“NAUFRAGIO”.
CAPÍTULO
103.
“Este adiós que te guardo
está madurando con los días
Exprimo nuestra vivencia
y no la dejo quedarse
en el pasado.
No puedo avanzar contigo
por qué te deseo a cada instante
y desear lo que no se puede tener
es como escribir
sin que nadie te lea
Eso seguro que lo entiendes
Te quiero pero no deseo luchar
contra el destino
Disfrutaré de vez en cuando
de tu recuerdo
que seguirá alterándome”.
Mario Benedetti.
Previos…
Bs. As. Sábado
22 de octubre de 2014.
___
Agobiado y vacío entró a los bosques de Palermo y se apoyó en un árbol
cualquiera dejándose abrazar por el sol y la brisa cerrando los ojos, pero de
repente, como si una flecha hubiera sido disparada a su corazón hiriéndole de
muerte abrió los ojos son saber por qué. Un llamado, una ilusión, un súbito
reconocimiento, una alarma… su desesperación de una vida que terminaba sin
sentido, algo superior que le avisaba que estuviera alerta, no supo cuál era el mensaje pero su corazón se
detuvo, más bien su alma y su corazón escaparon de su cuerpo para adentrarse en
el de alguien que todavía no había visto pero que al volver la cabeza apareció
cual espejismo de un drogadicto, cual dios del Olimpo, cual milagro inesperado
y buscado por siglos.
¿Quién
era? ¿Existía o era su necesidad de inventarlo?
Guillermo
sintió que con ese Adonis regalo del
cielo llegaba a su vida un barco, el que
lo llevaría a un puerto seguro no sin antes transcurrir una travesía escabrosa
y no entendía por qué había tardado tanto tiempo en llegar para rescatarlo de
ese vacío existencial, de la mentira, de la farsa de su vida.
Pero
ahora allí estaba, a pasos de él, tan cerca que casi podía escuchar sus latidos
y su respiración al tiempo que su corazón iba hacia él con su alma y el aire se
escapaba de sus pulmones, era ÉL, EL AMOR, el que siempre supo que existía en
algún rincón del tiempo y del espacio pero que había dejado de esperar, y cuyo
lugar a su lado había ocupado con relaciones inadecuadas. Al ver una sonrisa
con hoyuelos que se regalaba al universo opacando la luz del sol, sintió que
podía morir en ella, en ese instante, contra ese árbol de Palermo y que su vida
habría tenido sentido.
__
…
Cuando yo tenía 12 años, mi madre 30 y mi padre 40, decidieron hacer el viaje
de su luna de miel postergada por años. Fuimos a Europa, cruzamos a Egipto y
decidieron embarcarse en un crucero que daría la vuelta por Sudáfrica pero….
__
__
Pedro sentía que le dolía el alma y le comenzó a recoger las lágrimas en sus
dedos mientras lo adoraba en la mirada.
….Mira,
esta cadenita, esta medalla eran de mi madre, mi padre luego de reconocerla y
ordenarle a Marcos que me volviera a Bs. As. me la envió y nunca me la
saqué, es todo lo que me quedó de ella, de Mirna.
__
Bs.
As., Miércoles 03 de noviembre de 2014.
Al momento de nombrarla Pedro también lloraba
porque acababa de leer el nombre en la medalla y de repente lo supo todo. Su
Mirna, su segunda madre, la mujer que estaría en Bs. As. en días… era la madre de Guillermo y Guillermo era el
hombre que amaba, y el Guillermo que Mirna soñaba era él.
En
un impulso incontrolable le lanzó los brazos al cuello y lo envolvió en sus
brazos mientas ambos se empapaban en las lágrimas del otro y se entremezclaban
en ellas
“Porque
te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque
eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque
tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no”.
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no”.
Mario
Benedetti.
Nordelta,
18 de octubre de 2016.
“Rubén
ya tiene tres meses, y Betsy la hija de
Beto, como mi nieta casi un mes, nacieron con horas de diferencia con Diana
Elizabeth.
Hay tantos
niños en casa que paso más tiempo con
ellos que con Pedro, pero no olvido que en horas se casa mi madre, como tampoco
que apenas 14 años me dio la vida para disfrutarla, quizá menos porque en
aquellos 12 años previos al Naufragio estaba con mi padre, y yo era un niño
solitario.
No
lo sabe aún, sí Fernando, que con Pedro decidimos al fin hacerles un regalo que
ella merece, no sé si recuerde el recorrido por Europa de hace cuarenta años,
pero lo que me pareció lo mejor es darle a conocer o reconocer nuestro país ya
que ni siquiera recuerdo si con mi padre viajamos por él. Por lo tanto nuestro
regalo es un viaje desde Ushuaia a Jujuy, paseando desde los Glaciares a las
Cataratas, será un mes que podrán
extender a como diera lugar si se quedaran pegados a algún sitio.
La
extrañaré, más seguramente María, pero me pareció que era lo justo, si alguna
vez fue a alguno de los lugares, sé que no lo recuerda, iré a darle la noticia
hoy seguramente”.
“Guille,
amor, mío me sentí dentro de ti, sentí
que tu alma arrancaba mis deseos, sentí que tu piel acariciaba una y otra vez
mis sueños. Te sentí y dormí en tu verbo, viví en tu poesía y desperté en tus
brazos. Viví ternura y vi cuando la noche desplegó mil lunas, cuando las
estrellas escondieron el chispeo de sus brazos para darnos intimidad y
cuando el sol tardó mil días en despertarnos. Excité mis miedos, di
libertad a mis pecados, arrugué los infiernos y te sentí en la profundidad del
puro amor. En mis manos te desnudé y en las tuyas perdieron vida mis
posesiones, escondí mis huellas entre tus cabellos y tus piernas abrazaron mi
cintura. Te sentí y me sentiste. El verbo cambió de nombre, el sentimiento
revolvió su imagen y mojó su pintura, la literatura escribió nuestro libro y la
ansiedad vivió su libertad. Pegaste tu pecho a mi almohada y recubrí tu espalda
con chocolate. Mis dedos revistieron su tacto de ternura y dejé que mis manos
te envolvieran en sus caricias. Impregnaste mis labios con tu sudor, mi lengua
tatuó miel en tus hombros y en tu suave exhalación, poco a poco sentí crecer el
vigor de mi pasión. Te revolviste entre las sábanas de nuestro amor y en
mis ojos desafiaste el viento de los ángeles, la hermosura de tu vientre
y la erección de tu umbría. Te sentí y me sentiste. Te sentí en la profundidad
de tu mar, en la ternura de tu cuerpo y en la fragilidad de tu alma.
Bello y pleno, hermoso y completo. Una lágrima nació en tu éxtasis, un
canto nació de tu orgasmo y una sinfonía
creció en ese abrazo, en ese abrazo que escribió un recuerdo en mi cuerpo, una
prosa inacabable en mi corazón y un beso eterno en mi alma”.
__Mi
amor, me marcho.
__ ¿Quieres
que me levante y desayunemos juntos? __preguntó Guillermo sin abrir los ojos.
___
No, mejor duerme unas horas más. Es demasiado temprano __ dijo comenzando a
sacarse el pijama.
__Es
que te vas y ya me despabilo __dijo Guillermo sentándose en la cama__. ¿Es
indispensable?
__Sí,
cielo, estoy de guardia, si me llamaron es porque solos no pueden, es más, también llamaron a Beto, desayunaré con él.
__Te
vas de mi cama y te extraño. Pedro en realidad, te he extrañado toda la vida,
aun antes de que llegaras a mi existencia en Palermo. Mucho antes de conocerte
te añoraba como se añora lo inalcanzable, lo que se desea y no se tiene, lo que
falta y se necesita, así te he extrañado, así te he amado y te amo, todo eso
significas para mí.
Ven
aquí conmigo, quédate unos minutos más __pidió quebrado ante los pensamientos
que le embargaban. Pedro sonrió, se acostó de nuevo y se acurrucó abrazándolo.
Se miraron y se comunicaron en almas, y sin planearlo terminaron haciendo el
amor con los sentimientos a flor de piel, con ganas y con premura.
__
Guille, será un viaje maravilloso, verás, tú y yo con Josecito en el barco,
será divino, no temas, es nuestro aniversario, y no tuvimos luna de miel.
__
Lo sé. Pero para mí es maravilloso estar hoy con vos y con las madres, con los
hijos, sin importar el lugar. Por lo tanto en esta casa, esta noche cuando
regreses y hagamos la despedida de solteros, será maravillosa __ dijo Guillermo
con sabiduría.
__
Tienes razón.
__
Lo pasado ha huido, el futuro está ausente, pero el presente es nuestro y este
presente es hermoso, Pedro.
__!
Qué hermoso y real amor!
__Es
un proverbio árabe que me contó Mirna, muy sabio en verdad, en la vida todo va
y viene, nada es seguro , sólo el cambio, míranos de lo contrario. Esta noche
con un cabernet cosecha 1920, brindaremos por ello.
__
Siempre te las arreglas para tener un motivo para servir las copas, amor, me
fui.
En
poco rato Pedro se marchó, se le había hecho tarde, aunque Beto estaba en símil
situación esperándolo con un café, sumado a que la nena poco lo dejaba dormir.
Guillermo
al fin se puso de pie para comenzar el día, Pedro se iba solo y se quedaba con
una sentimiento tremendo de soledad que sólo se calmaba yendo a buscar a su
niño pequeño, a José, y con él decidió que iría a nadar, sumando a su nieto y a
Andrés, los chicos llenaban su vida si Pedro estaba en el trabajo.
Cuando
llegó a la cocina la jornada comenzaba para todos, y Mirna estaba preparando
café. La abrazó con amor y ella dispuso de todo para el desayuno. Estar sentado
en la cocina con su madre, con café amargo, tostadas y mermelada era una
situación simple, mundana, casi tonta, pero para ellos dos era un
acontecimiento anhelado y negado por una vida, hoy un deseo cumplido. ! Cuántas
veces en los años habían deseado un momento como tomar un desayuno juntos!
Guillermo sintió el peso de los años que había
extrañado ese ritual compartido con su madre, y entonces se hizo palpable la
verdad de que en momentos límite de la vida cada cosa y persona ocupaban el
lugar que les correspondía, la lista de prioridades se acomodaba coherentemente
y las pequeñas cosas pasaban a ser las más importantes, supo que cada día que
veía el sol era único, cosa que antes del naufragio no tuvo en cuenta, pero
ahora que el milagro de tener a Mirna se había producido, lo sabía.
__ ¿Lo
amas, verdad?
__
Lo idolatro, madre, lo extraño cuando se va.
__Lo
veo en las miradas, en el timbre de las voces __reconoció Mirna. Luego
tomándolo de las manos agregó__. Me alegró muchísimo el saberte con él, pese a
lo que de niño pensamos respecto de Juan y de vos con tu padre, temí nunca
verte pleno, tuviste dos amores antes de mi llegada y no dejaste escapar a
ninguno, ni a tu carrera ni a Pedro, bueno a tres, con Fabián obviamente.
La
vida tiene muchas vueltas, algunas creemos que mortales y a veces se puede
valer de un sitio físico, o de una tragedia, o de un bosque de Palermo, de una
casa en el Delta, para unir a quienes debían reencontrarse, tal como si una
mano invisible hubiera trazado las calles de llegada, levantado las casas,
abierto las puertas de los lugares en común para lograr el cometido de
reunirnos. Esta casa ha ido atrayendo uno a uno a quienes debíamos encontrarnos
y juntos hoy conformamos un todo armónico en amor.
__
Así fue, madre, al parecer todo se encadenó a partir del Naufragio.
__!
Papá! __gritó José y nos sacó del pasado.
“Pedro
salió temprano, se llevó a Beto, estaban de guardia pasiva y hubo una
emergencia, la adelantaron para quedar libre en el día de la boda, y me arrastró mi precioso hijo pequeño en
connivencia con Guillermito a la piscina, de allí venimos, me vuelven loco a
con las cosquillas y el parloteo, pero disfrutan de las casa y de ellos mismo,
a ellos se sumaron Andrés y Renzo que están en la casa, están
todos en el Delta”.
__
Pero, Josecito, no mojes todo, que la abuela se va a enojar, precioso, ve a
secarte bien __dijo Camila que nos vio
aparecer en el living, en verdad nos duchamos y secamos en el spa, pero
mi hijito suele como papi, dejarse el pelo medio mojado.
__
Estoy seco, mami, iré a jugar con ellos al patio __retrucó mi hijo.
__
¿No quieres mejor ir con tu hermanito?
__
No, es aburrido, es vago.
__
¿Cómo? __le dije y lo miré con ceño, me regaló la sonrisa con hoyuelos y se
desvaneció mi mente.
__
Papá, duerme, todo el tiempo está dormido, me aburre.
__
Mi niño, también tú a su edad dormías todo el tiempo __dijo Camila revolviéndole
el pelo__, los bebés duermen mucho, pasa que lo olvidaste.
__ ¿Y
papi?
__ Eso mismo quisiera saber yo, está en la
clínica. Pero supuse que ya estaría acá __dije molesto.
__ Ufa,
siempre trabajando ustedes, yo no seré médico,
seré abogado como mi tío y mi hermano __afirmó asintiendo.
___
¡No me digas! ¿Les dijiste a ellos que te den trabajo en el estudio del abuelo
Graziani?
__No.
Pero me darán, porque ya Máximo será viejo y jubilado.
__!
Hijo! Que no te oigan, ¿de dónde sacarás esas cosas tú? __interrogó
ruborizada la madre.
__
Camila, ¿Pedro no llamó?
___
No a mí, Manuel con tu hijo están en el estudio, al parecer con los papeles de
la sucesión de la casa de Kenia, revisando que todo se encuentre en orden
porque está al venderse al fin, y las damas preparando las últimas cosas, yo
iré a preparar las del bautismo de Pilé, se juntó todo, Josecito, cuidado con
los juegos, hazle caso a Guillermito.
__Bueno
mami, chao pa.
___ ¿Cómo se dice? __le regañé y se volvió, se me
colgó al cuello para besarme en la mejilla y sonriendo me susurró: papá.
__
Estaban acá __apareció Gaby con su beba, colorada como los padres, enorme como
el padre, aunque ella no se quedaba demasiado atrás.
___Gaby,
¿dónde está tu marido, es decir el mío?
___
Guille, están en quirófano, no te
preocupes, sabes.
__
Hace horas que se fueron, y sí, ya no soporto que no haya regresado, Pedro, ni la ropa tiene
lista __dije enfurruñado__. Quise ayudarlos y a coro me negaron que fuera.
__
Es un caso complejo, llamé y ni me atendió ninguno, siguen en quirófano, es un
chico de doce años con una bala que perforó el corazón, sabes que Pedro tiene
experiencia.
__
No, no es lo que debe de hacer, menos hoy __grité porque no sabía, me retraje
al darme cuenta de que estaban los
chicos, María llegó con Orestes.
__ ¿Qué
pasa con Pedro, Guillermo? __preguntó preocupada.
__
Es que no debió de ir, no él María.
__Guille,
estará bien, aquello ya pasó, sanó su relación con el padre, y por tanto los resabios
del maltrato, además sabes que desde lo de tu ex, no hay cirujanos cardíacos,
él se ganó un sitio cuando salvó a Fabián__ defendió Gaby, María seguía sin
entender, decidí contarle.
__María,
cuando Pedro llegó a la clínica, en su primera guardia, llegó un nene
maltratado, y tuvo un ataque de pánico, no me gusta que atienda a menores, no
reaparecieron, pero no lo quisiera, aunque Gaby dice la verdad, quizá sanó aquello, si no regresaran en una
hora, buscaré reemplazos donde sea que fuera.
__Guille,
ve con tu madre, Pedro estará bien, Mirna se casa, apenas has estado con ella,
piensa en los años en que la extrañaste __dijo María, mientras Orestes me
palmeó, supe que llevaba la razón, y decidí ir a su habitación, le contaría de nuestro regalo, aunque la que deseaba
hablar era ella.
__
José, ve con los chicos al patio de juego, Gaby, míralos con Pía, Camila irá con el bebé,
Valeria duerme con mi nieta, cuídenlos.
__
No te alarmes, ve que seguro en un rato tendrás a Pedro acá.
“Mirna,
mi madre, estaba en la suite terminando de rever la ropa, Fernando fue a su departamento a ultimar la suya
allá, cenará con nosotros para irse después, y yo en un rato iré a preparar nuestra
ropa, al fin se casan por civil y por iglesia,
como testigos eligieron a Orestes y a María, como padrino de iglesia a
mí, es imposible mi huida de la iglesia, ya Jorge se resignó a verme entre
bautismos y casamientos.
La
casa ya mañana estará con gente de las
empresas, al parecer cada año tendremos la fiesta de octubre”.
__Hijo,
ven, pasa.
Me
alegra que vinieras, he estado hablando con María, y necesitaba hacerlo contigo.
__ ¿Qué
sucede, Mamá? __ La abracé y temblaba.
__Estuve
recordando cosas, o intentando que acudieran recuerdos ante algo que dijo
María, desde hace días, desde siempre creo. Cuando subimos al barco entonces
ninguno imaginó que en días se desencadenarían los acontecimientos más
dramáticos de nuestras vidas, quizá, la rueda del destino entonces nos tendió
una emboscada que marcó nuestra existencia de manera violenta e irrefrenable,
mas la celada ofrecía una salida teñida de afectos entrañables, y creo que
todos, a conciencia o no supimos encontrarla, y de pronto una imagen o un
recuerdo me tomó desprevenida, me sentí atravesada por las emociones.
Hijo,
cada familia entonces educaba a los hijos como sabía, como mejor creía, cada
padre transmitía sus genes, cada experiencia marcaba dejando miedos y
cicatrices, los dejamos en ti por el
naufragio, los dejó Pedro padre en sus hijos. Pero estuvo acá el amor,
liberando de todo, llevándolos a elecciones que ni los genes ni a las
experiencias se les hubiera ocurrido. Acá estaba el amor para darles la
libertad, y hasta para María y para mí estaba.
__
Madre, ya pasó, la extrañé horrores, por
años, cuando Fabián se marchaba, donde fuera, cuando me quedaba solo con mis
libros de ficciones añorando el teatro que jamás hice al fin marcado quizá por
el Naufragio que me llevó a la medicina, en la soledad de la sala o de la casa,
todos los fantasmas reaparecían con
fuerzas. Hasta me planteaba si estuviera viviendo los últimos meses de mi vida,
porque nadie tiene comprado nada en la viña del señor, ¿qué estaba haciendo de
ella, con ella?
Llevaba años sin verla, creyéndola muerta,
pasé muchos sin perdonar ni ver a mi padre, y creo que fui cuando estaba
muriendo más por la necesidad de ser hijo por un rato que por él, no padre como
siempre, hijo nuevamente. Y la extrañé más al entrar a esa casa ajena, me sentí
con hambre de la familia que perdimos o ni siquiera se terminó de crear,
necesitaba de comidas, de consejos, de alguien que me dijera que todo estaría
bien, deseé con toda el alma estar a su lado, haber tenido un hermano diferente de Miguel, pero sentí que la palabra
madre era el sinónimo de familia, de hogar, más allá de que tuviera más de
cuarenta años, que Fabián fuera mayor, casado o separado, con o sin dinero, con
los errores en la vida o sin ellos, una madre siempre estaría allí para
cobijar, para cuidar, para hacer que lo que la vida había apuntado con el dedo desde el día en
que un hijo salía de su vientre fuera liviano, y sin embargo la buscaba en la
casa de la playa, perdiendo la vista en el mar que pensé me la había
arrebatado, y me sentía solo, por eso hoy soy tan feliz, porque Fabián y mis
nietos tienen a la mamá, porque José tiene en Camila una montón, porque los
gemelos y yo las recuperamos, tarde, pero María y usted llegaron, aunque jamás
podré llenar el vacío de cuarenta años, me consuela saber que estaba junto a
Pedro, dulce, amorosa, acompañándolo, y luego supe que en algún lugar de su
mente seguía yo siendo prioritario, y cuando papá murió la experiencia pasó
como un vendaval, porque era lo que me quedaba de usted, de aquella remota
familia de tres.
Y
con Pedro el cielo nos prestaba a sus estrellas, fuimos un sueño anhelado, en
sueños fuimos amantes eternos, aun de nuestras imperfecciones como su pánico y mis
fobias, por rumbos desconocidos, donde la felicidad venía en canastos, con esencias y alegría. En
este sueño, era la luz que alumbraba la noche en la oscuridad del alma mía, que
como las hojas secas al principio del otoño, caen en la musicalidad más
absoluta de la soledad y el sueño irisaba, estas auroras que en mi espíritu flotaban, al ritmo misterioso y la cadencia que en su
palpitar mi corazón escribía. La noche cubría al desnudo día y en mi alma se pintaba de crepúsculos, donde
mis ojos eran mitad lágrima, mitad alegría, de soñar y de despertar, como las
notas mueven el pentagrama que forja la
ilusión del músico. Fuimos sueño aquella noche serena, donde el cielo nos
prestó la luna en Palermo, el sol en la mañana al verlo, bajo su luz deshojamos
la margarita, pétalo si, pétalo no, pétalo sí sueño a sueño, tras sueño y mi
alma me hizo saber que era mi otra
parte, el mismo destino, el mismo amor.
__Hijo,
María me preguntó si recordaba a tu padre, si los recuerdos de él habían
acudido a mi memoria y quiero que sepas que no, que no los trascendentes, por
ello dije que sí al casamiento por iglesia, fue algo que le debía a Fernando,
no recuerdo el que me dio tu padre, a él lo recuerdo por ti, a tu lado, en relación
a vos, siempre así fue __dijo Mirna con sinceridad__. Recordé cuando protestaba
porque estabas demasiado tiempo solo con Juan, sí la emoción y las lágrimas del
día del parto, sí lo recuerdo
enseñándote el ajedrez, cada cosa de él, en función de vos, pero no mi
amor por él, menos el casamiento, nunca lo pude rever. Quería que supieras que
quizá el Amor fue siempre Fernando.
__Lo
sé Mirna, me di cuenta, y entiendo, nunca quise en estos meses forzar su mente,
me recordó a mí, lo fui sabiendo por Pedro, por Manuel, el cómo, sé que recordó
a pocos como a Marcos, a Isabel, ni siquiera el barrio, por ello pensamos en regalarle
el viaje por el país, por el nuestro, es nuestro regalo de bodas, no sabe ni yo
recuerdo si conoció algo del Sur con mi padre, del Norte, no lo sé.
Mirna
de súbito sintió una punzada en la
cabeza, el techo comenzó a dar vueltas, se aferró a Guillermo, sin siquiera
darse cuenta, las lágrimas cayeron en sus manos, y de súbito, la oscuridad
invadió la mente, la vida se escapó, se desmoronó en brazos de su hijo.
___
¡Mamá! __El grito de Guillermo retumbó en las casas, las corridas acudieron al
llamado. Pedro estaba llegando cuando recibió la señal de que quizá irían a la clínica, pero salió
rumbo al Delta con Alberto y con Matías.
___Gaby,
ven, ayúdame __ dijo Camila decidida, María aterrada lloraba, Orestes se llevó a los chicos, Pía, estaba de
piedra, adoraba a Mirna, Guillermo quiso ayudar, mas temblaba, no podía perder
a su madre ahora, no otra vez, sería una jugada sinsentido, cruel, absurda, una
burla, se negó.
Camila
y Gaby actuaron rápido, sólo encontraron una caída de presión, en la casa
tenían los elementos, el electrocardiograma era normal.
__
Guille, tranquilo, está clínicamente estable, no es un accidente cerebro vascular
tampoco, es seguramente una lipotimia por estrés, ¿qué sucedió exactamente? __interrogó
Camila, Mientras Gaby seguía de cerca los signos vitales y llamaba a una
ambulancia por si no reaccionaba.
__ Nada,
estábamos hablando del pasado, de mi papá, de pronto se me fue … __Las palabras se desvanecieron en lágrimas
cuando Pedro entró en una exhalación y lo abrazó con todo su amor, pero a la
vez, temblando por Mirna, era como su mamá, Fabián y Manuel llegaron detrás, Matías
pidió quedarse a solas con los médicos y con Mirna.
__
Fíjate, Matías, estaba hablando de mi padre, no sé si debemos llevarla a la
clínica, que no le pase nada.
__Tranquilo
Guillermo, creo que está reaccionando, déjame a solas con las chicas, ve con
Pedro fuera unos minutos, puede que algo disparara una catarata de recuerdos, y que el cerebro bloqueara
la inundación con el desmayo, déjame descartar daño neurológico, y que
despierte, ve.
Salimos
abrazados, nos sentamos en el living.
__Cuando
afligido camina el corazón por los canales de la infinita desolación, como una
nube surge en la memoria la voz de
aquellos que recuerdan, la hermosura de las delicias del espíritu como el
preludio de aquellos sueños que riman, cuando soy el esclavo de tu pensamiento
y dejo de ser el amo de tu cuerpo y de tu sentimiento. Rayos lucientes como
pétalos de sol, relucen en tu sonrisa iluminando mi alma, sosegando, calmando.
__
Ya amor, estará bien, debe de ser lo que dijo Matías, quizá el casarse con
otro, le disparó al pensarlo el devenir de tu padre, de la vida con él,
esperemos, tranquilo. Hoy en estos mundos dormidos donde tus ojos son lágrimas y
tu voz es el silencio de la pena, que aterida, inmóvil, e impía sacude la
esencia de las pasiones en purificados
silencios no olvidos, cuando el verbo se
hace nostalgia, y el alma sola, salvaje, pura, es melancolía, en el luto de tus
sueños, ya no estás solo, sea lo que sea, estamos juntos, ella es como mi mamá,
lo sabes. El tiempo exiguo marca, los sentidos, del deseo, que el aire rasga en aquellos anhelos, que aún no han
despertado.
Creo
que ella recordará, y debes estar preparado, porque a la edad que tenías
entonces, puede que tus recuerdos se encuentren distorsionados.
Camila
se asomó llamándonos, las piernas de Guille pesaban, se sostuvo en mí temeroso
de llegar al cuarto, pero sonrió cuando la mirada de Mirna llegó a la nuestra,
indagamos en la clara de Matías, que susurró que estaba todo bien.
___Está
clínicamente bien, la llevaremos igualmente a hacer tomografía y resonancia,
pero recordó, todo acudió a la mente en torrente, y se defendió con la
inconsciencia, iré a la clínica a preparar todo, los esperaré allá, pero tranquilos,
quiere hablar ahora.
__Vamos,
Camila, Guille llamaremos a Fernando, tranquilo,
estará todo bien.
La
familia salió. Mirna llamó a sus hijos, a Guillermo pero también a mí, como
parte de él.
__Hijo,
recordé, no sé cómo sucedió, pero de pronto tengo todo en la mente.
__
¿Qué cosa madre?
__
El viaje, el Naufragio, aquellos días, mis padres. Hijo, Pedro, yo… necesito
ponerlo en palabras, hijito, quizá vayas recordando conmigo.
Déjame
hacerlo, estaré bien, necesito decirlo.
__ Bueno,
madre, acá estamos, yo te tejé en manos de los Beggio, pediste que Pedro se
quedara, di lo que desees __dijo Guille trémulo, nos abrazamos sentados junto a
la cama, Mirna perdió la vista lejos, como transportándose a aquella época, lo que no sucediera en años, vino de pronto
sin aviso.
No
viajamos solos, recién lo recuerdo, iban mis padres con nosotros, no conocían
Europa, y decidimos hacer el viaje todos, y hubo un antes y un después en la
vida de ese armónico grupo que subió al barco, que nos amábamos cada pareja a su manera. Tus abuelos, luego de
vivir una vida en un lugar en el mundo, por primera vez pensaban juntos en
conocer otro continente, y no podía haber mejor manera de conocerlo que yendo
con nosotros, y para nosotros era lo
mismo, compartiríamos todo y terminaríamos de decidir un futuro que ni siquiera
yo conocía.
___
¿Qué cosa, madre?
__Hijo,
tu papá viajó con algo que desconocíamos, con un problema económico que no se
animaba a contar. No lo debes de recordar porque no lo viste más, pero éramos
ricos, los padres, tus otros abuelos no sólo tenían el estudio, tenían campos,
ganado, exportaban carnes, granos, y por ello también papá necesitó el viaje a
Europa, iba a vender unas carnes a unos grupos ingleses e italianos, sería un
gran negocio, el abuelo se lo encargó.
__No
lo sabía, no me contó mi padre, el abuelo estaba grande, murió pronto, de la
abuela no me acuerdo, de sus padres tampoco, quizá algo ahora que lo dice.
__
Lo imaginé, el caso es que salió todo mal, hijo, papá vendió una gran carga de
carne a los ingleses, y el cargamento se perdió en el transporte, nos enteramos
en Europa, para ello había hipotecado los campos, con la venta se pagaría eso,
pero se perdió todo, menos el estudio, todo lo demás, quedaron las casas y el
estudio según creo, y tu papá viajó sabiéndolo, no quiso decirlo antes, el
viaje estaba planeado, se enteró a horas
de salir, pensaba solucionarlo, pero no se pudo, las oficinas de la empresa
naviera que nos estafó, allá estaban cerradas también.
En
Europa estuvo ausente por horas, yo no supe qué sucedía, paseamos contigo, con
los abuelos, él sólo a veces, yo pensaba que sería la luna de miel postergada
pero tu papá no estuvo bien, y no me dijo el porqué hasta que estábamos en el
crucero.
El
destino estaba ya demarcado, la empresa naviera de barcos cargueros, definió la
pérdida de carnes y campos, la de los barcos de pasajeros, en parte demarcó el
naufragio, pero la trampa no era casual, sino causal, hijo.
Elegimos un barco de Nacionalidad Italiana
porque estábamos allí al momento de decidir el crucero, zarpó de Génova y se llenó en Barcelona. Llevaba al Indico
alrededor de dos mil pasajeros entre segunda,
tercera, primera clase y tripulantes, era un impresionante transatlántico
de diez mil toneladas y tenía de proa a popa varios cruces de océanos, pero pese a su
edad, le llamaban el palacio flotante, tenía de todo, algo debes recordar,
piscina climatizada, teatro, salones de fiesta, casino, de todo. Predominaba el
idioma italiano, pero algunos hablaban español y francés.
Recuerdo
que ni bien subimos nos quedamos abrazados en cubierta viendo desaparecer el
continente europeo, era un espectáculo para disfrutar y tu papá miraba el
horizonte, cuando lo saludó un argentino conocido, pero pronto lo eludió, luego
supe que porque no deseó sacar el tema de la quiebra de los campos. El hombre
contó que había viajado varias veces en el barco, que era excelente, luego supe
que tu padre pensaba contactarlo al regresar a Argentina cuando tuviese en
claro qué quedaría de la fortuna de los Graziani, hasta le pediría ayuda en la negociación
con los bancos, por lo que me contaron,
creo que se perdió todo menos la casona y el estudio, sin más.
__Nunca
me lo dijo, madre, no lo sabía, como recién estoy recordando a los abuelos, los
olvidé… en el dolor de perderla a usted.
__Es
lógico hijo, es lo lógico.
La
nave era muy lujosa, con cientos de empleados que hablaban varios idiomas,
tenía un gran salón comedor repleto de columnas, capiteles, volutas y dorados,
cortinados de los brocados más caros. El menú era monitoreado por hoteles de
Roma, tenía exquisitas opciones, era un hotel en agua, un antiguo palacio
flotante.
La
primera noche cenamos siendo casi de día, todos deseábamos acostarnos temprano,
y yo más, no lograba una real aproximación con papá. Se comportaba en forma
extraña, distante, como si su mente estuviera en otro lado y no con nosotros en
el barco, de hecho estaba en Argentina, y en Europa, sólo disfrutó en algo el
vuelo de ida, cuando tenía esperanzas de recobrar las cosas desde Europa.
Comenzaba a pensar que estaba arrepentido del viaje, no sé. Una vez concluida
la cena, ya en el cuarto, recuerdo haberte duchado, y cuando dormías, haber hecho lo mismo, mas al regresar él ya
dormía, jamás lo hacía antes que yo ni tanto, pero ya se lo notaba agotado en
los trenes antes de subir a bordo, como si algo lo hubiera dejado sin palabras,
sin energía, sin ganas de nada.
Recuerdo
haberme acostado, apagado la lámpara, y
entonces sentí su abrazo.
“__Te
amo, Mirna__ dijo en un hilo.
__Yo
también, pensé que ya no me amabas.
__No
seas tonta__ dijo y me atrajo hacia él, Dios ahora recuerdo hasta sus dedos. En
la oscuridad nos besamos, e hicimos el amor, sin palabras ni explicaciones,
simplemente un encuentro luego de días que me dejó tranquila, sin luz no pude
ver que tu padre pese a amarme, a haberse saciado de mí, seguía con el
entrecejo marcado, como tú cuando estás preocupado, fue algo que había nacido
en su rostro, que ya no lo abandonaría, y ni siquiera me di cuenta, algo que en
su rostro había cambiado para siempre.
Cuando
desperté no me había esperado, me levanté, te busqué y lo encontramos desayunando,
mis papás paseaban ya por cubierta, me dijo que no había querido despertarme,
se lo reproché.
Dios,
mi pequeño, ahora recuerdo todo, no me hagan estudios, estoy bien, me desmayé
por esto, sé que al decirlo, al deshacerme de lo que tengo y decirte todo,
pasará, que me casaré libre de fantasmas, del pasado, por algo los recuerdos
llegaron ahora.
__Está
bien, Mamá, veremos cómo se siente
luego, qué dice Matías, en todo caso, lo llamaré para que la revise más tarde,
de no haber cambios fue esto. Siga.
__Le
pregunté qué le sucedía, era claro que algo estaba pasando, y no respondió
nada, se quedó con su mirada penetrante en la mía, el mozo iba y venía y al fin
todo quedó en la nada cuando llegó el capitán, venía a presentarse,
disculpándose por la intromisión, nos daba la bienvenida a bordo, vestido con
el impecable traje blanco propio del cargo se sacó la gorra, hizo una
reverencia a modo de saludo. Era un italiano navegante de años, había cruzado
varias veces el Atlántico entre Italia y Argentina, contó.
Nos
presentamos mas tu padre no estaba de humor para sociales, nos explicó de las
comodidades del barco, de los puertos que tocaríamos, se puso a disposición, le
agradecimos, y cuando se marchó seguimos sin hablar porque mis padres nos
invitaron a recorrer el barco.
Era
la siesta cuando regresé al camarote, te habías quedado con los abuelos, no
dejaría escapar a tu padre, me dije.
__Qué
suerte que te encontré, me debes una explicación, y al parecer estás escapando
de mí__ dije.
__No
digas eso… sólo busco tranquilidad __se excusó.
__Si
anoche no me hubieras hecho el amor y me hubieras dicho que me amas, pensaría
que ya no.
__Otra
vez, ya deja de hostigarme. Estoy necesitando de un poco de soledad.
__
¿Soledad? ¿Por qué?
__No
estoy bien, ya hablaremos.
__Hazlo
__insistí desesperada de verlo así, rendido, abatido.
__Por
favor, Mirna, ve con el nene, sólo dame un poco de paz, un par de días,
pasaremos dos semanas navegando.
Explotó
implorándome soledad de un par de días, lo miré ofendida, no confiaba en mí, yo
daba la vida por él, entonces hijo.
__
Se supone que soy tu esposa.
No
puedo explicarte cómo me miró, como si fuera parte de un paquete de sueños
rotos en los últimos días, luego supe que temía perderme, se sentía inseguro de
todo, no conocía su futuro, nada, ni siquiera deseaba seguir viviendo, qué
ironía, casi fue un presagio, mas la vida lo castigó dándole vida, temía a lo
que le esperaba en Argentina cuando regresara, y estuvo a punto de no hacerlo,
y todo fue tan atroz, que creo lo de la pérdida de la fortuna luego quedó
olvidado, más allá de que debió vender o quizá le remataron todo, menos el
estudio, nunca lo sabré, si Marcos no le contó a Isabel ni él a ti, no lo sabré.
Indagué dudas en la mirada, pero no el porqué, mas allí estaba el titubeo, el
dilema y ambos me dolieron.
__Está
bien, quieres tiempo, no te molestaré. Cuando desees hablar sólo búscame” _dije
y me marché, te busqué y salimos a recorrer el barco, a sacar fotos, creo que
es la imagen que te quedó grabada, que por ello pensaste que cuando llegó el
desastre yo estaba sacando fotos, y no, sí estaba con la cámara, pero todo fue
más complejo, amor mío, fui la primera
en salir del barco, tu papá me hizo creer de alguna manera que tú ya estabas a
salvo, y que mis padres estaban contigo, me llevó a salvarme cuando ustedes
estaban en el barco, sin saber que luego quedaría perdida.
Mientras
paseábamos hiciste amiguitos, te vi jugando y pensé que al regresar quería
darte hermanitos, luego caminamos por todos lados, la cubierta, pasillos, sala
de lectura donde te pegaste a los libros, salón de té, el área de deportes, y
al fin hicimos escala en el sitio que más atracción ejercía en ti, el teatro.
Hablamos con actores y cantantes, en las cenas, luego se daban espectáculos a
veces de tarde para niños, te anotaste en uno, ¿recuerdas?
___
Sí, es increíble, ahora lo recuerdo, era una obra que había representado en el
colegio, sí. Pedrito, mientras la escucho estoy viéndolo, lo había olvidado, es
todo como lo dice, siga madre, si es que se siente bien.
Salí
un instante a contarles a todos que estábamos bien, y María me dio un té con galletas caseras para Mirna,
café para Guille y para mí, Fernando estaba ya en la casa, lo tranquilicé, Beto
llamó a Matías, suspendió la emergencia, vendría a la noche a revisarla.
__Mis
padres disfrutaban de la travesía como inmersos en un sueño, el viaje en
primera clase, paseando por cubierta, tomaron clases de tango, habían jugado
con otra pareja al ajedrez, y se reían,
de camino al camarote se abrazaban como adolescentes, sé que hacían el amor,
pero me vieron antes de llegar una tarde
en cubierta.
“__No
veo bien a Guillermo, Mirna __dijo mi madre.
__No
lo está pero no puedo hacer nada, madre, algo no me está diciendo pero me pidió
tiempo para contarme.
__ ¿Quieres
que lo hable tu padre? __ofreció.
__
Mejor no. Creo que la situación es difícil, que es algo de finanzas, y no le
caería bien, fue criado para ejercer el poder y para ser millonario, espero que
si algo sucedió no me excluya, aunque sé que me ama, está abatido, pero tal vez
lo que viva en el barco le haga encontrar la salida a su estado de ánimo __dije
sin darme cuenta de que mis palabras serían el presagio.
__No
lo creo, hija, acá es todo monotonía y rutina, nada le traerá cambios __se
equivocó mi padre”.
No
me equivocaba, los sucesos que instruirían a tu padre en una nueva visión de la
vida, se cuadraban uno a uno a cada hora que transcurríamos en el barco, porque
el capitán, hijo, luego de pedir permiso a la dirección de navegación Italiana
para suspender el viaje, recibía un mensaje del Director negándoselo,
explicándole que las averías mecánicas del barco, las arreglarían en su destino
final.
Así
fue como esos dos hombres y sus decisiones construyeron parte de la lección de
vida que le tocaría recibir a tu padre, mas nos arrastró a todos.
Mis
padres disfrutaron de las cenas y noches de gala en teatro y fiestas durante
una semana, charlábamos de manera animada, pero tu papá seguía taciturno, hasta
que sucedió otra cosa inesperada, una noche en especial, la cena demoró,
supimos que tampoco funcionaron los frigoríficos, que no alcanzaba la comida,
que el jefe de cocina ordenó a su riesgo cocinar igualmente el pescado, y así
lo sirvieron, tú y yo comimos ensaladas y postre, papá era un toro, pero la
gente se intoxicó, mamá fue de las más afectadas, y fue entonces que el capitán
ordenó echar al mar toda la mercadería en mal estado, y anclamos a reabastecernos
de alimentos no perecederos, la imagen de pescados, carnes y comida en el mar,
era dantesca.
Nuevamente
supimos que el capitán había pedido cambiar de rumbo a un puerto, más no se le concedió
el permiso, y tenían que seguir adelante como si la comida y el motor
estuvieran en buen estado. El personal y los operarios ya sabían muy bien que
no era así. Todas las máquinas del barco venían fallando.
La semana
en el palacio había sido movida y extraña, el barco había cambiado de rumbo
porque la mitad de los pasajeros, se había intoxicado con aquella comida, y
frente al enojo general, el capitán decidió lanzar al mar todos los alimentos
en mal estado por la contaminación ante la falla de los frigoríficos y desvió
el rumbo para reponer comida fresca, y así la gente se tranquilizó, continuando
contentos la travesía.
Tras
salvar aquellos imprevistos y marchando la ruta marítima original, el barco
volvía a la normalidad y los pasajeros se dedicaron a jugar al deck tennis,
pasear por cubierta, tomar clases de baile, hacer amistades. Tomar té y café,
tragos, el clima relajado invitaba a serenarse y a disfrutar de las comodidades
de la nave. Era fácil siempre que no se supiera el dato que el capitán manejaba con pocos hombres de
confianza, de que el barco se adentraba en aguas profundas con una sola hélice
funcionando, la otra se había roto, y sin poder repararla, tenía órdenes de
proseguir y cubrir en ese estado los miles de kilómetros que restaban hasta el
puerto final.
Mientras,
los rumores continuaban, grupos de argentinos lideraban los datos, aunque el
capitán parecía buen hombre, nadie pensaba que fuera culpable de los problemas
o de los contratiempos, pero mi padre supo de los rumores, y en busca de
explicaciones se le dijo que era un desperfecto controlable, nada grave, de
continuar… lo peor que podría suceder era tener que cambiar de barco en algún
puerto.
Entonces
mi papá nos regaló a mi madre y a mí las cadenas, hijo, no fue tu papá, él la
encargó para la abuela, e hizo una con nuestros nombres, aunque sí me la puso
al cuello tu padre, luego te quedó de recuerdo de mi supuesta muerte con la
cámara, es la que vio Pedro al encontrarte en la clínica, con mi nombre grabado.
“__Papá,
¿es verdad que el barco corre peligro? __interrogué en una cena de la segunda
semana.
__
Claro que no, hija.
__
¿Sabías que un grupo de hombres preparó una petición para que detengan el
viaje?, son argentinos, y al fin la suspendieron porque el comisario de a bordo
les dijo que el capitán podría tomar represalias, me contó la esposa de uno de
los hombres.
__Me
parece imposible, el capitán es buena gente, deja de preocuparte, Mirna, esto
no es el Titanic, disfruta hija, quién sabe cuándo subamos nuevamente a un
palacio como éste”.
Mi
padre de nuevo cumplió la profecía. Mientras cenábamos e íbamos al teatro, el capitán
con el jefe de máquinas y fogoneros, casi pasaban la noche luchando para que la
hélice que quedaba no se detuviera antes de llegar sanos y salvos a destino, lo
que sigue, es el Naufragio, lo que realmente sé que ocurrió con todos.
__No
madre, basta, no ahora, debe descansar.
Nos
quedamos con ella, no quiso cenar, Matías corroboró su estado, no había daño
neurológico ninguno, al fin se durmió, tranquila, relajada, a medias liberada quizá luego de
años con Fernando velando su sueño.
Charlamos
todo con todos, María no quiso dejar a mi madre. Yo dormí de a ratos, en otros
fui a controlarla, pero pasó la noche tranquila, Fernando estaba ansioso,
Orestes se encargó de él más tarde, y así sin ponernos de acuerdo, todos y cada
uno iba y venía a la suite, sin embargo ella durmió hasta la mañana.
Abrazado
a Pedro que superó la cirugía del nene con arrojo y sin pánico como seguía
visitando al niño golpeado, me consoló escuchando, respetando silencios, sollozos, hasta que al
fin indagamos en la mirada y sin planearlo
busqué sus labios, con los suyos abrió mi boca, le respondí de inmediato y sin
dejar de besarnos, tambaleamos y caímos en la cama.
Amaba
su cuerpo, adoraba su piel, lo llené de besos y él miraba cómo lo hacía, lo
devoré a mordiscos, y sin musitar palabra, nos dedicamos sobre las sábanas a
saborearnos, a sentirnos, a acariciarnos, a olernos… por si algún día
olvidábamos el nombre, con los corazones desbocados, sabiéndonos unidos por
Amor, fundidas las emociones con las del Naufragio que marcó el mismo destino,
ahora relatado por Mirna en detalle, desbaratada el alma, mientras la boca de
Pedro se deshacía en caricias certeras sobre mi ansiosa piel, su boca de hombre
me recorrió por entero, lo mismo que yo a él, añorándonos y teniéndonos, entre gemidos
y jadeos, me dolía al tiempo que sentía el todo, pensé en el naufragio, en cómo
separó vidas, en que si algo así
sucediera, dándonos placer uno al otro, supe que no soportaría vivir sin él,
hasta que sin fuerzas otras que no fuera poseernos, nos amamos con violencia,
con devoción, disfrutando de que aquella tragedia nos premiara con el disfrute
de la cercanía, de este todo del hoy del destino común que comenzara a
dibujarse un día de octubre de cuarenta años atrás.
Extiende su bruma las tinieblas y envuelve la mente, grita el aire
un patético silencio, calienta mi cara el humo del cigarrillo y te imagino
acostado, sólo pensando. A lo lejos ya clarea su ocaso el horizonte y una
leve brizna de luna, asoma un tímido reflejo. Yo te pienso, cierro mis ojos y
te siento, abro mis manos y en el destino marcado, veo tu dibujo. Pinto tu
rostro y en mi entrecejo te desnudo. El
cielo te respira y abre su lluvia para que unas gotitas de tu aliento, recorran
mi piel. Acelera la noche su manto y expira el sol su puesta, fijo la mirada en
una pequeña nube, le doy forma, cambio su color e imagino que suda. Una
estrella, la más grande, vigila quieta, espera temblorosa en sus destellos y
plasma una hermosa fotografía en mi universo. Y en mi fantasía, se convierte en
lienzo, fluyen carbones y dulces óleos, se pinta de música y ternura, huele a
vainilla y sabe a miel…El destello atraviesa la nube, se uniforma el color, la
silueta es deseada y nace un rostro, ese rostro que un día escribí, el
rostro de una ilusión, el rostro de mi sueño, tu rostro. Extasiado te contemplo
y pellizcándome, en él me juro. No es un sueño, eres tú hecho mensaje por el
cielo. No es una ilusión, es tu cara, iluminada por una estrella. No es una
distorsión, son tus facciones perfectamente marcadas. No es distracción, es mi
destino… Lanzo mi mano, te acaricio y siento una cicatriz en tu mejilla, esa
cicatriz que siempre enseña el camino de una lágrima hasta la comisura de tus
labios. Dejo un dedo de silencio en la mitad de tu boca y tu mirada se abre.
Tus ojos transparentan y en la retina veo el escribir sin parar de tu alma, tu
blanco es intenso y en tu cristalino no hay ningún vaho. Avanzo mi dedo,
recorro tu naricita y ya toco frente. Se detiene en tu tercer ojo y en pequeños
círculos lo abrazo, lo excito y le doy el poder de sentirme. Tu boca se abre,
los dientes afloran su pureza y tu lengua me manda una promesa. Absorto,
le pido al cielo que expanda el lienzo, al tiempo que lo detenga por siempre y
al espacio, que se llene de viento y lo haga infinito.
La
música agiganta sus notas, el mar salpica sus espumas y lo llena de sal, el
cometa afila su cola y se llena con el polvo de mil estrellas, el relámpago
ilumina escondidos rincones y espera el trueno su grito final. Mis ojos no dan
crédito, la luna tampoco y mengua su luz, las estrellas se convierten en
ardientes ceras y chorrean por doquier. Se revientan las sábanas del cielo,
cruje la cama del universo y el lienzo se abre eterno. Llega un ángel y carga
tintas, un sabio del centauro, afila carbones, un plebeyo de Casiopea carga los
aceites y el más bello de los Arcángeles, frota por todo su cuerpo el pelo de
sus pinceles. La orgía celestial es inminente y la luna en su menguante,
empieza a crecer sin parar, el mar ya no sabe qué salpicar pero pone a bailar a
sus corales y arrecifes, el dormido sol no se atreve ni siquiera a chispear y
el cometa arrecia su fuerza por todo el lienzo y le da vida. Se juntan las
nubes, deshilan su algodón y se hacen seda en un gran velo. Tapan el lienzo y
la emoción me cubre por completo. Los seres menores se divierten, el gnomo se
convierte en pequeño y perfecto ombligo y veo como entra al lienzo. Dos hadas,
campanitas de mis cuentos, adoptan y contornean dos suaves pezones y
entran al lienzo. Llegan elfos convertidos en dedos, mariposas en bellos vellos
y un millón de rosas, seguidas por mil abejas sin aguijón, mil colibríes y mil
hormigas. Cada abeja, copula el polen de mil rosas y es tal la intensidad que
desprenden sus pétalos. Cada colibrí los toma y cada hormiga los junta en su
nido y los transforman en piel…Y entran al lienzo. El instante es sublime, el velo es recorrido y
el trueno no grita, solo gime y gime y gime. Se asusta el rayo porque ese no es
su trueno, ríe el Arcángel y ante mí, aparece la pintura más genial que
un cielo puede crear: tu cuerpo.
Hierven
los sentidos, el deseo es confusión en el escalofrío intenso de la pasión, el
roce es querido por cada poro, la poesía tiembla y el mar ya no salpica. El
vigor de hombre crece y crece, la garganta enchina su saliva, la tilde su
multiplica pero no se atreve con el lejano verso. Mi cuerpo se abre en canal,
las piernas vibran, se contorsiona el espíritu, el sentimiento enaltece su
tinta y la boca se abre a la dulce lujuria por poseer cada gramo de tu piel. El
instinto se rebela, el niño salvaje entra en tu
túnel y el lienzo se mueve. Las estaciones se juntan, hielo en la
distancia, calidez de fuego en el sueño, primavera en la esperanza y otoño,
al caer otra vez el velo y amanecer a mi lado… dejas que el cielo te pinte
siempre en su lienzo y entras en mí.
__
“Lucho
pero mis fuerzas se agotan, peleo, pero las olas me tapan. Mis manos quieren
soltarse de la quilla donde me aferro con fuerza. No sé cuánto tiempo más podré
sostenerme en este lugar. ¿Cómo veremos si algún barco llega en rescate? Estoy
con papá, dice que mamá se salvó. No lo sé, ya no abro los ojos, mis párpados
pesan toneladas. Soy consciente que sólo un milagro nos salvará. Comienzo a
tener una certeza: voy a morir en el mar con papá. Jamás pensé que mi fin sería
así. Busco algo en mi memoria para que me ate a este mundo, Juan, no, no me
alcanza, no lo hallo. Hasta ellos me han abandonado, no logro asirme a ninguno,
sé que papá no puede más, es como si hubieran desaparecido. Mi memoria no logra
atraparlos y sin ellos me deslizo, me voy, parto, abandono mi cuerpo, es el
final… Sin embargo sé que alguien ya está del otro lado, mis abuelos, papá está
agonizando, el barco explotó, nos estamos hundiendo,
¡Mirna!,
mis pensamientos lloran ese nombre, mis pupilas la ven a lo lejos de la mano de
alguien que sonríe y me salva
¿quién es?
¿quién es?
__Guille,
mi amor, despierta, soñaste con el Naufragio, estás acá, feliz, Mirna lo está,
no murió, no ustedes al menos, calma, amor, tranquilo.
Ciudad
Autónoma, 19 de octubre de 2016.
___
¿Y Matías?
__
Todo bien, tranquilos, está todo en orden, físicamente está bien, está con el
equipo de psiquiatría, quiere contar el Naufragio antes de casarse, creen que
será mejor que sea asistido, al menos por alguien del equipo, en la casa, es su
deseo, ante todos contar y liberar los recuerdos, así desea empezar otra vida,
desalojando los fantasmas, diciéndote la verdad, ayudando a que puedas con esas
piezas rearmar tu rompecabezas.
__
De acuerdo, que así sea, que lo haga hoy, entonces. Dice que son piezas que me ayudaran
a entender cómo hoy somos esta familia
que tenemos, cómo el Naufragio marcó el
rumbo, de ella, de María, de Pedro, de todos.
¿Puedo
llevarla a la casa? ¿Puede casarse el 21?
__Sí,
está físicamente bien. Es más se sentirá libre cuando termine el relato.
__ Y
yo tal vez, para emprender en barco, el viaje que Pedro me regaló por la luna
de miel que nunca tuvimos, con nuestro hijito.
__
Lo haremos, amor, te aseguro que en nuestra vida no habrá otro… NAUFRAGIO.
Guille
y Pedro… Pedro y Guille... Un destino… Un amor.
CONTINUARÁ.
HECHOS
Y PERSONAJES SON FICTICIOS, CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES COINCIDENCIA.
LENGUAJE
ADULTO.
ESCENAS
EXPLÍCITAS.
GRACIAS PEDRO GUILLERMO, BESOS.
ResponderEliminarGRACIAS SILVIA COLASES. SUSANA ALCARAZ, ALICIA VÍTOLO, NORMA FERZOLA, SOL URVINO.
ResponderEliminarLaura Guauu hermosisimo amiga, y no terminó, qué sorpresa.
ResponderEliminarAna Hermoso Dios te bendiga amiga
ResponderEliminarJosefina Me encanta
ResponderEliminarEl sutil erotismo, bellísima historia que no llega al final, gracias Eve, genial que relates el Naufragio.
ResponderEliminarJavier Un honor mi Querida Eve Monica..
Gracias mi amiga.un abrazo
Rosa Maria Es algo muy sugestivo me emociona
ResponderEliminar
ResponderEliminarRosario Cómo siempre en sus letras hace vibrar los corazones. Me encantó, y la idea de saber del Naufragio antes del final, qué sorpresa, que Mirna recuerda ahora, excelente idea, gracias Eve.
Marta Susana Maravillosoooo!!!
ResponderEliminarRosa l. Es algo que me llego son novelas tan increibles para meditar ,reflexionar y actuar gracias por compartir y seguir creando, te quiero.
ResponderEliminarMercedes Garcia Ferrer Qe bonito, excelente historia, Abrazo.
ResponderEliminarMari Que belleza, dichoso el que le haya tocado vivir un amor así, pese a la tragedia, merece la pena, lo veo así, beso.
ResponderEliminarAlicia Gracias, querida, SORPRENDISTE, NI FINAL NI ESTE CONTAR DE mIRNA ERA ESPERADO, GRACIAS.
ResponderEliminarNancy Mira La palabra se hace mágica cuando sale de una sana y buena voluntad. Cuándo quién la expresa la guía por el camino del bien, del cariño, del estimulo, del respeto y del apoyo. Pero no hay que olvidar que entre sus dominios está también uno de los crímenes más grandes que se pueden cometer como son las ofensas, el desprestigio, las injurias, los chismes mal intencionados entre tantos males más. Tus palabras son ciertas en la ficción y en la vida, adelante amiga. Me encantó la sorpresa, no dijiste nada.
ResponderEliminarSí es muy bella para terminarla como todas, ya veré, faltaba esto, gracias, beso.
EliminarPaola Excelente como siempre
ResponderEliminarGarcais Pao, beso.
EliminarBrillante capitulo de Naufragio e inesperados momentos recordados por Mirna, el amor, las emociones bello Eve gracias por escribir sos insuperable te quiero :) !!!
ResponderEliminares muy bella y esto faltaba, no sé cuántos capis agregue, pero lo amerita, faltan pocos igual, gracias y mi amor.
EliminarSol Urvino Nada mejor que liberar recuerdos y cerrar bien cada etapa, ya sea en la pareja o en su entorno. UN BESO, EVE.
ResponderEliminarSí, mi bella, faltaba antes del final, lo vi a último momento, besos.
EliminarHermoso Eve...Perdón pero no tengo Internet y puedo escribir y leer poco hasta que me lo arreglen...Beso grande !!!
ResponderEliminarLo imaginaba cielo, esto faltabba para el broche de esta novela magistral, me di cuenta a tiempo, lo merece, gracias infinitas, además cerrará el pasado de Guille, mi amor. Gracias NORMA FERZOLA. SILVIA COLASES.
EliminarHermoso capítulo!!!
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