“Ésta
es mi casa
No
cabe duda. Ésta es mi casa
aquí
sucedo, aquí
me
engaño inmensamente.
Ésta
es mi casa detenida en el tiempo.
Llega
el otoño y me defiende,
la
primavera y me condena.
Tengo
millones de huéspedes
que
ríen y comen,
copulan
y duermen,
juegan
y piensan,
millones
de huéspedes que se aburren
y
tienen pesadillas y ataques de nervios.
No
cabe duda. Ésta es mi casa.
Todos
los perros y campanarios
pasan
frente a ella.
Pero
a mi casa la azotan los rayos
y un
día se va a partir en dos.
Y yo
no sabré dónde guarecerme
porque
todas las puertas dan afuera del mundo”.
*Mario
Benedetti.
"Sólo
se siente culpable quien cedió en su deseo". *Jacques Lacan /
"EQUIVOCADO".
CAPÍTULO
CATORCE.
Bs. As.,
lunes 11 de setiembre de 2016.
…
Debo regresar, no dije que salía, no quiero dañarla más __ dije atolondrado por
los besos.
… Te
acompañaré, debe acostumbrase a vernos cerca.
… Me
parece bien, Orestes es como tu papá, diré que estuve acá, arreglando lo de
mañana, empezaré... la farsa, ya comenzó, pero no era menor la anterior, quizá
el verdadero farsante aunque no lo supiera, fuera el de antes de tu llamado…
que no fue… EQUIVOCADO.
___
"Y
mirá que apenas nos conocíamos y ya la vida urdía lo necesario para
desencontrarnos minuciosamente. Como no sabías disimular me di cuenta en
seguida de que para verte como yo quería era necesario empezar por cerrar los
ojos, y entonces primero cosas como estrellas amarillas (moviéndose en una
jalea de terciopelo), luego saltos rojos del humor y de las horas, ingreso paulatino
en un mundo - Maga que era la torpeza y la confusión pero también helechos con
la firma de la arena Klee, el circo Miró, los espejos de ceniza Vieira da
Silva, un mundo donde te movías como un caballo de ajedrez que se moviera como
una torre que se moviera como un alfil. Y entonces en esos días íbamos a los
cine-clubs a ver películas mudas, porque yo con mi cultura, no es cierto, y vos
pobrecita no entendías absolutamente nada de esa estridencia amarilla convulsa
previa a tu nacimiento, esa emulsión estriada donde corrían los muertos; pero
de repente pasaba por ahí Harold Lloyd y entonces te sacudías el agua del sueño
y al final te convencías de que todo había estado muy bien, y que Pabst y que
Fritz Lang. Me hartabas un poco con tu manía de perfección, con tus zapatos
rotos, con tu negativa a aceptar lo aceptable. Comíamos hamburgers en el
Carrefour de l'Odeon, y nos íbamos en bicicleta a Montparnasse, a cualquier
hotel a cualquier almohada. Pero otras veces seguíamos hasta la Porte
d'Orleans, conocíamos cada vez mejor la zona de terrenos baldíos que hay más
allá del Boulevard Jourdan, donde a veces a medianoche se reunían los del club
de la Serpiente pare hablar con un vidente ciego, paradoja estimulante.
Dejábamos las bicicletas en la calle y nos internábamos de a poco, parándonos a
mirar el cielo porque esa es una de las pocas zonas de París donde el cielo
vale más que la sierra. Sentados en un montón de basuras fumábamos un rato, y
la Maga me acariciaba el pelo o canturreaba melodías ni siquiera inventadas,
melopeyas absurdas cortadas por suspiros o recuerdos. Yo aprovechaba para
pensar en cosas inútiles, método que había empezado a practicar años atrás en
un hospital y que cada vez me parecía más fecundo y necesario."
Rayuela.
Capítulo uno. Julio Cortázar.
Hoy…
Bs.
As., Ciudad Autónoma.
..
Pedro, ¿dónde estabas?
Me
preocupaste, no te sentías bien. __ Camila se vino a mí al verme regresar, al
fin Guille no entró, eludí la mirada sintiendo que mi rostro se desmoronaba en
la culpa.
..
Por allí, necesitaba pensar a solas.
…¿Estás
bien? __ dijo Orestes preocupado, los chicos se abrazaron a mis piernas, y
sentí una punzada de dolor en el pecho.
…
Sí, Orestes, algo preocupado por los cambios, es sólo eso.
Te
queremos papi, te extrañábamos __ dijeron a coro con las palabras cargadas de
amor, los abracé con el alma y con el cuerpo, Camila me miraba leyéndome,
estaba escrutándome de arriba abajo, sentía que sabía todo sin decirle.
…
También yo los amo. __ Los abracé con fuerza, las palabras se habían abierto
paso hasta mi pecho, habían anidado en las células de mi corazón, el mismo
donde albergaba el amor que sentía por Guillermo.
…
Hora de ir a dormir para ustedes, ¿comieron? __ Desalojé la angustia que
amenazaba con crecer, y decidí demorar la mirada en mi mujer.
…
Sí, querían esperarte, pero será mejor así, o se dormirían luego sin cenar.
…
Vamos que dormiremos,
no voy a cenar, iré a jugar con ellos, Camila, acompaña a tu padre.
“Lamentablemente
ella se lanzó lentamente hacia mí como
un felino a punto de abalanzarse sobre su presa, supe que le temblaba la
mandíbula, me asustó pensar que fuera el inicio de uno de sus ataque de ira,
pero cerró los puños y me siguió, callada”.
…
Camila, dije que te quedaras con tu papá. __
Abrí como pude la puerta de la habitación de los chicos, que se
aferraban a mí como cada vez que temían los gritos de la mamá.
…
Son mis hijos también, además puede dormirlos la nana, no quiero cenar, quiero
estar contigo.
… No
yo, no esta noche al menos.
…
¿Qué mierda te pasa, Pedro? __ alzó la voz, los chicos se asustaron, le lancé
una mirada reprobatoria, y los acaricié.
…
Espérame en la suite, les contaré un cuento y te veré allí.
…
Están grandes, ya. En nuestra suite, no veo por qué ocupaste otra.
… Mami,
¿por qué no nos quieres? __ dijo Dayana con la ingenuidad del niño.
…
¿Qué mierda dices, mocosa? __ gritó echando chispas por la mirada.
…
¡Basta, Camila!, no volverás a gritarle a tu hija, te vas __ dije con firmeza,
ella se quedó inmóvil mirándome con desdén, al fin dio media vuelta y
lentamente se fue, temí el portazo, pero no lo dio.
“Abracé
a los chicos y puse todos mis sentimientos en el abrazo, miedo, dolor, dudas,
culpas, amor, una dosis de gratitud por tenerlos, el terror de dejarlos sin
madre, pero consciente que sólo estaba allí por ellos, que era a Guillermo a
quien necesitaba, que sabía que él estaría para mí como mi padre, eso tenían en
común en el sueño además, que estaría cada vez que lo necesitara, que cuidaría
de mí si lo dejaba, y lo único que sabía en ese instante es que me iba a pasar
el resto de mi vida agradeciendo ese llamado aparentemente equivocado, esa voz
en el teléfono que me permitiera conocer de la existencia del amor, en la
persona de un hombre, de Guillermo, que jamás pensé que pudiera ser el primo de
mi mujer, y el hombre de mis sueños”.
… Papi,
¿mamá está mal de nuevo? __ preguntó asustada la nena, se me encogió el
corazón, sentí dos prensas de acero ciñéndome el pecho en sus dulces palabras.
…
Está cansada, nada más, como ustedes, mañana deben dormir hasta tarde, jugar con su nana en el
patio, ella necesitará descansar unos días, yo saldré a hacer trámites para
empezar a trabajar. ¿De acuerdo?
… ¿Y
Guillermito papi? __ dijo Thomas ansioso.
…¿Quieren
verlo?
…
¡Sí! _ contestaron a coro.
…
Bueno, ya veré de arreglar una visita a casa de Guillermo, entonces, ahora a
dormir, vamos, que papá debe hacerlo.
“Les
conté el cuento automáticamente, los ayudé a cambiarse, los arropé y arrullé
mientras vi la belleza de los rostros al trasladarse hacia el dormir, rogando
poder protegerlos de la locura de Camila o de la orfandad, de mí mismo, cuando
apagué la luz, el peso me dobló los hombros, sabía que ella estaría acechándome
en la suite, que no sería fácil escapar a otra.
La
encontré sentada en el borde de la cama, con la mirada perdida en la pared,
vacía la mente, o quizá en otro lugar”.
…
Camila, necesito tiempo, paz, mujer, por favor, entiende que no todo te sucedió
a ti, los chicos están en otro sitio, sin sus amigos, sin nada conocido más que
nosotros y el abuelo, no vuelvas a gritarles, no lo hagas.
…¿O
Qué? ¿Me internarás?
¿Es
lo que necesitas para decir que estoy loca? __ me espetó sin aviso __. Porque
pareciera que de pronto te molesta mi presencia, mi voz, mi contacto, me echaste de tu cama, vomitaste casualmente,
no intentes disimular que no estás pensando en dormir acá.
¿Qué
mierda te pasa? Siempre fuiste tú el que
me buscaba, me amabas, me volvías loca persiguiéndome.
… Quizá
ahora nada sea como entonces, es verdad, Camila, siempre te busqué, casi nunca
estabas para mí, siempre ausente aunque en mi cama, pensaba que recordando a tu
último amante, cuando en verdad estabas pensando siempre en Guillermo.
Quizá
sea hora de que tome conciencia de que nunca me amaste, de que fui tu ancla al
mundo, al hogar estable, a la cordura, a tu profesión _ dije con sinceridad y
se abrazó a mí como temía, temblando, otra vez con el llanto torrencial.
… No
digas eso, perdóname, ya pasó, Guillermo era una ilusión, necesitaba verlo, por
ello quise venir, para ver su cara, porque nunca antes la mostró, vivió enmascarado, es un farsante, es un puto
de mierda.
Y sí
debo quedarme, verlo caer, ver a sus personajes desmoronarse ante el odio del
hijo, porque en tribunales mi papito lo evitará, pero a Fabián lo perderá y será mi venganza, será su fin.
…
¡Basta, Camila! __Le aferré del antebrazo con rudeza apartándola, me miró entre asustada y confundida. __ No
volverás a insultarlo, es parte de
tu familia, tu padre lo ama, es tu
primo, debes convivir con lo que es, te engañaste sola, jamás te prometió amor.
… Lo
sé, pero lo creí, me perecía lo lógico, cualquiera moría por mí, menos él,
claro, pensé que era por esa borracha y no entendía.
…
Eres tan adicta como Ana, no quiero un insulto más.
…¿Cómo?
…
Escuchaste, no bebes, pero eres adicta a mí, a las relaciones enfermas, a las
pastillas, lo fuiste antes a drogas, ya deja tus propias máscaras, aunque en
verdad todos somos un poco farsantes, somos seres humanos.
… No,
tú no lo eres, Guillermo es un experto, es abogado, es tan famoso por su manejo
de la mentira, no quiero que te ensucie, no debes ser el empleado de otro de
sus amantes, te lo suplico.
… Mi
trabajo lo elegiré yo. Trabajo con abogados penalistas, y jamás nadie fue mi
jefe, soy psiquiatra, independiente de ellos, ese Miller no será mi jefe,
tampoco Guillermo, trabajaré con ellos que es diferente, mas antes debo
revalidar el título, hacer miles de papeles, esto es complejo, demasiado para
mí, para todos.
Deberías
pensar en ti antes que en mis jefes.
…¿Qué
quieres decir? __ Se secó el rostro con
la remera.
…
Que no estará Diego para ayudarte y bien sabes que tu psico_ diagnóstico no es
normal, Camila eres psicóloga, mujer, cuando estás bien sabes que no siempre
puedes estarlo.
…¿Otra
vez estás diciéndome loca? Te tengo a ti para ayudarme a ingresar al sitio que
elija. __ La mirada estaba cargada de
súplicas.
… No
Camila, no conozco a nadie ni tengo contactos ni deseo falsificar nada. Soy médico, no puedo tener como jefe a
abogados, pero tampoco soy especialista en
la clínica que necesitas, quizá sea hora de que asumas que necesitas
tratarte de verdad, y que sólo podrás manejar un consultorio.
…
¿No me vas a ayudar? Sabes que odio el consultorio, que me gusta la clínica, mi
papá pondrá dinero, él lo hará, él me ayudará y puede darte trabajo, mierda, no necesitas de
Guillermo.
… Ya
basta Camila, intenta si puedes conseguir trabajo, tienes nacionalidad y título
argentino a tu favor, cosas que yo no, temprano iré por ello, luego al estudio
Graziani y a conocer a Miller.
…
Quiero acompañarte, quiero ver a Guillermo con ese otro amante, me daré cuenta
si es un montaje o es real.
… Ya
termina con eso, Camila, no todo hombre será amante de Guillermo, déjalo en
paz, céntrate en tus hijos por ejemplo, sería más sano, y te necesitan, no
vendrás conmigo, no el primer día, no mañana, se terminó, ve a cenar o duerme,
yo iré a ducharme y a dormir en la otra habitación.
…
¿Me estás dejando, Pedro?
… Estoy
dándome tiempo y espacio para saber qué existe entre nosotros, Camila, qué
sientes, qué me quedó luego de tu confesión, hago lo mejor que puedo. Quizá
sería sano que vivas acá y yo en un departamento, hasta ver qué quedó de
nuestro matrimonio. Por lo que sé, no te salvó de nada, pensé que te estaba
rescatando de esos hombres casados, cuando convivías en sueños con un primo que
estaba lejos, que ni siquiera me presentaste jamás.
… No
me dejes, Pedro, no lo hagas, mi amor eres tú, te lo repito, no lo hagas, no...o…
…
Estoy agotado, no me amenaces, es lo último que necesito, déjame ir a dormir,
tengo demasiado que resolver y rápido, ni siquiera el título tengo, esto me
salió más caro que a ti, bailar al ritmo de tus caprichos, nos costará caro a
todos, trata de no hacerlo más difícil, hasta mañana, si es que te veo en el
desayuno, intenta estar con los chicos, ellos te necesitan más que nunca.
…¿De
lo contrario qué?
…
Son tus hijos, de lo contrario, me obligarás a plantearme la separación y la
tenencia de ellos por su salud, ya basta, termina con esto, Camila.
…¿Qué
dijiste? Jamás me robarás a mis hijos, jamás, ¿escuchaste? Antes me mataré, te mataría,
Pedro.
¿Cuándo
sucedió esto?
…
Hasta mañana, Camila.
“Ingresé
a mi habitación con el cuerpo y el alma destrozados, me desmoroné en la cama,
en un ovillo, mis hijos estaban sufriendo en parte por ella, pero también detestaba
el hecho de que fuera por culpa mía. ¿Cómo podría amar a Guillermo sin hacerles
daño?
Estreché mi cuerpo con mis propios brazos,
casi vi la parte equivocada de mi sueño de años, y al cabo de instantes las
lágrimas se tornaron en sollozos, y éstos en un llanto agitado. No supe cuánto
tiempo dejé que mi alma se desahogara, que exorcizara los demonios de lo que
había sucedido, que sabía que jamás desaparecería.
Camila necesitaría ayuda psicológica, quizá
psiquiátrica, era imperioso que lo viera, que la aceptara.
Sacudí
la cabeza intentando desalojar las imágenes con Guille en Chile, retozando en
la cabaña, riéndonos al desayunar, disfrutando uno del otro de un modo que
jamás había vivido antes con Camila ni con nadie. Recuerdos de mis sueños
haciendo el amor con él, en todos lados, contra la pared, en la cama, en la
ducha, amándonos hasta que perdíamos la razón. Recuerdos de cuando pasábamos
horas usando los labios, besándonos cada milímetro de nuestra piel,
imaginándolo con el otro en el teléfono, soñándolo, en la realidad de besos
furtivos y de miradas en Chile, y al llegar. Acababa perdiendo el conocimiento,
muriendo en orgasmos imaginarios por la boca y la destreza de ese hombre.
Recuerdos del compromiso jurado en susurros, con las bocas pegadas. Era en lo
único en que podía pensar, mi mundo se reducía a él, al hombre que amaba sin
saberlo desde años tras, quizá más, por nada del mundo podría traicionar su
confianza, sin embargo mis hijos eran un límite infranqueable, la cordura de
Camila era otro por ellos, necesitaba más tiempo, intenté persuadir a mis sentidos, pero todo
gritaba por él, para él, necesitaba de sus besos, del sabor de su aliento, del
calor de sus brazos, del ardor de sus miradas, de Guillermo Graziani, del
hombre que amaba.
Me vi en la playa, en ese amor que sigue creciendo, que extinguiría la
soledad de años.
Lo
llamé.
…Mientras,
miro por la ventana, un cálido día, un cielo esplendoroso prometiendo un
despertar glorioso y, mirando el mañana con optimismo, en verdad llego a
sentir que el amor todo lo puede, todo
lo supera y todo lo soporta. Guille, te
amo, añoro los días en la playa, me veo caminando por la arena, en un paisaje
conocido y querido, nos comprometemos en una relación más seria, profunda y
estable. Mientras, el oleaje moja nuestros pies. Vamos dejando, un camino de
huellas en la arena. Y atrás, quedan las penas y amarguras, los equivocados en
el suntuoso camino de la vida. Juntos, unidos por nuestro amor, caminando por
los caminos de mi país o del tuyo. Cuánto te amo mi amor. Más que las gotas al mar.
Más que las estrellas en el infinito. Más que mi propia vida, que sin ti no
sabría cómo continuarla, sin embargo aquello pasó, en este presente ella
amenaza, ella grita, mis hijos temen, tú
tienes amantes, una mujer, un hijo que todo lo ignora.
…Cielito,
no estás preparado para ser como yo, no podrías mentir, no eres un farsante lo
supe siempre, te esperaré lo que sea necesario,
no sabes cuánta pelotudez me callo, cuánto aguanto yo cada día, se lo
diría a Camila si no fuera mi prima, casi una hermana, ven tranquilo, no te presionaré,
me bastará con mirarte, te amaré en la voz, en la mirada, en cada roce, en cada
abrazo, hasta que puedas rendirte sin culpas, hasta que ella se marche, hasta
que no temas por los chicos, hasta que no sientas que es equivocado.
…
¿Guille?, ¿sabes que si no tuviera dos hijos con ella todo sería muy diferente
entre nosotros desde la primera vez, verdad?
…
Sí, Pedro, lo sé, descansa, duerme, lo sé.
.. Siento
que amenaza, veladamente pero lo hizo, siento que maltrata a los chicos, se me
congela la sangre, pero al menos logré escapar de su cama, le dije de irme a un
departamento, aunque me arrepentí al oírla gritar a la nena, no puedo aún.
Necesito
un poco más de tiempo para pensar, a la vez tengo todo por hacer, trámites,
título, conocer el estudio, el manejo, la brigada, Guille…
…
¿Qué?
… ¿Miller?
…¿Qué
sucede con él?
… ¿Es
hoy tu amante? __ dije sin poder evitar la punzada de celos agobiándome en el
pecho.
… No
le será ya, ni él ni nadie, Pedro te amo, te amo y quiero ser tuyo, que seas
mío, no existe más José, ni Juan. Nadie más.
Maldigo
no haber dicho la verdad a mi hijo desde pequeño, no estar divorciado o jamás
haberme casado con Ana, pero es así, viví equivocado no esperando el amor, y
sin predicciones ni control estabas junto a Camila del otro lado del país,
ahora todo deberá tener un costo, lamentablemente para todos.
… Lo
sé, disculpa, intentaré verlo como a cualquiera. Temprano iré al estudio,
quiero conocer a tu gente. Luego a tu hijo, los chicos desean ver a
Guillermito, organizaré con Orestes el fin de semana, haga lo que haga y diga
Camila, no le permitiré que los separe.
… Me
parecería bien, Ana callará, mi hijo preguntó por ustedes, desea conocerlos, le
dije que ella no está del todo bien, por las dudas, también necesito tiempo
para decirle la verdad, mierda, es un hombre, no es vulnerable como tus nenes,
pero callé más de veinte años, me odiará, por cobarde, fui un estúpido imbécil,
cavé mi propia tumba, no pude amar a
nadie porque no me amaba a mí mismo, hasta que me di de bruces con vos, y me
enamoraste en la mirada.
… No
hables así, hagamos las cosas despacio, caminemos juntos, nos veremos, compartiremos
miradas, abrazos, comidas, reuniones, y en el camino el cielo se irá
despejando, debe de ser así.
…
Tienes razón, supongo que debe de ser así, pero ahora mismo desearía tenerte
acurrucado contra mi cuerpo, verte dormir, estudiar tu rostro dormido, leer las
líneas que lo surcan. Me hundiría en tu cuerpo, pegando mi corazón al tuyo para
acoplar nuestros latidos, y me permitiría indagar tus sentidos hasta poder
comprender cada uno de tus temores. Coronaría de besos el pelo, el rostro
dormido, borraría las huellas de las infamias de otros de tu piel, desalojaría
mi raciocinio junto a la ropa que echaría amontonada al piso de la casilla para
amarte como salvaje, como un animal hambriento despojado de intelecto, de pudores,
de juicios, de piedades, para volverse sólo piel, carne, cuerpo, para amarte
hasta que las caricias quemaran la piel, hasta que se derritiera en una y así
embeberme de tus sales, de tu aroma.
. “Esto...
lo nuestro” ya no es una simple elección, nuestro amor estaba dictado y marcado
por el destino. Estaba escrito. Necesito cumplir con el sueño con que ese Dios
en el que no creía te dijo en susurros que podríamos tener la noche más bella
en cualquier lugar, porque el hogar es el sitio en el otro, acá, en Chile, en
la casilla del Delta, así te amo Pedro.
Vi
en la transparencia de tus ojos la propia, mi reflejo, sólo yo, sólo vos
podemos borrar blasfemias y sentires de otros equivocados quitando emociones y
sensaciones que no les pertenecían, para tatuar sólo las nuestras, las de seres
destinados a estar juntos hoy, mañana, o alguna vez, pero juntos y te podré
llevar al infinito en cada instante que me quede de vida, no podrías ser mi
redención si no me amara y te amara antes, y lo lograste sin proponértelo antes
siquiera del encuentro de miradas, sólo la voz fue suficiente.
Te
amo, Pedro, aguantaré lo que sea, te amo.
“Cuando
la llamada terminó, quedé sentado en la cama, besando el teléfono como adicto
fetichista, con la mirada perdida.
Mi
tranquilo amor, a la vez el fiero abogado, el hombre y amor de mi vida deseaba
cuidar de mis sueños, estaría allí, costara lo que costase, le besaría hasta la
última de sus heridas, mentales y físicas. Lo borraría todo, lo de otros, con
mis palabras, con mi cuerpo, amándolo más que en mis sueños imaginarios durante
esta vida y quizá más allá”.
..
Te amo, Guille __ dije en voz alta aunque él ya no pudiera escucharlo, tal vez,
sólo tal vez, estás palabras podrían viajar por el aire hasta su cama,
colándose por sus ventanas, donde, como mínimo esperaba que las sintiera,
palpables en caricias sobre su piel, sobre su alma, en su corazón.
Entonces
agotado, me sumí en el mundo de los sueños.
Provincia.
“Pedro,
llevaba años preguntándome el significado de la palabra hogar. Aunque la
realidad es que la farsa, el pecado lo había sido desde que salí de casa de mis
padres, durante la mayor parte de mi vida, lo cierto es que allí jamás me sentí
yo mismo del todo menos en ningún lugar físico, en ninguno hubo alguíen esperándome,
recibiéndome en amor al llegar excepto quizá Fabián, más cuando era niño, mas
no me alcanzaba porque detrás estaba Ana.
Hoy
siento que todo el mundo ha seguido con su vida o está en el camino como Alberto
con Gaby, sin embargo yo llevo años en el mismo lugar, en un largo periodo de
adormecimiento, estancado en el vacío, como nunca preparado para dar ese salto
que Beto espera de Gaby, yo la empujo a ella, porque jamás me jugué en darlo,
la diferencia es que para mí la vida antes del llamado, de tu voz, era una
paleta de grises, no tenía color. Lo único que veía eran tonos de grises, negro
o blanco, como en tribunales en cada aspecto de la existencia. No encontraba
belleza a mi alrededor, no amé, y no me jugué, estaba vacío, antes de vos me
definía el gris, y el vacío, el no sentir, a veces apenas un dejo de culpa para
con mi hijo, ni siquiera con Juan, menos con los otros tipos que usé, con Ana.
Ahora
en esta habitación, con la copa de whisky te imagino, pierdo la mirada en la
ciudad dormida, me quedo mirando el cielo. Está oscuro, cubierto de nubarrones,
amenazando las calles con una tormenta de verano en primavera. Refleja
exactamente mi vida, el gris, las nubes, la tormenta que se avecina por este
amor, mi estado de ánimo anterior a vos. Un fogonazo de luz a lo lejos me hizo
anticipar el trueno, contar en su espera, con el teléfono en la mano, oí el estruendoso
sonido y un nuevo estallido de luz atravesó el cielo como un flash demasiado
intenso, me ciega, y desaparece tan pronto como llega, me cierne el temor de
que sea un presagio, de que desaparezcas
de mi vida así como tu voz llegó al teléfono, literalmente entraste a mi vida
por la voz en el teléfono, yo hice la llamada, esperando llegar a Camila, luego
llegó tu mirada, mi reflejo en tus pupilas que bailaban al son del ritmo de las
mías en el aeropuerto, para terminar sobre una ola, en la playa de Chile.
Desde el instante en que bajaste de la tabla
de surf, pisaste la arena y observé cómo caminabas hacia mí, robándome la
cordura, arrancándome gemidos. Eras un dios del sol, el sol mismo en la sonrisa
con hoyuelos. Bronceado perpetuo, con el pelo húmedo y las lágrimas del Océano
cayendo por un pecho que podría haber
sido tallado en piedra por su firmeza.
Tus
ojos de color miel colmados de dulzura comparable se prendieron en los míos en
un día primaveral, pero nada de eso me atrajo de vos, o fue todo, pero más lo
hizo la seguridad con que manejabas esta
tabla, en vos mismo, tu peculiar sonrisa, la manera desenfadada con desparpajo
de caminar, de hablar, como imagino que debes hacer el amor. Es como si tu
cuerpo estuviera diseñado para estar ensamblado al mío, para acariciarme, para cobijarme en tus
brazos. o tal vez lo contrario, tal vez mi cuerpo necesite estar a tu lado,
darte refugio entre mis brazos, anhelo tus caricias, tu alma, tu corazón.
Por
favor, ven a mí __ rogué en voz alta al tiempo que sentí un inmenso calor que
me quemaba desde dentro, y un presentimiento instantáneo me erizaba el vello,
la imagen del bello rostro demudado de Camila, y las lágrimas empezaron a
descender por mi rostro, mientras sentí el cuerpo temblar, el corazón en un
puño, suspirando por el recuerdo de la voz de Pedro, a quien acababa de
entender, en la visión de Camila.
Me
apreté las sienes con los dedos, intenté relajarme, necesitaba dormir, quizá lo
encontrara en el sueño”.
Ciudad.
Autónoma.
“Siento
los labios cálidos y húmedos finos cuando rozan los míos, gimo, lo escucho
jadear como si el eco llegara desde lejos, quizá desde el teléfono. Realizando
lentos movimientos elevo los brazos hasta las caderas de Guille. Lo miro, él
gime, la noche iluminada tan sólo por reflejos de la luna, lo muestra aún más
bello, me imita en espejo, hundiendo los dedos en mis caderas con la fortaleza
que lo caracteriza y aunada al roce me hacen gemir, mientras mi cuerpo entero
se estremece, se arquea y contorsiona, sé que me arrodillo, hundo la cara en
él, tira sin dolor de mi pelo, siento hambre, sed, necesidad de su fuente, de su carne, de su
esencia.
Acaricio
con ternura su fuerte torso, me devuelve un mordisquito en mi labio inferior,
que recibo con placer y adrede le doy uno en su labio superior, chupándolo lo
introduzco en mi boca, en el húmedo calor de mi ósculo, jugando como cada vez
en mis sueños antes de amarnos de verdad, pegándonos pieza a pieza, sintiendo
el deseo latir contra las caderas. Abro la boca, su lengua no vacila, ése era
el beso del amante que sabe cuándo dar, cuándo recibir y tomar, sus movimientos,
los sonidos de ambos se están abriendo paso al sitio del cerebro donde está el
placer, el que sólo puede detonar él, lo estoy devorando, elevo las manos,
atrapo las mejillas y lamo la boca de mi hombre, saboreándola, provocándolo,
disfrutando de la danza magistral de las lenguas. Puedo percibir su esencia, y
hasta su masculino aroma a hombre, a madera que me sume en placer y deseo de
más, meneo las caderas, hundo la lengua en su boca, me pasea las manos haciendo
cosquillas en los brazos, desciende por los costados, delinea las costillas, me
deslizo por la superficie de su cuerpo reptándolo como si fuera una serpiente
enroscándose alrededor de su presa.
…
Guille, te deseo __ digo en su boca. Gime, siento más oleadas de calor que me
encienden por entero, sus manos están por todas partes, meneo las caderas, me
vuelvo, lo dejo que se interne en mi ser, penetra con suavidad. Como jugando a
descubrirnos sin apuro, disfrutando cada momento. Ya no concibo vivir sin
sentirlo dentro de mí, es mi verdad, la que soñé por años, grito de placer el
te amo. Me acomodo a su ritmo, me acompaso a él sintiéndolo más adentro, y el
silencio es música celestial, es coro de
ángeles cuando une a mi voz su grito callado, y acelerando los movimientos me
eleva, volamos en la mezcla de dolor y placer que conozco a su lado. Poco a poco,
sus movimiento se tornan compulsivos y su voz se quiebra en un bramido que
amenaza con llegar. Sigo sus deseos, me muevo con fuerza, me acoplo a sus
movimientos, el corazón late con el
suyo, su lengua traza senderos en mi espalda, se demora en la nuca, barre el
cuello y los hombros, estremece cada centímetro, bebe mi rocío.
Disfruto
de su aroma, de sus gemidos y de su poder en mí, hasta tomar conciencia que lo
único importante que me ha pasado en la vida ha sido conocerlo.
Cierro
los ojos, jadeamos y me rindo totalmente hasta sentir sus espasmos finales. Volamos
juntos en el grito ahogado del silencio, el alivio de la lluvia en un día de
verano y el desahogo de cada parte de mi cuerpo.
Guille
jadea, me da pequeños mordisquitos, hasta que pierdo el conocimiento,
aferrándome a su pecho como si no existiera un mañana, ni nadie más en el
mundo.
…
¡Guille, mi amor, no, otra vez en sueños, ya no!
Provincia
Estudio
Graziani y Asociados, martes 12 de setiembre de 2016.
…Vivía
feliz en mi quimera, amándote sin que me amaras, vivía de mentiras de amor,
esperando mi frase favorita de un te amo, un te extraño, un te quiero de
cualquiera. Juan me había notado distante, ya no era el mismo
luego del llamado, mis ojos denotaban una nostalgia que tenía tu mirada. El
frio penetró en nuestra cama, el silencio acompañó nuestros ratos compartidos.
Llegó el día amargo, nos sentamos cada quien en un sillón. Le dije por suavizar el momento que fuéramos
amigos, pero cómo mirarme sin desear darme un beso en esos labios que un día
fueron suyos. Cómo no soñar en las mañanas que cansados amanecíamos abrazados
mirándome absorto la paz con que dormía.
Por
eso me gusta escribir porque yo defino lo real o irreal en el final de mis
escritos, casi siempre idealizo o me masturbo la mente haciendo que muera de
amor el protagonista, o llore de pena porque nunca será feliz. Retratando mi
vida artificial teniéndote sin tenerte.
Y
así terminé con él como hombre, dejándole una carta en su departamento, en la
cama.
Desde
que regresé de Chile, pasaste a ser el centro de mi vida, no me extraña lo que
sentiste anoche, en verdad sucede en algún plano, sentí lo mismo.
En
ocasiones cierro mis ojos para no verte. En mi mente burlona ansiedad del alma
mía refleja tu rostro, tus labios, tus manos. Desde la vez en que eternizaste el momento de ser
mío en un beso.
Intenté
en vano en un sobre cerrado enviar mi desamor al espacio, pero me lo
devolvieron con sello de dirección diferente, ¿será que el desamor viene a mí
en forma de lágrima, sin dirección a donde enviar un sollozo o un suspiro? Te
imagino dándome un beso de amor tal vez agazapado en mi mente febril para
luego, emboscarlo y asesinarlo.
Quise
escribirte una carta de despedida, pero mis lágrimas nublaron mis ojos, mi
mente empezó a dibujarte de los momentos en que juntos nos reímos de la vida.
Terminé adorándote, deseándote, amándote, extrañándote menos olvidándote.
Si un día dijeras que amas a otro hombre, cabizbajo caminaré sin saber
qué hacer con miles de preguntas asesinando mi alma, la ansiedad me dominaría,
querría saber del ladrón.
Lo soñé, sentí rugir la bestia de los celos, cuando
quedamente me dijiste que amabas a otro hombre que de sólo pensarlo me sacaba
un suspiro triste, viste mis ojos llenos de tristeza, cabizbajo, meditabundo me
tomaba mi cabeza entre mis manos, sentía a flor de piel la herida en mi
corazón. Viéndome en tal estado, clavaste tus ojos en los míos. En seguida continuaste que amabas a otro
hombre, tomándome suavemente mi mentón con tu dedo pulgar elevaste mi cabeza
para que mis ojos estuvieran a tu nivel, sentí tu mirada penetrar
profundamente, por qué sufres amado mío musitaste, si quién más que tú puede
saber que ese hombre eres tú o más bien dicho eras tú en los días que una flor
en mi ventana decía cuánto me amabas, la
cual se marchitó por la cotidianeidad de la vida. Tus ojos se llenaron de
lágrimas continuaste, que seguías amando a ese hombre que con besos, mimos y
caricias te encumbraba al universo, ese galán que día a día te traía una
palabra de amor, o te daba un beso sin pedirlo sin anunciarlo, simplemente te
lo daba entregándote el alma.
Fingí
mirar a otro lado, para que no notaras mi turbación, nunca esperé una respuesta
así, mi corazón latía presuroso alegre de saber que yo era el propietario de
tus pensamientos de amor, me vi recordando los momentos felices de nuestros
días. Aquellos días del arco iris que no podría olvidarlos marcando mi vida. No
dije palabra alguna, simplemente te abracé en silencio dejando que mi pecho
estuviera en comunión con el tuyo estampando un beso en tu frente sin más
palabras que nuestras miradas de amor que se cruzaron para seguir eternamente
enamorados.
…Guille,
yo jamás amaría a otro hombre, siempre has sido tú, el del sueño, la voz, la
mirada, el abrazo, siempre tú, y con ella ya no puedo siquiera dormir,
pero no encuentro la salida, no sé
mentir, no puedo seguir la farsa, a veces como anoche estuve a punto de decirle
que si te deseaba ver como gay, entonces que sería a mi lado, que haríamos el
amor, porque yo era tu hombre, porque ya lo soy, ni Juan, ni Miller como ahora
desea ver, yo.
…Permiso,
Guille, hola Pedro, encantada.
…
¿Gaby?
…Sí,
la única, Guille nos contó todo antes de que llegaras, nada, está todo bien, bienvenido
al estudio, a nuestras vidas.
… Gracias.
__ Me acerqué y de súbito sentí la necesidad de abrazarla, la sentí amiga, y lo
hice sin darme cuenta del rostro pétreo que estaba detrás, que la acompañaba.
…¿Miller?
__ Me separé de Gaby, Guille asintió, Miller me odió, lo supe en las vísceras,
lo leí en la mirada, ese hombre sería mi compañero de trabajo, sin dudas amaba
a Guillermo.
CONTINUARÁ.
HECHOS
Y PERSONAJES SON FICTICIOS, LOS ÚLTIMOS PERTENECEN A POL- KA.
CUALQUIER
PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.
ADVERTENCIAS:
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.
Mario Bueno Eve, se agradece
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ResponderEliminarSandra Sarmiento Saludos mi linda, gracias a ti siempre por tu especial atención a todos, por tu obra. Bendiciones querida Eve Monica Marzetti
Tamaira bello. Muchas graciad
ResponderEliminarMarinela Roger
ResponderEliminarTraducido del Portugués
Que maravilla
Anni Luro Que hermoso
ResponderEliminarJose May Muy lindo linda tarde
ResponderEliminarMari C Gracias Eve, buen día, feliz domingo Hermosa
ResponderEliminarMarcela , me encantó. Graciss querida Eve! Feliz domingo!
ResponderEliminarRaul Aguilera Garcia Hola buenos días saludos.
ResponderEliminarGracias muchas gracias bonita historia queda prohibido ahora parece, saludos.
Daniela Wuaaa que letras cuanto amor!!!
ResponderEliminarMartha ,es Real? Hermoso!
ResponderEliminarEnrique No tan escondido 😂😂😂 ya deje mis humildes letras para el concurso. Gran abrazo amiga. Admiro tu entrega, escribir, y organizar grupos, eventos, lo más..
ResponderEliminarOlga Muy hermoso
ResponderEliminarLucy Chadid Chadid Que bonito gracias
ResponderEliminarAli Fernandez GENIAL
ResponderEliminarPilar Muy bonito
ResponderEliminarJose Perez Bello
ResponderEliminarLuz Que bonito
ResponderEliminarZoila ,que preciosura
ResponderEliminarMartha Hermosas letras
ResponderEliminarVictoria Precioso
ResponderEliminarExtraordinario capitulo, una trama compleja e intensa el amor que sienten es invetable a pesar que todo alredor se complique, a un mas con Miller indeseable,apasionante historia gracias por tanto escribís brillante leerte un placer te quiero :) genia !!!
ResponderEliminarMuy buen capítulo me gusta mucho como se van dando las cosas y Pedro celoso me encanta
ResponderEliminarHermosa historia Eve, complicada por ahora pero seguramente el amor de ellos vencerá cualquier obstáculo...
ResponderEliminarViviana Impresionante
ResponderEliminarAlicia Mayudana Bellísimo!!!
ResponderEliminarRosita QUE BELLEZA
ResponderEliminarSol Urvino El camjno hacia Guillermo esta cada vez mas dificil para Pedro, demasiados palos en la rueda de ambos. Un BESO, EVE.
ResponderEliminarHermoso capítulo!!! Espero con ansias poder leer el próximo
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