EQUIVOCADO.
CAPÍTULO TREINTA Y SIETE.
“La
lujuria merece tratarse con piedad y disculpa cuando se ejerce
para aprender a amar”. Dante Alighieri.
para aprender a amar”. Dante Alighieri.
“De
todas las aberraciones sexuales, la más singular tal vez sea
la castidad”. Remy de Gourmont.
la castidad”. Remy de Gourmont.
“En
todo encuentro erótico hay un personaje invisible y siempre activo:
la imaginación". Octavio Paz.
la imaginación". Octavio Paz.
Abro
los ojos, me acorrala el silencio entre las sábanas blancas que me arropan.
Te espero con el corazón estallando en mi pecho... me agazapo ovillando mi cuerpo y escudriño el silencio, escucho el chirrido de la puerta y ahí estás tú, dios inmaculado del averno, insinuador provocante de mi sexo.
Te desvistes con suavidad puritana, mientras mis ojos se llenan de embeleso. Te acuestas y al hacerlo, rozas mi piel con tu cuerpo y la eriza un caudaloso deseo.
¡Ay, de mí! Que no me contengo. Le regalas tu espalda a mis besos y la como poco a poco, hasta germinarle la miel a tu sexo. ¡Oh! Manantial de aguas cristalinas donde me pierdo en los ojos de un precioso hombre leonino. Cierro los míos. La tempestad se apodera de ti y me subleva, tus piernas rodean a la mía y la mojan con sus aguas dormidas, ahora despiertas por el caudal tormentoso de tu fuente. Difamador de las perversidades más eróticas del deseo.
Me atrapas en tu encanto y me maltratas con inusitado escarmiento, mientras la libido presiona por abandonar la celda de los cuerpos. Estoy dentro de ti y se inmola el universo en cada beso que le robo a tu boca, con el frenesí de mi hombría batallando en la victoria de tu gloria, ser etéreo de mis sueños más mezquinos, más inquietos.
Te espero con el corazón estallando en mi pecho... me agazapo ovillando mi cuerpo y escudriño el silencio, escucho el chirrido de la puerta y ahí estás tú, dios inmaculado del averno, insinuador provocante de mi sexo.
Te desvistes con suavidad puritana, mientras mis ojos se llenan de embeleso. Te acuestas y al hacerlo, rozas mi piel con tu cuerpo y la eriza un caudaloso deseo.
¡Ay, de mí! Que no me contengo. Le regalas tu espalda a mis besos y la como poco a poco, hasta germinarle la miel a tu sexo. ¡Oh! Manantial de aguas cristalinas donde me pierdo en los ojos de un precioso hombre leonino. Cierro los míos. La tempestad se apodera de ti y me subleva, tus piernas rodean a la mía y la mojan con sus aguas dormidas, ahora despiertas por el caudal tormentoso de tu fuente. Difamador de las perversidades más eróticas del deseo.
Me atrapas en tu encanto y me maltratas con inusitado escarmiento, mientras la libido presiona por abandonar la celda de los cuerpos. Estoy dentro de ti y se inmola el universo en cada beso que le robo a tu boca, con el frenesí de mi hombría batallando en la victoria de tu gloria, ser etéreo de mis sueños más mezquinos, más inquietos.
¡Oh,
súplica de un amor eterno! Un suspiro se abandona en el jadeo de tu boca por la
lluvia de placer y estalla en un grito acalorado, mientras desgarra mi garganta
un mudo aullido de pasión que despliega mil colores en el éxtasis de mi ser.
Ven,
dame la mano y dejemos que los sentidos bailen. Escucha el breve silencio y no
temas, solo es mi corazón suspirando un latido. Mis manos ya rozan tu piel, el
acorde inicia música y el aire se llena de feromonas. Pervierte la contorsión y
juega a escondidas la sensualidad, la caricia muerde y los labios mojan
ternura, se retuerce la lengua por querer salir y se aprietan los dientes.
Entre mis dedos, la pausa y tus cabellos. En mi boca se tensa tu cuello y poco
a poco, tu sudor respira en mi piel. El tiempo se detiene, se encoge el
espacio, el latido es intenso y el rasguño de tu deseo, arranca mi camisa. Dejo
que mis dedos se descuelguen y atrapen cien burbujas de mi champagne, dejo que
se atrevan… Y recorren tus labios. Despacito, resbalan por tu cuello y posesionan
fuego entre tus pezones. Caminan húmedos y tiernos, sienten cada poro y entre
dos, acarician tu pezón. Gritan las burbujas, gime la uva y despierta el
erotismo.
Embrujas
locura, te conviertes en cielo y tu boca arde en mi pecho. Siento tu lengua
enredada en mis vellos, tus pestañas acariciando mi garganta y tus manos
poseyendo mis muslos. No te detengas porque mis acordes no callan, el saxo robó
la música de las nieves y la percusión la explosión del volcán. No te detengas,
déjame respirar dentro de ti porque tu aire es libertad, tus humedades mi mar y
tus entrañas mi hogar. Desenfrena intensidad, mueve pecado, enloquece mi vigor
y sentirás que cuando el amor penetra, se abraza el silencio, eyacula el orgasmo
y el erotismo se viste de elegancia.
__
¿Estás más tranquilo?__ preguntó Guillermo abrazando a Pedro.
__Sí,
al menos los chicos duermen, seguros, están bien _respondió dejándose cobijar
en el abrazo.
__Pero
sigues inquieto.
__
No puedo negarlo, no sé qué es,
seguramente los delirios de ese asesino, ¿estás seguro de que Ana y Fabián no
corren peligro?
__No
amorcito, están con custodia, la casa es segura, no te vuelvas loco.
__Es
que si quieres podríamos arreglar que vayan a Chile, allá conservo el
departamento, hasta que lo atrapemos _ ofreció, Pedro.
__No
creo que haga falta, a ver, precioso, no
nos hará nada a ninguno de nosotros, ¿cómo es que dijo este loco aunque no lo
sea? Que ya somos parte de la pesadilla, nos metió dentro de su macabra
función, somos personajes de su obra, o algo así, además trasladar a la familia
sería complejo, Fabián y Ana casi no me hablan, no creo que ni siquiera los
relacione conmigo.
¿Y
si pensáramos un rato en nosotros? __Lo miró con ojos oscurecidos de deseo__. A
veces siento haberte sacado de Chile, pero te amo, y creo que el destino habría
jugado solo las cartas para unirnos.
__Lo
sé mi amor, lo atraparemos y todo esto también va a pasar, como sucedió con el
loco del éxtasis.
__Yo estoy loco, pero por vos. Tu belleza es
como un libro de imágenes de belleza lujuriosa.
El sol te ama cuando acaricia tu piel, y bebe sin consuelo tu sexualidad y allí quiero ser el agua del mar y calmar mi deseo bestial y sed de amar.
El sol te ama cuando acaricia tu piel, y bebe sin consuelo tu sexualidad y allí quiero ser el agua del mar y calmar mi deseo bestial y sed de amar.
Tu
boca entreabierta, es una catedral de silencios elegidos. Envidio la arena en
tus muslos cuando me miras con florecidos sonrojos y a la brisa, que enreda el
trigal de tus cabellos sobre el mar de tus ojos. Y te acercas, con tu casi desnudez que
cautiva hasta el horizonte.
Diminutos diamantes dejan las olas en tu ensortijado cabello de miel y sol y mi corazón gime, bello príncipe que contagia ternura, buscando el amor. Ver tus pezones de seda enturbia de lujuria mi vasta soledad. Inventaré nuevos mundos con caricias y mis besos, porque voy a poseerte olvidando el tiempo, para vivir en los bordes dulces de tu vientre ardiente. Sin otro horizonte que tus pestañas de seda, bebo de tu boca. Quiero que sientas la lujuria que me mata y lo que siento cuando te tengo y llenando mi vida que fue nada sin ti, y poder murmurarte un ¡te quiero!
Diminutos diamantes dejan las olas en tu ensortijado cabello de miel y sol y mi corazón gime, bello príncipe que contagia ternura, buscando el amor. Ver tus pezones de seda enturbia de lujuria mi vasta soledad. Inventaré nuevos mundos con caricias y mis besos, porque voy a poseerte olvidando el tiempo, para vivir en los bordes dulces de tu vientre ardiente. Sin otro horizonte que tus pestañas de seda, bebo de tu boca. Quiero que sientas la lujuria que me mata y lo que siento cuando te tengo y llenando mi vida que fue nada sin ti, y poder murmurarte un ¡te quiero!
¡Estás
tan cerca! La enervada punta de tus pezones
ardientes me pierde. Y será una tarde tibia de mi corazón enloquecido
cuando tu cintura sea mía y sienta entre tus brazos, la dulce y tibia pasión de
mis primaveras perdidas.
Te
desnudaré acariciándote, lentamente, con mi lengua en tu boca. Lujurioso,
abrevaré con ella, todos los perfumados barrancos de tu pecho y allí perderé toda mi cordura, penetrando la hondonada
de tu vientre perfecto. Amor mío,
escribiré un poema con mi boca en tu espalda.
Con letras que irradien luz de mi amor, entre las penumbras de mis ocasos y te vuelque en un delirio amoroso mis esencias, como aguas de tu cántaro. Entreabierta tu boca que gime, me enamoro de tu tibio aliento. Bebo de ti en todas las curvaturas dulces de tu cuerpo, complacidamente en toda una tarde entera, infinita, sin sentir el dolor del tiempo, amándote.
Con letras que irradien luz de mi amor, entre las penumbras de mis ocasos y te vuelque en un delirio amoroso mis esencias, como aguas de tu cántaro. Entreabierta tu boca que gime, me enamoro de tu tibio aliento. Bebo de ti en todas las curvaturas dulces de tu cuerpo, complacidamente en toda una tarde entera, infinita, sin sentir el dolor del tiempo, amándote.
Tu
lengua acaricia la mía, en el instante supremo de ver el amor. Siento mi sangre
estallar, entre el latir acompasado tuyo
y el mío cuando mis simientes se siembran ardientes y germinan tu túnel prohibido. Extasiados, seguimos amándonos
como si fuera la primera vez.
Vivamos apasionados el amor consentido y la sumisión de nuestro cuerpos abandonados al amor, rendidos de lujuria, en esta nuestra tarde sin tiempos. Somos como dos versos que riman sin rima, somos la comunión de dos cuerpos, y el amor.
Vivamos apasionados el amor consentido y la sumisión de nuestro cuerpos abandonados al amor, rendidos de lujuria, en esta nuestra tarde sin tiempos. Somos como dos versos que riman sin rima, somos la comunión de dos cuerpos, y el amor.
__Te
voy a contar un secreto _ dijo Guillermo con voz ronca, cómo te encontré en
realidad.
__Pero
sé cómo fue, el llamado a Camila que yo atendí _ concluyó, Pedro.
__No
exactamente, sí quería hablar con ella, pero además necesitaba encontrar el
sentido de la vida, llenar un vacío
que me asfixiaba desde hacía tiempo.
Te
contaré la verdad de ese llamado del cual poco hablamos.
“A
puro latido, casi en la desesperación del amor no encontrado y sacudiendo la
soledad que se aferraba con uñas y dientes a mi espalda, abrí la guía
telefónica y comencé a buscar. Me había auto dictaminado numerólogo y creía
fehacientemente que el ocho era el número ganador y mi guía hacia la felicidad
sentimental. Con el dedo seguía la lista de teléfonos buscando algo, hasta que
me topé con el 448-3828. Seguí con el dedo índice la línea hacia la izquierda
hasta llegar al nombre que poseía toda mi expectativa: Daniel Baggio.
Respiré profundo y me encomendé a quien fuera
rogando tener suerte y mantenerme lo suficientemente calmo como para afrontar
esta empresa que a priori resultaba bastante alocada. Mientras sonaba el tono
de llamada, repasaba lo que iba a decir.
__ ¡Hola!
__ Hola. ¿Daniel?
__ Sí, ¿quién habla?
__ Hola, soy Guillermo Graziani y te llamo porque estoy buscando a mi gran amor y pensé que llamando al azar a alguien abriendo la guía telefónica en cualquier parte, quizá lo encontraría. Por eso te llamé. Quisiera que me conozcas y conocerte…
__ Mire señor, yo soy un señor muy mayor y creo que esto es una broma de mal gusto. ¿No tiene algo mejor que hacer? Si no es una broma permítame aconsejarle que se compre un perro. ¿Qué clase de tonto estando libre, sin ataduras, sin presiones, estaría buscando todo lo contrario? ¡Buenas tardes!
__ ¡Hola!
__ Hola. ¿Daniel?
__ Sí, ¿quién habla?
__ Hola, soy Guillermo Graziani y te llamo porque estoy buscando a mi gran amor y pensé que llamando al azar a alguien abriendo la guía telefónica en cualquier parte, quizá lo encontraría. Por eso te llamé. Quisiera que me conozcas y conocerte…
__ Mire señor, yo soy un señor muy mayor y creo que esto es una broma de mal gusto. ¿No tiene algo mejor que hacer? Si no es una broma permítame aconsejarle que se compre un perro. ¿Qué clase de tonto estando libre, sin ataduras, sin presiones, estaría buscando todo lo contrario? ¡Buenas tardes!
El golpe lo sentí en forma de ridiculez pero estaba decidido y metí el dedo y abrí la guía nuevamente. 448-8088. Perteneciente a Banfield- Cab.
__ Usted se ha comunicado con Radio Taxi, Cab, para solicitar un móvil presione…
Me sentí aún más ridículo. Los nervios previos a la llamada no me permitieron razonar, Cab, ¡taxi en inglés! Me sentí tan patético. Tantas veces había afrontado el debate si es que al amor se lo busca o se lo encuentra, pero la soledad me estaba secando y esta opción, la última, por lo menos me mantenía ilusionado, ocupado, esperanzado.
Casi proferí una oración antes de abrir la guía en la siguiente, lo había decidido, era la última tentativa. 448-4884. La ansiedad me ahogaba mientras esperaba que Maximiliano Salinas atendiera y me confirmara que había hallado a mi último amorío.
__ ¿Sí? --respondió la masculina voz del otro lado del teléfono.
__ Hola, me llamo Joaquín Delgado. Quisiera hablar con Maxi.
__ Con ella habla, ¿qué necesita?
Corté abruptamente, decepcionado y sintiendo el puñetazo del fracaso y la burla de mi soledad que se reía en mis oídos. Suena el teléfono y atiendo tratando de reacomodar mi derrumbado ánimo.
__ ¿Sí?- pregunto totalmente desanimado.
__ Si…
--
Usted me llamó recién y me cortó, querría saber qué necesitaba. Hay que ser
educado y por lo menos saludar antes de cortar, ¿no le parece?
__ Le pido disculpas y sí, usted tiene razón pero fue una confusión, nada más que eso. Que tenga una buena tarde.
__ ¿Se encuentra bien? ¿Lo puedo ayudar en algo?
__ Le pido disculpas y sí, usted tiene razón pero fue una confusión, nada más que eso. Que tenga una buena tarde.
__ ¿Se encuentra bien? ¿Lo puedo ayudar en algo?
Mi tono de voz seguramente le causó la impresión de que yo estaba mal y era lógico.
__ Está todo bien, no se haga problema, hasta luego. --Corté y me dispuse a tomar un café, mi mejor amigo y única compañía, por cierto. Lo de comprar o conseguir un perro me daba vueltas en la cabeza.
Cuando suena el teléfono, me imaginé que era la mujer que volvía a llamar preocupada por mí.
__ Hola, ¿Guillermo? Soy Pedro. Mi abuelo me dijo que recién la llamaste y me contó lo que le dijiste.
__ ¿Tu abuelo? –le respondí más que desconcertado.
__ Sí, Daniel Beggio. Te llamo porque estoy buscando a mi gran amor y pensé que quizás esta era una señal de que lo había encontrado.
La vista engaña, la voz no, y así llegué a vos cielito luego supe de Camila.
Si
vas a amarme, ámame con el alma. No me quieras con los ojos, que la vista
engaña. Ámame con la luz de tu corazón con lo más profundo de tu alma y tu ser.
Si vas amarme no me ames la belleza del cuerpo. Ama la dulzura de mis besos y
mis abrazos. Ama el buen pensamiento que te abrigue. No quieras palabras que te
hostiguen. No Ames con los ojos,
ama conociendo el alma y el corazón
ama conociendo el alma y el corazón
La
vista engaña, ama con la fuerza de tus sueños, con las ansias de un corazón
bueno. Ilusiónate con los hechos de quien te ame de verdad. Ama a quien sea real,
no de palabra superficial. Si vas a amarme, ámame con todo tu ser, conoce la luz del espíritu y siente su calor.
Ámame
amor por lo que soy que la vista no te engañe,
que el corazón le pregunte al
alma.
No busques la belleza del cuerpo. No ames con los ojos, que la vista engaña, ámame con tu corazón. Siente el amor en mis brazos, que son abrigos que cobijan el alma.
Ámame amor con el corazón y el alma que amar con los ojos perjudica… la vista engaña.
No busques la belleza del cuerpo. No ames con los ojos, que la vista engaña, ámame con tu corazón. Siente el amor en mis brazos, que son abrigos que cobijan el alma.
Ámame amor con el corazón y el alma que amar con los ojos perjudica… la vista engaña.
__Hoy
amor mío un aguacero de sentimientos me ha despertado con un pedacito del más
bello sueño en mis manos, me desperté empapado
de amor y no sabía qué hacer con tu imagen que se me escapaba de entre
mis brazos, tenía tu olor impregnado en mi memoria, y el sabor de tus besos aún
estaba bailando en mis labios, al desperezarse mi cuerpo pude sentir cómo se
despedían tus caricias de mi piel, y nada podía hacer por retenerte en mí, hoy,
has vuelto amor… volvías abriendo el
amanecer para mis sentidos, sentí ese te quiero perdido mezclado entre melodías
perdidas en el aire, en mí, quedó tu esencia y tu risa que creo escuchar en mis noches sin lunas,
llenas de delirios con ansias de amarte y salir en busca de tus besos en mis
noches vacías de ti, necesito una noche a tu lado, necesito estar cerca de tus
besos vida mía, y volar en tus labios con mis besos desnudos, y sentir tu
cuerpo mordiéndome el alma.
Te esperaré en la noche vida mía, dejaré en mi piel el sabor de la dulzura empapada de amor.
Te esperaré en la noche vida mía, dejaré en mi piel el sabor de la dulzura empapada de amor.
El
teléfono interrumpió el idilio, era Daniel, y Guillermo luego de contarle de la
llamada del asesino le dio con Pedro.
__Mantendremos
oculta la nota _ dijo aún medio dormido__, no haremos tiempo de que salga en la
mañana, la dejaremos para el día siguiente, así tendremos tiempo de hacerla
bien. ¿De acuerdo?
Respondí
que sí.
__
Ahora bien y es lo que mi dirá el jefe, es
que la radio, el resto de los medios no se enteren de esto. __Vaciló__.
Tenemos que hablar con los policías. Esa fue nuestra parte del trato,
asegurándonos de que ellos cumplan con la suya y no lo divulguen, esto debe de
ser primicia nuestra. __Hizo una pausa__. ¿Has tomado muchas notas?
__Páginas
y páginas, en mi profesión estamos entrenados en lo mismo.
__Bien
_ dijo Daniel__. No se las entregues a nadie. ¿Me acompañarán a ver a Malvárez en la mañana? Dejaremos que nos interroguen,
nos prestaremos a declarar, haremos lo que haga falta, pero… no te desprendas
de las notas por nada del mundo. ¿Qué te ha dicho el tipo?
__Que
siente impulsos muy fuertes de matar y de hablar de ello.
__Increíble.
Creo que ese será el tema principal. ¿Qué más ha dicho, algo de la próxima
víctima?
__No.
Ni idea y eso me vuelve loco, cómo las busca. Ha contado muchas cosas de su vida, anécdotas,
en realidad y no sé muy bien con qué
objeto. Luego ha descrito el asesinato de los ancianos.
__
¿Con detalles?
__Con
pelos y señales.
__!
Dios mío! __exclamó, Daniel.
----
Tocar con un movimiento suave de los labios, realizar un ademán parar besar algo a tu alma. Un beso es el encuentro de dos cuerpos, es ingresar en la intimidad de los deseos de la otredad. El rozar de los labios de los enamorados, es el ingreso al universo de los deseos. Entrar en la galaxia de la pasión como ciudadanos, de un amor seguro y como enamorado
capaz de crear un mundo nuevo. Un beso es el alimento predilecto del amor y la energía que potencia el néctar para amar.
Tocar con un movimiento suave de los labios, realizar un ademán parar besar algo a tu alma. Un beso es el encuentro de dos cuerpos, es ingresar en la intimidad de los deseos de la otredad. El rozar de los labios de los enamorados, es el ingreso al universo de los deseos. Entrar en la galaxia de la pasión como ciudadanos, de un amor seguro y como enamorado
capaz de crear un mundo nuevo. Un beso es el alimento predilecto del amor y la energía que potencia el néctar para amar.
Un
beso, un beso hizo que los dos formáramos la constelación del amor duradero… Un beso despertó nuestros corazones ansiosos de un amor
deseoso en la galaxia de la pasión…
Nuestros
besos nos dirigen en dirección al cielo, como gaviotas enamoradas girando por
los aires y los vientos de pasión y
deseos. Somos gaviotas enamoradas en libertad
y nuestra forma de besar alimenta la galaxia pasional.
Navega
en los mares de mi locura, en la bravura de mis olas, sin vestimenta adquirida,
recorrerme dulce con sabor a ti, quiero explorar lo prohibido, olor a ti, eres
mi vicio sexual, sábeme a memoria, nuestras ropas estorban, sed que me consume
de nuestras bocas, mis caricias la tinta, mi piel tu lienzo, mi cuerpo el
pergamino donde tatuaré con orgullo mi
nombre.
En
tus manos las mías aprenden a pecar
jugando a querer amar, eres trovador y
pintor, en mis llanuras y valles
esculpes tu obra maestra, sempiternas colinas con pétalos y zumos,
ardiente cordillera midiendo mis brazos, nuestros latidos se acompañan, el
tiempo no para, pieles atrapadas, bajo el dominio de la noche, indecible melodía
resuelta en hacerme polvo; más siempre hermosa con esos murmullos
hechos arpegios.
Vivir
sin tus caricias es mucho desamparo,
desnudando por la perversa imaginación que de mi mente piensa en la bendita
seducción; cíñeme a tu epidermis, explora cada uno de mis polos, de norte a
sur, de oeste a este o viceversa eso no importa, sé que soy deleite, veneno que
mata, droga en la sangre, beberte, embriagarme con el suave licor de tus labios.
La
tibieza de tu cuerpo, éxtasis supremo, gemidos intangibles en prosa, en rima y
en verso, es la entrega de amor en este universo, y en la madrugada quedan solo
cenizas de ese fuego, de esa llamarada hecha infierno, cubriste mi piel, me
abrigaste del frío intenso, llega otro anochecer y volvemos a ser amantes, a
repetir el erotismo y la sensualidad, como ya es costumbre.
Fluyo
en ti, en tu geografía, acurrucándome en tu pecho, escuchando cada acorde de tu
corazón... Adoro rodearme con tus brazos
protectores, mientras respiro ese perfume de hombre que emanas, perdiéndome en tu boca dulce como almíbar
que me invita a probar más y más...
Tu
amor es mi compañía en las noches solitarias, por él soy capaz de
atravesar valles, montes y cañadas...
Circularía en tus ríos, buscando tu voz en el viento que me acaricia el rostro,
tan sutilmente, tan tiernamente... Tus manos
desatan huracanes: pasión, ardor, fuego,
tempestades que arrasan todo a su paso, que enervan mis sentidos y me doblegan hasta debilitarme.
tempestades que arrasan todo a su paso, que enervan mis sentidos y me doblegan hasta debilitarme.
¡Mi
carne se desespera! Vibra y te grita... ¡se incendia!
Y me quedo quietecito esperando tu asalto, tu posesión, tu manera intensa de hacerme tuyo, de moldearme según tus antojos... Aquí, justo en este momento no solo hay amor...
Es el deseo apropiándose de mí, dándome a ti, rogándote me des tu esencia, haciendo de todo para contenerte, para recibirte mientras desfalleces... Has sembrado mi cuerpo de besos, de magia, el placer dio paso a la calma de un anochecer plagado de estrellas, nuestra desnudez reposa en la inmensidad de las sábanas de seda...
¡La comunión de nuestras almas fue perfecta!
Y me quedo quietecito esperando tu asalto, tu posesión, tu manera intensa de hacerme tuyo, de moldearme según tus antojos... Aquí, justo en este momento no solo hay amor...
Es el deseo apropiándose de mí, dándome a ti, rogándote me des tu esencia, haciendo de todo para contenerte, para recibirte mientras desfalleces... Has sembrado mi cuerpo de besos, de magia, el placer dio paso a la calma de un anochecer plagado de estrellas, nuestra desnudez reposa en la inmensidad de las sábanas de seda...
¡La comunión de nuestras almas fue perfecta!
Soy
feliz... Aunque cuando no estás, me envuelvo en el recuerdo de tu sonrisa
triste,
y cierro los ojos para contemplarte desde esta agonía letal de tu ausencia, pero te espero con mi amor y alma dispuesta a ser tuyo, por siempre tuyo, ¡porque es una linda historia de amor, la nuestra!
y cierro los ojos para contemplarte desde esta agonía letal de tu ausencia, pero te espero con mi amor y alma dispuesta a ser tuyo, por siempre tuyo, ¡porque es una linda historia de amor, la nuestra!
Llegas
todas las noches a rastrear mi silueta, amante clandestino, preámbulo de mi locura,
tu aterciopelado cuerpo, pradera de mis sentidos sensuales, caminos misteriosos
tentadores y ondulantes, sensaciones al recorrerme en horas nocturnas de pasión
y amor, geografía de una piel anhelante
comamos el fruto del pecado.
Amantes
sin control, tu piel expone un brillo que asemeja a la aurora, se acercan tus
manos desnudas, vino que destila tu boca, bajo
el sabor exquisito de tus ósculos, fáltame al respeto, sin verbo sin
medida, húrgame bajo las sábanas que necesito amarte; penetrando mis secretos
muy lentamente dibujándome con tus dedos, ¡oh, ángel mío! Me desquicias,
travieso me desgajas.
Enredémonos
en esta perpetua madrugada, nuestra epidermis lo demanda, es el banquete
perfecto de dos océanos enredados como madrigueras, infierno exquisito,
obstinación por el deseo, la obsesión por el erotismo, tu cuerpo me llena a
plenitud, el calor el fuego ardiente, tus palabras, tus caricias, y todo ese
amor hecho pasión.
Sé
que te encanta desordenar mi mente, sigues alborotado mi cuerpo, es acariciar
el vuelo, siendo arrasados en caudales del vendaval, mi aire es tu fragancia,
eres un gran seductor, ángel o demonio no sé qué eres tú, has despertado los
deseos, curándome con tu delicioso sexo.
Un
fragmento de ti en mis páginas nuevas, describo con mi pluma y tinta, el viento
se llevó todos mis sufrimientos, me invades con tu dulzura, después que
navegaba sin rumbo, en esta soledad, insomnios llenos de nostalgia, agoté mis
lágrimas, duro me volví del corazón.
Dibujaba
sonrisas falsas, mi alma destrozada, me agobiaba la idea de no amar, tormentas
de gran dolor pintando de gris el cielo, negro era mi latir, no permitía a
nadie entrar, yo mismo asesinaría a todo mi sentir, muros tan altos y de roca,
para no querer, y llegaste tú a desquiciarme.
Me
arrancaste la daga que llevaba a cuestas en medio de mi alma, promesas que has
cumplido hasta hoy, ¡y cómo no quererte amor mío! Si aditivo es tu amor, si me
enseñas a amar, a dar lo mejor de mí mismo, son tus besos fina miel, tus
caricias el ensueño a mi piel, has descubierto mil océanos porque disfrutar,
ese vacío infernal cuando estuve roto.
Quiero
enloquecer, perder la cordura… hazme
soñar tu sueño, hoy muero por ti, muero sin mí, confinados en saber que
existimos, en lo más inefable que es lo nuestro, en este sublime encuentro,
donde mis labios pedirán nombrarme antes de dormir en tus brazos… es el brío de
tu ternura, enamorarme de ti.
Seductor,
es tu caminar, tu cuerpo tan exquisito.
Curvas arriesgadas donde yo quiero
transitar. En ese camino quiero andar quiero recorrer ese camino, quiero
transitar tu destino, deseo estar en tu paladar.
En
tus ojos palpitar siendo tú mi respirar,
en tus labios pintar un beso congelado. Estaré en tu corazón atado. En tu
suspiro, en tu vivir. Que tu corazón sienta latir a cada instante, estar a tu lado como el viento
que toca tu piel, esas son mis caricias,
como el sol te acaricia así seré yo, en tu piel.
Siento
cómo palpita mi cuerpo, al sentir el
suave roce de tus dedos acariciando la tibieza de mi piel incitando todos mis
deseos. Sí, volviendo locos todos mis deseos con tu esencia varonil, mi pulso
se acelera al sentir cómo desnudas mi cuerpo, porque me encanta ver el deleite
de tu lengua paseando por mi cuerpo y mis delicias.
Es
un placer besarte y acariciarte, y regalarte cada una de mis lujurias, mis sensaciones, las despiertas al
placer, con ese delicioso aroma a sexo y
miel. Haciendo que mis gemidos griten
y que nuestros labios se abracen sin desear que acabe este momento de placer, ni que nuestros gemidos terminen separándose.
y que nuestros labios se abracen sin desear que acabe este momento de placer, ni que nuestros gemidos terminen separándose.
Deseos
de consumar esta ardiente pasión y de lanzar gemidos al viento aliados en un
elixir estruendoso lleno de un envolvente orgasmo de placer. Disfrutando este
torbellino de pasión
y sentir cómo nuestros fluidos se mezclan en una melodía que enternece, quedando ambos extasiados y ardientes. Caricias, deseos, anhelos amor mío que este torbellino de pasión arda en las llamas de una hoguera, dándonos siempre su abrigo y calor.
y sentir cómo nuestros fluidos se mezclan en una melodía que enternece, quedando ambos extasiados y ardientes. Caricias, deseos, anhelos amor mío que este torbellino de pasión arda en las llamas de una hoguera, dándonos siempre su abrigo y calor.
---
El
teléfono los sacó del sueño, la oscuridad les dijo que no era la mañana, era el
móvil de Pedro que atendió pensando en oír a Daniel, mas era una mujer policía.
__Es
mi esposa, Camila Moravia. __El rostro
se demudó, Guillermo se incorporó expectante__. ¿Cómo? ¿Dónde está?
__Pedro,
¿qué sucedió?
__No
lo sé, Guille, es Camila, algo le pasó, está en el hospital, debo ir _ dijo
buscando su ropa en el suelo.
__Voy
con vos.
__No,
ve con la policía, Guille te llamaré, sigue el caso con Daniel, dejo las notas, lo necesita.
__Pero…
Pedro, llámame.
__Lo
haré.
----
Malvárez aguardaba con Jésica en la jefatura de
policía, llevaba un traje azul sin corbata, la camisa abierta, dejaba al
descubierto el vello del pecho. Cuando vio a Guillermo con Daniel les sonrió.
__Una
azafata __dijo.
__
¿Qué? __preguntó Guillermo, mientras le estrechaba la mano.
__Rubia,
alta, joven. Estaba enseñándome a volar. __Sonrió de nuevo.
__Lo
siento --dijo.
Se
encogió de hombros.
__El
trabajo antes que el placer.
Subimos
al ascensor del edificio con un par de agentes de uniforme, hablaban de una
pelea en que habían tenido que intervenir esa noche.
__Por
aquí __ les indicó el detective cuando las puertas se abrieron en la tercera
planta.
Por
un instante las luces los cegaron. El departamento de homicidios estaba en una
oficina grande dividida en docenas de compartimientos más pequeños, mediante
tabiques que no llegaban al techo. Dentro de cada uno había un par de
escritorios orientados en direcciones opuestas, otras tantas sillas y
teléfonos.
Los
detectives, de pie en las puertas los miraban pasar por los pasillos. Sus
trajes y corbatas de alguna manera resultaban incongruentes con el marco deprimente que los rodeaba. Las paredes eran
verdes y reflejaban la luz fluorescente.
En ellas había colgadas fotografías de criminales y carteles de personas
buscadas por la justicia, lista de guardias y un gran letrero escrito a manos
que rezaba: Todos los agentes que están asignados al caso del asesino de los
números deben presentarse a diario ante el sargento Jésica… o el oficial de
servicio.
Seguimos a Malvárez a su oficina.
Sobre
su escritorio había decenas de fotografías de color. Advirtieron que se trataba
de imágenes del escenario del crimen. En ellas aparecía el cadáver cubierto de
sangre, encogido dentro del maletero de un coche. El hombre se detuvo y tomó
unas de las fotos.
__
¿Alguna vez habían visto los destrozos que hace una pistola de calibre doce
disparada a bocajarro? No es muy bonito, ¿verdad? Esto es cosa del hampa. La
noticia apenas llegó a publicarse en el periódico. Como se imaginarán, el
crimen no desaparece cuando hay un psicópata suelto. Tenemos que encargarnos de
estas cosas también.
Estudiaron
la fotografía. El rostro ensangrentado de la víctima estaba paralizado en una
expresión de horror, con la boca abierta y los ojos en blanco. El disparo lo había alcanzado en el pecho,
que ahora era un revoltijo de entrañas y sangre.
__
¿Han detenido al culpable? _preguntó, Guillermo.
__Solo
es cuestión de tiempo. Tenemos a un sujeto en una celda que aún no se decide a
hablar. Él conducía un coche en el que
el asesino se dio a la fuga. No creo que le atraiga la idea de pagar por lo que
hizo otro.
Siguieron
caminando hacia el fondo entre el murmullo de voces y los timbrazos de los
teléfonos. Se oía una decena de conversaciones al mismo tiempo, el ruido
parecía un telón de fondo para la actividad como en la redacción. El
ulular de sirenas penetraba desde el
exterior, oficiales entraban y salían de las oficinas, algunos llevaban hojas,
otros ajustaban las pistoleras.
Pasaron
a un despacho que tenía la puerta cerrada, pero en ella había una ventanilla.
Malvárez se asomó.
__Ah
_dijo__, la hora de la confesión.
Echamos
una ojeada y vimos a un hombre negro. Estaba fumando y había dos detectives con
él, uno de ellos tomaba notas. En el
rincón había un taquígrafo. Sus dedos se
movían sobre el teclado.
__Mató
a su esposa _ explicó el detective__, como ven, asesino, móvil y víctima, un
caso común__. Ella había estado tomándole el pelo, se hallaban en casa y él
decidió demostrarle quién mandaba allí. La molió a palos.
Siguieron
caminando hasta ver a Jésica esperando en la entrada de una oficina.
__Gracias
por venir _ dijo__. ¿Han estado aquí antes?
__No.
__No
es muy bonito, ¿verdad?
__Escuchen,
queremos que nos cuenten qué les dijo el asesino y después, cuando el
taquígrafo termine el trabajo en la otra sala, lo contarán ante él de nuevo. A
veces, la segunda vez, se recuerdan más cosas. ¿Tomó notas Graziani?
Daniel
lo miró.
__Sí
las tiene, pero las necesito yo para el artículo.
__
¿Y una copia?
__
¿Por qué no? Es lo mismo que si fuera una cinta. Al fin y al cabo, también
somos ciudadanos y no le hemos prometido al asesino no cooperar con la policía.
__Pero
no olviden nuestro pacto _ dijo el periodista _. Nada de filtraciones a otros
medios. No quiero estar atendiendo llamados de otros antes de publicar en mi
periódico.
__De
acuerdo _ dijo la chica__. Comprendo. __Parecía furiosa__. Todo el mundo tiene
que sacar tajada de esto.
__
¿Y qué esperabas? _ replicó, Daniel.
Desvió
la vista.
__
¿Qué importa?
Entraron
al despacho y se sentaron en silencio. Los ojos recorrieron la habitación hasta
posarse en una pizarra con algunos nombres escritos. Y la chica siguió la
dirección de las miradas.
__
¿Saben cuántas personas están trabajando en esto a jornada completa? Treinta
detectives. Más de un tercio del personal.__Se puso de pie y se dirigió a la
pizarra__. No han visto esto _advirtió__. Si alguien se entera puede costarme
caro.
Malvárez
cerró la puerta.
__No
sé por qué los ayudo _murmuró la chica, pasándose los dedos por el cabello
corto.
Había
cuatro listas de nombres en la pizarra, detectives divididos en cuatro grupos:
EJÉRCITO DE VIETNAN. HOSPITALES PSIQUIÁTRICOS. DETALLE SEXUAL. CALLE. En otra
parte de la pizarra había otras listas de nombres con los encabezamientos:
BALÍSTICA, ESCRITURA, VOZ. Encima de la pizarra, en la pared, había fotografías
ampliadas de los fragmentos de bala extraídos de los cadáveres. Había varios
puntos de comparación numerados y escritos con lápiz rojo.
__Verán
_ dijo la sargento__, estamos estudiando todo
este material. Cada equipo trabaja con una tarea específica durante las
veinticuatro horas del día. Por ejemplo, estamos revisando el historial de
todos los pacientes que han tenido los hospitales para enfermos mentales del
país, y de varios estados de Estados Unidos.
Hemos puesto en conocimiento del caso al FBI, porque pensamos que la
ciudad a la que se mudó en principio el tipo es Chicago, aunque no estamos
seguros. Estamos examinando los registros de oficinas de reclutamientos,
escuelas y demás, tratando de encontrar algo de dónde agarrarnos.
__
¿Y? _ Se interesó, Guillermo.
__Todavía
hay demasiadas alternativas, Graziani. Conocemos el arma en los tres casos,
estamos recorriendo todos los establecimientos donde se venden municiones de
este tipo. Compilamos listas, ideas, lo que sea. Pero nada nos servirá de mucho
hasta que tengamos el perfil bien definido. Pero de momento no tenemos nada,
ningún nombre, ninguna identidad.
Echó
un vistazo a las notas. La expresión de la chica se demudó. Adquirió una especie
de intensidad. Malvárez sacó una libreta de su bolsillo.
__
¿Lo ha dicho él directamente? __preguntó.
_Ha
dicho que es buen tirador, de ojos grises. Como Daniel Boone _ dijo Guillermo.
La
chica asintió.
__Eso
servirá. Especialmente para afinar la búsqueda de los registros del ejército.
__Si
no ha mentido _ argumentó Guillermo__. Dijo
que en 1971 ya no estaba en el ejército y que estaba ingresado en un
hospital de veteranos.
__
¿Ah, sí? __se entusiasmó Jésica__. Muy bien.
__Eso
nos será útil _ acotó el detective, con la misma sonrisa con que había
mencionado lo de la azafata.
Guillermo
le entregó las hojas.
__Cópielas
y las repasaremos línea por línea, el tipo hablaba muy deprisa, y lástima que
Pedro tuvo una urgencia, pero algo pude oír, y eso siempre que no haya mentido.
__No
se preocupe _ dijo Malvárez __. Tienen mi palabra de que esto será confidencial.
Guillermo
pensó en la voz del asesino, sus recuerdos, su arrogancia. Tenía la
impresión de bascular entre él y la
policía. Aunque se inclinaba más hacia ellos, se sentía incómodo sin saber bien
el porqué.
La
noticia eclipsó a todas las demás en el periódico del día siguiente.
Todavía
era de mañana cuando Guillermo salió de la jefatura de policía.
__Sigan
tirándole de la lengua _ dijo Malvárez__, tal vez se le escape alguna pista.
Les estrechó la mano. Contemplaron el
edificio, las ventanas los miraban como los ojos sin vida del hombre asesinado
de la fotografía. Malvárez dio media vuelta y se despidió, subieron al coche de
Daniel, exhaustos, habían pasado la noche en vela. El sol de la mañana brillaba
cada vez más alto, y Guillermo no podía localizar a Pedro ni tenía noticias de
lo sucedido.
Sentados
ante el escritorio de Daniel, apareció el jefe.
__
¿Cómo fue con la policía?
__Dicen
que hemos sido de ayuda, el asesino ha dado datos que podrían servir en la
identificación.
__
¿Cómo se encuentran? _se interesó.
__Bien
_ dijo Daniel__, sin embargo me siento como si estuviese haciendo algo que no
debo.
__
¿Por qué? __preguntó Nicolás__. Siempre intercambiamos información con la
policía. ¿Qué nos diferencia del resto de esta ciudad? Si tú o el doctor, o yo
presenciáramos un crimen, ¿no tendríamos la misma obligación de denunciar al
criminal? ¿Qué nos hace diferentes?
__No
lo sé _contestó __, pero me siento extraño.
__Eres
como cualquier periodista _ señaló__. No soportas compartir la información.
__Extendió la mano y tomó las notas__. Debe de haber hablado durante buen rato.
Guillermo
asintió.
__Bien
_ dijo__. Escríbelo y después vete a casa a dormir un poco.
Y
así lo hizo, el artículo diagramado para su publicación. El titular abarcó de
nuevo seis columnas, en primera plana justo debajo del antetítulo: VUELVE A
LLAMAR EL ASESINO. “SIENTO IMPULSOS”, DICE.
“El
hombre que la policía denominó el asesino de los números ha telefoneado de
nuevo al perfilador colaborador del
periódico para referir los espeluznantes detalles del reciente asesinato de una
pareja de ancianos.
Ellos,
dijo el asesino con voz desprovista de emoción, eran totalmente inocentes. Una
vez más el asesino prometió continuar con su serie de crímenes: una recreación,
dijo, de un episodio violento aún no especificado, ocurrido durante la guerra
de Vietnam durante el conflicto.
Mientras
tanto la policía ha renovado sus esfuerzos para identificar y detener al
asesino”.
__
__Camila,
tienes que quedarte en casa de tu padre, al menos hasta que esto se aclare _
suplicó, Pedro.
__No
quiero depender de ellos, ni de ti, solo por hoy te pido te quedes a mi lado _
murmuró__. Solo un par de días, sé que tienes que trabajar, y yo no debo ser una carga.
__Cami,
todo ha sido muy confuso, y no estarás bien, en casa de Orestes…
__Dije
que no _ casi gritó y la furia apareció en la mirada__. Si piensas usar esto,
para que todos crean que sola no podré salir adelante, que necesito psiquiatras
y todo eso, olvídalo, quiero quedarme sola, a lo sumo con una mucama de día en
la casa que compré.
__
¿Tengo que entender que debo mudarme contigo con los chicos?
__No,
Pedro, no puedo ni quiero ahora ver a los chicos, no puedo… __La voz se quebró
antes de romper a llorar y bajar los muros, al fin permitiéndose ser
abrazada__. Quédate con ellos donde están, no me importa que vivas y trabajes
con Guillermo ahora _ dijo resignada__. Necesito salir de esto sola, o sí que deberás internarme, por favor dame una
oportunidad.
__Camila,
ha sido muy duro y confuso, no te culparía si no pudieras.
__Pedro,
papá y Marcial están de viaje y no quiero les avises, y sí, si te quedas más tranquilo… llamaré a Diego,
sé que cuando sepa lo sucedido, se vendrá a vivir acá si es necesario, si
necesito apoyo, solo quiero el suyo que me conoce _pidió.
__Me
parece bien __ admitió, Pedro__. Tienes que saber que he tomado medidas de
seguridad, es por ello que te dejo ir a esa casa, es una fortaleza, tienes que
estar tranquila.
__
¿Cómo?
__Lo
que oyes, lo hice por nuestro caso, nunca imaginé lo que te ha sucedido _
continuó__. Igualmente, y pese a que podré monitorizarte a distancia, pasaré
cada noche, y me llamarás si me necesitas, no te dejaré sola, pero ahora allí
estarás bien, ¿sí?
__Gracias.
TRES
MESES DESPUÉS.
Camila
abrió los ojos y no supo cuánto tiempo llevaba observándola dormida el hombre
sentado frente a ella.
El
profesor Donato Álvarez estaba en su sillón con las manos plegadas sobre el
vientre, al tiempo que su mirada pensativa se posaba con melancólica pesadez en
el rostro de ella.
__ ¿Te
encuentras más o menos bien? _ se interesó, y al principio ella no entendió la
pregunta de su amigo, pero entonces vio la mesilla auxiliar junto a la camilla,
en la que reposaban las pastillas que le habían dado en la clínica
psiquiátrica, en el pabellón de aislamiento donde la habían ingresado por orden
del juez.
Por
si acaso. Por si sentía dolor en cuanto despertara.
Estiró
los miembros bajo la manta de la clínica e intentó apoyarse en los codos, pero
estaba demasiado débil. Dejó cae la cabeza en la almohada y se restregó los
ojos.
Había
dormido durante el traslado, algo lógico en vista de las pastillas que le
daban. Solo los efectos secundarios bastarían para tumbar a un elefante y
encima le habían administrado un sedante.
Después
de despertar tardó lo suyo en darse cuenta de dónde estaba, el despacho donde
antaño, aunque no tanto como el pabellón de aislamiento que no había abandonado
durante las últimas semanas. Quizá la curiosa sensación se debía a que hacía
poco el hombre había reformado su bufete de abogado penalista, pero Camila lo
dudó: lo que había cambiado bastante, era ella, no aquel despacho.
El
olor a pintura y parqué de nogal encerado aún se percibía. Durante las obras
habían desplazado algunos muebles, pero en el fondo todo seguía igual que en su
última visita diez años atrás, la primera. En aquel entonces se había sentado
en el sofá vestida con jeans y zapatillas, ahora estaba tendida en camisón en
una camilla de altura regulable, casi en el centro del despacho, ligeramente en
diagonal con vistas al escritorio de Donato y las ventanas de la fachada.
__Supongo
que soy la primera clienta trasladada hasta un bufete en una camilla con ruedas
_dijo.
El
hombre le dirigió una sonrisa.
__Ya
he tenido algunos clientes incapaces de
trasladarse por sí mismos, aunque entonces fui yo quien se trasladó hacia
ellos. Pero en la clínica rechazaste todo contacto, Camila, incluso te negaste
a hablar con los médicos, así que obtuve una autorización judicial excepcional.
__Gracias
_ dijo ella, aunque ya no había nada que agradecer, ni siquiera haber podido
abandonar su celda. De hecho, Camila se había negado a recibirlo en la
institución, no quería que nadie la viera en ese estado, tan enferma y destrozada
encerrada como un animal. No hubiera soportado semejante humillación.
__No
has perdido ni una pizca de tu orgullo, querida amiga. __Donato meneó la cabeza
pero su mirada no era de reproche__. Prefieres ingresar voluntariamente en la
cárcel antes que permitir que te visite… Y eso que ahora necesitas mi ayuda más
que nunca.
__ ¿Te
lo pidió mi papá? _preguntó fríamente.
__No
_respondió el exjuez __. Sabes que hoy
no soy precisamente amigo de Orestes, lo pedí solo por ti, Camila.
Camila
asintió.
“Todo
depende del desarrollo de su conversación con su abogado”, le habían dicho,
tanto los psiquiatras como la policía, que, con toda seguridad, aguardaba en la
sala de espera para volver a trasladarla.
Abogado.
Una palabra singular. Muy pocos conocían su origen: procedía de onweald, antiguo término inglés que
significaba: “poder”. ¿Acaso Donato tenía realmente el poder de modificar su
destino? Era además de Diego como psicólogo su viejo confidente _bueno, viejo
no era la palabra adecuada para describir a un hombre deportista, delgado y
casi atlético de cincuenta años de edad__. Camila lo había conocido como su
profesor cuando estudiaba, y cuando él se presentó, su nombre le resultó
familiar, solo después recordó el motivo_ su padre y Donato eran colegas y
ambos habían trabajado casos que abarcaban ambos bufetes, casos acerca de los
cuales ella había leído en los periódicos, mucho antes de conocer a Pedro. En
cambio, el caso que antaño los reunió no apareció en la prensa.
Ella
no se había trasladado aún a Chile, y en una ocasión un exnovio se había pasado
de copas y la había violentado en una cafetería cerca de la universidad. Donato
que solía cenar allí, había visto que aquel individuo le metía la mano
soezmente e intervino de un modo enérgico. Después le dio la tarjeta a Camila,
por si necesitaba algo de asesoramiento jurídico, lo cual de hecho ocurrió pues
su ex resultó un auténtico abusador… eso antes de caer en Chile en el abismo de
tantos otros.
Camila
podría haber recurrido a su padre, desde luego, pero eso hubiese empeorado las
cosas.
A
diferencia de su ex, Orestes nunca se había vuelto violento pero a lo largo de
los años, su irascibilidad _y los descontrolados ataques de ira que sufría__. Se
habían agudizado. Así pues tras mudarse a una habitación de estudiantes, ella
se alegró de no mantener demasiado contacto personal con su padre que además
solo se interesaba tras su segundo matrimonio por Marcial. Le resultaba
incomprensible que su madre lo hubiese soportado por años, que Guillermo lo
idolatrara, y en cambio no raro que al fin su mamá se volviera loca y muriera
demasiado joven.
Durante el largo procedimiento en que Donato
obtuvo una orden judicial contra su ex, ambos se hicieron amigos, y eso que al principio
Camila creyó que el interés de él por ella albergaba segundas intenciones. De
hecho su encanto personal le resultaba muy atractivo pese a la diferencia de
edad. Ya desde aquel entonces él ocultaba su arrogante mentón tras una barba prolijamente
recortada y solía vestir trajes cruzados azul marino a medida y elegantes
zapatos cosidos a mano. Su cabello rizado había menguado, pero aún le cubría la
alta frente.
Camila
comprendía perfectamente por qué muchas de sus clientas eran damas de cierta edad
y buena posición puesto que no podían sospechar que, si bien el hombre adoraba
a las mujeres, ellas no ocupaban un lugar
en sus fantasías eróticas. La homosexualidad de Donato era un enorme
secreto que sin embargo con ella había compartido desde el inicio de su
amistad.
Ni
siquiera años después cuando viajó a Chile
y los presentó, lo había hablado con Pedro, aunque en realidad no revelar las preferencias sexuales se debía a
motivos egoístas, tal como ella tuvo que reconocer para sí misma. Gracias a su
aspecto y carácter encantador, Pedro recibía numerosas proposiciones que él ya
ni siquiera registraba, por ejemplo cuando una bonita camarera le ofrecía la
mejor mesa del restaurante o recibía la sonrisa más simpática en la cola del
supermercado.
Por
eso a Camila le hacía bien que su marido de vez en cuando se pusiera celoso
cuando el abogado volvía a llamarla por teléfono para encontrarse con ella a la
hora del almuerzo: estaba bien que Pedro creyera que ella también tenía
admiradores.
Por
su parte, Donato cuidaba su secreto tal vez como por años ahora sabía lo hizo
Guillermo para evitar que su reputación de abogado duro y viril se viese
afectada, y siempre asistía a las audiencias acompañado de guapas estudiantes
de derecho. En la sala del tribunal es mejor parecer un viejo solterón que un
marica, le había dicho a Camila.
Y
por eso las viudas repeinadas y dispuestas a correr aventuras sufrían una
desilusión cuando él les explicaba que él solo aceptaba asuntos penales, no
divorcios y aun así solo los intrincados y difíciles.
Como
el suyo.
__Gracias
por ayudarme _ dijo Camila. Un comentario intrascendente, pero se lo debía. Y
añadió_-: Una vez más.
Tras
el caso del novio acosador, era la segunda vez que se convertía en su letrado, ahora
a raíz de aquella noche en el hotel, cuando fue víctima de un psicópata, un
asesino en serie que, antes que a ella, ya había asaltado a otras tres mujeres
y sendos hombres en habitaciones de
hotel y les había rapado la cabeza con una afeitadora eléctrica después de
violarlos brutalmente.
Y
eso que para Camila, las horas subsiguientes en el hospital, fueron peores que
la propia violación. Todavía no había recuperado la conciencia cuando un
desconocido volvía a manipular sus orificios corporales. Volvió a notar los
dedos enfundados en látex en la vagina e instrumental, objetos con los que
obtenía el frotis para recabar pruebas. Pero lo peor fueron las preguntas que
le hizo la mujer policía.
__ ¿Dónde
fue violada?
--En
el hotel… En la habitación…
__Allí
no hay una habitación con ese número, señora Beggio.
__Sí,
también me lo dijeron, pero es imposible.
__ ¿Quién
realizó el check- in?
__Nadie.
Me entregaron la tarjeta electrónica junto con los documentos del congreso.
__ ¿Alguien
la vio en el hotel? ¿Algún testigo?
__No…
Bueno, una mujer.
__ ¿Sabe
cómo se llama?
__No,
ella era… Da igual. Olvídelo.
__ ¿Puede
describir al autor del hecho?
__No,
estaba oscuro.
__No
logramos descubrir heridas defensivas.
__Estaba
anestesiada. Supongo que el análisis de sangre demostrará con qué. Noté un
pinchazo en el antebrazo.
__El
autor del hecho, ¿le cortó el pelo antes o después de la penetración?
__ ¿Se
refiere a si antes o después de la brutal violación?
__Comprendo
su agitación.
__No,
no la comprende.
__Bien
y sin embargo debo hacerle preguntas incómodas. El autor del hecho, ¿utilizó
preservativo?
__Supongo
que sí, dado que usted dice que no hallaron esperma.
__Y
tampoco lesiones vaginales importantes. ¿Suele tener relaciones sexuales con
distintas personas?
-Qué
dice. ¿Podemos cambiar de tema, por favor?
__Bien,
¿cómo llegó a la parada de autobús donde la encontraron?
__Ni
idea. En algún momento debí de perder el conocimiento.
___Entonces,
¿en realidad no sabe si fue violada?
__Ese
psicópata me afeitó la cabeza. Y me arde la vagina como si me hubieran metido
un atizador. ¿Usted qué cree que me ocurrió?
Camila
recordó que Pedro la había llevado a la casa nueva en un taxi y la había
acostado en el sofá.
__Todo
se arreglará _le había dicho.
Ella
asintió con la cabeza y le pidió que le trajera un tampón de los grandes para
hemorragias intensas. La sangre la descubrió en el taxi. Ella estaba embarazada, de la última vez que
hicieran el amor en Chile. Pedro no la creía hasta ese aborto que ambos
lloraron juntos, y fue la última vez que hablaron de más hijos. Hacía tiempo
que esa ilusión se había consumido como la vela que encendió por el nonato.
Ahora
tosió, se cubrió la boca con la mano e intentó desprenderse de sus sombríos
recuerdos paseando la mirada por el despacho de Donato…
CONTINUARÁ.
HECHOS
Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER
PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE
ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.
Lily Rz Bellísimo
ResponderEliminarNidia Nuñez Bellísimo!!!
ResponderEliminar
ResponderEliminarDelia Bellísimo
Elda Que Romântico!!
ResponderEliminarTeresa Precioso
ResponderEliminar1
Extraños giros va tomando esta historia Eve, por momentos bella pero también por momentos estremecedora...
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