo corriendo, y donarle mi sangre.
… Hijos de mil putas, ellos lo mataron… ellos. No fue por mí que lo hizo, fue para que no lo echaran en medio de la selva.
… Así fue, Guillermo. Lea el diario, Pedro pasaba horas escribiendo a escondidas para usted allí, es suyo y de él. En una hora y algo llegaremos, no pude verlo cuando salió, estaba mareado aún en un box de la sala, pero oí a la ambulancia, supe que iba al helipuerto privado.
Si no llegaban los padres, estaría muerto, si es que vive.

“Nos mantuvimos abrazados, Beto iba delante, mientras las lágrimas resbalaban por las mejillas, el día era triste, como lo que habían reflejado las miradas, un sentimiento que jamás ninguno de nosotros olvidaría, me sentí muy unido a Felipe, casi más que a Fabián en este momento de mi vida, tan pequeño y tan comprensivo, lejos del sentir de mi hijo”.

.. Guillermo __ me miró__. Yo entiendo el amor de ustedes, no juzgo como ellos, soy medio analfabeto, pobre, pero el alma de Pedro es pura, es mentira lo que ellos dicen.

… ¿Tu familia sabe dónde estás?
… Sí, igual lo quieren mucho a él, y apenas entro en casa, somos muchos en una habitación, es casi un alivio que falte alguno. Me encantaría irme con ustedes, poder estudiar con Pedro,  trabajar de lo que sea allá, en la ciudad.

“De pronto una idea loca cruzó por mi mente, lo mantuve abrazado, y tomé el diario, mientras le besaba la coronilla, creo que se durmió.

Mi lindo, temías que nunca llegara a mis manos, dices que en Bs. As. no pudiste dármelo, acá quizá lo dejaste adrede.
No puedo leer cada hoja, la niebla me tapa los ojos, el agua los anteojos, apenas logro ver que cuentas de tus nervios en aquellos primeros encuentros clandestinos, de cuánto me amas y me sueñas, de la pasión que sentiste en aquella primera vez en el departamento, del anhelo de algún día tener uno propio, para ambos, todo está acá, incluida la vida que íbamos a compartir.
¿Qué sucedió al separarnos?
Seguramente allí  comenzaron las dudas, doy vuelta la página y veo tu letra, voy al final y me estremezco, es la última nota, donde explicas el porqué del suicidio, entonces es verdad.
La contemplé con los ojos anegados, y ya no pude más”.

…Guille,  ¿te leo? __ asentí y le pasé el diario a Beto, que tenía los ojos rojos.

..Me siento tan extraño al pensar que Pedro quizá hace dos horas lo tuvo en sus manos, quizá esa parte la escribió antes de…, Beto si llegara a morir, lo único que me quedará, serán letras escritas por sus dedos allí, y un cúmulo de recuerdos. Lee, por favor.

…”Guille, no sé bien qué decir ni por dónde empezar esto, menos si llegará a tus manos, como raudo llegó el anónimo al padre Manuel en Bs. As. sospecho que de Matías.
Siempre he sido consciente de mi debilidad, de mis defectos, de las muchas personas a las que he decepcionado… como a mis padres cuando rechacé lo que me daban, entonces me condené sin darme cuenta, quizá éste sea mi castigo.
Tal vez sea cierto que ni siquiera mis padres en silencio me perdonaron aquello, el entrar al seminario contra todo y contra todos.
He decepcionado desde entonces a todo el mundo, a personas que confiaron, que me querían, que me conocían, que contaban conmigo, quizá en el fondo supe que sería gay, que más daño les haría, tal vez fuera la razón de ingresar al seminario”.

… Para, Beto para, se me desgarra el corazón al oír esas palabras, él pensó siempre que decepcionaría a todos, casi puedo escucharlo, y quisiera decirle que no es culpable, que se equivocaba, convencerlo de que se quedara en el mundo, si hubiera estado a su lado aquella noche cuando lo descubrieron, todo hubiese sido diferente, jamás hubiera permitido que me lo arrancaran de mis brazos, ojalá me hubiese dicho todo lo que pensaba aquella última tarde, lo que podían llegar a hacerle cada vez que se arriesgaba si lo descubrían, no pensé que llegaran a esto. Sigue.
…”Si no los hubiese decepcionado a mis padres, o si hubiese sido importante en sus vidas, no  habrían permitido mi huida del mundo, pero entonces creo que ya no contaban conmigo, porque de hecho jamás estuve con y para ellos.
Cuando ingresé al colegio, los hermanos me dieron la fe, el afecto que pensé que ellos no, las oportunidades, la comprensión que necesitaba. Tenían tanta fe en mí que me perdonaban todo, sí, es verdad que llegué a esto porque siempre confiaron en mí, demasiado, y sé que me querían mucho, como también sé lo mucho que nos amamos tú y yo.
Estas son las únicas verdades de mi vida, las  bendiciones a las que me aferré en el encierro, e incluso ahora, en mis horas más oscuras.
Mi amor, durante todo el tiempo estuve solicitando la dispensa, hoy dudo si mis cartas fueron enviadas a Bs. As., cuando supe que las horas se detenían a la distancia, apareció Felipe, una luz en mi vida, mi único amigo, me lo dio todo, la oportunidad de hacerte saber que estaba intentándolo, sobrevivir y salir, pero todo salió mal, nos descubrieron, me impiden  volver a verlo, me echan hacia la reserva, ya no podré enviar siquiera los pedidos.
Ingresé al sacerdocio por ellos, por mis hermanos del colegio, y del seminario después, sabía que era la mayor alegría que podría darles, a la vez ellos a mí cuando renegaba del mundo de mis padres. Ellos no querían otra cosa que a mí, mientras mis padres casi no me conocían, o quizá yo a ellos, entonces les di mi alma y mi vida, pensando que si hacía algo bueno con ellos, Dios me perdonaría lo malo que le hice a mis padres, Guille, algo jamás te confesé, tiemblo al intentarlo, no tuve tiempo creo, pero mis padres me culparon de no haber salvado a mi hermano, tuve un hermano alguna vez, era un año mayor que yo, se ahogó mientras nadábamos en el mar, no pude arrastrarlo hacia la playa, te juro que no pude, pero jamás dejé de sentir la culpa, porque él entró por mí, yo fui el que se arriesgó, y al fin me salvé, en tanto a él lo vi luchando con las olas, batiendo los brazos, mirarme por última vez, antes de ser devorado por la profundidad, lo vi morir, nadé, te juro que llegué a tomarle la mano, es sólo que no pude, el mar me ganó, pero no me lo perdoné, y mis padres creo que tampoco lo hicieron, por eso me aislé, me aferré a la Biblia, luego a Dios.
Fui feliz durante mucho tiempo, Guille. Me sentía bien en la casa de Dios, haciendo más de lo que me parecía correcto, trabajando, ayudando a los que podía. Me gustaba la idea de haber entregado la vida por mi hermanito… hasta el día del casamiento de Beto, hasta que te conocí, por ti comprendí lo mucho que necesitaba recuperar la vida, regresar al mundo. Desde el primer día y desde el primer sueño, no deseé otra cosa que salir y ser tu esposo, tu amante, tu amigo. Sólo deseaba esas tardes primero, esos ratos robados, luego estar contigo, darte todo mi ser, mi vida y mi alma, hasta que supe que mi vida y mi alma ya no me pertenecían aun con la dispensa, por tanto que no podía dártelas, menos lo aceptaría tu hijo.
He intentado imaginarme casado contigo, aunándome a una familia con Fabián, siendo para ti lo que mereces, trabajando, pero hoy creo que sólo conseguiría decepcionarte, cuando el destino hizo que descubrieran la llamada, supe que Dios me estaba diciendo que no te buscara, y no soporto tampoco que me alejen para siempre. No sé cómo darte todo a ti, y no faltar a la otra promesa. Me dicen que nunca podré dejar de ser sacerdote, no sé cómo dejar de servir a Dios porque he encontrado a alguien que amo más o con quien prefiero estar... Y por otro lado no puedo hacerles eso a mis hermanos, al padre Manuel, a Jorge, a mis compañeros.
Cambié mi vida por la de mi hermano porque le había fallado y si ahora la recuperara, sólo conseguiría fallarte a ti, a mí, a las personas a quienes he entregado mi alma y al revés. Sé que es complejo para ti, pero te juro que en mi mente, en mi alma es un lío indescifrable, y sentí esto último como una señal, pero a la vez quedar aislado para siempre en la selva, amándote, sin siquiera poder verte de lejos, es más de lo que puedo soportar. Supliqué la dispensa, mas no me la conceden, no podré mañana volver a alejarme de ti, es más fuerte que yo, antes prefiero morir, y así cumplir o no dañar más a nadie. Siempre tendrás mi amor, mi alma, siempre te amaré y  me quedaré en ti. Ya no volveré a decepcionar a nadie, no puedo dejar a Dios, no me permiten siquiera verte, y siento que si dejara esto, ni tú ni yo tendríamos nunca la paz. Entendí que debería quedarme con ellos, que el trato se cerró hace demasiado tiempo, que firmé un contrato con Dios siendo niño, y lo que prometí darte, ya no me pertenecía, mas sé con toda mi alma con la misma fuerza, que tampoco podré vivir sin ti, menos sin volver a verte siquiera. No puedo soportar un día más aquí, allí en la selva, sabiendo dónde estás, sin poder verte. Amor, no puedo vivir sin ti.
Me voy con mi hermano, tú seguirás con tu hijo, quizá con Juan.
Durante estos cinco años de sacerdote, he ayudado a algunas personas, ¿cómo podría mirarlos a la cara sabiendo lo poco que me importan comparado a lo mucho que te amo? Y si no puedo estar contigo, ya no deseo estar con nadie, ni en ninguna parte. No puedo cumplir las promesas que les hice a ellos, ni a ti. Y con lo mal que he hecho todo, ¿cómo podría ser buen esposo y padre?
Amor, eres fuerte, tienes un hijo, muchos amigos, un trabajo que amas, a Jorge, eres mucho más fuerte que yo, podrás seguir caminando, y yo seré feliz viéndote desde el cielo, si es que alguna vez puedo llegar allí. Perdóname por lo que he hecho, no debí darte mi amor, perdóname por lo que estoy por hacer, te amo. Que Dios me perdone por este amor.
Pedro”.

“Contemplé el rostro del niño dormido en mi regazo llorando quedamente, viendo que Pedro pensó que venía fallándole a todo el mundo, que el fuerte era yo, pero sólo porque él tenía demasiado miedo para ser y hacer lo que realmente amaba, o porque simplemente la mente trabajada durante tantos años aunada a las emociones, lo programaron así. Si se hubiera dado antes la dispensa, si hubiese dejado la iglesia, podría haberle demostrado que las cosas no eran así, que no ha fallado a nadie, de hecho sus padres lo aman… ahora nos falla a todos, si se muere nos mata a todos.
Todo está en ese diario, el amor, el dolor, la angustia, las dudas, las culpas, todos sus temores y remordimientos por cosas de las cuales se creía responsable”.

..¿Y quién es responsable de lo ocurrido, ahora, Beto? ¿De quién es la culpa si él muere?
¿De ellos como dije o mía? Quizá mía, quizá Jorge siempre tuvo razón, es verdad que no puede dejar de ser sacerdote, en definitiva de estar casado con Dios, y lo cree, no es como vos, como yo, él se siente de Dios, yo lo conduje a un sitio donde él no pudo existir, lo he arrojado a los brazos de otro fracaso. Quizá de haber amado a una mujer, al menos se hubiese sentido cercano a Dios, porque no lo juzgarían igual, podría hasta casarse, y yo por el simple hecho de amarlo, lo llevé al borde de un abismo, se arrojó, pero si muere me arrastrará con él, no podría quedarme solo con una cajón de recuerdos y esta nota final, no puede haber muerto, Beto, dime que no morirá.
… Llegamos Sr.
…Guille, quédate, déjame averiguar, juro decirte la verdad, pero espera acá con el muchacho.
… Ni lo sueñes, si tengo que infartarme al fin, que sea allí dentro.
“Es una pesadilla, sirenas, aullidos, olores, voces, corridas, gente que gime, que llora, médicos, enfermeras, pasillos fríos en medio del calor ambiente, busco y rebusco su rostro, no está.
Llegamos sin aire a recepción, pregunto, por él, por sus padres, ellos me conocen, no se oponen a lo nuestro, él no llegó a saberlo, no está, nunca llegó acá, no está acá.
 Pedro, envíame una señal de vida amorcito, una,  besos uniendo nuestras almas como cuando mis manos te acariciaron, mándame suspiros como cuando tus labios besé, llévame a ese atardecer, que tan sólo vos y yo conocemos, en los bosques de Palermo, en el departamento, déjame estremecerme entre tus brazos, llámame por mi nombre con tu voz de terciopelo, mírame con esa mirada que  es  la luz en mis noches. Aunque más no sea, envíame tu sueño en el que estás conmigo, o cuando despierto suspirabas conmigo, cuando mis besos recorrían las esquinas y contornos sintiendo en tu piel el éxtasis de la belleza que rodea este amor, uniendo insoldables maravillas,  que encienden el alma, en un cielo  de pasión, de entrega, ternura, dulzura  y este amor eterno que te profeso, de este misterio de armonía, y admiración,  la delicia de saborear tu alma, enredada en tus cabellos, sintiendo caminar tus dedos por mi espalda susurrando tus anhelos, acomodarme en tus palmas y sentir ese fuego eterno que me das  al contacto con tu alma desgranado y devastando mis deseos, entre tus dedos, entre mis labios los tuyos, para despertar abrazado a la seda blanca de tu piel fundida a la mía en caricias y fuego, dormir enredados, con vos acurrucado de nuevo, despertar a tu lado, perderme en los hoyuelos de tu sonrisa para nuevamente entregarnos por entero, sin dioses ni demonios, sólo vos y yo”.

No está muerto, Beto. No lo está.
Lo siento, está vivo, me está llamando, me están mintiendo, debo localizar a los padres, deben responder, está con ellos, en algún lugar, quizá tema que los curas lo encierren de nuevo.
… Guille, no lo creo.
… ¡Vive, si Dios existe, Pedro debe estar vivo!
…¿Guille? ¡Mierda, no! El dolor, no. Te estás infartando, lo sabía. Felipe, llama a un médico, rápido, llama.
¡Guille, no te mueras, Pedro va a vivir!
¡Guille!

En algún lugar…
“Estoy escuchando un ulular agudo en la distancia, es el grito de mi propia muerte. Intento hablar pero no puedo. Intento abrir los ojos, pero no lo consigo. Todo es confuso, gris, de tanto en tanto me hundo en la oscuridad absoluta.
¿Guille? ¿Qué hice mi amor? ¿Cómo? ¿A dónde estoy?, aunque creo recordar que quizá esté muerto, al menos es lo que intenté hacerme, matarme, pero siento, estoy vivo, te extraño, te huelo, te escucho.
Hay una voz, mas no escucho, no logro discernir lo que dice. Alguien está empeñado en pronunciar un nombre para regresarme a la vida que ya no quiero. Sólo deseo adentrarme en la oscuridad, en la paz, en el silencio, mas las voces no me lo permiten. No quiero que me lleven ellos, no ellos, no lejos de ti.
Me gritan, me pinchan, me desgarran el corazón, me pegan. Empiezo a sentir dolor, siento como un puñal en el cuello que me va lacerando de arriba hacia abajo, pinchazos, agujas, dagas. No soporto el dolor, no quiero despertar, sé que algo terrible  sucede.
Pero finalmente gritan, abro los ojos, unas luces me ciegan, me dañan me abrasan sin piedad, como el dolor, ignoro qué me hacen, quiénes, dónde.
Sólo sé que apenas puedo respirar, el dolor es insoportable. Las voces gritan mi nombre, no me dejan irme, parecen enojadas, mas no alcanzo a ver los rostros, sólo percibo luz y sombras.
Intento descifrar las voces, pero una punzada me desgarra el cuello, alguien me aferra, es mi hermano, tira de mí, pero de pronto, no puedo sostenerlo, grito, lo llamo, sin embargo veo tu rostro de luz Guillermo, con una claridad diáfana… Guille me estás sonriendo.
 Me tiende su fuerte mano, me dice algo que no puedo oír, su voz se ahoga entre las otras, se ríe cuando le pregunto dónde estamos.

… Guille, no puedo oírte, mi amor, no puedo.

Ahora las cosas se invierten, Guille me llama, yo apenas puedo oírlo de nuevo, empiezo a alejarme, y ahora sí escucho que me grita que no me vaya, quiere seguirme pero sus piernas parecen no responderle. Me detengo, quiero esperarlo, mas sacudo la cabeza, y sé que desaparezco, no lo veo, pero sé que Guille se liberó de su pesadez, de su cuerpo, de la materia, está corriendo hacia mí, mas voy deprisa, no puede alcanzarme, la gente me sigue llamando con furia, me siguen gritando, pero esta vez entiendo por qué no me puedo encontrar con Guillermo, todo a mi alrededor brilla.

… Tengo que volver,… me está esperando, Guille me necesita, sin embargo sé que me siento feliz donde estoy, de hecho lo miro sonriendo, quisiera que él venga hacia mí, esas personas enojadas, me pegan, me dan descargas, me duele , me estremezco, me desgarro.
¡No! __ grito pero no me hacen caso.

Hay mujeres y hombres sin rostros bajo las luces cegadoras, tienen armas, cuchillos, pinzas.

…La presión baja de nuevo __ dijo una voz.

… Maldición, pasen dos unidades más de sangre, a chorro __ grita otra, todos parecen enojados, es evidente que hice algo terrible.

De pronto el cuerpo me pesa demasiado, vuelvo a oír la sirena, recuerdo que es una sirena, creo que hubo un accidente, alguien está herido, en la oscuridad que me engulle oigo pasos, son ellos. O son mis gritos, me voy a morir.
__
… Hemos estado pasando sangre en vano, tiene rota la carótida, se desangra, es imposible salvarlo, no se palpa presión, no tiene pulso ya, el corazón dejó de latir,… ellos me perdieron, pero al fin la bestia que me atacaba se detiene, estoy en paz, floto sereno, en silencio, las voces se apagan. Me estoy yendo en paz, más entonces aparece Guille, no está sonriendo, llora, llora y me llama, me grita, me dice a gritos que regrese, me tiende la mano.
… No vengas amor, no quiero que me acompañes, no tú, no ahora __ dije muy tranquilo.

… Tengo que hacerlo, te amo, Pedro, si te vas, iré con vos, eres fuerte amorcito, si no quieres que vaya dame la mano, regresa, Pedro, ven.
… No puedo, no soy fuerte.
… Y yo no te dejaré ir.

“De pronto una fuerza descomunal me revuelve, es un dolor descomunal, me electrocutan, me arrasa como la marea brava, me ahogo al fin como mi hermano, lucho para que el remolino me lleve con él, pero cuando miro, no lo encuentro, de nuevo lo he perdido, me ha abandonado, me quedo solo en el agua feroz, mas una fuerza sobrenatural tira de mí  y salgo de súbito a la luz de la superficie, llego jadeando, llorando, gritando.

¡Guille!
__
… Lo hemos recuperado, Dr.


 CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS, CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO, ESCENAS EXPLÍCITAS.


29 comentarios:

  1. Paquita Medina Ch Gracias mi guionista Eve Mónica Eve Monica Marzetti

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  2. Gladys Es un hermoso ángel. Precioso mi querida y noble amiga,un cariñoso abrazo y un lindo fin de semana. TQM

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  3. Martha Arreaga Que lindo, siempre es agradable leer

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  4. Gladis Gracias por compartir tan bellas letras

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  5. Letty Uuuuyyyy...tantas palabras lindas ...gracias

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  6. Aurora Garcia Dominguez. Maravilloso mas bello. Buenos días querida Eve!.

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    1. Acá quería llegar, gracias mi bella, haré una devolución larga para todas, es lo más esta historia que se desprendió a pedido de accidente y salió superior, besos.

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  7. Apasionante Eve...Un momento decisivo para ambos y para su bella historia de amor...

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    1. Me apasionaaaa, así lo grito, es mi preferida, nació a pedido como brazo de accidente y de hizo única, este encuentro de almas me salió supeior al de el viaje NOIRMA FERZOLA NO TE ENFADES. Es la liberación de Pedro, pasa que lo soñé, y diferente a esto, entonces quise unir esto al sueño, y en eso estoy, está quedando divina, nada confianza y a esperar, es lo más. Besos.

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  8. Sol Urvino Es para llorar un dia entero, pero siento que el poder del amor va a prevalecer. HERMOSO, EVE, UN BESO

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    1. Si mi cielo, lloré por igual pero es la liberación al fin por tanto bien por el optimismo, besote.

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  9. Patricia Mosquera Que belleza este amor Eve!! Hermoso y muy conmovedor!!

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    1. Creo que siendo el mismo en odas es donde más se manifiesta el amor, en ésta, es conmovedora, es mi preferida, es bella, gracias por estar Pato, beso.

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  10. Extraordinario Eve, un capitulo complejo intenso de Prohibido,emocionante solo vos describis tan perfectamente cada sentimiento momento de esta realidad difícil,gracias por tanto sos única la mejor, te quiero mucho besos :) !!!

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    1. Emotivo, bello los dos al borde de la muerte con un llamado de almas superior a el viaje, es lo más, el mayor amor, creo que está cerca de llegar la libertad, que no lo será completa para Pedro, pero confíen, es bella, gracias y mi amor.

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  11. Cardiaco totalmente cardiaco estoy al borde me encanta es hermosa esta historia me desespero pero confio en ti gracias

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    1. Sí, este capítulo fue peor que un atentado de Miguel los dos moribundos con almas comunicándose, pasa que soñé otra cosa, pero deseaba darlo así, uní mente y sueño y quedará más cardíaco y más bello, a cionfiar, llega la libertad pronto, el reencuentro antes, gracias y mi amor.

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