sábado, 24 de junio de 2017

"VECINOS". CAPÍTULO TREINTA Y SEIS.



“VECINOS”.
CAPÍTULO TREINTA Y SEIS.
Julio Cortázar, Rayuela.
"Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua".
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“Escríbeme un poema,
solamente para tal vez leerlo,
Escríbeme un poema para oírlo,
escríbeme el poema más hermoso,
para sentirlo en mi piel,
escríbeme tan cerca que pueda sentirlo
escríbeme, para sentir que me tocas.
Y con un dulce beso quítarme la ropa.
Escríbeme un poema con tus manos,
y con las mismas abrázame,
Abrázame tan fuerte y nunca me sueltes,
escríbeme con tus ojos y mírame de frente,
escríbeme en mi cuerpo
un deseo y deséame solo para ti.
Escríbeme cada día que pasa,
y cada día que pasamos juntos,
incluso en aquellos que no,
escríbeme con tu boca un poema,
y bésame un verso que me vuelva loco.
Escríbeme un poema,
escríbeme el más hermoso,
escríbeme que fui solo tuyo,
y en mi cuerpo tu poema”. A.

Bs. As., Provincia, sábado 15 de octubre de 2016.
Estudio Graziani y Asociados.
__ Señor Guillermo, tenemos algo para decirle, acabamos de allanar una propiedad en el partido de tres de febrero, al parecer el padre de este hombre estaba allí, y lo encontraron muerto, solo, alguien que lo cuidaba hizo un llamado anónimo y alertó antes de huir.

Hasta que la oficina se desalojó, el tiempo se hizo eterno, Miguel con la noticia del padre, pareció escapar del mundo. Cuando todo quedó en silencio, Guillermo se sentó frente al escritorio y sonrió con los ojos húmedos. Un instante después, tomó el teléfono, y llamó a Pablo

__
__  Miller, deben encontrar a sus cómplices, al parecer, confesó que Matías Olazábal es su hijo, Nazarre, Franco es el novio, supongo que lo ayudaron en el atentado, no tenía idea de esto, tampoco sé si sea verdad, les pediría que corroboren con muestreos genéticos, sólo sé que quiso imponerlo en el estudio __ dijo Guillermo abatido.

__ Bien, Guillermo, ¿tiene idea de dónde pueda encontrarlos?
__ Ni idea, Matías trabaja para la competencia, en el estudio Baunes, el otro en la Cátedra de Derecho, en la UBA, suelen frecuentar el club de campo, y bares, pero no sé dónde viven siquiera.
José, hable con Moravia, por favor, supuestamente el padre adoptivo de Miguel había muerto hacía añares, no sé si éste que encontraron lo era o es otra jugada macabra, deben de corroborarlo, fue el asesino de mi familia, si estuvo vivo hasta recién, lo habría matado con gusto__ afirmó Guillermo __. Además desvaría, pero corroboren dónde está Juan Arismendi, llegó a decir que puede estar muerto. Lo último que supe de él es que entró en plan de rehabilitación y en un nuevo trabajo, como le digo, de estas tres cosas, recién me enteré, no sé si alucina, delira o sean verdades, por favor que intervenga Moravia, él sabrá llevarlas.
__ Bien, Guillermo, tranquilo, le hablaré, esperemos que le toque la causa, investigaremos, lo llamaré en cuanto localice a los abogados, y veré personalmente a ese hombre que murió.
¿Está bien, usted?
¿Quiere que lo acerque a algún sitio?
__ Gracias, no, necesito pensar solo sobre lo que acaba de suceder, calmarme antes de regresar a casa,  al sitio donde vivo, me separé de mi esposa, pero está mi socio cuidando a mi hijo, temía porque este cerdo es el tío, y también acabo de saber, amante de mi ex mujer, entre otras.
__ Lo siento, algo alcancé a oír, es despreciable de verdad, lo conocía de pasillo, de lejos, y no entiendo cómo llegó a ser Fiscal, es lo primero  que debe perder, el cargo para quitarle los fueros.
__ Miller, más allá de que se sortee o no a Moravia, seré el querellante en juicio contra él, intentó matarme, su padre asesinó a toda mi familia, al único hermano que sentí como tal,  me gustaría que fuera el fiscal, algo sé de usted __ Guillermo le estrechó la mano, sin saber que el fiscal lo conocía mucho más.

__ Será un verdadero placer, Graziani.

Guillermo abandonó el estudio con un aire diferente. A pesar de lo que acababa de suceder se sentía renovado, cuando se cruzó con Cuca que no sabía que estaba allí, lo abrazó y se preguntó si era el mismo sobrino amargado que conocía desde que naciera, sin dudas no, parecía otro hombre. Se preguntó dónde había quedado el aura triste que lo rodeara antes, la mala sombra de la que hablaba, y por qué sonreía. No podía preguntárselo.

__ Cuquita, ¿qué estabas haciendo acá? Me dijo Beto que no quedaba nadie.
__ No hice caso, vine, no lo retes, fue mi culpa, sabía que enfrentarías a Miguel. Guille, sé que está medio loco, que crees que lo quiero más que a vos, no es así, me dio pena en algún momento, tu padre no lo quiso, y tiene mucho de razón en cuanto a tus papás aunque te duela, sabes que me mantuve alejada de ustedes por ellos, pero entiendo tu dolor por Brunito, él sí era un tesoro, y no lo creía hasta que escuché que ellos los mataron, perdón, menos imaginé que Miguel quisiera asesinarte, que Matías fuera su hijo __ dijo afligida Cuca.

__ Está todo bien, tía, nadie lo imaginó, vaya a saber cuánto más oculta. El testamento de mi padre, que él conocía al detalle, dice que heredaría la fortuna mi heredero, de no existir, el suyo, por tanto era lógico de pensar que ya lo tuviera, es Matías, sólo esperaba matarme y luego hacerlo con Fabián, tranquilo tía, ya pasó, jamás llegará a tocar a mi hijo, menos el suyo pisará el estudio.
¿Te llevo a tu casa?
__ No, iré a jugar un ratito, ya sabes, el bingo.
Pero otro día tienes que venir a comer, con Pedrito, ¿lo traerás como socio, verdad?
__ Sí, es la idea, en cuanto se reciba en unos días.
__ Entendí.
¿No te está esperando Pablo?
__ No, manejé yo, lo dejé cuidando a Pedro, precisamente, porque iba a seguirme y Miguel podría hacerlo daño.

Guillermo salió del estacionamiento del estudio, relajado, casi sonriendo ante el cambio de su tía, era una víctima más, encendió el equipo de música, estaba contento, pensó en elegir música con Pedro, al pensarlo sonrió, subió el volumen y volvió a sonreír, no veía la hora de llegar a la casa, de estrecharlo en sus brazos, de decirle cuánto lo había extrañado, de cobijar su dolor por lo que se iba conociendo de su historial. Lo veía correr hacia él  como siempre casi arrollándolo, besar su sonrisa, y sentiría su respiración sobre su cuello, él lo tomaría de la cintura, lo elevaría en el aire como a un niño grande, le diría que a partir de esa noche iniciarían una nueva vida llena de sueños, aunque restara ese viaje a Italia, estaría sano apuntalándolo. Iniciaría el lunes su recuperación y al fin se libraría de los fantasmas que lo habían acosado durante tantos años.
Quería llevarlo a Pedro a Italia, y más allá luego de aclarar las cosas de sus padres, deseaba hacerle el amor sin negarle los te amo, menos los besos como al inicio, algún día tener hijos con él a como diera lugar, divorciarse de Ana para casarse, hablar con Fabián, tenía la esperanza de que no juzgaría su amor por un par si era Pedro. Por primera vez pudo imaginar una vida feliz.

No supo cuándo ni cómo. Detenido en el semáforo, sólo alcanzó a ver un automóvil negro de vidrios polarizados que se pegó tanto al suyo que casi lo chocó. Parecía una pesadilla recurrente, pero al instante supo lo que ocurría, y en busca de evitarlo, aceleró y giró el volante, recordando las maniobras que hiciera Pablo horas antes apenas.
Fue todo tan rápido que de pronto oyó ruidos a vidrios y un ardor lacerante desconocido le invadió el cuerpo sin que supiera precisar dónde.
Cuando bajó la mirada, un riachuelo de sangre le empapaba la camisa blanca.
No supo cuánto tiempo pasó hasta que abrió los ojos de nuevo. Veía árboles, el cielo oscuro presagiando su propia vida apagándose. Le parecía que las cosas se movían. Resultaba casi imposible precisar si acaso tenía cuerpo, sentía que flotaba. Lo estaban trasladando.

“Suéltame la mano Bruno”, imaginaba. “No me lleves ahora, no todavía”.
Por primera vez en tantos años, Bruno sonrió. Y fue más real que nunca.
“Este es tu renacimiento, loquito”, le dijo. Y después la luz se apagó, todo quedó en silencio.


Provincia.

Pedro a regañadientes intentaba estudiar removiéndose en el sillón, para cuando Pablo se asomó desde  la cocina.

__ Sr. Pedro __ le habló Pablo en el living. Acababa de acceder __. No se asuste, pero el Dr. Graziani está en el hospital.

 __ ¿Por qué? __ preguntó lanzando hacia la pared el libro, poniéndose de pie en un salto. No sabía qué pensar. El miedo le congeló la sangre.
 __ Miguel fue preso, pero alguien atentó contra su vida. Le dispararon.

 Como mientras Guillermo enfrentaba a Miguel, Pablo había recibido órdenes de quedarse con Pedro, mientras conducía fue comunicándose con Alberto, con Cuca, y al cortar, pudo explicarle a Pedro.

__ Guillermo desenmascaró a Miguel, si bien éste está camino a la comisaría o al penal, sin dudas tenía planificado y encargado el asesinato desde antes. Él es el único sospechoso además de Matías que al parecer sería su cómplice.
__ Lo imaginaba, siempre supe que ese desgraciado estaba con él.

En el hospital no les permitieron ver a Guillermo de inmediato, estaba en cirugía, pero el médico de emergencias les informó que la bala había entrado por el hombro y había salido por la espalda. Pedro se dejó caer en la silla de la sala de espera, vencido por el agotamiento que le venía provocando el miedo. Nunca le había rezado a nadie en la vida, pero en ese momento se sentía capaz de lo que fuera con tal de que Guillermo sanase.
Pablo dijo que iría por un café y volvió a los cinco minutos con las manos vacías. Pedro lo miró, y por un instante sintió tanto miedo que le temblaron las piernas. Pablo notó que empalideció y por ello rompió rápido el silencio.

__ Lo están suturando, la herida es superficial _anunció.

Pedro suspiró, se sentía angustiado. Entendía que la herida no había sido grave, que Miguel estaba preso, pero en su alma algo lo dejaba intranquilo. Temía que Guillermo, al notar que le dispararían, hubiera buscado la muerte. ¿Y si él se había sentido aliviado de morir? ¿Y si había aceptado con resignación la bala para pagar por la vida de Bruno? Esperaba que al saber que el accidente donde había muerto su familia no había sido su culpa, Guillermo hubiese recapacitado, pero no lo sabría hasta hablar con él.
Una hora después, le anunciaron que podía entrar a verlo.
Pedro casi se arrojó sobre la puerta de la habitación y después sobre la camilla, pero al llegar junto a Guillermo, al ver que tenía vendado el hombro, temió hacerle daño, y se quedó de pie junto a él, sin hacer nada.
Guillermo percibió su temor y le sonrió con alivio.

__ Hola, Pedrito __lo saludo__. Estás muy lindo. ¿No me das un beso?

Claro que le daba un beso, miles de besos y la vida le obsequiaría. Pero había sentido tanto miedo durante todo ese tiempo que no le restaron fuerzas para hacer otra cosa que no fuera dejarse caer sobre la silla, esconder el rostro en el costado de Guillermo y echarse a llorar.

__ ¡Hey! __le llamó la atención él acariciándole el pelo con la mano que podía utilizar __. No llores, no pasa nada. Por favor… ¿Vos estás bien? __como Pedro no se movía, él insistió __, Pedro, mírame. ¿Fabián?

Pedro alzó la cabeza con timidez, nunca le había gustado que lo vieran llorar. Tenía los ojos irritados, las mejillas húmedas, le temblaban los labios.
__ ¿Leíste la muerte en Venecia? __le preguntó él. Pedro negó con la cabeza, ahogando sollozos, sin entender a qué podría venir esa insignificancia ahora __. Esto se le parece bastante: la vida pretende acabarse cuando alcanzaste la perfección, la gloria terrenal.

__ No digas eso __suplicó Pedro cabizbajo.

__ Nunca me dejas terminar la idea __ se quejó, Guillermo __. Te iba a decir que la muerte puede embellecerse todo lo que quiera, pero yo siempre fui un rebelde, así que nunca voy a dejar que nos separe. Tontín.
A pesar de que quería gritar y llorar de angustia, Pedro acabó dejando escapar una sonrisa.
__
__ Es imposible que jamás logre separarnos, me conformaré con que no siga intentándolo ahora, y que intentaste que no nos separase ahora __ dije __. Cuéntame qué sentiste cuando notaste que te disparaban, ¿qué hiciste?
Guillermo esbozó una sonrisa que juzgué distinta de todas las que había visto hasta ahora. Parecía en paz, y hasta divertido.

__ Primero te voy a decir que vos me enseñaste que yo no tengo el poder de disponer quién vive y quién muere __le respondió, sereno como nunca antes __. Y además, estuve pensando mucho, y creo que tampoco fuimos tan malos. Los pecados a veces se describen de manera general, sin tener en cuenta que todo depende del interior del pecador. Se describen de manera superficial y prejuiciosa. Es tarde para que cambiemos algunas cosas, somos almas oscuras quizá, pero eso me hace feliz. “Te lo escribí una vez”: la felicidad está en nosotros mismos, entonces debemos encontrarla en esto que somos. ¿A vos no te hace feliz ser como sos?
No tuvimos historias de vida felices, armónicas, ni siquiera llegamos a conocer a nuestros padres, hicimos las cosas lo mejor que pudimos, vos puede que recuperes lo que queda de tu mamá, que será parte de lo que era al concebirte, porque el mundo le fue adverso al parecer.

Sonreí viéndome y acariciándome las muñecas. Deseaba que Guillermo se recuperara para que me las rodeara y las acariciara con sus yemas.

__ Si estoy a tu lado, me hace muy feliz, porque todo lo que viví, todo lo que pasé, fue el camino necesario para encontrarnos. Entonces valió la pena __respondí. En la voz temblaba un deseo, en la mirada vibraba el amor.

 __ Y a mí me hace feliz si estoy con vos __ respondió Guillermo con la misma mirada que reflejaba lo mismo __.Por otra parte, creo que sí anhelaba el cariño de mis padres después de todo, ¿qué niño no lo hace? __siguió resumiendo él los pensamientos que había tenido mientras había estado solo __. Pero era orgulloso, no quería suplicar como lo hacía Bruno, además ellos eran distantes, entonces me convertí en un rebelde, y así reclamaba su atención. Veía que Bruno suplicaba con sus actitudes, y que una y otra vez era rechazado, y por eso me preguntaba para qué intentar ese camino. Ya no me importa. Creo que hoy me acostumbré a que vos me des el amor que esperaba, y quiero responder, rehabilitar. Quiero vivir para amarte.
En ese momento, alcé la cabeza entrelazando la mirada entre sorprendido y temeroso.

__ Vos lograste ese milagro en mí __siguió diciendo Guillermo, calmo __. Yo apenas estaba destinado a ser alguien que existió en ese pasado, alguien que pocos recordarían, que aparecería en alguna foto vieja de aquí a muchos años sin que más que a Fabián le importara saber qué fue de mí.
Ahora sé que no hay mejor vida que quedarme dentro de ti física y espiritualmente. ¿Qué somos precioso? Sólo dos almas oscuras que se complementan. No odies el pasado, él nos hace ser quienes somos __acabó diciendo, y tras un instante de silencio, agregó __: Me haces muy feliz y te amo, por eso cuando presentí que me iban a disparar, sentí rabia.

Pretendían alejarme de vos, y yo no lo iba a permitir. Así que intenté huir, pero no manejo como Pablo. No me salió muy bien __reflexionó mirando el hombro vendado y encogiendo el que quedaba sano __, pero podría haber sido peor.

Me darán el alta, pero Miguel ya te dije que confesó, el tema es que dijo y supe más cosas. Tenías razón, Matías es una porquería, es su cómplice y más, no esperaba matarme y terminar con mi hijo para hacerse de un heredero, lo tenía, es él, Matías es su hijo.  Fue amante de la madre, además ocultó a su padre adoptivo por años, él asesinó a mi familia, y murió ahora recién, y debe de haber más.
__ ¿Y esos tipos dónde están? ¿No los reconociste en el que te disparó?
__ No. No lo creo capaz, es un cobarde, debió enviar a un sicario, le dije al fiscal, deben estar buscándolo, no creo que haya nada contra Nazarre, era sólo el novio quizá, pero sí contra Matías.

Ya quiero regresar al departamento, al mío, no a tu quilombo, ¿Fabián lo supo?
__ No lo sé, quizá no, o estaría acá.
 __ Mejor así, no le diremos de esto, pero ya no deberá ir a Boston, podrá continuar la carrera acá, le pediré el divorcio a Ana, ya todo terminó, al fin creo que Miguel se volvió loco, lo sentí cuando le dijeron que su padre acababa de morir. Quizá ni siquiera pise el Penal y vaya al psiquiátrico, demasiado poco para tanto daño, deja  a Matías para continuar la obra, hay que detenerlo.
El asesino de su padre biológico, acaba de morir hace horas, quizá sea mejor que no lo supe antes, o sería un asesino.
__ Chis. No digas esa barbaridad ahora.

Horas después. Bs. As. Provincia.

__ Ya amor, no protestes, déjame darte la sopa, no puedes solo, sé que te duele, agradece  de estar en casa, que en una semana si te portaras bien te  sacarán los puntos, vamos, por favor.
__ Pedro, me siento como mi hijo a los cinco años, pero supongo que peor sería estar en el hospital, está rica, me gusta. Mejor sería mi pasta, pero con una mano se me haría difícil __ protestó y le di un tironcito de pelo y un beso.

__ No sigas, no me explico cómo en dos días intentaron matarte, con el tipo camino a la cárcel, y lo del padre.
¿Entonces ya sabes que la voz era de él?
__ Sí, amor, del padre de Miguel de joven, él los mató, fue a buscar el yate, y en camino saboteó el auto. Y luego fue él quien me culpó al visitarme en la clínica, siempre ha sido él, detrás del hijo bastardo, vivo, estaba vivo, escondido, es infame, increíble.
__ Bueno, come, no pienses, ya pasó, ya murió, y el hijo estará preso, falta encontrar al facherito. En un rato debo idear la manera de que te puedas bañar sin mojar la herida.
__ ¡Pedro! Mejor sácame todo esto de en medio y dame unos besos, me sentiría mejor, el postre que deseo está latiendo muy cerquita, ven.
__ ¿No vendrá la policía?
__ Ya declaré. La clínica por la bala los llamó, Miller iba camino a la comisaria con Miguel, pero les dije que llevaran todo a su fiscalía, y a él le pedí que hablara a Moravia, de los jueces que conozco me merece  de confianza, el que conociste, ¿recuerdas?
__ Claro amor, como para olvidar esa fiesta.
__ Chis, besaré los labios carnosos encantadores que me prohibí tanto tiempo, te arrancaré un suspiro. Déjate llevar, no pienses, sé que  no es prohibido tenerte, y necesito estos encuentros,  me vuelvo loco sólo de imaginarte sentado a mi lado y pecar juntos. Ámame con esa intensidad, como la cita donde nos juramos amor, nos entregamos uno al otro, sedientos de placer los dos, nos deseábamos cada noche. Sólo déjame acercarme, arrástrame a tus brazos. Fundamos estos encuentros, sin testigos, sin lastimarnos.
Las tazas acarician labios y humean rico café. Te huelo sorbo a sorbo y te saboreo mirada tras mirada. Revientan tus dulces ojos, las espinas de mi letargo. Muestras tu mano y corren mis dedos hacia ti, entrecruzamos ese deseo que siempre vive, que siempre anhela y que sufre en las ansias de una pasión. Late temblor el cielo y en su lamento llora la ausencia de su luna, se desvanece el silencio y emerge vida. Dulce amanecer compartido, en una taza de café.
__ Cuidado, deja que lleve esto a la cocina, no quiero que sumes una quemadura, tramposo.

“Pedro, amor mío, no quiero pensar más pero los nervios me atenazan el estómago, la espina dorsal, el cuello, necesito saber que están presos, aunque quisiera matarlos, de no haberte tenido, los hubiera matado a los tres, como ellos hicieron con los míos e intentan conmigo, con vos, con mi hijo”.

“Las miradas se encontraron cuando entré y se produjo una conexión primitiva, erótica, sensual, ni siquiera el juego ingenioso y seductor que  mantuvimos al comienzo y rompí.
Un fogonazo abrasador, pese a que afuera la lluvia porfiaba golpeando el ventanal, dentro éramos fuego, la paradoja de lluvia, agua y fuego que no podía la intrusa apagar, y si el agua no era su cura, tampoco el tiempo podría con él.
Rocé los labios en gesto divertido, lo provoqué adrede varias veces, aunque el segundo beso fue más firme y cálido, el tercero sería el vencedor, largo, apasionado, con un cambio deliberadamente brusco para ponernos a prueba, Guille respondió como si lo hubiese sabido, como si lo estuviese esperando. No era sumisión sino la misma exigencia, de igual a igual, con el mismo deseo, con los dedos entrecruzados con fuerza, conscientes de que de soltarlos pasaríamos al paso siguiente. Sabíamos que estremecía el pensamiento, en el interior se gestaba la tormenta con más furia que la del afuera, no queríamos eludirla así luego quedáramos vulnerables, al borde del naufragio como habíamos transcurrido la vida, similares, en el abismo, en la cornisa entre la vida y la muerte, y por amor, sabíamos que deseábamos salir de allí, entrar enteramente al terreno firme de la vida, a disfrutarla juntos.
¿Qué importaba quiénes éramos, o el alma gris, o dos para amarse pares? ¿Qué importaba el escaso tiempo desde descubrirnos como vecinos si todo parecía  incuestionablemente perfecto y aceptado?
Cuando Guille separó los labios, me acarició el pelo con la mano suelta, el gesto me dejó débil, temblando y algo se agitó en las entrañas”.

__ ¿Cuántas veces te has sentido así? __Antes de que pudiera responder,  le solté las manos, puse las mías en sus hombros separándolo un poco para enlazar la mirada ___. Dame la respuesta sincera.

¿Cuántas veces te has sentido como acabas de sentirte?
__ Podría mentirte como antes, sé hacerlo, ante esa mirada intensa, directa, medio malhumorada, tengo que decir que ninguna. Excepto con vos, nunca sentí nada.
 __ Ni yo, obvio que yo sentí sólo contigo al amarte, antes éramos incapaces de enamorarnos, de aceptar la vida misma, sanamos a la par, por y en el amor, ¿por qué resistirse?
 __ No pienso resistirme, no es lo que había planeado para festejar, una cita, una cena elegante, un baile, regresar tranquilos a casa y seducirte como el experto conquistador, sin embargo, pese a todo, acá estamos, juntos, yo herido pero más vivo que antes, y quiero quitarte la ropa con los dientes, que me saques el albornoz y corras por mi piel cálida, como está paseando esa mirada expectante.

“No dejé de mirarlo a los ojos, mientras le solté el cinto del albornoz, vi cómo llameaba aquel color café profundo, oí la respiración entrecortada, superficial, bajé los labios y capturé su respiración rápida y ligera, mientras las manos intrépidas se colaron debajo del albornoz a los costados”.

__ Ahora. __Lo dijo en un susurro y sorprendido por el escalofrío que lo recorrió al sentir mis yemas dibujando en su piel.

“Nos dejamos llevar, nos enredamos en los brazos, deseaba cuidar la herida, ir despacio. Saborear el momento e ir ascendiendo juntos poco a poco, pero en el instante en que Guille respondió y sentí que los cuerpos comulgaban, la ansiedad se adueñó de mi esencia como si toda la vida hubiese esperado ese momento. Con el resto de cuidado aparté el albornoz de los hombros, le mordí el sano y su sordo grito de placer, me excitó más, el ardor se llevó la representación de roles, los motivos, las consecuencias, las amenaza, el porvenir. Guille anhelante, me tomó el chaleco y tiró de él hasta que lo arrojó al piso donde estaba ya el calzado. Lo embestía con la boca, él luchaba con la ropa hasta que rodé y caí en la cama”.

   __ Pedro, mi otra parte, mi par, mi lindo. Posee mi erección tu transparencia, roba mi piel la exquisitez de tus labios, tus cumbres pervierten sedas y gota a gota tu rocío permea mi cuerpo. Porque esa intensa ansiedad es la fuerza de mi amor, porque este desquiciado y loco tierno te quiere por siempre tatuado en su alma, porque no existe esa palabra que describa la fusión del deseo con la pasión, sino es Amor. Y en la osadía de esta palabra, escribiré este momento.
  __ Amor es el vaivén elegante de los sentimientos, es el traje de los enamorados y la fina sutileza del gesto de un corazón, cuando siente. Es vestir y quitar ropas, dar y arrancar caricias, cerrar ojos, besar labios y sentir, sentir, sentir…Ven. Porque esta palabra debe ser hecha una y otra vez, debe ser gritada profunda y debe ser leída. Porque ya el café hierve en nuestras gargantas, truenan de miedo las tazas y la pista de nuestra danza está lista. Quiero escribir una partitura en tu cuerpo, un deseo en tu corazón y una sinfonía en tu alma. Quiero amarte y que el amanecer encele su luz, quiero poseerte hasta el límite que tu cuerpo me permita y le quiero robar al tiempo un pedazo de su orgullo, hasta que tu gemido lo detenga por siempre. Eres mío, siénteme…Respiran ternura mis manos y no te tocan, se atreve el cielo, tapo tus ojos con algodón de nube y tu sentir es intenso, cada vez más intenso. La profundidad del aliento entreabre tu boca, la invitación seduce y te abraza mi lengua. Escucho excitación en el jadeo de tus mejillas, se tensan los cuellos y tus dedos arrancan deseo entre mis cabellos. Beso profundo, tierno y apasionado, sabor a café y almendras, olor imaginado a saliva recién exprimida. Pasión ciega, sensual contorsión, pezones erizados absorbiendo mi sudor,  calor y pausa, escalofrío y caricia…Fundimos infierno y derretimos miedos, se atreve el erotismo y vive la sexualidad. Baile y posesión, fiebre y deseo, ganas, muchas ganas de ti…Dejo mi cuerpo resbalar como cálida nieve sobre tu piel, se aprietan los muslos, se enredan las piernas, suspira tu vientre y late mi abdomen. El vigor absorbe la furia de mi sangre, su erección desafía dolor y entra en loca ansiedad. Entra suave y lento, espero, entra, gemido, dientes que muerden labios, arranco la venda de tus ojos, quieres mirarme profundo, un dulce aliento…Espero, la humedad es intensa, pausa, fricción, un destello en tus ojos…Ahora Grita el gemido, Te amo. Presión y lujuria, ternura y conexión del alma, rimas copulando. Sublime clímax de amor, éxtasis de cielo, música perfecta.
La tenue luz del ocaso se colaba por las ventanas, la lluvia siguió golpeándolas, repiqueteando al ritmo de la umbría en vaivenes, en las calles latía la ciudad y la tierra, el reloj en algún lugar marcaba el correr de los minutos, mas  allí sólo se  oían gemidos y susurros. Rodamos sobre el edredón. Guille intentó soltarme los botones de la camisa con una mano, yo le quité la bata al fin, y para no dañarlo, fui yo el que me hundí bajo su peso como si flotara en una nube, me lamió el cuello, desalojó la razón, supe que dejó de pensar.
El fuego y la luz, el incontenible oleaje de la lujuria desbocada dominó a Guille, quizá la furia, la impotencia de esos días, no me importó, gritamos de placer, me moriría sin tenerlo dentro, y él luchó desesperadamente con el cierre de mi pantalón, lo redimí yo, Guille sintió el rugido de mil olas golpeando contra mil rocas, miles de truenos, luces como la mayor tormenta, arqueé las caderas, e ingresó en un golpe violento. Los gemidos se unieron a aullidos, los ojos se encontraron y reflejaron pasión, nos medimos y sostuvimos la mirada, y después todo fue el movimiento frenético del terremoto de erupciones de deseos, alimentados por la sangre como lava en ebullición. Piel contra piel, el ronco sonido de una respiración entrecortada y el gemido amortiguado, dos cuerpos en uno, fundidos en una danza resbaladiza y sensual, entregados a uno y otro éxtasis, asombrados de poder llegar tan lejos, tan alto, sucumbiendo una y otra vez gritando los nombres, hasta caer rendidos, maravillosamente rendidos, con la cabeza enterrada entre mi pelo y los cuerpos en una madeja de un ser, sintiendo la maravilla del desenfreno, de por fin saber perder el control, escuchando fuera de nuevo la tormenta, dentro los corazones retumbando, golpeando contra el pecho, suaves como cera derretida, intentando ordenar pensamientos, nos habíamos deseado como si seguir vivos dependiese de ello, y poco a poco regresamos de la inconsciencia, para volver a sucumbir, para negarnos a dormir y recomenzar.
He recorrido cada hueco de tu cuerpo buscando lo que anhelo. Mis manos se devoran tus costados y mueren sin palabras en tu cuerpo. Un ruiseñor de vidrio nos canta su tonada vientre a vientre despierto. Y cuatro mariposas de esmeraldas se beben el sudor de este deseo. Voy contigo en un vuelo de frágiles violetas con dos alas que suben a mi cielo. Y te marco las carnes con mi boca de mieles de fuego. Tu piel ya se abandona en el total desmayo del placer ya colmado y pleno. Mi piel se desmorona entre tus brazos y eres ya un niño dulce y ciego que busca la delicia ardorosa y callada que para él yo tengo. Bebes en mis caderas la gracia y la felicidad de nuestro encuentro. Yo bebo de tu fuente de goce varonil que es mi total tormento. Paseas tu boca ardiente y me das lo que quiero. En tu fuente  se nutre mi ser todo y con tu esencia me contento. Navegamos en aguas agitadas y en un instante, juntos  hemos llegado al puerto. Soy esa sombra que te cuida y te sigue. Ese amor permanente en tu vida, soy ese ser que está a tu lado, que te ama, que tanto te admira. Soy esa luz pequeña a tu lado, apenas un pequeño destello el que brilla en tus ojos, el que admira tu mirada. Soy la mano que detiene tu caída que te sostiene en las penas… ése que  sonríe en tus alegrías. Soy sólo un hombre enamorado. Soy del amor el que te ama,  de la amistad tu amigo, el compañero de tu soledad, el consuelo de tus tristezas, soy el hombre que te ama, común, oscuro, dolido, herido mas enamorado y tú eres luz de mis días. El andar de mi camino. Escribe en mí tus penas. He de gritar con ganas lo que siento, porque ha llegado el momento, de amarnos, pero no en silencio, ya que tu cuerpo y el mío, tienen una cita con la eternidad. Léeme amor mío cada parte de mi cuerpo, y escríbeme versos de esa pasión desenfrenada,  la cual llevamos a la cama, al ritmo de tu mejor música que mis oídos han sentido, la de tus jadeos y gemidos, que se mezclan con los míos, haciendo conciertos de amor.
Eres el alimento que calma mi hambre, mi oasis que calma mi gran sed,  lo quiero todo sentir, porque te siento tan sólo mío, mas allá de la distancia que nos separa, están unidas nuestras almas, de ahora hasta el final”.


__El timbre nos trajo a la realidad sobresaltándonos, miré el reloj, era medianoche, ni siquiera era el portero, era en la puerta. Me arreglé como pude, por suerte ya nos habíamos duchado, me coloqué la bata, y ayudé a Guille, fui a la puerta, y estaban allí, Alberto con Juan y alguien desconocido, al menos para mí.

__ ¿Cómo estás Guille? __ interrogó Beto yendo hacia el amigo.

__ Mejor, bien dentro de todo. ¿Qué sucede?
¿Qué haces acá Juan? Te pensé secuestrado, o muerto.
¿Quién es este hombre? __Miramos ambos al tercero, que afable tendió la mano esbozando la sonrisa.

__ Es lógico que no me recuerdes, hace demasiado tiempo que no nos veíamos Guillermo, y nos cruzamos sólo en un caso, mismo que con Juan, soy Santiago Malvares, el inspector, ¿recuerdas?
__ Sí, Beto me había comentado, pasen, tomen asiento, supongo que sabrán lo que sucedió.
__ Más de lo que crees, Guillermo. Sé que quizá debí esperar para venir, pero las cosas son graves, y es hora de que sepas que no están solos en esto __dijo el inspector.

Juan estaba consumido, asustado, con la mirada en el piso, Beto me hacía señas de algo con la mirada, me senté junto a Guille, temiendo más.

__ Yo te entregué, Guille, perdón, la pagué caro __musitó Juan sin elevar la mirada, Guillermo si la fijó en él.

__ ¿Qué dijiste?
__ No quise, pensé que sería capaz de soportar que ames a Pedro, no pude, y les dije que irías contra Miguel, supongo que por ello prepararon un plan B y atentaron contra vos.
__ ¿Quiénes? __indagó Guillermo.

__ Matías, con Franco, supongo que fueron ellos, sus hombres, porque él estaba amenazándome a mí.
__ No estoy entendiendo nada, menos qué hace acá, inspector. __Su pelo revuelto y la mirada penetrante encandilaron, Beto salió al cruce como un vendaval.

__ Tranquilo Guille, te explicaremos todo, el inspector logró que le dieran el caso, Miguel… se fugó, para empezar, no digas nada, pidió ver al padre muerto, y en una casona de Tres de Febrero entró con los policías a ver el cadáver, sólo iban dos, cuando lloraba al padre, no supieron de dónde, se volvió  y les disparó a quemarropa, escapó por detrás, nadie supo ver dónde se coló, pero está loco, solo. Tiene a toda la policía detrás, perdió los fueros, caerá, pero debes de hacer las cosas como te diremos Guille, nada de seguir exponiéndose, ninguno, está loco de odio, él te quiere a vos, Matías su herencia, hoy que sabe todo, que el viejo murió, Miguel está sin sostén, sin plata, pero está muy loco y es peligroso.

__ No lo puedo creer, no puede ser cierto __musitó abatido Guillermo.

__ Guillermo, estoy trabajando contra Miguel y su padre desde hace años, ahora oficialmente gracias a mi relación con Moravia, lo atraparemos, sólo necesito que escuche mi historia, con ellos, y la de Juan __afirmó Malvares.

__ ¿Fabián, Beto?
__ En casa de  Marcos, Guille, lo decidí al enterarme, la loca de Ana chilló, pero al pibe se lo dejé a Marcos, allí nadie irá __ dijo Beto seguro.

 __ Está bien, gracias. __Guille se volvió a Juan, suspiró.

__ Los encontré juntos   anoche, les dije lo que harías con Miguel, creí que me dejarían ir, pero no fue así.

Me dejaron salir del club, subí a la camioneta, hice una cuadras, esperaba en el semáforo el verde, cuando sentí un impacto en la parte de atrás de la camioneta, y sólo atiné a darme vuelta cuando dos tipos subieron bruscamente en la parte delantera, dos detrás, no supe qué hacer, luego, anduve perdido en las calles cuando me soltaron, hasta que me encontré frente a la comisaría y recordé a Santiago, le fui a contar a él, y justo supo lo de la fuga, decidimos decirte todo.
__ Sigue.
__ Todo fue muy rápido, sentí el frío del revólver en la sien y las palabras que marcaron los minutos siguientes, “conduce”, dijo.

Mis manos comenzaron a temblar, no reaccionaba, los músculos se negaban a responder a la mente que ordenaba, estaba paralizado, y entonces el tipo que estaba a mi lado, gritó, y  aceleré, continuamos por la Panamericana, el silencio atronador inundaba la camioneta, yo pensaba en vos, en Bruno, en ellos.

Los tipos que iban en la parte trasera no habían pronunciado palabra al cabo de cuadras, el que iba pegado a mí daba las órdenes, con el revólver hundido en mis costillas. No podía frenar, menos arrojarme por la puerta, no lograría nada, por tanto opté por hacer lo que decía.
Tomé hacia el sur, y me hicieron detener bajo unos puentes en un sitio ciego para las cámaras, entonces, me sacaron a empujones, me llevaron atrás, y el tipo que dio la vuelta y me sacó tomó el volante, llegué a pensar que querían la camioneta, que eran ladrones comunes, pero estaba equivocado.
Luego de un rato de avanzar hacia el sur, uno de los hombres que iba atrás sacó una bolsa negra y me la puso en la cabeza, como la que usan los verdugos con sus víctimas. Luego me ató las manos, los tobillos con una soga y me acomodó en el piso de la camioneta. Sentí olor a cuero de zapatos mezclado con barro, supuse que no eran de la ciudad. El que conducía era el único que daba órdenes, con voz gruesa de fumador, por ser abogado, por ser adicto, supe que eran sádicos adictos y alcohólicos  capaces de todo mas no de registrar la atrocidad de los actos por la adicción. Probé mi medicina Guille. La vida me puso frente a uno de ellos, pero delincuente mayor.
A medida que avanzaba comencé a tener cada vez más miedo, mi cuerpo se encontraba hecho un ovillo imperceptible. No quería rozar con nada, sentía asco, náuseas pero no podía darme el lujo de envalentonarme con cuatro. Quizá tenían miedo, y deseaban entregarme y terminar, mil ideas pasearon la mente.
La camioneta se desvió en una salida de la autopista, siguió media hora más por un camino no asfaltado, mezcla de ripio y tierra, avanzaba despacio, supuse que la senda no estaba en condiciones, al pasar cada bache, la cabeza golpeaba contra el suelo del auto. Y el camino pareció girar en una curva sin fin, escuché crujir las ruedas contra piedras, una especie de sendero de grava, y al fin se detuvo, les cuento porque puede que se orienten, que allí se esconda Miguel, algo me dice que no viviré para volver a relatarlo.
__
__ Abogado, dijo el tipo, espero que te portes bien, no queremos hacerte daño.

__Se abrieron las puertas, alguien me aferró con fuerza por los brazos, me fui de bruces al piso, me golpeé y sentí el olor a grava y tierra húmeda. Uno farfullando me tomó del brazo, y caminamos quince pasos hasta la entrada a una casa abandonada, una chacra en las afueras de la ciudad. Al ingresar percibí el piso de madera y que estaba abandonada por el olor a humedad, el tipo me empujó a un sillón, el roce de las sogas me torturaba, y regresó el silencio, hasta que oí pasos en la madera, y un olor a cigarrillo inconfundible, ya sabes a lo que me refiero.
__ Porro.

__Entonces alguien sacó la bolsa de la cabeza, vi a los tipos sentados frente a mí en el living de un gran salón con un ventanal cubierto por cortinas, parecía una casa prefabricada, es lo que pensé. A la izquierda estaba el comedor, dos sillones, en el comedor vacío sólo sillas amontonadas.
Uno de los tipos estaba frente a mí sentado, con una cicatriz que le cruzaba la cara, bajo, gordo, algo calvo con pantalones caídos. El otro, era delgado, alto de nariz prominente y pelo gris, ambos rondaban los cuarenta.
El flaco se acercó y al escucharlo reconocí la voz de mando.

__ Imagino que no sabes por qué estás acá __dijo con aliento a whisky.

__ No. No o lo sé __respondí asustado.

__Te lo voy a explicar __aseguró mientras encendía un cigarro __. Elegiste mal a tu amante, y serás nuestro salvoconducto para que los negocios que estamos haciendo puedan seguir su camino. Es todo lo que te diré.

__No entendía nada, ni siquiera imaginaba a Miguel haciendo negocios con tipos así.
Desde atrás aparecieron los otros dos. Uno de ellos tenía en sus manos dos cuchillos de campo, de barba y pelo largo, joven, distraído, ajeno jugaba con los cuchillos, como perdido, ya conoces el porqué.
El otro era el más afable y viejo, llevaba una escopeta, arrugado y calvo, me pidió disculpas.

__Te trataremos bien. No queremos que te pase nada malo, pero si ese cabrón de tu amante no colabora, estarás en problemas ___sentenció, y se marchó de la casa.

El regordete me llevó a una habitación, sería mi sitio de secuestro, tenía sólo un catre desvencijado mugriento, una ventana tapada de maderas y de bronces, no soportaba las sogas, sí veía un haz de luz en una hendija, la habitación era de dos por dos, y sólo tenía una lámpara pendiendo del techo.

Restregué las manos, intenté quitarme las sogas, grité, con el pie pateé la puerta y entró el flaco, me arrastró contra la pared.

__ Si vuelves a gritar serás hombre muerto, yo no tengo la paciencia de los otros, no quiero escucharte o te volaré los sesos.

Me empujó al piso, caí en el colchón.
__Necesito que me quites las sogas, no escaparé de acá __rogué ___. El tipo me miró y las ajustó más, dio la vuelta y me dejó, mascullando, “por ahora no”.

Se me revolvió el estómago.
__No nos provoques que no somos gente normal __volvió a decirme y cerró la puerta.

__Me sumí en depresión, pensé en vos, en la casa de la playa, en la vida.
Poco después se abrió la puerta, y allí estaba, disfrutando, sonriendo, la mirada clara de hielo, el traje azul, la camisa celeste, corbata a tono, Matías, pero agitado y nervioso, en abstinencia, Guille, ellos son como nosotros, nunca te dije que trabajé para Miguel a cambio de droga. ___ “Por favor, desátenlo” __ordenó, mientras se tocaba la nariz como todo adicto que lleva días sin consumir.

__ Gracias __dije, masajeándome las muñecas.

__ Quiero pedirte disculpas, Juan. No tienes nada que ver, o sí, por dejarte robar a Guillermo por el pendejo ese, veremos de compensarte cuando todo esto termine, pero mientras serás… __hizo una pausa __ nuestro invitado de honor. Sonrió con sorna.

__ ¿Cuándo me dejarán ir? __interrogué cuando dio órdenes de ir a comprar comida y de tratarme bien.

__Pronto, muy pronto. __Y se fue sin decir más.

__Cerré los ojos, fue anoche.
Pasaron horas de encierro en la cárcel de cemento, casi sin comida ni agua, supe cuando el hilo de luz se apagó que era la noche, reaccioné ante un golpe tras la puerta. Abrí los ojos, tenía la boca seca y estaba sediento, me sentía sucio, y de nuevo entró Matías, preguntando cómo estaba, diciendo que había llevado la razón, que Miguel estaba preso por tu culpa.

__Mejor estaría en casa __contesté.

__Vamos a sacarte de aquí como llegaste. Sólo un rato más. Has sido y serás muy útil.
__ No he hecho nada.
__ No lo sabes, pero sí hiciste.
__ Si no lograban dispararme, te tendrían a vos para que yo fuera a ellos, supongo __ dijo Guille pensándolo.

__Me llevaron por el pasillo hacia la salida, allí estaban los tipos, él me sonrió, me sentaron en el living, los tipos bebían burlándose, Matías caminaba.
__ Serás muy útil __dijo tan cerca de mí que olía el aliento.

__ Si quieres matarme, es el mejor momento, no tendrán mejor oportunidad.
__Sólo quiero conversar y pactar contigo, Juan __dijo socarrón __. Antes de dejarte ir, con condiciones, claro.

__ No tengo nada que conversar con ustedes __exclamé enfrentándolo. El flaco se movió nervioso en el sillón.

__Necesitamos que hagas cosas para nosotros, y otras para Miguel __dijo casi al oído __. Voy a necesitar que trabajes para mí unos días, en principio, no puedo abandonar a mi papá en la cárcel.
Lo defenderás.
__Entonces me contó que Miguel era el padre, que debía matarte y matar a Fabián y accedería a la herencia.
__
__No lo haré, perderé la licencia, es culpable __dije desafiándolo.

__Mejor es perder la carrera que la vida,  Juancito, lo sacarás de allí, con una buena fianza, claramente.
Y lo más importante, enamorarás de nuevo a Guillermo, matarás a Pedro, lo regresarás a la droga.
__
__Al oír tu nombre mi cara se transformó, tuve ganas de vomitar, me tomé el estómago, quisieron darme agua.
__
__ Estoy bien. ¿Qué es lo que quieres que haga? ¿Qué drogue a Guille y te lo traiga acá? ¿No te parece insensato?

Enfrentó mi mirada.
__Juan, Juan, lo traerás despacito, muy despacito, hasta ahora te he tratado, bien. No me obligues a que los muchachos se pongan violentos __gritó en mi cara __. Tu vida no vale nada. Absolutamente nada en estos momentos, nadie sabe dónde estás, ni Guille, ni socios, nadie te buscará, idiota. Así que harás lo que te diga, de la forma en que lo digo, y sin salirte de los planes o lo pagarás con tu inútil vida.
__
__La voz era siniestra, impregnaba en miedo, le creí.
__
__Está bien. ¿Qué debo hacer? __fingí aceptar.
__ Ahora me gusta más __respondió poniéndose de pie, caminando.

Harás una vida normal, irás al estudio, a la clínica y a visitar a Guille, primero te presentarás a sacar a Miguel de la cárcel, lo ayudarás en su defensa, después de todo no asesinó a nadie __dijo con voz truculenta, mientras caminaba pensativo. __Quiero que enamores a Guillermo, que lo hagas lo mejor que puedas, y en el momento indicado, su vida regresará al infierno en que siempre estuvo.
Es simple, sólo debes hacer dos cosas, sacar a Miguel y entrar a Guillermo a la droga y a vos, separarlo del pibe, del resto… nos encargaremos nosotros, pero no te olvides, si haces algo en contra o vas con la policía, te estaremos vigilando noche y día, lo sabremos, morirán todos.
__ No puedo violar mi código de ética.
__ ¿No puedes o no quieres? __dijo el flaco __. Si no puedes podremos ayudarte, si no quieres, mueres ya.

__Guarda el arma, lo hará __afirmó Matías, a Nazarre no lo vi en ningún momento allí.

__Matías se fue luego de darme unas palmadas, me ataron, me encapucharon me dejaron en la camioneta con instrucciones de cómo llegar a una ruta por ayuda. El viaje de regreso fue eterno, y me encontré solo en medio de la nada, del silencio, pensé que sería una trampa, que al intentar bajar me acribillarían, pero estaba solo. Di la vuelta, y encontré la salida, encontré apagado el celular, la camioneta andaba, me temblaban las manos. Entré a mi departamento al alba creo, tenía miedo, lo revisé por entero, y la gran contradicción me inundó, ayudarte, pero me iban a matar, a la vez cómo decirte la verdad, y por otro lado el conflicto de intereses defendiendo a Miguel. Me duché, me calmé, y supe lo sucedido, llamé a Beto, al estudio, me enteré de todo, y fui a caminar.
Una vez en la oficina del comisario, antes de ver a Miguel que jamás llegó, encontré al inspector.
El celular vibró y en el visor leí, “no nos traiciones”, mas le conté todo al inspector, necesitaba desahogarme, confié en él.

__Esa es otra historia __ intervino el inspector.

Voy a tratar de ayudarlo, le dije, aunque no es fácil, estos tipos tienen jueces, abogados, contactos, dinero y gente en la policía  y entonces lo acompañé. Guillermo. Miguel tiene una vieja deuda conmigo que le contaré, o mejor dicho es de ambos, digamos que nos debemos un encuentro que se me estaba negando hasta que Moravia hoy me permite ir por él.
Juan me contó todo, le sugerí que fuera a su casa y que no saliera, pero antes quiso pasar por acá, hay gente en la policía del lado de ellos, aunque Miguel no se fugara, iba a salir, Guillermo.
Juan, vaya a su casa, no use el celular, tampoco el teléfono de línea, obtenga una casilla de chat privado, me comunicaré con usted, le daré  mi dirección, ahora lo acompañaré hasta el coche, vaya a su casa, no denuncie el secuestro.
__ No, no lo haría.  Quieren a Guille muerto, a ambos, no lo haré.
Sólo intentaré aparentar que estoy del lado de ellos.
Perdón Guille, toma __ extendió la mano con un sobre.

__ ¿Qué es?
__ Por si me pasara algo, suerte, confía en el inspector, no haré nada en contra de ustedes, adiós, Pedro, cuídalo.
__ Bajo con ellos, ya regresamos __ dijo Beto y salieron,  atraje a Guille a mis brazos, nos quedamos en el sillón en silencio, la nota en la mesa, cuando al salir a la calle en busca de un auto, un hombre corpulento, encapuchado, con gorra que le ocultaba la cara, salió de la nada, se paró y antes que nadie alcanzara a reaccionar, gritó apuntando a Juan, vimos todo desde la ventana.
__Te lo advertimos, puto, y sin más vació la pistola de alto calibre en el pecho del abogado, Juan  se desplomó en mitad de la vereda, en medio de un charco de sangre, el inspector y Beto atónitos miraron salir la sangre a borbotones, el hombre desapreció en el coche que lo recogió, el ulular de sirenas apareció, lejos, y mientras ambulancias y policías llegaron,  bajamos, para ver la muerte de Juan.

“La mafia volvió a atacar”, rezaban los diarios de la mañana, abracé a Guille sin palabras, la mirada todo lo decía.

__ Guillermo, Miller, Moravia y yo, estamos detrás de estos tipos, cuando entierre a su amigo, regresaré, los atraparemos, estamos en el mismo bando, en la misma vereda, conocerá mi historia con su hermano.
No haga locuras, confíe en la justicia, pienso que usted hoy lo desea ver muerto y no merece la pena, en cambio yo lo quiero en prisión, confíe __afirmó el inspector antes de despedirse.


 Roma, años atrás.

__Lléveme a su casa, estudié, puedo ayudar en lo que sea, estudiar, no traeré problemas, no soporto estar acá aunque las hermanas son buenas, no tengo vocación __dijo Diana en súplica.

__ No puedo, Diana, cuando la dictadura caiga, tus padres regresarán a buscarte, cálmate, no será demasiado tiempo.
__ No lo sé, mi padre es un monstruo, es adicto, es golpeador, lo supe, lo siento.
__ Tu mamá te buscará, dejaré mi teléfono, la hermana me llamará cuando desees hablar y yo te avisaré si ellos se contactan, lo siento, es todo lo que hoy puedo hacer por ti, no eres mi sobrina, no tienes documentos, no sé si ellos viven, créeme que ahora éste es el mejor lugar.


CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
Lenguaje adulto.
Escenas explícitas.




38 comentarios:


  1. Angelica Infinitas gracias mi bella Eve Monica Marzetti es honor leer esta belleza , Feliz fin de semana, abrazos y besos

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  2. Esteban Precioso e interesante me gusta, gracias.

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  3. . Belkis Que bello sentir e interesante, gracias,

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  4. Carmen Que hermosa . Me quedó sin palabras ! Es Bellisimaa! Gracias por compartir y dejar me conocer más..Besoss y un fuerte abrazo! Dulces sueños! Cada vez Te admiro más!

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  5. Isabel Quevedo Flores Gracias amiga eve
    Buen dia

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  6. Sol Urvino Juan pago con su vida y Guille pudo salvarse. Pura adrenalina en este capitulo. Gracias, EVE, UN BESO.

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    1. Y SÍ, TRAICIONÓ Y CAYÓ EN SU TRAMPA, POBRE, SIEMPRE LO MATO, AHORA QUE TUVE QUE REVER FARSANTES ODIÉ AL DESCARADO DE MILLER, CREO QUE LA PAGARÁ DE AHORA EN MÁS, BESOS.

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  7. Lorena Figueroa Muchas gracias Eve!!! Me encanta la dedicatoria

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    1. ME ENCANTA QUE TE ENCANTE PORQUE ES HERMOSA, BESOS, GRACIAS POR ESTOS CUATRO AÑOS JUNTAS.

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  8. Intenso,excelente capitulo de Vecinos al parecer Miguel continua complicando todo inesperada situacion para ambos expuestos al peligro, y el pasado cada vez mas cerca de Pedro, extraordinario genia escribis fascinante,SOS brillante, leerte un placer gracias por tanto te quiero :) besos !!!

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    1. Muy, me deja de cam, es hoy la más compleja, la enredé demasiado, y ambas hiistorias arden, esto no terminó, si pensaron que los secretos terminaban en la adicción de Guille, no, falta y mucho, u¡y ni habñlar en la vida de Pedro, pero el amor se hizo fuerte en el dolor y afinidad de vidas, gracias y mi amor.

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    1. es dolorosamente bella, gran amor pese a lo complejo del entorno, besos.

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  10. Pilar ¡¡ Dejame vivir esas sensaciones que jamás viví !! Maravillosa petición en un grandioso relato lleno de amor..... Excelente

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    1. S´ñi ahora el amor está presente pese al dolor, a lo que vendrá, gracias.

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  11. Daysi Baquedano Excelente relato para reflexionar

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  12. Las sorpresas no terminan Eve y tarda en llegar el castigo para esos seres inescrupulosos...Pero lo importante es que ellos se aman profundamente y se dan fuerzas mutuamente para sobrellevar cualquier revés...

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    1. Si pensaste que lo más era la adicción de Guille, pues no, pero no sufras, este Miguel es tan malo como el de Enigma o atrapados en otro contexto, en tres generaciones, pero Guillermo tiene el amor, y se liberó de la culpa, ambas cosas le darán la fuerza para lo que viene, mismo a Pedro, no sufras, gracias y mi amor, en el dolor es bellísinma.

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  13. Estot en shock sin duda cardiaco excelente capitulo lo que me calma es que estan juntos y unidoa gracias por este bello regalo

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    1. Cada capítulo es un desafío que me deja de cama, me obligo a llegar donde deseo o me olvido, es complejísima, y nada teminaba en la adicción de Guille, este Miguel es malo, y tiene a Matías de hijo, deberán pelearla, yy ni hablar de Pedro, pero en el dolor nació el gran amor que los impulsar, era cardáico y pasional como te gustan, felizz cumple, besos.

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