¿Y SI FUERA POSIBLE? CAPÍTULO CINCUENTA.

 “¿Y SI FUERA POSIBLE?”

 CAPÍTULO 50.

 

“Es tiempo de amar.

Es tiempo de comenzar a dar”.

Viernes, 24 de junio de 2016. Ciudad Autónoma.

¿Dices que está enamorado de Pedro?

… Sí, se amaron desde verse, fue inevitable, Dana y yo lo aceptamos, lo vivimos con naturalidad, Pedro inventó un amante para separarse de ella sin decirle que era su hijo.

… Y no debe saberlo, Camila, Sarah, jamás debe saberlo, debo hablar con Guillermo, o quizá no, quedé en verlo, pero tendré que pedirle que se separe de Pedro, o no.

… No entiendo nada.

¿Qué está sucediendo?

.. Es que no sé qué es lo mejor, en cualquier caso es un desastre que Guillermo sea gay, más allá que su amante sea Juan o Pedro, para Sarah será el fin, Camila, morirá si lo sabe, no es algo que podría soportar, sería más demoledor que la muerte de  Julio, el fin.

…¿Qué dices Ivonne? __ preguntó alarmada Camila.

__

__Ivonne, te presento a Pedro __ dijo Guillermo al llegar al bar en la Ciudad con Pedro, en uno de sus últimos días juntos.

__ Encantada, Pedro, te conocí por lo que contó Sarah, hoy algo más, quizá.

__ Sí, Sarah la quiere mucho.

__Guillermo, necesitaba hablarte a solas, es delicado el tema __ pronunció mientras nos sentábamos en una mesa apartada, perdí la vista en el río, Guille me había pedido que lo acompañara.

__Puedes hablar lo que sea frente a él, Ivonne, ¿qué sucede con mi madre?

¿Quieren sólo café o pedimos algo más?

__ Café gracias __pidió ella cuando el mozo se acercó y todos __. Guillermo, tu madre está mal, psíquicamente mal, necesita ayuda, quizá más que  tu hermana. He pasado estos días en el casco, y realmente está depresiva, está yendo al grupo de alcohólicos, no ha tomado, no es ése el problema.

Nos miró a uno y al otro como escrutando las expresiones, por un instante que pareció eterno calló, mas al demorarse en la mirada inquisidora de Guillermo continuó.

__ Está decepcionada de ti, Guillermo, quizá en parte sea el problema, siempre te vio el reflejo de Julio, siempre esperó que hicieras lo que él hacía y era, que cumplieras  con sus normas, y desde que llegó Pedro, siente que cambiaste, que te alejaste de lo que eras, es decir de la semejanza con tu padre y de ella.

En principio sentí que estaba mal porque no compartes todo con ella como antes sino con Pedro, luego lo dijo abiertamente, no solamente extraña al hijo que eras, el pegote, el ejemplo, el idéntico a tu padre sino que lejos de estar celosa de Pedro, lo está de ti.

__ ¿Cómo? __contestó Guillermo dando un sorbo al café amargo, había permanecido callado, estudiando la expresión de la mujer.

__ Excepto en el sentido sexual, creo que siempre vio en ti a Julio. Y realmente está deprimida porque siente que te perdió, que la dejaste sola, que ya no compartes nada con ella, además de haber dejado de lado los mandatos de tu padre. Y además obviamente no entiende qué haces junto a Pedro.

Ella de nuevo mantuvo silencio como esperando que algo saliera de Guille, pero él  le sostuvo la  mirada insondable, la expresión impasible.

__Lo sé todo, Guillermo. Sé que eres gay, Camila naturalmente, sin mala intención lo dijo, no lo imaginé nunca pese a tu aislamiento social, menos  luego de verte casado, y supongo que son pareja, ¿verdad?

Pedro lo tuyo lo sé por Sarah, de hecho causó asombro a todos, y es claro que como Sarah desconoce lo de Guillermo, cree que te cubre con otro, y no entiende que Guillermo se encuentre contigo, dejando a Camila en la casa __ continuó__. No soy nadie para juzgarlos, Camila lo sabe, me contó que te aceptó conociendo la verdad, que te eligió como el padre de su hijo, que antes de llegar Pedro, pensó que quizá te quedaras a su lado, sé que Dana lo acepta, pero a Sarah esta verdad la mataría, es lo que debo decirles, por favor, convéncela de iniciar una terapia, que sepa esto cuando se estabilice o nunca.

Todo se complicará con el viaje, o quizá sea mejor pero dudo que en medio de lo que se va a disparar con la muestra se dé el tiempo que necesita para ella, no sé cuál de los dos deberá decírselo, yo lo he hecho, mas no conseguí nada __concluyó.

Guillermo  tomó una bocanada de aire, lo apoyé con la mirada, sabiendo que estábamos pensando en lo mismo, la muestra no mostraría el amor en el lienzo,  no se podría hacer posible nuestro amor ahora, lo supimos sin palabras.

___Ivonne, lo que dices de nosotros es la verdad, Dana y Camila, Beto y Gaby son todos los que lo saben, y mi hermana que nos atacó ferozmente, ella por Pedro, ahora  vos, no fue adrede,  no queremos hacerle daño a nadie mucho menos a mi madre.

Cuando ella planeó el viaje en el que conoció a Pedro, tuve el extraño presentimiento de que en ese momento, el reloj de la existencia de todos iba a mover sus agujas, y el clic fue irreparable, porque en efecto sucedió. El azar, Dios o el destino acabó haciendo esa extraña jugada de llevar a Pedro hacia Sarah, y ella lo trajo a mi vida, nuestro amor, fue inevitable, sin que él se supiera gay sino lo contrario, y lo expresamos en aquellos puñetes de furia que fueron más de frustración.

Apenas nos observamos… la primera mirada en una vida de miradas, ya fue amor, certero como daga, indestructible, imposible, negado, e hicimos de todo meses para eludirlo, para no cruzarnos, para que ellas no sufrieran, en medio Natasha nos hizo de todo hasta atentó contra mí, intentó quemar los lienzos de Pedro, pero en verdad no pudimos separarnos, hoy estamos juntos, y no  sabemos cómo seguirá el derrotero, requiere de gran valentía de parte de todos.

Sarah y los chicos son nuestros límites.

Intentaré acercarme a ella, y obviamente con Pedro  nos vamos a mantener lejos cuando regrese al casco por mi hijo luego de la muestra, él quedará con ella en donde sea, no diremos nada, con lo que cuentas, evitaremos que lo sepa, intentaré que vaya a terapia, te pido que mantengas el secreto por su salud, y sí, no soy Julio, en eso lleva la razón.

Desde que estoy con Pedro me he ido alejando de los mandatos de mi padre, me estoy aceptando y queriendo a mí mismo, no deseo ser la imagen de mi papá más que en el parecido físico que tengo. De hecho pensaba hablar con Orestes ahora, porque renunciaré a la carrera política, más adelante me divorciaré de Camila, fue por ello que no me casé por iglesia, sólo seremos amigos, la quiero, será una gran madre de mi hijo, como lo es Dana del de Pedro, pero con lo que cuentas, todo esto lo postergaré hasta que Sarah pueda asumir algunas cosas, en principio, sí, que ni soy ni seré, ni quiero seguir haciendo lo que era y hacía mi padre.

__Entiendo, Guillermo, y esto ni siquiera tiene que ver con Pedro, sé que es sano lo que dices, pero para ella será duro, Moravia no te la hará fácil tampoco, imaginé que Beto lo sabía. Cuenta conmigo, Sarah es mi mejor amiga, vi su dolor al morir tu padre, sabes que por años le presenté amigos, no conseguí lo que Pedro en días lamentablemente, y hoy creo que siempre amó sólo a tu papá, pero que tienes derecho a elegir otra cosa, es más hasta a dejar la estancia en manos de algún administrador __dijo comprensiva.

___ Quizá lo haga, Ivonne, lo sepa o no mi madre, si la carrera de Pedro se dispara a otra parte del planeta, llevando a los chicos, y hasta a Camila, iré con él, y no sé cuánto tardará en entender la verdad __concluyó calmo Guillermo.

___ Supongo que cumplidos los plazos legales nos divorciaremos. Ivonne, quiero aclararle que nunca quise usarla, creí amarla en Europa, yo nunca imaginé que era el sendero hacia Guille, le insistí con casarnos, ella no lo deseaba, y luego supe de mi error, lamento el dolor que le causaremos, quisiera con el divorcio deshacer el contrato de marchante que me liga a ella por diez años, no puedo romperlo ahora, por mi niño necesito al menos esa muestra, pero luego así deba enfrentar una demanda quizá sea lo más sano. Le daré la opción a ella de dejarlo sin efecto, me marcharé de la estancia si regresamos, como pienso __dije seguro, ella no apartó la mirada, tampoco me agredió.

__Me temo Pedro, y esto Guillermo lo sabe, que Sarah no romperá tu contrato, es más, si ella te lanza a la fama en ese sentido no te soltará jamás. A diferencia de su hija, jamás mezcló las cosas, y le interesa, el dinero y lo que diga la gente,  serás, eres por lo que dicen una mina de oro, no dejará que la explote otro, pero no será tu problema, ella es la que deberá enfrentar el divorcio, lo que quiera la gente opinar, hiciste bien en decirle que amas a un hombre y en no dar el nombre, eso convierte la relación en irreversiblemente terminada, pero a ambos les piso que demoren lo más posible la verdad, porque no está capacitada para saberlo. Guillermo, acércate a ella, quizá sea bueno que comiences por decirle que ya no quieres ser como tu padre, pero no dejes de estar a su lado, apuntala a tu madre o se va a desmoronar, nunca la sentí más vulnerable.

Bueno, queda en tus manos, necesitaba decirles cómo la encontré, lo que siente, no sospecha que eres gay, menos que el amante de Pedro eres tú, no, ni por asomo, la dejo en tus manos, igualmente, estaré en la muestra, cerca, pero allá ya no hablaré de esto.

__Gracias por todo, Ivonne, me alegra que te quedes cerca de ella, te quiere, yo intentaré que pese a ser diferente me acepte a su lado aunque no siga las normas que marcó mi padre, y por lo demás, nosotros tampoco conocemos cómo seguirá nuestro camino, sólo sabemos que daremos batalla por este amor, que fue imposible evitarlo, a tal punto que Pedro deberá decírselo a su hijo,  a su hermano luego de la muestra.

__Es claro que mientras más gente lo sepa, alguien puede hacerlo llegar a ella, Natasha algo insinuó, pero al parecer Sarah no entendió __dije atribulado, Ivonne se puso de pie para irse, y nos saludó afable, la vimos salir.

__Bueno amorcito, al parecer nuestro amor en el lienzo deberá quedar a resguardo, y deberás darle los lienzos abstractos __tranquilo me indicó Guille, ya lo había decidido.

__ Se me ocurre que ella querrá ver lo que he estado haciendo, tendré que mentir que al fin fracasé, pero llevaré como muestra a futuro de la técnica y le daré a ella, el lienzo del modelo, que es parte de amor roto, como para que quede flotando en la muestra, que quizá en otra pueda verse algo de ello.

Es lo que veníamos imaginando, ella no puede saber de nuestro amor, aunque no soy capaz de renunciar a él o de verlo como imposible.

Miro de lejos la quietud del rayo cuando recorre su cielo, escucho el verbo de una inspiración antes de ser escrito, el alma de  músico cuando desmigajo el sentimiento y las notas de un pentagrama un instante antes de ser tocadas.  Expectante, vivo el preludio antes de ser, cohibida está la razón antes de pensar y largo se hace el silencio, antes de la primera palabra.

Sin embargo, el deseo impulsa el celo de los sentidos y la emoción es preñada por la imaginación, vibra el subconsciente por querer atreverse y la fuerza del latido, detiene reflexión. El cuerpo pide acción, rasga cada neurona, araña ansiedad y desvanece poco a poco cada miedo. El instante se idealiza, tu piel está cerca y desnuda, tus manos brillan ternura y tus dedos destilan poro a poro seducción. No hay perfume más caro que el sudor de una pasión y con él, mojaste tus huellas. No hay sueño más tentador que la primera caricia y no hay perversión que provoque más sensualidad, que el toque suave de piel con piel. Acércate un poquito más, despacito y con amor, cierra los ojos y en tus yemas, carga toda la energía de la ternura. Detén la respiración y deja que tu latido excite sangre, saliva tus labios y aprieta los dientes, exhala desde tu alma y conecta tu ser a la tierra. Y llega ese instante en que el nervio despunta piel, en que el mar deja caer la bravura de sus olas, en que la hormona enloquece y el ansia aprieta. Eres intensidad, locura en deseo y verdad.  Llega a mi piel como peregrino, resbala en ella, siéntela, víbrala y haz que tu caricia la posea.  Deja que mis ojos te miren y excítalos de cariño, deja que tu cuerpo se enchine y tómalo en mi música, deja que mis labios se acerquen y prepara el inicio de un beso profundo. La caricia apenas empieza a vivir, a caminar, a nadar, a crecer y a soñar. Dale albedrío y déjala que poco a poco, aprenda. Que conozca todos sus rincones, las suavidades, las tersuras y sus erecciones, que se esconda en sus humedades, en sus cosquillas y que penetre sus escalofríos. Que sienta sus comodidades, que busque un suspiro y que escuche atenta, su primer gemido.   Déjala ser, porque en su calor la recordarás, en sus olores un día te amarás y en tu aprendizaje por desearla y tenerla, un día leerás. La primera caricia jamás termina, nunca cede espacio y no le teme al tiempo. Es bella, hermosa y elegante, es  sublime, generosa y arrogante. La primera caricia…Es el ensayo, de una gran obra, y nosotros las dimos todas.

__Algo imaginaba de esto ya, comeremos acá e iremos por los últimos lienzos, si algo faltaba para definir fue lo que supo Ivonne, dejaremos ya el  loft, esta noche me gustaría  dormir en el piso de El Libertador, bajo llave dejaremos allí lo que ayer terminaste menos lo del modelo, el resto saldrá de allí  para Ezeiza el treinta con nosotros __afirmó Guille cabizbajo.

__ ¿Son seguros el sitio, de confianza la gente y la empresa que los trasladará?

__Sí, amorcito, los que rescatamos  uno de los encargados amigo, los hará llegar a la empresa a la que contratamos, los conozco desde niño, lo secreto quedará bajo llave esta noche, nadie va a ese departamento, por la mañana devolveremos el loft, y ya iremos a la estancia, veré qué logro con Sarah en estos días.

Agradezco estos días de encierro, los últimos con las cenas y los paseos por Palermo y el teatro, han sido como un ensayo de una vida lejana juntos, una maravilla cada velada.

Mira ese precioso atardecer, es una fiesta para los ojos, y nosotros tomados de la mano como en estos días hemos disfrutado de cada una de las pinceladas.

__ No imagino lo que venga sin ti, Guille. Antes lo tapé en el artista bohemio, pero es muy duro estar en un país extraño sin los familiares, mucho más sin el amor. Te amo, Guille, y en los últimos días, no imaginas cuán importante te has convertido para mí. Yo estuve solo años en París, aturdiéndome entre mujeres, solo acá, junto a Sarah... y de repente… __lagrimeó__. Has aparecido tú llenando mis días y mis horas de puro amor. Siempre fue  muy duro dejar mi casa, estar lejos sin mi familia, con pocos amigos a los que nunca veía, quizá por ello me aferré a Sarah.

___Ven aquí…___Me abrazó con fuerza. Así estuvimos un rato mientras me daba besos pequeños en la frente, en el pelo y, lleno de ternura, me prometió y se prometió estar siempre, cuidarnos, nos prometimos cuidar de nuestro amor, aun sabiendo  que tendríamos a  Sarah, a Natasha, a los viajes y distancias en contra, una nueva intimidad nacía a cada instante entre nosotros.

__Pedro, nuestros días juntos terminan hoy, llevaremos los lienzos a Avenida El Libertador, pasaremos la última noche juntos, y desde mañana deberemos regresar a la farsa, a  estar entre todos, yo a mimar a Camila,  a pensar en los detalles para mi niño, tú a prepararte para todo, a tu hermano y a tu hijo.

Pienso en un futuro donde Sarah ya sepa todo, quizá  ajustando  el colegio de Michael, la vida de Dana, podríamos vivir un tiempo en cada sitio, yo podría exportar los productos de la estancia y aprovechar esos viaje para colocarlos fuera, y dejar un administrador, todo se podría arreglar, todo, menos destruir a mi madre, a nuestros hijos.

En pocos días serás famoso, las mujeres y algunos hombres,  te observarán con descaro, quizá de estar cerca, los celos me torturarían por primera vez, y peor, podrían delatarme, porque me perteneces, y no puedo imaginarte cerca de nadie, y sé que aun cuando regrese, cada llamado, cada imagen, moverá alguna pieza del rompecabezas de mi corazón, allí habitas para siempre.

No hago más que mirarte embobado, y te encuentro más bello que nunca, quizá porque estás algo más descansado, o porque te amo más a cada instante.

Nunca imaginé que ese cosquilleo en el pecho antes del viaje de Sarah, que aquella primera mirada pegoteada sería el impacto devastador  del Amor.

__

Pedro estaba terminando el asado, yo los ravioles, el Cabernet en medio entre las velas, el ventanal hacia el río, caldeaban más el ambiente.

No dejamos de observar la boca, yo sus labios gruesos, él los finos, esos labios carnosos y rojos ejercen una fascinación imposible de frenar, al igual que las zonas de piel que quedan al descubierto, todo está dando una fiesta a mis ojos, anticipando el banquete de la noche, y no sé cómo disimularé en la casa, cómo montaré el gran simulacro de no amarte.

__Guille, estás encantador con la camisa blanca que estrenas, mas sobre todo son tus ojos canela o café con miel que mientras comes se atreven a decirme lo que las palabras no ponen en evidencia, es amor pero ya es nostalgia, ya es añoranza, ya es dolor.

__

La cena fue sugestiva y los dejó cargados de emociones por los roces de las manos, las largas y sostenidas miradas, los ojos que se detenían demasiado en la boca, y por las palabras susurradas con doble intención, que los llevaron a sitios mentales inquietantes.

Ni hablar de lugares carnales que visitaba la mente, imaginando la noche que esperaba como broche final…    sin par.

Cuando algún beso se colaba  sin más, un estremecimiento general los dominaba por igual.

 Guillermo había pensado en reservar una suite en un hotel, pero desistió pensando en que quería que quedara su recuerdo en el piso donde podría capturarlo en su ausencia, en aromas, en imágenes e indagó varias veces en la mirada de miel las intenciones, deseaban ir a bailar, sería la primera, por ahora la única vez, y al tiempo correr  por los lienzos y ordenarlos para amarse esa noche, el mundo a su alrededor no existía, se había apagado además la voz de Ivonne.

Al fin Pedro pidió conocer algo insólito en lugar de un boliche gay.

Pagada la cuenta, tomaron el coche, manejó Pedro, y Guillermo lo guió a abandonar el casco céntrico dirigiéndose por calles que Pedro nunca había frecuentado.  A medida que se alejaban el nivel de viviendas decaía, en noches previas Pedro quiso visitar un lugar de tango, tan ansiado en París como en Bs. As.

Guillermo lo condujo a una vieja casona en San Telmo,  y ya al descender del auto la música los guió a la casona. Una gran puerta doble cruzando el patio se abría y dejaba ver a la orquesta que fascinó a Pedro como su propia música al verla tocar con ímpetu bajo una glorieta, ejecutando sus músicos violines, uno bandoneón, y guitarras. Los vio junto a las parejas que bailaban en la pista y los admiró. La música y el tango lo llamaban por su nombre, tanto como la pintura, le demandaba que danzara para él. Su ser entero se sumergió en lo que sentía sólo dejándose llevar por la música.

Dos chicas con melena negra y vestidos escotados y ceñidos, con tacones altos, se les acercaron en medio de  la gente, y al comienzo alegres marcaron el ritmo, dejándose llevar por el entusiasmo del baile.

Guillermo al ver a la  que con ojos cerrados parecía disfrutar del cuerpo de Pedro tanto como de la música que le pedía movimientos certeros, empezó a sentir la furia de los celos, antes de haberlo siquiera dejado en Nueva York.

Las parejas se perdieron entre las demás, en breve Pedro supo que no era el único que  marcaba el paso a una desconocida. Guillermo bailaba con una morena de vestido rojo ceñido, ella sonreía seductoramente, y con descaro, pegando el rostro al de él, lo mismo que en su caso, como el baile y su sensualidad permitían, y ya estaba empezando a perder la gracia. Un corte, un molinete con tijera, una pierna que se elevaba, mientras elevaron a las mujeres desde e la cintura, mirándolas, cayeron sobre ellos, enredando las piernas, se movieron hacia atrás y adelante a ritmo vertiginoso hasta que las parejas se encontraron en medio de la pista, y las miradas de ellos se atravesaron.

 Celos, furor, miedo a perderse, deseo, excitación, amor, todo estaba en ellos. Y sin pensarlo, instintivamente, casi violentamente, se soltaron de sus compañeras, y se tomaron del brazo alejándose, un final de canción los liberó de una demencia total, quedó la parcial, porque deseaban seguir la escena erótica de la pista pero entre ellos y a solas.

Alejados de la pista, Guillermo sin pedir permiso, lo arrastró contra una de las columnas más alejadas, y lo besó con locura, con frenesí, mientras depositaron las manos en las nalgas, ajustando los cuerpos, besándose con arrebato y violencia, con ira y amor.

__Guille, vámonos.

__Sí, estamos montando una escena pública, vámonos donde podamos estar solos y tranquilos. Buscaremos los lienzos, y nunca  más se te ocurra que bailaremos con mujeres, ni con otro, ya fue suficiente __propuso con voz ronca y vacilante de deseo, sin dejar de besarlo, mientras los labios diestros, surcaban húmedos de la boca hacia el cuello y alternaban el camino.

“En minutos estábamos en el loft, recogimos los lienzos que ya estaban preparados, barrimos el sitio donde nos habíamos amado en cada rincón como despedida, lo habíamos ordenado y limpiado en la mañana, y raudos partimos para el piso de Guille. Bajamos en el subsuelo, desde allí los lienzos  nos acompañaron en el ascensor, y al fin recordé el bello piso, con los ventanales que mostraban Bs. As., supe que por bella que fuera Nueva York, o París, siempre desearía regresar allí.

Nos dirigimos al cuarto donde en cajas estaban embalados los lienzos de Europa y de Bs. As., los que faltaban y otros que en mi baja estima había desechado Diego los estaría enviando a la galería.

Guille me indicó dónde guardar los nuevos, me estremecí emocionado cuando abrazados los contemplamos, pero fue entonces en que reparé en un cuadro, parecía original”.

___ ¿Quién pintó ese retrato de Sarah? __Me acerqué, sin querer lo toqué antes que Guille lograra hablar, lo estaba admirando, cuando vi algo detrás, creo que también él lo hizo, porque sin darnos cuenta en instantes estábamos sacando el cuadro.

__Es una caja fuerte, disculpa, no quise…

__Nunca antes la había visto __dijo Guille con expresión contrista. La caja está en la suite que fuera de mi padre, jamás supe de ésta, este cuarto alguna vez lo usó ella como estudio.

__ Ábrela, quizá encuentres recuerdos de ellos, de ti __dije ingenuamente.

__ Nunca la vi, no tengo llave, me pregunto qué secretos tiene mi madre en una caja oculta tras su retrato, me gustaría mucho preguntar, si no fuese que hoy no debo, atraería su atención hacia acá, a los lienzos, lo haré cuando veamos qué se hace luego de tu regreso, de que nazca mi hijo.

__Qué raro, o no __lo tranquilicé__. Quizá sea la caja de recuerdos de ella con Julio.

__O quizá sea la caja de secretos de la familia para con los hijos, en cualquier caso, al regreso, lo averiguaré, ven amorcito, indaga en mis ojos, te dirán que añoro pasar la última noche entera y tranquilo con vos. Ser tu hombre, que seas mío, sólo mío, como la primera vez.

___Para mí  fue contigo la primera vez.

__

Una vez en la suite, se movieron al son de ninguna música,  apretados, balanceándose como en trance, las camisas desabotonadas, invitaban a posar la mirada en el pecho, Pedro se tentó y llevó la cabeza a él, amaba ese cuerpo, le gustaba y lo enternecía, recordando el lienzo, lo que ambos habían aprendido. Y el aroma a madera y a canela que exhaló el pelo de Pedro a Guillermo le supo a gloria, y mirándolo a los ojos, bañado en sinceridad, susurró:

__Te amo, Pedro. No lo olvides estés en donde sea que te lleve la fama.

Sin esperar respuesta lo besó sin pausa, largo, indagándolo, y de nuevo el aroma, el sabor, y otra vez la locura, ahora muy quietos casi petrificados, hasta que se atrevió a más, Pedro no se quedó atrás, descendieron las camisas olvidadas, apoyando el rostro alternativamente en los hombros de seda y terciopelo, abandonando pequeños besos húmedos, dejando un reguero, con la boca abierta, y los cuerpos se estremecieron, hasta que al descuido, las camisas resbalaron y  quedaron con el torso a la intemperie. Guillermo enardecido, quiso más  y vio las cumbres, inhiestas, dulces, piel de duraznos y arándanos que siempre le habían enloquecido. Sin control comenzó a besarlas hasta que Pedro emitió un leve gemido que sólo se oyó en el silencio de la suite. La boca de Guillermo siguió succionando cumbres, las manos viajaron hacia abajo por senderos del cuerpo, ese lugar escondido que pedía por sus dedos, y los dedos de hombre lucharon con el bóxer, la cremallera, el cinto, hasta que al fin avanzaron, el nuevo gemido le confirmó el triunfo en la contienda, Pedro se estaba rindiendo primero sin condiciones. Los gemidos se intercalaron en cadena con suspiros y gritos conforme los dedos manejaban caricias y las manos diestras en dar placer, se consagraron a ello, mientras  Guillermo contempló el rostro arrebolado, los ojos entrecerrados, la boca de labios gruesos entreabiertos, musitando su nombre.

A Guillermo la imagen le trajo de lejos una oleada de excitación que lo devastó y le quitó toda voluntad, ya no sólo quería dar, sino tomar, ya no deseaba esperar, sino hacerlo suyo, su hombre, y en un hilo de voz y cordura musitó.

__Vamos a la habitación, o terminaremos en el suelo. Es demasiado importante para que esta noche comience en la alfombra.

Pedro abrió los ojos perdido, regresando del mundo mórbido y dulce en el que se encontraba sumergido, había llegado a un nuevo cosmos, jamás antes había entrado a ese sitio, se había rendido sin reparos, y cuando logró comprender las palabras asintió con ternura.

Tu  noche escribió  arpegios desde el primer rocío, tu mirada se perdió en la primera ventana y en tu exhalación pintaste suave vaho. Dejaste que tus dedos dibujaran, que tus pezones a él se pegaran y en su frío, les prometiste placer.  Le juraste a tu luna que tendría miel, le pediste al cielo larga noche y a una estrella, un destello de esperanza. Te vestiste y sólo un sorbo exquisito de tu café tomaste.  Tus labios no marcaron la taza, pues guardaste sus grietas para que alguien las mojara en tu noche, no quisiste oler la tierra de su cafetal, pues otro perfume caminaba en tu mente y jamás le pusiste azúcar, pues tu garganta necesitaba otra dulzura. Te dirigiste a la puerta y no olvidaste tus llaves. No habría errores. Olías intensidad y cada minuto tu anhelo crecía y desbordaba ansias. Dudó un segundo el cuerpo su desodorante, la hormona sudaba y desesperada buscaba su feromona. Callabas instinto y rugías como león, no atendía indicaciones de razón, tu corazón, sólo latía y latía. El alma escondió consejos ante la orgía de tantas sensaciones. Los sentidos bailaban, la imaginación inventaba y soñaba…Y en tu incipiente caminar, cada paso era contorsión, cada mirada escribía sensualidad y cada caricia de viento en tus cabellos, un erótico suspiro.

Retabas al mundo, a tus miedos y a tus sueños. Hoy harías el amor, quemarías pasión y dejarías que sólo el deseo escribiera vida. Querías sentirte hombre en los brazos de un hombre y lo conseguirías. No rezaste, nada le pediste al cielo y jamás rogaste romanticismo a la luna, solo su compañía. Sabías lo que querías y sabías que llegaría, de alguna forma llegaría. Vestiste seguridad. En tus audífonos, música para el alma y en tu pecho, una lágrima, con pequeños diamantes. En tus dedos besaste la marca de un antiguo anillo que más que recordar aún te reprimía, sacaste una vieja agenda, rompiste direcciones y teléfonos, enmudeciste tu móvil y te llenaste de renovación. Alguien nuevo llegaría a tu vida, porque a partir de hoy, otro destino sería escrito. No fue en un café, en la calle, en un bar o en la oficina. Tampoco en un parque, en una feria o en un circo. No fue en tu casa ni en la mía. Tu vida era más demandante y cuando abordaste aquel avión, tu sonrisa te delató, el destino o yo disfrazado de él,  escogimos tu asiento a mi lado y cuando los motores embravecían su aliento, tomaste mi mano para sentirte seguro. Me pediste una disculpa, asentí, te sentí y te olí. Me penetraron tus ojos y en tu mirada entendí. El viaje era largo y sabías que tu espera había terminado, que mi feromona en ti había entrado y que aquellas grietas que presumían tus labios, ya me habían conquistado.

Así fue en el viaje a París, acá es mucho mejor.

 Entonces,  interrumpió aquella azafata con su dulzura y su pregunta el momento y al minuto, dos copas de burbujas,  adornaron nuestras manos, brindamos y poco a poco se deshicieron en las bocas. Llegó la película de turno, se apagaron luces y el aire artificial enfrió el ambiente. Cada quién tomó una cobija, la sentamos en nuestras piernas y reclinamos suavemente el asiento. Mi corazón excedía latidos, mis ojos en la película y la mirada en él, el pie derecho caminó de lado y tocó su pie izquierdo, no lo quitó, se descalzó y lo encimó. La conexión firmaba seguridad. Le pregunté si estaba relajado y por debajo de la cobija, posó su mano en mi pierna. Ya olía medio cielo y creo que escuchó el suspiro de mi piel. Agradeció mi compañía atrevida y sutil y su mano caminó unos diez centímetros. Mi sangre empezó a hervir y aunque me molestaba ya la cobija, no la quitaba. Subió su mano quince centímetros más y me miró. La película era aburrida, su mano me excitaba y decidí sentirlo todo con ojos y mirada. Caminó su mano, esta vez sólo unos cinco centímetros sin prisa, pero sin pausa. Me sentía tenso y con una duda que ya crecía en mi entrepierna. Me atrevo, quizás me vea imbécil y si no lo hago quizás me crea idiota, con lo cual decidí vencer ambas ignorancias y pasé a la acción. Lo miré, con mi lengua recorrí labios, con mi mano despejé frente y su mano viajó, notó y él sonrió. Quería pensar mi próximo paso y me besó, calló mi mente y ahora sí, caí en la total ignorancia, en la total admiración por la ternura de aquel beso y en la total abstracción por un erotismo que ya desbordaba mis expectativas. Su lengua seguía recorriendo uno a uno mis dientes, me llenaba de sabor y olor, excitaba la oscuridad y prendía ceras por todo mi cuerpo. Todo era hermoso y el juego seguía, la diversión ya era circo de idiomas, mi niño viajaba en su boca y su niño abrazaba de infinita ternura el gusto por sentir, por sentir lo máximo y por leer entre líneas el bello pasaje de un instante.

 Salió de mi boca, se acercó a mi oído, sentí mojada su lengua y susurró: ven. Se levantó, su cobija cayó en mis piernas, más y más calor, redirigí el frío aire del panel y despacito dejé las cobijas en su asiento. Las ansias ardían, la ropa se deshacía, su saliva era mía y las erecciones se confundían. Su mano desenvainó espada y mi boca abrazó su pezón. Dedos entre cabellos, sudor pegando piel, pélvico movimiento y contorsión de cuerpo. Intensidad, fricción, deseo, convulsión. Arrebato emocional, sentidos explotando, desnudeces nadando escalofríos, temblor de piernas y suspiros arañando pasión. Falta el oxígeno, el alma alarga espacio y muere el tiempo. Exige libertad la penetración, sus manos aprietan mis muslos, mis brazos rodean y resbalan en su pecho, las miradas provocan, la perversión muerde labios, poco a poco se viene el orgasmo, eyacula el espíritu, nace quedito el gemido y mi boca tapa su grito. Suda el aire, yace silente el verbo y emerge poderosa la música, en el baño del avión.

Pedro atolondrado hoy repasó la suite, alfombra, cortinados, parquet, la enorme cama, se enredaron al quitar el edredón sobre sábanas relucientes. Se inclinaron sin tiempo, sentados en el borde de la cama para quitarse el calzado, enternecidos en los movimientos, pensando en la magia del amor, amando hasta la forma de los pies, de pie ensimismados en los botones de la camisa, temblando en la mirada, se la fueron de nuevo quitando, y se descubrieron de pronto vestidos de piel mas sin ropa, desnudos de ropa en piel, madera, canela, arándanos. El mundo de había detenido, no había hora, destino, viaje, no había minutos ni reloj. Guillermo queriendo hacer y decir todo a la vez, no le salía nada, no en palabras, y Pedro notó el amor desconcertado pintado en el rostro esperándolo en la cama.

__ ¿Te vas a  quedar allí o vienes de viaje conmigo? __lo provocó y le señaló el sitio junto a él en el lecho.

Al oírlo logró escapar del sortilegio en que había quedado atrapado y con rapidez arrastró los pantalones y el bóxer, y entonces Pedro cerró los ojos deslumbrado ante la completa desnudez, ese torso fuerte le provocaba inquietud, cosquilleos, pero apreciarlo por entero lo perturbaba, y lo aspiró en oleadas antes de verlo, eran olas de campo, de verde como en la estancia, acompañadas de un dejo de whisky, y enseguida sintió el cuerpo que reptaba sobre el suyo, al tiempo que con los fuertes brazos subía los suyos hacia el respaldo de la cama para dejarlos atrapados allí, entonces Pedro avistó el canela de los ojos, percibió el respirar con deseo, quiso satisfacerlo, sentía que había nacido para eso al fin, y un pensamiento lo tomó desprevenido, había pasado toda su vida esperando llegar a él, ser su hombre, el esposo de ese hombre, le impresionó el error de caer en mujeres, en Sarah, el de pasar una vida equivocado como Guillermo en farsa,… esperándose.

Guillermo que había soñado o imaginado lo que haría en ese momento de pasión, vacío de mente pero lleno de intenciones, porque su cuerpo moría por sentirlo en cada nota, sediento y contenido por igual, lo vio atrapado en emociones, sentimientos, pero le abrió la puerta, y la piel sintió gozosa al fin encontrar lo que buscaba, allí estaba su umbría, su centro, y detrás su hábitat, donde la carne de Guillermo encajaba y era acogida, enardecida embestía con cuidado mas enceguecido, una, dos, tres veces, milímetros de piel que avanzaban, que amaban, que rompían entrañas, Pedro sintió el placer del cuerpo que arremetía con fuerza, y no escuchó sino que delineó con firmeza y suavidad primero todos los contornos ocultos, sondeó mareas. Desesperado, desbocado, perfiló márgenes, esquinas, fronteras, dilató caminos, modeló su curso y andar, rompió límites, y se adueñó la fiereza de ambos, al unir los cuerpos, antes las almas, porque lejos dejaron en días las nostalgias de soledades o exilio, los preceptos bajo los cuales crecieron, las normas de padres y otros, todo cedía ante este amor que lo pedía todo, pero que, al mismo tiempo, retribuía en igual medida, porque Guillermo con palabras mudas, le declaraba en vaivenes sublimes el mayor amor. A él también Pedro le había borrado soledades y errores, miedos y muerte, la vieja enemiga que lo persiguiera desde la muerte de Julio, que marcara su vida, había sido confinada al exilio.

En esa cama danzaron juntos al compás del concierto más bello que Pedro había ejecutado jamás, fueron sábanas, gemidos, placer, amor, dolor, y la locura total se había apoderado de la cabalgata como en aquella primera juntos en el campo de la estancia que los tumbara en la hierba bajo el manto de cielo y de estrellas en su noche de amor en Pilar, noches largas, febriles de descubrimientos del amor en ambos, del mayor amor, posible o no, pero al fin amor.

Corrieron a raudales por el canal que envuelve al alma, ríos desbordados que empapan todo sin compasión, ruedas por mi mente huracanado sueño rebelde, mezcla de un infierno y gotas de gloria, cóctel de dos, viajas por mis venas e incendias todo conforme pasas, fuego de dos leños, incitante, abrasador, así fue el deseo que los dominó una vez y cientos, más que la suma de los días en el loft. Vuelas y fulminas uno a uno los pretextos, sonrojas al cielo murmullo de viento, cántico en bemol. Vórtice que embriagas sentido a sentido, las mil y una noches de magia y verdades, música y color, renuevas de lunas mis noches eternas, indómito estruendo, cabalgas mis sueños, hálito veloz, ocaso que duerme sobre mis praderas, beso matutino de sueños dorados, refulgente sol…visitas sin tregua mis campos con reminiscencia, tatuaste tus labios con ósculos firmes en cada rincón, viértete en mis  túneles, en mis manos como mar embravecido, baña mis arenas  y manos ávidas de amor.

Llevaré por siempre en el alma, a cada ciudad y escenario ese sabor a miel en mis labios, ese beso que me das, que roba mi calma, el que permanecerá tatuado en mis labios. Tus besos desgarrarán el tiempo, imaginarlos aniquilarán mi calma, será eterno como lo es el amor no importa el tiempo que separe las rutas. Tus besos estremecen, aniquilan la calma, son tentaciones que invaden a bocados el ser en sabores, que recordaré cada noche, de anhelos y distancia.

Pilar, sábado 25 de junio de 2016.

Pasaron a ver a Francisco, devolvieron el loft, corroboraron el cobro de seguro por daños del incendio, y el camino ahora era diferente, sólo conducía a Pilar.

“El camino de regreso a la estancia lo transcurrimos en silencio, atolondrados de amarnos mas sabiendo que llegábamos para prepararnos y emprender el viaje, la ida juntos, el regreso incierto, el transcurrir tormentoso, en medio, las rarezas de Sarah, el sospechoso silencio de mi hermana, la llegada de mi hijo el reencuentro y la verdad a decir de Pedro con su hermano y con su hijo, y  no pusimos todo en palabras, porque no era necesario.

Por la tarde vendría Alberto, arreglaría la estancia de Camila con él, mas no esperaba, lo que mi madre iba a pedir, la vida volvía a jugar sus cartas, la noria a dar otra vuelta que podría cambiar el destino de todos, pero supe que contra todos, estaba primero el amor por Pedro”.

___No vayas a Nueva York, Guillermo __suplicó mi madre cuando luego de los saludos con todos, la llevé al estudio, tratando de acercarme a ella.

__ ¿Cómo?

__No quiero que vengas, no tiene sentido, jamás te gustó el arte, debes estar con Camila y recibir a tu hijo __dijo segura pero a la vez diferente.

__ Mi hijo llegará en agosto, hasta usted estará acá _ dije sorprendido.

___Los hijos llegan cuando se les antoja, cuando menos se los espera, no debes ir a la muestra, no quiero que vayas.

___ Ya basta, madre,  usted, Camila, menos mi hermana no decidirá por mí, no de acá en más, es verdad lo que siente, ya no soy Julio, este que ve hoy es Guillermo Graziani, un ser, un destino, un hombre diferente en todo de mi padre, que lleva media vida fingiendo ser lo que no es. No soy él, no vea en mí su reflejo, no lo encontrará más en mi mirada siquiera, papá murió, Sarah, hace demasiado, y le di mi vida, y su muerte no fue por mi culpa, no quiero ser político, ni seguir sus normas, ni siquiera quizá administrar la estancia o vivir acá.

Julio… murió.

La cachetada en el rostro dolió, pero más la ira en la mirada.

___ ¿Qué hiciste tantos días con Pedro si su famosa técnica no fue más que una parodia y no hizo nada?

¿Qué tiene él que ver con que olvidaras el que fuiste?

¡Contesta!

__Pedro no fracasó, sólo que no quiere aventurar otro estilo en esta primera muestra, lo hará si gusta en la que siga o más adelante __grité masajeándome incrédulo el rostro, estaba desconociendo a mi madre, que me enfrentó como ni siquiera a mi hermana, o a mí ante travesuras de niño.

 ¿Y qué secretos guarda en la caja de seguridad del piso de Libertador?

Escucho, Sarah.

__ ¿Qué?

Nunca pude imaginar entonces, lo que sabría meses adelante… en el transcurrir de la vida, en el devenir de los tiempos, en las risas de la suerte, en los regodeos del destino con las vidas de sus marionetas humanas.

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS.

CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO.

ESCENAS EXPLÍCITAS.

IDEA ORIGINAL, ALBERTO MIGRÉ. 1973.