lunes, 5 de marzo de 2018

"DESAFÍO". CAPÍTULO VEINTICINCO.





Soneto XXV (Antes de amarte, amor, nada era mío)
“Antes de amarte, amor, nada era mío:
vacilé por las calles y las cosas:
nada contaba ni tenía nombre:
el mundo era del aire que esperaba.
Yo conocí salones cenicientos,
túneles habitado por la luna,
hangares crueles que se despedían,
preguntas que insistían en la arena.
Todo estaba vacío, muerto y mudo,
caído, abandonado y decaído,
todo era inalienablemente ajeno,
todo era de los otros y de nadie,
hasta que tu belleza y tu pobreza
llenaron el otoño de regalos.
Pablo Neruda.
"DESAFÍO".
SLa imagen puede contener: 2 personas, traje

CAPÍTULO 25.

Bs. As.,  viernes 29  de julio de 2016.
Previo…
Amor, vas a ahogarte en mermelada pensando así.
Imaginaba al nene hijo del muerto, saber si la madre es Elsa o no cambia mucho todo, como lo hace lo que sea que haya en ese nuevo testamento, pero solo podremos enterarnos si logramos que ella confiese. Hoy por hoy, sé que tienes la mira en Edyth, pero creo que sabemos que Elsa sabe mentir y bien, lo hizo con el hijo, quizá quiso proteger al tipo porque lo amaba diciendo que no era su hijo, quizá cuide su imagen diciendo que era de la hermana, en cualquiera de los casos solo de todos queda viva ella.
__El testamento puede que marque un móvil o no. Si Luciano fuera su hijo y no de la hermana y el tipo le hubiera dicho que amaba a Edyth, sería otro, pero no lo sé.
__
El hombre abrió la carpeta con las fotos y echó la cabeza hacia atrás.

__Si al final conseguimos resolver esto, me encantaría usar el mismo truco para darle una infusión de su propia medicina __dijo en tono de broma__. A Malvarez, por supuesto.

__Doctor, di órdenes de que se hiciera una búsqueda extensa del arsénico, tengo al fiscal trabajando en la casa. La viuda está en un hotel __informó Guillermo__. Están dando vuelta hasta las paredes con los de la Científica.

__ ¿Entonces?
__ Que podríamos llevarlo directamente a la escena del crimen.
¿Está pensando en algún dispositivo, verdad?
__Es complejo, Graziani, no lo sé, pero si me ofrece ir, tal vez, una vez pueda.

Quizá, solo quizá  la viuda pueda ser la asesina,  esperaría a ver lo del chico, lo del testamento.

__Será nuestro… Desafío.  Muchas gracias.
__
Cuando seguíamos a la inspectora hacia la comisaría, recibí el Llamado de Gaby, y nos desviamos  hacia el estudio, allí esperaba Camila envuelta en un mar de lágrimas.

__Pedro, no quiero firmar la demanda pero tampoco quiero herirte más, debo irme sin despedirme porque cambiaría de opinión y no sería justo con tu amor.
Sé que soy una cobarde, no debí fallarte, debes estar odiándome y entiendo que estés sufriendo, tú no eres un juego, debí dejarte antes de traicionarte y por ello te pido perdón.
Soy una pobre  desdichada estéril que te cambió por ilusa, perdiendo a su amor por una
aventura cualquiera, que solo dejó en tu alma tristeza.
__ ¿Qué mierda dice? _susurró Guille, le hice señas de que la dejara, desvaría pero es preferible.

__Me arrepiento, aunque no por eso significa que se pueda volver atrás y corregir los errores,
lamento demasiado haberte lastimado, eres un gran hombre que no es gay, Guillermo te confunde, mereces todo,  quizá mis palabras no sirvan de mucho mas te ofrezco mil veces perdón, no supe valorar a quién tenía a mi lado y hoy mi peor castigo es tener que irme de ti.
__Ya Camila, no sigas torturándote, no te amo y Guillermo no es el culpable, te vi con Marcial antes de conocerlo, no intentes desviar las cosas. Sí lamento los hijos que perdimos, el dolor que  padeces por ello, pero debes aceptarlo, tienes otras formas de ser madre.
__No es lo que deseo, si no puedo parir ni tú eres el padre, hoy sé que no lo deseo. Pedro, me acosté con Marcial, por estúpida, creo que pensé que quizá con otro podía, pero no quise traicionarte.
__Camila, mujer, no soy el problema, ni siquiera son tus óvulos lo sabes, no somos estériles, solo eres incontinente, tu útero lo es, no busques excusas, lo que hiciste no importa, estábamos mal ya desde antes, es más mi primo te ama, dale una oportunidad. Lamento mucho no tener un hijo o más, pero debemos asumirlo.
Debo irme, te veré en la audiencia _dije posando un beso en la mejilla pero elevó la mirada encharcada.

__Pedro, prométeme que lo pensarás, aún podemos volver atrás, firmaré, pero promételo.
__Firma, te veré en la audiencia __concluí e hice un guiño a Gaby.

__
Cuando Malvarez telefoneó a Elsa Contreras le dijo que estaba en su casa.
Subió al coche y se dirigió hasta allí, en el camino nos informó.
La casa se encontraba entre un bloque de departamentos revestido de baldosines blancos y destacaba entre algunos modernos edificios de la zona, pero algo inusual, no estaba dotada de portero eléctrico.
Llamó al timbre y la puerta se abrió. En un rincón del estar Luciano pintaba papeles, y Elsa, notablemente intranquila asomó el rostro.

__Lamento molestarla _dijo Malvarez pasando al interior de la casa __.Lo cierto es que… __Se disponía a explicar el motivo de su inesperada visita cuando se detuvo de repente. Acababa de percatarse de que al fondo de la estancia se hallaba también Edyth.

__ ¿Han averiguado algo inspector? _preguntó la viuda aproximándose.

__Ah, pero si estaba también usted acá…
__Estábamos comentando cómo íbamos a organizar todo de ahora en adelante. Y por cierto, ¿qué quieren ahora de Elsa?
Creo que ya ha debido de contarles todo lo que sabe…

Edyth hablaba con voz grave y sosegada, pero su tono era de reproche hacia Malvarez, la mirada de congoja que le dirigió mientras le dirigía las palabras, hizo que se sintiera cohibido.

__Ha habido un ligero avance en las investigaciones __dijo a Elsa __.Y nos gustaría que tuviera la amabilidad de acompañarnos a la comisaría.

Elsa parpadeó varias veces.
__ Pero ¿qué ocurre? __preguntó Edyth__. ¿Para qué la necesitan?

__Lo lamento, pero no puedo hablar de eso ahora. Señora Contreras, va a venir conmigo, ¿verdad? No se preocupe. No he venido en un coche patrulla ni nada de eso.
Elsa miró por un instante a Edyth con ojos temerosos, luego se volvió hacia Malvarez y asintió con la cabeza.

__De acuerdo. Pero me dejarán regresar enseguida, ¿verdad? Lucianito está solo.
__En cuanto hayamos terminado.
__Bien, voy por mis cosas.

Elsa contreras se perdió por unos momentos, momento en el que llegamos con Jesica para en todo caso quedarse uno con el nene, y la vimos reaparecer luego con el bolso. Durante unos instantes Malvarez no fue capaz de mirar a Edyth a la cara. Tenía la sensación de que, si lo hacía, se iba a encontrar con una mirada fulminante, fue Jesica la que habló.

__ ¿Tenía idea del nuevo testamento señora?
__No inspectora, no sé siquiera cuándo lo redactó mi esposo, menos lo que contiene, veremos el miércoles, ni siquiera conozco a ese notario, aunque no me extrañaría que teste en favor de Elsa, era su compañera ahora _dijo impasible la viuda.

Elsa  se disponía a salir seguida de Malvarez, cuando Edyth lo retuvo sujetándole el brazo.
__Espere, por favor _dijo.

A Malvarez le dio la impresión de que tenía mucha más fuerza de la que aparentaba.
__ ¿Es que sospechan de Elsa? No irá a decirme que sí, ¿verdad?
Malvarez quedó perplejo, nosotros miramos a Jesica.
__Vayan yendo al coche. Ahora los alcanzo _le dijo al policía que lo acompañó. Luego cerró la puerta y se volvió hacia Edyth.

__Lo siento… __dijo ella soltando el brazo de Malvarez __. Pero créame si le digo que es imposible que ella sea culpable, si sospechan de ella, están cometiendo un grave error.
__Tenemos que analizar todas las posibilidades.
Edyth negó con la cabeza.
__Ya, pero las posibilidades de que ella sea la asesina son cero. Ella no pudo matar a mi esposo, Pero ¿acaso no lo entienden?
__La verdad es que no, Edyth __lanzó Guille con un resoplido__. ¿A qué se refiere?

__Ya sabe Graziani a qué me refiero. Porque todos lo saben, ¿verdad? Usted ya sabe lo de la relación de ella con mi esposo.
Aquello nos pilló desprevenidos.
__O sea que confirma que usted lo sabía.
__El otro día estuve hablando con ella de eso. Ya me lo imaginaba, así que la apremié con preguntas y ella acabó reconociéndolo.
Y comenzó a contar los detalles de la conversación mantenida con Elsa, día en que la sorprendió Jesica a una saliendo de ver a la otra. Oyéndola, Malvarez se quedó sin habla. Pero lo que de veras sorprendía era que, a pesar de lo ocurrido, aquellas dos mujeres estuvieran ese día manteniendo una reunión de nuevo, como si tal cosa. Tal vez fuera porque el hombre en común ya había fallecido, pero la mentalidad resultaba incomprensible.

__ ¿De quién es hijo Luciano, Edyth?, y no intente negar la paternidad de su esposo porque lo sabemos __lanzó Guille enfadado, con el usual disgusto que le despertaba la viuda.

__De la hermana de Elsa, por supuesto, lo sabe.
_ ¿Seguro? Si mintieron con la paternidad bien pueden hacerlo de nuevo.
__No es hijo de Elsa si es lo que insinúa, Graziani.
__ ¿Por qué defiende a la amante de su esposo? _interrogó Malvarez al fin.

__Porque él acababa de pedirme el divorcio, inspector. Mi marcha a casa de mis padres se debió a que se me hacía insostenible seguir viviendo en esa casa. Lamento mucho haber mentido _dijo ella haciendo una inclinación de la cabeza__. Esta es la verdad.

__No sería la primera mentira de su parte, Edyth, no ha hecho otra cosa desde que la conozco _dijo Guillermo echando humo por los oídos.

__Lo siento doctor. Ella no tenía ni un solo motivo para querer matar a mi esposo. Por favor, no la consideren sospechosa porque no  lo es, menos si ha estado a su favor.
Estábamos desconcertados viéndola implorar de aquella manera. Nos parecía increíble que intentara proteger hasta ese punto a la mujer que se había estado acostando con su esposo.

__Comprendo lo que me dice, pero nosotros no podemos dejarnos llevar por sentimientos o emociones. Debemos abordar los casos con objetividad y basarnos en pruebas materiales _dijo Malvarez.

__ ¿Pruebas materiales? ¿Es que acaso tienen alguna en contra de ella? __inquirió la viuda con mirada severa.
Malvarez dejó escapar un suspiro y reflexionó un instante. Finalmente consideró que explicarle las razones por las que sospechaban de Elsa no iba a obstaculizar la investigación.

__Hemos conseguido determinar la ruta del veneno, la que siguió hasta llegar al café, Edyth __dijo Malvarez__. Y le explicó el hallazgo de restos en el hervidor de agua y que no sabían de otra persona que hubiera estado en la casa el día de los hechos a excepción de Elsa.

__ ¿En el hervidor? ¿De verdad?
__No es ninguna prueba contundente, pero dado que la señora Contreras es la única que pudo ponerlo allí, no podemos sino considerarla como sospechosa.
__Pero… __comentó Edyth. Sin embargo, se vio incapaz de continuar.

__Lo siento, tenemos prisa  _dijo expeditivamente Malvarez.  Si puede quédese con Luciano. Saludó con una inclinación de cabeza y todos salimos de la casa.

Nada más llegar a la Jefatura de Policía con Elsa, el jefe de inspectores quiso pasar a la sala de interrogatorios para tomarle declaración. En condiciones normales se la habrían tomado en el centro local de operaciones establecido para el caso, pero esta vez, el jefe había preferido que fuera en la jefatura. Al parecer, suponía que la posibilidad de que Elsa acabara por confesarlo todo era bastante alta. Y, en caso de que así fuera, pensaba pedir una orden de detención y trasladarla, ya como detenida formal, a la comisaría central. De ese modo podría ofrecer a los medios de comunicación imágenes de la conducción de la detenida a las dependencias policiales.
Malvarez estaba esperando el resultado de la declaración cuando apareció Jesica, nosotros con ella. Lo primero que dijo nada más entrar fue que Elsa no era la asesina.

_Se han plagado las nubes de sales y polvo sangriento con miradas distantes  y corazones endurecidos; llueven en algunos las dudas cruzan fugaces recuerdos vividos...
Cimbran de la tierra quejidos especulando, azotan las huellas imborrables y al segundo, haciéndose pasado.
Manos impotentes abrazan resultados; por vileza escupida, por cobardía,  orgullo y vanidad de otros  mal sembrados.
Son las nubes y también la tierra, testigos de ningún Dios presente, brazos de padres e hijos por la vida y por la muerte; irrefutables caminos sin elección, sin precedente, lo siento inspector. Elsa no lo mató.
Cuando él oyó los razonamientos de Jesica se sintió abatido. Pero no porque lo que le había contado careciera de fundamento, sino por todo lo contrario, la explicación de Jesica que avalamos de que, en caso de que el veneno lo hubiese puesto Elsa, no habría dejado allí el hervidor tal cual, era bastante convincente.

__Pero, si no fue ella, ¿quién pudo poner el veneno en el hervidor? Porque es imposible que lo hiciera la esposa...
__No sé quién fue. Solo cabe pensar que se trata de alguien que entró en casa después que Elsa se marchara el domingo por la mañana puesto que Paula está descartada.
Malvarez negó con la cabeza.
__Pero no tenemos a ese alguien. Ese día el occiso estuvo solo todo el tiempo.
__O puede que nosotros no hayamos conseguido descubrirlo. En cualquier caso, tomarle de nuevo declaración a Elsa no tiene sentido, dirá lo mismo. Es más, como cometamos una torpeza con todo esto, podríamos acabar violando sus derechos.

Malvarez titubeó un instante ante el fuerte tono empleado por Jesica, algo muy inusual en ella. Entonces su móvil sonó en el bolsillo interior de la chaqueta.
Sintiéndose en cierto modo salvado por la campana, Malvarez sacó el teléfono, y miró la pantalla. Pero su sorpresa fue mayúscula al comprobar que se trataba de Edyth.

__Disculpe que lo moleste de nuevo, pero hay algo importante de lo que quiero hablarle.
__ ¿De qué se trata esta vez? __preguntó el inspector apretando el aparato en la mano.

__De lo del veneno en el hervidor. Verá, creo que el veneno no tuvo necesariamente que ser puesto en él…
Malvarez quedó desconcertado. Había pensado  que la viuda llamaba para pedirles que dejaran ir a Elsa.

__ ¿Y por qué así lo cree?
__Tal vez debería haberles dicho esto antes, pero mi marido se preocupaba mucho por su salud, de modo que casi nunca bebía agua de grifo. Incluso para cocinar usábamos agua pasada por un filtro purificador. Y para beberla directamente siempre tomaba agua mineral. Y me pedía que yo también la usara para preparar café. Así que supongo que, cuando lo hacía él, usaba igualmente el agua embotellada.
__ ¿Quiere decir que el veneno estaba en la botella de agua mineral?
Jesica que estaba a su lado alzó una ceja al oírlo.
__Solo creo que es otra posibilidad antes de culpar a Elsa. Por eso les digo que es absurdo que solo sospechen de ella. Si se trataba de echar veneno en una botella de agua, pudo hacerlo cualquiera.
__Bueno sí, pero…
___Sin ir más lejos… pude haber sido yo misma __concluyó Edyth.
__
Solo pasaron dos horas hasta que Elsa estuvo camino de regreso a su casa, sin más, la causa de que se acabara tan pronto con ella fue la llamada de Edyth avisando que el veneno pudo estar en el agua de botella.
Fue Jesica quien la llevó de regreso.
Nos despedimos de ella, y nos dirigimos al supermercado por compras nuestras y para Fabián, era a hora de desentendernos un par de días de esa locura aunque esperábamos que el profesor Thomas Wilson  tomara cartas en la investigación de la ruta del veneno, las idas y venidas de la viuda estaban enloqueciendo a todos.

__
__Fabián está en la facultad, cielito, pero en la mañana iré a ver a Ana, luego saldremos todo el día con él, estoy saturado con y de las mentiras de Edyth. Y Camila la completó con el numerito de hoy __ dijo Guille mientras descargábamos las bolsas.

__Ya amor, déjala, al menos firmó, cuando vea que la audiencia de conciliación no tiene sentido  no tendrá más remedio que aceptar que todo terminó. Que no la amo. Que amo todo de ti, aunque no se lo diré.
Amo lo que eres y no eres. Amo tus virtudes y tus defectos.
Adoro tus sueños y tus miedos. Adoro tu sonrisa y tus enojos. Te quiero conmigo y en mi ausencia, te amo en la distancia y en silencio.
Te amo en secreto y en lo prohibido, amo tus días felices y los tristes. Añoro lo que amas y no es mío, te añoro aunque  no estés conmigo.
Amo tu pasado y tu presente, amo el futuro en que me veo contigo. Te amo lujurioso y perverso, te amo en mi lado tierno y sensible.
Te amo en tu infierno y en tu cielo,  amo a tus demonios…  los quiero míos.
Te amo con amor apasionado y desmedido. Amo tu luz y tu sombra. Amo tus palabras y tus silencios. Amo tus alegrías y tus tristezas. Amo tu seriedad y tus locuras.
Adoro tu mirada tierna y tu mirada perdida. Adoro tus versos, tus poemas, cada una de las palabras que destila tu esencia.
Te amo al asomar el alba y te amo cuando  el sol se duerme.
Te amo en mis sueños y también en la realidad.
Te amo con mi esencia dulce y te amo con mi lado intenso. Amo cada parte de tu ser, tu forma peculiar de ser. Te amo con el corazón y  también con toda mi alma.
__Yo te amo socio, en la vida, en el estudio.

Guille me abrazó desde atrás adorando con sus labios el lóbulo de mi oreja, el cálido aliento me hizo cosquillas en el hueco, en el cuello, sus manos atrevidas se colaron desde el ruedillo de la camisa a la piel y me estremecí al contacto.
__Amor, las compras,…
__ ¿Qué?
__Hay que guardarlas y preparar algo para mañana.
__Después, Pedro, tengo hambre de vos, precisamente ahora cielito.

Respiré sus besos, aspiré su boca, deslicé mis manos por toda su piel, sembré caminos y valles con las yemas de los dedos de garabatos, tatuó mis cimas y modeló mis nalgas al aferrarlas, con las caricias sobre las notas de mi cuerpo, me estremecí y lo sentí en cada poro de mi piel, en cada terminal nerviosa.
Su vehemente brisa me empujó, sus tibios brazos fuertes me mecieron, su dulce mirada me arrobó los sentidos, y los labios finos curvos en sonrisas me tentaron llevándome a un refugio
que no sé ubicar.
Las olas sabias nos acunaron en ritos milenarios, compases solitarios en el mar del querer;
entre el desliz  de la bruma, con el amor  de emisario,  despertó la pasión desquiciada desde las manos en la piel, la ropa estaba de más, barreras que nada tenían que hacer excepto caer olvidadas al piso para que volviéramos a nacer.
Guille me llevó devorándome la boca tomando y violando, dando y recibiendo, contra la pared donde me volví, me fui entregando en sus verbos al oído, me fue callando con sus labios posados en los míos y en el silencio eterno me fui sintiendo más vivo en sus brazos y en el placer.
Surcamos nuestras pieles  con caricias que no cupieron en las manos.
Nuestros dedos dejaron rastros... cuando nos amamos,  navegamos nuestros cuerpos.
Una travesía de gestos, unos malabares enhebrados. Emociones manifestadas  en múltiples madrugadas...
Y rodaron nuestros deseos, llenaron nuestra sed de amarnos, navegaron nuestras almas  en un ritual oceánico de verbos y gestos.
Suspiros marinos salados y mojados  salaron nuestra piel, vagamos sin rumbo  a  buscarnos el misterio  de surcarnos el sentimiento  en oleadas de orgasmos...
Entregados al viaje  de brindarnos el cariño,  nos compartimos un mundo de emociones. Navegando transportados por un suspiro  recorrimos nuestro mundo  descubriendo los regalos  que nos entregamos  cuando nos encontramos y nos navegamos  en deseos desenfrenados.
Al amarnos  nos dejamos... Una mirada, una sonrisa,  un roce en la nalga...
Él se acercó un poco más,  yo, no dije nada,  él tenía ganas de  hacer el amor,  yo de sentirme amado,  con un poco de maldad,  acabaría con su necesidad.
Se acercó despacio,  al sentir esa dureza me acomodé, su sexo se humedeció pulsando furioso, me tomó la mano llevándola a mis pezones y mientras suspiraba, me lamía el cuello, mordiendo, olfateando, tomando mordisquitos.
Esas manos ágiles,  paseaban sin pudor,  entre nalgas, sexo y pezones, el cielo se oscureció,
mis piernas se doblaban, su sexo olía a pecado, eso no me importó.  Me besó despacio saboreando el momento, yo di gracias por la ocasión,  sin preguntas solo me ondulé buscando el contacto, lo empujé, lo incité a internarse en mí, y luego de sentirlo en toda su longitud, empujé el vaivén en flameo divino,  sintiendo el sudor hirviendo derritiendo pieles, despojados de límites, ya no supe dónde terminaba uno e iniciaba el otro, miré el movimiento, espié el punto de unión de los cuerpos, besé y succioné los labios hasta sentir el dulce mezclado con la sal de la sangre, acompasando ritmos, en frenesí de  cabalgata, ascendí en la pared una y mil veces solo para dejarme caer y que él llegara más profundamente, el acantilado estaba cerca, la roca, la cornisa, el dejar de ser materia, el estallido, el polvo de estrellas, el uno, la agonía y la muerte, para dejarnos caer deshechos, y renacer más tarde para poder recomenzar.

__Te amo tanto Guille que antes de ti no era nada _dije atolondrado en el piso.

__Y yo cielito, el silencio atrapa  a las almas en el  secreto de las nostalgias,  esas que se esconden en el limbo de las hojas  para cubrir la retirada de las vanas intenciones que van sin rumbo.  Solo apuradas por el paso  de la vergüenza reclamándole a la noche, la ausencia de los abrazos, como prólogos resecos del viento.  Todo eso terminó en esa tarde del cumpleaños de Beto, cuando me sentí tuyo, sin serlo.
Nadie nos ve cuando  nos besamos,  pero absolutamente nadie solo el olor que sale del alma.

__Las piedras preciosas se dicen  ser más brillantes por la condición de tener precio, pero tu mirada,  la brillantez de tu mirada, con la que me ven tus ojos,  solo tienen el precio de tenerlo cerquita como tus besos. 
No lo vas a creer, pero creo que antes de esa tarde nos presentimos, nos encontramos sin vernos.
__ ¿Cómo?
__Lo sentía cada vez que salía a correr, el día previo a ese jueves sin más supe que alguien estaba viéndome desde hacía algún tiempo, siempre que llegaba al parque sentía esa profunda mirada, con disimulo la buscaba y a nadie lograba ver, nadie estaba, solo sentía el perfume de su piel, que olía a caoba, incluso pasaba todo el tiempo con los segundos de la tarde, esperando conocer el destino de esa mirada y solo sentía razones cautivantes, hasta que me senté en una de las bancas y me dormí, allí apareciste sin rostro, con unas manos delicadas, con el cabello  brillante y me dijiste, amor, yo soy el que vos esperabas, bésame antes que el sueño se termine y te besé y me fui contigo  y jamás nos volvieron a ver.  Fue un sueño, una experiencia mítica símil a la de esa tarde en que realmente nos encontramos y supimos que estábamos destinados a esto, a ser uno.
Una tierna y hermosa verdad, la luna como en su casa dueña del sol, inmensa, tan inmensa e intensa que besa nuestros labios con el viento exhalando suspiros anaranjados  camino al color madurez con su gris y plata incandescente, divina, totalmente llena y desnuda a la espera del placer como hostia y dama del cielo.
Escenario perfecto en que se abre el telón y desnuda asoma la belleza silente con sus intensos colores, flores, rosas para dejarlas en las manos del hombre que amo.
Tus manos  cuidadas te hacen tan masculino como la piel de las mañanas en ese idilio de andar y ser mar en un rincón del espacio, del cielo, de los ríos, de siempre estar y ser uno.

Las flores y las rosas son miel, como la ambrosía que bebemos en los besos, en ellas existe el aroma de la inocencia y la virtud de mirarlas porque al tenerles el mundo entre suspiros las flores son telas del vestir divino del horizonte que quema despacito con color rojizo, color ternura. Las flores son el ánimo del tiempo y la profundidad de las miradas que  hacen vibrar por breves e intensos segundos el amor que se queda en el alma.
No temas ni que te atormente el caos, tampoco a la locura de Camila o la adicción de Ana.
Hay tantos momentos de alegría en los cuales hemos compartido nuestro amor, son miles de circunstancias que vivimos juntos y tantos comentarios que nos hemos dicho, como mágicas melodías de lo que es nuestra relación.
Tal vez nunca dejaremos de expresar lo que es nuestro amor, lo que nos amamos, lo que ofrecemos, así es el amor, jamás dejaremos que aparezca el cansancio, no dejemos de creer en la magia de nuestro sentimiento.
Anhelo expresar que este amor siga así, porque con cada mirada, con cada sonrisa, con cada aliento que sale de tu boca me estremezco, y aunque ya no oiga tu voz es lo único que deseo escuchar, aunque con solo recordar tu voz es como una melodía que me hace estremecer y me hace a enamorar de ti una vez más.
En el momento en que no estás te escucho, anhelo que enteramente estés junto a mí porque admiro tu bondad, y si no estás presente siempre te recuerdo, porque en el momento cuando sé que estás deseo abrazarte muy fuerte.
Escribiré mil prosas para ti, porque deseo que sepas lo que brota de mi alma, una cosa es escribir mis memorias que embargan mi corazón, otra es que tú lo leas para mí y ver cómo de tus labios me deleitas como al escuchar aquella melodía, anhelo cuando me susurras al oído y me dices que me amas, escribiré todos tus anhelos, lo que esperas tú leer, nuestros sueños más felices, procuraré meterme en tus ilusiones y en tus pensamientos, cumpliré todos tus deseos y siempre estaré ahí cuando tú me necesites.
Deseo seguir oyendo tu voz uniendo cada sonido, que guardo tus palabras en mi alma, obedeciendo fielmente y llenar de amor tus deseos.
Hoy me despido de ti en cada orgasmo, no sin antes decirte que ahora no te escucho, pero sabes que te miento, porque grabé tu voz diciendo que me amas y por esa razón la sonrisa se quedó tatuada en mi corazón.
Anhelo el momento de volverte a escuchar, porque tus palabras de te amo, son el motor que alimenta mi existencia y da fuerza de seguir adelante una vez más.
Dancemos mi dulce amor al son de nuestras caricias y disfrutemos las delicias que emite nuestro calor.
Bailemos con el candor de nuestra sensualidad, bailemos en libertad al ritmo de la pasión, gocemos la sensación que da la felicidad.
Ponle ritmo a tus caderas y apriétame con pasión embrújame el corazón y prende nuestras hogueras.
Derrumbemos las fronteras danzando en magia de amor, sedúceme con tu olor y el brillo de tu mirada, yo bailaré enamorado aferrado a tu calor.
Mil vidas si tuviera cambiaría por solamente un beso de tu boca, para beber en ella la ambrosía
que tan febril deseo me provoca.
Sentir tus labios en los míos es como tocar el cielo con la mano y te aseguro que la vida entera
a cambio daría y no lo digo en vano.
Imagino a la miel que llevas dentro pasar con suavidad por mi garganta disfrutando ambos dos de tal encuentro, al ver que una boca  en la otra la trasplanta.
No hay nada más sabroso que una hartura de besos rebosantes de dulzura.
__
El amor irradiaba la noche y susurrantes palabras  se me escapaban por el azaroso deseo de tenerte junto a mí. La oscuridad acrecentaba mi pasión mis anhelos se volatizaban y viajaban presurosos tras tus huellas.
Sentía una magia voraz dentro de mí que añoraba escribir verbos de amor sobre el tapiz de tu piel.
En la inmensidad de mi pasión logré encontrarte, y una escala de colores atravesó mi mente, perdí el control de mis caricias, de mis besos y hambriento de deseos busqué tu cuerpo, no sé cuántas veces lo recorrí.
Mis labios se sentían poseídos por tu piel, y te envolví con ansiedad desbordante, seduje cada rincón de tu sentir, y acompasamos nuestros ritmos sensualmente.
Llamaradas ardientes nos quemaban, se derretían nuestras mieles, y mis adentros te brindaban alabanzas comprimiéndose extasiados por tenerte.
Tu dulce olor llenaba los espacios de mi mente, y en mi boca pernoctaban los sabores de tu miel.
Un suspiro agigantado de placer lancé a los cielos, temblando por la fuerza del amor,
regocijado dulcemente entre tus brazos, llené tu rostro de tiernos besos dándote gracias por el excitante momento compartido.

__Pedro, amorcito, cuando el desvarío de tu amor convoca los bordes de mi piel, se incendian los candiles de mi canto que fluyen presurosos atravesando los desiertos azules para enjugar los sueños con la realidad que se precisa al día  tus besos sobre mi piel.  Son verbo amar conjugado,  son exquisita melodía que danza y germina como un hermoso botón de rupestres flores,  tus besos sobre mi piel son brisa  que camina y embelesa mis sentidos desenfrenando mis dormidas y acariciadas ansias  cuando tus besos se impregnan en mi piel, soy  el hombre que siempre quise ser.
Balsámica tu piel donde mis labios se embelesan de tanta dulzura, soy  el rey de tus montes sagrados donde mis manos inquietas descienden al túnel y  hacia delante tu deseo, donde mi boca se sacia de beber miel de océano blanco, náufrago soy en tus oleadas de placer y gemidos.
Cansado de hacer el amor con mi sombra,  tu silueta se confunde con el sol, donde tus labios muerden mi pálpito con suave dulzura, surcadora de mis trazos mis manos rugen en lo redondo de tus cimas, puntiagudos miran al cielo lleno de estrellas.
Locura de hombre candente, océano húmedo donde mis dedos rebuscan tu fuego hallado, mar bravío de caricias a raudales,  sos en mi cuerpo vivo, oleaje de fuego y pasión,  te sacudes con solo el roce caliente del juego goloso de mi lengua, en mi retina, la silueta de tus gemidos me habla.
Recuerdo tantas gotas por tu cuerpo que mi inquieta boca sedienta se las bebía a besos, dulce hombre, labios de flor roja donde mi lujuria sucumbe a tus deseos, apasionado, único que tiene la potestad de mi cuerpo y alma, labios donde este hombre es hombre.
__Cuando menos lo esperaba una enfermedad, esa maldita enfermedad llamada soledad hizo que la muerte que creí llegaba ese jueves acariciara mi cuerpo en busca de lograr seducir misteriosamente mi alma, para que entre sollozos le diese compañía eterna, me vi envuelto en un vacío del cual nada podía hacer, hasta que los dioses del infinito me regalaron el despertar entre sus labios, melódicos suspiros susurradores llenaban mi boca, besos de seda, besos de brisa que unieron nuestros labios.
Contigo apaciguaron los dolores, el miedo a la muerte, hoy estoy vivo desde que tus labios me besaron, ya solo de ella siento su nauseabundo aliento, más ya ni le temo desde que tus labios como estrellitas jugaron en mi boca, dulce  hombre que con tan solo un guiño de tus ojos encendiste la fe en mi alma ya casi ida, precioso amor que revivió lo ya muerto en mí, solo tú fuiste la consciencia, la fe  sanadora de mis sueños guardados, llegaste justo cuando mis cenizas volaban.
Cuando menos los esperaba, cuando menos lo esperaba pasé de las tinieblas más tenebrosas de mi mente a los labios más dulces de almíbar de mirra, donde resbalo en tu vientre, solo tú eres mi única medicina, el único que me libró de una pronta muerte, más ahora sí muero, pero moriré enamorado,  Guille te enfrentaste al azar y venciste al aliento pestilente que acechaba mi vida, ahora mi vida eres tú,  el que en mis últimos días me enseñó a no temer con tan solo el roce dulce de tus labios.
__
El embrujo de una noche de fantasías hizo que mi piel se erizara ante el más mínimo toque de tus caricias, de tus besos.
Tus movimientos fueron tan provocativos que elevaron mi cuerpo y alma al más sonoro éxtasis del encuentro de nuestros cuerpos que se exigían la entrega total.
Y así fueron pasando los minutos que como cómplices de nuestra aventura, permanecieron quietos y callados en el silencio de la noche.
Las copas esperando ansiosas nuestros labios para que sorbieran el delicado néctar del amor endulzado y refrescante que solo una noche de placer regala a los amantes.
Tú y yo, nadie más. La música entonaba cadenciosas melodías que invitaban a que nuestros cuerpos se desnudaran y se tocaran y que nuestros labios se besaran.
A sentir la libertad de no llevar nada encima. Solo el calor de nuestros cuerpos con las almas desnudas dispuestas al encuentro.
Besos, abrazos y miradas ardientes que lo único que buscaban era el momento preciso para amarse. Ese tiempo era nuestro.
Caer rendido en tus brazos, mientras tus delicadas manos recorrían mi espalda de arriba a abajo, de lado a lado. No eran necesarias las palabras. El roce de tus dedos lo decía todo.
Así fue nuestra noche de locura en que ambos decidimos alcanzar la cima más elevada arropados tan solo por la luz de la luna...
En la penumbra de la noche imposible predecir el movimiento de los cuerpos amándose enredados.
El lenguaje de tu cuerpo  alimenta en mí  nuevos apetitos y mis ansias ceden ante ese perfume  que me atrae desde el centro mismo de tu sexo.
Entonces las penumbras son llamas que encienden mi hombría  convertida ahora en tu infierno.
Saboreo tu geografía ofrecida  sin resistencia en tu desnudez y somos instantes de lujuria
somos hambre,  somos temblor y urgencia.
Voraz destino el que busco centímetro a centímetro en tus límites y en tus profundidades.
Tu posición, mi lugar, mi postura, tu actitud, cuerpos mojados excitación y deseo.
Llenamos los espacios de ese firmamento de fuego.
Tu boca escribe poemas desatados sobre mi piel. La fruta tentadora ya no es ajena a tu pasión.
Cielo y averno, éxtasis y explosión escucho tu clamor…  mis ojos se cierran.

 __Empezó el volver a amar  como una gota de rocío desde un despeñadero, poco a poco otras gotas se fueron uniendo, un arroyuelo, un riachuelo después un río, una marea interna de entrañas derretidas en la hoguera de la pasión de los dos, más tarde con la lluvia todo un océano inmenso bebí de tu fuente, sació mi sed, embebió cada átomo de mi ser con tu esencia.
Fue el amor entre los dos, fue hermoso  oler su aroma, en las flores celestes del jardín del cielo, en tu cuello olía a fresca pasión.
Éramos, sol y luna…  distante, cielo y mar juntos en el beso, todo era tan bello como la leve lluvia, o tu cuerpo sobre las sábanas del lecho.
No hubo tregua para amarnos en la noche oscura, el cielo y sus estrellas y sus lunas, eternamente unidos por los cuerpos,  por los labios y besos prohibidos.
Y por qué no nos vamos  de viaje a la luna, al cielo, a las estrellas  y soñamos con rayos y la arena en las dunas mientras tú me seduces y desnudas mi mente,  yo te ofrezco una estrella  y un amor fresco y fuerte. Y por qué no olvidamos la vergüenza, el pudor y volvemos a amarnos con ternura y pasión.
Y por qué no me das  de beber de tus labios y me das de comer  de tu pecho sin plato.
Y por qué no me vas con tu lengua rozando esa parte de mí  que lo estoy deseando.
Y por qué no te sacias con mi cuerpo desnudo si te ofrezco de mí este cuerpo que es tuyo.
Y por qué no me buscas debajo de las sábanas donde yo  te espero  hambriento y con ganas.
Y por qué no me arañas y por qué no me muerdes y por qué con tus dedos me acaricias y sientes la humedad que provocas con tus manos calientes. Y por qué no te fundes metido  entre mis piernas si yo estoy deseando sentir que me penetras.
Y por qué no recorres  mi piel con tu ternura si mi cuerpo ya es tuyo si mi mente ya vuela
con tu mente desnuda. Y por qué no aparcamos por un momento el tiempo y tú y yo nos bañamos en el mar de los sueños.
¿Y por qué si tú quieres no inventamos un mundo donde solo sea dueño este amor con el tuyo?

Sábado, 30 de julio de 2016.

__Estoy bien Guille, por favor, déjame regresar a casa, te prometo que no haré locuras.
__No Ana, no ahora,  es pronto, hace poco tuviste una recaída, y además no puedo cuidarte _dijo Guillermo paseando con ella y Fabián por el jardín de la clínica, los esperé en el coche.

__Puedo estar con Fabi, él me quiere.
__Fabián no vive en la casa, Ana.
Ella se volvió  hacia su hijo con lágrimas surcando el rostro.
__ ¿Me vas a dejar sola hijo?
__No ma, yo te quiero, pero a papá también, estaba harto de quilombos, tengo que estudiar.
__Claro, ahora te fuiste con él y el novio, total yo quedo acá.
__No mamá, lo quiero a Pedro, sí, es buen tipo, y tienes que entender que no lo hicieron en tu contra, ellos están enamorados, se llevan bien, no tienen quilombos como tenías vos y papá __ defendió Fabián mirándola.

__No es así, Ana, tu hijo te quiere igual que antes, no te abandonó, sucede que estaba solo en casa, y estamos en medio de un asesinato que no hemos resuelto, no quise que estuviera en peligro, como prefiero que te quedes segura acá por ahora, y Pedro solo le consiguió un departamento en  el mismo edificio, pero no vive con nosotros, nuestro departamento es pequeño.
__Además son grande, ma, quería mi intimidad. Cuando regreses a casa, veremos, pero me gusta vivir solo.
__Está bien, pero al menos deja que Camila me visite __pidió Ana llorando mirando a Guillermo.

__No son amigas, ni ella ni vos están bien, tienes amigos en el grupo, ellos sí son buena influencia. Además Camila está con el padre, la cuida de cerca, es juez  y  no querrá que te vea por ahora. Por favor Ana, hagamos las cosas bien, por el bien de todos, te prometo que en cuanto el caso se resuelva, saldrás de acá, si quieres vivir con Fabián , o si él quiere estar solo, nos divorciaremos y con el dinero de la casa comprarán una o dos departamentos cerca, ahora cuídate, será lo mejor, vamos hijo.
__
Salimos a pasear por Palermo, fuimos al Tigre, Fabián y yo queríamos pescar, aunque Guille protestó, decidimos enseñarle.

__Papá, miré una propiedad divina, es cerca quisiera que la vean. Digo, ustedes se van a casar pronto, creo,  más allá de lo que le dijiste a mamá, quiero pasar tiempo con ustedes.
__No hijito, no, sí nos vamos a casar algún día, pero el divorcio de Pedro está en pañales, el mío ni siquiera iniciado, y no podemos comprar nada o sería bien ganancial, ya les dejaremos demasiado a ellas para tener un común acuerdo.
__ ¿Y si compraran a nombre de otro mientras? No sé, no digo mío, pero, de Beto o Marcos.
__No hijo, es un lío, no hay apuro, además no tenemos tiempo de nada ahora, estamos bien alquilando.
¿Acaso no estás bien en el departamento?
__Sí, solo que la casa es hermosa, pero supongo que tienen razón.
__Tengo razón, vamos a comer una rica pasta en algún lugar y luego, veré de  echarme al río o de aprender a pescar, vamos, que el saber que no tenemos que andar entre la viuda y la policía me dio  hambre,  huyamos antes de que algo suceda y debamos regresar, solo quiero volver a casa a la noche.
___
Lo que paseando livianos de equipaje no sabíamos era que Jesica estaba junto a Elsa Contreras, que el viernes siguió buen rato con ella, que la viuda seguía sus mentiras.
Si la versión de Edyth de que su esposo usaba siempre agua mineral era la cierta, el veneno no tenía por qué haberlo puesto necesariamente Elsa. También otra persona podría haberlo puesto antes en el agua sin necesidad de aparatos a distancia como estábamos conjeturando.
Elsa no hacía más que repetir entre sollozos ante cualquiera, que ella no lo había hecho, por tanto el viernes a regañadientes se aceptó dejarla ir.
Jesica la llevó a su casa, sentada en el asiento del acompañante Elsa guardaba silencio. La inspectora imaginaba hasta qué punto debía de estar harta, fatigada de interrogatorios, al fin y al cabo, Edyth mintió siempre, ella solo en la paternidad de Luciano y era más entendible.
 No era extraño ver a hombres hechos y derechos sucumbir ante machaconas y crudas preguntas de los detectives. Necesitaba más tiempo para contener las emociones a flor de piel que en ese momento la conducían inevitablemente al llanto. De todos modos, Jesica pensó que, aunque consiguiera calmarse, Elsa no iba a iniciar una conversación.
Ahora que sabía que la policía sospechaba de ella, tampoco albergaría muy buenos sentimientos hacia la detective que la conducía a su casa.
De repente, Elsa sacó su móvil, al parecer alguien la estaba llamando:

__ ¿Sí?  __contestó en voz muy baja __.Sí… Hemos terminado, hace poco. Ahora mismo me están llevando a casa en coche. No, la que me lleva es la detective… No, es que no vamos desde la comisaría local, sino desde la jefatura, así que seguramente tardaré un poco más. Sí. De  acuerdo. Gracias por cuidar al nene __dijo Elsa antes de colgar. Había hablado todo el tiempo con voz muy débil.

__ ¿Era la señora Edyth? __interrogó Jesica.

__Sí. ¿Por qué lo pregunta?
__Antes también ha telefoneado al detective Malvarez. Parece muy preocupada por usted.
__ ¿Ah, sí?
__Creo que ambos estuvieron hablando sobre la relación entre usted y el señor.
__ ¿Y cómo sabe eso?
__La señora se lo contó a Malvarez cuando vio que a usted se la llevaban a la Jefatura Central.

Como Elsa no respondió, Jesica le lanzó una rápida mirada. Estaba alicaída. Su cabeza gacha miraba al suelo del vehículo. Obviamente, no le agradaba que la gente se hubiera enterado de aquello.
__Disculpe mi atrevimiento, pero es que me resulta muy extraño. Lo natural sería que ustedes dos estuvieran lanzándose bombas. Pero ambas se comportan como si no hubiera pasado nada.
__Bueno… creo que se debe a que él ha muerto.
__Ya, pero aun así…
 Tras una breve pausa,  Elsa dijo.
__Bueno, puede ser…

A Jesica la impresión que le dio es que  ella tampoco era capaz de  darle una explicación a la curiosa relación que en ese momento mantenía con la viuda.
__Verá, me gustaría preguntarle un par de cosas. ¿Le importa?
__ Pero ¿es que todavía hay algo más? __dijo abatida.

__Le pido disculpas, comprendo que está usted agotada, pero se trata de cuestiones muy sencillas. No creo que ninguna le resulte especialmente dolorosa.
__ ¿De qué se trata?
__El domingo por la mañana, el señor y usted tomaron café juntos, ¿verdad? Y dice que ese café lo preparó usted ¿no es así?
__ ¿Otra vez eso? __ repuso Elsa con voz llorosa__. Pero si yo no he hecho nada. Ya les he dicho que no tengo ni idea del veneno…

__No, no es eso. Simplemente quiero preguntarle sobre la forma en que preparó el café. ¿Qué agua utilizó?
__ ¿Qué agua?
__Me refiero a si usó agua embotellada o del grifo.
__Esta vez usé agua del grifo.
__ ¿Está segura?
__Sí. ¿Qué pasa con eso?
__ ¿Y por qué usó agua del grifo?
__ ¿Que por qué? Por nada en especial. Simplemente porque sale caliente y cuesta menos hervirla.
__Y en ese momento el señor estaba junto a usted.
__Sí. Se lo he dicho ya un millón de veces. Y en esa ocasión le enseñé cómo hacer el café. __Su voz llorosa tenía ahora un tono de desesperación.

__Intente recordarlo bien, por favor. No me refiero al momento en que preparó el café, sino a cuando llenó el hervidor con agua del grifo. ¿De verdad estaba él a su lado en ese preciso momento?
Elsa quedó en silencio. A lo largo de su pertinaz interrogatorio,  Malvarez había debido preguntarle  de todo, pero eso seguramente no.
__Es verdad… ___murmuró__. En el momento en que preparé el agua él no estaba todavía a mi lado, entró justo cuando yo ponía el hervidor en el fuego. Entonces me pidió que le enseñara cómo lo hacía.
__Está segura, ¿verdad?
__Sí. Lo acabo de recordar.

Jesica detuvo el vehículo a un lado de la calle. Encendió las luces de emergencia, se volvió y miró fijamente a Elsa a los ojos.

__ ¿Qué pasa? __dijo ella temerosa, apartándose de la detective.

__Usted nos dijo que quien le enseñó a preparar el café fue Edyth, ¿verdad?
__Sí __respondió Elsa asintiendo con la cabeza.

__Bien, pero ella le dijo al detective que su esposo era muy cuidadoso con su salud y que nunca bebía agua del grifo, sino agua purificada para guisar, y le pedía a ella que cuando preparara café usara agua mineral. ¿Sabía usted eso?
Elsa abrió los ojos como platos y parpadeó varias veces.
__Ahora que lo dice, sí que recuerdo haberlo oído decir eso a ella. Aunque también ella decía que no había que darle tanta importancia.
__ ¿Sí?
__Decía que usar agua de botella para algo así resultaba caro y que además se tardaba más tiempo en hervirla.
También decía que si el señor preguntaba, bastaba con decirle que el agua era de botella __dijo llevándose las manos a las mejillas __.Lo había olvidado por completo…

__O sea que en realidad ella también usaba agua de grifo.
__Así es. Por eso esa mañana, cuando yo preparé el café tampoco me lo planteé siquiera _dijo Elsa sin dejar de mirar a la detective, que asintió con una leve sonrisa.

__Gracias __dijo__. Luego apagó las luces de emergencia y quitó el freno de mano.
__ ¿Hay algún problema en que yo usara agua de grifo?
__Ninguno, es solo que como ya sabe el señor fue envenenado, de ahí que sea necesario analizar todas y cada una de las cosas que haya podido ingerir.
__Pero usted me cree, ¿verdad?
Por favor, usted debe creerme. Yo no hice nada, se lo juro... yo…
Sin apartar la vista del frente, Jesica tuvo que tragar saliva porque había estado a punto de decir la frase tabú para un policía: “La creo.”

__La policía sospecha no solo de usted. Podría decirse que sospecha de todas y cada una de las personas de este mundo. Es un trabajo complejo.

Elsa regresó a sumirse en el silencio. Seguramente aquella respuesta era la opuesta a la que esperaba.
Jesica detuvo el coche frente a la casa siguiendo con la mirada a Elsa, que tras bajar del vehículo, se encaminó a la puerta. Luego miró el patio de entrada, paró el motor precipitadamente. Había visto que en la puerta, se encontraba Edyth.
También Elsa pareció sorprendida de encontrarla allí, la mirada compasiva que la viuda le estaba dirigiendo se tornó severa cuando advirtió que la detective se aproximaba a ellas a toda prisa.

__ ¿Todavía hay algo más? __preguntó Elsa.

__No, es que, como he visto que estaba también la señora, he bajado a saludarla __dijo Jesica__. Lamentamos haber retenido a la señorita Elsa hasta tan tarde __añadió.

__Entonces ya habrán despejado sus dudas con respecto a que ella no hizo nada.
__Nos ha contado muchas cosas. Y tengo entendido que usted también lo ha hecho al detective Malvarez. Le estamos agradecidos.
__Espero que les sea útil. De todos modos, por favor, entiendan que Elsa es inocente, no tiene sentido seguir presionándola con interrogatorios.
__Permita que seamos nosotros los que evaluemos eso, y esperamos seguir contando con su colaboración.

El severo tono de la viuda desvirtuaba la imagen que ella misma había venido mostrando de sí, y Jesica vio una mirada sorprendida, Edyth se volvió hacia Elsa.
__Elsa, tienes que decirles toda la verdad.  Si sigues callando, nadie te va a proteger. Lo entiendes, ¿verdad? Pasar tanto tiempo con la policía podría acabar afectándote negativamente…
El rostro de Elsa se tensó ante las palabras, parecía haber captado el significado oculto que encerraban. Mientras la miraba, un chispazo recorrió la mente de Jesica.

__ ¿No me diga que usted…? __empezó sin dejar de mirar a Elsa.

__ ¿Y si se lo dices tú misma aquí y ahora? Al fin de cuentas, ella es mujer policía y yo misma ya lo sé, así que… __dijo Edyth interrumpiendo a Jesica.

___Edyth, ¿a usted se lo dijo su esposo?
__Claro que no. Pero también soy mujer. Me doy cuenta de las cosas.

Para Jesica resultó evidente a qué se referían, pero estaba obligada a corroborarlo con palabras.

__Señorita Elsa Contreras, ¿está usted embarazada? __le preguntó sin rodeos.


__Sábado.

Cuando oímos el teléfono, pensamos que el demonio se había colado en nuestro día libre mas Guille al ver que era Jesica, atendió.

__ ¿Cómo? ¿Que Elsa qué?
__ De dos meses, lo que oyes, lo confesó frente a Edyth anoche, embarazada de dos meses…. Del occiso. Ella no lo mató, no ha sigo ella.
__Cuéntanos todo, por favor, todo.


CONTINUARÁ.
HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.
 CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE ADULTO, ESCENAS EXPLÍCITAS.


17 comentarios:

  1. Maria Dolores Agradecida por esta belleza, besos.

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  2. Marcela Gracias por permitirme ser puente, en tu novela y en todas, hermosa.Eve.

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  3. Ricardo Guauuu!!...por Dios que belleza 💞
    Maravilloso

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  4. Gladys Gracias por Desafío Eve Monica Marzetti,

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  5. Josefina Como siempre fascinante 🎩🎻🌞🌿LINDO DÍA

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  6. Asiyah Que amable eres hermosa Eve Mónica Marzetti 🌹 gracias por tus linda tira, beso.

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  7. Cely Vargas Eve Monica Marzetti muchas gracias

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  8. Flora Gil. Divino desafío. Buenos días y muchas gracias mi estimada Eve monica Marzetti y feliz inicio de semana para ti

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  9. Complicado y muy interesante Eve...Estoy totalmente desorientada y no se me ocurre quién puede ser el asesino...Si no se suicidó...

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