"SEÑALES DE AMOR". CAPÍTULO DOCE.

“SEÑALES DE AMOR”.

 

CAPÍTULO  DOCE.

"Había necesitado muchos años de sufrimiento y miseria para conquistar los privilegios de la soledad."

"Cien años de soledad"

Gabriel García Márquez.

"No sé, ya ni siquiera tiene sentido preguntar otra vez si en algún momento te habías ido, si eras tú la que golpeó la puerta al salir en el instante mismo en que yo resbalaba al olvido, y a lo mejor es por eso que prefiero tocarte, no porque dude de que estés ahí, probablemente en ningún momento te fuiste del cuarto, quizá un golpe de viento cerró la puerta, soñé que te habías ido mientras tú, creyéndome despierto, me gritabas tu amenaza desde los pies de la cama. No es por eso que te toco, en la penumbra verde del amanecer es casi dulce pasar una mano por ese hombro que se estremece y me rechaza. La sábana te cubre a medias, mis manos empiezan a bajar por el terso dibujo de tu garganta, inclinándome respiro tu aliento que huele a noche y a jarabe, no sé cómo mis brazos te han enlazado, oigo una queja mientras arqueas la cintura negándote, pero los dos conocemos demasiado ese juego para creer en él, es preciso que me abandones la boca que jadea palabras sueltas, de nada sirve que tu cuerpo amodorrado y vencido luche por evadirse, somos a tal punto una misma cosa en ese enredo de ovillo donde la lana blanca y la lana negra luchan como arañas en un bocal. De la sábana que apenas te cubría alcanzo a entrever la ráfaga instantánea que surca el aire para perderse en la sombra y ahora estamos desnudos, el amanecer nos envuelve y reconcilia en una sola materia temblorosa, pero te obstinas en luchar, encogiéndote, lanzando los brazos por sobre mi cabeza, abriendo como en un relámpago los muslos para volver a cerrar sus tenazas monstruosas que quisieran separarme de mí mismo."

"El río" cuento del "Final del juego".
Julio Cortázar.

Mario Benedetti, La Tregua

"Bueno, ¿y qué era? Todavía no lo sé. Me atraían sus ojos, su voz, su cintura, su boca, sus manos, su risa, su cansancio, su timidez, su llanto, su franqueza, su pena, su confianza, su ternura, su sueño, su paso, sus suspiros. Pero ninguno de estos rasgos bastaba para atraerme compulsiva, totalmente. Cada atractivo se apoyaba en otro. Ella me atraía como un todo, como una suma insustituible de atractivos, acaso sustituibles".

Mario Benedetti, "Corazón coraza".

Porque te tengo y no

porque te pienso

porque la noche está de ojos abiertos

porque la noche pasa y digo amor

porque has venido a recoger tu imagen

y eres mejor que todas tus imágenes

porque eres linda desde el pie hasta el alma

porque eres buena desde el alma a mí

porque te escondes dulce en el orgullo

pequeña y dulce

corazón coraza

porque eres mía

porque no eres mía

porque te miro y muero

y peor que muero

si no te miro amor

si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera

pero existes mejor donde te quiero

porque tu boca es sangre

y tienes frío

tengo que amarte amor

tengo que amarte

aunque esta herida duela como dos

aunque te busque y no te encuentre

y aunque

la noche pase y yo te tenga

y no”

.

Viernes, 06 de octubre de 2016. Bs. As. Provincia.

Hasta el sábado, o hasta que decidas ir al loft, estoy tapado de cajas aún, no creo que desee regresar al estudio por ahora, y me estoy trasladando a vivir al loft sin que me diera cuenta, podrías venir a ayudarme, a cenar.

…¿Cómo?

¿Te estás separando recién mudado a la casa?

… Sí, Fabián lo vio antes que yo, me estoy trasladando al loft, estaré para vos cuando puedas, estoy allí, duermo allí.

“Lo barrí con la mirada, respiré su aire, le robé un pico, y la mirada se enganchó un instante eterno, me despojé de ternura, la abandoné en su alma, y le dije adiós, con un roce, que nos catapultó a la descarga de chispas, una de las… señales de amor.

“Si lo pensamos de manera sencilla, podemos decir que somos el cúmulo de miedo y coraje que nos han transmitido los padres, el revoltijo de gustos que los genes mandan, el resultado de las vivencias y entornos en que nos tocó desarrollarnos.

En síntesis, el amasijo en que con suerte o no, vamos conformando con ese bagaje que se adhiere a la piel. Somos el resultado de la acumulación de capas, sobre capas, como la tierra misma.

Como si no hubiera un camino diferente al que marcan los genes, permanecemos atrapados entre la carne heredada y las experiencias, hasta que un día, sin anuncios, sin avisos, una puerta se abre frente a nosotros. Es quizá una luz que se cuela a través de una hendija, mas por pequeña que sea nos ilumina. Nos autoriza, nos da vía libre para salir del camino trazado y romper con el destino, o quizá abrazarlo, sí… romper con los designios, la tradición, los mandatos ajenos. Es una puerta que nos libra de todas las cruces e, inesperadamente, nos hace ganar la batalla que creíamos perdida, porque esa puerta es el Amor que Dios enseñó, el verdadero, puro, sacrificado, desinteresado. El que nos hace invencibles, nos eleva y nos trasciende.

Sólo ese amor nos libera, porque aunque la carne llama a la carne__ antepasados y herederos___, más las experiencias acumuladas empujen hacia los extremos de lo previsible, el amor nos permite estar en el centro, lograr el perfecto equilibrio, amor que se perfecciona hasta el final de la vida, quizá más allá”.

__! Hola, Camila! __contesté aún ensoñado__. No estaba durmiendo, estoy en la oficina.

__ Papá nos invitó a una de sus cenas mañana, quería avisarles __dijo como si nada, al tiempo que el corazón se detuvo cuando la mirada captó que entraba mi hermano, mas detrás… Guillermo.

__Pedro, ¿estás allí?

__ Sí, Camila, estoy, pero  habíamos quedado en otra cosa, te pedí una tregua que no sólo incluye el casamiento sino la relación, necesito  resolver cosas pasadas que no me permiten avanzar, no tiene nada que ver con que vaya a reuniones de tu padre hoy __afirmé con la mirada  capturada en la de Guillermo que sé me estaba escrutando mi mente, Beto por su lado a la par.

__ Pedro, no le dije nada, apenas que suspendimos por un tiempo, que pospusimos la boda, no puedo decir otra cosa.

__ Lo siento, Camila, no iré a reunión alguna, no viene al caso, ahora debo cortar, disculpa, inventa lo que te dé la gana.

__! Pedro! No cortes. ¿Por qué no hacemos terapia de pareja? Estoy dispuesta.

__ No Camila, no eres el problema, necesito ir solo al terapeuta, son cosas que arrastro desde muy joven.

__Que nunca me contaste, menos que fueran tan graves como para llevarte a no casarte __reprochó.

__Es mi intimidad, y no te contaría jamás, sólo mi hermano la conoce, no tiene que ver contigo. Debo cortar, disculpa. Regresa al trabajo cuando desees, pero no me pidas de ir a reuniones, en este momento necesito mi libertad. Adiós.__ Corté sin dejar de mirar a Guillermo, su sonrisa se asomó en la mirada.

__ Quilombos, hermano, debiste aclararle las cosas punto por punto, la piba no entiende demasiado  __dijo Alberto.

__Ya entendió supongo, ¿qué haces acá Guillermo? __interrogué nervioso, intentando disimular las benditas o malditas señales que me conectaban a ese hombre haciéndome estremecer aun sólo mirándolo.

__Estaba con Beto recorriendo la empresa, al fin no me la mostraste vos, e iré al estudio ahora. Quiero preparar una demanda en contra de Miguel __dijo mientras Alberto ya estaba sirviéndonos café.

__ Amargo para Guille __dije atolondrado, de nuevo lo hizo, sonrió con la mirada y me estremecí.

__ Che, Guille, si necesitas dinero para echar al intruso podemos prestarte hasta que se venda la casa __ofreció mi hermano.

__ No. Dinero no pienso darle, vos lo dijiste, es un intruso, le pagaremos la hipoteca al hombre que le debe  Marcos, pero a Miguel le entraré una demanda por usurpación de propiedad heredada, es de mi hijo la casa, y el patrimonio de quienes trabajamos, no esperaré a descubrir su mafia __afirmó decidido__. Pero ya que estamos hablando de dinero, como quizá me mude al loftt, quiero pagarles el alquiler.

__ No. Guillermo, ya te dije que no hace falta __lancé molesto__. Que lo uses para estudio o que además duermas allí no cambia nada, estaba desocupado, es más,  si deseas estar más tranquilo Beto tiene uno de los suyos desocupado __ofrecí.

__No, ni loco, no aceptan dinero por uno, menos ocuparé dos, además la suite está arriba, es casi un dúplex, y me resultará cómodo trabajar y al mismo tiempo estar en casa. A lo sumo Cuca en el día ocupará la cocina, pero es prolija, dejará todo en orden.

Sonó el móvil de Guille, y mi corazón se detuvo, una punzada conocida me retorció las vísceras, quise tener ojos voladores hacia el visor, pero no podía sentir celos, no quería, nunca sentí, pero al fin pasó, era Gaby y el que aguzó el oído fue mi hermano.

__ ¿Estás llorando vos? ¿No estás en el loft con Marcos? __dijo  Guille y Beto empalideció.

__No alcancé a llegar, anoche regresó Antonio. __ Supe que la sangre de Guille se agolpó en sus oídos y en el rostro.

__ ¿Qué está sucediendo para que no hayas llegado, Gaby? ¿Qué ha hecho ahora ese idiota que soportas por novio? __masculló Guille__. ¿Te ha engañado y te enteraste? No pero pensé que pese a no amarlo eran sólidos e irrompibles ustedes.

__ Lo dejé, Guille. __Guille viendo a Beto a punto de sacarle el teléfono puso altavoz.

__Era la idea, ¿por qué lloras?

__ No, no era la idea,  no por esto, no así.

__Gaby, chiquita, no estoy entendiendo nada, le ibas a decir que apareció Alberto, ¿verdad?

___Bueno, sí, pero no pude, me propuso matrimonio.

___ ¿Qué hizo qué cosa?

___ Parece que consiguió un trabajo bueno, y vino con la propuesta, ¿no lo entiendes?

__ Que te propuso matrimonio luego de un siglo y lo dejaras, ahora, la verdad es que no __dijo y Alberto lo miró enfurruñado.

__ ¿Cómo puedes no entenderlo Guille? Por ello te llamé, porque pensé que eras el único que entendería.

___Pero, no lo entiendo, así que deja de llorar, de gritarme, y explícalo, la verdad ahora me da pena el tipo, eras todo su mundo.

__! Guille! __protestó Beto.

__ Chis.

__ No puedo casarme, no puedo casarme con nadie,  el matrimonio lo arruina todo, te estás separando, Pedro dejó a Camila, Guille, entiende.

___ ¿Cómo? No, yo la rapto y no la devuelvo sin ponerle el anillo __susurró Beto.

__ No, de repente sé que estamos entrando a una zona vedada, el divorcio, va ni siquiera, el abandono de tu padre, el ir y venir de Osvaldo. Se trata de tus padres. Gaby, no todos los hombres son como ellos, no sé qué decirte, no lo amas, pero no generalices.

Y lo mío o lo de Pedro es parecido, sí, ninguno de los tres amábamos a las parejas.

___ ¿Entonces piensas que he hecho bien en lo que decidí?

__No, no si lo has hecho porque estás muerta de miedo, pero de una persona muerta de miedo a otra, porque también lo estoy __me miró__, no cambies de opinión, no al menos hacia él.

Estábamos en silencio, únicamente respirando cada uno junto al teléfono, cruzando miradas y sintiendo la conexión, era una corriente eléctrica con o sin contacto.

__ ¿Has pensado en la realidad de esto, Gaby? __susurró al fin___. Me refiero a si lo has pensado a Antonio con otra persona.

Un sonido ahogado crujió en el teléfono. Se me partió el corazón por todos.

__ ¿Gaby?

__Tengo que colgar. En un rato estaré en el trabajo.

Supimos que pese a todo colgó para llorar. Guillermo sintió una profunda melancolía, le envió en mensaje de texto para decirle que pensara bien las cosas para no tener que lamentarlas. Sé que deseaba que lo dejara por Beto, que sintiera su fortaleza de amigo y que le hablara de mi hermano, no ser alguien que siempre como ella temió amar, no una excusa que le permitiera creer que estaba siendo irracional.

__Guille, déjala, lo dejó.

__ Beto, es mucho tiempo, si no le habla de vos, el pibe va a aparecer una y mil veces, por otro lado tendrás que remar, ya oíste lo que opina del matrimonio.

__ Eso es por los padres, mira, Guille, yo con tu amiga, me voy a casar, este año, el que viene o en un siglo, te lo firmo. Iré al gimnasio, me dejaste nervioso.

__Al menos la tiene clara.

¿Y vos qué piensas hacer con Camila?

__ Nada, lo que dije, no empieces, y tú, ¿con Ana?

__ Otra vez, bueno, al fin tienes razón, creo que cenaré con ellos esta noche, tampoco he dicho nada, está bien, por una vez tienes razón.

__ ¿Por una vez?

__ Sí, es lo que dije. Iré a ver a mi nuera, a mi hijo y hablaré con Ana.

__Guille, está por nacer tu nieto, acabas de mudarte, ¿te parece dejarlos ahora?

__ Lo hice, lo siento, no puedo negar lo que me pasa con vos, no voy a esperar que cuando necesite estar a tu lado, ya no me sientas, te haya perdido. Hoy no te tengo del todo, pero sé que sientes lo mismo. Te veo en cada una de mis noches, te respiro en mis días y en el recuerdo de tu abrazo, arranco las nostalgias de mi almohada. Te sueño esperándome y en mi pesadilla veo tu adiós, sueño con tus ojos abrazando mis labios y en mi despertar,  ni el rocío del amanecer llena las humedades que deseo que acaricies.

Respiro cada una de tus sonrisas y abrigo con mi calor tus lágrimas, abrazas mis tristezas y contienes mis errores aun  sin desearlo y lo que sentirnos no es sólo opción, es destino. Nuestro amor no fue casualidad porque ya estaba escrito, nuestra felicidad no será coincidencia porque desde la eternidad los ángeles ya gozaban de nuestras ternuras. Quizás nuestro error sólo fue una mal interpretada equivocación, una desidia estudiada y una  efímera debilidad porque somos humanos,  quizá la simplicidad, ahorcó razones…Quizá el orgullo, rompió un cielo que jamás supo esperar. Quizá el sueño, jamás tuvo una ilusión para seguir viviendo.

Y ahora en mi reflexión, le pido perdón a la vida. Le pido perdón al destino, porque lo que en él está escrito no lo supe recitar, lo que en él está pensado no lo supe vivir y porque todo el amor que te pude dar antes, lo eché por la borda, no encontré el llamado del alma, aun viviendo tan cerca, y me convertí en farsante, quiero poner fin a ello, comenzar aunque sea, como acaba de hacer Gaby, mal, atolondradamente, pero se animó.

No abandonaré a mi hijo, menos cuando nazca el nene, estaré a pasos de ellos, no es con ellos la cosa, simplemente dejaré a Ana, nunca la amé.

Me avergüenza decir esto.

__ ¿Qué cosa?, porque yo estoy escarlata supongo con lo que llevas dicho.

__ No, otra cosa, cuando mi hijo se casó, cuando veía feliz a Marcos con alguna amante, por la calle misma a parejas enamoradas, me avergonzaba que sentía la necesidad de huir, de no verlos, de escapar, de marcharme a ninguna parte. Estoy encantado por la familia de Fabián, por el nene que llegará en pocos meses, pero cuanto más felices y asentados los venía siendo tan jóvenes, más desequilibrado me sentía yo.

Quería elevar los puños al cielo y exigir mi parte, ¿dónde estaba? ¿Cuándo llegaría? Era egoísta, pero no podía evitarlo. Y el momento llegó con la mudanza,  te vi, alto, con el pelo alborotado, con esa actitud de confianza, casi arrogancia pensé.

__ ¿Yo? Tú lo eres.

__ No me asustaba la arrogancia, y pensé que podrías ser una interesante diversión, pero me duró nada. Un rostro atractivo, una sonrisa mágica, una mirada descarada, capaz de pronunciar no sólo cinco palabras inteligentes seguidas sino a la par, no estabas casado, aún, yo sí pero de mentira.

Pedro, pensé siempre que casado o no un poco de coqueteo no le hacía mal a nadie, pero apenas pasé un rato con vos, me di cuenta de que sería mucho más.

__!Coqueteo!, yo pensé que eras impactante, se me trababa la lengua, la mirada se me nubló, brillaba, pensé que eras una maravilla, un dios pagano, de piel pálida y de rasgos esculpidos, angulosos, perfectos.

Me aguantabas la mirada, nos medíamos, nos sopesamos, casi quise acariciarte los labios, o lanzarte un beso y que lo atraparas, me subyugó tu mirada que lee al penetrar el alma, los ojos, los labios, las manos, pero también pensé que pocos debían conocerte y salir indemnes, y ya no quiero terminar con el corazón roto, por nadie.

__ Es lo que pensé yo, nunca lo abrí a nadie, nunca dejé entrar a nadie.

¿Te gustaría cenar conmigo?

__ ¿Quieres una galleta casera para el café? __contesté trémulo.

__De la tuya.

__ Me encantaría comer bien de vez en cuando, sé que cocinas de maravillas, pero no hoy. Mañana es el almuerzo, debo dejar todo listo acá.

__ ¿a desayunar?

__ Podría ser divertido. Mejor me lo vuelves a preguntar dentro de unos días, cuando hayas hablado con Ana, con tu hijo.

__Me encanta este lugar, es mágico, armónico, aunque no creo que por los recuerdos a vos te lo parezca… dijo él __. Un rincón en el mundo casi perfecto donde puedes adaptar el tiempo a tu conveniencia, sin jefes. Aquí la energía viene con calma, no tienes que correr como en la ciudad para seguir el ritmo de todos.

__Es interesante ver cómo los demás pueden enseñarte lo que para ti es cotidiano __respondí sirviendo más café___. Creo que un hombre capaz de filosofar tan fácilmente mientras toma un café, debería escribir, no desperdiciar sus talentos en demandas a un hermano loco.

__Lo tendré en cuanta si me muestras lo que escribes vos. Gracias por el café.

Tenemos libertad para viajar aunque nunca sentí necesidad.

“Sí, señor, pensé mientras mordisqueaba la galleta dándome celos, un hombre absolutamente peligroso”.

¿Has viajado mucho? __preguntó.

__ Algo, París me pareció divina, sigilosa, sexual, algo femenina, fui… con Camila. Nueva York me parece masculina, exigente, temerario, con energía que tienes que correr para seguir el ritmo, Estados Unidos lo conocí de estudiante, no mucho más.

__Gracias por el café, iré a trabajar, y a la noche intentaré hablar con Ana, si no está borracha y escucha, le diré que pasaré tiempo en el loft.

__! Guille! ¿No necesitarás otro? De verdad el de Beto está libre.

___Olvídalo, estoy perfecto en el tuyo, es perfecto. Como cada momento que paso con vos. ¿Lo sientes? ¿Lo tienes? Espera, porque las manecillas están escribiendo el momento, el espacio nos pega y la mirada nos posee. El aliento acorta bocas y el deseo, huele a tentación. El amor, absorbe entre poros, su tántrica forma, la mano no alcanza piel y el vello, eriza su estática. Frente a frente, un instante, un momento de belleza, una palabra jamás dicha.

Suda el pétalo y se aparta de su capullo, en él derrama sus gotas el rocío del cielo, lo quiere acariciar el estambre y no se deja, grita el tallo un gemido y se enchina la rosa. Mis dos dedos lo arrancan, lo mojan de saliva y lo pegan en tu pezón. No te toco, no me tocas. Contemplo tu desnudez y dibujo cada tersura en el lienzo de mi alma. Poco a poco,  tu profunda exhalación  provoca mi corazón y su latido es diferente. Despacito, muy despacito, entra tu silencio en mis sentimientos y expanden sus caricias, sin tocar.

    Chorrean las ceras y silba el oxígeno en cada esquina de nuestro cuerpo, invade vaho el cristal de tu ventana y descuelga la primera gota mi tinto. Vive escondido el gnomo de la travesura y no se atreve, brinca el hada las siete dimensiones y embravece en sus alas el ángel, del dulce erotismo. Nos acercamos sin tocar y el instinto posee nuestras almas, el calor es intenso y el ansia, escribe sufrimiento. Me adentro en el bosque de las musas y tú, al mar de los tritones. El deseo punza y la extraña avaricia crece, el egoísmo muestra sus mañas y el celo es insistente. Muerden labios los dientes, se abren los ombligos de la extrema pasión y sucumbe  el tiempo en su instante. Sin tocarte.  Sin tocarme. Abre el verbo su sintonía, se llena de música y expresa su querencia. Aúlla el vigor tanta inquietud  y desprende jugo, la ternura de hombre. Se viste el contacto de exquisita elegancia, asume poder la piel, mide riesgo el sudor y tiembla de amor, la habitación. Tu cuerpo, deshace gajos en mi abrazo, mi beso absorbe tus labios, tu mano resbala húmeda en mi espalda y la suave contorsión, crucifica mis ansias. Desvanecen tus cabellos su arrogancia entre mis dedos, la caricia es miel, la mirada expande el deseo guardado y me tocas. Tus yemas recorren mi pecho y tus huellas enredan mis pies, tu alma abraza mi espíritu y copulan entre fuertes latidos nuestros corazones. Pegamos sudores y en la dimensión de los ángeles, somos uno. El éxtasis se llena de color, el clímax atiende el instante, ruge el viento del orgasmo y pinta su lienzo el placer, en la belleza de un momento.

Me iré, será lo mejor pero soñaré con vos, hasta mañana en que vuelva a verte.

___Guille, con lo que hizo Gaby, ¿seguirá en pie el almuerzo?

__ Obvio, ya conocerás a Isabel, ella corre por otro carril, además Marcos está feliz en el loft.

Le dije que auditarás las cuentas, al parecer no le preocupa.

¿Comenzarás el lunes?

__Lo haré, pero yo sí cobraré mi trabajo, serán horas que quitaré a la empresa.

__ Nunca dije lo contrario. Usamos gratis el loft y el colmo sería que Beto y vos trabajen gratis, además lo sé, Camila es la contadora, sabrá si las cuentas de la empresa merman.

__ Era chiste.

__No. Jamás. El trabajo es trabajo, te pagaré.

Sábado, 07 de octubre de 2016.

El día llegó sin que me diera cuenta, intenté concentrarme en escribir, en trabajar, olvidado de los departamentos, de que estaba en uno, pero sé que lo soñé, sus labios, su mirada, sus manos, las señales todas, e intentando cómo salvar a mi alma de que me causara alguna fisura,  no logré encontrar una excusa que me salvara del almuerzo, y cuando quise acordar, estábamos con Alberto en el Sonic, vestidos apenas con pantalón y camisa para soportar el día de calor hasta que en media hora llegamos a la dirección que me diera Guillermo, era una casa más parecida a la nuestra de lo imaginado, y sentí que estaba bien conocerlos si el lunes iría a auditar las cuentas.

Descendimos y una mujer baja, con un rostro raro, linda pero rara seguida de Marcos nos salió a recibir, y al ingresar supe que también por dentro la casa era acogedora. Techos altos, una enorme colección de objetos que me explicaron eran griegos como la familia, y Solange nos saludó con un beso en la mejilla, Gaby lejos de estar llorando en su casa, ya estaba allí con Aída, la mamá y con Cuca, ellas nos vinieron a llenar de besos.

__Marcos me ha hablado ya mucho de ustedes. Me ha dicho que enseguida se hicieron amigos, que trabajarán con ustedes, y me alegro, porque se quedaron sin el estudio.  Además Gaby está encantada.

__ Sí __respondió Beto con la mirada brillante___, ella es divina.

__Gaby dice que escribes, Pedro __afirmó Isabel, pasándome una copa de vino.

Nos habíamos reunido en la sala de estar mientras Isabel con Cuca iba y venía hacia y desde la cocina.

__ ¿Qué escribes, Pedro? __preguntó Marcos.

__ Ficción, nada aún. Estoy intentando comenzar una novela.

__Me encantan las novelas __dijo Aída en su mundo y sonreímos ante su inocencia y el rubor de Gaby.

__ Pedro, Guille es bueno, no lo dice pero escribe, le gustará revistarte el escrito antes de editarlo __confesó Marcos y temblé.

__ ¿Te refieres a lectura de corrección?

__ Algo así.

Recordando que Guillermo era o había sido profesor universitario, pude imaginar que sí, que debía de escribir, obsequié agradecido una sonrisa.

__Se lo agradeceré, cuando termine algo le avisaré.

Estaba empezando a creer que superaría la prueba del almuerzo familiar, cuando Solange entró riendo, casi se echó sobre su padre.

__Papá, mira lo que me ha regalado el padrino.__ Puso un DVD frente a las narices de Marcos.

__ Hija ¿era lo que quería?

__Sí, la última versión del juego que le pedí.

__No es el cumpleaños pero Guillermo la malcría.

 Tenía la esperanza de que Guillermo no viniera, entretuve los ojos en la  hija de Marcos, pero mis ojos no se contentaron con padre e hija, apenas oí los pasos, se deslizaron sobre Guillermo, devorándolo antes de que pudiera contenerlos, como estaba devorando Beto a Gaby.

Guillermo llevaba vaqueros negros, y una camisa gris, maldición, era la primera vez que lo veía vestido tan informal y estaba endemoniadamente sexy, sus hombros anchos, su porte. Sentí un latir entre las piernas, aparté la mirada odiando que lograra ese efecto, de soslayo lo vi saludar a su ahijada, a las mujeres.

__Te escuché, Marcos, ya sé que no es el cumpleaños, pero soy su padrino, y quería ese juego. Ya veo que lo devora __dijo con voz profunda, masculina.

Me volví y lo vi de pie mirándome con una simple sonrisa amistosa, aunque un poco desconcertado por el cambio de actitud descubrí que yo también le sonreía. Noté un vuelco en el estómago y me encogí apartando la mirada de él.

__ ¿Le ha dado las gracias a su padrino mi hija? __dijo Marcos severo.

__Sí __murmuró cómplice Solange.

Guillermo, no te había visto llegar.__ Isabel entró con una amplia sonrisa de admiración__. ¿Y Ana y los chicos?

__Se quedaron en la casa, Valeria estaba con ganas de quedarse en cama, al fin se quedaron los tres.

__ ¿Marcos te ha ofrecido algo de beber?

__Me serviré solo, gracias.

__Yo te sirvo, Guille __dijo Gaby y fue por el cabernet.

__Siéntate. __Isabel sentó a Guillermo en la silla de mi derecha, al tiempo que le soltaba la pregunta.

__ ¿Cómo estás? Porque supe que Gaby rompió con Antonio, imagino que vos con Ana mucho no vas a durar, ¿estaba borracha, verdad?

Guille le tomó las manos y las besó de manera afectuosa.

__ Estaremos bien, Isabel, quizá vaya siendo hora de que me separe de Ana, como se animó a hacer Gaby.  Pedro pospuso su casamiento.

Me miró con una sonrisa discreta, casi secreta, curvando la comisura de los labios, intuitiva, inquisidora.

Me esforcé por soportar la situación, por preguntar y responder preguntas lo más naturalmente posible. Y agradecí la intervención de Guillermo, cuando comenzaron a hacer preguntas sobre nuestros padres.

Suspiré aliviado y al fin logramos mantener una charla amistosa sin tensión sexual entre parejas.

Entonces pasamos al comedor. Había algo en la charla, en la risa, en el ruido, al acomodarnos allí, cuando Isabel comenzó a servir patatas, verduras, puré para comer con generosas porciones de pollo que puso en nuestros platos, en la manera de servir, el afecto que puso, la cálida normalidad de una familia común, que puso en marcha la máquina de mis recuerdos, y me perdí…

__

“__He invitado a los vecinos… a comer__ dijo mi madre, poniendo dos cubiertos más.

Mi mejor amigo se había quedado a comer, estábamos trabajando juntos en un proyecto escolar, y mi padre estaba acomodándose junto a Beto.

___ Me alegro de haber hecho comida de más. Sé amable __advirtió Eloísa a mi padre con una sonrisa __. Llegarán pronto.

__Sólo dije que son de buen comer.

__Mi amigo reía a mi lado, sí, el mismo que con Emanuel me salvó del diputado acosador. Su padre nunca estaba en la casa, el mío era como propio.

__ Bueno, ¿cómo va el trabajo, Pedro? __interrogó Eloísa.

Obsequié a mi amigo una sonrisa secreta. No estaba yendo para ningún lado. Habíamos pasado el tiempo hablando de salidas y nos reíamos como idiotas de unas compañeras.

Mi madre resopló, captando la mirada, Beto me dio un codazo.

__Ya veo.

__ Eh, vecino __se oyó que saludaron en voz alta cuando abrieron la puerta corredera, entrando sin llamar. No pasaba nada por ello, estábamos acostumbrados a su exceso de familiaridad, y mamá encantada con ello, mi padre, no tanto.

Después de un montón de saludos, todos al fin se sentaron en torno de la mesa del comedor a degustar el famoso asado de papá.

__ ¿Por qué no cocinas nunca para mí? __ Se quejó la vecina.

__ Porque no me lo has pedido __contestó él.

__ Apostaría a que Eloísa nunca lo ha pedido, y sin embargo, mira, y mamá pidió ayuda a papá con la mirada.

__ Hum.

__ Sí, es como pensaba.

___Papá nunca cocina  __dijo mi amigo.

__ Mira __dijo el vecino, no soy el único.

Pero está bien. Cocinaré

__ ¿Sabes cocinar? __ preguntó mi madre con suavidad mientras mi papá se atragantaba.

__No.

Se hizo el silencio en la mesa cuando todos nos miramos, unos a otros, y luego rompimos a reír, sé que golpeé la mesa sin querer, y el jugo de naranja saltó para  todos lados, eso hizo que riéramos más todavía…

Ese recuerdo fue perseguido por otro de una cena de Navidad, por otro de Nochevieja. De cumpleaños….

Y los recuerdos desencadenaron lo temible, un ataque de pánico.”

__

Sentí cada vez la mente más confusa, enseguida dejé los cubiertos con manos temblorosas. Noté un cosquilleo en la piel de la nuca, la mandíbula temblaba, el sudor frío se filtró en mis poros. El corazón retumbaba dentro del pecho que pensé que iba a explotar. Se me cerró el pecho, ya no podía respirar.

 Mi pecho subía y bajaba rápidamente con respiraciones tenues, busqué la voz con los ojos entrecerrados, era de Guille, y de Beto, me asombró la mía.

__Guille…

Dejó el tenedor, se inclinó por encima de la mesa hacia mí con el entrecejo fruncido en expresión de preocupación.

__ ¿Pedro?

Necesitaba salir de allí, mas estaba paralizado. Necesitaba aire.

__Pedro, por Dios __murmuró Guille, separándose hacia atrás en la mesa, decidido a rodearla para llegar a mí, Beto lo dejó tomar el mando, no conocía la casa.

Sin embargo me levanté de la silla, haciendo un gesto con las manos para pararlo, casi jadeando. Sin decir palabra, me volví, salí corriendo del comedor. Eché a andar tomándome de las paredes por el pasillo hasta dar con el cuarto de baño de planta baja, me encerré dando un portazo.

Subí la ventana con manos temblorosas y di gracias por la ráfaga de brisa aunque era caliente que me dio en la cara. Sabía que necesitaba calmarme y me concentré en ralentizar la respiración.

Al cabo de unos minutos, mi cuerpo y mi mente habían vuelto en sí y me derrumbé en el asiento del inodoro, con las piernas como gelatina. Me sentía agotado otra vez. Otro ataque de pánico feroz. Ya no podría esperar para ir al analista.

__ ¿Pedro? __Su voz atronó a través de la puerta.

Cerré los ojos preguntándome cómo demonios iba a explicarme.

 El bochorno me calentó la sangre en las mejillas.

Pensaba que lo había superado, ya debería haberlo superado.

Con el sonido de la puerta al abrirse, mis ojos también se abrieron y observé que un Guillermo preocupado entraba y  volvía a cerrar. Me pregunté por qué él me había seguido y Beto no.

Cuando no dije nada se acercó, poniéndose en cuclillas para encontrar la mirada, entrelazó su mano a la mía, miré cómo encajaban a la perfección, mi mirada buscó su atractivo rostro, por una vez deseé romper toda estúpida regla.

__Tranquilo, amorcito, tranquilo, ya pasó, respira.

Tenía la sensación de que él podría hacerme olvidar de todo por un rato, y nos miramos sin palabras uno al otro lo que pareció una eternidad.

Estaba esperando un cúmulo de preguntas, porque tenía que haber quedado claro para todos, que había sufrido un ataque de pánico.

 Desde luego todos estarían preguntándose por qué, y la verdad es que no quería regresar a la mesa.

__ ¿Mejor? __ interrogó finalmente Guille acariciándome las mejillas con los nudillos.

“Espera- ¿eso era todo? ¿Si preguntas de sondeo?”

__Sí. __No. En realidad, no.

Debió leer en mi expresión, la respuesta a su pregunta porque inclinó la cabeza a un lado en actitud reflexiva y tierna.

__No hace falta que me lo expliques.

Esbocé una sonrisa.

__Dejaré que pienses que estoy muy loco, así huyes de mí __suspiré.

__Eso ya lo sabía, y no huí. __ Se levantó tendiéndome una mano___. Vamos, no sólo mis besos los causan, ya me habías dicho del desafío de escribir sobre tu familia, las fotos, lo sé amorcito, ya lo sé.

Miré la mano que me ofrecía con cautela.

_Creo que será mejor que me vaya.

 __Y yo creo que deberías comer un poco más de comida casera con buenos amigos.

Pensé en Gaby, en lo afable y cordial que había sido, en Isabel, en Marcos. Sería un insulto, sería casi un insulto marcharme del almuerzo que habían organizado, decidí que no quería hacer nada que los hiciera sentir mal.

Tomé la mano de Guille de manera tentativa y dejé que me pusiera de pie, no servía de nada simular tranquilidad y serenidad con él, ya me había visto en mi estado más vulnerable dos veces o tres.

__ ¿Qué voy a decir?

__Nada  __me tranquilizó__. No has de dar explicaciones a nadie.

Su sonrisa era amable, no sabía decir qué sonrisa me gustaba más, si ésa o la pícara.

__Vale.

Guille, gracias, no es normal.

__! Normal!

Nosotros no somos normales, Pedro, nadie lo es. Normal es que la vaca dé leche, que el perro ladre, del resto, yo no sé qué es normal, pero esto te hace sufrir, no puedes escribir ni ver fotos de ellos, por ello no es bueno, debes terminar con ello, te hace sufrir.

Respiré hondo, lo seguí, no me soltó la mano hasta que llegamos al comedor, y me negué a reconocer la necesidad de pérdida en mi pecho cuando dejé de notar su tacto.

__Estás bien, Pedrito? __preguntó Cuca cuando entramos en la sala.

__Mucho sol __dijo Guille, por mí___. Trabajando en la empresa ha estado mucho tiempo al sol en la mañana.

__Claro __dijo Isabel que centró una expresión maternal en mí__., espero que al menos se pongan protector, Beto y vos son muy blancos.

__Sólo olvidé hidratarme.

Asentí deslizándome en mi silla.

Cuando se reanudó la conversación sobre el loft, mi trabajo y el de Beto con ellos y la tensión se desvaneció de la mesa, no hice caso de las miradas suspicaces  de Gaby y de Beto, y le obsequié a Guille una sonrisa de agradecimiento.

Terminada la comida decidí levantar una barrera entre mis recuerdos y yo, y relajarme en casa a solas, mi intento se vio frustrado cuando decidieron todos ir a tomar algo a la costanera, y esta vez, Guille subió al Sonic, Gaby con Alberto fueron en el auto de Marcos.

Se aquieta mi verbo en un murmullo de silencios, de sólo verte. Yo que soy el dueño de tantas grandes palabras, metáforas no encontré ninguna en este instante que exprese mi sentir. Te acercas sonriendo, gozo y sufro simultáneamente, rota ya el alma al verte sufrir nacen dulces esperanzas de pasión como una tibia y melancólica melodía deseando sólo que me mires con tus ojos de mar, leas mi amor, y sonrías. Y el sol tendrá más brillo en su grandeza, y la luna más belleza. Yo, beberé el aliento de tu sonrisa, y amaré tu  aroma  y seré feliz, en este momento dulce en el loco ensueño de que me quieras. Y llegas y te acercas, y sediento, bebo el perfume de tu cuello. Piel de seda,  mirada de miel que invita e incita mis ansias de besarte y pegado a mi pecho, dulcemente digo, ¿cuánto más, tengo que esperar? Y estrecho con pasión tu frágil figura. La tibieza de tu boca es aliento de fresas y me besas  en un instante de locura, el crisol de tus ojos y el  aroma de tu pelo me embriagan de sol y de ternura. El ocaso de la tarde pinta tu desnudez de rojo pasión. La húmeda brisa acaricia tus ondas, valles y senderos mas sólo en mi mente, que  se embelesa en tus cabellos, mientras mis manos acarician tu vientre, se enervan la punta de tus cumbres. Aprietas tu tibio cuerpo al mío, y pierdo la cordura. Murmullos de amor me dices, siento que me arrullas y me muerdes dulcemente cuando abres tu puerta, en la espera de que te haga mío, suavemente.

Y fuiste mío en un lecho de estrellas, a la luz de la luna. Tomo tu vientre y tu cuerpo cuando tus manos, cual vuelo de golondrinas acarician mi espalda y vuelan entre el arrullo de la noche y la brisa marina. Tu lengua es una caricia ardiente, que enloquece mi vientre. Recorre sin pudor, tibia y dulce, humedece y se posesiona de su lujuria, cuando busca el punto justo de una caricia apasionada. Y nos amamos con fervor, sin promesas, sólo lujuria pasión y amor.
Llega el momento de éxtasis final, unido entre piernas e infinitos gozos tuyos, míos, en el fluir las esencias de la vida en momentos hermosos, pero sólo lo he imaginado. La dicha y la felicidad completa en el amor, no es una quimera.
Porque el verdadero amor, unido a la pasión, puede alcanzarla. Déjame acercarme.

__ ¿Hablaste con Ana? __interrogué sin apartar la mirada de la ruta, ya poco podía resistir.

__ Algo, pero amenazó, gritó, Pedro mi nuera está embarazada, no sé si podré decirlo hoy a mi hijo, no quiero causar daño, Ana puede provocar daño si se lo propone.

__No lo hagas, Guille, apenas me conoces, no sabes nada de mí.

___ ¿Qué dices? Sé lo de Emanuel, lo de Eloísa, te vi en momentos terribles, me contaste lo de ese degenerado, ¿acaso mentiste y pasó algo con él o pasa?

__ No. Te dije que no lo vi más, que hice un arreglo con el padre para que rehabilite, no es eso, pero… simplemente no sé si alguna vez pueda dejar el pasado atrás, aunque me trate, aunque me medique, no sabes todo de mí, no toda mi culpa es con mi madre, Guille, no me ames.

__ ¿Cómo?

¿Sigues enamorado de Emanuel? ¿Eso es?

__ No. Nunca dije que lo amara, nunca amé, antes nunca amé.

Amarte a ti es amar lo más puro, es como tocar el cielo con la punta de los dedos, es el deseo de escribir tu nombre en las olas  del mar. Amarte a ti es hacer suspirar a la luna con nostalgia, es pedir que esta noche  se pare el reloj de nuestro mundo y apagar el fuego que nos abrasa. Es gritar que al fin soy feliz. Cómo explicar que cada noche en  sueños me dejas dulces besos y caricias suaves, ardiendo como las arenas del desierto, que sólo con cerrar los ojos me llegan tus suspiros que se adueñan de mí y es un amor diferente, es el Amor, es un amor divino, pero no sé si lo merezco, no sé si es posible, no quiero hacer más daño, no quiero  dañarme.

__ ¿Quieres casarte con Camila? ¿Es eso?

Pedro, te aseguro que todas las parejas terminan igual. Mira a Gaby, a mí, te pasará con ella.

__ No. No todas.

__ Está bien, demuéstramelo, y cuando reescriba mi libro, diré que no todas las parejas terminan igual.

 Y yo no quiero ignorar la magia del tiempo que se detiene cuando estamos juntos, no quiero explicar que me barre la electricidad, que estalla mi corazón, que el aire se fuga, que las mariposas vuelan, nunca lo sentí, y no pienso luchar, contra todo he decidido y puedo, mas no apagaré… las señales de amor, no lo lograrás así me digas que asesinaste a quien quiera que sea, moriría por vos, Pedro, esta vez, quiero, necesito seguir… las señales de amor.

CONTINUARÁ.

HECHOS Y PERSONAJES SON FICTICIOS, CUALQIUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COICIDENCIA.

LENGUAJE ADULTO.

ESCENAS EXPLÍCITAS.