"ATRAPADOS". CAPÍTULO CINCUENTA.

“ATRAPADOS”.

CAPÍTULO CINCUENTA.

Miami. Florida, domingo   18  de abril de 2016.

¿Te gustó la sorpresa?

… Mucho, soy tu prometido ahora, al regresar, no estabas escapando del agua, por lo que deduzco que mañana irás a nadar, lo mismo que al mar, ¿verdad?

… Te odio, pero si quizá lograras distraerme de la muerte, lo logres, como sé que serías capaz.

… “Por esto… lo nuestro”… lo que sea, amor, todo lo que sea necesario.

 

“Mi conducta de lector, tanto en mi juventud como en la actualidad, es profundamente humilde. Es decir, te va a parecer quizá ingenuo y tonto, pero cuando yo abro un libro lo abro como puedo abrir un paquete de chocolate, o entrar en el cine, o llegar por primera vez a la cama de una mujer que deseo; es decir, es una sensación de esperanza, de felicidad anticipada, de que todo va a ser bello, de que todo va a ser hermoso...”

― Julio Cortázar.

 “Por muy lejos que el espíritu vaya, nunca irá más lejos que el corazón”.

Confucio.

“Cuando el esplendor del día te exaspere, cuando desees que una noche

definitiva  se abata sobre el mundo, piensa en el despertar de un niño”.

Omar Khayyam.

“Todo lo que se hace por amor, se hace siempre más allá del bien y del mal”.

Friedrich Nietzsche.

“No nos engañan los sentidos, sino el discernimiento”.

Johann Wolfang Von Goethe.

”Estamos pasando unos días tranquilos, entre las piscinas y el mar, en la arena y en  caminatas, disfrutando de convivir los cuatro en libertad”.

…Papi, ¿por qué no se casan acá?

… No mi niño, no estamos apurados.

… Podría ser __ se sumó Fabián,  José se coló por encima de todos al regazo de Guillermo.

… Dale Guille, cásate con papi, ahora.

…  Precioso, papi tiene razón, en Bs. As. están los amigos, el abuelo, nos casaremos allá luego de encontrar una casa, de organizar los trabajos.

… Ufa, pero pueden casarse de nuevo allá.

… Hijo, deja de molestar a Guille, no podemos casarnos  acá, mi lindo, somos argentinos, no tenemos papeles de este país, no se puede, ¿por qué tanta prisa?

… Es que es lo que quisiera mami, escuché cuando en Misiones le dijo a Guille que nos cuidara, ella querría, papi, además, me da miedo__ lo dijo casi llorando,  crucé miradas con Guille.

…¿Qué miedo  precioso? __ dijo Guillermo con ceño, preocupado, acariciándole la cabecita, ya estaban ambos llenos de arena.

… Es que el señor con el que llegaste a El Dorado murió, mi mamá luego, y no quiero que pierdan el tiempo.

“Pegué un salto y me arrimé a ellos, echados en lonas en la arena húmeda, había pasado el día corriendo, jugando con Fabián a la pelota, entrando al mar, además de comer y beber jugos en la playa, no supe de dónde apareció esa secuela, no creí que mi niño la  tuviera, no había visto nada supuestamente, excepto muy levemente la enfermedad de la mamá.”

… Hijo, no tienes que tener miedo,  lo de mami  no pasa todos los días, lo del esposo de Guille tampoco, no vamos a morir nosotros, al menos por unos… doscientos años.

…¿Lo prometen?

… Lo prometemos principito, no antes de que te cases y tengas tus hijitos, y para eso falta mucho __  afirmó Guillermo comenzando a hacerle cosquillas, empezaron una guerra y terminaron llenos de arena más allá de la lona, pero me quedó la preocupación por lo que la mente de mi hijo pudiera haber almacenado de los hechos traumáticos de esos meses.

… En Bs. As. si quieren no llevará tanto tiempo organizarse. A lo sumo tardaremos un mes en encontrar una propiedad, si hay que construir sería largo, esperemos encontrar algo que nos guste, cómodo.

En cuanto al trabajo, papá, no tienes nada de nuevo más que regresar al estudio.

…. Si existe, si Marcos no contrató a otro penalista.

… No seas exagerado, sabes que no.

… Yo la tengo más complicada, deberé renunciar al hospital, ver qué me da el ministerio, contratar gente en lo privado, pero sí, supongo que en un par de meses estaremos encaminados, hay que ver si terminó el juicio en Argentina.

… Por lo de Juan, papá, no te hagas drama, si quieres fírmame un poder y me encargaré de todo, sé que no te gusta la idea de ver sus cosas.

… Ya hijo, lo haré,  hay cosas que debo de ver, papeles, trabajos, era abogado, compartí años con él, luego que venda la casa, le daré el dinero a Beto, la camioneta a vos, pero debo ocuparme.

… Está, bien, no te enojes, deseaba ayudarte.

“El día continuó cambiando de tema, comenzaríamos el recorrido por los parques de Orlando, pero antes pasearíamos Miami en auto, iríamos  a la isla en el barco para ver la casa de los famosos, y en medio de la semana tomaríamos el crucero a Bahamas, cosa que no me hizo mucha gracia cuando supe que nos quitarían los pasaportes antes de subir al barco, siento que quedaremos perdidos en alguna zona inhóspita, pero por hoy mejor no digo nada más, me fugué en la mañana y en parte de la tarde a la cabaña techada a leer, pese a que antes entré al mar con Pedro y los chicos, sentí que me estaba quemando demasiado, a pesar de que algunas nubes insolentes para mi prometido, le impidieron tomar el sol que desea.

Prácticamente me arrancaron de la reposera entre él y mi hijo, terminamos al fin en las lonas, en la arena.

No le dije más de lo que vislumbramos en el nene, pero algo debe de haber captado de los trágicos hechos del pasado reciente para hablarnos así, es obvio que sabe que la muerte no pide permiso cuando llega, y es el temor que lo llevó a pedir el casamiento.

Contemplamos la caída del sol, espectáculo imponente si es que hay otro, mientras Fabián trajo jugos de la zona del hotel.

 Luego se llevó al nene, se iban a duchar y a cambiar, a cenar en la suite, nosotros por ahora no estábamos decididos a seguirlos, echados solos en la lona, envueltos por la brisa, arrullados por las olas, con la mirada perdida entre el mar y el horizonte, algunas luces de veleros cortaban el agua en colores, y el manto estrellado, nos daba la noche más bella, casi imposible de imaginar apenas unos días atrás”.

…¿Qué miras?

… Tus ojos, lo primero que me impactó cuando abriste la puerta en el hostal, la intensidad casi palpable de tu mirada que se clava como flecha penetrando en lo más hondo de mi alma, provocando inquietas sensaciones, tempestades que derrumban mis débiles esquemas, evocando recuerdos de caricias, de besos, de mutua entrega cuando hacemos el amor. Cómo no has de ser intenso y fuerte cuando tus palabras definen la fuerza con la que te entregas al amar, con esa pasión desbordante, con esa pasión delirante que hace arder el alma y que no se puede explicar. Intensa es la oscuridad del firmamento donde se pierden las aves al buscar el verano incierto, intensa es la fuerza bravía del mar que provocan las olas con su eterno movimiento como ahora, como aunque en peligro ya sucedió en la playa de Brasil, tan diferente el Atlántico bravo allá como tormentosos fueron aquellos días, como lo fue el amor en medio del peligro. Así de intenso es tu amor cual fuerza de huracán que al cruzar por los senderos  destruye lo que a su paso encuentra,  así de salvaje eres tú en mi mente incitando mis palabras a que vuelen para caer como lluvia en corazones de ilusión ausente. Así de intensos son los momentos cuando estoy a tu lado, así de intenso es el beso de amor  anhelado por mis ojos cuando mis manos acarician tu rostro. Igual de intenso es el momento de quietud, cuando el silencio sustituye a las palabras y la tempestad de amor provocada por la pasión vertida en nuestro cuerpo  se transforma en sofocada calma, y con besos callamos los susurros de placer en el interior de nuestras agitadas almas. Así de intenso es el silencio que se crea cuando nuestras almas hablan  envueltas por el amor divino, sublime, de dos seres que con furor se aman.

… Mejor vamos subiendo, son kilómetros para llegar a la ducha, los chicos ya deben de estar  por dormir, nosotros veremos si bajaremos o no luego de saludarlos, no sé qué me sucede.

… ¿Qué pasa Guille?, te noto raro.

¿Te molestó algo?

… De lo que dijiste no.

Pedro, todo a veces me molesta.

Sé lo que me pasa, y no quiero callar para que todo sea idílico, me insolé, estoy ardiendo, creo que tendré fiebre, siento que luego de ducharme, estaré lleno de ampollas, y te lo dije pero me obligaste a estar en la playa, en el mar, dijiste que estaba nublado, vos estás acostumbrado a Misiones, yo vivo encerrado, querido, debiste respetar mi deseo de estar en la cabaña.

Vamos a la suite.

“Lo escuché y sentí que el cielo se me caía en la cabeza, que el peso de las estrellas me hundían en la arena, al comienzo creí que era una broma, mas luego me di cuenta de que era verdad, estaba arisco, serio, como alguna vez escuché que se ponía en las audiencias, pero jamás… ni en los peores momentos estuvo así a mi lado.

Apenas llegar a la suite, fue a uno de los dos baños, solo, cerró la puerta, la mampara, oí el agua de la ducha correr, quejidos”.

…¿Guille?

Silencio.

…¿Estás bien?

… Quemado, Pedro, estoy ardiendo, déjame tranquilo, ve a la otra ducha __ lo dijo en un tono de enojo, me estremecí, llevábamos dos días de ensueño, del compromiso, acabábamos de charlar sobre el casamiento, no entendí nada.

“De pronto siento que desconozco a este Graziani, me resulta más extraño que el mismo William, o quizá sea todo una broma, pero es demasiado cruel, no me gusta.

Salí de la ducha y estaba en el sillón tomando su whisky, sólo que antes de la cena, con la mirada escapando por el ventanal, no la desvió como siempre a mí, me acerqué a colocarme una bata, siguió igual”.

…¿Me dejas ponerte algo en la piel?

… Ya me puse, no se te ocurra tocarme, me duele,  allí tienes la crema si estás como yo.

… No, estoy bien, es verdad, disculpa, yo ya vivo tostado por los años que pasé en ese clima, tendría que ver si los chicos están como tú.

… Ellos están bien, Fabián toma sol en las piscinas, y José es como vos, tatuado ya.

…Guille, ¿por qué siento que esto va más allá de la quemadura, del sol, etc. etc.?

Disculpa, no nos dimos cuenta.

… Fue una puta casualidad que vos y Fabián se pusieran de acuerdo para hacerme hacer lo que no deseo, ¿y sabes qué pasa, Pedro?, que ya no sé si quiero adaptarme a lo que no deseo, estoy grande che, y qué estúpida manera de morirse, insolado, luego de estar  en cautiverio a manos de los narcos y salvarse por azar, porque la parca estaba distraída, una casualidad  __ el tono fue duro.

… ¿Casualidad? _ remarqué las sílabas.

¿Desde cuándo para vos lo que sucede entre nosotros es una casualidad?

Pensé que estábamos destinados a encontrarnos, al menos lo pareció al llegar yo al hostal en El Dorado. Claro, quizá tienes razón, fue una puta casualidad que se te ocurriera ir de luna de miel con Juan en cuatro por cuatro a Cataratas, que pasaras por un pueblo perdido en el planeta, que tuvieras un medio hermano antes fiscal, entonces  narco prófugo esperándote para matarte, y dio la puta casualidad que me tomó de punto, y de entrada me amenazó con matar a mi esposa y a mi hijo si no delinquía, porque te recuerdo que si no estoy preso por falso testimonio, debe de ser porque tuve la suerte de tener a mi suegro juez.

Todas casualidades, como también entonces piensas que salvamos la vida por casualidad, mira, lindo.

Yo en cambio creo que me jugué por nuestro amor, pude dejar que tu hermano te matara, en cambio elegí arriesgarme y hacer a su antojo, viajé una y mil veces entre Misiones y Bs. As., mentí y cambié declaraciones, me  enamoré y me fugué a Brasil sin cargo ninguno, dejando a mi mujer moribunda, pero para vos fue todo por casualidad.

También pensé que estamos todos vivos y libres, porque hay dos personas que se equivocaron, sí, un montón, pero que al fin se echaron al mar desde una avioneta cuando podrían haberse fugado días antes tranquilamente, pero se quedaron hasta el último instante para que yo  los sacara de la casa, a Beto y a ti, William y el pampeano por casualidad casi murieron por nosotros.

Como por casualidad, me metí en la mafia narco, y no quedé pegado a tu hermano por casualidad.

¿Qué sucedió realmente, Guillermo?

Me pediste casamiento hace cinco minutos, con tu hijo armaste un compromiso de ensueño hace dos días, ¿extrañas a Juan?

Me lo pareció cuando Fabián quiso ayudarte con sus cosas.

… Quizá,  como vos a Camila supongo.

“Desvió la mirada intensa por primera vez, la clavó en la mía, pero no me gustó, no vi el alma, vi enojo, algo raro, algo insólito”.

… Pedro, a veces pienso, que somos dos desconocidos.

…¿Desconocidos?
… Lo que escuchaste, por eso extraño la intimidad, la familiaridad de años normales que tuve con Juan, y vos debes de extrañar lo mismo que tenías con Camila, a nosotros quizá nos unió el  horror, nos amamos desesperadamente porque pensábamos morir como ellos, José lo dijo  hoy, pero así, en la vida cotidiana, no tenemos demasiado en común, no  nos conocemos.

… ¿Es verdad lo que estás diciendo?

… Sí.

… Perdón, claro, Juan era abogado como vos, Camila médica como yo.

… Por ejemplo, temas comunes de conversación laboral.

… No te gusta la playa, el sol, la arena, navegar, ni viajar, y te obligamos a esto.

.. Otro ejemplo, como no sabía pescar, como que odio a los bichos que en la tragedia soporté en Misiones, como que amo el cemento y vos la aventura, como que no manejo y a vos te fascina, como que no hago ningún deporte y vos todos, como que odio el spa y me llevas a diario, me cansé de seguirte, Pedro, quizá no debí regalarte la alianza, me apuré, no sabemos si esto, sin Miguel, sin la muerte en la espalda, será el idilio de esos días, no lo sé hoy, tengo dudas a veces, no todo es llevarse bien en la cama, y de pronto la quemadura, sí, me hizo contar qué tenemos en común estando de pie, y quizá sea muy poco, Pedro, al menos para mantener un matrimonio, piénsalo. Casi somos desconocidos, llevamos días libres.

… Yo no necesito seguir con este viaje para mi vida, estuve años en El Dorado, y jamás salí de la reserva, trabajé 23 horas por día, sólo me dedicaba a ello y a mi familia, te recuerdo que sé prescindir de todo, que no soy éste de estos días, quise hacerles un regalo, más a los chicos que a nosotros… déjalo, quizá tengas razón, no puedo pedirte que te sientas tan a gusto a mi lado como lo estabas con Juan, quizá por ello tenías amantes y siempre regresabas a él, era tu ancla, y quizá fui uno más, el que te sirvió en el horror, lo dijiste, pero pasa que Juan ya no está.

“Estaba sintiendo un sudor frío corriendo la espalda, las lágrimas agolpándose en los ojos, y el corazón se estaba destrozando, pero en silencio, me fui a poner un jean y una remera, él no me miraba, sentí que éramos dos extraños, mucho más que cuando llegó William en su lugar”.

…  Seguramente, quizá conozcas decenas de abogados de características similares a Juan, afines a ti, y quizá yo deba salir a pasear la noche porteña como gay, y conocer hombres con mis gustos, porque total estamos  vivos por casualidad, y somos desconocidos a la fecha.

… Estás exagerando, tampoco es tan así, quizá me expresé mal, estoy de mal humor.

¿Qué estás haciendo?

… Ir a darme uno de mis gustos, a correr por la playa, o a caminar, veré, quizá conozca a alguien como yo, por casualidad, pero justo está sonando mi teléfono.

¡Hola! __ dije sin mirar.

…¿Pedro Beggio?

… Sí, ¿quién habla?

… La esposa de William, disculpe si lo llamé en mal momento.

… No, ¿cómo está Sra.?  __ Guille me miró interrogando, puse altavoz.

¿Tiene algún problema?

… No, al contario, deseaba pedirle que si se comunica con William le dé las gracias, con el dinero que dejó, pude matricular a los chicos en sus colegios, comprar una casa como la de antes, y aunque seguiré trabajando, no tenemos deudas.

… Le alegrará saberlo. Está aún internado, estuvo grave, pero entendemos que ya está mejor.

…Pedro, para serle sincera, estaba por preguntarle, luego de este tiempo de enojo, siento que el amor está, sigue presente, y mis hijos no son ni tan chicos ni tontos, les conté la verdad.

Al comienzo se enojaron pero hoy desean quizá verlo, no ya, pero en vacaciones, y a mí me gustaría saber de él.

… Me sorprende para bien, lamento no poder darle datos, dependo de que él llame, no sabemos dónde está, sí que pondrá un negocio, que cambió los rasgos, la identidad, quizá revalide el título de abogado, cuando llame le daré las novedades, creo que le hará muy bien, yo al menos me alegro, pudo cambiar Sra., y quizá en un tiempo luego de tantos años de matrimonio, los dos se decidan a darse otra oportunidad, quizá valga la pena.

… Se lo agradezco, dígale que puede llamar a casa cuando desee, puede darle mis números.

… Así lo haré, gracias, adiós.

…Pedro, no te vayas, pide la cena.

… No tengo apetito, Guille, necesito pensar en lo que dijiste, porque lo que acaba de demostrar la esposa de William se asemeja, no tenemos tiempo de estar juntos tú y yo, menos para llevar una alianza, quizá, aunque te ame, quizá no sea suficiente, quizá consideres mejor lo que tenías con Juan, pide la cena para ti, pasaré a ver a mi hijo, y bajaré a la playa.

“Salí rápido para que no viera las lágrimas rodar”.

___

…! Guille!

¿Pasó algo?

… Beto, perdón que moleste, ¿dormías?

… No, pero ¿qué te pasa?, te conozco.

… Me mandé una macana creo __ le conté.

… No, Guille, no. No te mandaste una macana, vos te volviste loco, decir que puedes vivir sin Pedro, y que lo de ustedes no es amor eterno, es de locos.

… No te llamé para  oír un sermón, me pasé, lo sé, una cosa llevó a la otra, y soy un  idiota cabrón, pero Pedro no lo sabe, ves, a eso me refiero, vos lo sabes, Juan sabía, él no, y no me perdonará, le hablé como si estuviera en audiencia, y nada que ver con mi amor, lo adoro, mato y muero por él, lo amé antes de verlo, pasa que estoy en pánico, me siento mal, no me reconozco, Beto,  cada noche pese a estar enredado en él me siento en la celda, escucho al perro, al llegar en el gentío de los aeropuertos me daba vuelta todo, deseaba saber si te sucede algo similar, me siento mal físicamente, cansado, estoy en shock postraumático supongo.

… Guille, estás en Miami, libre, con Pedro, con tus hijos, yo estoy feliz con Gaby, con mi hijo, quizá extrañes el estudio.

… Es allí, vos estás en una relación estable, regresaste a un matrimonio consolidado, yo llevo días con el verdadero Pedro, y eso quise decirle, claro que me faltó, a veces siento que nos estamos apenas conociendo, pero lo amo desesperadamente, y esa parte no se la dije, estoy estresado, idiota, y dije todo al revés.

… Bueno, cuando regresen, te llevaremos al mejor psiquiatra del país, puede ser que te sientas mal, pasó de todo, yo pasé sólo lo último, pero si pierdes a Pedro, no habrá genio que te arregle la vida, te lo sello, arregla el macanón que hiciste, el pibe tiene razón, él no es de vivir de joda, este viaje se los regaló pensando en que estaban allí, Guille,  ahora te lo digo yo, esto va a pasar, en dos meses si  lo dejas ir, te vas a matar solito, sin Miguel en medio.

__

“Guille, ¿qué sucedió?

Quizá tengas razón, pero no, yo no puedo amar a otro, no soy gay, me enamoré de ti, no quiero andar de joda, no deseo viajar ni andar por ningún lado, quiero un hogar contigo, con nuestros hijos, las diferencias nos completan, nos adaptaremos en el tiempo, pero el amor está, no morirá, no sé tú, yo no saldré con otro, sin ti se fundiría la noche con el día, el ocaso con el alba abriendo  la puerta de mi vida a la nada, vería pasear frente a mis ojos la agonía se viera que tú no existes en mi vida.

No necesito viajar ni del lujo, ni de  la playa, pero sí respirar el aire que respiras, el mismo, ocupar algunos de tus lugares, aunque seas abogado y yo médico, me gustará ir a los congresos contigo,  ir a tus convenciones, pasar por el estudio, que pases por el Ministerio, llegar a casa a la tarde para cocinar juntos, pasar los fines de semana con los chicos en la casa  a como dé lugar, quizá corra un rato, pero mientras puedes leer, no es un drama como para dejar de lado el amor, no puedo creer que no me ames, que sea uno más, que el amor fuera Juan.

Se cubrió mi cara de lunas negras, de miedos a no sentir tu cercanía, desasosiegos y marañas, que enturbian el corazón y la celosía.

Los besos que nos dimos, los que llenaron de aromas mis sueños, de sabores, mis despertares, el que navegó en la primera brisa que el viento sopló no fue falso, no fue mentira, nunca mis besos sintieron frío en tu cuerpo, nunca la falta de piedad o desvelo.

Aquel beso, que se detuvo en mis labios, como una brisa de terciopelo. El día que por primera vez  sentí en mi corazón  un te amo, no fue falso.

Aún siento el dolor lacerante de las palabras que pronunciaste, de la mirada desconocida o esquiva de hace minutos, nuestras entregas de la mañana no fueron despedidas, me di sin reservas, la intensidad de tu amor fue la chispa que encendió mi hoguera, música romántica  para mis oídos tus gemidos, sabor a licor dulce tu saliva, besos con sabor de tus ojos, con sabor a ti…y como siempre, no puedo ser uno más que estás echando, para al llegar hacer pasar al siguiente, nos comprometimos ante nuestros hijos.

Amo amarte como la vez primera, trémulo y sonrojado, sublime sueño hecho realidad, entre tus brazos conocí el amor, de tus labios la dulzura, de tu piel la pasión. Mi alma llena de ilusión, fui a nuestro primer encuentro y así permanecí durante mucho tiempo. Eres más de lo que había soñado, amor  verdadero que llena mi ser, eres la fuente de mi alegría, mi tormento y mi paz. Te amo, te amé de todas las maneras, a escondidas de la muerte, de Camila, de Miguel, en la ausencia durante el cautiverio, en silencio mirando a William para no olvidarte, entre hojas secas, ahora en la brisa cálida, bajo la lluvia, en la nieve, en la vera del río en Misiones, en arenas blancas del mar. Te amo, te amo todo el tiempo, de día, de noche, estás de en mí, te siento muy dentro, aunque no estás aquí. A veces me pregunto. ¿Por qué se separan los que se aman tanto? ¿Por qué existen barreras que alejan los corazones?

¿Acaso lo que dijiste fue cierto, somos desconocidos unidos un rato para luchar contra el horror y la muerte que se encontraron por casualidad para ahora separarse?

No. No es así, no es lo que sientes. Nos amamos lo sé, aunque no estemos juntos, lo supe en tu cautiverio, mi alma se había cerrado cuando no encontraba la manera de llegar a ti, jamás imaginé abrirme a otro amor, o que mis labios pudieran decir te amo a otro, sería imposible porque mi corazón jamás latió por otro y mi alma está llena de caricias que aún no te di, en mis labios mueren los más dulces besos esperando por ti, estoy aquí rodeado de fragancia y ternura de flores de abril, sal y mar, que inmortalizan nuestro amor y sueño con volver a tus brazos como la primera  vez. Quisiera volver a vivir todo el amor que me hiciste  sentir en aquella otra playa en la fuga a Brasil, donde no resistimos a la pasión que se apoderó de nuestras almas y nos amamos con todas las fuerzas del amor aun estando viva Camila.

Te quiero, aún permanecen en mis labios tu sabor  y en mi piel tu calor, en mis ojos la llama de la pasión que encendiste tú al instante en que nos vimos, te amo, y todo lo demás es lo de menos”.

… También yo te amo cielito.

“La voz llegó como traída por el mar pero desde atrás, profunda, sensual adorable, como la de siempre, me estremecí,  ¿lo imaginaba o estaba detrás, cerca?”

…No sé lo que dije, amor, no quise decir nada de lo que dije. __ Me abrazó desde atrás, me lamió el cuello, temblé entre sus brazos.

Te amo, no vivo sin vos, aunque seamos totalmente diferentes, aunque digas negro y yo blanco, son las diferencias que completan, nadie dijo que la alma gemela deba de ser idéntica, al contrario, debe desafiar, y amarte a vos tan distinto, es el desafío, y que me ames es un privilegio.

Claro que nada es casualidad, que fuiste y sos mi causa, yo tu efecto, que estábamos destinados a “esto... lo nuestro”.

…¿Entonces?  __ Me volví y atrapé la mirada, me penetró e hizo el amor en ella.

… Entonces que sí, estamos conociéndonos en la vida común y corriente, pero nos amamos, y tenemos proyectos juntos aunque no pegoteados como quizá era antes con otros.

… Estos días no son la vida común y corriente, Guille, son excepcionales, terminarán en una semana, entonces regresaremos a tus lugares, y construiré los míos, pero aunque no todos sean comunes, podremos compartir mucho con buena voluntad, y paciencia.

Yo quiero apostar a que esta relación, a que esta alianza no es un anillo, es el hilo que hilvana las almas, que une para siempre, es un… juntos para siempre, aunque siempre sea este presente eterno en que el amor es lo que importa, y el resto va detrás.

… Pedro, apuesto por lo nuestro, hoy, mañana, el año que viene, y casi me animaría a decir para siempre, las diferencias lo hacen menos predecible, evitarán la rutina,  lo que me sucede, es otra cosa.

…¿Qué cosa te sucede?

… Hablé con Beto, él está feliz, bien, pero no pasó lo que nosotros, creo que no estaba preparado para tanto dolor, que no superé el cautiverio, mientras estábamos juntos pude, pero sabes que detrás del ogro de tribunales, se esconde un ser vulnerable, fóbico, y creo que estoy en estrés postraumático, sos médico, debí decirte la verdad en lugar de las barbaridades que salieron.

… Amor, qué susto, es normal que lo vivencies así, te prometo que va a pasar, en Bs. As., junto a todos o con ayuda, lo que no va a pasar es que yo no te ame.

… Tampoco va a pasar que yo deje de amarte, porque de hecho te amo, Pedro Beggio, de hecho que quiero casarme, que no necesito a otros como yo, iguales, que no extraño a Juan como hombre, como mi hombre, ni vos a Camila como pareja, te extrañaría a vos, dejaría de respirar sin vos. Te amo.

“Luego de una caminata de quince minutos en que la luna nos siguió los pasos, y las olas insolentes lamieron la arena muy cerca, regresamos al hotel, cenamos apartados, en una mesa cerca de la playa, en silencio, amándonos en la mirada, en cada roce en la botella, entre  idas y venidas de gente, y al fin Guillermo me entregó una servilleta”.

…¿Qué es?

… Lee.

… ¿No todas las parejas terminan igual?

… Exactamente, la nuestra no tendrá final, soy tu yo para siempre, Pedro Beggio, no me creas, si te digo  que no te amo.

“Llegamos a la suite, de la mano, Guille colocó la tarjeta, abrió y el ambiente era diferente, estábamos conociéndonos, podía ser así, pero el amor dijo presente, cuando me tomó las manos y me las inmovilizó con su fuertes brazos de hierro, luego de colocar un vals, y fui presa de sensaciones embriagadoras, placenteras en torbellino, cuando brillaron las miradas en la danza del vals, casi un ensayo del que sería el del casamiento, Guille lo bailaba con maestría pese a que decía no bailar, yo sólo me dejé llevar, me deslizaba y giraba borracho”.

…Si dudas podríamos casarnos en Las Vegas, le daríamos el gusto a José y podrías divorciarte al mes.

… Te mataré antes.

“Y giramos en mágicos círculos, las miradas se enlazaron, Guille me atrajo a su cuerpo con determinación, el flujo y reflujo de la danza nos excitó mucho más casi piel con piel el latir era doloroso, con los sentidos saturados, los ojos perdidos dentro de los ajenos, sintiendo los labios secos, palpitando al ritmo alocado de los corazones, y Guillermo aceptó gustoso la invitación de los labios gruesos, saboreándolos a placer, confiado en su experiencia, para comprobar que era Pedro el que lo atraía al interior de sus labios, aceptó las caricias ofrendadas, al tiempo que encendía sutilmente su llama”.

__Pedro experimentó un estremecimiento de expectación, el beso cesó, no la mirada,  bajaron las manos a las ondas, se colaron hacia atrás a las nalgas, se atrajeron con el poder de dos imanes, de dos polos, sintieron los dos el gigante deseo del otro,  una gigante oleada irreversible de calor y de fuego los envolvió. El aliento era el del otro, atrapados ahora no en una mafia, sino en besos y abrazos, mientras profundos estremecimientos los excitaban por doquier.

Quizá fuese la mejor aceptación del casamiento, sin palabras, con hechos, y decididos  a superar las diferencias o aunarlas a favor, se entregaron aún más al abrazo, devolviéndose besos vehementes, dejándose caer sobre el somier, firmes, cuerpo a cuerpo, miembro a miembro apartando barreras, descubriendo piel asombrados como si fuese la primera vez.

El jadeo dijo presente, el fulminante impulso del deseo, se tentaron con las lenguas, se desafiaron a danzar, recorriendo caminos en el torso, colando dedos a la espalda, sintiendo no pasivamente, Guillermo le echó las manos atrás, las inmovilizó detrás de la cabeza, y reconquistó los labios con un deseo que crecía en desenfreno, apenas contenido, y voraz profundizo más en la boca, al tiempo que se debatía en no perder el control,… todavía.

Pedro lo desafío removiéndose debajo, el calor crecía,  el deseo era palpable, se acumulaba y crecía, y al fin ambos olvidaron el por qué no, olvidaron todo excepto la necesidad de aplacar la fuerza impulsora que los llenaba, el deseo cristalizado que se acumulaba tensando los músculos, erizando los nervios, barriendo los últimos restos de razón, de precaución.

Los labios se entregaron por turnos al otro, apasionados y seductores, acariciándose senderos de manera tentadora, resbalando las manos del cuello a los hombros,  al torso, a las cumbres, jugueteando allí, robando alientos al rozar la cúspide, retorciéndose gozando de la tensión muscular. La llama estaba encendida, necesitaban la umbría en vaivén para poder apagar el fuego, para dar calma a la sangre febril.

Las barreras cayeron en tanto se deseaban y necesitaban, sintiendo el frío colándose  del afuera, el calor del cuerpo, la luz reflejada de la luna, y al alzar la mirada el rostro de Guillermo pareció tallado con ángulos pronunciados y facciones marcadas, mentón arrogante, mientras los botones en el pecho ansiosos palpitaban, y Guillermo se inclinó a rozarlos primero con los labios, arremolinando los sentidos de Pedro.

Guillermo depositó cálidos besos alrededor, y luego abandonó la boca cubriéndolos, succionó, y tomó mordisquitos y Pedro supo que sería su muerte, las sensaciones lo sacudían por entero,  liberó las manos cautivas apretando los puños, mientras Guillermo torturó la zona suave hasta escucharlo gritar. Paseó al lado contrario, y no alzó la cabeza hasta oír el otro grito, mientras Pedro obnubilado en sensaciones, sintió que se convertía en lava derretida, a la vez que las fuertes manos descendían senderos, creaban cauces, aferraban posesivamente las caderas, y la mirada de Guillermo ahora quemaba más que el sol, y disolvió la frialdad ambiente recorriéndolo él por entero, Guillermo no sintió rastros de dolor de quemaduras sino que volvió la cabeza atrapando la mirada, y subyugados en ella los labios se reencontraron, rindiéndose al beso, rodeados del dulce fuego fatuo que ardía entre ellos.

Las manos se recrearon y se empacharon de recorrer cada valle, cada pozo, cada sendero, adelante, atrás cegados ya por la pasión, describiendo círculos en notas erectas y palpitantes, el acceso al ser, sondeando la ola de deseo que se alzaba sobre ellos, cuanto más alta, más embriagadores fueron los quehaceres de las manos, alimentando pasiones hasta convertir entrañas en oleajes furiosos. En la cresta de la ola era todo placer, en el palpitar por las diestras caricias se encendía la hoguera interior, y con los sentidos devastados los labios de Pedro poseyeron la boca de Guillermo, al ritmo lánguido e hipnótico de las caricias de Guillermo en su intimidad, gritó como si un rayo lo partiera cuando Guillermo ascendió a morder las cumbres, luego lo calmó con labios y lengua, y Pedro recorrió carreteras en la espalda, hasta que decidieron que llegaba la hora de que la tensión muscular era extrema, más la avidez exploratoria que sumaba, se pegó pecho con espalda, el abrazo desnudos los dejó temblorosos, jadeando y al fin Guillermo dejó el debate para otro día, hundiéndose en el calor resbaladizo de la esencia de Pedro, decidido a poseerlo más allá de la conciencia.

Pedro estaba cautivado por la visión de las bellas manos que se movían libres, aladas por su cuerpo entero, registrando en todos los sentidos cada roce, cada caricia, cada instrumento usado, cada movimiento erótico, hasta que una mano se posó en el pecho, la otra delante y siguió contemplando la mágica ondulación de los montes gemelos, en ritmo y compás al unísono, en lava fundida, en mares tórridos, naufragaba el vaivén de umbrías salvajes.

Las sensaciones se sumaban, los recorrían por entero, y al fin estallaron relámpagos, fuegos de artificio, sensaciones para todos lados, y las sensaciones arremolinadas, mirándose intensamente en el sitio de unión, en los ojos, al fin en el interior estalló una estrella, las sensaciones se cristalizaron el fuego, se expandió, se fracturaron, y se deshicieron en polvo de estrellas, en lluvia de astillas plateadas que fue la descarga que los barrió de tensiones hasta caer en un pozo de placer, similar a la muerte, hasta que el dulce olvido del inconsciente, al fin los venció, llevándolos a otro universo, unidos en un ser, destinado a ser… el uno atrapado en el otro.

CONTINUARÁ,

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.

CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO, ESCENAS EXPLÍCITAS.