“NO FUIMOS
CULPABLES”.
CAPÍTULO
DIECISIETE.
“Guarda tus
ojos; ámame; guarda tu corazón; entiérrame en él; déjame que investigue -mi
nombre, mi presencia, mi imagen- déjame que investigue las últimas células de
tu cuerpo...”.
Mario
Benedetti.
"(...) tan
lejos ya de ti, como un ojo de otro, de esta asumida adversidad nacerá la
mirada que por fin te merezca".
Julio
Cortázar.
Bs. As., viernes 07 de abril de 2017.
Otra semana tocó su fin, y el estado de
Dayana no hace más que empeorar. Su cuerpo languidece. Postrada en la cama hoy
parece más diminuta, una nena, casi como si fuera una muñeca de porcelana. Y
nosotros deambulamos como espectros por la casa, casi ya sin saber qué decir.
Sonreí con ternura, y ella me correspondió
con un leve apretón afectuoso en la mano como diciéndome que confiaba en mí y
en la decisión que estaba tomando o a punto de tomar. Respiré hondo, tomé aire,
supe que papá y Pedro estaban a mi lado.
__ ¿Quieres casarte conmigo?
Y en ese momento, nuestras vidas cambiaron
para siempre.
Nordelta, viernes, 14 de abril de 2017.
“Mi niña empezó el diez con nuevas drogas,
pero además aceptó la propuesta de Fabián, no sé si estoy siendo egoísta al
dejarlos, no sé si espero que esto haga el milagro, no sé si se debe o si se
puede, sólo sé que me aferro a algo para
no morir de dolor.
Ella me pidió detener hoy las sesiones, la
dejan más débil y quiere prepararse, no pude negarme, su estado no se ha
modificado, el enemigo sigue en ella, sin embargo la pelea no ha finalizado.
Fabián está más tranquilo, a veces he llegado a envidiar su entereza, la mía al
tiempo que corren los días se desmorona como un castillo de naipes, ni siquiera
he ido al estudio, parezco un vagabundo en la casa llorando en cada rincón para
fingir ante el espejo la escena que montaré frente a ella, la imagen que me
devuelve no me parece la propia, a veces siento deseos de preguntar si ése soy
yo.
Sólo el amor de Guillermo me sostiene, aunque
está sufriendo por todos, se mantiene como el pilar”.
__Pedro, amorcito, llegó el escribano, sería
conveniente que lo acompañáramos __ dijo Guillermo y negué con la cabeza.
__Guille, no puede estar sucediendo que mi
hija de trece años vaya a hacer su testamento, no podré soportarlo, no puede
ser real. __ Las lágrimas independientes se agolpaban en los ojos, surcando el
rostro en silencio, mientras sentía el abrazo de mi amor, su mano en la espalda
calmando mis sollozos, siento que me moriré con ella mas no quiero dejarlos, ni
a él ni a Fabián.
__No será necesario, amorcito, pero es lo que
ahora desea, dejar la herencia de Moravia repartida, es su deseo, debes
respetarlo.
___Mierda, Guille, es que no puede morir, no
puede existir un Dios que se lleve a mi hija, no puedo admitirlo. Pasé una
guerra, murió Camila y mi suegro, no entregaré a Dayana __ grité dando puñetes en el pecho de Guille,
no hizo más que arroparme y beber mis lágrimas, para cuando logré reponerme,
fui a lavarme la cara.
Dayana había decidido dejar la casa de Orestes
a los abuelos, y parte del dinero donarlo a
los orfanatos, sólo dejará el monto que estima el médico que podría ser
necesario para el trasplante y sus cuidados, porque no desea que salga de mi
dinero, sabe que he dejado de trabajar casi desde que llegamos.
Para cuando despedimos al escribano, regresé
a la habitación, quería hablar con todos.
__Papi, ven, Guille, gracias por dejarme
testar, sé que no me he rendido, que no deseo morir, pero me siento mejor así,
viva o… sea como fuere, es mi deseo darles a los abuelos la casa, ya demasiado
lejos estuvimos en Chile, ¿no crees papi?
__Sí hija, estoy de acuerdo, orgulloso de tu
madurez, y los abuelos hoy pasan mucho tiempo acá, pero cuando mejores, de no
tener la casa, se irían, así quizá se decidan a vender allá __dije al tiempo
que le tomé con delicadeza la mano, incrédulo de la paz que reflejaba su
rostro, la misma que hoy veo en Fabián.
__Guille, papá, quiero darles las gracias
por respetar y aceptar el casamiento, pero quisiera pedirles algo,
algo más, parece abusar, pero es que no tengo la vida comprada, sé que restan
sesiones con las nuevas drogas, que hay posibilidades aún, pero quisiera no
perder nada __dijo con la calma de siempre, Fabián tenía los ojos brillantes.
__ ¿Qué sucede, preciosa?, haremos lo que nos
pidas __dijo Guillermo con el amor en la mirada.
__ Es que teníamos planes cuando llegamos al
país, la casa era uno, por suerte mi enfermedad dejó tiempo para mudarnos,
hasta para festejar. __Nos miró posando los ojos en su novio, en cada uno de nosotros.
Pero hay más.
Gracias a Dios, mamá pereció saber que
necesitaría con urgencia el vestido, papi, quiero el casamiento que siempre
soñé, aunque sé que andarán a las corridas porque Fabi ya pidió la fecha, no
quiero renunciar a él, y usaré el vestido de mami, como era su deseo.
__ Está bien, hijita, sí, lo sé. ¿Qué más
deseabas pedirnos?
__Nada, los testigos de civil queremos que
sean Gaby y Beto, ellos son los mejores
amigos de Guille, Gaby ha sido divina conmigo y Fabián no tiene grandes amigos
en la facultad. Quería pedirte que además
en la iglesia usemos doble pareja de padrinos, de mi parte sueño con
entrar de tu brazo, papi, desde que sé… lo sueño. __ Me miró y las lágrimas
resbalaron en los dos, le sequé las de
ella con los nudillos, Guille tragaba los nudos de la garganta__. Quiero que
sea la abuela mi madrina, y por parte de
Fabián, que seas tú Guille el padrino con Gaby de madrina, ¿podría ser? __
interrogó ya con la respiración entrecortada.
__ Me encantará, les diremos hoy mismo a
ellos, seguramente estarán felices de serlo.
__Gaby te ayudará con la abuela, para el
vestuario y esas cosas, hijita, no sé si el vestido de mamá te quedará bien.
__Tengo su talle, o lo tenía, quizá hoy estoy
más delgada aun, pero con el lazo no se notará, papito, no puedo hacer pruebas
de vestuario, quiero guardar las fuerzas, apenas falta una semana.
__Está bien, tienes razón, ¿de verdad no
quieres que venga el juez y el sacerdote a la casa?
__No papi, quiero cumplir con mi sueño, sí el
juez, puede que si quieren venga, la iglesia no me la saques.
__No amor, nada te sacaré, nada.
__Papi, Guille, igualmente no era lo que
deseaba decirles, es que…__ Las palabras se encallaron y temblé, Guille lo
supo, miró a Fabián, pero él que conocía cada detalle nos hizo saber que no
pasaría nada malo, en efecto tras unos instantes, mi niña tomó aire, y
continuó.
__Quiero que se cumpla el sueño, necesito verlos casarse ahora, como habíamos
dicho, por favor papá, no lo posterguen, que todo sea como soñamos cuando yo
estaba o parecía sana, es lo que más deseo poder ver.
__Hijita, Guille y yo…
__Está bien, Pedro, ¿por qué no podríamos
casarnos? Lo nuestro es civil, no necesitamos nada. __Guille me tomó de la
mano, la enlazamos a la de mi hija y a la de Fabián, ya estaba decidido, en
ocho días estaríamos casados, como habíamos planeado hacer.
__Deseo
que mi corazón sea un remolino de pasión, un diluvio de piedad, donde viva el
amor que guardo para ti.
Nunca
me ha molestado repetirlo así sean mil veces, gritaría a los cuatro vientos que
no hay nada más hermoso que la dicha de amar, y si es a ti más. Y nuestros
hijos se encontraron por igual.
El
afecto verdadero, es como el amor honesto y eterno y no es tan fácil de hallar,
tengo la dicha de tener a mi lado el gran amor de mi vida, y que es un amor
recíproco, la mayor bendición, y mi
mayor alegría.
Porque
un amor como el nuestro no es fácil de descubrir, un tesoro muy preciado casi imposible de encontrar.
__Cómo
anhelo que te aferres a mí, que te sujetes a mi pecho, cuando te abrazo con mi
alma y ofreciendo mi pasión y mi alegría, la magia de todo mi cariño, y así
poder escuchar los latidos de tu corazón, los sollozos, y suspiros de nuestra
felicidad, y del dolor por esta realidad
que se impuso atolondrara en el camino, pero sé que nuestros hijos lo van a lograr, amorcito,
tenemos que creer en que esto también va a pasar.
Recorreré
todo tu cuerpo, y me llenaré de tu alma y todo tu ser, haciendo mía tu
felicidad al verla mejorar, en mi corazón
sentiré entonces la paz que no sé demasiado implorar, sos la magia y la
felicidad que día a día he buscado para
ser uno con alguien que no encontraba. Una sola mirada y tus ojos me deslumbraron, desde el primer
momento nuestras miradas bastaron para que surgiera este sentimiento y creo que
fue en medio de otra crisis, ésta también tendrá su final. En medio de la
guerra y de la muerte una sola mirada de nuestros corazones fue más que
suficiente para amarnos aunque recién
años después hicimos realidad nuestras ilusiones, y ahora no queremos
separarnos. Una sola caricia en nuestra piel encendió una llamarada en nuestros
cuerpos, con lujuria y pasión en nuestro ser disfrutamos cada sensual encuentro. Con sólo un beso de
tu boca me enamoré como un loco y entraste
hasta el fondo de mi alma, y seremos felices, lo prometo, vamos al estudio a
preparar a todos, tenemos que enviar las tarjetas, quizá al fin, sólo por el
tiempo podamos invitar a todos por
Facebook, los chicos, al menos Fabián ya comenzó, dice que no hay tiempo para
enviar nada por correo, creo que tiene razón.
__
__Hijo,
¿estás seguro de lo que piensas hacer? __interrogué esa noche a solas a Fabián.
__Sí
papá, a los veintitrés años, mi vida y todo
cambió para siempre, y fue al conocer a Dayana. Cuando me contestó que sí nos
pusimos a llorar juntos y fue el momento más feliz de mi vida.
__ ¿Sólo
lo haces por ella? No intento disuadirte, sabes que la adoro, además si pasara
lo peor, siempre serías libre.
__ ¿Qué
dices papá? __ gritó y vi furia en la mirada, no me dejó replicar__. Ella no va
a morir, y aunque la perdiera, siempre la voy a amar, no puedo creer que no
comprendas que esto lo estoy haciendo por mí, soy tan egoísta como vos.
__Hijito,
no quise que te enojaras, es que es tan chiquita, y vos también, hasta hace
unos meses te gustaban todas, no sé, me cuesta saber que cambiaste así, que
creciste en meses.
__
Acostúmbrate papá, porque estoy enamorado de Dayana, tan profundamente que no
me importa si está enferma ni que podamos o no estar juntos mucho tiempo, nada
me parece relevante, lo único que creo importante es que nos conocimos y nos
enamoramos, pensé que era así, que es lo que te sucede con Pedro.
__Y
lo es, hijo, es así, tienes razón, es lo que dice el cura en la ceremonia
además.
__
Sólo deseo hacer lo que me dicta el corazón. Papá, yo era como vos, y hoy
siento que es la primera vez que escuché directamente la voz de Dios, y no
pienso desobedecerlo, sé que no me quitará a Dayana, lo siento. Yo perdí a mi
mamá, a vos casi en la guerra, no tuve hermanos, no puede arrebatármela, no
puede quitársela a Pedro, no si existe papá.
Supongo
que algunos pensarán que lo hice por pena, los más escépticos quizá incluso se
preguntarán si lo hice sabiendo que pronto moriría, por lo que en realidad no
asumiría un compromiso a largo plazo. Las respuestas a ambas preguntas por si
te encuentras con alguien que lo diga, es: no. Me habría casado con ella fuese
lo que fuese que le deparara el destino, de hecho lo hago sabiendo lo que
sucede, y ella dijo que sí, porque de
hecho sabe que me enamoré cuando estaba sana, y que la sigo amando hoy, en
medio de los guardapolvos y de los aparatos. Me casaría si el milagro que tanto
espero se cumpliera de repente como si jamás.
__Lo
sé hijito, y me siento orgulloso de cómo creciste, del amor que sientes, de lo
que haces por todos, sé que Pedro te ama como a un hijo, y yo a ella, ganaste a
los abuelos, sólo deseaba saber si tenías en claro que puede vivir como quizá…
no.
__Papá,
Day es más que simplemente la mujer que amo. Ni siquiera podremos hacer el amor
hasta que no mejore o sane, cuando con las aventuras que tuve, sólo buscaba
sexo, con ella no me importa que demore. En estos meses, ella me ha ayudado a
convertirme en el hombre que soy.
“Pedro sin ser visto todavía los escuchaba en el
umbral, apoyado en el marco de la puerta del estudio”.
__Con
su mano firme, con su dignidad, con su integridad, me mostró la importancia de
ayudar al prójimo, con su paciencia y bondad, me enseñó el verdadero
significado de la vida. Su valentía y optimismo, incluso en momentos más graves
de la enfermedad y del tratamiento, son lo más sorprendente que jamás he visto.
__Ven
acá, grandulón __Guille lo atrajo a su pecho, le apretujó revolviéndole el
pelo, me acerqué al abrazo__, estoy orgulloso, me siento afortunado.
__Fabián,
si ella sana, serás tú el hacedor de que Dios haga el milagro, el amor será su
cura __dije abrazándolo, pero él anegado negó con la cabeza antes que se
formaran las palabras.
__No,
hemos o estamos haciendo, todo, seguiremos haciendo todo.
Ya
he avisado a todos mis amigos por las redes, ustedes supongo que lo hicieron en
el estudio, y Beto me dijo que ellos avisarán a los que deseaban estar en el
casamiento de ustedes.
__Sí,
hijo, los abuelos de la nena con Isabel y con Gaby están tras las empresas del catering, todo será como ella pidió.
El
Juez del Civil nos casará el viernes acá, como para que ella tenga un día para
recuperarse, estarán los íntimos en la ceremonia civil, luego haremos la cena
el sábado con todos.
__
Pedro, Dayana me enseñó a perdonar, antes yo estaba enojado con la vida por no
tener a mi madre, hermanos, y por todo lo que pasó cuando ustedes quedaron con secuelas, y no
hay mayor poder de redención que el que da el perdón, sí ella es un ángel, no
sólo salva con su amor a chicos del orfanato, nos salvará a todos.
Iré
a despedirme, aunque debe estar dormida, y ya en una semana será mi esposa, no
quiero pensar en su enfermedad ni en si
seguirá con sesiones o trasplante, sino
sólo en el casamiento.
“Lo
vimos ir contento hacia ella, nos abrazamos para posar la mirada en el río, el
canto de grillos eran arrullo, y de pronto sentí que la fuerza del amor, podría
salvar a mi niña”.
__
__Day,
preciosa, soñé que te tomaba entre mis
brazos y te acariciaba, que te veía con mis ojos cerrados, y tus ojos me
miraban y disfrutabas del encuentro de nuestras almas, saboreando nuestros
dulces besos y sedientos de caricias, anhelábamos estar juntos en silencio, con
esa mágica sonrisa enamorada que nuestros rostros iluminaban, permitiendo
estallar la pasión de todas las sensaciones que alimentan nuestro amor, con el
corazón acelerado y el alma apasionada y llena de cariño.
Serás
mi esposa, hermosa, todo será como lo soñaste desde pequeña, pero también sé
que desde niña pediste a Dios que te diera una vida más larga que la que tuvo
Camila, es por eso que sé que no puedes ni vas a morir, no me vas a dejar solo,
lo siento en el alma, te amo, mi dulce niña- mujer.
Los
chicos del orfanato estarán en la iglesia, será mi sorpresa, el director dio el
permiso, también asistirá, con el dinero que has donado, tendrán todos ropa
nueva y mucho más, pero no es lo que quieren, ellos sueñan con verte
regresar, sana, radiante, y sé que ese momento va a llegar.
__
Entregados
al abrazo, los labios se apresan, en un beso que como el primero sabe a amor, que enamora más
aún, las miradas descaradamente viajan a los labios antes que al cuerpo,
cautivados con y en ellas, llegan los besos, me embriago en el aliento, ardo en
el fuego de los labios que pasean y muerden los contornos, la lengua en la mía me roba el aliento, el aire y el sabor me
embruja sabiéndome a elixir de dioses, así sólo un beso de Guille me atolondra,
me aturde, desapareciendo la mente, callando el dolor, anhelando sólo el amor
saboreando el beso que me arroba el alma y por el que derrocho suspiros.
La
furia de un beso y hasta el infinito en
él mi alma grita que es mi amor, en mi mente guardo el dulce recuerdo del sabor
de sus labios, escucho el eco de los “te amo”, sin embargo en la batalla, los
labios de él y míos quedan con cuentas pendientes.
El
destino presentó el amor y el deseo y una sola razón de ser, dos corazones que gimen como un susurro cuando sus labios beben el sudor de mi piel, su aliento cálido
es un murmullo de exquisito sabor a miel, y lo dejo embrujarme, sutilmente con
su aliento, que es la primera caricia alada que rodea y dibuja mis contornos,
esquinas y recovecos, al besar los labios, enciende más la pasión, y las ansias
mutuas nos unen, la perenne ilusión de amarnos hasta perder la razón,
arrullando el corazón. Es lo que hicimos y no hicimos. Encontramos nuestros
deseos y emociones, el ruido del amor es el latido de nuestros corazones en
cada sentido y percibo el desespero, lo
siento, en su boca y mis labios. Lo siento en el sincrónico vaivén de umbrías,
la oscuridad se desvanece en el momento de amarnos, veo el horizonte claro, el
pretérito se rinde al presente, y el futuro flamea ente mis ojos nublados,
cuando siento que disparados estamos por llegar al infinito, nos deshacemos en
polvo de estrellas, y él, yo, mi yo… no somos, no estamos, hay luz, es luz, es sólo amor, es el uno, es
comunión, y amalgama… es el mismo ser.
Guille
fue la magia del amor que llegó a mi vida hace
mucho tiempo, entonces no era posible, hoy es el amor que imaginé hace
mucho tiempo, amor que no creí ya que existiera, casi sentía que quedaría como
un bello cuento, como una primavera en medio de mis inviernos, como el cántico
del cielo divino o como aperladas gotas de lluvia fresca...como el mágico
fulgor de lucero que miré solo por años
en que viví atrapado en tormentas solitarias, que me llenaron los poros y el
alma de tristeza, pero en mi mente, brillaba la esperanza del tierno amor que imaginé
y conocí un lejano día. Y allí mi sueño me mantenía, paciente y
anhelante, mi corazón adivinaba, y percibía...que en el futuro, el amor vendría
radiante. Como el tesoro al final del arcoíris que premia siempre la constancia, y la paciencia. Y así llegó ese
día en el hotel, deslumbrante como vivió en mis recuerdos, me abrazó y destrozó
la tristeza, mi amor soñado desde aquella guerra, o quizá desde siempre y para
siempre, el que llegó a curar heridas de ambos de ese pasado infame, el que hoy
anestesia el dolor por el de mi hija cuando me miro en la luz de sus ojos, y a
diferencia del espejo allí encuentro el reflejo real de mi ser, el amor que me
llenó de regalos como de caricias, soles y eclipses de lunas nuevas, expansible
pupila de blancos y negros, rayos difusos, azul profundo, verde llanura. Su
firmamento es mi sensual atmósfera estampando en el cielo ámbares citrinos, destellos,
hilos de sedas, entrega total.
__Siento
en su cuerpo, formas y espacios, proyección de planos de esencias de estrellas,
sentires armoniosos de amor y pasión… perpendiculares cumbres de su
insinuación. Su boca me sabe a mieles
del bosque cristalino, donde mis rocíos de otoños, destilan a fuego lento
diamantes de amor, nos abrazamos en silencio… en un ser.
Nordelta, Viernes, 21 de abril de 2017.
Gaby
y la abuela vistieron a Dayana, con el vestido que usó en Chile, en el lejano y feliz día del compromiso, yo
como ella me puse el mismo traje, Pedro y mi papá usaron trajes negros, con
camisas blancas, no se hizo fiesta, sólo
luego de irse el juez, almorzaríamos en familia, pero Dayana quiso que nos
casaran en el jardín, aún el día a mediodía era cálido, y allí pese a la
delgadez la vi en su angelical belleza, cuando Pedro empujó la silla de ruedas,
aunque la enfermera lo seguía de cerca, y hasta el médico había sido invitado.
“Mi
padre está hermoso, pese a lo que estamos pasando en la casa, se siente el amor
que añoró por años, lo mismo que se ve en el rostro de Pedro, que no tiene hoy
las huellas del llanto.
Sólo
nos acompañan Gabriela, Alberto, los abuelos, Marcos, Isabel, y el personal”.
“Gaby
y Alberto están emocionados, todos intentamos al menos por hoy pensar en que es
el casamiento soñado, mas la nena en la silla recuerda que no lo es. Agradezco
que mis padres se encuentren a mi lado, pensar que en Chile apenas los veía,
sin embargo quisiera que Dayna en un momento así tuviera a su mamá presente,
aunque quizá en este momento la siente en ella más que nunca.
Camila,
mi querida bella niña, no te lleves a nuestra hija, déjala junto a nosotros, déjala
con Fabián, permite que tenga muchos niños como soñó, no te la lleves, por
favor”.
“En
el jardín improvisamos con un escritorio el salón para la ceremonia, no usamos
esmoquin, no hubo despedida de solteros, en verdad deseamos estar pegoteados
casi todo el tiempo, y si algún día Dios nos concede la dicha de saber sana a
Dayana, entonces sí, quizá renovaremos votos, y echaremos la casa por la
ventana.
Pedro,
mi pedro querido, está tan bello que su sonrisa cuando la obsequia baila y duele, lo amo tanto que ni siquiera recuerdo cómo
fue el momento en que me casé con Juan,
el difumina el pasado, desvanece a otros,
aleja las sombras, ilumina mi alma, pero sé
que tiene una herida mortal que
es la mía, y duele por igual”.
__
Señor Doctor Pedro Daniel Beggio,
¿acepta por esposo al señor doctor Guillermo Graziani?
__Sí
acepto. __ Lo miré con los ojos anegados.
__Señor
Doctor Guillermo Graziani. ¿Acepta por esposo al señor Doctor, Pedro Daniel
Beggio?
__Sí,
acepto.
“La jueza nos sonrió, miramos a la parejita,
Fabián estaba acuclillado a la altura de mi niña, se me encogió el corazón,
pero sin embargo ellos estaban felices”.
Por
el poder que me confiere la ley, los declaro formalmente casados, firmen el
libro, los testigos y ustedes.
El
beso llegó, y dijimos algo más…
__Mi
amor te entrego el todo en un sólo beso, beso que ardiente guardarás sobre tu boca, y llenarás con tu
amor mi alma y por tu alma siempre seré amado. Se llenará la tierra de
movimientos, eructará el volcán, rugirá como trueno, las aguas del mar se
desbordarán a los ríos y éstos anegarán con sus aguas los desiertos. Y te seguiré amando, sin guerras o hasta más
allá de la muerte, desde siempre, para siempre Guillermo Graziani.
__
Mi amor guardo en tu boca con mi beso la pasión tierna que será como un arrullo
que tu alma y mi alma llenarán de besos, llenaremos nuestros cuerpos de
caricias estaremos felices con este amor. No importa que nadie nos entienda, que
nos miren con envidia o desprecio, disfrutaremos este amor sólo nuestro y
brillará en nuestros ojos, en las miradas. Se encenderá el color del cielo, y
beberemos del cáliz del amor que destilan tu amor y mi amor. Te amo desde
siempre y para siempre Pedro Beggio.
Cuando
los aplausos llegaron luego de las firmas, las lágrimas empezaron en Cuca, nos embargaron
a todos, posamos la mirada en ellos, estaban unidos en la mirada hilvanada,
lejos habíamos estado casi veinte años atrás de conocer cómo hilos invisibles
estaban atando el destino, no sólo el nuestro, sino el de ellos, como remoto
era hoy el devenir de Dayana.
__Hijo,
me siento muy orgulloso de vos, tu madre, lo estaría seguramente.
__
Yo también pa, estoy orgulloso de vos.
Y era
la primera vez que sentí que Fabián lo
estaba realmente. Cuca sentada en las sillas que improvisamos detrás del
escritorio como butacas, como los padres de Pedro se secaban los ojos, y Dayana
con Fabián eran los más enteros.
Gaby
estaba con ellos, apenas disuadía al llanto de no hacerse evidente, sostenida
por Alberto, que era su pilar desde siempre.
Las
fotos se dispararon, y ellos, nuestros hijos como la primera vez, decidieron
ser quienes las subirían a los perfiles de Face.
Sábado
22 de abril de 2017.
“Tal
y como ella había deseado, la iglesia estaba abarrotada de gente. En la nave
había más personas, y más que esperaban
al otro lado de las puertas.
Dado
que decidimos casarnos con escasa antelación, con las invitaciones por Face, no
tuvimos demasiado tiempo para preparativos, igualmente Gaby, Beto, y los
abuelos se habían ocupado de que no se notara. Las flores colgaban de cintas
bordeando la alfombra, la gente se tomó el día libre con el fin de aportar su
granito de arena para que fuera un día especial, aparecieron amigos de años de
mi viejo y de Pedro, y hasta los compañeros de Dayana de Chile que pudieron
estaban allí, simplemente mostrándonos el apoyo con su presencia.
“Estoy
parado con mi papá a mi lado que está junto a Gabriela, ella está hermosa, él
guapo, tiemblo sin recordar siquiera que ella no es la nena mujer que me
cautivó en Chile, hoy ya es mi mujer, y quizá pueda escurrirse de entre mis
dedos, aunque Dios me dice que la dejará con nosotros, que llenaremos de nietos
la casa del Delta.
Todos
los ojos se humedecieron cuando sonó la música que acompañó la entrada, ella
quiso el casamiento tradicional, la marcha nupcial, el órgano de tubos, el
coro, el Ave María.
A
pesar de que estaba muy débil y de que llevaba semanas sin levantarse de la
cama, insistió en recorrer el pasillo andando
hasta el altar, tomada del brazo
de su padre. ¡Cacho de suegro que tengo!, es un avión, lógicamente que mi padre
lo ama, pero también yo lo amo a la par, y lo siento en parte y pese a la edad
otro papá.
“__Es
muy importante para mí, Fabián __dijo Dayana cuando decidió entrar así__. Es
parte de mi sueño, ¿recuerdas?”
Y a
pesar de que todos pensamos que no sería posible, simplemente asentí. Su acto
de fe no dejaba de maravillarme, aunque al verla el corazón se me salía por la
boca, en parte por la emoción, parte por el susto, mas allí estaba mi roca, mi
padre, como estuvo siempre, desde la muerte de Ana, siempre juntos, en las
buenas y en las desesperadas, como estuvo para ella siempre Pedro, y quizá
Camila desde otro plano, tal vez cercano.
Había
planeado llevar el vestido que había usado Camila, sin saberlo que lo usaría
tan pronto fue Gaby la que con sus indicaciones lo buscó, lo desembaló, y le
hizo una prueba, era el único vestido blanco disponible, y era el deseo de la
madre.
Llevaba
el pelo recogido, no lo había cortado, pese a la caída, se lo veía bello, y las
mechas que quedaron sueltas iban adornadas con flores pequeñas del tipo de las del ramo. El vestido de encaje
bordado en piedras, le quedaba holgado, pero el cinto que ataba la cola, ceñido
en la cintura lo disimulaba, y cuando la vi aparecer, mi padre depositó una
mano fuerte sobre mi hombro, mientras permanecíamos de pie junto al altar.
Las puertas
se abrieron y la vi, creí que caería, sentada en su silla de ruedas, con una
enfermera a su lado. Con todas las fuerzas que le quedaban, logró ponerse de
pie, el corazón se saltó un latido, ayudada por Pedro. Acto seguido lo miró emocionada,
se aferró de su brazo y ambos empezaron a recorrer lentamente avanzando por el
pasillo central, todo el mundo en la iglesia permaneció en silencio total. A
mitad del pasillo, Dayana pareció perder súbitamente las fuerzas, estuve a
punto de lanzarme a correr, pero papá me detuvo, se quedaron quietos para tomar aliento. Ella
entornó los ojos. Por un momento pensé que no sería capaz de continuar avanzando.
Sé que sólo pasaron segundos pero para mí fue la misma eternidad, hasta que
asintió con un leve movimiento de cabeza, y creo que todos soltaron el aire que
estaban reteniendo, tras aquella señal reemprendieron la marcha. Mi corazón se
hinchó de orgullo, era indescriptible el amor que le profesaba.
Recuerdo
que en esos momentos pensé que aquel recorrido, aquel paseo hasta el altar, era
el más difícil que nadie tendría que hacer jamás, en todos los sentidos quizá
lo fue.
La
enfermera había llevado la silla de ruedas hasta el altar por uno de los
pasillos laterales mientras Dayana y Pedro avanzaban hacia mí. Cuando ella
llegó a mi lado, se oyeron susurros de alegría y todo el mundo se puso a
aplaudir espontáneamente, mi corazón brincó, como sin que pudiera saberlo,
fuese la primera señal antes que cualquier análisis de que esa maldita
enfermedad estaba dándose por vencida.
La
enfermera colocó la silla de ruedas en posición adecuada, y ella volvió a sentarse, exhausta pero sonriendo, y de igual
modo me arrodillé para ponerme a su misma altura, los padrinos hicieron lo mismo, me emocionó
ver a mi padre arrodillado frente a un altar. Pedro la besó en la mejilla, y el
sacerdote tomó la Biblia para iniciar la ceremonia, se veía gigante ante el resto
arrodillados, pero no nos importó, al parecer creo que se obligó a concentrarse
en un papel más distante para llevar a cabo la ceremonia. Pero se debatía en
silencio, hasta que para sorpresa de todos también decidió arrodillarse, mientras sólo un diácono permaneció de pie.
Dayana
sonrió, busco mi mano y la de su padre, y las unió entre las suyas.
La
ceremonia fue la tradicional, leyó el pasaje de la Biblia elegido por ella.
Consciente de lo débil que estaba, pensé que pediría recitar los votos de
inmediato, pero Pedro sorprendió a todos. Posó la mirada escocida en su hija,
la llevó a mí, a papá y otra vez a nosotros, como buscando las palabras
huidizas.
Se
aclaró la garganta, y alzó la voz para que todos pudieran oírlo.
__Como
padre, se supone Fabián que tengo que entregarte a mi hija, pero no estoy
seguro de que sea capaz de hacerlo.
La
gente estaba en silencio, Dayana me apretó la mano para darme su apoyo, papá me
pidió con la mirada paciencia.
__No
puedo entregar a Dayana, padre, ni al mismo Dios, de la misma manera que no puedo
entregar mi corazón. Pero lo que sí puedo hacer es dejar que otra persona
comparta la alegría que ella siempre me ha dado. Que Dios los bendiga a los
dos.
A
continuación sí, el sacerdote leyó los votos, dimos el sí emocionados, tomé de
la mano a mi niña mujer y nos invitó a recitar los votos.
Sabiendo
que ella apenas podía hablar, dejamos los tradicionales, mi padre me entregó el
anillo y Pedro se lo dio a su hija, los
deslizamos por los dedos mirándonos, mientras el sacerdote nos miraba
atentamente intercambiar los anillos.
Cuando
terminamos y calló el Ave María, nos declaró, marido y mujer. La besé con
ternura al tiempo que empezaban muchos a romper a llorar, luego sostuve la mano
de Dayana entre las mías. Ante Dios ya y ante todos los invitados, había
prometido amarla con devoción, en la salud y en la enfermedad. He de confesar
que nunca me había sentido tan bien conmigo mismo como después de aceptar aquel
compromiso, siempre lo recordaré como el momento más maravilloso de mi vida.
Cuando
salimos de la mano, ella en la silla, aspiré el aire cálido aún, sonriendo
sereno, lejos del Fabián de meses atrás, elevé la mirada al cielo, consciente
de que aún creo que, a veces, los milagros suceden.
Detrás
estaban nuestros padres, que superando la distancia, otros matrimonios,
venciendo a la muerte en la guerra, caminaban de la mano, unidos en matrimonio
gay, y nadie murmuró ni se sintió con derecho a juzgarlos, como nadie se burló
de que mi esposa estuviese saliendo de la iglesia sonriendo en una silla de
ruedas.
El
lunes, seguiría la batalla, sin embargo creí ver en la iglesia, un guiño
celestial… un guiño del mismo Dios”.
CONTINUARÁ.
HECHOS
Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER
PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.
LENGUAJE
ADULTO.
ESCENAS
EXPLÍCITAS.
Olga Bella! En la soledad encontre el mas profundo Amor!!!
ResponderEliminarMargarita Hermoso
ResponderEliminarMonica awwwwww que belleza de obra, triste mas divina.
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ResponderEliminarFlor me encanto y mas la ultima frase 💕💕💕💕💕 gracias por tan bellas lineas
Sonia Qué bello es expresar con gestos lo que no se puede decir con palabras muy hermoso
ResponderEliminarTere HERMOSO PERO TRISTON PERO ASI TAMBIEN PASA EN LA VIDA
ResponderEliminarAna Bonito pero la vida és corta ,hay q disfrutarla lo mejor posible,hoy estás,mañana no se sabe
ResponderEliminarMaria De La Luz Estrada Tapia Gracias Eve saludos un abrazo
ResponderEliminarTeruquita Zambrana Una maravilla
ResponderEliminarMarta Bonitooo!!!
ResponderEliminarFlavia Briones Bello
ResponderEliminarAna Ines LINDO AMIGA
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Sol Urvino Fueron dos ceremonias tan atipicas como emocionantes, EVE, como pocas veces he leido. GRACIAS, UN BESO.
ResponderEliminarMaravilloso Eve, tan emocionante que como te podés imaginar terminé de leer con las lágrimas cubriéndome el rostro...Y sí, seguramente que el milagro ya comenzó...Bellísimo !!!
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ResponderEliminarRoxana Oscariz Gracias!!!!!
Una historia emocionante,bella plasma el amor de manera única fortaleciendo las esperanzas, un momento mágico a pesar del dolor,sublime Eve SOS insuperable gracias por tanto te quiero :) !!!
ResponderEliminarFuerte duro pero tierno a la ves, lleno de amor.
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