"VECINOS". CAPÍTULO VEINTIOCHO.

“No te beso con mi boca, no es mi voz quien susurra tu nombre, no son mis manos las que tocan tu piel, no son mis ojos los que te ven... Todo eso lo hace mi alma, porque aprendí a amarte con ella...”

Marco De Franca.

“Lo que necesito de ti

No sabes cómo necesito tu voz;

necesito tus miradas

aquellas palabras que siempre me llenaban,

necesito tu paz interior;

necesito la luz de tus labios

!Ya no puedo... seguir así!

...Ya... No puedo

mi mente no quiere pensar

no puede pensar nada más que en ti.

Necesito la flor de tus manos

aquella paciencia de todos tus actos

con aquella justicia que me inspiras

para lo que siempre fue mi espina

mi fuente de vida se ha secado

con la fuerza del olvido...

me estoy quemando;

aquello que necesito ya lo he encontrado

pero aún! Te sigo extrañando!”

Mario Benedetti.

"VECINOS".

CAPÍTULO VEINTIOCHO.

 

Provincia, martes 11 de octubre de 2016.

… Definitivamente, no pienso echarme atrás, no esta noche vecino, aunque te encuentres algo borrachito, vamos al departamento.

…¿Al tuyo o al mío?

… Al mío, de donde escapaste en la primera cena, de donde no fui capaz de retenerte por mis fantasmas y mi enfermedad, al mío mi amor.

“Caminamos por las calles desiertas del barrio  tomados de la mano por primera vez, guardando un silencio relajado y añorado, como el que nos asustara la primera vez luego de aquella cena, tan sólo disfrutando del contacto de las manos entrelazadas, del calor emanado del cuerpo cercano, de la brisa abrazándonos, cortado por algún motor de autos lejanos, por el grito de habitantes de la noche, por el arrullo del perfume de las hojas, disfrutando de vida y de todo en aquella vez”.

…¿Y Pablo? __ interrogué extrañado de no verlo cerca.

… Ya debe haber regresado a la casa, me trajo, vi a Alberto saliendo del bar, supuse que estabas allí, bajé y se fue. Le dije que ya no regresaré, Pedro. Que puede cubrir los muebles e irse a su casa, tampoco el coche usaré,  regreso al departamento, a mi vida  de abogado, a la realidad a la que debo anclarme ahora sabiendo que te amo __ dijo de manera rotunda, el corazón me dio un vuelco, casi olvidé de respirar.

…¿De verdad serás mi vecino al fin? ¿O mi compañero de piso? __  pregunté esperanzado.

… Por ahora, vecinos con derechos a pasar de piso en piso  por un tiempo, por Fabián con el que debo hablar, por Miguel, por Ana, por todo, debo ordenar mi vida sin ponerte en riesgo.

… No le temo a Miguel pero lo entiendo por tu hijo.

… Deberías.

…¿Qué cosa?

… Temerle a Miguel. __ Se detuvo y me enmarcó el rostro clavándome la mirada, colmada de ternura pero firme __. Pedro, lo conozco, sé que algo tiene in mente, recuerda las visitas al estudio y a la casa, está tramando algo, y mis flancos débiles son dos, Fabián y vos ahora, lo sabe.

… ¿Yo?

… Vos, cree que me casaré y te legaré parte de la herencia, escúchame, porque si no haces caso, no voy a arriesgarte, me mantendré lejos.

… No, no digas eso. ¿Qué quieres que haga? __ dije asustado de perderlo otra vez.

… Que para  Miguel seremos sólo socios, no debe saber que te amo, o puede que vaya por vos, avisaré en el estudio, ellos nos cubrirán, debe quitarse de la cabeza el pensar que te amo, que deseo casarme, ya siendo socio te expongo demasiado.

… Está bien, pero igualmente no me has dicho de casarnos  ni mucho menos.

… Y no lo haré, de hecho estoy casado, Pedro.

… ¿Le darás al fin la herencia a Fabián?

… Está en un fideicomiso ciego, no aún,  no quiero hasta que no me divorcie de Ana, hasta que Miguel no exponga sus cartas.

Sale con ella seguramente para tener información, es más… le dejaré la casa, y con su dinero, mandaré a Fabián a estudiar a Boston, necesito asegurarme de que no correrá riesgos, junto a Ana estaría cerca de Miguel y sería un blanco fácil.

… ¿Querrá alejarse?

… Deberá hacerlo. Pedro, la proximidad de Miguel impedirá que interne o que pueda ayudar a Ana, ella seguirá en su adicción, no quiero más eso para mi hijo, menos que se encuentre solo entre ellos, el año de curso le servirá en Boston, o lo perderá, un año no interesa, su vida sí, para cuando se reciba, ya todo habrá terminado.

 Miguel fomenta la adicción de Ana para manipularla y sacarle datos.

¿Me apoyarás en esto?

… Sí, me parece bien siempre y cuando él acepte alejarse de todo, no será simple estar tan lejos, lo digo con conocimiento de causa, Guille, no es lindo estar en otro país sin padres, si nadie __ le afirmé sin apartarle la mirada, por momentos la intensidad me incomodaba, pero deseaba mostrarme impávido a veces.

.. Lo sé, lo hago por su vida, además se hará de amigos en cuanto maneje el idioma o encuentre extranjeros allá, el divorcio de Ana con la adicción en medio más Miguel a su lado no será fácil, le dejaré la casa, es lo que tengo, el estudio es parte de herencia, es lo único que le pediré a mi hijo que me deje, no quiero nada más, el resto,… propiedades, coches del abuelo, y dinero, serán de él para cuando regrese, sólo pediré que no despida a Pablo. Vive en una casa adjunta a la mansión, si vende puede llevarlo con él.

… No es tampoco justo para ti, Guille, eran tus padres, Bruno murió, deberías conservar algo.

¿Seguro que no quieres la casa de la playa?

… Ya no, nada que me recuerde a Bruno, al día del accidente, no quiero conservar nada de ellos, con mis ahorros y el trabajo, saldremos adelante, el estudio es lo que me corresponde, lo tomé no sabiendo cómo, hice mucho por él, pretendo compartir lo penal con vos, algún día con Fabián.

Como bien ganancial, queda la casa y dinero, le daré a Ana la casa, al regresar… Fabián tendrá para comprar lo que desee.

.. Tienes todo bien pensado, al parecer, no estabas tan desorientado _ dije asombrado.

… Nunca dije que lo estuviese, estoy perdido en estos días por el aniversario, me descolocó enamorarme, pero lo otro lo tenía diagramado así, pasa que debo estar fuerte para hablar con mi hijo, para iniciar el divorcio.

… Entonces deberemos fingir que somos vecinos y socios, nada más.

… Ante Miguel y los extraños, sí, ante mi hijo por ahora.

… Pero yo deseo que entre nosotros tu pensamiento sólo evoque mi imagen, y cuando un día de tormenta te angustie, cuando los recuerdos te presionen ser yo la calma para tu alma colmándola de sensaciones, quiero que recuerdes a cada momento que te amo, como buen amante de las plantas, sabes que las riegas con amor cada mañana, esperas en invierno con paciencia llegar a disfrutar de su belleza, de sus fragancias, de sus flores.

… Lo intentaré, precioso, juro que pensé demasiado desde que dejaste la casa, y entendí que te amo quizá más que a Bruno, que deseo vivir por y para vos, por ello salí  ya de sus lugares, esperando poder dejarlo ir en paz pronto.

Quiero acortar la distancia que impuse separando nuestras vidas para disfrutar de la paz y de la vida que sólo siento a tu lado, porque alegras mis días, mis noches oscuras se embriagan de la luz de tu sonrisa. Si alguien puede alejar de una vez mi oscuridad, mis culpas y añoranzas  sos vos, y te quiero en mi vida en todos lados, de día en el trabajo, en la calle codo a codo, de noche … palmo a palmo deseo que tus manos corran por mi piel, desde sutiles caricias hasta desgarrarla en el fuego de pasiones que la funda en lo mismo. Quiero dormir en tus brazos y soñar que estoy despierto, así gozar todo el tiempo de tu amor y de tu entrega.

 Me propuse e intentaré volver a  abrir la puerta a la vida, porque quiero perderme en la dulce miel de tu boca, como hace unos minutos, ya no negar mi adicción, pero a ella, a vos, en ella mi alma de dulzura se llena y se desborda, y si no pudiera, quiero morir en tus brazos para renacer en tus besos, con el aire de tu aliento, la única muerte que hoy elijo es la de la noche ardiente con vos, que haga extinguir cada vez la vida hasta el último suspiro, en besos soñados, desenfrenados que despierten tus deseos depravados e indecentes en el lecho húmedo de placer, amándonos sin piedad. Dos cuerpos fundidos en uno solo al roce de la piel, consumiéndonos en las brasas de la hoguera lujuriosa, ocultando en la mirada una esencia de silencios cuando el sol del ocaso ilumine tu cuerpo desnudo.

Tus preciados tesoros ahora llenos de pasión, se abren en irresistible valentía, mas posees la inocencia del lirio en afán de entrega en los senderos sinuosos de tu cuerpo. Somos un ovillo deslizándose con locura en el lecho, embriagados por la dulce miel del pecado.

El gélido amanecer nos sorprende enredados en un sólo ser, una misma felicidad, enamorados, pero no calma el fuego que se ha perpetuado en mi piel que lujurioso y perverso, siente el caminar de tus besos. En aquel beso tan tierno y profundo me deslicé despacio en tu sonrisa que me apretaba, que aún me mordía, delicadas ternuras que ardían mi alma. Como ladrón sigiloso de sombras invisibles llegué a tus sueños y en vuelos sin alas soñamos… lo mismo, tus suspiros y alientos, respiraban lo mismo, tus risas y llantos lloraban y reían lo mismo. Tus latidos del corazón, cantaban baladas de amor lo mismo y encontré tu espíritu, tu esencia, danzamos de amor. Dos cuerpos fusionados en uno se convierten en la misma esencia como reflejos son las vidas que hemos transcurrido, y quiero que sanemos el pasado juntos, aunque no deseo hablarlo esta noche, ni mañana.

… Está bien, entiendo, puedo esperar.

Entiendo que necesites que pase el aniversario, quizá  el divorcio, el decir la verdad a tu hijo, estaré a tu lado, en silencio si lo deseas, siempre y cuando no te lleve a inhalar, a consumir como en la fiesta, porque te daña y me destroza.

… No sucederá, no sos el disparador de mi adicción ahora que me rendí, ahora que reconocí que te amo, esa noche lo hice porque me sentí vulnerable, abierto, impotente ante el poder que tenías sobre mí, ante el darme cuenta que le fallaría a Bruno, que al fin terminaría aferrándome a la vida por amor a vos, pero no sucederá si estás a mi lado desde ahora.

… Guille, no puedes…solo ni sólo conmigo.

… Chis. Hoy no.

¡Mierda!

… ¿Qué sucede?

¿Quién es ese tipo que está en la puerta del edificio? __ interrogué casi adivinándolo pese a no haberlo visto antes, estaba borracho y drogado, delgado, con líneas de ruta demarcadas en el rostro, ansioso, con las pupilas enormes, la mirada perdida, era, Juan.

¿Qué hace acá?

¿Es él, verdad?

… No tengo la menor idea de cómo llegó al edificio, ve a tu departamento, te buscaré en cuanto lo haya echado, le dije hace días que me dejara en paz, al parecer no era tan simple __ dijo ansioso Guillermo, sentí un monstruo rabioso naciendo en las entrañas, deseando exterminar al tipo, era la perdición, era la oscuridad, representaba esa parte de Guille que tenía que morir, la droga, el pasado, todo lo malo que no lo dejaba volar, sin embargo contuve también la punzada de celos que cernió el pecho, pase raudo a su lado, viendo cómo se abalanzaba sobre mi amor, no miré atrás, corrí escaleras arriba, confiando, intentando confiar en Guillermo.

…¿Qué haces acá, Juan? Mira cómo estás, ven, crucemos al bar de en frente, debes tomar un café amargo, doble.

… ¿Quién era el pendejo? ¿Me dejaste por él?

… No Juan, te dije que necesito estar solo, sabes lo que sucederá en horas, no es más que un vecino.

¿Cómo llegaste acá?

… ¿Vives allí? __ dijo arrastrando las palabras señalando el edificio.

… Sí, Juan, ya cerré la casa del Delta, me separé de Ana, alquilo allí en tanto me organice, estoy cerca del estudio, vamos al bar, ven.

… Te vine siguiendo desde el Delta.

__

“Todo terminó antes de comenzar. Guille, no estás fuerte hoy como para estar con ese tipo sin que te arrastre a lo de siempre, mierda.

¿Por qué?

Acerté un puñete en la pared, estaba jadeando por la corrida, frente a mi departamento, con las manos en las rodillas, al fin decidí entrar, dando patadas a las cajas jamás desembaladas, fui a la ventana, los vi cruzando la calle, iban al bar, me vio, intentó bosquejar una media sonrisa, le saludé con la mano, me tumbé en el sofá, imaginándolo como tantas veces, rozando la mejilla contra su pecho deslizando mis yemas por los senderos de abdominales, antes de hundirlos en sus costados, enlazando mis piernas entre las suyas, de manera de envolverlo en mi cuerpo, atrapándolo en una celda humana, acurrucándome contra él con mis mejillas estallando en sonrisas esparcidas hacia todo mi rostro, porque el astuto abogado ogro, siempre controlador de todo, de cualquier situación podría quedarse inmóvil entre mis extremidades, con el corazón latiéndole a mil por minuto.

Quiero tenerlo así, y no huir como la primera vez, quedarnos así, suspendidos como en la mitad de la nada, escuchando el silencio al que él me acostumbró en esa casa enorme, ahora en el departamento, y roto sólo por los ruidos de la calle, como escuchaba a solas.

Los neumáticos chapoteando sobre el asfalto mojado por la lluvia que se derramó casi mientras dábamos los últimos pasos, los sonidos de algunas bocinas, el ruido de puertas cerrándose, de tanto en tanto alguien que gritaba, alguna frenada, un perro ladrando a lo lejos, la lluvia porfiada repiqueteando, o el rumor del aire acondicionado, sería agradable estar así con él, lo supe aquel primer día en que huí creyendo no ser nada ni nadie, el silencio era la paz maravillosa de un universo paralelo con él.

Jamás pensé entonces que podría sentir, que extrañaría las caricias de esas fuertes manos que amaba, y esta tristeza de añorarlo no sería tan fuerte, de no haber aprendido a sentir sus manos en mi piel, sus dedos en mis labios, desde que dejó los objetos y lo sentí a él, lo he estado extrañando cada segundo de estar alejados.

Casi puedo sentir la última vez en que apretó los labios contra mi pelo, inhalando profundamente, tranquilo, cuando le pedí que me dijera cómo se sentía, porque yo jamás sentí antes. No quiso definirlo, me dijo que no quería ponerlo en palabras, sólo disfrutarlo.

Cuando abrí los ojos aturdido, estaba solo en el sofá, aún completamente vestido, aturdido. Me incorporé, me froté los ojos y me quedé quieto agudizando los sentidos”.

…¿Guille? __ llamé esperanzado. Recordé a Juan y me sentí ridículo. Era peor que la despedida luego de hacer el amor cada vez.

Mi reloj marcaba casi la medianoche ya, y unos minutos después oí unos ruidos en el piso de arriba que me llevaron el corazón a la garganta. Alcé la vista con el dibujo de la sonrisa. Era lindo al menos saber que estaba allí, en su departamento, cerca. Pero después oí algo diferente que desvaneció la sonrisa, que me revolvió el estómago.

Gemidos, quejidos, gritos…

El ruido de un golpe rítmico contra la pared  acompañado de los sonidos, empezó a filtrarse en mi departamento, miré alrededor sin saber qué pensar.

…¿Se fue con él al bar para consumir?

¿Luego regresó a su departamento para estar con él?

..No. No haría algo así luego de lo que hablamos, de lo que hizo hoy, no podría haber caído en el pasado a minutos de prometer lo opuesto Yo había sido el único en los días desde conocernos… ¿acaso lo había despertado de su letargo? ¿O acaso jamás dejó de estar con él a escondidas?

El grito apagado me clavó un puñal, era agudo, se me antojó que Juan debía ser pasivo, que su voz sería aguda, de hecho llenaba por entero mi departamento como antes mi música que ahora no deseaba.

..No. Esto tiene que detenerse, Guille. ¿Qué estás haciendo? No hagas esto mi amor, no.

Me levanté y empecé y echar cosas a todos lados entre el desorden del departamento buscando algo para callarlos, una piedra, un palo, lo que me sirviera para detener aquella tortura, necesitaba golpear el cielo raso. No me importara en lo más mínimo que se enojara, menos siquiera ser su vecino, el que lo condujera por ruidos molestos a caer en mi ventana.

 El señor abogado recién separado, al que no le gustaba oír ruidos molestos ni música atronadora, menos risas, ni gritos de sexo. ¿Ahora en esto?, era imposible.

Sólo necesitaba que terminaran, que se desmoronaran en la caída libre del efecto residual de la mierda que inhalaban mezclada con alcohol.

Subí a una silla del living, con un palo de secador en la mano, y justo antes de que comenzara al golpear el mango contra el cielo raso, alguien llamó a la puerta, quizá otro vecino, o quizá la policía, aquello era atronador.

La abrí como estaba, con el pelo alborotado,  la remera arrugada, pareciendo un loco de remate como él la noche de mis ruidos, o   como si la persona del otro lado fuera un psicópata y debiera defenderme a golpes.

En cambio, el que estaba parado en el umbral de la puerta, sonriendo, con el pelo empapado, y la cara húmeda, con ojeras y aspecto de estar exhausto, era, Guillermo”.

…¿Puedo quedarme aquí?

…¿Qué?

…¿Qué haces con ese palo en mano? __ preguntó atónito __ es medianoche y ¿estás ordenando y limpiando este quilombo?

Entrecerré los ojos intentando entender.

…¿No tienes compañía? __ Miró alrededor al parecer confundido por mi pregunta, luego pasó el peso a la otra pierna.

… Sí.

… ¿No deberías estar en tu piso, entonces con él?

… Me está costando demasiado poder estar allí __ dijo manteniendo la mirada y la sonrisa.

… Evidentemente, aunque no pareciera borracho, o…

Traté de cerrar la puerta de un portazo, pero la frenó y me empujó hacia adentro.

..¿Qué hace esa silla allí? __ preguntó.

… Iba a usarla para golpear en el techo. Para hacer callar a tu amante.

Sus ojos de miel se iluminaron como si de pronto acabara de leer mis pensamientos.

…¿Puedes oírlo?

Alcé los ojos al techo.

…¿Qué si puedo oírlo? Casi pude verlos. Todo el edificio podría.

.. Lo siento, Pedro.

.. No te disculpes, es evidente que no puedes dejarlo, estás con él desde niño, a mí apenas me conoces, menos puedes amarme __ dije hirviendo  de furia y de celos __. No es que nosotros… no somos nada en definitiva, siempre para ti fui un juego, un desafío, supongo.

… ¿Eh?

…! Por favor no vuelvas a disculparte! Me haces sentir aún más patético e imbécil.

… De acuerdo. Lo siento, quiero decir…

Suspiré como lanzando todo el aire que había estado reteniendo en los pulmones.

… Sólo… vete.

… Yo… iba a pedirte si podía quedarme  esta noche con vos acá. Pero supongo que si puedes oírlo…

... Le revoleé el palo, saltó al costado.

…¿Qué demonios haces, Pedro?

… No. ¡No puedes quedarte aquí, mierda! Ve a tu departamento con tu amante de toda la vida, pareces un profesional con él.

Abrió los ojos como platos, moviendo los brazos a los costados del cuerpo.

.. No, Ése... no era… Ése no soy yo. El que está arriba. Con Juan.

…¿Qué? __ Cerré los ojos, completamente confundido.

…Yo no estoy con él

 Lo miré fulminándolo.

… Obviamente que ahora no.

Sus manos se movían horizontalmente hacia atrás y hacia delante.

… No. Quiero decir que no estoy allí arriba acostado con Juan.

.. Lo sé, estás aquí ahora __ dije enfatizando cada palabra. Habría sido lo mismo hablar con la pared.

…! No! __ gritó con impotencia.

“Los golpes se reanudaron y los dos alzamos la vista. Juan empezó a gritar, y los ruidos se filtraban por el techo… más una vos de hombre más grave. Guille se cubrió el rostro”.

… Santo cielo, se escucha todo.

… ¿Juan está con otro tipo en tu departamento?

… Sí, Pedro, intentaba decírtelo. Pero al parecer tus celos no te dejaban entender.

 No quise que subiera al encontrarlo, lo llevé al bar porque estaba borracho, en lugar de tomar un café, cuando le dije que no lo amaba, se levantó a un pendejo, se fueron al baño, inhaló, y  antes me había quitado el llavero, entré al edificio porque me abrió el guardia, no quise decir la verdad, en el estado en que está, los dejé allí. Cuando regrese a la normalidad abrirá y se irá. Al menos por ahora.

… Gracias a Dios __ dije avergonzado.

…¿Qué?

.. Nada.

… Juan gritó,  Guille sacudió la cabeza.

… ¿Puedes ir a decirles tras la puerta que se callen, que terminen con este circo? Esto sí es molesto, necesito dormir un poco.

… Sí, les diré. __ Giró para dirigirse hacia la puerta, pero se detuvo, dio media vuelta, me señaló __. Pensaste que era yo. ¿Estabas furioso?

Puse cara.

…Para nada, era lógico.

… Sí, lo estabas. Admítelo que me encanta.

… ¿Y si lo estaba qué? Creo que minutos antes de aparecer este tipo, dijiste amarme.

Pero no estaba así por ti.

… ¿Y por qué estabas furioso?

… Porque es de madrugada y necesito dormir, lo mismo que tú al colgarte por la ventana para callar mi música, eres experto en cruzar balcones, ve por allí y entra por tu ventana, cállalos.

… Pavadas.

…No sé de qué estás hablando. “Sabía perfectamente a qué se refería, estaba haciendo el tonto”.

… Creíste que ése era yo drogado, que estaba acostado con Juan después de inhalar en el bar, y estabas furioso conmigo porque estabas celoso.

“Tras varios segundos sin poder encontrar una respuesta alternativa creíble, decidí hablar con desparpajo”.

…¿Y qué?

“Guille alzó la barbilla, estiró el brazo atrás como para tomar el picaporte, sin embargo, se volvió yendo hacia el teléfono”.

…¿Qué haces?

.. Llamar a la policía, me usurparon el departamento, soy abogado, están despertando al edificio, ¿verdad?

“Me abalancé sobre su mano impidiéndolo, lo miré con dureza y súplica”.

… No. La policía no.

… ¿Por?

… Porque no, Juan podría decir la verdad, si está drogado quedarías pegado, espera, como dices el efecto de éxtasis desaparecerá y se callarán durmiendo la resaca del viaje, luego veremos cómo entrar, no llames. Además el propietario te echaría, sería un  escándalo mayor.

Te amo, y lo peor de todo es que lo sabes, ven, vamos a ponernos cómodos, no puedo tapar eso con nada, esperaremos a que callen.

… Pon tu música.

… Dije que no.

… ¿Por? Estoy despierto ahora.

… Es la música de tu pasado, Guille, intento arrancarte de allí, no que cada cosa te lleve a él, no, ven, quiero que tomes un  whisky, fumaré, y charlaremos algo.

…¿Qué hacías en el bar con Beto? __ interrogó cuando como imaginé nos acomodamos en el sillón.

… Charlábamos, vino a verme más temprano, Pablo le avisó que discutimos, pero no te la tomes con ellos. Lo invité a cenar unas pizzas, estaba solo, sin ganas de estudiar.

¿Comiste?

… Sí, en la casa, antes de salir. Sigue.

… Nada. Eso, me dijo de que era importante que fuera a la embajada, hablamos de mi madre, de que debo dar con  la verdad, al menos saber si tengo un padre impostor, adicto que violó a mi madre  muerto, u otro quizá vivo que no quiso verme nacer, menudos padres me dieron a elegir, también tengo mi mochila, Guille, sin contar con que mi madre dio quizá la vida por la mía, pero si es la que dicen, ahora no me elige, no me busca y quizá me odie.

… Lo sabremos pronto, no tiene que ser así, no con ella.

¿Qué hablaron de mí?

… Nada.

…! Pedro!

… No eres el ombligo del mundo.

“Me dejó la mirada clavada, la sostuve para que no sintiera que me intimidaba”.

... ¿Y?

.. Está bien. Guille, no te hablaré de la adicción, sé que no es el momento, Alberto me dijo que no te dejara solo el jueves, ¿permitirás que a distancia aunque sea me quede contigo?

… Sí, te lo había concedido antes del enojo, me costará, pero te necesitaré para no caer en lo mismo, Pedro, este primer tiempo… te necesitaré para no regresar al pasado, ¿podrás estar?

… Sí, pero no soy la solución, no será para siempre.

… Lo sé, te prometo que lo superaré, sólo por ahora.

¿Nada más hablaron?

…. Guille, dime, ¿por qué no subes para saber que están dormidos y no muertos, ahora?

“Se puso a reír a carcajadas, me enfurruñé”.

… Lo dije de verdad, al menos dile al guardia.

… Déjalos en paz, ¿por qué no  nos vengamos haciendo lo que ellos ahora que duermen?

… Luego, quiero decirte más cosas.

… Y yo quisiera recorrer la sinuosidad de tu río, desembocar en el mar de la pasión, explorar la serranía que me limita el deseo, explotar como un volcán y como lava hacer isla en tu cuerpo. Quisiera un atardecer contigo en alguna playa, contemplando el celaje colorido adelantando la llegada del crepúsculo. Sos ese anochecer en un castillo de arena, bajo la luna iluminando nuestros cuerpos desnudos, comulgando el amanecer de nuestros sonidos, las caricias, las ganas y los besos, entre tanta oscuridad y placer nos fundimos piel a piel en el cenit del iluminado cielo. El alborotado lenguaje de nuestro cuerpo, locura y fuego desbordado.

Idilio profundo oculto en el pecho. Somos sombras que se aman en secreto, amantes despiadados en regueros de besos que encierran delirio y ahogados gemidos, llenos de deseos prohibidos. Mentes unidas por el destino, entrega total con palabras furtivas. No importa nada más en este momento, sólo devorar nuestros cuerpos. Deseo escondido en calle desierta, nos unen las ganas de gozar de más momentos. El ansia nos ciega, vivimos en constante riesgo, por saciar está rabia salvaje de nuestros cuerpos.

… Guille, espera, es importante.

¿Nunca intentaste buscar esa laguna de recuerdos perdidos del accidente con ayuda de hipnosis o regresión?

… No. Desperté y supe aquello, el dolor me dominó, luego me aturdí al frente de todo de repente, no. Pensé que con los meses llegaría el accidente, puede que ni siquiera despertara.

… Pablo corrió a tu lado, tú estuviste meses en coma, ¿tu padre era un conductor experto? Digo, habitualmente ¿crees que podría conducir con tormenta?

… Sí, él y Bruno jamás bebían y conducían como Pablo, efectivamente salió porque se creyó capaz, por eso busco en mi mente el momento, no estaba borracho, sí muy nervioso, al menos por lo último que recuerdo.

…¿Cómo sabes que llovía donde se mataron?

Digo, te dormiste, luego no despertaste, puede que salieran con la tormenta y la pasaran.

…¿Dónde quieres llegar?

… A  que sin dudas, tus padres tenían planeado estar ese fin de semana en la casa de la playa, lo dijo y de allí el enojo de tu madre, ¿sabías que había prestado el yate a la mujer, a la  madre de Miguel pese a que fuera amante de tu padre?

¿Cómo se entiende esa extraña amistad pese a los engaños?

… Ya te lo dije, mis padres, eran así, egoístas, ausentes, infieles, supongo que ella quizá también, Bruno funcionó como mi padre, él nunca tuvo a nadie, se puso los más severos límites solo, para ganarse el amor huidizo para nada.

… No eres responsable del viaje de tus padres a la casa, del regreso pese a la lluvia, ya que tu papá pensó que nada sucedería.

Sí eres responsable de que Bruno tomara el avión para sacarte de esa fiesta y desarmar ese lío, para cubrirte como siempre, eso es así.

…¿Y? Eso ya lo sé, de su muerte me siento culpable, a él lo maté.

… No. Lo llevaste a la casa, pero el accidente es la clave, si tu padre no chocaba, y todos hubieran llegado a casa, si Bruno  llegaba a su fiesta, ¿sentirías culpa alguna?

… Claramente, no, o sí, por drogarme y ser un idiota libertino supongo, pero nada importante.

… Guille, siendo el mejor penalista de Bs. As., ¿nunca investigaste el expediente?

El accidente puede ser tu liberación. ¿Estás completamente seguro que lo fue?

…¿Cómo?

… Acabas de decir que tu padre era buen conductor, que estaba lúcido, ni siquiera sabes si había tormenta donde ocurrió ¿por qué darlo por accidente?

¿Quién los encontró? ¿La policía?

¿Estaban ya muertos?

¿Cuánto tiempo pasó?

¿Nada de todo eso sabes?

… Lo investigaron, lo cerraron como accidente, Pedro yo era muy joven, estuve un año atolondrado, rehabilitando, los encontraron por azar, nadie casi andaba por el temporal, no llegó la policía, sino el mejor amigo de mi padre, él llamó a ambulancia y policías, se dijo que llevaban muertos una hora, yo estaba agonizando.

…¿Cómo?

…Lo que digo,  este hombre iba hacia la casa, cuando lo sorprendió la tormenta, iba a esa fiesta que suspendieron, los cruzó por ello.

Los demás desistieron de salir supongo.

…¿De quién estamos hablando? __ Una inquietud me embargó el pecho.

… Del padre de Miguel, era el mejor amigo de mi padre, él los encontró, en minutos llamó a la policía, a las ambulancias, a todos.

…¿Quién te hizo creer culpable de aquello?

… En principio, él, luego Miguel, a ellos se sumaron… todos menos Pablo, supongo.

¿Qué intentas decirme, Pedro?

… Quiero ser penalista y ser tu socio, investigar ese accidente __ afirmé.

… Pedrito, amor, hace mil años, no queda rastro de ese expediente, se cerró como accidente.

… Por lo general no quedarían rastros, en familias poderosas como la tuya, puede que el expediente alguien lo tenga a resguardo, ¿sabes quién fue el fiscal y el juez de la causa?

… ¿Qué causa? Yo no presenté cargo alguno.

… Guille, Dios, no me lo puedo creer.

… ¿Qué cosa?

… Que pasaste la vida con el peso de la culpa sin siquiera saber si aquello fue un accidente, el padre de Miguel los encontró, él te dijo todo, el tipo al que la mujer engañó con tu padre, al que engañaba con el grupo de amigos, el que le dio el apellido a Miguel, el dinero, porque tu padre lo negó, ese tipo podía odiarlo,… y odiarte, ¿entiendes?

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.

CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.