NO SOY YO
CAPÍTULO TREINTA Y DOS.
«Es
curioso, pero vivir consiste en construir futuros recuerdos; ahora mismo, aquí
frente al mar, sé que estoy preparando recuerdo minuciosos, que alguna vez me
traerán la melancolía y la desesperanza».
*Ernesto Sábato - El túnel (XIV).
__Solo déjame ir… lo necesito, Guille. Déjame
ir sin acusarme. Déjame ir para darme cuenta cuánto me duele tu ausencia.
Déjame ir para dejar de soñar todas las veces que te enredo en mis brazos y en
mis besos entregándome a ti. Solo déjame ir para morir lejos de ti y darme cuenta que de tus ojos no salió ni una
lágrima. Sé que adonde vaya no te podré olvidar y de mi vida no te podré sacar.
Déjame ir como se va el pájaro que abandona el nido después de haber llorado al
ver el nido vacío. A donde tu nombre
grite mil veces y no lo escuches para que no te culpe de no amarme.
En el espacio que dejo vacío solo mi amor
encontrarás, nadie podrá amarte más que yo.
Solo déjame ir. Cuando me extrañes piensa que
como yo te amo, nadie te podrá amar. Mi vida, mi alma, mi cuerpo, se quedan
contigo. Vacío me voy, todo te lo di, no me llevo nada. Solo me llevo el amor
que un día creí que era para mí. Solo era una fantasía, ni tú eras mío, ni yo
era tuyo. Jugamos el juego de amar con secretos, llanto y dolor, cosas que el
destino nos unió. Puedo jurar que donde estés me recordarás. Fueron muchas
cosas que se quedan en ti y otras que llevo en mí.
Lo que nunca voy a olvidar son tus ojos, ojos
míos que me reflejan. Los veo en tus fotos, unas veces tristes, otras
cabizbajo, otras sin ti, hay ausencia en tu mirada, hay vacíos, vives sin amor
y sin amar, eso muy de ti, porque no has aprendido amar, toda la vida te has
equivocado, el orgullo y la vanidad te hacen errar. Siempre vas a estar solo.
Solo déjame ir. ¡Te amo, mío! Desde siempre.
__Pedro no entiendo, y tenemos demasiado que
hablar __la mirada de Guillermo era una súplica.
__Ahora mismo necesito tiempo para pensar,
Guille, por favor.
__Supongo que no puedo decirte que quiero
acompañarte ¿verdad?
__No por ahora, no esta vez.
__Está bien pero quiero que los chicos se
queden en casa, además necesitan estar con el hermano mayor, y Fabián con ellos
luego del golpe que sufrió con lo de Ana.
__Lo entiendo ¿no te importa que no me quede
al entierro?
__No veo por qué deberías estar, ella te
arruinó la vida con Camila y el padre amén de casi asesinarte.
__Menuda tontería he dicho _afirmó Pedro__.
Con independencia de lo que suceda entre nosotros, Bruno es tu hijo, y qué
mejor momento para que estén todos juntos que ahora.
__No vas a estar vos, pero sí, Bruno es hijo mío y quiero que esté conmigo.
__Lo sé. Pero tú trabajas, yo no quería
molestarte.
--Gastón. __Su voz se suavizó__. Tú nunca
molestas.
Ay Dios. Si seguía mirándolo con tanta
emoción en los ojos jamás se iría. Tragó saliva con fuerza.
__ ¿Te parece bien que mis padres los cuiden
mientras tú trabajas?
__Claro,
no tienes tú que preguntarlo.
¿Viajas con los documentos nuevos?
__No los tengo aún, con todo lo
sucedido, no tengo ni los míos ni los
del nene.
__ ¿Has pensado en dejar esa editorial y
regresar a la abogacía? ¿La recuerdas?
_Nunca la olvidé __reconoció Pedro__. Es otra
de las cosas que tengo que decidir.
--P… Gastón ha llegado la primavera, estoy floreciendo entre flores y
esencias de todo tipo de colores
destilando un aroma especial, entre praderas y bosques, pasas y no me ves, el
olor llega a vos, me respiras, me inhalas; te desesperas ¿no sabes quién soy?
Me estás deseando, mi corazón magulle como la
nieve, te acercas a mí pero no te detienes, buscas y buscas y te detienes en
otras mezclas de pétalos, que erotizan tus sentidos, triste me pongo, exploras
y navegas en otros ríos, los llenas y vacío hay en tu interior, te llamo y te
llamo, pero no escuchas, la luna sabe que te amo.
Cierro mis ojos solo tengo tu presencia y me
acerco más a ti, te imagino acercando tus labios, tu boca, me entregas tus
besos, esa fragancia que se ha vuelto inexplicable, la noche es un silencio
eterno, pero en mis sueños te tengo, te apropias de mí, como si fuera ese diamante
admirando tal belleza; te cautiva, te seduce, te hace prisionero en mi corazón.
Cada lágrima sabe una letra de tu nombre,
lloro en soledad, quizá porque te añoro, y te escucho pasar y no fijas tus
ojos en mí, aquí me quedaré, pudriéndome si es preciso, ante la iridiscencia de
luz, que poco a poco me quemará, cubierto de nostalgia al sonido de tu voz que se terminará, hasta
que un día posiblemente me encuentres ante mi efímera vida.
Gastón sintió una opresión en el pecho. La situación era insostenible. Compartir a los niños iba a destrozarlo. Tener que verlo los fines de semana, cuando se los cambiaran, sabiendo que si no fuera tan terco podría tener justo lo que deseaba.
Sin embargo, le seguía doliendo. Sus mentiras
le seguían haciendo daño. Le dolía que no hubiera confiado lo bastante en él
como para sincerarse. También estaba harto de todas las mentiras y de todos los
secretos que habían regido su vida durante tanto tiempo, los recordara o no. En
el fondo temía pasarse la vida cuestionándose si Guillermo le estaba diciendo
la verdad.
__Vale. __ El silencio se alargó entre ellos.
Cuando ya no pudo soportarlo más dijo__: Yo… tengo que terminar de hacer la maleta. Se lo diré a Malena
cuando la vea esta tarde.__Hizo ademán de dirigirse al ascensor.
__ ¿A dónde vas a vivir cuando regreses?
_disparó Guillermo.
__No lo sé exactamente, supongo que tendré que comprar algo no demasiado lejos, la casa de la playa la devolveré… tiene recuerdos que no deseo.
Guillermo volvió a detenerlo aferrándolo por
el brazo. El calor se extendió por la piel provocando un incendio en su
interior.
__Espera tenemos que hablar de nosotros.
Unas emociones con las que no quería lidiar
lo abrumaron. Intentó calmar su temblorosa voz.
__Lo sé Guillermo. Pero ahora mismo no puedo.
Necesito tiempo para ponerlo todo en perspectiva. Las cosas entre nosotros han
sucedido demasiado deprisa. No estoy seguro de lo que necesito y puedo darte.
__ ¿Cuánto crees que tardarás en pensártelo
bien?
__No lo sé. No… no pretendo que me esperes.
__Llevo y te esperaría una eternidad, Pedro.
Este cerró los ojos con fuerza para sofrenar
las lágrimas. Sabía perfectamente lo que decir para que el corazón se le
subiera a la garganta.
__Tengo que irme, Guillermo.
Se zafó de su mano y entró en el ascensor.
Guillermo seguía mirándolo cuando se dio media vuelta, tenía las manos en los
bolsillos y en su cara veía toda la desolación que lo abrumaba.
Mientras las puertas se cerraban tuvo la
certeza de que esa cara lo atormentaría
toda la vida.
“Y se ausenta mi esencia de la realidad
cuando siento distante tu voz, me besas los sentidos, me haces escapar y soy un
fugitivo de un presente carcelero, frente a mis ojos tu presencia se vuelve
libertad de amor, me pones alas para acortar en rápidos aleteos la distancia y
sentir así que llego a posarme en tu
espacio.
Y los días se llenan de ausencias de esas
rutinarias preocupaciones, logras con tu mirar llenar de luz cualquier oscura
realidad que me abrace… tu voz calma el mar de ansias que me invade por sentirte
y mis labios, entre los movimientos de palabras que dibujan, liberan besos
entre esos sonidos, que como colibríes aletean frente a tu boca esperando se
abran tus labios para posarse dentro de
ella.
Se llena de ti, aquí todo mi vacío espacio…
vistes de amor la sonrisa y miradas que en mi rostro se dibujan para ti…
momentos que hacemos nuestros antes que la realidad sobre nosotros se duerma… siento
todo contigo, tiene otro color, otro sonido y otro sabor, la oscuridad vestiría
tonos de pasión, cualquier melodía contigo sonaría perfecta y una fresa, de tu
boca degustada, sabrá a delicioso manjar bañado por tu saliva.
Ausencia que solo tú llenas de tan solo
pensarte, la inundas al escucharte y te instalas en cada átomo que forma mi ser
cuando aun distante te haces presencia… eres los días, eres las noches, en que
te amo en silencio… eres presente que vive mi amor y serás futuro mañana y
siempre… pues tú y yo sabemos que nada es tan fuerte para vencer esta pasión
que aun distante logró con sus cadenas de fuego fundir nuestra unión en un solo
amor.
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Sin apartar la vista de su tarjeta de
embarque, Gastón atravesó la atestada terminal. Miró el reloj, le faltaba casi una hora antes de tener que
embarcar en el vuelo que le llevaría a Washington, previo paso por Portland.
No quería sentarse frente a la puerta de
embarque tanto tiempo ni pensar en los
otros vuelos y secuestros. Con un suspiro se dirigió a la máquina de café
emplazada al final del pasillo y se sirvió un café con mucha leche y azúcar.
Se dejó caer en un asiento y bebió café
mientras se decía que había hecho lo correcto. Si tenía suerte unas cuantas
semanas le aclararían las ideas y le darían algo en lo que concentrarse que no
fuera la locura en la que se había convertido su vida o que había sido siempre
aunque no lo recordara.
Y tal vez cuando regresara, sabría lo que iba
a hacer con Guillermo.
Escuchó las conversaciones que la gente
mantenía a su alrededor.
Una
atractiva pareja se acercaba a la máquina de café del brazo. El hombre sonreía
mientras le apartaba la melena rubia de la nuca y del cuello a la mujer y le
besaba la oreja. La mujer se apoyó en su pecho y sonrió. El brillo de sus
alianzas indicaba que eran recién casados.
Una niña de pelo oscuro, más o menos de la
edad de Malena, se acercó corriendo a ellos. Una cálida sonrisa iluminó las
facciones del hombre cuando abrazó a la niña mientras la mujer pagaba las
bebidas.
Gastón cerró los ojos. Él podría tener eso.
Si lo quería de verdad, podría tener eso y mucho más.
“Te esperaría toda la eternidad.”
Se le llenaron los ojos de lágrimas. Quería a
Guillermo. Ese no era el problema, sin recuerdos día a día, había vuelto a
enamorarse de él. A esas alturas no ponía en duda lo que sentía por él. Era tan
incapaz de reprimir sus sentimientos como él. Pero ¿bastaba eso? ¿Sería capaz
de olvidar todo lo demás? ¿Las mentiras y omisiones? ¿El dolor? ¿Podría volver
a confiar en él?
La pareja se alejó de la máquina de café y se
sentó a una mesa junto a él.
__ ¿Cuánto tiempo vas a estar fuera?
__preguntó la niña mientras bebía sorbos
con una pajita.
La grave voz del hombre hizo que Gastón los
mirase de reojo.
__Lo bastante para que tu madre se dé cuenta
de que no puede vivir sin mí.__Se llevó la mano de la mujer a los labios.
La rubia le acarició la cara.
__Eso ya lo sé.
El hombre sonrió.
__Pues te ha costado reconocerlo. Me has
hecho esperar una eternidad.
Una pelirroja se acercó y se sentó en la
silla que quedaba vacía en su mesa. Gastón la había visto con la niña antes de
que esta corriera hacia sus padres.
__Menos mal que son capaces de perdonar. Han
dejado que todas esas tonterías se interpongan durante demasiado tiempo entre
ustedes. Qué más da quién dijera qué cosas o cuándo lo hiciera… Hay que ver el daño que pueden llegar a hacer
las palabras.
“Todas esas tonterías.” Gastón tragó saliva.
¿Eso
era lo que él estaba haciendo? ¿Estaba permitiendo que las circunstancias le
dictaran la vida? ¿Estaba permitiendo que lo que Guillermo había dicho o había
dejado de decir interfiriera con lo que él sentía en lo más profundo de su
alma? Si dejaba decidir a su corazón, no estaría sentado en ese lugar,
preguntándose qué narices hacer a
continuación.
Guillermo lo quería. Todo lo que le había
ocultado, había sido para mantenerlo a salvo. Lo sabía. Aunque no le hacía
gracia sabía que todo lo había hecho por él.
Sintió una opresión en el pecho de repente,
la eternidad parecía demasiado larga y lejana. Se había pasado todo ese tiempo
buscando su pasado que creía que lo salvaría, cuando debería haber seguido su instinto.
El amor que sentía en lo más hondo ostentaba el poder de mostrarle lo que era
real. Nada más importaba. No en el fondo.
Se puso de pie de un salto. El café se
derramó sobre la mesa.
La rubia de la mesa de al lado se inclinó
sobre las sillas y colocó un montón de servilletas sobre el líquido.
__Tome deje que lo ayude.
__Gracias. __Gastón secó la mancha__. Estaba
distraído.
__Suele pasar.
Gastón alzó la vista y se dio cuenta que los ojos
azules de la mujer lo miraban con preocupación.
__ ¿Se encuentra bien? __le preguntó la
mujer.
__No. Sí. __Cogió el morral sin saber si
echarse a reír o ponerse a llorar__. Tengo que irme. Tiene una familia
estupenda.
La rubia sonrió.
__Gracias.
__No, gracias a usted.
__ ¿Por qué?
__Por recordarme lo verdaderamente importante...
__
Guillermo que estaba sentado a una mesa del
atestado salón de baile se dio un tirón del cuello de la camisa. Hombres y
mujeres vestidos de gala se movían por la pista. La orquesta tocaba los acordes
de una canción de jazz mientras los bailarines se movían bajo el brillo de las
arañas del techo.
No quería estar en ese sitio. Lo último que
le apetecía esa noche era estar rodeado por un grupo de personas que no le importaba
en absoluto. Quería estar en casa con los niños tal vez ahogar sus penas con
una botella de whisky después de acostarlos.
Ni siquiera recordaba de qué coño iba ese
evento benéfico.
¿Los
sin techo? ¿Las escuelas públicas? ¿Los modelos que necesitaban pasar por el quirófano?
Le daba igual, si no se hubiera comprometido, se habría inventado una excusa
para no aparecer. Además, detestaba haberle hecho caso a su nuevo director de
relaciones públicas que le dijo que aparecer en público esa noche sería bueno para
la empresa.
Lo último que le interesaba en ese momento
era su empresa o el mismo estudio. No debería haberle hecho caso.
__ Esta noche lo están petando.
__ ¿Mmm? __murmuró, Guillermo.
La voz de la mujer que tenía a la izquierda
lo sacó de su ensimismamiento. Tendría unos ochenta años. El pelo totalmente
blanco y llevaba un vestido de manga larga plateado, así como el diamante más
grande que había visto en la vida en un dedo. Recordaba que estaba emparentada
con algún pez gordo del estado, no tenía idea de cómo había acabado
compartiendo mesa con ella.
Debería haber ido acompañado con Gaby como en
algunos eventos. Así, al menos, no tendría que escuchar la monótona voz de la
vieja. El problema era que no se veía saliendo con nadie en esos momentos y que
Gaby no dejaría de hablarle de Pedro. De hecho, no creía que pudiera hacerlo
nunca más. Solo deseaba a un hombre. Y este iba en un avión y ya estaría a medio
camino de su destino.
__El servicio de atención a los menores de
las zonas marginales, por supuesto _ continuó la anciana__. Es increíble que
hayan conseguido todo este apoyo. Es maravilloso ¿no cree?
“Vaya, el servicio de ayuda y atención a los
menores de zonas marginales. Claro. Eso era.”
__Sí. __Fingió que la conversación le
interesaba__. Están consiguiendo mucho dinero esta noche. __Sin apenas
prestarle atención, calculó cuánto tiempo más tenía que quedarse antes de poder
salir.
__Qué espantoso ha sido todo ese asunto en el
que se vio envuelto _comentó la anciana__. He oído que su esposo se ha
marchado.
Guillermo la miró de repente, atónito.
__ ¿Qué?
Ella agitó una mano.
__Ay, querido. Nadie puede guardar un secreto
en esta ciudad. Mi hija acaba de pasar por un divorcio. Es más o menos de su
edad. Debería darle su número telefónico.
Bingo. Eso fue todo lo que necesitó.
Guillermo se levantó y consiguió esbozar una sonrisa educada.
__ Si me disculpa…
Se abrió paso por la abarrotada pista de
baile. Mucho se temía que iba a explotar si no salía pronto de allí. La
libertad lo esperaba a la vuelta de la esquina. Se detuvo unas cuantas veces
con alguien conocido. Cada uno de ellos le alteró sus ya de por sí alterados
nervios.
Tras librarse de la última conversación dio
un paso hacia la puerta pero una voz conocida lo detuvo.
__Mi querido Graziani me alegro muchísimo de
verte al fin.
“Mierda… Nazarre.”
Miró su cara sonriente enmarcada por un pelo
pelirrojo. Y fue incapaz de recordar qué diantres lo atraía de él.
__No sabía que ibas a asistir.
__Mi representante me ha obligado a venir ya
que estaba en la ciudad. Es buena publicidad.
Eso tenía sentido. La verdad era que los
menores que vivían en las zonas marginales le inquietaban muy poco.
__Tienes buen aspecto. __Se acercó a él__.
Siento haberme enterado de tu reciente drama por la prensa.
__Sí, ya me lo figuro.
Franco esbozó una sonrisa satisfecha, seductora
y pestañeó de forma exagerada.
__Nunca me has hablado de tu esposo.
__En fin nunca hemos hablado de ninguna
cuestión seria, ¿no?
Franco se acercó más, se colgó de su brazo y
se inclinó para susurrarle al oído.
__ ¿Por qué no nos vamos a un lugar más
tranquilo? Así me podrás contar todos los sórdidos detalles. Se me da bien
escuchar.
Estar a solas con él era lo último que
quería. Le apartó la mano de su brazo.
__ ¿No has venido acompañado?
Pregunta tonta. Por supuesto que sí.
Él agitó una mano.
__Bueno, está por ahí. Pero es muy aburrido.
Prefiero ponerme al día con vos. Me lo debes por cierto del día en que saliste
corriendo por aquella llamada.
“En tus sueños” pensó.
__Verás, por tentador que parezca, creo que
voy a pasar. __Desvió la mirada hacia la puerta, evaluando la distancia que lo
separaba de la libertad, pero el corazón le dio un vuelco y se quedó sin
aliento cuando Pedro entró en el salón de baile, porque de pronto supo que ya
no sería Gastón Guerrico, sino Pedro Beggio.
Llevaba unos vaqueros, una ajustada camiseta
naranja, zapatillas deportivas y una chaqueta de cuero que colgaba de un dedo
por encima del hombro y aun así era el más bello de los hombres. Su melena
castaña alborotada le enmarcaba la cara perfecta, y tenía las mejillas
arreboladas como si hubiera corrido varias manzanas. Y allí, plantado rodeado
de mujeres con vestidos de diez mil dólares y joyas de millones de todas clases
y colores y hombres de frac hechos a medida o traídos de París era lo más
bonito que había visto en la vida y de resultas comprendió que sin darse cuenta
estaba riendo como un bobo.
Sin embargo, se suponía que debía de estar en
un avión.
La sorpresa se tornó en preocupación. Se
dirigió hacia él sin hacerle caso a Nazarre, que lo llamó. Cuando Pedro lo vio,
se abrió paso entre la multitud para ir hacia él sin rodeos.
Guillermo se plantó tan solo a dos pasos, y
abrió los brazos temeroso de asustarlo y que huyera.
__ ¿Qué pasa? _le preguntó con tiento al
llegar junto a él__. ¿Qué ha pasado?
__Nada _contestó Pedro__. Todo. Quería decir…
Estaba alterado. Pedro nunca se alteraba. La
preocupación aumentó, pero estaba arrebatador.
__Gastón…
__Pedro.
Pedro le miró la mano izquierda y respiró
aliviado antes de tomarle la mano y entrelazar los dedos, rozándole la alianza.
__Aún la llevas.
__Siempre la llevo.
Pedro aceptó sus brazos, y Guillermo lo
apretujó contra su cuerpo, hundió la cabeza en el cuello dejando que su aroma
lo envolviera, mientras Pedro al fin llevó las manos a su espalda.
__Eres idiota, Guillermo Graziani. Ibas a quedarte
otros diez años aquí sentado esperando que me aclarase las ideas ¿verdad?
__Te dije que lo haría.
__No te merezco.
La esperanza nació en el corazón.
__ ¿Es tu forma de decirme que me quieres?
Pedro le dio un
apretón en los dedos.
__He estado luchando contra quien soy y
contra lo que quiero, porque no recuerdo nada, no recuerdo mi vida. Esta noche,
en el aeropuerto me he dado cuenta de que los niños y tú son mi vida. He dejado
que se interpongan demasiadas tonterías entre nosotros. Ya no quiero seguir
haciéndolo.
Los quería, pensó Guillermo. Eso dio alas a
su corazón aunque cerró los ojos embargado de emoción.
__Será mejor que estés seguro. Porque no
puedo volver a perderte. Tres veces en una vida es demasiado. Si me quieres, va
a ser para siempre.
__Guille, mírame. __Le acarició el mentón
hasta que abrió los ojos__. Sigo molesto porque me mintieras. Pero entiendo por
qué lo hiciste. Sé que lo hiciste porque me quieres y porque intentabas
protegerme. Pero además de tu amor, necesito tu confianza. Necesito saber que
cuando las cosas se pongan feas siempre estarás ahí, porque no voy a recordar
nuestros inicios. Necesito saber que puedo contar contigo.
__Siempre estaré ahí… seré tu memoria, y tus ojos. Puedes contar
conmigo, y no hay más mentiras ni omisiones.
__Y necesito saber que en el fondo y pase lo
que pase, sabrás que yo estaré ahí para ti. El matrimonio es una sociedad. No
puede funcionar sin confianza.
Estaba hablando de matrimonio. Tenía la
sensación de que el corazón ya no le cabía en el pecho.
__Pedro…
Pedro se acercó tanto que podía percibir el
calor corporal que lo envolvía, podía oler el aroma a almizcle y sándalo de su
piel y podía ver las lágrimas que brillaban en sus ojos.
__Te diré lo que quiero _ susurró Pedro__.
Quiero que me beses como me besaste en mi casa, que me hagas el amor como me lo
hiciste en la tuya. Quiero despertarme todas las mañanas contigo. Quiero que
nuestros hijos sean felices y tengan más hermanitos y quiero tener una vida en
común. Lo quiero todo, pero sobre todo te quiero a ti. Y quiero que volvamos a
casarnos porque ahora mismo yo no tengo alianza, y no recuerdo cuándo sucedió.
Guillermo no podía respirar. Lo quería. Lo quería
de verdad. Aunque había metido la pata
hasta el fondo.
Pedro le acarició el labio inferior con el
pulgar, provocándole una descarga que le llegó al alma.
__Te amo
Guillermo Graziani. Siempre lo he hecho. Pero soy demasiado terco como
para darme cuenta de que eso es lo único que importa de verdad.
Guillermo le tomó la cara entre las manos y
secó con el dorso de las manos las lágrimas que se le habían escapado.__Amor
mío, ¿por qué has tardado tanto en darte cuenta? __le preguntó.
Pedro le sonrió… era hipnótico, mientras lo besaba, mientras lo
rodeaba con los brazos, su lengua era ávida, desesperada, apasionada, y
Guillermo le devolvió el beso dándole todo lo que Pedro necesitaba tomar, y lo
poco que quedaba del hielo que había erigido en su interior se derritió.
__Tengo daños cerebrales ¿recuerdas? Tardo un
poco más que los demás en entender las cosas.
__Ah… así que es por eso. __El alivio y la alegría
lo recorrieron al ritmo de la música que inundaba el salón de baile alegrándole
el alma__. Y yo que creía que te gustaba verme sufrir.
__Solo en la cama. Y solo cuando el
sufrimiento nos conduce al placer a los dos. Y hablando de eso… __Sonrió contra
su hombro__: Ahora mismo me vendría bien un poquito de placer. Si no te importa
irte de la fiesta antes de tiempo, claro.
Se le tensó el cuerpo al escuchar la
invitación erótica que encerraban sus palabras. Se moría por llegar a casa,
desnudarlo y tenerlo en la cama. En la cama de ambos.
Se apartó un poco y el buen humor desapareció
al contemplar al hombre que amaba que siempre había amado y perdido tantas
veces. Se juró que jamás cometería el error de dejar que se volviera a marchar.
Y fue consciente de que en las inmediaciones alguien los fotografiaba, pero por
primera vez le dio igual.
__
Mi piel se desviste para vestirse de ti y
saberte en cada poro de mi piel y descansar sobre tu cuerpo húmedo. Cerramos
las persianas de los ojos para quedarnos desnudos con ganas de poseernos,
dejamos caer el pudor y cancelamos mitos y sentencias y enredas tu cuerpo con
el mío para sentir el amor en un orgasmo regalo que la vida nos da, amándonos
con pasión desenfrenada sintiendo la humedad y el sudor en la piel
entregándonos en cada beso asfixiándonos en el torbellino de pasiones y deseos
y con furia como un volcán explotas y como lava baja hasta mi vientre levantas
mis columnas urgido de placer, con deseos de sabernos y tenernos y poseernos, amándonos desde adentro con
desbordada pasión, furia y fuego, hasta consumirnos en el deseo de tus ojos y
los míos desnudándonos sin decoro entregándonos con los ojos al amor, sigues
abrazado a mi desnudez y con tus brazos fuertes me sostienes hasta sofocarme
con delirio, se ensordecen los sentidos juntándose los cuerpos teniéndonos, en
un embarazo de pasiones y sensaciones que nos atrapan, veo fuego en tus ojos,
¡ojos míos, de mi querer!
Amándonos con lujuria y sin medida en el
universo de tu mirada y mi mirada expansiva de amor desproporcionado
mirándonos. ! Amo tus ojos!
Llueve intensamente, las calles se llenas de
charcos, descalzos y tomados de la mano, corremos y bailamos con esa melodía que la lluvia nos ofrece, parece dormirse el
silencio, y despierta la tormenta, dejándonos uno frente a otro, mirándonos
embelesados y junto con los truenos, se escuchan los besos, besos bajo la
lluvia, besos de labios mojados, de caricias húmedas, mas sigue lloviendo y
lloviendo, parecería que el cielo estuviera celoso por cada beso robado, pero
la lluvia sigue acariciando nuestros cuerpos y cubriendo nuestras almas, por
eso déjame seguir besándote hasta fundirnos bajo el agua.
Todo el peso de su amor golpeó mi corazón y
lo dejó en pedazos. Golpeó también un beso y otro y la avalancha de ellos
mientras yo tiraba su cabello y caíamos en la cama, o en el hielo, o en nuestro
colchón de flores diferentes, qué más da. Giramos en el cálido aire del amor
incondicional, sin papeles ni litigios, con la sola esperanza de la aventura
conocida y fugaz que completa nuestros días al extremo. Piernas temblorosas y
aprietas mis muslos y sangro por dentro pensando en su señorío, en su
principado sobre estos despojos de anhelos y me viste con ropas reales, con
linaje puro de señor amado sin igual. Me corona con ternura solo soñada por los
demás, con aliento que disuelve mis temores y creo, creo en el amor, creo en la
inmortalidad del sentimiento mutuo, del beso en la nuca, del piropo de mirada
cómplice en cualquier lugar. La puja por llegar y tus brazos de cobre que
ahogan el grito y lo transforma en lágrimas púrpuras que junto para regalarte
un día, el día en que me atreva a decirte que sin ti no vivo. El día en que
pueda confesar que yo siento más de lo que puedes imaginar.
Sacudo mi cabeza y vuelvo en mí aunque no quiero. Sentados a la mesa de la comida familiar, tu madre frente a mí y todos los demás. Instantes, regalos de la vida que me hiciste conocer. Lo rojo de mis mejillas por pensar en esta situación y te vuelvo a mirar. Espero ese gesto otra vez mi amor. Que me mires así. Miro alrededor, expuesto pero no, nadie sospecha lo que acabo de pensar, nadie salvo vos que me vuelves a mirar. “En un rato mi amor, en un rato más.”
Sacudo mi cabeza y vuelvo en mí aunque no quiero. Sentados a la mesa de la comida familiar, tu madre frente a mí y todos los demás. Instantes, regalos de la vida que me hiciste conocer. Lo rojo de mis mejillas por pensar en esta situación y te vuelvo a mirar. Espero ese gesto otra vez mi amor. Que me mires así. Miro alrededor, expuesto pero no, nadie sospecha lo que acabo de pensar, nadie salvo vos que me vuelves a mirar. “En un rato mi amor, en un rato más.”
Precede al beso la premura de los ojos en los lagos inquietos de las pupilas. En la antesala de las sacudidas, la mirada fija comienza a girar atada a la elíptica de voluptuosos planetas.
Son los labios una angustia lujuriosa apretada a la tentación de cisnes de fuego, estampida de alas persiguiendo al instante de los cataclismos. La desnudez de los dedos codicia al éxtasis de la imaginación como si fuesen hilos de viento iniciando una tormenta.
Claudican las razones evaporando a sus motivos y es esa boca aquella y no la otra, el dibujo que va desordenando al riguroso estado del pensamiento sometiéndolo a la flama
de alucinantes sensaciones.
Las veredas decantan radioactivas lloviznas sobre la piel, trémulo escalofrío de venas que se convierten rompiendo diques debajo de la epidermis.
El calor inunda la tierra del deseo explorando cada poro, cada gota, cada silencio destrozado entre los brazos del delirio y cuando el desmayo domina al cuerpo de vahídos, despierta la necesidad impulsiva de la cercanía incontrolable afanada por desaparecer fronteras y distancias entrelazando a los labios en la eternidad de los mil besos, universo escondido que latía en el abismo de la boca.
En un mar de delirios y pasiones... entre
jadeos y gemidos, entre suspiros y el ahogado quejido de las bocas... Entre
aquel vaivén que agita las olas de fluidos y trona para dos, cuando los cuerpos
chocan en una excitación, aquel suave sonido... Cuando todo domina el delirio.
Delirio y pasión que ansío, anhelo vivirlo ya
contigo, mis labios un imperceptible
vibrar liberan cuando tu boca mis ojos observan, de imaginar el néctar que
esconde para mí tu saliva, suspiros
ahogan mi garganta... Loca de desesperación se viste mi lengua por jugar, en
medio de un apasionado beso, con la tuya.
Inundas mis letras de amor, te apoderas de
mis deseos, llevas a tantos mundos imaginarios mis versos, es la manera de
amarte que así distante hoy tengo, entregado me siento a tu control, las ideas
y palabras que entre líneas perpetúo, las provoca esta pasión que por ti invade
mi mente y domina mi corazón.
Te paseas entre amor y delirio, entre los
deseos de mi cuerpo y la pasión que domina mi alma, líneas y detalles de tu
cuerpo a ciegas dibujan mis caricias y pintan mis besos... Se enciende un rojo
fuego en el pecho cuando siento que este amor en una noche nos puede volver a incendiar
y fundirnos en una sola pasión, por dentro.
Como el atardecer volveré puntualmente como
sombra para besar tu sol que anida también en mis manos cada día esperando el
alba para alumbrar tu mundo de soledades inmensas, déjate besar vida mía, te
gritan mis adentros enamorados, déjame que vuele de tu mano por ese cielo
inmenso que tan huérfano de amor se siente, verás mis ojos de mar viajando por
los tuyos, y en mis labios húmedos de dulzura nacerán mil sonrisas para ti,
recogerás mis besos lentos adormecidos en esta eterna espera.
Déjame posar en tu piel las candentes caricias que nacen de mis manos en cada sueño de amor, déjame que vuele por el altar de tus pensamientos donde guardas mis sentimientos ahogados, ahí amor mío, donde escondes esa adoración que nace por ti y nos lleva a soñarlo, que nos entretiene dejándonos al margen de lo divino y lo humano, ahí, emprenderemos ese vuelo que nos hará soñar sin límites, para dejar en las puertas del infierno esta soledad, compañera de ausencias y olvido, dejándonos libres para amarnos bajo los reflejos de esa luna enamorada.
Déjame posar en tu piel las candentes caricias que nacen de mis manos en cada sueño de amor, déjame que vuele por el altar de tus pensamientos donde guardas mis sentimientos ahogados, ahí amor mío, donde escondes esa adoración que nace por ti y nos lleva a soñarlo, que nos entretiene dejándonos al margen de lo divino y lo humano, ahí, emprenderemos ese vuelo que nos hará soñar sin límites, para dejar en las puertas del infierno esta soledad, compañera de ausencias y olvido, dejándonos libres para amarnos bajo los reflejos de esa luna enamorada.
__Me he vestido de pasión y amor para ti esta noche vida mía, he marcado el camino y lo he llenado con los pétalos de las flores que cortabas cada día para mí, también te he dejado, palabras y suspiros ahogados, entremezclados con el deseo, se quieren salir de nuestro sueño, este sueño donde solo navego por las aguas de ese mar de pasión y ternura, donde cada momento de letargo solo en ti suspiro, solo en ti me encuentro y te siento abrazando todo mi cuerpo, y ese instante donde son tus ojos los que me buscan acariciando mis labios, con un suave roce de miedo y ternura, miedo a encadenarnos y perdernos con todo el cuerpo en el abismo de la pasión y pecado donde vive nuestro sueño.
Así te amo vida mía. Se enmudecen mis adentros, huérfanos de verbos y palabras para componer melodías para tu alma, las emociones se me quedan desterradas, me llueven las lágrimas de cristal rotas y negras tintadas del color de los lirios azul violeta, solo preciso de tus susurros amor, no me importan y me sobran todas las voces del mundo, si nuestro sentir enamorado está muerto y los besos que bailaban en mis labios ya no sienten la música de mi sonrisa.
Al llegar la noche eres mi gran anhelo, eres mi sueño prohibido, eres, el aire que abriéndose paso en la niebla espesa como la tundra, rompe los silencios que inundan mi vivir a la espera de tu llegada, y mi alma no se cansa, nunca se cansa de repetir y tirar al aire, ese quejido entrecortado… vuelve amor mío, vuelve, no dejes que me pierda en esta oscuridad fría.
Seguiré escribiendo para ti, seguiré plasmando palabras sin rumbo, seguiré clamando al cielo que me devuelva tus ojos, tus risas en la noche que lo hacían todo luz, donde el fuego de mis adentros abrasan mi piel.
Miro mi reloj de pulsera que porto en mi mano, y el tiempo se hace largo, el día se me hace inmenso y la noche me llena de esperanza, a la espera de tu llegada.
__Si pudiera odiarte en vez de amarte... Si
pudiera olvidarte en vez de recordarte. Si pudiera irme en vez de quedarme.
Si pudiera soltarme de tu abrazo en vez de
aferrarme. Si pudiera ser pájaro y verte desde tu ventana. Si pudiera ser
espejo para ver tu rostro reflejado. Si pudiera irme lejos para dejarte ser
feliz. Si pudiera besar tus labios y no quedarme con las ganas. Si pudiera
olvidar tu nombre para no repetirlo mil veces. Si pudiera no desear lo tibio de
tu cuerpo sobre el mío. Si pudiera olvidar que me vi en tus ojos y tú en los
míos. Si pudiera olvidar la desnudez de tu cuerpo junto a mí. Si pudiera
olvidar las noches nuestras contigo y tú conmigo. Si pudiera romper tus fotos
donde te miro y te deseo. Si pudiera no llorar con la canción que me regalaste.
Si pudiera dejar de leer tu poesía que me enamora. Si pudiera borrar todos los
poemas que me has inspirado. Si pudiera morir mañana y sepultar todos “los te
amo.” Si pudiera agradecer a Dios el tiempo que pasé contigo. Si pudiera
olvidar el día que te conocí cambiaste mi vida. Si pudiera decirte hoy que ya
te olvidé, pero… ¡te amo, mío!
Ahora, mañana
y siempre… siempre mío, siempre tuyo.
__Siento la necesidad de un beso, de tus
labios suaves y carnosos, quiero vivir el tierno embeleso, de la luz de tus
ojos hermosos. Mucho tiempo sin mirar tu figura, sintiendo que duermes en mi
lecho, qué cerca estuve de la sepultura, pero siempre moraste en mi pecho.
Regresas a mis brazos de amante, encendido de
ternura y gran pasión, gracias, eres el
especial diamante, la joya que da vida a mi corazón. Tus caricias, aunque
espirituales son un bálsamo para mi existencia, no importan los dolores y los
males, el alma siente la luz de tu presencia. Sin desmayar viajando en el
crucero, la ruta está perfectamente trazada, en el agua del mar manda el marinero,
en el corazón vives tú, mi rey amado.
Sé que vas a llegar, lo presiento, sé que
vendrás de puntillas a besar mi sombra silenciosa y herida, sé que vendrás a
soñar en mis primaveras solitarias y acurrucarte amorosamente en mis brazos, lo
sé, sé que dejarás tus caricias en este invierno para mi piel que nunca termina,
donde deshojo melancolías y sueños.
Mientras, seguiré extrañándote, como la tierra al agua, y la noche al día, seguiré amándote en los silencios que gritan las voces que habitan en mis entrañas, donde yo te guardo, donde en trazos de acuarela están tus labios con los besos que puse en ellos con sabor a mar de sal en este verano que se acaba.
Vuelve a vivir en mí, amor, que los sueños se acercan y yo me adentro en ellos para nuestro encuentro. Te amo. Al caer la noche, los deseos por ti me invaden, llevándome mágicamente al paraíso de tu cuerpo, sitio este que me absorbe, me cautiva y sobre el que quiero escribir mis anhelos, con la pluma de mis dedos y la tinta de mis sentimientos, porque en ese paraíso me he perdido y me he transformado en una esclavo de tu mirada, de tu sonrisa y de tu voz, mas como un autómata solo deseo sentir nuevamente esos labios besando los míos y recorriendo mi cuerpo, porque solo vivo por ti y no sé cómo viviría sin ti, porque tu ardiente cuerpo es mi camino y mi destino.
Mientras, seguiré extrañándote, como la tierra al agua, y la noche al día, seguiré amándote en los silencios que gritan las voces que habitan en mis entrañas, donde yo te guardo, donde en trazos de acuarela están tus labios con los besos que puse en ellos con sabor a mar de sal en este verano que se acaba.
Vuelve a vivir en mí, amor, que los sueños se acercan y yo me adentro en ellos para nuestro encuentro. Te amo. Al caer la noche, los deseos por ti me invaden, llevándome mágicamente al paraíso de tu cuerpo, sitio este que me absorbe, me cautiva y sobre el que quiero escribir mis anhelos, con la pluma de mis dedos y la tinta de mis sentimientos, porque en ese paraíso me he perdido y me he transformado en una esclavo de tu mirada, de tu sonrisa y de tu voz, mas como un autómata solo deseo sentir nuevamente esos labios besando los míos y recorriendo mi cuerpo, porque solo vivo por ti y no sé cómo viviría sin ti, porque tu ardiente cuerpo es mi camino y mi destino.
Dos cuerpos ardiendo, tendidos sobre una
arena refrescante y bajo la tenue luz de la luna, una luna temerosa y cómplice
de una noche abrasadora de pasión, el silencio solo se ve interrumpido por el romper
furioso de las olas, bañando con su espuma la playa y los cuerpos de los
amantes, la brisa esparce tu aroma, ese aroma ardiente, ese perfume que esparce
el amor, mientras de labios se pierden en rincones prohibidos, para luego
comenzar a amarse bajo la luz de la luna, hasta que las almas y los cuerpos se
unen eternamente.
_-Cuando la noche ya apagaba sus luces
llegaste tú y todo de nuevo se llenó de luz, se llenó de pasión y alegría,
gracias amor por llegar, por invadir mi ser de todo lo bello, por hacerme
sentir tu rey, por hacerme saber que por mis besos mueres en esa soledad y que
solo mis besos te dan vida, gracias por dejarte acariciar el alma vida mía.
Yo también, a veces cuando te sueño, vivo los más grandes placeres que podrían darme tus besos, dándole vida a los míos que adormecidos están en mis labios, sueños del alma que lo inundan todo, cuando soñándote mío me siento enamorado, donde deambulando en la noche te encuentro perdido en el vértice de los míos, con amor y dulzura te miro, ahí donde las lágrimas crean la orilla verde de mi pena y ahí sin remedio te beso. Te amo, vida mía.
Yo también, a veces cuando te sueño, vivo los más grandes placeres que podrían darme tus besos, dándole vida a los míos que adormecidos están en mis labios, sueños del alma que lo inundan todo, cuando soñándote mío me siento enamorado, donde deambulando en la noche te encuentro perdido en el vértice de los míos, con amor y dulzura te miro, ahí donde las lágrimas crean la orilla verde de mi pena y ahí sin remedio te beso. Te amo, vida mía.
__Soñé el lienzo de tu cuerpo, dibujé el
perfil de tu cuerpo con los pinceles de mi mirada entre pasiones y deseos
disueltos, tu silueta en mi retina plasmada. Con las yemas de mis dedos tu
sutil silueta y trazo a trazo tu ondulado pelo plasmé tintado de acuarela.
Pinté
las delicias de tus pezones con el óleo del lujurioso deseo haciéndote de mi
alma el veneno rubricando mi pasión con un beso. Soñé ese lienzo en baches y veredas en las
paredes de mi corazón, colgado sobre el fondo del inmaculado blanco de mi alma
y cuerpo de placeres tintado. Quiero embriagarme hasta perder la razón, y embarcarme
en un viaje sin retorno, surcar algún mar que no exista en el mapa, y no
despertar de las resacas turbulentas.
Quiero esconder mi pena en lo profundo de ese
mar que se adueña en mi confusión, salir a gritar a los cuatro vientos, que te
amé sin ninguna condición. Quiero desembocar mi pena en la playa, donde alguna
vez escribí tu nombre, mientras soñaba en el sabor de tus besos, en los días de
caricias, de fuego y locura.
Quiero borrar de mi mente tu esbelta figura, la
mirada de ternura y palabras de consuelo, y si no puedo lograr este único propósito,
me hundiré en ese mar turbulento, acompañado de olas solitarias que buscan con
desesperación, nuevas playas solitarias, a dejar su lamento.
Quiero olvidar el ayer, que fueron sueños que
se han convertido en crueles pesadillas, todo se ha perdido en el ocaso de la
vida, solo reina el silencio en el huerto del olvido.
__Guille, ¿qué dices?
__Que así me sentí los años en que no estabas, y no lo quiero
más.
Y lo
siento. Siento muchísimo no haber sido sincero contigo. No haber confiado en lo
que sucedía entre nosotros. Me daba tanto miedo perderte de nuevo que al final
conseguí justo lo que quería evitar. Te aparté de mis brazos. No volverá a
suceder. Lo prometo. Se acabaron los secretos __afirmó Guillermo sellando el
pacto con un beso fugaz.
__Se
acabaron los secretos _replicó Pedro, a menos que sea Navidad. O mi cumpleaños.
O nuestro aniversario. Ahora que lo pienso… __dijo con un brillo travieso en
los ojos__. Este día sería estupendo como aniversario. Es el día que por fin
nos hemos reencontrado.
__ ¿Y
el casamiento?
__Otro
pretexto de aniversario.
Pedro
estaba bromeando y Guillermo tenía la sensación de que el corazón se le saldría
por la boca. Que tenía alas y podía abandonar su pecho. Su Pedro… su Gastón era
el único en el mundo que sabía justo lo que él necesitaba.
__Te
quiero_ susurró__. Muchísimo. Muchísimo más de lo que te quise antes. Por favor
no vuelvas a dejarme.
Por esos instantes tuyos y míos que me
provocaron a amarte y me envolví en tu piel y sentí tu calor y me dejaste
amanecer en tus brazos. Por los momentos nuestros, de los dos y que nadie puede
borrar y se convirtieron en eternidad y nos dimos la vida para querernos. Y
quedaste dentro de mí.
Por esos instantes... Vale la pena vivir. ¡Cuando
te vayas! si algún día decides irte me quedará el sabor de tus labios, el olor
de tu piel en mis dedos y la mirada de tus ojos en la desnudez de mi cuerpo que
tú desnudabas y abrazabas las tantas noches que conmigo pasaste, se quedarán
besos en mi pecho, las caricias con que lo envolviste, esas noches eternas
amándonos, tus manos en mi cuerpo dejando tu huella, todo lo bello de ti se
queda dentro de mí, "tus besos, tu amor, tus te amo."
Mío eres y mío de mí, así es y así será… cada
vez que evoque tu nombre como lo más bello inolvidable de mi vida regalo que
Dios me dio estar en tus brazos. Tu amor. ¿Quién lo borrará? ¿Quién se atreverá a borrar
la huella de tus manos cuando siguen los besos de tus labios en mí y tus
caricias por todo mi cuerpo?
¡Ni tú podrás, porque pasaron a ser míos! Esos
instantes se convirtieron, en una eternidad, para ti y para mí. Niega, que te quedaste
con el olor de mi piel en los dedos y en
tu alma y en tu vida. Niega que me sigues amando. ¡Nos extrañamos todo el
tiempo!
En el alma, en la piel y en la vida volveríamos
a vivir esos instantes, con todo este amor que nos ata a los dos. Te quiero
loco, pero loco mío... Nada es peor que no tenerte.
__En tu beso sigo aprisionado como duende
feliz en su jaula, con alpiste suficiente,
con su bebedero rebosante. Así tu boca es fontana inagotable para mí y en tu amoroso abrazo gozo de la libertad de amarte, de gozarte con mi amor libertino, de libar tu miel para endulzarme, y morir en mí por un segundo.
con su bebedero rebosante. Así tu boca es fontana inagotable para mí y en tu amoroso abrazo gozo de la libertad de amarte, de gozarte con mi amor libertino, de libar tu miel para endulzarme, y morir en mí por un segundo.
Soy prisionero de tu mirar oscilante que cubre
toda el área de mí para hacerme saber que soy para ti por la mera coincidencia
de ser en tu estar.
¿Serán suficientes tus ojos para abarcar la
cálida geografía de mi cuerpo con sus dunas, planicies, huecos y recovecos sin
sentir que tu aliento se corta, y que tu boca se seca?
Tus ojos de emoción se humedecen invitándome a medir tu piel entera, palmo a
palmo con la palma de mi mano y moldearlo como si fuese de cera.
Que tú me dirás sin hablar, centímetro a
milímetro, cuántas lenguas mide mi cuerpo y cuántas caricias más necesitas para
hacerlo temblar.
Guillermo abrió la botella de Champán que
descansaba en el alfeizar de la ventana sirvió las copas que antes de entrar al
jacuzzi había dejado preparadas, mucho había por rehacer, mucho más por decidir
y planear… pero esa noche solo tenía un
propósito, un fin, reencontrar el amor que se perdió tres veces y que era la
vida y el sentido de la misma.
__Levanto mi copa por vos… para que la luz resplandeciente de tus ojos
siga iluminando mi camino.
__Mi copa en alto por ti para que de tus labios no me falte un te amo.
Este primer sorbo del elixir creado por Dionisio va por ti para que nunca falten tus besos y sean el motivo de este sentir tan infinito que se hace pleno cada noche cuando estoy entre tus brazos.
--Este licor que entra a mí aliena mis sentidos y solo hace que grite a voz sonora que eres lo más maravilloso que el universo trajo a mi lejano refugio, que te amo y amaré por ser tan auténtico, por existir, por todo y por tanto que no encuentro vocablos para describirte.
Te Amo y será como mi alma… Eterno mi sentir.
Pedro
lo miró con expresión dulce. El amor, su amor que Guillermo jamás había soñado
recuperar brillaba en esos enormes ojos castaños a la luz de las arañas.
__Nunca
más, Guille. Nunca más me alejaré de ti, nunca más los abandonaré.
CONTINUARÁ.
HECHOS
Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER
PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE
ADULTO.
ESCENAS
EXPLÍCITAS.
GUILLERMINA. ME PARO PARA APLAUDIRTE CON REVERENCIA ABSOLUTA . ME TRANSPPORTAS A ESE MUNDO MAGICO DEL AMOR PURO E INCONDICIONAL.GRACIAS
ResponderEliminarGiovanna Excelente
ResponderEliminarSara Que boniiiiiito
ResponderEliminarClaudia Hermoso
ResponderEliminarMyriam Maravillosa
ResponderEliminarMagdalena Hermoso
ResponderEliminarBertha Waooo
ResponderEliminarAy Eve, me encantó por supuesto...Parece que es verdad: el amor puede más...Y yo estoy feliz con este reencuentro y este amor maravilloso...
ResponderEliminarY habrá más. perdón que estoy triste, anduve ocupada y de duelo pero estoy, besotes
EliminarTe acompaño en tu dolor Eve...Mucha fuerza...Beso grande...
EliminarVeronica Lorena Piccinino Hermoso Eve Monica Marzetti... pero en vez de tanta poesía me hubiera gustado más amor real entre ellos... se que no te gusta escribirlo pero era el momento ideal para describir un hermoso encuentro
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