ENIGMA. CAPÍTULO VEINTINUEVE.

 

ENIGMA

CAPÍTULO VIENTINUEVE.

 Bs. As., miércoles 16 de julio de 2015.

Hospital Borda.

___ Guillermo se sentía feliz, más allá de que todo continuaba igual, haber pasado la noche enredado en  Pedro conciente de su ser le era suficiente.

Sabía que  habría momentos distintos y  que seguirían existiendo.

De a ratos  el bello rostro no mostraba expresión, y la mirada denotaba sufrimiento, desapego, pero en el fondo para él que sabía  ver,…, estaba la calidez del ser, aunque pareciera distante y lejano.

El día había oscurecido con las nubes que fueron llegando a ocultar el sol, y el trozo de cielo que se viera hasta entonces como azul terciopelo, se tornó gris encapotado, en el crudo frío que parecía decir que iba a nevar.

___Para Pedro verlo… fue retroceder al gris, veía al mundo desgastado en el gris, como el cielo que aparecía tras el cristal,… opaco, deshilachado.

Estaba feliz con Guillermo, pero apenas se iba un instante se agotaba, se sentía cansado, con un descontento inquietante, con la conciencia de que todo en su vida, en su mundo sin él, parecía desgastado.

__Guillermo intuía los vacíos cuando las miradas se encontraban, en los ojos marrones veía cierta vaguedad. En la superficie chispeaban, pero detrás aparecía otra cosa, una bruma ahumada, una opacidad, una niebla. Y a veces la neblina parecía avanzar.

Guillermo se preguntó si alguna vez el velo se iría.

Como psiquiatra conocía que el alma herida que ha sufrido un golpe brutal, que no mata al cuerpo, parece sanar en apariencia pronto, cuando los hábitos comienzan a rodar de nuevo.

Pero en el tiempo  queda latente el peligro, la herida álmica puede volver a manifestarse, como un hematoma, que primero es leve, y se va profundizando  luego, y a la larga el dolor puede invadir la psiquis por completo.

Guillermo a veces sentía a Pedro con la herida cicatrizada y lo veía feliz, haciendo planes a futuro, pero sabía que podía suceder lo otro, resurgir la herida, el dolor. Ante un estímulo podía caer en el vacío, en la indiferencia que se esparció esos días en su alma, y convertir sus palabras en hojas muertas arrugadas, sin energía o ni siquiera, muy diferentes a aquellas de los árboles  con vida verdadera. Podían parecer hojas caídas de una vida sin propósito y tenía que evitarlo de cualquier manera. Tenía que evitar el vació y la nada en Pedro, sensaciones que se lo llevaban del mundo,… solo.

… Guille, permiso. ¡Qué bueno verte trabajando!

… Sí, ahora que Pedro despertó tengo que poner al día el trabajo. ¿Alguna novedad?

… Nada, como si la hubieran deglutido, no puedo más hermano.

.. Beto, Miguel es muy hijo de puta, pero no matará a Gaby, sabe que es comisario, que tiene contactos, no es  tan pelotudo.

… Tengo mucho miedo Guille, mucho. Tal vez no puedas verlo, quiero decir que estás enamorado de Pedro,… pero Gaby es muy, pero muy linda.

.. Lo sé. Sé reconocer a una mujer bella.

… Tengo miedo que quieran usarla para otra cosa, ya sabes en qué está metido tu hermano, y el ex quería hacerle daño, eso sería peor que la muerte, la marcaría para siempre, la destruiría.

___ Guillermo sopesó lo dicho, las imágenes de Claudia muerta que viera en la comisaría, con su belleza de niña casi… lo hicieron estremecer y escalofríos gélidos lo recorrieron al recordar que Miguel había sido su primer violador.

… ¿Y la mamá?

.. Ahí está pobrecita. Tiene Alzheimer, a veces se va del mundo, no pregunta, es mejor para ella, otras regresa y no sé qué decirle ya. Voy a verla casi todos los días, me dice el Dr. melenudo. La cuida una amiga de Gaby, por suerte, Sonia, pero ella es todo lo que tiene.

Guille, sé que te vas a enojar, pero no puedo más, el 07 de julio se la llevaron, es demasiado tiempo, el sábado siguiente,  le iba a proponer que fuera mi novia. Nunca llegó.

…. ¿Qué me quieres decir que te conozco?

… Vine a pedirte una licencia, no puedo atender a nadie así, ando llorando yo por los rincones. Ojalá estuviera loco, no tuviese conciencia como ellos, pero la tengo y me estoy desangrando amigo.

… Es una locura, si dejas de trabajar,…, encerrado sí comenzarás a delirar. No, espera, no. Vos no piensas en quedarte encerrado, ¿verdad?

… Necesito ayudarlos, Guille, estar con Matías y José, o me voy a volver loco.

Tengo el pálpito que la tiene en ese prostíbulo, no entiendo por qué no allanan.

… Tampoco yo. Matías dice que es ponerla en riesgo, que quiere hacerlo cuando vean al ex novio allí.

.. Es que entró cuando los hombres de José lo dejaron, luego los hombres de Matías cuando se llevó a Gaby no lo registraron, y no saben adónde está. En teoría está bajo libertad condicional, lejos no puede ir, pero debe tener un domicilio, vivir con alguien, o no, y quizá tu hermano lo use para sus trabajos a cambio de techo en esos lugares. Pero necesito estar allí.

.. Beto, mira, te entiendo, si Pedro estuviera en manos de Miguel yo entraría a todos lados, arrasaría con cada lugar, pero creo que Matías y José por eso mismo, harán las cosas mejor. Sin embargo si quieres, puedo llegar a encarar a Miguel.

… No. Dijimos que no. Arriesgarías a Pedro, no por ahora.

… No necesariamente, peor fue cuando nos encontró en el almuerzo y le nombré a Claudia, simplemente puedo intentar sacarle información sin hablar del caso Beggio, sino de que Gaby es tu novia. ¿Quieres que lo haga?
.. No te dirá nada, Guille. ¿Qué esperas que diga, sí la tengo en un prostíbulo VIP preparándola para ser el reemplazo de Diana?

… Entonces tienen que entrar.

… Quiero entrar yo, Guille.

… ¿Qué?

.. Como cliente, nadie me reconocerá, excepto que los vea a Miguel o al ex, y entonces podría avisar a José, por eso quiero estar de licencia, tengo que meterme en el barro, Guille, entiende por favor.

… Está bien, aunque te diga que no, sé que lo harás igual. Y lo entiendo. No pidas licencia, te reemplazaré acá cuando no vengas, pero si tienes ganas o necesitas trabajar ven. Está todo bien. Con Pedro despierto puedo hacerme cargo de lo demás. Encuentra a Gaby.

__ Guillermito desconocía por qué Pedro estaba allí, y no como antes en la empresa, por qué no iba a visitarlos a la casa, pero suplía los interrogantes con la inmensa ternura que le dispensaba, con el amor que a borbotones daba en cada abrazo.

Las palabras de cariño le brotaban espontáneas, y no se esforzaba en detenerlas porque en algún lugar sabía que Pedro estaba sufriendo, sentía la congoja de la pérdida aunque él la desconociera. Algo había escuchado… que había muerto la hermanita y tenía una concepción especial de la muerte que Fabián le había explicado.

… Pedrito, ¿estás triste porque murieron tu mamá y tu hermanita? Mi papi me contó. Entonces tienes que hacer más amigos, muchos.

.. ¿Y por qué? ___Pedro lo miró desconcertado.

…Porque cuanta más gente fallecida haya en tu vida más amigos debes tener para que puedan quererte y así no tengas que sufrir tanto.

__ Pedro lo pensó mientras le acariciaba los rulos mirándolo con detenimiento porque en algo se parecía a Guillermo, era precioso y tenerlo cerca había cambiado su existencia, había acabado con su deseo de morir. Era el ángel venido del cielo  a liberarlo del padecimiento de la pérdida de Claudia, cuando pensaba que Dios lo había castigado por la eternidad.

Deseaba por sobre todo y por sobre todos demostrar que podía cuidar de Guillermito, de su abuelo, de alguien,… que podía, que era un hombre completo, entero y que la muerte de su familia no era su responsabilidad sino una jugada del destino, un designio fuera de sí.

Y se hundió en la paz que reflejaba el rostro del niño, porque en definitiva la vida era eso, un poco de cada cosa, la vida y la muerte.

El nene representaba el ser más pequeño y viviente que tenía ahora, y se quedó contemplándolo jugar en éxtasis, Guillermito era la vida, la vida pura, impertinente, sin miedo: ¡la vida nueva! No tenía miedo a nada y jugaba simplemente al juego de la vida.

Era fascinante verlo y agónica la diferencia con lo sucedido con Claudia, y sin remedio ni permiso, dos lagrimones rodaron libres y cayeron en las manos.

___ Guillermo entró sin que lo vieran, estaban en un mundo mágico  enajenados  de todo lo demás, echados en el piso armando un rompecabezas que el abuelo le había regalado ese día al nene, que no paraba de contar historias a Pedrito, sólo él le decía así y a veces el abuelo también.

… Mañana lo llevaré al jardín, y les ganaré a todos mis compañeros, porque ya sabré armarlo y ellos no.

… ¡Ah, no!, pero eso es trampa, no se hace campeón.

… ¿Por qué?

… Porque desde chiquito hay que decir la verdad y ser honesto. Primero debes dejarlos practicar a ellos y ganarles luego, entonces sí serás un verdadero campeón.

__ Guillermo tenía los ojos anegados y el corazón en la mano, su nieto era la medicina perfecta para el alma y el dolor de Pedro, y dos pensamientos porfiados rodaron por su mente.

Uno,… que a veces creía que Pedro veía en el nene en cierta forma a Claudia cuando jugaba con él en Nueva York teniendo esa edad, aunque Guillermito fuera varón.

Otra, la que mejor lo hacía sentir era la imagen de la esperanza, veía en el vínculo lo que potencialmente sería en un futuro, que esperaba no fuera lejano, Pedro como padre de los hijos que deseaba tener con él.

… Ey, abuelo, ¿qué haces allí espiándonos?

… ¿Cómo? ¿Desde cuándo usted le habla así a su abuelo? ¿Es Pedro el que le enseña eso?

… No. Él es bueno, me enseña a ser bueno como él, pero estabas espiándonos.

___ Guillermo les revolvió el cabello a los dos, mientras los ojos seguían brillando empañados.

…Vamos campeoncito, despídete de Pedro que tu padre te está esperando en el coche, mañana tienes que madrugar.

… ¡Ufa!

… Sin ufa, el abuelo tiene razón.

… Pedrito, ¿por qué estás acá y no  vienes a casa como antes?

¿Estás enfermo?

___ las miradas se cruzaron, la tenaza en la garganta oprimió los sonidos en Pedro, y Guillermo contestó por él.

… Un poquito, pero ya estará bien como antes y podremos ir a visitarlos, y a la abuela también.

… Bueno, apúrate.

… Sí mi amor, lo prometo.

… Pedro, lo llevaré. ¿Estás bien?

… Sí, con el nene es imposible no estarlo. Espera que le guardo el juguete así lo lleva al colegio.

… Y seré un verdadero campeón.

 Bs. As., miércoles 16 de julio de 2015.

Provincia de Bs. As.

___Gabriela no podía despertar, no debía hacerlo aunque estaba conciente.

Llevaba mucho tiempo sin ver la luz, sin poder o quizá sin querer abrir los ojos, negándose a ver la nueva realidad.

Al comienzo  no supo si seguía viva siquiera, era imposible dilucidar entre la vida y la muerte, cuando el cuerpo se ausenta, no hay sensaciones, y los párpados pesan sin llegar a ver.

Con las horas o el tiempo que fuera en la dimensión en que llegó,… comenzó a tener imágenes dispersas, la mente llegó antes que el cuerpo, formando escenas inconexas, manchas borroneadas, garabatos ininteligibles que no supo qué significaron, hasta mucho después…. en que los colores y las formas comenzaron a armonizarse, en que  las ideas formaron pensamientos, en que la razón con la memoria en fuga lograron regresar, y la mente con ellas le trajo la realidad.

Entonces supo que estaba viva en algún lugar, recordó su ingenuo intento de ayudar a Antonio, creyéndolo el  buen muchacho un poco rústico y bohemio que alguna vez la había enamorado, que nada tenía que ver con éste creado en prisión. Éste la odiaba, éste la dañaba, le mentía, la había secuestrado sin reparos cuando ella lo liberó de la policía, evitándole regresar a prisión, a éste no deseó mirarlo, no lo conocía.

Las horas, los minutos, los días no tenían duración exacta en el estado en que la mantenían, no tenía poder sobre su cuerpo, y  sobre la mente a veces,  sin embargo tenía conciencia de que cuando comenzaba a tenerlo,… el cuerpo clamaba, sentía dolor, percibía pinchazos, la estaban inyectando cada vez que  empezaba a creer que podía regresar a algún lugar…y nuevamente le ganaban la batalla.

Pero podía escucharlos, con los ojos cerrados, con la mente a veces confusa, las voces eran de ellos, sin dudas, eran de Antonio y de Mendoza que le daba órdenes.

¿Adónde la tenía secuestrada?

¿Cuánto tiempo hacía que había hablado con Alberto?

Cuando pensaba en dejar de resistir, sus ojos claros aparecían mirándola en la inconciencia, y sin motivo,… se sentía cuidada, se sentía segura, inmortal a pesar de estar en riesgo tan real como el que acosó a Claudia en la comisaría.

… Mira pendejo, acá las órdenes las doy yo. Tampoco esto es un hotel cinco estrellas y a la piba por más que haya sido tu novia, no la traje acá para darle de comer. Agradece que esté viva todavía, pero despiértala y aprovecha la exclusividad, porque es demasiado linda para que sea nada más que para vos. ¿Entendiste?

… Estás loco Miguel. Estás muy loco. Gaby jamás hará lo que planean para ella, antes hará que la mates.

… Lo lamento, será su elección entonces,  no quiero que luego digan que no tuvo oportunidad, a la piba Beggio no se la di, y ella lo sabe, por eso está acá.

Y tampoco puedo ir y venir… porque los idiotas de los amigos de tu chica me deben estar respirando en la nuca, es un milagro que no me hayan visitado en algún lugar todavía.

No hay más nada para inyectarle, te aviso, mañana la quiero despierta.

Quiero verla abajo bailando e interactuando con los clientes más exclusivos. Por ahora sólo eso, ¡no es tanto pedir para alguien que debiera estar muerta!

“…Dios, qué hijo de mil putas. Me va a usar como a Diana o a Claudia, por eso no me asesinó de entrada. Lo usó a Anto. para traerme, esto es…no. No puede ser.”

… Vamos mamita, despierta corazón.  No puedes seguir dormida, hace horas que no te inyecto nada.

__ El cuerpo fue lentamente regresando, lánguido, apenas entumecido, pesado, agarrotado, con hormigueos difusos en las piernas, con dolorimiento generalizado y leves punzadas en los tobillos y en las muñecas, y de pronto espasmos que sin verlos sintió la hacían retorcerse sobre el lugar donde estaba acostada.

Y sintió la boca seca, pastosa, con un gusto horrible de días, ruidos en al abdomen vacío, el pecho moviéndose al respirar, y al fin los latidos del corazón pero en la cabeza, porque le dolía, sí, era dolor y  el corazón latía en las sienes haciéndole recordar lo que era el dolor.

Quiso llevar las manos allí, y no pudo, entendiendo el por qué de los movimientos y las sensaciones. Estaba esposada a la cama, en tobillos y en muñecas, y su cuerpo convulsionaba y se contorsionaba en ella, mientras la cabeza latía.

… Eso mami, muy bien. ___ ¿Antonio reía? En un sonido lleno de sorna, de burla, irónico que percibía sin verlo.

Creíste que no podría hacerte daño, menos que podría secuestrarte. Siempre la misma soberbia, la misma pose de superioridad. No mamita, el Anto que conociste se murió en la celda apestosa en que lo metiste. Vos lo mataste.

___ Gaby negaba con la cabeza.

… La traición con traición se paga, vos me entregaste a la poli, yo te entregué a un fiscal, no te puedes quejar, es de tu palo Mendoza.

… Hi...jo...

… Chsss. Insultos no, no me vas a volver a humillar,…nunca más nena.

Y te estoy salvando de la muerte, me debes la vida. Te he cuidado desde hace una semana para que no te matara. Ahora ya no piensa en ello.

… A...gua.

___Una hora transcurrió hasta que perezosamente y con esfuerzo sobrehumano, los párpados se elevaron al fin, aunque las pupilas dilatadas, y las imprudentes lágrimas delante, hicieron que la imagen de Antonio apareciera borrosa, y poder enfocarlo al fin… llevó mucho más.

 Antonio la encontraba cada vez más bella, y en la visión… el odio que alimentara en la cárcel se emborronaba, el dolor se redefinía. Sin embargo cuando la recordó sonriendo y coqueteando con el tipo rubio, el rencor resurgió violento y enconado desde las entrañas, clamando compensaciones por todos los días padecidos desde que entrara a prisión.

… ¿Por qué lo hiciste Anto? No sos así, no conmigo. No  te voy a temer, no puedes hacerme daño.

… Ya te lo hice mamita. ¿Sabes adónde estás?

___ Gaby lo intuía y las palabras se negaban a preguntar, la razón a tener la certeza.

… Soy comisario, Antonio. No quiero hacerte daño. Ayúdame a salir de acá y te juro  que no diré nada.

… Aunque quisiera, no puedo nena. Arias y los suyos no me dejarán en paz nunca. Mendoza me protege, no puedo negarle favores. Él me ayudó en la cárcel, estoy cercado y tenía que cumplir con su pedido de traerte. Aunque no te odiara, aunque existiera la remotísima posibilidad de que pudiera perdonarte, se lo debía a él.

… Vas a caer de nuevo, déjame ayudarte.

___ La risa con Alberto no se extinguía  en los oídos de Antonio, ni su rencor dejaba de lacerar el corazón como para no intentar vengarse, ya que no era capaz de hacerlo solo, al menos así otro lo haría, intentando una liberación al fin, y no sintió remordimientos, llevaba años esperando la fría satisfacción de verla enterrada en el infierno, y Mendoza lo haría por él.

No podía dar marcha atrás, se lo debía,.. y tal vez,…, algún día,…, podría ser más o menos feliz junto a Pao.

El teléfono de Antonio vibró y decidió al fin atender:

… ¡Al fin! ¿Adónde estás?  Nos estamos volviendo locos con Pao. Dime que no estás con ella, que no te tiene la policía, o lo que sería peor, que no te encontró Arias.

.. Raúl, no puedo decirte nada. Estoy bien, Estoy trabajando para un amigo. Lo mejor para ustedes es que no sepan nada de mí, por ahora al menos. Cuando sea seguro iré.

… Tus únicos amigos somos nosotros.

… No puedo decirte nada amigo, lo siento. Es por tu bien, créeme. Chao. Yo llamaré cuando pueda.

… ¿Vives con Pao?

… No te importa. No diré nada de mí, ahora vivo acá.

… ¿Cuánto hace que me tienes acá?

.. Una semana.

..¿Dormida?

… Preferí, para hacer tiempo, te hice un favor. Pero Mendoza perdió la paciencia y me ordenó despertarte.

Quiere que te disfrute, como si no entendiera que me das asco.

Aunque tengo que reconocer que sigues siendo la mujer más bella del mundo, aunque te odie.

___ Antonio le acarició las piernas y Gaby se retorció.

… ¡No me toques hijo de mil putas!, si no quieres ayudarme, prefiero que Mendoza me mate a que vuelvas a tocarme, ya no soy tu mujer.

… No claro, ahora sos la mujer del rubio ¿no?

… Tampoco, es un amigo solamente. Estoy sola, con mi mamá. Anto, vos la querías, está sola, ayúdame por favor.

… Te pagarán bien mamita,  con un poco de suerte quizá solamente tengas que ser la amante de Mendoza y dirigir los bulos, como hacía la Beggio.

… ¿Quiere que ocupe el lugar de Diana?

Bs. As., miércoles 16 de julio de 2015.

Juzgado Penal número ocho.

… Alberto, no podemos  ponernos a allanar  a lo tonto prostíbulos y casas de juego.

… Marcos, Gaby está en uno de ellos, seguramente en el que entró Antonio.

… Alberto, te entendemos, Gaby es muy valiosa para nosotros, pero estamos esperando que los oficiales infiltrados que tenemos puedan reconocer a Manero, y allí sí entraremos con todo.

Igualmente es arriesgado para ella, la podrían sacar por otro sitio y llevarla lejos, o algo peor.

… Bueno, no. Matías, Gabriela es policía, y de las buenas. Tenemos que confiar en que ella llegado el caso se sabrá defender.

.. No está armada José, y los tipos seguramente sí, hay que actuar con cautela.

… Cabléame.

… ¿Qué?

… No se hagan los desentendidos. Vamos a hablar claro. Estoy enamorado de Gaby, es la mujer de mi vida y cambiaría la mía por ella. Quiero entrar allí, voy a entrar, me apoyen o no. Ya que de todas maneras lo haré, pongan los micrófonos y las cámaras para aprovechar el riesgo.

Puede que encuentre a Mendoza o no, pero pueden escuchar nombres interesantes, o ver a Gómez, porque entiendo que ir a buscarlo a las nueve de la mañana a la comisaría, no es prueba de nada ni les sirve para un carajo, en cambio verlo con merca en un prostíbulo, creo que sí.

… Alberto, no podemos hacer eso con vos, no sos de la fuerza, no puedes llevar arma.

… Mira José,  me acompañen o no voy a entrar, y como arma me tengo a mí, hice defensa personal desde que nací, a ver, hoy soy médico, pero crecí en la calle, ¿saben la escuela que es la calle?

… Tiene razón, Sr. Fiscal, que el Juez libere la orden y que entre.

… ¡Agustín! Perdón, Matías, Agustín es el Comisario actual de Estupefacientes.

.. Lo sé, lo conozco Marcos.

… Es mi culpa también, me dejé convencer  por Gabriela de dejar de seguir a ese tipo Manero. Le advertí  que no se acercara nunca más a ella y le creí.

Ahora lo quiero preso para siempre junto a los demás.

Adelante Dr. Marini, También amo a  Gaby, desde hace años, haría cualquier cosa por ella, siempre estaré a su servicio, pero sé cuándo perdí la batalla, ella nunca se enamoró de mí Alberto, creo que de usted sí.

… Permiso Sr. Fiscal, disculpe la interrupción.

… Adelante agente, ¿alguna novedad?

___ El agente que trabajaba para Matías  ingresó al despacho y se intimidó al ver a tanta gente, escondiendo papeles que tenía en la mano.

… Puede hablar, son amigos, están al tanto de todo.

¿Encontró algo importante de Mendoza?

… No precisamente. Quizá esto lo sea más.

Comencé a salir con la secretaria de Donato, ya sabe,… como me insinuaron que intimara. Bueno,…, fui a su casa a tomar algo, y  no importa cómo, pero tuve acceso a un lugar donde guarda papeles del juez, hay mucho por ver, y pude traer algo que pareciera ser la ruta de la red de prostíbulos y de trata, y también remitos de exportaciones firmados por Mendoza.

… ¿Qué? ¿Exportaciones de qué?

… No lo dice, pero puede imaginarlo, habría que poner a alguien allí, y verificar la firma contra papeles oficiales que tenga en el Juzgado. Acá tiene Sr.

___ Matías revisó con José cuidadosamente el valioso material que al fin los ponía tras Miguel y uno de los Jueces.

….Agente… esto es una bomba. Felicitaciones.

... Gracias Sr. Fiscal.

..Alberto, ven. Mira el mapa. Es la red de prostíbulos en provincia, y éste es el que mis hombres me marcaron como el que usó el ex novio de Gabriela cuando lo liberamos.

....Es ahí José. Allí tienen a Gaby. Lo sé. Siento su llamado. Confíen en mí. Déjenme entrar. Si logro rescatarla y además están algunos de la banda, podrán allanar sin riesgo.

Si voy cableado, podrán ver y escuchar, puede estar Mendoza, o Gómez, o algún jefe narco y con que traigan a uno o dos, comenzarán a hablar.

Bs. As., miércoles 16 de julio de 2015.

 Hospital Borda.

__ Pedro al partir Guillermito se sintió confundido de nuevo, sin saber qué pensar.

¿Sería real Guillermo? ¿Realmente gustaba de él con sus limitaciones y su tragedia y podría amarlo como decía? Apenas era creíble, y sin embargo hacía todo por él, había dejado a otro, traía a su nieto, era amable, cálido, con una extraña sensualidad que casi le habría las entrañas para él. Pero sentía que eso podía despertar en tantos otros también, y punzadas  recién estrenadas de celos lo atravesaron. Era apaciguador, apasionado, sano, demasiado fuerte e individualista, sabía exactamente cómo acariciar cada nota de su cuerpo para componer una sinfonía.

Miró por el ventanal deseando salir a la tarde fría y gris, casi podía sentir en el cuerpo, el inmenso esfuerzo de la savia subiendo por los árboles, subiendo y más, alto, para llegar a la última yema y estallar al fin en pequeñas hojas de roble que tenía en frente, como expandiéndose en oleadas hacia el cielo.

El tiempo sin él transcurría demasiado lentamente, como en un sueño, mientras una tenue llovizna repiqueteó en el vidrio haciéndole dar un respingo, sacándolo de la especie de obstinación que se le antojó era el querer comprobar a cada rato si lo que sucedía con Guillermo era verdaderamente real.

El afuera estaba quieto, silencioso, secreto bajo la llovizna misteriosa que se abatía velando la realidad como el crepúsculo, como creando una película extraña, con los árboles erguidos porfiados, vivientes, potentes, demostrando la vida.

Y deseó salir, dejarse acariciar por la lluvia, abrazar por el frío, por el viento que no hacía ruido, pero sin embargo permanecía anclado en el mismo lugar, meditando: en su feliz infancia en Nueva York, en su vida allí, en Chile, en su permanente negociar con la vida para dar otro paso, hasta llegar a Bs. As., donde se pensó seguro. Estaría solo, lo supo al llegar, quizá fuera de la vida como la conocían otros, y no deseó otra cosa.

Para él era suficiente desafío establecerse en un trabajo, en un grupo pequeño de gente, y hasta en un departamento. Poder continuar viviendo, el día a día, aunque fuera sin relación íntima con nadie. Hacía tiempo que había quedado desamparado, desde el día del accidente de sus padres aprendió a vivir con muy pocos, perdiendo toda ambición de ser aceptado por muchos, en una singular dureza de una falta de vida completa que lo helaba, y lo hacía recordar a cada instante que era distinto en todo de las masas, …de todos.

Y sin embargo pudo vivir solo, con la perfecta satisfacción de saberse solo, de estar solo.

Y el destino o la vida se burlaron de su certeza, primero con el llamado de Claudia que le recordó que ellas entonces existían, que lo ilusionó con un futuro distinto factible, para volver a estar más solo en  apenas un rato.

Y había vivido sin inquietudes, sin dificultades mayores hasta entonces, más que el desafío diario de abrir los ojos y salir al mundo.

 Pero de pronto, allí, donde creyó encontraría refugio definitivo apareció él, Guillermo. Y el lazo entre ellos nació, se estrechaba cada día más, y temía que llegara el momento en que desanudarlo fuese imposible, “los lazos de amor son imposibles a veces de desatar”,  alguien le había dicho o leído, y quizá llegarían a  plantearse armar una vida juntos.

¿Qué significaría eso para su condición? ¿Qué reajustes le exigiría?

Era joven pero nunca tuvo la despreocupación de ellos, tampoco nada le era indiferente. Todo le había costado un precio demasiado caro siempre.

Pero sin embargo a cada instante  estaba dispuesto a dar todo lo que poseía, lo que jamás podría poseer, su vida eterna, la vida misma, por estar a su lado, en sus brazos cálidos, ambos envueltos en la misma madeja, y solamente dormir con él, acariciándolo en un instante eterno de plenitud y sueños, permanecer y transcurrir así, cerca.

No era deseo sino la soledad inacabada en la que construyó su castillo que las muertes desmoronaron, y ahora solo la presencia del hombre que amaba podía apaciguar.

¿O  de nada valía intentar salir del vacío, de la soledad impuesta por años?

¿O solamente podía aspirar a llenar ese vacío cuando él pudiera hacerlo, y permanecer en la soledad el resto del tiempo?

¿Podía salir de la soledad de una vida aceptando instantes en que el otro llenaba los huecos vacíos o debía perpetuar su soledad de años?

__ No, la vida no podía ser tan cruel, el deseo sangriento de llenar su vida entera con momentos sumados junto al amor de su vida y todo lo que él era,…, lo consumía en sus llamas, no podía apagarlo, no  podía ser la soledad de nuevo su destino.

De pronto se sintió algo más liberado de los lazos de amor hacia Diana y hacia Claudia, sentía que respiraba de otra manera, que conocía otro mundo, aunque guardaba el temor de  preguntarse cuántas raíces, tal vez vitales, seguían enredadas en su conciencia o no con ellas. Igualmente sentía que había iniciado junto a Guillermo otra fase de su vida, totalmente desconocida para los dos, nunca pensada por y para él.

__ Deseó detener el curso de los pensamientos, que la mente callara, y decidió ir a la ducha a que la tibieza del agua lo abrazara, mientras Guillermo entró, no pudiendo resistir  el éxtasis de la visión de la desnudez, que  de una misteriosa manera de pronto lo golpeó en medio del vientre doblándolo en dos, al percibir en esa desnudez el sentimiento de soledad de un ser tan puramente solo hasta llegar allí, y se sintió abrumado. Pedro era la perfecta desnudez, solitaria, blanca, de un ser que había vivido solo y estuvo siempre solo en su interior también. No lo atormentó la belleza material del cuerpo, sino un centelleo, una blanca llama de una vida solitaria revelada en contornos que podía hacer suyos, transfigurada en un cuerpo.

Y recibió el disparo en las entrañas, la visión se grabó en ellas, y temeroso retrocedió a sentarse en la cama a pensar la experiencia, los misterios que Pedro encerraba para él.

Y recordó el juego con Guillermito, la mirada de Pedro entonces, cálido, dulce, sonriéndole a la vida a través de la alegría de su nieto.

De pronto alzó la mirada y lo vio, sobresaltándose dio un respingo en el lugar, observándolo en silencio, mientras Pedro caminó hacia él vacilante, como si temiera que las piernas no lo sostuvieran, como enojado por la presencia, amando la soledad como su única libertad en la vida, y Guillermo se sintió temeroso, casi sin aire ingresando en los pulmones, pero Pedro dulcificó la mirada y…. supo que todo estaba bien con él, que lo estaba dejando entrar a su refugio, y quizá podría decir que también a Guillermito. Deseaba dejarse cuidar por él.

___ Pedro se resistió a la llama que se encendió en sus entrañas al verlo, que pensó extinguida en los pensamientos del día, pero la llamarada se comenzó a extender desde el interior abarcándolo, devastando y arrasando todo a su paso, hasta que el fuego estalló demente y comenzó a llorar,  volcando en el agua el abandono de años, la ausencia de todos, la carencia de afectos, la pérdida de menos de un mes, y el corazón de Guillermo se estrujó, se derritió como una gota de fuego y sus pulgares fueron a atrapar las lágrimas.

Pero Pedro recordó la fecha, y sintió el corazón en pedazos, llevándose la cara hacia las manos, mientras Guillermo lo llevó a su pecho y fue surcando el cuerpo solitario que  viera antes,…. los costados, los brazos, la espalda hasta donde dejaba de serlo, dulce, contenedor, errante, desesperadamente ávido más tarde y Pedro comenzó a dejar de lado la resistencia relajándose en él.

… Hace casi... un mes... de todo.

… Lo sé mi amor, hace muy poquito y aún continúan los problemas, y en un par de días es el cumpleaños de Claudia, y sé  lo que duele.

Pero siento que te pasa algo más.

… Pensaba, en mí, en mi soledad hasta encontrarte, en tu vida distinta, en lo que estamos creando acá, en lo que una vez dijiste, y de pronto me dio miedo.

… ¿Qué cosa dije?

… Que cuando saliéramos de acá sentiríamos  un cimbronazo, en la relación. Y me pregunto,  ¿cómo será esto afuera?

Sé que lo que siento es verdadero, que tengo que aprender a brindarme a ti, si siguiera encerrado en mí mismo, moriría en la nada. Necesito ser tuyo, a pesar de que apenas hace un mes que nos vimos, que apenas te conozco aunque no lo pareciera, aunque luego hayan complicaciones, aunque el afuera sea distinto, ni siquiera sé cuándo llegará ese momento.

Nunca pensé en comenzar esto, menos al perderlas a ellas, pero ahora no puedo volver  atrás.

.. ¿Comenzar? ¿La vida? A pesar de las pérdidas, decidiste vivir. ¿Eso te asusta? ¿Ya no difuminarte en el crepúsculo sino anclarte a mí?

..Atarme  a ti a riesgo de que se me rompa por algo de nuevo el alma, cuando había quedado de nuevo absolutamente solo, cuando quería permanecer para siempre solo en mi refugio… El amor que siento por ti.

___ Las manos acariciaron enmarcando el rostro con ternura, bebiendo las lágrimas suavemente, con efecto de un sedante, hasta que los labios rozaron las comisuras y las gruesos se entreabrieron buscando la invitación a ser tomados en posesión absoluta, invitando a ser disfrutados en la caricia, antes de dar entrada al ser del otro a la boca para ser conquistado allí.

Y con la fusión en el beso, insinuando movimientos a imitar en otro lugar, se echaron de pronto en el lugar, estremeciéndose en las caricias dulces, mientras con la torpeza del desconcierto Pedro fue a quitar la ropa que él no poseía, y desvistió donde deseó para acariciar y unir la calidez de los dos en el ajuste de piezas.

Y ya no supieron más de pensamientos, de dudas, de temores, de razonamientos, de  adentro o del afuera, eran solamente ellos y su amor recién nacido y eterno, hecho caricias, transformándolos en olas que se unían a otras formando mareas que arrasaban en las caricias con dudas y temores, para fundirse en el recorrido del cuerpo con la boca, embebidos en fluidos, perdidos en el mismo ensueño, rozando con besos lugares estratégicos, dibujando otros, esculpiendo lo que restaba, estremeciéndose de exquisito placer,…

Y esta vez a Pedro se le hizo necesario conquistar el lugar único de paz en esta tierra para él, penetrando él al interior del ser de su amor, entrando en la paz sobre el mundo que era ese cuerpo suyo que lo contenía y lo impulsaba en mareas crecientes, sintiendo el abrazo alrededor, el intenso movimiento de los cuerpos al mismo ritmo , en el mismo compás, en los mismos jadeos, en los gemidos y gritos y en el mismo ascenso hasta dejarse caer, en la misma gloria de la liberación final que acalló el espíritu atormentado, en la paz de brindar la esencia en el otro al fin.

___Y se quedaron allí, enmadejados, enajenados, perdidos, inconcientes, en la inmovilidad misma de la plenitud exhausta que también era… paz. Sin haberse retirado del ser amado, allí se quedó en... paz, mientras afuera una curiosa luna se atrevió a asomarse a  espiar, por encima del crepúsculo, sin que ellos lo supieran jamás, porque ninguno veía más allá de la mirada en espejo donde el alma única brillaba en la fusión.

CONTINUARÁ.