"VECINOS". CAPÍTULO VEINTINUEVE.

Mario Benedetti - Insomnio

“El insomnio es un foro

de expectativas

las imágenes vuelan

no se esclavizan

ruinas y glorias

son datos fidedignos

de la memoria

yo no tengo otra llave

que tus preguntas

pero a veces no encuentro

la cerradura

sigo en desvelo

en el mundo que acecha

no se abre el sueño

el blanco cielo raso

no me seduce

y en el cielo de veras

tan sólo hay nubes

cierro los ojos

y estoy despabilado

como un custodio

la vigilia en la noche

quién lo diría

arrima sensaciones

desconocidas

son horas blancas

algo se mueve pero

no pasa nada

uno escucha el silencio

y de improviso

fluyen las añoranzas

y es como un río

la brisa eriza

y lejos canta un gallo

sus profecías

yo no tengo otra llave

que tus preguntas

pero a veces no encuentro

la cerradura

y si la encuentro

ya no querré dormirme

porque te tengo”.

*Mario Benedetti - La vida ese paréntesis.

“Cada hombre es lo que hace con lo que hicieron de él”.

Sartre !

“Puedes ser solamente una persona para el mundo, pero para alguna persona tú eres el mundo”.

Gabriel  García  Márquez.

"VECINOS".

CAPÍTULO VEINTINUEVE.

 

Provincia, martes 11 de octubre de 2016.

Previo…

… Por lo general no quedarían rastros, en familias poderosas como la tuya, puede que el expediente alguien lo tenga a resguardo, ¿sabes quién fue el fiscal y el juez de la causa?

… ¿Qué causa? Yo no presenté cargo alguno.

… Guille, Dios, no me lo puedo creer.

… ¿Qué cosa?

… Que pasaste la vida con el peso de la culpa sin siquiera saber si aquello fue un accidente, el padre de Miguel los encontró, él te dijo todo, el tipo al que la mujer engañó con tu padre, al que engañaba con el grupo de amigos, el que le dio el apellido a Miguel, el dinero, porque tu padre lo negó, ese tipo podía odiarlo,… y odiarte, ¿entiendes?

… Pedro, ahora no es momento.

… Guille, ¿qué harás con este tipo por la mañana? __ dije con una punzada de celos imposible de disimular, ahora pensaba en  Juan.

… Nada, no temas, cuando regrese del viaje de la droga, le dará vergüenza,  se marchará, luego cambiaré la cerradura. Pedro, se pasó de la línea, ¿entiendes?, con la droga, tuve temor de que se matara,  no pude dejarlo en el bar, pero no estuve más con él desde que te conocí, debes creerme.

… Te creo, además Pablo dijo que fue a la casa, que lo echaste, algo así.

… Sí, lo vi un par de veces desde que soy tu… vecino.

Fui a una fiesta, estaban Diego y Raúl, ellos pueden decírtelo, en esos sitios siempre existen sectores privados, aunque quizá ellos no lo sepan, allí iba con Juan, fui esa noche, estaba él allí, me puso la droga frente a frente, y  la eché por los aires, no consumí, lo dejé solo. Cuando fue a la casa lo eché.

Creo que esa noche casi inhalé porque empezaba a entender que estaba  perdiendo el control, de algo imposible de mantener, y en la fiesta hice todo mal.

Entonces no sólo me sentí vulnerable ante vos, sino que sentí la culpa, la voz de Bruno diciéndome que no te cuidaba, te hice el amor de cualquier manera entre las cortinas, en un sitio público, me sentí morir por primera vez sin la droga, antes de vos consumía permanentemente, entonces supe lo que era necesitarla, no pude, me moría sin ella, perdón __ descendió la mirada.

…¿Crees que Juan te dejará en paz? ¿No piensas en ayudarlo?

… No. No se apartará de ese mundo, no sin amor, pero celosín, te juro que no pasará nada, lo vea o no, deberá entenderlo, no es mal tipo.

… ¿Celoso yo? No, ¿y por casa cómo andamos?

¿Por qué entraste al bar?

… Porque no me parece seguro que andes solo bebiendo cerveza en el barrio, nada más __ dijo con media sonrisa Guille.

… Nada más, mira, en cambio creo estar conociendo al ogro de tribunales celoso hasta del aire que respiro, porque te recuerdo que cuando escapé del club, ya por algo Pablo te dio el parte de mi encuentro con el chico de la facultad.

Además, eso de hacerme traer para cuidarme, a mi edad, suena medio posesivo.

… Y sí, lo reconozco, lo soy.

… ¿Qué cosa? __ dije mirándolo sin reparos.

… Celoso, muy celoso, Pedro, precioso, te amo desde el primer minuto, lo sabes, te lo dije al terminar aquella cena en casa.

¿Acaso lo dudabas porque yo lo negara en palabras?

.. A veces, intuía que lo real era aquello, pero llegué a dudarlo, ahora entiendo que aquella vez escapaste al verte reflejado en mi abuelo, y luego te arrastré a la droga cuando te sentiste abierto, sin las murallas.

… Pero hablando de celos, que sepa… cuando entré estabas por romper el techo a palos, pensándome allí con Juan, ¿me equivoco? __ me miró fijo, sonriendo con picardía, me sentí descubierto.

… Y sí, pero por los ruidos, eran insoportables.

…! Por los ruidos! __ Remarcando las palabras meneando la cabeza.

… Bueno, no, estaba enojado, viví enojado contigo,  los primeros días no supe que era amor, me divertía el juego, pero luego sí sentí todo, pero el todo con vos, y me enfurecía que pensaras en entregarme a estúpidos como los del club, que creyeras que amaría a otro.

Sí me puse rabioso, teníamos planes, en tu departamento, y creí que te quedarías de nuevo con él, siempre estuviste con él.

… Hicimos un pacto, ¿recuerdas?

… Sí, pero no soy fiel por el pacto, sino por amor.

Raúl y Diego no lo saben, porque no quise que pensaran que buscaba tu dinero, ellos me buscaban novia antes, hoy novio creo, les dije que ya lo había conocido, aunque no saben que eres tú el hombre que amo.

“Guille me tomó del brazo, me acercó a él atrapando la mirada, y los labios finos sorprendentemente suaves de pronto estaban derritiéndose en el vaivén entablado en el beso con los míos. El tiempo se detuvo, todo alrededor se difuminó, y me sentí transportado a la noche en que cené en su departamento, su lengua entrando hondo en mi boca lamiendo, redescubriendo, explorando como si en ello le fuera la vida, como si fuera la primera conquista, se terminó enlazando en la caricia a la mía que la atrapó, conmocionados por el contacto, por el beso que tantas veces me negó, ahora parecía emocionado, sentí cómo temblaba su mandíbula, cómo éramos uno en el mismo aire, respirando dentro de la boca del otro, y cuando nos separamos ya no había retorno del nuevo inicio”.

… Teníamos planes arriba, ese idiota lo arruinó todo.

… Es igual, excepto por el lío que tienes acá, los departamentos son similares __ dijo Guillermo susurrando en mis labios.

… El lío es por la culpa de tus mandados, tuya __ dije  molesto__, no me has dejado tiempo ni para estudiar en estos días.

… Chis. __ Me besó de todos los modos, ignorando mis intenciones de reproches. Su lengua bailó con la mía, acariciándola, memorizándola, saboreándola. Exhaló por la nariz sin prisas, luego se apartó sin apuros, sonriendo.

No me dijiste si me dejarás dormir acá, te prometo que por la mañana estará mi departamento vacío.

“Me depositó suavemente sobre los almohadones, pero me incorporé, era un lío el estar".

…¿Quieres un Whisky o algo?

… No. A alguien huidizo  deseo con locura.

“Me atrajo de nuevo hacia él, olía a madera, a colonia, a él, me arrodillé como tantas veces en la mansión, le descendí la cremallera, me quité la remera por sobre la cabeza, y posé mis labios sembrando surcos mientras fui descendiendo por el pecho, a medida que le desprendía los botones, él se me contorneaba”.

… Un botoncito más…

…!Pedro! ___ Reía, Guille al fin reía.

“ Le besé de todas las maneras, tracé senderos, cubrí las cúspides, oí su gemir al atraparlas entre dientes, al lamerlas, al llegar a las líneas del cuello, al dibujar el contorno de la mandíbula, el atrapar el lóbulo de la oreja, estaba desquiciado, no podía detenerme, hasta que me encontré de nuevo de rodillas bebiendo su orgasmo, viéndolo arquearse, gruñir, en medio del living, acariciando mi pelo empapado, mientas su esencia inundaba mi ser.

Me incorporé con dificultad, la mirada me quemaba al barrerme mientras me fui quitando el jean, los zapatos, terminé de sacar el suyo, me dejó hacer”.

“Nos veneramos en la intensidad casi palpable de la mirada. Y una felicidad jamás soñada inundó la estancia, la forma deliciosa de unirnos supe que conmovería la habitación, el mismo universo, hasta la llegada de la explosión. Me entregué a su dominio y potestad en el sillón, elevé mi acceso, hundió los dedos en la carne, lo guié moviéndome para que al fin penetrara en mi esencia,  en la marea que esperaba cobijarlo para siempre, ser su elixir, su adicción nueva, la que sepultara toda otra necesidad.

Sonrió volviendo a unir las bocas, me observó con algo de frustración y antes de darme tiempo, permaneciendo en mi interior buscó ponernos de pie… fuimos andando así, en un ser hasta la habitación, con envites certeros, con besos devotos, hasta que llegamos a tumbarnos piel a piel, ya empapados en el rocío de ambos que derritió la carne, y encajamos las piezas, como para que pudiera cabalgar sin trabas, a campo libre, a galope furioso.

 Sin apartar sus ojos de los míos, sin dejar de sonreír en los labios se acomodó encima de mí separando algo las piernas para empeñarse a adentrarse más hondo dentro de mí, moviendo las caderas, en cada arremetida me lanzaba hacia arriba, encontrando en el vuelo los labios, tomando mordisquitos de piel, como si no saborear fuese una real agonía, moviéndose contra mí con verdadero amor.

Contuvo la respiración, pegó la barbilla a la mía, acercándose a la excitación paroxística, intentando prolongar la llegada, el insensato viaje en el que estábamos empeñados los dos en recorrer desconocidas rutas.

Me aferré al somier con fuerza, me ondulé hacia su embestida potente, y lo sentí ir y venir cada vez con mayor potencia, llenando mis ansias centímetro a centímetro. Y cada vez que me penetraba, lanzaba disparos eléctricos, oleadas de calor y dolor con placer, maravillosas combinaciones de sensaciones por todo mí ser.

Llevé brazos y piernas hacia atrás, formé una envoltura inversa a la suya, acompasé movimientos, me auné al ritmo, su la lengua diestra, contundente, impiadosa manejaba mi boca, como movía su hombría según mis músculos lo aprisionaran o bien lo dejaran avanzar más allá. Sabía que había hecho esto muchas veces antes, por ello la experiencia, mas dejó de importarme, ya no había manera de culparlo de nada, estaba a su merced antes de que fuera suyo.

Volvió a penetrarme, su sudor mezclándose con el mío, las pieles derretidas juntas, con una devastadora mezcla de dolor y placer que me elevó en la cresta de la ola recordándome al mar.

 Fuimos labios y lenguas voraces, a la vez delicados, manos aladas enredadas en todas las notas, ondulaciones de montes gemelos, besos, mordiscos,  piernas separándose, sacudiéndose, embestidas profundas una y otra vez en una unión única, con sus pulgares trazando círculos en mis cúspides, en el extremo de mi hombría, hasta que entre besos y risas, entre gemidos y jadeos se tensaron los músculos, agonizamos sin aire, los corazones en furioso galope estallaron, el cuerpo entero se puso en tensión, cabalgando las olas mayores, en embestidas impiadosas caminamos dentro y fuera en la noche hermosa de volver a ser vecinos, en enredo de brazos, oliendo  perfumes esparcidos por doquier, mirando el brillo del mirar confundido con el de las estrellas que en el cielo  competían en los destellos donde fuimos caminando en el vuelo entre nubes, con ellas, donde despojamos de ropas y nos llevamos a incinerarnos en el fuego del sol, donde sus llamas consumieron la carne, y agonizamos entre caricias leves, jadeos y rocíos, con gritos desprendidos en derroche de labios unidos, murmurando millones de veces los nombres, los te amo, sin dejar de amar a esa  noche al recorrer los contornos cuando al fluir libres  piel y vello el cuerpo acariciaron con delicadas tibias gotas que las íntimas partes tocaron, o con borbotones de esencias que quedaron dentro, entre mis entrañas, cual si fueran mis manos  las que con ardiente pasión buscaron poseer el corazón.

Las sentí benditas porque en él,  como a las flores silvestres fueron aguas frescas y cristalinas  que humedecieron sus caminos. Benditas por la excitación que al humedecer el cuerpo  desenterraron los recuerdos de nuestros dulces momentos cuando fueron mis besos de amor los que lo llevaron a arder de pasión y  a despertar la lujuria insaciable donde nos amamos una y otra vez hasta quedar rendidos los dos.

Y llegado el momento hicimos de la noche una velada tan especial de sensaciones nuevas de todo lo prohibido, donde derrochamos besos, acariciamos con los labios a todos los sentidos, montañas entre dientes nacieron delicadas y suaves al roce, inhiestas al mordisco, mientras el calor nos envolvía.

Amamos sin reparos de mojarnos en derrames, mezclando nuestros fluidos, llenándonos del otro, saciando deseos  de amar,  de beber y tomar.  De saborear despacio y calmar la sed  de amor bebiendo de  la fruta prohibida, para  penetrar  tan profundo una y mil veces hasta saciar nuestros deseos ardientes, deseosos de sentir y explotar juntos y vaciarnos lentamente...disfrutarnos y volver a repetir...

El delirio del éxtasis fue un viaje conmovedor renovado, fue el pacto  renovado mas diferente del primero, fue una llegada y una partida, un final y un nuevo comienzo, y allí quedamos apretados, sin ganas de poner fin a aquella magia al fin.

…¿Dices de verdad que enviarás a Fabián fuera del país? __ interrogué luego de ducharnos y regresar a la cama, acurrucado al fin entre sus brazos.

… Pedro, amor, a ver, siempre supe que el padre de Miguel se encargó de todo, no sé si él estaba, tampoco entendí aquella amistad, el caso es que sospecho el plan de Miguel, en el cual el que nunca entró fuiste vos. __ Me miró preocupado __. Miguel quiere todo, no aceptó la nada en que lo hundió mi padre jamás, no soy tan incrédulo, menos iluso.

…¿Entonces?

… Entonces que siempre apostó a que siguiera junto a Juan, y esperando que un día me matara de una sobredosis, por ello no dejé antes a Ana, menos le di la herencia a mi hijo, no es por otra cosa como antes pensaste.

… No entiendo.

… Miguel no sabe que la herencia está en un fideicomiso, que el testaferro y tutor de Fabián es… Alberto.

…¿Qué?

… Pedro, amor, no lo sabe nadie, Beto y vos, nadie más.

Miguel espera que me mate solo, supo que es lo que deseaba, entonces se casaría con Ana, de hecho alimenta su adicción y es su amante, hasta Fabi lo sabe, casado con ella la manejaría a antojo, hasta matarla, o internarla o que se mate con el alcohol.

“Lo miré aterrorizado”.

.. Se quedaría con los bienes gananciales, luego iría por Fabián, por ello él desconoce que es rico, si Miguel le intentara hacer decir algo, ni siquiera sabe, por ello soporté a Ana lo más que pude. Hasta que su adicción que viste, reflejaba la mía, era mi espejo, y me dio asco, entonces no puede seguir, arriesgué a que pase lo que está sucediendo, salvo que no pienso ahora en morir, la diferencia la marcaste vos.

… Más te vale, pienso hacer que vivas a mi lado doscientos años.

… ¿Doscientos? ¿Nada más? __ dijo burlándose.

… Más, la vida eterna quiero.

 …Bueno, el caso es que demoro el divorcio para que no atrape a Ana y se instale en casa, ella lo firmaría, él la convencería, debo sacar de en medio a mi hijo.

… Guille, sigo sin entender, aunque asesinara a Ana, no sería tu heredero si te hubieses matado, lo sería Fabián, de hacerle daño a él, tampoco heredaría, no es bien de Ana la herencia.

… Es que hay algo que pocos saben, que lamentablemente él sí.

…¿Qué cosa sabe Miguel?

… Parecía tan remota la posibilidad, que al fin mi padre, en algún lugar le dio un sitio en el testamento.

Si Bruno no hubiera muerto, mi padre testaba a favor de nosotros y de los hijos de cada uno, sería remoto que pasara de allí.

 Al morir mi hermano, al tener sólo a Fabián, queda una letra chica, donde dice que en caso de no estar los herederos naturales, la fortuna iría al  descendiente de Miguel, lo reconoció como hijo biológico en el testamento, nadie lo sabe, lamentablemente, el testamento se leyó por el escribano delante del padre de Miguel, y estábamos nosotros, el padrastro murió hace pocos años, pero Miguel sabe  que muriendo yo, asesinando a mi hijo, tendría la fortuna.

… ¡No!  __ grité__. Su hijo murió, no tiene más.

… Lo tendrá, quizá con Ana, puede, no la toqué yo para dárselo, pero Ana puede, o con cualquiera, con tal de heredar tendría un hijo, Pedro, por eso soporté años a Ana, y le oculté todo a Fabián, y al fin nunca terminé de suicidarme, pese a todo ello, si me pasara algo, todo quedaría en manos de Beto si no lo traspaso a  mi hijo, lo estaría salvando a Fabián si Miguel lo supiera. Beto le iría dando el dinero que deseara cuando lo necesitara.

… Pero enterrarías a tu amigo, a mí si pensaste en que ocupara ese sitio.

… Lo sé, amorcito, me quise matar cuando se corrió el rumor del casamiento, de que te amo, no puede saberlo.

Debe seguir convencido hasta que muestre sus cartas de que intento suicidarme, que sigo drogándome, quizá no con Juan, y contigo, siempre dijo que buscaba amantes jóvenes, en algo tuvo razón.

… Bueno, por cómo me trató en la casa, en el estudio, debe de pensar que soy un artista bohemio y drogadicto, no te preocupes, sostendré esa creencia si es lo que debo hacer para que te alejes de Juan.

… Puede, porque viajaremos a Italia, y no quiero que despierte sospechas de casamiento, y de más, aunque sigo casado con Ana.

… ¿Y estando lejos… no puede ser más vulnerable Fabi?

… No. No mientras siga yo vivo, sabe que tengo usufructo de por vida, él estará seguro en Boston, quiero alejarlo de Ana, porque es probable que ella sí caiga en manos de Miguel.

 Pedro me odiarás por esto, pero si debo elegir entre mi hijo, Beto, vos o Ana, ella sola se entrega a él, no me va a doler si cae en su trampa, pero lo quiero a mi hijo lejos, o lo otro sería salvarla internándola él, pero Miguel la sacaría, le seguiría llevando la droga, ¿entiendes?

Quiero a Fabián lejos de esos dos, porque le pediré el divorcio ahora, te amo, no quiero estar atado ni a ella ni a Juan.

¿Entiendes ahora?

… ¡Guau!

Al fin tu padre testó y lo reconoció,  muy por detrás de Bruno y de ti, pero al hacerlo los condenó sin saberlo.

… Así es, a Fabián condenó sin saberlo.

Pero, bueno, no pienso morir ahora, deberemos movernos con tacto, socios, vecinos, y quizá amantes, pero tú bohemio, rarito, símil a Juan, y yo seguiré siendo un adicto perdido ante él, algo hará para que pueda desbaratar sus planes, y quiero a mi hijo lejos de todo esto.

 Pero no pensaba contarte tanto ahora, debo pasar lo del jueves, el viernes tenemos la cita, Pedro, amorcito., deberemos viajar, debes hacerlo.

… Lo sé, Beto me contó lo del fisonomista, me aterra el saber, me tortura el no tener identidad, no necesito de tu dinero, podría viajar solo, es más, Beto me dijo que si sería capaz con todo allá si se te diera por recaer.

… No. No lo haré, debo apoyarte.

… Te necesitaré, no el dinero, tengo guardadas para esto desde que me mudé joyas de mi abuela, el resto de lo que hay en esas cajas ni recuerdo ya qué es, además Diego y Raúl me darían el dinero, con sus historias es lo que desean, pero necesito que me acompañes, temo con lo que pueda encontrar, no sé cuán fuerte sea.

… Está bien, lo sé, y estaré. Debes saber al fin quién es tu papá, por qué ella sigue allí, si es que es tu mamá.

… Antes me recibiré, comenzaré a ir al estudio, quiero estar allí, ¿te parece bien?

… Me parece que sos el hombrecito que me cambió la vida, que me salvó la vida, que me la dio.

… ¿De verdad pensaste que no te enamorarías con los juegos que rompí?

.. No precioso, cielito lindo, es imposible no amarte, de hecho te amé desde la primera mirada, con el caos de este departamento al conocerte, te lo dije al día siguiente, luego pensé que como deseaba morir, como me sentía no merecedor ni de la vida, podría enseñarte a sentir sin dejar de desear más la muerte, el plan era que vos no me amaras, que sintieras y te enamoraras de otro. Además al saber la verdad deberías odiarme como a esos tipos, como a tu abuelo.

… Seguro, el plan era que te viera morir y me fuera de copas con Matías o con Nazarre, tonto, te odié por ello.

De modo que cuando te dije que te amaba, cuando lo supiste, te empujé a drogarte, pero ahora que puedes sentirte merecedor de la vida, puede que te aleje de ello.

… Sí, ¿te diste cuenta en la fiesta?

… Sí, conozco los signos, antes no consumiste, ¿verdad?

Ni siquiera cuando dejaba la mansión iba Juan y seguían en eso.

… No. Nunca inhalé ni volví con él, te lo dije, antes estaba siempre, ese día en la fiesta sentí la muerte de la abstinencia, no podía aparecer ante vos así, y no supe que te darías cuenta de inmediato de todo.

Estaba convencido de poder elegir la muerte, de seguir en mi plan, de no merecerte, de no merecer amar.

… Como me sentía yo, la nada como para que me amaras, alguien sin identidad, pero llegué acá, y necesité quedarme en el bar, no soportaba tu ausencia.

… Ni yo en la casa, no pude, estuve horas debatiéndome a duelo entre la razón y el alma, entre la pulsión de vida y la de morir con Bruno, y acá estoy, me aferré a vos, a la vida que me das, a la paz que entregas, al silencio de amarnos, a lo que sentimos aquella noche en que asustado huiste, porque entonces vos creíste no  merecer esa paz, ¿verdad?

 Asentí.

… Guille, ¿alguna vez no fue sólo cocaína?

… No, empezamos todo juntos con Juan, de niños con porros, luego cocaína, somos viejos ya, nunca probamos heroína, ácido lisérgico, menos de síntesis, sólo inhalábamos, nos aturdíamos, volábamos artificialmente sobre nuestras miserias.

¿Me crees?

¿Puedo dormir con vos?

… Es lo que más deseo… vecino. Me necesitas y yo, nos hacemos felices, nos necesitamos, sólo tenemos sentido, juntos, siempre lo supiste.

… Sí. Somos cicatrices gemelas, un recordatorio de heridas perennes gemelas, más que almas gemelas, estarán tatuadas en el cuerpo siempre, y decidí en la casa que me negaré a pensar en el control, en qué sucederá, en analizar posibilidades, logística, libros, matemáticas, menos intentaré controlar lo que siento. Finalmente supe que he encontrado el amor por el que vale la pena correr el riesgo de seguir vivo, y tuve que encontrarte para entender, lo obvio, que el amor nunca puede controlarse. Mi amor será volátil a veces, avasallador y posesivo al punto de que sólo podrás ir al bar de la facultad con Fabián, incontrolable. Pero… todo ello lo convierte en… amor.

Eso es el amor verdadero, como ahora dormirme y que duermas acurrucado en medio de este caos. Te amo, cielito, duerme en paz amorcito.

Años atrás.

Roma, Italia.

“Todas las noches me despierto gritando. Siempre con la misma pesadilla. Estoy en un lago,  un río, un  mar, en el agua, en medio de una tormenta infernal, y un hombre con una mujer, mayores, me  meten la cabeza bajo el agua helada, para ahogarme, estoy débil por algo, fuera de mi casa. Despierto aterrada, empapada en sudor.

No sé quién soy, no recuerdo nada de mi pasado, no sé quiénes son ellos, Hablo español, pero desconozco mi país de origen, no sé cómo he llegado a Italia, al pequeño convento donde me alojo.

Un bebé llora en mis sueños.

¿Quién soy?

¿Quién es el bebé?

¿Por qué no está acá?

¿Quién soy?

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS. CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO.

ESCENAS EXPLÍCITAS.

 FELIZ DÍA DEL BESO.