jueves, 8 de febrero de 2018

"ATRAPADOS". CAPÍTULO CIENCUENTA Y SEIS.




"ATRAPADOS".

CAPÍTULO CINCUENTA Y SEIS.


Bs. As., jueves 30 de abril de 2016.

 “…rostro de vos /
Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.
Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto
y por sabor.
Sin temblor de más
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.
Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna
maldición.
Mis huéspedes concurren
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.
Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan su hambre
miran y miran
y apagan mi jornada.
Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada.
Ya mi rostro de vos
cierra los ojos
y es una soledad
tan desolada”.
*Mario Benedetti /

“El que tiene imaginación, con qué facilidad saca de la nada un mundo”.
Gustavo Adolfo Bécquer.
“Quien conserva la facultad de ver la belleza, no envejece.”
Franz Kafka.
“Por el brillo en los ojos, desde el comienzo de los tiempos,
las personas reconocen a su verdadero amor”. Paulo Coelho.

Ciudad Autónoma.

__Hizo bien en venir Doctor Graziani,  Pedro tiene razón. Ha pasado demasiados años con el peso de lo  que vivió a cuestas, sin compartirlo con nadie. Obviamente el que su medio hermano fuese un delincuente lo llevó al pasado nuevamente y aparecieron síntomas que estaban latentes _dijo el Psiquiatra.

__Lo que no logro entender es por qué apareció todo en el viaje, acá cuando ya él murió y mi vida toma otro camino.
__Justamente, el hecho de estar meses atrapados en la red de ese hombre lo mantuvo atento a cuidar de su vida y de la de los suyos, hoy que todo está más calmo reaparece lo otro, y eso sin tener en cuenta que asesinaron a su esposo.

El médico cruzó las manos y se inclinó hacia delante mirando a Guillermo.
__Doctor, puede que retomar su vida solucione las cosas, pero creo que no será suficiente, ha vivido medio siglo en estrés postraumático, y lo ha venido sorteando apoyándose en el trabajo. Lo sucedido…  entre secuestros, huidas y muertes lo ha vuelto a desestabilizar hasta que el mero hecho de ver violencia en el parque futurista de Orlando lo hizo huir. Esto supone un gran sufrimiento para usted, que si me permite, puede abolir con una buena terapia y la compañía de Pedro, la contención de sus hijos, pero ya que empezó a contarnos lo sucedido, es bueno que pueda decirlo todo, y más adelante cuando se sienta preparado con todo el apoyo,  que enfrente a  ese hombre, ya su medio hermano murió, pudo constatarlo, pero obvio, le hizo mucho daño. Él por años ha sido el reflejo libre de ese hombre que preso ha seguido vivo en su mente, llevándolo al mismo pánico de ese nene asustado que salvó a esa chica.
__Disculpe doctor, ¿necesitará medicación?
__Trataremos de evitarla por ahora, Pedro, veremos insertado en una vida normal cómo evoluciona, quizá no sea necesario.
¿Está dispuesto a llegar al final de esto Guillermo?
__Sí, doctor, pero necesito que Pedro me acompañe, además,  para que sepa la historia que no quiero repetir demasiado.
__Excelente, es su pareja, pronto se van a casar, me parece muy bien.

¿Quiere contarnos un poquito más? Sinceramente creo que el trauma de lo que vio, quizá lo superó, pero la muerte de su mamá es lo que le duele sin remedio, ¿verdad?
__Así es.
__ ¿Y cree que su hermano fue tan asesino  como ese hombre?
__No lo sé, supe de sus vínculos con los narcos, pero si fue capaz de tomar identidades múltiples,  de eludir la justicia tanto tiempo, de asesinar a Juan, de crear un doble, e idear lo que desbaratamos,  creo que superó al padre. Creo que es lo que siempre quiso, su desafío, y además que desde la fiscalía siempre lo ayudó, además de seguir en contacto con él. Y dentro de todo lo que hizo sí, creo que violó y asesinó como el padre, sentía placer en hacer daño.
__ ¿Quiere continuar el relato?
__Sí.

__
 “Corre, corre, huye. Y entonces esto nunca habrá sucedido.”

Con el sudor cayéndole por el rostro magullado,  la chica intentó levantarse, pero le fallaron las piernas. Cayó al suelo sin resuello.
__No puedo caminar aún… las piernas. Lo siento. Lo siento. Tienes que ayudarme, por favor. Por favor, ayúdame a salir de aquí.
-Las piernas se te han dormido, eso es todo. __Agarré la manta y se la eché sobre los hombros __.Tienes que intentar levantarte.

Al fin la ayudé a ponerse de pie.
__Apóyate en mí. Voy a empujarte por la escalera, pero tienes que subir por tus propios medios. Debes intentarlo.
__Puedo hacerlo. Puedo.

La lluvia azotaba el hueco de la escalera mientras los dos subíamos lentamente y sudando. Durante el corto trayecto la chica había estado a punto de resbalar varias veces. A mí se me tensaron los músculos del esfuerzo de aguantar el peso y empujar. Pero con un último resoplido sollozante, ella logró subir y salir a la superficie a rastras y, jadeando, se tumbó en la tierra.
__Tienes que irte corriendo _dije.

__No sé dónde estoy. Lo siento. No sé cuánto tiempo he estado abajo. Puede que días. No he comido nada, ni bebido agua desde que él… Estoy herida. __Lloraba a lágrima viva pero sin gemir, mirándome con los ojos anegados __. Ese hombre me… me ha violado, estrangulado, cortado y golpeado. El tobillo… lo tengo mal. Al apoyarlo, me duele. No puedo correr. ¿Puedes ayudarme a escapar de acá, conoces la zona? ¿A ir a la policía?
Llovía con fuerza y los rayos iluminaban el firmamento como si fuera de día.

__Espera un momento.
__No. No vuelvas ahí adentro.
__Tú espera aquí.

Bajé de nuevo hasta aquel horrible lugar y tomé un cuchillo. Estaba manchado de sangre y no toda era fresca, no toda era de los cortes que le había hecho a esa chica y al desatarla. No, había sangre seca, pero no era de esos cortes.
Reprimiendo el asco, rebusqué entre el montón de ropa hecha jirones hasta dar con una blusa andrajosa y unos pantalones rotos. Subí por la escalera de mano, con las prendas. Al verlas, ella asintió.

__Muy bien, estoy lista.
__No he visto zapatos, lo siento, pero todo resultará más fácil si te pones la ropa. Están rotos, pero…
__No importa.
Ella se mordió el labio inferior con fuerza mientras yo la ayudaba a ponerse primero los pantalones y luego la blusa, levantándole los brazos con cuidado.
Me detuve cuando vi que con ese movimiento, las finas rajas en el torso se reabrían y el rojo de la sangre fresca traspasaba la blusa.

__Tienes que apoyarte en mí.
Ella tiritaba, y yo le eché de nuevo la manta sobre los hombros.

Actúa, me dije, no pienses.
__Debes caminar, aunque te duela. Ya buscaremos un buen palo grueso, pero debemos irnos. No sé qué hora es, pero cuando se haga de día me buscarán. Tenemos que llegar a la carretera. Luego hay casi dos kilómetros hasta el pueblo. Debes caminar.
__Iré a rastras si hace falta.
Ella se puso de rodillas y con mi ayuda se levantó lentamente. Yo supe por su respiración fatigosa que le dolía. Di con una rama caída que de algo sirvió, aunque no de mucho, pero a causa de la tormenta se había llenado todo de barro.
Cruzamos el arroyo, que ahora corría tan rápido debido a la lluvia y seguimos adelante.
__Lo siento… Lo siento… no sé cómo te llamas.
__Guillermo.
 __Bonito nombre, Guillermo, debo parar un momento.
__Está bien. Pero solo un momento.
Ella reclinó la espalda contra un árbol, respirando con dificultad y apoyándose con fuerza en la rama mientras el sudor y la lluvia le corrían por la cara.

__ ¿Podemos ir a tu casa, llamar a la policía, pedir ayuda?
__Está demasiado cerca.
La casa más cercana es de un diácono, amigo de mi padre, le avisaría antes a él que a la policía.
__ ¿Demasiado cerca? A mí me parece que hemos caminado mucho.
__Pero no llevamos ni un kilómetro.
__Vale. __Ella cerró los ojos un momento y se mordió el labio __.Está bien. ¿Conoces al hombre? ¿El que me encerró y me hizo daño?

__Sí.
__ ¿Sabes cómo se llama, dónde pueden encontrarlo?
__Sí. Tenemos que seguir. Hay que continuar.
Dime, cómo se llama. __Con una mueca de dolor, ella se apartó del árbol y echó a andar rengueando__. Saberlo me servirá para seguir.

__Se llama, Mauricio Mendoza.
__Eres muy jovencito.
__Sí, y mañana cumplo años.
__Felicidades. Eres un muchacho muy inteligente, además de fuerte y valiente. Me has salvado la vida, Guillermo. A tu edad has salvado una vida. Nunca lo olvides.
__No. Nunca lo olvidaré. La tormenta está pasando.

Decidí no salir del bosque. Por allí se tardaba más que por la carretera, pero ahora que sabía lo que era el miedo, seguiría al abrigo del bosque hasta el término del pequeño pueblo.
Iba allí al colegio, y a la iglesia, y mi madre compraba en el mercado. Nunca había pisado la oficina de la policía, pero sabía dónde estaba.
Cuando el alba despuntaba ya por el este y las primeras luces se reflejaban en los charcos, pasé por delante de la iglesia y crucé el estrecho puente que formaba un arco sobre el riachuelo. Mis chanclas empapadas chapoteaban en el suelo. Ella rengueaba, golpeado con la rama y jadeaba a cada paso.

__ ¿Qué pueblo es?
__Le dije.
__ ¿Cómo? Yo iba a la Universidad muy lejos de acá.
__A treinta kilómetros.
__Estaba entrenando corriendo. Soy corredora de fondo aunque parezca mentira. El tipo estaba aparcado en el arcén con el capó levantado, como si hubiera sufrido una avería. Me vi obligada a ir más despacio y me agarró. Me golpeó con algo. Y me desperté en ese lugar. Voy a tener que parar otra vez.

No. No, nada de parar. Nada de pensar, actuar sin más.
__Ya casi hemos llegado. Mira, está al final de la calle… es esa casa blanca.
___Oficina de policía, gracias a Dios.

Entonces ella se echó a llorar, son sollozos  eran incontrolables,  la sacudían mientras yo la abrazaba por la cintura con más fuerza y, al cargar ahora con más peso, a duras penas recorría lo que quedaba de camino.
__Ya estamos a salvo.
Cuando ella se desplomó en el estrecho porche, la arropé con la manta y llamé a la puerta con fuerza.
__ ¿Habrá alguien, es muy temprano?
__No lo sé.

Cuando la puerta se entreabrió, reconocí vagamente el rostro del joven despeinado.
__ ¿Qué pasa…? __El joven iba a quejarse cuando sus ojos somnolientos pasaron de mí a ella___. ¡Dios mío! –exclamó. Abrió la puerta de golpe y se precipitó fuera para agacharse a su lado.

__Voy a llevarla adentro.
__Ayuda. Ayúdanos.
__Tranquila. No te pasará nada.

 A mí me parecía escuálido, pero la levantó como si fuera de pluma… y se ruborizó cuando la manta resbaló y la blusa hecha jirones dejó al descubierto casi todo el pecho.
__Aguanta la puerta abierta __ me pidió__. ¿Han tenido un accidente?

__No __respondí.

Mientras aguantaba la puerta, por un instante pensé si debía huir, echar a correr sin más o entrar en la oficina. Opté por quedarme.
__Voy a dejarte aquí. ¿Estás bien?__ El joven observó los moretones en el cuello de ella y entendió lo que pasaba__. ¿Ves esa fuente de ahí? ¿Qué tal si traes para…? ¿Cómo te llamas?

__ Marian.
__ ¿Puedes traerle a Marian un vaso de agua, por favor? _dijo el joven mientras se volvía y reparaba en el cuchillo que yo sujetaba a un lado. Con el mismo tono natural, añadió__: ¿Por qué no me lo das? Ya lo tengo. __Tomó el cuchillo de mi mano y lo puso en lo alto de un estante, fuera de mi alcance __. Ahora voy a hacer unas cuantas llamadas, entre ellas al médico para que venga a verte. Pero tendremos que sacar algunas fotografías. ¿Entiendes?
__Sí.
__Y también voy a avisar al comisario, así que habrá preguntas. ¿Estás preparada?
__Sí.
__Bien. Ahora bebe un poco de agua, pásame  _ me dijo, acariciándole el pelo mojado mientras acercaba el vaso de papel a Marian.

El joven tomó el teléfono de una mesa y marcó unos números.
__Comisario. Sí, ya sé qué hora es. Aquí tenemos a una mujer herida. No señor, no ha sido un accidente. La han agredido, y habrá que hacerle un examen completo.
El hombre nos dio la espalda y bajó el tono de voz, pero oí que decía: Kit para caso de violación.

__La ha traído un jovencito. Creo que es el chico Graziani, el hijastro de Mendoza.

Marian bajó el vaso y me miró a los ojos.
__Mendoza.
__Sí. Soy su hijastro, mi madre se casó con él. Bebe, que lo necesitas.
__Tú también. __Pero en lugar de beber, Marian dejó el vaso a un lado y me atrajo hacia sí __. Tú también __musitó.

Cuando se vino abajo, cuando finalmente todo se desmoronó en su interior, yo apoyé la cabeza en su hombro, y rompí a llorar.
Marian miró al agente por encima de mi cabeza.

__Ha sido su padrastro quien me ha hecho esto. Mauricio Mendoza es quien lo ha hecho. Y Guillermo ha sido quien me ha salvado.
El agente suspiró.
__Comisario. Será mejor que se apresure.
___

__Suficiente por hoy, Guillermo, suficiente.


Ciudad Autónoma.

__Pa., ¿puedo quedarme estas camperas de Juan? Son copadas.
__Hijito, ¿te parece con todas las que tienes?
 Luego de dejar a Pedro en el Ministerio pues empezaba sus funciones en el CONICET y en la  Dirección de Toxicología, fuimos con Fabián que cursaba a la noche al departamento de Juan.

__Hijo, no quiero que Pedro que soportó a William, ahora vea el fantasma de Juan porque uses su ropa, donaremos todo, te comprarás lo que quieras, suficiente con la camioneta.
__Bueno, tienes razón, perdón.
__En un rato retirarán los muebles para rematarlos, solo embala los libros, los llevaré al estudio.
En un rato llegará la agente inmobiliaria para tasarlo y ponerlo a la venta, será la misma que verá la casa, cuando saquemos lo que llevaremos.
__Voy.

Guillermo encontró  en los cajones de la mesa de noche las fotos del casamiento y otras, la notebook la llevaría al estudio, lanzó un sonoro suspiro, era un día complejo.

__Juan, querido, perdón, nunca imaginé que darte el sí para casarnos te llevaría a la muerte, pero ya tus asesinos no están amigo del alma. Perdón por no haber podido amarte, por ni siquiera haberte dado un tiempo de casados.
Fuiste mi amigo del alma desde siempre, pero el amor llegó al irte, aunque alcanzaste a verlo en el Dorado. Sin querer me llevaste a él, y también a Miguel, gracias a vos conocí a Pedro, y al tiempo aunque lo padecí casi hasta morir, pude terminar con ese monstruo. Gracias Juancito, muchas veces te extraño, tus locuras, tus chistes, tu entusiasmo, sé que quieres que sea feliz, como lo quiso Camila para Pedro, sé que nos ven desde el mismo lugar, y también por ustedes, seremos felices.
Guardaré las fotos en la caja fuerte del estudio, te llevo en mi alma, nunca voy a olvidarte.
En la playa del olvido se quedaron nuestras caricias, naufragaron en una isla desierta nuestros besos, nuestra nostalgia invadida de tristeza en la playa se diluyó, el tiempo pasado ya abraza y cobija nuestro viejo cariño, solo quedan cenizas de lo que fue el fuego intenso de nuestra hermosa relación, así que hoy cierro ese ciclo y te agradezco por todo lo vivido y te digo adiós. Me cobijo con tu mirada y encuentro a los misterios encendidos con una antorcha que se hacen abrazos y nos enciende el espíritu, hasta desnudar las palabras y penetrar lo recóndito de las pieles, sentir tu voz abriéndose con mis besos, pidiendo un beso más con tus caricias, que llegan hasta verme en tu mirada y seguir con los misterios. Me lavo en tus labios los pecados que ya no existen, son libres mis labios y se han echado al andar en las olas de la inmensidad, que es precisamente la dulzura nueva de cada uno de los besos de Pedro, esos besos que son el sello de las emociones únicas, porque se hacen firma en el firmamento y destello en nuestras miradas, que tan cercanas se animan a otro beso, que se hace beso en la historia de nuestros besos.
Adiós amigo fiel”.

__
__Bueno, me alegro que te haya ido bien, Pedro __ dijo Orestes cuando al fin llegamos todos a la casa.

__ Muy bien, me encantó el grupo de trabajo, tengo buena parte de lo que confiscaron en el laboratorio de la casa, no me trae buenos recuerdos, precisamente, pero es útil.
Además encontré un buen sitio cerca para poner la clínica privada, estuve en el hospital y creo tener a la gente que será del equipo, en un mes si habilitan creo podemos estar inaugurando. Nélida está viajando esta semana, ¿crees tener la casa lista?
__Está equipada esperándola, será un gusto que vivan en la propiedad, cuando ustedes se muden quedaré solo.
¿Y tú Guillermo?
¿Fuiste al estudio?
__No hoy, me dediqué con Fabián a vaciar el departamento de Juan, y ya está a la venta, ahora iremos a nuestra casa a hacer el mismo trabajo.
Quise adelantar con eso, por ello postergué el asado para el sábado.
__Está bien.
__Papi…
__ ¿Qué precioso?
__ ¿Iremos a comprar la casa? __dijo Josecito que estaba cenando en mi regazo.

__Ya cielo, vale, lo haremos pronto, no te apures.
__Guille, extraño a Fabián.
__ Ya regresará hijito, solo fue a echar un vistazo, cursará desde el lunes, te dará el beso de buenas noches, e iremos en el fin de semana a ver casas, lo prometo.
__ Todavía están sacando cosas de la casa, era impresionante la estructura, esas celdas si no las conocía Pedro desde antes, no eran accesibles, se equivocaron al llevarlo al mismo sitio.
__En cuanto pase algo más de tiempo iré a ver al perro, le prometí ayudarlo, a él y a la familia.
__Sí, podrás apelar la sentencia en un tiempo, Guillermo.
Bueno, José, dale un beso a tus padres, que el abuelo quiere mimarte hasta que te hayas ido al menos, ¿puedo?
__Claro, ven precioso, el lunes iremos al jardín, así que aprovecha estos días.
__Me gustó, porque está Julio allí, puedo jugar con él, me presentó a mis compañeros, es lindo papás.
__ ¿Viste? Al fin sabíamos que ibas a pasarlo bien, puedes jugar con nenes como no podías en Misiones.
__Sí, lástima que mami no puede  estar como otras mamás.
__Pero… te ve, lo sabes, ¿verdad?
__Sí, papi, lo sé. ¿Me llevarás Guille contigo mañana que no tengo jardín?
__Claro, ya que papi tiene que trabajar, vendrás conmigo, por supuesto.
__! Bien!

__
__ ¿Estás bien, amor? Más allá de lo del psiquiatra, ¿te fue bien con ver lo de Juan?
__Sí, cielito, nostalgia como te debe de pasar al pensar en Camila, traje unas fotos pero las llevaré al estudio.
__No hace falta, entenderé si guardas o colocas algunas en casa, tengo de ella.
__No, Pedro, tienes en la habitación del nene y por él, lo de Juan es diferente.
__Pero… no me molesta amor, me dijiste en Brasil que a veces lo extrañas y entiendo.
__Ya veremos precioso, ya veremos cuando tengamos la casa, por ahora necesito de vos. Estar con vos. Siento un ardiente silencio que me quema la vida, poco a poco. Casi como sentirse muerto y la misma vida me mata sin empezar a vivir sometido en el pecado gris de todas las palabras muertas, antes de nacer.
Y llegas vos como el tibio sol del amanecer  y mis otoños florecen. El silencio se hace verbo, en un grito desesperado de urgencia de ternura al verte, la necesidad del amor y amar, y allí, mi vida renace y perdura. Mi vida se enciende con los sonidos sin eco de tu amor.
Porque  sos eso, un murmullo dulce, un  hombre hijo de la brisa que alienta mis fuegos, y enciende llamas y hogueras con  caricias. Amarte es como abrir los ojos y beber la vida del universo. Siento que penetro en una constelación de estrellas que fluye como fuego mientras anudo luciérnagas que iluminan tu piel, bebiéndome mis sueños.
Tu continente, es un cristal ardiente, como el sol poniente. Cuando dulcemente tus manos me desnudan y te desnudo en la penumbra y te posesionas de mi cuerpo y piel y siento tu tibio aliento, y tu premura todo el pasado huye, con él el dolor.
Hoy sos el albergue de mis grises otoños, y empecé a amarte. Porque te quedas ardiente y quieto entre mis brazos, bebiendo de mi boca una caricia que perturba y apasiona, en amor y entrega  me provocas.
La noche se ha tornado transparente  con la luz de tus pupilas. La tibia luz de tu piel, aplaca soledades de todo lo que quise y lo soñado entre tus voluptuosas caricias que queman mis sentidos con tus manos. Tu sed de amar  se convierte en tempestad y viento  en tu alma.
Tu cuerpo menudo y de brisa se vuelve de fuego, tus manos, lava ardiente,  te transformas en ángel y demonio, y entregas cuerpo y alma para siempre.
En la vigilia del alba, miro tu paisaje cuando caminas desnudo. El sol pinta de rojo tu cuerpo, ilumina tu sonrisa, tus ojos… retorna el deseo de beberte, como al sediento un dulce oasis en el desierto. Y comenzamos otra vez, lo que no va a terminar nunca. Regresa el amor, es brisa, pasión, lluvia y viento, y mis penas serán olvido en el gozo lujurioso del amor en tu piel  y  al vivir con pasión  con vos el amor.
Pensemos que estar en esta suite, con champagne, velas y el Jacuzzi esperando es el fin de una cita que nunca pudimos tener, es más,  quiero idear una cita, una cena como la que pudo ser sin la amenaza que nos atrapó en El Dorado.
__Fue el impacto soberano del amor, al verte, fue tan ligero mi esfuerzo, solamente un gemido, puntual exacto,  cabal, mi existencia se derramó.
Grandes lapsos perdidos en mi loca obsesión  por hacerme de tus caricias, cierta plenitud, para lo que ya me  pertenecía.
Una cita fue suficiente para conversar, tú iniciaste, de tu transitar por la vida, inclinación por algún muchacho antes,  te miraba callado, tus ojos lagrimeaban.
No obstante, por lo menos creías que yo te conquistaba como un relámpago que cruzaba el horizonte de tu mirada, señales molestas para mi afecto principal,  fragmentaba esos momentos de querer ser el único en tu camino.
Prolongamos nuestra charla y más tarde caminamos juntos, te sentía,  ya venerados marchamos tomados de la mano, un grácil temblorcillo sentiste que lo adiviné en tus  manos.
Incontables pasaron las tardes nuestras, los momentos fueron más inolvidables,  tus cariños y mis caricias se hicieron más y más; reconocimos que éramos el uno para el otro, plenos unimos corazones. Fue el instante más delicioso ese fue el despegue que ansiosos gustamos,  y te otorgué mi naciente adoración con mi cuerpo, esencia del amor en Brasil. En ese justo minuto se desbordó mi ardor, ese brío varonil lo mancillaba por primera  vez, mi dermis vivía, se saturaba de ti, del  perfume de tu piel humedecida por el fragor.
Hubieron un sinnúmero de noches asequibles, mi espíritu ahora suspiraba, te codiciaba más, tu psiquis ya tenía sentido, se entregaba al amor  plena, llena de esa voluptuosidad que solo  quizá luego del peligro se puede experimentar.
Cada día que pasábamos, era la gloria, fuego que con mis exaltaciones crearon un ambiente  de tensión pura; en fin éramos novatos, nuevos para estas pinceladas de pasión incontrolable.
 Hoy me acaricias sin miedos, sin resabios,  cada vez queremos encontrarnos más y más,  las palmas de tus manos me dan tanto placer,  que me entrego más violento y apasionado. Pero, con la ternura de un niño, no quiero lastimarte, en nuestras entregas y sexo,  tus manos acariciantes y tus besos me tienen en un paroxismo de locura. El delirio contumaz escribe garabatos y te amo por mí,  para ti, mi corazón no sabe de amores,  los experimenta, mi alma los recibe como  alumno desesperado por aprender,  y me pierdo en la vorágine del clímax  más sublime que haya experimentado.
__Te amo, Pedro, tu amor hizo que me liberara de ese secreto que me estaba matando, que me impidió amar media vida, y te amo de la manera más  callada y más expresiva que tiene el arte de mis palabras.
Eso dicen mis manos que difunden lo existente que sos para mí  como que te llevo prendido como leño que enciende la llama de un volcán, y en ese viento que arrasa se casa con mis labios, te amo, y ya llevo dentro de mí el sabor de la fuente de tus manjares de tu vientre que en mi boca se vierte expandiéndose el fruto  por todos  los espacios de mi corazón  y de mi mente , te arraigas dentro de mi boca, te guardas en mi pecho relicario  como mi mejor fotografía de amor.
Y amo los golpes que le das a mi cabeza cuando  no estás junto de mí. Si eres ese cuchillo que se derrite cuando la geografía de tu piel  se invade de mis verbos.
Por todos tus puntos cardinales  llega directo a la coordenada  que tiene el mapa de tu vida el tesoro de tu alma.
Dentro de ese logaritmo  que me tomo a sorbos,  que degusto cuando  tu pecho viene a mí  desfilando en carretera de amor  de toda la vida,  te vuelves en mis asuntos  el mejor adyacente de mi felicidad  que reflejo en un suspiro al viento cuando recuerdo la delicadeza  del maná que hay en vos.
Porque te amo  con todo el poder de mi fuerza  y de mi libertad. Es algo que no guardo en silencio sino que no sé callar. Me salvaste la vida varias veces desde conocerte, y ahora me la vuelves a salvar al hacer que vaya liberándome de los fantasmas.
Lo de juan dolió como a vos lo de Camila por lo inesperado, por lo injusto, pero no hace el daño de aquello otro, de esos tipos, y sé que antes de darme cuenta seré el hombre entero que mereces, y los chicos.
Cuando sea libre de temores y de los fantasmas, cuando pueda enfrentar el encuentro con ese tipo, seré enteramente libre, entonces nos casaremos.
Descorché la botella de champagne, entre roce de labios apenas bebimos la primera copa, antes de desnudarle el alma en la mirada, antes de quitar la ropa, mientras en el baño un sendero de velas y dos copas más esperaban en el borde del Jacuzzi.
Fuimos suspirando por los rincones como cada vez que de mí él se alejaba.

__No encuentro razones para acabar con la tristeza,  que oprime mi corazón cuando no estás cerca,  sin vos siento que una gran tristeza me invade.
En vano es querer olvidar,  en vano es querer arrancar de mi corazón enfermo lo vivido, y los desamores que antes no podía erradicar  que día a día se echaba a llorar,  buscando en el horizonte tu figura,  para poderla abrazar.
Cómo acabar con este sufrimiento,  si cada rincón conoce mi lamento,  me decía en la celda,
suspirando noche y día esperando tu regreso,  para acabar con la pena que poco a poco me iba consumiendo,  acabando con mi vida.
Suspiros, suspiros al viento,  suspiros que no acababan ni cuando estaba durmiendo.
En mis sueños te tenía, despierto te perdía, solo deseaba dormir odiando el que suponía el amanecer. No encontraba la respuesta a tanto dolor como no la encontré en ese oscuro pasado, y quizá si no lograbas llegar era lo mejor dormir para siempre, al no tenerte, prefería la muerte.
Pero entraste a esa maldita celda y como entonces nadie, esta vez desalojaste el mal y los fantasmas.
_Ya mi amor, disfruta, ya pasó, nunca más nadie nos va a separar, no hay más celda que la de nuestro  amor elegido cada día en libertad, lo prometo.
Siento tu respiración que se agita desnudando tu alma, acaricio tu piel cuando me rozan las brisas del viento, tu olor a ese aroma inigualable que percibí en el hostal y jamás olvidé, que se introduce cuando suspiro en mi interior, anidando en mis ansias mudas de amar, y tú sigues ahí,  en espera, al acecho de mis palabras que  estallan en ti ese estado único que impulsa tus deseos de perderte en el silencio tentador de mi soledad, y tu continuarás ahí,
en espera de mis sueños tan reales que despiertan tus dudas , imaginándome en cada amanecer de tu despertar. Desnuda el sol sobre mi piel, hazme tul con las luces de tu vientre y al sonar  el último compás de la noche, convierte mis ansias en torbellino de mareas.
Ahora, solo queda la oscuridad y tus ojos, atrévete a esculpir mi cuerpo  con tu mirada de fuego, ya sabré yo, cómo zafarme de tus ardores. Bésame sin dejar un palmo de mi carne, convierte cada gemido en una profecía y cada caricia en un paraíso. Al amanecer seguro estoy,  que el mundo ha vuelto a nacer. En descenso caen, uno a uno los sentidos, abarrotados de sentimientos. En caída libre  se lanzan al suicidio, de mi boca urgente, los besos. Ruedan inciertos  por los peñascos que habitan mi pelo; arrojados de tus labios, conquistando todos mis desiertos. Desde mi oriente  nace el sol refulgente de destellos; como una tormenta insaciable, vierte su candor por las tierras de tu deseo.
Avanzan lento, arriesgando sentires, por esta piel, que es tu desvelo. Se rinden ante mis poros, y libertan sus corpúsculos al viento. En mis espaldas, yacen las constelaciones del vasto universo; puedes hallar en su geografía, de esta vida, todos los sueños; a medida se cumplen,
por mi dermis ruedan en descenso; los que no se tornan reales, te los guardo, para iluminar tu sendero. Mientras la sensibilidad en tus dedos, recorre libre la cárnea extensión de mi cuerpo,
desatas vientos en occidente, agitando caricias, elevando mi alma, hasta alcanzar su punto ciego; y llueves sobre mí con ardor incesante, abarcándolo todo, cubriendo con tus aguas fueguinas, cada rincón que poseo… Me agitas la calma entre tus manos, alteras uno a uno, los sentidos que moran en mi centro; me puedes, amor mío, con tu deseo salvaje, asaltas mi piel,
y me robas los besos; es el roce de tus huellas, que me quema marcando  su rumbo inciertamente perfecto. Cuando más desciendes explotas los átomos, liberando tu ser, hundido en mi cuerpo.

El vaivén de los cuerpos lucía al resplandor de las velas, el agua hacía resbaladizo el movimiento, nadaban y chapoteaban fácilmente como animales hambrientos, olvidados de dolores, pasados y muertes mientras gotas y chorros de agua volaban por el aire y caían por todas partes. Era la magia de la noche iniciada con juegos de ternura en la suite, lenta, suave, arrullando silencio que se rompía ante el latir furioso de dos corazones en uno.
Fueron a posarse en un lecho de rosas libres de espinas que rozaron ya piel a piel fundidas por el calor de los cuerpos unido al agua de ellos, del baño, juntando los cuerpos pugnando por surgir de la simiente.
Por sobre las sábanas, acariciaron el rostro. Debajo de las sábanas, descubrieron la humedad
de  la intimidad. Descubrieron en el abrazo el alma, en esa noche de amor en todas partes para en ella sentir la vida plena. Saborearon el néctar de dos cuerpos que palpitaron al sentir las caricias al son de arrullos sensuales en un idioma nuevo aprendido cada vez.

__Se torna gris a lo lejos en la bruma la duda, llega la noche apoderándose del cielo azul, cierra sus ojos el día, exhausto se derrumba sin caer en el pasto, pues las brisas del viento lo hacen flotar y el crepúsculo lo abriga con sábanas que lo cuidan de la frialdad de las penumbras. A lo lejos en el horizonte se divisa el límite de lo inalcanzable por mis manos, solo en los sueños logro acariciar esa franja enrojecida en la distancia, tiempo que se escapa en los recuerdos imprescindibles de mi memoria. En el firmamento las estrellas se desvisten deseosas por romances invitándome a las aventuras ardientes bajo los misterios develados por la luna, la cual se siente poseída por la inigualable fuerza y vitalidad entre los brazos del sol ambos dueños en su propio templo. Logro ver una luz que atraviesa de un lado a otro entre las nubes que tratan de confundir mi mirada.
¿Será una visión imaginaria impulsada por los nervios que habitan prisioneros en mi subconsciente hechizado por el deseo de sentir el placer que vivo en mis sueños?
Se escuchan susurros en la oscuridad de la eternidad que acoge en sus aposentos los rumores del silencio, huésped a la espera de milagros que cumplan las expectativas que aún respiran en las sombras de la incertidumbre.
Noches que gritan sus pecados y agonizan velozmente por el empuje de la aurora que llora sus cristalinas  e incontrolables pesares por interrumpir apasionadas historias que vivirán por siempre en un espacio pequeño, pero imborrable en mi mente. Luces que nunca se apagarán mientras me cobije el amor.
__Recuerdo cómo nos cogíamos  de la mano sin tocarnos y nos besábamos sin necesidad  de unir nuestros labios. Recuerdo tantas cosas que nos decíamos sin hablarnos, cómo mis ojos devoraban cada movimiento de tus labios en esa primera vez, cada coma, ansiándose en la espera.
Recuerdo cuando nos amábamos; con tus caricias y las mías, el rubor de mis mejillas, mi llanto alegre, mi risa.
Reconozco que soy culpable cuando entre mis brazos agonizas,  en cada movimiento, en cada beso, en cada caricia, sobre tu cuerpo. Reconozco que me súplicas frenéticamente  que pare de hacerlo y más me aferro...   cuando tu mirada me excita a hacerlo,  y ese aroma enloquecido a deseo. Reconozco que noche a noche, cuando brilla la luna en el firmamento,  me transformo en lobo salvaje y desgarro tu piel a besos.
Tantos años estuve buscando paz en la cotidianeidad del placer que olvidé lo profundo del beso, del beso desprevenido bajo la lluvia. En la boca, allí se encuentran los misterios de la inocencia, los labios abiertos sueltan la inmensidad del alma, la lengua propia sobre la lengua ajena. Miles de piernas se abren sin conciencia, millones de niños nacen en este mundo absurdo, sin embargo el choque de los cometas solo se vislumbra cuando dos  hombres temerosos como adolescentes, comparten la magia de la saliva y el abrazo, después no hay nada, después el vacío. Solo eso, una y otra vez.
Hoy mis labios recorren suavemente la humedad de tu desnudez, mis manos sigilosamente dibujan tu silueta y disfrutan del calor de tu piel. Esta noche mis oídos disfrutan de la melodía de tus jadeos, de tu excitación...Yo  y mis deseos por recorrer cada parte de tu cuerpo, por sentir cada roce tuyo y disfrutar cada centímetro de tu ser. Yo y mis ansias locas que se
pierden en el aroma de tu piel.
Escribir sobre la piel es sentir el ardor de cada una de las caricias tatuadas que se hacen arena y agua, endulzando el breve mar de los detalles al sentir que sus olas se renuevan en la mano sencilla que se distrae con esas mismas nostalgias de querer inventar la palabra libre, sencilla y perfumada de encendidas miradas, que desean ser vistas y leídas, para luego perderse con las emociones despiertas entre aquel y este, entre el sujeto y el predicado de la vida impulsándonos a tejer con seda el camino y el cariño del tiempo que nos permite seguir  el mismo destino.
__Somos un mar de deseos, resistir tanta intensidad resulta incomprensible a nuestras emociones encontradas sin saciar.
Amor recíproco es una acción, que realizamos con toda las ganas que teníamos guardadas por tanto tiempo.  Nos entregamos suavemente a los deseos inquietos de nuestra pasión, pasión desenfrenada de nuestras emociones en acción a todo dar y sentir sin precaución alguna.
Mis manos se resbalan con ternura, por todo el contorno de tu cuerpo ardiente, dibujan tu cuerpo con todas tus curvas, redondas y onduladas levemente. Tu cuerpo agradece con ansias las caricias, de mis manos deslizadas por tu silueta, esbelta, ágil y rápida.
Tu cuerpo se retuerce ante tantos deseos ardientes y suspicaces.
Tus ojos muestran el negro intenso del amor. Tus labios brillan rojizamente, tus cachetas se encienden a los deseos fuertes de tu cuerpo enardecido a las mieles profundas de un amor pretensioso sediento de pasión.
__En la vigilia del alba y la tarde entre horas lentas esperando el encuentro, allí tus besos disiparán las penas de mi alma que sangra entre lamentos. No quiero mis tristezas como muertes anunciadas en el silencio. Inventaré inexorables mundos para vos y allí amarte como merece tu alma y allí en este nuevo mundo borraremos los olvidos, las esperas y las penas.
 Te acercas y me bebo tu aliento, que me quema por dentro. Es casi una caricia tibia de tu boca entreabierta que se escapa como brisa que provoca y desboca una urgencia de besarte entre tu dulce sonrisa.
Tus manos como alondras en vuelo, se asientan en mi cuello. Una lluvia de pétalos y violetas se posan en mi pecho, cuando me abrazas así  con tu dulce ternura, mi fuego y lujurias, convierten mi premura, en brasas. Te desnudaré lento, bebiendo la perfumada humedad de tu espalda. Tristeza que disipan tus manos, miro tus ojos y sé que me sigues amando mientras mi boca se desliza entre tus pecho, loco, perturbado. No suenan tus palabras, mis besos no te dejan respirar. Mío es el cántaro de tu vientre y calma mis simientes entre bellos amores, te llevas todo lo vivido y mi destino en gratos resplandores. He de amarte hasta cuando mis ojos extrañen tus sombras.
__Te conviertes, en amante amoroso y ardiente, cuando sientes el deseo de hacer el amor, así tu deseo recorre mis espacios secretos y mi sentir desorbitas con tus labios eróticos que hacen vibrar cada una de mis fibras, de mis poros, y en tus diestras manos en caricias moldeas a antojo mientras mi cuerpo esculpen tus labios, siente mi esencia tu febril aliento. Surge la lucha entre mi anhelo y tu desespero. Cuando tu hombría emerge mi pecho se agita, a tu sutil tacto mi ser  se estremece.
Tu candil enciende mi hoguera, nos invade el deseo de amarnos, sudorosos rodamos, se prende una llamarada, provoca la erupción de cuerpos, brota entonces la lava hirviente del volcán, flotan en el aire suspiros y jadeos testigos del fuego ardiente, sudan las sábanas.
En simétrica unión, tu llave y mi cerradura, con la complicidad de las sábanas huele a desenfreno, al tacto en la penumbra se conectan tu pasión y mi deseo.
Vaga en silencio el viento entre las nubes, sonríe el horizonte ante amenaza de tormenta, frota sus manos el trueno a la espera de su rayo… Respira humedad mi  pelvis, cuando tus pies acompañan la marea. Vive el temblor en mi piel al sentirte cerca, sudan mis ojos por tu belleza, calla mi boca las palabras y solo dejo que los dientes, muerdan mis labios. Se atreve tu dedo y acaricia mi monte partido, trago saliva y escucho un nudo en mi corazón, el nervio invade el alma y poco a poco el deseo nace. Tus manos arrancan mi camisa y mi cuerpo toma forma de amante.
Tus labios se acercan a mi boca, tu aliento es dulce e intenso, mi respiración se agita, la sangre late por doquier, nace el verbo que no se piensa, vuelan miedos y pecados, el silencio se hace eterno en el momento y el universo expande pasión  cuando mis manos acarician tu pecho. Liberamos ansiedad, permitimos escalofríos y notamos erecciones, tiramos sedas y algodones, apagamos luces e imaginamos reflejos.
El éxtasis arrodilla mi alma porque lo que siento no es de este mundo, tiembla la palabra al no encontrar letras capaces de expresarla, vibra con tal fuerza el sentimiento que se convierte en música, es tan intenso el calor de nuestros cuerpos que la piel llora miel y los ojos, dibujan sueños en cada mirada. Somos uno, en un solo latido…  Se abre el cielo, se llena de estrellas y las convierte en lluvia de fuentes, nos cubren con su polvo y sentimos el cariño de los dioses abrigar nuestros cuerpos. Llega el sol, expande su halo y pide a mil cometas que escriban en su manto, una palabra que explique el milagro de esta noche, una palabra que en su sentir tenga el poder de una caricia y el don del alma, una palabra que pueda explicar un gemido y una lágrima… Una palabra que estremezca al corazón y que explique Amor por sí sola. Y escribieron: ternura.
__Te amo, cielito, pese a las locuras que hice en el viaje no dudes de las alianzas que llevas, de  que te amo para siempre.
__Estará todo bien amor, no debes estar en terapia años, no temas, es solo hasta que termines de contar al afuera lo que mantuviste en secreto, hasta que puedas decirlo sin que sientas culpa o vergüenza, nada fue tu responsabilidad, si tu mamá sucumbió a ese hombre, no podías hacer nada como nada pudiste hacer nunca por Miguel.
__Lo sé, es curioso, entonces no era tan malo, es más,  los dos estudiamos abogacía para perseguir tipos como el padre, quizás él también como mi madre sucumbió a su influencia y se convirtió en lo mismo. Luego de la primera causa, de que perdió la fiscalía, más allá de los narcos no quise saber los cargos por temor a enterarme que hacía lo mismo, cosa que es probable.
__Ya está amor, todo terminará cuando veas a ese hombre, y te liberarás al fin de tantos años de dolor.
Mañana tengo que hacer guardia, no renuncié todavía, o mejor dicho lo hice pero para dejar la función cuando encuentren mi reemplazo, pero pasaré un rato, por la casa, y si quieres luego puedo ayudarte.
__No es necesario.
__Quiero hacerlo, no me hace mal estar allí, ya te lo dije, estuve con William pero nada malo pasó más que saberte lejos, no en la casa misma.
__Iré con Fabián a sacar lo que reste de ropa y libros, el resto quedará en venta, no hay recuerdos más allá de eso que desee, no vengas,  ocúpate de lo tuyo que es mucho, yo iré un rato al estudio, y el sábado al fin tendremos el asado, con nuestros afectos reales.
 El teléfono, ¿tuyo o mío?
__Tuyo.
__Hola, Guillermo.
___ El pampeano, Guillermo, ¿estás bien?
__!Qué sorpresa! ¿Ustedes?
__Bien hermano, quería agradecerte y pedirte perdón, no pude hacer más que la carta que le envié a Pedro.
__Mucho, yo te agradezco, nos salvaste. ¿A dónde estás?
__ No lo imaginas. En Boston.
La esposa de William lo llamó, iba a viajar ella, pero con rostro nuevo, huellas limadas y documentos, regresó con su familia, en principio irá rindiendo la carrera libre con nueva identidad, y llegado el momento de volver a ejercer, esta vez como abogado honesto, seré su secretario. Prefiero quedarme acá, no quiero  regresar allá, pasó demasiado.
__Me alegro mucho, nos alegra mucho, no te guardo rencor, espero que sepan aprovechar esta segunda oportunidad.
__No temas que aprendí la lección, así será, quería  que tuvieras el teléfono, nadie nos persigue ahora y si quieren regresar a pasear por acá, serán bienvenidos.
__Gracias, pero acabamos de llegar con un montón de cosas que hacer, pasamos meses… Atrapados.


CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.


20 comentarios:

  1. Maura , qué lindo, Muchas gracias, feliz día, abrazo de luz.

    ResponderEliminar
  2. Santiaga Gracias Eve Monica Marzetti. Un abrazo de Luz.

    ResponderEliminar
  3. Isabel Gracias mi amiga, me encantan todas aunque más algunas.
    Buen dia.

    ResponderEliminar
  4. Marina Muchísimas gracias por Atrapados y todas. Es un honor recibirlas.😍😍😍😍

    ResponderEliminar
  5. Graciela Muchas gracias amiga, Eve Mónica , me encantó, lindo jueves.

    ResponderEliminar
  6. Sol. Bueno, al fin se van liberando, ya pasará lo de Guille, un beso Eve.

    ResponderEliminar
  7. Mirá que pasaron cosas Eve...Una historia complicada y dolorosa...Pero por fin están saliendo adelante, juntos y con el amor que los une...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tantas hizo nuestro amigo, pero ya se están acomodando, es hermosa, de vienen Sur y el bello Prohibido que amo, gracias y mi amor.

      Eliminar
  8. Sol Urvino No es facil hallar una sola palabra que describa un amor tan intenso, es ese milagro sin respuesta, que hay que vivirlo a pleno, sin perder el tiempo en definirlo. UN BESO, EVE.

    ResponderEliminar
  9. Veronica Lorena Piccinino Lindo capitulo Eve... sobre todo el recuerdo de Juan, de ese esposo que no fue... Una angustia bien contada. Gracais

    ResponderEliminar