“NO FUIMOS CULPABLES”.
CAPÍTULO QUINCE.
"¿Pero no hemos vivido así todo el tiempo,
lacerándonos dulcemente?”
Rayuela cap. 21, J. Cortázar.
"Todo hay que volver a inventarlo. El amor no tiene
por qué ser una excepción".
El libro de Manuel 1973.
Julio Cortázar.
“Una carta de amor. (Salvo el crepúsculo)
Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo,
como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,
todo eso es tan poco,
yo lo quiero de vos porque te quiero.
Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,
y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad”.
Julio Cortázar.
Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo,
como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,
todo eso es tan poco,
yo lo quiero de vos porque te quiero.
Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,
y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad”.
Julio Cortázar.
“El que ha conocido sólo a su mujer y la ha amado, sabe
más de mujeres
que el que ha conocido mil”. León Tolstoi.
que el que ha conocido mil”. León Tolstoi.
“Tal vez estamos en el mundo para buscar el amor,
encontrarlo y
perderlo, una y otra vez. Con cada amor volvemos a nacer y con cada
amor que termina se nos abre una herida.
Estoy llena de orgullosas cicatrices.” Isabel Allende.
perderlo, una y otra vez. Con cada amor volvemos a nacer y con cada
amor que termina se nos abre una herida.
Estoy llena de orgullosas cicatrices.” Isabel Allende.
"Dicen que el hombre no es hombre mientras no oye su
nombre de
labios de una mujer." Antonio Machado.
labios de una mujer." Antonio Machado.
Bs. As., martes 14 de marzo de 2017.
Ciudad Autónoma.
“Dayana me miraba fijamente y me sonreía, no había tenido
muchas novias y no sabía qué decirle, el miedo que me daba recibir su rechazo
me impedían decirle una sola palabra. En el momento no me percaté de muchas
cosas, pero acepté llevarla a casa de los abuelos, estaban instalados en lo de Moravia desde
días atrás pese a pasar muchas horas en la casa del Delta.
Al estar a su lado
sentía una mezcla de sensaciones, sentía un poco de miedo y estaba también muy
emocionado. Me pidió que le diera mi mano y la acarició en su mejilla, me
sonrojé y sentí algo inexplicable en mi pecho. Ella no me quitó la mirada de
encima y yo sólo podía sostenerla durante pocos minutos, pero estábamos
sumergidos por un mar de nubes que nos tenía en otro planeta. Llegamos a una bella mansión, ella se bajó y me abrió
la puerta. Una hermosa velada nos esperaba, parecía que todo estaba arreglado y
yo sólo creía que era una bella y loca coincidencia. Nos sentamos en la mesa y no había dicho una sola palabra, ella tampoco
dijo nada, ese momento se volvió muy incómodo, quería salir corriendo, no tenía
la experiencia necesaria para enfrentarme a una comida a solas en esa casa”.
__ ¿Te gusta la sorpresa? __ interrogó y pareció sana.
__ Me encanta, pero no imaginé que dejarías a los abuelos
en el Delta y que nos quedaríamos acá __ dije entendiendo que no estábamos
solos para cuando la empleada de la casa
llegó con la bandeja de plata y los filetes con papas al horno que ella había
pedido.
__ Mi amor, es sólo almorzar, mis abuelos me recolectaron dinero en estos
días en que estuve en estudios y sesiones,
quiero saber cuánto tenemos, traje ahorros que me dio papá y Guille, los
míos, y con ellos iremos a comprar cosas para los chicos, ¿vale?
__ ¿Te sientes con energía como para hacerlo?
__ Sí, necesito ir, hoy, sabes que pasado mañana tengo
sesión de quimioterapia, no podré luego, ellos están ilusionados, es un
milagro, entre la gente del estudio, los papás y los abuelos, he juntado mucho
dinero para los chicos, además de las cosas que
serán regalos.
El médico sabe que estoy acá, está en camino, me
revisará, no sé qué detalles quiere corroborar porque ya hizo todos los
estudios, pero vendrá en un rato, come amor.
“Después de que el medico se fue, Dayana se sentó en el borde de la cama y me
miró detenidamente, luego se acostó a mi lado y puso su cabeza en mi pecho, mi
corazón estaba palpitando fuertemente y sabía que ella lo sentía, comenzó a
acariciar mi mano y fue acercando su rostro sobre el mío, deseaba que esto no
fuera un sueño y que ella estrechara sus labios sobre los míos, su boca y mi
boca cada vez estaban más cerca y su respiración estaba muy caliente, sabía que
ella sentía empatía conmigo y sólo pensaba en el momento que nuestros cuerpos
se unieran…, algún día”.
Mi nena, mi princesa. En horas iniciará diez sesiones de
quimioterapia, al parecer seleccionada según los resultados de marcadores
genéticos y tumorales. Estamos yendo a la iglesia, además a yoga, a acupuntura.
A reiki.
Mi papá se enfadó cuando le dije, pero el médico me dijo
que podría ayudar y yo deseo hacer todo.
Llegamos al orfanato al atardecer, el director hablaba
por teléfono, y nos acomodamos dispuestos a esperar. Estábamos sentados en un
banco del vestíbulo donde se abría la puerta del despacho, cuando ella se giró
hacia mí.
__ Me alegro de saber que comenzaste a cursar, Fabián, no
debes dejar la facultad, lo mío puede ser largo.
Me sentí orgulloso y abatido a la vez, pero me dejó totalmente descolocado, cuando de
repente cambió de tema.
__ ¿Piensas mucho en el futuro, Fabián?
__ Supongo... claro, supongo que sí, en el de ambos __
contesté con cautela y me dedicó una sonrisa.
__ ¿Qué es lo que
quieres hacer en la vida?
Me encogí de hombros incómodo, sin saber dónde quería
ella llegar con semejante pregunta justamente a horas de iniciar el
tratamiento.
__ Todavía no lo sé. Lo que hago, supongo, estudiar,
recibirme, llegar a ser abogado como nuestros padres, al menos sé que no me
enviarán a ninguna guerra como…__ disculpa.
__ Está bien, sucedió, ellos apenas estaban cursando
cuando les pasó aquello, la vida no siempre se entiende Fabi, menos es justa
para todos. Pero tú lo conseguirás, serás abogado y trabajarás con ellos, con Gaby
y con Beto.
__ ¿Cómo lo sabes?
__ Porque eres
inteligente, estudias, y he rezado para que
así sea.
La siguiente pregunta me dejó más desconcertado.
__ ¿Y después de
la universidad qué piensas hacer?
__Trabajar, especializarme en lo penal como ellos creo.
¿Y tú princesa qué quieres hacer en el futuro?
No sé si la herí, quise animarla, empujarla hacia la vida, mas desvió la vista hacia un punto lejano, como si su pensamiento se fugara de mí, pero la mirada perdida pronto se desvaneció.
__ Quisiera
casarme __ apuntó lentamente como ya alguna vez___. Y cuando llegue el momento,
deseo que mi papá me lleve hacia el altar, y que toda la gente que amo se
encuentre en la iglesia. Quiero hacer tantos amigos acá que la iglesia se encuentre
abarrotada de gente, y que tú me esperes ansioso al llegar. Eso es todo lo que
quiero de verdad. Si Dios me permite sanar, estudiaré por supuesto, pero en
verdad desearía casarme, darte hijos, vivir más años que mamá.
__ ¿Hace mucho que concurres a orfanatos? __ interrogué
atolondradamente para cambiar el tema.
__ Desde que murió mi mamá, te conté antes, desde los
ocho años, era incluso más pequeña que
algunos de los chicos que conocí en ellos.
__ ¿Te gusta o te entristece?
__ Ambas cosas. Algunos de los chicos han pasado
situaciones horribles. Sus historias te parten el alma, cuando te ven llegar
con libros de la biblioteca o con algún juego nuevo, sus sonrisas consiguen que
toda la tristeza se desvanezca. Es el sentimiento más maravilloso del mundo.
Por eso quise venir, ellos me ayudarán en lo mío, amor, me darán su energía, me
robarán la pena.
Resplandecía mientras hablaba. Aunque su intención lejos
estaba de hacerme sentir culpable, lo consiguió. Era una de las razones por las
que resultaba duro estar con ella, apenas me iba acostumbrando. Ella podía
sacudir la conciencia de cualquier modo.
En ese momento el director abrió la puerta y nos hizo
pasar. El despacho parecía una habitación del hospital, con las baldosas del
suelo blancas, las paredes y el techo iguales, y apenas un armario de metal
apoyado contra la pared. La mesa era de metal, neuróticamente impecable.
Estrechamos su mano y ella le explicó nuestro plan,
cuando comenzó a explayarse hasta llegar a la Navidad, tuve la esperanza, de
que estaba sana.
El director comenzó a dar golpecitos con una birome en la
mesa, supe que el plan de mi princesa, por su ceño, no le agradó y ella
intentaba entusiasmarlo.
__ Niña, esas fechas son suficientemente duras aquí, el día
de la madre, del padre, las fiestas anuales, incluso sin recordarles lo que
están perdiendo, pero pueden venir
cuando quieran, que ellos se acostumbren a verlos cualquier día, y
entonces para esas fechas parecerá un día más.
Pondremos un árbol en diciembre, luego regalos, sin más.
Después de despedirnos de
él, caminábamos despacio en silencio. Sabía que ella estaba triste,
cuanto más tiempo pasaba a su lado, más
me daba cuenta del cúmulo de emociones que la invadían, no siempre podía
estar animada, como intentaba.
__ Siento que no haya
aceptado que le organizaras funciones de teatro __ dije con suavidad.
De nuevo ella
volvía a tener la mirada perdida, y tardó un momento en reaccionar.
__ Sólo quería hacer algo diferente para ellos este año,
algo especial que pudieran recordar toda la vida. __Suspiró__. Pero, por lo
visto deberemos tomar un camino alternativo.
__ Ya que estamos aquí, ¿te gustaría ver a los
chicos? __ sugerí rompiendo el incómodo
silencio. Fue lo único que se me ocurrió para animarla__. Puedo esperarte aquí
o en el coche.
__ ¿Te gustaría
entrar a verlos conmigo? __ soltó de repente.
Para serle sincero, no sabía si estaba preparado para
aquello, pero sabía que ella deseaba que entrara con ella. Y la sentía tan
deprimida que las palabras fluyeron espontáneamente.
__ Por supuesto, lo haré encantado.
__ Deben estar en la sala de juegos, por la hora __
comentó.
Recorrimos el
pasillo hasta el final, En el vestíbulo, detrás de las dos puertas abiertas,
había una estancia amplia. En una esquina un pequeño televisor, alrededor del
aparato unas cuarenta sillas plegables de metal. Los niños estaban sentados en
ellas, apiñados, era evidente que sólo los que estaban delante gozaban de buena
posición frente a la pantalla.
Eché un vistazo a mí alrededor. Me fijé en una vieja mesa
arrinconada sin red, con la superficie resquebrajada y llena de polvo. Sobre
ella descansaban vasos de polietileno, y deduje que hacía meses, quizá años que
nadie la usaba. En la pared aledaña a la mesa
de pimpón sobresalían estanterías
que contenían piezas de rompecabezas, juegos de mesa, poca cosa, y con aspecto
de llevar tiempo allí. A lo largo de las paredes había pupitres individuales en
los que se apilaban periódicos garabateados con lápices de colores.
__ ¿Para qué son? __ pregunté.
__ No tienen libros para colorear __ me susurró con
naturalidad.
No me miró mientras contestaba sino que sostuvo la mirada
fija en varios de los niños. Había comenzado de nuevo a sonreír.
__ ¿Estos son todos los juguetes que tienen? __ Pregunté.
Ella asintió.
__ Sí, esto, más algunos muñecos de peluche en las
habitaciones, aquí es donde guardan el resto.
Supuse que ella estaba acostumbrada. Para mí la escasez
en la sala me provocó una gran desazón. No podía imaginar vivir en un sitio
como ese.
Finalmente la escruté y pese a lo delgada y pálida que
estaba, se veía plena, entramos en la sala, entonces corrió hacia ella un chico
sin dientes, rubio de unos ocho años.
__ ¡Dayana! __ exclamó con júbilo al verla, había venido
con mis padres a presentarse cuando fui a la facultad, de repente todas las
cabecitas se giraron hacia nosotros. Había niños de edades comprendidas entre
cuatro y doce años, más o menos, el mayor como mi princesa, mixto. Luego de los
doce años iban a padres adoptivos.
__ ¡Hola príncipe! ¿Cómo estás? __ saludó al pequeño.
Acto seguido nos rodearon y ella me fue presentando, los mayores le preguntaban si era el novio, y
mi damita se sonrojaba.
Nos quedamos una hora en la sala con ellos. Nos hicieron
un sinfín de preguntas acerca de dónde vivíamos, de la casa, de qué clase de
coche tenía. Cuando finalmente la vi agotada, prometió que regresaríamos.
Así comenzó a ser nuestra nueva vida, terapias
alternativas, paseos cortos, leer la Biblia nos aportó la oportunidad de
centrarnos en algo. De repente, la conversación comenzó o regresó a ser fluida,
quizá ya no estaba tan obcecado con la idea de decir cosas inapropiadas.
A veces me tomaba
de la mano y simplemente escuchaba la lectura, papá y Pedro trabajaban en casa,
los abuelos llegaron al día siguiente de saber la noticia por Pedro, en casa no
se hablaba más que lo necesario de la terapia, de la enfermedad, por ahora. De
repente pasábamos tiempo en el sofá leyendo, la observaba de soslayo, o le
preguntaba qué pensaba sobre un salmo, sobre un proverbio, siempre tenía las
respuestas y yo asentía, reflexionando sobre sus palabras. A veces ella me pedía
opinión y buscaba respuestas juiciosas. Estábamos ya en la casa, ella se miraba
al espejo poco, pero sí se hacía una coleta, como acostumbrándose antes del inicio,
a no ver su bello cabello suelto, era el temor que nos atenazaba a todos, aunque
fuese nimio, aun así se veía más hermosa que nunca.
__Fabi, me preocupa mi papá.
__Te quiere muchísimo, como todos, lo sabes.
__Lo sé.
__También yo __ declaré y ella elevó la mirada, sabía que
esa mirada era la súplica silente de que si no se curaba, nunca dejáramos solo
a Pedro, me partía el corazón.
__ No tienes que seguir leyendo la Biblia si no lo
deseas.
__ Me gusta leerla contigo __ respondí
__No sé qué haría sin ti.
Me apretó la mano, y sentada frente a mí en el living,
parecía radiante como al conocerla.
__Te amo, preciosa __ repetí y las miradas se
entrelazaron, sus bellos ojos brillaron.
Suspiró desviando la mirada, se pasó la mano por el pelo,
regresó la vista. Le besé la mano, le obsequié sonrisas.
__ También te amo __susurró.
Esas eran las únicas palabras que tanto deseaba escuchar
a cada rato.
Todavía podía moverse con libertad a pesar de que comenzaba
a sentir frío a menudo, ya en la última semana comenzaron las lluvias y no le
parecía salir de la casa con tiempo desapacible.
Aunque no lo habíamos difundido, siempre venía alguien de
visita, los abuelos casi siempre pasaban el día con ella, en la tarde llegaban
Beto con Gaby y los chicos, a veces amigos de la facultad se colaban,
visiblemente nerviosos al no saber luego qué decirle, muchos no sabiendo cómo
contener las lágrimas que pugnaban por correr, otros dándole ánimo, llorando,
abrazándola, todos se despedían con un no te rindas, y mientras… yo esperaba el
milagro. Que llegara con las drogas que le iban a aplicar en horas, en diez
sesiones, que empezara a ver remitir la enfermedad.
Estudio Graziani y Asociados.
__ Guille, pero no debiste venir. ¿Pedro?
__ Quiso ir solo a ver chicos internados, sabe que me
impresiono fácilmente, y le dije de
esperarlo acá, para firmar lo atrasado,
llevar trabajo a casa, no queremos estar sobre ella, se siente peor.
__Entiendo.
¿Crees que funcionarán las drogas que le aplicarán?
__ Qué sé yo Gaby. Tenemos todo apostado a esas diez
sesiones de quimioterapia. Ayer el médico nos dijo que seleccionó las drogas a
los marcadores, que en teoría con diez sesiones a dos o tres por semana debería
verse mejoría, de no registrarse, repetiría marcadores, no se dará mucho más que
dos o tres alternativas antes de ir al tema del trasplante.
_ Es tan fuerte, aunque puede andar bien, el dolor lo
tiene, la vemos tomar los medicamentos, y sin embargo, le sonríe a los abuelos,
comprobó que todo estuviera bien en la casa, al padre, a mí nos cubre de mimos,
pasa horas con su novio, si él no tiene ganas lo empuja a estudiar, esboza
muecas de sufrimiento al elevar los brazos a veces, es una enfermedad que desde
el inicio por sangre se va propagando por todos lados, gracias a Dios, las tomografías
no parecen mostrar que se haya alojado en cerebro, o podría tener convulsiones
o trastornos neurológicos y necesitar drogas más potentes.
__ Gaby __ dijo Pedro asomando en el despacho, besándola
en la coronilla.
__ ¿Cómo te fue?
__ Como se puede en estos casos, me hice análisis de
compatibilidad, amor, no quise decírtelo o te quedarías, y sé que no te haría
bien.
__ ¿Cómo?
__ Ya está, fue sencillo, no pasó nada, termina y vamos a
casa, ya la nena debe de estar en la cama, quiero verla aunque duerma.
__ Vayan, Guille, no será necesario, funcionará la
quimio, estaremos todos rezando.
¿De verdad, Pedro no quieres probar terapias
alternativas?
__ No por ahora, Gaby, además Fabián la está acompañando
a algunas menores, esperaremos. Gracias.
El viernes el médico subió la dosis de mi medicamentos, y
se cayó por mareos, a regañadientes, accedió a reducirla de nuevo, sé que sufre
y calla, y no hay manera de escapar a esa enfermedad, que le va debilitando, se
va apoderando de los músculos, haciendo que incluso las tareas más sencillas
resulten arduas, igualmente va al orfanato, a la iglesia, todavía. Perdió dos
kilos en la semana, camina distancias cortas, todos esperamos el milagro de la
remisión con estas sesiones de estas drogas, o terminará en el sillón leyendo,
y nosotros llevándola en brazos si debe incrementar las dosis de medicamentos.
__No pasará, estará todo mejor, verás.
¿Se le caerá el pelo?
__ Sí, según la dosis y la cantidad de sesiones, no
quiero pensarlo, náuseas, vómitos, fiebre, no puedo pensarlo, Guille, vamos
amor.
Nordelta.
“Llegamos a casa y los vimos en la ribera, ella estaba
abrazada a Fabián, abrigada.
Estábamos casi
abrazando la línea de la costa a tan sólo un kilómetro del río. Hemos
presenciado bellos amaneceres y ocasos todos los días, sobre la vastedad del
río, a veces imagino que estamos en Chile, que es el Océano, sé que mi niña
también.
Estaba de pie bien abrigada, junto a Fabián, nosotros
abrazados, en el balcón terraza, mientras aquel perfecto atardecer se ceñía
insolente y olvidado de penas sobre los cuatro. Veíamos las pequeñas nubes de
vapor que se formaban cada vez que espirábamos, Fabi contaba por cada una suya,
dos de la nena. La sostenía, parecía más ligera que las hojas de los árboles
que caen en otoño, pero la experiencia para ella valía la pena.
No pasó mucho antes que la resplandeciente luna surcada
de cráteres iniciara su pausado ascenso
sobre el río, inundando con un prisma de luz las aguas que lentamente se iban
oscureciendo, era un prisma que se dividía en mil fragmentos, a cual más bello.
El río se trocó de color plata dorada mientras los dos
astros reflejaban sus tintes mutantes, las aguas rizadas y resplandecientes con
la luz cambiante ofrecían una visión celestial, casi como si se tratara de la
aurora boreal.
El sol continuó descendiendo, lanzando destellos hasta
tan lejos como alcanzaba la vista. La luna irisada continuó imprudente el
ascenso, mientras adoptaba un millar de matices amarillentos, cada uno más
pálido que el anterior, hasta abrazar el color de las estrellas.
Dayana presenció el crepúsculo en silencio en brazos de
Fabián que la rodeaba por la cintura, respiraba con dificultad. El cielo se
tornaba negro y las primeras luces titilaban en la distante bóveda celeste...
Los vimos besarse con levedad”.
__ Preciosa, lo que acabas de ver __ dijo Fabián__ es el puro
reflejo de lo que siento por ti___. Quiero que lo recuerdes, cuando en horas
inicies el tratamiento.
__ Lo haré, haré todo, no quiero pasar noches allí, Fabi,
¿lo prometes?
Así no funcionará nada, si debo morir, quiero morir en
casa.
__Chis.
__ No se lo digas a papi, te lo pido a ti.
__ No vas a morir, no podemos morir, porque nos iríamos
juntos, ¿recuerdas? Y no tendría sentido, vos me enseñaste la vida, no puedes
quitármela.
__
__ Sr. Ellos ya cenaron. ¿Les sirvo a ustedes?
__ No. Gracias, quizá más tarde, sólo deseábamos verlos.
Los esperamos y vimos regresar cuando el cielo se cubrió
de nubes, lentamente, Dayana nos abrazó, y supimos que deseaba ir a dormir,
esta vez nos contó la visita al orfanato, que regresaría al reponerse de la
primera sesión de quimioterapia, y la acompañamos a la suite, su nana se quedó
con ella para ayudarla a terminar en la cama, Fabián pasaba a cada rato luego a
verla, en verdad cursaba algunos días
poca cosa aunque Dayana pensaba que aún no iniciaba todas las
clases, no quería dejarla.
__Al fin llegó el momento, se retrasó una semana el
inicio, y ya no da para más.
Llueve.
__Estará mejor, todo eso también va a pasar, cielito,
como pasó aquello, esto también va a pasar.
__ Guille aquello se llevó a Juan.
___Esta vez no se irá nadie, te lo prometo. Ven, mi amor,
no pierdas la fe __ dijo Guillermo, las miradas se encontraron, los labios se
rozaron primero suavemente, lejos de apartarse, se tomaron los cuerpos y no
hubo nada de apresurado ni suave en el beso que se dieron, hambriento, ansioso.
La boca de Guillermo era maravillosamente cálida, y no necesitó separar los
labios carnosos porque Pedro de buena gana le dio lo que deseaba, Penetró la
lengua lentamente en su boca, frotó contra la suya, prendiendo un calor dentro
del ser inaudito. Acarició a conciencia la boca entera tocando y dibujando, explorando,
reaprendiendo el sabor, agonizando en el
ósculo, fue un beso lánguido y erótico, excitante y salvaje seduciendo como si
tuvieran la eternidad para ellos… convertidos en un ser en el beso, en la
caricia, en la mirada, hasta que besándose se quitaron la ropa, se dejaron
caer.
__ Amo la lluvia
porque es cuando te siento penetrando
la lluvia fértil de mí ser y tus manos crecen enredándose por mi cuerpo húmedo
sediento de vos, te siento tan cerca y yo entero para vos, bebo de tus labios y vos de los míos el placer nos empapa, como la lluvia al jardín. Dayana
vivirá, lo prometo mi amor.
__ Tu pensamiento es mi aliento y mi fe. Al intentar encender ilusiones un delicioso roce con las plegarias de su ombligo y el deshielo comenzará a desnudar el tamaño de sus estremecimientos. Me gusta cuando me posees entre tus brazos, en ellos me siento tan seguro, los suspiros nos invaden desahogando así estos sentimientos que se adueñan de nosotros. Eres ese amor que hoy reflejo en cada poro de mi ser, eres quien hace que mi mente y mi cuerpo te deseen.
He cometido mil locuras por la dulce culpa del amor, la
dicha de verte. Encántame con tu presencia, haz del amor un dulce abecedario
con tu relato íntimo, y profana la intimidad de mi soledad. Tú, sólo tú, haces
que mi verbo nazca como manantiales. Y allí, tu presencia mueve los crepúsculos
de mi cuerpo hacia el naciente y ansioso busca tus zonas y aromas oscuros, para
el delirio de mi vientre. Te quiero mío y sentirte siempre sólo mío como las
olas besan al mar, mi aliento a tu boca y mi tormenta a tu brisa. Y todo sólo
es pasión, fuego que brota de mis entrañas cuando me miras y recorres todo mi
cuerpo con tu boca, en las búsquedas más prohibidas. Una velada especial una
noche diferente rodeados del mar ardiente bañándonos con el cielo y la luna... envolviendo nuestros sueños, acariciando
nuestros cuerpos tan mojados tan calientes y deseados.
El perfume de tu cuerpo lo
llevo dentro de mi impregnado en mi piel... tu piel tal como tú llevas el sabor de mi cuerpo en lo
más profundo de tuya. Sabores que el amor enfrenta en las lides que fragua la
pasión en nuestros cuerpos... amores que se buscan en el tiempo, en el
espacio... en momentos en que el alma cubre al corazón de deseos por unirse, por verse, por tocarse, por
fundirse en una sola piel…Deseos de entregarnos en los brazos llenándonos de
nuestra desesperada pasión, desbordando la locura que enciendes con tu boca al
besar mi cuerpo y alma .De entregarte al hombre que ha de sucumbir al hechizo de
tus grandes y bellos ojos, cambiando la eternidad del tiempo en un segundo que no basta para acariciarnos, para
perdernos, para amarnos hasta el fin del mundo...Flotan como pétalos ardientes
los besos que navegan en apasionado fuego para desnudar el lírico
embeleso. Vuelan muy alto y flotan por
doquier, esperando ser atrapados por los soñadores irredentos que forjan
claustros en los ajenos rostros que dejan traslucir la opalescente angustia
Flotan los besos como flores, deseando la esencia que reclama los plácidos
campanazos del ensueño, para huir de la realidad, para descubrir en la frontera
de lo inexistente la sublime sensación de lo inalcanzable.
“Dayana… Creo en la fuerza de tu mente,
creo en la fuerza de tu voluntad,…Creo en ti. Creo en la pureza de tus
besos, en la sinceridad de tus abrazos, en la transparencia de tus lágrimas y
en la verdad de tu sonrisa. Creo en tu amor, en la ternura de tu piel, en la
suavidad de tus labios y en la fuerza de tu pasión. En la voluntad está el don
más precioso de tu libertad. Recuerda que de tu perseverancia nace la
constancia y en ella la esperanza. Nunca te rindas, nunca dejes de amar, nunca dejes de sentir la vida y
así jamás olvidarás haber nacido para vivirla en su intensidad.
No desistas en tu empeño, porque tarde o temprano lo conseguirás. Sueña, moja
tus ansiedades en cada mar que encuentres, salta precipicios, escala montañas,
camina por cualquier viento que se te atraviese y cuando creas que ya has
llegado…Abraza libertad y vuela más y más alto. Imagínate y serás, escríbete y
te recitarán. Lucha porque luego, lucharán por ti. Nunca detengas tus sueños,
sólo deja que fluyan y fluyan por siempre en tu mente. Siente como poco a poco
se van realizando…Sigue imaginándolos, alimenta sus raíces y los verás crecer
cada vez más y más cerca. Dibújalos, píntalos, escríbelos…Y un día, cuando los
hayas atrapado, ponles un punto y seguido y ve por más. No te detengas.
Sueño más acción es realización. Creo en tu
fuerza y lo conseguirás. Creo en tu lucha y en tu libertad. Creo en tu fe y en
tu atrevimiento…Te siento en la oscuridad, pero tu luz es tan fuerte, tu mente
tan poderosa y tu espíritu tan libre…que en tu guerra, ganarás mil batallas…En
tu vida barrerás ajenas condiciones y conseguirás tus sueños una y otra vez,
una y otra vez...Una y otra vez. Creo en ti, creo en tu fuerza para luchar,
para vencer, para vivir, te amo, el tiempo se acaba si no inicias el
tratamiento, pero mi corazón sigue diciéndome que hay algo que puedo y debo de
hacer.
“El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es
envidioso, ni jactancioso, ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es
egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la
maldad, sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo le cree,
todo lo espera, todo lo soporta”.
Day, eres en esencia esto, eres Amor, y me dijiste alguna
vez que deseas que sea este pasaje de la Biblia el que se lea en nuestra boda,
prometo mi amor que así será.
__
Guillermo y Pedro se amontonaron enredados, era el
permiso concedido en susurros, cuando el beso ávido dejó sentir la pasión que
ardía en las entrañas. Las lenguas penetraron emparejándose, y el delicioso
sabor resultó embriagador, adictivo de más hasta que el deseo los hizo temblar.
Las cartas estaban echadas, era el inicio de un camino en
que tenía que ganarle el amor a la
muerte esta vez como veinte años atrás, de cuatro, padres e hijos estaban
comenzando otra guerra, amor, vida, versus odio, muerte, y no podían dejarse
vencer. Se derritieron los cuerpos, los abrumó el irrefrenable deseo y
entusiasmo.
En la cama Guillermo era un maestro de marcar ritmos, de
llevar controles y riendas, de dar siempre el máximo placer, antes de tomar su
turno. Sin prisas y a conciencia.
Pero Pedro todo lo cambió en su vida. Besándolo con un
abandono desesperado, su boca tan cálida y sus labios tan maravillosamente
suaves, no le negó nada, restregándose su lengua contra la ajena, y
acariciándole los hombros con las yemas de los dedos arrobando alientos
mientras se movía y contorneaba seductoramente. Los eróticos susurros y gemidos
lo habían enloquecido de deseo y en cuestión de segundos el deseo hizo que
dejara de ser el maestro de artes eróticas para convertirse en un adolescente
de hormonas desbocadas. La respiración se volvió ronca, cortada. Estrechó a
Pedro en la jaula de su cuerpo, enterrando el rostro en su cuello.
__Sin prisas, precioso.
__ ¿Por qué?
Antes de poder pensar una respuesta, lo empujó sin
apartar los ojos de los suyos, mientras la mirada penetrante barrió la dorada
piel, la esbeltez de los contornos, la perfección de las largas piernas, era
precioso, sin dudas su objeto de deseo era muy bonito. Sintió una extraña
presión creciendo en el pecho, un anhelo desesperado de caricias que lo
modelaran, y colocando la rodilla entre los muslos arrojó su cuerpo encima, el
contacto los hizo temblar, los estremecimientos del piel a piel los barrieron
de cabeza a pies. Enterró la cara en el pelo, inhaló su aroma que lo excitó, la
piel aterciopelada era una caricia deliciosa sobre y bajo la suya al rodar. Quería
tocarlo por todas partes, esculpirlo, tallarlo, moldearlo, garabatearlo con la
tinta de su saliva en besos, y rodando las cumbres entre dedos, le trazó
círculos de besos en el cuello, con los gemidos que oía al exhalar, sabía que
debía continuar, y a Pedro le fascinaba cómo lo acariciaba palmo a palmo, la
sensación cálida de la boca en su piel. Cuando la lengua bebió el sudor que
poblaba el ombligo y se colocó entre sus muslos, el fuego de las entrañas se
hizo hoguera y el volcán entró en erupción insoportable. Pedro le clavó las
uñas arqueándose acompasándose a ritmo y cadencia de acordes, mimetizados en besos
ávidos, en caricias exigentes y salvajes, Pedro lo llevaba a arder y Guillermo
supo que el control se estaba escurriendo por entre los dedos. Y supo que la
espera ya era agónica, se colocó sobre los pilares de sus brazos, y se dejó
caer internándose en el ser de Pedro en una profunda exhalación, gimiendo de
puro éxtasis. Una oleada de calor
líquido los envolvió, y la sacudida de placer fue tal que pensó que terminaría
consumido por el fuego de Pedro.
__Es maravillosa la sensación de estar en vos __ dijo
permaneciendo inmóvil segundos.
Las respiraciones eran entrecortadas, las necesidades las
mismas, le besó el frenético palpitar en el cuello, y Pedro se movió para
asirlo más dentro de sí.
Guillermo se movió despacio, pero la urgencia iba
creciendo rápidamente en su interior, su control no tardó en hacerse añicos,
volaban surcando mares, planetas, galaxias, en alas gigantes prestadas por
seres de luz, haciendo el amor con frenesí, cuando se perdieron en el grito del
choque central, sus nombres brotaron de
los labios, y se desmoronó sobre los restos uno, el otro en el somier, permaneciendo
dentro, saboreando la intimidad de ser uno, al ir a la inconsciencia de la
muerte instantánea, cuando las sensaciones que fluían en la esencia les hizo
sentir la cabeza flotar.
Era una criatura asombrosa para haber estado casado con
una mujer, nunca mostró inhibición alguna con él, para cuando luego de minutos
recordaron de respirar y de entreabrir los ojos, sin prisa de taparse o de
separarse, los dedos de Pedro caminaron lentamente desde el cuello al ombligo
de Guillermo.
__ ¿Estás bien?
Pedro dejó caer la cabeza en el hueco del cuello y el
hombro.
__ Yo debo preguntarte, ¿estás bien?
__ Ha sido precioso como vos, te amo, Pedro, el amor,
vencerá otra vez. Eres el motivo de todos mis principios, Fabián será el
renacer de Dayana, su amor será su renacimiento, lo prometo, cielito.
Pedro en silencio le acarició el pecho, y la suave capa
de vello le hizo cosquillas.
__Venceremos, Guille, debe de ser así.
CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.
J Suárez Bellos, los 4.
ResponderEliminarMari Hermoso
ResponderEliminarSilvia Hermoso, bello, me encantó, bello dia Eve dios te bendiga.
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ResponderEliminarAurora Garcia Dominguez Buenos días querida Eve, un feliz inicio de semana también para ti amiga.Esta historia es triste ahora, pero es maravillosa, gracias.
Luz Feliz lunes Eve, divina novela ahora bendiciones y descansa.
ResponderEliminarLourdes Bellisimo
ResponderEliminarJaume Alegre Gracias, preciosa
ResponderEliminarBlanka Lee Gracias hermosa, Eve Monica Marzetti
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ResponderEliminarJose Luis La viada nos proporciona toda clase de momentos ...lO importante es saberlos vivir.....Sacar lo mejor de cada uno de ellos...Un saludo
comentarios más
ResponderEliminarSilvia La vida se compone de momentos tristes o felices. Dulces o amargos pero todo es parte de vivir y el vivir es un momento maravilloso. Gracias por compartir.
Olga hermosa.
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ResponderEliminarVictoria Hermoso
Dulce Car Hermosa y encantadora
ResponderEliminarPatricia Hermoso!!!
ResponderEliminarMaria Assunta Lico Eve graciasssss
ResponderEliminarLucy Chadid Chadid preciosa
ResponderEliminarMar Bella.
ResponderEliminarBetty Que más bonita, te necesito!! Realmente en esta vida necesitamos del uno al otro mas del amor de pareja.tu bello escrito habla de lo bello que es el amor, la ternura, muy sublimes
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ResponderEliminarJose Prado Agradecido Eve Monica Marzetti
Ross me gusta
ResponderEliminarCapítulo intenso difícil, una historia que plasma él amor sublime en cada uno enfrentando esta realidad entregados a tantos sentimientos, emocionante, extraordinario genia gracias por tanto escribís bello te quiero mucho besos :) !!!
ResponderEliminarBellísimo Eve...Un poco triste, pero hay tanto amor en los cuatro que todo se ilumina con la luz de la esperanza...
ResponderEliminarHermoso y muy delicado capítulo, el amor le tiene q ganar a la enfetmedad de Dayana.
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