sábado, 24 de febrero de 2018

"EL EMBAJADOR". SEGUNDA PARTE. CAPÍTULO DÉCIMO. EL ENCUENTRO.



EL EMBAJADOR.
SEGUNDA PARTE.
CAPÍTULO DÉCIMO.
"… inventamos nuestro incendio, ardemos de dentro afuera, quizá eso sea la elección, quizá las palabras envuelvan esto como la servilleta el pan".
Julio Cortázar.
Rayuela.
Capítulo 73 (fragmento)


Tal como predijo Moravia, la votación del senado en pleno fue apenas un formalismo. Guillermo resultó confirmado por una cómoda mayoría. Cuando Marcos se enteró de la noticia se reunió con su amigo.

__Nuestro plan ya está en marcha, Orestes. Ahora nada puede detenernos __le dijo.
Orestes asintió.

__Nada __convino con una sonrisa.

José Miller se hallaba en su oficina cuando llegó la noticia. De inmediato redactó un mensaje y lo codificó. Uno de sus hombres estaba de guardia en la sala de telégrafos de la CIA.
__Deseo utilizar el canal Roger __dijo Miller__.  Aguarde afuera.
El canal Roger es el sistema ultraprivado de cable de la CIA, que puede ser usado solo por los más altos ejecutivos.  Los mensajes se envían por medio de un transmisor de láser, en frecuencia ultraalta en una fracción de segundo. Cuando quedó a solas, Miller descubrió el cable dirigido a F.

En el curso de la semana siguiente, Guillermo efectuó varias visitas protocolares al subsecretario de asuntos políticos, al director de la CIA; al secretario de comercio, a los directores del Chase Manhattan Bank de Nueva York y a varias importantes organizaciones judías. Todos lo recibieron con advertencias, consejos y solicitudes.
En la CIA, Donato, demostró un particular entusiasmo.
__Me alegro de que podamos volver a trabajar allá, señor embajador. Rumania nos ha estado vedada desde que nos declararon personas no gratas. Voy a asignar a un hombre para que colabore en su embajada como agregado. __Le dirigió una mirada significativa. _Estoy seguro de que le brindará a usted toda su colaboración.
Guillermo pensó qué estaría queriendo decir. Mejor sería no preguntar.

Por lo general, quien preside la jura de los nuevos embajadores es el secretario de Estado, y suelen prestar juramento entre veinticinco y treinta candidatos. En la mañana del día fijado para la ceremonia, Orestes Moravia llamó a Guillermo Graziani.
__Guillermo, el Presidente desea que esté usted a las doce en la Casa Blanca. Él mismo le tomará el juramento. Y lleve a los chicos.

La Oficina Oval rebosaba de periodistas. Cuando el presidente Labrapoulus ingresó con Guillermo y los niños, comenzaron a rodar las cámaras de televisión y a disparar los flashes. Guillermo había pasado al menos media hora con el Presidente, y él trató de darle aliento.

__No hay otra persona más perfecta para el cargo _sostuvo __. De lo contrario, nunca lo habría elegido. Entre usted y yo vamos a hacer realidad este sueño.

Y realmente todo me parece un sueño, pensó Guillermo al enfrentar las cámaras.
__Levante la mano derecha, por favor.
Guillermo repitió después del Presidente.
__Yo, Guillermo Graziani, prometo solemnemente que habré de apoyar y defender la Constitución de los Estados Unidos contra todo enemigo extranjero o nacional, que mantendré una lealtad absoluta a la misma. Que asumo este compromiso sin reservas mentales ni propósito de incumplimiento y que habré de desempeñar fielmente las tareas inherentes al cargo que estoy por asumir, para lo cual imploro la protección de Dios.
Ya era embajador ante la República Socialista de Rumania.

Comenzó entonces el trajín. Se le ordenó presentarse en la sección Asuntos Europeos y Yugoslavos del Departamento de Estado. Allí se le asignó una minúscula oficina provisoria contigua al buró rumano.
El jefe del buró era un diplomático de carrera de más de veinticinco años de servicio__, era un hombre de casi sesenta años, estatura mediana, labios finos y una expresión taimada en el rostro. Sus ojos castaños eran fríos. Trataba con desdén a los que eran nombrados por razones políticas para ocupar cargos diplomáticos. Se lo consideraba el mayor experto del buró rumano y cuando el presidente Labrapoulus anunció que designaría embajador en Rumania, James Stick supuso que le ofrecerían el cargo, razón por la cual el nombramiento de Guillermo fue un duro golpe para él. Ya de por sí era desagradable que lo hubiesen pasado por alto, pero el hecho de que le ganara alguien nombrado por razones políticas le resultaba más mortificante.

__ ¿No te parece increíble? __le preguntó a su amigo íntimo __. La mitad de nuestros embajadores son nombrados por motivos políticos. Eso nunca ocurriría en Inglaterra ni Francia. Allí recurren siempre a funcionarios de carrera. ¿Acaso el Ejército ascendería a general a un civil aficionado? Bueno, en el extranjero, estos aficionados de mierda que tenemos por embajadores, son generales.

__Estás borracho, James.
__Y voy a emborracharme aún más.
Stick miró a Guillermo, a quien tenía sentado del otro lado del escritorio.
Guillermo también lo observaba y notaba cierto rasgo de maldad en su rostro. No me gustaría tenerlo de enemigo, pensó.
__ ¿Comprende que lo envían a un sitio sumamente delicado, doctor Graziani?
__Sí, por supuesto. Yo…
__El último embajador nuestro acreditado ante Rumania procedió equivocadamente y arruinó las relaciones entre ambos países.
Tres años demoramos en poder volver al punto en que estábamos.
El Presidente se disgustaría sobremanera si eso volviera a ocurrir.
Por culpa mía es lo que quiere decir.
__Tendremos que convertirlo en experto en un instante, porque no es mucho el tiempo que nos queda. ___Le entregó una pila de carpetas. __Puede empezar por leer estos informes.

__Le dedicaré la mañana y…
__No. Dentro de media hora comienzan sus clases de idioma rumano. El curso suele durar varios meses, pero en su caso tengo órdenes de que le impartan lecciones aceleradas.
El torbellino de actividad lo agotaba y le hacía perder la noción del tiempo. Todas las mañanas intercambiaba opinión con Stick acerca de las carpetas de Rumania.
__Yo voy a leer todos los cables que usted envíe __le advirtió él__. Los cables con copia amarilla son los de acción, y los de copia blanca, los meramente informativos. Se remitirán duplicados  de sus cables a Defensa, a la CIA, a la Agencia de Información de Los Estados Unidos, al Departamento del Tesoro y a una decena de organismos más. Uno de los primeros temas que deberá resolver será el de los norteamericanos que hay en las cárceles rumanas. Queremos que se los deje en libertad.
__ ¿De qué se los acusa?
__De espionaje, tenencia de drogas, robo… lo que se les ocurra a los rumanos.
Guillermo se preguntó cómo se hacía para que se retirara una acusación de espionaje.
Ya encontraré el modo.
_Claro.
__Tenga presente que Rumania es uno de los países de la cortina de hierro con una actitud más independiente, que a nosotros nos conviene fomentar.
__Exacto.
__Voy a entregarle un paquete que no debe salir de sus manos. Solamente usted puede verlo. Quiero que lea y digiera la información y que me lo devuelva mañana a la mañana. ¿Alguna pregunta?
__No, señor.
Le dio un grueso sobre marrón, lacrado con una cinta roja.
__Firme aquí, por favor.
Guillermo firmó.

En el trayecto de regreso al hotel, Guillermo lo llevó apretado y se sentía como un personaje de una película de espías.
Los chicos lo esperaban vestidos para salir.
De pronto recordó que les había prometido llevarlos a un restaurante chino y luego al cine.
__Muchachos, ha habido cambio de planes. Habrá que posponer el paseo para otro día. Como esta noche tengo trabajo urgente, vamos a pedir que nos suban comida aquí.
__ Por supuesto, papá __dijo Fabián que disfrutaba de leer en la cama.

__Bueno papá __apoyó Malena que escuchaba música.

Antes que muriera Silvina habrían protestado como marranos. Pero tuvieron que madurar de golpe. Todos tuvimos que madurar.
Los abrazó fuerte y besó en la coronilla
__ Ya voy a compensarlos por esto _les prometió.

El material que le entregó James Stick era increíble. Había informes minuciosos vinculados con todos los altos funcionarios rumanos, desde el presidente hasta el ministro de Comercio. Se analizaban costumbres sexuales, su situación económica, las amistades que tenían, sus rasgos peculiares, los prejuicios de cada uno. Algunos datos eran truculentos. El presidente, Juan Arismendi, era gay. El ministro de Comercio, se acostaba con su amante y con su chofer mientras que su esposa tenía aventuras con su criada.
Guillermo se quedó en vela largas horas memorizando los nombres y los pecados de las personas con quienes habría de tratar. ¿Seré capaz de conservar el rostro inmutable cuando me los presenten?

Por la mañana devolvió los documentos secretos.
__Muy bien __le dijo Stick __. Ahora ya sabe todo lo necesario sobre los líderes rumanos. Debe tener presente que a esta altura ellos también saben todo lo relativo a usted.

__No va a servirles de mucho.
__ ¿Ah, no? __ Stick se recostó sobre el respaldo de su sillón. __Usted está muy solo. Le aseguro que ya lo habrán catalogado como un blanco fácil. Van a aprovecharse de su soledad. Se instalarán micrófonos ocultos en su residencia y la embajada. En los países comunistas se nos obliga a utilizar personal local, de modo que cada sirviente de la residencia será un miembro de la policía rumana de seguridad.
Está tratando de amedrentarme, pero no va a conseguirlo.

Cada hora de su día parecía estar destinada a alguna obligación. Además de las clases de idioma rumano debía asistir  a un curso dictado en el Instituto del Servicio Exterior, de Rosslyn, tenía también reuniones con el secretario del servicio de Seguridad Internacional y con diversas comisiones del senado. Todos le planteaban interrogantes, consejos y exigencias. Sentía un enorme cargo de conciencia con sus hijos. Orestes le había ayudado a encontrar a una persona que se ocupara de ellos. Además habían conocido a otros chicos que vivían en el hotel, de modo que por lo menos tenían con quien charlar. Así y todo, no le gustaba tener que dejarlos solos tanto tiempo.
Se propuso intentar desayunar con ellos todas las mañanas antes de irse a clase de rumano en el instituto. Ese idioma era espantoso.
 Me sorprende que hasta los mismos rumanos puedan hablarlo. Repetía las frases en voz alta.
Buenos días:  Bunadimineata.
Gracias: Multumesc.
De nada: Cu Plácere.
Señor: Domnule.
Señorita: Domnisoará
Y ninguna palabra se pronunciaba tal como se escribía.
Fabián y Malena lo observaban luchar con la tarea del estudio.

__Esa es nuestra venganza por habernos obligado a memorizar las tablas de multiplicar _bromeó Malena, sonriendo.

___
Señor embajador __ dijo James Stick __, quiero presentarle a su agregado militar, el coronel Alberto Marini.

Alberto vestía de civil, pero el porte militar era en él como un uniforme. Era altísimo, de unos cuarenta y tantos años, delgado y rostro curtido.
__Señor embajador. __Su voz era ronca, áspera, como si tuviera alguna lesión en la garganta.

__Encantado de conocerlo.
Marini era el primer miembro de su personal, y el hecho de conocerlo le produjo una enorme emoción porque le hizo sentir más cerca  de su cargo, además de entrada Alberto le cayó bien.
__Será un gusto trabajar con usted _declaró el coronel.

__ ¿Ya ha estado antes en Rumania?
El coronel y James Stick intercambiaron una miradita.
__Sí, ya conoce el país _respondió Stick.

Todos los lunes por la tarde realizaban reuniones diplomáticas para nuevos embajadores en un salón del Departamento de Estado.
__En el Servicio Exterior existe una estricta cadena de mandos __se instruyó a la clase__. El puesto más alto es el de embajador. Debajo de él está el subjefe de misión. Después de él vienen los cónsules para temas políticos, económicos, administrativos y asuntos públicos. Y por último los de agricultura, comercio y el agregado militar. __Ese es Alberto Marini, pensó Guillermo. __Cuando se hayan hecho cargo de los nuevos puestos gozarán de inmunidad diplomática. No podrán ser detenidos por exceso de velocidad, por incendiar una casa, ni siquiera por homicidio. A su muerte, nadie puede tocar su cuerpo ni leer nota alguna que hayan podido dejar. Tampoco tienen que pagar las cuentas, porque las tiendas no pueden demandarlos.
Alguien expresó en voz alta:

__!Que no se llegue a enterar mi mujer!
__Tengan siempre presente que el embajador es el representante personal del Presidente frente al gobierno ante el cual está acreditado. Se esperará de ustedes un comportamiento acorde con su posición. __El instructor echó un vistazo a la hora. __Para la próxima reunión les sugiero que estudien el Manual de Asuntos Extranjeros, volumen dos, sección trescientos, que trata sobre las relaciones sociales. Gracias.
Las mías cero, pensó Guillermo.
“Hoy sin ti Silvina, sin los amigos, no creo poder hacer amigos en ese sitio. Y sin embargo,  una extraña inquietud me invade y no tiene que ver con el cargo en sí. Siento un hambre atroz de derribar los obstáculos,  y los muros aquellos  que me impiden avanzar,  pues mi apetito es desesperado  por extenderme en otro tramo del viaje,  una sed inmensa que provoca la  llama en mi interior, llama que quiere escapar en bocanadas de humo.
Deseo sentir la piel apasionada  para que resurjan los sueños en el alma. Quiero vivir el éxtasis en otros ojos  y en otra piel, caminando tomado de la mano todo el tiempo que me reste. No sé si puedo volver a amar, querida, pero siento que los chicos me necesitarían alegre, fuerte, amoroso, entero.
Allá en lo profundo de la inmensidad logro ver un montoncito de vibrantes puntitos colegiados por ese brillo con que se pintan las estrellas y las arenas del mar, recordándonos lo breve y
pequeño que somos, aunque nuestro sentir sea infinito, tengo que aprovechar el estar vivo”.


Guillermo estaba almorzando con Moravia en el hotel.
__El Presidente quiere encargarle una misión de relaciones públicas.
__ ¿Qué clase de misión?
__Bueno, una campaña nacional. Reportajes en radio, televisión…
__Yo… en fin, si es importante…
__Bien. Tendrá que renovar el guardarropa. No puede usar dos veces el mismo traje.
__Orestes, eso me costaría una fortuna. Además, no tengo tiempo para salir de compras. Estoy ocupado desde la primera hora de la mañana hasta bien entrada la noche. Si…
__Ningún problema, tendrá un asesor de vestuario.
__ ¿Qué?
__ Es una de las más afamadas compradoras de Washington. Deje todo en manos de ella.

Helen era una negra simpática y muy hermosa que había sido modelo conocida antes de instalar su propio servicio de compras. Se presentó una mañana en la suite del hotel de Guillermo y dedicó una hora a revisar los guardarropas de él y de los chicos.

__Sus prendas son muy lindas para Junction City, doctor _dictaminó con sinceridad___, pero tenemos que seducir a Washington, ¿no?

__No tengo demasiado dinero para…
Helen dibujó una sonrisa.
__Sé dónde pueden conseguirse gangas. Y vamos a movernos rápidamente. Va a necesitar un traje de etiqueta negro de noche con camisa, corbata y zapatos a juego, otro para cócteles, otro para recepciones al mediodía y hasta la hora del té, un traje de salir de calle, otro negro y sombrero adecuado para sepelios o funerales.

Tuvieron que salir de compras durante tres días con el esposo de Helen, al cabo de los cuales, los dos estudiaron a Guillermo en detalle con la mirada.
__Es usted atractivo doctor __dijo Helen, su esposo asintió__. Pero creo que podemos embellecerlo más aún. Quiero que vaya a ver a alguien en Rainbow, para cuidado de la piel, después en Sunshine, se ocuparán de su pelo.

Unos días más tarde, Guillermo se encontró con Moravia en una cena que se sirvió en Galería Corcoran.
__Está absolutamente cambiado, muy elegante y apuesto, Graziani _fue el comentario admirado de Moravia.

A partir de ese momento dio comienzo un bombardeo periodístico organizado por Santiago Malvarez, jefe de prensa del Departamento de Estado. Era un hombre de mediana edad ex periodista que parecía conocer a todos los colegas de los medios.
Guillermo tuvo que enfrentar las cámaras para los programas televisivos Good Morning America, Meet the Press y Firing line. Le hicieron reportajes para The Washington Post, The New York Times y otra media docena de importantes diarios. También concedió entrevistas para London Times, Der Spiegel, Oggi y Le Monde. Time y People publicaron artículos de fondo acerca de él y los chicos, la foto de Guillermo Graziani aparecía por todas partes y cada vez que había alguna noticia importante, algo que ocurría en un punto remoto del planeta, se le pedía opinión. De la noche a la mañana él y los hijos se convirtieron en estrellas.

__Papá _dijo Fabián un día __. Asusta ver la foto de uno en las tapas de todas las revistas.

__Exactamente eso, hijito: asusta.
Tanta publicidad lo hacía sentirse incómodo, y así se lo hizo saber a Moravia.

__Tómelo como parte de su trabajo. El Presidente está tratando de crear una imagen, ya va a ver que cuando llegue a Europa, todo el mundo lo conocerá.
“Pelearé de todas formas, para demostrarle que puedo mirarlo sin temor alguno. ¡Me pararé frente a Juan Arismendi o el que sea para desafiar la intensidad  de sus llamas!”

__
__Papi, ¿conoces al embajador? __preguntó Thomas de cinco años a Pedro.

__No hijito, no debo.
__ ¿Por qué? __ siguió Dayana de tres.

__Hijos, dejen almorzar a papi, que está acá gracias al abuelo.
__Así es, estoy casi preso, nunca entenderé el porqué no me dejan conocer el objetivo hasta último momento, lo cierto es que si no era por Orestes no podía seguir viéndolos a ustedes.
__ ¿A dónde paras, Pedro? __preguntó Camila.

__Confidencial, Cami, pregúntale a tu padre, no puedo decir nada ni ver imagen alguna del embajador.

__Yo lo vi, si quieres… __ofreció Camila y Pedro negó con la cabeza.

__No, Camila, no puedo, no voy a hacer trampas.
__Está bien. Perdón.
__ Iré a despedirme de Marcos y a encargarle especialmente a sus ahijados, aunque sé que  Orestes está al lado, pero quiero hablarle de los chicos especialmente. Te dejaré la llave de casa, si quieres alquila o déjala, solo echa un vistazo de vez en cuando. Dejo poca cosa.
Yo no te daré dato alguno de mi paradero, Camila, ni siquiera lo sé todavía, cuando me instale ya tu padre tendrá mi contacto, cualquier cosa que quieras decirme si no es emergente hazlo a través de él. De estar todo bien allá, pediré licencia semestral para viajar a verlos.
__Bueno. Está bien. De estar todo bien, quizá podamos visitarte en algún momento.
__Veremos, linda, ya veremos.

Cuando los chicos se durmieron, Camila dirigió una mirada intensa a su exesposo.

__Estás… diferente, no por fuera, eres hermoso, es otra cosa.
¿Estás saliendo con alguien? ¿Te enamoraste, es eso?
__No. No físicamente. Sin embargo intuyo que me voy a enamorar, perdón Camila, estoy raro, tengo sueños extraños, imagino, siento diferente.
__ ¿Como por ejemplo? Puedes contarme, no me molesta, estamos divorciados. Somos amigos.
__Como que a la persona que amaré… le contaría el mejor cuento al besarle para dormirle suavemente con mis labios.
Si fuese por mí viviría en sus labios. El amor jamás nos niega, solo nos desnuda con lo que tenemos, la entrega.
Su mirada será parte del arrullo  con que cantará la presencia de un te quiero.
Muy loco, no me hagas caso. Vendré a diario hasta el viaje, los quiero.


“El silencio era tan bello que se convirtió  en la imagen esperada del artista, te esculpiría, te pintaría, señor embajador. Andar, caminar, soñar,  decir,  escribir,  compartir,  querer,  sentir,  amar es acción por encontrar,  es sensibilizar las miradas en las esquinas del tiempo para adherirlas a lo esencial del alma. El alma el todo y las partes  nos revela qué, quiénes somos en esta vida y es el espejo al cual nadie escapa, es el secreto mejor hablado en el infinito de nuestro monólogo. Entonces fijémonos en ese espejo y aprenderemos a ser sencillos, humildes, sensatos, sin ambigüedades. Al ser humano le gusta manejarse con estilos pero qué mejor estilo el ser transparente, diáfano, sincero, ecuánime… allí el verdadero espejo de la vida, con ese sentir es posible dejar huellas. Intuyo que eres así señor embajador, en cambio yo debo de fingir que no lo soy, no puedo serlo, excepto  ante el espejo, solo conmigo.
Lo práctico en vivir es saber vivir y saber vivir es tener sabiduría, sabiduría de reír, de ser amable, de hacerse destino en la piel del otro, de la otra… a eso venimos: a compartirnos como  espíritus de convivencia.  Entonces el mundo aprenderá a tener amigos y amigas como las estrellas del cielo, ese el mejor vestir, esa la moda de la vida y no es onerosa tan solo valores que no se aprenden en la universidad a como dice un amigo. Trato de luchar
para no caer al abismo, mientras todas mis partes  se corresponden con su sustancia”.


Antonio Manero y Paola estaban desnudos, en la cama. Pao, una mujer pequeña encantadora diez años menor que el periodista, lo había conocido años antes cuando él estaba escribiendo una nota sobre la vida de las modelos y, desde entonces vivían juntos.
__ ¿Qué te pasa mi amor? __le preguntó Pao con ternura__. ¿Necesitas que te acaricie más?
Él se hallaba con la mente en otra parte.
__No. Ya tengo una erección.
__No la veo __bromeó ella.

__En mi mente. Siento una excitación muy especial por un tema para una nota. Algo muy extraño está sucediendo en esta ciudad.
__ ¿Acaso es una novedad?
__Se trata de algo distinto que no logro desentrañar aún.
__ ¿Quieres hablar de ello?
__Tiene que ver con Guillermo Graziani. Estas últimas dos semanas ha aparecido en tapa de diez revistas, y ni siquiera ha tomado posesión de su cargo, Pao, alguien está haciendo o haciéndole una campaña como de estrella de cine. Y sus dos hijos salen en todos los diarios y revistas. ¿Por qué?
__Seguramente soy yo la que posee tortuosa mente. Creo que estás complicando algo que es muy sencillo.
Antonio encendió un cigarrillo con fastidio, y dio una pitada.
__A lo mejor tienes razón _concedió.

Ella estiró la mano y comenzó a acariciarlo.
__  ¿Por qué no apagas el cigarrillo y me enciendes a mí? __propuso.

Está organizándose una fiesta en honor al vicepresidente  __le informó Orestes a Guillermo__, y he dado instrucciones para que se lo invite. Será el viernes por la noche, en Pan American Union.

El Pan American Union era un inmenso edificio con amplios patios que a menudo se usaba para reuniones diplomáticas. La cena en honor del vicepresidente fue una ocasión muy especial en la que pudieron apreciarse antiguos objetos de plata y copas de cristal de Baccarat. Había una orquesta pequeña. La nómina de invitados incluía a la elite de la capital. Además del vicepresidente y personas renombradas de todos los ámbitos.
Guillermo concurrió  y recorrió con la vista los ambientes elegantes.
Tengo que prestar atención a los detalles para contárselos después a los chicos, se dijo.

Cuando se anunció la cena, Guillermo se hallaba en una mesa con un grupo muy interesante de senadores, funcionarios del Departamento de Estado y diplomáticos. Todos fueron sumamente amables con él y la comida estuvo excelente.
A las once, Guillermo miró la hora y le comentó al senador que tenía a la izquierda.

__No me di cuenta de que se hacía tan tarde, y les prometí a los niños volver temprano.
Se puso de pie y saludó con la cabeza a sus amigos.
Se produjo un súbito silencio, y todos los comensales del enorme salón se volvieron al ver que Guillermo cruzaba por la pista de baile y se retiraba.

__!Qué barbaridad! __musitó Orestes__. ¡Nadie se lo advirtió!

A la mañana siguiente, Moravia lo invitó a desayunar.

__Guillermo, esta es una ciudad que toma muy en serio sus formas sociales. Muchas de ellas son estúpidas, pero igualmente debemos acatarlas.
__Ah. ¿Qué fue lo que hice?
Orestes lanzó un suspiro.
__Violó la norma número uno. Nadie, absolutamente nadie, se marcha jamás de una fiesta antes que el invitado de honor, que anoche casualmente era el vicepresidente de Los Estados Unidos.
_Dios mío.
__La mitad de los teléfonos de la ciudad hoy no cesaban de sonar.
__Lo siento nuevamente, Orestes, pero yo no lo sabía. Además les había prometido a mis hijos que…
__No existen los hijos en Washington, Guillermo… lo único que existe son los votantes. Aquí todo gira en torno  del poder, nunca lo olvide.

Comenzaba a tener problemas de dinero por lo tremendamente caro que era vivir en la capital. En el hotel pidió que le lavaran y plancharan una ropa, pero cuando le llegó la cuenta se asustó.

__Cinco dólares por lavar una camisa. __Nunca más, se propuso. De ahora en más yo mismo me encargaré de todo.

Enjuagaba las medias, y lavaba la ropa interior de los tres en el baño. Los pañuelos los secaba extendidos sobre el espejo, y luego los doblaba con cuidado para no tener que plancharlos. El resto de la ropa la colgaba en el barral de la cortina de baño para quitarle las arrugas. Luego subía al máximo la canilla de agua caliente de la ducha y cerraba la puerta, cuando Malena abrió una mañana la puerta, recibió en la cara una bocanada de vapor.
__Papá. ¿Qué estás haciendo?
__Ahorrando dinero hijita __respondió él__. Mandar la ropa a lavar sale una fortuna.

__ ¿Qué pensaría el Presidente si entrara en este momento?
__El Presidente no va a venir. Y ahora cierra la puerta, por favor, que estás derrochando dinero.
Si el Presidente apareciera, se pondría orgulloso de él cuando le contara lo que cobraba el servicio del hotel y cuánto dinero estaba ahorrando gracias a su ingenio. Si más personas del gobierno __diría__ tuvieran su imaginación, la economía nacional andaría mucho mejor. Hemos perdido el espíritu pionero que engrandeció a nuestro país. El pueblo se ha vuelto más cómodo. Confiamos demasiado en los aparatos electrónicos que ahorran tiempo, pero no confiamos lo suficiente en nosotros mismos. Me gustaría usarlo a usted como ejemplo ante los manirrotos de Washington, que piensan que el país está hecho de dinero. Usted podría enseñarles a todos ellos una lección. Y casualmente se me ocurre una idea fantástica, Guillermo Graziani pienso nombrarlo secretario del tesoro.
El vapor se filtraba por debajo de la puerta del baño, cuando Guillermo la abrió, una nube se precipitó hacia el living.
Se oyó el timbre y luego la voz de Malena.

__Papá, está James Stick y quiere verte.

__
Este asunto es cada vez más extraño _dijo Antonio sentado en la cama junto a Pao, su joven amante. Ambos miraban a Guillermo que aparecía en un programa televisivo Meet the Press.

__Creo que China Continental __decía en ese momento el nuevo embajador ante Rumania __se encamina hacia un tipo de sociedad más humana e individualista con la incorporación de Hong Kong y Macao.

__ ¿Qué mierda sabe ese tipo sobre China? __se indignó Antonio__. Es un simple abogado de Kansas, que de la noche a la mañana se ha transformado en un experto en todos los temas.

__Parece ser muy inteligente _defendió Pao.
__Eso es aparte. Cada vez que lo entrevistan, los periodistas se enloquecen.
 ¿Cómo hizo para que lo invitaran a este programa tan famoso? Yo te digo cómo, alguien decidió antes que Guillermo Graziani iba a ser una celebridad. ¿Quién? ¿Por qué? Charles Lindbergh nunca contó con semejante apoyo publicitario.
__ ¿Quién?
Antonio suspiró.
__Este es el problema de la brecha generacional, que impide la comunicación.
__Hay otras maneras de comunicarse mi amor.
Lo hizo recostar en la cama y se ubicó encima de él. Recorrió el cuerpo masculino haciendo deslizar su pelo largo y sedoso sobre el pecho, el vientre y la ingle de su amante. Notó la erección y dijo con picardía.
__Hola Anto.
__Anto ahora quiere seguir.
__Todavía no. Enseguida vuelvo.

Pao se levantó y fue a la cocina. Antonio la miró partir y posó luego sus ojos en el televisor. Ese hombre me da una enorme suspicacia, en todo esto hay mucho menos de lo que se quiere hacer creer, y yo voy a averiguar qué es.
Unos minutos más tarde, Pao regresó con una bandeja cargada de helado, crema y unas cervezas.

__Por Dios, no tengo hambre.
__Acuéstate. __Lo hizo tender sobre una toalla. Tomó luego el helado y comenzó a desparramarlo sobre el cuerpo, continuó descendiendo, y le agregó la crema antes de probarlo en su boca.

Cuando Antonio estaba haciendo el amor, en la pantalla Guillermo estaba diciendo que uno de los mejores métodos para impedir la guerra con los países contrarios a nuestra ideología es aumentar el intercambio comercial con ellos…

Esa misma tarde, horas más tarde, Antonio llamó a Malvarez.

__Hola, Santiago.
__Antonio, muchacho. ¿En qué puedo servirte?
__Necesito un favor.
__Lo que digas.
__Tengo entendido que eres el encargado de prensa del nuevo embajador ante Rumania. Un cauto… “sí…” fue la respuesta.
__ ¿Quién está detrás de la campaña publicitaria? Me interesa…
__Perdóname, Antonio, pero eso es asunto del Departamento de Estado. Yo no soy más que un empleado a sueldo. ¿Por qué no le preguntas al secretario de Estado, Edgardo Pérez?
Luego de cortar, dijo Antonio.
__No sé por qué no me mandó directamente a la mierda. __Tomó una decisión. __Creo que me voy unos días de viaje. A Junction City. Kansas.

 Estuvo apenas un día. Durante una hora conversó con el comisario y uno de los subalternos. Luego se dirigió en un auto alquilado al Fort Riley, donde visitó las oficinas del Departamento de Investigación Criminal. Tomó el avión de la tarde a Manhattan de Kansas y allí hizo conexión con el vuelo que lo llevó de regreso a Washington.
En el momento en que despegaba la nave, se pedía un llamado persona a persona desde Fort Riley a un número en particular de la capital.
___
Guillermo caminaba por un ancho pasillo del Instituto del Servicio Exterior rumbo al despacho de James Stick, cuando oyó una sensual voz de timbre inusual, una voz masculina a sus espaldas.

__Este hombre sí que es un dios pagano.

Giró sobre sus talones y vio a un hombre joven apoyado contra la pared, que lo miraba con una sonrisa luminosa insolente, con marcados pocitos en las mejillas y en el mentón, un rostro perfecto, un  hombre vestido con jeans, remera y zapatillas, y tenía aspecto de desaliñado puesto que llevaba una barbilla no afeitada ese día. Sus ojos almendrados  color miel ostentaban una expresión indescifrable, todo en él trasuntaba un aire de pedantería.
 Furioso, Guillermo reanudó la marcha sintiendo que lo seguía la mirada de ese hombre.


“Caminando entre la multitud te anduve buscando, y dentro de ese tumulto te logré encontrar... encontré esa mirada que es como un rayo fulminante de esos que atraviesan todo tu ser y que te llegan a lo más profundo de tu alma.
Mi corazón sabía que te encontraría y cuando al fin logramos cruzar nuestras miradas un gran destello iluminó el firmamento... ambos quedamos embelesados, por un instante me quedé ahí congelado y luego al reaccionar me acerqué más a ti para contemplar más de cerca la intensidad de tu mirada.
Mirada que me envuelve con tu haz de luz reluciente, dejándome por un instante obnubilado, mirada que refleja mi alma cautivada y que es como un espejo en el que puedo ver lo que pasa.
Siento que mientras más te observo, también me voy perdiendo en esa morada tuya que es un secreto encantado, quiero que sigas mirando y mirándome fulminante con tus espejos que son el fiel reflejo de lo que tu corazón guarda en secreto.
Esa mirada tuya es el complemento ideal para sentirme ahí idealizado... ya que siento una gran sensación que embarga mi corazón cuando veo mi reflejo en tu mirada.
Ese gran hechizo que guardan tus ojos encantados me tienen atrapado como ratón en una ratonera, y estoy preso de tu mirar y no quiero ya más libertad... sí es ahí,  en tu mirada en donde logré encontrar la felicidad que tanto anhelaba.
Ahora tú serás sin saberlo el guardián de este sentimiento  que por ti yo siento, quiero permanecer encarcelado en tus pestañas y en el color miel de tus hermosos ojos... voy a besarte esos labios  que suspiran por un beso, un beso de esos que te dibujan una sonrisa y que te roban mil suspiros.
Quiero besarte cuando los primeros rayos de luz salgan acompañados de un sol radiante y cuando la tarde caiga con el alba y dé paso a la noche con la luna plateada, ahí en donde nuestras miradas lo dirán todo y nuestras palabras no serán escuchadas.
Y así quiero quedarme atrapado en esa mirada ¡por Dios! que esa mirada tuya me tiene atrapado y encarcelado como si fuera un adolescente, ya te adueñaste de mis ojos, de mi corazón y de mi alma, así que ahora hay que evitar  dar riendas a nuestros sentimientos que deben de ser guardados.
No podré amarte con total entrega y pasión, es probable que llegues a odiarme, pero sé que llegará el momento  para que nuestros cuerpos expresen las emociones contenidas y que al final de nuestra alocada noche de amor... pueda decir mirándote a los ojos que tu mirada me fulminó desde la primera vez que la vi.
Dejaré dicho al viento donde me encuentres  si acaso en el camino la vida no me alcanza
 que me dé un hálito entre amaneceres para saborear la querencia y la añoranza.
Dejaré un vaso de vino para brindar como esa vez que nos escondimos de la mañana cuando prolongamos el anochecer hasta que cansados dejamos nuestros cuerpos fijos entre sábanas, raídos los placeres cual si hubiesen sido tallados por uñas y apretujadas ganas.
Dejaré un recado en algún sitio común donde solo tú y yo sabemos y donde se desgranen palabras cargadas de pasión muriendo entre hojas y alguna mancha salada de lágrimas ingratas que tuvieron que salir  de nuestras últimas miradas.
Dejaré mi último aliento  si así tiene que ser,  si me toca caminar la última marcha te dejaré dicho dónde yo estaré y ahí perpetuamente leeré un  día nuestro en Rumania entre nostalgias…
Qué difícil será todo señor embajador”.

La reunión con James duró más de una hora. Al volver a su oficina, Guillermo se encontró con el extraño sentado en su sillón, con los pies apoyados sobre el escritorio, revisándole al descuido los papeles. Fue tal su furia e indignación que le echó una mirada fulminante que él asimiló y viró en una sonrisa con hoyuelos, la ira de Guillermo se hizo humo saliendo por los oídos.

__ ¿Qué está haciendo aquí?

El hombre lo miró, el tiempo se detuvo en un instante eterno, en que el mundo pareció dejar de existir, las voces difuminarse, fueron solo ellos en lugar y tiempo neutral, muy despacio se puso de pie y al fin cuando recuperó la palabra se presentó.

__ Soy Pedro Beggio.
__ ¿En qué puedo servirle, señor Beggio?  __le espetó Guillermo sacudiendo la extraña sensación que el aura de ese hombre la causaba y manteniendo la voz de enojo.

__En nada. Somos vecinos. Como trabajo aquí, en el departamento se me ocurrió pasar a saludarlo.
__Ya me saludó. Y si realmente trabaja aquí, supongo que le habrán asignado un escritorio, por lo que en el futuro no tendrá que sentarse en el mío ni espiar nada.
__!Qué genio! Me habían dicho que los kanseños o como se les llame, eran gente amable.

Guillermo apretó los dientes preocupado por no poder desprender la mirada de esos ojos traviesos.

__Señor Beggio, le doy dos segundos para que se retire de mi oficina. De lo contrario llamaré a la guardia.
__Debo de haber oído mal __ murmuró Pedro.

__Y si de verdad trabaja aquí, le aconsejo que vaya a su casa, se afeite y se vista como corresponde.
__Hasta hace poco tuve una esposa que hablaba así __suspiró Pedro__. Ya no la tengo más.

Guillermo sintió que algo en él se relajaba.
__Salga de aquí, Beggio.
Pedro saludó con la mano.
__Adiós, ogro apuesto. Lo veo después.
__Ah, no chiquito, pensó Guillermo, por sonrisa encantada que muestre, no va a verme.
Qué bonito verlo, en esa su suave mirada con estremecedoras pestañas y cejas infinitas, tan largas y tiernitas como sus manos, inquietantes obras de arte, como aretes babilónicos o especiales dulzuras que se hacen al andar del día, hasta faenar el último de los espacios, cómo se nota lo hecho en la vida de él, es el carácter genial sujetado a la bondad y la disciplina, es un tiempo melodioso  y sensual, que logra danzar en los espacios donde su alma se hace de niño. ¿Qué estoy pensando, lo que es peor…  qué estoy sintiendo?
Lo que una sonrisa logró, no lo entendió el corazón  y me enamoré. Su sonrisa fue suficiente
para enamorarme, no, no importa que al  final no sea para mí, lo vivo, lo disfruto, lo amo y no seré feliz. Al final, su sonrisa, a otra enamorará, además jamás podría amar a un hombre, ¿o, sí?
“Ah, no chiquito, pensó Guillermo de nuevo, por sonrisa encantada que muestres, no vas a verme”.

            Lejos estaba Guillermo de saber quién sería Pedro Beggio, en y para… el embajador.

CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS. CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO.
ESCENAS EXPLÍCITAS.
LIBRO DE ANCLAJE. EL CAPRICHO DE LOS DIOSES, SIDNEY SHELDON.

15 comentarios:

  1. Veronica Lorena Piccinino En el embajador los estas haciendo desear. Me gusta la intriga. Veremos que nos depara tu hermosa escritura

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    1. Veronica Lorena Piccinino muy buen capitulo Eve... ese final precioso. Gracias

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  2. María Mercedes ¡Ay Eve te pido perdón POR LLEGAR TARDE, YA VOY, GRACIAS, QUÉ EMOCIÓN AL FIN EL ENCUENTRO, BESO.

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  3. Teruquita - Qué bueno. Gracias Eve, que tengas un lindo fin de semana y disfrutes de un descanso

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  4. Angelica Querida Eve Monica Marzetti Gracias de todo corazón, me encantó, duerme ahora, beso.

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  5. Me está gustando Eve...Todavía me cuesta adaptarme a los personajes y lugares, pero ese encuentro entre Guillermo y Pedro fue mágico...

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  6. Sol Urvino Gracias, Eve Monica Marzetti
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