EL VIAJE. CAPÍTULO 84.

 

EL VIAJE. CAPÍTULO 84.

 Roma, 27 de abril de 2016.

___El día se deslizó como los anteriores,  con rezongos varios por la visita al Panteón, vía Veneto y lugares pendientes, las compras para la fiesta y más.

… Este traje me queda chico.

… Te queda perfecto, estás hermoso.

… Dije que no me gusta, parezco empaquetado, y eso que decías que acá la ropa era superior.

.. Amor, la ropa de los mejores locales de Bs. As. la importan de París y Milán.

.. Esto es Roma, no Milán.

… Bueno, cámbialo si no te gusta, me cansaste.

… ¿Adónde vas?

…  Ya elegí el mío, voy a elegir ropita a las nenas, a José y para regalar.

…!Pedro!

… ¿Qué sucede ahora?

… Falta que digas que le vas a llevar remeras a Marcos y a Isabel.

… Y sí. Si le llevaré hasta a Juan y a José le tengo que llevar a Marcos. ¿No es tu amigo desde hace más de treinta años?

… Estás loco, yo no pienso cargar con todo eso, haz lo que quieras.

… Eso haré, no te quepa ninguna duda. Vamos mis bellezas,…, que papi les va a medir ropita.

… Ojito con las nenas, con las minifaldas y los trapitos, lo mismo con lo que imagino llevarás para Paula y Belén.

… Hay Dios, dame paciencia solamente porque estamos muy cerca de San Pedro como para matarlo acá.

 Vamos muñecas, no escuchen nada ustedes.

___ Guillermo pidió a la vendedora otro traje, tratando de que su esposo lo mirara y aprobara, pero Pedro se fue a otro sector y se dedicó a probar ropita a los trillizos y a elegir para todos los familiares y amigos de Bs. As., sintiendo dagas clavándose en el cuerpo que bien conocía eran miradas furibundas de su marido.

Pero a poco de andar, a Guillermo se le llenaron los ojos de lágrimas al ver a Pedro colocándole un vestidito rosa a Francesca y otro a Barby y a las nenas sonriéndole, eran la ternura hecha carne, y eran suyos, y fueron llenando todos los lugares comprensibles e indulgentes que anidaban en su interior.

Se quedó contemplando las lánguidas caricias de uno al otro, las sonrisas y chillidos, y se conmocionó por la avalancha de sensaciones y sentimientos que se agitaron en su interior, pero al mismo tiempo sus profundos ojos negros seguían echando fuego, no llegando a entender el por qué estaba tratando así a Pedro, mientras el pánico de que lo dejara plantado en Roma o en el tren, o en medio de la nada lo invadió por igual.

Le lanzó una mirada de soslayo, mezcla de ira y de amor, su respiración se había acelerado y de súbito se sintió inesperadamente huérfano.

Todavía les quedaba por ir a la estación a comprar los pasajes para Florencia, le aterraba ir al nuevo lugar tanto como que no  lo incluyese en el viaje y lo enviara de regreso a Argentina solo.

… Sr., ¿le gusta?

__ La empleada lo sacó de la ensoñación, ni siquiera había mirado el nuevo traje pero le dijo que sí y lo aceptó. Sentía la imperiosa necesidad de acercarse a su familia.

Las miradas se encontraron por un instante, el pulso se aceleró, el cuerpo se crispó y Guillermo  deseó que la tierra lo tragara, pero reaparecer junto a su marido y sus hijos después, y hacia ellos fue.

“….Pedrito, mi amor, parezco un chico por lo mal que me estoy portando, hoy no me has hecho caminar siquiera, pero a todo contesto mal. No tengo excusa hoy. Bueno sí, que quieres comprar ropa para medio mundo podría ser, pero no es suficiente justificativo para mi comportamiento. Hasta los trillizos se portan mucho mejor que yo, ni hablar de mis suegros que son santos.

Basta, Graziani, termina con tus berrinches por deporte porque regresarás solo al Delta, o mejor dicho a tu casa si es que Fabi te dejara entrar si Pedro te echa, cosa bastante dudosa por cierto. En definitiva, o comienzas a comportarte como debes a tu luna de miel o terminarás solo, con las plantitas en el estudio, o peor, con Marcos.”

___ Lentamente fue hacia Pedro que apenas prestó atención a su acercamiento, hasta que sin previos aviso, Guillermo lo apresó entre sus brazos, haciendo caer las bolsas al piso, ante la mirada atónita de sus hijos que por suerte estaban en el cochecito, y se apoderó de los labios y más de su esposo, enterrando los dedos en el pelo, restregando su cuerpo en el ajeno que fue a dar contra la pared, los dientes chocaron sin permiso, hasta que Pedro lo dejó ir más allá.

… ¿Qué se supone que estás haciendo?

.. Besar... te.

___ Pedro supo que no lo iba a soltar por resistencia que intentara oponer, que el papelón sería mayor, por tanto entregó las armas, separó los labios y los dientes y lo dejó tomar todo lo que tenía, mientras los segundos trascurrieron y no se necesitó más para acallar el enojo acumulado hasta allí.

 Sin dudas,…, su marido sabía como desarmarlo… todavía.

Los labios de Pedro se abrieron más, la lengua de Guillermo penetró  sin dificultad y el mundo se derrumbó  y los engulló.

Y ahora Pedro deseaba esos besos por todas partes, intentando recordar que estaban en un negocio, porque deseaba que lo tuviese apresado contra una pared piel a piel, que lo empalmara, lo colmara y lo amara hasta la inconciencia, y fue conciente de los gemidos que estaban ahogando en el beso.

Guillermo sin apartar la boca ni demasiado el cuerpo lo empujó dentro de uno de los vestidores, y las manos lo recorrieron ajustándose a los glúteos, sintiendo el deseo de los dos en el vientre, luego se deslizaron a los muslos, y un gritito de las nenas los hizo regresar en lugar de continuar, dejando a desgano y jadeando el beso para intentar recuperar la razón.

… Ni se te ocurra volver a hacer algo así. Guiie, por Dios, estás volviéndote medio loco en Italia, casi hicimos el amor acá.

… ¿Y?

… Mejor voy con las nenas, Graziani, estás muy mal tú.

… ¿Yo?

… Tú.

___Los corazones latieron con tanta fuerza que antes de acomodarse la ropa, y Pedro el pelo, tuvieron que colocar las manos en el pecho para evitar el escape, mientras los ojos centelleaban.

…. ¡Casarte conmigo es lo mejor que te pasó en tu lamentable vida, Graziani! Y estás haciendo cosas muy extrañas acá.

…. Che, che, más respeto que te llevo unos  añitos como para que me hables así.

… Úsalos  entonces para algo más que para perder el pelo.

… ¡Pedro,  te estás pasando!

… Tú terminaste con mi paciencia desde que pisamos el aeropuerto, y no me refiero al de Roma, en Ezeiza. Así que ve pensando cómo te comportarás en la fiesta esta noche.

Y te recuerdo que como no te gusta el campo, ni la playa, ni el sol, ni los caballos ni nada de nada, pensé que un viaje a urbes mundiales sí lo disfrutarías, pero al parecer tampoco te agrada, se me agotaron los recursos contigo. Eres imposible.

… Pedrito…

___Guillermo ronroneando le ayudó a acomodar el pelo.

.. ¿Qué quieres?

.. ¿Podríamos al paso repasar la Fontana Di Trevi?

… ¿Qué?

Si la odias, por poco me asesinas por llevarte dos veces.

… Bueno, no.

… Guiie, me estás preocupando, en verdad creo que tendremos que ir a  un psicólogo.

… Está bien. Te diré la verdad.

 Pasa que dijiste que deseas regresar con Paula y Belén sin mí, y temo que cumplas, por eso quiero asegurarme de echar la monedita donde corresponde.

… Esto es demasiado.

… ¿Pero iremos o no?

… Está bien, ahora déjame ir con las nenas. En realidad es muy simple. Tenemos que hacer el esfuerzo para volver al pasado, al tiempo en que nos llevábamos bien, o sea a una semana atrás.

… ¿Y cómo vamos a llevarnos bien si acá no tenemos una cosa en común?

… ¡Ah, no! ¿Y lo de recién qué fue?

Mira, te aviso que acá no tenemos matrícula ni a Gaby, de lo contrario tendría que hacerte firmar otro acuerdo como el pre- matrimonial, porque eres muy tramposo.

… ¿Acuerdo?

… Te olvidas muy rápido de las promesas.

 Te recuerdo que habíamos quedado en viajar a los lugares del encuentro en junio, siempre y cuando te portaras bien de aquí en más en Italia, y en el tiempo que llevamos desde el acuerdo, has continuado cada vez peor. No tengo manera de hacértelo firmar, pero más vale que hagas memoria si quieres regresar a Mendoza, a Chile y al yate en junio.

… ¿Me estás amenazando?

… Nunca amenazo. Informo, como buen abogado, advierto solamente.

___ El cosquilleo de excitación los dominó por igual sintiendo chispas disparadas  por los pulpejos de los dedos y llamas en las pupilas, pero decidieron dejarlo allí y terminaron de hacer las compras.

Pedro besó en la cabeza a los trillizos y les hizo morir de risa con cosquillas en los rollitos y en la pancita y Guillermo se derritió gozando del momento, olvidado del largo de las falditas que compraron a las cuatro y de los trajecitos para José Thomas.

___El día invitaba a caminar, y llegaron a pie al Museo y a la Galería Borghese, habían ido al Panteón antes de ir de compras.

 Se sentaron en los bancos de piedra que descansaban contra la interminable balaustrada que rodeaba el museo, para luego ir a recorrer los salones y el césped central invitaba a la contemplación.

___Tomaron un coche que bordeando el río los llevó hasta Piazza Farnese, y fueron directo a la fuente central,…,  mientras Guillermo se preguntaba si habría que echar alguna moneda allí también.

… Es deslumbrante amor. ¿Puedes creer que es una bañera de granito traída de las Termas de Caracalla?

Mira la construcción, con el detalle de la cabeza de león y arandelas gigantes.

Me encantaría bañarme acá.

.. Pedro, ojito con lo que dices, y más con lo que haces.

… ¿Por qué no?

.. No empieces.

___Terminaron el recorrido por Roma, regresaron a la Fontana Di Trevi, echaron la moneda de nuevo, y al parecer tranquilos, sacaron los pasajes para Florencia, regresando al hotel con el tiempo justo para cambiarse para la fiesta, mientras  Amalia y Alberto ya cambiados, se hicieron cargo de los trillizos, y de algunos bolsos.

… ¿Cuando sale el tren hijo?

… A  primera hora de la tarde, madre, así no tendremos que madrugar.

… Está bien. Llegaremos rápido. ¿Reservaste hotel desde la estación?

… Sí, espero que sirva, de lo contrario haremos noche y luego buscaremos allá.

___ Se ducharon en silencio, entre miradas furtivas, evitando el contacto,…, entre reconciliados y enojados, para luego secarse sin apartar la mirada uno del otro, y al fin colocarse la ropa del mismo modo hasta terminar contemplándose con los nuevos trajes embobados, pero sin decirlo.

Todo parecía decir que se habían puesto de acuerdo en el tipo y color de la ropa, pero no había sido precisamente así. En definitiva los dos iban de negro, con solapas a un tono más claro de terciopelo, corbatas grises oscuras, camisas bordadas, con los zapatos negros por igual, impecables. No se sentirían fuera de lugar aunque no iban de esmoquin, menos de frac.

Es más, se mezclarían entre los primos como italianos, sin más.

… ¡Qué lindos están!

… Gracias Amalia, Alberto. Ustedes están muy elegantes también.

… Les gustará George, es un primo hermano de Amalia que al casarse su hijo con una chica de acá, vino a vivir a Roma, y van a Venecia de paseo al menos una vez por mes con los demás.

… Los niños están preciosos con la ropita nueva, pero se durmieron. En la fiesta despertarán así podrán hacer sociales.

… Vamos que el coche espera.

___ Llegaron puntualmente a la fiesta. Desde el portón de rejas de la Villa situada en la Via Appia Antica, que no habían aún visitado, tuvieron que hacer un trecho más hasta llegar a la mansión, antigua construcción que los transportó a otra época, a la cual iban llegando invitados, algunos  más de gala que ellos pero otros vestidos de manera informal.

Se anunciaron como familiares del dueño de casa, junto a un grupo de personas con el que coincidieron en la llegada, y una simpática mujer italiana, esposa del hijo de George salió a presentarse y a recibirlos con amabilidad.

Al instante y como en cada lugar, Pedro quedó extasiado admirando el sitio, la villa era imponente y comenzó a escudriñar cada detalle.

El festejo se desarrollaría en los jardines del fondo, detrás de la casa, pero debieron atravesar el imponente recibidor, con escaleras no menos llamativas, como las arañas, el decorado, y el imponente salón principal.

Los muebles eran fastuosos, la ornamentación comprada como objetos de colección y Guillermo sintió que la corbata era una tenaza o peor,… un torniquete que impedía las palabras y el ingreso del aire, aquello era otra basílica, otro museo, otra colección donde seguramente alguien en cualquier momento pronunciaría el nombre que estaba ya harto de escuchar.

Su ira estaba en el punto de ebullición y Pedro sintió la mirada penetrante que lo fulminó al oír que preguntaba sobre una estatua.

La esposa del hijo de George, era agradable y efusiva, de unos cuarenta años, bonita, voluptuosa y con confianza tomaba del brazo a Pedro mientras la furia en Guillermo bullía en la sangre que se iba inflamando saliendo por cada poro.

...Vamos al jardín amor, por las puertas- ventana.___ Cambia esa cara o nos echarán por mala onda.

.. Y vos déjate de hacer el lindo con las mujeres, lo que faltaba.

… ¡Uy, no!

…. Sí, te vi.

… Mira el bar, la barra, vamos a que nos preparen un trago, porque creo que lo voy a necesitar para soportar tu humor.

… Y yo para no ahorcar a esa mujer, por ahora.

… Por favor, es la dueña de casa, tiene como cincuenta años, más celoso debería estar yo, además ha sido amable como con todos los invitados.

.. ¿No me digas?

… Hijo, vengan que quiero presentarte a George, aunque te conoció de bebé en realidad, los quiero presentar, y a los trillizos. ¿Vieron qué organización?

El bar, las mesas para la cena, la pista de baile,…. es una maravilla, y no contrataron empresa alguna.

George está en medio de un grupo de amigos, pero son todos muy agradables.

___ La tensión entre los esposos cortaba el aire, y al llegar  junto al famoso tío, o primo lejano de Pedro que los saludó con  cariño para extasiarse con los trillizos, aparecieron amigas y amigos, y fue Amalia quien trajo con ella a uno muy especial que de entrada le dio un beso a Pedro en cada mejilla  haciéndolo estremecer a los dos.

El italiano les recordó lo que era un cimbronazo sexual provocado por un hombre, no el amor que naciera en ellos al verse en Mendoza, el fuego sensual exclusivo que saturaba los sentidos.

Para suerte de todos  apareció el primo de Amalia.

.. Muchas gracias por la invitación. La verdad que la mansión, el palacio o como le llamen acá es impresionante.

… Gracias Pedro, sí es del siglo pasado, pero restaurada y ornamentada por los chicos cuando la buscaron antes de casarse, pero ¿cómo es posible que no tengan nada para beber ni les hayan asignado lugar en las mesas?

¿Qué desean tomar?

___ George los tomó del brazo y enfilaron hacia la barra, por desgracia los amigos detrás, entre risotadas y charlas varias con Amalia y Alberto.

Guillermo le susurró a Pedro.

… Ese tipo es gay, te toca de nuevo y lo mato. Ya sabes. Estás avisado.

… ¡Guiie!, termina con tus estúpidos celos. ¿Pasamos de la dueña de casa al tipo ahora?

___ Fueron hacia la barra entre los cuerpos danzantes, donde se perfilaba el perlado del sudor, temprano, y al llegar a la barra, el dueño de casa les ofreció champagne.

…¿Están disfrutando de la visita a Roma?

… Yo estoy encantado, es la primera vez pero espero que no sea la última, ya estamos partiendo rumbo a Florencia.

… ¿Entonces es obvio que echaron la moneda en la Fontana Di Trevi para regresar?

___ Guillermo ya sentía una confabulación en su contra y contestó con ironía antes que Pedro.

.. Tres veces, por las dudas.

… Vamos a la mesa que están comenzando a servir la cena, obviamente uno de los platos será de pastas. ¿Les gustan?

… A Guillermo,….como a nadie.

… Vamos entonces.

___ En la mesa, sentaron a las nenas  en el regazo, y Alberto a José, todos miraban a la extraña familia, los no presentados con desconcierto evidente, pero los niños sonreían felices a todos por igual.

Guillermo esperaba que Pedro lo tratara como su esposo amante frente a todos, pero lejos de ello le dispensó un trato antojadizo como si fuera un simple conocido, y los ojos negros iluminaban el sector.

El intruso gay, era más alto que él, con un físico trabajado en gimnasio, tostado en cama solar, rubio, se sentó junto a Pedro, con lo cual Guillermo escuchaba lo que le decía y las entrañas se le retorcieron en cada palabra, mientras bajaba las manos para disimular el temblor, y las colocaba en zonas distintas del cuerpito de Barby.

.. ¿Eres soltero? ¿Tienes novio?

… Estoy separado, ___, al instante le remordió la conciencia por la mentira, pero  estaba harto de su rol de esposo perfecto y fiel causando rezongos continuos en Guillermo, y le devolvió un favor.

Sintió un golpe sin tapujos en la pierna y supo que sería mejor no seguir provocando al huracán, y volviéndose al italiano le dijo la verdad.

….Era un chiste, estoy casado, el Sr. es mi esposo, Guillermo, y estos tres nuestros hijos. Estamos de luna de miel.

.. Vaya, ¡qué originales!

___ La noche se fue diluyendo como así también las conversaciones en la mesa, y muchos comenzaron a ir a la pista de baile donde la música comenzó a tronar.

El descarado italiano tomó a Pedro de la mano y antes que alcanzara a rechazarlo estaban en la pista de baile, mientras Guillermo rugiendo atónito, iba colocando en el cochecito a los niños,  viendo como la mano del hombre se deslizaba imprudente hacia lugares secretos del cuerpo de Pedro donde solamente había llegado él, y lanzó una mirada asesina a la cual siguió independiente su cuerpo hacia el intruso invasor, al que le quitó a Pedro de entre manos literalmente.

… Vamos mi amor, ya es hora de que bailes con tu marido, y vos chiquito a ver si buscas a alguien soltero del montón para joder o no saldrás vivo de acá.

___La mirada de odio era una promesa que  no dejaba dudas y Pedro intervino con un dejo de amabilidad.

… ¿No te molesta si bailo con mi esposo un rato?

… Claro, luego los veré.

… Procura esfumarte, mejor.

Y vos, enrolla esos hermosos brazos en mi cuello de una vez porque esta noche  te daré una paliza si sigues así.

… ¿Y desde cuándo bailas tú?

… Desde que mi marido se viene a la pista y vaya a saber adónde con cualquiera, ¡por Dios!

___ Pedro lo abrazó sin más palabras y reía para sí, mientras con las manos se ocupó de llegar a sitios que fueron apaciguando el huracán, aunque  por lo mismo la noche se les antojó interminable, y llegaron al hotel desesperados, olvidados del enojo, del italiano y del viaje en tren a Florencia del día siguiente.

Se despidieron de Amalia y de Alberto, llevaron a los niños a su habitación y refulgiendo en las miradas la pasión trataron de desvestirse apartados, civilizadamente para colgar la ropa y no arruinar así lo recién estrenado, para luego sí, sin tiempo perderse uno en las curvas y planicies del otro,…, mientras en el beso tomaron y dieron todo, el enojo y las provocaciones del día, surcando con las manos la geografía ajena, sin dejar lugares secretos sin estimular, ardiendo, escaldando la piel, derritiéndose desde las entrañas en las llamaradas de pasión, detonando chispas en cada terminal nerviosa, mientras se empaparon los cuerpos en el mismo sudor, sabiendo a sal al paso de los labios, en las caricias de pies a cabeza y de norte a sur, con las manos y los labios,… la legua y los dientes, mientras se echaron urgentes para terminar de asombrarse todavía… en la magia de la fusión absoluta cuando el deseo de uno se impuso primero…. ingresando a lo más profundo latiendo abrasado allí, para iniciar la danza esa noche furiosa, que llegó atravesando cual puñal, a lo más profundo, llevando las llamaradas y las oleadas de pasión y placer a las más altas también antes del ominoso dolor que anunció el derrumbe de toda contención y la caída acordada en la gloria final de la liberación  al grito universal de la persistencia del amor allí, en El Viaje, en el recodo turbulento transcurrido en Roma…. por cambiar de camino hacia otra ciudad.

Cuando  el agotamiento puso fin a la noche, exhaustos y perdidos, embobados y extasiados cayeron anudados, bajo las mantas allí, y en casi un estado de sueño ya, lograron apenas susurrar:

… Prométeme que no volverás a negarme como Judas.

… Como Pedro.

… ¿Qué?

… Que no fue Judas quien negó a Jesús, fue Pedro, y tres veces, yo te negué una sola.

… A la segunda, te voy a matar, estás avisado.

___Y ya no pudieron volver a hablar por esa noche, ni para decirse su amor, ni para volver a pelear. Morfeo los arrastró… a un mundo mejor.

CONTINUARÁ