martes, 6 de febrero de 2018

"NO SOY YO". CAPÍTULO CUARTO.



"NO SOY YO".
CAPÍTULO CUARTO. TIRA 2018

"A veces uno amanece con ganas de extinguirse… Como si fuéramos velitas sobre un pastel de alguien inapetente. A veces nos arden terriblemente los labios y los ojos y nuestras narices se hinchan y somos horribles y lloramos y queremos extinguirnos… Así es la vida, un constante querer apagarse y encenderse."
— Julio Cortázar.
 La imagen puede contener: 2 personas, primer plano y texto
Jueves 22  de febrero de 2018.
“Capítulo 2.
Aquí había sido primero como una sangría, un vapuleo de uso interno, una necesidad de sentir el estúpido pasaporte de tapas azules en el bolsillo del saco, la llave del hotel bien segura en el clavo del tablero. El miedo, la ignorancia, el deslumbramiento: Esto se llama así eso se pide así, ahora esa mujer va a sonreír, más allá de esa calle empieza el Jardín des Plantes. París, una tarjeta postal con un dibujo de Klee al lado de un espejo sucio. La Maga había aparecido una tarde en la rue du Cherche-Midi, cuando subía a mi pieza de la rue de la Tombe Issoire traía siempre una flor, una tarjeta Klee o Miró, y si no tenía dinero elegía una hoja de plátano en el parque. Por ese entonces yo juntaba alambres y cajones vacíos en las calles de la madrugada y fabricaba móviles, perfiles que giraban sobre las chimeneas, máquinas inútiles que la Maga me ayudaba a pintar. No estábamos enamorados, hacíamos el amor con un virtuosismo desapegado y crítico, pero después caíamos en silencios terribles y la espuma de los vasos de cerveza se iba poniendo como estopa, se entibiaba y contraía mientras nos mirábamos y sentíamos que eso era el tiempo. La Maga acababa por levantarse y daba inútiles vueltas por la pieza. Más de una vez la vi admirar su cuerpo en el espejo, tomarse los senos con las manos como las estatuillas sirias y pasarse los ojos por la piel en una lenta caricia. Nunca pude resistir el deseo de llamarla a mi lado, sentirla caer poco a poco sobre mí, desdoblarse otra vez después de haber estado por un momento tan sola y tan enamorada frente a la eternidad de su cuerpo”.
*Julio Cortázar / Rayuela cap. 2, fragmento.

__ ¿Cuál es tu historia, Pedro?
__ ¿A qué te refieres? __pregunté confundido.

“Es lindo el pibe, ¿será hijo o amante del dueño? ¿Qué estoy diciendo?”
__El cuadro, reemplazo a menudo al encargado en la tienda de antigüedades, puedo estudiar allí, es más tranquilo que en casa con mi hermanita de un año, sé que algunos objetos se vuelven importantes para la gente. Así que ¿vas a contarme? Debe haber una buena historia detrás __se inclinó en su silla y se cruzó de brazos, atento.

Banfield.

Guillermo estaba dándole la mema a su hija, embargado por miles de emociones, no lograba entender cómo si el ADN mostraba que Malena era suya, tenía el rostro de Pedro, o quizá fueran sus ojos que lo dibujaba así.

“Mi linda  bebé, te amo preciosa, y sé que papi cuando sepa de vos te va a adorar, no tiene cómo saber que existes, no sé qué sucede, pero te prometo que antes  de que logres entender, lo averiguaré, no te privaré de conocerlo,  sos un sueño de los dos,  quisimos que nacieras con todo el amor que nos profesamos, un amor eterno, sublime, perfecto.
Amor perfecto que sonríe desde el alma y es la nota musical del corazón, nuestro vaivén de ritmos que suspira en la escena artística al darme un beso.
Es inhalar la felicidad en ríos, beber del corazón agua en alegría, filtrar del pecho la sabia reflexión al dar en el blanco con la ternura. Gracias  cielito por ser sonrisa, por hacer una ventana en mi pecho clamando tu nombre  bajo la lluvia. Clavé tu estrella como mi tesoro, oro puro incrustado de gemas al cautivarme con tu amor eterno.
¿Cómo quisiera que así fuera, Pedro? Y si lo es ¿qué sucedió cielito?
Te regalé en la noche el resplandor de la divina luz propagada por un eclipse lunar. Te consumí en el infinito de estrellas fugaces con besos llenos de placer.
Pero vos sigues ahí, con ella, indiferente.
Conquisté el sol para darte las purezas de sus rayos más iluminados que provocan la sed de amar.
Pero vos ahí ¿sin inmutarte, frívolo y calculador?
 Provoco olas gigantescas en el mar buscando respuestas a mis preguntas y solo recojo arenas temblorosas que me hunden aún más en la soledad de cada instante. Te busqué en cada centímetro de tu cuerpo el deseo de una tentación de placer que el amor me fue esquivo a sentirla. Y duele verte  y sin embargo estás lejos. Tu piel rozando mis labios pero vos a la distancia a cientos de kilómetros.
Fingimos que todo está perfecto y se nos pierde la vida buscando el rastro del amor perdido.
La presencia de los duendes multiplica mis historias sin fin, acariciando un milagro que te ilusione a vivir enamorado mi dulce sueño.  Lágrimas que florecen en un jardín sin rosas, en ese que tienes en tu corazón, jamás intentas ocupar tu lugar para eliminar mi sufrimiento.
 Y sigues allí, con ella, aunque siento tus suspiros,  estás lejos, del otro lado del mundo.
Te quiero tanto que confundo tu indiferencia con la ternura llena de utopías, haces que crea en la mentira como algo que necesito para respirar pero nunca fuiste un farsante, menos en el amor. Y así vivo amándote en tinieblas en espera de esos instintos de locuras que protagoniza tu amor imposible.
Mátame lento y  sin remordimientos, tortúrame suavemente con besos y caricias, ven, regresa Pedro. Destroza cada parte en mi ser que quiero sentirme vivo  con el roce de tu piel. Esta noche quiero  perder la cordura y arrojarme a la locura  de tus brazos para poder sentir  tu cuerpo al desnudo. Beso y recorro  cada rincón de tu cuerpo como si no existiera  otra oportunidad de hacerlo pero hoy solo en sueños, hace minutos salí corriendo del negocio, no puedo soportar que me mires y huyas como lo hiciste hace poco, no puedo.
Ven,  acércate, siénteme,  átame a tu alma y atrápame con  tus deseos más ocultos, que hoy sin remordimientos  deseo amarte. Ven,  deseo aprovechar la oscuridad  de esta noche sin luna para mirar tu cuerpo con mis manos  y recorrer suavemente cada pliegue de tu tersa piel,  que esta noche mi piel  arde en deseos por hacerte mío una y otra vez. Ven,  ámame como tan solo  vos sabes hacerlo vida mía y con nuestros cuerpos  entrelazados demos rienda  a la palabra amor,  amémonos hasta desgastar  nuestros cuerpos, caer rendidos sin aliento  con nuestra piel sudorosa  de tanto amarnos. Hoy humedece mi piel con el calor de tu pasión, desbordaré sobre tus labios la lava de nuestra excitación y con mordidas al alma  lléname de vos, de tu esencia. Quiero hacerte mío una y otra vez, adueñarme de tus caricias, de tu cuerpo deseoso del mío, saciar estas ansias de amarte  y arrebatarte el suspiro más profundo en esos intensos orgasmos llenos de placer.
Te conocí, te amé,  te seguí, te perdí, me alejé, no seguí, te odié, te adoré, caminé sin sentido, buscando remedios para el olvido, y aquí estoy buscándote, cual mendigo. Te maldije, me maldije, me vi envuelto en un laberinto sin salida, y aún aquí, en mis delirios, sigo esperando ese día  en que  vuelvas conmigo.
Más hambrientos de cariño, más estables, más maduros, más dueños de nuestros puertos, sin caminos divididos, sin rencores, con sabores, con el cuerpo y el alma regalados a las flores, a los verbos, siendo cuerdos, siendo amantes que se aman sin secretos.
Te odié con toda el alma, mas mí corazón no estaba en calma, te necesitaba como el aire,
como el agua, como el cielo, como el hijo que regresa por un beso, te necesitaba suplicante, y me maldije por ser cobarde, y hoy te pido que regreses, si no es muy tarde.  No me tientes, no me sigas,  no busques amor entre espinas,  no hables, no digas, no pidas,  el amor es traicionero,  habrá que tomar medidas.
No cabe el corazón,  No cabe la razón, se pierde por completo,  cuando te entregas al amor,  terminas arrancándolo del pecho.  Dices qué mal te quiero yo que me pierdo sin buscarte,  he entregado tanto el corazón,  que amar es para mí  algo tan distante.
Muero por querer sobrevivir,  entre tanta falsedad de los amantes,  los que buscan solo revivir la pasión que se perdió en los altares.  Hoy busco sin saber a dónde ir,  tengo como todos  un destino que cumplir, entregarme al amor,  perderme en su sabor,  en noches de excesos y luna nueva,  solo lo que entregaré sí así se curan las heridas y...  se secan las espinas.
No busques más,  no encontrarás mejor amante,  no encontrarás mejor amigo,  nadie te dirá lo que te digo,  el amor es cruel, buscando ser benigno.
¿Qué fue de la ternura de esos ojos perturbadores, algo duros, pero a la vez ingenuos; de esa sonrisa que dibujaba tu rostro? A veces me pregunto, si confundimos los dos las ganas, o el aceptar todo yo.
Hoy por hoy, agradezco a la vida estos tiempos juntos, fueron y son los recuerdos que me acompañan y lo harán siempre, tu boca roja, esos aires de hombre duro y la gracia innata de ser un buen ser humano.
Tu bisexualidad, me importaba poco, solo lo que veía dentro, y pudieron más mis celos y sentido de propiedad, pero te extraño tanto cielito.
Soy una bestia, sí, lo reconozco, pero el amor lo siento, te siento. Trascendimos caminos sórdidos, profundos. No quiero recordar lo que fue ese día, tu ternura me acariciaba, pero los celos empezaron a hacer mella.
Nunca me mentiste, pero ese "pensamiento mágico" de "yo lo cambiaré con mi amor".
No cambiaste, y yo tampoco.
Sé que me amas, pero también a ella. No sé si tomaré el teléfono y te diré que te extraño, y estoy seguro de que vos también. Pero siento miedo que paraliza mis ganas, pienso que puedes estar con ella. Pero a pesar de que te amo, y vos también, quizá sea bueno este respiro; una decisión, o un hasta luego. Porque te amo en exclusiva y pensé que nunca me molestaría, pero ya no puedo compartirte, aunque si no lo hubiese sabido,  quizá hubiese sido mejor. "Ojos que no ven…"
Quizá sea bueno poner distancia, me corro el riesgo de perderlo todo, aunque solo espero volver a ver esos hechiceros ojos buenos, que amé sin importarme siquiera que siempre, los compartía con ella.
Soy la sombra que habita en el interior de los sueños, penumbra de la lujuria donde las chimeneas cantan a la luna, donde en primavera el humo es de pétalos de flores lilas, donde el aire huele a la mirra que llevas en tu cuello, donde siempre terminan mis labios dormidos, cantor de tus ojos soy, embelesado suspiro guardado en mi pecho desde que el roce de tus besos rozaron el hueco frío de mi alma, guardián solitario de los suspiros dejados en mi cama, donde aún remansan los sueños dejados.
Si pudiese borrar el tul que ciega la mirada, si pudiese volver a despertar en tus labios, si pudiese volver a jugar en cada curva de tu terciopelo, si pudiese volar atrás de los sueños, solo reconstruiría los suspiros que quedaron aprisionados en tu boca, olvidaría palabras rotas, besaría cada trocito de tus tristezas hasta que tus ojos volvieran a brillar como en la orilla, mi precioso niño de pies descalzos, hombre de mis mareas, sufijo inminente, sos  conjuro  junto al beso deseado. Hombre donde mi sombra aploma sobre tu cuerpo, donde mis deseos crecen, hombre  de piel escurridiza como el mar de tu fuego,  de seda penetrante, hombre que deseo bañe mi boca con sus besos, pues ya mis labios no pueden con esta sed, sed que me está quemando la boca, sed que apasionan mis labios, sed de tu cuerpo mudo, sed a la delicada urgencia del rocío de tu fuego en mi boca, sed de tus colinas sudorosas donde mi hombría socava y los sueños nos unen.
Procuro y quiero olvidarte, ya el beso del cielo me avisa, procuro y no puedo, ya solo la brisa acaricia cada uno de mis desvelos, procuro, quiero y no puedo, saltar por las nubes en busca de tu suspiro olvidado, procuro olvidarte, olvidar las ganas que hay en mi boca y no debo, procuro olvidarte, cantar a los cielos y quedarme dormido entres cachitos de nubes.
Procuro olvidarte en mi cama deshecha, entre papeles que consumen mi bruma, procuro olvidarte, aunque se rompa como un débil cristal el eje de mi alma maltrecha, procuro y no puedo, aunque desee dormir junto a tu lado, procuro y no puedo, soplar mis desgarros y abrazarte sin miedo, correr por los montes, bajar a la arena caliente, procuro olvidarte, remojar mis cansados y nadar en tu cielo.
Procuro olvidarte aunque sé que solo es un sueño, despierto en la noche oscura y aún a tientas te busco, procuro olvidarte y es que ni puedo por más que deseo, ahogo mis sueños con otros labios por ver si te olvido y es imposible pues más te deseo, procuro olvidarte, cerrando los ojos volando entre nubes y siempre te encuentro, procuro y no puedo, pues sin el candor de  tus labios mi alma ya muere.
Procuro olvidarte, abrazado a la herida de un sueño, y es que por ti cruzaría mil mundos aunque sé que no debo, procuro olvidarte, cantar a los pájaros, tirarme en la arena, pero siempre termino con las gotas que ruedan, procuro y no quiero olvidarte, porque de ti nació en mí la sombra dulce del nido del beso, rastro de pétalos de rosas en mi cama maltrecha y al fin he comprendido que debo dejarte pues la única vencedora ha sido mi muerte.
Y entre las dudas silenciosas de tus deseos de amar, habitan mis locuras que acarician los secretos más íntimos de tu alma.
Hoy me aflojan los odios, hoy es día de apretar amores de adentro, notar la brisa en el rostro a ojos cerrados, tragar a boca la sal de la brisa en la orilla del risco, volar sin alas ni plumas, flotar en el agua marina, llenarme de arena, de sol y marea, hoy vale la pena, hoy mi trofeo es estar vivo, hoy mi alma saluda, hoy quiero que el viento queme mis tinieblas, que la marea me enfríe, hoy nado a tus sueños, hoy vuelo a tu cuerpo sagrado, hoy te deseo como jamás he deseado, hoy muero por tus besos lentos, por tus suspiros que hablan, por tu mirada apasionada, hoy sí me aferro, me aferro pero a nuestros sueños, los demás volaron al destierro, ya apenas ni existen, hoy camino de frente, hoy llevo llena mi alma de lava ardiente, hoy subo montañas, nado a contra corriente, hoy estoy vivo, hoy sí soy consciente, lo que no pudo ser ya no me importa, ya mis deseos son pocos, quizás caminar entre nubes, quizás volar a besos en tu boca, quizás soñar con suspiros, hoy se me aflojan los odios, hoy se me vacían las penas, hoy renazco en tus ojos, y quizás, quizás hoy bese tus besos.

--¿Papá? _ balbuceó Malena mirándolo.
__ Hoy renazco en tus ojos hijita, son los de papi como tu sonrisa, como tus hoyuelos, como vos, como tu bello rostro, sos mi amor.

__

Pues… __ Encendí un cigarrillo, la mirada de Fabián era otro inexplicable déja vu, me recargué sobre la silla, sin saber cómo contestar a eso__. Francamente, no lo sé.

__ ¿No lo sabes? ¿Has venidos a la tienda por meses a buscar un cuadro que no sabes lo que representa para vos?
__Es raro, lo sé __rasgué la cabeza y una sonrisa nerviosa se escapó de mis labios___. ¿Qué estamos haciendo aquí?

__Estamos conociéndonos, relájate, no pasa nada. Parecías tan desafiante allí adentro, ¿qué sucede ahora?
__Tienes razón __admití con una media sonrisa __.La historia es que no hay historia, Fabián. Nada en mi vida la tiene supongo.

__ ¿Cómo?
__Tengo una condición médica, no soy capaz de recuperar mis recuerdos anteriores a los últimos años, al 2017. Así que… si el cuadro tiene historia, no sé decir cuál es…
__Es una mierda __comentó enfático__, ¿y cómo te hace sentir eso?

¿No recuerdas el amor? Digo, ¿sabes si estabas enamorado?
__Estaba…  estoy casado, pero me separé, no recuerdo nada de mi vida con mi esposa, ni el casamiento siquiera, sentí al verla cuando desperté que mi vida no me pertenecía, que ella era una extraña.

El cigarrillo se detuvo a medio camino de mis labios al escuchar su pregunta y ante la mirada que la siguió. Sorprendentemente, el desconocido frente a mí era la primera persona que parecía interesada en saber cómo me sentía, de verdad. Mis médicos estaban preocupados por la falta de avance y buscaban posibles soluciones, mi familia trataba de evadir el tema para evitarme estrés, e incluso mi exmujer había tratado de continuar con nuestra vida como si nada ocurriera. Nadie se interesó jamás en cómo me sentía.

__Me asusta _contesté sin pensar __.Todo me asusta, Fabián, salir y no saber dónde estoy, no sabía si podría manejar, si recordaría mi carrera, no siento amor por mi mujer, a veces no sé qué es lo que siento por mis propios padres.

__ ¿Te asusta solamente?
__Sí, es aterrador… __mi visión comenzó a nublarse y supe que pronto dejaría escapar las lágrimas que contenía hacía casi un año __.Me asusta mucho pasar el resto de mi vida así.
Me muero de miedo por las noches, temiendo despertar mañana y haber olvidado lo poco que he construido hasta el momento… Y también temo recordar, de repente. ¿Qué tal si no me gusta lo que recuerdo? __La primera lágrima resbaló por mi mejilla pero ya no podía detenerme. Necesitaba decirlo todo. __Ya no sé quién soy en realidad…, no soy yo el que anda en el mundo, no sé quién soy yo.

¿Cómo puedes ser una persona completa cuando no tienes pasado? Siento que no tengo puntos de referencia.
¿Cómo puedo saber si crecí, si evolucioné? ¿O si soy una mejor persona ahora? O quizá simplemente traicioné todo lo que era… No sé si he amado de verdad u odiado con furia. Tengo todas estas emociones invadiéndome todo el tiempo y no sé a qué atribuirlas. Un simple cuadro está trastornando mi mente, ¿entiendes?

Y lo hice. Lloré.

Lloré como no recordaba haber llorado jamás. Lloré por el cadavérico hombre que me había devuelto la mirada desde  el espejo, unos meses atrás. Lloré por su miedo, por su soledad, por su percepción de encontrarse a la deriva. Lloré porque se sentía solo en el mundo, tan desvalido como un niño recién nacido, uno sin madre ni padre que pudiera acunarlo y ayudarlo a crecer. Lloré de emoción…  por su valentía para seguir adelante a pesar de todo, de su mente vacía de experiencias, de sentir, por enfrentar la situación aun con miedos e incertidumbres. Y también lloré por mí, porque lo necesitaba, porque solo en ese momento descubrí cuánto estaba escondiendo de mí mismo. Por empeñarme en recuperar el  pasado, estaba dejando de lado mi presente, estaba ignorando al hombre que me observaba desde el espejo, hoy.

__No, no entiendo. No puedo entenderlo. __Fabián tomó un par de servilletas de papel y me las acercó. __Pero tampoco me importa, ¿verdad? No hace falta entender todo. A veces, solo se trata de aceptar.

Nunca había escuchado palabras tan ciertas
__Gracias… por escuchar __solté ahogado por el llanto.

__Gracias por la cerveza __sonrió.

__
A la mañana siguiente, llamé al trabajo para avisar que no iría.
Había llorado todo el resto del día anterior y mis ojos parecían estar a punto de estallar, sentía el cuerpo cansado y adolorido.
La charla con Fabián podía calificarse como sorpresiva, repentina y quizás un poco dura, sin embargo, yo diría que fue liberadora y real. La primera vez que le ponía palabras a mi angustia, a mi desconcierto y, también, a mi enojo.
Decidí dedicarle el día a una persona: a mí.
Luego del desayuno me di un larguísimo baño de espuma mientras leía el periódico, evadiendo noticias nacionales,  las internacionales  y las de economía para destornillarme de la risa con las de espectáculo. Ni siquiera me molesté en ponerme ropa para almorzar, apenas me eché encima una vieja camiseta antes de tumbarme en el suelo de la sala a comer un postre mientras veía una película de terror de bajísimo presupuesto. Cuando las luces del atardecer hicieron su ingreso por el ventanal del departamento, me sorprendieron leyendo sonetos románticos sobre el sofá, moviendo los pies al compás de la música.
Estaba dispuesto a aprovechar hasta el último minuto de mi día, por lo que me puse los auriculares del iPod y canté con Zaho, con una dudosa  entonación:
“Yo te prometo.
Quieres que te diga que yo
te amaré toda mi vida.
Al igual que usted lo prometo todo.
Mis noches hasta el infinito.
Como si te sigo siempre
sin hacer ruido.
Y entiendo todo esto sin
que lo digas.
 Y yo no podía decirle lo que
no sé.
Y yo no podría darle lo que
no hago (no tengo).
Y yo no podía escapar, incluso si
todo lo que nos separa.
Todo te lo prometo, es un
nuevo comienzo
 Me gustaría que el tiempo se estuviera
cuando se habla
y en plena luz del día
el cielo se llene de mil millones de estrellas
Para hacer un deseo, sin
mi sol
Y podemos estar de nuevo
dos, sin equivocarse.
 Pero yo no podré decirte lo que
no sé
Y yo no podría (no podré) darle lo que
no tengo
Y yo no podré escapar (huir de ti),
aunque todo nos separe.
Lo único que te prometo
es un nuevo punto de partida”.

Si pudiera ponerle banda sonora a mi vida, seguramente sería esa la canción.
Estaba distraído, perdido en los acordes de la melodía, cuando creí escuchar golpes  a mi puerta, rogué no fuera ya Camila para llevarme con ella. Sin quitarme los audífonos dirigí la mirada hacia allí, pero al no oír nada regresé a mi interior. Cuando la música se detuvo, escuché pasos descendiendo por la escalera.
Definitivamente, alguien había golpeado a mi puerta.
Dejé todo sobre el sofá, y antes de poder pensar en lo que hacía, estaba corriendo escaleras abajo, con el corazón latiendo con tanta fuerza que creí que escaparía por mi boca. Para cuando llegué a la calle, prácticamente sin aliento, no encontré a nadie más que un manojo de niños sorprendidos por mi vestuario.

__Se fue por allá __uno de los chicos apuntó hacia la próxima esquina.

“Ámame cuando más débil me vea, cuando más triste me sienta, cuando la soledad en mi vida apriete, antes que mi sonrisa se borre, en mi calma y tranquilidad, en mis furias y tempestades. Ámame cuando menos sientas que lo merezca, en mi frialdad e impaciencia, cuando mis celos cada día crezcan. Ámame en mis días cursis y románticos, en mis risas y durante mi llanto, cuando te pida a gritos más atención, cuando mis cambios de humor
te desesperen... Ámame con mi luz y oscuridad. Ámame con mis ángeles y demonios.
Amor, ámame entre el cielo y el infierno, con mis dudas y desaciertos, de una y mil maneras diferentes lo que me resta de vida. Ámame no importa cuán larga sea mientras sea contigo, en el borde de mis labios en medio de mi locura. Ámame cuerdo despacio y sereno. Tan solo  como soy, porque yo puedo amarte de una y mil maneras, puedo amarte con mis manos, con el cuerpo, con el alma, con mi sangre, puedo amarte con la intensidad que desemboca a la mar un río  y amarte como el amanecer ama el rocío, puedo amarte en silencio, pero lo prefiero a gritos.
 ¿A quién le declaré esto?
Lo leí en una carta o lo escribí yo para alguien, pero, ¿para quién? Ámame siempre
porque yo puedo amarte de todas las maneras posibles que existen para un enamorado. Ámame porque yo antes de nacer ya te había amado”.


“Pedro, ¿qué hice?
 El hombre que me ama  siempre está a mi lado, respira el aire que respiro yo. En mi regazo posa  su cabeza, juego con su pelo  que ondea al viento, mientras con mis labios su rostro acaricio. Nunca me dejaste, nunca me engañaste, es solo…
Toda mi ternura  se la entregó a él. El hombre que me ama, comparte mi lecho, mis sábanas blancas, descansa en mi pecho, y soñamos los dos. Suspiramos juntos, él toma mi mano sonríe en mis ojos, juntando a los míos sus labios de grana mientras nos unimos, en un frenesí. El hombre que me ama, besa lentamente  la piel de mi cuello, mientras suavemente despierta
mi pasión, es dueño absoluto de mi cuerpo y alma, me da sus caricias  solamente a mí.
Despierto al alba  cautivo en sus brazos es toda ternura, cuando me embelesa.
El hombre que me ama es solamente mío, lo tengo en mis brazos y muero por él. Sos vos, Pedro, y yo soy tu amor, me recordarás, tienes que hacerlo, aunque, no todo es tan simple, no todo será como fue, lo presiento.
Anclo entre mis brazos miedos que producen los nervios de vivir, tormentas que florecen dentro de mi alma y naufraga sin rumbo por un mar de indecisiones. Arrasando vientos infernales sin juicio que nos obliga a olvidar deseos imposibles.
Sintiendo el paladar de aguas infectadas por demonios que nos imponen beber su veneno llevándonos al éxtasis de lo absurdo introduciéndonos la muerte en nuestros cuerpos. Como miserables sin sentimientos vemos a lo lejos esa distancia que perdura entre el abismo y arenas movedizas luchando por obtener una entrada en este teatro infame que es la vida.
Los espacios entran al juego de la nefasta mentira en tiempos de baile y canto donde sin cansarse nos deleita con una verdad en sus verbos nunca encontrada, pero no importa me sigue convenciendo y quiero que nunca me suelte, caeré siempre rendido a sus pies.
En esta batalla entre la soledad y la melancolía quien sufre es el corazón y a pesar de eso mantiene su seguridad ante pensamientos endebles que nos condenan  y logra sobrevivir a esquemas mutilados por el tiempo. Siempre al final nos vence en esta batalla la pasión y el deseo de amar .Protagonistas de un desenlace incierto e improbable en una actuación improvisada por fantasmas como actores. Así somos compartiendo verbos en tiempos de tormentas. Nos mantendremos en la intimidad y el anonimato de amar en silencio... Perdí mi orgullo ante el Amor... “

__!Gracias! __emprendí la carrera una vez más, sin detenerme.

Justo al doblar la esquina, solté un exagerado suspiro al ver la cantidad de transeúntes que iban y venían, cada uno preocupado por sus asuntos. No podía siquiera adivinar cuál de ellos era el que buscaba.
__Mierda… __me quedé de pie por un momento, tratando de recuperar el aliento luego de la corrida. Ya no había nada que pudiera hacer allí.

__ ¿Qué cree que hace? __Escuché una voz que acarició mi nuca como si se tratara de un puñado de arena deslizándose, áspera y caliente.
Inmediatamente giré hacia la procedencia del sonido.
Un oscuro cabello enmarcando unas facciones cinceladas por los dioses que delataban su procedencia, ojos tan bellos como profundos de color café y canela, capaces de leer el fondo del alma penetrando hasta simular palpar el corazón, pozos abismales que invitaban a echarse de cabeza, altivas mejillas con el mentón arrogante dando los límites a unos labios finos sensuales, era el rostro que tenía a centímetros del mío. Distaba  mucho de lo que bajo los estándares ordinarios podría considerarse bonito, pero jamás me dejaba llevar por los estándares, y era no bello, sino alucinantemente seductor y atractivo.
El porte alto y los hombros anchos, erguido, hombros fuertes, le daban algo amenazante a su aspecto.
Lo recordé de inmediato.

__ Te conozco __murmuré casi sin voz.

Él solo asintió levemente.
__Más de lo que sabes.

Por supuesto que lo había visto antes. Meses antes. Apenas había logrado obtener un breve vistazo de su rostro, pero por nada del mundo olvidaría esa mirada. En ese momento, con la luz del atardecer sobre nosotros, pude observarlo con más claridad.
__Me seguiste a la salida del restaurante en Recoleta hace días.
Esquivó la mirada solo por un segundo, y supe que estaba en lo cierto. Parecía nervioso e inquieto.
__ ¿Y? __Insistí.

__No tengo nada que decir.

Ante mi total desconcierto, pasó a mi lado sin una segunda mirada, presto a volver a escapar. O a intentar escapar.
__!Hey! __En tres largas zancadas alcancé a tomar su brazo.

__ ¿Qué es lo que quieres?  ___La pregunta sonaba simple, pero había demasiada complejidad encerrada en la respuesta.

__Saber por qué  estás siguiéndome _contesté de inmediato.

Cerró los ojos por un momento que pareció eterno, tal vez tratando de pensar qué decir. Cuando los abrió, aquella mirada penetrante ejerció todo su poder sobre mis endebles rodillas.

__Solo hay una cosa que necesitaba saber, doctor Beggio, o usa también el apellido de su influyente esposa, ¿acaso debo decirle Beggio- Moravia? __escupió el apellido de Camila como si le quemara en la garganta__. Si vuelve a pisar mi negocio, llamaré a la policía, ¿entiende?

Ahora regrese a su casa, medio Bs. As., está viendo su parte inferior del cuerpo.
__ ¿Eres el restaurador? __balbuceé atando cabos__. ¿Esto es una broma? __pregunté confundido.

Mi cuadro… ¡Él tenía mi cuadro! Mi dañado cerebro no había conectado los puntitos antes. Guillermo Graziani era el abogado, de allí su carácter, el ogro de tribunales, era el restaurador, y también el extraño que me siguió esa noche.
Se quedó inmóvil por un momento, quizá tan confundido como yo.

__Espere un segundo. Empecemos de nuevo.
__No quiero empezar nada __replicó de inmediato.

__Vale, ¡qué mal! Porque llevo una eternidad tratando de dar contigo.

“Y yo llevo una eternidad buscándote, Pedro. Otra esperándote”.

__ ¿Por qué?
“¿Por qué? Tenía toda la razón, ¿por qué necesitaba tanto hablar con él? Guillermo, G, las iniciales que aparecen en las cartas. ¿Por qué ese maldito cuadro representaba tanto para mí?”
__No estoy seguro __respondí con franqueza.

__No pasaré de nuevo por esto __dijo más para él que para mí.

El lejano recuerdo de un hombre diciéndole esa misma frase a otro acudió hasta mí. Era borroso y confuso, pero, sin duda alguna, Guillermo era ese hombre y yo era el otro. Mierda.
Lo veía debatirse consigo mismo, todo en su actitud decía que iba a irse, que quería irse pero, sin embargo, seguía allí parado.

__ ¿Teníamos una relación tú y yo? __susurré con un nudo en la garganta, pretendí que fuera una pregunta pero sonó como lo que era, una aplastante verdad.

__No.
__Mientes __lo acusé.

__Se acabó, eso es todo.
Se dio vuelta y comenzó a alejarse nuevamente. Esta vez no lo detuve.

___
Durante el resto de la semana, tuve sueños plagados de miradas profundas y sonrisas magnéticas que dibujé a antojo. Pero, cada día me levantaba con el mismo mantra: “No regresarás a la tienda”. Sea lo que fuere que hubiera hecho en el pasado, había lastimado  a Guillermo y, quizá como una forma de reparar mis errores quería cumplir con su deseo.
Repasé los dos encuentros, nuestra breve conversación una y otra vez, tratando de desgranar cada detalle, buscando respuestas allí donde solo había dudas. Me pregunté qué sabría Camila, qué de todo había deteriorado mi relación con ella, mi matrimonio.
Revisé nuevamente cada papel, las iniciales, cada boleto, las fechas, todo el contenido dentro de mi caja de recuerdos. Descubrí que esas entradas de cine y facturas de la cafetería no eran solo tesoros, sino que muy probablemente fueran mi coartada. El patrón de mi comportamiento en los últimos dos a tres años no era casual. Después de haber dejado el cuadro en el local de Graziani, comencé a ir al cine dos veces por semana. Podía pensar en dos opciones, era un cinéfilo descontrolado o pasaba todo ese tiempo con alguien.
¿Un amante?...  Justo algo como eso era lo que tanto temía descubrir. Tenía serias dificultades para aceptar la idea de haber sido un esposo infiel. Era cierto que la relación entre Camila y yo no parecía estar en su mejor momento, pero, ¿cómo era posible que hubiera optado por llevar una doble vida? ¿Le había mentido a Camila? ¿Y si ella me había descubierto y de allí su conducta de hoy? ¿Si entre las cosas que olvidé está el que Camila sabe la verdad y por ello no puede ser la que quizá fue alguna vez?
O, peor aún, ¿me había mentido a mí mismo? ¿Había decidido permanecer atado a un matrimonio que no me hacía feliz, quizá y solo quizá porque ella me daba la seguridad de cuidar de mí como médica?

__
El ocaso otoñal que antes amaba tanto se había convertido en el peor momento del día.
Luego del trabajo eran pocas las cosas que lograban mantenerme distraído. Todavía no me animaba a salir a correr, ni a ir al club, tengo turno para una  maldita resonancia y todo eso.
Llegaba a casa, me daba una ducha y comenzaba a torturarme mentalmente, esa era mi nueva rutina.

Banfield.

__No, viejo, no. No me pidas que entienda lo que hiciste, ¿por qué al menos no le hablaste de Malena? Es su hija.
__No me conoce, no le muevo un pelo, Fabián, ¿acaso crees que voy a someter a la nena a alguien que no siente nada? __bramó Guillermo tomándose la cabeza__. Y lo peor es que no lo imaginé antes, soy un imbécil. Le sacaron un pedazo de cerebro, lo pensé muerto, no imaginé esto, no que no me recordara a mí, a…

__ Dice estar casado y separado de Camila, al menos es lo que cree.
Papá, ¿qué piensas hacer? Malena es su hija, decidas lo que decidas entre ustedes, o sea lo que fuere que logre sentir, dale tiempo, quizás es tiempo lo que aclare su mente, quizá si lo ves a menudo los recuerdos regresen.
___No, no. No chiquito, no. Otra vez por lo mismo no. ¿Sabes cómo quedé cuando desapareció para operarse?
¿Tienes una idea de lo que sentí todo este tiempo pensando que estaba muerto? Ahora mismo, no sé si puede retornar el cáncer, si está en riesgo, si puede morir, si está sano, sin recuerdos pero sano. __Las palabras se encallaron en el nudo que como el de la corbata oprimió la garganta.

__Por lo que sé, al menos él cree que lo está, o le han dicho que está libre de la enfermedad, de la amnesia mucho no me contó, solo que no recuerda nada detrás del 2017.
Viejo, puede ser normal, no soy médico pero a lo mejor debes ver a un neurólogo, preguntar, quizá sea inflamatorio, traumático, y temporal, tiene que serlo, tiene que ser así.
__No lo sé hijo, no sé.


Domingo, 25 de febrero.

__Estaba de pie en mi balcón fumando un cigarrillo y viendo gente pasar, perdido en mis pensamientos, mi hermano ha viajado a Chile a ver a mis padres, no quise ir a ver a Camila, cuando los golpes inesperados a la puerta provocaron que me ahogara. Intrigado por la visita, apagué el cigarrillo en el cenicero de la sala y apresuré los pasos hacia la puerta.

_Tendría que haber comprado una mirilla __me lamenté en voz baja __. ¿Quién es? __pregunté alzando un poco la voz.

__Fabián __susurró del otro lado.

___!Fabián! ¡Me había olvidado de él por completo! ¿Y cómo me había encontrado? ¿Acaso mi dirección estaba publicada en algún sitio? Postergando mi confusión mental para más adelante, abrí la puerta, asomándome levemente.
__!Hola! _saludó en voz baja.

__¿Por qué susurras?
__ ¿Puedo pasar? ¿Estás solo? __preguntó con cautela.

__Claro __abrí la puerta de par en par, indicándole con mi mano los tres pasos que debía dar hacia la sala __. Perdón por el desorden, no esperaba a nadie.

__ ¿Qué desorden? __ Fabián  se  acomodó en el sofá __. Esto es porque nunca viste mi habitación, mi vieja decía que tenía puchos, botellas,  revistas porno…

__ ¿Tu mamá? ¿Decía? ¿Murió?
__No, está viva, tengo dos en realidad, la biológica se tomó el pire, yo era un bebé, y Ana está viviendo fuera del país, se divorció de mi papá, pero están vivas las dos.
Pero mi viejo es… gay.
__ ¿Gay?
__Se casó con Silvina porque yo estaba en camino, era muy pibe, y con Ana por mí, es decir con las dos por mí, pero es gay, tuvo varias parejas, solo un amor.

Preferí quedarme de pie, lo que me estaba contando no me decía qué pensaba de mí. Encendí otro cigarrillo con una mano demasiado temblorosa, solo por hacer algo, y me quedé expectante.
__Entonces…  ¿recuperaste tu cuadro? __dijo mientras se cruzaba de piernas.

__No... pero conocí a Guillermo. ¿Lo sabías? ¿Lo que sucedió entre nosotros? __pregunté luciendo un terrible sonrojo de vergüenza en todo mi rostro.

__Claro. Lo sé todo __apoyó su brazo sobre el respaldo del sofá y alzó esa orgullosa ceja suya.

__Lo siento… __al borde del colapso nervioso, me arrojé al sillón a su lado __. Te juro que ya no estoy viéndolo, es más…  creo que me odia, lo que sea que hayamos tenido ha terminado. Créeme, por favor. Ya no me interpondré más entre ustedes si es que eres su esposo.
__! ¿Qué?! Espera un segundo, para la moto, Pedro… __me observó confundido al principio, pero luego estalló en una hilarante carcajada que llenó cada recoveco de la sala__. ¿Vos crees que hay algo entre Guillermo y yo?

Ahora el confundido era yo.
__Bueno, sería posible, tu papá es gay, pensé que eran amigos, y eres lindo pibe, joven, inteligente…
__Él es mi padre __dijo conteniéndose de otro estallido.

___! ¿Qué?! __me puse de pie como un resorte: Entonces el apellido es por…
__Porque es mi papá. Sé que se ve bastante bien, pero no es un pendejo, pasó los cincuenta. Y, por si los números no te cierran, tengo veintitrés, Guillermo tenía solo veintiocho cuando nací.
__Dios, tengo que sentarme __aplasté el cigarrillo en el cenicero y me desplomé a su lado.

 Un incómodo silencio se alzó entre nosotros, y la culpa regresó nuevamente para azotarme con toda su furia. Me sentía avergonzado, no solo como hombre sino como ser humano.
Ni siquiera sabía qué decir ni qué hacer para arreglar la cosa.
__No estoy aquí para juzgarte, Pedro __dijo, dándome un apretón en la rodilla.

__No te culparía si lo hicieras _admití con la cabeza gacha __ ¿Es por eso que me odias tanto?

__No te odio, ¿cómo podría? NI siquiera te conocía hasta hace unas semanas. Cuando pasó lo de ustedes, yo no vivía con mi papá.
__No me conocías.
__No… __se reacomodó en el sofá para estar de frente a mí__. No soy tonto, ¿sí? Sabía que mi papá tenía una relación importante, siempre quise saber de quién se trataba pero él nunca me lo permitió. Cuando me mudé con él ya no estabas, me di cuenta que se avergonzaba de sí mismo. Yo no sabía que era gay siquiera.

__ ¿Por qué? __pregunté con el pecho oprimido__. ¿Por qué se avergonzaba?

__Primero porque no sabía de su condición, luego porque lo de ustedes no iba a nada, no tenía futuro, o es lo que cree saber _sentenció sin anestesia__. Supongo que te amaba demasiado como para terminar las cosas. Sé que intentó olvidarte en el último tiempo, pero vuelve a caer, quiero decir, no se quedó siempre solo cuando te fuiste pero no se enamora.

___ ¿Cuando me fui?
__Eso me contó, que te fuiste cuando supiste de tu enfermedad.
Con Camila, suponemos que te casaste con ella.
__Sí, hace mucho. Me siento terrible por eso __ dejé caer mi cabeza sobre el respaldo del sofá y la masajeé con los dedos. Tenía una jaqueca de las malas.

___ ¿Estás bien?
Antes de poder contestar el celular de Fabián comenzó a sonar.
El nombre de Guillermo titiló en la pantalla.

__Hola, papá. Estoy en casa de un amigo, regreso en un rato. Adiós __sin esperar la contestación del otro lado de la línea, cortó la llamada__. Me sigue si no dejo dicho. Escucha, Pedro…__Nada de lo que digas va  cambiar lo que está en el pasado, sería mejor dejarlo allí. Darles tantas vueltas al asunto solo dará dolor de cabeza…  ¿por qué mejor no salimos a comer? _dijo tan despreocupado como siempre.

__ ¿Y todavía quieres salir a comer conmigo?
__Ya que insistes… vos pagas, ¿cierto?
__Es lo mínimo que puedo hacer __tomé su mano y la presioné con ternura. Sabía que eso no arreglaba nada, pero era mi forma de agradecerle.

__Con la cena es suficiente.
¿Por  qué  dices que te casaste con Camila hace mucho?
__Porque llevo años casado con ella, de ello me avergüenzo, la engañé, con tu papá, fui infiel y ni siquiera sé si ella lo supo.
__ ¿Cómo?

El rostro de Fabián se demudó en confusión, pero no supe el porqué.

___
A pesar de la insistencia de Fabián por frecuentarnos, una insistencia que aún no comprendía del todo, trataba de reducir el contacto al mínimo posible. Estaba seguro que  Guillermo  no vería con muy buenos ojos que tuviéramos ese vínculo, sería extraño. Trataba de apegarme a su deseo tanto como podía… si él me quería lejos, eso era lo mínimo que podía darle. Aunque doliera.
Porque sí, dolía, aunque no sintiera lo mismo, aunque no recordara lo que tenía con él.
Me gustaría poder decirle a Fabián que recordaba nuestro pasado juntos, pero no era así, ni siquiera los primeros años con Camila más que por lo que me contaron. Al menos si así fuera, tendría algo a lo que aferrarme, algo que justificara mis inexplicables sentimientos hacia él, pero no había nada. No había nada más que una creciente necesidad de estar a su lado, de conocerlo, y aunque me avergüence…  de enamorarlo y enamorarme de nuevo.
“No sé explicar lo que me causa, me siento como un adolescente con su primer flechazo y, aunque, técnicamente no fuera así, era el primer flechazo que podía recordar.
En la soledad del amanecer con el leve rugir de las olas  mi vista gira hacia el mar que imagino, donde crecí y  de la nada sale esa música producida por las suaves olas  y el silencio de la noche. Es el amanecer y hay silencio donde más tarde todo serán ruidos que ellos harán vibrar mis oídos, la gente duerme,  la ciudad está totalmente desierta, esta ciudad duerme, en soledad. Mis pensamientos van todos hacia ti, mi mirada te busca y no te encuentra, dónde estás que no te veo amor, qué fui en qué pasado… esto fue solo un pensamiento fugaz.
Solo siento que no estás aquí conmigo, cuánta añoranza, de pensar siempre en ti, siento soledad pero sé que estaré, en todos tus sueños hasta la eternidad. Esa eternidad que deseo vivir junto a ti porque tú eres el motor de mi vida, el  que hace que mi vida tenga sentido,
por ti  puedo vivir  en una completa felicidad...  aunque no te recuerde, aunque no te conozco”.
__
Con la caída de las primeras hojas de otoño, mi añoranza por aquello que aún permanecía en las sombras, se hacía cada vez más presente. No recordaba sus besos, pero sí sus labios sensuales, ni sus caricias pero sí mis ojos acudieron a esas manos con esos dedos esbeltos, y mi boca lo añoraba y mi piel lo necesitaba. Y quería verlo, por lo menos a la distancia, necesitaba verlo.

“Mis alas se encuentran dormidas. Intento emprender el vuelo, y descubrir el misterio del amor  que se encuentra escondido  en el universo. Universo que conspira. Quiero encontrar su refugio, para descubrir  el motivo que me inspira, de esa extraña sensación que  me enamora.
Quiero descubrir esa suave caricia  que sale de tu boca, cuando dices que me amas. Quiero descifrar misterios del amor  que flota  en el universo. Ayer  me pregunté: si estaba enamorado. ¡Enamorado!
¿Enamorado de qué?
Tal vez de tu esencia que me llama, que me provoca. ¿Será la magia de tu mirada o tu voz  grave que me hace sentir mariposas  cuando me llamas? ¿Será
ese amor sublime, puro, que llegó en la inocencia? ¿Aquél  que hace sufrir  cuando se acaba? ¿Será el amor divino  que me aclama? Lo cierto es  que no puedo seguir buscando, para encontrar la respuesta. El amor está escondido en mis adentros, solo yo conozco la respuesta. Esperé, unos minutos de tu tiempo. Solo dijiste lo siento... Ironías del silencio. Entonces descubrí  que el amor está escondido, en mis adentros ¡Solo yo conozco la respuesta!
Paren el planeta que me quiero bajar y me bajé, como animal herido me cobijé en el regazo de un árbol en el bosque, lamí mis heridas y reposé e invoqué a la sabiduría de curación intrínseca de mi ser y así estuve los primeros días, interesante ya que son de las pocas cosas que detienen mi mundo, dimensión y actividades, pero claro que la salud es prioritaria y da tiempo a reflexionar las causas sistémicas que me llevaron al desequilibrio llamado enfermedad y desde luego a su ataque y solución, allí concentraré toda mi energía, de momento y en el aquí y ahora de mi vida, flotando en este lago de paz y reflexión.
De momento, necesito ver a Guillermo”.


“Soy un misterio que está ahí, al alcance de tus manos, me encontrarás en ese instante fugaz que te atrapa en el borde creíble de la realidad y las locuras deseadas que habitan en los sueños.

Pedro mi amor ocupas todos mis pensamientos, mejor dicho no dejo de hablar con vos, le hablo de vos a nuestra hijita, ella me escucha.
No dejo de contarte mis cosas y me acercan más a vos, aunque sé que estarás siempre a mi lado.
Cómo  olvidar nuestras noches  llenas de suspiros. Esos paseos por el campo buscando la sombra y  la complicidad de los árboles para  besarnos, ver  morir el día y sentir  que pintas mi boca como lo haces con mi alma. No hay momento  en  que no desee beber tus  suspiros, suspirar tus palabras, besarte lentamente  para que el día  se haga más brillante.
En mis noches de soledad con solo pensarte noto tu presencia en mi  alma y siento el  consuelo de que pronto estarás de regreso, que llenarás el vacío que me habita, el no saborear
la dulzura de esos ojos que me miran con ternura,  no puedo evitarlo, quise odiarte y sin embargo solo deseo recuperarte, al que eras, al que fue mi esposo, a mi Pedro.
Regresa pronto mi amor,  no  dejes que la soledad  sea mi compañera de mis noches. Deja  que acaricie tu vida  y que regrese a tus besos. Regresa pronto mi amor, calma mi sed de amor.
Déjame regalarte mi palabra favorita: Te amo.  Déjame  leer en tu corazón y sentir tus te amo. Ese latido de  dos corazones que se aman que nacieron para  estar juntos. Cómo entrar en tus sueños al verte  dormido  y decirte te  amo y darte uno y mil besos,  siento que  hasta durmiendo deseas amarme.
Mis besos te rozan al pasar como una suave brisa. Te tocan y se alejan efímeros como las olas del eterno insondable mar azul de mi alma, como una temblorosa, lejana, casi invisible etérea mariposa. Mis besos a veces se alejan por los senderos de tu casa pero regresan, te persiguen te acechan escondidos entre las flores del camino .Como una alondra viajera alzan su vuelo pero vuelven a tu alma soñadora.  A tu primavera eterna.
Como una sonrisa blanca  mis besos viajan en tus recuerdos,  en tus mojadas añoranzas.
Mis besos llenos de auroras  han dormido en tu piel desnuda, se han despertado en tus brazos.  Mis besos como lumbre derramada de mañanas eternas,  cansados acechan  en los torbellino de mi alma. En los pretiles de tu casa mojados por el rocío de noches agónicas  te esperan en los recodos  solitarios de caminos olvidados. Mis besos duermen a orillas de tu boca esperando el roce”.

__

Siendo mi día de descanso pensé en permitirme un desliz en mi promesa de mantenerme lejos. Después de todo, la cafetería no era un territorio prohibido.
Me di una ducha, me calcé unos jeans y una remera, y estaba listo para salir (luego de la hora que pasé frente al espejo para asegurarme de lucir perfecto o tanto como podía)
Con cada metro que acortaba hacia la cafetería, mi corazón se aceleraba y mis mejillas se arrebolaban. Si no lograba calmarme, llegaría allí empapado.

__! Pedro! ¡Te ves precioso esta mañana! __Diego  movió la silla para que me sentara en mi mesa de siempre.

__Gracias, Diego…
__ ¿Me dejas sorprenderte con el desayuno? Tenemos una torta de chocolate que está para chuparse los dedos.
__ ¿Me gustaba antes? ¡Acepto! __le sonreí.

Diego no se equivocaba,  la torta era como un trozo de cielo.
Entre bocado y bocado, aprovechaba para darle una que otra mirada al local, pero parecía no haber nadie allí.
__No está __murmuró cuando se acercó a retirar mi plato vacío.

__ ¿Qué?
__No eres tan disimulado como crees, Pedro _me guiñó un ojo y se alejó con una sonrisa.

Esperé a que entrara en la cafetería para confirmar los dichos, y efectivamente, había un cartel de “Cerrado” sobre la puerta.

__Mierda __crucé mis brazos y me hundí un poco en la silla desilusionado.

__Nunca te había oído maldecir, eso es nuevo.

Me sobresalté en mi silla y por poco termino en el piso al escuchar la voz de Guillermo detrás de mí.

__No iba a ir al local, lo juro __dije con una mano en el corazón.

__Y hasta me tomas en serio, eso también es nuevo.

Eso dolió. La ironía es la verdad desnuda, dicen algunos.
Incluso tan serio como estaba, verlo me hizo sentir feliz. Y sentirme feliz también me hizo sentir culpable. Culpable de quererle cerca… Moría por enredar mis dedos entre su pelo, por acariciar sus brazos. Y sus manos… sus manos eran tan hermosas, que no podía no imaginarlas serpenteando sobre mi piel.

Guillermo se aclaró la garganta y supe que estaba tomándome demasiado tiempo en el mundo de la fantasía, era hora de regresar.

__Lo siento. Me sorprendiste __sonreí nervioso, tratando de evadir el intenso hechizo de su mirada __. ¿quieres… no sé… sentarte?

CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.



24 comentarios:

  1. Anggy Graciassss, otro capítulo, qué bueno.

    ResponderEliminar
  2. Dorita es que la mentira tiene pata corta y la confianza no vuelve nunca más..🤔🤔🤔😉.

    ResponderEliminar
  3. Ana... Divina, gracias por dar otro capítulo, un beso.

    ResponderEliminar
  4. Dobrina estoy llorando de belleza!Me hace llorar,.

    ResponderEliminar
  5. Mercedes Muchas gracias Eve, me hace muy bien esta aunque llore, besos.

    ResponderEliminar
  6. Veronica Lorena Piccinino Eve Monica Marzetti, estoy hechizada por este capitulo... sin palabras... una obra de arte sublime... esta historia me enamora... Ese Pedro enamorado del amor que no recuerda, ese Guillermo enamorado de ese hombre que ve en silencio y ese Fabian complice de ambos me encanta... Te felicito... Gracias

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eve Monica MarzettiAdministrador del grupo Toda la noche Veronica Lorena Piccinino, esto exhausta, quería seguir, me fascina, es la tira del 2018, quería dejarla armada, gracias cielo.

      Eliminar
    2. Bella,sublime historia!!!me fascina!!gracias Eve ,besoos...

      Eliminar
  7. Fabuloso momento Eve...Ya quiero saber cómo sigue...Espero que Guillermo afloje y le ayude a recordar...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué lindo verte entusiasmada como al inicio, es fascinante esta tira, me encanta, ahora espere un poco, no daré toda la vuelta pero al menos intercalo, gracias v¡cielo y mi amor.

      Eliminar
  8. Sol Urvino Y llego por fin el momento del encuentro, una historia se cierra para dar inicio a la siguiente. UN BESO, EVE.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y seguimos y seguimos mi bella si Dios quiere, no tengo en claro las que quedarán en relato o en tiras, esta es tira, besos.

      Eliminar