domingo, 17 de septiembre de 2017

"SEÑALES DE AMOR". CAPÍTULO QUINCE.




"SEÑALES DE AMOR".

CAPÍTULO QUINCE.

Encargo


“No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que
vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino,
naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni
guante;
tállame como un sílex, desespérame.
Guarda tu amor humano, tu sonrisa, tu pelo. Dálos.
Ven a mí con tu cólera seca de fósforos y escamas.
Grita. Vomítame arena en la boca, rómpeme las fauces.
No me importa ignorarte en pleno día,
saber que juegas cara al sol y al hombre. Cinco últimos poemas para Cris”.
Julio Cortázar.


LA TRAGEDIA DEL ESPEJO
“Los antiguos apenas si se veían a sí mismos. Hoy nos vemos en todas las posiciones. De ahí nuestro pavor y nuestro hastío de nosotros mismos. Todo hombre necesita, para poder vivir y amar, idealizarse a sí mismo (y, al final, a aquellos a quienes ame). Nos amamos por eso. Desde el momento en que me veo y me comparo a un ideal, no muy elevado, más bien bajo, de belleza humana, desisto de la vida real y del amor”.
*Fernando Pessoa /
De amores
“Cuando mi voz calle con la muerte,
mi corazón te seguirá hablando”.
Rabindranath Tagore.

Ciudad Autónoma, lunes, 16 de octubre de 2016.
__La realidad es la misma en cualquier parte del mundo.
__Yo pensaba lo mismo, hasta que nos llamaste y choqué con Gaby, Guille, pero si crees lo que dices, ¿por qué te preocupa la leyenda y la primera pareja?
__Me interesa, curiosidad.
__Los has visto.
__No.
__ ¿Seguro que no has percibido nada?
__No creo en fantasmas, Beto.
__Sin embargo creo que el príncipe alado como dices, sí cree en ti __murmuró__, cuando puedas, me gustaría enseñarte algo.
Almorcemos y te invito a hablarlo tranquilos en el loft.
¿Lo viste a Pedro?
__Dijo que no podía venir.
__Miente, te está evitando, Guille, Gaby y yo seremos la segunda pareja de la leyenda y tú compraste la casa donde  vivió la mujer de la primera…
___ ¿Qué quieres decir?

__
El almuerzo fue ameno, mas Guillermo estaba lejos de las charlas de Aída que le decía a Beto “el melenudo”, de las miradas entre éste y Gaby, del rubor de ella cuando su madre decía algo inapropiado, Guillermo pensaba en Pedro, en que estaba escapando de verlo, y a la vez en la famosa leyenda pese a que le pareciera ridículo el sólo hecho de hablarla. Lo cierto es que estaba ansioso por entender y casi  sacó a Beto tras el postre, con la excusa de que las mujeres dormían la siesta.

__Gaby, te paso a buscar a la tarde y vemos qué hacer __ alcanzó a decir Alberto viendo a Guillermo con prisas.

__ Bueno. Guille ¿estás bien? __interrogó mirándolo.

__Bien, Gaby. Algo nervioso por lo de Miguel, pero bien. Llega temprano mañana, quiero llevar la programación de pago de la hipoteca al ridículo del juez que le permitió entrar al estudio, luego pasaré a ver si los desalojan, no quiero que destroce todo.
__ Está, bien, saludos a Pedro.

 Pasa, Guille, ni busques a Pedro que se fue al club, a correr allá.
__No lo buscaré, quiero que me cuentes.
__Che, Guille,  voy contigo al juzgado, y dame  la reprogramación de la hipoteca para que la revise antes de  dejarla __ofreció Alberto mientras servía café en su loft.

__Está bien, en un rato te la daré.
__Qué energía tiene Aida, lo que pierde de memoria lo gana en entusiasmo pobrecita.
Guille, mira, a ver, lo que sé me lo contó Eloísa, a ella la dueña de la propiedad  que nunca conocí, también esta propiedad tiene que ver con la leyenda… al parecer.
Cuando llegué de Mendoza  luego de morir mi viejo, pensaba pasar unos meses acá y regresar, dejó fincas y bodegas, me gustaba administrarlas, y no sabía si molestaría acá,  mi mamá estaba enamorada del papá de Pedro, y al comienzo un poco me molestó. El caso es que acá antes del edificio, donde está la casa, algo pasó hace mil años, bueno menos.
La casa que compraste fue de mi abuela, de la madre de Eloísa, ella la había heredado de una prima, que murió unos meses antes de que yo llegara.
__La mujer que amó a mi tío abuelo, que quedó esperándolo cuando se fue a la guerra.
__Ella, sí, bueno, fueron ellos la primera pareja de corazones gemelos, que se entregaron incondicionalmente.
El caso es que llegué en un día de tormenta, llovía en cortina, y pensé que me había perdido, no sólo en el sentido geográfico. Todo me desanimaba, la muerte de mi papá, el saber que Eloísa amaba al padre de Pedro, no saber si mi sitio estaba con ella o cuidando lo que me dejara mi padre, en cualquier caso bajé en la esquina, en el camino de entrada a las dos casas y en la que hoy es la tuya, pese al agua, a que no se veía a medio metro, vi a una mujer asomada a la ventana del primer piso, claro la vi. Tenía una expresión triste, era hermosa, rubia mas con el pelo con canas que le caía sobre los hombros. Me miró y nuestros ojos se encontraron, creo que me reconoció, o me marcó, no sé bien, y entonces llegó Pao, Paola, mi ex, ella me guió a mi casa, es como si me hubiese encontrado por casualidad con mi propia casa, y era entonces muy parecida a mi casa de Mendoza, a la que tenía en una de las fincas, y la mujer es la que marca la leyenda.
__ ¿Un fantasma?
__Exactamente. Alma, espíritu de esos que se quedan por algo cerca, como sea que fuere, aunque parezca imposible la vi, es irracional, y soy contable, escribano, no soy filósofo ni artista. Sin embargo,  mientras ni siquiera veía los árboles, pude distinguir exactamente cómo era, la tengo grabada, y no sabía de la leyenda más que lo que tú hoy pareces saber.
__Me gustaría oírla.
__Entonces te la contaré, pero no la repitas a nadie, menos a Gaby o me dejará por loco, se va asustar, tampoco a mi hermano o no le verás más el pelo.
__Ya hablé algo con él.
___Bueno, sé, la sabe, pero no le hables de las parejas, no toques el tema con él de nuevo, está empezando terapia, y se pondrá peor, entre el regreso del pasado con Emanuel, vos, y la terapia que le remueve todo, no le digas más nada.
__No lo haré, descuida.

Beto sabía contar historias, pensó Guillermo. El ritmo era sereno y fluido, el relato lo absorbía. Le habló de una joven doncella que vivía en el sitio físico de su casa de hoy, antes elevada en una especie de colina, llamada de las hadas que abarcaba la manzana, ella cuidaba del padre, la madre había muerto en el parto, se ocupaba de la casa y el jardín y se comportaba con orgullo. Al pie de la ladera  coincidente con la zona de la fábrica y de la propiedad de ellos, existía un palacio, en el que gobernaba el príncipe de las hadas y duendes de la zona. Él  también era orgulloso y bello,  tenía una melena negra y los ojos penetrantes y abrasadores, ojos que se fijaron en la bella doncella y los de ella en ellos se perdieron por igual.
El amor los atrapó, un amor de fantasía y mortal, y por las noches mientras los demás dormían, él la transportaba a lomos de su caballo alado. Pero, jamás hablaron de su amor, el orgullo que fue el castigo no se los permitía. Una noche, el padre de ella despertó y la vio  bajarse del caballo. Temeroso por ella, la prometió en matrimonio con otro, la obligó a casarse de inmediato.
El príncipe cabalgó en dirección al sol y guardó los ardientes destellos en una bolsa de plata, cuando ella salió de la casa para verlo por última vez antes de la boda, él abrió la bolsa y derramó diamantes a sus pies, eran joyas reguladas por el sol.

__Tómalas, son la pasión que siento por ti.
Le prometió la inmortalidad y una vida plena de riquezas y gloria, pero nunca, ni siquiera en ese momento le declaró su amor.
Ella lo rechazó, le dio la espalda, y los diamantes se convirtieron en flores.
Él volvió a visitarla otras dos veces. La primera, cuando llevaba en el vientre al primer hijo. Derramó perlas que había recogido de lágrimas de la luna. Representaban la añoranza que sentía por ella, mas sin embargo, no le dijo el amor, y ella ahora estaba casada.
Al retirarse las perlas se transformaron en flores.
Pasaron años, antes que él volviera a verla por última vez, durante ellos vio crecer a sus hijos, la vio cuidar de su marido enfermo y lo enterró siendo ella anciana, años durante los cuales él deambuló por su palacio y vagó por el cielo montado en su caballo. Se zambulló en el mar para arrancarle del corazón y de él el último regalo. Lo volvió a derramar a sus pies, eran zafiros, resplandecían entre la hierba. La prueba de la constancia. Entonces, cuando por fin habló de amor, ella sólo pudo enjugarse amargas lágrimas, ya que su vida tocaba a su fin. Le dijo que era demasiado tarde, que nunca había necesitado de la riqueza, ni de la gloria, que tan sólo había querido saber que él la amaba, lo suficiente como para hacerla olvidar el temor a cambiar de mundo por el de él. Esta vez cuando ella se volvió, los zafiros  se convirtieron en flores, pero el dolor y la ira del príncipe estallaron en un sortilegio. Ella no tendría descanso sin él, ni volverían a verse hasta que tres parejas de enamorados eligieran el amor por encima de todo lo demás, aceptándose el uno al otro con todos sus defectos y poniendo en peligro sus corazones.
__Trescientos años hace que ella espera, en la casa que ocupo, allí había vivido y muerto. Una larga espera.
Beto, no quise interrumpirte, sos muy buen narrador, cuando tengas hijos estarán encantados, pero algunas partes las sé, ni siquiera sé cómo, o sí, las he soñado. A ella la he soñado, y te la podría haber descrito desde el color de sus ojos verde agua a la curva de sus pómulos.
Mierda, no me lo creo, Silvina.
_ ¿Quién?
__Nada, la madre de Fabián no es Ana, antes me casé con Silvina, no duró nada, pero sé que me casé con ella porque me recordaba a la mujer de los sueños, delicada, bella. Todo debería haber funcionado bien entre  nosotros,  por mucho tiempo me irritó que no fuera así, que cuando el nene apenas tenía ni dos años me diera cuenta que me gustaban los hombres, Juan específicamente que fue o se supo siempre gay. En realidad cuando ella nos dejó, yo mismo estaba buscando la salida porque nada funcionaba bien entre nosotros, yo debí ponerle punto final, nunca me lo perdoné, porque entonces seguiría el vínculo con el nene.
Parecerá que el loco soy yo, pero capté una fragancia delicada y femenina cuando entré a la casa, creí que era de la agente inmobiliaria. Y es la de ella, porque persiste. Además la primera noche me asomé al patio cuando el día se desvanecía, escuchando el doloroso silencio observando cómo las estrellas y la luna empezaban a hacerse visibles. Y una cosa blanca y plateada cruzó el cielo, como un caballo volador, pensé en una estrella fugaz, pero cuando sacudí la cabeza, me pareció oír flautas, gaitas, música.
Estamos locos, Beto, ahora resulta que mi tío abuelo y esa mujer fueron los primeros amantes de la leyenda, y que Gaby y vos serán los segundos.

__ Y compraste la casa, Guille, te gusta mi hermano o más, de allí, saca cuentas, pero no se lo digas. A propósito, creo que lo de los celos funcionó, para que necesite correr en el club es porque está furioso, bien ahí.
__ ¿Por Matías lo dices?
__ ¿Así se llama?, no la sabía, pero por él. Guille, para, más allá de la leyenda y de Pedro con su negación, no quiero que sufra, si estás con Juan o con este pibe no te acerques _afirmó Beto preocupado.
__No  Beto, ellos no me interesan mucho más que Ana y ya sabes lo que me importa ella, olvídalo, gracias por contarme, ven que te daré a revisar lo de la hipoteca aunque más bien Pedro debería hacerlo, pero confío en vos.
Beto, ¿de Camila no sabe nada?
__ Extrañamente se borró, de la vida y de la empresa, raro, pero no sé nada de nada.

__
“Llegué de correr y en casa no hay nadie, Beto anda tras Gaby en la mañana como escribano del estudio, y el resto del día lo mismo, casi no para en la casa, ya.
Unos días, un ataque de pánico, una visita a mi terapeuta más tarde y acá estoy,  batallando con la computadora y el famoso libro que dicen puede sanarme. Normalmente cuando estaba escribiendo alguna cosa antes de que llegara Guillermo, mi cerebro vagaba al reino de la ficción a la menor ocasión, tanto frente a la computadora como si no. Hoy, en cambio, tengo que forzar mi imaginación para que se ponga en marcha. Y así no va a funcionar.
Con el libro flaqueando, una ansiedad creciente acerca de si sanaré las culpas o si daré la talla como escritor más preocupado por qué demonios haré si no lo logro, decidí hacer lo que mejor me sale, sepulté la idea bajo una armadura de acero interior para no pensar en ello y centrarme en otra cosa. Como que prometí trabajar en el estudio y no lo estoy cumpliendo, más salgo con Gaby y con Solange que ver a Guillermo.
En mi última visita,  la analista me pidió que intentara otra vez con una cena familiar, y logré superar la prueba sin ataques de pánico, pero también es verdad que fue en casa, y que no vino Guillermo, tampoco he visto personalmente a Emanuel.  Estoy yendo mucho al gimnasio y evito el aluvión de palabras sobre su relación de mi estimado entrenador que viene a ser justamente Diego, no deseo saber de ellos.
Para alivio de Gaby y mío, al parecer, por ahora ese tal Matías Olazábal desapareció como llegó de la vida de Guillermo, con la misma rapidez. No es que yo lo hubiera sabido de no ser por ella, porque a él no lo he visto desde entonces.
El trabajo lo tiene ocupado, creo que la demanda contra el hermano y el intentar desalojarlo del estudio. En la cena que tuvimos y en otra ocasión en que fuimos a tomar algo estuvo ausente con aviso, de modo que cuando se pone a trabajar, lo hace, y soy yo el que no ha cumplido con comenzar a ir al estudio a auditar las cuentas.
Es que empiezo a ver su ausencia como algo positivo. Me he sentido más relajado de lo que había estado en días y Gaby y yo nos hemos hecho amigos, no es de extrañar que se pegue a mí, así le cuento de mi hermano
Me ha confesado su larga vida de novia con Antonio.
Ella que fue su novia desde adolescente, finalmente ha tenido el valor de hacer algo al respecto, y sé que en el fondo las señales de amor por mi hermano han sido detonantes, como mal que me pese las mías por Guille de suspender el casamiento con Camila pese al pánico.
Ella no lo dejó y hasta le perdonó una infidelidad,  había estado a punto de decirle que sí al casamiento, pese al disgusto de todos, en especial de Guillermo, hasta que por dichos algo incoherentes de Aída atando cabos, empezó a sospechar, y al fin confirmó encontrándolos en la cama un día que dejara a su mejor amiga cuidando a su madre. Sonia, ex compañera de facultad, hermosa morocha enamoradiza, estaba en la cama con Antonio cuando ella llegó dispuesta a darle el sí, y al fin le confesaron que la habían engañado antes, a los trece años en el viaje de egresados, con ello y lo que sintió por Alberto decidió la separación. Me cae bien, es alegre, ingenua, se esfuerza al máximo por estar bien pese a las consecuencias. La he observado en el trabajo, intenta ser fuerte, aunque Marcos le hace la vida imposible, pero más allá de la abogada entiendo a Beto, tiene un ángel, algo tierno, ingenuo, algo que aparece en su expresión cuando me habla de mi hermano que me conmueve, ni hablar de que sé cómo él la mira a ella, la calcina con los ojos celestes. A veces me pregunto si en los dos es deseo o en verdad es amor como dijera Beto al conocerla. Estaba muerto de curiosidad por preguntarle directamente, pero no es asunto mío, así que no metí las narices donde no me llamaron.
Luego de contarme lo de Antonio y de Sonia, había intentado hablar sobre mi familia de nuevo, de mi pasado, y me cerré en banda.
La doctora dijo que tardaría tiempo. Por el momento no podía soltarme, y no importaba lo que dijera  la analista, ni siquiera estaba seguro de poder soltarme alguna vez. En casa no teníamos portarretratos ni adornos de mamá, era austera la decoración, minimalista y así seguiría más allá de las fotos que Guille encontró en el loft, que ya guardé en la caja de seguridad”.

__ ¿Bloqueo de escritura otra vez?
Me volví en la silla y encontré a Gaby en el umbral agitando un sobre tamaño A4.
Hice una mueca, cerrando la notebook.

__Debería estamparla contra la pared __dije.

__Ya pasará, no te hagas drama. Pedro, detesto pedírtelo pero…
__ ¿Qué pasa?
__ Que Beto no sé dónde anda, Marcos está insoportable, me tapó de trabajo, Cuca se fue a jugar seguramente, y Guille dejó estos documentos en el loft. Acaba de llamarme para pedirme que se los lleve al estudio, al parecer fue a vigilar o a echar a Miguel, y los necesita porque armó una reunión con los dueños de la hipoteca allá, dentro de una hora, pero tengo una clase en la UBA…

Mi estómago dio un vuelco de anticipación…
Ella puso esos ojos adorables a los que nadie podría negarle un favor.
__Por favor __me rogó.

“Mierda, no”. Gruñendo, me levanté y tomé el sobre que me entregaba.
__ ¿Dónde está el estudio?

Ella me dio la dirección y descubrí que estaba a pocas cuadras, pero tenía que ducharme y cambiarme.
__Te lo agradezco de verdad, Pedro. __Sonrió, y empezó a retroceder__. Tengo que salir corriendo. Te veo luego.

Al cabo de un instante se había ido.
Yo iba con destino a Guillermo. Maldición, tratando de no hacer caso al manojo de nervios que era mi estómago, fui murmurando entre dientes enfurruñado mientras me duchaba y me vestía. Me puse unos jeans y una remera fina. Hacía bastante calor en la calle y no era broma, pero no quería ir destapado. Me miré al espejo, y terminé arrancándome la ropa, demasiado provocativo, no era para ver a Guille. Me fui al vestidor, terminé colocándome un pantalón fino y una camisa celeste, me moría de calor, de nuevo deseché la camisa, me puse la remera dejando el pantalón, y cuando estaba por desecharlo de nuevo, el teléfono terminó de robarme el tiempo que no tenía, era mi ex suegro, o actual, no lo tengo en claro.

__Pedro, ¿se puede saber qué estás haciendo con la vida de mi hija?__ bramó Orestes, justo hoy.

__No sé qué sucede, ¿acaso le pasó algo a Camila?
__Suspendiste el casamiento, ¿te parece poco?
__Pero…   hace días de eso, y que  no la veo, pidió licencia en la empresa y no vino más ni llamó, Orestes, estoy haciendo terapia, créeme que es lo mejor.
__ Pasa que se fue de viaje y me dejó apenas una carta, se fue a la casa de Punta y quería saber si te había avisado. Si sabías algo __dijo dejándome atónito.

__Nada, no sabía nada, hace días que no sé nada, pero debe de estar bien si viajó, llámala, Orestes, no quiero verla por ahora, como novia al menos.
__ ¿La estás dejando, Pedro? ¿Acaso olvidaste lo que sucedió cuando murió tu madre?
__Basta, Moravia, no la nombre, no olvidé absolutamente nada, estoy mal, en pánico, reinicié la terapia, y no es ahora momento para decidir un casamiento, la estoy cuidando a ella con el haber suspendido el casamiento, llámela a Punta, por lo visto no está demasiado mal, y me alegro.
Tengo que cortar, perdón, me esperan en una reunión, adiós. __Corté bufando.

Contemplo de nuevo mi imagen en el espejo, los pantalones son discretos, grises, la remera rosa, deja ver en algo el pecho, los brazos tostados, los músculos marcados. El pelo algo alborotado porque no ha terminado de secarse... Nunca me vestía para impresionar a nadie, y no lo haría para un hombre al que le sobraban candidatos facheritos como el regalado de Matías, o el simpático de Arismendi. Al diablo con Guillermo, vaya Dios a saber a cuántos tiene para prestar.
El camino al estudio lo hice a pasos rápidos, mirando más el piso que a la gente, me estaba sintiendo mareado cuando llegué luego de las cuadras adoquinadas.
El estudio era una casa de barrio, austera, con una verga y un jardín delante, vaya si me asombré al ver que venía a recibirme Cuca.

__Pedrito, tu hermano ya se fue.
__No busco a Beto, necesitaría entregarle algo a Guillermo de parte de Gaby, ¿está el hermanastro?
__No por suerte, si es Fiscal, ni viene, estaba cerrado cuando llegamos.
__Guillermo se ha dejado documentos para la reunión por la hipoteca en el loft y como Gaby tenía clases, he venido yo.
__Qué amable, te acompañaré al despacho de Guille, pasa.
Apreté los dientes.
__Guille, es Pedro.
__Cielito, pasa.

Ya era bastante irritante que Cuca me dijera Pedrito a cada rato como para que Guille me dijera cielito, precioso, etc. Cuando Cuca se asomó y Guille dijo adelante, temblé ante la voz profunda, me pregunté por un segundo si se me habían pasado los últimos días.
Pasé al lado de Cuca y oí que la puerta se cerraba al dejarnos solos.
La oficina era más pequeña de lo que había esperado, con un ventanal que daba a la calle, era muy masculina, con un enorme escritorio de nogal, sillón de cuero, un sofá, y estantes de madera maciza con carpetas y libros de tapa dura. Había unos pocos archivadores de metal almacenados en una esquina como fuera del despacho, en las estanterías una foto de Fabián con Valeria.
Guillermo estaba recostado en su sillón con sus largas piernas extendidas delante de él mientras me observaba, quemándome con una mirada palpable. Sentí esa patada en las entrañas otra vez al verlo y el familiar cosquilleo entre las piernas y la pulsación más allá. Estaba aún más sexi de lo que lo recordaba. Mierda.

__Hola. __Le mostré el sobre. “Brillante apertura, Pedro, fantástico”.

“Sé que  me tendrá eternamente, y yo sólo por momentos lo disfrutaré porque este amor es como las llamas encendidas que brotan del alma”.
“Ahora amorcito dime quién tiene más amor de los dos por favor. Eres hermoso, por cierto”.

__Vi tu rostro en un lugar lleno.  Te veo en todas partes, no sé si lo de la leyenda es cierto, no sé qué hacer, porque nunca estaré con vos si sigues en pánico. Sos bello, es cierto. Debiste ser alguna vez ese príncipe alado, o un adonis, o un ángel con una sonrisa con hoyuelos que es mi perdición. Pero es hora de afrontar la realidad, nunca estaré con vos, sólo porque sos hermoso, yo sé que estaré con vos cuando te acaricie más allá de un beso robado. Averigua dentro de tu alma que si somos partes de ese sortilegio, allí estará el universo que te ofrecí, y será el estímulo más grande del mundo que te pueda hacer creer que soy quien te ofrece la felicidad, y no Camila o Emanuel. Llegaste cuando nada me importaba, cuando mis sueños se morían. Llegaste para curar mis heridas, para andar junto a mí la vida, y para que yo sane las tuyas, para reír juntos de nuevo o como jamás por el mismo sendero. Llegaste cuando más falta me hacías,  cuando todo se moría. Cuando se me partía el corazón entraste para curarlo. Llegaste cuando el alma me dolía por el desamor, en el ocaso de una vida sin demasiado por todo lo que no me sucedía, y me enseñaste a reír, cuando apenas fingía sonreír a veces, llegaste y aunque no soy mío y escapas, soy feliz, sólo vos arrancaste el dolor que llevaba en mi vida en la cual no había conocido el amor.
__Guille, sólo vine a traerte el sobre que necesitas para la reunión.
__  De amor te hablaba, Pedro hace días que escapas y mi alma agoniza en una piadosa ilusión, dime, si tal vez es hermosa o tan sólo es una ilusión amorosa, de aquellos tiempos, que hoy ya son nostalgia, de aquellos misterios de mi esperanza cuando la noche oscura se sentía tan fría, mi mano temblorosa  hablaba a tu piel  diáfana de mi existencia y yo soñando seguía que algún día me besarías, como el mar besa la confianza y aquella canción distante de amores y peregrinaje de nuestras almas.
__Guille…

Hablaba y me quedé de piedra ante su sonrisa embriagadora y más cuando su endiablada mirada penetrante con sus ojos recorrió todo mi cuerpo, tomándose su tiempo para asimilarme. Tragué saliva y mi corazón latía tan fuerte que me dolía el pecho, otra vez las benditas señales de amor… No me había mirado así desde la noche en el bar.

__Me alegro de verte, cielito, no apareciste por el loft. Parece que hace siglos.
Sin hacer caso de la ola de placer que esas palabras causaron caminé para acercarle el sobre.
__Te agradezco que me lo hayas alcanzado, Gaby me llamó. ¿Cuánto te debo por el taxi?
__Nada, vine caminando.
__ ¿Bloqueo de escritor?
__Ciénaga de escritor. No lo soy en verdad y lo sabes, es una idea loca de los analistas.
__ ¿Para tanto?
Se levantó con una sonrisa compasiva poniendo nuestros cuerpos a distancia de tocarse. Sentí el silbido de la respiración saliendo de mí al encontrar su mirada.

__Lamento no haber tenido tiempo para quedar con vos y con todos las últimas veces, estoy trabajando en sacar a Miguel de acá.
__Hizo que sonara como si hubiera cancelado una cita, me reí confundido.
__Vale.
__Pasé por tu casa, pero no estabas.
__Estoy o trabajando o mucho en el gimnasio, y yendo a terapia, sabes.
Di un paso atrás, con la esperanza de que cuanta menos proximidad tuviera con él, más se reduciría el calor que sentía en la sangre.
Tuve la impresión de que lo había visto sonreír al volverse para dejar los documentos sobre el escritorio.

__Creí que habíamos dicho de que tomarías un par de días libres para ir a alguna parte, solos. Sin embargo creo que la última vez que nos vimos se dio algo que te hizo salir corriendo. ¿O quizá fue por alguien que estaba conmigo?

Arrogante, pensé.

__ ¿El facherito?
Ahora su risa fue franca y al volver a mirarme.
__ ¿Estabas celoso?
 __ ¿De verdad estamos teniendo esta conversación? No nos hemos visto en días y… __ Sonriendo de asombro por su egoísmo, crucé los brazos sobre el pecho__. ¿Sabes?, me cuesta creer que haya podido entrar en esta oficina con tu enorme ego ocupando todo el espacio.

__Bueno, saliste corriendo, por algo.
__Primero, deja de llamarme cielito, precioso, etc., me llamo Pedro. Segundo: acababas de insinuar que era en cierto modo “familia” después de sólo semanas de conocerme.

Su ceño se arrugó al procesar lo que acababa de decirle. Se apoyó otra vez en el escritorio, cruzando los brazos sobre su ancho pecho como si pensara en ello.
__ ¿Lo hice?
__Lo hiciste.
De repente, sus ojos estaban escrutando mi cara, cargados con toda clase de preguntas.
__Beto me contó más que vos de tu familia, algo más, lo siento.
Mis músculos se bloquearon y el calor que él había creado en mí se evaporó como si acabara de poner el aire acondicionado a tope. ¿Qué podía decir? No quería que hiciera una montaña de eso, ni tampoco que me analizara.
__Fue hace mucho tiempo.
__ No me di cuenta de que insinuara eso sobre la familia. Pero las cosas están empezando a tener sentido. El almuerzo en lo de Marcos... cuando echaste a correr.
__No __lo interrumpí, dando tres pasos hacia él __. Guillermo, no… __Mi voz se calmó al tratar de contener la urgencia de morderle como un animal herido__. No hablo de eso, te conté hasta donde pude.

Al ver que me estudiaba, no pude evitar preguntarme qué estaba pensando. ¿Pensaba que estaba loco? ¿Que era patético? ¿Me importaba? Y entonces se limitó a asentir.

__Lo entiendo. Además empezaste el análisis y me parece bien. No hemos de…

El alivio me inundó, y di un paso atrás sólo para que Guille avanzara otra vez, quedamos casi tocándonos.
__ ¿Y los días libres?
__No puedo por ahora.
__Cómo suspiro por esos trozos de algodón pegaditos al cielo, cómo añoro y sufro cuando les aplaudo y miro con dulzura para recibir sus caricias y éstas aún no llegan, cómo desespero con todo el celo de las distancias, con todas las miradas que desean esconderse y se esconden en ellos, para sorprender al viento que llega apresurado y poder sentir las maravillas de las aves cuando planean en el orden que el sol les ordena para llamar la atención de las nubes, esas nubes de las que yo quiero, que renueve el contrato silvestre de mandarnos el incesante invierno y esculpir las esperanzas de todas las miradas viendo hacia el cielo y quedarse en las nubes llenas de amor. Aprendí a quererte con entusiasmo y te fui amando con certeza, razones evidentes, como acciones válidas y validadas, con detalles tan simples como el principio del viento encontrado en las hojas silvestres, enrumbándose hacia la libertad de hacerse autónomas en la distancia, aunque desprovistas de las ramas. Aprendí a quererte, aprendí a amarte en esos encuentros y costumbres como inédita voluntad entre vos y todas las miradas con las que te puedo ver, y te veo y te veo de todas las formas, con todos los instintos, con todas las intenciones, junto al esplendor de tu belleza que calla cuando estoy cerca de vos, para poder sentir el aliento de tus labios, que simbolizan las ternuras de ese mundo inventado por tus voces, que se escuchan trinar cuando el horizonte te cubre para soñar despierto junto a tus mejillas, aprendí a quererte para no dejarte de querer nunca, aprendí a amarte, para nacer con vos y amarte siempre y para despertar siempre con vos.
__"Si volvieras tus ojos a mí podría descubrir en tu mirada  esa fragancia de tu misterio. No sé por qué me inquietaste. Nunca pude hablarte. Ni siquiera me acerqué a tu presencia. No sé si me registras. Pero es cierto alguna vez se cruzaron nuestras miradas. La tuya casual -lo sé- la mía fueron piélagos de sensaciones. No debería ser así. Pero el corazón es fluyente y no racional. Se estás acompañado, te ves protegido y feliz, eres amado. Lo comprendo. Entiendo eso y en mi sufrido silencio me gusta verlo. Pero sé que no me escuchas. No soy algo cercano. Pero no por ello no descubro tu bondad y tu belleza, tus tiernos encantos. Es cierto que te imaginé a mi lado y mi amor ahí, en ese pozo, es verdadero. Pero también lejano e incomprendido. Mas, quizás, en algún lugar, por allá en otro espacio, pueda acercarme y cuando menos insinuarte decirte: "Qué bello eres… déjame regalarte así sea...esta sola flor…" y sé –porque eso lo sé- la recibirías con una sonrisa y aun tímida con gratitud. Pero sabes querido no puedo decirlo. Yo no soy ni estoy. Si volvieras tus ojos a mí, por cierto… no me verías. Tú estás en la vida. Yo hace años he muerto en la cama de aquel hospital, nada pudieron hacer por mí al morir mi madre. Todo se intentó. Pero mi hora había llegado. Y mi alma inerte como el cuerpo de ella,  a las horas fue enterrada. ¿Sabes mi amor?,  mi loco y gran amor sólo imaginado y por mí vivido, me llevo ahora, porque es fuerza y mi bella compañía, el impulso de extrañas pujanzas... sé feliz... quiero que seas feliz en verdad aunque ya nada soy en esta materia. Pero quiero en alguna melodía hacerte llegar mi vocación, porque –yo sé- nunca supiste qué feliz me hizo tan sólo imaginarte y soñarte conmigo.... ya me estoy yendo, me elevo volando.... hay oscuridad, pero también destellos de luces y espacio… creo que  lejos, porque lejos voy. Adiós y gracias por gestar ese encanto que aunque muy mío y en su fantasía, algo fue verdadero... por regalarme esa flor que en expansión de etérea imagen me acompaña... sé feliz porque eso mereces… te dejo ese terrenal deseo. Yo me desprendí de mi cuerpo y estoy frágil y liviano como el éter de las cosas que atrás dejé… y así otras de las que deberé responder me siguen o quizás yo me acerco… pero prometo mi amor hurgado y alimentado en los silencios, yo también intentaré serlo allá donde vaya. En la dimensión que ocupo también -como motor de un reactor- buscaré ser feliz, porque si bien no te tuve, sí alimenté por amor ese deseo e imaginé largas horas compartiendo contigo”.
__ ¿Pedro? ¿Qué te sucede?

Sacudí la cabeza, me hice la misma pregunta, en verdad sentí morir con mi madre, pero…
__Nada, no pasa nada.
__Como dice una hermosa canción, tengo un beso encadenado entre mis labios y la llave de ese beso está en tu boca, ésa que me seduce y provoca quererla besar. Las Mejores notas brotan de tus labios, como la prosa que escribes con tinta indeleble para que nunca se borre,
y quede en esa hermosa boca, para siempre y por siempre tatuada. Boca roja pasión que es una tentación, en donde yo deseo nacer y morir, porque me gusta, me encanta y enloquece, cuando a ella yo me acerco, sintiendo que sos como un imán, que hacia ella me atrae, hasta juntarse la una con la otra, haciendo verbos pasionales, de amor sin igual.
Yo te deseo, sea de mañana, tarde o noche, porque para besarse no hay día ni hora.
__En vuelo ligero el ave, alcanza mil objetivos, ni piensa, ni estorba al otro, porque su rol es el mismo.
Y el que humano más parece, exento de la virtud, se ríe del que se inclina, de quien busca su quietud. En el cosmos mil estrellas titilan sin molestarse, llega el sol y se retiran en humildad permanente, cuando la luna se asoma entre el cielo más nocturno, le toca al sol en su turno virar de rumbo valiente. El árbol crece despacio, no tiene prisa y sus ramas, un día serán la sombra de quien lo mira y se asombra. Mientras tanto aquí en la tierra, la casa del rey humano, donde todos de la mano andamos nuestro destino, nos molesta ese vecino que no puede descansar y que trasnocha al pensar en mil nuevos objetivos.
Hablamos más de la cuenta, sin saber lo que acontece, en la mente y en la vida de quien tenemos delante. Ninguno en la creación entre sí se regodea, cuando tormentos o penas tiene su amigo cercano, es más, le tiende la mano para lograr la verdad, sabiendo que la unidad, aun en diversidad, hace la fuerza absoluta para lograr la hermandad.
Mil años mantiene el roble en sus espaldas de bruma, nada de lo visto abruma su crecimiento absoluto, pasa estío, pasa invierno, carente de sensaciones que no sean las nociones de conocer sus raíces. El pájaro, sin hogar, libre de cargas emigra; allá donde vuela y llega siempre es el mismo ser vivo. No desea ser altivo, ni piensa en entorpecer al vagabundo y se aleja de quien pretende ser él. Valiente camina el tiempo y constante fluye el agua. No se detiene ante nada, pero arrasa cuando el hombre, creyéndose Dios del mundo, trampas le pone iracundo
para su diestro progreso. La flor crece noble y bella, más se muere si la tocas; ¿para adornar un jarrón?, ¿para complacer el alma de una distante mujer?; no es necesario matar la perfección de una rosa para demostrar amor... El amor es otra cosa.
__ ¿Y todo eso me lo dices a mí?
__Te lo digo porque te pedí andar despacio,  caminar de a pasos, de día en día, pero me arrasas cada vez que nos encontramos, dudo poder salir solo contigo, Guille te pedí tiempo, no veo que te hayas divorciado o que te ocupes de ahuyentar a tus amante al menos.
__Pedro, no te equivoques, no tengo ni novio, ni amante alguno hoy, y Ana es mi esposa, no mi mujer, hace años que no la toco, el divorcio es un trámite que demoro por mi hijo, hasta que nazca mi nieto, nada más, pero vivo a pasos de tu casa.
Quisiera tener a alguien, a un amante por ahora, si me lo permitiera.
___ ¿Amante? Olvídalo.
__Lo olvido, pero lo que no… es que Isabel ha organizado un picnic familiar para el domingo, o el sábado, no sé bien, pensaba ir para compensar por no haber estado muy disponible en estos días, ¿vendrías?
__ ¿Tú en un picnic? __interrogué y de pronto encontré la respuesta al comentario mordaz que hiciera antes__. ¿Vas a encontrar que estoy celoso de un sándwich que te estés comiendo?

Se echó a reír con una sonrisa de cuerpo entero que endulzó todo mi interior.
__Me lo merezco __dijo, al tiempo que se aventuró a acercarse y tuve que dar un pasa atrás__. ¿Pero me perdonarás y vendrás? ¿Como amigos?

Sin embargo había sarcasmo en la forma en que dijo: “amigos”. Lo miré con suspicacia.
__Sí, amigos.__ Su mirada bajó a mi boca y se oscureció barriendo mis labios. Te lo dije, puedo disimular si te empeñas en hacerlo.

__Yo no estoy disimulando nada__. “¿Era mi voz la que sonaba tan excitada y jadeante?”

 Se limitó a dedicarme una sonrisa como si no me creyera.
__ ¿Sabes que estás poniendo a prueba mis talentos teatrales?
__ ¿Talentos teatrales?
__Disimular, cielito. __Dio un paso adelante con los ojos entrecerrados cargados de intención__. Nunca he sido bueno con eso.

Estaba dispuesto a besarme, Dios santo, estaba de pie en su despacho, con el pelo alborotado, remera e iba a besarme, necesitaría sesiones aceleradas con la analista.

__Despiertas mis emociones, mi intrepidez, mi locura, mi apasionada dulzura,  mis  mágicas sensaciones. Mi cordura es liberada cuando me abrazas el alma, y me destrozas la calma.
Tus labios son las mordazas que enardecen mis anhelos, y siento tocar los cielos cuando sensual me entrelazas. Entre sábanas me abrazas en sueños, me torturas con caricias, tus besos son mis delicias, y tus piernas mis tenazas. Un huracán desatas  con total iridiscencia que me nubla la conciencia, y a tu deseo me atrapas.
Sé todo de la leyenda, Pedro.
__También yo, ¿crees que somos amantes destinados, acaso?

Eres mi eterna aventura, te amo sin dudas, te amo sin negación, te amo sin condición, te amo con desenfreno, porque... he probado del infierno y volvería a ti porque sabes a cielo.
Yo te amo porque enamoraste mi corazón, tu mirar me eclipsó, y al escuchar tu voz me conquistaste, en ese preciso instante mi vida cambió, la pusiste al revés, me robaste el corazón, pero no debo, no puedo. Desde que te conocí  no me  agota susurrarte que te amo, presentí que contigo terminaría mi noche y mi día, por eso deseo me ames muy despacio y con la miel de tus ojos endulzar mi vida. Quiero abrigues con la ternura de tus brazos mi alma, en la eternidad caminar junto a ti tomado  de tu mano, amarte con la ilusión eterna de dormir mi último día a tu lado. Es mi deseo convertir mi boca en el deleite de tus anhelados besos. Que sublime sientas caricias en mis verbos, tanto así que te provoque el deseo de enamorarme, el deseo de acariciarme, el deseo de poseerme, en ese preciso momento cada uno de mis verbos se convierten en ardientes besos. Mi boca sedienta de ti te implora con locas ganas, dame tu cuerpo y tu pasión, dame el placer que aviva mi ardor, quiero me dejes contemplarte para que irradien mis ojos tu calor. Necesito enamorar tu sentimiento que mi ternura arrope tu corazón, necesito despertar tu alma y que con mi espíritu haga el amor.
En la entrega se colmarán los sentidos, se besarán los latidos de tu corazón y el mío, con sed incansable se devorarán uno al otro tus jadeos y mis suspiros, el vibrar de cada célula nos  provocará emoción eterna.
Nos habla entonces el sentimiento del sublime placer que nos embarga. Nos reafirma el instinto, para amarnos hemos nacido, somos amantes del destino.
Eso dice la leyenda, la tercera pareja, ¿verdad?

__Algo así, ¿no lo sientes acaso?

Me quedé estático, hechizado por sus ojos clavados en mí, enredados en los vericuetos de mi alma, el calor de su aliento me abrasó, sin perder el contacto visual con el dorso de sus nudillos me acarició el cuello y la corriente eléctrica nos incendió a los dos, como en los primeros roces durante la mudanza. Acabó sujetándome por la nuca con presión gentil, pegándome el pecho a mi remera,  mis cúspides se erizaron como vibró cada retazo de piel, y mientras me pasaba los labios por la frente y los párpados murmuró.

__Perdón, cielito. Te juro que intenté resistirme. Pero no puedo más.
__ ¿Perdón? No tuve tiempo de cavilar sobre el uso de la palabra. Cuando se apoderó de mis labios el mundo desapareció, junto con los problemas, las penas, las preocupaciones, Ana, Camila y Matías, y sentí que flotaba, como el príncipe de la leyenda que volaba. Se trató de una de las sensaciones más significativas que había experimentado. Nunca una emoción tan pura y genuina había hecho latir mi corazón del modo en que Guillermo lo hacía con un beso. Me aferré a sus hombros fuertes y le respondí desde la seguridad que me inspiraba su cercanía, el vigor de sus manos, la voracidad de sus labios y la ansiedad con que la lengua me penetraba. Cuando cortamos el beso apenas quedaba aire para no morir, y entrecortadamente logré balbucear.

__ ¿Por qué me pides perdón?
__Porque estás vulnerable por la terapia, y no quiero que pienses que deseo aprovecharme.
__No lo pienso __ dije…

Cuca golpeó al tiempo que estaba asomándose, me separé en una exhalación acomodándome el pelo.
__Guille, perdón, está la gente que esperas.
__Gracias Cuquita, sale Pedro y los hago pasar. O ¿deseas escuchar? Es por lo de la hipoteca, podrías…
__No, ahora, no, me cuentas mañana, debo irme, te dejo.

Me inundó una extraña mezcla de alivio y frustración, y di un paso atrás, volviéndome hacia la puerta.

__Te dejaré que tienes trabajo,  comenzaré a auditar como prometí.
__Pedro…
__ ¿Sí?__ Me volví mirando a cualquier sitio menos a sus ojos.

__ ¿Vendrás al picnic?

La sangre agolpándose en mis oídos y mi cuerpo, todavía estaba tenso con la anticipación de su beso, pero dejé todo  de lado, recordando quién era y lo mucho que me asustaba. Le sostuve al fin la mirada.

__Como el hermano de Beto casi novio de tu socia que además es mi amiga, sí. Estaré allí.
__ ¿No como mi amigo? __me provocó.

__No somos amigos, Guillermo. __Abrí la puerta de su despacho.

__No. No lo somos, cielito lindo.

No tuve que volverme para ver su expresión. La sentía en sus palabras. Apresurándome por el pasillo, eludí a la gente que esperaba, apenas logré dar un beso a Cuca antes de precipitarme hacia la calle que me alejaría de él.
¿Qué había ocurrido? ¿Dónde había quedado el platónico y amistoso Guillermo y por qué había regresado el otro? Pensaba que no era su tipo. Pensaba que estaba a salvo…
“No. No lo somos”. Esas palabras resonaban en mi cerebro al salir al aire caliente desde la casa. No eran las palabras. Era el tono en que las había envuelto. Y aquellas palabras estaban cargadas de intención sexual, mierda, amante dijo, estaban envueltas en las malditas…”señales de amor”.

CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS. CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO, ESCENAS EXPLÍCITAS.

17 comentarios:

  1. chicas me cerraron la cuenta por mucho coompartir, perdón, espero tengan el en lace, no sé abrir otra y estoy exhausta ademas de mis dramas en casa, dejé señales de amor. Besos.

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  2. Alena Suchankova Úžasné spoveď duše !!
    Increíble confesión del alma!!

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  3. Raquel hermoso me encanto amiga cariños felicidades

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  4. José Contundente recomendación , hermosa, saludos.

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  5. Fernando Excelente tu novela y aporte literario. Gracias Eve Monica Marzetti.

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  6. Paulina ES ASÍ, BELLÍSIMA SEÑALES, GRACIAS, BESITOS.

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  7. Silvia Gracias mi Estimada Eve Monica Marzetti Feliz Tarde!

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  8. Enrique Gracias a sus bellas palabras en novelas y relatos, bellísimos Monica

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  9. A pesar de sus temores Pedro no va a tardar en quedar definitivamente atrapado por la seducción y el amor de Guille...Hermosa historia Eve...

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  10. Fascinante capítulo Eve,Guille atrapado en las señales de este amor y a Pedro le son inevitables a pesar de tantos sentimientos que lo confunden, escribis extraordinario genia sos única, gracias por tanto te quiero mucho :) !!!

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  11. Veronica Lorena Piccinino Eve, este capitulo es realmente romántico y hermoso... la frase que mas me gusto y transcribo es "...tengo un beso encadenado entre mis labios y la llave de ese beso está en tu boca, ésa que me seduce y provoca quererla besar....", un poema al alma... Gracias

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