EL EMBAJADOR.
SEGUNDA PARTE.
CAPÍTULO UNDÉCIMO.
Julio Cortázar.
*El otro.
"¿De dónde viene esa mirada
que a veces sube hasta mis ojos
cuando los dejo sobre un rostro
descansar de tantas distancias?
que a veces sube hasta mis ojos
cuando los dejo sobre un rostro
descansar de tantas distancias?
Es como un agua de cisterna
que brota desde su misterio,
profundidad fuera del tiempo
donde el recuerdo oscuro tiembla
que brota desde su misterio,
profundidad fuera del tiempo
donde el recuerdo oscuro tiembla
Metamorfosis, doble rapto
que me descubre el ser distinto
tras esa identidad que finjo
con el mirar enajenado..."
que me descubre el ser distinto
tras esa identidad que finjo
con el mirar enajenado..."
“Ah, no chiquito, pensó Guillermo de nuevo,
por sonrisa encantada que muestres, no vas a verme”.
Lejos estaba Guillermo de saber quién
sería Pedro Beggio, en y para… el embajador.
“1964.
I
Ya no es mágico el mundo. Te han
dejado.
Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines. Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,
Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines. Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,
cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.
Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.
Nadie pierde (repites vanamente)
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente
para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.
II
Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta
y aunque las horas son tan largas, una
oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna
oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna
y del amor. La dicha que me diste
y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.
y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.
Sólo que me queda el goce de estar
triste,
esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina”.
esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina”.
*Jorge Luis Borges /
__ ¿Lo conociste, Pedro? – interrogó Moravia.
__Digamos que intenté presentarme, vaya
carácter tiene el embajador, me echó una
y mil veces -adujo Pedro calmo.
__Bueno, no tienes que caerle bien después de todo, es así como funciona tu
misión __ continuó Orestes __.Es buen tipo, ya te conocerá, tienen tiempo para ello.
__Espero que me trate algo mejor, porque años
a su lado así, no es demasiado simple.
__Lo hará, tranquilo, y no será la primera vez que te adaptes.
Vamos, que Marcos tiene un sitio para que lo
saludes, y le encargues a los chicos ya que no te basta con el abuelo.
Toda la mañana para Guillermo fue una
experiencia desagradable. James Stick estuvo francamente antipático con él. Al
mediodía se sentía tan contrariado que no tenía ni ganas de comer, razón por la
cual decidió salir a pasear en su hora de almuerzo para tranquilizarse.
“Voy desarraigando de mi mente tu
recuerdo, Silvina, y dejando atrás ese amor que tanto me duele. Intento
olvidar esas caricias perfectas, que me llevaban a sentir en la
piel, el éxtasis intenso.
Dejo atrás tus ojos suplicantes por quedarme
solo un rato y decido avanzar. Suelto tu mano de ahora en más, para que
te sostengas en pie por ti misma donde sea que estés.
Hoy quiero resurgir desde los escombros
de mi alma, que no me dejaban ver que tu amor me asfixiaba por momentos. Es
hora de hacer mi propio viaje, de secar mis lágrimas y de echarte a un
rincón de mi alma.”
Frente al Instituto del Servicio Exterior lo
esperaba su limusina.
__Buenos días, señor __ lo saludó el chofer__.
¿Adónde quiere ir?
__A cualquier parte, John. Demos unas
vueltas.
__Sí, señor. __El auto arrancó. _ ¿le
gustaría visitar el barrio de las embajadas?
__Sí, cómo no. __Cualquier cosa con tal de
sacarme el gusto amargo de la boca.
El hombre dobló a la derecha y enfiló hacia
la avenida Massachusetts.
__Comienza aquí _anunció al ingresar en la
ancha calzada. Redujo la velocidad y fue indicándole las diversas delegaciones
diplomáticas.
Guillermo reconoció la de Japón por la
bandera de sol naciente en la fachada. La embajada de la India tenía un
elefante encima de la puerta.
Pasaron frente a una hermosa mezquita
islámica. En el jardín de adelante había gente arrodillada, en actitud de
oración.
Llegaron a una esquina de calle Veintitrés y
pasaron frente a un edificio blanco, con columnas a ambos lados de la breve
escalinata de entrada.
__Esa es la embajada de Rumania, y al lado…
__!Deténgase, por favor!
El vehículo se detuvo junto al cordón.
Guillermo leyó la placa del edificio: EMBAJADA DE LA REPÚBLICA SOCIALISTA DE RUMANIA.
__Espéreme un momento __pidió por impulso__.
Quiero entrar.
El corazón comenzó a latirle con fuerza. Iba
a tener el primer contacto con el país sobre el cual había dictado cátedra, el
país de su abuelo, el que sería su hogar en los años venideros.
Respiró hondo y tocó el timbre. Silencio.
Tanteó el picaporte y comprobó que la puerta no estaba cerrada con llave. Abrió
y entró. El hall estaba a oscuras y frío. Había un sofá rojo detrás de una
arcada, y a un costado, dos sillones frente a un pequeño televisor. Al oír
pasos se volvió. Un hombre alto, delgado, bajó presuroso por la escalera.
__ ¿Sí, sí? ¿Quién es?
__Buenos días _saludó Guillermo con una
sonrisa feliz__. Soy Guillermo Graziani, el nuevo embajador…
El hombre se dio una palmada en la cara.
__!Dios Santo!
__ ¿Qué sucede? __preguntó Guillermo,
sorprendido.
__Sucede que no lo esperábamos, señor.
__Sí, ya sé, pero como pasaba por aquí…
__El embajador va a disgustarse muchísimo.
__ ¿A disgustar? ¿Por qué? Tuve deseos de
entrar a saludarlo.
__Por supuesto. Por supuesto. Perdóneme. Mi
nombre es Gabriel Stoica, soy el subjefe de misión. Permítame encender las
luces y la calefacción. Como verá, no esperábamos a nadie.
Era tan evidente el pánico de ese hombre que
Guillermo sintió deseos de marcharse, pero ya era tarde. El hombre corrió a
encender lámparas y arañas hasta que el salón
quedó ampliamente iluminado.
__La calefacción va a demorar unos minutos
_se disculpó__. Tratamos de ahorrar todo lo que podemos en combustible porque
la vida en Washington es muy cara.
Guillermo tenía ganas de que se lo tragara la
tierra.
__Si hubiera sabido…
__!No, no! No es nada. El embajador está
arriba. Voy a avisarle que llegó.
__No se moleste.
Pero el hombre ya trepaba por la escalera.
Cinco minutos más tarde regresó.
__Pase, por favor. El embajador está
encantado con su visita.
__ ¿Seguro que…?
__Está esperándolo.
Lo acompañó arriba. En la planta alta había
un salón con una larga mesa y catorce sillas a su alrededor. A un costado una
vitrina con artesanías rumanas, y en la pared, un mapa orográfico de Rumania.
El embajador Radu Corbecue se adelantó a saludarlo en mangas de camisa,
calzándose rápidamente la chaqueta. Detrás de él, un sirviente iba encendiendo
luces y estufas.
__!Señor embajador! ¡Qué honor inesperado!
Perdón por recibirlo tan informalmente, pero el Departamento de Estado no nos avisó de su visita.
__La culpa es mía __se disculpó él__. Andaba
por el vecindario y…
__!Es un placer! ¡Un verdadero placer! Lo
hemos visto tanto por televisión y en los diarios que ya teníamos curiosidad
por conocerlo. ¿Le ofrezco un café?
__Bueno… si no es mucha molestia.
__ ¿Molestia? ¡En absoluto! Lamento no haber
preparado una recepción formal. ¡Perdóneme! Siento tanta vergüenza.
“El avergonzado soy yo. Y todo por la culpa
del imbécil de Pedro Beggio que me puso de mal humor. ¿Qué se me dio por hacer
esta locura? Soy un pelotudo, más que tonto. No pienso ni contárselo a los
chicos. Será un secreto que llevaré a la tumba.”
Cuando trajeron el café, el embajador estaba
tan nervioso que lo derramó.
__!Qué torpe soy! ¡Perdóneme!
Guillermo deseó que dejara de disculparse.
Corbescue procuró conversar pero fue un vano
intento, lo cual solo empeoró la situación. Tan incómodo lo notó, que apenas
pudo, Guillermo discretamente se puso de pie.
__Muchas gracias, Su Excelencia. Fue un gusto
conocerlo. Adiós.
Y huyó de prisa.
__
No bien llegó a su despacho, James Stick lo
mandó a llamar.
__Doctor Graziani, explíqueme por favor qué
anduvo haciendo.
“Ya veo que no va a ser un secreto que
guardaré hasta la tumba.”
__ ¿Se refiere usted a la visita a la
embajada? Bueno, pasaba por ahí y quise saludar.
__Acá no se estilan las reuniones de amigos
como en los pueblos. En Washington no se entra a una embajada de paso. Un
embajador visita a otro solamente si ha recibido una invitación. Usted logró
cohibir totalmente a su colega y tuve que convencerlo para que no presentara
una queja ante el Departamento de Estado. El hombre cree que apareció por allí
para espiarlo y tomarlo desprevenido.
__! ¿Qué?! Pero si…
__Trate de recordar que ya no es más un ciudadano
particular sino el representante del gobierno de Los Estados Unidos. La próxima
vez que sienta un impulso menos personal que lavarse las manos, venga a
consultarme primero. ¿Está claro? ¿Queda bien claro?
__Sí, por supuesto.
Stick tomó el teléfono y marcó un número.
__El doctor Graziani está conmigo. ¿Quiere
venir ya? __Cortó.
Guillermo permaneció en silencio, sintiéndose
como un adolescente castigado. Se abrió la puerta y el corazón saltó a la garganta,
de nuevo el mundo se detuvo, las paredes se cernieron rodeándolos, entró… Pedro Beggio, quien lo miró más allá de las
pupilas y con una sonrisa colmada de hoyuelos lo envolvió.
__Seguí su consejo y fui a afeitarme y a
peinarme _dijo con desparpajo.
James
miró a uno y a otro.
__ ¿Ya se conocían? __preguntó Stick.
Guillermo echaba fuego por los ojos pero no podía apartarlos de ese rostro.
__Lo encontré revisándome el escritorio,
efectivamente.
James Stick, entonces los presentó.
__El doctor Guillermo Graziani. El doctor
Pedro Beggio. El doctor Beggio será su subjefe de misión.
__ ¿Qué? __bramó, Guillermo incrédulo
barriendo la facha de Pedro.
__El señor Beggio se desempeña en el área de
Europa oriental. Suele trabajar lejos de Washington, y se ha resuelto darle
destino en Rumania como subjefe de su delegación.
Guillermo se levantó del sillón como
impulsado por un resorte.
__!No! __protestó __.Eso es imposible.
__Prometo afeitarme y peinarme todos los días
embajador __ quiso congraciarse Pedro.
Guillermo se dirigió a Stick.
__Creí que un embajador podía elegir su
propio subjefe de misión.
__Así es, pero…
__Entonces le digo que a este señor no lo
quiero.
__En circunstancias normales estaría usted en
su derecho pero lamentablemente en este caso no le queda otra alternativa
puesto que la orden provino de la Casa Blanca.
__Vamos, doctor Graziani, que no muerdo, hace años que trabajo en Rumania, acepte que
lo acompañe.
Pedro sintió al peor enemigo de un ser humano
aletear, mariposas en el estómago, y no pudo entender el porqué si ese hombre
lo estaba despreciando desde verlo.
“Aquí estás como cada día llenando de
ardorosas sensaciones ese infinito que me diste.
Aquí estás como todos los momentos dándome verbos que escribir y reescribir sobre el tangible lienzo de mi vida.
Aquí estás como todos los momentos dándome verbos que escribir y reescribir sobre el tangible lienzo de mi vida.
Cuando las pasiones se hacen carne o
cuando el fuego muere, cuando el amor nace desde lo profundo o cuando la
soledad angustiosa aparece siempre
renaces... siempre te renuevas... eres
ese templo interior en donde los sentimientos se desnudan, en donde los vuelos y naufragios tienen el ritmo
de las palabras.
Aquí estás hoy… como estuviste siempre como
aquella sensación sentida que fue revelación al descubrir en
Rimbaud el sentido de aquella búsqueda que decía: “Sin hablar, sin
pensar, iré por los senderos pero el amor sin límites me crecerá en el alma.”
Y ahora que tu llama flamea por sobre mis
abismos. Aquí estás… como cada día... firmamento en donde se redactan mis latidos,
espejo del corazón donde fluye mi universo. Pero, maldito seas Graziani, no sé qué pienso ni siento cada vez que tropiezo con esa mirada, con tus labios que
me desprecian, y pasaremos años juntos, en el otro lado del mundo y…, cuando
sepas que estuve casado con Camila, creerás que me acomodaron a tu lado. No es
así.”
“Mágico arroyo que corre en el resplandor de sus aguas
cristalinas y frescas, que deambulan entre los valles como diamantes
brillantes. Tú eres un símbolo de belleza, de la bondad, y de un corazón que jamás
se alejará, tan gracioso que siempre estarás entre sombras y tu luz emanará en
esa sonrisa.
Cuando me observas, en ese momento me llenas de luz y me haces vibrar, porque me haces sentir el más bello arroyo que tiene la magia del mismo creador, porque en tu corazón sembró la semilla del amor, como en tu curso la magia de la victoria que llevas en tu alma, la cual vibra ante los rayos de tus bellos ojos, que llenan de alegría mi alma.
Cuando me observas, en ese momento me llenas de luz y me haces vibrar, porque me haces sentir el más bello arroyo que tiene la magia del mismo creador, porque en tu corazón sembró la semilla del amor, como en tu curso la magia de la victoria que llevas en tu alma, la cual vibra ante los rayos de tus bellos ojos, que llenan de alegría mi alma.
Pedro Beggio. ¿Quién eres que pienso
cualquier cosa cuando en verdad no deseo verte más?”
No podía eludirlo nunca. Se topaba con él en
el Pentágono, en el comedor del Senado, en los pasillos del Departamento de
Estado, y siempre lo veía vestido de jeans y remera. Guillermo se preguntó cómo
era que podía andar con esa traza en un ambiente tan formal.
Un día lo vio almorzando con el coronel
Alberto Marini, trabados ambos en una profunda conversación.
¿Serán viejos amigos? ¿Estarán planeando algo
en contra de mí? Estoy poniéndome paranoico, se dijo. Y eso que ni siquiera he
llegado a Rumania.
__
“Las palabras cambian la vida de quien las
lee, aunque ya no existan en el presente esas letras, se quedan en el fondo de la mente, los escritores podemos transmitir un sinfín
de sentimientos y dejar una huella imborrable en quien ha sido nuestra
inspiración, escribir hace que seamos eternos mientras exista alguien que nos
dedique unos minutos de su tiempo para leernos, mientras exista un corazón que
palpita mientras recuerda sus propias historias; es decir, que nuestros
pensamientos tocan lo más profundo de su alma.
Nunca leerás lo que escribo sobre ti,
Guillermo, no admirarás la belleza tras mis palabras ni sabrás que tu mirada me
inspira a ir más allá de lo técnico.
No tengo nada que hacer con lo que me causas,
sé que estás de duelo por tu esposa muerta, y yo apenas hace días que siento
diferente, un bullir de mi sangre ante la presencia de lo masculino. Lo percibí
en el gimnasio, rechazaba el perfume que usaba Camila, y me enloquece el aroma
de hombre, el perfume y el olor a hombre, a sudor, su piel firme, su cuerpo
resistente, fuerte, su cara lavada, y tú lo tienes todo, o lo imagino.
Nunca se me ocurrió que pudiera ser gay, amé
a Camila, solo a ella, es verdad, pero la amaba, mas luego de verte la primera
vez, despertaste esta pulsión diferente y hoy creo que me puedes volver loco,
embajador, mucho más porque debo guardar distancia.
Y aunque sé tu vida, he visto a tus hijos, no
puedo dejar de sentir que algo nos va a unir, aunque sea loco, aunque es
inimaginable que te ame y me ames, que salgamos de la embajada, que algo pueda
suceder, siento que soy la droga que a
tus poros ha destinado; como una flecha salvaje se ha lavado en tu centro, por
ello me maltratas y destila su veneno
dulce, se esparce por tus territorios
más desolados, esos que se muestran inertes, a los ojos de quienes no te han
visto descarozado.
Soy ese hechizo un día, mis hilos sobre ti
han ejecutado su magia profética, en su destino te han enredado; soy todos los
verbos que guardan el mundo y la noche, soy aquello que tu ser ha buscado desde
otros tiempos, has cruzado la tierra infinita, para abarcarme hoy en tu abrazo.
Soy ese tatuaje que existe bajo la tinta
invisible de tus poros exactos y todos los besos, que sobre el universo voy
derramando; con idas y venidas, justo cuando el mar embravece, o las tormentas
agitan sus brazos... Así es como me
despliego cual huracán
arrasando todo a su paso. Mi rostro en tus caricias revive este amor que fuera de antaño;
huyen de mí todos los verbos cuando tu prosa cae por mis hombros dorados, el fuego se extiende, vertiendo su candor en mis brazos, tu voz ronca de penumbra no me ofende sino que canta mi nombre, mientras te mezclas, con mis hilos y manos.
arrasando todo a su paso. Mi rostro en tus caricias revive este amor que fuera de antaño;
huyen de mí todos los verbos cuando tu prosa cae por mis hombros dorados, el fuego se extiende, vertiendo su candor en mis brazos, tu voz ronca de penumbra no me ofende sino que canta mi nombre, mientras te mezclas, con mis hilos y manos.
Cae mi voz en silencio, guardando memoria,
del cielo en tu abrazo”.
__
El presidente de la Comisión de Relaciones
Exteriores del Senado, organizó una reunión en honor de Guillermo en la Galería
Corcoran. Cuando él entró en los salones y vio a tantos hombres y mujeres de
vestir elegante, pensó que se notaba que él pertenecía a otro ambiente y que
desde luego su impresentable subjefe de misión no podría estar allí. Sin duda era gente
distinguida de nacimiento.
No tenía idea de lo interesante y apuesto que
él estaba.
Había varios periodistas gráficos que lo
convirtieron en el hombre más fotografiado de la noche. Bailó con media docena
de mujeres __algunas casadas__, y varias le pidieron el teléfono. Él no se
ofendió, pero tampoco sintió el menor interés, echando el hastío a que solo
deseaba la presencia de Silvina, sin
atender el llamado visceral que comenzaba a sentir ante la sola mención de otra
persona.
__Lo siento __ le contestó a cada una __,
pero entre el trabajo y mi familia estoy tan ocupado, que no tengo tiempo para
salir.
La idea de estar con otra que no fuese
Silvina le resultaba inconcebible. Jamás habría otra mujer para él… y no se
equivocaba.
Se había ubicado en una mesa con el
organizador y su esposa. Y varias personas más del Departamento de Estado. En
la conversación se intercambiaron anécdotas sobre embajadores.
__Hace unos años, en Madrid _relató uno de
los invitados___, cientos de estudiantes realizaban una manifestación frente a
la embajada británica, pidiendo la restitución de Gibraltar. Cuando estaban por
irrumpir dentro del edificio, llamó uno de los ministros del general Franco.
“Lamento profundamente lo que está sucediendo en su embajada”, dijo. ¿No quiere
que le envíe más policías, señor embajador? “No”, respondió este. “Me
conformaría con que enviara menos estudiantes”.
Alguien preguntó:
__ ¿No era Hermes el patrono de los
embajadores en la Grecia antigua?
__Sí _se le respondió__. Y también era el
protector de los vagabundos. Los ladrones y los mentirosos.
Guillermo estaba muy entusiasmado. Todas esas
personas le resultaban tan inteligentes y simpáticas, que le daban ganas de
quedarse allí la noche entera.
En un momento dado, el hombre que tenía a su
lado le preguntó:
__ ¿Mañana no tiene que madrugar?
__No. Es domingo, de modo que puedo dormir
hasta tarde.
Un rato después una mujer bostezó.
__Perdonen __se disculpó __; pero tuve un día
agotador.
__Yo también _convino Guillermo. De buen
tono.
De pronto advirtió un silencio extraño en la
habitación. Miró a su alrededor y comprobó que todos tenían los ojos clavados
en su persona.
"¿Qué pasa?” Se fijó en la hora, las
tres de la madrugada. Lleno de espanto recordó algo que le había dicho Orestes.
En una cena, el invitado de honor siempre se retira primero.
“!Y él era el invitado de honor!" Qué
barbaridad, nadie puede irse por culpa mía.
Se puso de pie y habló con voz sofocada.
__Buenas noches a todos. Fue una velada muy
agradable.
Dio media vuelta y enfiló hacia la salida. A
sus espaldas, oyó que los demás comensales comenzaban también a marcharse.
__
El lunes por la mañana se topó con Pedro
Beggio en un pasillo.
“No me ladres, Graziani. Hay momentos que no
entiendo por qué discutimos tanto, si el llevar esto a buen puerto está en tus
manos. Yo solo soy marioneta que acepta lo que hay que hacer, porque para
dominarme bastarían tus besos de hombre, es lo que deseo creo.
Pídeme lo que tú quieras, te confieso que lo haré, claro, si tú me lo
pides con besos. Tus besos me volverían loco, manso cordero, ¿será su sabor a
miel? o ¿será porque te quiero?
No sé por qué me sucede pero me tiemblan los
huesos cada vez que tú me mandas.
Te buscaré en mis sueños, te cubriré de besos... Te grabaré en mi memoria, te tatuaré en mis huesos... Te amaré como nadie, entre mi presente y mis recuerdos... Te escribiré mil poemas, entre rimas y versos... Y te diré una y mil veces, que como tú no hay dos”.
Te buscaré en mis sueños, te cubriré de besos... Te grabaré en mi memoria, te tatuaré en mis huesos... Te amaré como nadie, entre mi presente y mis recuerdos... Te escribiré mil poemas, entre rimas y versos... Y te diré una y mil veces, que como tú no hay dos”.
Pero lo que dijo en voz alta fue diferente.
__Me enteré de que tuvo a medio Washington
levantado hasta tarde el sábado, mejor dicho ya en domingo.
El aire altanero de Pedro a Guillermo le
indignó, y al tiempo unas raras cosquillas aparecieron en su vientre.
Pero pasó rápidamente a su lado, no lo
suficientemente rápido como para no sentir un mareo extraño al inspirar el
exquisito perfume de Pedro, para cuando entró al despacho de James Stick, aún lo retenía.
__Señor Stick __dijo__, la idea de que yo
trabaje junto con el doctor Beggio no me parece que sea la más apropiada para
el buen funcionamiento de la embajada de Rumania.
El hombre levantó la mirada del papel que
estaba leyendo.
__ ¿Ah, no? ¿Cuál es el problema?
__Es… la actitud de él, su presencia. El
señor Beggio me resulta primero grosero y antipático. Sinceramente no es de mi
agrado.
__Sí, sé que Pedro tiene ciertas
peculiaridades, pero…
__ ¿Peculiaridades? Es un hombre sin modales.
Yo le solicito oficialmente que se nombre a alguna otra persona en su lugar.
__ ¿Terminó, ya?
__Sí.
__Doctor, Graziani, sucede que Pedro Beggio
es nuestro mayor experto en temas vinculados con Europa oriental. La tarea suya
consistirá en entablar lazos de amistad con los rumanos. La mía es ocuparme de
que reciba usted toda la ayuda necesaria, y esa ayuda solo puede brindársela
Pedro Beggio. Sinceramente no quiero volver a oír hablar de este asunto. Como
si fuera poco, el Presidente lo tienen en alta estima, es el padrino de… No
importa ¿Está bien?
“Es inútil. De nada me vale protestar. Tendré
que tolerarte o hacerte la vida imposible, Pedro Beggio, veremos”.
Volvió furioso a su oficina.
“Podría recurrir a Moravia. Porque él seguro
me comprendería. Pero también sería un signo de debilidad mía. Tendré que
encargarme yo solo de Pedro Beggio.
__ ¿Soñando despierto, Graziani?
Levantó los ojos, sobresaltado. Y se encontró
con el propio Beggio plantado ante su escritorio, con una enorme pila de memos
en la mano.
__Esto le bastará para no meterse en líos por
esta noche _dijo Pedro, y dejó los papeles sobre el escritorio.
__La próxima vez, golpee antes de entrar a mi
oficina.
Los ojos de Guillermo atravesaron a Pedro por entero, este le
ofreció lo que se le antojó una expresión desafiante.
__ ¿Por qué me da la sensación de que no está
loco por mí, embajador?
Guillermo le perforó con la mirada y volvió a
indignarse.
__Yo le digo por qué, doctor Beggio: porque
es usted un hombre arrogante, antipático, consentido...
__Y muy guapo, además de inteligente, y… ¿qué
más puedo decir de mí?
Pedro blandió un dedo sonriendo, calló lo que
casi se escapara, que era el yerno de Moravia.
__Lo noto un tanto redundante.
__No se atreva a burlarse de mí. __Se dio
cuenta de que gritaba __.Tal vez me falte decirle que viste pésimo.
Pedro bajó la voz hasta un volumen
intimidatorio.
__ ¿O sea que yo no puedo hacer lo que hacen
los demás?
¿Qué se cree que comenta todo el mundo sobre
usted aquí en Washington?
“Me duele, Guillermo, pero debo de hacerlo.
Quisiera inventar una nueva forma de
besarte para ser único en tu recuerdo. Y recorrer jactancioso las
cimas de tu pensamiento seguro yo de que tus abrazos y besos a
otros
eran solo, tan solo un alejado sueño.
eran solo, tan solo un alejado sueño.
Quisiera inventar una nueva forma de
tocarte con susurros entre dedos en vez de silencio.
Susurros lentos y cadenciosos sobre tu piel cual roce del cielo a la tierra en el oriente de tu mirada. Quisiera inventar una nueva forma de mirarte. Mirar excavando tu silencio;
mirar explotando tu alegría convulsa… sencilla… mirar y abrazar tu pena;
mirar como en los delirios del tiempo se espesa la lluvia en tus ojos sangre del alma.
Susurros lentos y cadenciosos sobre tu piel cual roce del cielo a la tierra en el oriente de tu mirada. Quisiera inventar una nueva forma de mirarte. Mirar excavando tu silencio;
mirar explotando tu alegría convulsa… sencilla… mirar y abrazar tu pena;
mirar como en los delirios del tiempo se espesa la lluvia en tus ojos sangre del alma.
Pero también quisiera -si la locura
tuviera pasadizo a nuestra cordura- que nuestra faz en reposo
hablara. Y en mi más ardorosa entrega al reino de tu nada,
mis labios, mis dedos, mis ojos, te acaricien… A la distancia.
Te adentraste en mi subconsciente provocando
sueños de ónice como quimeras que se adentran entre mis pesadillas.
Te adentraste en mi vida como caballo de Troya entre voces de ultratumba para luego asestarme la traición de tu corazón dejando mi alma abandonada en las zonas umbrías de la oscuridad de un desierto al anochecer.
Te llevaste las esperanzas que traía conmigo desde mi niñez como de cuento de duendes, dormidas.
Y me provocaste tal aquelarre de sentimientos por tu desdén que ni un océano cubrió las lágrimas del llanto de mi alma. Yo quiero ser tu luz, y que tú seas mi sol. Yo tu emoción... Tú mi motor.
No puedo hablar en pasado, no entiendo pero sí siento que me estoy enamorando de ti, basta con mirar tus ojos, café y soñarte a mi lado.
Pregúntale a mi alma cómo nos fuimos acercando, por mirar tus ojos bellos quedé prendido a tus labios aunque los uses para despreciarme, quiero inspirarme con la dulzura de tu boca que de lejos imagino sabrosa.
Quiero inventar un verbo que haga juego con tus bellos ojos que me enamoraron, quiero tu luz para ver mi oscuridad, quiero emoción para prender el motor, quiero dedicarte mi mejor noche de amor aun desconocida para mí mismo. Apenas te conozco y ya te extraño.
Te extraño más... y tu recuerdo respiro y el vacío de tu presencia me malogra los sentidos en la lágrima, que inquieta, está hilando las tristezas más allá de la pureza en traslúcidos zafiros tan azules como el tiempo que no encuentra los cimientos de la historia que escribimos con las voces del silencio y secretos juramentos con tinta sangre torcidos en la roca que alimenta, que espera que le libere de los viles espejismos la única verdad. Verdad que en el medio en que estamos es un pecado, es una atroz prohibición de vida.
A veces... Te extraño menos... cuando pienso que te encuentro, cuando contemplo en mis sueños el verdor de los caminos, príncipes, cuentos, un país libre, calles anónimas de adoquines y castillos, espadas, caballeros, filos y perfumes asilados por perdidos laberintos. Estás apostado en la salida desesperado en la espera como quien no se ha rendido para hacerme prisionero de esos besos clandestinos. A veces... Muero un poco
al extrañarte.
Te adentraste en mi vida como caballo de Troya entre voces de ultratumba para luego asestarme la traición de tu corazón dejando mi alma abandonada en las zonas umbrías de la oscuridad de un desierto al anochecer.
Te llevaste las esperanzas que traía conmigo desde mi niñez como de cuento de duendes, dormidas.
Y me provocaste tal aquelarre de sentimientos por tu desdén que ni un océano cubrió las lágrimas del llanto de mi alma. Yo quiero ser tu luz, y que tú seas mi sol. Yo tu emoción... Tú mi motor.
No puedo hablar en pasado, no entiendo pero sí siento que me estoy enamorando de ti, basta con mirar tus ojos, café y soñarte a mi lado.
Pregúntale a mi alma cómo nos fuimos acercando, por mirar tus ojos bellos quedé prendido a tus labios aunque los uses para despreciarme, quiero inspirarme con la dulzura de tu boca que de lejos imagino sabrosa.
Quiero inventar un verbo que haga juego con tus bellos ojos que me enamoraron, quiero tu luz para ver mi oscuridad, quiero emoción para prender el motor, quiero dedicarte mi mejor noche de amor aun desconocida para mí mismo. Apenas te conozco y ya te extraño.
Te extraño más... y tu recuerdo respiro y el vacío de tu presencia me malogra los sentidos en la lágrima, que inquieta, está hilando las tristezas más allá de la pureza en traslúcidos zafiros tan azules como el tiempo que no encuentra los cimientos de la historia que escribimos con las voces del silencio y secretos juramentos con tinta sangre torcidos en la roca que alimenta, que espera que le libere de los viles espejismos la única verdad. Verdad que en el medio en que estamos es un pecado, es una atroz prohibición de vida.
A veces... Te extraño menos... cuando pienso que te encuentro, cuando contemplo en mis sueños el verdor de los caminos, príncipes, cuentos, un país libre, calles anónimas de adoquines y castillos, espadas, caballeros, filos y perfumes asilados por perdidos laberintos. Estás apostado en la salida desesperado en la espera como quien no se ha rendido para hacerme prisionero de esos besos clandestinos. A veces... Muero un poco
al extrañarte.
El
destierro te llevó a mis quebradas alas, sus aleteos de anhelo sin vuelo, brazos desfallecientes
te invocaron renovado aire para remontar vuelo. Permuta en Edén mi tierra
árida, amanece con su luz sin mirar atrás sol cegado tras nubes de dudas, las apartarás con halo de esperanzas. Infunde
fe en el averno, enjuga lágrimas con los labios finos, besa pesares, enciende
el rostro, sé el Amor. Amor que llega,
sana, aleja mi averno, dudas y pesares iluminando con su fulgor las sombras.”
__No
me interesa en lo más mínimo lo que se diga _respondió Guillermo prendido a la
mirada que se le antojaba decía lo contrario a los labios, que por primera vez
pudo ver en su magnetismo y belleza… gruesos, rosados, tentadores, anhelantes,
para…
“Tantos
besos han sido enviados por mis propias manos, y tan pocos labios los han
recibido,
que se han agrietado, en un silencio bien definido. Se han abierto sin besarse, como una curvatura paciente, y tienen una calidez volcánica, que penetra en todos los sentidos calcinados.
que se han agrietado, en un silencio bien definido. Se han abierto sin besarse, como una curvatura paciente, y tienen una calidez volcánica, que penetra en todos los sentidos calcinados.
Hay
bocas que huyen de su misma boca, y nunca entrarán para
conocerse en la penumbra de los
dientes. Bocas, labios, dientes, todos estarán ausentes, solamente la garganta,
en plena soledad me traerá aquellos roces, que son reales en la propia
cavidad de saberse besado, sin labios. Pero esos labios…”
__Sin
embargo, debería importarle. __Se apoyó sobre el escritorio. __Todos se
preguntan qué derecho tiene a ocupar el puesto de embajador. Yo, que pasé
cuatro años en Rumania, puedo asegurarle que ese sitio es dinamita pura a punto
de explotar más allá del asesinato de Groza, sin embargo el gobierno nombra a
un señor del campo para que se ponga a dar clases con eso.
Guillermo
lo escuchaba apretando los dientes, en su fuero íntimo sabiendo que decía lo
que él mismo se había dicho desde el inicio.
__No
puede negar que es un aficionado, doctor. Si alguien quería desquitarse con
usted, debería haberlo designado embajador en Islandia.
Guillermo
perdió el control. De un respingo se puso de pie y le pegó una trompada.
Pedro
Beggio suspiró, pero echando chispas por la bella mirada, que Guillermo no supo
si era ira, dolor, las dos cosas u otra.
__Se
ve que siempre tiene una respuesta lista, eh? _dijo.
Lo
siento, tenemos que vernos en una recepción en la embajada de Rumania,
Graziani, ya luego quizá por unos días se pueda liberar de soportarme.
Le
dejo los papeles, doctor.
__!Pedro!
Iba
disculparse, pero él ya se había marchado.
“Tu
ausencia congela esta primavera y el invierno lo vuelves primavera con el fuego
del
silencio, tristes campanas tocan en
anunciar un funeral, la soledad llora desconsolada, ha perdido el amor a su
amor, no pueden ver sus ojos, se
empañaron con el agua de mar salada que desbordan las dos ventanas de su alma,
un nudo en su garganta lo atrapa sin poder respirar, un grito de lamento pronuncia su voz y grita y
grita el nombre de su amor sin contener tanto dolor en el alma,
preguntándose una y otra vez ¿por qué? ¿Por qué? Sin encontrar respuesta a su
alma torturada, atormentada sin su amor que lo mató en vida, congelando su
corazón con su ausencia”.
“Hoy
poso mi alma en ti, mi destino no puede seguir sufriendo más
calvarios, que me lleve la muerte si es mi momento, pero yo sin tus
besos no muevo mi alma de tu pecho, ya cansado estoy de ser parte del
universo y solo tenerte en mi mente, hoy poso mi alma en ti, en tus
dulces besos de miel de romero, no huyas, no temas, si tiemblas que
sea de deseo, no huyas mi amor que la noche llega y nuestros cuerpos
volverán a unirse, no temas mi vida, ahora hay amor, ahora
hay olvidos, despierto de otro sueño, no estás, vuelvo a posar
mi alma en ti, hoy vuelvo a comenzar a soñar en lo sublime de tus labios,
Guillermo“.
__
La
tarjeta decía. “El Embajador de la República de Rumania tiene el agrado de
invitarlo a la cena de gala, que se ofrecerá a las 19:30 horas en los salones
de la embajada, calle 23.N: O: 1607. RSVP”.
Guillermo
recordó la vez que se presentó en la embajada y el tonto papel que hizo. Bueno,
no volverá a sucederme. Eso ya lo superé. Ahora soy del ambiente de Washington.
Se
puso un esmoquin de Dior nuevo que había comprado, gemelos de oro, zapatos negros
a juego, y el pelo lucía impecable, la imagen que le devolvió el espejo y la
opinión de sus hijos hicieron el resto, estaba despampanante, según Malena.
__Estás
más bueno que un actor de cine, papá, despampanante__ lo elogió Malena.
__
¡Qué facha, viejo! _acotó Fabián.
Guillermo
los abrazó.
Gracias
queridos. Ustedes dos pueden cenar en el comedor y luego suben a ver
televisión. Yo no creo que vuelva demasiado tarde. Mañana vamos a ir a visitar
la casa del presidente Washington, en Mount Vernon.
__ ¿De
verdad? __se entusiasmó Fabián.
__De
verdad hijito.
__Que
te diviertas, papá _dijo Malena besándolo.
Sonó
el teléfono. Era el empleado de mesa de entrada.
__Señor
embajador, el señor Stick lo espera en el hall.
Me
habría gustado poder ir solo. No necesito que ni él ni nadie me cuiden para no
meterme en un problema.
___
La
embajada presentaba un aspecto totalmente distinto de la vez anterior. En la
puerta los recibió Gabriel Stoica, el subjefe de misión.
__Buenas
noches, señor Stick. Un gusto de verlo.
James
Stick señaló a Guillermo con un gesto de la cabeza.
__Quiero
presentarle a nuestro embajador en su país.
__Mucho
gusto, señor. Vengan conmigo, por favor.
Cuando
iban cruzando el pasillo, Guillermo advirtió que todas las habitaciones estaban
bien iluminadas y caldeadas, desde la planta alta llegaban los acordes de una
pequeña orquesta. Había jarrones con flores por todas partes.
El
embajador se hallaba conversando con unas personas cuando vio que se acercaban
Stick y Guillermo.
__Ah,
buenas noches, señor Stick.
__Buenas
noches, embajador. Permítame presentarle a nuestro representante diplomático
ante Rumania.
Orbescue
miró a Guillermo y habló con voz sin matices.
__Me
alegro de conocerlo.
Guillermo
esperó algún mínimo guiño de ojos, que jamás le llegó.
Había
un centenar de invitados. Los hombres vestían como él mismo esmoquin y las
mujeres llevaban hermosas prendas de diseñadores tales como Givenchy, Oscar de
la Renta y Louis Esteves. A la mesa larga que había visto en la planta alta la
vez anterior se había agregado media docena de mesitas chicas alrededor.
Camareros de librea recorrían el salón ofreciendo champagne.
__ ¿Quiere
tomar algo? __le dijo Stick.
__No,
gracias. No bebo __mintió Guillermo, aunque tomaba algo de buen vino y whisky
de noche.
_
¿De verdad? Es una pena.
Guillermo
lo miró.
__ ¿Por
qué?
__Porque
es parte de su trabajo. En todas las recepciones diplomáticas a las que asista
habrá brindis y si no bebe, ofenderá al anfitrión. De vez en cuando debería
tomar algún sorbo.
_Lo
tendré en cuenta.
Paseó
la vista por el salón y vio a Pedro Beggio, aunque al principio, no lo
reconoció. Tuvo que admitir que parecía un galán de cine con ropa de etiqueta,
demasiado buen mozo se dijo. Aferraba con un brazo a una rubia despampanante, y
esta daba la impresión de que en cualquier momento se quedaría sin el vestido.
“Ordinaria
aunque preciosa. Ideal para el gusto de él.
¿Cuántas
amiguitas estarán esperándote, Pedro en Bucarest?
Un retortijón
casi lo obligó a llevar la mano al vientre, la ira bulló sin motivo en las
venas.
¿Sin
motivo?
Entonces
recordó las palabras que él pronunció: No puede negar que es un aficionado,
señor. Si alguien quería desquitarse con usted, debería haberlo designado
embajador en Islandia. El muy hijo de mil putas.
Guillermo
vio entonces que el coronel Marini, de
uniforme de gala, se adelantaba. Pedro se disculpó ante la rubia y fue a un
rincón a conversar con Alberto.
A
estos dos, voy a tener que vigilarlos”.
Como
en ese momento pasaba el camarero ofreciendo Champagne, Guillermo resolvió que,
después de todo, una copa iba a beber.
James
Stick lo observó apurar la bebida.
__Bueno
_dijo __; ya es hora de empezar la recorrida de trabajo.
__ ¿Qué?
__Muchos
negocios se concretan en estas fiestas, casualmente para eso las organizan las
embajadas.
--
Guillermo
sentía la mirada de Pedro casi palpable en cado sitio y postura, rogó que no le
tocara sentarse al lado de él en la cena, y felizmente se le concederían sus
deseos. Pedro tenía asignada otra mesa, junto a la rubia semidesnuda, que para
muchos aún era su esposa.
A
punto estuvo de pedir otra copa, cuando se acercó Orestes Moravia, no por el
afable saludo de siempre.
__
Ya sabes que mi yerno es tu subjefe de
misión _acotó Orestes al paso.
__ ¿Qué?
__Perdón,
es la costumbre, como lo es que Camila lo acompañe, mi ex yerno, se divorciaron
hace poco.
__ ¿La
rubia es tu hija?
__Sí,
Pedro aunque no lo parezca es tímido, no vendría a estos sitios con alguna
desconocida, y como no todos saben de su divorcio, Cami, se coló, ella fue la
que quiso acompañarlo, es casi la despedida, no creo que vuelva a verlo… por años.
“A
veces no me reconozco cuando me veo frente al espejo, veo mi imagen y aunque
sigue siendo el mismo de ayer, ese hombre que se refleja ahora es fuerte,
decidido y además disfruta la vida, quién lo iba a decir que después de
que mi corazón estaba roto, encontré muchas razones para querer enmendarlo y
entre tantas encontré tus palabras.
¿Por
qué antes de desnudar nuestros cuerpos no desnudamos nuestras almas, Pedro?
¿Por qué por vez primera no dejamos que la verdad nos haga libres?
¿Por qué hacernos daño con mentiras?
Buscando pretextos para no gritar lo que sentimos. Si al volver a vernos nuestras miradas lanzan petardos de amor del uno al otro. Nuestros cuerpos tiemblan de placer aun sin tocarnos como jamás he sentido con Silvina, como nunca imaginé sentir… por un hombre.
Nuestras mentes solo sueñan con poseerse.
¿Por qué la cobardía nos hunde en el abismo de la nostalgia?, si esta noche te trajo la fuerza y el deseo de decirme cuánto me amas. Y decidí verte tan solo para tenerte. No amas a la rubia, es tu ex, y Silvina ya no está.
¿Por qué no escuché que me amas en las palabras que hieren y te pegué en lugar de decirte que eres precioso, así o con los jeans?
Inventamos terceras personas para evadir lo que lo que sentimos porque no se puede
¿Por qué decir tanta mentira que duele y ese esconder al amor que mata?
¿Por qué no dejar que fluyan esta furia de pasión y el sentimiento que emana el corazón?
¿Por qué nos lastimamos, por qué no nos entregamos, por qué no lo vivimos?
¿Por qué por vez primera no dejamos que la verdad nos haga libres?
¿Por qué hacernos daño con mentiras?
Buscando pretextos para no gritar lo que sentimos. Si al volver a vernos nuestras miradas lanzan petardos de amor del uno al otro. Nuestros cuerpos tiemblan de placer aun sin tocarnos como jamás he sentido con Silvina, como nunca imaginé sentir… por un hombre.
Nuestras mentes solo sueñan con poseerse.
¿Por qué la cobardía nos hunde en el abismo de la nostalgia?, si esta noche te trajo la fuerza y el deseo de decirme cuánto me amas. Y decidí verte tan solo para tenerte. No amas a la rubia, es tu ex, y Silvina ya no está.
¿Por qué no escuché que me amas en las palabras que hieren y te pegué en lugar de decirte que eres precioso, así o con los jeans?
Inventamos terceras personas para evadir lo que lo que sentimos porque no se puede
¿Por qué decir tanta mentira que duele y ese esconder al amor que mata?
¿Por qué no dejar que fluyan esta furia de pasión y el sentimiento que emana el corazón?
¿Por qué nos lastimamos, por qué no nos entregamos, por qué no lo vivimos?
Volvieron
las mariposas a anidar en mi vientre, sensación que hacía tiempo había olvidado ,
hoy al verme en tu mirada volví a sentir que el amor nunca se fue, que siempre
estuvo aquí conmigo , acompañándome en cada instante en cada momento .
Descubro
nuevas emociones que le dan vida a mi existir, tu llegada es justo en el
momento menos indicado. No encuentro
todavía explicaciones pero siento esa emoción desbordante que habita en mi
vientre y no puedo negar.
Mis
mariposas se encuentran alborotadas hoy,
cuánto tiempo dormidas estuvieron , hoy se encuentran felices desde el
momento que llegó ese aroma de amor, el amor que le da brillo a mi rostro, mis
ojos reflejan nuevo brillo, aquel brillo
que un día se opacó, aun antes de la muerte de Silvina.
No
hay explicación para para este amor que siento, solo sé que siento ese
cosquilleo que hace mucho dejé de sentir, mis mariposas despertaron después de
un largo sueño, vienen cubiertas de ilusiones, creo que esta vez se quedarán
por siempre… así lo siento.
Volveré
a sonreír, el silencio que alguna vez llegó hoy se marchará y vendrán momentos
de grandes emociones, emociones que viviremos al ritmo de nuestros sentimientos, ya nada opacara este amor, alimentemos estas
mariposas que alborotadas están.
Si nos sentimos, si nos permitimos soñar, si lo sufrimos.
No puede estar sucediendo, no debe de ser, no
puede ser”.
__Pedro,
¿me lo vas a presentar?
__No
lo sé Camila, veremos. Ya casi me he despedido de él.
“Y
es que debería ser ilegal despedirnos, pues no sé qué duele más, si decirte adiós,
o verte partir. Si tu frialdad que me consume, o tus palabras que me confunden,
cuando dices que no me soportas y siento
que no quieres que se nos acabe el tiempo.
Debería darte la pena máxima, por no darme un beso que me robe el aliento, uno que me diga cuánto me vas a extrañar.
Debería darte la pena máxima, por no darme un beso que me robe el aliento, uno que me diga cuánto me vas a extrañar.
Un
beso que selle lo mejor de nuestros encuentros juntos, sí, uno que despierte la
pasión, te juro que pago la condena si ha de ser un delito, necesito sentir el
calor de tus labios junto a los míos.
Qué
más da, entrégate, o es que acaso no te has dado cuenta que he puesto todas las
armas letales que tengo en tus manos, asesíname ya de una vez, por Dios, mira
que el chaleco anti balas ya no lo traigo puesto, estoy a tu merced, sin
armaduras, esperando que rompas el silencio.
Yo
tengo la necesidad de que tus labios me confirmen con un beso lo que me dices,
yo tengo la urgencia de derretir el témpano de hielo que nos separa, que no nos
deja ser, que no me deja entender si lo que sientes por mí es real, si es odio
o amor, tan real como son estas ganas de pagar renta en tu boca, esta ansiedad
que en las noches no me deja dormir, estas benditas ganas de no tener que irme en horas, de que te quedes
junto a mí, estas ganas de pagar a tu lado, una cadena perpetua”.
__
__Pedro,
¿estás loco? _dijo Alberto en un susurro, estás equivocado, no puedes.
__
No puedo contárselo a nadie más, Beto. No lo quise, no lo supe, no lo imaginé
Siento
que la vida decidió algo por nosotros, que seríamos solo uno, que cuando
amas no existe nada más que te separe.
Cuando
amas eres complemento de esa persona
especial a quien llamas siempre amor, cómo podemos ser tan diferentes
y así estar amándonos tanto.
Es
posible que el mundo necesite de un equilibrio para poder subsistir, como el
día y la noche como lo bueno y lo malo, como tú y yo diferentes,
pero nos necesitamos. Cuando amas, solo somos dos seres hechos de amor, que
nacieron para encontrarse en este gran mundo, que se hizo diminuto para
juntarnos y así poder enamorarnos. Cuando amas eres solo uno, eres luz,
eres amor, eres sol o luna, eres todo lo que has deseado, eres inmensidad.
__Como
quisiera que me pasara, nunca me enamoré, pero me gustan todas, las mujeres, a
ti también.
__No.
Amaba a Camila que es diferente, la quiero, es la madre de mis hijos. Ya te vas
a enamorar y entenderás.
No
fue una simple mirada, aquella era una invitación para entrar a su
abismo. Sentía vibrar las paredes de mi alma, mientras mi cuerpo
parecía desvanecerse por completo, no pudiendo soportar la intensidad que
ella reflejaba.
Y
yo, que me creo suficiente para enfrentarlo todo, esta vez solo
quería correr, correr para salvarme, y a la vez solo deseaba ser
devorado por sus inmensas llamaradas.
__Qué
lío, hermano, espero que estés equivocado, porque esto recién comienza, sabes
que no se puede, que no se acepta, no en tu carrera, en la de él, además, acaba
de enviudar, y estaba enamorado de la mujer.
__Y
yo de Camila, Beto, hasta hace cinco minutos, yo estaba enamorado de Camila. Lo
sé, lo sé todo, no puedo sentir ni dejar de hacer lo que me provoca… el
embajador.
LIBRO
DE ANCLAJE SIDNEY SHELDON. El Capricho de Los Dioses.
CONTINUARÁ.
HECHOS
Y PERSONAJES SON FICTICIOS, CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA
COINCIDENCIA.
LENGUAJE
ADULTO. ESCENAS EXPLÍCITAS.
Liliana Alcantara me cautivan, hermoso.
ResponderEliminarAlex Nad +100!:
ResponderEliminarFlora Qué bueno.Feliz jueves estimada Eve monica Marzetti
ResponderEliminar1
Patricia, Wau, juntos al fin, qué bueno. Muchísimas gracias
ResponderEliminarSergio Què bien. Gracias
ResponderEliminarClaudia Qué bello. Gracias
ResponderEliminarVeritoo, uy, me encanta. Gracias linda Eve Monica
ResponderEliminarMiryam bellicimo sentido muuy emotivo
ResponderEliminarGaby Hermoso
ResponderEliminarDonis maravillosos!!!
ResponderEliminarErnestina Que hermosa letras, Saludos.
ResponderEliminarJulissa Muchas gracias linda Eve Monica Marzetti siempre es un honor leerte,
ResponderEliminarAna Gilma Bello 👏🏻👏🏻👏🏻
ResponderEliminarCarolina Divino. Buenas noches Eve, feliz descanso cielo.Besos.
ResponderEliminarGuau Eve..Se puso buenísimo...Como siempre, vos ya lo sabés, muero por el momento en el que el amor no puede más que mostrarse...El flechazo ya fue, y vaya que los atravesó a ambos...
ResponderEliminarViviana Veronica RojoDiaz Muy bueno gracias 😍
ResponderEliminarLaura Mora Gracias Eve Monica MarzettiMarzetti.un beso
ResponderEliminar1
Veronica Lorena Piccinino un capitulo brillante Eve... Guillermo y Pedro juntos son dinamita pura. Gracias.
ResponderEliminarJulian Guilledro muchas gracias
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